Musica y Atencion: Efectos Del Entrenamiento musical.MedinayBarraza2015

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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN FACULTAD DE ARTES Y EDUCACIÓN FÍSICA DEPARTAMENTO DE MÚSICA MEMORIA DE TÍTULO: ATENCIÓN A LA MÚSICA: EFECTO DE LA PRACTICA MUSICAL SOBRE LA EFICIENCIA DE PROCESOS ATENCIONALES MEMORIA PARA OPTAR AL TITULO DE PROFESOR EN EDUCACIÓN MUSICAL AUTOR : DAVID MEDINA OLLARZÚ PROFESOR GUIA: CRISTHIAN URIBE VALLADARES CO-TUTOR : PAULO BARRAZA RODRIGUEZ SANTIAGO, MARZO DE 2015

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Investigación que busca una relación entre el entrenamiento musical y la capacidad de atención de un grupo de pianistas v/s personas sin entrenamiento musical

Transcript of Musica y Atencion: Efectos Del Entrenamiento musical.MedinayBarraza2015

UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

FACULTAD DE ARTES Y EDUCACIÓN FÍSICA

DEPARTAMENTO DE MÚSICA

MEMORIA DE TÍTULO:

ATENCIÓN A LA MÚSICA: EFECTO DE LA PRACTICA MUSICAL SOBRE LA

EFICIENCIA DE PROCESOS ATENCIONALES

MEMORIA PARA OPTAR AL TITULO DE

PROFESOR EN EDUCACIÓN MUSICAL

AUTOR : DAVID MEDINA OLLARZÚ

PROFESOR GUIA: CRISTHIAN URIBE VALLADARES

CO-TUTOR : PAULO BARRAZA RODRIGUEZ

SANTIAGO, MARZO DE 2015

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AGRADECIMIENTOS

Quisiera entregar mi más profundo y sincero agradecimiento a todos aquellos que hicieron

un aporte para el logro de esta investigación.

Principalmente agradezco a Paulo, por entender que somos personas antes que títulos, por

su eterna paciencia y su ayuda desinteresada, un maestro que supo respetar el proceso.

Al Profesor, Dr. en Teoría e historia del arte, mención musicología, Cristhian Uribe

Valladares, por presentarme al Profesor, Dr. en Psicología Paulo Barraza Rodríguez, y

darme el pase y su apoyo para iniciar este proyecto.

A los 41 participantes del estudio, quienes a cambio de las gracias entregaron tiempo de su

vida sin siquiera conocerme.

Al Conservatorio de la U. Austral, en particular a su director Wladimir Carrasco y a Victor

Cumién, quien facilitó amablemente los laboratorios de la UACH.

A Patricio Saavedra, quien facilitó amablemente el laboratorio de la UMCE.

A los que creyeron que me pasé estos dos años de vago y a los que creen que es necesario

tener un Magister para generar conocimiento, aquí un tapabocas.

Sin todos ellos, nada de lo aquí presente hubiese sido posible, son el alma de este trabajo.

Finalmente, agradecer al Universo por la curiosidad, por la existencia en el presente y por

seguir descubriendo los sucesos del futuro, y al amor universal que me permitió caminar

junto a toda esta gente en pos de desenmarañar parte de los secretos de nuestros universos

internos.

El que busca encuentra, el que la sigue la consigue.

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INDICE

Resumen 7

Introducción 8

1.- Antecedentes Teóricos y Empíricos 11

1.1.- ¿Puede la práctica musical modificar el cerebro e influir

sobre el desarrollo de funciones cognitivas? 12

1.1.1.- Práctica musical y cambios cerebrales estructurales 12

1.1.2.- Práctica musical y su efecto sobre funciones cognitivas 18

1.2.- ¿Qué es la atención? 24

1.3.- Redes Atencionales: características tipológicas y anatómicas 25

1.3.1.- Red de Alerta 25

1.3.2.- Red de Orientación 26

1.3.2.- Red de Control Ejecutivo 27

2.- Objetivos e Hipótesis 29

2.1.- Pregunta de Investigación 30

2.2.- Objetivos 30

2.3.- Hipótesis 30

3.- Metodología 31

3.1.- Diseño 32

3.2.- Participantes 32

3.3.- Estímulos 33

3.4.- Procedimiento 35

3.5.- Adquisición de datos 36

3.6.- Análisis de datos 36

6

3.7.- Análisis Estadístico 38

4.- Resultados 39

4.1.- Porcentaje de Acierto y Tiempos de Respuesta 40

4.2.- Eficiencia de Redes Atencionales 41

4.3.- Análisis de correlación entre redes atencionales para cada grupo 42

5.- Discusión 43

5.1.- Más rápidos, igualmente precisos: Efectos de la práctica musical

en los tiempos de respuesta y porcentaje de aciertos 45

5.2.- Distracción bajo control: Efecto de la práctica musical sobre la red

atencional de control ejecutivo 46

5.3.- Preparación para la acción: Efecto de la práctica musical sobre la

red atencional de alerta 47

5.4.- Atentos y orientados: correlación entre red atencional de alerta y

red atencional de orientación 49

5.5.- Música, Atención y Educación: rompiendo el mito de un saber

prescindible 50

5.6.- Limitaciones 51

6.- Conclusiones 52

Referencias 54

Anexos 60

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RESUMEN

Los hallazgos en neurociencia han revelado que el entrenamiento musical modifica

el cerebro. Específicamente, se ha observado que el cerebro de los músicos posee regiones

cerebrales perceptuales y motoras más desarrolladas que una persona sin entrenamiento

musical. Además, se ha reportado que la práctica musical mejora el rendimiento de diversas

funciones cognitivas como la memoria y procesamiento viso-espacial, entre otras. No

obstante los interesantes beneficios de la música en la cognición humana, aún se desconoce

si el entrenamiento musical tiene efecto sobre la atención, una función cognitiva clave para

el aprendizaje.

El objetivo de esta investigación es aportar evidencia en relación a cuál es el efecto

que tiene la práctica musical sobre tres subsistemas atencionales, a saber, las redes

atencionales de alerta, orientación y control ejecutivo. Para esto se comparó a músicos

pianistas profesionales adultos con profesionales no-músicos, mientras realizaba una tarea

cognitiva, especialmente diseñada para evaluar por separado las tres redes atencionales

antes mencionadas. Se hipotetizó que los músicos tendrían una red atencional de control

ejecutivo más eficiente que los sujetos del grupo control, y además que serían más rápidos

contestando la tarea. Los resultados confirmaron las hipótesis demostrando que los músicos

tienen un mayor control inhibitorio sobre estímulos distractores que los sujetos del grupo

control, lo que se traduce en una mejor focalización de la atención sobre la tarea en

ambientes con estímulos intervinientes irrelevantes. Además los músicos fueron más

rápidos en responder, sin por ello perder precisión en sus respuestas, lo cual indica en

términos generales que los músicos poseen un procesamiento atencionales más eficientes

que los sujetos del grupo control. Adicionalmente, se encontró que los músicos, en

comparación a los sujetos control, tienen un mejor nivel de alerta atencional, cuando son

alertados por claves horizontales paralelas. Este hallazgo inesperado resulta interesante por

cuanto podría ser un indicador de cómo la experiencia musical en la lectura de partituras

tiene un efecto concreto sobre el estado de alerta atencional de pianistas. Se concluye que la

práctica musical tiene un afecto sobre la eficiencia de las redes atencionales. Se espera que

los hallazgos de esta investigación puedan ser un aporte en el ámbito educacional, por

cuanto constituyen un argumento empírico para el desarrollo de programas de

entrenamiento musical tendientes al mejoramiento de la atención en contextos educativos.

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INTRODUCCIÓN

“Nada afecta tanto al cerebro como la música” – Stefan Koelsch –

La música es una de las pocas prácticas humanas que puede modificar profunda y

permanentemente, en cortos periodos de entrenamiento, nuestro sistema nervioso. Las

personas que han estudiado música o instrumentos musicales han desarrollado habilidades

cognitivas que difícilmente se podrían obtener con otras disciplinas. Esto se explica en

parte por la integración de diversas funciones cognitivas durante la práctica musical. Por

ejemplo, cuando se interpreta o estudia un instrumento se realizan muchas tareas en forma

simultánea, a saber, destreza para mover los dedos por el instrumento con precisión y

fuerza, oír al resto de los músicos y/o a uno mismo, identificar las secciones sonoras, leer

una partitura o improvisar, etc. Todas estas tareas implican habilidades percepto-motoras de

alto nivel que se deben integrar de forma transitoria en el tiempo. Junto a lo anterior, un

creciente número de estudios han reportado que la práctica musical también potencia

habilidades como la memoria verbal (Jakobson et al., 2008), procesamiento viso-espacial

(Stoesz et al., 2007), control inhibitorio (Bialystok & DePape, 2009), entre otras. De

particular interés para la educación, también se ha observado que la práctica musical

favorece el desarrollo de habilidades matemáticas (Schmithorst & Holland, 2004), de

lectura (Moreno et al., 2009) y pensamiento creativo (Gibson et al., 2009). No obstante los

numerosos beneficios que tiene la música sobre el desarrollo cognitivo, aún no existe clara

evidencia de si acaso la práctica musical tiene efectos sobre la atención, una función

cognitiva fundamental tanto para el aprendizaje en general, y por extensión para la

educación.

Tradicionalmente la atención es entendida como un mecanismo cognitivo que nos

permite captar, focalizar, orientarnos y realizar esfuerzo cognitivo sobre los estímulos que

son relevantes para resolver una tarea, descartando al mismo tiempo aquellos irrelevantes

(Gazzaniga & Heatherton, 2002). Actualmente se sabe que la atención no es una sola

función, sino que está subdividida en diferentes tipos. Posner & Petersen (1990) proponen

que existen tres tipos de subsistemas atencionales, independientes pero relacionados

funcionalmente, estos son: Alerta, Orientación y Control Ejecutivo. La red de alerta estaría

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encargada de “ponernos atentos” ante los estímulos del medio, la red de orientación “nos

enfocaría” sobre aquello estímulos que nos llaman la atención, y la red de control ejecutivo

“filtraría” los estímulos del medio para mantenernos atentos sobre los importantes

ignorando los distractores. Considerando las funciones que cumplen estas redes

atencionales, se puede establecer que estas son fundamentales para el aprendizaje y la

educación, por lo tanto cualquier acción que pudiera mejorar el operar de estas redes

tendría un beneficio adicional en procesos de aprendizaje en contextos educativos (Tang &

Posner, 2009).

El presente trabajo de tesis se enfoca en estudiar de manera conductual cuáles son

los efectos que la práctica musical pudiera tener sobre estas redes atencionales, para

posteriormente discutir los resultados a la luz de sus alcances en educación. En términos

metodológicos, se evaluará la eficiencia del procesamiento atencional de un grupo de

pianistas adultos con estudios profesionales en conservatorio, en comparación a un grupo

de adultos profesionales no-músicos. Para evaluar el procesamiento atencional, se utilizará

una tarea cognitiva que permite estudiar por separado los efectos de la práctica musical

sobre la red atencional de alerta, orientación y control ejecutivo. Se hipotetiza que los

músicos profesionales tendrán un mejor rendimiento en tareas que involucren el uso

eficiente de la red atencional de control ejecutivo, además de ser más rápidos y acertados en

sus respuestas durante el experimento.

Los hallazgos de esta investigación resultan relevantes tanto en el plano teórico como

práctico. En términos de conocimiento teórico/empírico, no existen antecedentes previos

que vinculen el estudio de las redes atencionales de alerta, orientación y control ejecutivo

con la práctica musical. En consecuencia, esta investigación puede aportar nueva evidencia

acerca de cómo el entrenamiento musical sistemático afecta los procesos atencionales,

además de apoyar toda una línea de estudios que propone a la música como un modelo de

neuroplasticidad (Münte et al., 2002). En términos prácticos, se espera que los hallazgos

obtenidos con esta investigación sean un fuerte argumento en contra de la visión instalada

en la educación chilena, acerca de la música como un saber prescindible. Demostrar

científicamente que el entrenamiento musical tiene un efecto positivo en procesos

atencionales, resulta crucial para abrir el debate acerca del rol de la educación musical en la

educación formal y sus potenciales aplicaciones.

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El presente trabajo de tesis se ha estructurado de la siguiente manera: En el capítulo

uno se presentan los antecedentes teóricos que fundamentan el problema de investigación.

Se exponen algunos hallazgos desde las neurociencias cognitivas acerca de cómo la

práctica musical modifica estructuras y funciones cerebrales, además de analizar el

correlato neuronal de la atención expresada en las subredes de alerta, orientación y control

ejecutivo. Cabe destacar que los hallazgos experimentales que se presentarán a

continuación, no son una lista exhaustiva de lo que actualmente existe en el campo, sino

más bien son una muestra representativa de las tendencias en relación con el tema. En el

capítulo dos se describe la pregunta, objetivos e hipótesis de investigación. El capítulo tres

presenta la metodología empleada en el experimento. Se destaca el uso de la tarea

denominada “Test de Redes Atencionales” (ANT, sigla en inglés) (Fan et al., 2002), para

evaluar conductualmente las tres subredes atencionales antes descritas. En el capítulo

cuatro se presentan los resultados experimentales. En capítulo cinco de realiza una

discusión de los resultados a la luz de los hallazgos experimentales existentes. Finalmente

en el capítulo seis se muestran las conclusiones generales de la presente investigación.

11

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES TEÓRICOS Y EMPÍRICOS

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1. ANTECEDENTES TEÓRICOS Y EMPÍRICOS

1.1 ¿Puede la práctica musical modificar el cerebro e influir sobre el desarrollo de

funciones cognitivas?

1.1.1 Práctica musical y cambios cerebrales estructurales

Numerosos estudios han demostrado que la práctica musical sistemática modifica,

de forma permanente, estructuras cerebrales. Gaser & Schlaug (2003) compararon la

estructura cerebral de pianistas profesionales con personas sin entrenamiento musical. Sus

resultados revelaron que los músicos tenían un mayor tamaño de regiones cerebrales

motoras, auditivas y viso-espaciales (Fig. 1).

Figura 1. Diferencias cerebrales entre músicos profesionales y no-músicos. En rojo se marcan las áreas

motoras y auditivas que mostraron ser diferentes entre músicos y no-músicos (Extraído de Gaser & Schlaug,

2003).

En cuanto a la especificidad de los cambios en áreas auditivas, Schneider et al.,

(2002) encontraron que existe un mayor tamaño del área auditiva primaria (Fig. 2) en los

músicos profesionales en comparación con adultos no-músicos. Interesantemente, este

aumento de tamaño también correlacionó con el puntaje obtenido por los sujetos en una

tarea de discriminación de tonos, siendo los músicos más finos al distinguir pequeñas

desafinaciones en melodías cortas.

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Figura 2. Representación del área auditiva primaria (azul) y secundaria (verde) (Recuperado y modificado de

http://www.cns.nyu.edu/~david/courses/perception/lecturenotes/localization/localization.html).

En línea con lo anterior, Bermudez et al., (2009) encontraron que, en comparación

con adultos no-músicos, los músicos profesionales (con y sin oído absoluto) presentaban un

aumento en el tamaño de las cortezas auditivas secundarias (Fig. 2), con una mayor

representación en el hemisferio derecho. Se observó también que lo músicos presentaban

áreas de la corteza frontal más desarrolladas que los no-músicos, como la corteza prefrontal

dorsolateral (Fig. 3), región del cerebro que se asocia habitualmente con funciones

ejecutivas como la memoria de trabajo.

Figura 3. Representación de la corteza prefrontal dorsolateral (Recuperado y modificado de

http://www.psych-it.com.au/Psychlopedia/article.asp?id=191).

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Junto a las regiones auditivas, las áreas motoras también se ven fuertemente

estimuladas por el entrenamiento musical instrumental. Elbert et al., (1995) estudiaron la

representación cerebral de los dedos en instrumentistas de cuerdas (violinistas, cellistas y

guitarristas) versus no-músicos. Su estudió reveló que los cuerdistas poseían una mayor

representación cerebral de los dedos de su mano izquierda en la corteza motora primaria

(Fig. 4), con excepción del dedo pulgar que no tiene rol activo en la ejecución.

Figura 4. Representación del área motora primaria. En detalle regiones especializadas para dedos, pulgar,

labios y lengua (Recuperado y modificado de http://opentextbc.ca/introductiontopsychology/chapter/3-2-our-

brains-control-our-thoughts-feelings-and-behavior/.).

Amunts et al., (1997) compararon las áreas motoras primarias de las manos,

determinadas por la longitud del surco precentral, entre músicos profesionales pianistas y

no-músicos. A través de resonancia magnética se pudo observar que los músicos

presentaban una mayor longitud en ambos lados del surco, incluso mayor en el hemisferio

derecho, resultando con ello una menor asimetría inter-hemisférica. También Kleber et al.,

(2010) realizaron una comparación de estructuras cerebrales entre músicos cantantes y no-

músicos, encontrando que los primeros tienen mayores representaciones de laringe y boca

en la corteza somatosensorial. Esto demuestra que la plasticidad inducida por el

entrenamiento musical es altamente específica y dependiente de la actividad que se realiza.

En cuanto al procesamiento viso-espacial, Hutchinson et al., (2003) observaron que,

comparado a adultos no-músicos, pianistas clásicos profesionales presentaban un

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significativo aumento del volumen de materia gris en la región parietal superior (Fig. 5),

área del cerebro que juega un importante rol en la integración multimodal de información

sensorial visual, auditiva y somatosensorial.

Figura 5. Representación en amarillo del lobo parietal superior, área asociada a la integración multisensorial

(Recuperado y modificado de http://en.wikipedia.org/wiki/Superior_parietal_lobule).

También se ha observado que la práctica musical puede modificar regiones

vinculadas con el lenguaje. Sluming et al., (2002) realizaron un estudio en el que comparó

estructuras cerebrales en músicos de la “British symphony orchestra” (cuerdistas y

vientistas) versus personas no-músicos. En este estudio se comparó el área de Broca (Fig.

6), región del cerebro asociada típicamente con aspectos motores del lenguaje hablado. Los

resultados revelaron que los músicos de la orquesta sinfónica presentaban una mayor

densidad y volumen de materia gris en el área de Broca.

Figura 6. Representación en azul del área de Broca, área asociada principalmente al lenguaje expresivo

(Recuperado de http://www.freezingblue.com/iphone/flashcards/printPreview.cgi?cardsetID=149871).

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Los resultados presentados hasta aquí revelan cómo la práctica musical sistemática,

conducida por años, modifica profundamente el tamaño de diferentes estructuras cerebrales.

Este cambio de tamaño de estructuras cerebrales resulta relevante dado que se traduce en

una mayor densidad en la conectividad neural de estas regiones, y consecuentemente en un

funcionamiento más eficiente. Dada la importancia de estos hallazgos, actualmente se

realizan estudios para determinar cuál es el período mínimo de entrenamiento musical

necesario para generar cambios a nivel cerebral, con el objetivo de desarrollar programas de

entrenamiento musical en contextos educativos.

Al respecto, Lappe et al., (2008) demostraron que solo 2 semanas de práctica

musical bastan para generar modificación a nivel cerebral. Específicamente, en su estudio

tomó dos grupos de adultos no-músicos y entrenó musicalmente a uno de ellos por dos

semanas. Específicamente, un grupo fue entrenado con integración sensorio-motora, es

decir, les enseñaba a tocar una secuencia en el piano, mientras que el otro grupo solo los

entrenaba auditivamente, es decir, escuchaban y hacían juicios sobre la música interpretada

por el primer grupo. A ambos grupos se le realizaron pruebas de neuroimagen antes y

después del entrenamiento. El estudio reveló diferencias significativas entre grupos,

indicando que la representación musical en la corteza auditiva de los sujetos sometidos a la

práctica audio-motora mejoró en comparación a los sujetos que recibieron solo

entrenamiento auditivo.

Finalmente, es importante señalar que los cambios estructurales parecen ser mucho

más fuertes y notorios cuando el entrenamiento musical ha comenzado a edades tempranas.

Al respecto, Schlaug et al., (1995a) comparó el volumen del cuerpo calloso de músicos y

no-músicos, observando que los músicos tenían en general mayor volumen de la región

anterior del cuerpo calloso (Fig. 7). Esta diferencia de tamaño era notablemente

significativa cuando se trataba de músicos que habían iniciado sus estudios antes de los 7

años de edad. La medida del cuerpo calloso es un buen indicador de la coordinación inter-

hemisférica, ya que es una medida de la cantidad de conexiones que cruzan la línea media

de un hemisferio al otro (Ruiz & González, 2005).

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Figura 7. Corte de cerebro donde se puede observar el cuerpo calloso uniendo ambos hemisferios

(Recuperado de http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/esp_imagepages/8753.htm).

Los estudios revisados en esta sección demuestran que la práctica musical modifica,

de forma permanente, estructuras cerebrales relacionadas con el instrumento que se ejecute.

Esto revela la especificidad de los cambios generados por el entrenamiento musical sobre la

conectividad cerebral. Además, se ha establecido que no se necesita demasiado tiempo de

entrenamiento para empezar a generar cambios, ya que bastarían dos semanas de práctica

sistemática para notar modificaciones. A continuación se analizará el efecto que la práctica

musical tiene a nivel funcional, indagando analizando el efecto que tiene sobre funciones

cognitivas tan relevantes como percepción, memoria y funciones ejecutivas.

18

1.1.2 Práctica musical y su efecto sobre funciones cognitivas

Las funciones cognitivas son un conjunto de operaciones mentales que nos permiten

interactuar de forma efectiva en el mundo (Gazzaniga, Russel & Senior, 2009). Ejemplos

de funciones cognitivas son la atención, percepción, memoria y lenguaje. La integración

entre diferentes funciones cognitivas resulta fundamental durante la practica musical. Por

ejemplo, un músico necesita leer, tocar, oír e interpretar la música en forma simultánea

durante la ejecución de una pieza instrumental. Dado que la práctica musical involucra esta

compleja integración entre funciones cognitivas, resulta relevante determinar si acaso la

práctica musical mejora el operar de alguna estas funciones.

Al respecto, diversos estudios han demostrado que la práctica musical mejora el

procesamiento de estímulos auditivos musicales. Por ejemplo, los músicos son mejores en

el reconocimiento de melodías presentadas en transposición (Halpern, Bartlett & Downling,

1995), en un tempo inusual (Andrews et al., 1998) o en determinar cuántas notas suenan

simultáneamente en un acorde (Burton, Morton, & Abbes, 1989). En línea con lo anterior,

Tervaniemi et al., (2005) encontraron que los músicos entrenados son capaces de

discriminar diferencias sutiles de afinación entre dos notas. En su estudio comparó a

músicos profesionales con personas no-músicos, los cuales realizaron una tarea auditiva

donde se les presentaban 4 frecuencias distintas, a saber, un estándar de 528Hz

(correspondiente a un C5 de la afinación occidental estándar), una desviación pequeña de

532Hz, desviación media de 539Hz (alrededor de un cuarto de tono) y desviación amplia de

550Hz (alrededor de un semitono). A los participantes se les pidió apretar un botón cada

vez que sintieran una diferencia de frecuencia en los estímulos. En comparación con los no-

músicos, se encontró que los músicos tuvieron mayores tasas de acierto y mejores tiempos

de reacción al reconocer desviaciones pequeñas y medianas, mientras que para diferencias

grandes ambos grupos obtuvieron puntajes similares (Tabla 1).

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Nota.- Desviaciones frecuenciales pequeñas (532Hz), medianas (539Hz) y grandes (550Hz) (Modificada de

Tervaniemi et al., 2005).

Interesantemente, estas mejoras funcionales auditivas para estímulos musicales

parecen afectar también el procesamiento de estímulos auditivos lingüísticos. Al respecto,

Schön, Magne & Besson (2004) realizaron comparaciones entre músicos y no-músicos

adultos frente a una tarea donde debían discriminar si el final de una frase musical y una

frase hablada presentaba una desafinación o incongruencia respecto de un estándar. Para

esto se presentaban frases musicales y frases habladas, la cuales podían ser congruentes,

incongruente débil (desafinación final de 1/5 de tono o 35% en la frase hablada) o

incongruente fuerte (desafinación final de medio tono o 120% de desviación respecto del

original). Cabe destacar que este estudios se ha realizado con adultos músicos y no-músicos

en su lengua vernácula (Schön, Magne & Besson, 2004) y en un idioma extranjero

(Marques et al., 2007). En ambos casos los músicos fueron muy superiores distinguiendo

las desafinaciones débiles, tanto para las frases musicales como habladas. En cuanto a las

frases congruentes y con incongruencia fuerte no se observaron diferencia entre ambos

grupos. Estos resultados sugieren que la práctica musical mejora el procesamiento de

estímulos auditivos lingüísticos. Los autores sugieren que esta mejora podría incluso

favorecer el aprendizaje de una segunda lengua.

En cuanto al desarrollo de otras habilidades cognitivas como el procesamiento viso-

espacial, Stoesz et al., (2007) encontraron que los músicos tienen un mejor rendimiento en

la reproducción gráfica de figuras complejas (Fig. 8) en comparación a un grupo de adultos

no-músicos, lo cual indicaría que la práctica musical favorece el desarrollo de habilidades

viso-espaciales y de producción creativa.

20

Figura 8. A) Producción gráfica de músicos y no-músicos para la condición figuras posibles e imposibles. La

primera fila muestra el modelo, la segunda fila el dibujo realizado por un músico y la tercera fila el dibujo de

una persona no-músico. B) Porcentajes de precisión promedio entre músicos y no músicos en la tarea de

copiar figuras posibles/imposibles. Se observa que los músicos fueron más precisos que los no-músicos en la

producción gráfica de figuras imposibles (Modificado de Stoesz et al, 2007).

La habilidad cognitiva de memoria también ha mostrado verse influida por la

práctica musical. Sin embargo, los resultados son controversiales dado que existe evidencia

que muestra un efecto de la práctica musical solo sobre memoria auditiva, mientras que

otros muestran que el entrenamiento musical afecta tanto a la memoria auditiva como

visual. Por ejemplo, Cohen et al., (2011) realizaron experimentos comparando la memoria

auditiva y visual de músicos con personas sin entrenamiento musical, solicitándoles a

ambos grupos reconocer y recordar algunas canciones que les eran familiares, otras no

familiares, sonidos ambientales y discursos hablados. Los músicos mostraron tener mucho

mejores resultados en el test de memoria auditiva, pudiendo recordar y evocar sus

recuerdos sonoros más y mejor que los no-músicos, sin embargo, al realizar un experimento

similar para medir memoria visual, no se encontraron diferencias significativas entre los

grupos (Fig. 9).

21

Figura 9. Rendimiento de músicos y no-músicos en tareas de memoria auditiva y visual. Se observa que los

músicos tuvieron mejor rendimiento en la tarea de memoria auditiva que los no-músicos. No se observaron

diferencias entre grupos en la tarea de memoria visual. * = p<0.5; ** = p<0.001 (Modificado de Cohen et al,

2011).

Por otra parte, Jakobson et al., (2008) compararon músicos con distintos niveles de

entrenamiento y adultos no-músicos en tareas de memoria auditiva y visual pidiéndoles

retener y reproducir una lista de palabras de distintas categorías semánticas (cifradas o

libres), y además retener y reconocer una serie de dibujos compuesto de líneas y figuras

geométricas simples. Los períodos de retención de memoria auditiva fueron 2 minutos

(periodo corto) y 20 minutos (periodo largo), mientras que para visual se utilizó solo un

período de retención de 15 minutos. Los resultados de estos estudios indican que existe una

notable mejora de la memoria auditiva verbal y mejoras en la retención de memoria visual

en el caso de los músicos (Fig. 10).

22

Figura 10. A) Número promedio de palabras evocadas correctamente durante el test de memoria auditiva,

tanto en la versión libres y cifrados, con tiempos de retención corto (retención de 2 min.) y largos (retención

de 20 min.). B) Diferencias entre los grupos en el promedio de diseños correctamente evocados o reconocidos

visualmente después de un período de 15 minutos de realizado el aprendizaje. * = p<0.05, ** = p<0.005

(Modificado de Jackobson et al., 2008).

Es posible que los diferentes resultados encontrados por Cohen et al., (2011) y

Jakobson et al., (2008) en relación con el efecto de la práctica musical en la memoria visual

se expliquen por el tipo de prueba utilizada para evaluar esta función cognitiva en sus

experimentos. No obstante lo anterior, en ambos casos se observa el efecto de la

experiencia musical sobre la memoria auditiva.

En cuanto al efecto del entrenamiento musical sobre las funciones ejecutivas,

definidas estas como un conjunto de habilidades cognitivas que permiten entre otras cosas

la anticipación/establecimiento de metas, y la resolución de problemas (Tirapu-Ustárroz &

Muñoz-Céspedes, 2005), se ha encontrado que los músicos poseen un mejor control

inhibitorio (Bialystok & DePape, 2009) en tareas que requieren ignorar información

conflictiva, como identificar cuando el tono de una canción es más “alto” o “bajo”,

independiente de que la letra de la canción lleve la palabra “alto” o “bajo” consigo. Junto a

lo anterior, también se ha observado (Gibson et al., 2009) que los músicos tienen un mejor

nivel de pensamiento creativo o divergente, el cual se caracteriza por la generación de

23

varias ideas nuevas ante una misma tarea, con el objeto de hacer emerger una respuesta

original ante el problema planteado. Finalmente cabe señalar que también se han

encontrado efectos de la práctica musical en el mejoramiento de habilidades matemáticas

(Geoghegan & Mitchelmore, 1996; Cheek & Smith, 1999; Schmithorst & Holland, 2004),

habilidades lingüísticas tan variadas como vocabulario, pronunciación y lectura (Stoesz et

al., 2007; Jakobson et al., 2008; Moreno et al., 2009; Patston & Tippett, 2011), habilidades

intelectuales (Schellenberg, 2011a; Schellenberg, 2011b), y habilidades socio-afectivas

(Rabinowitch, Cross & Burnard, 2013), tanto en niños como en adultos.

En esta sección se ha visto que la práctica musical puede influir en el rendimiento

de diversas funciones cognitivas, como percepción, memoria de trabajo y funciones

ejecutivas. Además, el entrenamiento musical parece mejorar la cognición matemática y

habilidades lingüísticas tanto en adultos músicos profesionales como en niños. No obstante

los interesantes hallazgos presentados, la evidencia acerca del efecto de la práctica musical

sobre la atención, una función cognitiva relevante para el aprendizaje, aún son escasas. Para

abordar este punto, en el presente trabajo se plantea la pregunta acerca de si acaso la

práctica musical profesional tiene algún efecto sobre el desarrollo y rendimiento de la

atención. A continuación se abordará el tema de la atención, sus subtipos y la distribución

de cada una de éstas sobre redes neuronales específicas.

24

1.2 ¿Qué es la atención?

La atención es una función cognitiva que permite seleccionar estímulos importantes

para la resolución de una tarea, mientras se inhibe el efecto de otros irrelevantes o

distractores. De acuerdo con los mecanismos implicados, la atención se puede clasificar

como selectiva, dividida o sostenida (Fan et al., 2005). La atención selectiva es aquella que

se utiliza cuando es necesario prestar atención a algo específico, como en el juego “sopa de

letras”, donde se buscan palabras de una categoría particular en una matriz de consonantes

y vocales. La atención dividida se entiende como la capacidad de atender a más de un

estímulo a la vez, por ejemplo, mientras se conduce un vehículo se debe estar atento a las

condiciones del tránsito, señales, semáforos y la posible conversación con el copiloto. La

atención sostenida tiene lugar cuando se debe estar consciente de una tarea por un período

de tiempo prolongado, tal como ocurre con una persona que asiste a una clase de 45

minutos. En cuanto al grado de control, la atención se puede clasificar como voluntaria o

involuntaria. La atención voluntaria ocurre cuando se mantiene un control intencionado del

foco atencional, por ejemplo al leer un libro, a diferencia de la atención involuntaria que se

entiende como el cambio abrupto del foco atencional producto del surgimiento de eventos

ambientales inesperados, tal como ocurriría si en este momento Ud. escuchara un choque

de autos en la calle. En cuanto a la dirección a la que se orienta el foco atencional, esta se

puede clasificar como externa o interna. La atención externa ocurre cuando se está atento a

los eventos del medio ambiente, mientras que la atención interna se da cuando el individuo

se enfoca en el pensamiento interior o sensaciones. Finalmente, dependiendo de la

modalidad sensorial también se puede hablar, por ejemplo, de atención visual o auditiva. Es

importante señalar que estos aspectos de la atención no operan de forma independiente,

sino que interactúan momento a momento, para dar como resultado la experiencia

consciente. Por ejemplo, un músico que ejecuta una pieza musical mientras lee una

partitura, requiere movilizar, a lo menos, recursos atencionales asociados con atención

sostenida, selectiva, voluntaria, externa y viso-auditiva.

25

1.3 Redes atencionales: características tipológicas y anatómicas

Anatómicamente, el sistema atencional no se encuentra localizado en un lugar

específico del cerebro, sino más bien se sustenta en la actividad de redes neuronales

distribuidas por todo el cerebro. Al respecto, Posner & Petersen (1990; Petersen & Posner,

2012) propone que existen tres grandes redes atencionales (Alerta, Orientación y Ejecutiva)

las cuales trabajan en conjunto para formar el sistema atencional humano. Se entiende por

redes atencionales un circuito neuronal que facilita el procesamiento atencional. Estas redes

atencionales conservan un grado de independencia anatómica y funcional, pero interactúan

en situaciones prácticas de la vida cotidiana (Raz, 2004). A continuación se hará una breve

descripción de estas tres redes atencionales y se señalará cuáles son las regiones cerebrales

que interactúan para formar cada red.

2.3.1 Red atencional de alerta

El sistema de alerta hace referencia a un estado de preparación atencional. Por

ejemplo, cuando se está en la esquina de una calle y la luz verde del semáforo empieza a

parpadear, rápidamente hay una preparación para lo que viene, a saber, cruzar la calle. Esto

ocurre, en parte, por la activación de la red atencional de alerta que nos prepara para

ejecutar una acción determinada. Este estado de alerta atencional se diferencia de lo que se

denomina en la literatura como arousal, el cual se define como un estado basal de atención,

similar al estado de vigilia. El estado de alerta es crucial para un óptimo rendimiento en

tareas que involucran el uso de funciones cognitivas superiores.

Los estudios en neuroimagen (Fan et al., 2001) muestran que esta red activa

regiones cerebrales frontales y parietales lateralizadas preferentemente en el hemisferio

derecho, junto con estructuras subcorticales como el tálamo. Las regiones cerebrales

frontales participarían del monitoreo de los niveles de activación, mientras que las regiones

parietales facilitarían la mantención del estado de alerta. Por su parte la activación talámica

sería expresión del aumento de la actividad cerebral durante estados de alerta atencional

(Fig. 11).

26

Figura 11. Red atencional de alerta muestra activación talámica. La barra de color muestra el nivel de

activación (Extraido de Raz & Buhle, 2006).

1.3.2 Red atencional de orientación

La red de orientación se activa cuando existe selección de información específica

entre múltiples estímulos. Esta red puede activarse de manera involuntaria o voluntaria. La

activación involuntaria ocurre cuando un evento inesperado capta fuertemente y de

improviso la atención, por ejemplo, si se reventara un globo en una sala de lectura las

personas reaccionarían de forma automática dirigiendo su atención hacia la fuente sonora.

Por otra parte, la activación por control voluntario ocurre cuando se realiza una búsqueda

focalizada de un elemento en particular, por ejemplo, cuando se busca un libro específico

en una gran biblioteca.

Los estudios de neuroimagen (Estévez-González, García-Sánchez & Junqué, 1997;

Corbetta et al., 2000) han asociado esta red con la actividad de estructuras subcorticales

denominadas ganglios basales, específicamente con el núcleo pulvinar y el colículo

superior. El primero opera como filtro de estímulos irrelevantes, mientras que el segundo

participa en el movimiento del foco atencional. Junto a la activación de estos ganglios

basales, también se ha observado la participación de regiones corticales como el lóbulo

parietal superior, unión temporo-parietal y campos visuales frontales, los cuales tendrían

por función manejar/controlar la orientación del foco atencional (Fig. 12).

27

Figura 12. Red atencional de orientación muestra activación parietal. La barra de color muestra el nivel de

activación (Extraido de Raz & Buhle, 2006).

1.3.3 Red atencional de control ejecutivo

El control ejecutivo de la atención involucra operaciones mentales complejas

relacionadas con el monitoreo de elementos distractores y el control cognitivo de la

atención, auto-regulación y toma de decisiones. Por ejemplo, cuando se está concentrado

tratando de resolver un problema mientras se ignoran conscientemente los ruidos del

ambiente. Esta acción requiere un esfuerzo cognitivo adicional que implica mantener un

control atencional consciente de la actividad que realizamos, al mismo tiempo que

bloqueamos otros estímulos distractores. Es importante señalar que tanto las funciones

ejecutivas en general, como el control ejecutivo de la atención en particular son parte

importante de las operaciones cognitivas necesarias para adquirir nuevos aprendizajes en

ambientes escolares y/o académicos, y en cualquier otro espacio de interacción.

Los estudios de neuroimagen (Bush, Luu & Posner, 2000; MacDonald et al., 2000)

muestran que la red atencional de control ejecutivo tiene como nodos principales la corteza

cingulada anterior (CCA), y regiones de la corteza prefrontal lateral (CPL), como la corteza

orbitofrontal, corteza prefrontal ventromedial, y la amígdala. La corteza prefrontal lateral,

incluida la CCA dorsal, participan de procesos de control y monitorización de la conducta

que incluye evaluación e inhibición de respuesta, toma de decisiones, control y selección de

las conductas más adecuadas, detección de errores y cálculos sobre la probabilidad de

28

recompensa. En particular, la corteza orbitofrontal se relaciona con evaluación de

recompensa, mientras que la amígdala codifica la señal emocional y la asocia al contexto

(Martínez-Selva et al., 2006) (Fig. 13).

Figura 13. Red atencional de ejecutiva muestra activación de la corteza cingulada anterior. La barra de color

muestra el nivel de activación (Extraido de Raz & Buhle, 2006).

En esta sección se ha visto que la atención es una función cognitiva fundamental

para tanto para el aprendizaje en general, como para el entrenamiento musical en particular.

Además, se ha planteado que existen al menos 3 tipos de procesos atencionales, cada uno

distribuido sobre una red neuronal particular, a saber, la red de alerta que avisa de la

presencia de estímulos a los cuales no se está atendiendo, la red de orientación que ayuda a

localizar espacialmente los estímulos y la red ejecutiva que permite controlar el foco

atencional ignorando estímulos irrelevantes para estar concentrado en lo que está

relacionado con la tarea que realizamos. En la presente investigación se evaluará el efecto

que tiene la práctica musical profesional en el rendimiento de estas tres redes atencionales.

A continuación se presentan los objetivos e hipótesis que guían este estudio, seguido de la

metodología pertinente para abordarlos.

29

CAPÍTULO II:

OBJETIVOS E HIPOTESIS

30

2. OBJETIVOS E HIPOTESIS

2.1 Pregunta de investigación

Considerando tanto los hallazgos que hablan acerca de cómo la práctica musical

puede modificar estructural y funcionalmente el cerebro, y entendiendo que aún se

desconoce si acaso el entrenamiento musical tiene efecto sobre los procesos atencionales

básicos, a saber, alerta, orientación y control ejecutivo, en el presente trabajo se formula la

siguiente pregunta de investigación: ¿Qué efectos tiene la práctica musical profesional

sobre las redes atencionales de alerta, orientación y control ejecutivo?

2.2 Objetivos

Objetivo General

Estudiar el efecto que la práctica profesional de la música tiene sobre la eficiencia

de las redes atencionales de alerta, orientación y control ejecutivo.

Objetivos Específicos

1. Evaluar si la práctica musical profesional tiene efecto sobre la eficiencia de las

redes atencionales de alerta, orientación y control ejecutivo.

2. Evaluar si la práctica musical profesional tiene efecto sobre el tiempo de reacción y

la tasa de aciertos atencional global.

2.3 Hipótesis

Hipótesis 1: La práctica musical profesional correlaciona con una mayor eficiencia de la

red atencional de control ejecutivo.

Hipótesis 2: La práctica musical profesional correlaciona con menores tiempos de reacción

(eficiencia) y mayores porcentajes de aciertos global (eficacia).

31

CAPITULO III:

METODOLOGÍA

32

3. METODOLOGÍA

3.1 Diseño

Se utilizó metodología cuantitativa con un diseño experimental factorial mixto, con un

factor inter-sujeto, i) Nivel de formación musical (dos grupos: con instrucción o sin

instrucción musical), y dos factores intra-sujeto, i) Tipo de clave atencional (cuatro niveles:

Sin clave, clave central, doble clave y clave espacial) y ii) Tipo de contexto (tres niveles:

neutral, congruente e incongruente).

3.2 Participantes

La muestra fue compuesta por 41 sujetos (entre 17 y 35 años, promedio 28.58 años).

El grupo experimental (GM) consistió en 22 músicos pianistas profesionales (entre 17 y 34

años, promedio 25.95 años), quienes eran estudiantes o egresados con estudios formales de

música de nivel superior con un promedio de 12.71 años de práctica en alguno de los tres

principales Conservatorios de Chile: Universidad de Chile (UCH), Universidad Mayor

(UMayor) y la Universidad Austral de Chile (UACH). De los 22 músicos que participaron

del experimento, se descartaron 3 sujetos debido a que dos de ellos estaban en tratamiento

medicamentoso que afectaba su concentración, y uno de ellos fue descartado por problemas

con la recuperación post-estudio de sus resultados. De esta manera la muestra final del

grupo experimental quedó compuesta por 19 músicos (entre 17 y 34 años, promedio 25.95

años) con un promedio de 12.89 años de práctica. Por su parte, el grupo control (GC)

estuvo formado por 19 profesionales sin instrucción musical (entre 27 y 35 años, promedio

31.32 años), estudiantes o egresados universitarios con un promedio 13.21 años de estudio

y/o práctica en su respectiva área y no poseían conocimientos de instrumentos musicales ni

de lectura de partituras.

Todos los participantes de la investigación dieron su consentimiento informado para

participar en el estudio, eran hablantes nativos de español, audición normal, visión normal o

corregida a normal, sin antecedentes de patologías neurológicas y/o psiquiátricas.

33

3.3 Estímulos

Para evaluar la eficiencia de las redes neuronales atencionales propuestas por Posner

(Posner & Petersen, 1990) entre el grupo experimental (músicos) y el grupo control (no-

músicos), se utilizó la tarea denominada “Test de Redes Atencionales” (o “Atenttion

Network Test” (ANT), Fan et al., 2002). Esta tarea ha sido evaluada y utilizada en una serie

de estudios que validan su confiabilidad (Ishigami & Klein, 2010; Fan et al., 2002, Fan et

al., 2005; Callejas, Lupiánez & Tudela, 2004; Callejas et al., 2005, entre otros). A

continuación se detalla la tarea ANT, describiendo los estímulos que gatillan la activación

de cada una de las tres redes atencionales.

El estímulo principal consiste en una fila de cinco flechas horizontales negras, las

cuales pueden apuntar a la izquierda o derecha. Estas flechas negras son presentadas contra

un fondo blanco opaco. De las cinco flechas presentadas, el estímulo objetivo es la flecha

central. Esta flecha se encuentra flanqueada por dos flechas a la izquierda y dos a la

derecha, las cuales pueden estar apuntando hacia el mismo lado del estímulo objetivo

(condición congruente), hacia el lado opuesto (condición incongruente), o ser solo líneas sin

punta de flecha (condición neutral) (Figura 14A). Los participantes tenían que indicar la

dirección de la flecha central, oprimiendo el botón izquierdo del mouse cuando apuntaba

hacia la izquierda o el botón derecho del mouse cuando apuntaba a la derecha.

Cada ensayo se puede subdividir en cinco momentos (Figura 14C). Primero, un

período de fijación de la atención sobre una cruz presentada en el centro de la pantalla. Este

período tiene una duración variable entre 400-1600msec. Luego, puede aparecer o no una

señal de alerta (asterisco) durante 100msec., seguido de un corto período de fijación de

400msec. Finalmente, aparecían de forma simultánea el estímulo objetivo y los estímulos

que lo flanquean, los cuales han sido descritos anteriormente. Estos estímulos eran

presentados por 1700ms o hasta que el participante conteste. Luego de que el participante

responde, los estímulos desaparecían inmediatamente, seguido de un período de fijación

post-estímulo de duración variable, basado en la duración del primer período de fijación y el

Tiempo de Respuesta (TR) (3500ms - [duración del primero período de fijación – TR]). Al

término de este período de fijación post-estímulo comenzaba el siguiente ensayo. Cada

ensayo completo duró 4000ms. La cruz de fijación se encontraba en el centro de la pantalla

34

durante toda la tarea. La fila de cinco flechas podía ser presentada en dos lugares: por sobre

el punto de fijación central o debajo de éste.

Para medir alerta y/u orientación hay cuatro condiciones determinadas por el tipo de

clave presentada antes de la aparición del estímulo objetivo: sin clave, clave central, doble

clave y clave espacial (Figura 14B). Para los ensayos sin clave, los participantes ven solo la

cruz de fijación por 100 ms. En esta condición no hay señales de alerta o de espacialidad.

Para evaluar alerta atencional, en algunos ensayos se presenta, justo antes que aparezcan las

flechas, un asterisco en la ubicación de la cruz de fijación por 100 ms (Clave Central), y en

otros se presentan simultáneamente dos asteriscos, uno sobre y otro debajo de la cruz de

fijación por el mismo periodo de tiempo (Doble Clave). La presentación de estas claves

tiene la intención de alertar a la persona acerca de la próxima aparición de las flechas. Para

evaluar orientación atencional en algunos ensayos se presenta justo antes que aparezcan las

flechas, un asterisco en la misma posición donde se presentará posteriormente el estímulo

objetivo (Clave Espacial). La duración de la clave de orientación es de 100ms. La

presentación de esta clave tiene la intención de orientar la atención de la persona hacia el

lugar específico en donde aparecerán las flechas.

Figura 14. (A) Muestra las tres posibles condiciones en que aparecen las filas de flechas: congruente,

incongruente o neutral. (B) Indica las cuatro posibles claves que aparecen previo al estímulo objetivo. (C)

Muestra un ejemplo del procedimiento en el bloque de práctica y en el bloque experimental. La duración de

cada lámina está medida en milisegundos (ms) y en la lámina “estímulo” se indica la duración como Tiempo

de Reacción (RT, sigla en inglés) o 1700ms máximo (Modificado de Geva et al., 2013).

35

3.4 Procedimiento

El primer paso consistió en hacer una pre-selección de los participantes basado en

su experiencia profesional (músicos o profesionales no-músicos). Se les envió, vía e-mail,

una invitación a participar, que incluyó una descripción del estudio y los motivos de su

realización, junto con una encuesta que permitió discernir quienes eran los participantes

que cumplían con los criterios determinados para participar en el estudio (ver Anexos). Los

participantes que cumplieron con los criterios fueron citados posteriormente al

experimento. El procedimiento experimental completo tuvo una duración aproximada de 1

hora. Se utilizaron horarios fijos para la realización del experimento, a saber, entre las

10am y las 1pm y entre las 3pm y las 5pm para mantener control sobre variables externas.

Los sujetos citados a la sesión experimental leyeron y firmaron un consentimiento

informado en el que entregaron su permiso para la realización de la tarea y uso de los datos

obtenidos. Luego de la firma se les invitó, a cada uno de manera individual, a pasar dentro

de una sala insonorizada (para ruidos externos e internos), en donde se realizó el

experimento. El objeto de esto era evitar contaminación acústica o visual que pudiera

distraer al participante durante la tarea. El participante se sentó frente a un computador

(notebook Compaq Presario CQ43, con Sistema Operativo Windows 7 de 32 bits) con un

mouse conectado por USB. En ese computador se le presentó la tarea ANT, haciendo uso

del software comercial E-prime 2.0.

El experimento estuvo compuesto por un bloque de práctica y tres bloques

experimentales. El experimento inicia con las instrucciones y el bloque de práctica. Durante

este periodo el participante estuvo acompañado por el investigador. El objetivo de este

acompañamiento era resolver las dudas del participante y evitar errores de procedimiento.

Los participantes fueron instruidos para fijar su atención en la cruz de fijación presentada

en el centro de la pantalla, y responder lo más rápido y acertado posible. El bloque de

práctica duraba aproximadamente 2 minutos y estuvo compuesto de 24 ensayos, que

poseían la particularidad de entregar información en pantalla acerca del rendimiento del

sujeto (porcentaje de acierto y tiempo de reacción). Esto se hizo con el fin de familiarizar al

sujeto con el experimento. Finalizada la fase de práctica, el experimentador se ubicaba en

una sala contigua que le permitía observar al participante durante la tarea sin interrumpirlo.

36

El participante comienza con los bloques experimentales una vez que el investigador sale

de la sala.

Los tres bloques experimentales constan de 96 ensayos cada uno. Es importante

señalar que estos tres bloques no contemplan la pantalla de retroalimentación entregada en

el bloque de práctica. Cada bloque experimental tiene una duración de 5 minutos

aproximados. En cada bloque el estímulo objetivo (flecha central) podía estar flanqueado

por estímulos congruentes (16), incongruentes (16) o neutrales (16). A su vez, cada una de

estas condiciones estaba precedida por una clave espacial (4), una clave central (4), una

clave doble (4) o ensayos en donde no se presentaban claves (4). Las condiciones

congruente, incongruente y neutral eran presentadas 2 veces en cada bloque, lo cual da el

total de 96 ensayos por bloque. Después de cada bloque experimental, los participantes

podían tomar un breve descanso (1min aprox.). Una vez finalizado el último bloque, los

participantes llamaban al investigador para concluir con la sesión experimental.

3.5 Adquisición de datos

Los datos demográficos se obtuvieron a través de una encuesta semi-estructurada

(ver Anexos). Considerando las variables geográficas y temporales, la encuesta podía ser

contestada durante una reunión inicial con el investigador, o bien a través de la plataforma

electrónica www.e-encuestas.com. En cuanto al experimento, los datos conductuales fueron

obtenidos con el software E-prime 2.0.

3.6 Análisis de datos

Para el cálculo de la eficiencia de la Red de Alerta (ERA), el resultado se obtuvo de

la siguiente manera:

ERA = RTSC - RTDC

Donde RTSC corresponde al promedio de tiempos de respuesta en la condición “sin clave”

(SC), RTDC es el promedio de tiempos de respuesta en la condición “doble clave” (DC), y

37

ERA es el índice de eficiencia de la red de alerta, donde valores más altos indican una mayor

eficiencia de esta red. Es importante señalar que sin una clave de alerta (condición sin

clave), la atención tiende a permanecer difusa entre las posibles posiciones en donde

aparecerá el estímulo objetivo (arriba o debajo de la cruz de fijación); en la condición doble

clave la atención se difuminaría de la misma manera, excepto que en esta condición se

alerta al participante de la inminente aparición del estímulo objetivo (Dennis and Chen,

2007; Videsott et al., 2012).

Para el cálculo del caso de la Red de Orientación, el resultado se obtiene de la

siguiente manera:

ERO = RTCC - RTCE

Donde RTCC corresponde al promedio de tiempos de respuesta en la condición “clave

central” (CC), RTSE es el promedio de tiempos de respuesta en la condición “clave

espacial” (CE), y ERO es el índice de eficiencia de la red de orientación, donde valores más

altos indican una mayor eficiencia de esta red.

Finalmente, en el caso de la Red de Control ejecutivo, el resultado se obtiene de la

siguiente manera:

ERCE = RTI - RTC

Donde RTI corresponde al promedio de tiempos de respuesta en la condición

“Incongruente” (I), RTC es el promedio de tiempos de respuesta en la condición

“Congruente” (C), y ERCE es el índice de eficiencia de la red de control ejecutivo, donde

valores más bajos indican una mayor eficiencia de esta red.

38

3.7 Análisis Estadístico

Los porcentajes de acierto y tiempos de respuesta, tanto a nivel global como para

cada condición, en ambos grupos, fueron evaluados con un ANOVA de un factor. El nivel

de significancia fue ajustado a 0.05.

La eficiencia de las redes atencionales entre ambos grupos fueron evaluados con un

ANOVA mixto (factor inter-sujeto: Músico, No-Músico; factor intra-sujeto: Eficiencia Red

de Alerta, Eficiencia Red de Orientación, Eficiencia Red Ejecutiva). El nivel de

significancia estadística fue ajustado a 0.05. Se aplicó una corrección Greenhouse-Geisser

de ser necesario.

Adicionalmente, se computó para cada grupo por separado, un coeficiente de

correlación de Pearson entre las redes atencionales, con el objeto de evaluar la fuerza de

asociación funcional entre las redes. El nivel de significancia estadística fue ajustado a

0.05.

39

CAPITULO IV:

RESULTADOS

40

4. RESULTADOS

4.1 Porcentajes de Acierto y Tiempos de Respuesta

El porcentaje de respuestas correctas para el grupo de Músicos fue de un 98.19%

con un tiempo de respuesta (TR) promedio de 482.10ms, mientras que en el grupo de

profesionales no-músicos fue de 98.55% con un TR promedio de 560.11ms. Un ANOVA

de un factor reveló que no hay diferencias entre el porcentaje de respuestas correctas entre

ambos grupos (F(1,36) = 0.672, p = .418, η2 = .018), pero si en los TR (F(1,36) = 15.579, p

= .0003, η2 = .302).

Basado en este hallazgo se realizó un análisis específico de los TR entre grupos para

cada condición (Tabla 2). Un ANOVA de un factor reveló que, en comparación a los

sujetos del grupo control, el grupo de músicos tiene tiempos de respuesta

significativamente menores en cada una de las condiciones de la tarea atencional (Sin

Clave: F(1,36) = 11.293, p = .002, η2 = .239; Clave Central: F(1,36) = 14.054, p = .001, η2

= .281; Doble Clave: F(1,36) = 17.849, p = .0001, η2 = .331; Clave Espacial: F(1,36) =

17.601, p = .0001, η2 = .328; Congruente: F(1,36) = 11.133, p = .002, η2 = .236;

Incongruente: F(1,36) = 21.653, p = .00004, η2 = .376; Neutral: F(1,36) = 12.281, p =

.001, η2 = .254).

Tabla 2. Promedios de Tiempo de Respuesta (TR) en milisegundos (ms) y

desviación estándar para músicos y no-músicos.

Condición Músicos Control

Sin Clave 518.97 (59.96) 587.99 (66.47)

Clave Central 489.53 (62.4) 567.44 (65.66)

Doble Clave 475.95 (59.97) 562.09 (65.58)

Clave Espacial 443.96 (47.88) 522.93 (66.62)

Congruente 466.37 (59.66) 530.72 (59.2)

Incongruente 521.27 (62.65) 624.11 (73.18)

Neutral 458.68 (50.22) 525.5 (62.23)

Nota.- Los músicos obtuvieron TR significativamente menores en general y

en cada condición por separado. p<0.01 indica significancia.

41

4.2 Eficiencia de redes atencionales

Un ANOVA mixto reveló un efecto de interacción Grupo X Eficiencia de Red

Atencional (F(1,72) = 16.004, p = .000002, η2 = .308), confirmando que la eficiencia de

estas redes fue diferente entre los grupos. Un contraste específico de cada red entre los

grupos (Tabla 3) reveló que tanto la Red de Alerta como la Red de Control Ejecutivo

fueron significativamente más eficientes en músicos que en profesionales no-músicos (Red

de Alerta: F(1,36) = 6.861, p = .013, η2 = .160; Red de control Ejecutivo: F(1,36) = 24.091,

p = .00002, η2 = .401). No se observaron diferencias significativas en la eficiencia de la

Red de Orientación entre ambos grupos (F(1,36) = 0.024, p = .877, η2 = .001) (Figura 15).

Tabla 3. Puntajes de Eficiencia de Redes atencionales y

desviación estándar.

Grupos

Red Músicos Control

Alerta 43.02 (19.79) 25.9 (20.48)

Orientación 45.57 (25.83) 44.51 (14.53)

Control Ejecutivo 54.89 (21.45) 93.39 (26.62)

Nota.- p<0.05 indica significancia.

Figura 15. Gráfico, señala la diferencia gráfica entre los puntajes de eficiencia de las 3 redes atencionales.

Significancias = * p<0.03 y ** p<0.0001.

42

Para determinar si acaso la red de alerta es en general más eficiente en los músicos,

o si acaso depende del tipo de clave que se utilice para alertar a los sujetos, en ambos

grupos se realizó otro cálculo de eficiencia de la red de alerta utilizando la diferencia entre

los TR promedios de las condiciones “sin clave” y “clave central” (Fan et al., 2005). Los

resultados muestran que no existen diferencias significativas en la eficiencia de la Red de

Alerta calculada con “clave central” entre ambos grupos (F(1,36) = 1.744, p = .195, η2 =

.046). Interesantemente, este resultado indicaría que los músicos se benefician mucho más

de la doble clave que de una clave central para activar la red de alerta. Sus implicancias se

analizaran en detalle en la sección Discusión de esta tesis.

4.3 Análisis de correlación entre redes atencionales para cada grupo

Los resultados son mostrados en la Tabla 4. En el grupo de los músicos, el cálculo

de correlación de Pearson reveló una asociación lineal estadísticamente significativa,

moderada e inversamente proporcional entre el índice de eficiencia de la red atencional de

Alerta y el índice de eficiencia de la red atencional de Orientación (rp = -.513, p = .025). No

se observaron correlaciones significativas entre las demás redes atencionales. En el caso del

grupo de profesionales no-músicos, no se observaron correlaciones significativas entre las

tres redes atencionales.

Tabla 4. Correlaciones entre Redes Atencionales

(a) Grupo Músicos

Red Alerta Orientación Control Ejecutivo

Alerta 1 -0.513* -0.332

Orientación -0.513* 1 0.162

Control Ejecutivo -0.332 0.162 1

(b) Grupo Control

Alerta 1 0.180 0.226

Orientación 0.180 1 0.199

Control Ejecutivo 0.226 0.199 1

Nota.- Muestra una correlación inversa entre la Red de Alerta y la Red de Orientación. * = p < 0.05.

43

CAPITULO V:

DISCUSION

44

5. DISCUSION

La música es una expresión artística que todos podemos apreciar en sus distintos

estilos y contextos. Sin embargo, para quien la estudia formalmente y la interpreta, implica

además una disciplina de entrenamiento en la que se debe lograr la integración de

habilidades cognitivas complejas como motricidad fina, percepción auditiva, lectura,

improvisación, memoria procedural, entre otras. En el caso de los músicos profesionales,

esta integración de alto orden entre diferentes funciones cognitivas durante la ejecución de

una pieza musical, parece requerir la acción de mecanismos atencionales que permitan

mantener “en foco” los aspectos relevantes de la tarea, ignorando otros eventos distractores.

Estudios previos (Kraus & Chandrasekaran, 2010, Elbert et al., 1995) han demostrado que

la práctica musical sistemática tiene un efecto sobre el desarrollo de variadas funciones

cognitivas como percepción auditiva y habilidades motoras, sin embargo aún no es muy

claro si acaso la práctica musical profesional tiene un efecto sobre el desarrollo de la

atención.

Para dilucidar esto, en el presente trabajo de tesis analizamos a un grupo de músicos

profesionales y un grupo de adultos profesionales no-músicos, mientras realizaban una

tarea atencional que mide la eficiencia de tres redes atencionales, a saber, la red atencional

de Alerta, la red atencional de Orientación y la red atencional de Control Ejecutivo (Posner

& Petersen, 1990; Fan et al., 2002). Se hipotetizó que los músicos tendrían mayor

porcentaje de aciertos y menores tiempos de respuesta durante la tarea, además tener una

red atencional de Control Ejecutivo más eficiente que los sujetos profesionales no-músicos.

Los resultados revelaron que tanto músicos como no-músicos tienen altos

porcentajes de acierto, no obstante los tiempos de respuesta de los músicos son

significativamente menores comparados con los profesionales no-músicos. También se

encontró que la red atencional de Control Ejecutivo es significativamente más eficiente en

músicos que en no-músicos. Adicionalmente se observó que la red atencional de Alerta

también es más eficiente en músicos que en no-músicos, y además en el caso de los

músicos, la eficiencia de la red de alerta esta correlacionada inversamente con la eficiencia

de la red atencional de Orientación. A continuación se discutirán estos hallazgos y sus

implicaciones en detalle.

45

5.1 Más rápidos, igualmente precisos: Efectos de la práctica musical en los tiempos de

respuesta y porcentaje de aciertos

En el presente trabajo de tesis se encontró que los pianistas tuvieron un porcentaje

de aciertos similar al grupo control, pero con un promedio de tiempos de respuesta (TR)

significativamente menor. Esta disminución sustancial de los TR se observó tanto en

términos globales como en cada una de las condiciones de clave (sin clave, doble clave,

clave central, clave espacial) y contexto (congruente, incongruente, neutral).

Estudios previos (Mezzacappa, 2004; Epstein et al., 2011) han observado que la

disminución en los tiempos de respuesta en la tarea ANT podría asociarse a un estado de

preparación al estímulo y mecanismos de control atencional más desarrollados. Según

Costa, Hernández, & Sebastián-Gallés, (2008), este estado de preparación podría estar

facilitado por un mayor desarrollo del control atencional, ya que la tarea necesita de un

monitoreo constante que facilite el control de información incongruente. En consecuencia,

las personas con un mecanismo de control atencional más eficiente serán menos afectada

por estas demandas atencionales adicionales, dando así respuesta más rápidas, incluso en

los ensayos en donde la información conflictiva no está presente.

En el caso de los resultados de esta tesis, proponemos que la similitud en cuanto al

porcentaje de acierto entre músicos y no-músicos revela que la tarea tuvo un grado de

dificultad comparable en ambos grupos, no obstante la diferencia en los tiempos de

respuesta muestra que los músicos podrían presentar un mecanismo atencional facilitado,

que hace su respuesta más rápida pero igualmente eficaz. Las razones de esta facilitación

podrían deberse al entrenamiento del control atencional durante la práctica musical

profesional. Por ejemplo, durante una sesión instrumental, un músico debe no solo

mantener su atención sobre la ejecución de su instrumento, sino también sobre los demás

instrumento, y al mismo tiempo debe ignorar los ruidos ambientales o conversaciones que

lo puedan interferir. Este tipo de ejercicios propios de la práctica musical profesional

podrían facilitar el desarrollo del control atencional, y consecuentemente mejorar los

tiempos de respuesta en una tarea atencionalmente demandante como el ANT.

Alternativamente, se podría relacionar la disminución en los tiempos de respuesta

en músicos con las mejoras percepto-motoras típicamente descritas en estos profesionales

46

(Elbert et al., 1995; Münte et al., 2002). Para poder determinar qué proporción de esta

mejora corresponde a la facilitación por control atencional o por desarrollo percepto-motor,

se propone la realización de futuras investigaciones que controlen ambas variables.

5.2 Distracción bajo control: Efecto de la práctica musical sobre la red atencional de

control ejecutivo

En el presente trabajo de tesis se encontró que la Red Atencional de Control

Ejecutivo es significativamente más eficiente en músicos que en no-músicos. Estudios

previos muestran que la práctica de actividades atencionalmente demandantes, como el

aprendizaje de una segunda lengua (Costa, Hernández, & Sebastián-Gallés, 2008) o la

práctica meditativa (Jha, Krompinger, & Baime, 2007; Tang et al., 2007) conducen a una

mejora en la eficiencia de la red de control ejecutivo. Las razones de este aumento en la

eficiencia de la red de control ejecutivo, tanto en bilingües como en meditantes, se basa en

el hecho de que en ambas disciplinas se requiere mantener el foco atencional sobre una

tarea determinada mientras se filtran o descartan los estímulos irrelevantes. Por ejemplo, en

el caso de los bilingües se requiere mantener la atención sobre los significados de la

segunda lengua mientras se controla la intervención de significados de la lengua materna, y

en el caso de los meditantes se mantiene una focalización de la atención interna mientras se

evita la distracción de estímulos externos o pensamientos intervinientes.

En el caso de los resultados de esta tesis, proponemos que el aumento de la

eficiencia de la red de control ejecutivo en músicos revela un claro efecto de cómo el

entrenamiento musical profesional sistemático puede modular y desarrollar mecanismos

atencionales. La explicación de este efecto puede encontrarse en las habilidades que un

músico debe desarrollar durante su formación. Específicamente, durante el entrenamiento

musical instrumental es necesario controlar la estimulación externa, filtrando lo irrelevante

y enfocando la atención en la interpretación, además de estar tomando decisiones en

distintos niveles, seguidas y solapadas para cada momento musical durante una obra que

puede durar desde pocos minutos hasta más de una hora. Esto se puede observar, por

ejemplo, cuando un músico debe decidir el momento (precisión temporal), la fuerza

(precisión motora), la ubicación en el espacio físico de su cuerpo y del instrumento

47

(precisión espacial) de las siguientes notas o acordes a interpretar, los que pasan uno tras

otro durante toda la obra.

En términos neuroanatómicos, estudios en neuroimagen (Rueda et al., 2005; Fan et

al., 2005) señalan que la red de control ejecutivo estaría vinculada con la acción de la

corteza cingulada anterior y regiones prefontales. Al respecto, Botvinick et al., (2001),

proponen que el cerebro cuenta con un sistema de monitoreo del conflicto y control

cognitivo que involucra la acción de corteza prefrontal medial (CPFm), específicamente la

corteza cingulada anterior, y la corteza prefrontal dorsolateral (CPFl). Este mecanismo de

monitoreo y control cognitivo nos permitiría ajustar nuestro desempeño conductual frente a

tareas específicas, a través de modificaciones en la selectividad perceptual, predisposición a

una respuesta y/o el mantenimiento “en línea” de información contextual (Botvinick et al.,

2001). En términos empíricos, esta hipótesis fue testeada en un estudio de electrofisiología

(EEG) conducido por Cavanagh, Cohen & Allen (2009). Específicamente, los

investigadores encontraron un incremento en la coordinación neuronal, entre el sistema de

monitoreo del conflicto (CPFm) y el sistema de control cognitivo (CPFl) ante la presencia

de incongruencias o situaciones inesperadas.

Considerando los resultados previos en neuroimagen y EEG, se sugiere para futuras

investigaciones registrar la actividad cerebral de músicos y no-músicos mientras realizan la

tarea ANT, y así poder determinar cuál es la dinámica neuronal que caracteriza esta mayor

eficiencia de la red de control ejecutivo en músicos, y cuál es su relación con el sistema de

monitoreo de conflicto y control cognitivo propuesto por Botvinick et al., (2001).

5.3 Preparación para la acción: Efecto de la práctica musical sobre la red atencional de

alerta

Como resultado inesperado, en el presente trabajo de tesis se encontró que la Red

Atencional de Alerta es significativamente más eficiente en músicos que en no-músicos

cuando se utiliza una doble clave, y no una clave central para preparar atencionalmente a

los sujetos. Estudios previos (Redick & Engle, 2006; Dennis & Chen, 2007) argumentan

que es mejor el uso de doble clave para evaluar la red de alerta dado que, la doble clave

difuminaría la atención entre los dos puntos posibles de aparición del siguiente estímulo, tal

48

como ocurre espontáneamente en la condición sin clave, mientras que al mismo tiempo, la

doble clave alerta efectivamente al sujeto acerca de la aparición del siguiente estímulo. En

cuanto al uso de clave central, se señala que (Fan et al., 2005) esta clave logra que el sujeto

mantenga su atención sostenida en un punto, y a la vez lo alerta cerca de la aparición del

siguiente estímulo.

En el caso de los resultados de esta tesis, proponemos que el aumento de la

eficiencia de la red de alerta en músicos, gatillada por la presentación de una doble clave,

revelaría cómo aspectos específicos de la práctica musical de pianistas, a saber, la lectura

de partituras de más de una voz simultánea, podría estar modulando los mecanismos de

alerta atencional. La lectura de partituras de más de una voz simultánea, requiere

desarrollar la habilidad de leer dos o más mensajes horizontales paralelos dispuestos en la

partitura, los que entregan información melódica y rítmica diferente entre sí, pero que

deben ser leídos y tocados juntos. En cuanto a la tarea ANT, se propone que esta

experiencia encarnada en músicos profesionales pianistas facilitaría el procesamiento de la

doble clave como una especie de estímulo único, lo cual evitaría que el foco atencional se

difumine o se mueva entre dos posiciones como ocurriría en adultos no-músicos. En otras

palabras, los músicos pianistas tendrían la habilidad de ampliar su foco atencional, y de esta

manera atender de forma eficiente a estas dos claves horizontales paralelas.

Para testear el efecto de la experiencia de la lectura de partituras de más de una voz

simultánea sobre la red atencional de alerta activada por doble clave, se propone la

realización de una investigación donde se comparen a músicos intérpretes de instrumentos

armónicos, como el piano o el acordeón, con músicos intérpretes de instrumentos

puramente melódicos, como la flauta o el saxo. La hipótesis sería que los instrumentistas

armónicos tendrían una red de alerta atencional, activada por doble clave, más eficiente que

los instrumentistas melódicos. Adicionalmente, para testear el efecto que tiene la

experiencia musical sobre la difuminación del foco atencional se sugiere realizar una

investigación donde se registre los movimientos oculares de músicos pianistas y

profesionales no-músicos durante la presentación de la condición doble clave en la tarea

ANT. La hipótesis sería que los músicos tendrían menos movimientos sacádicos y mayores

periodos de fijación de la mirada que los no-músicos, mientras se presenta la doble clave.

49

5.4 Atentos y orientados: correlación entre red atencional de alerta y red atencional de

orientación

En el presente trabajo se encontró una correlación inversamente proporcional entre

la red de alerta y la red de orientación, solo en el grupo de músicos. En cuanto a la relación

entre las tres redes atencionales, Fan et al., (2005) señala que estas serían independientes

anatómicamente, pero estarían relacionadas funcionalmente. Acerca de esta interacción

funcional, estudios previos han reportado una interacción entre la red de alerta y la red de

control ejecutivo (Fossella et al., 2002; Callejas, Lupiánez, & Tudela, 2004), sugiriéndose

que la red de alerta ejerce un efecto inhibitorio sobre la red de control ejecutivo. También

se ha encontrado una interacción entre la red de orientación y la red de control ejecutivo

(Callejas, Lupiánez, & Tudela, 2004). Al respecto se ha señalado que la red de orientación

mejoraría el accionar de la red de control ejecutivo. En cuanto a la interacción entre la red

de alerta y la red de orientación se ha propuesto que el estado de alerta mejoraría los efectos

de orientación (Fuentes & Campoy, 2008; Martella, Casagrande & Lupiáñez, 2011).

En el caso de los resultados de esta tesis, proponemos que la correlación negativa

entre la red de alerta atencional y la red de orientación en músicos revelaría que la

activación de los mecanismo de alerta, usando la doble clave, inhibirían la acción de la red

de orientación, debido a que la doble clave no solo prepararía a los músicos para responder,

sino que además los orienta efectivamente hacia las zonas donde el estímulo objetivo

potencialmente pudiera aparecer. De tal manera, la búsqueda guiada por la red de

orientación se hace menos necesaria en el caso de los músicos, cuando la red de alerta es

eficiente. Este efecto no se observa en los profesionales no-músicos, dado que la doble

clave solo los alertaría en términos temporales acerca de la aparición del estímulo. Así, para

una localización espacial específica del estímulo objetivo requerirían la acción de la red de

orientación para cumplir con la tarea.

50

5.5 Música, Atención y Educación: rompiendo el mito de un saber prescindible

Los resultados obtenidos en la presente investigación aportan nuevos antecedentes

acerca de cómo la práctica musical influye en el desarrollo del procesamiento atencional,

una función clave para el aprendizaje y la educación. Estos hallazgos se suman a una larga

lista de estudios que muestran cómo la experiencia musical puede modificar la conectividad

del sistema nervioso y el desarrollo de funciones cognitivas. Por ejemplo, se ha observado

que “hacer música” modifica el tamaño de estructuras del encéfalo como el cuerpo calloso

y el cerebelo (Gaser & Schlaug, 2003), e induce mejoras en habilidades auditivas (Kraus &

Chandrasekaran, 2010), lingüísticas (Moreno et al., 2009), matemáticas (Spelke, 2008) y

de razonamiento espacio-temporal (Rauscher et al, 1997) en niños y adultos. En cuanto al

tiempo necesario para que la práctica musical resulte efectiva, existen estudios que

muestran que solo dos semanas de entrenamiento musical son suficientes para generar

cambios en la actividad cerebral (Lappe et al., 2008). No obstante los incontables

beneficios que la práctica musical tiene en el desarrollo de diversas funciones cognitivas, el

sistema educativo chileno aun la sigue tratando como un saber prescindible. Sea por

desconocimiento o simplemente por seguir reproduciendo un modelo educativo anacrónico,

la música es tratada en educación casi como una anécdota que nada tiene que ver con lo

realmente importante, a saber, la enseñanza del lenguaje, las ciencias y las matemáticas.

Desde el presente trabajo de tesis, proponemos un cambio radical en la manera de

entender la música y particularmente su práctica en educación. Específicamente, situamos a

la música como una experiencia fundamental en educación por cuanto modula, a través del

hacer, las funciones cognitivas básicas para el aprendizaje en contextos educacionales. En

concreto, proponemos el desarrollo de talleres en donde se practique el control cognitivo de

variables intervinientes o distractoras a través de la ejecución de instrumentos musicales de

forma grupal, y la ampliación del foco atencional practicando la integración de claves

musicales presentadas simultáneamente. Adicionalmente, se podría testear a los estudiantes

con la tarea ANT, antes y después de la intervención y así tener una medida del desarrollo

de sus redes atencionales inducido por la práctica musical.

51

5.6 Limitaciones

Algunas limitaciones de este estudio importantes de considerar en futuras

investigaciones son:

- A pesar de que la búsqueda de sujetos para el estudio fue exhaustiva, fueron pocos los

músicos pianistas profesionales dispuestos a participar gratuitamente. Se sugiere contar con

alguna clase de incentivo para futuros estudios.

- Dado que no todos los músicos estudian en Santiago, no se puedo realizar el registro

electroencefalográfico (EEG) de los participantes, lo cual habría enriquecido los resultados

de esta investigación. Para futuras investigaciones se sugiere reclutar solo músicos que se

encuentren geográficamente cerca de un laboratorio con EEG.

- Dado que la muestra estuvo compuesta solo por adultos, los alcances de este trabajo no

pueden ser extrapolado directamente a niños. Se sugiere realizar una investigación similar,

pero esta vez comparando niños que estén en un entrenamiento musical formal con niños

sin entrenamiento musical.

- Cabe destacar que este estudio no intenta ser predictivo ni generar un modelo aplicable de

pedagogía musical funcional. Sin embargo, si permite sugerir que un entrenamiento

musical en la escuela, bien dirigido, podría generar efectos positivos en la capacidad

atencional de los niños, con períodos cortos o no tan intensos de entrenamiento como

ocurre cuando se estudia interpretación instrumental de manera profesional.

52

CAPITULO VI:

CONCLUSIONES

53

6. CONCLUSIONES

El objetivo del presente trabajo de tesis era estudiar el efecto que la práctica musical

profesional tenía sobre la eficiencia de las redes atencionales de alerta, orientación y control

ejecutivo. Los resultados revelaron que la práctica musical sistemática mejora la eficiencia

de la red atencional de control ejecutivo y de alerta. Además, se observó que los músicos

tienen menores tiempos de respuesta que los profesionales no-músicos, durante toda la

tarea atencional.

De lo anterior se desprende que las habilidades que un músico profesional desarrolla

a lo largo de su carrera, por ejemplo lectura de partituras de más de una voz simultánea,

improvisación, interpretación, pericia instrumental, ejecución de conjunto, ritmo, etc.,

parecen tener un impacto en el desarrollo de las funciones cognitivas básicas asociadas a

estas habilidades, por ejemplo coordinación percepto-motora, integración multisensorial,

mantención de la atención, memoria de trabajo, entre otras. De particular interés es el

efecto que tiene la práctica musical sobre el control cognitivo de estímulos irrelevantes, una

función ejecutiva clave para el aprendizaje y la educación.

Dado los múltiples beneficios que tiene la práctica musical para el desarrollo de

habilidades cognitivas en general, y en particular para mejorar la eficiencia de procesos

atencionales como los estados de preparación ante una respuesta y el control cognitivo,

surge el desafío de diseñar estrategias pedagógicas tendientes a utilizar el entrenamiento

musical como una herramienta de desarrollo de habilidades atencionales. Estos talleres

incluso podrían tornarse terapéuticos en el caso de estudiantes diagnosticados con déficit

atencional. Finalmente, se concluye que se hace necesario un diálogo permanente y

multidisciplinario, que incluya a educadores e investigadores para lograr acercarse más a

las posibles aplicaciones de éste estudio y otros relacionados al ámbito de la neurociencia y

educación.

54

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60

ANEXOS

61

ANEXO 1

Consentimiento Informado

62

ANEXO 2

Criterios de exclusión/inclusión de la muestra

63

64

ANEXO 3

Encuesta datos sociodemográficos Grupo Músicos

65

66

ANEXO 4

Encuesta datos sociodemográficos Grupo Control

67