Movimientos Sociales en Bolivia

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Movimientos sociales en Bolivia. Las Juntas Vecinales de El Alto entre la institucionalidad y la rebelión. Melina Deledicque En los últimos años el pueblo boliviano ha sido protagonista de grandes luchas cuyo eje central ha sido la “guerra” contra el saqueo de las riquezas naturales. Bolivia es un país donde alrededor del 80% de su población tiene ascendencia indígena. La presencia indígena no se limita solamente a las zonas rurales sino que se ha incorporado de manera importante en los espacios urbanos, manteniendo en la mayoría de los casos sus costumbres ancestrales de organización y lucha. reflejada en las Juntas Vecinales, especialmente en El Alto, punto central de las más importantes rebeliones sociales de este país organizaciones vecinales, que actualmente tienen un funcionamiento legal e institucionalizado, conservan en un grado importante las prácticas tradicionales (levantamientos populares) TESIS: este proceso y como las Juntas han participado en distintas luchas contra el neoliberalismo y la colonialidad del pode. Rol trascendental en los profundos cambios que llevaron a la elección del primer presidente indígena de Bolivia en 2005, Evo Morales Ayma. Nacidas como organizaciones de base orientadas a la satisfacción de necesidades vitales de la población de la ciudad, las JV sin embargo expresan la capacidad de auto-organización del pueblo. 1950 población de El Alto inició un proceso de organización en torno a demandas relacionadas con la supervivencia. Allí se conformaron las JV, que devinieron rápidamente en el principal instrumento de la población para intentar hacer habitables los espacios ocupados precariamente. Allí se conformaron las JV, que devinieron rápidamente en el principal instrumento de la población para intentar hacer habitables los espacios ocupados precariamente. El crecimiento acelerado desde mediados de los años 70 provocó innumerables problemas de infraestructura, ya que la urbanización se produjo sin ningún tipo de planificación. Esto condujo a dificultades con la energía eléctrica, el agua y los servicios más esenciales (Mamani Ramírez, 2005). A esta situación se sumó la búsqueda de nuevos terrenos y la continua construcción de nuevas viviendas. Frente a esta problemática, tanto el Estado como las empresas proveedoras de servicios urbanos tuvieron una actitud relativamente pasiva. Por ello, las JV se presentaron como una opción representativa de la población frente a la falta de respuestas desde los ámbitos institucional y privado: se constituyeron así en organizaciones urbanas básicas y referencias institucionales de una zona o un barrio. En este sentido, se conformaron como un territorio social y políticamente constituido. En 1988 El Alto contaba ya con 180 JV, alrededor de una JV cada dos mil habitantes. En 2004 esta cantidad ascendió a 540 Juntas, con una densidad de 1 cada 1.350 habitantes. En la actualidad alcanza a 600 Juntas, que representan a 1 millón de personas. Las JV tienen características similares a los ayllus rurales: por su estructura, su lógica, su territorialidad y su sistema de organización (Zibechi, 2006). Se manejan en un plano de semi-legalidad, consiguiendo mejoras para sus barrios a través del municipio o bien organizándose para realizar acciones directas y, de esta manera, sobrepasar a la legalidad estatal. Cubren espacios cercanos a la gente en zonas, barrios, urbanizaciones, pasando por los distritos, municipios, departamentos y regiones hasta el nivel nacional. Intervienen en materia de desarrollo humano, económico y principalmente desarrollo urbano

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Movimientos sociales en Bolivia. Las Juntas Vecinales de El Alto entre la institucionalidad y la rebelión.

Melina Deledicque

En los últimos años el pueblo boliviano ha sido protagonista de grandes luchas cuyo eje central ha sido la “guerra” contra el saqueo de las riquezas naturales. Bolivia es un país donde alrededor del 80% de su población tiene ascendencia indígena. La presencia indígena no se limita solamente a las zonas rurales sino que se ha incorporado de manera importante en los espacios urbanos, manteniendo en la mayoría de los casos sus costumbres ancestrales de organización y lucha. reflejada en las Juntas Vecinales, especialmente en El Alto, punto central de las más importantes rebeliones sociales de este país organizaciones vecinales, que actualmente tienen un funcionamiento legal e institucionalizado, conservan en un grado importante las prácticas tradicionales (levantamientos populares) TESIS: este proceso y como las Juntas han participado en distintas luchas contra el neoliberalismo y la colonialidad del pode. Rol trascendental en los profundos cambios que llevaron a la elección del primer presidente indígena de Bolivia en 2005, Evo Morales Ayma. Nacidas como organizaciones de base orientadas a la satisfacción de necesidades vitales de la población de la ciudad, las JV sin embargo expresan la capacidad de auto-organización del pueblo.

1950 población de El Alto inició un proceso de organización en torno a demandas relacionadas con la supervivencia. Allí se conformaron las JV, que devinieron rápidamente en el principal instrumento de la población para intentar hacerhabitables los espacios ocupados precariamente. Allí se conformaron las JV, que devinieron rápidamente en el principal instrumento de la población para intentar hacer habitables los espacios ocupados precariamente. El crecimiento acelerado desde mediados de los años 70 provocó innumerables problemas de infraestructura, ya que la urbanización se produjo sin ningún tipo de planificación. Esto condujo a dificultades con la energía eléctrica, el agua y los servicios más esenciales (Mamani Ramírez, 2005). A esta situación se sumó la búsqueda de nuevos terrenos y la continua construcción de nuevas viviendas. Frente a esta problemática, tanto el Estado como las empresas proveedoras de servicios urbanos tuvieron una actitud relativamente pasiva. Por ello, las JV se presentaron como una opción representativa de la población frente a la falta de respuestas desde los ámbitos institucional y privado: se constituyeron así en organizaciones urbanas básicas y referencias institucionales de una zona o un barrio. En este sentido, se conformaron como un territorio social y políticamente constituido.En 1988 El Alto contaba ya con 180 JV, alrededor de una JV cada dos mil habitantes. En 2004 esta cantidad ascendió a 540 Juntas, con una densidad de 1 cada 1.350 habitantes. En la actualidad alcanza a 600 Juntas, que representan a 1 millón de personas. Las JV tienen características similares a los ayllus rurales: por su estructura, su lógica, su territorialidad y su sistema de organización (Zibechi, 2006). Se manejan en un plano de semi-legalidad, consiguiendo mejoras para sus barrios a través del municipio o bien organizándose para realizar acciones directas y, de esta manera, sobrepasar a la legalidad estatal. Cubren espacios cercanos a la gente en zonas, barrios, urbanizaciones, pasando por los distritos, municipios, departamentos y regiones hasta el nivel nacional. Intervienen en materia de desarrollo humano, económico y principalmente desarrollo urbano e institucional. Pueden definirse así como pequeños gobiernos locales para la administración de la vida en comunidad en El Alto. Las JV son las organizaciones territoriales principales a nivel urbano en la ciudad de El Alto. Están estructuradas sobre la base de una Comisión o Mesa Directiva. El modo de votación es secreto, aunque a veces se produce por aclamación directa en Asambleas Generales en las que son postulados nombres que por consenso son elegidos. Finalmente, debemos mencionar que las JV son autosustentadas.Sus representantes no reciben remuneración alguna. Si bien no se exige que los representantes cuenten con recursosSegún Pérez (2006) los objetivos principales de la LPP fueron:

a) Articular a las comunidades indígenas, campesinas y urbanas en la vida jurídica, política y económica del país, unificando el espacio urbano y rural en una sola jurisdicción.

b) Otorgar a las alcaldías el 20 por ciento de los ingresos del tesoro nacional en calidad de coparticipación tributaria en los impuestos internos.c) Alcanzar un mejoramiento de las condiciones de vida de la población, a partir de una más justa distribución y mejor administración de los recursos públicos.d) Reconocer la personería jurídica de las organizaciones territoriales de base que debían elegir un representante por cada distrito o cantón para conformar un Comité de Vigilancia (CV) ante el municipio.e) Fortalecer la democracia participativa, facilitando la participación

a) ciudadana y garantizando la igualdad de oportunidades

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Las JV de El Alto tienen una relación constante y fluida con el nivel local de gobierno. El Estado las ‘reconoce’ y las implica en el proceso de planificación, gestión y control de la inversión pública municipal en servicios públicos partir de esta ley se han tratado de encauzar las demandas sociales de las JV a través de canales y mecanismos institucionales, las JV han defendido su espacio ‘autónomo’ al continuar con sus acciones directas