movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

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El ensayo trata sobre las condiciones de vida y la confilictividad laboral de los obreros barceloneses entre 1950 y 1960. Inculye historias de vida interesantes.

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© Joaquín Beltrán Dengra, 2011© ediciones marré, abril 2011

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Joaquín Beltrán Dengra

LAS CONDICIONES DE VIDA

Y LA CONFLICTIVIDAD LABORAL

DE LOS OBREROS BARCELONESES

ENTRE LOS AÑOS 1950-1960

ediciones marré

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ÍNDICE

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9I. DEMOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . .11

Áreas de Inmigración . . . . . . . . . . . . . .15Actividades económicas de los inmigrantes . . . . . .19

II. VIVIENDA. . . . . . . . . . . . . . . . . .25La vivienda en Barcelona por distritos. . . . . . . .26

III. INDUSTRIA . . . . . . . . . . . . . . . . .29La industria textil . . . . . . . . . . . . . . .33El metal . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35La construcción . . . . . . . . . . . . . . . .35Parecer del PSUC sobre la industria. . . . . . . . .39

IV. SALARIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . .45Finalidad de los Convenios Colectivos de 1958 . . . .59

V. EL NIVEL DE VIDA EN BARCELONA . . . . . .61VI. ECONOMÍA . . . . . . . . . . . . . . . . .67VII. LA OPOSICION AL RÉGIMEN FRANQUISTA . . .75

La Unión General de Trabajadores . . . . . . . . .75Confederación Nacional del Trabajo . . . . . . . .76Partido Socialista Unificado de Cataluña . . . . . . .78

VIII. EL PSUC: LAS ELECCIONES SINDICALES DE 1950 Y SU POSTERIOR CAMBIO DE ESTRATEGIA . . .85IX. LA CONFLICTIVIDAD LABORAL . . . . . . . .91

La huelga de tranvías de 1951. . . . . . . . . . .91La huelga general . . . . . . . . . . . . . . .94Las huelgas de La Maquinista y otras empresas en 1956 .97Las huelgas de transportes públicos en 1957 . . . . .99Conflicitivad laboral en los años 1958-59 . . . . . 104

X. FRANQUISMO: FASCISMO O TOTALITARISMO . 115Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 Fuentes y bibliografía consultas . . . . . . . . . . . 159

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PRÓLOGO

En los últimos años, la historiografía española ha dedicado una atención creciente a la época franquista. En particular, el estudio de la violencia política ha captado la atención de numerosos in-vestigadores, aunque también se han desarrollado líneas de inves-tigación en otras direcciones. Entre ellas, cabe destacar la dirigida a la conflictividad social, obrera especialmente, y a las condicio-nes de vida de los trabajadores, una línea que cuenta con aporta-ciones muy relevantes pero también con insuficiencias notorias.

En el marco de esta línea de investigación, se inscribe el trabajo de Joaquín Beltrán sobre las condiciones de vida y la conflictivi-dad laboral en la Barcelona de la década de los años cincuenta del pasado siglo. El autor ha realizado una amplia consulta bi-bliográfica, completada con la utilización de fuentes primarias de distinto carácter.

La Barcelona de los años cincuenta empezó a salir de la escasez generalizada y la penuria extrema de los terribles años cuarenta. Sin embargo, las condiciones de vida de la mayoría de la pobla-ción, y particularmente de los trabajadores, continuaron caracte-rizadas por la imposibilidad de atender a las necesidades materia-les básicas en un contexto de represión política contra cualquier signo de protesta, de disidencia y de oposición. Además, el impor-tante flujo migratorio hacia la capital de Cataluña y las comarcas industriales de su entorno comportaron unas condiciones de vida particularmente duras para esos inmigrantes que, si bien podían encontrar trabajo con facilidad, tenían dificultades casi insalva-bles para obtener una vivienda mínimamente digna y unos servi-cios urbanos y sociales esenciales.

Con el trasfondo de malestar social acumulado y el alejamien-to cronológico de la guerra civil, las protestas obreras empeza-ron a entrar en escena, especialmente desde 1956, después de la contundente expresión de dicho malestar popular que significó el boicot a los tranvías y la huelga general de marzo de 1951 en Bar-

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celona. Una acción obrera más articulada y permanente estimuló una mayor organización de la oposición antifranquista, que a lo largo de la década y en particular en su segunda mitad pudo em-pezar a superar la estricta clandestinidad y la acción meramente testimonial de los años anteriores.

Las investigaciones recientes, ponen de manifiesto el interés de profundizar en el estudio de la década de 1950, unos años entre la política autárquica e intervencionista y el inicio de la liberalización económica, entre la tímida salida del aislamiento internacional de la dictadura y su aceptación general, entre unas condiciones de vida extremadamente duras y el inicio de mejoras limitadas pero no desdeñables. Y también, entre un silencio apenas roto por vo-ces aisladas y por protestas muy puntuales, y la aparición de una conflictividad social que, creciendo con fuerza y diversificándose durante la siguiente década, acabaría siendo letal para la voluntad de la dictadura de perpetuarse más allá de la vida del Caudillo.

El estudio de Joaquín Beltrán contribuye al mejor conocimien-to de unos años que no han recibido suficiente atención de la his-toriografía, años en los que se incorporó gradualmente a la edad adulta una generación que no había vivido la guerra civil y no conservaba memoria personal de los años más duros de la posgue-rra y que, por ello, actuaría menos condicionada por la violencia extrema de la represión desatada por la dictadura durante más de una década.

Pere Ysàs — Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona

Marzo de 2011

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INTRODUCCIÓN

Desde la perspectiva social, al lado de los vencedores del la guerra civil quedaron las clases acomodas desde los grandes terra-tenientes hasta los financieros, los industrales y los comerciantes. Mayoritariamente todas estas jerarquías recibieron con un alivio ostensible el triunfo contrarrevolucionario que significó el fran-quismo, ya que al margen del acuerdo idológico que pudiera dar-se con los insurrectos, los acaudolados vieron con estupor como la revolución social desencadenada durante la contienda amenza-ba su supremacía.

La burgesía barcelonesa dio soporte al nuevo Estado, no sólo porque se retornó al orden y se protegió sus propiedades, sino también porque el franquismo impuso un nuevo precepto jurídi-co que colocaba a los propietarios del capital en una posición de predominio absoluto en las relaciones sociales. Este hecho es lo que explica su adhesión increbantable al dictador. Esta lealtad al franquismo no es contradictoria con la subordinación política de la burguesía barcelonesa respecto a Madrid, ya que el nuevo ré-gimen les aseguraba la capacidad de acumulación y la pervivencia del sistema social recientemente instaurado.

Por otro lado, las clases medias vivieron con alivio la finaliza-ción de la guerra que habría las puertas a la normalización coti-diana. En este sentido fue decisivo el peso importante que tenía la Iglésia católica dentro del nuevo régimen. Tal como indican algu-nos historiadores, durante los años cuarenta y buena parte de los cincuenta, las clases medias catalanas fueron objeto de una intensa ofensiva ideológica religiosa que tendía a favorecer la obediencia a la autoridad, la pasividad política y el individualismo antisoli-dario. Por otra parte, la mencionada clase social era desconfiada respecto a las organizaciones obreras y republicanas.

A pesar del importante éxito conseguido por el nuevo régimen, éste no consiguió, desde los años cincuenta, que las clases medias barcelonesas questionaran el franquismo por su carácter represivo.

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Las principales víctimas del nuevo régimen fueron los traba-jadores, pues éste destruyó los sindicatos, cooperativas, ateneos, el derecho de huelga, etc. que existía en la segunda República, y muchos tuvieron que exiliarse.

Respecto a los obreros, la dictadura franquista desarrolló una legislación que provocó la obediencia de éstos a los patrones. Y creó la Organización Sindical Española, cuya finalidad era disci-plinarlos para evitar la creación de nuevas organizaciones.

Por otro lado, a finales de los años cuarenta, la situación in-ternacional de guerra fría convirtió el régimen franquista en un tácito aliado del bloque occidental, lo cual le permitió romper con su ailamiento diplomático y económico al que estaba some-tido. El 4 de diciembre de 1950 la ONU anuló la resolución que había condenado el franquismo en diciembre de 1946 y que había motivado la retirada de la mayoría de los embajadores. Desde entonces se produjo una progresiva incorporación del nuevo ré-gimen español a los principales organismos internacionales, tanto a los de carácter económico y cultural como a los directamente políticos. En 1950 España ingresó en la FAO, en 1951 a la OMS, en 1952 a la UNESCO, el 14 de diciembre de 1955 se integró a la ONU, en 1956 a la OIT y en 1959 a la OECE (después OCDE), al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, controlados por Estado Unidos, país que el nuevo régimen español restableció relaciones diplomáticas en diciembre de 1950 y con el que firmó el 26 de septiembre de 1953 unos importantes acuerdos de ayuda militar y económica. España se incorporó al esquema defensivo occidental y los Estados Unidos consiguieron, a cambio de unas compesaciones económicas no excesivas, establecer en el territo-rio español una importante red de bases e instalaciones militares.

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I. DEMOGRAFÍA

En la década de los cincuenta la población empezó a incremen-tarse por la llegada de inmigrantes como lo demuestra el siguiente cuadro.

Coeficientes anuales del crecimiento demográfico en tantos por

mil desde 1951 hasta 1960

Crecimiento absoluto Crecimiento vegetativo

Barcelona 25’5 7’9

Cataluña 19,1 7,3

España 8,4 11,3

(Fuente: Borja de Riquer y Joan B. Culla (2000: 177). Está extraído de Lluís

Recolons, La població de Catalunya)

La natalidad inició una lenta recuperación y fue superior a la del resto del Estado español.

Las causas de este aumento se deben a las mejores condiciones de vida del mencionado decenio que estimularon los matrimo-nios jóvenes y la fecundidad; también a la llegada de inmigrantes, mayoritariamente jóvenes, que aumentarán la población en edad fértil disminuyendo,de esta manera, la mortalidad.

Barcelona fue la ciudad catalana donde el aumento de la nata-lidad fue más intenso. Pasó del 15’2 por mil en 1950 al 20,4 por mil en 1960 (Borja de Riquer y Joan B. Culla, 2000: 179)

El aumento de la natalidad se debió a la inmigración. Entre 1950 y 1960 llegaron a Cataluña 454.229 personas que procedían mayoritariamente de zonas rurales; y la ciudad condal absorbió la casi totalidad de la inmigración catalana de esta década (véase en Borja de Riquer y Joan B. Culla, 2000: 179)

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Saldo migratorio de Barcelona en tantos por mil

1951-1960

17’3

(Fuente: Lluís Recolons, La població de Catalunya. Extraído por Borja de Ri-

quer y Joan B. Culla (2000: 180)

Si se examina la pirámide de edad de los inmigrantes llegados

a Barcelona en el año 1957 encontramos un gran predominio de los grupos de edad joven: el 64,9 por ciento tenían entre 16 y 45 años. Éstos estaban, mayoritariamente, solteros y con una escasa calificación laboral (Borja de Riquer y Joan B. Culla, 2000:180)

El crecimiento demográfico se concentró sobre todo en las zo-nas industriales. Entre 1950 y 1960 todas las comarcas barcelone-sas aumentaron su población:

Comarcas catalanas ordenadas según el porcentaje de crecimien-

to absoluto de la población para el periodo 1950-1960

Baix Llobregat 60,85

Vallés Occidental 57,59

Barcelonés 27

Garraf 25,12

Vallés Oriental 24,40

Bages 24,18

Maresme 20,64

(Fuente: Lluis Recolons, La població de Catalunya. obtenido por Borja de Ri-

quer y Joan B. Culla (2000: 181)

El aumento de los habitantes inmigrantes fue más acentuado en las comarcas industriales y se instalaron en los municipios más próximos a Barcelona, siendo el año 1960 el de mayor incremeto de la población inmigrada.

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Año 1950 Año 1960

Población índice Población índice

Badalona 61.654 100 92.257 150

Barcelona 1.280.179 100 1.557.863 122

L’Hospitalet 71.580 100 122.813 172

Mataró 31.642 100 41.128 130

Cornellá 11.473 100 24.714 215

Sabadell 59.494 100 105.152 177

Santa Coloma 15.281 100 32.590 213

Terrasa 58.880 100 92.234 157

(Fuente: Gran Enciclopedia comarcal de Catalunya. Sacado por Borja de Riquer

y Joan B. Culla (2000: 183)

Población en el municipio de Barcelona desde 1950 hasta 1960

1951 1952 1953 1954 1955

1.291.040 1.313.039 1.335.413 1.381.169 1.381.312

1956 1957 1958 1959 1960

1.404.849 1.428.788 1.453.153 1.477.896 1.503.079

(Fuente Anuario Estadístico de España. Año 1960)

Como se observa, la población barcelonesa aumentó a partir de 1956.

La composición del crecimiento absoluto de población en la ciudad de Barcelona fue la siguiente: 1951-1960

Saldo migratorio 67,10%

Crecimiento natural 32,90%

Crecimiento absoluto 100,00%

(Fuente: Lluís Recolons, 1976:139)

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El decenio de saldo migratorio más elevado para la ciudad de Barcelona fue el correspondiente a los años 1921-1930 con 264.248, seguido del decenio 1951-1960 con 186.139 (Llís Re-colons, 1976:139)

Distribución por distritos de la población en 1954

I 108.368

II 129.031

III 99.936

IV 112.017

V 113.073

VI 106.073

VII 115.703

IX 112.643

X 116.185

XI 84.185

XII 117.133

(Fuente. Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1954)

Como se ve, los distritos con menos población fueron el II, IV y XII y el menos poblado el III

Población de hecho por los estudios realizados en Barcelona en 1952

Ninguno primarios profesionales medios superiores

558.426 1.501.863 69.463 62.808 23.057

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1952)

Se adviete que predominan las personas que tenían solamente estudios primarios o ninguno, lo cual incidirá en la calificación laboral.

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Si lo comparamos con dos ciudades andaluzas que más emi-grantes tuvo Barcelona y provincia (aunque en esa fecha aún no habían tenido la importancia que adquirió en los años posterio-res) vemos que el nivel de formación era más baja, lo que conllevó que una vez llegados a Barcelona y su cinturón industrial, se dedi-caron a profesiones poco calificadas.

Por ejemplo, Granada y su provincia (que en ese año, tenía una población de 789.975 habitantes y contaba con una densidad de población de 44.194 habitantes por kilómetros cuadrados) no tenían ningún tipo de estudios 409.934, los que tenían estudios primarios ascendían a 360.219, los que tenían estudios profesio-nales eran 4.060, los que tenían estudios medios sólo eran 5.027 y los que poseían estudios superiores ascendían 2.897.

Jaén y su provincia, que en el mencionado año tenía una den-sidad de habitantes de 1.232 por kilómetros cuadrados, sólo te-nían estudios primarios 338.079, los que carecían de estudios eran 419.189, los que tenían estudios profesionales eran 1.483, los que tenían estudios medios sólo ascendían a 4.318 y los que poseían estudios superiores alcanzaban la cifra de 1.495.

(Fuente: Anuario Estadístico de España. 1952)

Áreas de inmigraciónLas provincias que mayor emigración experimentaron fueron la

catalana –a excepción de Gerona-, Huesca, Teruel, soria y Granada.Estas provincias se caracterizan por tener territiorios con una

agricultura de secano y con predominio del monocultivo.Un segundo grupo lo contituyeron las provincias de Zaragoza,

Guadalajara y Castellón1; también las provincias de la zona mon-tañosa de Andalucía y la provincia de Lugo.

Andalucía, que registraba un 25 por 100 de analfabetos, fue la comunidad autónoma que más emigró a Barcelona.

(1) La provincia de Guadalajara tuvo una fuerte tendencia a emigar a Ma-drid y los aragoneses a Zaragoza, Valencia y Madrid. Los castellonenses casi no emigraron.

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Una gran parte de su territorio se dedicaba a la agricultura extensiva, teniendo importancia la maquinización, lo cual contri-buyó a la despoblación, puesto que por un lado redujo las posibi-lidades de trabajo de un gran número de jornaleros que vivían a expensas de la agricultura, y, por otro, hizo disminuir el valor de sus productos, situando a los pequeños agricultores en aprietos económicos, cosa que aceleró la emigración.

Los asturianos, vascos y coruñeses, con un escaso analfabetis-mo, emigraron poco a Barcelona, ya que tenían un nivel de vidad elevado gracias a su industrialización, sobre todo Asturias y país vasco (María de Bolos y Capdevila, 1959: 25-28)

Lugar de establecimiento de los inmigrantes en la ciudad de Barcelona

Para el estudio de este apartado nos atenemos a los doce distri-tos en que se dividía la ciudad.

I}

X} Estos distritos estaban en el casco antiguo y en las

V} zonas emplazadas al Norte y Sur de ellas. Constituyeron

V} los distritos orientales o marítimos de Barcelona

II}

V}

III Comprendía los antiguos términos municipales de Sant Ger-vasi y Sarrià; también la barriadas de Vallvidriera y Pedralbes.

IV Se podían distinguir tres zonas: una porción meridional inte-grada dentro del casco antiguo y una parte septentrional, que formaba parte del ensanche y el barrio denominado Bogatell.

VI Estaba situado a la izquierda del ensanche

VII Estaba integrado en su mayor parte por el núcleo del antiguo de Gracia

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VIII Comprendía, como núcleo central básico, el antiguo término Municipal de Sants

IX Se encuentraba situado en el ángulo Nordeste de la ciudad

XI Correspondía al antiguo municipio de Les Corts

XII Estaba situado al Oeste del distrito IX

Repartición de los inmigrados en los diferentes distritos

Distrito 1953 1954 1957

Inmigrados % inmigrados % inmigrados %

I 530 7,6 3.348 10,7 2.293 8,9

II 525 7,5 3.032 9,7 2.063 8

III 331 4,8 1.246 3,9 1.013 3,9

IV 333 4,8 1.648 5,1 1.447 5,4

V 616 8,8 3.049 9,7 2.133 8,2

VI 319 4,9 1.482 4,6 1.235 4,8

VII 544 7,8 2.193 7 1.712 6,6

VIII 885 12,9 2.411 7,7 1.763 6,8

IX 879 12,7 4.473 14,4 5.269 20,4

X 586 8,4 2.623 8 2.225 8,6

XI 376 5,4 1.260 4 935 3,6

XII 970 14 4.422 14 3.624 14

(Fuente: María de Bolos y Capdevila, 1959: 224)

La distribución de los inmigrados asentados en los años cin-cuenta es la misma que en los cuarenta.

El distrito IX correspondía, a partir de 1954, al mayor número absoluto de los inmigrados. En 1957 habitaban en él más del 20

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por 100 de los inmigrantes, lo que representaba el 34, 74 por cada 1000 residentes.

El distrito XII es el que sigue en importancia al establecimiento de los inmigrados. En 1953 se instalaron el 14 por 100 y se ubi-caron en el Guinardó y el Carmelo.

En los distritos I, X, V y II se instalaron del 7 al 11 por 100 del total de los inmigrados.

En el distrito X –que se encontraba en el casco antiguo– el porcentaje de inmigración era elevado, alcanzando el 19,44 por cada 1000 habitantes.

Los distritos VIII, VII, IV y VI recibieron entre un 4 y un 7 por 100 del total de la inmigración.

El distrito IV, y concretamente en el barrio de Bogatell, fue donde se instalaron la casi totalidad de los inmigantes del distrito.

Los distritos que registran menor inmigración fueron el III y IV; en ellos se establecieron del 3,6 al 3,9 por 100 de los inmigados.

De lo dicho se puede deducir que los inmigrados se establecie-ron, en primer lugar, en los distritos más industriales en los que se edificaron construcciones medianas o modestas y donde había zonas despobladas para edificar barracas.

En segundo lugar, se instalaron en las zonas de densa pobla-ción del casco antiguo de la ciudad, que eran menos valorados por la clase media, recurriendo al subarriendo de habitaciones, dedicándose laboralmente a la industria y al peonaje.

En tercer lugar, se alojaron en los barrios populosos de los antiguos municipios donde los alquileres eran más modestos; los inmigrados que habitaban en esos distritos poseían una gran va-riedad profesional.

Por último, se ubicaron - aunque en una mínima proporción- en los barrios residenciales y aristocráticos; trabajaron en profe-siones liberales, en el servicio doméstico y en el cuidado de las porterías (María de los Bolos y Capdevila, 1959: 224.25)

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Actividades económicas de los inmigrantesLos inmigrantes llegados a Barcelona procedían de comunida-

des autónomas eminentemente agrícolas; en 1957 el 54 por 100 de los que llegaron en ese año tenían una edad comprendida entre los los 16 y 35 años igual que en los años anteriores excepto los catalanes. En la ciudad condal desdeñaron su antigua profesión y se dedicaron a trabajar en la industria y en la construcción como obreros no cualificados.

Los aragoneses trabajaron como peones y los valencianos como técnicos. En cambio, los inmigrantes catalanes, los cuales sobrepasaban los 35 años, tenían un nivel de vida aceptable y se dedicaron a la industria, al comercio y a las profesiones liberales

Saldos migratorios en la ciudad Barcelona desde 1901 hasta 1960

1901-10 1911-20 1921-30 1931-40 1941-50 1951-60

51.428 150.126 280.032 80.100 158.650 263.034

(Fuente: Martí Marín, 2009: 22

Población en Barcelona. Crecimiento natural y migratorio:

1941-1960

Periodo crecimiento crecimiento crecimiento

intercensal (%) natural (%) migratorio (%)

1941-45 124.334 (11,50) 12.767 (1,18) 111.567 (10,32)

1946-50 74.670 (6,19) 29.317 (2,43) 45.353 (3,76)

1951-55 122.849 (9,60) 36.048 (2,82) 86.801 (6,78)

1956-60 154.835 (11,04) 50.375 (359) 104.460 (7,45)

(Fuente: op.cit., p.23)

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Procedencia de los inmigrados

Andalucía 1953 1954 1955 1956 1957Almería 148 1.176 1.075 644 615Cádiz 92 300 299 299 267Códoba 268 1.693 1.529 1.003 1.279Granada 321 2.587 2.437 1.191 1.614Huelva 34 715 154 145 166Jaén 344 2.773 2.028 1.191 1.436Málaga 212 1.429 1.468 835 1.049Sevilla 159 745 923 739 928

Total 1.578 10.909 9.913 5.977 7.354

Aragón

Huesca 158 599 593 417 752

Teruel 170 843 990 897 950

Zaragoza 251 1.087 1.281 816 861

Total 579 2.529 2.846 2.130 2.383

Asturias 29 167 144 86 86

Baleares 98 182 179 126 144

Canarias

Las Palmas 15 33 11 10 29

S/C de Tenerife 12 9 39 11 30

Total 27 42 50 21 59

León

León 31 158 233 161 188

Palencia 30 110 144 110 143

Salamanca 41 264 244 226 293

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22

Valladolid 139 331 338 183 262

Zamora 24 149 138 90 153

Total 265 1.012 1.077 770 1.039

Castilla la NuevaCiudad Real 104 559 517 272 401

Cuenca 156 536 656 419 478Guadalajara 49 211 246 142 206Madrid 170 558 545 229 287

Toledo 41 220 175 108 100

Total 520 2.084 2.139 1.161 1.472

Castilla la ViejaÁvila 20 31 106 58 90Burgos 87 253 298 228 250Logroño 74 190 221 118 204Santander 32 91 128 50 98Segovia 20 83 75 34 35

Soria 41 262 272 272 328

Total 274 690 1.100 700 1.025

Cataluña

Barcelona 1.260 2.798 3.206 2.022 3.075Gero 211 464 617 369 491Lérida 184 888 1.080 969 1.116Tarragona 329 926 1.283 1.179 1.262

Total 1.984 5.076 6.186 4.539 5.944

ExtremaduraBadajoz 115 534 525 434 603Cáceres 65 413 598 348 432

Total 180 947 1.023 728 1.035

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23

GaliciaLa Coruña 22 152 163 82 94

Lugo 81 497 613 481 583

Orense 47 436 456 256 388

Pontevedra 55 75 90 46 88

Total 205 1.165 1.322 865 1.153

MurciaAlbacete 123 875 965 668 728

Murcia 330 1.659 1.595 922 663

Total 453 2.534 2.560 1.589 1.391

Navarra 89 190 213 142 176

ValenciaAlicante 49 334 302 225 218

Castellón 113 579 640 523 218

Valencia 172 878 985 942 1.001

Total 334 1.791 1.927 1.690 1.746

País VascoAlava 15 24 16 6 9

Guipúzcoa 29 39 66 48 51

Vizcaya 72 97 96 77 77

Total 116 160 178 131 147

(Fuente: Maria de Bolos y Capdevila: 1959: 245-247)

De estos datos se deduce que en 1953 hubo pocas inmigracio-nes; éstas cobraron importancia a partir de 1954.

Los que más emigraron fueron los andaluces procedentes de Córdoba, Granada, Jaén y Málaga.

Los aragoneses emigraron a Valencia, Madrid y Zaragoza; a Barcelona llegaron pocos.

Page 24: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

24

Los asturianos, vascos y navarros no emigraron porque tenían industrias en sus comunidades autónomas.

Los canarios emigraron, sobre todo, a Venezuela y los galle-gos a la Argentina; los castellanos se trasladaron a Madrid.

Profesión de los inmigrados

1953 1954 1955 1956 1957

% % % % %

Agricultura 2,50 2,89 2,41 2,53 2,32

Industria 10,67 20,08 22,34 24,23 26,92

Transporte 5,93 4,63 3,82 4,04 4

Comercio 5,80 3,47 3,10 2,24 3,09

Construcción 4,39 7,33 5,64 5,65 5,74

Peones 20,29 31,96 39,84 33,18 31,33

AdministraciónPública 2,20 1,09 1,82 1,77 1,10

Administración

privada 3,56 4,04 3,74 4,29 3,97

Profesiones

y Artes libres 2,46 2,64 0,73 3,13 2,58

Fuerza Armada 18,23 2,77 4,10 1,38 2,03Servicio Doméstico 2,15 2,16 2,59 1,73 1,68Propietarios 0,44 0,02 0,04 0,07 0,02No Profesionales 20,16 16,35 17,89 14,57 14,07

(Fuente: op. cit.: 248)

Como se observa, los inmigrantes trabajaron en la industria y abundaron las ocupaciones de peonaje, siendo, en una propor-ción considerable, no profesionales, es decir, tenían trabajos poco cualificados.

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25

II. VIVIENDA Uno de los problemas más graves que tenían las clases popu-

lares era el de la vivienda. El incremento de la población no fue acompañado de una política de construcción de viviendas sociales. Esto conllevó la continuación y la ampliación de la instalación de la mayoría de los inmigrantes en suburbios, donde predominaba la construcción ilegal y marginal, con la ausencia de todos los servicios básicos: agua, luz, cloacas, pavimentación, transportes, escuelas, comercios, etc.

En la ciudad de Barcelona, los inmigrantes que llegaron en los años cuarenta y cincuenta se instalaron, en un primer momento, en barracas situadas en las afueras de la ciudad como Montjuic, el Campo de la Bota, Sant Martí, el Carmelo y la Trinidad.

Las fuentes municipales reconocían que a finales de los cin-cuenta aún existían quince mil barracas en la ciudad de Barcelona (Borja de Riquer y Joan B. Culla, 2000: 187-188).

Aunque en la década de los cincuenta se inició, lo que poste-riormente se ha llamado barraquismo vertical, esto es, la cons-trucción de viviendas sencillas, promovida por la Obra Sindical del Hogar que edificaba con presupuestos muy reducidos y con una calidad ínfima. Por ejemplo, el precio de una vivienda media sencilla entre 37 y 45 metros cuadrados tenía un coste mínimo de 50.000 a 60.000 pesetas.

Al mismo tiempo, una de las actuaciones más importantes del Instituto Municipal de Vivienda se dio con motivo del Congreso Eucarístico que tuvo lugar en esta ciudad en el año 1952 y que exigió lavar la cara de la urbe. Se construyeron casas baratas de 20 metros cuadrados en Can Clos, el Polvorí, Torre Lloberta, la parte baja de Pueblonuevo y la Verneda (Carme Molinero, 1997: 145)

Por otra parte, la mayoría de los inmigrantes recién llegados tenían que compartir la vivienda con otras familias, o bien la auto-construían en barrios sin urbanizar, con frecuencia sin agua ni electricidad.

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26

Según Carme Molinero y Pere Ysàs (1985:209) en el año 1950 el déficit de viviendas en la ciudad de Barcelona era el siguiente: viviendas necesarias 5.900 y viviendas no construidas 3.400. El déficit de casas se elevaba a 65.000.

Según la “Reseña Estadística de la Provincia de Barcelona” las viviendas barcelonesas, tanto a nivel provincial como municipal, tenían las siguientes condiciones en el año 1950.

Barcelona Viviendas %

Agua corriente 227.370 99’24

Comuna inodora 249.140 89

Comuna corriente 28.920 10’35

Baño y ducha 76.120 27’34

Calefacción 22.990 8’23

Cocina 276.850 99

Luz eléctrica 272.460 97’48

Gas 126.550 45

(Fuente: Carme Molinero y Pere Ysàs, 1985:209-210)

La vivienda en la ciudad de Barcelona por distritosDistrito I

Estaba integrado por dos núcleos muy diferentes: uno situado dentro del casco antiguo de la ciudad y otro, la Barceloneta, que era un barrio marítimo de pescadores. La parte más antigua presentaba una acusada proporción de naturales de Barcelona, mientras que en la Barceloneta esa correspondencia era mínima. En el casco antiguo, aproximadamente la mitad de los edificios tenían de cuatro a cinco plantas y la otra mitad eran edificaciones modernas de seis o más plantas. En la Barceloneta la casi totalidad de las construcciones no superaba las cuatro plantas y había un importante núcleo de barracas.

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Distrito II

En él estaban ubicados los barrios situados en la falda de Mon-tjuic que constituían el llamado Pueblo Seco; también formaban parte de este distrito los barrios que se extendían al pie de la montaña en los que existían grandes extensiones de barracas e importantes bloques de casas baratas.

Distrito IV

Estaba situado en el barrio de Bogatell, el cual tenía un elevado porcentaje de construcciones bajas de carácter industrial; y en los últimos años de la década de los cincuenta se construyeron bas-tantes edificaciones destinadas a viviendas.

Distrito V

El coeficiente de habitantes por vivienda en 1955 era de 5,8, y el exceso de familias sobre las viviendas llegaba a 529. Los edificios, en su mayoría, eran de cinco a seis plantas y no reunían ninguna de las condiciones que pudieran compensar el exceso de población. Sus habitantes tuvieron que establecerse exclusivamente en forma de realquiler; en 1957 tan sólo aumentó en onze el número de vivien-das, por lo que los índices de habitantes por hogar y el exceso de familias sobre la misma se incrementó considerablemente en relación a 1955. Este distrito estaba destinado casi exclusivamente a casas.

Distrito VI

En su conjunto era un lugar residencial con buenas condicio-nes de habitabilidad en sus viviendas.

Distrito VII

Dentro de este distrito se integró el barrio de Vallcarca que presentaba numerosas casas diseminadas en forma de urbaniza-ciones modernas de carácter modesto.

Page 28: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

28

Distrito VIII

En la barriada de Hostafrancs, contigua a la de sants, apare-cieron numerosas construcciones modernas de seis o más plantas, principalmente en sus zonas extremas. En este distrito se edifica-ron 778 viviendas nuevas en 1957.

Distrito X

Pertenecía al antiguo término municipal de Sant Martí de Pro-vençals y la porción agregada de Sant Adrià del Besòs; en ambos barrios eran muy numerosas las edificaciones de una a tres plantas. La población era muy heterogénea y creció a expensas de los inmi-grantes atraídos por su importante industria; los espacios sin urbani-zar fueron ocupados por importantes concentraciones de chabolas.

Distrito XII

En él se ubicaban el Guinardó y el Carmelo. Había importan-tes bloques de casas baratas de una y dos plantas y concentracio-nes de chabolas.

(Fuente: María de Bolos y Capdevila: 21-25)

De lo expuesto se infiere que existía diferencias entre los dos grupos fundamentales de los inmigrantes: el de los que por su condición profesional y económica podían incorporarse a la vida ciudadana de manera total, lo que acostumbraban a conseguir después de transcurridos varios años de residencia, y el de los jornaleros y empleados que debían aceptar por lo que se refiere a la vivienda, unas condiciones parecidas o inferiores a las de su lugar de origen.

Las familias obreras inmigradas – un gran numero de ellas no podían conseguir vivienda- se veían obligadas a refugiarse en ba-rracas construídas por ellas mismas en los barrios extremos de la ciudad, totalmente carentes de los elementos más indispensables como agua o luz, o vivir en casas subarrendadas.

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29

III. INDUSTRIA

Durante los años cincuenta la economía española superó el estancamiento que tenía antes de la guerra civil.

La política económica de los años cincuenta se caracterizó por la decadencia del intervencionismo gubernamental, que no des-apareció del todo, y el predominio de la economía de libre merca-do. Este cambio fue posible gracias a un doble impulso exterior: el ajuste financiero de Estados Unidos y la formidable coyuntura de la economía occidental. Esto conllevó la dinamización del co-mercio exterior gracias a la ayuda de los Estados Unidos, lo cual permitió importar primeras materias, maquinaria, bienes de equi-po, abonos, vehículos y excedentes alimentarios.

También creció la demanda interior como resultado de las buenas cosechas de los años 1951-1953 y del aumento de los sala-rios en 1954 que permitió recuperar el nivel de renta por habitan-te de post-guerra. El incremento de la demanda interior incentivó la producción industrial y la renovación de la maquinaria.

Desde 1951 hasta 1957 el crecimiento de la economía espa-ñola fue considerable. El Estado invirtió más en obras públicas de infraestructura. Todo lo dicho hizo que en 1952 se suprimiera el racionamiento.

De todos modos, el comercio exterior fue desequilibrado hasta 1957: hubo más importaciones que exportaciones. Esto hizo que se ago-taran las reservas de divisas, lo que condujo a un colapso de la hacienda pública y a un aumento de la inflación durante los años 1956-1958.

La economía catalana también experimentó un notable creci-miento: aumento del sector metalúrgico, químico y sector servi-cios, especialmente la banca2, el turismo y la construcción.

Los sectores que notaron mejoras más importantes fueron los de transformaciones mecánicas, la construcción de material de transporte y el sector químico.

(2) Se consolidó el dominio de los grandes bancos españoles en detrimento de los bancos catalanes

Page 30: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

30

La industria química catalana advirtió un notable crecimiento que se tradujo en la creación de nuevas empresas dedicadas a la producción de fertilizantes y abonos, productos farmacéuticos, etc.

Evolución sectorial de la industria catalana, 1955-1960 en mi-

llones de pesetas. Porcentaje de valor bruto añadido sobre el total

de la industria y tasa de incremento sectorial

1955 % 1960 % % incr.

Textil 14.993 45,9 18.076 34,9 +20,5

Metal 4.354 11,3 11.981 23,1 +175,1

Química 4.345 12,9 6.857 13,2 +61,1

Alimentación 1.998 6,1 4.384 8,4 +119,4

Confección 2.361 7,2 3.580 6,9 +119,4

Madera y Corcho 1.999 6,1 2.765 5,3 +38,3

Cemento y Vidrio 1.348 4,1 1.703 3,2 +26,3

Papel y artes g. 1.364 4,1 2.304 4,4 +68,9

Total 32.662 100 51.650 100 +63,2

(Fuente: Borja de Riquer y Joan B. Culla, 2000:194)

El espectacular crecimiento de la producción metalúrgica, del sector alimenticio, del papel, las artes gráficas y del sector químico contrastó con el poco acrecentamiento de las industrias más tradi-cionales como el textil y la confección; aunque el textil aumentó su volumen de producción y las exportaciones crecieron durante la segunda mitad de la década. Pero hay que decir que en el mencio-nado sector industrial predominó la pequeña y mediana empresa.

Page 31: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

31

Censo de población laboral en 1954 en Barcelona

Hombres mujeres total

Industrias Agrícolas

y forestales 6.378 192 6.570

Industrias del mar 2.378 67 2.649

Industria de la alimentación 16.582 2.382 18.925

Industrias extractivas 789 37 822

Siderurgia y metalurgia 51.524 5.331 56.885

Pequeña metalurgia 1.106 354 1.460

Industrias químicas 51.524 5.331 56.855

Industrias de la construcción 31.367 428 31.791

Industria de madera 11.446 664 12.110

Industrias textiles 17.926 35.474 53.400

Industrias de la confección 7.640 22.954 30.594

Cueros y Pieles 6.821 2.150 8.971

Artes gráficas y Prensa 9.212 3.695 12.907

Transporte 29.653 3.965 33.618

Profesiones liberales 23.577 8.640 32.217

Industrias varias 43.136 10.076 53.212

Servicios de

Higiene doméstica 7.593 38.894 46.487

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1950)

Censo de la población laboral en 1957 en Barcelona

Hombres mujeres total

Industrias agrícolas

y forestales 1.042 70 1.112

Industrias del mar 3.062 81 3.143

Industrias de alimentación 17.191 3.415 20.606

Page 32: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

32

Hombres mujeres total

Industrias extraxtivas 57 1.067 1.124

Siderurgia y metalurgia 64.666 6.835 1.501

Pequeña siderurgia 3.410 805 2.215I

Industrias químicas 21.555 12.680 34.235

Industrias de la construcción 44.257 674 44.931

Industrias de la madera 12.103 885 12.988

Industrias textiles 19.017 37.905 56.922

Industrias de la confección 8.195 26.018 34.313

Cueros y Pieles 7.379 2.329 9.708

Artes gráficas y Prensa 9.634 3.877 13.511

Transportes 7.379 2.329 9.708

Comercio en general 80.207 32.782 12.989

Profesiones liberales 24.815 9.172 32.987

Industrias varias 46.741 10.904 47.430

Servicios de higiene

y domésticos 6.294 41.136 47.430

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya Año 1957)

A través de estos censos se observa que en 1954 la industria siderúrgica y metalúrgica tiene importancia, igual que la construc-ción. Pero predomina la industria textil.

Población activa en Barcelona por sectores

1955 1957 1960

Industria 482.100 523.593 548.006

Construcción 71.922 79.573 83.135

Servicios 422.312 442.114 456.227

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 90)

Page 33: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

33

Como se advierte, los obreros que trabajaban en la industria son los más numerosos, seguidos de los que lo hacían en el sector servicios.

La industria textil Las zonas de concentración de esta industria se ubicaban en

Barcelona, Sabadell y Tarrasa. Eran fábricas medianas y peque-ñas. Según el Anuario Estadístico de España en 1958 existían 5.030 empresas en Barcelona y provincia.

Número de trabajadores del Textil en Barcelona en 1952 y 1958

1952 1958

201.247 167.075

(Fuente: Antoni Landín i Oliver: 2004: 96)

Como se ve, el número de obreros va disminuyendo a partir de mediados de los cincuenta; aunque seguía concentrando el 90 por ciento de las industrias textiles y de los trabajadores de este sector.

Dentro de la industria textil se distinguen diversos ramos según la fibra empleada: algodón, lana seda, lino y fibras artificiales.

El ramo del algodón se localizaba prácticamente en la ciudad de Barcelona y en algunas comarcas como el Baix Llobregat, el Vallés Occidental y Oriental

Número de trabajadores empleados en el ramo del algodón en

Barcelona

1957 100.635

1958 97.203

1959 97.876

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 99)

Page 34: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

34

Según se comprueba, el incremento de trabajadores del sector del algodón desciende a mediados de los años cincuenta, pero al final de la década aumenta ligeramente. En la provincia de Bar-celona se ubicaban las fábricas algodoneras que tenían más traba-jadores.

El segundo ramo textil en importancia era el de la lana que se localizaba en Tarrasa y Sabadell. En 1955 Sabadell contaba con 566 fábricas y en 1957 con 645

Número de empresas del ramo de la lana en Barcelona en 1952

y 1958

1952 602

1958 1.132

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 100)

Número de trabajadores empleados en el ramo de la lana en Barcelona

1957 31.649

1958 29.853

1959 29.762

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 101)

Como se ve, a partir de la mitad de los 50 el número de obre-ros empleados se reduce debido a la oferta de trabajo en otros sectores industriales como por ejemplo el Metal.

Las empresas que trabajan el resto de fibras textiles se en-contraba concentrada en Barcelona ciudad; también en algunos municipios como El Prat y Cornellá.

Finalmente, las fábricas que se dedicaban a trabajar el tinte y estampado de las piezas de ropa daban trabajo a muchos obreros. La Caja de Ahorros Provincial de Barcelona calculaba que habian 15 mil trabajadores.

Page 35: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

35

El metalEra el segundo sector en envergadura por lo que hace al nú-

mero de empresas y al número de trabajadores. Estás fábricas se ubicaban en un 90 por ciento en la ciudad de Barcelona y muni-cipios inmediatos por el bajo precio del sueldo. A finales de los cincuenta, concretamente en 1958, el número de empresas en Barcelona ascendía a 10.111, aunque eran medianas o pequeñas y el número de trabajadores ascendía a 129.423.

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 104)

La construcción Era el tercer sector industrial en cuanto a valor de produc-

ción. La Reseña Estadística de la provincia de Barcelona del año 1957 calculaba que en 1955 había en Barcelona y alrededores inmediatos 18.613 trabajadores y según los cómputos del sindi-cato de la construcción en 1957 existían 57.907 albañiles en la provincia de Barcelona.

Pero estas cifras son divergentes y poco fiables. Lo mismo ocurre con el número de empresas. Según la Re-

seña Estadística de la Provincia de Barcelona en 1950 había 249 empresas en la provincia de Barcelona y el 70 por ciento tenía menos de cinco albañiles y peones de albañil

Número de trabajadores en la ciudad Barcelona en el sector tex-

til, metal y construcción

Año Textil Metal construcción

1950 84.441 56.890 31.625

1953 83.571 55.476 31.662

1954 83.994 58.315 31.792

1955 85.673 66.189 35.605

Page 36: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

36

Año Textil Metal construcción

1956 87.862 65.059 39.086

1957 91.135 65.716 44.931

1958 93.888 78.742 46.746

1959 96.417 82.283 48.943

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 107)

En 1958 la industria siderúrgica y metalúrgica era la más significativa progresando mucho la industria química. La indus-tria textil, aunque seguía siendo considerable empieza a mermar; también era notable el sector de la construcción que aumenta res-pecto a 1954

Población ocupada en la industria y construcción en Barcelona

en el año 1950

Ramos

Industrias fabriles 490.252

Construcción 77.347

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 89)

Población activa en Barcelona por sectores

Sectores 1955 1957 1960

Industria 482.100 532.593 548.006

Construcción 72.922 79.573 83.134

Servicios 422.312 442.114 456.227

(Fuente: Antoni Lardín Oliver, 2004: 90)

A través de estos datos se advierte que el sector industrial era el que tenía más trabajadores, seguida del sector servicios.

Page 37: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

37

La industria textil Era el sector básico de la economía catalana y en ella predo-

minaba la pequeña y mediana empresa. Se ubicaba en Barcelona y municipios más cercanos.

El sector textil era la que más fábricas tenía y la que ocupaba a más trabajadores, pero en los años cincuenta perdió la impor-tancia que tenía antriormente en cuanto a la ocupación industrial se refiere como a continuación se puede ver:

Número de trabajadores del textil en Barcelona y provincia du-

rante los años 1952 y 1958

1952 1958

201.247 167.075

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004:96)

A partir de la de los años cincuenta hubo un descenso del nú-mero de obreros. En 1958 sólo daba trabajo al 26 por ciento de los trabajadores del mencionado sector. Pero con todo y con ello, en la provincia de Barcelona, se concentraba el 90 por ciento de las fábricas textiles.

En este sector se distinguían diversos ramos como el algodón, la lana, la seda, el lino y las fibras artificiales.

La industria del algodón se ubicaba en la provincia de Barcelona

Número de trabajadores en el ramo del algodón en Barcelona

1957 100.635

1958 92.203

1959 97.203

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 99)

Como se observa, el número de obreros descendió significati-vamente, aunque al final del decenio aumentó ligeramente

Page 38: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

38

El segundo ramo en importancia era el de la lana y se ubicaba en Sabadell y Tarrasa; aunque también había fábricas en la ciudad de Barcelona.

Número de fábricas del ramo de la lana en Barcelona durante los

años 1952 y 1958

1952 602

1958 1.132

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 100)

El número de fábricas de este ramo aumentó a lo largo de los años cincuenta, pero disminuyó el número de trabajadores de-bido a la envergadura que iban teniendo otras industrias como la metalurgia.

Número de trabajadores en el ramo de la lana en Barcelona

1957 31.690

1958 29.853

1959 29.762

(Fuente: Antonio Lardín i Oliver, 2004: 101)

La industria metalúrgica Estas empresas se ubicaban en la ciudad de Barcelona, aunque

también se localizaban, en menor cuantía, en los municipios más cercanos de esta ciudad. En el sector metalúrgico predominaba la mediana y pequeña industria. En el año 1958 existían 10.110 fábricas y el número de trabajadores se elevaba a 129.423.

Page 39: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

39

Número de trabajadores de la ciudad de Barcelona en el textil, la

metalurgia y la construcción

Año textil metalurgia construcción

1950 84.441 56.890 31.625

1953 83.571 55.476 31.662

1954 83.994 58.315 31.792

1955 85.673 66.189 35.605

1956 87.862 65.059 39.165

1957 91.135 75.716 44.931

1958 93.888 78.742 46.746

1959 96.417 83.283 48.943

(Fuente: Antoni Lardín i Oliver, 2004: 107)

Se advierte que a lo largo del decenio se incrementa lígera-mente la metalurgia y la construcción, especialmente a partir de 1957, mientras que el acrecentamiento del textil es más lento en la primera década de los cincuenta con un ligero aumento a fina-les de los años estudiados.

Parecer del PSUC sobre la industria Según este partido político entre1950 y 1952 la economía

catalana se caracterizó por la militarización de la industria, dedi-cándose los recursos financieros de energía, de materia primas, de divisas a la industria de guerra que había de llevar a un violento contraste con la industria ligera y particularmente con la textil predominante en Cataluña, paralizada en su desarrollo por la re-ducción constante de las posibilidades del mercado interior, por la represión del mercado exterior y por el envejecimiento de su maquinaria.

“[…] Para los industriales y comerciantes catalanes la situa-ción resultó más catastrófica puesto, que durante los años del franquismo, desaparecieron poderosas empresas.

Page 40: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

40

Los grupos monopolistas [ -] productores de fibras artificiales [-] gozando de irritantes privilegios desde su utilización para la industria de guerra, que produciendo artículos menos finos, pero más baratos, han acaparado una parte importante del mercado, reduciendo los artículos de algodón”3.

Para los años 1954-1955 el susodicho partido opinó “[…] que el estado de enorme inquietud entre los sectores de la burgue-sía, y muy especialmente entre la burguesía catalana [,] se explica porque una de las consecuencias más alarmantes para ellos del constante descenso del consumo nacional y la pérdida de merca-dos exteriores es el cierre continuado de fábricas en la industria ligera dedicada fundamentalmente a la producción de artículos de uso y consumo de la población civil. Como hechos demostra-tivos quiero citar datos proporcionados por el Consejo Superior de Industria. Según esos datos -durante el año 1954-, y solamen-te en Cataluña, desaparecieron 3.895 empresas industriales. De ellas una gran mayoría eran empresas textiles, pues la producción textil representa, aproximadamente, la mitad de toda la renta in-dustrial catalana.

Por otro lado, el régimen fomenta la llamada productividad y las empresas monopolistas y los grandes fabricantes no han cesa-do de intentar introducir métodos de trabajo para incrementar la explotación. Ya no les basta el trabajo a destajo y quieren imponer el llamado trabajo a control acompañado del sistema de salario diferencial [,] y también otro que consiste en dividir el salario en dos partes: una constante y otra variable. Estos métodos de sobreexplotación están encaminados a obligar a los obreros a in-tensificar la productividad, tan acariciada por los explotadores capitalistas [,] por los jugosos beneficios que les proporciona el estrujar al máximo las energías físicas y nerviosas de los obre-ros. Con la aplicación de estos métodos de sobreexplotación los monopolios apoyados por los jerarcas falangistas quieren obtener

(3) Arxiu Nacional de Catalunya (en adelante ANC), Fons psuc (230) (Unitat de Catalogació (en adelante UC) 97

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41

una mayor productividad con un salario inferior y obligar a los obreros a trabajar las agotadoras jornadas de 12 y 14 horas sin tener que pagar las horas extraordinarias”4

Este partido rechazó el Plan de Estabilización puesto en mar-cha por el gobiero franquista en 1959. Sobre este asunto dice que lo siguiente:

“El Pla dit d’estabilització i l’entrada d’Espanya a la OECE són un remei, segons el règim, que va guarir tots els mals, que va a produir canvis […]

No es pot esperar altra cosa d’un règim [doncs] la política econòmica del qual supedita els grups monopolístics [i] ha con-duit l’economia nacional a la bancarrota.

La crisi cíclica de super-porducció que va començar a fer-se sentir a l’esfera del comerç i en les indùstries productores d’articles d’ús i consum, colpejant durament la indùstria textil, la del calçat, la de la pell, de la confecció, mobles, artícles domèstics, arts gràfiques, etc., s’ha estés a la metal·lurgia, indùstria química, de la construcció, de la fusta, etc., i ha afectat també les indústries de base com la minera, siderúrgia i electricitat, així com el tràfic de mercaderies.

[…] El comerç exterior atravessa una crisi crònica. Si fa un any es cobria amb les exportacions un 65 per cent de les exporta-cions, ara solament s’arriba a pagar un 49 per cent.

[…] El capital monopolista ha fet descarregar les conseqüèn-cies més dures de la crisi sobre les espatlles de la classe obrera, les capes laborioses i la burguesia no monopolista.

Una gran part de la classe obrera es troba amb la supressió de les hores extraordinàries – les millors pagades- que es veia obligada a treballar per poder subsistir. Nombroses fàbriques treballen ac-tualmente tres dies per setmana i comença a fer aparició l’atur total.

Paral·lelament ha pujat el cost de la vida. Dels darrers aug-ments dels salaris i sous del 1956, s’estima que el cost de la vida ha pujat en més de 40 per cent.

(4) ANC, fons: psuc (230), UC, 12

Page 42: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

42

[…] La burguesia no monopolista també paga el seu tribut al capital monopolista. Ha vist reduïda l’activitat dels seus negocis i baixar els seus beneficis mentre se li augmenten les càrreges tri-butarties i s’apuja el cost de la vida.

[…] Catalunya, fonamentalment productora d’articles d’ús i consum, no solamente veu frenat el seu desenrotllament econò-mic, sinó que la producció d’algunes rames Industrials recula al nivell d’anys endarrera.

L’índex que engloba la producció textil en cifres al mercat del 1958 en 145, comparat amb 100 dels anys 1929-1930. En Canvi, el febrer de 1959 s’estima en 115, la qual cosa significa una dis-minució de més de 20 per cent. Les exportacions de manufactures de cotó, que en 1951 ascendien a 35 millons de dòlars, caigueren en 1956 a uns 5 millions i mig.

La crisi de superproducció que s’ha desencadenat a Espanya es desarrotlla en un marc tal en que les condicions de vida de les àmplies masses són de les més baixes d’Europa, raó per la qual les conseqüències seran profundament doloros”5.

Según Sebastián Balfour (1994: 55-56) el plan de estabi-lización fue nefasto para los trabajadores. El respecto dice lo siguiente:

“Este decreto fue la culminación de una campaña llevada a cabo en el seno del gobierno de los llamados “tecnócratas” del opus dei y respaldado por el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-mico, destinada a desprenderse de los últimos vestigios de la autarquía

[…] El plan de estabilización introdujo una serie de rígidas medidas destinadas a extirpar los sectores menos productivos de la economía. Al mismo tiempo, se desmantelaron muchas de las restricciones que habían impedido el libre comercio entre España y el bloque internacional.

[…] El efecto del plan de estabilización sobre la clase obrera

(5) ANC, Fons: psuc (230), uc, 101

Page 43: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

43

fue dramático. Las medidas de austeridad sumergieron a muchas empresas en una crisis inmediata. Algunas se vieron obligadas a cerrar; en otras se redujo la fuerza de trabajo, se eliminaron las horas extra y fueron cercenadas las primas. El salario neto de los obreros, que dependía en gran medida de las horas extra y las pri-mas, cayó en un 50%. Cuando el desempleo creció, el flujo de in-migrantes del campo a la ciudad fue reorientado temporalmente hacia otros países de Europa, cuyas industrias en auge reclamaban mano de obra barata. Muchos obreros de los centros industriales se vieron obligados a emigrar6.

El plan de estabilización inauguró un periodo de desarrollo económico sin precedentes en la historia de la España Contem-poránea. Apuntalada por el turismo, la inversión extranjera y las remesas que enviaron a casa el millón o más de emigrantes que encontraron trabajo en el extranjero. La economía española cre-ció a un ritmo más rápido que la de ningún otro país en Europa Occidental. Pero el coste humano de una expansión tan rápida sería elevado”.

(6)Entre 1958 y 1960 emigraron a Europa unos 150.000 españoles. Y durante 1950 y 1960 se expatriaron 916.545 españoles

Page 44: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra
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45

IV. SALARIOS

Los salarios de los años cincuenta se caracterizaron por incre-mentos sensiblemente menores que los experimentados por los precios de consumo.

Según Jordi Maluquer de Motes (1986: 972) los salarios industriales, en la década de 1951-1960, aumentaron de forma rápida en términos reales hasta representar, bien que sólo en la segunda mitad del periodo, los niveles de preguerra. Todavía ha-brían flexionado a la baja, con todo, en los años 1958 y 1959. Sólo a partir de 1960 se superarían ya definitivamente los márge-nes salariales alcanzados antes de la guerra.

Por otra parte, los salarios no podían aumentar más que la cantidad establecida por el gobierno; pero como eran insuficien-tes, los aumentos venían por conceptos complementarios. Se creó el plus familiar y el plus de carestía de la vida.

Para abordar este capítulo he tenido en cuenta los salarios de las industrias que tenían mayor presencia en Cataluña, esto es, la textil, la metalurgia, la química y la construcción.

Para la industria textil, aparecida en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona durante los años 1954 y 1956, sólo me baso en los sueldos de los obreros y utilizo una categoría de sín-tesis: solamente menciono las categorías que tienen unas caracte-rísticas muy similares en sueldos y las comparo con las categorías que menos cobraban.

Salarios en la industria textil en 1951 y 1952 (en pesetas)

Máximo * Mínimo **

1951 1952 1951 1952

Hombres 17,54 17,34 13,75 13,75

Mujeres 11,46 11,46 8,05 8,05

Aprendices 9,16 9,16 5,76 5,76

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46

*Media nacional de las clases de oficial o similar. En aprendices, final del apren-

dizaje

** Media nacional de la categoría de peón o similar. En aprendices, principio

del aprendizaje

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1955)

Salarios en la industria textil en Barcelona en el año 1954

Industria textil dedicada a la fabricación de intería, trencilería

y pasamanería

Intería

Obreros pesetas diariasTejedor de seda 19,20Tejedora de seda 14,40

Preparadora 10,10

Trencillería y pasamanería

Obreros pesetas diarias

Maestro cordonero 20,40Maestra cordonera 16,80

Pasamanera o cordonera de mesa 10,40

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, 22 de enero de 1954,

número 19)

Sector lanero de la industria textil

En la sección de sorteo

Sorteador 17,95

Sorteadora 11,40

Peón 14,40

Page 47: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

47

En la sección de peinajeLimpiador y esmerilador 15,90

Oficial de guills 15,90

Oficiala de guills 10,40

Peón 14,40

(Fuente: Boletín oficial de la Provincia, 1 de febrero de 1954, número 27)

Sector de Punto de la Industria textil

En las secciones de bobinar y tejer, confección y acabado y aprestoCotton galga 30/33 18

Cotton galga 54/57 30

Standard, tricotosas, circulares y todas las no comprendidas en

otras anteriores

Aspeadora 10,80

Tejer

Tejedor liso 15,60

Tejedora liso 12,60

Confección, acabados y aprestosCortador 15,60

Cortadora grueso 12,25

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona11 de mayo de 1954, nº 112)

Sector de algodón de la Industria textil

En la sección de HilaturaBatanero 15,90

Hilador de selfactina 16,60

Peón 14,40

Page 48: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

48

En la sección de tejidos

Bobinadora 10,05

Encolador 22,80

Anudadora a máquina 11,05

En Ramo de Agua

Oficial de primera clase 18

Peón 16,20

Revisora y empaquetadora 10,05

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia, 2 de enero de 1954, número 28)

El mencionado Boletín del año1954 dice lo siguiente sobre las retribuciones. Artículo.2) los aumentos retributivos no serán ab-sorbibles ni compensables por ninguna clase de mejoras económi-cas establecidas voluntariamente por las empresas. Artículo 3) el plus familiar queda constituido por el 15% de la nómina. Artículo 4) quedan subsistentes los pluses de carestía de la vida. Artículo 5) se establece la obligatoriedad, por parte de los trabajadores, de cotizar en Montepío de Previsión Laboral el correspondiente al 1,50% de sus remuneraciones.

Salarios en la industria textil en en año 1956

Confección, vestido y tocado

Confección de ropa interior de señora, caballero y niño

Vistera 36,50

Lencería artística y corriente para señora y niño

Cortadora de primera 41,50

Corsetería

Oficial cortador de primera 55,75

Oficial cortador de segunda 48

Oficialacortadora 41,50

Page 49: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

49

Confección de prendas exteriores de señora, caballero y niño

Oficial de sastrería 51,25

Oficiala de sastería de primera 39,25

Materiales a la medida y en serie

Oficial de modista 48Oficiala de modista de primera 39,25Confecciones industrialesOficial de primera 44,75

Cortadora de primera 41,50

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, 14 diciembre de1956,

número 299)

Sector Fibras diversas de la industria textil

Sección de hilatura

Maestro 41

Peón 36

Sección de tejidos

Encolador 55

Urdidor 36

Sección de torcidos

Maestra 44

Encajadora 27,50

Peón 36

Sección de tejidos

Encolador 54,50

Page 50: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

50

Oficial de encolado 41

Peón 36

(Fuente: Boletín Oficial de la provincia de Barcelona. Año 1956)

El mencionado Boletín del año 1956 dice lo siguiente respec-to a los sueldos de la industria textil. Artículo 4) las empresas mo-dificarán sus tarifas de destajo, primas, tareas o cualquier estímulo a la producción de modo que, para igual rendimiento de trabajo, los ingresos del obrero aumenten en la misma proporción que los jornales correspondientes a su categoría profesional. Artículo 5) las dietas se elevan a 40 pesetas para los operarios y subalternos. Artículo 6) se fija el porcentaje de los pluses familiares en el 15% de la nómina.

Parecer del PSUC sobre la industria textil Según este partido político en Barcelona durante el año 1955

los presidentes de las Juntas Económicas y Sociales de los sindi-catos de la provincia presentaron a Girón, entre otras reivindica-ciones, las concernientes a los salarios y la reforma de las regla-mentaciones.

Los enlaces sindicales y vocales obreros de los jurados de em-presa de cinco grandes fábricas, que representaban más de 8.000 obreros, acordaron por unanimidad exigir un salario mínimo vital y móvil de 550 pesetas semanales, por la jornada de 8 horas para la categoría de peón. Por otra parte, las secciones sociales del sin-dicato textil, en una reunión conjunta de los ramos de lana, seda y

Algodón, aprobaron una moción pidiendo que se fijara el sala-rio mínimo vital en 70 pesetas diarias.7

(7) ANC, fons: psuc (230), uc 12

Page 51: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

51

Salarios en la industria metalúgica durante los años 1951 y 1952

Máximo Mínimo

1951 1952 1951 1952

Hombres 18,78 18,78 12,60 12,60

Aprendices 10,62 10,62 6,17 6,17

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Añó 1955)

Salarios en la industria metalúrgica en Barcelona en el año 1954 y 1956

Personal obrero pesetas diarias

Litogafo y barnizado

Jefe de sección en taller 32,20

Mercados (varones) 19,35

Mercados (mujeres) 15,45

Dibujante-copista de segunda 28,30

Dibujante-copista de tercera 24,30

Taller mecánico

Ajustador de primera 25,30

Ajustador de segunda 22,75

Ajustador de tercera 20,15

Peones 16,10

(Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona. 9 bde febrero de 1954, número 34)

Industria siderometalúrgica en Barcelona en 1956

Personal obrero pesetas diarias

Peones ordinarios 36

Especialistas de primera 39,25

Page 52: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

52

Especialistas de segunda 37

Mozo especializado de almacén 39,25

Oficial de primera 47,50

Oficial de segunda 44

Oficial de tercera 40,25

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, 14 de noviembre de

1956, número 273)

El susodicho Boletín dice lo siguiente respecto a la industria

siderometalúrgica. Artículo 3) el plus familiar queda constituido por el 20% de la nómina y el Artículo 4) queda subsistente el plus de carestía de la vida

Industrias químicas en Barcelona en 1956

Profesionales de oficio pesetas diarias

Oficial de primera 47,50

Oficial de segunda 44,25

Oficial de tercera 42,75

Ayudantes especialistas 41

Peones ayudantes de fabricación 37,75

Peones 36

(Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona, 10 de diciembre de 1956,

número 295)

El Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona dice lo siguiente respecto a las industrias químicas. Artículo3) las empresas modifi-carán sus tarifas de destajos, primas, tareas o cualquier otra forma de estímulo a la producción. Artículo 4) se fija el plus familiar en el 25% de la nómina. Artículo 6) los pluses serán en lo sucesivo de la cuantía siguiente: a) toxicidad 3 pesetas diarias, peligrosidad 10%

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53

de la retribución, c) polvo 3 pesetas diarias, d) máquinas 4 pesetas diarias, e) distancia 0,20 pesetas por kilómetro.

También se fija el porcentaje de plus familiar en el 25% de la nómina.

Salarios en la construcción en el año 1950 en Barcelona

Albañiles (oficiales y peones) pesetas

Cargas sociales sobre días trabajados

1) seguro de accidentes 12,60%

2) subsidio vejez 3%

3) subsidio familiar 4,00%

4) cuota sindical 1,50%

5) seguro enfermedad 6,00%

6) plus cargas familiares 10,00%

7) indemnización por despido y defunción 3,00%

8) montepío 5,50%

9) pérdidas por lluvia 2,50%

10) fiestas no recuperables 4,40%

11) vacaciones retribuidas retribuídas 3,65%

12) gratificación Navidad 3,60%

13) gratificación 18 de julio 3,65%

14) licencias voluntarias retribuídas 2,20%

Total 65,68%

(Fuente: Arxiu Històric de la Cambra Oficial, Industria i Navegación (en adelan-

te AHCCB), num. de caja 1707, núm. Expediente 21)

Salario máximo * Salario mínimo** en 1951

Hombres 18,53 12,90

Aprendices 10,65 6,79

Page 54: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

54

*) Media nacional de las clases de oficial o similar. En aprendices, final del

aprendizaje

**) Media nacional de la categoría de peón o similar. En aprendices, principio

del aprendizaje

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1955)

Salarios en la construcción en Barcelona en el año 1953

Jornales de albañil 1.ª pesetas

Jornal base 19

Parte domingo 3,17

3 Premios antigüedad (7,5% s/ 22,171) 1,66

1 bienio 5% s/22,17 1,10

24,93

25% suplemento vida cara reglamentario 6,23

Aumento 25% jornal base 5,54 36,70 ptas.

74,20% cargas sobre 36,70 27,23

Desgaste herramientas comprendidas

Indemnización albañil 6% s/36,70 2,20

Gastos administración 10% s/66,13 6,61

Total 72,74

Jornal de peón

Jornal base

Parte domingo 2

3 premios a la antigüedad /7,5% s/ 14) 1,05

1 bienio 5% s/ 14 0,70

15,75

25% suplemento vida cara reglamentario 3,93

Page 55: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

55

Aumento 25% s/ jornal base 3,50 23,18

Cargas 74,20% s 23,18 17,19

Desgaste herramientas 5% s/ 23,18 1,10

Gastos administración 10% s/ 41,52 4,15

Total 45,67

(Fuente: AHCCB, núm. Caja 1707, núm. Expediente 30)

Salarios en la construcción de Barcelona en el año 1954

Jornal de albañil 1.ª pesetas

Jornal base 26,20

Parte domingo 4,36

3 premios antigüedad (7,5% s/ 30,56) base + domingo 2,29

Bienios 5% cada uno 10% s/30,56) base + domingo 3,05

25% suplemento vida cara reglamentario 8,47

Total 44,87

Jornal peón

Jornal base 16,50

Parte domingo 2,75

3 premios antiguos 7,5 s 19,25 1,44

2 bienios 5% cada uno (10% sobre pesetas) 1,92

________

22,61

25% suplemento vida cara reglamentario 5,65

_________________

28,61

Page 56: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

56

Cargas sociales

96,34% s/ pesetas 22,61 21,78

73,74% s/ pesetas 5,65 4,17

_________________

55,21

(Fuente: AHCCB), núm. Caja 1707, núm. Expediente 35)

Salarios en la construcción en Barcelona en el año 1958

Jornal albañil 1.ª pesetas

Jornal base 50,75

Parte domingo 8,45

2 premios de antigüedad 7,5%

2 bienios 10%

1 quinquenio 10%

Total 27,5% s/ 59,20 16,28

Total 75,49

85,97 cargas s/ 75,49 64,89

Desgaste y reposición herramientas comprendida

gratificación oficial 6% s/ 75,49 4,52

Total 144,91

Gastos generales y de administración 7,24

Beneficio industrial

10% s/ 152,16 15,21

167,37

Beneficios obreros

6% s/ 75,40 4,52

171.90

Page 57: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

57

Contribución industrial

5% s/ 171,90 8,59

180,50 iguales a 22,56 pesetas hora

8

Jornal peón pesetas

Jornal base 36

Parte domingo 6

3 premios antigüedad 7,5%

2 bienios 10%

1 quinquenio 10%

Total 27,5 s/. 42 11,55 53,55

85% cargas s./ 53,55 46,03

Desgaste y reposición herramientas

5% s./ 53,55 2,67

102,26

(Fuente: AHCCB, núm. caja 1708, núm. Expediente 22)

Salarios en la industria textil en Barcelona en los años 1958 y

1959

Algodón salario base íntegra por hora trabajada

Oficial 1ª 5,44 5,46

Fibras de algodón

Embalador 4,72 4,72

Fibras artificiales

Especialista 5,50 5,50

Fibras diversas

Hilador 5,06 5,06

Page 58: movimiento obrero en Barcelona 1950-1960. - Joaquín Beltrán Dengra

58

Fieltros y sombreros

Oficial 1ª 6,34 6,34

Géneros de punto

Tejedor máquina cotton 5,72 5,72

Tejedor de fino y liso 4,97 4,97

Hilos comerciales

Encarretadora máquina 3,75 3,75

Lana

Contramaestre urdidores 7,86 7,86

Oficial de cardas 4,91 4,91

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1960)

Salarios en la industria metalúrgica en 1958 y 1959 por hora

trabajada

1958 1959

Reportista de 2ª 6,09 6,09

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1960)

Salarios en la industria química en 1958 y 1959 por hora tra-

bajada

1958 1959

Auxiliar laboratorio 5,98 5,98

Oficial de 1ª 5,97 5,97

Ayudante especialista 5,13 5,13

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1960)

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Finalidad de los Convenios Colectivos de 1958 Según Ángel Serrano y José Malo de Molina (1987: 281-

284) en el contexto del modelo de crecimiento de la economía española la renovación tecnológica y la organización de la fuerza de trabajo eran aspectos fundamentales en orden a impulsar los niveles de productividad en un proceso de acumulación bien dis-tinto al existente en las etapas anteriores. De esta forma, progreso técnico, cambios en la estructura de la fuerza de trabajo, sistemas de organización científica del trabajo, sistemas de remuneración incentivadores al rendimiento, e incremento de la productividad son variables que aparecen interrelacionadas.

Esto es lo que se propuso a través de la contratación colectiva establecida a partir de 1958. La Ley de Convenios Colectivos (una de las primeras normas del vasto proceso de remodelación del mar-co institucional) que, iniciado a partir de 1957, pretendía conseguir un triple objetivo: la apertura de la economía española hacia el ex-terior, la racionalización y liberalización de la producción interior.

A este aspecto, la propia exposición de la Ley de Convenios Colectivos de 1958 se planteaba la modificación de las condi-ciones de trabajo y su mayor rendimiento para la elevación de la productividad. Casi todas las materias incluidas como objeto de convenio tendían a establecer métodos de racionalización de la fuerza de trabajo o a incrementar la productividad y controlar el rendimiento o a introducir los nuevos sistemas y técnicas para conseguir ese propósito. La contraprestación y el incentivo vino por el lado de la articulación de un complejo sistema de instru-mentos y complementos salariales y extrasalariales para incenti-var la fuerza de trabajo. Entre ellos hay que destacar la introduc-ción de distintos modos de remuneración por rendimiento, las primas e incentivos de todo tipo, los pluses, las gratificaciones, etc. Estos incentivos adquirieron su auténtica virtualidad en el marco de las transformaciones de las relaciones técnicas y sociales de producción que exigían la implantación de los cronometrajes, la valoración y definición de puestos de trabajo, los controles de calidad, los niveles mínimos de rendimiento, etc.

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V. EL NIVEL DE VIDA EN BARCELONA En el año 1951 se inició una mejora económica que tenía una

vertiente internacional e interior. El racionamiento fue suprimido en 1952. No obstante, pasarán muchos años para que se recupe-raran los niveles de vida del periodo republicano8. El nivel de vida de las clases populares barcelonesas en la década de los cincuenta continuaba siendo exiguo.

Según el PSUC, el índice de precios al por mayor pasó de 881,8 en 1953 a 912 en agosto de 1954 y a 937,3 en diciembre del mismo año9.

En el año 1955 apareció un artículo en “Cuadernos de In-formación Económica y sociológica” que estaba firmado por A. Bosch Aymerich bajo el título de “un cálculo de salario mínimo vital”. Según este autor, para mantener diariamente una familia de cuatro miembros eran necesarios los productos y cantidades siguientes:

Productos cantidad diaria

Garbanzos, Arroz, Judías 600 gramos

Patatas 1.600 gramos

Pan 1.600 gramos

Aceite 1/8 litros

Arengue 4 unidades

(8)Hasta el estallido de la guerra la mayor parte de las familias comían potaje y carne de olla y un entrante a base de carne, huevos y pescado. Era prácticamente una tradición comer arroz y otro día macarrones con butifarra. Las cenas se hacían a base de verdura y carne o pez. Cuando acabó la guerra civil pasaron muchos años antes de recobrar estas tradi-ciones. (Carme Molinero y Pere Ysàs, 1985:179)(9) ANC, fons: psuc (230), uc, 03

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Bacalao o Sardinas 150/333 gramos

Vino ¾ litros

Huevos 1 huevo

Es decir, una dieta en la cual no aparecen ni la carne, ni la leche, etc.; se ha de tener en cuenta que era el año 1955, cuando el racionamiento, el mercado negro y el hambre habían desapare-cido. Con todo, el dinero reservado a la alimentación era un 70 por 100 del presupuesto familiar; se puede concluir que el resto de los gastos eran imprescindibles. (Carme Molinero y Pere Ysàs, 1985: 190-191).

Según el PSUC, en julio de 1955 “El Boletín de Estadística franquista” –que en opinión de este partido dista mucho de re-flejar la verdadera elevación del costo de la vida– dijo que desde mayo de 1954 hasta el mismo mes del año 1955 los precios de los artículos alimenticios aumentaron un 14,2 por 100 y los gastos de casa tan solo un 12 por 100.

La mencionada agrupación continuó manifestando que en el mes de febrero de 1955 el periódico Ya se hizo eco del incremento de la carestía de la vida y que reveló que la dieta del español era insuficiente en verduras y frutas; pero sobre todo en carne y le-che. El susodicho diario siguió declarando que en ese año la carne de cerdo aumentó un 109 por 100, la de cordero un 110 por 100, la merluza un 120 por 100 y las legumbres un 132 por 10010.

Precios de los alimentos en Barcelona en el año 1954

Carnes: promedio al detall, por kilos pesetas

Vacuno extra 47,30

Clase 1ª 33,70

Clase 2ª 33,10

Clase 3ª 16

(10) ANC, fons: psuc (230), uc, 12

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Cerdo

Carne magra 38,30

Costilla descarnada 13

Tocino graso 15

Volatería y caza: precios al mayor, por kilos

Pollo 40

Huevos: precios medios al mayor, por docena

en el mes de diciembre 29,50

Ajos tiernos: precio por cien manojos 225,86

Cebollas tiernas: precios por cien manojos 164,75

Perejil: precios por cien manojos 87,69

Frutas: precios medios al detall, por kilo

Limones 6,33Manzanas 4,85Naranja común 4,54

Melones 4,39

Verduras y Hortalizas: precios al detall

Acelgas 1,43

Boniatos 1,97

Patatas 1,70

Tomates 3,10

Lechuga 0,95

Llitros de leche en Barcelona en los años 1953 y 1954

Año 1953 cantidades en litros

22.791,800 21.895,800

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Diferencias

En más en menos

1954

_ 896,240

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1954)

Índice del coste de la vida

Promedio mensual –Base julio 1936: 100

Año alimentación vestido vivienda Gtos. de casa Gtos gles.

1950 732,6 727,4 180 490,4 379,3

1951 797,4 795,3 180 522,4 409,9

1952 765,8 805,5 180 538,4 413,3

1953 744,5 835,3 200 574,1 417,1

1954 742,0 857,2 204 601,5 423,5

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1954)

Precios de los alimentos en Barcelona en el año 1957

Carnes: precios medios al detall, por kilos pesetas

Clase extra y 1ª 44,88

Clase 2ª 36

Clase 3ª 21,41

Cerdo

Carne magra 56

Costilla descarnada 13

Tocino magro 30

Colatería y caza: precios al mayor, por kilos en vivo

Pollo 51,92

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Huevos: precios medios al mayor, por docena 25,60

Leche

Año 1956 Año 1957

23.126,807 20.657,679

Diferencias

En más En menos

2.469,128

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1957)

Índice del coste de la vida

Promedios anuales-Base: julio 1936: 100

Año Alimentación Vestido Vivienda Gtos. casa Gtos.gles.

1955 781,7 883,5 204 636,2 454,3

1956 832,8 911,1 204 652,3 460,7

1957 931,8 953,3 216 700,5 515,6

(Fuente: Institut d’Estadística de Catalunya. Año 1957)

Distribución del gasto mensual por familia en el año1958 en

Barcelona

Base julio 1936: 100

Pesetas Importe por 100

Alimentación 2.777’04 55’49

Vestido 631’16 12’61

Gtos. de casa, incl. vivienda 456’60 11’97

Gastos generales 680’05 17’82

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1959)

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Distribución del gasto mensual por familia en el año 1959 en

Barcelona

Base: julio 1936: 100

Alimentación vestido vivienda Gtos. de casa Gtos gles.

1.163,0 1.080,6 247 818,2 646,1

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1959)

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VI. ECONOMÍA

A partir de los años 50 la industrialización de la economía española recibió un fuerte impulso. La tasa media de crecimiento acumulativo del producto industrial entre 1950 y 1958 estuvo en torno al 8 por ciento, es decir, fue casi cuatro veces superior a la registrada en la primera década de posguerra y muy semejante a las tasas de otros países del sur de Europa, como Italia y Grecia. Aunque el intenso ritmo de aumento de la producción respon-día en gran parte al bajo nivel de partida y al atraso acumulado, lo cierto es que España se situó en estos años entre las naciones europeas con un mayor crecimiento industrial. Albert Carreras (1990: 162-163) ha diferenciado dos ciclos en el periodo: el que va de 1949 a 1953, cuado se recuperaron los niveles de actividad ya alcanzados antes de la guerra civil, y el resto de la década, en el que se consolidó la expansión de la capacidad productiva de la industria. Las medidas estabilizadoras de 1959 paralizaron tem-poralmente el crecimiento y originaron una caída importante de la producción en sectores como la metalurgia de transformación, las industrias mecánicas y eléctricas, el textil y la fabricación de materiales de construcción (González, 1979: 240-253), pero sen-taron las bases para un nuevo ciclo expansivo a partir de 1961.

El aumento de la producción fue acompañado de importantes cambios en la estructura económica del país. La industria amplió en casi 10 puntos su aportación al PIB, superando la participación del sector primario y librándose del tradicional sostenimiento a sus fluctuaciones. Se produjo un fuerte trasvase de población acti-va desde la agricultura hacia la industria y los servicios, que incre-mentó la productividad.

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Evolución de la estructura del PIB y de la población activa por

sectores productivos, 1949-1960 (porcentajes)

Años S. primario S. secundario S. terciario

1940 32’6 50’5 23’26

1950 30’69 47’6 26’91

1960 23’34 36’6 35’95

% PIB % p. activa % PIB % p.activa %PIB % p. activa

22’2 43’96 27’3

26’5 42’41 25’9

30’2 47’71 33’2

(Fuente Carreras (1989: 79)

Fueron las ramas productoras de bienes intermedios y de capital las que conocieron una mayor expansión. Según el índice de la producción industrial de posguerra la industria química como la transformación de metales creció por encima del 10 por ciento anual entre 1950 y 1958, y también la producción de energía tuvo un comportamiento dinámico. El crecimiento de las industrias de bienes de consumo fue inferior a la media (se ajustó a una tasa anual del 6’9 por ciento, frente al 7’9 por ciento de media del conjunto de la industria), aunque los secto-res con una mayor elasticidad de renta, como los del calzado y vestido o papel y productos de papel disfrutaron en la segunda mitad de la década de un aumento notable de su producción (Sanchís, 1997: 151-162).

La expansión de la industria se realizó en un marco de for-tísima protección frente a la competencia exterior y tuvo una de sus bases fundamentales en la sustitución de importaciones, que se intensificó en los 50, sobre todo por lo que se refiere a los bienes de equipo. Todavía en 1959 las mercancías importadas llegaban al mercado interior con un incremento medio en sus precios del

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150 por ciento (Myro, 1993: 300). De acuerdo con los cálculos de Donges (1976: 150-157), entre 1951 y 1958 aumentó la par-ticipación de los productos nacionales en el total de bienes indus-triales adquiridos en el país, en una proporción muy superior a su incremento en la década anterior, tanto en los bienes de consumo como entre los de capital, aunque fue en estos últimos donde la sustitución de importaciones contribuyó en mayor medida al au-mento de la producción.

Por otro lado, el crecimiento industrial fue posible gracias a una mayor afluencia de capitales privados hacia el sector secun-dario. En opinión de Manuel Jesús González (1979: 115-127) la incapacidad de la producción interna para satisfacer la demanda y las dificultades para la importación habrían impulsado una ten-dencia a la rápida elevación de los precios en los bienes indus-triales que la Administración franquista habría controlado mucho menos que en el caso de los productos agrícolas. Dada la elastici-dad de la demanda para la producción industrial en esta época, la subida de los precios se habría reflejado en un sustancial aumento de los ingresos y, por lo tanto, habría atraído la inversión hacia el sector. Sanchís (1997) atribuye este comportamiento a las ganan-cias de la productividad en el sector industrial, que generaron una disminución de sus precios en comparación con los del resto de sectores y alimentaron así el propio desarrollo de la industria, a la vez que transmitían sus efectos positivos al conjunto de la eco-nomía. En consecuencia, la evolución de los precios relativos de la industria respecto a la agricultura no ayudó a atraer inversiones hacia el sector secundario ni constituyó ningún incentivo para la expansión industrial de los años 50; al contrario, el atraso de la agricultura continuó siendo un freno importante para la indus-trialización, ya que los altos precios de los alimentos mermaron la capacidad de consumo de bienes industriales de la población española y contribuyeron a elevar el coste del trabajo.

Uno de los factores decisivos para explicar el crecimiento industrial es el hecho que, en el transcurso de los años 50, se fue

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consolidando la posición del régimen de Franco en el exterior. Si a ello se suman la buena coyuntura económica internacional, los cambios progresivos en la política económica española y la superación de algunos de los estrangulamientos más graves parece evidente que se produjo una mejora sustancial de las expectati-vas empresariales. Los altos beneficios empresariales y las buenas perspectivas de mantenerlos en el futuro actuaron como podero-sos estímulos para la inversión privada. La participación de ésta en el Gasto Nacional Bruto, según la serie elaborada por Albert Carreras (1990: 188-191), mantuvo un crecimiento sostenido y se multiplicó por más de dos entre 1950 y 1959, rebasando en 1952 el porcentaje máximo conseguido antes de la guerra civil. El fenómeno se puede observar igualmente a través de la evolución del capital registrado que avanzó con lentitud y retrocesos en los años 50, los recursos de las sociedades ya establecidas se amplia-ron de forma extraordinaria (el nivel de preguerra se superó a partir de 1956), a la vez que sectores fundamentales en el proceso de expansión industrial incrementaban su capital en tasas medias superiores al 8 por ciento anual (Tafunell, 1989: 469-470).

Una parte importante del ahorro que se invirtió en la indus-tria, canalizado por las instituciones, procedía del sector agrario. La aportación de éste al desarrollo industrial también fue decisiva en lo que respecta a la oferta de trabajo. El éxodo de la población rural hacia las ciudades, que se intensificaría en los años 60, transfirió ya en la década de 1950 más de un millón de activos desde la agricul-tura hacia la industria y los servicios. Ello permitió a las empresas industriales cubrir su creciente demanda de fuerza de trabajo sin dificultades y colaboró a moderar los salarios en el sector.

Fue también en los años 50 cuando se consolidaron y comen-zaron a fructificar la mayor parte de las inversiones industriales realizadas por el sector público en la década anterior. Así, La in-versión del Instituto Nacional de Industria entre 1951 y 1960, medida en pesetas constantes, fue 7 veces superior a la acumulada hasta 1950. Este flujo de recursos públicos se tradujo en un impor-

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tante impulso para varias actividades industriales que crecieron y que más contribuyeron a mejorar la productividad en el conjunto de la economía española. El INI que a pesar de haber perdido su situación de monopolio en el año 1959 todavía concentraba una cuarta parte de la oferta del sector en España.

Por lo que respecta a la industria de automóviles de turismo, SEAT mantuvo un liderazgo absoluto durante toda la década. En 1960, la producción anual de turismos en el país alcanzaba casi las 40.000 unidades, era, por lo tanto, 40 veces mayor que en 1953, cuando se inició esta producción en serie, y la mencionada empresa proporcionaba más de las tres cuartas partes (Castaño, 1995: 21-29 y Carreras, 1985: 205).

La mayor capacidad de realizar importaciones de la economía española constituyó otra de las claves del crecimiento industrial, al reducir los estrangulamientos que la habían frenado en la dé-cada anterior. El valor de las importaciones respecto a la renta nacional fue creciendo de forma irregular, pero a buen ritmo, en el transcurso de los años 50, hasta situarse por encima del 6’5 por ciento en 1960 (Serrano, 1997: 329). Las importaciones de productos energéticos, materias primas y productos intermedios multiplicaron por 2’5 su valor en pesetas-oro entre 1950 y 1957, mientras que las de bienes de capital con destino a la industria y los transportes prácticamente se cuadriplicaron e incrementaron su participación en el total de importaciones.

Las empresas pudieron disponer, en consecuencia, de mejo-res suministros de combustibles, materiales básicos y maquinaria. Ello fue posible, en primer lugar, gracias a la buena coyuntura internacional. Por otro lado, la recuperación de la producción agraria en el país ofreció igualmente más divisas para insumos industriales, ya que permitió reducir las importaciones.

También la ayuda norteamericana contribuyó a paliar la es-casez de divisas. Las donaciones y créditos norteamericanos per-mitieron financiar más de de un 8 por ciento del total de las im-portaciones en España. A partir de entonces el flujo de recursos

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procedente de Estados Unidos se incrementó de manera sustancial y probablemente llegó a representar al menos una cuarta parte del valor de las importaciones entre 1956 y 1959.

A pesar de que la legislación que restringía las inversiones extranjeras en España, que se mantuvo hasta 1959, las entradas de capital experimentaron un sensible incremento en los años 50. La reconstrucción de las balanzas de pagos de estos años aumentó a partir de 1953 con las entradas de capital privado. El incremento, sin embargo, no fue suficiente para que la inversión extranjera desempeñase un papel destacado en la ampliación de las posibili-dades del sector exterior español.

Los efectos positivos de la iniciativa extranjera sobre el auge de la industria en España no se derivaron tanto por la aportación de capitales como la transferencia de tecnología que se realizó a través de la filiales de compañías norteamericanas y, sobre todo, europeas, que se instalaron entonces o ya estaban establecidas en el país, y a través de los contratos de asistencia tecnológica y otros acuerdos de colaboración de estas compañías con empresas es-pañolas. El crecimiento industrial no se tradujo en un empuje al sistema de investigación científica y técnica, sino que este perma-neció aletargado, dedicado fundamentalmente a la adecuación de la tecnología extranjera a las necesidades del país.

Finalmente, hay que destacar la positiva influencia ejercida por la transformación paulatina de la política económica. Aunque el marco legal que regulaba la actividad industrial permaneció sin apenas cambios hasta los años 60, la desaparición, a principios de los años 50, de los rígidos controles administrativos sobre la producción, la distribución y los precios en muchas ramas indus-triales, junto a la moderación de las prácticas intervencionistas en general y el inicio de una tímida apertura al exterior consiguieron ir eliminando las trabas que frenaban el progreso de la industria. Se pudo aprovechar en mayor medida, por lo tanto, el potencial interno de crecimiento y las oportunidades brindadas por la co-yuntura externa (Molero, 1984: 306-312).

Una de las claves de la debilidad de la exportación española residió en la exportación manufacturera, que apenas aumentó en-

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tre 1951 y 1959. Las ventas al exterior de bienes manufacturados se encontraron limitadas por las deficiencias y altos costes de pro-ducción de una industria a la que el largo periodo de escasez de materiales y energía, rígida intervención estatal y dificultades para la renovación de la maquinaria había dejado un legado de atraso tecnológico, insuficiente capitalización y dimensiones empresa-riales inadecuadas. La extraordinaria protección frente a la com-petencia exterior y los controles administrativos que alteraban el comportamiento del mercado interior impidieron que se sanease esta estructura productiva y se lograsen mejoras sustanciales de la productividad (Donges, 1976: 191). Por ello, las exportaciones españolas mantuvieron una elevada dependencia de materias pri-mas y los alimentos, y su crecimiento se vio impulsado por el fin del bloqueo exterior al régimen de Franco y por la buena coyun-tura internacional, que multiplicó la demanda exterior, pero no por una mejora significativa de su competitividad.

En realidad, la cada vez mayores importaciones que exigía el de-sarrollo industrial eran incompatibles con el modelo de crecimiento hacia dentro del primer franquismo. El valor en pesetas corrientes de las importaciones se incrementó a una tasa anual del 16 por ciento entre 1951 y 1958, mientras que el de las exportaciones sólo lo hizo a una tasa del 9 por ciento (Prados, 1998: 89-90). El saldo negativo de la balanza comercial en el año 1957, la preocupante situación de las cuentas corrientes, junto a la necesidad de controlar la inflación, obligaron a la Dictadura a realizar cambios importantes en la política económica. Estas medidas fueron insuficientes y a mediados de 1959 se llegó a una situación de práctica suspensión de pagos, sin divisas siquiera para las importaciones más esenciales. La difícil coyuntura impuso un programa mucho más radical de reforma económica, el llamado Plan de Estabilización, que sentaba las bases para el esta-blecimiento de una economía de libre mercado con una progresiva integración en los mercados internacionales. Fue el fin del modelo de crecimiento autárquico y, por ello, el principio de una auténtica expansión de la industria española.

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VII. LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN

FRANQUISTA

La Unión General de Trabajadores En la década de los cincuenta la UGT era una organización

más testimonial que real. Ésta conservó la dirección en el exilio y en enero de 1949 y abril de 1951 (durante el III y IV Congreso) se aprobó un pacto entre la comisión especial del PSOE y otras fuer-zas antifranquistas del interior como la Confederación de Fuerzas Democráticas. Pero esa política de alianzas fracasó (Fernando Al-mendros Morcillo et al., 1978:240).

Todos los intentos de reconstruir la UGT en el interior cho-caron con la brutal represión desencadenada contra las organiza-ciones sindicales y políticas clandestinas. Hasta 1953 cinco co-mités nacionales fueron desarticulados por la policía. Al mismo tiempo, comenzaron a producirse discrepancias entre las fuerzas del interior y la dirección de Toulouse sobre las acciones a llevar a cabo y la política de alianzas. Mientras la dirección del exterior abogaba por una política de no colaboración con los comunistas en el interior del país se llevaba a término una cooperación más o menos estrecha con todas las organizaciones que luchaban en la clandestinidad.

La desconexión entre el exilio y el interior fue una constan-te durante los años de la dictadura e imposibilitó una verdadera reorganización de la UGT (Fernando Almendros Morcillo et al., 1978: 125).

Por otra parte, la UGT rechazó todo tipo de entrismo en el sindicato vertical, pues lo consideraban un organismo fascista.

En 1950 la UGT catalana, que gozaba de bastante autonomía respecto a la dirección nacional, fue puesta en manos del Movi-miento Socialista de Cataluña (MSC)11.

(11)Partido político catalán de línea socialista creado en 1945 por antiguos militantes del POUM, la Unión socialista de Cataluña (USC), ERC y la CNT

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En 1953 la UGT tenía 500 militantes en Barcelona y provincia; esa cifra fue la más alta durante toda la dictadura (David Ballester, 2003:193). Pero en febrero de ese año se detuvo una cantidad con-siderable de militantes y condujo ese sindicato a la inactividad.

Según David Ballester (2003: 193) las razones de la debilidad de la UGT fue el inmovilismo de la Ejecutiva Nacional respecto a Cataluña, donde la mayor parte de sus militantes no eran del PSOE, y a la falta de preocupación del problema catalán.

Confederación Nacional del TrabajoLa CNT tuvo una primera escisión que duró dieciséis años:

desde1945 a 1961. De este cisma emergieron dos organizaciones que mantuvieron las mismas siglas: la CNT ortodoxa —eminen-temente revolucionaria y mayoritaria en el exilio, conducida por Federica Montseny y su compañero Germinal Esgleas— que que-ría retornar a los puros principios anarquistas, defendiendo las colectivizaciones y las milicias. Esta fracción deseaba pasar pá-gina a la participación en los gobiernos republicanos durante la guerra civil, cosa que percibía como una causa de las causas de su debilitamiento y apostaba por la acción directa, es decir, por la insurrección, el sabotaje o el atentado para derrocar el franquis-mo. La otra fracción era la posibilista y sindicalista y era la que más poderío tenía en España; persistía en colaborar con el resto de las organizaciones antifranquistas, incluso participando en los gobiernos republicanos en el exilio (Ángel Herrerín, 2009: 2).

Durante los años cincuenta, la fracción ortodoxa del exilio se vio obligada, ante la pérdida de jóvenes militantes, a renunciar a su táctica más querida, aquella que, según sus planteamientos, representaba la única posibilidad de desplazar a Franco del poder: la acción directa. Se quedó aislada del resto de las organizaciones antifascistas (Ángel Herrerín (2004: 168)12.

(12)Esta fracción en el exilio francés contaba con 21.100 afiliados 1950; en 1955 se redujo a 9.729 y en 1958 sólo contaba con 9.080 afiliados

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La fracción posibilista en el exilio, que quería la restauración de-mocrática en España, mantuvo alianzas o formas de pactos con otras fuerzas antifranquistas; pero desapareció en el interior del país tras la caída del decimoquinto comité nacional, que quedó casi en su tota-lidad liquidado a mediados de 1953 (Ángel Herrerín, 2004: 172)13.

En Cataluña la CNT, durante el decenio que va desde 1950 hasta 1960, era inexistente porque los militantes habían renuncia-do a constituir comités y a suspender las circulares y manifiestos porque eso sólo servía para llevar compañeros a la cárcel.

Como se ha dicho, en los años cincuenta la CNT del interior se encontraba completamente desestructurada sin existencia de comités tanto de ámbito regional como nacional; sin embargo, ha-bían militantes cenetistas que seguían desempañando su actividad sindical en la OSE, pero siempre lo hicieron aisladamente, nunca como una estrategia preconcebida. Y aunque consideraban que la concurrencia a las elecciones sindicales y posterior ocupación de cargos en el sindicato vertical podía significar el reconocimiento y la consolidación del aparato franquista lo veían como la única posibilidad de seguir en contacto con los trabajadores, renovar su militancia y llevar a cabo una actividad sindical, aunque fuese mínima (Ángel Herrerín, 2004: 178).

En cuanto a los sindicatos, la fracción posibilista en el exilio (desde la segunda mitad de los años cincuenta) propuso, con vis-tas a una nueva sociedad, la creación de un Consejo Nacional de Economía que estaría compuesto por ugetistas y cenetistas, reco-mendando el control de las universidades por parte de los sindi-catos, es decir, abogaba por la creación de un Estado sindicalista.

Al mismo tiempo, la CNT posibilista, puso en marcha el em-brión de la alianza Sindical ante el avance de nuevas formaciones surgidas en España como los comunistas y social-cristianos; pero la UGT fue renuente a esta llamada. A pesar de ello, en 1957, la CNT posibilista hizo esfuerzos para conseguir la Alianza Sindical

(13)En 1950 tenía 1.165 afiliados; en 1955 contaba con 780 y en 1960 la cifra de afiliados ascendió a 987

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con los ugestistas. Y fue en 1959 cuando la UGT aceptó negociar la constitución de la Alianza Sindical por la presión que ejerció sobre ella la intersindical de sindicatos libres (CIOSL).

El primer comité de la coordinación de la Alianza Sindical se constituyó en febrero de 1960 y formaron parte la UGT, la CNT y la STV (sindicato vaso de signo cristiano); las posiciones coinci-dentes eran el rechazo a entrar en el sindicato vertical y el antico-munismo. También se aprobó la adhesión a la Unión de Fuerzas Democráticas (Ángel Herrerín, 2004: 207-210).

La CNT ortodoxa se opuso a la Unión de Fuerzas Demo-cráticas, pues juzgaba que todo frente antifranquista debía partir de una base sindical. Y aunque los socialistas del interior firma-ron ese acuerdo político, que contemplaba la instauración de un régimen democrático, no invitaron a la CNT posibilista. Fi-nalmente, la constitución de la Unión de Fuerzas Democráticas, que fue dada a la luz pública en junio de 1961, no contó con la presencia de la CNT porque reclamaban la exclusión de cual-quier concepción estatal en el documento y, sobre todo (tras la reunificación de ambas fracciones en enero de 1961) necesitaba aparentar que se desmarcaba de la línea seguida por la fracción ya desaparecida.

Partido Socialista Unificado de Cataluña

Según Sebastián Balfour (1994: 48) a mediados de los años cincuenta los comunistas estaban empezando a reconstruir su red de militantes después de las redadas de 1947-1948. El PCE se ha-bía resentido poco de las divisiones internas que tanto debilitaron a otras organizaciones obreras de Izquierda en las postrimerías de la guerra civil. En la década de los 50 el PSUC (que confrater-nizaba con el PCE) tenía grupos de militantes en las principales factorías del metal y del textil14.

(14)El PSUC contaba en Barcelona entre los años 1950-1951 con 2.000 militantes

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El PSUC se definía como marxista-leninista y quería la trans-formación socialista de la sociedad para posteriormente llegar al comunismo, pero esa conversión la postergaba sine die. De mo-mento se planteaba el derrocamiento de la dictadura franquista, la liberación de España del yugo imperialista norteamericano, las libertades nacionales del Cataluña, la paz y la independencia de España.

Mantenía relaciones de profunda compenetración con el Par-tido Comunista de España basadas en los acuerdos entre ambos partidos que se sustentan en los mismos principios marxistas-le-ninistas, la misma línea de política general y los mismos métodos de organización15.

En 1952 abogó por la unidad de las clases medias y la clase obrera para conseguir la paz y la democracia. Y postuló la crea-ción de un Frente Nacional Antifranquista que fue propugnado por la secretaria general del PCE Dolores Ibarruri.

La pasionaria argüía que la creación de este Frente serviría para desplazar a Franco del poder e instaurar un gobierno provi-sional revolucionario, cuya misión sería el restablecimiento inme-diato de las libertades democráticas y nacionales.

El PSUC criticó a ERC y a los dirigentes anarquistas por opo-nerse a la creación de un Frente Nacional Antifranquista, pero aclaró que los trabajadores cenetistas y catalanistas estaban a fa-vor de la constitución de esa vanguardia.

Censuró a los dirigentes anarquistas por tener una ideo-logía pequeña burguesa y de estar entregados al imperialismo yanqui.

Opinó que propugnaban el anticomunismo y el antisovietismo en los medios obreros para obstaculizar la unidad obrera anti-franquista; pero al mismo tiempo recomendó a los trabajadores cenetistas más conscientes y combativos a ingresar en el PSUC16.

(15)ANC, fons: psuc (230), uc 1(16)ANC, fons: psuc (230), uc 10

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También abogó por entrar en el sindicato vertical instado por la suguerencia de Stalin. Esta decisión fue adoptada por la direc-ción sin consultar a los miembros que la tenían que aplicar.

En 1955 el PSUC lanzó su propuesta de Reconciliación Na-cional, argumentándolo de esta forma: “En aquestes condicions el I Congrés del partit ha aprovat les tesis següents que caracteritzen la situació del país i la política del P.S.U. a favor de la reconciliació nacional i de la constitució d’una àmplia SOLIDARTAT CATA-LANA que uneixi les forces d’oposoció en la lluita per la demo-cracia i les llibertas nacionals de Catalunya”17.

En 1956 el PSUC se planteó establecer relaciones con PSOE y con la CNT. Respecto al PSOE dijo lo siguiente:

“El Partit Socialista de Catalunya ha fet esforços per tal d’establir relacions fraternals amb el Partit Socialista Obrer Es-panyol. Entre el PSUC y el PSOE existeixen diferències tàctiques i ideològiques i sobre les qüestions d’organització. Aquestes di-ferències no haurien d’impedir l’establiment de relacions frater-nals i àdhuc d’acords que tindrien com a base la condició obrera d’amdós partits i la mateixa aspiració a construir una Espanya socialista. Aquesta aspiració comú i els actuals problemas del país aconsellen relacions fraternals per l’assoliment de les quals el PSUC no alterarà cap esforç”18.

Respecto a la CNT opinó “que en la lluita per la democrà-cia i pel socialisme, comunistes i anarquistes tenim coindidències importants i depèn en molt de la nostra unitat d’acció, que la consecució dels objectius esmentats sigui més factible i amb menys sacrificis: La unitat d’acció dels militants del PSUC i anarco-sindi-calistes podria contribuir poderosamente a la democratització dels sindicats verticals i a preparar les condicions de poder conviure fraternalmente en una sola organització sindical de classe de tots els treballador sense distinció de llurs tendències i opinions”19.

(17)ANC, fons: psuc (230), uc 02(18)ANC, fons: psuc (230), uc, 02(19)ANC, fons: psuc (230), uc 02

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Pero estas propuestas no fueron aceptadas ni por los socialis-tas ni por los anarco-sincialistas

También se planteó tener relaciones con las demás fuerzas po-líticas:

“El PSUC farà tot el possible per establir relacions fraternal amb la CNT. S’esforçarà d’estrényer les relacions amb els treballa-dors anarco-sindicalistes, católics, nacionalistas i altres en la lluita per les reivindicacions económiques, tractant d’elevar la unitat d’acció també per espectes polítics”20.

En ese mismo año se planteó unir a todas las fuerzas patrió-ticas catalanas en una amplia Solidaridad Catalana. Para ello pro-puso los puntos siguientes:

—“Restabliment de les llibertats autonòmiques de Catalunya.—Amnistia general per a tots els empresonats, perseguits i exiliats

per motius polítics i socials.—Llibertat d’associació, de reunió, de manifestación i de vaga, de

premsa i de paraula. Llibertat de cultes i de conciencia.—Elevació del nivell de vida del poble. Revalorització de la ca-

pacitat adquisitiva dels salaris, sous i remuneracions recolzant les reivindicacions dels treballadors presentades pels sindicats i, en particular, les següents: salari mínim vital i móbil per una jornada efectiva de 8 hores, a treball igual salari igual i subsidi d’atur forçós.

—Supressió de la participación dels patrons en els sindicats. De-mocratització dels sindicats establint el carácter electiu de tots els càrrecs dirigents.

—Llibertat de conreus i de comerçs per als pagesos. Disminució dels impostos i contribucions; disminució de les rendes o de las parts. Equiparació dels preus agrícolas i industrials. Ajut als pagesos amb crèdits a llarg Termini, moratòries i indemnitza-cions, segons el casos.

(20)ANC, fons: psuc (230), uc 02

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—Equiparació dels jornalers agrícoles amb els obrers industrials en relació als salaris i assegurançá social. Democratització de les “hermandades” i dels altres organismes del camp.

—Disminució de les despesses militars. Revisió de la política fis-cal de manera que gravi principalmente les altes rendes i els beneficis monopolistes, rebaixant la part que pesa sobre els in-dustrials i comerciants no monopilistes. Anul·lació dels privi-legis monopolistes, organització del crédit i de la concessió de divises de manera que es pugui generalitzar la renovación de la maquinària industrial avui exclusiva de les grans empreses monopolistes.

—Mesures aranzelàries que protegeixen la indústria i l’agricultura en front de les importacions de productes agrícolas i Industrials que ja es produeixen en el país.

—Foment de les exportacions d’articles excedents en el mercat nacional, mitjançant la plena llibertat de comerç amb tots els països sense excepció, a base de l’interès mutu.

—Retorn a la política de neutralitat. Establiment de relacions di-plomàtiques per part de l’Estat espanyol amb tots els països que vulguin tenir-les, qualsevol que sigui llur règim interior”21.

A finales de 1957 y principios de 1958 el PCE propugnó una jornada de Reconciliación Nacional.

Según el susodicho partido la jornada sería una gran movili-zación contra la dictadura. Dijo que ante la imposibilidad de que el Estado español dejase que el pueblo se expresara mediante el sufragio la huelga significaría un amplio Plebiscito Nacional con-tra la dictadura.

Los objetivos que el PCE se propuso con el paro de 24 horas fueron los siguientes:1. Contra la carestía de la vida y la política económica de la dictadura.2. Por la amnistía para los presos sociales y exiliados políticos.3. Por las libertades democráticas”22.

(21)ANC, fons: psuc (230), uc 02(22)ANC, Fons:psuc (230), uc, 12323

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Este partido quería incorporar a la Jornada de Reconciliación Nacional a católicos, demócratas cristianos de diversa tendencia, monárquicos y comunistas; pero las direcciones nacionales de esas fuerzas de oposición se negaron a apoyar dicho paro, si bien tampoco tomaron posición contra ella.

La jornada se celebró el 5 de mayo de 1958 y el PCE recono-ció que fue un fracaso23.

El 1 de junio de 1959 el PCE y otras fuerzas políticas con-vocaron una nueva huelga nacional pacífica de 24 horas con los siguientes objetivos:1. Expresar la indignación nacional contra la escandalosa corrup-

ción de la dictadura y su política económica.2. Exigir la inmediata amnistía para los presos y exiliados políticos.3. Para que el general Franco abandone el poder y que se restau-

ren las libertades políticas.24

Pero esta huelga volvió a frustrarse.

(23)ANC, fons: psuc (230), uc 1323(24)ANC, fons: psuc (230), uc 23

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VIII. EL PSUC: LAS ELECCIONES

SINDICALES DE 1950 Y SU

POSTERIOR CAMBIO DE

ESTRATEGIA El PCE entró en el sindicato vertical por sugerencia de Stalin

para que combinaran el trabajo legal y el clandestino, ya que sus militantes sólo habían participado a escala reducida en las eleccio-nes sindicales de 1950, justamente después del cambio de política del partido en 1948.

Según Llibert Ferri et al. (1978: 201-202) muchos miembros del PSUC habían sido elegidos como enlaces sindicales en las elec-ciones de 1950. La ofensiva de la clase obrera de 1951 se debe en gran parte, y sobre todo en Cataluña, al empuje de muchos militantes comunistas que habían logrado infiltrarse en el aparato verticalista e incidir así más directamente sobre la masa de traba-jadores. Este acontecimiento se caracterizó en hacer comprensible que la batalla contra la dictadura no podía ser directa, dada la capacidad de respuesta represiva del régimen, sino que esa lucha debía pasar en adelante por la reivindicación de cuestiones que tuvieran el mayor consenso entre la población: no alza de precios, mejora de salarios, etc. Y de esa manera lograr acciones masivas que fueran desestabilizando las instituciones franquistas.

La nueva orientación sindical del PSUC se produjo en otoño de 1950 con las primeras elecciones sindicales en que el mencio-nado partido llamó a la participación de sus militantes.

El diario Treball, órgano del PSUC, dijo en 1950 lo siguiente:“[…] Una de les lluites més valuoses de les lluites reivindicati-

ves d’aquests dos últims anys és la de qué els treballadors han après […] a rocolzar l’acció reivindicativa contra llurs explotadors i con-tra el propi règim franquista amb la utilització de les poques po-sibilitas legals que el franquisme s’ha vist obligat a mantenir […]

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Els obrers a l’ensems que presenten llurs legítimes reivindi-cacions al patró o a la direcció de l’empresa llurs i presionen de manera ferma i decidida amb la disminució del rendiment, el sa-botatge a la producció, els aturs parcials, la vaga etc. Plantegen els problemes als jerarques o a la Magistratura del Treball […]

Aquesta tàctica, aplicació justa de la política del partit, […] ha de fer comprendre a la classe obrera la necessitat de què l’enllaç sindical de la fàbrica o taller sigui no un home al servei de l’empresa i dels jerarques falangistas de la CNS, sinó un bon com-pany de treball disposat a secundar i recolzar llurs justes peticions i a defensar-los davant del patró i la CNS […]

És per aquestes raons que la natural repugnància, l’hostilitat i l’odi dels treballadors envers la CNS no els ha impedit veure la possi-bilitat i utilitat d’aprofitar la farsa franquista de les eleccions sindicals […] per a escollir un company o companya de treball que els ajudi a defensar llurs interesos i, al mateix temps, a participar i inutilitzar un dels més importants i principals engranatges dels sindicats verticals.

[…] és important inutilitzar aquesta [sic] de la màquina sindi-cal falangista en fer que els enllaços sindicals siguin obrers fidels a llur classe i que en actuar de defensors dels interesos dels treballa-dors es converteixin en elements de pressió i lluita dels treballador encaminats a millorar llur situació”

En una palabra, lo que el PSUC quería era aprovechar las elec-ciones para ocupar los cargos, en el nivel permitido del sindicato vertical, y que el enlace sindical fuera una persona que defendiera los intereses de los trabajadores y no los de la fábrica para conse-guir mejorar la situación de los obreros y difundir un discurso anti-franquista para desbaratar uno de pilares fundamentales del Estado franquista y crear un movimiento obrero unitario para construir una central sindical única que englobara a todos los asalariados con diferentes credos políticos. De esta manera, se le daría prestigio y capacidad de liderazgo a la mencionada agrupación.

A partir de 1951 la dirección en el exterior del susodicho partido abogó por incidir en las cuestiones más próximas a los

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trabajadores como luchar por un salario mínimo vital y la jornada de 8 horas. De esta forma, conseguiría incrementar el número de militantes, pues su objetivo era acabar con el franquismo a través de una huelga general, pero eso sólo sería posible con la educa-ción política de los trabajadores; por eso era importante acentuar la relación existente entre su situación laboral y el trabajo políti-co. Y para ello se encargarían los militantes del partido.

Así lo constata Treball en junio de 1950:“[…] L’experiència domostra que la línea política del partit pe-

netra […] només després d’haver-se realitzat un intens, pacient i eficient esforç d’agitació propaganda […]

[…] Cada comunista, cada militant del partit ha d’ésser un di-rigent de masses; per aixó ha d’arribar a ésser el guia, l’orientador i l’organitzador d’altres treballadors a la fàbrica, al camp, a les ba-rriades, a les casernes. Aixó vol dir que els comunistas hem d’ajudar a tots els treballadors, a tots els demócratas a formar llurs reivindi-cacions més sentides i organitzar la lluita per assolir-les […]

Aixó reclama dels comunistes una especial atenció sobre l’estat d’ànim dels treballadors, de llurs anhels i reivindicacions més senti-des, exigeix una preocupació especial per a cobrir totes les possibili-tats i formes de lluita i combinar hàbilment l’acció clandestina amb la utilització dels sindicats, cooperatives, centres d’esbargo, etc”.

El PSUC creía que para conseguir acabar con el franquismo también era necesario que se adoptara una estrategia posibilista y pragmática en la conflictividad laboral. La aplicación de esta práctica conllevaba el aprovechamiento de los márgenes escasos de actuación y de las concesiones que ofrecía el régimen.

Para el mencionado partido la unidad de acción sindical con otros obreros antifranquistas era otro elemento que ayudaría a la consecución de un sindicato único e ir a la huelga general para sacar a Franco del poder.

Así lo dijo J. Serradell en el informe sobre los estatutos del partido y sobre los problemas de organización:

“Aquesta direcció del treball del partit va orientada a que en

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la perspectiva existeixi a Catalunya, com a tot Espanya, una sola central sindical.

Els militants del PSUC hem de preveure la possibilitat del res-sorgiment de la CNT. Amb menys posibilitats […] poden crear a Catalunya un cert nucli sindical els dirigents socialistes espanyols i demo-cristians. Es clar que aixó no ajudaria a la unitat de la classe obrera. És cert que el partit, amb sòlides posicions a l’antiga UGT, podria organitzar també una forta central sindical […]. D’aquesta manera es crearien les condicions per retornar a les velles lluites entre els obrers de Catalunya, que tants perjudicis han portat a llurs interesos de classe, a la causa de la llibertat i de la democràcia i les postres llibertats nacionals.

El PSU, la classe obrera i el poble català no estan interessats en el retorn a les velles lluites. Estem per la unitat de tots els treballa-dors en un fort moviment sindical on hi hagi estreta convivencia entre obrers comunistes, anarcosindicalistes, catalanistes, catòlics i de totes altres opiniones polítiques i religioses, units en la defen-sa dels seus interesos de classe.

En les actuals condicions el millor camí cap a una central sindical única de classe és la creació de les comissions unitàries d’obrers a les fàbriques i llocs de treball”.

La estrategia del PSUC en los años 1950 y 1951consistía en que los militantes comunistas se relacionaran con el proletariado dentro del sindicato vertical para orientar las luchas políticamente y para realizar la huelga general pacífica que derrocase el franquismo.

A partir de los años 1958 y 1959 el PCE-PSUC cambió de es-trategia porque la huelga general que tenían que llevar a término los trabajadores, orientados por el partido no tuvo éxito.

Ahora, según el PSUC, la huelga general pacífica tenía que salir del movimiento obrero y después dirigirla el partido y no pregonarla ellos, ya que en la anterior etapa los obreros mostra-ron poco interés por la política.

Como ya hemos dicho, en estos años el PCE-PSUC adoptaron la estrategia de Reconciliación Nacional, la cual instigaba a que

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colaborasen todas las fuerzas antifranquistas para acabar con la dictadura a través de un paro general pacífico.

Tras la frutación de las dos huelgas nacionales el PSUC cam-bió de estrategia nuevamente y se propuso aplazar la huelga ge-neral, aunque la consideraba imprescindible para acabar con la dictadura. Ahora se planteó concienzar a los asalariados dentro del sindicato.

Así lo dijo Josep Moix (secretario general del PSUC en Catalu-ña) en el informe del Comité Ejecutivo del año 1959:

“D’altra banda, la complexitat de la situació actual exigeix dels comunistes no solament una línea política general justa, més tam-bé una aplicació creadora d’aquesta línea política als problemas concrets de cada lloc; exigeix l’estudi dels problemes que afecten en cada lloc als diferents grups de la població i que dongem una resposta, una solució encertada per cadascun d’ells.

Un comité del partit en una indústria, en un barri, ciutat o poble necessita tenir el seu propi butlletí o peròdic en els cuals s’exposin aquestes solucions. Ha d’estar en condicions d’aconsellar encertadament sobre cada problema, de llançar una octavilla en el moment oportú. El viratge en el treball d’organització que ne-cessiten inclou també la superació del practisme que en les dificul-tats de la clandestinitat han desarrotllat alguns comités del partit. Cal que aquests comités siguin organismes de direcció política, que col·loquin en un primer pla de llur activitat l’estudi de les qüestions que afecten a llur indústria, barri o poble i que elaborin les solu-cions que poden contribuir a impulsar lluites parcial en cada lloc i el moviment de masses en general vers la futura vaga nacional”25

Como se observa, se trataba de que el pueblo entrara en con-tacto con el partido a través de problemas cotidianos para llevar a cabo una actividad antifranquista.

(25)ANC, fons . psuc (230), uc, 101

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IX. CONFLICTIVIDAD LABORAL

El fin del aislamiento internacional, la consolidación políti-ca del régimen y los síntomas de recuperación económica son los elementos que van a marcar el inicio de la década de los cincuenta. A ello se debe añadir la presencia de jóvenes trabajadores, no vin-culados directamente con la experiencia republicana, y un número cada vez mayor de activistas tanto de izquierda como católicos or-ganizados en movimientos especializados -es el caso de los militan-tes de la Hermandad Obrera de Acción Católica HOAC-, que van a proceder a la reconstrucción del movimiento obrero, dando lugar a un desplazamiento de las organizaciones clásicas, que impulsaban las movilizaciones desde el exilio. Lo importante de todo ello es que, junto con la aparición y posterior desarrollo de la nueva clase obrera, se crean formas de lucha y de organización que favorecen la exten-sión de la protesta. En este periodo se observan también cambios en las demandas planteadas. En suma, nos encontramos ante un nuevo comportamiento del movimiento obrero, que ve en el centro de tra-bajo el lugar idóneo para llevar a cabo su actividad reivindicativa, planteándose demandas de tipo laboral y específico de cada empresa.

El boicot a los tranvías de Barcelona en 1951 significó una nueva inflexión en las formas de protesta contra la dictadura. De hecho esa acción constituye un punto de inflexión en las formas de protesta contra la dictadura, en la que confluyen demandas de los ciudadanos con acciones específicamente obreras; a la vez que sirvió para una cierta recuperación de las viejas organizaciones sindicales y la aparición de nuevas formas de organización, que centrarán sus demandas en aspectos laborales de alcance limitado (Álbaro Soto Carmona, 1998: 48-50)

La huelga de tranvías de 1951 Para comprender lo que sucedió en Barcelona en el invierno

de 1951 hay que tener en cuenta la situación económica de los

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trabajadores: los precios de los productos de primera necesidad se dispararon. La docena de huevos costaba 29 pesetas, el litro de aceite 30 pesetas, el kilo de carne valía entre 50 y 60 pesetas y el kilo de patatas 4 pesetas; mientras que un peón de la construcción ganaba 97 pesetas a la semana y el del textil de 65 a 75 pesetas trabajando 12 horas diarias (Llibert Ferri et al. 1978: 149).

El boicot a los tranvías tiene su origen cuando el 1 de febrero se anunció que los billetes se iban a subir 20 céntimos. Durante la primera semana de marzo la mayoría de la población se negó a viajar en el tranvía y el boicot continuó hasta el 7 del mismo mes, día en que las autoridades anunciaron la cancelación del billete.

El 9 de marzo se lanzaron en Barcelona unas octavillas que decían lo siguiente:

“MANIFESTACIÓN EN MASA. TODOS AL GOBIERNO CIVIL Y A PARTIR DEL PRIMERO DE MARZO TODOS A PIE. BOI-COT A LA COMPAÑÍA DE TRANVÍAS Y DIVULGAD ESTAS VERDADES ENVIANDO COPIA”26.

El 25 de febrero se lanzó otra con las siguientes palabras:

“Si eres buen ciudadano el 1 de marzo dirígete a pie a tus que-haceres habituales hasta que la COMPAÑÍA DE TRANVÍAS DE BARCELONA iguale sus tarifas a las de la capital de España don-de el viaje en tranvía vale 0’4 pesetas.

Si quieres ser ciudadano de HONOR haz cuatro copias de este escrito y entrégalas a cuatro de tus amigos que a su vez deben hacer lo mismo.

CIUDADANO ESTE DÍA SACRIFÍCATE ESPAÑA ES UNA Y PARA TODOS IGUAL”27.

(26)Pavelló de la República, F.V. 1951, carpeta 1(27)Pavelló de le República, F.V. 1951 carpeta 1

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Hay que decir que estas octavillas no la redactaron las fuerzas de la oposición.

Vicenç Faus Abad28 juzga que la huelga de los tranvías fue la más importante de los años cincuenta porque supuso la primera incisión profunda contra el régimen franquista.

Atribuye este paro a la exasperación de las clases populares por la represión a la que estaban sometidas por parte de la dicta-dura: fusilamientos, destierros, persecución política, razonamien-to y salarios ruines.

Manifiesta que todo ello conllevó a un malestar que necesaria-mente tenía que estallar. Y lo hizo por dos motivos coyunturales: el desuso de los transportes públicos en aquellos años y la subida del precio de los billetes. Según él, esas dos razones fueron las que instituyeron el cese a los tranvías; esto unido a la seguridad de no despedirte de la fàbrica por no detener la actividad laboral contri-buyó a que los ciudadanos se unieran masivamente a la huelga.

Según Sebastián Balfour (1994: 41-42) no fue una protesta exclusiva de la clase obrera. También fue apoyado masivamente por otros sectores de la población. Los estudiantes jugaron un papel importante en la acción y ciudadanos de clase media fueron a trabajar a pie.

Continúa razonando que otro sorprendente apoyo al bloqueo de este transporte provino dentro de la misma Falange ya que los miembros de base se habían sentido frustrados por la creciente escle-rosis de la organización, cuyo poder burocrático no se correspondía con su débil influencia política. Y a pesar de la presión del partido, la mayoría de los falangistas de Barcelona se unieron al boicot.

Acaba su reflexión diciendo que una de las características más importante de la obstrucción a los tranvías fue la de ser una protesta contra Madrid, pues la capital de España era el símbolo del régimen y también el símbolo de siglos de opresión contra

(28)Entrevistado del 24/2/2000 al 22/3/2000. Dicha conversación se en-cuentra en el Archivo Histórico de Comisiones Obreras de Catalunya. Colección biografías obreras

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Cataluña. Y el incremento de 20 céntimos hacía que los billetes de Barcelona fueran más caros que los de la capital.

La huelga general El día 12 de marzo unos 300.000 obreros secundaron la huel-

ga que paralizó la ciudad condal. Este paro lo convocaron 2.000 delegados sindicales en protesta por las detenciones producidas durante el boicot a los tranvías. Los ceses laborales se extendieron a la mayoría de las ciudades industriales vecinas.

Antonio Casas Cazorla29 dice que esa contención laboral llegó a Terrassa y que sólo se detuvo el trabajo dos o tres horas en todas las fábricas de Barcelona y municipios industriales circundantes porque se impedía paros más prolongados. Pero que con todo y con eso se asustó al régimen ya que los obreros que tenían susci-taciones políticas se empezaron a activar.

Vicenç Faus Abad30 sostiene que los trabajadores de su manufac-toría no estaban organizados, lo cual quiere decir que en aquellos años había muchas dificultades para que las fuerzas opositoras penetraran en las fábricas debido a la fuerte represión que ejercía la dictadura.

También mantiene que muchos asalariados tenían miedo de secundar el paro por temor a perder el trabajo.

A primera vista, los sucesos de marzo de 1951 parecían aflorar de la nada y el motivo más importante fue la ira latente entre la clase obrera después de once años de incesante represión y explotación.

Una característica única del paro general fue su convocatoria dentro del mismo sindicato vertical que hizo una llamada a la huelga general del 12 de marzo. Entre los delegados presentes en la OSE estaban los comunistas y la HOAC. Pero la decisión de convocar la huelga general fue un reflejo del ambiente imperante en la ciudad y entre los trabajadores después de la victoria al boi-cot a los tranvías y no una consecuencia de la oposición laboral.

(29)Entrevista realizada desde el 26/3/1998 hasta el 5/6/1998 en Loc. Cit.(30) op.cit.

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Josep María Folch i Torres31expresa que esa inmovilización laboral se caracterizó por ser hechos aislados no organizados por asalariados ubicados políticamente o sindicalmente, lo cual coin-cide con lo expuesto anteriormente y posteriormente de la au-sencia de la opugnación política en ese paro. Por eso sostenemos que la huelga llevada a cabo por los obreros no fue organizada ni coordinada, ya que empezó con paros espontáneos que se exten-dieron a todos los centros fabriles de Barcelona, cines, restauran-tes y cafés.

La interrupción laboral continuó los días siguientes y el jueves la ciudad recuperó la rutina habitual, aunque la población conti-nuaba irascible.

El régimen reaccionó ante la huelga mejorando las condicio-nes de vida: la carne y los alimentos de cierta calidad aparecieron en los mercados al tiempo que empezaron a desaparecer las carti-llas de racionamiento. Por primera vez las condiciones de vida de la clase obrera empezaron a aliviarse desde que finalizó la guerra civil.

La parte negativa de la respuesta de las autoridades franquis-tas fue el endurecimiento de la represión. Detuvieron a quince militantes de la CNT32, a Gregorio López Raimundo del PSUC y a once trabajadores más, entre los que se hallaba un militante de la HOAC (Llibert Ferri et al. 1978: 174). Sebastián Balfour (1994: 45) dice que detuvieron a sesenta y cinco militantes de la CNT y treinta y cuatro del PSUC.

Las protesta tuvo inmediatas repercusiones: se pagaron los días de huelga con objeto de evitar nuevos paros no produciéndo-se tampoco despidos de forma inmediata, además fueron destitui-

(31)Entrevistado desde el 5/11/1997 hasta el 2/12/1997 en Loc. Cit.(32)Estos datos desmienten y afirman la tesis de Ángel Herrerín de que la CNT era inexistente en Cataluña durante la década de los cincuenta. Pero la afirma cuando arguye que en los años cincuenta algunos mili-tantes de lafracción posiblistadel interior continuaban desempeñando su actividad sindical dentro de la OSE; aunque fuera aisladamente y nunca como una estrategia preconcebida, considerando esta corporación nece-saria para seguir en contacto con los trabajadores

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dos el gobernador, el alcalde, el comandante de la policía armada y el jefe local de la OSE.

El indudable éxito de la movilización tuvo importantes ense-ñanzas para los grupos opositores que no estuvieron a la altura de las circunstancias, siendo incapaces de llevar la iniciativa. La pri-mera enseñanza fue la dificultad de canalizar el descontento a tra-vés de formas tradicionales de organización, ya que el ámbito de actuación de los grupos de oposición era muy reducido debido a la represión, lo que les conducía al aislamiento. En segundo lugar, se comprendió que la utilización de los enlaces sindicales consti-tuía una base de trabajo, pese a los límites del marco legal, posible para favorecer la movilización y lo que es más importante: para la extensión de las propias organizaciones, que debido a razones de seguridad estaban condenadas al ostracismo. El trabajo con los obreros obligaba a aprovechar los tímidos resquicios legales exis-tentes y a centrar los objetivos inmediatos de las protestas en de-mandas sentidas por la población. Aunque éstas estuviesen aleja-das de planteamientos políticos generales, los cuales surgirían con el propio desarrollo de las movilizaciones (Álvaro Soto Carmona, 1998: 50). Lo Expuesto por Álvaro Soto Carmona coincide con la afirmación de Antonio Casas cazorla33 de que los trabajadores no se movían siempre por ideas, sino por necesidad. Y que ésta era la que obligaba a los obreros a luchar. También asegura que los enlaces sindicales sólo podían moverse en la coporación vertical y no tenían fuerza fuera del sindicato.

Después de varios años de conflictos laborales de limitado alcance se vuelve a iniciar una conflictividad laboral importante. Pero para comprenderla hay que tener en cuenta la situación eco-nómica de los trabajadores. En 1954 el poder adquisitivo seguía siendo inferior al de 1936 en un 20’3 por ciento. El salario medio subió sólo el 450 por ciento y el coste de la vida alcanzó más del 550 por ciento (Ros Hombravella, 1979, tomo 2: 142).

(33)op.cit.

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Las huelgas de La Maquinista Terrestre y otras empresas en 1956

En los primeros meses de 1956 la clase obrera se planteó la huelga para arrancar del gobierno aumentos salariales dado su difícil situación económica por el elevado coste de la vida y el bajo poder adquisitivo a pesar de que el gobierno decretó, durante ese año, un incremento salarial del 16 por ciento.

El 12 de abril de 1956 la fábrica La Maquinista Terrestre va a la huelga pidiendo un aumento de salarios del 50 por ciento para compensar la subida del coste de la vida, ya que el aumento salarial del gobierno sólo correspondía al 20’3 por ciento, lo cual era insuficiente. Esa detención laboral se extendió a las empresas ENASA, SEAT, Siemens, Lámparas Z, Hispano Olivetti y Can Gi-rona y al sector textil.

Vicenç Lizano García34 (que en aquel tiempo trabajaba en Hispano-Olivetti) recuerda que los obreros de su factoría pararon y se manifestaron.

Dice que las autoridades gubernamentales enviaron a la po-licía, que entró violentamente en su fábrica, para desalojar a los asalariados. Y que después de aquel acontecimiento algunos tra-bajadores crearon un grupo bastante amplio que iban cada maña-na a la puerta de la factoría y desde allí se desplazaban hasta Plaza España juntándose con otros asalariados de Lámparas Z, pero la policía los dispersó.

Su testimonio nos ilustra que en aquel tiempo había mucha represión laboral por parte de las direcciones de las empresas y del régimen.

También rememora que esa inación laboral fue debida a los escasos sueldos, demandando los obreros mayores remuneracio-nes. Al mismo tiempo, sostiene que detrás del aspecto salarial había motivaciones políticas por parte de algunos trabajadores, desempeñando una labor importante algunas organizaciones clan-

(34)Entrevistado del 29/11/200 al 30/5/2001 en Loc. Cit.

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destinas como el PSUC y la CNT. Y que los enlaces sindicales ejercieron un papel determinante en aquel conflicto.

Juan Navarro García35expresa que en aquella huelga la direc-ción de su fábrica intentaba por todos los medios de que no ejer-ciera como enlace sindical (esto nos refiere a lo anteriormente ex-puesto referente a la represión existente en aquel tiempo a través de la atestiguación de Vicenç Lizano García) y que se incorporó al PSUC en aquel año, pero sin dejar de combatir en el sindicato vertical como enlace sindical, pues ese fue el acuerdo a que llegó en el mencionado partido.

Ante la refrenación gubernamental para suprimir con dureza la detención laboral, los trabajadores de la Maquinista Terrestre decidieron volver al trabajo a los pocos días de suspender la faena e iniciar el paro, ya que consideraron que no podían prolongarlo porque no tenían la seguridad de que se extendiera a otros centros fabriles. (Llibert Ferri et al. 1978: 229-231).

Con estas movilizaciones el gobierno subió los salarios un treinta por ciento sobre el sueldo base en octubre de 1956.

El Treball en enero de 1957 dijo lo siguiente respecto a lo sucedido en 1956:

“Totes les classes i capes de la població, encara actuant de ma-nera dispersa, han arrencat al franquisme concessions importants com a senyal del que podrien obtenir si coordinessin i unissin la seva acció […]. La classe obrera ha obtingut victòries importan-tíssimes en la lluita per un salari mínim vital. Si en el terreny econòmic l'augment s'ha de considerar insuficient en relació amb les75 pessetes diàries reclamades pel Congrés de Treballadors en el terreny polític les disposicions que acompanyen l'últim augment de salaris del novembre passat han de tenir una gran ressonància. Aquestes disposicions mostren la impotència del Govern franquis-ta, i de Franco personalment, per actuar de manera diferent”.

Sin embargo, pronto se incrementó el coste de la vida y sobre-pasó la subida de los salarios.

(35)Entrevistado desde el 19/3/1998 hasta el 19/5/1958. Loc. Cit.

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Las huelgas de transportes públicos en 1957 El boicot tuvo además un elevado costo del nivel de vida: por

ejemplo, el precio de las sardinas que era lo que más consumían los obreros en esos años subió de 9 pesetas a 25 el kilo; también aumentó el precio de los alquileres.

Pero no sería justo creer que en esta ocasión el origen de las jornadas del boicot y su posterior desarrollo se encuentren exclu-sivamente en el malestar ciudadano frente a las crecientes dificul-tades de la vida diaria por la subida de los precios y los salarios insuficientes y la espiral de la inflación.

La obstrucción a los transportes públicos, además de estas motivaciones, tuvo un carácter político, ya que se reclamaba, so-bre todo por parte de los estudiantes universitarios, libertad y la abrogación de la dictadura.

La subida de los transportes públicos la promulgó el goberna-dor Acedo Colunga el 9 de enero que las aumentó en 20 céntimos.

Ante esta medida empezó el boicot que se extendió rápida-mente a partir de la noticia del aumento de los billetes del tranvía, metro y autobús.

Los universitarios repartieron octavillas a favor del boicot y la guardia civil detuvo a 15 estudiantes. La universidad expulsó a die-ciséis alumnos y expedientó a 250. (Llibert Ferri et al.1978: 244)

El boicot barcelonés tuvo repercusiones en otras ciudades como Sevilla y Madrid y otras poblaciones donde se desarrollaron acciones de protesta solidarizándose con el pueblo de la ciudad condal que paró por la subida de los transportes públicos (Llibert Ferri et al.1978: 245)

Las organizaciones clandestinas (sobre todo el PSUC que era la fuerza antifranquista que más implantación tenía) lanzaron oc-tavillas como la escrita por el mencionado partido en El Treball en enero de 1957:

“L'última alça de salaris ja ha estat anul·lada per la pujada dels preus. Ahir van ser els lloguers i a partir de gener seran els tramvies, el metro, els autobusos.

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És el mateix ministre de Comerç, Arburrúa, qui els va dir en un discurs del dia 22. Si no ens defensem el poder adquisitiu del nostre salari quedarà molt aviat per sota del que tenia abans de l'augment. Tothom està indignat, tots sentim la necessitat de pro-testar enèrgicament per l'estafa i la burla que se'ns fa. A tots ens ve a la memòria el gran boicot als tramvies de març de 1951. Una protesta com aquella obligaria el Govern a posar fre a l'alça de preus. El boicot unànime és possible. Recordem l'experiència del 51. La iniciativa i l'activitat de tots és necessària, igual com en el 51. Repetim aquella magnífica acció. Posem tots els mitjans que estan al nostre abast perquè la consigna de boicot s'estengui. La iniciativa i l'activitat de tots és necessària, igual com el 1951.

¡ABAIX LA PUJADA DE LES TARIFES DELS TRANSPORTS URBANS ¡¡CONTRA LA CARESTIA DE LA VIDA¡ BOICOT ALS TRAMVIES, AL METRO, ALS AUTOBUSOS - PSU de Ca-talunya”.

También apareció una octavilla sin firma que decía lo siguiente:

BOICOT A LOS TRANSPORTES PÚBLICOS

Trabajadores de Barcelona:

Ha llegado el momento de decir BASTA a una situación inaguanta-ble. En cuatro años de congelación de salarios y de disminuciones del mismo por el paro y la falta de horas extraordinarias, se ha multiplicado por 2 el precio de los alimentos y casi otro tanto el vestido y el calzado; ha habido una reforma de impuestos que nos saca una vez y media más dinero que antes; se ha doblado el pre-cio de los transportes por término medio; han subido otra vez los alquileres; han obligado a miles de obreros a abandonar su patria y su familia y a marcharse al extranjero en busca de trabajo; y aca-barán por llevarnos al hambre completa si no tenemos el valor de oponernos a nuestra explotación. – El aumento de los precios de los transportes es en Barcelona el procedimiento de nuestros explo-

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tadores para ver hasta donde pueden llegar: es una preparación de más golpes y más explotación, y sobre todo del principal objetivo del franquismo actualmente: decretar la libertad de despido de los obreros. Las tarifas de los transportes son un principio y no un final: por eso no podemos permitirlas.

Coopera al abaratamiento de la vida NO SUBIENDO A TRAN-VÍAS AUTOBUSES NI MTRO.

Todos a los precios del primero de agosto”36.

En los barrios obreros los asalariados acudían a pie a su tra-bajo. En Badalona, Sant Andreu, Horta, Sants, Collblanc y otros núcleos populares tampoco cogieron ningún tranvía ni autobús.

El boicot continuó en los días posteriores. Y mientras conti-nuaba empezaron a aparecer las primeras pintadas llamando a la huelga. El PSUC y la CNT repartieron octavillas predisponiendo a los trabajadores a preparar una huelga.

El boicot a los tranvías y autobuses duró hasta el 25 de enero; aunque para Vicenç Lizano Vergés37 esa huelga fue un fracaso

Una vez finalizada esta obstrucción, el gobierno -durante el mes de febrero de 1957- se reestructuró y un nuevo equipo gu-bernamental se hizo cargo del país para abordar con mayor éxito la política económica, sumida en una fuerte crisis.

También empezó una nueva etapa para la oposición: la clase obrera impelió con fuerza hasta llegar a imponer en 1958 la ley de convenios colectivos.

El 15 de marzo de 1957 apareció un panfleto del PSUC criti-cando la política económica del nuevo gobierno y abogando por la Reconciliación Nacional para acabar con el franquismo y res-taurar la democracia; también pidió la excarcelación de los de-tenidos durante el boicot. Terminaba incitando a la población a realizar una huelga general pacífica de 24 horas e iniciar un nuevo rechazo a los transportes públicos:

(36)Pavelló de la República, FV. 1956/1(37)op.cit.

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A TODOS LOS TRABAJADORES,A LOS ESTUDIANTES,

A TODO EL PUEBLO DE BARCELONA

El cambio de Ministros no ha resultado nada, no ha hecho sino mostrar el avanzado grado de desintegración del llamado “Movi-miento Nacional”. La crisis no es de personas, sino de sistema, la crisis es política, es económica y es moral, es la crisis del franquis-mo y esta sigue abierta, no pudiendo tener otro desenlace que la salida del poder de Franco y de la Falange. El cambio de Ministros no ha sido otra cosa que la consecuencia inmediata del gran Mo-vimiento de Reconciliación Nacional y de la oposición popular al régimen cuya más alta expresión ha sido la protesta llevada a cabo últimamente en Barcelona, Madrid y otras ciudades españolas. Las pacíficas manifestaciones de las últimas semanas, la voluntad po-pular ha sido claramente expresada y en un gesto admirable de ci-vismo, el pueblo ha dicho NO al franquismo y ha exigido la restau-ración de las libertades democráticas pacíficas de todo el pueblo, el franquismo ha respondido con una ola de represión y de terror. Decenas de obreros, estudiantes, de ciudadanos de toda condición social han sido encarcelados. La Universidad ha sido ocupada por la policía y el Fuero universitario atropellado. Diez y seis universi-tarios han sido expulsados y otros 230 represaliados. En la prisión celular tienen más de un centenar de detenidos por el solo delito de haberse manifestado pacíficamente contra un sistema de gobierno que va en contra de los intereses de todos los españoles.

CIUDADANO: Es necesario que una vez más alcemos nuestra enérgica protesta para que sean puestos en libertad todos los dete-nidos, que cada ciudadano haga suya la tarea de enviar cartas al Ministro Don Pedro Gual Villalba, al Gobernador Civil, al Capitán General de la IV Región militar, al jefe Provincial de sindicatos y al Obispo de la Diócesis barcelonesa pidiendo la libertad de todos ellos. Que en cada lugar de trabajo sean suscritas dichas peticiones

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de una forma colectiva pacífica contra la dictadura, se hace nece-sario extender y ampliar el movimiento popular antifranquista. Debemos prepararnos para nuevas acciones que pueden ir a un nuevo boicot de 24 horas en los transportes urbanos y espectáculos públicos en una fecha señalada, a una huelga general pacífica de 24 horas.

TODOS COMO UN SOLO HOMBRE HACIA JORNADAS DE LUCHA ANTIFRANQUISTA

Por una amnistía general de los presos políticos y exiliados.

Porque sean puestas en vigor las conclusiones del III Congreso de Trabajadores celebrado en Madrid en julio de 1955.

Por la restauración de las libertades democráticas y del restableci-miento de las libertades autonómicas del pueblo catalán.

Por la reducción de los impuestos y la libertad de comercio.

Por el derecho de huelga y por un sindicato verdaderamente libre.

En solidaridad con los estudiantes y por una Universidad democrática.

Por acabar con el actual régimen informativo, humillante y ver-gonzoso, y por la inmediata autorización a publicar periódicos en catalán en igualdad de condiciones que los demás.

Por una acción decidida hacia la solución decorosa del problema de la vivienda.

Por la libertad de Emiliano Fábregas y de todos los detenidos por el boicot de Barcelona.

BARCELONESES: preparémonos para una huelga general pacífi-ca de 24 horas y un nuevo boicot a los transportes urbanos y es-pectáculos públicos. Esto sería un golpe mortal para el franquismo y acelerará la liquidación de la dictadura y el paso definitivo a una convivencia de todos los españoles.

“VIVA LA UNIDAD DE TODAS LAS FUERZAS ANTI-FRANQUISTAS”38

(38)ANC, Fons: psuc (230), uc, 152

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Conflictividad laboral en los años 1958 y 1959 Durante estos años se pedirán aumentos de salarios y libertades

políticas, es decir, derrocar la dictadura. Se seguía la táctica del PSUC de Reconciliación Nacional con una huelga Nacional Pacífica de 24 horas en toda España, pero como hemos visto este paro fracasó.

Vicenç Lizano Berges39atribuye ese descalabro a la debilidad del movimiento obrero y a la represión que obstaculizaba la orga-nización del proletariado. Tambíén al revés de la huelga Nacional que propugnaba el PC-PSUC con su táctica de Reconciliazión Na-cional Pacífica porque fue guiada desde el exterior sin analizar la situación interna del Estado español y sin contar con los trabaja-dores, que eran los que tenían que hacer esa interrupción laboral.

Para tener en cuenta las demandas de aumentos de salarios es necesario saber lo que cobraban los obreros barceloneses durante esos años.

Términos medios salariales por jornada en el metal, textil y la

construcción en Barcelona

Año metal textil construcción

1955 42’96 43’14 53’20

1956 62’00 58’01 74’07

1957 62’00 58’01 74’07

1958 63’00 58’01 74’07

1959 63’83 58’01 74’07

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1960)

Índice general del coste de la vida en Barcelona

Año % incremento anual1955 610’00 4’811956 640’10 4’93

(39)op. cit.

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1957 705’70 10’24

1958 791’70 12’19

1959 862’50 8’94

(Fuente: Anuario Estadístico de España. Año 1960)

En el mes de marzo de 1958 se produjeron retenciones labo-rales en algunas grandes empresas de Barcelona reivindicando au-mentos salariales como Pegaso, Hispano Olivetti, La Maquinista, Fabra i Coats y por primera vez la SEAT. En total se calcula que participaron cincuenta mil trabajadores.

José María Folch i Torres40, que en ese año trabajaba en Mon-tesa, aduce que en el 58 los trabajadores de su factoría se decla-raron en huelga para demandar aumentos salariales y solidarizán-dose con los huelguistas asturianos y de otros lugares del Estado español. Pero que poco después hicieron una interrupción laboral contra la escasedad económica de las primas consiguiendo esa reivindicación; aunque en seguida la empresa contrajo los pluses de prima y los obligó a bregar más, ya que con la instauración de los convenios colectivos se introdujo el fordismo que incrementó los niveles de productividad.

Un informe evidencia que los paros sucedidos en esa fecha fueron por por demandas salariales y no políticas:

“Los sucesos acaecidos en marzo de 1958: paros de unas horas en algunas grandes factorías, prolongados varios días por la decisión de la Autoridad Gubernativa de cierre de fábricas, care-cían en sí de finalidad política y mucho menos atentatoria contra la seguridad del Estado ni contra las instituciones del régimen, por más que demostrasen a las claras la insuficiencia de éstas sino que tuvieron por móvil la formulación de una protesta laboral por insuficiencia de salarios, que se manifestó de aquella forma, vista la inutilidad de anteriores reclamaciones, dado el constante aumento del coste de la vida. La situación laboral era análoga –y si cabe aún más grave- a la reconocida por la Organización sindical (40)op.cit.

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en escrito de fecha 25 de enero de 1956, en los siguientes térmi-nos: “La tensión entre precios y salarios agobia tanto a nuestros trabajadores en el momento de hacer frente a los gastos diarios, con que atender a su subsistencia, que va siendo vana toda insis-tencia con que se pretenda convencerles que es necesario esperar por más tiempo las medidas económicas a largo plazo o mediano plazo, para salir de sus estrecheces.

Es cierto que la huelga, si es que tal pueden llamarse a unos paros en el trabajo de escasísima duración, no tuvo reivindica-ciones concretas, puesto que tuvo un carácter básicamente pro-testatario y que no se dio de ella aviso oficial, como exigen los moralistas para su justificación”41.

En mayo de 1959 el Movimiento católico-social convocó una huelga de 24 horas para demandar aumentos de salarios, sindica-tos libres y la amnistía para los políticos y sociales.

Así lo dicen en una octavilla que lanzaron:“Ante la negativa del Gobierno a acceder a las demandas de in-crementos de sueldos, ante el continuo encarecimiento de la vida, ante la burla del “Consejo Social”, ante la impunidad de los miem-bros del Gobierno y sus familiares que estafan al país con la eva-sión de capitales, ante la falta de auténtico sentido cristiano de unos gobernantes que mantienen la persecución, negándose a es-tablecer una amnistía, ante los ultrajes del clero catalán dirigidos por el Gobernador de Barcelona en diciembre del pasado año, ante todo un estado de cosas que deben clamar venganza a Dios, el MOVIMIENTO OBRERO CATÓLICO-SOCIAL cree que ha lle-gado el momento de que todos los católicos de buena voluntad rompan con el franquismo, ya que la colaboración con él, o la simple indiferencia es hacerse cómplice de sus crímenes, torturas e inmoralidades.

El MOVIMIENTO OBRERO CATÓLICO-SOCIAL hace un lla-mamiento a los componentes de las HERMANADES OBRERAS DE ACCIÓN CATÓLICA (HOAC), de la JUVENTUD OBRERA

(41)Pavelló de la República, F.V. 1958/1

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CATÓLICA (JOC), a los sacerdotes amigos de la causa obrera y a todos los trabajadores católicos para que colaboren en la pre-paración y puesta en marcha de una JORNADA NACIONAL DE PROTESTA, que consistirá en una HUELGA DE 24 HORAS DE DURACIÓN, campaña en la que también participan otras fuerzas políticas y sociales de la oposición. La fecha de esta jornada se anunciará en breve.

POR UN AUMENTO GENERAL DE SALARIOS, POR UNOS SIN-DICATOS LIBRES Y REPRESENTATIVOS, POR UN SINDICATO CATÓLICO LEGAL, COMO EXISTE EN DISTINTOS PAÍSES, POR UNA AMNISTÍA PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS Y SOCIALES, POR UNA AUTÉNTICA JUSTICIA SOCIAL QUE NO ES LA QUE PRACTICA EL FRANQUISMO, POR NUESTRA DIGNIDAD DE CATÓLICOS, TRABAJADORES Y HOMBRES LIBRES¡

¡COLEBOREMOS TODOS. DIFUNDAMOS ESTE LLAMA-MIENTO. HAGAMOS COPIAS¡”42

En ese mismo mes y año el PSUC hizo un llamamiento al pueblo catalán para preparar una huelga nacional de 24 horas para exigir aumentos de salarios, la jornada laboral de 8 horas, la amnistía de los presos políticos y sociales y las libertades políticas:

“TREBALLADORS DE CATALUNYA:

El cost de la vida puja continuadament mentre els salaris seguei-xen bloquejats.

La crisi va paralitzant la indústria i el comerç, fa que es redueixin els horaris i les jornades de treball, i la vida esdevé imposible.

I mentre la corrupció impera en les altures i els potentats expor-ten els capitals robats al poble, Franco i el seu govern fan orelles sordes a les nostres peticions i es neguen a augmentar els salaris.

(42)ANC, Fons: psuc (230)

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CAL LLUITAR PEL DRET A LA VIDA DE LES NOSTRES FAMILIES¡

Cal exigir i imposar l’augment general dels salaris i sous¡ Més que mai cal lluitar pel salari mínim vital amb escala móvil i la jornada de 8 hores¡

Preparem la VAGA NACIONAL PACÍFICA DE 24 HORES que será una gran manifestació de protesta del poble de tot Espaya, amb els objectius següents

—Expresar la indignació nacional contra l’escandalosa corrup-ció de la dictadura i la seva política econòmica.

—Protestar contra l’encariment del cost de la vida i reclamar l’augment general dels salaris i sous.

—Exigir la inmediata amnistia total per als pressos i exiliats po-lítics.

—Fer patent la voluntad nacional que el general Franco aban-doni el poder i que siguin restablertes les llibertats politiques.

Unim-nos a les fabriques i tallers, a les mines, a les oficines, a tots els llocs de treball, per a exigir satisfacció a les nostres justes i lle-gítimes demandes.

Preparem la VAGA NACIONAL PACIFICA DE 24 HORES mul-tiplicant la inscrpció de lletres “P” arreu de Catalunya, signant pe-ticions d’augment de salaris i per la amnistia, enviant comissions a les Juntes Socials i als Directors de les Empreses per a pressentar les nostres peticions.

I el dia que s’indicarà, TOTS ALHORA! Que ningú no s’avanci ni es retardi!

La VAGA NACIONAL PACIFICA DE 24 HORES serà una manis-festació unànime, disciplinada i pacífica del poble de tot Espanya.

Treballadors de Catalunya: preperem-la¡”43.

(43)ANC, Fons: psuc (230), uc, 23

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También en el año 1959 el PSUC lanzó una octavilla queján-dose de la escasa remuneración de los trabajadores de la industria textil. Pedía aumento salarial y la jornada laboral de 8 horas e ir la huelga nacional pacífica:

“QUE PARE LA INDUSTRIA TEXTIL EL DÍA DE LA HUEL-GA NACIONAL.

TRABAJADORES DE BARCELONA, TARRASA Y SABADELL

A nuestras justas peticiones de aumento de salarios, Franco, su gobierno y los altos jerarcas de la CNS hacen oídos sordos o res-ponden negativamente.

Y mientras tanto, con su política hacen subir los precios cada día más. Nuestras pagas semanales o mensuales tienen cada vez me-nos poder de compra. Hasta aquí, con un gran esfuerzo y agotán-donos físicamente, trabajando 12 y 14 horas diarias, parecía que podíamos ir tirando.

¡Ya ni este recurso nos queda! La crisis hace que se supriman las horas extraordinarias. Numerosas fábricas cierran totalmente con-denando a millares de obreros al paro forzoso y a numerosos in-dustriales a la ruina. Por el carácter y los objetivos de la huelga nacional, en muchas fábricas de Cataluña, los obreros y empleados pueden coincidir con los patronos.

Mientras la familia de Franco y unos cuantos explotadores sin en-trañas como los Muñoz Ramonet amasan millones y los exportan al extranjero, los trabajadores hemos de vivir miserablemente y nuestras familias faltan de todo.

¡No podemos seguir aguantando esta situación¡

¿Cuántas veces, tú, compañero que lees esta hoja comentando con tus familiares y amigos que hace falta una gran acción de todos para hacer que se nos oiga, para imponer el aumento general de los salarios y un salario mínimo que permita vivir con ocho horas de trabajo?

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¡Ahora, se está acercando el día para esta acción!

El día que se indicará, los obreros y empleados, los campesinos. Los industriales y comerciantes modestos, los estudiantes e inte-lectuales, todos debemos coincidir en la huelga nacional pacífica, en toda España.

Trabajadores textiles de Cataluña:

EL DÍA DE LA HUELGA NACIONAL, NO TRABAJÉIS¡ QUE NO FUNCIONEN NI HUSOS NI TELARES EN NINGUNA FÁBRICA DE CATALUÑA¡ QUE HUELGUEN LAS OFICINAS Y ALMACENES”44

Vicenç Faus Abad45 manifiesta que en esos años fue enlaze sindical (ingresó en el PSUC en el 55) y que reclamaban salario mínimo con escala móvil, igualdad de jornal por hacer el mismo trabajo, pues la mujeres cobraban menos por hacer la misma labor y subsidio de desempleo.

Acciones de protesta laboral en Barcelona (1950-1959)

Año Empresa Sector Motivo Protesta Resultado

1950 s/d s/d la empresa reducción s/d

quiere suprimir de la prod.

trabajo y primas al 50%

de producción

Can Girona metal petición aumento recogida de

de la prima mensual de firmas s/d

en 400 ptas.

Maquinista petición de aumento peticiones

Terrestre metal de salario y de al dueño s/d

y Marítima las primas, de de la

ropa y mejor Empresa

alimentación

Hijos de S. textil s/d seis s/d

Bernadas trabajadores

hacen un plante(44)ANC,fons. psuc (230), uc, 23(45)op.cit.

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Año Empresa Sector Motivo Protesta Resultado

1950 FOCSA construcción petición negativa a

de mejora trabajar a desfavorable

del salario prima y a obreros

para trabajar disminución

a prima rendimiento

Massana construcción petición de negativa desfavorable

mejora salarial a trabajar a obreros

trabajar a prima prima y

disminución

rendimiento

s/d metal reclamación negativa faborable

mono de trabajo a hacer a obreros

salario libre horas

de impuestos extras

y racionamiento

a cargo de la

empresa

Compañía transportes la dirección dismunción faborable

de Tranvías de la empresa del rendimiento a obreros

hace responsable

a los conductores

de los accidentes

s/d s/d la empresa no s/d s/d

paga las horas

extras

1951 s/d metal s/d disminución faborable

de la prod. a obreros

s/d s/d petición s/d faborable

aumento de a obreros

precios de las

horas extras

Hijos de S. textil reclamación del huelga de faborable

Bernadas racionamiento brazos a obreros

caidos

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112

Año Empresa Sector Motivo Protesta Resultado

1951 s/d s/d la empresa paro del faborable

paga puntos trabajo a obreros

de racionamiento

a un precio inf.

1951 diversas s/d petición aumento huelga general, desfavorable

fábricas del sueldo, paros totales, a obreros

protesta contra o parciales,

la vida cara piquetes

s/d s/d la Empresa fija mantenimento favorable

un límite a la del mismo a obreros

producción ritmo laboral

rebaja el salario

1953 Banca comercio petición que huelga de favorable

se conceda brazos a obreros

una paga caídos

extraordinaria

Seguros comercio petición de huelgas favorable

que se parciales a obreros

conceda una

paga extra

1954 Hispano Metal prohibición de protesta favorable

Suiza entrar hasta de los a obreros

el mediodía trabajadores

a los obreros

que lleguen tarde

1955 Vulcano Metal detención de huelga de faborable

tres aprendices brazos a obreros

caídos

para pedir

su liberación

Puerto s/d protesta por novecientos s/d

el aumento trabajadores

de salario firman una

pero no de las petición

prestaciones

de parados

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113

Año Empresa Sector Motivo Protesta Resultado

1955 s/d metal consideración s/d faborable

del metro a obreros

como una

herramienta

Fábrica químico petición producción s/d

de gas de aumento lenta

Pueblo Nuevo salarial

SEAT metal suspensión paro faborable

del pago delante de a obreros

de puntos máquinas

familiares

1956 Can Batlló textil la Empresa reducción de faborable

impone un la producción a obreros

un nuevo sistema y protesta de

de producción expulsión de

y retribución 7 obreros

en el ramo del

agua

1957 diversas s/d petición paros totales s/d

fábricas aumento o parciales,

salarial huelga de

brazos caídos

SEAT Metal la Empresa huelga de s/d

rebaja las brazos caídos

primas en de 100

la sección obreros del

de prensas turno de noche

s/d Metal la Empresa huelga de s/d

suprime los brazos caídos

20 minutos

de descanso

en la sección

de funcición

1958 Fábrica químico petición manifestación faborable

de gas de de aumento delante de a obreros

de Pueblo salarial las oficinas

Nuevo de la empresa

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114

Año Empresa Sector Motivo Protesta Resultado

1959 ENASA Metal protesta por protesta faborable

la reducción del colectiva a obreros

salario por el delante de

convenio la dirección

colectivo

Hispano Metal protesta por recogida de s/d

Olvetti la reducción firmas para

del salario anular el

por el convenio convenio

colectivo

Acciones de protesta laboral por causas económicas y de condi-

ciones de vida, de trabajo y solidaridad con otras fábricas o con

trabajadores despedidos o sancionados

Años total

1946-1952 111

1953-1959 40

(Fuente: Antoni Lardín, 2004: 405-417)

En resumen, a partir de las huelgas de 1951 y 1956-58 (mo-vimientos del mismo carácter que los de mitad de de los cuaren-ta, pero más masivos y con el impulso de una nueva generación obrera que nutrió una nueva militancia sindical) la huelga general fue contemplada por el PCE-PSUC u otros grupos como el ins-trumento fundamental para provocar el derrumbe de la dictadura y la implantación de un régimen democrático. Los fracasos de las convocatorias de 1958 y 1959 mostraron tanto la fortaleza del régimen franquista –que no había perdido ni uno solo de sus apoyos fundamentales- como la debilidad del antifranquismo y su relativa incomprensión de la situación y de las actitudes de la mayoría de los trabajadores, incluso de aquellos sectores más activos, dispuestos a movilizarse y arriesgarse por reivindicacio-nes concretas relativas a condiciones de vida y trabajo, pero no a secundar convocatorias voluntarias de más que dudoso resultado. (Pere Ysàs, 1991: 211)

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X. FRANQUISMO: FASCISMO O

TOTALITARISMO

Vicenç Navarro en un artículo publicado en el año 2001 dice que el Franquismo fue un fascismo. Para ello arguye que el régi-men dictatorial español tiene muchos parecidos con el nazismo en Alemania y el fascismo en Italia.

Se basa en Edwar Malefakis para afirmar que el franquismo fue un fascismo.

Los criterios en que se apoya el susodicho historiador para definir el fascismo son los siguientes:

1) Buscaron no solo el poder sino también crear una nueva clase de hombre y mujer y de sociedad, a través de una ideología que glorificaba la jerarquía, el nacionalismo y la guerra.

2) Tal voluntad de cambio se centraba en un solo líder con cua-lidades supuestamente sobrehumanas, al que no debían impo-nerse restricción de ningún tipo.

3) El líder nació de, y a su vez dio luz, a un poderoso partido político que le ayudó a conseguir sus objetivos: el partido fue creado antes, y no después, de la toma del poder por el fascis-mo y era un instrumento indispensable en esa lucha.

4) Con el objeto de glorificar a su líder, a su partido y a sus obje-tivos, el fascismo puso un énfasis tan extraordinario en la pro-paganda (que tenía por misión) crear un lazo místico con el dictador. Las nuevas tecnologías, especialmente la radio pero también el cine y el periodismo gráfico, se utilizaron en una medida sin precedentes.

5) Inherente al fascismo, e incesantemente reiterado como un ob-jetivo en su propaganda, fue una forma extrema de nacionalis-mo.

6) Otro objetivo fundamental del fascismo fue la consecución como su objetivo político de una prosperidad material sin pre-

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cedentes. Tal proceso tenía un carácter místico. Quizá el mejor ejemplo sea el sueño de Hitler de una red de autopistas entre-cruzando el país por la que todos los alemanes pudieran con-ducir su Volkswagen.

7) Para asegurar el apoyo entusiasta del pueblo en la lucha por es-tos y otros objetivos, habría que organizar la sociedad más con-cienzudamente que nunca. De ahí la necesidad de crear nuevas organizaciones. El intento era el de organizar toda la sociedad instalando una visión nueva que rompió con el sistema ante-rior, exigiendo una subordinación de todas las organizaciones sociales, económicas y políticas.

8) Además de la Iglesia, había otros grupos sociales subordinados al nuevo orden fascista. Especialmente en Alemania, donde el poder de Hitler era mayor. Y se formó una alianza fáustica con grandes empresas que fue ventajosa para ambas partes, pero no había duda alguna sobre quién estaba al mando en última instancia, sobre todo después de que el fascismo se pusiera en pie de guerra. Las instituciones culturales fueron fascistizadas, igual que los clubes deportivos. El grupo que estuvo más cer-ca de retener su antigua autonomía fue el militar, dado que era esencial para la consecución de los objetivos fascistas de política exterior. En Italia, había un obstáculo adicional: la existencia de la monarquía, poseedora de una vaga legitimidad residual que en 1943 propiciaría la caída de Mussolini (Edward Malefakis, 2000: 29-32).

Vicenç Navarro cree que tales características son insuficien-tes para definir a un régimen fascista. Dice que hay otras particu-laridades de la ideología fascista como el racismo, la negación de la existencia de clases sociales portadoras de intereses estructural-mente antagónicos y un profundo anticomunismo.

El mencionado profesor afirma que no se puede negar que tanto el régimen nazi como el régimen fascista italiano fueron racistas. Pero lo mismo puede decirse del régimen dictatorial es-

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pañol, cuyo día nacional se llamaba, hasta el último año de la dictadura el Día de la Raza. En todos estos regímenes, el concepto de patria, nación y pueblo estaba basado en un criterio de raza. El racismo fascista español no sólo incluyó un antisemitismo sino también un racismo imperialista que suponía a la raza española superior a otras, incluyendo a la indígena existente en América latina. Su imperialismo, basado en su nacionalismo exacerbado, tenía una base racista, la cual se reproducía en su discurso y en su cultura, y era intolerante con otras culturas, razas o pueblos (Vicenç Navarro, 2001: 5).

El mencionado profesor arguye que el nazismo y el fascismo fueron una respuesta al discurso y práctica del movimiento obre-ro, hegemonizado tanto en la versión socialdemócrata como la comunista, por el marxismo, que se basaba en la interpretación de clases como agentes sociales con intereses estructuralmente anta-gónicos. De ahí que no se pueda entender el fascismo sin entender el contexto político en Europa que dio su origen.

Sostiene que en España el término preferido fue el de nacional sindicalismo en lugar de nacional socialismo, puesto que el socia-lismo había sido el enemigo derrotado durante la guerra civil. Fue precisamente la intensidad de la derrota del socialismo, comunismo y anarquismo lo que explica que el desarrollo de un discurso atrac-tivo para las clases trabajadoras fuera menos necesario.

Opina, también, que el nuevo orden fascista, tanto en Alema-nia como en Italia y en España, no era un nuevo sistema económico distinto del capitalismo, sino un nuevo sistema que (basado en las famosas instrucciones de Mussolini “creer”, “obedecer”, “aceptar la jerarquía”, “el orden establecido” y “la autoridad” representaba una alternativa al odiado sistema democrático liberal). Su radicalis-mo era contrarrevolucionario, y en absoluto representaba una ame-naza al sistema económico imperante (Vicenç Navarro, 2001: 7).

Manifiesta que Edward Malefakis contrasta la personalidad carismática de Hitler y Mussolini con la ausencia de Franco al que define como poseedor de una personalidad mediocre e inexpresiva.

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Dice que para definir como fascista o no el régimen que diri-gió es importante tener en cuenta la forma que el régimen político proyectaba al dictador, y desde este criterio es difícil que el régi-men dictatorial español no proyectara a Franco como un ser su-perhumano, excepcional, único, nombrado jefe del Estado por la Gracia de Dios, la máxima forma de autoridad que existe en una cultura cristiana. La Iglesia Católica española llegó a referirse al dictador como “el Dedo de Dios”. El régimen dictatorial español presentó a su líder como un hombre con cualidades sobrehuma-nas (que le venían de Dios, consecuencia de Su Gracia) al que no deberían imponerse restricciones de ningún tipo.

A continuación analiza el punto tres de Esward Malefakis, el que se refiere a la relación existente entre Dictador y la Falange. Manifiesta que el hecho de que la Falange no fuera creada por el dictador y que éste meramente la utilizara para supuestamente deshacerse de ella más tarde es el argumento más utilizado para negar el carácter fascista del régimen dictatorial español. Pero cree que el hecho de que tal partido fuera o no fundado por el dictador es irrelevante para la definición de aquel régimen como fascista, ya que el punto clave no es quien fundó el partido fas-cista o cuándo, sino quién lo lideró e instrumentalizó (dirigiendo su transformación posterior en Movimiento Nacional), así como el papel que tal partido y/o Movimiento tuvieron en el Estado español.

Vicenç Navarro opina que Mussolini también –como Franco- transformó más tarde el partido fascista en un movimiento que unió los distintos sectores e intereses leales a él, convirtiéndolo en su vehículo personal para mantenerse en el poder. De esta mane-ra, el movimiento se convirtió más en una condición para acceder al poder que en un proyecto ideológico. No es del todo cierto definir el nazismo alemán o el fascismo italiano como un régimen político en el que el partido fascista, convertido en Estado, diri-giera aquella sociedad. En realidad, hubo incluso más diversidad en las cúpulas de poder en aquellos países que las que hubo en

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España, donde el partido fascista (Falange), más tarde convertido en un movimiento fascista – Movimiento Nacional- (cuya ideolo-gía, instrumentos símbolos e incluso uniformes eran iguales que los del partido fascista), junto con el Ejército y la Iglesia consti-tuyeron un bloque de poder que, a pesar de sus tensiones, estuvo menos dividido que en el bloque de poder nazi o fascista italiano y ello como consecuencia de sus orígenes históricos, el golpe fas-cista de 1936 (Vicenç Navarro, 2001: 10).

Arguye que el entramado existente en el Estado del régimen dictatorial español era resultado de un sinfín de compromisos, tal como ocurrió en Alemania y en Italia, entre los que creían en el movimiento fascista y aquellos que juraban lealtad por meros motivos oportunistas. De ahí que el Movimiento Nacional fuera una red de intereses corporativistas y económicos que utilizaron tales redes –comenzando por el propio dictador- para sus fines personales revistiéndolos de una ideología sumamente adaptable –como también lo fue en el caso del nazismo y del fascismo-. Esta ideología del Movimiento Nacional integró elementos fundamen-tales del catolicismo español (como resultado de su alianza con la Iglesia que le dio su dimensión más totalizante, la cual con la ayuda del quehacer humano, desde las áreas más íntimas como la sexualidad hasta la cultura y enseñanza), así como del nacionalis-mo imperialista (resultado de la alianza con el Ejército). En este aspecto, la estructura de poder del Estado en el régimen dictato-rial español fue, menos diversa y más uniformada que en la Ale-mania nazi y en la Italia fascista, donde hubo gran competitividad (y agresividad entre los distintos componentes).

Afirma que otra teoría ampliamente extendida, propagada en múltiples casos por sectores de la nomenclatura de régimen dictatorial español fue que el carácter fascista de aquel Estado cambió con la entrada, a partir de los años sesenta, de lo que se ha llamado “los tecnócratas del Opus Dei”, que iniciaron un pro-ceso de modernización del Estado. Pero según Vicenç Navarro el Opus Dei fue fundado por una persona: Escrivá de Balaguer,

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que además de ser guía espiritual del Dictador era una persona de clara identificación con aquel régimen. Es más, la organización del Opus Dei, se caracterizaba por su fanatismo, intolerancia reli-giosa, estructura altamente jerárquica, con actitudes basadas en el secretismo, elitismo y autoritarismo, con un control psicológico permanente de sus miembros.

Por lo tanto considera un error considerar al Opus Dei y los tecnócratas identificados con él como los portadores de un pro-yecto predemocrático que desembocó en la transformación del sistema. Asegura que en realidad el Opus Dei intentó reproducir la ideología totalizante del régimen dictatorial español (Vicenç Navarro, 2001: 14-16).

Para José María Maravall (1978: 16-27) el franquismo fue un régimen totalitario. Para ello se basa en Friedrich y Brzezinski (1966:22) para definir el totalitarismo. Esos sociólogos lo delimi-tan de la siguiente manera:

1) Una ideología oficial a la cual se supone que todo el mundo ha de adherirse, al menos pasivamente.

2) Un partido de masas único, típicamente dirigido por un hombre.3) Un sistema de terror, impuesto a través de los controles del

partido y de la policía.4) Un monopolio o cuasi-monopolio de todos los medios efecti-

vos de comunicación de masas.5) Un control monopolístico de los medios de combate armado.6) Un control y una dirección central de la economía.

Para José María Maravall la dificultad de encasillar el fran-quismo en esta concepción del totalitarismo ha conducido a la elaboración de otra clasificación: la del autoritarismo. Para él ha sido Linz (1964) quien ha definido los rasgos de este régimen político. Para Maravall el susodicho sociólogo lo define de la siguiente manera: un sistema político con un pluralismo político limitado y no responsable; sin una ideología directora (pero con

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una mentalidad distinta); sin una movilización política intensa o extensa (excepto en algunos puntos de su desarrollo), y en el que un líder (u ocasionalmente un pequeño grupo) ejerce el poder dentro de unos límites poco definidos pero en realidad bastante predecibles.

Por otra parte, José María Maravall afirma que el Estado franquista tenía un completo control, de forma directa o indirec-ta, sobre los medios de comunicación de masas que se utilizaron como instrumentos de adoctrinamiento político sistemático. Y que la información era severamente controlada y sólo se transmi-tían imágenes oficiales de los acontecimientos sociales y políticos.

Continúa diciendo que las características totalitarias del ré-gimen franquista en el periodo de 1939 a 1945 son indiscutibles. Para él el régimen pretendía conseguir una movilización totalitaria de la sociedad española: un partido político único penetraba en to-dos los sectores de la sociedad, y a través de las diferentes agencias de socialización se buscaba imprimir un adoctrinamiento político.

El mencionado sociólogo sostiene que la evolución del régi-men, a partir de 1945, ha sido interpretada por Linz en términos de una transición desde el totalitarismo hasta el autoritarismo. Según este sociólogo se fue creando un pluralismo limitado y se desarrollaron procesos informales de negociación entre grupos, mientras que las políticas de desmovilización, que buscaban una simple aceptación pasiva del régimen fueron, sustituyendo a las políticas de movilización totalitaria. Pero la socialización política era en estos años un proceso más fragmentado, y aunque existían menos controles sobre la circulación de ideas, no hubo cambios sustanciales en la regulación de los derechos individuales, de las libertades políticas y de la participación democrática.

Además, José María Maravall sostiene que la ley de principios del Movimiento Nacional de 1958 declaraba que todo el interés particular estaba subordinado al interés superior de la nación. Y que la estructura política del Estado era una democracia orgánica, cuyos principios de autoridad y servicio (no de representatividad

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y mandato) y de unidad de poder (no de división de poderes) eran las bases del Estado. Y que los partidos políticos estaban prohibi-dos; que la nación era católica y que tan sólo la religión católica podía ser practicada; que los sindicatos estaban subordinados a los intereses del Estado.

Dice, también, que los cambios en el franquismo, tanto la liberalización de la política económica tras el año 1957 como la mayor tolerancia ideológica y el pluralismo restringido en 1965, pueden ser interpretados como aspectos de una transición política dentro del tipo genérico del Estado dictatorial capitalista, transi-ción que estaría asociada con la estabilidad social, económica y política de un sistema de dominación de clase.

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Apéndice

Fuentes orales durante los años 1950-1960

Entrevista a Juan Navarro García46

¿Por qué te despidieron?

Porque en el 56 o 57 salí elegido enlace sindical […] y en princi-pio iba bien. La empresa [pertenecía al sector de madera y corcho] intentaba por todos lo medios que no desarrollara mi función de enlace sindical […]. En aquellos años no había casi reglamenta-ción, ésta era muy pobre. Los trabajadores, cuando tenían algún problema, me consultaban; yo también sentía esos problemas: Fue cuando empecé a ir al sindicato, que era vertical, cada vez que me convocaba, allí me ponía al corriente.

¿Las reuniones?

En la mencionada asociación laboral me iba poniendo al día. Lue-go iniciaron unos cursillos, que los hacía el sindicato vertical, para amansar a los enlaces sindicales. Y claro, todo eso, me fue despertando y forjando un sentir, que conforme iba despertando y adquiriendo conocimiento de la poca reglamentación que había, y siempre basándome en esa regulación, exigí a la empresa que la cumpliera; y ahí es cuando topábamos con la fábrica y fue cuan-do empezé a hacer reivindicaciones y comenzaron a conseguirse algunas cosas. Luego en los años 57 o 58 se iniciaron los conve-nios colectivos, que según tengo entendido, venían de los Esta-dos Unidos. Al menos así lo manifestaron los profesores que nos daban los cursillos. En esos convenios colectivos emprendimos la coordinación con los enlaces sindicales porque el ramo era muy reducido, sólo había 8 o 10 empresas, con una afiliación de unos 200 trabajadores en Barcelona ciudad. Entonces al tener una co-nexión con estos compañeros empezamos a ordenarnos y a forjar

(46)Conseguida en el Archivo Histórico de Comisiones Obreras de Cataluña. Colección biografías obreras. Año de realización 19/3/1998 a 19/5/1998

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las Comisiones, sin decirle Comisiones Obreras, pero comisiones de trabajadores, indiscutiblemente.

¿Con los trabajadores de las otras empresas?

De compañías distintas. Cuando comencé a trabajar ya tenía una comisión de 3 o 4 colegas, bien de mi sección o de otras, pero más bien de mi sector, éstos colaboraron mucho conmigo. Fue en los cursillos cuando nos fuimos forjando y coordinando. Y cuando se iniciaron los primeros Convenios Colectivos llegó nuestra lucha y emprendimos nuestras demandas, cosa que los obreros al prin-cipio las asimilaban, aún estando muy reprimidos y con mucho miedo. Todo esto lo íbamos consuiguiendo, aún cuando estaba en la reglamentación, porque la empresa siempre miraba el control del plus familiar. Entonces yo exigía que hubiese una comisión con la fábrica para controlarlo, pues se hacía un tanto por ciento y se distribuía una cantidad de puntos; también se hacía un con-trol justo para que nadie saliera perdiendo. Todos los problemas laborales se fueron solucionando, iba bien la cosa.

¿Y las reclamaciones que se hacía en el sindicato como enlace sin-dical a partir de 1957?

En el 57-58.

¿Cómo planteaban las reivindicaciones?

Bueno, las reivindicaciones en aquella época siempre se basaban en el reglamento. En el código de los trabajadores había una ordenan-za laboral y tú cogías las leyes que te correspondían porque había muchos abusos en la empresas como por ejemplo la cuestión de las hojas salariales que poníamos en su categoría respectiva, y que era donde estaban inscritos los obreros que fichaban cada día y no figu-raban en sus cuotas; también vigilábamos si estaban inscritos en la seguridad social. Todo eso aunque eran pequeñeces para nosotros era muy importante y la única manera de demostrar tu fuerza mo-ral para lanzarte contra las autoridades, que en aquella época era el delegado del trabajo. Íbamos allí y hacíamos las demandas. Me

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acuerdo que una de las peticiones que hicimos estaba relacionada con el horario y las primas; creamos un escrito que primero iba a la empresa. Yo siempre procuraba tener una comisión, y creo que salió bien porque en aquel tiempo un enlace sindical o cualquier persona un poco concienzada procuraba agruparse a una junta. En-tonces iba con 2 o 3 compañeros y hacíamos la solicitud. Y cuan-do la empresa no te daba una respuesta satisfactoria, al contario, ponía pegas hacíamos un escrito redactado de manera simple y lo dipositábamos en la Delegación del Trabajo y luego pasaba una ins-pección; es cuando teníamos los enfrentamientos con la fábrica, ya que los inspectores eran favorables a ella. Y cuando conseguíamos alguna mejora laboral era un triunfo para uno y para los compa-ñeros, que reconocían que valía la pena hacer algo; pero a nivel de convenios era distinto, ya que los enlaces sindicales estaban muy compenetrados y las reivindicaciones las hacíamos en conjunto. Cuando llegaba la hora de la negociación hacíamos una plataforma pidiendo lo máximo posible. Nunca hicimos huelga, pero sí plantes e íbamos al sindicato colectivamente para hacer constancia de nues-tras demandas. Siempre procurábamos, el día que nos reuníamos, agrupar como mínimo 5 o 7 personas de cada empresa para hacer más presión en la asociación laboral franquista. Sólo hicimos algu-nos plantes por las horas extras.

¿En qué años estuvo en el PSUC y qué hizo?

Entré en ese partido en el 57.

¿Cómo es que entra en el PSUC?

Bueno, primero debido a la lucha sindical. Llegué aquí en el 56 o 57. Fue cuando conocí al compañero Felipe, que en nombre de guerra le llamaban el “soldado” y trabajaba en una carpintaría. Fue por mediación de Felipe que me presentaron a Ángel Rozas que había trabajado en la construcción.

Ángel Rozas me sugirió que ingresara en el partido y que siguiera combatiendo sindicalmete, pero dentro del PSUC. En el sindicato

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creamos una comisión del PSUC en la que había 4 o 5 personas: uno era socialista, otro procedía de la rama sindical anarquista, otro había sido gerrillero y luego estaba yo.

¿A nivel político?

A nivel político sí, pero sin dejar la lucha sindical. Estuve en el PSUC, pero no asumí responsabilidades políticas, solamente a ni-vel del movimiento obrero.

Entrevista a Josep Maria Folch i Torres47

El seu sogre estaba a favor de la intervenció dins del verical?

Sí, ell va fer un gir en la política comunista que es va donar l’any 56 a l’arrel de la Reconciliació Nacional. Des del punt de vista tàctic es va lluitar dins del sindicat vertical. Jo, posteriorment, he lleguit llibres històrics com el Asalto a los cielos de Falcón i algún altre, i em sembla que aquesta recomanació va venir directament d’Stalin perquè cap a l’any 49 o 50 hi havia la lluita dels Maquis a les muntanyes en tot el territori español. A Catalunya també en teníem a la Vall d’Aran, i bueno, inclús hi va haver l’ocupació de la Vall d’Aran. Em sembla que va ser al 49 i va ser un fracàs. El mateix Stalin, en una reunió amb Dolors Ibarruri i altres comu-nistes d’èlit, ens va dir “Bueno, yo creo que ustedes se equivocan, que claro, luchar contra un ejército bien pertrechado no les va a conducir a nada, ustedes lo que tendrían que hacer es entrar en el pueblo a través de las mismas instituciones franquistas, y a través de aquí ir dando la vuelta”; això de moment no ho van entendre massa, però és clar, ho van anar rumiant i vam pensar. I a més el que deia el “padrecito” anava a missa; al final vam tirar endavant amb aquesta práctica, que per cert va ser encertada.

El seu sogre ocupava algún càrrec dins del PSUC?

No, ell havia estat membre actiu del PCE durant la guerra. Havia

(47)Loc. Cit. Año de realización 5/11/1997 a 2/1/12/1997

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estat comissari polític, i havia sigut tinent alcalde; havia tingut res-posabilitats en el seu poble a través del PC, però no en el PSUC. El que passa es que en aquella època, i gairabé sempre, el PSUC i el PC han sigut 2 partits, que com deia Gregori “2 taronges dife-rents, però amb el mateix sabor i el mateix color”. Llavors hi ha-via una afinitat, una obligació de quan un membre del PC venia a Catalunya, automàticament s’inscrivia al PSUC; però com el meu sogre tenia unes relacions a nivel de direcció del PC va quedar-se. Quan va sortir de la presó va quedar exclós d’aqueta obligació per servir al PC des de Catalunya, sobretot al PC de Córdova.

Parlem més de com pren contacte amb tota l’activitat política?

Bé, jo més o menys ja he explicat que des del punt de vista sindical m’he he orientat a la fàbrica. Amb aquest grup de companys, i a través d’entrar com a enllaços sindicals, plantegem molts proble-mas a l’empresa d’una manera legal aprofitant totes les possibilitats permeses de lluita com reclamar qüestions relacionades amb les pri-mes i coses d’aquestes, e intercalant, també, activitats il·legals com fer aturs; vem fer una vaga de producció.També recordo que vam fer una funció teatral i ens vam posar en contacte amb un grup de teatre, em sembla que le deien La Barraca en memoria del poeta, i vem llogar el teatre Capsa de Barcelona per fer una funció teatral que es deia Fuenteovejuna, a la qual van anar tots els de la Montesa i els seus familiar, perquè estàvem preparant una vaga en contra de les primes. I l’endemà vam fer aquesta vaga de braços caiguts, que en deien aleshores, i va tenir el seu èxit. Doncs això és en quant a l’orientació sindical i a les accions per on incidía.

Això abans de conèixer al seu sogre?

No, això va ser després de l’influència del meu sogre.

Abans no havia participat en cap conflicte a la fàbrica?

Pràcticament no, millor dit, l’any 51, quan la gran vaga dels tra-mvíes i la gran vaga de Barcelona si vaig participar, com tothom, inclús van enllaçar l’aturament de la feina amb la dels tramvíes.

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Jo vaig fer 2 o 3 dies de vaga, més del que em pertanyia, perquè quan tothom s’havia reincorporat al treball jo continuaba amb l’aturament; però eren fets aïsllats i no estavaven organitzats ni havien companys que es situessin políticament o sindicalment. Jo vaig participar a l’aturament dels tramvíes com un treballador més. En quan a les vagues de Montesa, jo ja estaba organitzat amb els companys i rebia l’influència del meu sogre que va fer que creixés políticament. És quan vaig conèixer aspectes del so-cialisme, del comunisme magníficats, evidentment, com es mag-nifiquen les coses per una persona que creu absolutament amb alló que diu. És quan vaig formar-me de del punt de vista polític: llegia molts llibres d’Stalin, Lenin, Marx, de El Mundo Obrero, Unitat i Treball. Tenia un company, també del partit, i membre del comité central, un tal Fèlix Cardodó que es visitava amb el meu sogre, un dia va dir “Bueno, ara des de la direcció del partit em rebut l’encàrrec d’organitzar un aparell del Partit per subministrar Mundos Obreros per la província de córdova”. Aixó va ser la meva primera feina com a militant en que vam estar, potser un any, con-feccionant amb una coreana; també es va comprar o es va portar una màquina, una impresora que la vaig posar en marxa perquè sóc mecànic. I cada 15 dies o així anàvem cada 2 o 3 setmanes a un lloc de seguretat, a una casa, on teniem la màquina i imprimien amb els clixés que ens haviem portat, tant si eren Mundos Obre-ros, octavetes, etc. Alehores les empesàvem amb la máxima segu-retat i les enviàvem a la provincia de Còrdova i subministràvem a tota la provincia del material del Partit Comunista d’Espanya. Aixó va durar un any, després es va dissoldre l’aparell perquè el material es faria directament des de la provincia de Córdova. I a partir d’aquest moment vaig quedar-me una temporada aïllat, uns mesos, pot ser mig any; i després va venir un company del PCE a parlar amb mí i vam dialogar i em va proposar la incorporació al partit. A partir d’aquest moment em vaig considerar militant del PSUC, i amb la dirección del partit vaig fer les feines que havia de fer i m’orientaven sobre el que tenia que fer.

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Seguim parlant de l’activitat sindical. Vosté es presenta d’enllaç a les eleccions sindicals del 57?

Sí.

A les primeres eleccions d’enllaç per indicacions del partit?

No es que seguís instruccions del partit; podíem dir, millor dit, que seguía els consells del meu sogre. Vull dir que no eren consig-nes del partit, ni intruccions perquè a mí no em manava ningú, el que passa que sí que em podíen motivar, i amb les converses que tenia amb el meu sogre em vam convencer de que evidentment jo servia més els interessos dels treballadors com enllaç sindical perquè tenia una experiencia que rebia, que acabava de rebre del meu sogre i que podía posar al servei dels obrers. I així vaig fer-lo.

Parli’m dels conflictes que a partir de llavors es van viure a Mon-tesa...

El primer conflicte em sembla que va ser l’any 58, coincidint amb unes vagues d’Astúries i l’Hispano-Olivetti; i a les grans fàbriques de Barcelona; alehores nosaltres dintre de l’empresa vam fer có-rrer la veu, o sigui, jo junt amb altres companys (amb el Josep Pu-jol) vam convèncer als treballadors de que havíem de participar en una vaga encara que fós de solidaritat. I vam intentar organitzar la fàbrica per parar-la.

Aquestes vagues de les que em parla no són del 56?

No, del 58. Al 58 van haver-hi vagues a Astúries, a la Carmocha i alguna d’altra. Va ser el 58 que ens vem declarar en vaga, la qual cosa era molt difícil en aquella época; però al final intentàvem que esclatés i com no sortia van ser els de la rectificadora que van dir “Bueno va, deixem-nos estar d’hòsties i sortim nosaltres i ja seguirà la gent”. I vam parar les màquines i sortir, la gent no sortia; aleshores vem anar a la porta dels vestuaris i des d’allá els cridàvem, i de mica en mica, l’un darrere l’altre es va anar parant, i vam parar tot el taller. Els treballadors em deien “Parem per tú

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perquè si no només que et desfaràn, et mataràn”; tothom tenia molta por; i des d’allà vam enviar algún company perquè anés a parlar amb el muntatge perquè paressin. I vam parar la fàbrica; aleshores em cridà la direcció, perquè eren enllaços sindicals.

La direcció va dir “Bueno, Què passa?, per què pareu?” I vam contestar “home, perquè volem guanyar més” “ Vostè no sap que a Hispano-Olivetti están les fàbriques parades, astúries està en peu de lluita i nosaltres també? “. El director va expressar “Tanca les portes”. Jo li vaig respondre “No, que saltaràn per sobre i ho trencaràn tot”. El director va manifestar “bueno, vinga avisar a la policía i al sindicat”. Van comunicar al sindicat, que va venir i ens va amenaçar; l’endemà vem tornar a la feina, però vem deixar constancia d’un atur en solidaritat. Posteriorment vem fer la vaga, una vaga contra els sistemes productius, una vaga de primes, i tothom estaba parat. Aquí vem assolir una victoria, vem fer can-viar el sistema de primes; posteriorment el sistema de primes es va anar apretant més i van anant escurçant els temps de fabrica-ció, fent-se treballar més; els vem portar a Magistratura i no va haver-hi una lluita, només va ser una contensa oficialista, o sigui, a través del sindicat i a través de Magistratura; però no va deixar de ser una lluita. No va estar recolçada amb els aturs i amb les vagues, però va ser un combat que vam portar amb el recolzament dels treballadors a través de signatures i moral. Durant aquell any els vem fer pagar a Montesa en concepte de retrassos de primes al voltant d’un milió i pico de pessetes o dos milions.

Entrevista a Vicenç Lizano Berges48

Una qüestió: i els pares? Com veien la seva participació en aquesta vaga? [es refereix a la vaga dels tramvíes del 51] perquè suposo que tindrien por i, a més, tenint el pare l’experiència que tenia darrera, no?

Sí, el meu pare em deia “pues porta cuidado”. No em deia “no hi

(48)Loc. Cit. Año de realizción 29/11/200l a 30/5/2001

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vagis”; això no m’ho deia perquè ell havia sigut de l’UGT també, era un sindicalista. Dintre de la fàbrica era d’UGT. Ells estavem afiliats. Allavors hi havia la CNT i l’UGT, i el meu pare tenia ten-dències socialistes, no anarquistes. […] Per això et dic que en la mesura que jo anava tenint algún problema o fallo com aquest, pues tenia capacitat i pensaba “No t’has de tancar en un lloc per-què quan està obert pots córrer, no ho facis més”.

El seu pare va participar en aquesta vaga també o no es va involucrar?

Sí, sí, perquè a la Maquinista també van sortir. Van manifestar-se la Maquinista, Olivetti i totes les fabriques grans. Llavors també et vull dir que el govern va fer marxa enrere i l’augment es va retirar. Jo vaig pensar que havíem guanyat la batalla: va ser una experiècia molt enriquidora per mí. Repeteixo que va participar una generació que no havia fet la guerra; i després molts d’aquests joves serien els clandestins de la Dictadura i van ingessar en algún partit, i molts d’ells serien els fundadors de la constitució de Co-missions Obreres.

D’acord. Si no recordó malament, després de l’any 57 va haver-hi un altre cop una vaga de tramvíes.Vosté se’n recorda d’aquesta?

Sí, però se’n fica tant al cap i dintre de mí. I torno a repetir: la vaga histórica dels tramvíes “que em fa l’efecte que d’això se n’havia d’haver tingut…no sé com dir-ho.

Més cura d’ella.

Sí, l’hauríen d’haver tingut…

Més present.

Més present, exactament. Aquesta és la paraula. Més present com a recordatori de lo que va motivar l’aturament d’aquella época. Jo pensó que sí. Per això no me’n recordo d’aquesta segona, que va ser una passada de jo que sé.

Sí, gairebé es pot considerar un fracàs aquesta segona.

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Sí, per això no la tinc en ment. Ara, lo que sí que tinc és molt pressent aquesta. Molt pressent.

Això li va donar peus a intentar a començar a contactar amblo que és el PSUC, a moure’s clandestinament?

Encara no. Ja t’ho explicaré.

Què va succeir llavors?

A l’any 52 entro a treballar a l’Hispano Olivetti i amb el temps una companya de treball m’indica que m’havia temptejat. Ella em parlava dels problemas, de política, però ella no era res. Era una opinió que tenia. I ella es va donar compte de que jo anava “en-trant”. I amb el temps em diu “Mira, a casa meva”. Eren dues germanes. La seva germana, que no treballava a Olvetti, era pro-fessora de llatí. Vivien a prop de Plaça Espanya. Va dir-me “Mira, com ja tinc confiança amb tú, pues a casa meva alguns dissabtes a la tarda ens reunim dos o tres companys d’Olivetti que també els hi agrada parlar d’aquestes coses com tú; i si vols venir pots fer-ho. I jo li vaig dir que sí. En aquestes reunions primerament par-làvem; la seva germana participava bastant i quedàvem per parlar de política. Tenien retalls de diaris que al·ludien a algunes coses que elles retallaven i fèim comentaris. La cosa anava per aquí i va arribar el moment que una d’elles, la de la fàbrica, es destapa i ens va dir que eren del PSUC. Jo ho vaig trobar bé, però no ens van dir d’incorporar-nos en quells moments. Erem tres els que assis-tiem, un era rellotger; però a Olivetti treballava en una màquina, l’altre, un tal Molina (que quan jo vaig marxar de l’Olivetti, em vaig assebentar que quan treballava a Soler Almirall l’havien de-tingut i l’havien portat al penal de Bugos). De les converses amb les companyes del PSUC i dels que assistiem a elles surt també l’any 56 que hi va haver una vaga del metall i els obrers d’Olivetti van sotir al carrer. Primerament es va concretar de veure’ns als vestuaris i anàvem baixant per les escales –perquè hi havia qua-tre pisos si mal no recordó- i de la quarta planta va començar a baixar la gent de dalt, i els treballadors al veure baixar als de la

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quarta planta també van descendí. A la primera planta, que era on treballava jo en aquells moments, encara no va sortir ningú; per això vaig decidir sortir. A partir d’aquí va començar a prorrompre gent i vam trobar-nos als vestuaris. Aleshores la policía va entrar a cavalls i ens van fer sortir dels vestuaris. Quan va pasar això vam constituir un grup bastant gran que cada dia al matí anavem a la porta de la fàbrica i ens trobàvem per anar des de la Gran via fins a Plaça Espanya i allà ens juntavem amb els companys de les Lámparas Z i un matí va venir la policía49 (amb nosaltres hi havia un col-lega que havia arribat de la Unió Soviètica i que també tre-ballava a la mateixa empresa) i com vaig compredre que algo de conciència tenien li vaig dir “Oye, vete. Viene la policía. Vete por-que si nos cogen tu tendrás más problemas que nosotros porque has venido de allí. ¡Vete! No seas así”. Em va fer cas i va marxar.

Llavors, em sembla, que aquesta vaga era del metall; de moltes fàbriques del metall.

Una vaga general.

Sí, una vaga general. Que si no recordó mal es la que es fa a l’abril del 56 que participen empreses de Biscaia, de Guipúscua i de Bar-celona com Pegaso, Olivetti… Sí, la Pegaso i l’Olivetti.

Què deia, Lámparas Z

Maquinista, que treballava el meu pare. Sí, van participar totes les empreses grans. Alló va ser fort.

I per què era aquesta vaga? Suposo que principalment por la qües-tió de salaris. Vostè ho recorda?

Un dels arguments d’aquelles vagues era la falta de calés, per aixó es demanaven augmens salarials. Això sempre estava present a totes les vagues.

(49)Et diré que a Olivetti van entrar uns col·leges que havien sigut els nens de la guerra i venien de la Unió Soviètica, n’hi havia dos o tres; un d’ells va ser jefe d’equip, doncs venien millors preparats d’allá en quan a la formació profesional, l’altre no.

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Llavors, Vicenç, vostè pensa que primer de tot es posava lo que era la qüestió salarial, però darrera d’aquesta qüestió salarial lo que hi havia, principalment, era la ideología política? Anar-hi contra el règim?

Podia ser, pensó que sí perquè ja t’he dit abans que la vaga del 51 estava molt present en molta juventut i en les persones grans que estaven contra la dictadura […]. Quan la vaga de la fundició també hi havia gent gran. Era patent que hi havia algo polític en el cor de la gent; també alguns partits polítics clandenstins com el PSUC, la CNT… […] van jugar un papel determinant. I els en-llaços sindicals, que en aquella época, participaven en al sindicat vertival, tenien una inquietut vers als problemes socials. Hi havia gent bona, polititzada; i alguns sindicalistes també van moure’s en les vagues, i després van tenir importancia en la constitució de les Comissions Obreres d’igual manera que quan van lluitar en la vaga dels tramvíes. Parlant dels enllaços sincials, recordó que a Olivetti havia un que destacava, no d’una manera oberta, i tenia que anar amb molt cuidado.

És a dir, que aquests enllaços sindicals, vostè enten que eren...

No tots

No tots, però hi havia una petita quantitat que era gent infiltrada amb ideologies d’esquerres a lo que és el conjunt de lo que és –ara no em surt la paraula tampoc-, l’esquema aquell muntat pel go-vern, tot lo que és la CNS, etc, etc-,o sigui, gent d’esquerres dins de la CNS, alguns enllaços sindicals molt concrets.

Sí, sí.

I aquets són els que van començar?

Penso que sí, aquests van tenir un paper a la Olivetti. I perquè no dir-ho? quan se’n parlava de fer aquesta vaga es deia a nivell de grupets. Jo com era del Poble Nou tenia un company d’aquest barri, un col·lega jove com jo que era falangista i que s’ha no-menava Rodríguez, el qual tenia relació amb un que es deia Ruiz

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de l’Olivetti que també era falangista. Aquest Rodríguez sabia les meves tendències i jo sabia que era falangista perquè m’ho va dir. En aquells moments jo no estaba lligat al partit, però ell sabia que tenia inclinacions comunistes. Ell em deia “Lizano, serías un buen joseantonio” i jo le replicava “Rodríguez yo tengo otras tenden-cias, tú sabes que tengo propensiones comunistas”; però amb ell es podía dialogar […]. A la planta que estavem, ells s’ubicaben a la tercera, van ser els primers que van sortir, llavors li vaig pre-guntar al del Poble Nou “Oye, me han dicho que habéis salido los primeros”. I va comentar-me “coño, claro¡ porque nosotros íbamos delante, ya que si pasaba alguna cosa podíamos salvarles”. Pot ser que havia alguna tendència a la falange que no estaba amb el sistema perquè m’haviem comentat que amb el perfil de Franco havien querencies, és a dir, franquistes que no estaven d’acord perquè hi eren en la línea joseantoniana.

Pregunta: A més, en aquells anys, si no recordó malament, fins i tot hi havia un grup de falangistes de Barcelona que es troba-ven molt en contra del que era Gonernador Civil de Barcelona de l’època i llavors, per deixar-lo malament –potser fins i tot per aquesta banda- intentaven fer una mica més força.

Sí, et diré més: aquests em van explicar que una vegada van anar-hi a una reunió que hi havien els Requetès, que estaven junts, hi tenien discrepàncies i tenien… Això m’ho deia ell “¡Me cago en la hostia! ¡Un dia tienes que venir conmigo y verás como no las tenemos con estos! ¡Ahora con el Rey y puñetas!

Sí, hi havia discrepències també.

Sí.

En aquesta vaga en concret del metall del 56 vostè recorda de qui-na mobilització dins de la fàbrica? Quí va ser la persona que va dir “doncs aturem. Marxem”?

M’explicaré: jo en aquells moments encara no estaba organit-zat. Si que anava a aquestes reunions de les companyes que vaig

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al·ludir, però anava per lliure i tenia una conducta política sense estar coordinat. Jo diría que en el PSUC tenia algo que fer, perquè ells serien conscients. Tindrien les cèl·lules de l’Olivetti, doncs llu-gaven el seu paper en aquest aspecte; però en aquella época, parlo del 56, si hi havia un enllaç sindical que jo no ho considerava vàlid políticament, però tenia relació amb ell i em parlava dels anys cin-quanta i d’aquesta vaga. Considerava que “serviría d’algo perquè doncs no podiem seguir així”.

Recorda el nom d’aquesta persona?

Manolo, ara no sé.

Aquesta era una de les persones que va prendre la decisió d’aturar la fàbrica, d’anar-hi a la vaga tota la gen? I treballava en allà.

No, perquè ja t’he dit que eren quatre plantes.

Quatre plantes.

Eren plantes molt grans. Treballaven milers d’obrers. No recordo quants.

O sia, era impossible que fes això.

No podía abarcar tota la fàbrica, ni a la seva planta tampoc.

Llavors vostè no es va assebentar de quines persones eren, perquè això estaba molt…

Arribaven veus de un company que no tenia res a veure ni amb el partit, ni amb els enllaços sindicals que deia “He sentit als vestua-ris o a dalt a l’hora del entrepà com deim algo, no?”, deien algo.

Pregunta: O sigui, fins i tot, potser, es va arribar a fer alguna petita assemblea a l’hora d’esmorzar o…?

No, al entrepà perquè, si mal no recordó, crec que entràvem ja esmorzats... Potser a l’hora de dinar.

D’acord.

Anava a guanyar més i entro a Soler Almillar, i llavors també hi

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ha una vaga amb el temps. Hi ha un aturament que també era pels salaris. Ja et dic que els salaris eren “la madre” de totes les vagues.

Era l’excusa perfecta per portar a terme les vagues.

Sí, però aquesta era de veritat […]. Si entro a Soler Almirall hi ha aquesta vaga, que va sortir bé. Però va haver un problema: un company, un tal Hurtado, que es va destacar en aquest atura-ments, el va cridar la direcció i li van comunicar que havia partici-pat de manera molt destacada i li van acomiadar. Però jo a partir d’questa vaga començo a temptejar a la gent […] i vaig constituir una cèl·lula. A soler Almirall em conecto amb l’Hurtado i amb altres col·leges que tenien conciècia de classe, i com era nou vaig observar que la lluita la portava el Vintell; és quan començo a par-lar amb ells. Hi havia un company que es deia Francisco Conesa que no sé si era enllaç sindical, però va pujar, amb una comissió, a dialogar amb la direcció. Ho van fer molt bé; i això em va servir per temptejar a alguns companys.

Què eren aquests mateixos companys conesa, Hurtado i les altres persones?

No, el Conesa no, l’Hurtado tampoc perquè va tenir els problemes que he mencionat: el va acomiadar després. Però jo havia observat a varis i tenia gent amb la que parlava de cosetes, de política […]. El que portava el quarto d’utillatges, que precisament era un home que també parlotejava del comunisme […] quan anàvem al torn de tarda vàrem parlar amb ell i va estar d’acord de fer lo del quarto, i li vam proposar d’anar a berenar allà, a sopar i a parlar. A ell li va agradar i, en consqüència, vam assistir alguns col·leges com Fran-cisco Pérez, Ismael García, Manuel Martín, Antonio Ruiz i jo.

Què es deia d’ aquest home [el del quarto d’utillgatges]. Com es deia?

Sànchez, llavors les converses anaven a més. No solament eren diàlegs, sinó que anàvem aprofundint en les qüestions que suc-ceïen al país; també parlàvem de la Unió Soviètica.

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Lo que passa que aquestes persones que hi había d’apareixen i des-apareixen del grup o...

No, era quotidianament. Mentres feien el torn de tarda era un més. […]. Bueno, i va arribar el moment. Quan s’s’acostava jo dic “pues és el moment de…, el tempteig. No ho faré a la reunió, sinó fora d’aquesta . Aniré plantejant-lo d’un en un”. Probo en un, per exemple el Francisco Pérez, i no em va deixar acabar. Com jo era del PSUC li vaig dir “Soy del partido y pienso que durante el tiempo que hemos estado hablando estás predispuesto a dar un paso adelante y vamos a organizar lo que tenemos que hacer”. Ell va dir-me de parlar. Després converso amb el Manuel Martín, que era un apassionat de la Unió Soviética, i només li vaig dir “Manolo, esto es lo que hay”. A l’Antonio Ruiz li vaig donar una explicació bastant fluida i també va entrar al partit.

Sánchez? L’home del…?

No.

Aquest no van entrar?

Amb aquell no em vaig atrevir, simpatitzava pero no ve entrar. Llavors es va constituir la cèl·lula, la primera –perquè allà no hi havia organitzat res políticament- Erem tres o més: Francisco Pé-rez, Ismael Grácia, Manuel Martín, Antonio Ruiz i jo.

I cap a quin any va ser això, cap el 59?

Sí.

D’acord.

Esperant, perquè l’Hurtado també va estar a la cèl·lula.

L’Hurtado tambè a pesar de que el van fer fora.

Sí, el que van despedir també va entrar a la mencionada secció, inclús a la seva casa fèiem reunions. La cèl·lula estaba constituida abans de la vaga, i el seu acomiadament va ser posterior.

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Em sembla que vostè em volia fer referècia a una sèrie de vagues i de mobilitzacions que van haver-hi en aquells temps. Quines van ser?

Van ser les vagues de 58 i el 59. Al 58 era “la Jornada de Recon-ciliació Nacional” i el 59 la Vaga Nacional Política. Penso que va ser un fracàs perquè a la década dels 50 el moviment obrer estava bastant tocat, doncs els partits i sindicats estaven a l’exili i la repressió era molt dura i obstaculitzaven l’organització del moviment obrer. Hi havia moviment obrer, pero molt clandestí.

A excepció de la gran vaga dels tramvíes, que va tenir molta com-plicitat de la ciutadania, doncs el poble estava al carrer […].

I al 59 va haver-hi la Vaga Nacional Pacífica, la qual va ser guiada des de l’exterior, però sense cap anàlisi científic de la sitació del interior […]. No es va tenir en compte la situació de l’interior i no comptavem amb els treballadors, que eren els que tenien que fer l’aturament. Recordo que en aquells anys havia gent implicada en els partits polítics, sobretot del PSUC i de la CNT, […]. Era evident que aquella crida no podía tenir èxit perquè no es va fer un analisi de la realitat concreta.

O sigui, hi havia una desconexió totals entre lo que eren els qua-dres que estaven a França o en altres llocs d’Europa i lo que era la situació interior del país.

Exactament.

Per què vostè sap de quina manera van reaccionar els diferents grups del país davant d’aquesta jornada per la Reconiciació Na-cional o l’altre, la pacífica que tu has l’any següent? Va haver’hi contradiccions. Hi havia gent que no estaba a favor?

Jo et diré una cosa: la del 59 […] ho vaig saber no gaire temps abans, ja que parto de la base de que una movilització que es faci s’ha d’informar. Una vaga s’organitza amb el temps adequat.

M’agradaria que parléssim també sobre l’any 58, que es quan sor-geix la llei de convenis col·lectius. Això que li va semblar? Com va

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ser que un govern com aquell posés en pràctica un tipus de nego-ciació col·lectiva?

Va ser molt positiu pel moviment obrer. La llei de Negociació Col·lectiva del 58 obria una nova etapa al negociar directament les condicions de treball entre els representats dels obrers i els del empresaris. Fins aquí havia sigut potestat del govern […] en aquells anys el moviment obrer encara no estaba madur: no s’havia donat cap vaga. I encara que les assamblees no estigèsssin reglamentades, es feien reunions informatives, de manera extra-legal, on parlavem amb els companys de com anaven les negocia-cions; també donàvem propostes, segons com anaven els tractes, per fer un boicot a la fàbrica començant fent una vaga a les hores extres. Però em recordó que aquestes mesures les vam prendre, no al 59, sinó després.

Entrevista realizada a Antonio Casas Cazorla50

¿Cuándo retoma su militancia política o sindical?

Por contacto, ya que había sido de la CNT. Allí [en Terrassa] tenía contactos con cenetistas viejos, aquí [en Barcelona] con otro que había sido filatélico.

Pero lo conocía antes de la guerra o…?

No, lo conocí en Terrassa: era dentista y militaba en la CNT. Ve-nía de Barcelona […]. Esa política no me gustó. Tuvimos algunas reuniones clandestinas, pero no me agradó. Después tuve un ami-go -que era de la CNT y enlace sindical en en una fábrica textil de Vilafranca- que se portó muy bien conmigo. Participó en el paro que hubo en el 53o 54 y por eso lo despidieron.

¿Pero eso en qué empresa era?

En esa misma [el entrevistado trabajaba en aquel entonces en una

(50)Loc. Cit. Año de realización 26/3/ 1998 a 5/6/1998

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fábrica textil de Terrasa]. Hubo una huelga en el 51 o 52 y habían dos enlaces: uno era simpatizante nuestro (comunista) y el otro de la CNT, e incitaron a los obreros para detener el trabajo. En ese cese se paró varias horas en Terrassa.

¿Ese paro fue a nivel local sólo de Terrassa o era a nivel?

Se interrumpió el trabajo en Barcelona y provincia, incluyendo Terrassa; pero el problema era del partido.

Porque en la otra empresa los cargos sindicales eran…¿Qué eran realmente?

Los cargos sindicales eran trabajadores; y el trabajador no se mue-ve siempre por ideas, sino por necesidad […]. Es la necesidad la que obliga a los obreros a luchar; pero dentro de la pobreza encuentras poca gente dispuesta a bregar. Y los enlaces sindica-les sólo podían moverse en el Corporación Vertical, y no tenían fuerza fuera del Sindicato; pero todos nos pusimos de acuerdo y paralizamos la empresa.

¿Cuánto tiempo se paró?

Dos o tres horas.

¿Tuvo repercusiones ese paro de tres horas?

Repercusión tuvo […]. En primer lugar, el régimen franquista em-pieza a decir “Bueno ¿qué pasa aquí?”, después la gente se motiva y luego las personas que tienen suscitaciones políticas se sienten afectadas y se mueven.

¿Ésta era la primera huelga que participaba que no fuera de horas extras?

No, porque en Terrassa me he inmovilizado dos o tres veces por esa causa.

¿Antes?

Sí, en los 50 o cincuenta y tantos.

¿Usted en esa época mantenía relaciones con la CNT?

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Tenía vínculos, pero en plan de amistad; también con gente que conocía y simpatizaba con el marxismo, porque entonces lo que nos avenía era la contienda contra el franquismo. No había dis-tinción entre cenetistas buenos y comunista buenos.

¿En qué año estuvo detenido?

En el 55 o por ahí.

¿Me puede explicar por qué le detuvieron?

Me detuvieron en el 57 cuando estaba en Pont Aurell y estuve encarcelado seis años.

¿Cómo entró en contacto con el PSUC antes de las condenas?

Porque bregaba en la fábrica y me sublebava contra el hambre.

¿Las personas que le detuvieron eran de la misma empresa?

Era gente que me conocía. El motivo fue recoger firmas para apo-yar una reivindicación.

¿Esa fue la primera acción dentro del partido, digamos cuando?

No, cuando entré en él fui a otra fábrica a recoger firmas para que pagaran mejor las horas extas y aumentaran los sueldos

¿En qué años entró en el partido?

En el 55 o por ahí.

¿Y del pensamiento anarquista, al pasar al partido, tuvo algún…

El sentimiento anarquista aún no lo he perdido, aunque en aquel entonces estuviera con los comunistas. En el fondo estoy de acuerdo con muchos anarquistas; pero hay anarquistas sinceros y comunistas verdaderos ¿En eso hay diferencia?

Lo que me interesa es la razón por la que había entrado en el PSUC.

Porque veía que los comunistas del PSUC se movían. Cuando es-tuve en la cárcel un anarquista me dijo “Casas tú estabas con nosotros y ahora te vas con los comunistas”. Le respondí “mira

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yo no me paso a los comunistas, sigo siendo el mismo; pero he cambiado de táctica porque vosotros lucháis de una forma que no corresponde. Pienso que hay que agitar, organizar a los tra-bajadores donde laboran y no practicar el sabotaje como hacéis vosotros. Estoy con ellos, pero no estoy porque haya perdido mis convicciones.

¿Por qué le metieron en la cárcel?

Por repartir hojas vindicativas en la fábrica.

¿Y en el 57 le condenan a seis meses?

Sí.

¿Y al volver, regresó a la empresa?

Sí.

¿Cuáles eran las demandas que hacían en la fábrica?

Eran peticiones que incluían las horas extras y los pluses, porque al estar prohibidos los sindicatos y sólo existir el gremio vertical, que era el que determinaba las normas laborales, imponiendo el gobierno los sueldos de los trabajadores, tenías que acogerte a aquello que sólo podías reivindicar: no a las horas extras, cosa que no podían prohibir ni reprimir por solicitarlas; Pero con sólo eso ya le hacías daño a la empresa.

¿Cómo funcionaban las tablas de demandas?

Tablas no había, surgían unas comisiones obreras espontáneas que aparacían y desaparecían.

¿El conflicto del 51 fue diferente ¿No? porque fue más general.

Hubo muchas empresas de Barcelona y provincia que pararon dos o tres horas, más tiempo no porque te lo impedían.

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Entrevista a Tomás Chicharro Manero51

Hi abans d’entrar a l’HOAC no es consideraba catòlic ni anava a missa, ni era creient per exemple?

No, no.

[…]

La policía tampoc no anava a entrar en un pis de l’Abadia de Montserrat.

No, no s’ho pensaven moltísim. De totes formes, això no vol dir que els comunistes, que hi havia molt pocs, trobesssin amb l’Església, com després va ser, una col·laboració de cara a llui-tar contra al feixisme. Jo et parlo d’una época que no hi havia res d’això: l’Esglèsia anava pel seu costat i els comunistes feien solament un treball ideològic com repartir El Treball. Perquè la repressió actuà durament i no hi havia possibilitats […]. Comis-sions Obreres no va ser la transformació de les cél·lules comunistes amb cél·lules sindicals, no hagués pogut ser això, doncs l’haguessin tallat de totes. Va ser una altra cosa, es a dir, una confluècia de moviments, que junt amb una coyuntura económica determinada i amb un canvi social i demogàfic, que va crear una nova forma d’organització. Per tant ens situem en un temps en el que va donar-se el primer pla d’estabilització l’any 58 […]. quan hi havien les llui-tes per abandonar l’estat autàrquic […]. És a dir, no era un periode en que la situació económica possibilités un avanç democràtic.

Sí, de l’aprovació de Comissions Obreres en parlarem més enda-vant amb molt detall. Doncs estavem parlant de la Maquinista.

Sí.

Però molt així per sobre. Si vostè estava compromès a dintre de l’HOAC o tenia una certa consciència política com la vivía?

Sí, va ser aquellà època.

(51)Loc.Cit. Año de realización 31/10/1996 a???

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Com vivia aquesta vaga?

Bueno, és que tens que situar-te a lo que és un barri de l’estament, de treballadors. I tenir pare obrer i un germà que treballava a la Pegaso. Jo no sé els demés, però per mí va ser un secret el que era una vaga. Tothom ho sabia, almenys a la meva familia. El primer aturament que me’n recordó va ser el del 51[…]. Després va ha-ver altra vaga de tramvíes als 50 i tants, que no va ser violenta però ningú va agafar el tramvia. Al 55 o 56 em sembla va haver-hi altra […].

Bueno, l’aturament del 58 va acabar amb moltes detencions […]. Per tant, al 58 ja sabia el que passava, el meu germà m’ho va ex-plicar. La meva familia també va estar en una interrupció laboral, doncs que era l’única forma que tenien els treballadors per defen-sar-se […]. A les eleccions sindicals els obrers no votaven […]. Al 57 o per ahí, els assalariats que volien sortir d’enllaços sindicals feien propaganda. A la Maquinista ningú s’ho prenia seriosament, i en conseqüéncia, els enllaços no servien per res perquè eran elegits sense que els treballadors fossin conscients del que significava això. Quan havia una vaga era totalment clandestina i tenies que donar diners a la gent que havien detingut […]. Fins que no va haver-hi convenis no es va poder fer plataformes reivindicatives […].

Quan vaig viure la vaga del 58 vaig conèixer a mossèn Dalmau que em va introduir a l’HOAC, i al mes de març em va ficar en altres relacions de tipus polítics; es quan rebia Treball de l’òrgan polític del PSUC […].

Com eren els salaris en relació a altres empreses?

En relació als jornals dels anys 57, 58 i 59 es va instaurar els siste-mes de primes moderns que va implantà l’OPUS per modernitzar l’economia. A la Maquinista s’introduí el sistema Bedaux, que era francés, i consistia en treballar més per augmentar el rendiment dels treballadors, cobrant, d’aquesta manera, més.

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Entrevista a Vicenç Faus Abad 52

Un cop que és vostè a França amb el seu pare se n’adona si està organizat políticament?

Sí, quan arribo a França anant am ell em diu “ven que vamos a ir a una reunión esta noche”, aleshores vam arribar a una casa en la que estaven treien les comptes…la quota de la CNT i els quar-tos que enviaven als presos. Llavors vaig comprendre que estava organitzat […].I el seu pare els hi va dir “mira mi hijo viene de España”; aleshoresells en vam preguntar” cómo está allí”. Els hi va explicar la vaga del 51 en la qual no hi havia participat, perquè només vaig viure el final de l’aturament.

Pensaven que podría caure el règim?

Ells creien que sí.

I vostè ho pensaba també?

No, l’atur del 51 va ser un cop molt fort, però aquella gent van aguantar la trompada i es van refer.

Ara que estem parlant d’organització política dins de França, el seu pare es relacionava només amb la gent de la CNT o hi havia en aquell grup d’exiliats també comunistes i tots junts es reunien?

Només amb la CNT perquè ell era anticomunista malgrat que tenia amics que si ho eren, però no s’avenien.

Però aquesta idea que tenien els llibertaris implicava també la tren-cadissa a nivel social amb gent que fos per exemple comunista?

Els anarquistes pensaven fer la revolució i no van poder, per això estaven a França.

No veia bé la lluita armada que estaven fent los del Quico Sabaté

Això mateix, sobretot als anys 49 i 50. El Sabaté i el Facerías esta-ven aquí, però atracaven bancs, i que ho fessin por l’organització no ho discuteixo.(52)Loc. Cit. Año de realización 24/2/2000 a 22/3/2000

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I la lluita.

Creia que es podía fer altra cosa. Les peles les podien recollir d’altra manera que no sigués atracar bancs.

Llavors per lo que m’està comentant a… veure vostè creu que no hi havia una política antifranquista de tots els exiliats a França?

Allà no hi havia res.

Ara és quan arriben a aquella part de l’entrevista que vostè volia parlar abans tant sobre els conflictes, le vagues…

La vaga del 51, ja que les altres eren de braços caiguts, va ser la més important que s’ha fet en aquest país duran el franquisme […]. Ja sabent que el PSUC treballa, però una cosa és el cessament dels tramvíes, després la vaga general…Perquè ve aquest atur dels tramvíes? La raó és senzilla: des del 39 fins al 51 la gent ha anat acumulant una quantitat de coses interiors i arriba un dia que ex-ploten, sinó hagués sigut l’interrupció dels tramvíes hagués hagut altre motiu per aixecar-se.

No va ser una acció espontànea perquè les persones no aguanten un aturamen de 8 dies […]. Han d’haver motius, sinó no arran-ques a la gent. I des del 39 al 51 van afusellar, desterrar, empre-sonar, aplicar el racionament i imposar salaris roins. Tot això va crear molt malestar i arriba un moment que peta. Perquè peta? : en primer lloc perquè els tramvíes eren horribles i la gent anava repleta, en segon lloc per la pujada dels billets que fa que els ciu-tadans no l’agafin perquè per aquest motiu no t’acomiaden. La por la tenien els treballadors perquè l’interrupció laboral estava prohibida.

El boca a boca va fer-hi molt llavors.

Si, va fer-hi molt.

Llavors es deuria viure, en aquell moment un estat d’eufòria entre la gent que estaba organitzada que era molt gran, no?

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Sí i no.

Al veure la reacció del poble no?

Les persones que estaven coordinades eren molt poques. No hi

havia grans cèl·lules. En aquell temps hi havia hagut la caiguda

dels de la CNT i les presons estaven plenes.

I entre els treballadors que tenia pel voltant no s’acostumava a

parlar de la situació?

No, no hi havia ningú organitzat dintre de la fàbrica.

Van arribar a pensar que podría caure el govern en aquell moment?

El règim...

Doncs quasi, perqué sinó no l’atur no s’hagués allargat. Llavors el

poble potser que pensara “si això aguanta, s’acaba, el règim se’n

va a la merda”.

Per altra part, els estudiants s’afegeixen […]. Però si els obrers es

bellugen arrastren a tothom. Arrastren als comerciants, al de les

fabriques petites i als universitaris que tenen consciència […].

Va participar tota la fàbrica per igual durant aquella vaga?

Jo crec que sí, però el oficinistes no tenien aquesta consciència. Aixó no vol dir que dintre del despatxos hi hagin persones revo-lucionàries; però no ens enganyem: la integritat del que pica no és la mateixa del oficinista.

Com catalogaria vostè els resultats de la vaga?

Ja ho he explicat. És la primera vaga que es guanya.

Sí.

La vaga dels tramvies del 51 va lligada a l’inacció del mateix any, que

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va ser preparada pel López Raymundo, i el resultat fou l’aturament de totes les fàbriques. Els obrers que van entrar a treballar digueren “hi ha vaga, hóstia”; això vol dir que fer una interrupció laboral a les empreses és més difícil […].

Jo, en aquell moment, vaig treballar igual que molta gent que no tenia contracte, perque si no bregaves anaves al carrer […]. Llavó-rens alguns vam anar a treballar i altres no perquè estaven fixos. Els que vam laborar pensarem que si ens aturavem perderiem la feina […]. L’empresa va dir “tanquem la fàbrica” i va estar clausu-rada tres o quatre dies, després vam entrar tots a treballar.

La vaga dels tramvies de 51, l’empresa pren represàlies contra els treballadors?

No.

I els enllaços? Qué va pasar amb ells?

Em sembla que no els van despedir. No van acomiadar a ningú.

Quina és la següent vaga en qui hi participa?

Al 54 hi va haver un Congrés falangista, que es va fer a Madrid. Allá van aprovar les consignes del PSUC. En aquesta reunió van reivindi-car el salari mínim vital amb escala móbil, la igualtat de sous per als treballadors i treballadores que fessin la mateixa feina (aloshoes la dona cobrava menys) i l’assegurança d’atur perquè no hi havia.

Qui va anar-hi a Madrid de l’empresa?

Jo no vaig voler anar perquè eren falangistes, pero van acudir els enllaços. Els que van aprovar aquestes reclamacions foren els en-llaços falangistes i alguns que es van colar perquè sinó no hagues-sin portat aquelles consignes. Aquestes exigències es va consentir, però finalment no es van ejecutar […]. És quan nosaltres ens vam començar a organitzar per satisfer aquestes demandes […]. El Ba-dia és el que emprenc l’ organització del PSUC dintre de la fàbrica als anys 54 i 55 […] i inicia una conversació amb mí en la qual defensa la Unió Soviética […]. Al final acabo entrant al PSUC.

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[…] I quan va ser aquesta hora? [és refereix a la nova vaga].

Al 56, quan ja tenim tot organitzat, ja disposavem de la cèl.lula.

Què eren cristians, aquest grup al que pertayia vostè i que van recorrent la fàbrica perquè tinc entès que també hi havia un altre grup organitzat.

Sí.

Aquests tambè es van afegir ràpidament?

Ja ens haviem conegut.

Ja s’havien conegut?

El Badia i l’Escribà els coneixien. Lo que no savien encara eren els membres que componien aquesta agrupació. Ells no s’adonaren de la nostra existència, només coneixien al Badia

Però no eren gairebé tant importants com la cèl·lula del PSUC?

Què va.

Lo que passa que sembla que se’ls hi hagi donat molta importan-cia. Per això ho pregunto.

Jo crec que sí.

Quin número més o menys pot calcular vostè que hi havia d’questa gent?

Molt pocs. Després vaig conèixer al Comas perquè era enllaç sin-dical i m’avia dit que era cristià. Però els únics que ens vam bellu-gar varem ser nosaltres, va ser el PSUC […]. Llavòrens vam parar, però el dia següent ens enterem que l’Escribà, el Mullor i el Valero estaven a la presó. A Badia el van empresonà després-

Quan els van agafar? Potser a la sortida de la fàbrica?

És clar.

Llavors van aconseguir treure al carrer a la gent que estava ficada a la presó?

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A tots. Els i tornen a entrar a la fàbrica […]. Quan estàvem reco-llint [diners per als empresonats] el Benet donava algunes classes al Bon Pastor. Llavòrens Mossèn Cortina vé a veure’ns a la porta, se n’entera […]. I a partir d’aquí començen les classes del Benet, que no eren de marxisme, sinó de formació sindical.

I va tenir constàcia de que en aquelles classes a més de de comunis-tes hi havia per exemple socialistes, anarquistes i cristians?

No […]. Allavòrens haviem tingut contacte amb el Comas, que va sortir enllaç, juntament amb nosaltres al 56, […]. A l’any 57 o 58 també i possem al comas d’anllaç en una candidatura nostra.

Quina va ser la següent protesta que va intervindre?

A l’any 58 […]. Tenia una estafeta a casa meva. Qué volia dir una estafeta: és quan arribaven les maletes de França amb els Mundos Obreros i després ho reapartiem.

[…]. Després arriven les eleccions a enllaços i jo vaig sortir junt amb 31 treballadors més. És quan deixo l’estafeta perquè no em passi res.

Quines son les seves demandes?

Salari mínim amb escala móvil, igualtat de jornal per fer la ma-teixa feina ja siguin homes o dones i assegurança d’atur.

Quina actuació prenen al sindicat vertical?

Anàvem com a enllaços, però seguiem una tesi marxista-leninista la qual consistía en aprofitar els espais legals, ja no hi ha una ratlla entre lo legal i ilegal […]. Al sindicat fèiem assemblees per explicar.

De la vaga Nacional Política que es va fer al 59 té algún record?

Bé, quan surto de la presó no tinc feina i finalment tobo treball a un taller. Respecte a aquest aturament jo paro. El que passa és que aquesta interrupió laboral no va tenir massa èxit.

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CONCLUSIONES

El aumento de la población en la ciudad de Barcelona se debió a la inmigración que, en los años estudiados, absorbió el 67,10 por ciento de los recién llegados; aunque éstos también se instalaron en los municipios industriales próximos a la ciudad condal. Por otro lado, con los expatriados se acrecentó el número de habitantes ya que llegaron jóvenes y solteros, lo cual conllevó la potenciación de la fertilidad incidiendo en el incremento demogáfico de la urbe.

Los recién arribados procedían mayoritariamente de Andalu-cía, siguiéndoles los catalanes que habitaban en las zonas menos prósperas del país.

En la ciudad condal se dedicaron a trabajar en la industria y la construcción como obreros no cualificados, excepto los catalanes que por su mayor nivel cultural laboraron como asalariados cualificados.

Los inmigrantes se instalaron (por la ausencia de viviendas dignas) en suburbios donde predominaba la construcción ilegal y marginal con las privaciones de todos los servivios básicos: agua, luz, electricidad, cloacas, pavimentaciones, etc. Estas barracas se ubicaron en las afueras de Barcelona: Montjuic, el Campo de la Bota, Sant Martí, el Carmelo y la Trinidad. Se calcula que a finales de los años cincuenta existían en Barcelona quince mil chabolas.

Hasta 1954 en la industria barcelonesa predominó el sector textil que contaba con 92.965 trabajadores, siguiéndole las manu-factureras químicas y siderúrgicas-metalúrgicas que computaban 56.885 asalariados. Pero en 1957 la explotación siderúrgica fue la que destacó computando 113.751 productores, siguiéndole la fabricación textil con 100.094 empleados.

Las fábricas textiles, igual que las metalúrgicas, eran de me-diana y pequeña dimensión y se hallaban en la ciudad de Barcelo-na, Sabadell y Terrassa. Las metalúrgicas se situaban en la ciudad condal y municipios inmediatos.

También tuvo relevancia la construcción que en el año 1955

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se calcula (hay diferentes conjeturas variando su cómputo según el organismo que deducía los datos) que trabajan entre 18.613 albañiles y peones y 57.907 según otras fuentes.

Los asalariados, en los años analizados, se caracterizaron por tener sueldos diminutos si se los relaciona con el coste de la vida. Sólo a mediados de los años cincuenta alcanzaron los niveles de preguerra.

Como los sueldos eran exiguos el gobierno creó el plus fa-miliar y el plus de carestía de la vidad. Pero con todo y con eso siguieron siendo escasos.

El nivel de vida de las clases populares barcelonesas era in-sufiente. Conforme la documentación franquista el precio de la carne de cerdo aumentó en 1955 un 109 por ciento, la de cordero un 110 por ciento, la merluza un 120 por ciento y las legumbres un 132 por ciento, mientras el sueldo de un peón de la industria textil en 1956 era de 36 pesetas diarias, igual que los de las manu-facturas sidero-metalúrgicas y químicas.

En 1955 los trabajadores se gastaban en alimentación el 70 por ciento del presupuesto familiar.

A partir de los años 50 la industrialización de la economía es-pañola cobró un fuerte impulso produciéndose un fuerte trasvase de la población activa agrícola hacia la industria y servicios que incrementaron su productividad.

Entre 1950 y 1958 la explotación química y la de transforma-ción de metales aumentaron más del 10 por ciento anual; aunque el desarrollo de las empresas de bienes de consumo fue inferior a las manufacturas aludidas. Pero la expansión de la industria se realizó en un marco de fortísima protección frente a la competen-cia exterior y prohibió las importaciónes.

Por otro lado, el crecimiento fabril fue posible gracias a la afluencia de capitales privados hacia el sector secundario, incre-mentando de esa manera los precios y el coste del trabajo.

Al mismo tiempo, la economía española, durante los años examinados, tuvo mayor capacidad de importar artículos indus-

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triales (a pesar de que la legilación franquista limitaba las inversio-nes extranjeras), lo cual contribuyó a la progresión manufacturera instalándose filiales de compañías norteamericanas y, sobre todo, europeas que traspasaron tecnología.

Hay que destacar, también, la debilidad de la exportación productiva española que apenas aumentó entre 1951 y 1959 re-percutiendo en la balanza de pagos que canceló su desembolso en 1959, lo cual obligó a los tecnócratas franquistas a llevar a cabo una radical reforma económica con el llamado Plan de Estabili-zación que repercutió negativamente en los trabajadores creando desempleo y deprecinado su poder adquisitivo, obligándolos a emigrar a otros países de Europa cuyo explendor industrial recla-maba mano de obra barata.

Los sindicatos históricos UGT y CNT no tuvieron relieve en los años analizados por las divisiones entre el exterior y el interior y la contención a que fueron sometidos por el régimen franquista.

El PSUC, que por aquel entonces se definía marxista-leninista, abogaba por el derrocamiento del franquismo, la reinstauración de las libertades nacionales de Cataluña, la neutralidad exterior del Estado español y adentrarse en el sindicato vertical (para con-vinar, según órdenes de Stalin, el trabajo legal y el clandestino y crear un sindicato único que englobara a todos los trabajadores). También se manifestó por la creación de un ente llamado Recon-ciliación Nacional que uniera a las clases medias y proletarias para arribar a la democracia parlamentaria.

En suma, este partido respaldó una política económica refor-mista que mejorara la vida de las clases populares postergando sine die la allegada al socialismo.

Para comprender las huelgas laborales desde 1950 hasta 1959 hay que tener en cuenta la situación misérrima que vivían los tra-bajadores. Prácticamente todos los paros que llevaron a cabo fue debido a su pobrísimo poder adquisitivo.

Por otra parte, los obreros se encaminaron a reclamar mejoras económicas en las fábricas, exceptuando la inacción del 51, y no

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a secundar interrupciones laborales por razones políticas; éstas surgirán con el desarrollo de sus propias agitaciones.

El entrevistado Antonio Casas arguye que en aquellos años (hasta 1958) las reivindicaciones de los asalariados estaban rela-cionadas con las horas extra y los pluses de la carestía de la vida, ya que el gobierno imponía los sueldos.

Sin embargo, la huelga de tranvías y el posterior paro general del 51 constituyó un punto de inflexión en las formas de protesta contra la dictadura en la que convergieron reclamaciones de los ciudadanos con las del proletariado.

También hay que señalar que el éxito de las incitaciones po-pulares tuvo una considerable ilustración para los grupos oposi-tores, ya que no estuvieron a la altura de las circunstancias siendo incapaces de llevar la iniciativa.

El entrevistado Vicenç Faus sostiene que la huelga de tranvías del 51 tuvo su explicación en el malestar de las clases populares desde 1939 por la represión, el racionamiento y los sueldos rui-nes. Y que no fue una acción espontánea porque, según él, nadie aguantaba un paro de ocho días en aquel tiempo.

Lo que motivó la huelga general del 51, que se realizó pocos días después de la de los tranvías, fue la rabia latente del proleta-riado después de once años de opresión y abusos.

Es necesario subrayar que ese cese laboral fue un reflejo del ambiente imperante en la ciudad de Barcelona después del triun-fo del boicot de los tranvías y no una consecuencia de las fuer-zas políticas, principalmente del PSUC, ya que no organizaron ni coordinaron ese paro.

La obstrucción de los transportes públicos del 57 sí tuvo un carácter político pues se demandaba, sobre todo por parte de los universitarios, la abrogación de la dictadura estando impelidos por el PSUC que en 1957 criticó la política económica del gobier-no y reclamó mejoras económicas para los laboriosos. Al mismo tiempo, abogó por la Reconciliación Nacional para acabar con el franquismo a través de un paro general pacífico de 24 horas.

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En las huelgas que se realizaron en los años 58 y 59 (que coin-cidió con el Plan de Estabilización que perjudicó notablemente a los trabajadores) se exigía mejoras económicas y reclamaciones políti-cas propulsadas por el PSUC que continuaba siguiendo la táctica de Reconciliazión Nacional a través de un paro general de 24 horas.

El entrevistado Vivenç Lizano cree que ese cese laboral, pro-pugnado por el mencionado partido, fue un fracaso porque fue guiado desde el exterior sin tener en cuenta la situación interna del Estado español y sin consultar a los obreros.

A modo de conclusión argüimos que las huelgas que se rea-lizaron a partir del 56 fueron contempladas por el PSUC como un instrumento fundamental para revocar la dictadura e instaurar el par-lamentarismo. Pero se encontró con la robustez del régimen y la in-comprensión de los trabajadores que sólo se revolvían para mejorar su situación laboral. Un ejemplo de lo dicho lo tenemos en que las acciones de protesta laboral y de solidaridad con otras fábricas des-cendieron de 111 durante los años 1946-1952 a 40 entre 1953-1959.

En cuanto a la adjetivización del régimen franquista hay mu-chas controversias: algunos dicen que fue un totalitarismo e inclu-so autoritarismo y otros sostienen que fue un fascismo.

Para Vicenç Navarro el franquismo fue un fascismo. Para ello porfia que unas de las particularidades de la ideología fascista son el racismo, la negación de las clases sociales portadoras de intereses estructuralmente opuestos y un profundo anticomunismo. Señala que el régimen español fue racista y se opuso a la democracia libe-ral constituyendo, en su lugar, el partido fascista (Falange) que más tarde se transformó en un movimiento fascista llamado Movimien-to Nacional que, junto con el ejército y la Iglesia, constituyó un bloque de poder bastante consistente e incorporó elementos fun-damentales del catolicismo español y del nacionalismo imperialista.

Según el mencionado profesor, el Opus Dei (que entró en el gobierno a finales de los años cincuenta y que algunos historia-dores y sociólogos sustentan que con su participación en el Mi-nisterio cambió el carácter fascista de la dictadura) se caracterizó por su fanatismo y su intolerancia religiosa e intentó reproducir la ideología totalitaria del régimen.

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Para José María Maravall el franquismo fue un autoritarismo. Se basa en el sociólogo Linz para definir sus características que son: un sistema político con un pluralismo limitado, carencia de una ideología directora y de una movilización política intensa y la existencia de un líder que ejerce el poder dentro de unos límites poco definidos, pero en realidad bastante perceptibles.

Para Francisco Sevillano Calero el franquismo fue un totali-tarismo, entendiendo ese adjetivo como un proyecto histórico supuestamente revolucionario y moderno tal como fue exaltado por el fascismo italiano desde los años veinte53. Para él la génesis de su pensamiento político se encuentra en el discurso reaciona-rio que medió en la crisis del sistema político de la Restauración (1999: 24- 26)

Javier Rodrigo54 conjetura que el franquismo fue un fascismo porque su función social se basó en el adoctrinamiento, la violen-cia y la represión.

Arguye que su misión consistió en destruir el movimiento obrero y el parlamentarismo utilizando la violencia como eje cen-tral y funcional desde su inicio hasta su ocaso (pp. 61-62)

Nosotros creemos que el franquismo fue un fascismo porque exaltó la idea de nación frente a la de individuo o clase, suprimió la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo, inculcó la obediencia de las masas, utilizó hábilmente los nuevos medios de comunicación, implantó el culto al líder55, y finalmente porque manipuló el siste-ma educativo en su beneficio.

(53)El Diccionario de la Real Academia Española define el totalistarismo como el régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los órde-nes de la vida nacional, concentrando la totalidad de los poderes estatales en manos de un grupo o partido que no permite la actuación de otros partidos(54)Ha participado en el Proyecto de Investigación del Ministerio de Cien-cia e Innovación “Cultura y memoria falangista y cambio social y políti-co en España, 1962-1982”(55)Se impuso una exaltación de Franco, cuyo título oficial fue el de “Caudillo”

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Fuentes consultadas

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Arxiu Nacional de Catalunya (ANC)

Fuente: PSUC

El Treball

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Biblioteca de Catalunya

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Institut d’Estadística de Catalunya

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