Monterroso, Satira y Humor

9
Monterroso, sátira y humor Blanca Inés Gómez Buendía “...QUE SE ABSTENGA DE LA SABIDURÍA QUIEN DESEE CONTARSE EN EL NUMERO DE LOS HOMBRES ERASMO DE ROTTERDAM. Siete libros conforman el corpus textual de Augusto Monterroso: Obras completas (y otros cuentos) (1959), La oveja negra (y demás fábulas) (1969), Movimiento perpetuo (1972), Lo demás es silencio (1978), La palabra mágica (1983), La letra E (1985 ), y Los buscadores de oro (1993). Los libros han aparecido con varios años de diferencia, prueba del inagotable trabajo de búsqueda de la concisión y la justeza de la expresión. Monterroso ha senãlado su aversión a las fórmulas y al lugar común 1 para buscar precisamente las distintas perspectivas y los diferentes puntos de vista donde la relatividad se erige a partir de la deconstrucción del lugar común. Nos acercaremos a su trabajode escritura para develar la categoría del humor como recurso que invierte la lógica aparente de la realidad tras de la cual se esconde la verdadera sabiduría. La- sátira del autor guatemalteco se centra especialmente en la condición fracasada del ser humano 2 que en últimas se cifra en la sinrazón de su pretensión de distanciarse de la naturaleza para refugiarse en la ciencia; lección que Monterroso aprendió tempranamente en Erasmo cuando aquél estudia la vida de los animales en virtud de la felicidad que alcanzan. Según Erasmo las abejas, los pájaros y las moscas

description

ensayo literario

Transcript of Monterroso, Satira y Humor

Page 1: Monterroso, Satira y Humor

Monterroso, sátira y humor

Blanca Inés Gómez Buendía

“...QUE SE ABSTENGA DE LA

SABIDURÍA QUIEN DESEE CONTARSE

EN EL NUMERO DE LOS HOMBRES “ ERASMO DE ROTTERDAM.

Siete libros conforman el corpus textual de Augusto Monterroso: Obras completas (y

otros cuentos) (1959), La oveja negra (y demás fábulas) (1969), Movimiento perpetuo

(1972), Lo demás es silencio (1978), La palabra mágica (1983), La letra E (1985 ), y Los

buscadores de oro (1993). Los libros han aparecido con varios años de diferencia,

prueba del inagotable trabajo de búsqueda de la concisión y la justeza de la expresión.

Monterroso ha senãlado su aversión a las fórmulas y al lugar común1 para buscar

precisamente las distintas perspectivas y los diferentes puntos de vista donde la

relatividad se erige a partir de la deconstrucción del lugar común. Nos acercaremos a su

trabajode escritura para develar la categoría del humor como recurso que invierte la

lógica aparente de la realidad tras de la cual se esconde la verdadera sabiduría.

La- sátira del autor guatemalteco se centra especialmente en la condición

fracasada del ser humano2 que en últimas se cifra en la sinrazón de su pretensión de

distanciarse de la naturaleza para refugiarse en la ciencia; lección que Monterroso

aprendió tempranamente en Erasmo cuando aquél estudia la vida de los animales en

virtud de la felicidad que alcanzan. Según Erasmo las abejas, los pájaros y las moscas

Page 2: Monterroso, Satira y Humor

B. Gómez Buendía El Cuento en Red Monterroso, sátira y humor... Nº2: Otoño, 2000

2

viven libres y al cuidado del instinto natural, mientras que el caballo tan afín al talento

humano, participa de las calamidades de éste queriendo siempre triunfar en las carreras.

Lo que ha perjudicado al hombre es haberse tratado de salir de lo que le imponía su

condición, tal como lo prueba la fábula del “Gallo pitagórico” que Erasmo retoma de

Luciano, quien fue “sucesivamente filósofo, varón, mujer, rey, particular, pez, caballo,

rana, y aún creo que esponja (y) dictaminó que no había animal más desgraciado que el

hombre”.3

La oveja negra (y demás fábulas)4 se abre con un epígrafe de K’njo Mobutu:

“Los animales se parecen tanto al hombre que a veces es imposible distinguirlos de éste”,

con lo cual advierte que así se esté hablando de los animales a quien verdaderamente se

refiere es al hombre5. El fabulario está compuesto por una colección de apólogos donde

se transgreden los valores tradicionales del género que se había considerado agotado pero

que revive en Monterroso como inversión de los mitos y distanciamiento de los lugares

comunes de las creencias desde una mirada estrictamente postmoderna.

Las fábulas pueden ser leídas de dos maneras; a partir de la lectura desprevenida

que da cuenta de la inmediatez de la trama; o bien, a partir de la lectura del lector

cómplice develadora del sentido que se oculta en la fábula en múltiples palimpsestos de

una pluralidad de significación. Ya desde la primera edición de las fábulas, García

Márquez advertía en la solapa del libro: “Este libro hay que leerlo manos arriba: su

peligrosidad se funda en la sabiduría solapada y la belleza mortífera de la falta de

seriedad”.

El humor que en Monterroso se convierte en sátira, necesariamente desinstala al

lector; el propósito del libro es, según palabras del propio autor, “combatir el

Page 3: Monterroso, Satira y Humor

El Cuento en Red B. Gómez Buendía Nº2: Otoño, 2000 Monterroso, sátira y humor...

3

aburrimiento e irritar a los lectores, principio éste último irrenunciable. Aunque por

momentos he logrado lo primero, siempre fracaso en lo segundo, pues desde Horacio

sabemos que en este género de obras todo lector ve siempre reflejado a los demás y no si

mismo”.6

Si hablamos de lector-autor-obra en Monterroso es necesario abordar el tema de la

moralidad de la fábula. Monterroso suspende la moraleja explícita y sostiene que su

recurso consiste en el fiel retrato de la realidad,la cual, de otra parte, no puede ser

cambiada por la literatura, por cuanto el mundo seguirá siendo siempre mundo: “Si no

fuera malo el mundo se regiría por las fábulas de Esopo pero en tal caso desaparecería

todo lo que hace interesante al mundo, como los ricos, los prejuicios raciales, el color de

la ropa interior y la guerra; y el mundo sería entonces muy aburrido, porque no habría

heridos para las sillas, ni pobres a quien ayudar, ni negros para trabajar en los muelles, ni

gente bonita para la revista Vogue. Así, lo mejor es acercarse a las fábulas buscando de

qué reír”.7

Si Erasmo descubre el valor de la estulticia o de la necedad como reveladora de la

falsedad de las apariencias, la dualidad de toda verdad y la ambivalencia maniquea que

todo dogma delata pues, “entender puede ser distinto de creer”, el pesimismo de

Monterroso lo instala aparentemente en la validación del humor como el fin específico de

la escritura, pero su ironía deja entrever un más allá que puede ser aprehendido en el

distanciamiento de la inmediatez de la realidad que propicia el humor.8 Para poder reír

del mundo es preciso tomar distancia de él.Esto es, la risa nos permite una relación con el

mundo diversa de la “seriedad”, pero no se puede pensar que la risa significa que, “todo

está bien, muy bien” y que éste es “el mejor de los mundos posibles”. A éste propósito

Page 4: Monterroso, Satira y Humor

B. Gómez Buendía El Cuento en Red Monterroso, sátira y humor... Nº2: Otoño, 2000

4

Carlos Monsiváis afirma: “Según la observación clásica de Baudelaire, lo cómico acentúa

nuestra separación. Al reírnos de los demás o de nosotros mismos, insistimos en nuestras

semejanzas en relación a aquello que provoca nuestra risa. El humor contemporáneo,

humor al fin y al cabo fruto de nuestra sociedad de masas, acentúa nuestra separación y

acentúa nuestra afinidad: somos, a un tiempo, diferentes e idénticos de aquello que

provoca nuestra risa.” 9

Monterroso sabe muy bien que el distanciamiento de la realidad mediante

fórmulas de extrañamiento revela el absurdo que sustenta el lugar común. Por eso, en sus

fábulas, concebidas dentro de la tradición de la fábula clásica, hay una vuelta de tuerca

que revela el revés de la trama o la posible contralectura de la fábula.

En “La tela de Penelope (o quién engaña a quién)”, Penélope teje para engañar a

Ulises con sus pretendientes, quien gracias a la ambición desmedida de su mujer por el

tejido está siempre viajando; el final de la fábula introduce el efecto de contraste

“Homero, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.” La frase hecha,

“como se sabe” se deconstruye para significar todo lo opuesto, esto es que no existe el

dogma, y que la verdad es solamente una “interpretación” tan posible como cualquier

otra.

En “La tortuga y Aquiles”, un telegrama anuncia que la tortuga finalmente ha

llegado a la meta perseguida por Aquiles que le pisa “los talones” y maldice a Zenón de

Elea. La condensación logra aquí la actualización de plurales hipotextos de la tradición,

de Esopo a Homero, a Zenón de Elea y a Borges a quien el narrador hace un guiño en el

cual se siente implicado el lector.

Page 5: Monterroso, Satira y Humor

El Cuento en Red B. Gómez Buendía Nº2: Otoño, 2000 Monterroso, sátira y humor...

5

A pesar de los juegos de malabarismo verbal que se logran con la concreción del

aforismo, la eficacia del palíndroma y la sentencia de la fábula, Monterroso parece

confirmar con ironía la aparente simplicidad del fabulario:

“Corregir las malas costumbres de la gente es un tema demasiado fácil que hay que dejar a las autoridades. El escritor debe ocuparse de lo verdaderamente arduo: el buen uso del gerundio, por ejemplo, o la preposición a, que se acostumbra emplear mal. Yo me gano la vida corrigiendo esta mala costumbre.”10

Afirmar que la mayoría de edad de nuestra letras surge de esa “alegre

irreverencia” acuñada por Hernando Valencia Goekel11, nos lleva a pensar en la validez

de la sátira de Monterroso en una sociedad como la nuestra, donde los hombres somos lo

“suficientemente ingenuos como para pensar que todo está bien, o lo bastante escépticos

como para creer que algo tenga remedio”. El humor de Monsiváis y de García Márquez,

la ironía de Borges y la sátira social de escritores como Moreno Durán y Rodrigo Parra,

en el ámbito colombiano, hablan muy a las claras del papel de lo lúdico en la renovación

de la memoria de los pueblos latinoamericanos.

El compromiso de Monterroso, se expresa fundamentalmente en su primer libro

Obras completas (y otros cuentos). en El eclipse, fray Bartolomé Arrázola es muerto en

la piedra de los sacrificios haciendo caso omiso de su sabiduría para predecir los eclipses,

pues “los astrónomos de la comunidad Maya los habían previsto y anotado en sus códices

sin la valiosa ayuda de Aristóteles”12. En “Mister Taylor” se denuncia la dominación que

ejercen las potencias del Primer Mundo sobre los países subdesarrollados a través de la

alegoría de un “gringo pobre” que aparece en la zona amazónica, y compra una cabeza

humana reducida, este hecho provoca una exportación de cabezas reducidas. Como

consecuencia del negocio se afectan la economía y las costumbres, tanto del país de

Mister Taylor como del indígena, Monterroso ha declarado que:

Page 6: Monterroso, Satira y Humor

B. Gómez Buendía El Cuento en Red Monterroso, sátira y humor... Nº2: Otoño, 2000

6

El personaje de “Primera dama” encierra una sátira mordaz contra las clases que

ejercen el poder. La primera dama de la nación tiene como obsesión recitar y busca

cualquier ocasión para hacerlo, así sea la inauguración del programa de “la gota de leche”

en una olvidada escuela. Aquí el humorismo de las situaciones y la descripción del

personaje desde el lenguaje, dan la medida para ridiculizar a las clases sociales

dominantes.

En el imaginario del autor guatemalteco, el humor ocupa un papel fundamental

para despojar la historia de la solemnidad y contribuir al distanciamiento del lector

haciendo propicia la percepción carnavalesca del mundo que impregna la palabra y la

imagen en una nueva relación con la realidad. La alegre relatividad de la percepción

debilita la univocidad de la mirada para entrar en el terreno de lo incierto y relativo y por

supuesto de la percepción fragmentaria del mundo.

En “La jirafa que de pronto comprendió que todo es relativo”, Monterroso

alegoriza la relatividad de toda idea, pues la jirafa a pesar de su estatura regular logra

comprender que si su cuello midiera treinta centímetros más la bala que disparan los

ejércitos a los que ella divisa desde el desfiladero le hubiera volado la cabeza y de igual

forma hubiera sucedido si su cuello midiera treinta centímetros menos; por eso concluye

“Ahora comprendo que todo es relativo”.

Podemos afirmar con Bajtín que las sátiras de Monterroso pertenecen al género

cómico-serio y por tanto transforman la relación con la realidad al traer el objeto de la

representación a la Actualidad, abandonando el pasado absoluto del mito, por eso el

Page 7: Monterroso, Satira y Humor

El Cuento en Red B. Gómez Buendía Nº2: Otoño, 2000 Monterroso, sátira y humor...

7

lector percibe al enfrentarse con el trabajo de Monterroso una fuerza vivificante y

transformadora.

El fabulista guatemalteco retoma la tradición de la fábula, de las leyendas y de las

creencias para reinventarlas con una actitud crítica y cínicamente reveladora que coloca

la tradición en la “zona de contacto inmediato y groseramente familiar de los

coetáneos”13

La percepción carnavalesca del mundo explica en igual forma la pluralidad del

tono de la narración, que mezcla lo alto y lo bajo, lo serio y lo ridículo haciendo uso de

parodias de los géneros altos como en la fábula “La jirafa que de pronto comprendió que

todo es relativo”, inspirada en el tono de las novelas históricas del siglo XIX, o de las

citas con acentuación paródica como el texto “La fe y las montañas”, basada en la

Primera epístola a los corintios de San Pablo, donde se parodia la frase bíblica: “la fe

mueve las montañas”

En las sátiras aparecen con frecuencia los dialectos y las jergas vivas que

actualizan el lenguaje de la alteridad y de la palabra social novelesca propia de la

concepción bajtiniana. Por ejemplo, en el primer párrafo de “Primera dama” el personaje

se da a conocer a partir de su discurso:

“- Mi marido dice que son tonterías mías - pensaba -; pero lo que quiere es que yo

solo me esté en la casa matándome como antes y eso sí que no se va a poder. Los otros le

tendrán miedo, pero yo no. Si no le hubiera ayudado cuando estabamos bien fregados,

todavía. Y porqué no voy a poder recitar si me gusta ?. El hecho de que él sea presidente,

en vez de ser un obstáculo debería hacerlo pensar que así lo ayudo más, Y es que los

hombres, sean presidentes o no, son llenos de cosas. Además yo no voy a andar recitando

Page 8: Monterroso, Satira y Humor

B. Gómez Buendía El Cuento en Red Monterroso, sátira y humor... Nº2: Otoño, 2000

8

en cualquier parte como una loca sino en actos oficiales o en veladas de beneficencia. Sí

pues, no tiene nada de malo”. 14

La utilización de la palabra bivocal que actualiza la palabra que representa y la

palabra representada es otra de las máscaras que el narrador utiliza para satirizar el

mundo.

Recorrido a grandes rasgos el universo satírico de Monterroso podemos reconocer

en su trabajo de escritura una actitud renovadora cuya tradición puede rastrearse en el

pensamiento de Erasmo. Monterroso viaja al centro de la fábula para renovarla haciendo

suya la tradición de la ruptura de la que habla Octavio Paz.

[cerrar]

Page 9: Monterroso, Satira y Humor

El Cuento en Red B. Gómez Buendía Nº2: Otoño, 2000 Monterroso, sátira y humor...

9

Referencias bibliograficas

1Ruffinell: “La Audacia Cautelosa” en Viaje al centro de la fabula. Méjico: Era, 1989. Pag. 27

2 Noguerol Jiménez, Francisca. La trampa en la sonrisa. Sevilla : Universidad de Sevilla, 1995

3 De Rotterdam, Erasmo. El elogio de la locura. Madrid : Spasa-Calpe, 1983,Pág.66-67

4 Monterroso, Augusto. La oveja negra ( y demás fábulas). Madrid : Alfaguara, 1986

5 Lía Ogno en su estudio “Augusto Monterroso, la oveja negra de la literatura latinoamericana”.

Madrid: Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1993, ha señalado que esta alusión a la vida

del hombre a través de la fábula constituye el motor de la fábula clásica y está presente en

abundantes ejemplos a lo largo del libro.

6 Carnimatti: “La Experiemcia Literaria No Existe” en Viaje al centro de la fábula, Mexico: Era,

1989, Pág. 33.

7 García: “Fabulas Inmoralistas” en Viaje al centro de la fábula. Mexico: Era, 1989, Pág. 33.

8 Sobre este tema puede consultarse Hauser Arnold, El origen de la literatura y el arte, Tomo

Primero. Barcelona : Guadarrama, 1982, Págs. 317-323

9 Monsiváis, Carlos. “Monterroso y demás fábulas” Revista texto critico Xalapa., 1976, Pág, 30

10 Solares: “Inutilidad de la sátira” en Viaje al centro de la fábula, pág. 39

11Valencia Goekel, Hernando. “La mayoría de edad” en América latina en su literatura. Méjico:

Siglo XXI 1971.

12 Monterroso, Augusto. El eclipse y otros cuentos. Madrid : Alianza, 1995

13 Bajtín, Mijail. Problemas de la poética de dostovieski. Méjico: Fondo de cultura económica,

1979. Sobre el tema puede consultarse el cap. IV

14 Monterroso, Augusto. El eclipse y otros cuentos.