Mons Williamson - Comentarios Eleison

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Non nisi te Domine blog: http://nonnisite.blogspot.com/RECOPILACION DE VARIOS COMENTARIOS ELEISON DEL OBISPO RICHARD WILLIAMSON DE LA FRATERNIDAD SACERDOTAL SAN PIO X

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CARTAS DE MONSEOR WILLIAMSONComentarios Eleison XCIII

Debates difcilesDel Obispo Tissier de Mallerais, hablando en Pars, hemos escuchado que se han fijado las condiciones para las discusiones doctrinales que deben tener lugar entre la SSPX y las autoridades de la Iglesia en Roma. Estas discusiones sern por escrito, lo cual es sabio, pues con esta medida se le quitar espacio al apasionamiento y se tendr ms tiempo para pensar cuidadosamente. Tampoco sern pblicas, previsin que a lo mejor elimina el efecto TRIBUNA por cualquiera de las partes tambin conocido como jugar para la galera porque no habr galera presente. Desde Roma hemos escuchado que la iniciativa de entendimiento Roma-SSPX generada por el Levantamiento de las Excomuniones de los cuatro obispos de la SSPX por el Papa, en Enero se vio seriamente frenada a raz de la desconfianza producida por la agitacin de los medios de comunicacin en Enero y Febrero, alboroto diseado para lograrlo. Sin embargo, subjetivamente hablando, sin lugar a dudas existe una buena intencin por parte del Papa hacia la SSPX, y no hay falta de buena voluntad de la SSPX para con la persona del Santo Padre. El problema en estos debates es que, objetivamente hablando, de ambos lados puede existir cierta renuencia para admitir que estamos en presencia de UN ENFRENTAMIENTO IRRECONCILIABLE entre la religin de Dios y la religin del Hombre. El Vaticano II mezcl ambas, lo que deriv en mucha ms religin del Hombre; cuando menos un 50 %. Permtasenos decir que Benedicto XVI desea combinar el Vaticano II con la Tradicin Catlica; esto contina siendo demasiado de la religin del Hombre; ahora en una cuarta parte. Permtasenos suponer que la SSPX y Benedicto XVI se comprometen entre ellos a llegar a la mitad de camino; esto an implicara una octava parte de la religin del Hombre con siete octavos de la Religin de Dios, lo que a los ojos de Dios Todopoderoso, sera todava demasiado en una octava parte. Porque si slo hace falta una desproporcionadamente pequea cantidad de agua mezclada en un tanque lleno de gasolina, para detener el motor de un automvil, as slo una pequea dosis de idolatra es suficiente para obstaculizar la verdadera religin de Dios. El Seor mismo nos dice que es un Dios celoso (xodo XX, 5, etc.), y no va a soportar ningn falso dios a su lado. A cualquiera en la SSPX que se vea tentado a prcticas de culto con los Neo-modernistas, as como a cualquier Neo-modernista que pudiera desear actos de culto con los Catlicos, el profeta del Antiguo testamento, Elas, le dira lo que dijo a los Israelitas vacilantes: Hasta cundo estaris claudicando hacia dos lados? Si Yahv es Dios, seguidle; y si lo es Baal, id tras l (III Reyes, XVIII, 21); y concluye el versculo: Mas el pueblo no le respondi palabra. Subjetivamente los Israelitas queran tener ambos caminos. Objetivamente eso era imposible. Para nosotros mismos tambin. Kyrie Eleison Londres Inglaterra Obispo Richard Williamson 18 Abril 2009

Contradiccin llanaDespus de que, con el Concilio Vaticano II, la Autoridad Catlica y la Verdad Catlica

conformaron emprendimientos substancialmente divergentes, los catlicos que se aferraban a la Autoridad han tenido problemas con la Verdad, y los catlicos que se aferraban a la Verdad han tenido problemas con la Autoridad Catlica. Qu puede ser ms lgico? Catlicos de ambos lados suspiran por una reunificacin; y especialmente entre los catlicos conciliares decentes, esto toma la forma concreta del ardiente deseo de que el Papa Benedicto XVI y la Fraternidad Sacerdotal San Po X lleguen a un entendimiento. Muy bien; pero hay un problema: El Vaticano II contradice la Verdad Catlica, fuera de la cual porque su Divino Maestro, Nuestro Seor Jesucristo, es el Camino, la Verdad y la Vida (Juan XIV, 6) se disuelve la Autoridad Catlica. Para probar la contradiccin, lase, por ejemplo, El Concilio Vaticano II y la Libertad Religiosa, de Michael Davies, donde el autor muestra que, mientras la Iglesia Catlica siempre ha enseado que ningn hombre tiene un verdadero derecho a que se le permita la propagacin de errores, el Concilio Vaticano II (Dignitatis Humanae) ensea que cada hombre tiene un verdadero derecho a que no se le impida la difusin de errores (salvo el orden pblico; vase, en particular, el captulo XXII de la obra de Davies). La contradiccin es directa. A primera vista puede parecer poco significativo, porque qu importara si unos pocos alocados dijeran algunos sinsentidos en pblico? Pero, de hecho, la diferencia entre el derecho y el no derecho a propagar el error, es la diferencia entre un espectculo cmico de Hollywood y el Seor Dios de los Ejrcitos, cuyos truenos y relmpagos conmocionaron de terror los corazones de los israelitas incluso a millas de distancia del humeante Monte Sina (xodo XX, 18-21).([1]) De hecho, toda accin humana obedece a algn pensamiento. El pensamiento es transmitido entre los hombres, o publicado, sobre todo con las palabras. As, el ser y la accin de toda la sociedad humana depende de los intercambios de palabras; por lo tanto, o la verdad y el error no tienen importancia para la existencia de toda sociedad y la orientacin en uno u otro sentido, o toda sociedad debe controlar las expresiones pblicas en su seno, por lo menos en el grado suficiente para comprobar si se transmiten errores significativos. Ahora el nico lmite establecido por el Concilio Vaticano II para las expresiones pblicas, es que no deben perturbar el orden pblico. Por lo tanto, para el Concilio Vaticano II cualesquiera herejas o blasfemias pueden ser pronunciadas en pblico, siempre y cuando no sea necesario llamar a la polica, y cualquier deidad que pueda existir debe someterse ante esta libertad y dignidad de la persona humana! Por el contrario, el Seor Dios del Sina, la Santsima Trinidad, cuya Segunda Persona es Jesucristo, nos dice que deberemos dar cuenta de toda palabra ociosa (Mt. XII, 36), e incluso de pensamientos pecaminosos (Mt.V, 28). Por lo tanto, de conformidad con el Dios de la Verdad (y tanto ms cuanto mejor lo haga), controle la sociedad catlica que no haya propagacin pblica de errores contra la fe o la moral. + Kirie eleison. Londres Inglaterra. Obispo Richard Williamson. Artculo del 25 de Abril de 2009

Buena pregunta!No se piense que Su Eminencia gasta su tiempo atendiendo a este tipo de cosas; me declaro culpable de transmitirle lo que creo ms relevante de los vnculos que refieren o contestan a nuestro sitio. Por otra parte, he comunicado al Padre Zuhlsdorf en el pasado (sin obtener respuesta) que encuentro su tono a veces parcial, por lo que escribir acerca de WDTPRS (What does the priest really say?; Qu dicen realmente los clrigos?, nombre del blog del Padre Zuhlsdorf; http://www.wdtprs.blogspot.com/), no es un aval de ningn tipo. (Stephen

Heiner, colaborador del Blog de Monseor Williamson). En el blog de un tal Padre John Zuhlsdorf apareci esta semana una serie de comentarios provocados por discusiones difciles, artculo aparecido aqu hace una semana. (Nota de Radio Cristiandad: Ver nuestra entrada del 19 de Abril, traducida por nosotros como Debates difciles). Muchas de estas observaciones fueron relativamente serias (un cumplido al Padre Zuhlsdorf). Una fue directa al grano: El obispo Williamson utiliza trminos sin definirlos. Realmente me gustara saber si soy un neomodernista. Joe Pinyan (el autor del comentario) quera saber ms, a fin de no estar ligado a Baal: si se le debe rendir culto a Dios antes en una capilla de la SSPX que en una parroquia, donde se celebran tanto el rito extraordinario como el ordinario. Joe: para ofrecer una respuesta, permtame comenzar por la definicin de Neomodernismo. Es el renacimiento (Neo, nuevo), permitido dentro de la Iglesia Catlica por el Concilio Vaticano II (1962-1965), de la hereja omnmoda del Modernismo. El Modernismo es el terrible sistema de putrefaccin de la mente, aparecido hace ms de un siglo dentro de la Iglesia y solemnemente condenado por San Po X en su Encclica Pascendi; sistema segn el cual la Iglesia Catlica debe adaptarse para ajustarse al mundo moderno, al estilo del protestantismo y del liberalismo. De hecho, es la ltima forma de liberalismo; y esto por causa de sus principios kantianos, que pretenden liberar la mente del hombre (y su voluntad) de cualquier verdad (o ley) en absoluto. El modernismo es un error especialmente hipcrita y peligroso, porque puede dejar intacta la apariencia de la religin catlica, mientras la va vaciando realmente. As, Jesucristo no es realmente Dios, pero soy libre de hacerlo Dios (para m) si quiero. As pues, la verdad y la ley catlicas se convierten en lo que yo quiera hacer con ellas. As, de los diez mandamientos, soy libre de obedecer o no los diez, porque de cualquier forma lo que estoy haciendo (lo que debo hacer) es slo obedecerme a m. El Neomodernismo es an ms peligroso que el Modernismo, ya que es una consecuencia de que las ms altas jerarquas de la Iglesia, en lugar de seguir como San Po X condenando ntegramente el Modernismo, lo adaptaron para establecerlo oficialmente dentro de la Iglesia! As pues, hoy los catlicos han sido liberados, ya sea para asistir al rito extraordinario o al ordinario, segn ellos entiendan la esencia inmutable de Dios y Su esencialmente inmutable Santa Misa; o a ambos, si los consideran como adecuados para el mundo de hoy. Ahora bien; esta reciente liberacin de la asistencia a la verdadera Santa Misa, ha procedido de la mejor de las intenciones de Benedicto XVI, pero el verdadero Dios nos impone a todos nosotros adorarle como l realmente es, y no al modo en que ha quedado reducido por el hombre moderno. As, espero que me crea contra Roma, Joe, si yo le sugiero huir de la misa ordinaria; porque si no quiere tener nada que ver con el culto de Baal, eso es, objetivamente hablando, lo que debe hacer. De cualquier modo, si usted desea creerme, lea! Lamentablemente, la Pascendi de San Po X se hace de difcil lectura. Comience aqu en Dinoscopus con los Comentarios eleison que tratan de religin; contine con los dos libros que se publicitan en este blog, que pronto sern cuatro (Nota de Radio Cristiandad: Se trata de las publicaciones en idioma ingls de Monseor Williamson Cartas del Rector del Seminario Santo Toms de Aquino); luego lea algo escrito por Monseor Lefebvre. Pero por encima de todo esto, lo ms importante para obtener luz es rezar el Rosario a la Madre del verdadero Dios. Y que Dios lo bendiga. Kyrie eleison. Artculo del 2 de Mayo de 2009

La insuficiencia de los reyesNunca me he sentido totalmente cmodo en el entorno de los monrquicos, y me refiero a las personas para quienes el retorno de los reyes y de las reinas resolvera gran parte de nuestros males democrticos actuales. Estoy de acuerdo en que aejas monarquas como las de

Inglaterra, Francia y Rusia son grandes paisajes para un viaje nostlgico, y que Cromwell, Robespierre y Lenin fueron pioneros de un traicionero y terrible Nuevo Orden Mundial. Sin embargo, la nostalgia se me presenta como una distraccin. Tales pensamientos se derivan de mi visita a la maravillosa exposicin en la galera Tate de Londres, abierta hasta el 17 de Mayo, titulada Van Dyck y Gran Bretaa. Sir Anthony van Dyck, nombrado caballero por el rey Carlos I, fue el ms destacado pintor del siglo XVII ingls. Nacido en 1599 en Amberes, (hoy Blgica), mostr un talento precoz para la pintura, y pronto se convirti en el mejor alumno del famoso pintor flamenco Pedro Pablo Rubens (1577-1640). En medio de sus viajes de juventud por el continente en especial a Gnova para aprender de los maestros italianos fue que hizo una breve visita a Londres en 1620-1621. No obstante, desde 1632 hasta su temprana muerte en 1641, por invitacin del rey Estuardo Carlos I, un gran mecenas de las artes, Van Dyck volvi a Inglaterra para quedarse. Aqu se convirti en el ms famoso e influyente retratista de la clase gobernante de Inglaterra, proyectando como, sin duda, el Rey deseaba una imagen glamorosa de la dinasta Estuardo. El glamour vive en los coloridos y caracterizados retratos que componen la mayor parte de esta exposicin. Al igual que sus maestros continentales, Rubens y Tiziano, y como la Reina Consorte, Enriqueta Mara de Francia, Van Dyck era catlico. Si imaginamos un puritano pintor, este nunca podra gratificarnos como Van Dyck con sus juegos de luz sobre magnficos trajes, o retratar esas infladas mangas que con tanta fantasa superadora de la realidad reprodujo Van Dyck. Por supuesto, los puritanos le declararon la guerra a Carlos, y en 1649 lo decapitaron, pero con la Restauracin de los Estuardos en 1660, algo de los colores y la belleza regres, y la influencia de Van Dyck en la pintura inglesa dur uno piensa, en particular, en Gainsborough y Reynolds en el siglo XVIII hasta principios del siglo XX, cuando finalmente las luces se extendieron a toda Europa, y los remanentes monrquicos se extinguieron con ellas, o fueron desmembrados. Los reyes, por lo tanto, no bastan por s solos. Ellos pueden patrocinar las artes, y sus cortes pueden mantener por un rato el glamour y la gloria, como refleja por ejemplo Van Dyck, en cuyos gallardos lienzos no se encuentra sorprendentemente casi ningn rastro de las tensiones asesinas subyacentes en la Inglaterra de 1630. No obstante, la Monarqua y la corte fueron arrasadas poco despus de l, y slo restauradas sobre carriles modernos. Entonces, qu se necesita para recuperar el color y glamour perdidos por la modernidad? Nada menos que el Rey de reyes, y su Cruz Catlica! O crux ave, spes unica Salve a ti, la Cruz, nuestra nica esperanza Kyrie eleison. Respuesta publicada el 6 de Mayo de 2009 por Mark D. Amesse, en el blog Dureland (http://rencesvals.blogspot.com/2009/05/my-thoughts-on-kings-insufficient.html), y referenciada en el blog de Monseor Williamson como Una meditada respuesta. El ltimo Comentario eleison, La insuficiencia de los Reyes, del Obispo Richard Williamson, comienza con el texto: Nunca me he sentido totalmente cmodo en el entorno de los monrquicos, y me refiero a las personas para quienes el retorno de los reyes y de las reinas resolvera gran parte de nuestros males democrticos actuales. Creo que hemos obrado bien todos los hombres que hemos hecho de la monarqua nuestra religin, o aquellos para los que el reinado de un monarca por l elegido, es tan glorioso e importante para la cristiandad como el reinado de Cristo Rey. En este sentido, creo que podemos estar de acuerdo con Su Seora. Los catlicos monrquicos son, en primer lugar, catlicos, o deberan serlo. Desde luego, no es necesario ser monrquico para luego ser catlico. Somos, y as debe ser, catlicos monrquicos y no monrquicos catlicos. Los gobiernos son dispuestos por Dios para gobernar el mbito temporal en Su Nombre. Decir que Cristo es Rey sin expresar lo que eso significa, deja Su reinado con el concepto de un pie en el cielo. Esto debe tener una realidad concreta, y no

puede ser una cuestin de palabras sentimentales. Pero si los catlicos somos monrquicos, es porque creemos que el reinado social de Cristo Rey puede ser realidad es decir, ser llevado a la realidad concreta mucho ms cuanto ms imite la corte celestial y se base en la misma estructura monrquica bajo la cual l reina en su Reino celestial y asimismo en la Tierra, en la persona del Sumo Pontfice. Si una repblica catlica puede constituirse para dar gloria a Dios, ayudar sustancialmente a la Iglesia en la salvacin de las almas, y promover el bien comn para ms de una generacin, manteniendo su estabilidad y evitando los errores de la democracia, o la subversin del enemigo; tanto que digo: que tal republicanismo prospere y se multiplique! Ah, pero entonces vuelvo a la fra realidad y veo que, salvo en ciudades-estado y similares, y bajo condiciones muy especiales, este nunca ha sido el caso. Enfrentado a la realidad, no se puede rechazar el hecho de que las monarquas, a pesar de algunos fracasos, a veces abismales, han constituido el mejor de todos los gobiernos[1] cuando se trat de proporcionar una base concreta sobre la cual la dulce doctrina de Cristo, en el mbito socio-poltico ha descansado. Significa que esto slo puede hacerlo la monarqua? No, pero la inestabilidad de los otros regmenes requiere mucho ms esfuerzo para construir una base slida. Este hecho, y el hecho de que todos los hombres, por inclinacin natural son monrquicos (ya que es la forma ms natural de gobierno, que refleja lo que sabe el hombre en trminos terrenales lo familiar y lo que sabe por la gracia y la fe que descansan en lo celestial), son las razones por las que soy un catlico monrquico. Su Excelencia hace una observacin sobre las artes que florecieron merced a los reyes en la era de la revolucin, y estoy de acuerdo en que ese fue el factor, ya que la mafia de las pasiones fue el arma para, o bien mantenerse en el reino, o desgarrarse en ruinas sangrientas. Tanto los monarcas y los revolucionarios trataron de influir sobre las artes, aunque los revolucionarios se comprometieron ms y mejor, mientras que en tiempo de los catlicos se trataba de una cuestin corriente. Podra escribir mucho ms sobre esto, pero ser para otra ocasin, quizs. Lo que ms me interesa, es su declaracin sobre la nostalgia. Si un sentimiento se somete a la razn por la voluntad, que es iluminada por la gracia, entonces el sentimiento es servidor y nos ayuda a hacer lo correcto. La nostalgia es slo una distraccin si nos impide seguir adelante, pero estoy convencido, como dije cuando fund Durendal, que slo mirando a los buenos ejemplos del pasado, podemos saber lo que hay que avanzar en el futuro. Tomemos ejemplos de la edad de la fe, pero sin limitarnos slo a los modelos relacionados directamente con las materias eclesisticas, sino tomando como paradigma lo que era bueno en todas las esferas de la vida y la sociedad. Yo anhelo conservarme en ese pasado sin ningn reparo, como caminando por l, de modo de no caer en la posibilidades de ser engaado por los charlatanes del modernismo, y contando con ms probabilidades de saber cmo proceder. Artculo del 16 de Mayo de 2009

Objecin flojaUn amigo me acaba de recordar la clsica objecin a la enseanza de la verdadera Iglesia Catlica sobre la libertad religiosa, aqu, la semana pasada. He aqu el razonamiento: Premisa Mayor: Forzar a alguien a creer es absurdo, porque la creencia no es algo que pueda ser obligado. Premisa Menor: Rechazar la libertad religiosa de las personas, es forzar sus creencias. Conclusin: Por lo tanto, denegar la libertad religiosa es absurdo. La premisa mayor es cierta. Lo que alguien cree o no en materia de religin es eleccin interna de su libre voluntad, que o bien no puede nacer desde fuera de l, y/o especialmente en el caso de la fe catlica no debe ser impuesto desde el exterior, porque Nemo nolens credit (San Agustn), es decir, nadie puede creer en contra de su voluntad. Por lo tanto, obligar a la creencia catlica desde lo exterior, es imposible o incorrecto. El problema reside en la premisa menor de la objecin. La doctrina tradicional de la Iglesia

Catlica, de que un Estado no debe conceder a sus ciudadanos la libertad religiosa, no significa que el Estado debe obligar a alguien en sus creencias privadas, ni tampoco significa que el Estado puede obligar a cualquiera a actuar en pblico de conformidad con la creencia catlica. Lo que s significa es que un Estado catlico tiene derecho a impedir la prctica pblica de cualquier religin contraria a la creencia catlica, y si la prohibicin conlleva ms bien que mal, el Estado tiene el deber de prohibir esa prctica. Esto se debe a que todo Estado formado por los seres humanos, proviene de Dios como provienen ellos, y de este origen divino nace el deber correspondiente de proveer lo temporal (es decir, hacerse lo que se pueda en el tiempo, en lo terrenal) para el eterno bienestar de sus ciudadanos (es decir, su salvacin en el cielo). Los ciudadanos estn influenciados por todo lo que normalmente pasa en el Estado alrededor de ellos, por lo que su salvacin eterna comnmente se ve obstaculizada por la prctica pblica de las religiones falsas. As pues, la Iglesia Catlica ensea que la libertad religiosa se debe negar 1) slo en el caso de las religiones falsas, 2) slo en su prctica pblica, y 3) slo cuando prohibir tal prctica conlleve ms bien que mal. Esto se puede decir slo de los Estados catlicos, porque cuando hay poca o ninguna fe catlica, una prohibicin de esta especie no tiene sentido. Hoy en da, esto se aplica a todos los Estados, porque los ciudadanos de todos los Estados modernos se encuentran tan hundidos en el liberalismo (la cuasi-religin de la libertad) que incluso en los Estados catlicos, insinuar la aplicacin de tal prohibicin significara un ultraje a la libertad de culto del pueblo, y as podra hacer ms mal que bien. Sin embargo, de estas tres condiciones, la primera es la clave. Si no entiendo que el catolicismo es la nica e ntegramente verdadera religin, nunca voy a concebir por qu todas las otras religiones siempre deben ser obstruidas en su presencia pblica. Por el contrario, si yo entiendo que el catolicismo es la nica religin (al menos aceptndolo implcitamente) que puede enviar las almas al Cielo, y que todas las otras religiones, como tales, repito, como tales, envan las almas al infierno, se deduce automticamente que su prctica pblica, donde sea razonable, debe obstaculizarse. Todo se reduce a una cuestin de fe. Creo! Ven en ayuda de mi falta de fe! (Mc. IX, 23). Kyrie eleison. Artculo del 23 de Mayo de 2009

Reclamaciones enfermizasOtro amigo mo me dice que con motivo de algn aniversario de Shakespeare (1564-1616), cierto nmero de personas que, sin duda, combaten a la homofobia, sostienen una vez ms que l fue uno de ellos. Para la prueba de que el bardo perteneca a lo que se podra llamar la Brigada de la Lavanda, recurren como de costumbre a los sonetos, muchos de los cuales eran de hecho dirigidos con amor a una joven. Vamos a tratar de desentraar el caos. En primer lugar, el uso indebido de varones con varones, o de mujeres con mujeres, de ese mecanismo que Dios le dio a ambos para utilizarlo correctamente el uno con el otro para la reproduccin y la continuacin de la raza humana, es tan grave pecado contra Dios y la sociedad humana, que la Iglesia Catlica lo denomina como uno de los cuatro pecados que claman venganza del cielo. Para asegurarse la continuidad de la raza humana, Dios puso en cada uno de nosotros una profunda repugnancia natural para la relacin de varn con varn o de mujer con mujer. Blanquear el pecado por el ennegrecimiento de esa repugnancia natural, tildndola como homofobia, es mental y moralmente enfermizo. Sin embargo, para los contaminados e incrdulos, nada hay limpio (Tito I, 15). Para las mentes enfermas, no puede existir un amor limpio entre varn y varn. Por lo tanto, cuando la Escritura (II Reyes I, 26) nos presenta una historia de amor tan extremadamente noble como el llanto de David por su amigo Jonathan muerto La angustia me oprime por ti, oh, hermano mo Jonathan! T eras toda mi delicia; tu amor era para m ms precioso que el amor de las mujeres; como una madre ama a su hijo nico, as te am estas mentes enfermas declararn que este

amor debe ser aprobado, ya que no podra ser nulo de pecado, pero slo debido a que condenan como pecado la homofobia. En el caso de Shakespeare, el amor por el joven que hizo famoso en sus Sonetos, es seguramente similar. Muchas de esas piezas literarias nos dicen cmo este joven estaba adornado con una belleza comparable a la de las mujeres, o incluso ms bello, dice Shakespeare. Y, aparentemente, los que ahora tratan de reclutar al bardo para sus filas, invocan en particular el soneto 20 para probar su perversin. Pero yo me pregunto: saben ellos leer? Las primeras ocho lneas de este soneto parecen elogios a la belleza femenina de ese joven, pero en los siguientes cuatro versos pasa a relatar cmo la Naturaleza lo haba dotado tambin con caractersticas masculinas (L.12), no para el goce de Shakespeare, sino para deleite de las mujeres ( L.13). Conclusin? Mo es tu amor, y de ellas el uso de su tesoro (L.14). Si las personas que permanecen atrapadas en el vicio contra la naturaleza, hacen todo lo posible para salir de l, se merecen la simpata de todas las almas sanas. Pero si se revuelcan en su perversin como para pretender que hroes cuerdos del pasado son como ellos, tienen que ser denunciados con energa y claridad en tanto no sea ilegal hacerlo! Kyrie eleison. Artculo del 30 de Mayo de 2009

Simples reclamacionesAsumiendo que el Concilio Vaticano II estableci dentro de la Iglesia Catlica una seria divisin entre la Verdad Catlica y la Autoridad, dijimos en nuestro Comentario eleison de hace tres semanas (Nota de Radio Cristiandad: Ver nuestra entrada del 10 de Mayo, traducida por nosotros como Contradiccin llana), que se ha dividido a los catlicos entre los que se aferran a la Verdad Catlica y tienen problemas con la Autoridad, y los que se aferran a la Autoridad Catlica y tienen problemas con la Verdad o sus doctrinas; por ejemplo, en lo relativo a la libertad religiosa. Crear un paralelo entre los conciliaristas que siguen el Concilio Vaticano II y los tradicionalistas que obedecen a la antigua doctrina y su liturgia, puede significar un gran choque para muchos de entre ambos, por las razones evocadas ms arriba; pero vamos a apelar a la realidad de la Iglesia que nos rodea. Acaso no vemos que los tradicionalistas que rechazan a las actuales autoridades de la Iglesia Catlica se arriesgan a perder su sentido catlico, as como los conciliaristas que hoy desprecian a los tradicionalistas (como sucede con la mayora de los obispos alemanes) corren el riesgo de dejar de ser catlicos por falta de sentido de la Verdad doctrinal? Sin embargo, el paralelo no va muy lejos. Aunque el puro y simple sedevacantismo y el Neomodernismo simple y puro son comparables en ese aspecto lgico, por lo dems no son equivalentes, porque la Verdad es superior a la Autoridad, que slo existe para servir a la Verdad. Si toda Autoridad desaparece, la Verdad permanece all (Mis palabras no pasarn, dice el Seor; Mc., XIII, 31). Pero si toda la Verdad se sepulta bajo una parva de mentiras, como est sucediendo hoy, habremos de ver como estamos viendo el descrdito de toda autoridad, que es suplantada por la fuerza bruta. La Verdad y su consecuente Justicia son la sangre vital de la Autoridad; la Autoridad no es ms que servidora y protectora de la Verdad y la Justicia. Esto explica por qu los tradicionalistas que se aferran a la Verdad son, como tales repito, como tales mejores catlicos que los conciliaristas que se aferran a la Autoridad; juzguemos por los frutos! Y mientras la Verdad por su naturaleza de correspondencia con el objeto y no con el sujeto no puede inclinarse ante la Autoridad, por el contrario, las autoridades de la Iglesia, los Papas, Cardenales y Obispos, un da debern inclinarse de nuevo ante la Verdad; y cuanto antes lo hagan, mejor . Tampoco se est planteando, ni de forma remota, una arrogante reclamacin por parte de los tradicionalistas, como el Cardenal Ratzinger opin una vez, porque

los tradicionalistas nunca inventaron la Tradicin, La Tradicin fue un don, dado por los que fueron fieles, a aquellos que simplemente asumen su denominacin. El Arzobispo Lefebvre hizo grabar en su lpida las palabras de San Pablo Tradidi quod et accepi (I Cor. XI, 23) porque l fue el primero en sostener que no haba hecho ms que transmitir lo que le haba sido dado. Esta primaca fundamental de la Verdad sobre la Autoridad se aplica dentro y fuera de la Iglesia Catlica, dentro y fuera de cualquier parte de la Iglesia. Pero las almas modernas han perdido casi todo asidero en la Verdad. Ah est el drama. Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 100, 6 de Junio de 2009 La bsqueda de la verdadLa prdida de la verdad es una caracterstica de los tiempos modernos. Toda la gente parece creer que la verdad no existe (Qu es la verdad?, Pregunt Poncio Pilato); o que existe pero no es importante; o que existe y es importante, pero no puede ser descubierta por la mente humana. Cualquiera sea la opcin, comamos, bebamos y gocemos, porque si la mentira es tan buena como la verdad, entonces lo errneo es tan bueno como lo correcto, lo que me hace libre de hacer lo que quiera. Qu es la verdad? La verdad es la adecuacin entre la mente y la realidad. Hay verdad en mi mente cuando lo que est en mi inteligencia se corresponde con lo que est fuera de ella, en la realidad. Nadie cree seriamente que no existe la realidad fuera de su mente (a menos que est loco), porque por ejemplo nadie a quien se le detenga el motor de su coche, deja de levantar la cubierta (el cap) para averiguar la causa real de esa detencin. Luego existe la verdad para m, siempre que mi juicio coincida con la realidad externa. Esta verdad es importante? Por supuesto que s. Mi supervivencia en esta vida depende minuto a minuto de saber que realmente el aire es respirable; da a da en saber qu alimentos y bebidas son realmente consumibles; y mi felicidad eterna depende de saber si Dios realmente existe, si l es realmente quien me garantiza la felicidad, y si realmente ha establecido las condiciones para obtenerla. Si en cualquiera de estos puntos impera la mentira y no la verdad en mi mente, ya sea que muera en pocos minutos, o en unos pocos das, pierdo la felicidad para toda la eternidad. Por supuesto que importa determinar si lo que est en mi mente se corresponde con la realidad fuera de ella! Pero puede la mente humana conocer siempre la verdad? De hecho a veces no puede hacerlo. Pero por lo general en la bsqueda de la verdad, Cuando hay voluntad, hay un camino. Si los hombres a menudo no encuentran la verdad, no es porque no se puede encontrar, sino porque no existe voluntad real para hallarla. Tome, por ejemplo, la difcil y costosa bsqueda de las pruebas que explicarn por qu se estrell el avin francs entre Ro de Janeiro y Pars. Los investigadores pueden o no finalmente decirnos dicen la verdad, pero en definitiva lo debern hacer, porque parece que la seguridad de los futuros vuelos, por lo que sabemos, dependen de ello. Que nadie pretenda que toda verdad no puede ser encontrada cuando hay una forma de hallarla! El que as lo afirma, simplemente demuestra su falta de voluntad para descubrirla. Hay una enorme ausencia de tal voluntad en lo que se llama civilizacin occidental; por eso sta es satnica (Jn. VIII, 44).

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 101, 13 de Junio de 2009 Doble virtualidadhttp://www.cbc.ca/gfx/images/news/photos/2009/06/08/flt447-cp-w6837339.jpg La mayora si no todos de ustedes saben que en las primeras horas del 1 de Junio un avin de Air France con 228 almas a bordo cay del cielo en su camino de Ro de Janeiro a Pars, y se estrell en el Ocano Atlntico. Un acontecimiento extraordinario? O lo extraordinario no es que no todos esos monstruos de 100 a 150 toneladas caigan del cielo? La tecnologa humana no ha sido virtualmente dominada, en realidad? La tecnologa de estos Leviatanes areos es, en efecto, algo que maravilla. Cada da, en la actualidad, miles de ellos en todo el mundo desafan la gravedad ascendiendo a seis millas de altura, y cientos de pasajeros al mismo tiempo se encuentran volando sobre cadenas montaosas, a travs de grandes ocanos, de continente a continente; generalmente con total seguridad. Los accidentes siempre ocupan los titulares en los medios de comunicacin, pero son muy raros en comparacin con el nmero total de vuelos que los pasajeros pueden recelar pero nunca creer que caern. As, con confianza entran las personas en el vientre de esos monstruos en el aeropuerto de partida, despegando de la tierra y pasando del ambiente real al mundo virtual de los sonidos serenos, las comidas chatarra y la virtualidad dentro de la virtualidad el entretenimiento en vuelo, cada vez mayor y mejor; hasta eligiendo su propia pelcula en su butaca individual. Envuelto en este acogedor capullo de tecnologa omnmoda, uno tiene, normalmente, slo algn estremecimiento ocasional de vuelo, o un cabeceo de los motores, para recordarle que existe afuera, a slo unos pocos pies de altura, una realidad potencialmente mortal, y no siempre perfectamente dominada Como deben haber sido los ltimos momentos en el interior de la cabina del Air France 447? Es horrible imaginarlo! Once das ms tarde la causa exacta del accidente an no se conoce. Se bloquearon los sensores de velocidad, confundiendo a las computadoras (piloto automtico), causando cambios errticos de la velocidad, muy peligrosos cuando se vuela en medio de una turbulencia? Afortunadamente para los pasajeros y la tripulacin, cuando el avin se parti en lo alto, la despresurizacin instantnea les priv de la conciencia durante algunos minutos, en tanto caan a travs de la oscuridad a una muerte segura en el momento del impacto con el agua, que se comporta en las circunstancias como hormign! O fueron desafortunados todos ellos? De las 228 almas en el AF 447, cuntas habrn tenido la necesidad de hacer un acto de contricin perfecta antes de perder la conciencia? De stas, cuntas habrn tenido la fe necesaria, y la presencia de nimo no abrumada por el pnico y el terror, para hacerlo? En resumen, cuntos habrn estado en disposicin de salvar sus almas? En lo concerniente al momento de la muerte, nuestro Seor nos dice a todos nosotros, Velad, pues, porque no sabis cundo volver el Seor de la casa no sea que volviendo de improviso, os encuentre dormidos (Mc. XIII, 35). Y en lo relativo a lo aparentemente azaroso de los accidentes, nos dice: Os digo que todos pereceris igualmente si no hacis penitencia (Lc, XIII, 5). La penitencia suficiente en la actualidad es vivir por nuestra fe. Resulta esto an

demasiado? Mucho menos que ser alcanzado por un AF 447. Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 102, 20 de Junio de 2009 Sagrado CoraznAyer fue la fiesta del Sagrado Corazn. Antes de que me convirtiera al catolicismo, la mera expresin Sagrado Corazn de Jess me hubiera coagulado la sangre, ya que esas palabras sonaban demasiado dulces y pegajosas. Esta impresin habra sido confirmada por una serie de figuras que representan el Sagrado Corazn, que son tan tiernas que uno se sorprende de no encontrar, en lugar de la imagen en la pared, un charco pictrico al pie del muro! Sin embargo, cuando uno envejece, puede esperar un crecimiento propio un poco ms prudente, aunque no exento de tristeza. Poco despus de entrar en la Iglesia Catlica, el Seor Dios puso en mis manos un maravilloso libro sobre el Sagrado Corazn se podra decir escrito por el Sagrado Corazn El Camino del Amor Divino, por la Hermana Josefa Menndez (18901923). Ella fue una joven monja espaola, que profes oculta, lejos de toda publicidad, en un convento de las Hermanas del Sagrado Corazn en Poitiers, Francia, y que durante los tres ltimos aos de su corta vida actu como mensajera del Sagrado Corazn de Jess, con la finalidad de hacernos llegar uno ms de los mensajes urgentes del amor de Dios a las almas de la modernidad, cada vez ms en peligro todas ellas de quedar lejos de l. Yo soy Dios (pgina 377 de la primera edicin en ingls), pero un Dios de amor! Soy un Padre, pero un Padre lleno de compasin, y nunca severo. Mi Corazn es infinitamente Santo, as como infinitamente Sabio, y conoce los males y la fragilidad humana; por eso mi Corazn se inclina a los pobres pecadores con infinita Misericordia. Este libro me dio a entender que as como la especial revelacin del Sagrado Corazn se haba iniciado en el siglo XVII, cada vez ms endurecido por el racionalismo y jansenismo, as esa revelacin se volvi a medida que el mundo se tornaba cada vez ms y ms fro progresivamente ms clida, hasta que las imgenes, se podra decir, casi se derretan, cayendo de las paredes! Como si Nuestro Seor nos estuviera diciendo que no importa si entendemos Su Justicia o si apreciamos las bellas artes, siempre y cuando entendamos Su verdadera Misericordia. Amo a quienes despus de su primera cada vienen a M a pedir perdn los amo an ms cuando piden perdn por su segundo pecado, y si esto volviera a suceder, no digo un milln de veces, sino hasta un milln de millones de veces, todava los amo y perdono, y voy a lavar en Mi Sangre su ltimo pecado tan plenamente como el primero. Nunca me cansan los pecadores arrepentidos, ni dejo de aguardar su regreso; y cuanto mayor es su afliccin, mayor es Mi acogida Esto es lo que quiero que todos sepan. Ensear a los pecadores que la Misericordia de Mi Corazn es inagotable Es tan fcil confiar completamente en Mi Corazn! Es sumamente fcil confiar en Su Corazn. Pero los hombres modernos miramos hacia otro lado, y hasta nos enorgullecemos de ello. Sagrado Corazn de Jess, ten misericordia de nosotros. Kyrie eleison.

Monseor Williamson,

Comentario Eleison N 103, 27 de Junio de 2009 ReestructuracinMaana, o pasado maana, apenas nos quedarn espacios fuera de los cuales no ser necesario pensar. En la Iglesia y en el mundo, las mentalidades y las estructuras de la llamada civilizacin occidental se estn desplomando a nuestro alrededor. Sin embargo la masa de almas occidentales prefiere dormir su sueo audio-visual, aunque la realidad las est cercando hermanentemente; puede ser que no despierten antes de que sean esposados en el Nuevo Orden Mundial. Los EE.UU. durante casi un siglo, parecieron ser escudo y espada de la civilizacin occidental. Ahora sus finanzas, su economa y sus estructuras de poder poltico se estn derritiendo en un maremgnum de codicia, corrupcin, egosmo y disolucin armado entre Wall Street, Nueva York y Washington, DC. Sin embargo nunca estar de ms decirlo Nosotros el pueblo podemos culparnos slo a nosotros mismos. Hemos querido la causa: el materialismo sin Dios. Ahora tenemos que vivir con los efectos: la quiebra final del sistema bancario, del papel moneda y de la poltica democrtica. Las estructuras ciudadanas se desmoronan. En Flint, Michigan, hogar original de la hoy en bancarrota General Motors que actualmente ocupa a 8.000 personas oriundas, cuando antes haba 79.000 empleados los polticos locales son pioneros de una idea para evitar la desaparicin de su ciudad: arrasar barrios enteros y devolver la tierra a la naturaleza. Esta idea implica un llamamiento a que el Gobierno Federal designe otras 50 ciudades como posibles candidatas para la salvacin por la excavadora, incluidas Detroit, Filadelfia y Baltimore. Las estructuras del Estado estn fallando. En California, el Alcalde John Chiang dijo hace unos das que si los legisladores del Estado no pueden solucionar rpidamente el dficit de 24 mil millones de dlares de California, entonces en las siguientes semanas tendrn que pagar las deudas del Estado con bonos a futuros. Desafortunadamente, dijo l, la incapacidad del Estado para equilibrar sus finanzas, implicar a corto plazo grandes cambios para los contribuyentes, los gobiernos locales y las pequeas empresas. Es fcil imaginar cul ser la reaccin, pero no es fcil imaginar la forma en que el dficit presupuestario se resolver. En cuanto a nuestras estructuras nacionales, si no estamos dispuestos a permitir su fusin en el Nuevo Orden Mundial, entonces seguramente ser orquestada una Tercera Guerra Mundial para persuadirnos, comenzando con un 81/121 (9/11 al cuadrado)! Sin embargo, todos estos colapsos empalidecen en comparacin con el Concilio Vaticano II, porque fue la Iglesia Catlica quien defendi realmente la civilizacin occidental. Si el hundimiento catlico no es pronto revertido por la Consagracin de Rusia al Corazn Inmaculado de Mara, entonces uno debe preguntarse si no ser necesario reestructurar los elementos saludables de la Iglesia en un movimiento de resistencia subterrnea. Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 104, 4 de Julio de 2009 Gladiadoras de Wimbledon

Desde la ventana de mi actual morada, por la que se aprecia a la distancia Wimbledon Park, he estado viendo durante la ltima semana, o algo as, a multitudes de amantes del deporte que suelen acampar durante toda la noche para obtener buenos asientos para uno de los mximos torneos de tenis, que cada ao se celebra en las cercanas. El ejemplo tira; un atardecer fui yo mismo durante unas horas. Entrada la noche no se consiguen los mejores asientos, ni se asiste a los mejores juegos como una vez me dijo una azafata, algo que nunca olvido: Usted no puede conseguir champaa contando con dinero para una cerveza; as, no he visto ninguno de los partidos individuales, que son el mayor espectculo en el noble deporte del tenis: una mente, una voluntad y una fuerza enfrentadas en combate singular contra las de otro, en una contienda de excelsa habilidad, como dos gladiadores, slo que sin el derramamiento de sangre. Sin embargo, pude ver parte de varios partidos de dobles mixtos; hombres y mujeres, dos contra dos. Todos los hombres que vi jugar estaban vestidos, para mi sorpresa, con pantalones cortos hasta la rodilla, lo que uno supone que no puede obstaculizar a un jugador de tenis. Sin embargo, el vestido de las jugadoras mujeres, en su mayora, slo llegaba hasta la mitad del muslo. Por supuesto, nada parece ms normal; de hecho varias de las espectadoras vestan an ms brevemente. El tiempo era caluroso, pero no hay hombres que se decidan a decirles a sus hijas, hermanas, esposas o madres! que tal vestimenta es slo apropiada para los ojos de su esposo? Pero hay otro problema, an ms grave, que suele pasar desapercibido. El tenis es un deporte de gladiadores, en el que un impetuoso servicio, poderosos golpes a la lnea de base y enrgicos remates, encaminan al triunfo, haciendo de la energa psquica, la resistencia fsica, el espritu de lucha y la voluntad de dominar, lo ms importante. Estas son prerrogativas masculinas; las mujeres, naturalmente, hacen todo lo posible por imitar a los hombres, lo que puede halagar el orgullo machista, pero nos detenemos los varones a pensar cmo vamos desnaturalizando nuestra admiracin por las mujeres, alentndolas a esta clase de lucha? Cualquier gladiadora que podra haber resultado agraciada a la vista la otra noche, perdi esa gracia al momento en que se prepar para lanzar o recibir tremendos pelotazos! As que aqu hay una cuestin prctica: cuando una mujer se entrega a un campeonato de tenis o a cualquier otro deporte apto para el desarrollo varonil, se puede considerar como algo ms que una molestia de la que deshacerse, ese a veces agobiante recordatorio mensual de Dios, que le hace presente que ella fue conformada para la perpetuacin de la raza humana? Despreciar o bloquear su fecundidad, cmo puede fomentar su maternidad? Pueden entonces los habitantes de Wimbledon, Roland Garros, Flushing Meadows, etc., sorprenderse si su tasa de natalidad local se est desmoronando? Tienen algn derecho a reclamar, si sus pases parecen encaminarse a ser ocupados por los inmigrantes en un futuro no muy lejano? Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 105, 11 de Julio de 2009 Iglesia ConciliarLa expresin Iglesia Conciliar da lugar a mucha confusin. Por ejemplo, cmo puede la Iglesia

Catlica, la impecable Novia de Cristo (Efesios V, 27), verse teida con la nueva religin, centrada en el hombre, del Concilio Vaticano II, es decir, el Conciliarismo? Sin embargo, Nuestro Seor fund slo una Iglesia, de modo que si la Iglesia Conciliar no es catlica, hay dos Iglesias, una Iglesia Conciliar y una Iglesia Catlica? Imposible. De hecho no hay dos Iglesias. Slo hay una Iglesia de Nuestro Seor Jesucristo, y esa es la Iglesia Catlica. Sin embargo, esta Iglesia Catlica se encarna en seres humanos, que son necesariamente imperfectos. Nuestro Seor la instituy no para salvar ngeles o animales, sino exclusivamente para nosotros, los pobres seres humanos, que por nosotros mismos slo tendemos, a causa del pecado original, a caer ms y ms lejos del Cielo y de Dios. As, la Iglesia Catlica siempre tiene dos aspectos: divina por su origen o principio (Jesucristo); y por su finalidad (llevar las almas al Cielo); y por otro lado es, en s misma, necesariamente humana, por su involucrarse entre los seres humanos a los que viene a salvar. Por lo tanto, como debe haber seres humanos dentro de la Iglesia, tambin habr siempre imperfecciones en el interior de la Iglesia, a veces muy visibles; pero estas imperfecciones seguirn siendo incapaces de manchar a la Esposa de Cristo, impecable en s misma. Ahora bien, el Conciliarismo, como nueva religin del Vaticano II, poniendo al hombre en el lugar de Dios, es error e imperfeccin puramente humana; de ninguna manera divina. As pues, la expresin Iglesia Conciliar, refleja la Iglesia Catlica en su aspecto puramente humano e imperfecto, la Iglesia como desfigurada por el hombre moderno, que organiz el Vaticano II para ponerse a s mismo en el lugar de Dios. Sin embargo, la Iglesia permanece inmaculada bajo todas las desfiguraciones, como si se tratara de un martn pescador, que se precipita sobre un lago a recoger a un pez y vuela de nuevo al Cielo, sin hesitar, liberndose de toda el agua que lo impregn momentneamente. Luego hay dos Iglesias? De ninguna manera. Slo hay una inmaculada Esposa de Cristo. Entonces, la expresin Iglesia Conciliar no tiene significado real? Por desgracia, esa locucin nombra una muy concreta realidad. Designa a todos los miembros y estructuras de la Iglesia verdadera que estn como atrapados en las estrategias de los sutiles errores del Concilio Vaticano II, y como tendiendo todo el tiempo a salir de la verdadera Iglesia por causa de esos errores. Esta es la Iglesia Conciliar de la cual Monseor Lefebvre nunca se reconoci excomulgado, porque, como l deca, desde un principio jams perteneci a ella. Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 106, 18 de Julio de 2009 Realidad impensableConsiderando que en el Comentario Eleison de hace diez semanas (N 99) dije que la escisin entre la Autoridad Catlica y la Verdad Catlica era responsable de la actual e incomparable ruina de la Iglesia, recientemente un objetor dijo que esa escisin era impensable porque la Verdad Catlica viene a travs de la Autoridad Catlica. La respuesta es breve: Normalmente, s; hoy, no. Vamos a ver que la objecin es errnea y a continuacin, por qu. Que la Verdad y la Autoridad estn escindidas queda demostrado por los frutos (cf. Mt., VII, 15:20). La Verdad Catlica obtiene buenos frutos, pero el Conciliarismo que la Autoridad Catlica

viene impulsando desde el Concilio Vaticano II, ha dado slo frutos malos; en todos los frentes la Iglesia Conciliar colapsa, a menos que uno redefina la palabra colapso. Este colapso puede ser reconocido por los laicos con mayor facilidad que por el clero; en parte porque los laicos no suelen estar sometidos al pesado adoctrinamiento conciliar que en estos tiempos es normal para el clero; en parte porque los laicos no han apostado por lo comn su vida y su reputacin al xito del Concilio, como en general las autoridades de la Iglesia de hoy lo han hecho. Una forma de describir la grandeza de Monseor Lefebvre, es decir que fue una de las muy pocas autoridades de la Iglesia que, como secuela del Concilio, no slo vio cmo la Verdad Catlica haba sido abandonada por la Autoridad Catlica, sino que tambin, y con un gran costo personal, tom posicin a raz de lo que vio. Cuntas veces le hemos escuchado decir, en la dcada de los 70, Cest inconcevable, cest inimaginable, en el sentido de que el desastre sobreviniente en la Iglesia era impensable? Pero eso nunca le impidi reconocer que era la realidad. Por qu eso se convirti en realidad, l sola explicarlo por los anteriores quinientos aos de historia de la Iglesia: el Protestantismo se levant contra el Catolicismo, y una vez establecido de cara al Catolicismo, dio lugar al Liberalismo, en el que todas las verdades son tan buenas una como otra. Por un tiempo fueron resistidas esas tonteras por lo que todava quedaba de Fe y de sentido comn en los hombres, especialmente en los clrigos de la Iglesia Catlica la Autoridad todava se aferraba a la Verdad pero finalmente, en el Concilio, estos eclesisticos tambin declinaron en su resistencia. Si el sol camina hacia el ocaso, con el tiempo se oculta; si usted se aventura a beber, con el tiempo se embriaga. Si la tendencia sigue y sigue aumentando, con el tiempo se superan todos los diques construidos como frenos. La gran encclica de San Po X sobre el Modernismo, Pascendi, revela que la corrupcin definitiva de la mente, extendindose por encima de todos los diques, anuncia el final de los tiempos, si no el fin del mundo. Esa corrupcin ha inundado a los clrigos de la Iglesia Catlica en el Concilio Vaticano II, y ellos han abandonado la Verdad Catlica. Entonces Dios Todopoderoso ha desamparado a su Iglesia Catlica? De ninguna manera (Mt., XXVIII, 20); pero l nunca prometi que su Iglesia pudiera no empequeecerse hasta un pequeo resto, ya sea ahora o en el fin del mundo (Lc., XVIII, 8). Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 107, 25 de Julio de 2009 Quince decenasJusto antes de que los Comentarios Eleison se conviertan en algo un poco ms discreto (cercirese de registrarse en [email protected] si desea estar seguro de seguir recibindolos en privado), dejemos que otra persona escriba en mi lugar mis ltimas palabras pblicas. Cito textualmente a un lector a quien le haba recomendado que rezara, en cuanto fuera razonablemente posible, los quince Misterios del Rosario cada da. A veces es difcil lograrlo, pero ya ha hecho una enorme diferencia en mi vida. Ciertamente, mi fe y mi esperanza se han fortalecido notablemente, ya que me haba tornado dbil debido a los constantes ataques de todas las direcciones, por no contar con una real defensa sacramental (el destacado es mo) Adems de contribuir a mi santificacin personal,

puedo apreciar muchos otros beneficios Es un acto de reparacin. Se trata de una participacin en la Cruzada del Rosario de Monseor Fellay Se consiguen gracias de Nuestra Seora por su empleo, y ayuda a salvar almas (A menudo me he notado angustiado de pensar cuntas almas, algunas de ellas muy cercanas a m, parecen estar en el camino de la perdicin, y me he sentido totalmente impotente al respecto; pero ahora juzgo que estoy haciendo algo para colaborar). Y finalmente puedo ver que el Rosario es un arma tremendamente poderosa contra Lucifer y su Nuevo Orden Mundial. He percibido por aos que algo estaba muy mal con el mundo, y dentro de los diez ltimos aos, especialmente desde el 9/11, he aprendido ms de lo que siempre quise saber acerca de lo que realmente sucede. Cuando la venda cay de mis ojos me sent totalmente devastado y cerca de la desesperacin. Pero ahora siento que cuento en mis manos con artillera pesada, y que estoy haciendo un verdadero dao al enemigo. (El destacado es mo). Lectores, cranlo! El Seor Dios permite esta terrible crisis de la Iglesia y del mundo, solamente con el fin de despertarnos de nuestros sueos letales y llevarnos de vuelta a l, para que logremos la felicidad con l, en lugar de ser desdichados por toda la eternidad sin l. Ante el aparentemente inminente triunfo mundial de sus enemigos, se puede sentir que no hay nada que podamos hacer. Error! Nuestro amigo tiene razn. Quince Misterios al da es artillera pesada en todo sentido! Como l sugiere, si uno opta por no saber qu est pasando, resulta de lo ms horrible. Pero mucho mejor que soar con la fresca pradera de la pelcula The Sound of Music (La novicia rebelde, o Sonrisas y lgrimas), es volver a entrar en la realidad y hacer lo que uno puede hacer al respecto. Las bombas caern pronto. En el mismo sentido nuestro amigo escribe: Desde que comenc a rezar por lo menos quince decenas del Rosario de Nuestra Seora todos los das no he tenido estmago para asistir a una iglesia del Novus Ordo Me dice que se atemoriz un poco de no ir a Misa el domingo, pero le respond que el Tercer Mandamiento es santificar las fiestas, y no participar en un tobogn hacia la apostasa; y le di el consejo que Monseor Lefebvre acostumbraba impartir en estos casos; es decir, que trate ms bien de concurrir a la verdadera Misa cuantas veces pueda. Dios bendiga a este lector; su Cruz aparece delante de l, pero tiene el Rosario en las manos. Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 108, 1 de Agosto de 2009 Orgullo asesino Me encanta El Poema del Hombre-Dios de Mara Valtorta. Consta, en la edicin inglesa, de cinco volmenes con las visiones de la vida, muerte y resurreccin de Nuestro Seor, y la mayora de los tres aos de su ministerio pblico; visiones que tuvo en los ltimos aos de la Segunda Guerra Mundial una mujer italiana lisiada, soltera, postrada en su lecho de enferma a raz de una lesin sufrida muchos aos antes, en su juventud. Como visionaria, tuvo siempre miedo de ser engaada por el Diablo. Los frutos del Poema en la elevacin y conversin de las almas, indican ms bien que sus visiones son un verdadero regalo del cielo. El Poema no resulta atractivo para todo el mundo; tiene crticos severos, y algunos lo encuentran sentimental. Lo encuentro, s, lleno de sentimiento, pero es un sentimiento objetivo y no autocomplaciente. Algunos lo encuentran contrario a la sana doctrina; me parece discutible

quizs en algunos detalles, pero en general la doctrina es sorprendentemente rica y precisa (las notas a pie de pgina en la edicin italiana son de gran ayuda). Algunos encuentran el Poema demasiado terrenal; yo lo veo como una maravillosa presentacin de Nuestro Seor como verdadero Dios y verdadero hombre Podran estos ltimos crticos haber esperado que la Encarnacin fuese menos encarnada? Cristo tom carne. Aqu est una muestra de los miles de apuntes concretos del Poema sobre cmo funciona la naturaleza humana, no reconocidos hasta el da de hoy. Para superar los malos impulsos que Judas Iscariote reconoce en s mismo, le pregunta a la Madre de Dios si puede quedarse con ella durante un tiempo en Nazaret. Como Refugio de pecadores, Ella le pregunta a Nuestro Seor si puede prestarle este servicio a Judas. Nuestro Seor le responde que no se opone; slo sabe que ser intil: Judas es como alguien que se ahoga, y a pesar de sentir que se est ahogando, rechaza por orgullo la cuerda que le arrojo para regresarlo a tierra; carece de voluntad para volver a la orilla. A veces el terror del ahogamiento lo insta a buscarme y pedirme que le acerque un cabo que lo ayude, que le sirva de asidero; mas entonces retorna el orgullo, rechaza mi ayuda y se aparta lejos, como queriendo salvarse por s mismo; pero al mismo tiempo, se siente cada vez ms pesado por el agua fangosa que est tragando. De todos modos, que nadie pueda decir que Yo he dejado de intentar todos los remedios posibles: Atindelo, pobre Madre (Pobre, porque a Ella no le agrada este intento de rescate frustrado). Cada alma en el infierno caramba; quisiera que estuviera vaco! ha optado por estar all, nica alternativa del sometimiento a Dios. Cualquier sumisin disminuye en m el sentido de mi propia excelencia; el orgullo es el pecado de los pecados. De nuestro oculto orgullo, oh, Seor, lbranos! Kyrie eleison.

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 109, 8 de Agosto de 2009 Cartas del Rector Permtanme sugerir el motivo por el cual los lectores de Comentarios Eleison deberan estar interesados en echar un vistazo a uno o a los cuatro volmenes de Cartas del Rector, ahora disponibles en forma impresa a travs de la editorial Estadounidense Restauracin de la Verdad (True Restorian Press). En pocas palabras, estos libros presentan una combinacin poco usual, de algunos enfoques de la verdadera Fe con algunos criterios de nuestro falso mundo moderno. Fue lgico que, a medida que el mundo moderno caa en la apostasa y se distanciaba cada vez ms de Dios, la tentacin de las mentes Catlicas a menos que estuvieran dispuestas a esforzarse al mximo fuera sujetarse firmemente al mundo y dejar de lado a Dios como en el Concilio Vaticano II o aferrarse slidamente a Dios y dejar de lado al mundo moderno, como lo hicieron muchos Catlicos cincuentistas, que renunciaron a los esfuerzos para hacer frente a la modernidad y se retrajeron en el imaginario y a menudo sentimentalista refugio del supuesto Catolicismo preconciliar. Pero el Catolicismo no puede ser irreal, si quiere llevarnos a la realidad del Cielo! La dcada de 1950 ha pasado. Ya termin. Se fue. Por supuesto que no todos los Catlicos de la dcada de

los 50 vivan en la irrealidad. Monseor Lefebvre es un ejemplo sobresaliente de rechazo de esa ficcin. Pero tambin muchos de aquellos Catlicos desconectaron la Fe de su realidad circundante, razn por la cual cuando sta se cerr sobre ellos en forma espectacular en la dcada de los 60, su Fe declin, y ms o menos despreocupadamente se deslizaron en la religin del hombre del Vaticano II, una religin realmente moderna, falsamente Catlica; pero sin embargo, inteligentemente disfrazada. No puede hacerse caso omiso de la realidad! Entonces, tal vez lo que caracteriza a las Cartas del Rector es que en tanto proclaman la verdadera Fe inmutable de la Iglesia, al mismo tiempo hacen frente, a la luz de esa Fe, a una variedad de problemas modernos que, si bien existan antes del Concilio, han crecido inmensamente desde ese evento: La Fe retorcida, los varones carentes de virilidad, las mujeres asumiendo el ponerse los pantalones, las familias desintegrndose, un sentimentalismo rampante, medios de comunicacin mendaces, polticos traidores, etc., etc.; y, lo peor de todo, los hombres de la Iglesia Catlica extraviando su camino. Por desgracia, es lgico que ellos tambin hayan perdido sus amarras, bajo la presin de la realidad de su entorno que no se haban preocupado por manejar. Las Cartas ofrecen un anlisis de muchos de esos problemas. Su autor no reivindica la infalibilidad de sus soluciones, pero sostiene que, a menos que los Catlicos aborden los problemas que plantea, corren el riesgo de lanzarse en no mucho tiempo, ms o menos descuidadamente, al seno del Concilio Vaticano II. Kyrie eleison. *.*.*.* De los Archivos Carta N 174 Esta carta puede causar alguna conmocin; creo que es necesario. Permtanme darles una explicacin, a partir de una historia de la literatura alemana que estudi en la escuela hace 40 aos, pero cuyo pleno significado slo se me hizo presente varias dcadas ms tarde: La maravillosa historia de Pedro Schlemiel, de Adelbert Chamisso (1781-1838). Pedro Schlemiel es un joven brillante[1] que quiere progresar en el mundo; as que cuando un extrao de levita gris le ofrece todo el oro que quiera a cambio de su sombra, Pedro acepta. Despus de todo, qu utilidad tiene su sombra? Sin embargo, luego descubre que todo el oro del mundo no puede hacer frente al escarnio de todos los que lo rodean, porque carece de sombra. En medio de su desesperacin, el hombre de levita gris se le aparece nuevamente, para ofrecerle un segundo trato: si Pedro desea recuperar su sombra, todo lo que debe hacer es renunciar a su alma. La historia termina con un compromiso que no recuerdo con mucha precisin: Pedro no pierde su alma, pero todava debe pagar un precio por su estupidez inicial. La historia es encantadora, segn recuerdo, y est muy bien escrita. El forastero de levita gris es, por supuesto, el diablo; Pedro es un hombre occidental que se ha mutilado a s mismo y ha puesto en peligro su alma en aras de la prosperidad material y del bienestar. Pero lo que nos interesa en primer trmino es la tcnica del Diablo, como la entiende Chamisso. Es bastante simple cuando se piensa en ella, y tiene enormes aplicaciones en el mundo que nos rodea. El diablo atrapa a Pedro Schlemiel por etapas. En primer lugar, el oro a cambio de su sombra. En segundo lugar, su sombra a cambio de su alma. Obviamente, el diablo no le presta la menor atencin a la sombra de Pedro, excepto como una trampa para capturar su alma. Como se ve, Pedro ha cometido un grave error permutando su sombra por oro; cmo debe ser de fuerte la segunda tentacin de recuperar su sombra y conservar el oro para negociar as su alma! El oro puede convertirse en polvo, por lo que ahora l sabe lo valiosa que es su sombra. Y qu es

lo que sabe acerca del valor de su alma? Con esa tctica, el diablo tiene a Pedro en la sartn, y de ah lo tienta para que salte al fuego. Pedro ha cado en la primera tentacin, que es relativamente menor; pero las consecuencias son lo suficientemente graves como para que quiera corregirlas cayendo en otra tentacin absolutamente mayor. l ha cedido una cosa secundaria y sin valor: su sombra; luego se ve tentado a entregar algo mucho ms importante, su alma. Ahora bien, La maravillosa historia de Pedro Schlemiel puede ser slo un cuento de hadas, pero consigue decir una verdad mucho mayor que los peridicos o la televisin. Pedro Schlemiel puede ayudar a explicar por qu estas cartas parecen aprobar horrores como el Unabomber o las pelculas de Oliver Stone, y a la recproca, aparentemente desaprueban los dulces sueos del Catolicismo y pelculas supuestamente encantadoras como The Sound of Music (La novicia rebelde, o Sonrisas y lgrimas). Las cosas no son lo que parecen. El hombre occidental es como Pedro Schlemiel. A finales de la Edad Media, estaba perdiendo un montn de pequeas cosas sin importancia. As, el diablo les propuso un trato a los Cristianos para corregir esta situacin, tratando de imponer los grandes errores. Los Cristianos se dividieron: Los que se negaron al pacto, se conservaron Catlicos y mantuvieron la Fe; los que aceptaron el acuerdo se convirtieron en protestantes. Estos fueron recompensados por el diablo con la prosperidad y las satisfacciones exteriores, pero perdieron la Fe y perdieron sus almas. Por lo tanto, el sello distintivo de la cultura protestante que surgi en Inglaterra, en el norte de Alemania donde escribi Chamisso y en los Estados Unidos, est constituido por la prosperidad y las satisfacciones exteriores, aunadas a la degeneracin interior. Aparentemente todo se ve bien y atractivo, pero por dentro hay problemas profundos e insolubles; insolubles porque no son reconocidos, ya que se ocultan a la vista debajo de una superficie agradable. Para hacer frente a estos problemas, el Protestantismo se convirti en el Liberalismo (la adoracin de la Libertad), que a su vez est mutando a la tirana mundial; y mientras todo en la superficie aparece cada vez ms brillante (superacin de la enfermedad, del hambre, de las diferencias), en la profundidad los problemas son, realmente, peores que nunca (caos intelectual, moral y espiritual; basta pensar en el arte moderno). Durante siglos hemos comprado al diablo soluciones menores a cambio de problemas mayores; una agradable superficie a cambio de horribles profundidades. En cuanto a los pases Catlicos que rechazaron el Protestantismo, por desgracia, luego se dejaron infectar por el Liberalismo, hasta que fueron barridos por el Neo-modernismo, en el desastre del Concilio Vaticano II. Cuando en este punto los hombres de la Iglesia Catlica perdieron su control sobre la solucin, la desconcertante decisin de los hombres de perder insensiblemente sus almas bajo la abundancia de oro tangible y de bienes mundanos, se convirti en un problema universal. Este es mi diagnstico del Unabomber. Usted puede decir lo que quiera de l como un criminal terrorista, etc., etc., y mucho de ello es cierto. Pero este hombre, como se desprende de su Manifiesto (que vale la pena leer),[2] por lo menos trataba de abordar y dar a conocer los serios y profundos problemas del hombre en una sociedad mecanizada. Tiene un nombre polaco,[3] y apuesto a que sus abuelos tenan la Fe Catlica, que l mismo, o bien nunca la tuvo, o la ha perdido; pero todava tiene una remota idea Catlica de cmo la tecnologa brutaliza al hombre. Cmo es que los Catlicos, por el contrario, sostienen que todos los tecnfilos merecen ser calificados como quienes tienen derecho alegremente en todos los sentidos, de revolcarse a gusto en sus computadoras? Denme la seriedad de la superficialidad del Unabomber, todos los das de la semana. Lo mismo con Oliver Stone. No me preocupa para nada todo lo que s de este hombre; en lo superficial es horrible, como lo son sus pelculas, pero puedo mencionar cinco de ellas (incluyendo Nixon, JFK), todas las cuales, desde un ngulo distinto, afrontan un grave

problema: qu pas con los Estados Unidos en los aos 60? Aparentemente, estas pelculas no tienen nada que ver con la Fe, y son totalmente inadecuadas para la televisin familiar, incluso para ser observadas por muchos adultos (como he dicho en su momento), pero en mi interior apuesto una vez ms a que la ascendencia Catlica de la madre francesa de Stone tiene mucho que ver con su profundo malestar y su preocupacin por la dcada de 1960. Denme de nuevo, todos los das de la semana, este monstruo que se toma en serio los graves problemas de los ilusos que intencionalmente se engaan a s mismos; o son engaados, por ejemplo, con que el Modo Americano no tiene, en el fondo, ningn problema. La Constitucin de 1787, aunque todos crean que es una parte importante de la solucin, es un componente substancial del problema, y ay de cualquier Catlico que piense lo contrario! Pero incluso si concedemos que la horrible pelcula Asesinos Natos, por ejemplo, por debajo de su horrible exterior tiene algo serio que decir acerca de la sociedad moderna, se vio obligado Oliver Stone a crear una fachada tan horrorosa? Lamentablemente, uno puede decir que s, porque si l hubiera hecho lo superficial agradable, la mayora de su audiencia no hurgara en lo profundo. Sus mentes estaran felices a un clic de ingresar al Hollywood normal, al estilo The Sound of Music: el mundo es dulce, todos los hombres son buenos (excepto los nazis), la vida es un juego, nadie va al infierno. Los artistas occidentales serios, durante los ltimos 200 aos han hecho sus trabajos cada vez ms feos, en parte para reflejar la realidad occidental, en parte para conmocionar a los occidentales con lo que la realidad es: el alma cada vez ms extraviada. Recordemos la famosa oracin de San Agustn: Seor, si te dispones a golpearnos, hacemos todo tipo de promesas, pero si te contienes, no las cumplimos Si entonces nos golpeas, clamamos por misericordia; y si te muestras misericordioso, entonces volvemos a pecar de nuevo, para forzarte a golpearnos . Como Dios no puede sojuzgar a su pueblo pecador, as cualquier hombre con un mensaje serio, no puede doblegar a una audiencia moderna. Si l transmite en la longitud de onda de los hombres, no hay manera de que pueda decir lo que necesitan escuchar. Si l transmite en su propia longitud de onda, los hombres desconectan la sintona. A la cabeza, ellos prevalecen; Dios, a la zaga, pierde. La nuestra es una situacin en la que el Seor Dios nos dir muy pronto: Seor y seora Lot, caminen y ojo con mirar hacia atrs! Por tanto, si en las cartas del Seminario utilizara un lenguaje agradable para decir cosas bonitas, los lectores se sentiran muy a gusto consigo mismos y no prestaran ninguna atencin. Si se dicen cosas desagradables, pero de un modo placentero, los lectores pueden huir de lo spero refugindose en la amabilidad de las formas, y no se inquietaran como debieran. Es por eso que en las cartas deben decirse a veces cosas desagradables con malos modos; porque incluso aunque la mayora de los lectores se apartaran por repugnancia, si una minora de lectores fueran movidos a pensar seriamente en los problemas reales, el estilo habr sido digno. No hay esperanza en el Modo Americano que ahora est siendo seguido en todo el mundo como para que los Catlicos crean en l. La nica esperanza es que los Catlicos hagan frente a los problemas profundos y graves que contiene, que se remontan al Protestantismo. Pedro Schlemiel puede obtener de nuevo su sombra, pero de qu le sirve, si pierde su alma? El mundo moderno puede conseguirnos un montn de pequeas cosas buenas, pero de qu nos sirven, si en la misma proporcin, nos acarrea grandes males? El Unabomber, Oliver Stone y su evidente malicia, pueden suministrar un montn de pequeas cosas malas, pero cunto importa eso en comparacin con el esfuerzo de los Catlicos para obtener algunos grandes bienes? Estimados lectores, recen el Rosario. No crean en Wall Street. No crean en Washington, ni en el Parlamento de Londres. No crean en el dlar. No crean en los fondos de pensiones. No crean en la democracia, ni en la Constitucin, ni en la Monarqua Britnica. No crean en ninguna de las obras del hombre moderno; es una pobre criatura, y maldita por su propia eleccin. Ha construido sobre la arena, y sus castillos de arena estn al borde del colapso.

Crean en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo, Su Hijo unignito, que nos prometi que quien construye sobre su Evangelio, est edificando sobre roca. Los vientos y la lluvia de los prximos aos van a azotar ese edificio, pero no caer. Y si el sufrimiento se atraviesa en nuestro camino, seamos agradecidos, porque es el sello distintivo del Catolicismo real, el signo ms seguro de que estamos siguiendo los pasos de Jesucristo en el camino al Cielo. Feliz Pascua. Que Dios se apiade de todos nosotros. 2 de Abril de 1998 Winona, Minnesota [1] Irnicamente, y prefigurando la verdadera personalidad del protagonista, la palabra yidish schlemiel, y su afn hebreo schlumiel, designan a una persona irremediablemente incompetente, a un chapucero (Nota de R.C.). [2] Puede verse aqu: http://www.sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html (Nota de R.C.). [3] Theodore Kaczynski (Nota de R.C.).

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 110, 15 de Agosto de 2009 Dios disponeSi es cierto, como dice el proverbio, que El hombre propone y Dios dispone, entonces parece sensato moderar, a la luz de las disposiciones de Dios o de la Divina Providencia, el temor que se pueda tener a las propuestas o intenciones de los hombres. Incluso en esta terrible crisis de la Iglesia y del mundo, necesitamos no caer en el pnico porque, en palabras de otro proverbio, los renglones de los hombres pueden verse tortuosos, pero en ellos Dios Nuestro Seor escribe rectamente. Por ejemplo, si la crisis de la Iglesia, meollo de la crisis del mundo, fue desatada por el Concilio Vaticano II con su divisin (sin precedentes en la historia de la Iglesia), entre la Verdad Catlica y la Autoridad Catlica, ocurre que aquellos catlicos que se aferran a la Verdad en trminos generales, los tradicionalistas se alejan de la autoridad oficial, mientras que los catlicos que se aferran a esa autoridad en lneas generales, la corriente dominante en la Iglesia se apartan de la Verdad. Acaso no se observa cmo los tradicionalistas que no han perdido su sentido de la Autoridad Catlica, de uno u otro modo se proponen reencontrarse con ella, mientras que los catlicos que han perdido mucho del sentido de la Verdad Catlica (hoy en da, innumerables muchedumbres han perdido todo sentido de cualquier verdad!) de alguna u otra manera tratan de recobrarlo? Pero ambas buenas intenciones pueden volverse tortuosas. Si, por un lado, los tradicionalistas trataran de complacer al mundo mediante el uso de la ambigedad el clsico punto de partida del abandono de la Verdad podran agradar a los hombres (especialmente a los periodistas),

pero no ciertamente a Dios, que abomina la boca perversa (Proverbios VIII, 13). Por otra parte, si Benedicto XVI estuviese intentando reincorporar a la FSSPX a la corriente dominante de la Iglesia ecumnica como si la tradicin fuese slo una opcin entre muchas tambin estara desagradando a Dios por negarse a ver hasta qu grado las exigencias de la Verdad Catlica son absolutas. An suponiendo que tales intenciones son o se vuelven tortuosas, podremos todava comprobar que Dios escribe rectamente, a pesar de ellas. Por ejemplo, no ser que tanto los tradicionalistas (que se esfuerzan por mantener su sentido de la Autoridad Catlica), como este Papa (que trata de mantener el contacto con la Tradicin Catlica), cada uno a su manera, estn sirviendo a Dios en su preparacin de la futura reunificacin de la Verdad y la Autoridad? Que se vuelvan a unir puede ocurrir no tan rpido como quisiramos, pero es necesario que no cunda el pnico. El Seor Dios visiblemente se encuentra trabajando al cuidado de su Iglesia. En el nterin, sin embargo, no se permitan pensar los Catlicos que hay equivalencia entre la Tradicin jalando la Autoridad hacia la Verdad, y el Papa tirando de la Verdad hacia la Autoridad. La Verdad tiene la prioridad absoluta: Yo para esto nac y para esto vine al mundo, a fin de dar testimonio a la verdad., dice el Verbo Encarnado (Juan XVIII, 37). La mxima Autoridad en todo, se subordin l mismo a la Verdad; la Autoridad equivocada debe darle paso. En cuanto a la Tradicin, por ms veraz que sea, debe seguir siendo humilde y caritativa, siempre mirando hacia la Autoridad; sin ninguna ilusin, pero con una inquebrantable esperanza. Kyrie eleison. *.*.*.* De los Archivos Pensamientos Hace un mes, he hecho pblica en Internet la opinin de que un acuerdo entre Roma y la FSSPX parece imposible, porque si la Fraternidad se reintegrara a Roma, la resistencia de la Tradicin Catlica se quedara sin aquella, y si el Papa adhiriera a la posicin de la FSSPX, se enfrentara a una guerra sin piedad. En otras palabras, entre la Tradicin Catlica y las posiciones de la Roma de hoy, hay un gran abismo establecido, que no depende de las personas que adoptan estas posturas, sino de esas mismas posiciones a las que se adhiere. Entre estas dos actitudes, toda reconciliacin es imposible. Tomemos, como ejemplo, dos matemticos: si uno dice que 2 y 2 son 4, mientras que el otro dice que son 5, sus posiciones resultan irreconciliables. Nuestros dos matemticos pueden personalmente llegar a un acuerdo, en la verdad o en el error, pero 2 y 2 nunca harn, al mismo tiempo, 4 y/o 5. As, en la actual diferencia entre Roma y la FSSPX, los hombres de Roma pueden volcarse al punto de vista de la Fraternidad, o los hombres de la FSSPX pueden tericamente! inclinarse a las posturas de Roma. Sin embargo, las actitudes conciliares de la Roma de hoy todava son tan falsas como la afirmacin de que 2 y 2 son 5, mientras que las posiciones Tradicionales sigue siendo tan ciertas como que 2 y 2 son 4. Esto significa que incluso si la FSSPX Dios no lo permita! fuese a abandonar las posiciones tradicionales, stas, no obstante, seguiran siendo defendidas por el resto de los amigos de la Tradicin; tanto como que si el Papa, por su parte, fuera a abandonar por completo las posiciones conciliares, stas van a ser defendidas (hasta la muerte) por impenitentes partidarios del Concilio. Esto es lo que quiero decir al afirmar que si la FSSPX se reincorporase a Roma, la resistencia de la Tradicin Catlica se quedara sin aquella. De ninguna manera quiero significar que los Catlicos defensores de la Tradicin, o la FSSPX, estn al borde de una escisin, debido a la

audiencia concedida el 29 de Agosto por el Santo Padre al Superior General de la Fraternidad. Creo que un buen nmero de aquellos que leyeron Pensamientos de Agosto, entendieron lo que significa, pero algunas personas aguardan una divisin en la FSSPX, tanto como otros temen esa fractura, y por esto es que estn prestos a reaccionar ante el menor indicio de una ruptura. Sin embargo, no hay por el momento ninguna seal de cualquier cosa de esa clase. Los cuatro obispos de la FSSPX mantienen un pensamiento nico en el sentido de que, por un lado, el Concilio Vaticano II puso en peligro el dogma de la Fe, pero, por otra parte, las autoridades de la Iglesia oficial deben ser respetadas como tales; que el rescate de la Iglesia Catlica depende de su regreso a las posiciones de la Tradicin Catlica, y que la Fraternidad debe hacer todo lo posible para ayudar a lo largo de ese retorno. Con este fin, en primer lugar, la FSSPX no debe abandonar la Tradicin; por el contrario, debe dar su ejemplo, que muestra cmo la Tradicin, que se supone muerta en el mundo moderno, est viva y bien, y es tan buena como sus frutos de siempre. Pero acabo de decir por el momento, y eso significa que temo una divisin para el da despus de maana? No, no es as! Cuando digo por el momento, me limito a repetir el recordatorio del mes pasado, de que seguir siendo fieles a la Verdad es una gracia de Dios, que no se debe a nadie ms, por lo tanto, el que cree estar de pie, cuide de no caer., como dice San Pablo (I Cor. X, 12). Y as, mientras las autoridades de la Madre Iglesia padecen la lepra de la hereja del neomodernismo, oremos a Dios para que podamos mantener el equilibrio, no llegando tan cerca de ellas como para contagiarnos de su peste, ni permaneciendo tan lejos como para abandonar a nuestra Madre. Se trata de un delicado equilibrio, pero los cuatro obispos de la Fraternidad, siguiendo a Monseor Lefebvre, podremos mantenerlo con la ayuda de Dios y de Su Santsima Madre. 13 de Septiembre de 2005 La Reja, Argentina

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 111, 22 de Agosto de 2009 Sinceridad peligrosaSi Benedicto XVI no es un verdadero destructor de la Iglesia, entonces al igual que sus antecesores Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo II por lo menos est presidiendo su destruccin. Un excelente anlisis de la ltima Encclica de Benedicto XVI (disponible en www.angelqueen.org), realizado por el Padre Peter Scott, suscita nuevamente una problemtica crucial: han estado conscientes estos Papas de la destruccin que se est llevando a cabo bajo su responsabilidad? Hablando en trminos generales, existen tres respuestas fundamentales. Primeramente, liberales y modernistas niegan que exista tal destruccin, por lo que es obvio pensar que los ltimos Papas no estn conscientes de ser o de haber sido, en su tiempo, destructores. A su manera de ver, ellos han sido Pastores buenos que no deben ser culpados;

nicamente necesitan ser seguidos por su rebao. En segundo lugar y por el contrario, los sedevacantistas dicen que estos Pontfices han sido responsables de la devastacin de la Iglesia; que han recibido todos excelente educacin, que han conocido muy bien la Iglesia preconciliar (siendo todos ellos en aqul entonces hombres ya mayores) y que todos ellos han pronunciado en repetidas ocasiones (en sus aos mozos) el intimidante Juramento Antimodernista, por lo que no se puede decir que no fueron conscientes de la destruccin que han causado. No solamente debemos culparlos siguen los sedevacantistas sino que no podemos por lgica reconocer que hayan podido ser Papas, y mucho menos pensar que sea conveniente seguirlos. En tercer lugar, al igual que el amanecer y el anochecer no son contradictorios o simplemente ilgicos porque mezclan la noche y el da (siendo ambos sucesos reales que ocurren una vez cada 24 horas), as tampoco la postura de Monseor Lefebvre y de la FSSPX debe ser considerada contradictoria simplemente porque es ms complicada, cayendo en la posicin intermedia entre las posturas ms simples de los liberales y de los sedevacantistas. Por el contrario, esta postura es ms real que las otras dos, y corresponde mejor a la compleja realidad de estos Papas catlicos liberales (Monseor Lefebvre sola decir que un Catlico liberal es una contradiccin ambulante). Contra los liberales, esta tercera postura sostiene que ha habido una destruccin de la Iglesia bajo estos Papas, quienes con su educacin, experiencia preconciliar y juramentos solemnes debieron, ciertamente, ser conscientes de ello. Todos deben ser culpados por faltar a sus responsabilidades fundamentales, aunque el grado exacto de culpa que se les pueda atribuir, slo es conocido por Dios. Por otra parte, y contra los sedevacantistas, en nuestra extremadamente enferma era moderna, aunque una ceguera como la de estos Papas sea objetivamente reprobable, puede ser subjetivamente ms o menos sincera. Por ejemplo, en el seminario alemn, despus de la guerra, el joven Jos Ratzinger fue expuesto a brillantes e indudablemente carismticos profesores modernistas, quienes debieron ensearle que la Iglesia Tradicional necesitaba ser, si no destruida, por lo menos cambiada al punto de no ser reconocida, hasta adecuarse al hombre moderno. Y Jos Ratzinger lo ha credo as desde entonces: la doctrina Tradicional, la Iglesia Tridentina y sus juramentos solemnes eran buenos, inclusive excelentes para su poca, pero ese tiempo ya es pasado! Objecin: Acaso no enseo solemnemente Po X (Lamentabili N 58) que la Verdad no puede evolucionar? El Cardenal Ratzinger dijo que Lamentabili era una excelente enseanza, pero para el pasado! De nuevo, solo Dios es juez de la responsabilidad exacta del joven Jos y de sus maestros, en el hecho de que su mente haya cado en la trampa de la verdad evolutiva; pero lo que es cierto es que una vez que la inteligencia ha cado en esa trampa, solamente con suprema dificultad en el entorno actual podr ser sacada de nuevo. Hasta que una Seal Divina y/o un castigo limpien el ambiente, los liberales pueden cmodamente vivir en ese grave error, a pesar de todo sincero. FSSPX, cudense de esa sinceridad que hace que el error se sienta bien! La Verdad ante todo, sin mentiras ni ambigedades, an cuando nuestro mundo enfermo caiga encima de ustedes como una tonelada de ladrillos! Kyrie eleison. *.*.* De los Archivos Pensamientos

(Angelqueen, Octubre de 2005) En este da, 21 de Octubre de 2005, uno que fue colegial ingls hace cincuenta aos, no puede dejar de pensar en el gran combate naval que tuvo lugar apenas hace 200 aos al sur de Espaa, un poco al oeste del Estrecho de Gibraltar: la Batalla de Trafalgar. En esa batalla, como todos los escolares ingleses suelen saber, sucedieron dos cosas. En primer lugar, la armada britnica, bajo su querido y popular almirante Horacio Nelson, le propin una aplastante derrota a las fuerzas navales conjuntas francesa y espaola, poniendo as fin de inmediato a las esperanzas de Napolen Bonaparte de invadir Inglaterra con un ejrcito terrestre, y garantizando el dominio britnico de los mares por 100 a 150 aos, hasta que la Marina de los Estados Unidos surgi para hacerse cargo de ese seoro. Pero en segundo lugar, el precio de la victoria fue la muerte del almirante Nelson, quien alrededor de media hora despus de que su barco, el HMS Victoria, entrara en combate feroz con los buques franceses, fue herido en el hombro y en la columna vertebral por la bala mortal de un certero tirador francs, desde los altos mstiles del Redoutable.[1] Llevado inmediatamente bajo cubierta, Nelson muri tres horas despus, a tiempo para conocer que 17 barcos enemigos haban sido capturados; ms de la mitad de la flota enemiga, pero menos que los 20 navos que haba esperado. Todo escolar ingls suele conocer por lo menos tres dichos de Nelson en aquella batalla. Justo antes de comenzar el combate, seal a toda su flota: Inglaterra espera que cada hombre cumpla con su deber. Mientras agonizaba, dijo, Bsame, Hardy. Nelson era un hombre con necesidades y afectos humanos (no un homosexual!), y Hardy era el capitn del HMS Victoria, que estaba caminando con Nelson en cubierta cuando fue herido el almirante. Por ltimo, cuando Nelson supo que la victoria estaba asegurada, alcanz a decir: Gracias a Dios he cumplido con mi deber. Por supuesto, cada nacin necesita o suele necesitar de sus hroes, y Nelson sigue siendo un hroe popular del pueblo britnico desde hace ya 200 aos. En su poca, recibi altos honores de muchas naciones de Europa, debido a que con tanto xito limit los planes de conquista revolucionaria de Napolen. Nelson era un hombre pequeo, tal vez de 5 pies y 6 pulgadas de alto,[2] pero era un gran guerrero, un poeta en accin, que destellaba con viveza cuando entraba en combate. Fue un lder inspirado, y tena lo que se conoce como el toque de Nelson. No aplastaba la iniciativa de sus subordinados; por el contrario, esperaba que tomaran sus propias decisiones de acuerdo a las circunstancias inmediatas del combate, que slo ellos podan conocer. En el momento de la Batalla de Copenhague, uno de sus grandes combates navales antes de Trafalgar, no era Nelson el Comandante en Jefe de la armada britnica, pero con su propia seccin de la flota atac al enemigo tan audazmente, que su Comandante en Jefe le hizo seas de banderas para que retrocediera. Avisado de eso, Nelson levant con un brazo el telescopio hasta su ojo ciego, y diciendo: No veo ninguna seal de esa clase, se encamin a conseguir una gran victoria! Y cmo se ve todo eso 200 aos ms tarde? Ah, mis queridos amigos!, las naciones ya no son lo que eran. As como el Catolicismo Internacional (la Cristiandad), fue destrozado por perder la Fe Catlica de a pedacitos, o porque las naciones comenzaron a guerrear entre s, ahora justamente esas naciones guerreras estn, en su ceguera, buscando volver a unirse en el Anticatolicismo International; o sea, en la Globalizacin. Por eso, en todos los pases los hroes nacionales estn siendo desacreditados, y los escolares son alimentados, en su lugar, con hroes virtuales o electrnicos, como los de Star Wars. Y de un mundo de hroes virtuales est surgiendo un mundo de hombres vacos. Sin embargo, la realidad concreta se impone todo el tiempo, y el martirio se acerca da a da a los catlicos que seriamente desean llegar al Cielo, y no slo a la cima de una columna en

Trafalgar Square, en Londres. Para predisponernos al martirio, necesitamos lderes con el toque de Nelson, pero en la Fe. Monseor Lefebvre, un gabacho,[3] como Nelson lo habra llamado, fue sin duda uno de esos lderes. Unmonos en oracin por muchos ms, porque slo Dios puede suscitar tales lderes, a travs de la intercesin de su Santsima Madre. Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros. 21 de Octubre de 2005 La Reja, Argentina [1] Formidable (Nota de R.C.) [2] Poco menos de 1,68 metros (Nota de R.C.) [3] Trmino despectivo que denomina a un nativo francs (Nota de R.C.)

Monseor Williamson, Comentario Eleison N 112, 29 de Agosto de 2009 La conversin de RusiaUn sorprendente pero posible plan del Cielo para el mundo de hoy puede esperarse, si la Cristiandad Ortodoxa est reviviendo dentro de Rusia, de acuerdo con lo que un ruso me coment hace algunos das en Londres. Su percepcin coincide con la impresin que se trajo consigo desde Rusia un amigo americano que visit San Petersburgo hace algunos aos; el ruso promedio posee, a diferencia del espiritualmente desgastado hombre occidental, una mayor sustancia espiritual. Acaso esto tiene algn nexo con Nuestra Seora de Ftima ? El ruso de Londres me coment que la Iglesia Ortodoxa en Rusia est siguiendo, mas que guiando, un renacimiento de la ortodoxia entre su gente. La asistencia a la liturgia ortodoxa se ha incrementado en un 50% en los ltimos dos aos, y hoy en da el 80% de los rusos estn por lo menos refirindose a ellos mismos como ortodoxos; esto es, creyentes. Nuevas parroquias estn surgiendo por todas partes. Se arrebatan las Biblias tan pronto salen a la venta. La literatura religiosa est floreciendo, mientras que la propaganda atea est desapareciendo. La Rusia Santa se est levantando desde la tumba en donde el Comunismo de 1917 a 1989 haba luchado por enterrarla. De tal manera que en 1989, cuando las estructuras comunistas del imperio diablico sovitico (as llamado por el presidente Ronald Reagan) se colapsaron, los rusos volvieron su mirada hacia atrs en busca de una ideologa que sustituyera al Comunismo; y no fue en el Liberalismo Occidental sino en sus races nacionalistas y religiosas de la Ortodoxia Rusa en donde encontraron ese reemplazo. De hecho, que podra ofrecerle el decadente Occidente a Rusia para satisfacer sus renovadas necesidades en los 90? En la economa, el saqueo de su riqueza por buitres capitalistas; en la poltica, el an existente cerco de sus fronteras para asegurar la hegemona global y permanente de los Estados Unidos de Norteamrica a travs de la construccin de un anillo de bases militares que representan una de las razones si no es que se trata del verdadero motivo por las cuales la desastrosa ocupacin de Irak y de Afganistn jams llegar a su fin; en cuanto a la religin, el intento de expandir hacia el Este el ecumenismo conciliar con el cual, aparentemente, los clrigos rusos no quieren relacin alguna; por el contrario, son conscientes del movimiento Catlico Tradicional y lo aprueban.

Sin embargo, no nos hagamos ilusiones: la Ortodoxia rusa unifica a la religin y al patriotismo en una mezcla no totalmente reverente, y sta sigue siendo cismtica al no aceptar la Supremaca Papal, y hertica al rechazar algunos dogmas; por lo tanto, los rusos necesitan convertirse a la verdaderamente Universal Iglesia Catlica. Pero si Nuestra Seora de Ftima ha elegido a su pas para ser consagrado a Su Corazn, no podra ser que esto no deba ser atribuido al hecho de que los rusos an son comunistas perversos, sino a que los grandes sufrimientos que su gente ha tenido que soportar durante 70 babilnicos aos de cautiverio comunista, la est haciendo resurgir de las races religiosas de la Rusia Santa; un renacimiento de vitalidad espiritual que podra salvar a la verdadera Iglesia, en el presente marchitndose en el Oeste, en donde la Autoridad de la Iglesia puede que an tenga un gran nmero de seguidores pero con muy poca Fe, mientras que el resto que an permanece Tradicional tiene la Fe verdadera, pero pesa muy poco si contamos el nmero de sus seguidores, y menos an si hablamos de Autoridad? Dios bien sabe que la Iglesia Occidental tambin necesita convertirse! Podra ser entonces que Rusia vaya a romper este crculo vicioso en una Tercera Guerra Mundial, consiguiendo ocupar Europa, lo que llevar por fin al Papa Latino a consagrar a Rusia al Corazn Inmaculado de Nuestra Seora, como Ella lo ha pedido en vano por tanto tiempo? Ser que en ese momento el renovado vigor religioso de los rusos salvar nuestra deteriorada Autoridad y Tradicin Catlicas, cuya Verdad a su vez limpiar sus errores? Si sucediera as, entonces nuevamente a todos los habr encerrado Dios dentro de la desobedienc