Moctezuma Xocoyotzin y Hernán Cortéspdf

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Moctezuma Xocoyotzin y Hernán Cortés: dos visiones de una misma realidad 1 Isabel BUENO BRAVO Universidad Complutense de Madrid [email protected] Recibido: 11 de abril de 2006 Aceptado: 15 de junio de 2006 RESUMEN Al principio del siglo XVI el brillo de Tenochtitlan se irradiaba sobre toda Mesoamérica, cegando con su poder cualquier intento contestatario. Sin embargo, varias circunstancias harán que su luz se apague, dejan- do en su lugar miseria y devastación. Palabras clave: Moctezuma, Hernán Cortés, conquista de México Moctezuma Xocoyotzin and Hernán Cortes: two visions, the same reality ABSTRACT At the beginning of the 16 th Century, Tenochtitlan's brilliance radiated across all over Mesoamerica, blocking any rebellious attempt to usurp its power. Nevertheless, several circumstances eventually ended its glorious reign, leaving in its place misery and devastation. Key words: Moctezuma, Hernán Cortés, conquest of Mexico SUMARIO: 1. Los imponderables de la política exterior mexicana. 2. La expulsión de Tenochtitlan. 3. La reorganización. 4. El asalto final. 5. El asedio. 6. Referencias bibliográficas. 1. Los imponderables de la política exterior mexicana La política mesoamericana prehispánica se caracterizó por desarrollarse en un clima inestable, y en este sentido el reinado de Moctezuma El Joven no fue una excepción. Los problemas se sucedían tanto en la política doméstica como en la exterior. Existían graves conflictos en el seno de la Triple Alianza. Además, la acti- tud centralizadora de Moctezuma alimentó las revueltas de los tributarios y recrude- ció las hostilidades con la zona de Puebla-Tlaxcala y, en general, con aquellas regio- nes que habían permanecido independientes. De la zona del Golfo también llegaban noticias inquietantes y contradictorias que afectaban, muy directamente, a la estabilidad del régimen. Los tributarios totonaca, confederados con unos extranjeros, se negaban a pagar tributo. Sus cinco recauda- dores habían sido apresados, aunque dos de ellos fueron liberados secretamente, por el capitán de los extranjeros, con la condición de llevar hasta Moctezuma el mensa- Revista Española de Antropología Americana 2006, vol. 36, núm. 2, 17-37 17 ISSN: 0556-6533 1 Agradezco sinceramente los sabios comentarios y sugerencias del Dr. Michel Graulich.

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Al principio del siglo XVI el brillo de Tenochtitlan se irradiaba sobre toda Mesoamérica, cegando con supoder cualquier intento contestatario. Sin embargo, varias circunstancias harán que su luz se apague, dejandoen su lugar miseria y devastación.

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Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts:dos visiones de una misma realidad1Isabel BUENO BRAVOUniversidad Complutense de [email protected]: 11 de abril de 2006Aceptado: 15 de junio de 2006RESUMENAlprincipiodelsigloXVIelbrillodeTenochtitlanseirradiabasobretodaMesoamrica,cegandoconsupoder cualquier intento contestatario. Sin embargo, varias circunstancias harn que su luz se apague, dejan-do en su lugar miseria y devastacin.Palabras clave: Moctezuma, Hernn Corts, conquista de MxicoMoctezuma Xocoyotzin and Hernn Cortes: two visions, the same realityABSTRACTAt the beginning of the 16thCentury, Tenochtitlan's brilliance radiated across all over Mesoamerica, blockingany rebellious attempt to usurp its power. Nevertheless, several circumstances eventually ended its gloriousreign, leaving in its place misery and devastation.Key words: Moctezuma, Hernn Corts, conquest of MexicoSUMARIO: 1. Los imponderables de la poltica exterior mexicana. 2. La expulsin de Tenochtitlan. 3. Lareorganizacin. 4. El asalto final. 5. El asedio. 6. Referencias bibliogrficas.1. Los imponderables de la poltica exterior mexicanaLapolticamesoamericanaprehispnicasecaracterizpordesarrollarseenunclimainestable,yenestesentidoelreinadodeMoctezumaElJovennofueunaexcepcin.Losproblemassesucedantantoenlapolticadomsticacomoenlaexterior. Existan graves conflictos en el seno de la Triple Alianza. Adems, la acti-tud centralizadora de Moctezuma aliment las revueltas de los tributarios y recrude-ci las hostilidades con la zona de Puebla-Tlaxcala y, en general, con aquellas regio-nes que haban permanecido independientes.De la zona del Golfo tambin llegaban noticias inquietantes y contradictorias queafectaban, muy directamente, a la estabilidad del rgimen. Los tributarios totonaca,confederados con unos extranjeros, se negaban a pagar tributo. Sus cinco recauda-dores haban sido apresados, aunque dos de ellos fueron liberados secretamente, porel capitn de los extranjeros, con la condicin de llevar hasta Moctezuma el mensa-Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-3717ISSN: 0556-65331Agradezco sinceramente los sabios comentarios y sugerencias del Dr. Michel Graulich.je de su amistad (Daz del Castillo 2000, I [Cap. XLVII]: 185; Ixtlilxochitl 1985[Cap. LXXXI]: 234; Tapia 2002: 78).La actitud de Corts hizo dudar a Moctezuma si su respuesta deba ser militar ono. Acausa del doble juego del espaol (Lpez de Gmara 1987: 148) y a otros inte-reses posteriores, las fuentes ofrecen una actitud vacilante del soberano mexica, queha fomentado una imagen injusta y, en nuestra opinin, falsa, potenciada por los pro-pios mexica de cara a la nueva reordenacin que impona la administracin colonial,como trataremos de mostrar en un prximo trabajo.Los extranjeros llegaban en un momento polticamente delicado para el imperio.Moctezumapretendareduciralospueblosquepermanecanindependientesdehecho era un objetivo prcticamente logrado cuando irrumpieron los europeos yeliminar a Ixtlilxochitl, el prncipe texcocano disidente, con ello dominara sin cor-tapisas a la Triple Alianza, abrindole un panorama poltico estable y unificado. Silos blancos venan en su contra, eran un peligro pero si, como a veces pareca, esta-ban de su parte, podra completar ms fcilmente su programa poltico hacia la cen-tralizacin.Corts, por su parte, tambin estaba en una situacin difcil porque, desde el ini-cio,suempresaestuvoagujereadaporlainsidiadelasfacciones,quemanejdemanera brillante unas veces sobornando a los descontentos (Daz del Castillo 2000,I[Cap.XXIII]:116),otrastomandomedidasejemplaressintemblarlelamano(Aguilar2002:159;Corts2000[2carta]:101;Tapia2002:78)y,enocasiones,absolutamentedesesperadas,comoladecisindehundirlasnaos.Aunqueestaactuacin, analizada en su contexto, no parece tal hecho troyano.TraslafundacindeVeracruzydelosnombramientosquesehabanhecho,Corts se desvinculaba de la autoridad de Diego Velzquez, gobernador de Cuba, ysecolocabadirectamentebajolaautoridaddelrey;porello,sivolvaalaislaoaEspaa,leesperabaigualmentelamuerte.Sinembargo,silograbalahazaaqueansiaba, caba la posibilidad de alcanzar la fama y hacienda que tanto anhelaba.Haballegadoaunenormeterritorioenelquedesconocacmofuncionabalapoltica, y parece razonable pensar que iba a ser manipulado por los indgenas; peroCortsbrillabaporsacarpartidodelassituacionesmsadversasyporcarecerdeescrpulos para manejar a los hombres y a las circunstancias en su propio beneficio.Francisco Hernndez (2000: 213) afirma que le daba igual apoyar a una u otra fac-cin indgena, con tal de que el resultado final fuera enseorearse de la situacin.Para ello, Corts mand apresar a los recaudadores mexica y oblig a los caci-ques a negarse a pagar el tributo (Ixtlilxchitl 1985 [Cap. LXXXI]: 234; Tapia 2002:78). Esto equivala a no reconocer el vasallaje que le deban a Moctezuma; pero almismo tiempo mantuvo el doble juego con los propios recaudadores, como si l notuviera nada que ver con su prisin (Daz del Castillo 2000, I [Cap. XLVII]: 185)Fue muy grande el gusto que de esto recibi Corts, porque vio que ya tena revuel-tatodalatierra,quequedabaporamigoentreambaspartes,yquepodaengaarloscon esta doblez, en cuya destreza y hazaa estuvo todo el punto de su buena ventura(Ixtlilxchitl 1985 [Cap. LXXXII]: 235)A nuestro juicio, los totonaca utilizaron a Corts para liberarse del yugo mexica,pues no era posible que el espaol entendiera cmo funcionaba la poltica mesoame-Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts18Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37ricanaentanpocotiempo.Adems,aunqueactucontralosenviadosdeMoctezuma, lo hizo forzado por la situacin, ya que por el trato dispensado a los pri-sioneros se ve que no quiere enemistarse con l; pero por el momento el nico apoyoque tiene es el de los totonaca y lo necesita2.[] todos los caciques de Cempoal y de aquel pueblo e de otros [] prometierontodosaquellospueblosycaciquesaunaqueseranconnosotrosentodoloquelesquisisemosmandar,yjuntarantodossuspoderescontraMontezumaytodossusaliados (Daz del Castillo 2000, I [Cap. XLVII]: 186) Como era de esperar, Moctezuma respondi a esta provocacin atacando a los deCempoala, desde la guarnicin de Tizapantzinco, que reclamaron la ayuda de Corts(Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXII]: 235). ste se vio obligado a prestrsela en mediode la permanente crisis interna que tena con la faccin de Velzquez que, atemori-zada, quera volver a Cuba (Daz del Castillo 2000, I [Cap. XLIX]: 191; Ixtlilxochitl1985 [Cap. LXXXII]: 236). Corts los embauca y soborna con el oro que va obte-niendo de los indgenas (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LIII]: 202).El Conquistador sigue firme en su idea de ir a Tenochtitlan, y por indicacin delostotonacasedirigenhaciaTlaxcala(Corts2000[2carta]:95,97;DazdelCastillo 2000, I [Cap. LXI]: 224), ya que le sealan que conviene confederarse paraenfrentarse al enorme poder del ejrcito de la Triple Alianza. Los miembros de estaconfederacin seran Tlaxcala, Huexotzinco e Ixtlilxochitl, hijo de Nezahualpilli deTexcoco, que haba formado un nutrido ejrcito (Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXII]:234).DesdeelprincipiosonlosindgenasquienesdanaCortslasclavesparamanejarseenunmundodesconocidoparal.LostotonacalesealanelcaminoyquindgenasestarandispuestosaenfrentarsealenormepoderdeMoctezumaII(Corts 2000 [2 carta]: 95; Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXII]: 237). Al llegar a los lmites de Tlaxcala son atacados, ya que Corts haba formado unejrcito de indgenas que eran tributarios de Moctezuma y, por lo tanto, sus enemi-gos(DazdelCastillo2000,I[Cap.LXII]:225). Trasrecioscombatesporambosbandos, que duran ms de 15 das, y a pesar de la intensa labor diplomtica que des-pliega Moctezuma (Corts 2000 [2 carta]: 105), los tlaxcalteca acceden a escuchara Cortes, pues corran el peligro de que ste se confederaba con Moctezuma y vinie-ra contra ellos (Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXIII]: 240). Yaqu llegamos a un puntonuevamentepolmico,nosotrosopinamosquelostlaxcaltecanofueronvencidosporelejrcitoindgena-espaol,sinoquetomaronladecisinpolticadeunirseaellos, con la intencin de mejorar su situacin frente a los mexica, si bien esta posi-cin no fue unnime (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXVII]: 243) y, como iremosviendo, la faccin tlaxcalteca que se opona se dejar or en mltiples ocasiones.Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts19Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-372En conversacin mantenida con el Dr. Michel Graulich opina que los totonacas se sienten intimidadospor la llegada de los recaudadores mexica y aunque fuera posible que Corts no entendiera los entresijos dela poltica mesoamericana, s conoca el miedo y el descontento que produca la dominacin mexica, y estehecho lo utiliz de la misma forma que lo hizo Pizarro en Per o siglos despus los ingleses en la India. Esdecir, estos invasores (el adjetivo es mo) aprovechan las disensiones internas y se presentan como protec-tores. Por lo tanto, desde el punto de vista del Dr. Graulich, Corts, en todo caso, manipulaba tanto como posi-blemente le manipularan a l.EnopinindeMichelGraulich(comunicacinpersonal)lostlaxcaltecafueronvencidos, porque en repetidos ataques, comandados por los mejores jefes militaresindgenas, no pudieron acabar con los espaoles y se vieron obligados a pedir la paz.Es cierto que la superioridad de las armas espaolas pona en jaque a los escuadro-nes tlaxcalteca, tanto por el propio poder ofensivo de las mismas, como por la formade combatir de los indgenas (Durn 1967, II [Cap. LXXII]: 531); tambin es ciertoque en ste ltimo bando las bajas eran mucho mayores que entre los espaoles, peronoesmenosciertoque,cuandolosindgenasseretiraban,losespaolesnolosseguanporquenopodamostenerenlospies,decansados(DazdelCastillo2000, I [Cap. LXIII]: 231). Tambin es cierto que son los tlaxcalteca quienes solici-tan la paz pero en innumerables ocasiones, cinco segn Daz del Castillo, tambin lapide Corts.La paz tlaxcalteca es una paz decidida (Hernndez 2000: 220; Ixtlilxochitl 1985[Cap. LXXXIII]: 240), no obligada porque el ejrcito no tuviera todava capacidadde reaccin. De hecho, cuando a Xicotenga el joven se le ordena parar los ataques,orden que los de la Seora tienen que dar hasta cuatro veces (Daz del Castillo 2000,I [Cap. LXIX]: 250), ste no quiere obedecer, porque ve cmo los espaoles estnen una situacin delicada (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXVII]: 243), a pesar deque a l en ese momento tambin le han retirado su apoyo dos escuadrones impor-tantes (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXVI]: 236). Y sobre todo, porque la actitudque los tlaxcalteca mantienen despus de la paz con los espaoles no es la de un pue-blo vencido.Porejemplo,CortsexigequetodalaSeoraysunoblezaviniesenaaquelpuesto a llevarlo, con lo que echara de ver la voluntad que le tenan (Ixtlilxochitl1985 [Cap. LXXXIII]: 241) y sta queda clara y manifiesta cuando unos embajado-res le rogaron de parte de la seora que tuviese por bien de irse a Tlaxcalan, en dondele quedaban aguardando los seores de ella, que por ciertos impedimentos que all lesignificaronnovenanenpersonaallevarle(Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXIII]:242-243) O cuando Corts les pide que dejen sus dolos y los sacrificios y ellos se niegan,alegandoquetemenelenojodesusdioses(MuozCamargo2002[LibII]:201),aunque sabemos que finalmente se bautizan. Corts, tras romper las crceles y libe-rar a los cautivos, tambin les prohibe los sacrificios pero, como bien recoge BernalDaz (2000, I [Cap. LXXVIII]: 276), [] qu aprovechaban aquellos prometimien-tos, que en volviendo la cabeza hacan las mismas crueldades. O tiempo despuscuando llega Pnfilo de Narvez y los tlaxcalteca niegan a Corts la ayuda solicita-da, aludiendo que si fueran para pelear con indios [] que s hicieran, [] e queparacontrateules,[]quenolosquierendar(DazdelCastillo,I[Cap.CXV]:411).Tras establecer los trminos de la paz, por ambas partes, Corts entr en Tlaxcalael 23 de septiembre de 15193, donde le informan de cul es su situacin frente a losIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts20Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-373Descrito as da la sensacin que, desde el desembarco de Corts hasta que lleg a Tlaxcala, no haba pasa-mexica y del bloqueo de muchos productos, en especial de sal, a que stos les tienensometidos (Corts 2000 [2 carta]: 102; Lpez de Gmara 1987: 147). Mientras tanto, Moctezuma enviaba mensajeros para ofrecerle a Corts tributo acambiodequenosiguieraparaTenochtitlan(Aguilar2002:166;Corts2000[2carta]:105;DazdelCastillo2000,I[Cap.LXXII]:256;Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXIII]: 239; Vzquez de Tapia 2002: 135). Esta actitud est llena de correccinpolticadentrodelcontextomesoamericano,puessabemosporlasfuentesque,siuna ciudad no ofreca resistencia, poda mantener su gobierno a cambio de la impo-sicin de un tributo; pero, como ya hemos comentado, Corts desconoca el funcio-namiento de sta y tal vez la lectura que haca era de debilidad por parte del impe-rio. Otro momento problemtico para decidir si Corts manipulaba a los indgenas oeranstosquienesleutilizabanal,fuelasalidadeTlaxcalahaciaTenochtitlan,pasandoporCholula.Aqulasfuentesnospresentandosposturasmarcadamenteopuestas:a) Aquellas que afirman que la decisin de ir a Cholula fue motivada por el deseo delostlaxcaltecadecastigaraloscholultecas(DazdelCastillo2000,I[Cap.LXXVIII]: 272; Muoz Camargo 2002 [Lib II]: 209; Sahagn 2001 [lib XII, cap.11]: 1082; Tapia 2002: 91).b) Ylas que sealan que, desde la llegada a Veracruz, los sbditos y embajadores deMoctezumatenanungranintersenconduciralosextranjeroshastalaciudadreligiosadeQuetzalcoatl(Corts2000[2carta]:106;DazdelCastillo2000,I[Cap. LXI]: 224, 277; Hernndez 2000: 221; Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXIV]:246). En este punto, a su vez, las fuentes tambin nos plantean dos explicacionesde los hechos que se desarrollaron en el interior de la ciudad:b.1) La que culpa a Corts de llevar a cabo una terrible matanza, sin ningn tipode provocacin indgena.b.2) y aquella otra que seala a los mexica como instigadores de una emboscadacontra Corts en la ciudad santa de Cholula (Tapia 2002: 93).La versin a podra venir avalada por el hecho de que Cholula haba sido aliadade Tlaxcala hasta poco antes de que los espaoles arribaran y que, cuando stos lle-garon, se haba posicionado al lado de Tenochtitlan (Lpez de Gmara 1987: 154).Enesesentido,Tlaxcalapodrahaberbuscadolamaneradecastigarasuantiguaaliada encaminando a Corts, o bien podra tambin haber pactado con l darle suapoyocontraTenochtitlansianteslaayudabaasaldarsucuentapendienteconCholula, y para justificar, a posteriori, los hechos sangrientos, aluden a la presenciadel ejrcito mexica.Adems,sepodraaadiraestateoraotrosdatospararespaldarla,comoeselhecho de que, tras la derrota de Cholula, los tlaxcalteca no se conformaron con hacergran dao y obtener un buen botn, sino que eliminaron a la cpula cholulteca, queIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts21Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37do tiempo; pero haban transcurrido seis meses. Pensamos que la referencia temporal se pierde de vista cuan-do se habla de la conquista de Mxico; pero hay que pensar que, si tardaron dos aos en tomar Tenochtitlan,el ejrcito y la formacin de ste no sera tan precaria como a menudo se nos quiere hacer creer.pact la alianza con los mexica y Corts coloc en el gobierno a aquellos que eranmsproclivesalasrelacionesconTlaxcala(DazdelCastillo2000,I[Cap.LXXXIII]: 294), ilustrando bien el funcionamiento de las facciones, que tanto juegodieron a la poltica Mesoamericana (Bueno 2004).La actitud de Corts no slo deba preocupar y mucho a Moctezuma, porque obte-na victorias militares que aumentaban su fama (Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXIV]:247; Muoz Camargo 2002 [Lib II]: 208), sino que asuma prerrogativas que eranlas propias del hueytlatoani y esto tena un mayor alcance poltico.En ese doble juego continuo Corts manda una embajada a Moctezuma, eximin-dole de cualquier responsabilidad en el altercado de Cholula y avisndole que van asu ciudad (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXXXIV]: 299). Moctezuma le contestaque les espera y que sern avituallados por el camino (Daz del Castillo 2000, I [Cap.LXXXV]: 301).Desde Cholula se dirigen a Tenochtitlan, va Huexotzinco, con su nutrido ejrci-todeindgenas.stosibanguiandoaCortsporlosmejorescaminos,aunqueamenudoencontrabanimpedimentos.Sinduda,Moctezumatambinpracticabaundoblejuego,albergandolaesperanzadequeCortsperdieraelnimo(DazdelCastillo 2000, I [Cap. LXXXVI]: 304). Antes de entrar en la capital imperial, analicemos la postura que seala el intersdeMoctezumaporconduciraCortshaciaCholula.Uninterscompartidoporelpropio Corts, ya que l mismo nos explica que, a pesar de las advertencias tlaxcal-teca, considera que es una ciudad idnea para asentar el real, mientras aseguraba lapazconMxico(Corts2000[2carta]:108;DazdelCastillo2000;I[Cap.LXXIX]:278).Enrealidad,losdosestrategaspensaronlomismo:Cholulaeralaltima gran ciudad antes de llegar a Tenochtitlan. Por ello se converta en el escena-rio idneo para que uno asegurara la paz y el otro evitara que los extranjeros holla-ran el corazn imperial.Pero qu intereses defienden una u otra postura? Quienes niegan la trama mexi-ca(LasCasas,Sahagn,Tovar,VzquezdeTapia,aunquerectificaaosdespus[Tapia 2002: 136]) tienen claras intenciones de perjudicar a Corts por motivos per-sonales o de dejar limpia la imagen mexica frente al nuevo gobierno colonial.Aquellos que narran los hechos acaecidos como respuesta a la provocacin cho-lultecainstigadaporordendeMoctezuma(MuozCamargo,Chimalpahn; Tapia;Ixtlilxochitl; Hernndez), o pertenecen a la lnea que denominamos no protenochcao fueron testigos directos, como son las propias cartas de Corts que, como sealaMichel Graulich (1997), son documentos oficiales y, por lo tanto, sujetos a examen,en las que la inventiva poda ser rebatida.Pero es que, adems, existe otra razn para avalar la trama mexica, y en esta oca-sinnopodemosestarmsdeacuerdoconlaopinindeMichelGraulich(1997)cuandoapuntaqueesunhechosignificativoquehapasadodesapercibidoparalamayoradelosinvestigadoresyconfirmalainteligentsimaestrategiaplanificadapor el Tlatoani de Tenochtitlan que, a la luz de estas actuaciones, no parece que estu-viera tan atribulado como las fuentes nos quieren hacer creer.Moctezuma estudi a su oponente desde que desembarc y, de cada encuentro quetenaconlosotrosgruposindgenas,ibaaprendiendo,hastaquedescubriculIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts22Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37poda ser su punto dbil. Advierte, en las batallas que Corts tiene en Cintla y mstarde con los otomes y tlaxcalteca, que no se puede luchar en campo abierto y quela nica forma de vencerlos es en el interior de una ciudad, donde los caballos y laartillera tendran menor capacidad de reaccin. Cholula era la ltima ciudad dondepodra tender la emboscada y sta reuna todos los requisitos (Graulich 1994).MoctezumatieneembajadoresjuntoaCortsdurantetodoelavanceysiempreprocura guiar sus pasos hacia Cholula (Corts 2000 [2 carta]: 106; Daz del Castillo2000,I[Cap.LXI]:224,[Cap.LXXIX]:277;Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXIV]:246), donde tena pactado con los principales el ataque a los espaoles (Hernndez2000: 221; Tapia 2002: 93): recibira a los extranjeros, los alojara de tal forma queestuvieran incmodos (Aguilar 2002: 168; Corts 2000 [2 carta]: 109; Vzquez deTapia 2002: 135), forzndolos a salir y en ese momento seran atacados. Para ello,prepararan la ciudad con trampas y las tropas de la Alianza deban permanecer ocul-tasenlasafueras(Corts2000[2carta]:109,DazdelCastillo2000,I[Cap.LXXXIII]: 287).Adems, se produce otra situacin que debera haber puesto sobre aviso a Corts,pues l mismo nos cuenta que, una vez en Cholula, estaban esperndoles embajado-res de Moctezuma que se entrevistaron con los de Tlaxcala y el ms principal deellosparticonlosembajadoresmexicanosaTenochtitlanparaparlamentarconMoctezuma (Corts 2000 [2 carta]: 109). Las cosas no salieron como esperaban los mexicanos, y el azar favoreci a Corts,como tantas veces lo hizo a lo largo de la Conquista. Corts descubri la trampa yactu de manera ejemplar, dndoles tal mano, que en pocas horas murieron ms detresmilhombres(Corts2000[2carta]:109,110;Hernndez2000:222;Ixtlilxochitl 1985 [Cap. LXXXIV]: 246; Muoz Camargo 2002 [Lib II]: 208; Tapia2002: 93; Vzquez de Tapia 2002: 136). Mientras tanto, Moctezuma mantuvo a sustropasalmargen,conlaintencindenegarcualquierimplicacinenloshechos(Corts 2000 [2 carta]: 112).Sin embargo, como decimos, existe un hecho que confirma la tesis de la trampaurdida por Moctezuma en Cholula, es un suceso que las fuentes sitan en el interiorde Tenochtitlan, como veremos. Durante el viaje hacia la ciudad mexica no todo fueron batallas. Precedido por lafama de Cempoala y Cholula, algunos pueblos Tlalmanalco, Chalco, AmecamecayAcacingo vinieronaofrecerlesuamistadyaquejarsedelaopresindeMoctezuma (Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXXXVI]: 305).Acampan cerca de Chalco Amecameca donde reciben a nuevos mensajerosdeMoctezuma,quelesinsistenenquesevuelvanpordondehanvenido(Corts2000 [2 carta]: 116; Daz del Castillo 2000, I [Cap. LXXXVII]: 307;). La actitud deMoctezumanoesdeextraar,puesCortscontinuamenteemitamensajescontra-dictorios, tanto con los embajadores, como con su actitud.El 8 de noviembre de 1519, diez meses despus del desembarco, Corts, por fin,pisa el ansiado suelo de Tenochtitlan donde Moctezuma le recibe con gran protoco-lo.Despus de tomar contacto con la ciudad se produce el arresto de Moctezuma. Esposible que Corts fuera consciente de que Tenochtitlan poda ser una trampa mor-Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts23Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37tal de la que no saldran con vida4y decide adelantarse a las posibles, y ms que pro-bables, intenciones del tlatoani.La mayora de los investigadores hemos dado por bueno que el pretexto para apre-sar a Moctezuma fue el ataque que sufrieron los espaoles que estaban en Veracruz,pero cuando ocurrieron estos hechos? Cundo los espaoles estaban en la ciudadmexica?.Unaatentalecturadelasfuentespermiteafirmarqueno,quefueunaaccinsimultneaaladeCholulaplaneadaporMoctezuma(Tapia2002:98;Vzquez 1987).Es cierto que Corts apresa a Moctezuma alegando que le llegan unas cartas conalarmantes noticias de la costa, que le informan de que los hombres de Veracruz hansidoatacadosyalgunosmuertosporlosmexicanos.Segntestimoniode Aguilar(2002: 175) y Daz del Castillo (2000, I [Cap. XCIII]: 343), estas cartas llegan estan-doenTenochtitlan,Hernndez(2000:225),Ixtlilxochitl(1985[Cap.LXXXIV]:250-251) y Tapia (2002: 105) confirman la existencia de las mismas, pero no con-cretan cundo se han recibido. Sin embargo, Corts aclara esta duda [] estando en la ciudad de Chururtecal recib letras del capitn que yo en mi lugardej en la dicha villa [Veracruz], por las cuales me hizo saber cmo Qualpopoca [](Corts 2000 [2 carta]: 124)Ladobleaccinmilitarmexicanapretendanodejarconvidaaningunodelosextranjeros,paraquenopudieranescaparycontarloquehabasucedidoyvolvercon ms refuerzos para pedir responsabilidades al imperio de las tres cabezas. Poreso,partedelejrcitoimperialdebaacabarconelgrupoqueseencaminabaaTenochtitlan en Cholula y las tropas que estaban en la guarnicin de Nauhtlan ten-an que hacer lo propio con los de Veracruz (Graulich 1997; Vzquez 1987).Para esclarecer lo ocurrido Corts mand traer a Tenochtitlan a los responsablesdel ataque a los espaoles en Veracruz. El capitn se llamaba Qualpopoca, quien des-pus de ser interrogado acus a Moctezuma de ser el inductor. As, Corts aplic jus-ticia quemando vivos a estos capitanes y ahora s pone grilletes al tlatoani (Daz delCastillo2000,I[Cap.XCV]:351;LpezdeGmara1987:201,202; Tapia2002:105),queposteriormentelequita,ofrecindolelalibertadqueelreonoacepta(Corts 2000 [2 carta]: 128; Lpez de Gmara 1987: 202). De ser cierta esta ofer-ta,quemuestranlascrnicasdelosvencedores,hayquepensarqueMoctezumatema o bien la ira de su gente o que fuera un ardid de Corts para matarle bajo elpretexto de la huida.Otro peligro al que Moctezuma tuvo que hacer frente, y que estaba muy presen-te, tanto en el grupo de Corts, como en el de los indgenas, fue el de las traiciones.Esta vez el protagonista era su sobrino Cacama, Tlatoani de Texcoco, quien tramlaconjura(Corts2000[2carta]:133).AvisadoMoctezumadelaperfidia,ledenunciaanteCorts(DazdelCastillo2000,I[Cap.C]:366;Tapia2002:102),Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts24Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-374No hay que olvidar que Corts entra en Tenochtitlan dejando el ejrcito de indgenas amigos fuera, porloquesequedabaenunaposicinbastantedbil,queMoctezumapodaaprovecharparadeshacersedesuenemigo. Porque, si al principio Moctezuma poda pensar que Corts le sera de utilidad, a estas alturas pare-ce que estaba bastante claro que sus intenciones no eran buenas para la salud del imperio mexica.quien en un primer momento quiere darle guerra, pero Moctezuma conoce la mane-ra de traerlo a Tenochtitlan sin caldear ms los nimos.El tlatoani contacta con algunos principales de Texcoco que estaban en su nmi-naparaque,conengaosysinrevuelo,apresenaCacama,queestrasladadoaTenochtitlan y esposado (Corts 2000 [2 carta]: 134). All es acusado de que, apro-vechando la prisin de Moctezuma, haba convocado una reunin para saber con quapoyos contaba para derrocar a su to y expulsar a los indgenas y a los extranjerosque estaban en Tenochtitlan. En esa reunin Cacama les prometi que si quedaba con el seoro de Mxico que les haba de hacer grandes seores, ytambin les dio muchas joyas de oro y les dijo que ya tena concertado con sus pri-mos, los seores de Cuyoacan y de Iztapalapa y de Tacuba y otros deudos, que le ayu-daran,equeenMxicotenadesuparteotraspersonasprincipales,queledaranentrada e ayuda a cualquiera hora que quisiese (Daz del Castillo 2000, I [Cap. C]:368). Pero en la reunin no slo no alcanz qurum, aunque elimin a quien no estuvodeacuerdoconl,sinoqueperdieltronoycolocaronensulugaraunhermanoms dcil Cuicuitzcatl(Daz del Castillo, I [Cap. C]: 370).Como durante todo el viaje, una vez ms, la suerte se puso del lado de Corts, yaque la trama urdida por Cacama le allan el camino, al eliminar a los lderes de lasprincipales ciudades implicadas y stas quedar hurfanas y sin el tiempo necesariopara reorganizar su estructura de poder y ofrecer una resistencia seria al ejrcito ind-gena-espaol (Daz del Castillo, I [Cap. C]: 371). Aunque lo mismo podramos ale-gar para Moctezuma, con el fallido golpe de estado de Cacama, qued libre de aqu-llos que se oponan a su estrategia.A partirdeestemomentoalgunosautores(CarrillodeAlbornoz2004:271;Vzquez1987:113)afirmanqueCortsdirigilavidapolticadeTenochtitlan,atravs de Moctezuma. Propone al tlatoani que convoque una reunin de alto nivelconsusvasallosylesconvenzadequedenobedienciaasumajestad(DazdelCastillo2000,I[Cap.CI]:371;Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXVII]:257).Sinembargo,otrasfuentes(Chimalpahin1965[7Relacin]:236;MuozCamargo2002 [Cap. VI]: 74) nada dicen de que Moctezuma diera vasallaje a Carlos V.TrasloqueparecelarendicindelaTripleAlianza,CortstomelorodeMoctezuma (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CIV]: 379-383) y decidi fundirlo paraevaluar mejor la cantidad que haba. El reparto de este enorme botn aviv nueva-mente los problemas entre los espaoles que no estaban de acuerdo con el quinto quesequedabaCorts,igualndoseconelrey.Elproblemaquesuscitabanoerasielextremeo tena dignidad o no para hacer tal equiparacin, sino que cuanto ms sequedaba l, menos reciba el resto.Apartedelaambicinpersonaldelfuturomarqusdel Valle,queesindudable,tambin deba ser consciente de que necesitaba recursos inmediatos para mantenerlealtades,comovenahaciendodesdequesalideCuba.Adems,losnimosseguan sin calmarse entre los partidarios de Velzquez, que insistan en volverse aCuba, mxime ahora que tenan ganancias a la vista (Daz del Castillo 2000, I [Cap.CV]: 383).Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts25Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37HabanpasadoseismesesdesdequeCortspisaraporprimeravezelsuelodeTenochtitlan, y las cosas parecan que marchaban mejor de lo que l hubiera imagi-nado. Sin embargo, la calma dudara poco. No sabemos si por comprobar el nivel deautoridad que tena entre los indgenas o por justificarse ante el religioso que iba conellos, tom la decisin de exigir a Moctezuma que sacara sus imgenes del TemploMayor para que los cristianos colocaran las suyas. Es de extraar que, con la capa-cidaddeanticiparsealasconsecuencias,demostradaennumerosasocasiones,CortsasumieraestaordenyquefueraMoctezuma,conscientedelaprovocacincomo por fuerza deba suponer Cortsquien aconsejara que mejor era compar-tirelespacio(DazdelCastillo2000,I[Cap.CVII]:389).Efectivamente,estaaccinfuelachispaquehacafaltaparaqueMxicoselevantara;peroenesemomento Corts recibi noticias de la costa, que le informaban de la llegada de unaenorme flota al mando de Pnfilo de Narvez, con intenciones poco saludables parael de Medelln.El gobernador de Cuba, Diego Velzquez, no cejaba en el empeo de recuperar loque, en su opinin, le perteneca y Corts intentaba robarle. Para ello envi a Pnfilode Narvez con la misin de matarle. Pero Corts no estaba dispuesto a dejarse arre-batar la oportunidad de su vida sin luchar.Envi una embajada a la costa para saber qu era lo que quera y qu necesitabay le inst a que se marchase, mostrando la misma actitud que Moctezuma haba teni-do con l. Corts no quera dejar Tenochtitlan, pues necesitaba controlar la delicadasituacin. Sin embargo, la venida de Narvez cre inestabilidad entre los indgenasde la costa y obligado por las circunstancias parti (Corts 2000 [2 carta]: 148, 154).La presencia de Pnfilo de Narvez no slo alter a los indgenas, sino que se rea-vivaron las distintas posturas que haba entre la gente de Corts. ste se neg a cum-plir los encargos que traa Narvez, aludiendo que slo aceptaba rdenes directas delemperador (Corts 2000 [2 carta]: 157). Sin embargo, en este envite Corts no tenatodo el respaldo que esperaba de sus hombres y parte de los que estaban en Veracruzse unieron a Narvez (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CX]: 395).Pero, una vez ms, Corts volvi a demostrar lo que mejor saba hacer y puso desupartealosmensajerosdeNarvez,comprandosuadhesin(DazdelCastillo2000,I[Cap.CXI]:400)hastaqueconsiguihacerfaccionesdentrodelgrupodeste(DazdelCastillo2000,I[Cap.CXIII]:404),quelefuerondeinestimableayuda cuando luch contra l. En el camino pidi una ayuda de 4.000 guerreros alos tlaxcalteca, que stos le negaron, alegando que en sus planes polticos no entra-balucharcontraotrosgruposquenofueranindgenas(DazdelCastillo2000,I[Cap. CXV]: 411). No obstante, incansable al desaliento, Corts pidi a los chinan-tecaquelehicieranlanzasconpuntadecobreylefacilitaran2.000guerreros.Aunque stos s parecen aceptar, Bernal Daz del Castillo (2000, I [Cap. CXXIII]:441) mantiene que llegaron tarde, cuando la batalla ya estaba ganada por Corts.CuandopareceresueltoelproblemadeNarvez, AlvaradoreclamalapresenciaurgentedeCortsenTenochtitlan,puesestabansitiadosytemenporsusvidas.Corts deja preso a Narvez en Veracruz y sale para Tenochtitlan, reforzado por loshombres y las armas de ste, dispuesto a socorrer a los suyos (Corts 2000 [2carta]:161; Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXIV]: 446).Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts26Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37A sullegadaCortsquieresaberculhasidoelmotivodellevantamientoyMoctezuma acusa a Alvarado de atacar a su gente sin razn, ya que los mexica hab-anpedidopermisoparacelebrarelfestivaldeToxcatl (DazdelCastillo2000,I[Cap. CXXIV]: 446). Pedro de Alvarado atac durante el festival, donde murieronlamayoradelosnoblesguerreros.Quizsseasustconelambienteguerrerodelfestivalypudopensarenlaventajadedarprimero,sincalibrarlasrepercusionespolticas, tanto para ellos como para Moctezuma.FernandodeAlvaIxtlilxochitlinformadequelostlaxcaltecainstigaronaAlvarado para que cargara contra los mexica. Es probable que el espaol nuevamen-te fuese manipulado por los indgenas, aunque sabemos que Alvarado era de nimoms que belicoso, de sangre en el ojo, y no necesitaba mucho empuje de los ind-genas. Sin embargo, stos s conocan perfectamente lo que significaba aquella fies-ta y quines iban a estar all, presentndose una oportunidad nica para acabar contodoslosseoresycabezasdelimperio(Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXVIII]:261). Tambin cabra la posibilidad de que los mexicanos intentaran acabar con losespaoles en la ciudad, confiados de que Narvez se llevara a Corts, pero el resul-tado no fue as y Corts junto con 2.000 tlaxcalteca y 1.300 espaoles mantuvieronuna dura lucha en Tenochtitlan durante casi un mes (Daz del Castillo 2000, I [Cap.CXXV]: 448).Sea como fuere, en medio de todo este alboroto acontece la muerte de Moctezumay una vez ms las fuentes nos ofrecen variadas versiones. Alfredo Chavero (1979:36),BernalDazdelCastillo(2000,I[Cap.CXXVI]:458)yFernandodeAlvaIxtlilxochitl(1985[Cap.LXXXVIII]:262)mantienenqueesCortsquiendecideque Moctezuma suba a la azotea para aplacar los nimos de los mexica, aunque steleadviertequeyanolequierenporquetienenotroseor,siendosupropiagentequien le mata a pedradas y flechazos (Chavero 1979: 36-37; Daz del Castillo 2000,I[Cap.CXXVII]:460,461;Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXVIII]:262;LpezdeGmara 1987: 234). Corts intenta imponer al nuevo seor de Mxico, Fernando deAlva Ixtlilxochitl (1985 [Cap. LXXXVIII]: 262) apunta que su candidato es Cacamayantesunegativalematarondeexactamentecuarentaysietepualadas.Dehaberloconseguidohabrapuestofinamuchasdelaspenalidadesquepadecisugrupo; pero la situacin no estaba para que las opiniones de Corts importaran a losmexica,quehabandepositadosuesperanzaenCuitlahuac,seordeIztapalapa,yhermano de Moctezuma (Carrillo de Albornoz 2004: 287).Sin embargo, en la versin de Corts es el propio Moctezuma quien se presentavoluntario para salir a la azotea y hablar a su gente, que le agrede y muere a los tresdas, entregndoselo y desconociendo cul fue la suerte final de Moctezuma (Corts2000[2carta]:165),queBernardinodeSahagn(2001,II[Lib.XII,Cap.23]:1095) aclara al afirmar que losquemaron[aMoctezumayalgobernadordeTlatelolco]comoacostumbravanhazer a todos los seores, y hizieron todas las solemnidades que solan hazer en estecasoLas diferencias sobre la prisin y muerte de Moctezuma no se limitan a las fuen-tes escritas, pues, como apunta Juan Jos Batalla (1996: 117), hay que tener en cuen-Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts27Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37ta quines estn narrando los hechos, si son los vencedores o los vencidos. Por otraparte, si los datos se comparan con los documentos pictogrficos, las discrepanciasse hacen ms evidentes. Lo cierto es que aquel que un da posey el mundo en susmanos, hueytlatoani cemanahuac, muri abatido por la fuerza de su propio destino.2. La expulsin de TenochtitlanLa situacin es crtica para el grupo de los espaoles que sitiados no ven ms solu-cin para salvar sus vidas que salir huyendo, amparados en la noche. Con ellos vanalgunos rehenes que pertenecan a la nobleza como escudos humanos (Corts 2000,[2 carta]: 170). Y, a pesar de que la situacin era extremadamente peligrosa inten-tan sacar parte del oro5. DurantelahuidasonrecibidosdeguerraenTacuba, AzcapotzalcoyTenayuca(Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXVIII]: 467, 469). En Tacuba se desarroll unagran batalla en la que el grupo que hua tuvo muchas bajas entre los indgenas ami-gos,losespaolesylosregiosrehenes(Corts2000[2carta]:171;Ixtlilxochitl1985[Cap.LXXXVIII]:263).SinolvidarlafamosabatalladeOtumba,dondeelejrcito indgena-espaol tuvo enormes bajas y qued maltrecho. Perdidos y deseo-sos de salir de tierras mexicanas, nuevamente los indgenas amigos son sus ojosparallegaralasansiadastierrastlaxcalteca(DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXVIII]: 470; Lpez de Gmara 1987: 244; Sahagn 2001, II [Lib. XII, Cap. 24]:1097).IgualquealentrarenTenochtitlanlaprimeravez,ocuandolossitiarontraslamasacre de Alvarado, ahora los espaoles estaban muy debilitados y con poco apoyode los indgenas, por lo que los mexicanos podan haber continuado hasta acabar conellos. Sin embargo, parece que los mexica se concentraron ms en recomponerse queen perseguir ms all de sus lmites fronterizos a los espaoles, quizs pensando quederrotados no encontraran apoyo entre los indgenas y que los tributarios reconoce-ran que el poder de Tenochtitlan segua siendo el ms grande.La vuelta hacia Tlaxcala no slo debi estar plagada de miedo e incertidumbre,porsilograbanllegarconvida,sinoquetambinledebieronasaltarlasdudasaCorts (2000 [2 carta]: 174) de cmo seran recibidos, pues haban perdido, ya notenanfamadeinvenciblesfrentealosaztecasy,adems,entrelostlaxcaltecanosiempre haba existido unanimidad para apoyarles. El 8 de julio de 1520 salen de territorio mexica. Haba transcurrido un ao desdeque entraron en Tenochtitlan y un ao y medio desde que desembarcaron, y el nimode Corts debera estar temeroso y anhelante por llegar a tierras tlaxcalteca y cono-cer su futuro, y el apoyo con el que podan contar. Llegan a Gualipan, provincia deTlaxcala, donde los indgenas les dan de comer; pero esta vez a cambio de oro. EstoIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts28Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-375Sabemos por Bernal Daz del Castillo (2000, I [Cap. CXXVIII]: 465) que Hernn Corts dijo a sus hom-bres que, ya que el oro estaba perdido, sera para el que se lo pudiera llevar, aunque podemos sospechar que,una vez que el oro estuviera a salvo, cambiara la versin y se quedara con l; pero stas son especulaciones,pues no slo no pudieron sacar mucho oro, sino que apenas salvaron sus vidas.podahacersospecharaCortsquelasituacinhabacambiadoypermanecialltres das recuperndose y esperando reacciones.Los seores principales de Tlaxcala y Huexotzinco dieron el primer paso dirigin-dose a Gualipan, donde se encontraba Corts. Por suerte para l, deciden continuarcon la alianza (Corts 2000 [2 carta]: 175), aunque nuevamente sabemos que estadecisin no fue unnime y que, incluso, se baraj la opcin de pactar con los mexi-ca; tal vez, entregar a los espaoles, a cambio de sellar la paz con ellos. Sin embar-go,entrelasdistintasopinionesprevalecilademantenerlarelacinconCorts,con quien haban tenido una prosperidad de la que carecan antes de la alianza conl y le dieron su apoyo (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXIX]: 480).3. La reorganizacinDurante los 20 das que estn reponindose en Tlaxcala, se traza la estrategia parahacer capitular definitivamente a los fieros mexica y a sus aliados. La primera ofen-siva tiene como objetivo la ciudad de Tepeaca, tributaria mexica, que es atacada, sopretexto de haber eliminado a un grupo de espaoles que se dirigan a Veracruz, porunejrcitocompuestopor4.000indgenasamigostlaxcalteca,huexotzincasycholultecas(Corts2000[2carta]:177;DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXX]:486). El resultado de este enfrentamiento no slo fue positivo para el grupo indge-na-espaol por su esfuerzo, sino que los mismos tepeacas se pusieron de su parte ycolaboraronenexpulsaralosmexicanosdelaciudad,dondesefundlaVilladeSegura de la Frontera (Corts 2000 [2 carta]: 180; Daz del Castillo 2000, I [Cap.CXXX]: 488).Mientras los espaoles disfrutaban de esta victoria y hacan esclavos por el restode la provincia, segn Corts (2000 [2 carta]: 178) como medida ejemplar, aunquesabemos por Daz del Castillo (2000, I [Cap. CXXX]: 489) que era prctica habitual,llegannoticiasdequenuevosbarcosatracanenlacosta,unodelimplacableVelzquez y otro con armas y caballos, que vienen a reforzar la posicin de Corts(Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXXI]: 490, 492). Por su parte, los mexica y sus aliados siguen defendiendo su territorio en Izcar;peronuevamentelosnaturaleslestraicionanyayudanalbandoindgena-espaol(Corts2000[2carta]:183;DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXXII]:492).Colocan como seor a un hijo del de Cholula, que era menor, y como regentes a unprincipalCholultecayadosdelapropiaciudad(Corts2000[2carta]:186).Favoreciendo a quien le ayudaba, Corts ganaba amigos y lealtades.Pacificada la zona de Tepeaca, vuelven a Tlaxcala, donde los espaoles se distri-buyen la parte del botn que les corresponda de Tepeaca, Cholula, Tecamachalco yCastilblanco (Zacatlan), pues los indgenas iban cogiendo su parte (Corts 2000 [2carta]: 183); como siempre, surgen disputas que muestran el descontento existenteentrealgunosdelosblancos(DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXXV]:504).Porello, y con la intencin de terminar con esa situacin, Corts da licencia a algunosde ellos, especialmente a los hombres de Narvez, para que volvieran a Cuba (DazIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts29Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37del Castillo 2000, I [Cap. CXXXVI]: 507). La realidad era que contaba con un ejr-cito tan numeroso por el apoyo indgena, que le sobraban efectivos.Tambin enva otro barco a Jamaica para traer caballos, armas y plvora con losque enfrentarse al poder mexica. Mientras esta ayuda llega, se quedan construyendolosbergantines,puesreconocequeatravsdelalagunaeslanicaopcinparatomar la ciudad de Tenochtitlan (Bueno e.p.).Durantelospreparativoslaviruelatambinafectalosindgenasamigos.Magiscacin, tlatoani de Tlaxcala, muri y este hecho, que en principio poda pare-cer adverso para Corts, vino a favorecerle. Nombr como heredero al hijo del tla-toani, que tena 12 13 aos, y coloc como regentes a otros principales tlaxcalte-ca que compartan sus intereses, pues en breve partira para Tenochtitlan y necesita-ba la seguridad de saber a quin tena de su lado (Corts 2000 [3 carta]: 197; Dazdel Castillo 2000, I [Cap. CXXXVI]: 510).Lospreparativosparaelgranasaltosiguensucursoabuenritmo,mientraslosindgenascortanlamaderaparalosbergantines,lleganotrosbarcosquerefuerzansu posicin, uno de Garay y otro de Canarias con armas, plvora y caballos (Dazdel Castillo 2000, I [Cap. CXXXIII]: 497; I [Cap. CXXXVI]: 512). Corts enva aSandovalhaciaXalatzinco,Zacatamidondebatallandurante3das(DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXXIV]:500)yZacatlan,quelellamaronCastilblanco,junto con los tlaxcalteca. Estas victorias no slo pacificaban la provincia, sino quecontribuan a aumentar la fama de Corts y esto era fundamental para conseguir cadavez ms aliados (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXXIV]: 501).En Tenochtitlan Cuitlahuac, el nuevo tlatoani, tambin haba muerto de viruela.Le sucedi Cuauhtemoc quien, en un intento por retener a los pueblos que estabandando lealtad a Corts, les ofrece medidas ventajosas como la reduccin del tributoporunao(Corts2000[2carta]:189;DazdelCastillo2000,I[Cap.CXXX]:489)6.4. El asalto finalRecobradafama,ejrcitoyapoyoindgenamsde10.000guerreros,el28dediciembrede1520,unaoynuevemesesdespusdehaberdesembarcado,Corts sale hacia Tenochtitlan con la intencin de conquistarla o morir. La idea esestablecer su base de operaciones en Texcoco; pero esta vez va Texmoluca, provin-cia de Huexotzinco, donde pasan la primera noche. Duranteelcaminolosenemigosintentanimpedirsupasoportodoslosmediosposibles, colocando obstculos para inutilizar la ventaja de los caballos y retrasar lallegada (Corts 2000 [3 carta]: 200) pero an as continan en la direccin propues-ta, siendo conscientes de que en Tenochtitlan conocen sus pasos milimtricamente,Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts30Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-376Tal y como estaba concebida la organizacin del imperio, haba hechos concretos que la desestabilizabany uno de estos acontecimientos era la muerte de un tlatoani. Tras la muerte de Moctezuma, las vacantes deltrono se haban sucedido sin que diera tiempo a reorganizarse de la manera tradicional, perjudicando seria-mente a los mexica frente a sus tributarios (Bueno 2003).ya que los indgenas se van avisando con ahumadas y gritos (Corts 2000 [3 carta]:201).Los enemigos de los mexica estaban cada vez ms cerca de su objetivo y entre losmiembros de la Triple Alianza la presin era enorme, pues no haba unanimidad encmo encarar el problema, intensificndose las rencillas internas. Adems, la virue-la tena muy debilitada a la poblacin (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXXVII]:515) y tampoco contaban con el apoyo de todos sus tributarios, que en muchas oca-siones se rendan voluntariamente a Corts sin darle batalla. Por otra parte, la luchapor el control del poder segua abierta entre Tenochtitlan y Texcoco y ste, a su vez,continuabadesangrndoseentreloshijosdeNezahualpilliqueanhelabaneltrono(Corts 2000 [3 carta]: 208). Elejrcitoindgena-espaolllegaalaciudaddeCoatepecy,alencontrarlade-sierta, acampan all. Por la maana tienen un encuentro con seores principales deTexcoco, quienes en nombre de Cucascacin les ofrecen su amistad (Corts 2000 [3carta]: 203) y la seguridad de que no le faltaran alimentos mientras estuvieran en suprovincia.Finalmente,el31dediciembrede1520,llegana Texcoco,dondeestablecensucampamento, mientras la poblacin ha huido a Tenochtitlan (Corts 2000 [3 carta]:204). Sin embargo, los seores de Coatlichan, Huexotla y Atenco, que eran pobla-ciones acolhua, vinieron a ofrecer su lealtad, a pesar de que los mexica les habanofrecidomejorarsucondicin,acambiodesupermanenciaenla Alianza;yparademostrar su voluntad, entregan a Corts a los mensajeros mexica que tenan en supoder (Corts 2000 [3 carta]: 205).Despus de siete u ocho das que tardan en montar el campamento, Corts y sushombres, unos 200 espaoles, junto con el ejrcito de indgenas amigos, integra-doporunos30004000efectivos,salenenunamisindereconocimientoporlazonadelalaguna,empezandoloqueseraladuraluchaporlaconquistadeTenochtitlan.Se dirigen a Ixtlapalapan, donde los mexica y sus todava aliados les derrotan alcombinarsusfuerzasnavalesyterrestres,aunqueelejrcitoindgena-espaolyahaba hecho mucho dao. Las fuentes informan de que los indgenas amigos mata-ronsindiscriminacin,incluyendomujeresynios(Corts2000[3carta]:206;Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXXVIII]: 521).A pesardequeelbandoindgena-espaolnosalibienparado,losseoresdeOtumba y otras cuatro ciudades se le ofrecen de paz, sin oponer resistencia, a cam-bio de quedar protegidos frente a la ira mexica (Corts 2000 [3 carta]: 207; Daz delCastillo 2000, I [Cap. CXXXIX]: 522).Los mexica y los aliados que quedan en las ciudades ribereas asedian continua-mente al ejrcito indgena-espaol, sobre todo por el lago, donde el nmero de cano-asqueformanpartedeestasbatallasllegaaserconsiderable.BernalDazdelCastillo (2000, I [Cap. CXXXIX]: 524) asegura que haba ms de 1.000 canoas.AGonzalo de Sandoval, que a nuestro juicio es el mejor militar que hay entre loshombres de Corts, incluido l mismo, y de lo que Corts parece tambin ser cons-ciente,leencargalasmisionesmspeligrosasytrascendentalesparaconseguirsuobjetivo. As, le enva sucesivamente a Chalco, que estaba siendo muy castigado porIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts31Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37los mexica y sus aliados por haber negado la obediencia al imperio y haberse pues-to del lado de Corts, pues necesitaba tener pacificado el corredor que una TexcococonTlaxcalayVeracruz,paraquenosecortaralacomunicacinyeltrasiegodearmas y fuera posible el transporte de los bergantines sin problemas (Corts 2000 [3carta]: 208; Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXXXIX]: 525). Como el seor de Texcoco y sus principales haban huido a Tenochtitlan y, ade-ms, desde la muerte de Nezahualpilli no se haba alcanzado estabilidad en el nom-bramiento de los seores, sin duda, deba haber partidarios de cada uno de los can-didatos posibles. As, Corts (2000 [3 carta]: 211) nombra seor de Texcoco al her-mano de Cacama que segua con l, Tecocol. No sabemos si se qued con el bandoespaol espontneamente, a la espera de algn beneficio, o si estaba prisionero; loimportante es que con esta maniobra mantena pacificada la regin7.La respuesta que los mexica y los pueblos que estaban de su parte, pues no hayque perder de vista que no luchaban solos, no tuvo mucha fortuna, porque Corts yaestabaavisadodeestosmovimientosporlosseoresdeCoatlichanyHuexotla.Como vemos, el de Medelln, adems de tener un enorme ejrcito indgena, tiene unexcelente servicio de inteligencia que aumenta sus posibilidades, al estar informadodel movimiento del enemigo evita dividir sus efectivos (Corts 2000 [3 carta]: 211).Porotrolado,tambinhayquesealarquelosmexicanoluchabansolamentecontra el frente de Corts y todos sus indgenas, sino que simultneamente intenta-bancastigaralostributariosquelesibandejando,yestolesrestabaposibilidadespara luchar con todas sus fuerzas en un solo objetivo (Daz del Castillo 2000, I [Cap.CXXXIX]: 528). Y as, mientras este bando va debilitndose, Corts va fortalecin-dose, no slo con los indgenas que se van sumando, sino con los refuerzos que lle-gan en los barcos con caballos, armas y plvora (Corts 2000 [3 carta]: 212).Uno de estos frentes a los que nos referimos era la zona de Chalco. El bando ind-gena-espaol saba que conquistarla era vital para mantener la comunicacin con lacosta y de igual modo debieron pensar los mexica y sus aliados, pues los enfrenta-mientos entre ambos en este rea se repitieron. Como Corts tampoco poda atenderatodoslosflancos,creaunanuevaalianzaentrelosdeChalcoGuajocingo,Churultecal y Guacachula para resistir en la zona (Corts 2000 [3 carta]: 213; Dazdel Castillo 2000, I [Cap. CXL]: 530).GonzalodeSandovaltienelaimportantemisindequelosbergantineslleguendesde Tlaxcala hasta Texcoco sin problemas (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXL]:532); pero durante el camino algunas poblaciones de Texcoco le oponen resistencia,aunque sin xito, haciendo esclavos entre las mujeres y los nios (Corts 2000 [3carta]: 215). Los bergantines, transportados por ms de 8.000 hombres, con al menos2.000 de apoyo, que llevaban las provisiones, llegaron a su destino (Corts 2000 [3carta]: 216). cmo hubiera podido llevar a cabo esta empresa sin ayuda?Cuandolostlaxcaltecahubierondescansadotresocuatrodas,Cortsyunos30.000 indgenas amigos salen sin comentar el destino previsto, pues desconfanIsabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts32Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-377Este hecho poda haber encendido ms el odio hacia Corts de la faccin del seor de Texcoco que esta-baen Tenochtitlan;sinembargo,cabelaposibilidaddequelarespuestaquedieronnofueratodolofuerteposible, porque los de Texcoco ya haban manifestado la intencin de no luchar contra Corts al opinar queestaban muy debilitados para conseguir sus objetivos.Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts33Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37de los texcocanos. El objetivo de la misin sera un intento de combatir a los pue-blosribereos,conelpotenteejrcitodeindgenas,ydejarsloydebilitadoaTenochtitlan, pues durante el tiempo que estuvo all, ms de medio ao, fue suficien-teparareconocerelterrenoyfamiliarizarseconl.Sinembargo,encontrmucharesistencia entre los pueblos que estaban en el lago y que combatan del lado mexi-ca,reafirmndolecadavezmsqueltambinnecesitabaunaarmadaparapodervencer a los enemigos (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXLI]: 535).EnestasbatallasdesarrolladasenXaltocn,Tenayuca,AzcapotzalcoyTacubadeja que los indgenas amigos saqueen y cojan el botn a su voluntad (Corts2000 [3 carta]: 217; Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXLI]: 537, 538). Este cambio,que llega incluso a que los espaoles sean humillados en Tenochtitlan, tal vez res-pondaaquelosindgenasamigosdeellosmismosexigieronaHernnCortsmayores beneficios a cambio de renovar su alianza.Sea como fuere, Hernn Corts y el ingente ejrcito indgena regresan a Texcocodespus de 15 das (Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXLI]: 540) dispuestos a mon-tar los bergantines para dar el asalto final al corazn del imperio.Mientras se disponen los preparativos para ensamblar y botar los barcos, no haydescansoentrelospueblosquevienenaponersealserviciodeCortscomoTuzapan, Maxcalzingo, Nauhtlan, que en contraprestacin solicitan proteccin; y losde la zona de Chalco y Tamanalco, que siguen recibiendo castigo (Corts 2000 [3carta]: 223; Daz del Castillo 2000, I [Cap. CXLI]: 541). Por eso, Corts hace nue-vas confederaciones entre los indgenas para que se ayuden, aunque con ellos man-daba una ayuda espaola y aqu se suscitaba otro problema que haba que resolverpara que no crecieran las disputas: se trataba de evitar la competencia en el botn conlos indgenas pues a ambos les interesaba (Daz del Castillo 2000, II [Cap. CXLII]:12).Gonzalo de Sandoval haba conseguido, finalmente, pacificar el cordn umbili-cal que los una a Veracruz, adems de hacer prisioneros entre los mexica. As, dis-puestos y con la nueva ayuda que haba llegado de Castilla (Daz del Castillo 2000,II [Cap. CXLIII]: 14), Corts (2000 [3 carta]: 138) enva el 27 de marzo de 1521 alosprisionerosmexicaasuciudad,conelmensajedequedepongansuactitudosern destruidos.LarespuestaesunnuevoataqueaChalcoqueobligaaCorts,el5deabrilde1521 han pasado dos aos desde que desembarcaron, a salir con 20.000 hom-bres en direccin a Chalco, donde se les unen otros 40.000 hombres (Corts 2000 [3carta]: 222). Con este enorme contingente se enfrenta a los mexica y a sus aliadosque les respondieron reciamente y que obtuvieron alguna victoria (Daz del Castillo2000, II [Cap. CXLIV]: 16, 19), si bien el xito definitivo se inclin del lado ind-gena-espaol.El objetivo de Corts es volver a Texcoco para concluir los bergantines y ponerpunto final a esta situacin, que ya se alargaba demasiado. En el regreso pasan pordiferentes pueblos donde unas veces eran bien recibidos como en Huaxtepec (Corts2000 [3 carta]: 226) y otras tienen duras batallas como en Yauhtepec y Xilotepec,donde el bando indgena-espaol continua asolando y esclavizando. Continan haciaCuernavaca en direccin a Xochimilco. Durante este trayecto pasaron muchas fati-gas, principalmente al no encontrar agua para beber (Daz del Castillo 2000, II [Cap.CXLV]: 27). Una vez ms son los indgenas quienes les dirigen y, conocedores delterreno, les indican dnde estaban los pozos. Pero las penurias se incrementaron alllegar a Xochimilco, donde son duramente recibidos y atacados desde el lago por losmexica y sus aliados (Corts 2000 [3 carta]: 229).La lucha fue sin cuartel, los mexica y sus leales peleaban de noche y de da, rea-lizando combates combinados entre la infantera y la marina, renovando los escua-drones con otros de refresco (Daz del Castillo 2000, II [Cap. CXLV]: 32, 33, 35).Con este ritmo resistieron tres das y una vez ms, tomada la ciudad por el batallnindgena-espaol, la arrasaron (Corts 2000 [3 carta]: 230).EnsuregresoaTexcocopasanporCoyoacan(DazdelCastillo2000,II[Cap.CXLV]: 35) que est despoblada. Desde all pueden observar cul ser el mejor lugarpara entrar con los bergantines, y toman nota de los efectivos que Tenochtitlan tienedispuestos por el agua y por las calzadas.Al pasar por Tacuba los espaoles tienen bajas y algunos son hechos prisioneros,con lo que esto significaba (Corts 2000 [3 carta]: 232; Daz del Castillo 2000, II[Cap. CXLV]: 35). Continan por Azcapotzalco, Tenayuca, Cuauhtitlan, Xilotepec,Aculman, ya provincia de Texcoco, donde se renen con los espaoles que se hab-an quedado con los preparativos de los bergantines.LlegaronaTexcocoextenuadosyheridos,puesatravsdeesteperiplofueronincesantementeatacadosporlosmexicaysusaliados.Peronoeraalegratodoloque esperaba al extremeo, ya que la faccin de Narvez haba urdido una conjuraparamatarlejuntoconsuscapitanes:GonzalodeSandoval,Pedrode AlvaradoyAndrsdeTapia(DazdelCastillo2000,II[Cap.CXLV]:39).Comosiemprelasuerte est del lado de Corts, que una vez descubierta la traicin, no le tiembla lamano al ordenar que ahorquen al cabecilla (Daz del Castillo 2000, II [Cap. CXLVI]:41)8.Aspues,solucionado,demomento,esteproblema,coordinalabotaduradelosbergantines. Para llevar a cabo esta empresa se necesit la mano de obra de ocho milindgenas, que durante cincuenta das prepararon la zanja por donde botar los ber-gantines, lo habra podido hacer sin la ayuda nativa? Y sin los bergantines habrapodido obtener el desenlace que todos conocemos?.El da 28 de abril de 1521 los bergantines estn en el agua listos para hacer su tra-vesa y Corts se encarga de distribuir los dispositivos y de dar aviso a los tlaxcalte-ca, huexotzinga, cholulteca, chalca, tamanalco con sus sujetos, as como a Texcococon los suyos, para que se pongan en marcha, aumentando al ya numeroso ejrcitocon cincuenta mil hombres ms (Corts 2000 [3 carta]: 236; Daz del Castillo 2000,II [Cap. CXLVII]: 43), y a los indgenas de los pueblos comarcanos para que traiganlas armas que haba encargado.Todos apercibidos y con las rdenes precisas de bloquear las calzadas, salen divi-didos en tres escuadrones capitaneados por Alvarado, Olid y Sandoval (Corts 2000Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts34Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-378Observando el carcter de Corts, a travs de sus escritos y los de los otros conquistadores, hubiera dese-ado acabar con todos los conjurados, pero era capaz de tener una gran perspectiva de las situaciones y lo quepodan suponer a largo plazo; por eso, matando a Antonio de Villafaa, deja un mensaje bien claro al resto delos traidores y, al mismo tiempo, no se resiente la imagen de unidad que convena dar frente a los indgenas.[3 carta]: 236; Daz del Castillo 2000, II [Cap. CL]: 49). Pero, cuando pareca tododispuesto, la faccin tlaxcalteca que no quera colaborar con Corts, intenta boico-tear la misin. Xicotenga, el cabecilla de la rebelin tlaxcalteca y que siempre quisoponersedelladodelosmexica,huyeyCortsmandaahorcarlo(DazdelCastillo1984, II [Cap. CL]: 51).5. El asedioCon la situacin aparentemente en orden, Olid y Alvarado parten de Texcoco el10 de mayo de 1521 con la misin de dejar a Tenochtitlan sin agua potable. All losmexica, que estaban custodiando el cao, les dan guerra desde las canoas, pero nologran impedir el acceso (Daz del Castillo 2000, II [Cap. CL]: 54). Les siguieronSandoval, que se diriga a Ixtlapalapan, y Corts comandando los bergantines por lalaguna.A partir de este momento los combates se suceden, registrndose victorias y pr-didas cuantiosas por ambos lados. Los aliados de los mexica fueron desertando y lossuministros escaseando, hasta que finalmente el 13 de agosto de 1521, tras 75 dasde asedio, Tenochtitlan cae exhausta en manos indgena-espaolas. Haban pasado dos aos y medio desde que Corts haba llegado a la costa paraconquistar la ciudad. Este dilatado espacio de tiempo obliga a reflexionar sobre lasdificultades y las circunstancias que se desarrollaron para conseguirlo. Hemos vistoque Hernando Corts era un hombre de fuerte carcter, sin escrpulos, cruel, mani-pulador y con principios que variaban segn los intereses. Un Hernando Corts quedecide que de esta empresa sale muerto o rico, y que para ello es capaz de manipu-larasushombresdesdeelprincipio,apesardequeentreellosexisteunafaccinque insistentemente intentaba entorpecer sus planes.Sin embargo, estas caractersticas de su personalidad estn tambin acompaadasporunsentidovisionariodelosacontecimientosquelepermitenanticiparsealoshechos y a las consecuencias que pueden derivarse, por lo que mantiene la cabezafraenmuchasocasiones,controlandosuspropiossentimientosdevenganza,yhaciendo que las adversidades se volvieran favorables.Enunaformidablepirueta,Cortslogrconvencerapartedesushombresparafundar la villa de la Veracruz, contraviniendo las rdenes que tena de Velzquez derescatar y no poblar. Adems, barren los navos, eliminando cualquier intento dedesercin; y evit, a toda costa, que nadie le apresara en nombre del Gobernador deCuba. Porque, en ese caso, le esperaba una muerte segura. Estos hechos, unidos alenorme e inesperado apoyo que encontr entre los indgenas, fueron los pilares enlos que se apoy la conquista de Mxico.Efectivamente, el nmero de indgenas que se implic en esta empresa fue muyelevado y los espaoles solo eran un pequeo grupsculo en medio de este ejrcitode guerreros. Por eso, parece bastante evidente que, si bien Hernn Corts manipu-l a sus hombres para alcanzar las metas que persegua, l tambin fue utilizado porlos indgenas, que buscaban su propio beneficio. Sin embargo, ellos no tuvieron lavisin a largo plazo de lo que su apoyo a Corts iba significar.Isabel Bueno Bravo Moctezuma Xocoyotzin y Hernn Corts35Revista Espaola de Antropologa Americana2006, vol. 36, nm. 2, 17-37Aspues,laconquistadeMxicofueunaluchaindiaporelpoder.Losgruposindgenas que estaban subyugados, aprovechando que un elemento exterior haca suaparicin, intentaron conseguir su oportunidad y la aprovecharon, como los mexi-ca lo hicieron, casi 100 aos antes, frente a los tepaneca. Muchas fueron las causas que concurrieron para llegar a este desenlace, pero eldescabezamiento de los gobiernos locales, adems de los de Tenochtitlan y Texcoco,junto con las luchas internas de la Alianza, requeran un tiempo que al imperio ya nole quedaba. Y as, esta gesta que signific su destruccin, fue una guerra de indge-nas, en la que se vio implicado un visionario que obtuvo como regalo el resplandorde un mundo que todava humeaba entre las ruinas.Mxico-Tenochtitlan,comolosmitos,habamuertojoven,parapermanecerennuestra memoria bella e inalterable, borrando la imagen de muerte y miseria que losinvictos intentaron legarnos.6. Referencias bibliogrficasAGUILAR, Francisco de2002 Franciscode Aguilarysuobra,enLaconquistadeTenochtitlan,edicindeGermn Vzquez. Madrid: Dastin.BATALLA, Juan J.1996 Prisin y muerte de Motecuhzoma, segn el relato de los cdices mesoamerica-nos. Revista Espaola de Antropologa Americana 26: 101-120.BUENO, Isabel2003 La guerra mesoamericana en poca mexica. 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