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Evangelio Mateo 16,21-27 En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que te- nía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los sena- dores, sumos sacerdotes y letra- dos, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparle: --¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte. Jesús se volvió y dijo a Pedro: - -Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas co- mo los hombres, no como Dios. Entonces dijo Jesús a sus discí- pulos: --El que quiera venirse con- migo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo ente- ro, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del Hombre ven- drá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. H H o o j j a a D D o o m m i i n n i i c c a a l l Parroquias del Ssmo. Cristo de las Cadenas y Latores www.cristodelascadenas.es · Tfno. 985 237 424 Domingo XXII del T.O. (A) · Oviedo, 3 de septiembre de 2017 · 255 M M MA A ARIA RIA RIA RIA ELVIRA ROCA BAREA ELVIRA ROCA BAREA ELVIRA ROCA BAREA ELVIRA ROCA BAREA Desmonta Desmonta Desmonta Desmontando ndo ndo ndo las falsedades de la las falsedades de la las falsedades de la las falsedades de la Leyenda Negra Leyenda Negra Leyenda Negra Leyenda Negra (VIII (VIII (VIII (VIII) ) ) -Su tesis es que el sentimiento de culpa de los católicos espa- ñoles nos ha sido inoculado. En un libro de primero de Bachillerato, me encuentro con que en la introducción al tema del Barroco dice que la diferencia entre la Reforma y la Contrarreforma es que en la Reforma la religión se convirtió en un asunto particular y privado que no afectaba a la so- ciedad mientras que en el mundo católico la religión seguía siendo socialmente influyente. Nada más falso que esta afirmación. ¡Es justamente al revés! ¿Qué país hay hoy en la Europa Occidental que tenga como jefe del Estado al mismo jefe de la Iglesia? Gran Bretaña. ¿En qué país ha sido imposible hasta hace poco ocupar un cargo público si uno no pertenecía a la religión protestante na- cional? En Gran Bretaña y otros países protestantes. Es decir, lo que el protestantismo hizo es constituirse en igle- sias nacionales por lo que la disidencia religiosa se transformó, no en un delito religioso, sino en un delito contra el Estado. Así fue también en Dinamarca y en los estados luteranos del Sacro Impe- rio. O sea, que es justamente la visión contraria la que tendríamos que intentar imponer: es precisamente en el mundo católico donde el delito religioso siguió siendo religioso y no contra el Estado. -Hay una especie de fijación por lo católico… La Ilustración no luchó nunca contra las otras iglesias. Sólo va contra la Iglesia católica porque contra las otras iglesias no se po- día ir porque eran nacionales. Atacar esas iglesias o escribir algo contra ellas era un delito de lesa patria. Hasta el año 1976, existía en Gran Bretaña el «blasphemy», un delito que consistía en escribir algo contra la Iglesia anglicana. Traducido al español no es exactamente blasfemia. En su Derecho significa expresar opiniones contrarias a la iglesia anglicana o la defensa de posiciones religiosas papistas, o sea católicas. Fíjese hasta qué punto está desenfocada la idea de que la intolerancia religiosa ha sido enorme en el lado católico y en el otro no. En el otro lado era un asunto privado, dicen. ¿Cómo privado si un delito de ofensa a la iglesia nacional dura hasta el año 1976 en Gran Bretaña? -Juzgamos la historia desde coordenadas actuales y el resulta- do es ese sentimiento de culpa. Decir que los españoles hemos sido intolerantes desde el punto de vista re- ligioso porque tuvimos la Inquisición, es la falsedad de todas las falsedades. La intolerancia era el modo de pensar de todo el mundo en aquella época. El fe- nómenos de la tolerancia tiene ¿cuán- to? ¿30 años? ¿40 años? Nadie pen- saba que hubiera que tolerar al que no pensaba como tú desde el punto de vista religioso. Intolerancia había desde el estrecho de Gibraltar hasta la Penín- sula Escandinava. Ese era el modo de pensar de todo el mundo. Lo que hay que ver es cómo se gestionaba esa intolerancia re- ligiosa en cada sitio y, desde luego, fue mucho más civilizada y comprensiva en la parte católica y en España. En Inglaterra o en los principados luteranos del norte de Europa las persecuciones de la población fueron horrorosas. Aparte, todo el fenómeno de la ca- za de brujas, absolutamente demencial, que provocó miles de muertos. Esto no pasó en el mundo católico y no pasó en España porque existía la Inquisición, que evitó aquellas barbaridades. [Obsérvese como hoy día la ideología de género persigue a to- do el que no comparte sus postulados, incluso castigando con pe- nas de cárcel a quienes les contradigan, y con multas por rotular “los niños tienen pene y las niñas vulva”. N de la R] [cont [cont [cont [conti i inúa] núa] núa] núa] P. FERMIN RODRIGUEZ S.J. P. FERMIN RODRIGUEZ S.J. P. FERMIN RODRIGUEZ S.J. P. FERMIN RODRIGUEZ S.J. «¡ «¡ «¡ «¡Señor, eso no pu Señor, eso no pu Señor, eso no pu Señor, eso no pue e ede de de de pasa pasa pasa pasar r rte! te! te! te!» » » Entendemos muy bien la reacción de Pedro que, al oír hablar a Jesús de recha- zo y sufrimiento «se lo lleva aparte y se pone a increparlo». La gran tentación de los cristianos es siempre imitar a Pedro: confesar solemnemente a Jesús como "Hijo del Dios vivo" y luego pretender se- guirle sin cargar con la cruz. No es fácil hablar del sufrimiento. Ante el misterio del sufrimiento poco podemos hacer si no es estar cerca de quien sufre. El sufrimiento rompe todas nuestras segu- ridades y certezas. Antes, la vida nos pa- recía, tal vez, sólida y tranquila: proyec- tos, amor, trabajo, familia... Ahora, todo nos parece vano y sin sentido. De pronto descubrimos la fragilidad de todo, esa «tristeza de la finitud. Al mismo tiempo, el sufrimiento parece hundirnos en la soledad extrema. ¿Quién puede llegar a entendernos de verdad? Las palabras y los gestos de las personas más cercanas quedan lejos de lo que es- tamos viviendo por dentro. Las reacciones ante el sufrimiento pueden ser muy variadas. Hay quienes se rebelan hasta el agotamiento y la deses- peración. No pocos se dejan destruir por la angustia y la ansiedad. Otros buscan la evasión y el autoengaño. Bastantes se encierran en su propio sufrimiento aislán- dose de todo lo que pudiera aportarles ali- vio o consuelo. En realidad, no es fácil ser dueño de sí mismo en medio del dolor. El cristiano no tiene una «receta mági- ca» para superar el sufrimiento. No cono- ce el sentido último del mal. No se siente tampoco un «superhombre» inaccesible a la angustia o la desesperación. Como to- do ser humano se sabe frágil e impotente ante el dolor. La fuerza y la luz le llegan al creyente desde el Crucificado. En la cruz no hay teorías ni discursos hermosos. Só- lo hay un Dios que sufre en silencio con nosotros. Un Dios cercano, amigo del hombre. Un Dios que arrastra la historia doliente de la humanidad hacia su salva- ción. De ahí las palabras del Maestro: «Quien quiera venirse conmigo... que car- gue con su cruz y me siga.» ¿Qué significa “negarse a sí mismo”? Es más, ¿por qué hay que negarse a sí mismo? Conocemos la indignación que suscitaba en el filósofo Nietzsche esta exigencia del Evangelio. Co- mienzo respondiendo con un ejem- plo. Durante la persecución nazi, muchos trenes cargados de hebreos partían desde todas partes de Euro- pa hacia los campos de exterminio. Se les convencía de subir a ellos con falsas promesas de llevarlos a lugares mejores por su bien, mien- tras que en cambio se les llevaba a la destrucción. A veces sucedía que en alguna parada del convoy, al- guien que sabía la verdad gritaba a escondidas a los pasajeros: bajad, huid. Y alguno lo conseguía. El ejemplo es un poco fuerte, pe- ro expresa algo sobre nuestra situa- ción. El tren de la vida en el que via- jamos va hacia la muerte. Sobre es- to, al menos, no hay dudas. Nuestro yo natural, siendo mortal, está des- tinado a terminar. Lo que el Evange- lio nos propone cuando nos exhorta a renegar de nosotros mismos y a bajar de este tren, es subir a otro que conduce a la vida. El tren que conduce a la vida es la fe en Él, que ha dicho: “El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”. Pablo había realizado este “trasbordo”, y lo describe así: “Ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí”. Si asumimos el yo de Cristo nos convertimos en inmortales porque él, resucitado de la muerte, no muere más. Eso es lo que significan las palabras “El que quiera salvar la propia vida, la perderá; pero el que pierda la vida por mi causa, la encontra- ra”. Por tanto, está claro que negarse a sí mismo no es una operación autolesionadora y re- nunciadora, sino el golpe de audacia más inteligente que po- demos realizar en la vida. Pero debemos hacer inme- diatamente una precisión: Jesús no nos pide renegar de “lo que somos”, sino de “aquello en lo que nos hemos convertido”. No- sotros somos imagen de Dios, somos por tanto algo “muy bue- no”, como dijo Dios mismo en el momento de crear al hombre y la mujer. De lo que tenemos que renegar no es de lo que Dios ha hecho, sino de lo que hemos hecho nosotros, usando mal nues- tra libertad. En otras palabras, las tenden- cias malas, el pecado, todas esas cosas que son como incrustaciones posteriores superpuestas al original. La bella imagen de Dios que debería- mos ser está recubierta de siete estratos que son los siete pecados capitales. Qui- zás sea conveniente traerlos a la memoria por si los hemos olvidado: soberbia, ava- ricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. San Pablo llama a esta imagen desfigura- da “imagen terrestre”, en oposición a la imagen celeste” que es la semejanza con Cristo. “Negarse a sí mismo” no es por tanto una operación para la muerte sino para la vida, para la belleza y para la alegría. Ne- garse a sí mismo es aprender la lengua de Dios para poder comunicarnos con él, pe- ro es también aprender la lengua que nos permite comunicarnos entre nosotros. P. Raniero Cantalamessa ofm cap.

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Evangelio Mateo 16,21-27

En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que te-nía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los sena-dores, sumos sacerdotes y letra-dos, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparle: --¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.

Jesús se volvió y dijo a Pedro: --Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas co-mo los hombres, no como Dios.

Entonces dijo Jesús a sus discí-pulos: --El que quiera venirse con-migo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo ente-ro, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla?

Porque el Hijo del Hombre ven-drá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

HHoojjaa DDoommiinniiccaall Parroquias del Ssmo. Cristo de las Cadenas y Latores

www.cristodelascadenas.es · Tfno. 985 237 424

Domingo XXII del T.O. (A) · Oviedo, 3 de septiembre de 2017 · Nº 255

MMMMAAAARIA RIA RIA RIA ELVIRA ROCA BAREAELVIRA ROCA BAREAELVIRA ROCA BAREAELVIRA ROCA BAREA

DesmontaDesmontaDesmontaDesmontandondondondo las falsedades de la las falsedades de la las falsedades de la las falsedades de la Leyenda NegraLeyenda NegraLeyenda NegraLeyenda Negra (VIII(VIII(VIII(VIII))))

-Su tesis es que el sentimiento de culpa de los católicos espa-ñoles nos ha sido inoculado.

En un libro de primero de Bachillerato, me encuentro con que en la introducción al tema del Barroco dice que la diferencia entre la Reforma y la Contrarreforma es que en la Reforma la religión se convirtió en un asunto particular y privado que no afectaba a la so-ciedad mientras que en el mundo católico la religión seguía siendo socialmente influyente. Nada más falso que esta afirmación. ¡Es justamente al revés! ¿Qué país hay hoy en la Europa Occidental que tenga como jefe del Estado al mismo jefe de la Iglesia? Gran Bretaña. ¿En qué país ha sido imposible hasta hace poco ocupar un cargo público si uno no pertenecía a la religión protestante na-cional? En Gran Bretaña y otros países protestantes.

Es decir, lo que el protestantismo hizo es constituirse en igle-sias nacionales por lo que la disidencia religiosa se transformó, no en un delito religioso, sino en un delito contra el Estado. Así fue también en Dinamarca y en los estados luteranos del Sacro Impe-rio. O sea, que es justamente la visión contraria la que tendríamos que intentar imponer: es precisamente en el mundo católico donde el delito religioso siguió siendo religioso y no contra el Estado.

-Hay una especie de fijación por lo católico… La Ilustración no luchó nunca contra las otras iglesias. Sólo va

contra la Iglesia católica porque contra las otras iglesias no se po-día ir porque eran nacionales. Atacar esas iglesias o escribir algo contra ellas era un delito de lesa patria.

Hasta el año 1976, existía en Gran Bretaña el «blasphemy», un delito que consistía en escribir algo contra la Iglesia anglicana. Traducido al español no es exactamente blasfemia. En su Derecho significa expresar opiniones contrarias a la iglesia anglicana o la defensa de posiciones religiosas papistas, o sea católicas. Fíjese hasta qué punto está desenfocada la idea de que la intolerancia religiosa ha sido enorme en el lado católico y en el otro no. En el otro lado era un asunto privado, dicen. ¿Cómo privado si un delito de ofensa a la iglesia nacional dura hasta el año 1976 en Gran Bretaña?

-Juzgamos la historia desde coordenadas actuales y el resulta-do es ese sentimiento de culpa.

Decir que los españoles hemos sido intolerantes desde el punto de vista re-ligioso porque tuvimos la Inquisición, es la falsedad de todas las falsedades. La intolerancia era el modo de pensar de todo el mundo en aquella época. El fe-nómenos de la tolerancia tiene ¿cuán-to? ¿30 años? ¿40 años? Nadie pen-saba que hubiera que tolerar al que no pensaba como tú desde el punto de vista religioso. Intolerancia había desde el estrecho de Gibraltar hasta la Penín-sula Escandinava. Ese era el modo de pensar de todo el mundo.

Lo que hay que ver es cómo se gestionaba esa intolerancia re-ligiosa en cada sitio y, desde luego, fue mucho más civilizada y comprensiva en la parte católica y en España. En Inglaterra o en los principados luteranos del norte de Europa las persecuciones de la población fueron horrorosas. Aparte, todo el fenómeno de la ca-za de brujas, absolutamente demencial, que provocó miles de muertos. Esto no pasó en el mundo católico y no pasó en España porque existía la Inquisición, que evitó aquellas barbaridades.

[Obsérvese como hoy día la ideología de género persigue a to-do el que no comparte sus postulados, incluso castigando con pe-nas de cárcel a quienes les contradigan, y con multas por rotular “los niños tienen pene y las niñas vulva”. N de la R] [cont[cont[cont[contiiiinúa]núa]núa]núa]

P. FERMIN RODRIGUEZ S.J.P. FERMIN RODRIGUEZ S.J.P. FERMIN RODRIGUEZ S.J.P. FERMIN RODRIGUEZ S.J.

«¡«¡«¡«¡Señor, eso no puSeñor, eso no puSeñor, eso no puSeñor, eso no pueeeede de de de pasapasapasapasarrrrte!te!te!te!»»»»

Entendemos muy bien la reacción de Pedro que, al oír hablar a Jesús de recha-zo y sufrimiento «se lo lleva aparte y se pone a increparlo». La gran tentación de los cristianos es siempre imitar a Pedro: confesar solemnemente a Jesús como "Hijo del Dios vivo" y luego pretender se-guirle sin cargar con la cruz.

No es fácil hablar del sufrimiento. Ante el misterio del sufrimiento poco podemos hacer si no es estar cerca de quien sufre. El sufrimiento rompe todas nuestras segu-ridades y certezas. Antes, la vida nos pa-recía, tal vez, sólida y tranquila: proyec-tos, amor, trabajo, familia... Ahora, todo nos parece vano y sin sentido. De pronto descubrimos la fragilidad de todo, esa «tristeza de la finitud.

Al mismo tiempo, el sufrimiento parece hundirnos en la soledad extrema. ¿Quién puede llegar a entendernos de verdad? Las palabras y los gestos de las personas más cercanas quedan lejos de lo que es-tamos viviendo por dentro.

Las reacciones ante el sufrimiento pueden ser muy variadas. Hay quienes se rebelan hasta el agotamiento y la deses-peración. No pocos se dejan destruir por la angustia y la ansiedad. Otros buscan la evasión y el autoengaño. Bastantes se encierran en su propio sufrimiento aislán-dose de todo lo que pudiera aportarles ali-vio o consuelo. En realidad, no es fácil ser dueño de sí mismo en medio del dolor.

El cristiano no tiene una «receta mági-ca» para superar el sufrimiento. No cono-ce el sentido último del mal. No se siente tampoco un «superhombre» inaccesible a la angustia o la desesperación. Como to-do ser humano se sabe frágil e impotente ante el dolor. La fuerza y la luz le llegan al creyente desde el Crucificado. En la cruz no hay teorías ni discursos hermosos. Só-lo hay un Dios que sufre en silencio con nosotros. Un Dios cercano, amigo del hombre. Un Dios que arrastra la historia doliente de la humanidad hacia su salva-ción.

De ahí las palabras del Maestro: «Quien quiera venirse conmigo... que car-gue con su cruz y me siga.»

¿Qué significa “negarse a sí mismo”? Es más, ¿por qué hay que negarse a sí mismo?

Conocemos la indignación que suscitaba en el filósofo Nietzsche esta exigencia del Evangelio. Co-mienzo respondiendo con un ejem-plo. Durante la persecución nazi, muchos trenes cargados de hebreos partían desde todas partes de Euro-pa hacia los campos de exterminio. Se les convencía de subir a ellos con falsas promesas de llevarlos a lugares mejores por su bien, mien-tras que en cambio se les llevaba a la destrucción. A veces sucedía que en alguna parada del convoy, al-guien que sabía la verdad gritaba a escondidas a los pasajeros: bajad, huid. Y alguno lo conseguía.

El ejemplo es un poco fuerte, pe-ro expresa algo sobre nuestra situa-ción. El tren de la vida en el que via-jamos va hacia la muerte. Sobre es-to, al menos, no hay dudas. Nuestro yo natural, siendo mortal, está des-tinado a terminar. Lo que el Evange-lio nos propone cuando nos exhorta a renegar de nosotros mismos y a bajar de este tren, es subir a otro que conduce a la vida. El tren que

conduce a la vida es la fe en Él, que ha dicho: “El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”. Pablo había realizado este “trasbordo”, y lo describe así: “Ya no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí”.

Si asumimos el yo de Cristo nos convertimos en inmortales porque él, resucitado de la muerte, no muere más. Eso es lo que significan las palabras “El que quiera salvar la propia vida, la perderá; pero el que pierda la vida por mi causa, la encontra-ra”. Por tanto, está claro que negarse a sí mismo no es una operación autolesionadora y re-nunciadora, sino el golpe de audacia más inteligente que po-demos realizar en la vida.

Pero debemos hacer inme-diatamente una precisión: Jesús no nos pide renegar de “lo que somos”, sino de “aquello en lo que nos hemos convertido”. No-sotros somos imagen de Dios, somos por tanto algo “muy bue-no”, como dijo Dios mismo en el momento de crear al hombre y la mujer.

De lo que tenemos que renegar no es de lo que Dios ha hecho, sino de lo que hemos hecho nosotros, usando mal nues-tra libertad. En otras palabras, las tenden-cias malas, el pecado, todas esas cosas que son como incrustaciones posteriores superpuestas al original.

La bella imagen de Dios que debería-mos ser está recubierta de siete estratos que son los siete pecados capitales. Qui-zás sea conveniente traerlos a la memoria por si los hemos olvidado: soberbia, ava-ricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. San Pablo llama a esta imagen desfigura-da “imagen terrestre”, en oposición a la “imagen celeste” que es la semejanza con Cristo.

“Negarse a sí mismo” no es por tanto una operación para la muerte sino para la vida, para la belleza y para la alegría. Ne-garse a sí mismo es aprender la lengua de Dios para poder comunicarnos con él, pe-ro es también aprender la lengua que nos permite comunicarnos entre nosotros.

P. Raniero Cantalamessa ofm cap.

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1.302 1.302 1.302 1.302 € RECIBIDOS Y 1€ RECIBIDOS Y 1€ RECIBIDOS Y 1€ RECIBIDOS Y 1.685 .685 .685 .685 € € € € ENTREGADOS EN AGOSTOENTREGADOS EN AGOSTOENTREGADOS EN AGOSTOENTREGADOS EN AGOSTO

Colecta para CárColecta para CárColecta para CárColecta para Cáriiiitas tas tas tas El pasado 6 de agosto, primer do-

mingo de mes, se hizo la colecta a favor de Cáritas Diocesana. Se recaudaron 772 €, de los cuales 82 provenían de Latores. También se recibieron 340 € en donativos y cuotas y se recogieron 190 € en el Cepillo de Cáritas. En total, pues, se recaudaron 1.302 1.302 1.302 1.302 €€€€

En el mismo mes de agosto se gas-taron 1.330 € en pago de alimentos y se contribuyó con 350 € para Cáritas Arci-prestal de Oviedo: 1.685 1.685 1.685 1.685 €€€€ en total.

¡¡Muchas gracias por tanta genero-sidad!!

EN SERIO Y EN BROMA

Gómez Dávila La razón no es subs-

tituto de la fe, así como el color no es substituto del sonido.

• Creemos en muchas cosas en que

no creemos creer. •

Nuestra tolerancia crece con nues-tro desdén.

• Cristo al morir no dejó documentos,

sino discípulos.

Senén Molleda Los calendarios de

bolsillo son las tarje-tas de visita del nue-vo año…

• El llanto del niño al nacer es la si-

rena que da la señal de partida... •

Lo que más les molesta a los monos es parecerse tanto a los hombres.

EL PROXIMO VIERNES 8, A LAS 13:00

Fiesta del Patrocinio de Ntra. Sra. en Latores

A los pocos días de la fiesta de Santo Medero en su capilla, la Parroquia de La-tores celebra su fiesta principal cada año en honor de la Ssma. Virgen María, el mismo día de la Virgen de Covadonga, invocada como el Patrocinio de Nuestra Señora.

La Misa será a las 13:00 horas.

El Patrocinio de María tiene su origen en el Patrocinio de la Virgen sobre la Orden de Santo Domingo, y en sentido amplio, hace re-ferencia a los favores que por medio de ella recibimos todos los cristianos que nos enco-mendamos a su protección. La actual talla de la Virgen del Patrocinio, en madera, fue hecha por iniciativa de D. Secundino en 1997, susti-tuyendo a otra antigua de vestir con pelo natu-ral que aún se conserva en la capilla del bau-tismo de la iglesia parroquial.

DEL VIERNES 1DEL VIERNES 1DEL VIERNES 1DEL VIERNES 15555 AL SABADO 2 AL SABADO 2 AL SABADO 2 AL SABADO 23. 3. 3. 3. FIESTA EL DOMINGO 24FIESTA EL DOMINGO 24FIESTA EL DOMINGO 24FIESTA EL DOMINGO 24

Novena y Fiesta del Novena y Fiesta del Novena y Fiesta del Novena y Fiesta del Santísimo Cristo de Santísimo Cristo de Santísimo Cristo de Santísimo Cristo de las Cadenaslas Cadenaslas Cadenaslas Cadenas

El viernes 15 de septiembre co-menzará la Nove-na en honor del Ssmo. Cristo de las Cadenas. Se celebrará todos los días a las 8 de la mañana y 6:30 de la tarde, comen-zando con la Misa y terminando con la Novena propia-mente. Media hora antes se rezará el Santo Rosario.

Durante toda la Novena, y también el do-mingo 24, día de la Fiesta, SE SUPRIME LA SE SUPRIME LA SE SUPRIME LA SE SUPRIME LA MISA EN MONTECERRAOMISA EN MONTECERRAOMISA EN MONTECERRAOMISA EN MONTECERRAO, excepto la del domingo 17.

El domingo 24 habrá Misa cada hora desde las 9 hasta la 1 y de 4 a 7 de la tarde.

La Fiesta se celebra siempre el domingo si-guiente al día de San Mateo, cerrando así el ciclo de las fiestas patronales de Oviedo.

MERCEDES GARCÍA HURTADO, HERMANA DE LA CARIDAD DE SANTA ANA

La monja que salva enfermos mentales en Costa de Marfil

Mercedes García Hurtado es hermana de la Caridad de

Santa Ana y enfermera. Trabajó durante 25 años en un hospital psiquiátrico en Tarragona y en 2012 llegó hasta Costa de Marfil “porque siempre quise ser misionera, pero me quedé en Espa-ña más de 20 años para cuidar a mi madre enferma”. Además de atender el dispensario, Soro Gnenetcho (que quiere decir mujer del cielo, como la llaman en su aldea) atiende y hasta en ocasiones salva la vida a las personas con discapacidad inte-lectual o enfermedades psiquiátricas en un país lleno de tabúes y creencias animistas que las consideran espíritus a los que hacen desaparecer. Mercè pide ayuda, porque se necesitan medios para las personas con discapacidad intelectual puedan tener las mismas oportunidades que los demás.

- ¿Cómo que desaparecen? - Los marfileños consideran que los enfermos mentales tie-

nen demonios dentro porque han hecho algo mal. Sus familias los llevan a curanderos, cuando no los abandonan en el campo. El marabú practica un ritual y los hace desaparecer.

- Pero… ¿dónde van a parar? - El ritual consiste en aplicar unas hierbas y esparcir agua

sobre su cuerpo. Si es una serpiente, la persona comenzará a moverse y se transformará en una cobra, y entonces desapare-cerá. Si es un genio comenzará a dar vueltas sobre sí mismo como un remolino y desaparecerá también. En cambio, si se trata de un hombre se quedará quieto, aunque, eso sí, el espíri-tu no desaparecerá de su cuerpo, pero su familia deberá acep-tarlo y llevarlo de nuevo a casa. La gente que ha ido a estos cu-randeros nunca más aparece… no sabemos dónde están, nadie los vuelve a ver.

- ¿Los matan? - No lo sabemos.

- ¿Y cómo trabaja una enfermera experta en psiquiatría en-tre tanta creencia mágica?

- Es difícil, porque cambiar el mundo de las creencias es ca-si imposible. Por ejemplo, a las personas con síndrome de Down o a los epilépticos ni se los toca porque creen que son contagiosos, los echan de la escuela o el trabajo…

- En un entorno así la parte evangelizadora también tiene pinta de ser difícil.

- Es otro buen desafío. Aquí el cristianismo lleva 100 años, está muy poco arraigado. Pero, eso sí, en sus creencias tam-bién hay un solo Dios, y además es mujer.

- ¿Y las mujeres? - No van al colegio. Aquí la mujer está para trabajar en el

campo, para tener hijos (varones, porque si no corre el riesgo de ser abandonada) y para casarse de niñas con hombres mu-cho más mayores. Son un cero a la izquierda, son esclavas. Por ponerte un ejemplo de lo más cotidiano, en los funerales preparan comida para cientos de personas y, si hay solo una si-lla, el hombre nunca permitirá que ella se siente a descansar. Se sienta él.

BENDITA LA REINA DE NUESTRA MONTAÑABENDITA LA REINA DE NUESTRA MONTAÑABENDITA LA REINA DE NUESTRA MONTAÑABENDITA LA REINA DE NUESTRA MONTAÑA

Nuestra Señora de Covadonga

“Covadonga es una de las primeras piedras de Europa, cuyas raíces cristianas ahondan en su historia y en su cultura. El reino cristiano na-cido en estas montañas, puso en movimiento una manera de vivir y de expresar la existencia bajo la inspiración del Evangelio.

Por ello, en el contexto de mi peregrinación jacobea a las raíces de la Europa cristiana, pongo confiadamente a los pies de la Santina de Co-vadonga el proyecto de una Europa sin fronteras, que no renuncie a las raíces cristianas que la hicieron surgir. ¡Que no renuncie al auténti-co humanismo del Evangelio de Cristo!

Covadonga es también misteriosa fuente de agua que se reman-sa, tras brotar de las montañas, como imagen expresiva de las gracias divinas que Dios derrama con abundancia por intercesión de la Virgen María.

¡María es la fuente y Cristo el agua viva! “

Juan Pablo II en Covadonga (21 de agosto de 1989)

EL MARTES 5 DE SEPTIEMBRE

Peregrinación a CPeregrinación a CPeregrinación a CPeregrinación a Coooovadongavadongavadongavadonga El próximo martes 5 de septiembre peregrinaremos al Santuario de

Nuestra Señora de Covadonga para celebrar la Santa Misa y la Novena en honor de la Santina, que es a las 6 de la tarde, con regreso inmedia-to. Este año la Novena inaugura el Año Jubilar Mariano, al conmemo-rarse el centenario de la coronación de la Virgen.

Ese día, el séptimo de la Novena, predicará D. Jaime Díaz Pieiga, Canciller Secre-tario General del Arzobispa-do, acerca de “María, con-suelo de los afligidos”. La Misa solemne del día 8 será a las 12, y la presidirá el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid.

El autobús saldrá del Santuario a las 3:00 de la tarde y unos minutos después de la iglesia de Montecerrao.