Misión 1 Capítulo IV

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Periodo 1________12 años Misión 1 Capítulo IV Yata tomo medidas él solo esta vez. Había estado pensando solamente en lo que paso. “¡Hey, ¿Qué es esto?!” Pregunto a los tres miembros del equipo Yata el día siguiente, mostrando el PDA frente a ellos. Cuando los tres miraron la pantalla actuaron sorprendidos y descaradamente preguntaron a cambio: “Eh ¿Qué es esto? ¿No es un poco grosero?” “¡No te hagas el tonto! ¿Crees que no me daría cuenta? Esto es un mensaje de grupo de <Jungle>” Anoche Yata había probado muchas cosas con la aplicación ya instalada y vagamente comprendió como usarlo. Sin embargo, el problema era que el momento en que Yata había recibido los mensajes apenas acababa de instalar la aplicación y para ingresar tenía que hacer el registro de usuario. Por lo cual tampoco se había unido al grupo de conversación creado por sus amigos todavía. A pesar de eso, el PDA de Yata había recibido los mensajes. “Si hay algo que quieren decir de mí, no lo hagan hablando a mis espaldas como esto, ¡es mejor si ustedes me lo dicen bien!” “….Cuando decimos algo te enojas” “¡No puedo escucharte! ¡Te dije que me lo dijeras bien!” Debido a que el reproche lo habían dicho susurrando, Yata inmediatamente grito y sus amigos se encogieron de hombros. “Ah….” A pesar de que se había dicho a sí mismo ayer en la noche que no gritaría y que con calma escucharía su explicación, al final él grito descuidadamente de todos modos. Fue justo antes de la primera clase de la mañana, el tiempo en que sus compañeros de clase iban entrando uno a uno a la escuela. Aunque todo el mundo dijo un alegre “Buenos días” mientras entraban al salón, Yata respiraba el aire fresco por la ventana, con la mirada vaga perdido en sus pensamientos volvió a su asiento colocando su mochila en su escritorio. El asiento de Fushimi todavía no estaba ocupado. Dando un paso hacia atrás, Yata respiro profundamente “No voy a enfadarme….si hay algo que les moleste de mi, díganmelo directamente. Porque yo voy a escucharlos” Los tres que estaban cercas de la ventana se miraron a la cara unos a otros y repentinamente estallaron simultáneamente en carcajadas. “Vas a escuchar……….. ¿No deberías estarnos diciendo ¡¿Por favor díganme?! Yata-kun?”

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Novela traducida al español [K] Lost Small World

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Periodo 1________12 años

Misión 1

Capítulo IV

Yata tomo medidas él solo esta vez. Había estado pensando solamente en lo que paso.

“¡Hey, ¿Qué es esto?!”

Pregunto a los tres miembros del equipo Yata el día siguiente, mostrando el PDA frente a ellos.

Cuando los tres miraron la pantalla actuaron sorprendidos y descaradamente preguntaron a

cambio: “Eh ¿Qué es esto? ¿No es un poco grosero?”

“¡No te hagas el tonto! ¿Crees que no me daría cuenta? Esto es un mensaje de grupo de

<Jungle>”

Anoche Yata había probado muchas cosas con la aplicación ya instalada y vagamente

comprendió como usarlo. Sin embargo, el problema era que el momento en que Yata había

recibido los mensajes apenas acababa de instalar la aplicación y para ingresar tenía que hacer

el registro de usuario. Por lo cual tampoco se había unido al grupo de conversación creado por

sus amigos todavía. A pesar de eso, el PDA de Yata había recibido los mensajes.

“Si hay algo que quieren decir de mí, no lo hagan hablando a mis espaldas como esto, ¡es

mejor si ustedes me lo dicen bien!”

“….Cuando decimos algo te enojas”

“¡No puedo escucharte! ¡Te dije que me lo dijeras bien!”

Debido a que el reproche lo habían dicho susurrando, Yata inmediatamente grito y sus amigos

se encogieron de hombros.

“Ah….”

A pesar de que se había dicho a sí mismo ayer en la noche que no gritaría y que con calma

escucharía su explicación, al final él grito descuidadamente de todos modos.

Fue justo antes de la primera clase de la mañana, el tiempo en que sus compañeros de clase

iban entrando uno a uno a la escuela. Aunque todo el mundo dijo un alegre “Buenos días”

mientras entraban al salón, Yata respiraba el aire fresco por la ventana, con la mirada vaga

perdido en sus pensamientos volvió a su asiento colocando su mochila en su escritorio. El

asiento de Fushimi todavía no estaba ocupado.

Dando un paso hacia atrás, Yata respiro profundamente “No voy a enfadarme….si hay algo que

les moleste de mi, díganmelo directamente. Porque yo voy a escucharlos”

Los tres que estaban cercas de la ventana se miraron a la cara unos a otros y repentinamente

estallaron simultáneamente en carcajadas.

“Vas a escuchar……….. ¿No deberías estarnos diciendo ¡¿Por favor díganme?! Yata-kun?”

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“¡Ah! ¡Tratare de decir esto una vez más!”

Gritándoles después de todo, Yata agarro por el cuello de su camisa a su amigo que dijo eso y

lo golpeo con el puño. El amigo dejo escapar un gemido lastimoso y los otros dos chicos se

dispusieron a huir. De los demás compañeros de clase que estaba observando todo se escucho

un pequeño grito. El amigo que había sido golpeado se cubría su cabeza en desesperación y

volteo su rostro, Yata no era muy alto, pero él estaba sosteniendo a su amigo que había caído

de su asiento, por el cuello de su camisa.

“No quiero pelear……“Yata miro a su amigo a los ojos menospreciándolo. Aunque hicieron de

su idiota a alguien y se rieron en sus mensajes, mirando como al recibir el puñetazo

comenzaba a sollozar.

“A-Ah y sobre lo de copiar, te obligaste a hacer algo por nosotros y te atreviste a mentir. Al

final, no quieres ser dejado a un lado ¿No es así, Yata-kun?”

“Yo los cubrí a ustedes, ¡No es así!”

“Tú te quisiste cubrir por nosotros, ¿no? Quieres nuestra gratitud, ¿verdad?”

“¿Qué….?”

Las palabras que Fushimi había dicho ayer llegaron a su mente con pesadez.

“Si quieres mi gratitud, entonces pídesela a alguien más”

Incluso sin nadie lo decía, lo recordó en ese momento. No es como si él quisiera su gratitud.

Abandonar a sus amigos y hacer como si él no supiera nada, para Yata era algo imposible.

Porque los amigos se mantienen unidos.

Yo soy la parte principal del equipo Yata y ellos son mis amigos a quienes debo proteger….

“Deja de darte aires de líder auto proclamado. ¿No entiendes que es molesto? Nadie dijo que

queremos ser tus amigos, el equipo Yata es soso, y a pesar de que jugar y hacer otras cosas,

siempre nos obligas a jugar juegos extraños contigo”

El amigo hablo con una voz nerviosa. Las lágrimas se reunieron en sus ojos mientras su rostro

se puso tenso por el miedo, una impresión como esa…..Yata sabía muy bien cual era esa

impresión. Era como el rostro de un niño intimidado, que expresa la resistencia de un matón

con pocas esperanzas. Había sido un espectáculo que a menudo se ve en la escuela primaria.

Yata siempre estaba del lado de golpear a los matones. Yata ciertamente había actuado

erróneamente, sin embargo él odiaba a la gente débil que era intimidada, ya que los matones

miraban hacia abajo a los demás.

Por lo tanto, ¿Cuándo había llegado él a ese lado? ----- él mismo no lo entendía, Yata sintió que

el mundo que lo rodeaba se había vuelto patas arriba y el mareo lo invadió.

+ + +

Él avanzó pesadamente en medio de las miradas de sus compañeros, ocultando el dolor en su

rostro salió del aula. Instantes después toda esa fuerza abandono su cuerpo. Dentro del salón

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la clase ya había comenzado pero no se sentía con ánimos de regresar a clase. “¿Donde debo

ir?”…él no podía pensar en un lugar al cual ir, pero de igual forma sus piernas se movieron

hasta llegar al baño de niños. Puso el cerrojo en la puerta de uno de los baños y se sentó sobre

la taza. Inclino su espalda en el depósito, miro hacia el techo y no hizo nada por un buen rato.

Por todas las cosas, las lágrimas comenzaron a brotar. Un olor fuerte y nauseabundo llego a su

nariz. Era la hora en que los estudiantes ya estaban en su salón de clase, por lo que el baño

estaba tranquilo. Desde algún lugar llegaba el sonido del agua que fluía en pequeños chorros.

Después de unos minutos su nariz se acostumbro al mal olor, aunque solo era un poco.

Sin embargo, se pregunto cómo uno se puede acostumbrar a esas cosas. Extrañamente el

inodoro era un lugar donde va uno a pensar cosas. Fue por que no había nada interesante que

ver en la pared que estaba frente a sus ojos, o porque no había otra cosa que hacer ahí que

echar una mierda, o quizá era culpa del parpadeo de la luz fluorescente que causaba un

ambiente desolado.

“No sé que más cosas se habrán dicho mis amigos a mis espaldas, pero fui arrastrado por mis

amigos y quería un sentimiento de admiración por ellos, ¿No es algo totalmente vergonzoso?

Si hubiera un agujero para refugiarme en él. No cabe duda de que tendría que ser un buen

agujero, puedo intentar meter mi cabeza entre las piernas. ¡Madita sea! Esto se termino

convirtiendo en algo extremadamente compasivo”

Yata dejo caer su cabeza pesadamente sobre la tapa del depósito, preguntándose si no habría

sido mejor el no saber nada.

“Si yo no hubiera visto el intercambio de mensajes. Entonces a partir de mañana todavía

estaría con esos chicos…”

“¿Hm….?”

Por casualidad había notado una luz reflejar en el techo. A diferencia de la luz fluorescente, fue

una luz débil teñida en azul que cambiaba de forma.

“¿A un lado….? ¿Cuando habían entrado? “

En la parte superior de la pared separaba cada baño una gran brecha de aproximadamente 30

centímetros. Parecía que la luz se reflejaba en la cabina de al lado.

“No puedo oír nada, ¿Qué demonios está haciendo?”

El baño era un lugar al que se iba a hacer sus necesidades, por lo que Yata se cuestiono a sí

mismo en mirar a escondidas el otro depósito.

Con el fin de no hacer ruido, se levanto en la taza del inodoro con sus zapatillas escolares.

Agarro la parte superior de la pared con ambas manos y se puso de puntitas, tratando de mirar

en secreto el otro lado del baño vecino. Puesto que el aseo de los baños de los chicos no era

realmente malo Yata no dudo. Bien, si en ese momento el culo de la otra persona estaba

expuesto se limitaría a decir un lo siento, pero Yata miro hacia abajo a una persona que estaba

sentada sobre la tapa de la taza correctamente vestido con los pantalones puestos, con la

espalda ligeramente encorvada y hombros delgados.

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“¿Fushimi? ¿Qué estás haciendo?” dijo Yata sin siquiera pensar primero.

Los delgados hombros se levantaron en sorpresa. Saco su auricular de un lado de su oído y

levanto la vista hacia Yata, comprobando que en efecto era Fushimi.

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