Misericordiosos COMO EL PADRE”2017/01/17 · el Santo Padre nos convoca en el año 2016 a vivir...

A r z o b i s p a d o d e S a n t i a g o

ACENTUACIONES PASTORALES de la Arquidiócesis de Santiago

2016AÑO DE LA MISERICORDIA

“Misericordiosos COMO EL PADRE”

Acentuaciones 2016.indd 1 27-01-16 17:53

© Arzobispado de SantiagoVicaría de Pastoral

Erasmo Escala 1872, piso 3, Santiago.www.iglesiadesantiago.cl

Primera edición: enero 2016, 5.000 ejemplaresDiseño y diagramación: Soledad Vargas


PRESENTACIÓNA r z o b i s p a d o d e S a n t i a g o


AcentuAciones PAstorAles 2016

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INTRODUCCIÓN

Nuestra Iglesia de Santiago, acogiendo la Invitación de Aparecida, ha iniciado desde el año 2009 un proceso misionero, que nos ha impulsado a ser una Iglesia en salida que anuncia a Jesucristo, el Señor de la vida plena y su reino de verdad, amor y justicia. Una Iglesia que con ojos de misericordia, sale al encuentro de los más necesitados de todos aquellos que se encuentran en las periferias, para anunciarles la buena noticia de Jesucristo y su Reino. Es en este tiempo de acción misionera, que el Santo Padre nos convoca en el año 2016 a vivir el Año Santo de la Misericordia. Año que nos hace redoblar nuestra acción misionera ya que:

“Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto

viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.”1

1 Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «rico en misericordia» (Ef 2, 4), después de haber revelado su nombre a Moisés como « Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad » (Ex 34, 6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la « plenitud del tiempo » (Gal 4, 4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14, 9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios. (MV 1)



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Este es el punto de partida de la permanente tarea de la Iglesia, desde la donación del Espíritu Santo en Pentecostés. Hacer presente en el tiempo y en la historia la misión que Jesús ha recibido del Padre “revelar el misterio del amor divino en plenitud”2. Razón por la cual el Papa Francisco nos recuerda:

“La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que

se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo.” La Iglesia «vive

un deseo inagotable de brindar misericordia». (MV 10)

“La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona.” La primera verdad de la Iglesia es el amor de

Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté

presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre.” (MV 12)

Este llamado del Papa constituye una fuerte invitación para concentrarnos en lo fundamental del Evangelio. Su palabra nos remece y nos hace sentir con nueva fuerza la seriedad de la convocatoria de los Padres Obispos en Aparecida, invitándonos a una profunda conversión personal y misionera. La nueva realidad cultural y social que está transformando los modos de sentir, pensar y actuar de los hombres

2 “Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. «Dios es amor» (1 Jn 4, 8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión...Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y respondía a sus necesidades más reales. (MV 8)


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y mujeres de hoy –que muchas veces prescinden de Dios– también necesita ser inflamada, acompañada y sanada por el amor misericordioso que Dios nos mostró en Jesucristo. Razón por la cual, el primer anuncio es una tarea que también debe ocupar parte de nuestros esfuerzos misioneros.

Como Iglesia de Santiago, acogemos con alegría filial este Año Santo de la Misericordia pues nos enriquece y compromete aun más en el camino que hemos ido realizando. Queremos ser una Iglesia en salida, una Iglesia misionera, una Iglesia que acoge la invitación del Papa Francisco de cuidar “la casa común”.

Al pensar en nuestro Año Pastoral 2016, parece oportuno repasar el itinerario recorrido3. Esto puede ayudarnos a enriquecer nuestra espiritualidad y nuestra concepción misionera. El objetivo durante este tiempo ha sido: anunciar y compartir con todos que Jesucristo es fuente de vida en abundancia.

En la Jornada de Planificación Pastoral de Agosto de 2014, hubo una clara conciencia, confirmada por el Pastor, de que la Arquidiócesis, durante el año 2015, debía continuar renovando su espíritu y su práctica misionera hasta llegar a ser una Iglesia en estado de misión permanente.

La invitación por parte del Santo Padre a vivir el Año de la Misericordia no hace otra cosa que llevarnos a profundizar en este camino misionero, ya que este camino misionero es salir al encuentro de aquellos hermanos que esperan el bálsamo del evangelio de la misericordia, del Cristo que nos refleja la voluntad salvadora del Padre.

Vicaría de Pastoral

3 En los Anexo I y II del presente documento, se pueden ver las definiciones tomadas en las Líneas Pastorales 2009 - 2012 y en las Acentuaciones 2014 respectivamente, que son la base de lo que hoy estamos intentando llevar a la práctica.



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ACENTOS PASTORALES 2016

La Bula Misericordiae Vultus (MV) del Papa Francisco, nos interpela profundamente y, podemos decir, que nos alegra el corazón a todos. En muchas oportunidades las dificultades que va presentando la vida, tienden a oscurecer la esperanza. Recuperar la certeza de la misericordia de Dios para con todos, produce paz.

Pero también, el mensaje del Papa nos confirma en los caminos que como Arquidiócesis hemos ido discerniendo: queremos ser discípulos misioneros de Jesucristo, en su Iglesia que busca ser madre de misericordia, que acoge y acompaña al estilo de Jesús, reflejando el amor misericordioso de Dios. Iglesia que sale al encuentro para anunciar y testimoniar a Jesús y su Reino; que va hacia las periferias geográficas y existenciales, hacia los excluidos y olvidados.

Esto nos desafía a estar atentos a la realidad que nos rodea, a “mirarla con los ojos de Jesús”, como lo hemos repetido incansablemente, a discernir y a actuar desde la misericordia como Jesús lo hacía.

Estos acentos pastorales son de largo aliento. Están enraizados en el corazón del evangelio de Jesucristo interpelando la realidad que nos toca vivir. Pero también sabemos que son un cambio en la manera de hacer pastoral que tradicionalmente veníamos desarrollando. Por eso, nuestra conversión misionera no siempre ha sido fácil. Es un camino que hemos emprendido y en el que debemos perseverar aprendiendo de lo que ha sido la experiencia de las comunidades. Cada comunidad, cada organismo pastoral está llamado a mirar su experiencia y desde allí dar nuevos pasos de conversión. Y, por supuesto, esto vale también para cada miembro de la Iglesia: laicos -hombres y mujeres, niños, jóvenes, adultos y ancianos-, miembros de institutos de vida consagrada, diáconos, sacerdotes y obispos. Porque ser discípulos misioneros de Jesucristo es un camino de vida que nos incluye a todos.

Somos Iglesia en proceso de conversión misionera, anunciando a Jesucristo y su Reino

que buscamos ser testigos de la misericordia de nuestro Dios,al servicio de todos, en especial de los que sufren.


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Este es un tiempo en que todos debemos crecer en Comunión Misionera para hacer presente la misericordia del Padre. “Hoy, más que nunca, el testimonio de comunión eclesial y la santidad son una urgencia pastoral. La programación pastoral ha de inspirarse en el mandamiento nuevo del amor”4

El Año Santo de la Misericordia es una gran oportunidad para que todos los miem-bros de la Iglesia de Santiago experimentemos la misericordia de Dios. ¡Tenemos tanto que pedir perdón! ¡Tenemos tanto que perdonar!... sólo nuestro corazón lo sabe. Sólo la misericordia de Dios podrá sanar nuestros pecados, nuestras rupturas y divisiones.

En este Año de la Misericordia debemos salir al encuentro del hermano, pedir perdón, perdonar y hacer camino juntos. Este es tiempo de Dios, tiempo de encuentro con aquellos que están lejanos y son nuestros prójimos.

En este Año de la Misericordia el Santo Padre nos ha animado a ocuparnos de nuestra casa común y en esta, nuestra casa común, estamos invitados a mejorar la convivencia con todos quienes la integran, con una mirada generosa y cálida, acogedora y coherente. Estas actitudes misioneras son propias del Reino que estamos llamados a construir, en todo y en nombre de Jesucristo.

La invitación es a vivir misericordiosamente con los más pobres y excluidos el amor que se nos regala, en especial con los adultos mayores solos; los migrantes que buscan en nuestra patria y comunidades una oportunidad de dignificación e integración social; los niños y niñas que crecen en nuestra casa común y esperan de sus mayores, protección, orientación, esperanzas y consejos sabios para integrarse sanamente a esta convivencia familiar, cívica y espiritual con valores sólidos, altura de miras y buenos ejemplo, que les permitirán enfrentar los cambios que afrontamos como sociedad e Iglesia en este tiempo nuevo y desafiante.

4 DA 368



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ALGUNAS ORIENTACIONES COMUNES

Misión PermanenteEstamos llamados a ser una Iglesia en estado de Misión Permanente que anuncia el Reino de la vida y el amor misericordioso de nuestro Dios. Esto implica que cada uno de nosotros, y cada comunidad de Iglesia, territorial o ambiental, está llamada a anunciar y testimoniar el evangelio de la misericordia como consecuencia normal de nuestra opción por Jesucristo.

En este tiempo misionero, queremos anunciar a Jesucristo, rostro de la misericordia del Padre. Él, en cada uno de sus gestos y palabras nos ha hecho partícipes de la acción misericordiosa del Padre, que nos sale al encuentro en su Hijo Jesucristo, quién se dona y ofrece gratuitamente. Jesús y su misericordia, se hacen palpables en el evangelio de Mateo: Mt 9, 36; Mt 14, 14; Mt 15, 30. Jesús tiene compasión y sana. Él revela en sus palabras y acciones al Padre como el Señor de la Misericordia, nos muestra a un Dios que no se deja vencer en el amor.

Casa de MisericordiaDesde Pentecostés, la Iglesia es en Cristo como un sacramento, y está llamada a ser casa de la misericordia. Por eso, cuando reflexiona, planifica o realiza la Misión, debiera tener presente y dejarse iluminar por lo que el Papa Francisco nos dice:

“La Iglesia «vive un deseo inagotable de brindar misericordia». Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia. Por una parte, la tentación de pretender siempre y

solamente la justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable; la Iglesia no obstante necesita ir más lejos para alcanzar

una meta más alta y más significativa.” (MV 10)


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Estas palabras del Papa Francisco constituyen el corazón de nuestra vida pastoral en la Iglesia y la razón por la cual continuaremos en el 2016 profundizando nuestro ser misionero, celebrando y viviendo el Año Santo de la Misericordia, no juzgando ni condenando, perdonando y amando en nombre de Jesucristo. Dando testimonio de nuestro Señor, sirviendo a nuestros hermanos, de manera particular a los más sufrientes. Este es un tiempo propicio para que, a imagen del Padre misericordioso de la parábola, vayamos al encuentro de los “hijos pródigos”, aquellos que se han alejado de nosotros o que quizás nosotros mismos hemos dejado de lado. Que nuestro lenguaje y gestos transmitan la misericordia de Dios que penetra en el corazón de las personas y las motiva a reencontrar el camino de vuelta al Padre.

El cuidado de la casa comúnLa última encíclica del Santo Padre “Laudato sí”, nos invita a poner nuestra mirada en la naturaleza que ha sido creada y es don de Dios. A entender nuestras relaciones con el medio natural y nuestra responsabilidad para cuidarlo, para que las próximas generaciones puedan disfrutar de las maravillas de Dios en lo creado.

El hombre y la mujer son parte de esta creación. Muchos de los dolores que afectan al hombre tienen que ver con el mal uso que hacemos de lo creado, nuestros hermanos migrantes son muchas veces el resultado de la injusticia en sus países de origen, de medios naturales que no han sido respetados y de relaciones personales deterioradas. En el Año de la Misericordia, este sería un gran desafío para nuestra Iglesia de Santiago.



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NUESTRO PERMANENTE SER MISIONEROEN EL AÑO DE LA MISERICORDIA

Nuestra Iglesia de Santiago está asumiendo con fuerza la llamada a la conversión misionera de la pastoral (DA 370) y en este camino es muy importante reconocer que los cambios no sólo se dan a nivel de actividades que involucran un programa pastoral, sino también a nivel de las actitudes, pues así podemos hacer un cambio paradigmático que afecte tanto el quehacer como el ser de cada cristiano.

El Año de la Misericordia es un tiempo propicio para que nuestro testimonio cristiano se haga más fuerte y eficaz, es “una nueva etapa en la evangelización de siempre” (MV4), una nueva oportunidad para todos los cristianos, de testimoniar con mayor entusiasmo y convicción la propia Fe.

Durante este año continuaremos con nuestra acción misionera, viviendo y dando testimonio de la misericordia del Señor. Será bueno insistir en el método misionero que hemos ido perfilando en estos años y que nos ayuda a seguir profundizando nuestra conversión misionera:

1. Mirar con los ojos de Jesús. Es decir, poner atención a lo que pasa en nuestro territorio y a nuestro alrededor, con la actitud y el corazón de Jesús.

2. Discernir según el Espíritu. Para descubrir en esa realidad lo que Él nos insinúa hacer.

3. Planificar según la realidad discernida. Para tener claridad en lo que nos proponemos hacer y en quién y cómo lo hará.

4. Actuar desde la misericordia. Sirviendo y acogiendo a todos, particularmente a los más abandonados de la sociedad, al hermano caído al borde del camino. Primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y celebrar (EG 24).

5. Evaluar lo que se hace. Para ir mejorando a partir de lo que la práctica nos va mostrando.


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Nuestro modo de hacer misión se realiza asumiendo las cuatro Mediaciones Eclesiales que, en la visibilidad de la Iglesia, hacen presente el Reino de Dios; ellas nos han ayudado a que nuestro camino pastoral sea armónico y procesual. Porque el anuncio, la celebración, el servicio y la vivencia comunitaria misionera manifiestan a Jesucristo que, por medio de la Iglesia, comunica y hace presente su salvación.

Comunión - comunidad - fraternidad - unidad -

comunicación - movimientos

Servicio - amor - caridad - promoción - educación -

liberación - solidaridad

Eucaristía - sacramentos - celebraciones - fiestas - oración - devociones - piedad popular

Palabra - anuncio - evangelización - catequesis -

predicación - Homilía

Un esquema de espiritualidad y trabajoen el Año de la Misericordia

Iglesia Comunión Misionera Iglesia en salida

KERIGMAProclamación de la palabra

Lectio divinaCatequesisFormación

Mirar con los ojos de JesúsAsumir la realidad con

espíritu de misericordiaIr a las periferias

KOINONIAVivencia y testimonio de

comuniónPreocupación efectiva por cada

miembro de la comunidad

Búsqueda de los alejadosPromover en la ciudad las

actitudes de comunión

LITURGIAEucaristía y Sacramentos con lenguaje adecuado, sentido

comunitario y misionero

Integrar en las celebraciones la realidad y las vivencias

misioneras

DIAKONIA

Obras de CaridadObras de misericordia

espirituales y corporalesEducación cívicaAdultos mayores

El cuidado de la “casa común”



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NUESTRO ITINERARIO PARA ESTE AÑO 2016

Asumir, en este tiempo de Misión, el Año de la Misericordia al que nos ha invitado el Papa Francisco, es una oportunidad providencial para reforzar nuestra conversión misionera.

Como una forma de ayudarnos en nuestro proyecto, presentamos un itinerario pastoral que nos ayudará a hacer realidad el esquema de trabajo propuesto anteriormente, desde las cuatro dimensiones de la Pastoral. Cada comunidad, a partir de él, hace su propia “bajada” de estas orientaciones, en fidelidad al espíritu común y respondiendo a las necesidades de cada comunidad.

I. Nos preparamos a vivir el Año Santo de la Misericordia

Nos preparamos para vivir el Año Santo de la Misericordia, que nos da la oportunidad de gozar del amor que el Padre de los cielos nos tiene y recordar que siempre la misericordia es más grande que cualquier pecado, nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona.

Nuestra preparación para vivir el Año Santo de la Misericordia propone varias acciones. En general, son de profundización espiritual y de planificación para el año 2016.

Octubre Puerta a Puerta - Mes misionero de la Familia.2015 Todas las comunidades y, de manera particular, las familias están

invitadas a realizar este Puerta a Puerta, en sus barrios, trabajos, colegios, etc compartiendo la Buena Noticia de este Año Santo de la Misericordia. Entregan el Subsidio con información del Año de la Misericordia, además de la oración.

17 octubre Peregrinación Santa Teresa de los Andes: dar testimonio, sentirse Iglesia joven entusiasta en la fe.


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01 noviembre Visita Cementerios: Día de todos los Santos Hacemos de este día un gran momento de misericordia, acompa-

ñando el recuerdo de nuestros seres queridos. (Diáconos - entrega subsidio)

08 noviembre MeS De MAríA Con el lema “María Madre de la Misericordia”, este mes será

una oportunidad para que nos preparemos de manera personal y comunitaria a este año Santo. Con actitud Misionera, celebremos este mes en todos los rincones de nuestros territorios parroquiales, colegios y trabajos comunicando la alegría de vivir y de recibir la misericordia de Dios.

21 noviembre La Alegría de ser Católico Será el momento de expresar nuestra alegría de ser Católicos y

manifestar nuestra fe en el Dios de la Vida y la Misericordia. Por la centralidad de Jesús cargado de misericordia y amor a los más pobres.

¿Cómo vamos a vivir el año de la Misericordia? Es la reflexión que todas las comunidades están invitadas a discernir durante este tiempo de preparación. La Vicaría Pastoral ofrecerá material de apoyo para ello.

Octubre ynoviembre

“Que en este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto

de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Que nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confrontar y

perdonar”. (MV 25)



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II. Con gozo, alegría y esperanza vivimos el Año de la Misericordia

La apertura de la Puerta Santa, tanto en Roma el 08 de diciembre como en nuestra diócesis el 13 de diciembre, será la oportunidad para confiarnos a la misericordia infinita de nuestro Señor. Por eso, durante este año será importante abrir nuestros corazones para que cada uno de nosotros atravesemos la Puerta Santa con la plena confianza de sabernos acompañados por la fuerza del Espíritu Santo. “El Espíritu Santo, que conduce los pasos de los creyentes para que cooperen en la obra de salvación realizada por Cristo, sea guía y apoyo del Pueblo de Dios para ayudarlo a contemplar el rostro de la misericordia” (MV 4).

Con este espíritu, asumimos también el tiempo de Navidad como una oportunidad para compartir con los que menos tienen y sufren. El nacimiento de Jesucristo es un don para cada uno de nosotros; que nuestra solidaridad nos haga ser don para nuestros hermanos.

08 diciembre Apertura Puerta Santa roma - Inicio Año de la Misericordia Nos vincularemos ese día con el Santo Padre, que abre la Puerta

Santa, realizando la oración del Año Santo en todas las misas que celebremos en Santiago.(pendón en cada parroquia).

13 diciembre Apertura Puerta Santa en Iglesia Catedral de Santiago 12:00 hrs. (III Domingo de Adviento) Por la mañana (12:00 hrs) se abrirá la Puerta Santa en la Iglesia

Catedral. Se trata de convocar a todos, en especial a los Consejos Pastorales y Agentes Pastorales, a vivir el simbolismo de atravesar la Puerta Santa y experimentar en la oración y celebración de los sacramentos, la misericordia de Dios. El signo de la apertura en la Iglesia Catedral será la Cruz de Chile de cada comunidad, que cruzará la Puerta Santa de la Arquidiócesis de Santiago.

Por la tarde, se replica en los Santuarios designados; cada uno de estos templos tendrá una puerta o pórtico por donde crucen los fieles.

Se inician las Peregrinaciones


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25 diciembre Celebración de Navidad “LA MISerICorDIA De DIoS Se hIzo CArNe” Los días de Navidad son siempre ocasión para salir al encuentro de

nuestros hermanos más necesitados. Es una oportunidad para que nuestras parroquias vivan la misericordia: Navidad en la calle, cajas de Navidad, cenas con personas con problemas de adicción, visitas a personas solas, etc.

4 al 15 eSCUeLAS De VerANoenero Formación en clave de: Misión, Misericordia, y creación de ambien-

tes sanos y seguros.

“Escuchemos la palabra de Jesús que ha señalado la misericordia como ideal de vida y como criterio de credibilidad de nuestra fe. “Dichosos los misericordiosos, porque encontrarán misericordia”

(Mt 5, 7) es la bienaventuranza en la que hay que inspirarse durante este Año Santo”. (MV 9)



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III. Experimentemos la Misericordia del Padre

Este tercer momento, está marcado por la Cuaresma, tiempo privilegiado para seguir profundizando en nuestro camino de conversión, y como Israel en el desierto, tener el oído atento a la Palabra de Dios: la lectio divina de las parábolas de la misericordia, las distintas experiencias orantes que tendemos en los retiros de este tiempo, las celebraciones de Semana Santa que siempre serán experiencia de gozo.

Los distintos momentos celebrativos de este tiempo nos ayudarán a experimentar el amor desbordante de Dios que quiere y busca nuestra salvación.

Las jornadas parroquiales, fiestas patronales, las fiestas de la comunidad misionera, quieren ser momentos comunitarios para sanar las heridas, para descubrir a los otros, para reforzar los lazos comunitarios y renovar la misión y la comunión misionera.

10 febrero Miércoles de Ceniza (envío Misioneros de la Misericordia) Con la celebración del Miércoles de Cenizas, se inicia el tiempo de

Cuaresma, un tiempo clave para el Año de la Misericordia. La Vicaría Pastoral proveerá material para vivir este tiempo (Subsidio de Cuaresma, Hojas del Domingo, Afiches dominicales).

11-12 24 horas para el Señor marzo Iniciativa del Santo Padre que estamos invitados a vivir el viernes y

sábado anterior al V domingo de Cuaresma.

12 marzo INICIo AÑo PASTorAL

19 marzo Adolescentes después de la Confirmación Encuentro del Señor Arzobispo con los jóvenes que, posteriormente,

realizan una acción concreta entorno al cuidado del medio ambiente (limpiar algún lugar de la ciudad, particularmente sucio, plantación de árboles, etc).


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20 al 27 Semana Santamarzo Se propone que en la Iglesia Catedral y en cada parroquia o unidad

pastoral, se realice un retiro de viernes o sábado Santo, donde se invite a participar a todos. El Departamento de Espiritualidad proveerá de algunos materiales para llevar adelante los retiros.

Durante el Jornadas Parroquiales año • FiestaPatronal • FiestadelaComuniónMisionera:idealmentearealizarseentiempo

Pascual. La Vicaría Pastoral proporcionará material para ello.

Las obras de Misericordia: espirituales y corporales • ProfundizaremoslaLectioDivina,particularmente,lasparábolasde

la Misericordia. • Invitacionesa,mejoraraspectosdelapastoraldecadacomunidad,

ampliando la compresión de su acción y la cobertura de estas.

“Así pues, la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de

un padre o una madre que se conmueven en lo mas profundo de sus entrañas por el propio hijo”. (MV 6)



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IV. La Comunidad anuncia y vive con gozo la Misericordia del Señor

Con la fiesta de Cuasimodo se inicia un gran período de anunciar la misericordia de Dios en la ciudad. El gozo de la Resurrección de Aquel que murió por nosotros, que resucitó y que subió a la derecha del Padre, nos anima para alabarlo y servirlo a Él en todos nuestros hermanos, de manera particular, en los que más sufren. El contemplarlo con sus llagas gloriosas sosteniendo la cruz victoriosa nos invita a vivir las obras de misericordia y, hacer de hospitales y cárceles lugares privilegiados del anuncio del amor de Dios.

Son las acciones de cada comunidad las que darán sentido a este Año de la Misericordia. Es también el tiempo en que se realizarán las peregrinaciones de cada comunidad a los Templos Jubilares.

02 abril Víspera de Cuasimodo El Arzobispo se reúne con los ministros de comunión, con quienes trabajan

con personas enfermas y postradas, encarceladas y con todas las formas de dolor humano.

Los convoca para una Lectio Divina y agradecerles sus servicios misioneros.

03 abril espiritualidad de la Misericordia (CUASIMoDo) El día de Cuasimodo, se propone ser un domingo en que la Iglesia de

Santiago se vuelca a los hospitales para visitar a los enfermos, a los postrados en sus casas, a los que están en las cárceles y así, hacer patente la misericordia del Señor.

17 abril Inicio Mes Vocacional: confirmar las distintas vocaciones en el servicio y el amor.

07 mayo JorNADA De LAICoS Profundizar la Espiritualidad de la Misericordia


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15 mayo PeNTeCoSTeS Pentecostés en el Año de la Misericordia tiene que ser una gran fiesta

de apertura al Don de Dios. El Señor nos quiere regalar su sabiduría, fortaleza, paciencia, fe… El fuego del Espíritu sellará en nosotros el amor de Dios y nos impulsará para ser hombres y mujeres en el mundo, que alumbran con gozo la vida de los hermanos.

19 mayo Jubileo Sacerdotes: dar gracias por la vida entregada por amor a Dios y a los hermanos.

29 mayo Corpus Christi: El Señor de la Misericordia se hace alimento para su pueblo y ese pueblo sale pleno a compartir el alimento recibido, como

buena noticia para ser compartida en acciones concretas, siendo buenos vecinos, buenos compañeros de trabajo, como gestos de la acción del Dios de la Misericordia en nosotros.

19-22 julio Semana Teológica: Laudato si y las implicancias pastorales en clave de misericordia. Año de la Misericordia: práctica pastoral y litúrgica del Sacramento de la Reconciliación.

26-31 julio Jornada Mundial de Jóvenes: Iglesia universal en clave de misericordia.

“Lo que movía a Jesús en todas las circunstancias no era sino la misericordia, con la cual leía el corazón de los interlocutores y

respondía a sus necesidades más reales” (MV 8)



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V. Testigos de la Misericordia del Padre

En nuestra patria el mes de agosto celebra el Mes de la Solidaridad. La figura del padre Hurtado se alza imponente como la de un padre de la Patria que amó profundamente en sus hermanos más necesitados al Dios de la misericordia.

Tomados de la mano del padre Hurtado, establezcamos como ley principal de nuestra patria el amor y la misericordia, que no nos gane nadie en el amor, que nuestra caridad sea creativa, y salga al encuentro de todos los que la necesitan, que sea un mes del gesto personal del amor y del gesto común de la misericordia.

Agosto Mes de la Solidaridad Vivir la Misericordia siguiendo el ejemplo del Padre: no juzgar, no

condenar, perdonar, amar sin medida. ¿Qué gran gesto o gestos puede realizar la Iglesia de Santiago en este

tiempo?

12 agosto Jubileo Diáconos: agradecimiento por la vocación de amor en el servicio y anuncio del evangelio, explicar este servicio eclesial. Pedimos por nuevas vocaciones.

“…donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin,

dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia”. (MV 12)


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VI. Nuestra comunidad VIVE y CELEBRA las obras de misericordia

En este tiempo queremos acentuar nuestra vivencia de las obras de misericordia, y al mismo tiempo, celebrarlas como frutos del Espíritu. La misión, el jubileo de los Catequistas, la peregrinación a Santa Teresa de los Andes, el mes de María , etc.

Septiembre Mes de la Patria obras de misericordia espirituales y corporales. Potenciar obras hacia nuestros hermanos y compatriotas, gestos

de cuidado de nuestra casa común, cuidado de nuestro entorno y de nuestras comunidades.

25 septiembre Procesión del Carmen - Jubileo de la espiritualidad Mariana: re encantar el sentido mariano y caminante de nuestro pueblo, con alegría y cercanía.

Octubre Mes de la Familia: momento de reflexión y formación en torno a los temas de la familia.

01 octubre Jubileo de los Catequistas: encuentro de acción de gracias.

15 octubre Peregrinación al Santuario de santa Teresa de los Andes

Noviembre Mes de María

06 noviembre Jubileo de los Privados de libertad

20 noviembre CoNCLUSIÓN AÑo SANTo (Cristo Rey)



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ANEXO I:

Opciones de la Iglesia de Santiago en sus “Líneas Pastorales 2009 - 2012”

Recordemos los lineamientos que nos trazaron el camino que estamos recorriendo para vivir en “Misión Continental”, como la llamó Aparecida:

La Misión Continental tiene dos objetivos generales:

a. Implorar un nuevo Pentecostés, de modo que el Espíritu Santo despierte en la Iglesia de América Latina y el Caribe un vigoroso espíritu misionero, y la Iglesia viva en misión permanente (ver DA 551).

b. Además, y con igual prioridad, quiere entregarle al pueblo de Dios toda la riqueza de las orientaciones pastorales, de la pedagogía y del espíritu de Aparecida, no sólo de manera intelectual, sino también como una experiencia profunda del don de Dios recibido.

Si integramos ambos contenidos, podemos decir que la Misión Continental:

a. Persigue una meta clara: una Iglesia en que todos sus miembros sean misioneros, y sus comunidades y estructuras, sean casas y escuelas de comunión misionera, en las cuales ellos vivan en comunión, se formen, y partan, conscientes de ser enviados en misión permanente.

b. Esta meta tiene un propósito evangelizador: la vida en Cristo de nuestros pueblos. En efecto, para la vida del mundo queremos ser y formar misioneros.

c. Además tiene un punto de partida: el encuentro con Jesucristo vivo, tanto al inicio del proceso como en todo momento.

d. La opción pastoral de Aparecida tiene un cauce: ser discípulos misioneros de Jesucristo y formar discípulos misioneros de Jesucristo en la comunión de la Iglesia.

Estamos ante un camino de conversión personal, comunitaria y pastoral que nos incluye a todos: laicos –hombres y mujeres, niños, jóvenes, adultos y ancianos-, miembros de institutos de vida consagrada, diáconos, sacerdotes y obispos.


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Este itinerario de fe lo queremos recorrer:

4 Con el espíritu de comunión con Dios y entre nosotros, que caracterizó las jornadas de oración y trabajo de Aparecida. Bien sabemos que los frutos de la Misión dependen de la acción del Espíritu Santo. Por eso, caracterizará la Misión Continental la oración unánime, con María, la Madre de Jesús, implorando en comunión la gracia de un nuevo Pentecostés.

4 Mirando de frente las tendencias de nuestro tiempo. Queremos aplicar el método “ver, juzgar y actuar”, asumiendo la modalidad

propia de Aparecida, es decir,

a) “viendo” con una mirada creyente que encuentra en la realidad a Dios, la realidad fundante, que descubre en ella su obra y las obras nuestras, colaborando con Él o trabajando contra su plan de salvación;

b) haciendo un discernimiento profundo de cuanto vemos, vale decir, “juzgando” con los criterios de Jesucristo;

c) y “actuando” como instrumentos inspirados y guiados por el Espíritu Santo, en la transformación del mundo, la que es urgente y necesaria. Como asimismo, dando un gran espacio en nuestra vida a la alabanza, la gratitud y la contemplación, porque nos hemos encontrado con Dios y con su acción en la historia.

4 Esta manera de mirar la historia, conscientes de tantos dones de Dios -comenzando con la venida del Emmanuel a manifestarnos su amor hasta el extremo, siguiendo con la presencia de la Virgen María y de los santos, y con tantos otros dones de su amor- nos lleva a prolongar el espíritu del Magnificat, y nos hace misioneros “por desborde de gratitud y alegría” (DA 14; ver DA 145, 364 y 549).

Nuestro lema orientador para el periodo fue: “DISCÍPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTO AL SERVICIO DE LA VIDA”



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ANEXO II:

Opciones misioneras del año 2014

Ese año, nuestra Arquidiócesis, liderada por su Arzobispo, Mons. Ricardo Ezzati, tomó importantes decisiones pastorales que orientarían la conversión misionera de nuestra Iglesia. Esas orientaciones se retomaron en el 2015 con algunos nuevos aportes y son la base de lo que se plantea para este año 2016. Por eso resumimos esas opciones misioneras:

4 Fortalecer la espiritualidad misionera de todos los miembros de la Iglesia, tanto consagrados como laicos.

4 Elaborar y poner en práctica en cada comunidad un plan misionero que surja de la mirada creyente y sistemática de la propia realidad, de las orientaciones y caminos misioneros discernidos por la Arquidiócesis. Vale decir:

- Ser una Iglesia que es Madre de Misericordia que acoge y acompaña al estilo de Jesús, reflejando el amor misericordioso de Dios.

- Ser una Iglesia que sale al encuentro de los demás para anunciar y testimoniar a Jesús y su Reino.

- Ser una iglesia que va hacia las periferias geográficas y existenciales a encontrase, como Jesús, con los excluidos y olvidados.


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4 Siguiendo a Aparecida, estas opciones nos llevaron a proponernos una verdadera conversión metodológica para la misión:

• Poneratenciónalarealidad:miraryescucharconlaactitudyelcorazón de Jesús

• DiscernirsegúnelEspíritu• Planificarsegúnlarealidaddiscernida• Actuardesdelamisericordia(1)

• Evaluarparaaprenderymejorar

(1) Este punto lo explicitamos en el 2015. Lo insertamos aquí para una mejor comprensión del conjunto.

4 Asimismo, definimos nuevos énfasis en nuestras relaciones eclesiales. Lo expresamos así:

a. Cada comunidad eclesial define su propio plan misionero tomando en cuenta:• lasorientacionesdenuestroArzobispo,• larealidaddesusector• ylasposibilidadesdesusAgentesPastorales.

b. Las mediaciones pastorales las vivimos con espíritu misionero• ElanunciodelaPalabra• Laliturgia• Lavidacomunitaria• Elservicio

c. La parroquia es el centro de coordinación de la pastoral misionera de su sector, coordinando Santuarios, Movimientos, Colegios y Centros de Educación Superior del territorio.

d. el decanato está llamado a ser un espacio de enriquecimiento misionero. Lugar de reflexión y opciones misioneras comunes.


Oración Año de la MisericordiaSeñor Jesucristo,

tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura;

hizo llorar a Pedro luego de la traición,y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:

¡Si conocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padre invisible,del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la

misericordia:haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti,

su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidadpara que sientan sincera compasión

por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:haz que quien se acerque a uno de ellos

se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unciónpara que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor

y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobresproclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos

y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén.


Misericordiosos COMO EL PADRE”2017/01/17 · el Santo Padre nos convoca en el año 2016 a vivir...

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