Mijail Bakunin El Programa de La Alianza Para La Revolucion Internacional

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Mijaíl Bakunin El programa de la Alianza para la Revolución Internacional 1871

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anarquismo teorico

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  • Mijal Bakunin

    El programa de la Alianza parala Revolucin Internacional

    1871

  • 2I. La negacin de Dios y del principio de autoridad divina y humana, as comode cualquier forma de tutela de un hombre sobre otros. Aun cuando dicha tutela seestablezca sobre personas adultas carentes por completo de instruccin, o sobrelas masas ignorantes, y se ejerza en nombre de principios superiores, o inclusode razones cientcas esgrimidas por un grupo de individuos de reconocido nivelintelectual, o por cualquier clase, en cualquier caso, terminar por formarse unaespecie de aristocracia intelectual, aborrecible y perniciosa en extremo para lacausa de la libertad.

    Nota 1. El conocimiento positivo y racional es la nica luz que ilumina el caminodel hombre hacia el reconocimiento de la verdad y la regulacin de su compor-tamiento y de su relacin con la sociedad que le rodea. Pero ese conocimientoest sujeto a error, e incluso si no fuera as, constituira un atrevimiento intentargobernar a los hombres en nombre de dicho conocimiento en contra de su vo-luntad. En una sociedad verdaderamente libre solamente se pueden reconocer alconocimiento dos derechos, que constituyen al mismo tiempo dos deberes:primero,el de la crianza e instruccin de las personas de ambos sexos, igualmente accesibley obligatoria para todos los nios y adolescentes hasta su mayora de edad, fechaa partir de la cual deber cesar su tutela; segundo, el de la difusin de ideas y desistemas de ideas basados en las ciencias exactas y el de intentar, con ayuda deuna propaganda totalmente libre, que esas ideas conguren las convicciones dela humanidad.

    Nota 2. Si bien rechazamos tajantemente cualquier tipo de tutela (en cualquierforma que se presente) que el intelecto cultivado por el conocimiento y la ex-periencia prctica, humana y mundana pueda intentar establecer sobre lasmasas ignorantes, estamos muy lejos de negar la inuencia natural y bencadel conocimiento y la experiencia sobre las masas, siempre que dicha inuenciase ejerza de manera simple, mediante la incidencia natural de las inteligenciassuperiores en las inferiores, y a condicin asimismo de que esa inuencia no estinvestida de ninguna autoridad ocial ni conlleve ningn privilegio de tipo socialo poltico, pues ambas cosas provocan por un lado la esclavizacin de las masas ypor el otro la corrupcin, desintegracin y embotamiento intelectual de los quedetentan tales poderes.II. La negacin del libre albedro y del derecho de la sociedad a aplicar castigos,

    pues todo ser humano, sin ninguna excepcin, no es ms que un producto in-voluntario del medio natural y social. Hay cuatro causas fundamentales de lainmoralidad humana: 1) La falta de una higiene y una educacin racionales; 2) Ladesigualdad de las condiciones econmicas y sociales; 3) La ignorancia de las masasque se deriva naturalmente de esta situacin; 4) Y la consecuencia inevitable de esascondiciones, la esclavitud.

  • 3El castigo debe ser sustituido por una educacin racional, una instruccin ade-cuada y la organizacin de la sociedad sobre la base de la libertad y la justicia.Durante el periodo de transicin, ms o menos prolongado, en el que la sociedadtenga que defenderse de los individuos incorregibles (no criminales, sino peligro-sos), nunca se aplicar a stos otra forma de castigo ms que el de apartarlos delmbito en el que la sociedad ejerce su proteccin y solidaridad, es decir, el deexpulsarlos.III. La negacin del libre albedro no implica la negacin de la libertad. Por

    el contrario, la libertad constituye el corolario o resultado directo de la necesidadnatural y social.

    Nota 1. El hombre no es libre respecto de las leyes de la Naturaleza, que sonel fundamento primario y la condicin necesaria de su existencia. Le invaden ydominan del mismo modo que invaden y dominan todo cuanto existe. Nada puedesalvarle de su fatal omnipotencia, y cualquier intento suyo de rebelarse contraellas conducir simplemente al suicidio. Pero, gracias a la facultad inherente ala naturaleza humana, en virtud de la cual llega a conocer su medio y aprendea dominarlo, el hombre puede librarse gradualmente de la hostilidad natural yaplastante del mundo exterior, fsico y social, con la ayuda del pensamiento, elconocimiento y la aplicacin del primero al impulso volitivo, es decir, con la ayudade su voluntad racional.

    Nota 2. El hombre representa el ltimo eslabn, el ms alto nivel en la escalacontinua de los seres que, desde los elementos ms simples hasta el ser humano,forma el mundo que conocemos. Es un animal que, gracias al desarrollo superiorde su organismo, en especial del cerebro, posee las facultades del pensamientoy la palabra; y ah radican las diferencias que le separan de todas las demsespecies animales, hermanas suyas, ms antiguas en edad, pero ms jvenes enfacultades mentales. No obstante, la diferencia es enorme y es la nica causa delo que llamamos nuestra historia, cuyo sentido puede describirse brevementecon las siguientes palabras: El hombre comienza en la animalidad para llegar a lahumanidad, es decir, a la organizacin de la sociedad con la ayuda de la ciencia, elpensamiento consciente, el trabajo racional y la libertad.

    Nota 3. El hombre es un animal social, al igual que muchos otros animales queaparecieron sobre la tierra antes que l. No crea la sociedad mediante un pacto libre,sino que nace en medio de la sociedad y no podra vivir como un ser humano fuerade ella: ni siquiera podra llegar a ser un hombre, ni hablar, pensar, desear o actuarde forma racional. Comoquiera que es la sociedad la que conforma y determinasu esencia humana, el hombre depende de ella tan completamente como de lanaturaleza fsica, y no existe un solo genio que est libre de su dominio.

  • 4IV. La primera ley humana es la solidaridad social; la segunda es la libertad.Ambas son interdependientes e inseparables entre s, constituyendo de ese mo-do la esencia misma de la humanidad. As, pues, la libertad no es la negacinde la solidaridad; por el contrario, representa el desarrollo y, por as decirlo, lahumanizacin de aqulla.V. La libertad no signica la independencia del hombre respecto de las leyes

    inmutables de la naturaleza y de la sociedad. Es, en primer lugar, la capacidad queel hombre tiene de emanciparse gradualmente de la opresin del mundo fsicoexterior, con ayuda del conocimiento y de trabajo racional, y, adems, signica elderecho del hombre a disponer de s mismo y a actuar de acuerdo a sus propiasopiniones yconvicciones, derecho que se opone a las exigencias autoritarias ydespticas de cualquier otro hombre, grupo, clase o sociedad global.

    Nota 1. No hay que confundir las leyes sociolgicas, llamadas tambin leyes desiologa social, que son tan inmutables y necesarias para cada hombre como lasleyes de la Naturaleza fsica, pues son tambin, en esencia, leyes fsicas, con lasleyes polticas, criminales y civiles que, en mayor o menor medida, son un reejode la moral, costumbres, intereses y opiniones dominantes en una determinadapoca, sociedad o sector de la misma, es decir, en una clase aislada de la sociedad.Es lgica que, al ser reconocidas por la mayora o incluso solamente por la clasedirigente, ejercen una inuencia poderosa sobre todos los individuos. La inuenciaser benca o perjudicial segn el carcter de las normas, pero en relacin conla sociedad, no es justo ni til que se les impongan a nadie por la fuerza, porel ejercicio de la autoridad, y en contra de las convicciones del individuo. Esemtodo de imponer las leyes implicara un intento de violar la libertad, la dignidadpersonal o la misma esencia humana de los miembros de la sociedad.VI. La sociedad natural, en la que nace todo hombre y fuera de la cual nunca

    podra convertirse en un ser racional y libre, se humaniza slo en la medida en quetodos los hombres que la forman se hacen, individual y colectivamente, libres enun grado cada vez mayor.

    Nota 1. Para todo hombre que vive en un medio social, la libertad personalsignica no ceder en su pensamiento o voluntad ante ninguna autoridad que nosea su propia razn o su propia idea de la justicia; en otras palabras, no reconocerotra verdad que aquella a la que l mismo ha llegado y no someterse a otra ley queno sea la aceptada por su propia conciencia. Y esa es la condicin indispensablepara que se respete la dignidad humana, el incontestable derecho del hombre, elsmbolo de su humanidad.

    La libertad colectiva signica vivir entre personas libres y ser libre en virtudde la libertad de ellas. Como ya hemos sealado, el hombre no puede convertirseen un ser racional, con una voluntad dotada de racionalidad (y, por tanto, nopuede alcanzar la libertad individual) fuera de la sociedad y sin ayuda de sta.

  • 5Por consiguiente, la libertad de cada uno es el resultado de la solidaridad general.Pero si reconocemos esa solidaridad como base y condicin de la libertad de todoindividuo, se hace evidente que un hombre que viva entre esclavos, incluso encalidad de dueo de ellos, se convertir necesariamente en esclavo de ese estadoreesclavitud, y que slo si se emancipa de l se har libre.

    De ese modo, tambin la libertad de todos es indispensable para mi propialibertad. De aqu se sigue que sera falso mantener que la libertad de todos cons-tituye un lmite para la ma, pues eso sera negarla. Por el contrario, la libertadgeneral representa la armacin necesaria y la expansin ilimitada de la libertadindividual.VII. La libertad individual de cada hombre se realiza y hace posible solamente

    mediante la libertad colectiva de la sociedad de la que forma parte el hombre envirtud de una ley natural e inmutable.

    Nota 1. La libertad, al igual que la humanidad, de la que es la ms pura expresin,representa el momento nal y no el comienzo de la historia. La sociedad humana,como ya hemos indicado, comienza con la animalidad. Los pueblos primitivos ylos salvajes tienen su humanidad y sus derechos humanos en tan poca estima quecomienzan or devorarse los unos a los otros, costumbre que, por desgracia, siguepracticndose ampliamente. El segundo estadio del desarrollo de la humanidades la esclavitud. El tercero, dentro del cual estamos viviendo ahora, es la etapade explotacin econmica, del trabajo asalariado. La cuarta etapa, hacia la cualcaminamos, y a la que es de esperar nos estemos aproximando ya, ser la pocade la justicia, de la libertad y de la igualdad, la poca de la solidaridad mutua.

    VIII. El hombre primitivo en estado de naturaleza se convierte en un hombre libre,se humaniza y se transforma en un agente libre y sujeto moral; en otras palabras,se hace consciente de su humanidad y se percata en s mismo y por s mismo de supropio aspecto humano y de los derechos de sus congneres. En consecuencia, elhombre debe desear la libertad, moralidad y humanidad de todos los hombres eninters de su propia humanidad, de su propia moralidad y de su libertad personal.

    IX. As pues, el primer deber del hombre es el respeto por la libertad de los dems.La nica virtud consiste en amar esa libertad y servirla. Esa, y no otra, es la base detoda moralidad.

    X.Al ser la libertad el resultado y la expresin ms evidente de la solidaridad, esdecir, de la reciprocidad de intereses, slo puede llegar a realizarse en condicionesde igualdad. La igualdad poltica slo puede basarse en la igualdad econmica ysocial. La justicia no es otra cosa que la realizacin de la libertad por medio de laigualdad.

    XI. Comoquiera que el trabajo es la nica fuente del valor, de la utilidad y de lariqueza en general, el hombre, que es ante todo un ser social, debe trabajar paravivir.

  • 6XII. Solamente el trabajo asociado, es decir, organizado de acuerdo con losprincipios de reciprocidad y cooperacin, se adecua a la tarea de preservar laexistencia de una sociedad amplia y con un cierto grado de civilizacin. La civi-lizacin, sea cual fuere su naturaleza, slo puede crearse por medio del trabajoorganizado y asociado de esa forma. La razn de la productividad ilimitada deltrabajo humano consiste, en primer lugar, en aplicar en mayor o menor gradola razn cientcamente desarrollada (que, a su vez, es el producto del trabajoya organizado) y tambin en la divisin del trabajo, pero a condicin de que, elmismo tiempo, combine o asocie ese trabajo dividido.

    XIII. El fundamento de todas las iniquidades histricas, de todos los privilegiospolticos y sociales, y aquello en lo que en ltimo trmino se resuelven, es laesclavizacin y explotacin del trabajo organizado en benecio del ms fuerte(ya se trate de naciones conquistadoras, clases o individuos). Esa es la verdaderacausa histrica de la esclavitud, la servidumbre y el trabajo asalariado, as comode la propiedad privada y hereditaria.XIV. Desde el momento en que los derechos de propiedad toman carta de

    naturaleza, la sociedad se divide necesariamente en dos partes: de un lado lospropietarios, minora privilegiada que explota el trabajo obligatorio y organiza-do, y de otro los millones de proletarios, sojuzgados como esclavos, siervos oasalariados. Algunos, gracias al ocio basado en la satisfaccin de las necesidadesy en el bienestar material, tienen a su disposicin los ms altos benecios de lacivilizacin, la cultura y la educacin, mientras que otros, los millones de personasdel pueblo, estn condenados al trabajo obligatorio, a la ignorancia y a la perpetuaescasez.

    XV. La civilizacin de lasminoras se basa, por tanto, en la barbarie impuesta a lagran mayora. En consecuencia, los individuos que en virtud de su posicin socialdisfrutan de toda suerte de privilegios polticos y sociales, y todos los propietarios,son en realidad los enemigos naturales, los explotadores y los opresores de la granmasa del pueblo.XVI. Comoquiera que el ocio privilegio de las clases dirigentes es nece-

    sario para el desarrollo de la mente, y debido a que el desarrollo del carcter yla personalidad exigen asimismo un cierto grado de bienestar y libertad de movi-mientos y de actividad, es muy natural que las clases dirigentes hayan demostradoser ms civilizadas, inteligentes, humanas y, hasta cierto punto, ms morales quela gran masa del pueblo. Pero como, por otra parte, la inactividad y el goce detoda clase de privilegios debilita el cuerpo, hace morir los afectos y extrava elespritu, es evidente que, ms tarde o ms temprano, las clases privilegiadas estndestinadas a hundirse en la corrupcin, la torpeza y el servilismo, fenmeno delque estamos siendo testigos en la actualidad.

  • 7XVII. Por otra parte, el trabajo obligatorio y la absoluta falta de ocio condenana la barbarie a la gran masa del pueblo. No pueden fomentar ni mantener por smismos su propio desarrollo mental, ya que, debido a la herencia de su ignorancia,son los representantes de la clase burguesa los que se ocupan exclusivamente demanejar los elementos racionales del trabajo que ellos hacen (la aplicacin dela ciencia y la combinacin y direccin de las fuerzas productivas). A las masasatontadas, en el pleno sentido del trmino, por su agotadora y esclavizante faenadiaria, solamente se les encomienda la parte muscular, irracional y mecnica deltrabajo, que se hace todava ms estupidizante con la divisin del mismo.

    Pero, a pesar de todo ello, y gracias a la prodigiosa fuerza moral inherente altrabajo, debido a que al pedir justicia, libertad e igualdad para ellos, los trabaja-dores lo piden para todos; al no existir otro grupo social (con excepcin de lasmujeres y los nios) cuya situacin en el mundo sea ms degradante; comoquieraque han disfrutado muy poco de la vida y, por tanto, no han abusado de ella, lo quesignica que no han llegado al hasto, y tambin debido a que, sin embargo, porcarecer de instruccin poseen la enorme ventaja de no haber sido corrompidos nimalformados por los intereses egostas y la falsedad propiciados por la propensinal consumo, y por tanto, han mantenido intacta su energa natural, en tanto quelas clases privilegiadas se hunden, debilitan y degeneran cada vez ms, resultaque solamente los trabajadores creen en la vida, nicamente ellos aman y deseanla verdad, la libertad, la igualdad y la justicia y a ellos slo pertenece el futuro.

    XVIII. Nuestro programa socialista exige y debe exigir irrenunciablemente:

    1. La igualdad poltica, econmica y social de todas las clases y todos los pueblosde la tierra.

    2. La abolicin de la propiedad hereditaria.3. La apropiacin de la tierra por las asociaciones agrcolas, y del capital y de

    todos los medios de produccin por las asociaciones industriales.4. La abolicin del ordenamiento jurdico de la familia patriarcal, basado exclu-

    sivamente en el derecho a heredar la propiedad, as como la equiparacin delos derechos polticos, econmicos y sociales del hombre y de la mujer.

    5. La crianza y educacin de los nios de ambos sexos hasta su mayora de edad,entendindose que la formacin cientca y tcnica, en la que se incluyen losniveles ms altos de formacin, ser igual y obligatoria para todos.

    La escuela reemplazar a la iglesia y har innecesarios los cdices penales, lospolicas, los castigos, la prisin y los verdugos.

    Los nios no son propiedad de nadie; no pertenecen a sus padres, ni siquiera ala sociedad. Pertenecen solamente a su propia libertad futura.

  • 8Pero, en los nios, esa libertad no es real todava. Est solamente en potencia,pues la libertad real, es decir, la plena conciencia de ella y su realizacin en cadaindividuo, basada en el sentimiento de la propia dignidad y en un autntico respetopor la libertad y la dignidad de los dems, es decir, en la justicia, solamente puededesarrollarse en el nio en virtud de la formacin racional de su mente, su carctery su voluntad racional.

    De aqu se deduce que la sociedad, cuyo futuro depende totalmente de la educa-cin adecuada de los nios y que, por tanto, tiene no slo el derecho, sino tambinel deber e cuidarse de ellos, ser el nico tutor natural de los nios de ambossexos. Y dado que, como resultado e la futura abolicin de la herencia, la sociedadse convertir en la nica heredera, uno de sus principales deberes ser facilitarlos medios necesarios para el mantenimiento y educacin de los nios de ambossexos, sea cual sea su origen o su familia.

    El derecho de los padres se reducir a amarlos y a ejercer sobre ellos la nica au-toridad compatible con ese cario, siempre que no vaya en contra de la moralidad,del desarrollo mental y de la futura libertad de los nios.

    El matrimonio est destinado a desaparecer como acto civil o poltico, lo mismoque toda inferencia de la sociedad en cuestiones amorosas. El cuidado de losnios ser encomendado (de una forma natural y no legalmente) a la madre, quedisfrutar de ese privilegio bajo la supervisin racional de la sociedad.

    Como los menores de edad, especialmente los nios, son en gran medida in-capaces de razonar y de dirigir conscientemente sus actos, elprincipio de tutela yautoridad, que ser eliminado de la vida social, seguir encontrando una esferade aplicacin en la educacin de los nios. Sin embargo, esa autoridad y tuteladebern ser verdaderamente humanas y racionales y totalmente ajenas a los frenosteolgicos, metafsicos y legales. Habr que comenzar aceptando la premisa deque, desde su nacimiento, ningn ser humano es bueno o malo, y que la bondad,es decir, el amor a la libertad, la conciencia de la justicia y de la solidaridad, elculto, o ms bien el respeto, a la verdad, la razn y el trabajo, solamente puedendesarrollarse en los hombres mediante una educacin racional. Por tanto, insisti-mos en que el nico objetivo de esa autoridad serpa preparar a los nios para lamxima libertad. Este objetivo slo podr alcanzarse mediante la autoeliminacingradual de la autoridad para dar paso a la libre actividad de los nios a medidaque se aproximan a la madurez.

    La enseanza deber comprender todas las ramas de l ciencia, la tcnica y elconocimiento de la artes. Deber ser a la vez cientca y profesional, general, obli-gatoria para todos los nios y especial (de acuerdo con los gustos e inclinacionesde cada uno de ellos) para que todo joven y toda muchacha que dejen la escuelaal hacerse mayores de edad estn preparados para desempear una labor manualo mental.

  • 9Una vez liberados de la tutela de la sociedad, sern libres para ingresar o no encualquiera de las asociaciones laborales. Sin embargo, se vern obligados a hacerlo,ya que con la abolicin del derecho de herencia y la transferencia de toda la tierra,el capital y los medios de produccin a manos de la federacin internacionalde asociaciones de trabajadores libres, no habr lugar ni oportunidad para lacompetencia, es decir, para la existencia del trabajo aislado.

    Nadie podr explotar el trabajo de los dems; todos tendrn que trabajar paravivir. Y todo el que no quiera trabajar se morir de hambre, a menos que logreencontrar una asociacin o comunidad que le alimente por consideracin o lstima.Pero en ese caso no sera justo que se le concediera ningn derecho poltico, puestoque, a pesar de ser un hombre sano, ha preferido la vergonzosa situacin de vivira expensas de otros; los derechos sociales y polticos se basarn nicamente en eltrabajo aportado por cada uno.

    Sin embargo, durante ese perodo de transicin, la sociedad tendr que hacerfrente al problema de los individuos (y por desgracia habr muchos) que hayancrecido dentro del sistema actual de injusticia organizada y de privilegios espe-ciales y a los que no se les educ en la necesidad de la justicia y de la verdaderadignidad humana, as como en el respeto y el hbito del trabajo. Con respectoa esas personas, la sociedad revolucionaria o revolucionada, se hallar ante undifcil dilema: tendr que obligarles a trabajar, lo que constituira un despotismo,o que dejarse explotar por los ociosos, lo que sera una nueva esclavitud y unafuente de corrupcin en la sociedad.

    En una sociedad organizada de acuerdo con los principios de igualdad y justicia,como fundamentos de la verdadera libertad, en la que se d una organizacinracional de la educacin y una presin de la opinin pblica que, al basarse en elrespeto al trabajo, despreciar necesariamente a los ociosos, ser imposible la ocio-sidad y el parasitismo. Al convertirse en excepciones raras, los casos de ociosidadse considerarn como enfermedades especiales que requieren tratamiento clnico.Solamente los nios (hasta que alcancen un cierto grado de fortaleza, y ms tarde,slo en medida en que haya que darles tiempo para adquirir conocimientos y noconvenga sobrecargarlos de trabajo), los invlidos, los ancianos y los enfermosestarn exentos de trabajar sin que ello vaya en menoscabo de la dignidad denadie o entorpezca los derechos de los hombres libres.XIX. En inters de su radical y total emancipacin econmica, los trabajadores

    debern exigir la abolicin completa y denitiva del Estado y de todas sus institucio-nes.

    Nota 1. Qu es el Estado? Es la organizacin histrica de la autoridad y latutela, divina y humana, ejercidas sobre la masa del pueblo en nombre de algunareligin, o de la presunta capacidad excepcional y privilegiada de una o varias

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    clases propietarias, en detrimento de la gran masa de trabajadores cuyo trabajoobligatorio es explotado cruelmente por dichas clases.

    Tambin la conquista, que se convirti en el fundamento del derecho de pro-piedad y de herencia, constituye la base de todo Estado. Se llama derecho a laexplotacin legalizada del trabajo de las masas en benecio de un cierto nmerode propietarios (la mayora de los cuales son cticios, existiendo en realidad so-lamente un pequeo nmero de ellos), consagrada por la Iglesia en nombre deuna falsa divinidad que siempre ha estado del lado de los ms fuertes y listos. Sellama civilizacin al desarrollo de la prosperidad, la comodidad, el lujo y la sutily deformada inteligencia de las clases privilegiadas (desarrollo que est enraizadonecesariamente en la miseria e ignorancia de la gran mayora de la poblacin);se llama Estado a la organizacin que garantiza la existencia del conjunto deiniquidades histricas.

    En consecuencia, los trabajadores deben desear la destruccin del Estado.Nota 2. El Estado, que se apoya necesariamente en la explotacin y esclavizacin

    delas masas y que, como tal, oprime y atropella todas las libertades del pueblo ycualquier forma de justicia, es por fuerza brutal, conquistador, predatorio y rapazen sus relaciones con el exterior. El Estado (cualquiera de ellos, ya se trate de unamonarqua o de una repblica) es la negacin de la humanidad, y lo es porque,al mismo tiempo que considera el patriotismo de sus sbditos como el ms altoy absoluto de sus objetivos, y coloca, de acuerdo con sus principios, por encimade todos los intereses del mundo su propia conservacin, su propio poder dentrode sus fronteras y su expansin hacia el exterior, niega los intereses privados yderechos humanos de sus sbditos, as como los derechos de los dems pases. Y,en consecuencia, el Estado viola la solidaridad internacional entre los pueblos ylos hombres, colocndolos fuera de la justicia y de la humanidad.

    Nota 3. El Estado es el hermano pequeo de la Iglesia y no se pueden encontrarotras razones para su existencia que no sean las teolgicas o metafsicas. Al ser porsu esencia contrario a la justicia humana, ha de buscar su racionalidad en la ccinteolgica o metafsica de la justicia divina. En el mundo antiguo se desconocapor completo el concepto de nacin o sociedad, o ms bien la segunda estaba porcompleto esclavizada y absorbida por aqul y cada Estado derivaba su origen yderecho especial a la existencia y denominacin de alguna divinidad o divinidadesa las que consideraba sus exclusivos protectores. En el mundo antiguo se haciaabstraccin del hombre como individuo; se careca del concepto de humanidad.Solo existan sbditos. Por ello, en su civilizacin la esclavitud se consideraba unfenmeno natural y el fundamento necesario para el bienestar de sus sbditos.

    Cuando el cristianismo acab con el politesmo y proclam la existencia de unsolo Dios, los Estados tuvieron que recurrir a los santos del parasmo cristiano, ycada Estado catlico tena uno o varios santos patrones, defensores e intercesores

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    suyos ante Dios, que, a veces, no puede por menos de haberse encontrado en unasituacin embarazosa. Pero, adems, cada Estado necesita tambin declarar queel propio Dios le protege de una forma especial.

    La metafsica y la ciencia del derecho, basada aparentemente en una idea metaf-sica, pero apoyada en realidad en los intereses de las clases propietarias, intentarontambin descubrir una base racional que explicara la existencia del Estado. Re-currieron a la ccin del pacto o contrato general y tcito, o a la de la justiciaobjetiva y el bien general de aquellos a los que se supona que representaba elEstado.

    Segn los jacobinos demcratas, el Estado tiene lamisin de conseguir el triunfode los intereses generales colectivos de los ciudadanos sobre los intereses egostasde los individuos, los municipios y las regiones. El Estado es la justicia universal yla razn colectiva que triunfa sobre el egosmo y la estupidez de los individuos. Esla armacin de la insignicancia y la irracionalidad de cada individuo en nombrede la sabidura y la virtud de todos, de la libertad colectiva y en general, que enrealidad slo es una simple abstraccin deducida de la negacin o la limitacin delos derechos de los individuos aislados y basada en la esclavitud real de cada uno.

    Como toda abstraccin slo puede existir en la medida en que est apoyadaen los intereses concretos de un ser real, la abstraccin del Estado representa enrealidad los intereses concretos de las clases dirigentes, propietarias y explotadoras,a las que suele llamarse inteligentes, as como la subordinacin en benecio suyode los intereses y la libertad de las masas esclavizadas.

  • La Biblioteca AnarquistaAnti-Copyright6 de mayo de 2013

    Mijal BakuninEl programa de la Alianza para la Revolucin Internacional

    1871

    Segn Max Nettlau, Bakunin escribi este resumen del 25 al 30 de marzo de 1871.Recuperado el 13 de marzo de 2013 desdemiguelbakunin.wordpress.com