Migraciones y Desarrollo Humano El Desafio de Hacer...

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  • Migraciones y desarrollo humano:El desafo de hacer visibles las caras invisibles de nias, nios y adolescentes nicaragenses en la migracin

    Al servicio de las personas y las naciones

    Cuaderno

    1

  • Encontrar en el desarrollo humano las soluciones a los retos mundiales y nacionales

    El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) es el organismo del Sistema de las Naciones Unidas que promueve el cambio y conecta a los pases con los conocimientos, la experiencia y los recursos necesarios para ayudar a los pueblos a forjar una vida mejor. Est presente en 177 pases y territorios, trabajando con los gobiernos y las personas para ayudarles a encontrar sus propias soluciones a los retos mundiales y nacionales del desarrollo.

    En su quehacer corporativo, el PNUD incorpora el paradigma de desarrollo humano, entendido como un proceso mediante el cual las personas superan sus privaciones, amplan sus capacidades y aprovechan las oportunidades que les ofrece el entorno para desarrollar sus proyectos vida.

    Para coadyuvar al cumplimiento de sus mandatos, en Nicaragua el PNUD promueve, entre otros procesos:

    La elaboracin de Informes Nacionales sobre Desarrollo Humano y publicaciones especializadas para contribuir al diseo e implementacin de polticas pblicas y acciones orientadas hacia el desarrollo humano de la poblacin nicaragense.

    Iniciativas de capacitacin para una mejor comprensin del paradigma de desarrollo humano.

    El establecimiento de alianzas estratgicas con instituciones y organizaciones de distinta naturaleza, para la consecucin de procesos encaminados al anlisis y la reflexin sobre las situaciones de desigualdad y exclusin social que enfrentan los y las nicaragenses.

    En este marco, el PNUD Nicaragua ha programado publicar una coleccin de Cuadernos sobre Desarrollo Humano que rene aportes desde diferentes perspectivas, disciplinas y experiencias para incidir en la construccin de un pensamiento de desarrollo humano sostenible en el contexto nacional y local. Cada cuaderno abordar diferentes temticas y sern compartidos en actividades conjuntas con nuestros socios y contrapartes.

    Presentacin

  • Migraciones y desarrollo humano:El desafo de hacer visibles las caras invisibles de nias, nios y adolescentes nicaragenses en la migracin

    Cuaderno

    1

  • Los anlisis y las recomendaciones que se presentan en los Cuadernos sobre Desarrollo Humano, son de exclusiva responsabilidad de sus autores y autoras y no necesariamente reflejan las opiniones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, sus respectivas Juntas Directivas y Estados miembros, tampoco de los organismos de cooperacin ni las agencias del Sistema de las Naciones Unidas que apoyan el proceso de investigacin, redaccin y publicacin.

    Se autoriza la reproduccin total o parcial en cualquier forma o medio: electrnico, mecnico, fotoesttico u otro tipo, siempre y cuando se cite la fuente.

    Investigacin: Guillermo Acua Gonzlez

    Supervisin: Rebeca Centeno y Mara Rosa Renzi

    Procesamiento y anlisis estadstico: Leonel Prez Lanez y Cristel Lpez

    edicin: Leslie Ruiz Baldelomar

    Colaboracin: Mara Grazia Brizi

    diseo: Crea Comunicaciones

    Impresin: Bolonia Printing

    esta publicacin est disponible en:www.pnud.org.niwww.unicef.orgwww.indhjuventudes.org.ni

    2013

  • ndice

    Prlogo 5

    I. Introduccin 7

    II. La migracin como proceso de privacin y/o ampliacin de libertades 9

    III. Metodologa 13

    IV. Quines migran? 14 4.1 Perfiles y caractersticas de nias, nios

    y adolescentes migrantes 14 4.2 Migracin en edades tempranas 16 4.3 Composicin heterognea por sexo 18 4.4 Distribucin territorial 20 4.5 Destinos intrarregionales y nuevas dinmicas migratorias 22

    V. Por qu migran? 245.1 Las causas de la migracin de

    nias, nios, adolescentes y sus familiares 24 5.2 El aspecto econmico de la migracin: uso de las remesas 26

    VI. Cules son las condiciones que encuentran en las comunidades de destino? 296.1 Condiciones ambientales,

    discriminacin, acceso a salud y educacin 29 6.2 Integracin en las comunidades de destino 29 6.3 La segregacin espacial y las condiciones habitacionales 33 6.4 El acceso a servicios de salud 35 6.5 El acceso a la educacin 38 6.6 El acceso a la informacin y el derecho a la identidad 39

  • VII. Cmo se sienten? 437.1 Los impactos de la migracin en la

    esfera socioafectiva y emocional 43 7.2 Las familias transnacionales, reconfiguracin familiar, feminizacin del cuido 45 7.3 Las percepciones positivas de la migracin 47 7.4 Redes transnacionales y nuevas tecnologas 48

    VIII. el regreso al pas de origen 518.1 Indocumentacin y deportacin 51

    8.2 Reinsercin en el pas de origen 52

    IX. Conclusiones 53

    X. recomendaciones 55

    XI. Bibliografa 56

  • 5 Migraciones y Desarrollo Humano

    PRLOGO

    El Cuaderno sobre Desarrollo Humano no. 1, Migra-ciones y desarrollo humano. El desafo de hacer visibles las caras invisibles de nias, nios y adolescentes en la mi-gracin, es el primero de una serie que el Programa de las Naciones Unidas (PNUD) en Nicaragua comienza a publicar en el 2013.

    El compromiso e inters de las Agencias del Siste-ma de las Naciones Unidas por apoyar los procesos de investigacin sobre los temas del desarrollo humano, se concretaron con el apoyo al proceso de construc-cin, lanzamiento y diseminacin del Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2011: Las juventudes constru-yendo Nicaragua. Dicho informe, que es el resultado de un amplio proceso participativo, presenta un anlisis sobre la situacin de los y las adolescentes y jvenes de Nicaragua a partir de sus percepciones, capacida-des y oportunidades en algunos mbitos del desarrollo como son la educacin, el bienestar fsico y emocional; la participacin y el empleo.

    En el proceso de investigacin que conllev el In-forme, se identific la migracin como un elemento presente en la trayectoria de vida de una proporcin significativa de la poblacin nicaragense. En este contexto, el Fondo de las Naciones Unidas para la In-fancia (UNICEF) y el PNUD encargaron un estudio que analizara el impacto de los procesos migratorios en las nias, nios y adolescentes nicaragenses; un tema poco abordado en nuestro pas.

    Este Cuaderno se deriva en parte de esta investi-gacin y su ttulo alude a la necesidad de hacer visible los rostros de miles de nias, nios y adolescentes que participan en la migracin de diferentes formas y las consecuencias que tiene esa situacin en sus vidas, en tanto deja huellas que pueden potenciar o frenar su desarrollo humano. La importancia de esta investiga-cin radica en que ofrece una mirada objetiva sobre los flujos migratorios y la participacin de nios, nias

    y adolescentes con base en informacin cuantitativa extrada de censos y encuestas oficiales disponibles, complementada con la perspectiva cualitativa de las personas que enfrentan o resienten las consecuencias de la migracin.

    Los datos oficiales de las encuestas de medicin de nivel de vida de los aos 2001, 2005 y 2009, reflejan una disminucin del nmero de personas que emigran al exterior y consecuentemente la poblacin de nios, nias y adolescentes que migr durante ese perodo tambin se redujo. En efecto, la Encuesta de Medicin del Nivel de Vida (EMNV) 2001 report 12.2 miles de nios y nias menores de 13 aos como emigrantes frente a 2.7 miles segn la EMNV 2009. La emigracin de adolescentes, segn las EMNV 2001 y 2009, pas de 15.4 miles a 4.6 miles en esos aos, respectivamente. Es decir que an con la reduccin de la emigracin en el 2009, el 3% de la poblacin migrante estaba confor-mado por nias y nios menores de 13 aos y un 5% por adolescentes (13-17 aos). En el grupo de menores de 13 aos haba 51.7% de mujeres, mientras que entre adolescentes la inmensa mayora son hombres (77%).

    Estos datos reflejan que la migracin sigue siendo el trampoln de muchas personas, incluyendo a los y las adolescentes, para cubrir sus necesidades econ-micas. Esto se explica en parte por la estructura del mercado laboral en Nicaragua, donde una gran pro-porcin de la poblacin ocupada trabaja en sectores de baja productividad, con ingresos precarios y muy limitadas posibilidades de mejorar sus condiciones econmicas. Esta situacin obliga a muchos a tomar la decisin de salir del pas en busca de mejores oportu-nidades. Por lo general, cuando emigran las personas adolescentes, stas abandonan la escuela en Nicaragua e incursionan en el mercado laboral en pases cercanos como Costa Rica, El Salvador y Guatemala, realizando labores en el campo o convirtindose en trabajadores en la construccin, con bajos requerimientos en mate-ria de destrezas y habilidades. Al final terminan ocu-pndose en empleos mal remunerados.

  • 6Migraciones y Desarrollo Humano

    De acuerdo a los datos de la EMNV 2009, la mi-gracin de nios, nias y adolescentes en un 84% se da acompaada de personas adultas. Es decir, que un 16% emigra solo. Este ltimo dato debe ser de preocu-pacin porque es una clara seal de los riesgos que corren los nios y nias en el trnsito, as como en el pas de destino si no tienen familiares. La situacin de violencia que viven nios y nias en sus hogares, pue-de ser una de las causas de la migracin en situacin de soledad.

    An cuando para este estudio se ha tratado de hacer un anlisis exhaustivo sobre las caractersticas y condi-ciones de la niez y adolescencia migrante, la existen-cia de datos estadsticos desagregados es muy limitada, por lo que resulta de suma urgencia tomar acciones para poder conocer la problemtica de la niez relacio-nada con los procesos migratorios. Esto contribuir a superar las brechas de equidad y de oportunidades que enfrentan para contribuir en el desarrollo de las con-diciones que permitan a ese segmento de la poblacin disfrutar de una vida sin privaciones y en libertad.

    El anlisis que se presenta en este Cuaderno tam-bin incluye aspectos del mbito subjetivo de la niez y adolescencia que se ven inmersas en las complejida-des que derivan de la migracin. Adems recoge las vo-ces de nios, nias y adolescentes de donde se pueden extraer conclusiones sobre el sentimiento que tienen frente a la migracin de sus padres y madres y cmo ello se expresa en sus comportamientos y relaciona-miento social en sus hogares y comunidad. Los testi-monios recogidos por los autores de este estudio, per-miten dimensionar el sentimiento de madres y padres que por razones econmicas han tenido que emigrar an en contra de su voluntad. Esto pone en perspecti-va que la migracin, cuando se analiza bajo el enfoque del desarrollo humano, tiene diferentes implicaciones

    que hay que valorar en su justa dimensin con el fin de asegurar que las polticas pblicas y el trabajo de los actores interesados en la temtica, respondan de ma-nera efectiva a las necesidades de las personas y fami-lias involucradas en los procesos migratorios.

    El estudio concluye con algunas recomendaciones que buscan motivar a quienes toman decisiones a di-ferentes niveles, para contribuir desde sus espacios a superar parte de los problemas que enfrentan nias, nios y adolescentes que participan en la migracin. Destacan algunos temas relevantes, entre ellos, asegu-rar el acceso a documentos de identidad que les per-mita ejercer los derechos humanos bsicos en su pas de origen y de destino; la necesidad de continuar ha-ciendo esfuerzos en la produccin, recoleccin y sis-tematizacin de informacin estadstica desagregada por grupos de edad, sexo y etnia para dar seguimiento a la dinmica de la migracin internacional de la ni-ez y adolescencia; fortalecer las alianzas intergu-bernamentales para impulsar acciones conjuntas que garanticen los derechos humanos de estos grupos po-blacionales sin discriminacin y garantizar el acceso a la educacin y sistemas de salud con calidad.

    Esperamos que el anlisis y las reflexiones conte-nidos en este Cuaderno contribuyan a un mejor co-nocimiento para que las polticas y planes de accin incorporen cada vez ms la perspectiva de la niez y adolescencia y as se protejan mejor los derechos de las personas migrantes, en particular cuando son nias, ni-os y adolescentes. Poner el foco de atencin sobre la niez de manera particular, puede redundar en mejores condiciones de vida y seguridad humana para las fami-lias nicaragenses y de esa manera frenar los flujos mi-gratorios que se dan por las privaciones que enfrentan.

    Philippe Barragne-Bigot RepresentanteUNICEF

    Pablo MandevilleRepresentante ResidentePNUD

  • 7 Migraciones y Desarrollo Humano

    i. intROduccin

    Analizar la relacin entre migracin, desarrollo huma-no, nias, nios y adolescentes nicaragenses, como se propone este Cuaderno, implica entender la migra-cin como un proceso complejo que afecta mltiples dimensiones de las vidas de las personas y puede am-pliar o disminuir el abanico de oportunidades y liber-tades de las que gozan, dependiendo de las condicio-nes personales y los contextos en los cuales se den los procesos migratorios.

    Por un lado, la migracin puede representar una expresin de la libertad de los seres humanos, que al desplazarse cumplen con sus proyectos de vida libre-mente elegidos y alcanzan mayores oportunidades para ellos mismos y sus familias. Por otro, puede ser el remedio extremo para escapar de un entorno de privaciones, escenario que no sera considerado por el individuo como una opcin si sus necesidades bsicas fuesen satisfechas y pudiera tener una existencia dig-na en las comunidades de origen.

    Desde el enfoque del desarrollo humano, la posi-bilidad de poder decidir dnde vivir y desarrollar los propios proyectos de vida es parte de las libertades de las personas. La movilidad de las personas constituye ciertamente una actividad complementaria a los es-fuerzos locales y nacionales ms generales destinados a reducir la pobreza y mejorar el desarrollo humano (PNUD, 2009a). Las dinmicas migratorias son enton-ces procesos integrales que tienen consecuencias no slo en la dimensin econmica, sino tambin en la emocional, cultural, entre otras.

    En este estudio se reflexiona sobre los riesgos y las oportunidades del proceso migratorio; la construccin de opciones y los desafos que representan para la ni-ez y la adolescencia los procesos de inclusin, inte-gracin y convivencia en los lugares de destino de la migracin.

    Los enfoques tradicionales se han centrado en la migracin de las personas adultas y en sus determi-nantes econmicas y polticas, como las remesas y las relaciones diplomticas entre pases de origen y re-ceptores de migrantes. No profundizan el anlisis en los impactos que este fenmeno tiene en la esfera so-cioafectiva de las personas y en otras dimensiones del desarrollo humano, en particular en los nias, nios y adolescentes en su condicin de migrantes o como parte de los grupos familiares con personas migrantes.

    Cuando no hay condiciones para elegir de forma libre e informada el desplazamiento a otro pas, la mi-gracin expone a las personas (migrantes o familiares de migrantes) a contextos de vulnerabilidad marcados por la violacin de sus derechos y el aumento de priva-ciones, como la exclusin de los sistemas educativos, el incremento de la inseguridad y la marginacin social. Estos efectos negativos tienen especial impacto en las vidas de nias, nios y adolescentes que normalmente no tienen la posibilidad de participar en la decisin de migrar de sus familiares y que se pueden ver privados del cario y el cuido de sus seres queridos; de la posi-bilidad de recibir una educacin de calidad o de crecer con sus referentes culturales de origen, percibindose en un contexto de abandono.

    Para Liwsky (2012), el derecho a migrar se puede entender como el principio voluntario de la persona a encontrar su desarrollo donde las posibilidades de vida le sean ms favorables o estables. Por otro lado, esta idea est necesariamente vinculada con lo que po-dramos llamar el derecho a no migrar, es decir, con el derecho a que las personas, en este caso las nias, ni-os y adolescentes, no estn obligadas a moverse hacia otro territorio u otra cultura, como un devenir signado por la imposibilidad de realizar un proyecto de vida en su pas de origen. Pero es posible hablar de un dere-cho a migrar que como tal se encuentre reconocido en el Sistema Interamericano y/o Universal de Derechos Humanos?

  • 8Migraciones y Desarrollo Humano

    En el ao 2009, el Relator Especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Migran-tes, dedic un informe para describir la preocupacin acerca de la migracin de nias, nios y adolescentes -acompaados y no acompaados- con referencias especiales para el caso de la dinmica migratoria en la regin latinoamericana. Se refiri en particular a las nias y nios como personas en movimiento. La imagen por s sola es una metfora poderosa, que muestra las dos caras del fenmeno: la posibilidad y la necesidad. Si la persona se moviliza como posibilidad, se garantiza la capacidad de decisin y control; si lo hace por necesidad, su desarrollo se problematiza.

    Segn el Relator, la niez en movimiento son las nias y nios migrantes que participan en el proceso migratorio, en particular, en las etapas de paso y de lle-gada a los pases de trnsito y de destino. Se les puede encontrar migrando con sus familiares o solos, buscan-do posibilidades de educacin y de empleo. Tambin se les puede encontrar llegando a los pases de destino para reunirse con los miembros de su familia que han migrado anteriormente, siendo trasladados o enviados por sus familias para vivir con parientes o amigos en terceros pases o siendo enviados por sus familiares a buscar trabajo en el extranjero para remitir a casa par-te de sus ingresos (ONU, 2009).

    Adems de las nias, nios y adolescentes en mo-vimiento, este Cuaderno quiere abarcar los que se

    quedan en el pas de origen pero que tienen padres, madres o familiares cercanos migrantes, por lo cual sus vidas se ven tambin afectadas por los fenmenos migratorios.

    Es necesario sealar que esta publicacin no abor-da todas la problemticas migratorias relacionadas a las nias, nios y adolescentes y sus familias, ya que se requiere de un estudio a mayor profundidad y de una publicacin ms extensa.

    Para efectos de este anlisis, se consideran nias y nios aquellas personas que tienen hasta 12 aos de edad y adolescentes, aquellas entre 13 y 17 aos, en concordancia con lo que establece el Cdigo de la Ni-ez y la Adolescencia (Ley no. 2871).

    El Cuaderno inicia con la presentacin de un marco de referencia para la comprensin del vn-culo entre migracin, desarrollo humano, niez y adolescencia en Nicaragua. Se incorpora una ca-racterizacin del perfil migratorio de estos grupos y el contexto migratorio centroamericano. Seguida-mente se analizan las principales causas de la mi-gracin que afectan a la niez y adolescencia; las principales privaciones y limitaciones al desarrollo humano que derivan de la insercin en el pas de origen y las implicaciones para la esfera emocional. Finalmente se abordan algunos temas relacionados con el regreso al pas de origen.

    1 Aprobada el 24 de marzo de 1998 y publicado en La Gaceta No. 97 del 27 de mayo de 1998.

  • 9 Migraciones y Desarrollo Humano

    ii. LA MIGRACIN COMO PROCESO DE PRIVACIN Y/O AMPLIACIN DE LIBERTADES

    Por qu un Cuaderno sobre desarrollo humano dedi-cado a la migracin de nias, nios y adolescentes y/o con familiares migrantes?

    Con esta publicacin se pretende brindar infor-macin y promover el dilogo entre actores para que la migracin sea objeto de polticas pblicas. Como se evidencia en este escrito, la relacin entre la migracin y el desarrollo humano de nios, nias y adolescentes es compleja, dado que incluye ml-tiples aspectos de la vida de las personas involucra-das y sus familias. Sus efectos son ambivalentes. El proceso migratorio tiene impactos negativos en la dimensin socioemocional de la niez y la adoles-cencia, lo que puede incidir en los logros alcanzados en desarrollo humano. Para otros, la migracin es vista como el trampoln para su desarrollo personal. Tambin, a travs de la migracin particularmente con las remesas- se obtienen recursos que se utilizan para el desarrollo humano como son la alimentacin, la educacin y la salud. Sin embargo, si la migracin se realiza en condiciones de vulnerabilidad, termina convirtindose en un riesgo para los proyectos de vida de las personas involucradas.

    Desde el enfoque de los derechos humanos exis-te tensin entre el derecho a migrar y no migrar. Si nuestro objetivo es el desarrollo humano de la niez y la adolescencia de Nicaragua, el desafo es enton-ces promover e implementar polticas que atiendan los derechos humanos tanto en las comunidades de origen como en las de destino. La migracin puede y debe observarse desde una visin amplia. Tiene vn-culos estrechos con la pobreza y los contrastes entre los pases de origen y los pases de acogida y en este contexto, las nias, nios y adolescentes se suman, complejizndose as el fenmeno migratorio. Lo que comienza como migracin y pobreza, puede originar un sinnmero de violaciones de derechos y abusos

    laborales, sexuales y emocionales que pueden causar graves consecuencias en el bienestar de quienes los sufren.

    La pobreza monetaria, la falta de oportunidades educativas, la inseguridad, la violencia intrafamiliar y la falta de calidad de vida son algunas de las cir-cunstancias de riesgo que viven las nias, nios y adolescentes en los pases de origen y que provocan la necesidad de migrar en busca de nuevas oportu-nidades. Algunas de las consecuencias que sufren estos nios, nias y adolescentes cuando sus padres y/o madres toman la decisin de migrar son la re-composicin familiar y el desarraigo de sus pases de origen, lo que puede desencadenar un sinnmero de obstculos para su desarrollo humano. Los pro-cesos migratorios tienen un impacto especialmente importante en las personas que lo experimentan en edades tempranas, pues su proyecto de vida se ver determinado por las oportunidades y privaciones que se les presenten y por la capacidad que tengan de decidir aquello que les beneficia o de rechazar lo que les afecta.

    Desde un marco explicativo tradicional sostenido por algunos gobiernos de los pases receptores de po-blacin migrante, se seala que existe un vnculo po-sitivo entre la migracin internacional y el desarrollo de los pases de origen, a travs del flujo creciente de dinero enviado por las personas migrantes, lo que pue-de convertirse en instrumento, palanca o motor del desarrollo de los pases y lugares de donde proviene la migracin (Delgado et al., 2010).

    Sin embargo, desde la perspectiva del desarrollo humano se recupera el carcter multidimensional de la relacin entre migracin y desarrollo. Se analizan las desigualdades y privaciones que motivan la deci-sin de migrar y la incidencia de mltiples factores en la experiencia migratoria, tales como el elemento eco-nmico, poltico, social, cultural, emocional, tnico, de gnero y geogrfico.

  • 10Migraciones y Desarrollo Humano

    k Trminos bsicos para la comprensin de la migracin de nios, nias y adolescentes

    niez que se queda atrsSe refiere a las nias y nios criados en sus pases de origen o en sus pases de residencia habitual que experimentan una separacin de los adultos responsables de ellas y ellos (su pap, mam, algn miembro de su familia, una persona encargada de su cuidado o tutores legales) al tener (estos ltimos) que migrar.

    nios y nias en movimientoSon aquellos que migran y participan en el proceso migratorio, en particular, en las etapas de paso y de llegada a los pases de trnsito y de destino. Se les puede encontrar migrando con sus familiares o solos; buscando posibilidades de educacin y de empleo. Tambin se les puede encontrar llegando a los pases de destino para reunirse con los miembros de su familia que han migrado anteriormente, siendo trasladados o enviados por sus familias para vivir con parientes o amigos en terceros pases o, como ha documentado el Relator Especial, siendo enviados por sus familiares a buscar trabajo en el extranjero para remitir a casa parte de sus ingresos

    Migracin no acompaadaUn significativo nmero de nias, nios y adolescentes abandona su pas de residencia ao tras ao para migrar de ma-nera solitaria hacia otro pas, principalmente en el afn de reencontrarse con sus familiares que residen en el extranjero o para brindar una ayuda a los familiares que dejan en su terruo.

    FUENTES: ONU (2009) y LIWSKY (2012).

    Cabe mencionar que la literatura ha utilizado mu-chas calificaciones que han producido estigmas como la distincin entre migrantes legales e ilegales o regu-lares e irregulares. De acuerdo con la sociloga cana-diense Alison Crosby (2006), al categorizar a los y las migrantes se corre justamente el peligro de estigma-tizar, ya que las categoras demarcan una rigidez de valores y dicotomas como documentado indocu-mentado.

    La autora enfatiza que la categorizacin de la mi-gracin est inherentemente definida por la raza, clase y gnero. Mientras los privilegiados que se trasladan tienen categoras ms fluidas (turistas, viajeros, expatriados), la categora de migrante es casi siem-pre usada para la clase trabajadora, no para los profe-sionales de clase media ni para las personas del primer

    mundo; an cuando ellas tambin han dejado sus ho-gares y se han trasladado a otro pas. Ms bien, la pala-bra implica un estatus subalterno.

    Latinoamrica se presenta como una regin carac-terizada por importantes flujos migratorios, que desde hace ms de tres dcadas se desprende de parte de sus nias, nios, adolescentes y jvenes.

    Al igual que la migracin de las personas adultas, la migracin de la niez y adolescencia se ve influen-ciada por la situacin poltica, social, familiar, econ-mica y ambiental. Adems intervienen nuevos fen-menos de alcance mundial como el cambio climtico, la crisis alimentaria, la crisis econmica y financiera. Los fenmenos que afectan a las nias y nios de for-ma especfica como el abuso y la violencia intrafami-

    recuadro 1

  • 11 Migraciones y Desarrollo Humano

    liar, tambin pueden influir como factores de expul-sin de la comunidad o pas de origen (ONU, 2009).

    Para la comprensin de este proceso se parte de la conceptualizacin de desarrollo de Amartya Sen, quien analiza que la expansin de la libertad activa la habilidad de los individuos de ayudarse a s mismos e influenciar el mundo, y por eso constituye un aspecto central de todo proceso de desarrollo.

    Con las oportunidades sociales adecuadas, los in-dividuos pueden moldear su destino (Sen, 2000). La libertad nutre el aspecto de la agencia del individuo. Y ste es agente cuando acta y produce cambios y cuando sus realizaciones pueden ser juzgadas en tr-minos de sus propios valores y objetivos. Sen toma dis-tancia de los enfoques economicistas -que ponderan el desarrollo humano midiendo el ingreso y la riqueza- y de los enfoques utilitaristas. Propone considerar el de-sarrollo como un proceso de expansin de libertades sustantivas: educacin, participacin poltica, libertad de disentir, etc.

    Vinculado a la expansin de capacidades, se conci-be a las nias, nios y adolescentes (y en este caso a los que estn incorporados en los procesos migratorios), como una categora social que entraa desigualdades por las relaciones institucionalizadas que establecen con el mundo adulto. Se establecen relaciones con un estado adulto que es considerado como un estado completo en relacin con la niez, la adolescencia y la juventud (seres incompletos), segn un orden so-cial construido por las personas adultas en posiciones de poder (PNUD, 2011).

    La migracin constituye un derecho universal y en ella est instituido el prisma de la libertad. Es un derecho humano a la libre circulacin2, que implica

    2 Vase: Declaracin Universal de los Derechos Humanos (artculo 13). Disponible en http://www.un.org/es/documents/udhr/

    tener un goce pleno de los derechos humanos en el destino elegido. Pero en realidad cmo se vive esta condicin desde las experiencias de la poblacin migrante y en especial de la niez y adolescencia que migra o que se queda en sus comunidades de origen?

    En la migracin est implicada la libertad, que des-de el paradigma del desarrollo humano conlleva la po-sibilidad de elegir la vida que se desea y valora; pero tambin la exclusin social, dentro o fuera del pas de origen.

    Si bien el acceso a empleos decentes, alimentacin, educacin, salud, vivienda, entre otras condiciones socioeconmicas implican elementos constitutivos de desarrollo, con la migracin tambin se experimentan carencias vitales que vulneran el ejercicio de derechos vinculados con el afecto, el cario y la integracin fa-miliar, que tambin son funcionamientos valiosos3

    para el desarrollo humano.

    En el abordaje de estos temas no siempre se analiza su carcter ambiguo y contradictorio: unas libertades pueden excluir a otras y ciertas prdidas pueden ser convertidas en emancipaciones.

    En este Cuaderno se desea mostrar la tensin en-tre las diferentes formas de vulnerabilidad y las es-trategias de las y los migrantes y sus familiares para ponderar los impactos de la migracin en las capaci-dades, libertades, empoderamiento y ejercicio de sus derechos.

    Varios estudios han indicado que el patrn comn que obliga a migrar a las nias, nios y adolescentes es la pobreza y las desigualdades que viven sus comuni-dades y sus familias como producto de problemticas

    3 Se entiende por funcionamientos los estados de las personas, por ejemplo, estar sano, ser educado, ser respetado, estar empleado o par-ticipar en las decisiones de la comunidad (PNUD, 2011).

  • 12Migraciones y Desarrollo Humano

    estructurales (econmicas, sociales, institucionales) que agudizan sus condiciones4.

    Esto provoca que gran parte de la migracin se d en condiciones de irregularidad y desproteccin.

    4 Un estudio de la Comisin Econmica para Amrica y el Caribe (CEPAL, 2008) seala que la pobreza se asienta con mayor agudeza en la niez y adolescencia, lo que trae grandes desafos para el desarrollo integral y la libertad de las personas en edades tempranas. Para la dinmica regional, algunos abordajes particulares dan cuenta de la interrelacin entre pobreza y migracin, como es el caso del estudio de la organiza-cin Sin Fronteras (2005) sobre la frontera sur mexicana y la partici-pacin de actores como nias, nios y adolescentes en los procesos mi-gratorios. La investigacin de Escobar (2008) sobre migracin de nias, nios y adolescentes centroamericanos a Estados Unidos y su paso por territorio mexicano y las investigaciones de Acua (2006-2010) sobre la migracin de nias y nios, la insercin laboral y los derechos humanos en Centroamrica. En 2010, la Organizacin Internacional para las Mi-graciones y Save the Children publicaron un informe sobre la situacin de la niez migrante no acompaada en la regin. En esta investigacin se puede encontrar un anlisis especfico para el caso de Nicaragua.

    La migracin que se produce en condiciones de irregularidad y pobreza conlleva riesgos, abusos y obs-tculos desde el momento que las personas dejan sus lugares de origen, aumentan en la medida que avanzan hacia los diversos destinos y contina incluso cuando dicha poblacin retorna a sus lugares de origen.

  • 13 Migraciones y Desarrollo Humano

    iii. METODOLOGA

    El proceso de elaboracin del Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2011: Las juventudes construyendo Nicaragua, incluy el estudio Relaciones vinculantes en-tre migracin internacional y desarrollo humano: efectos en la adolescencia y juventud, que analiza la movilidad y el desplazamiento estos grupos poblacionales hacia otros contextos regionales. Con los hallazgos de dicho estudio, cuya coordinacin estuvo a cargo del investi-gador Jos Luis Rocha (Rocha et al., 2009), se elabor un documento extenso que recoge los principales re-sultados de la dinmica migratoria de estos sectores, que permiten ahondar en la reflexin y encaminarse hacia la formulacin de polticas pblicas orientadas a procurar mejores condiciones de bienestar para la ni-ez y la adolescencia.

    Este Cuaderno recoge cierta informacin ofreci-da por ese estudio e incluye los principales desafos en la elaboracin de dichas polticas, con un enfoque que interrelaciona la migracin con los avances en el desarrollo humano de las nias, nios y adolescentes migrantes o familiares de migrantes.

    Tambin retoma informacin estadstica de fuen-tes oficiales de Nicaragua, entre ellas, la Encuesta de Medicin del Nivel de Vida (EMNV) de los aos 2001, 2005 y 2009; con el objetivo de analizar el panorama reciente y la tendencia migratoria. Cabe sealar que estas encuestas presentan limitaciones para la medi-cin y compilacin de informacin, pues los datos pre-sentados no corresponden a los aos de la encuesta, sino a la migracin reciente compilada en ellas. La migracin reciente se refiere a la migracin reportada en los 5 aos previos a la encuesta (en total 6 aos in-cluyendo el ao en que se realiza la encuesta). Aunque se dispone de los aos en que fue reportada la migra-cin de las personas, en el proceso de desagregacin se pierde la representatividad estadstica, especialmente cuando se desagrega por rangos etarios. Por otro lado, se utiliza informacin sobre la poblacin migrante

    a diferentes destinos, particularmente a Costa Rica, que es el principal pas de destino de las y los migran-tes nicaragenses, lo que explica que haya ms datos disponibles en comparacin con otros pases. Adems se recupera parte de la informacin cualitativa (entre-vistas y grupos focales5) obtenida durante el trabajo de campo en Nicaragua y Costa Rica realizado en 2009, en el marco del INDH 2011.

    Tambin se usan datos de la Encuesta Nacional sobre las Percepciones de Adolescentes y Jvenes (ENAJ-INDH 2009), realizada como parte del pro-ceso de elaboracin del INDH 2011, con una muestra representativa a nivel nacional compuesta por 4,200 personas entre 13 y 29 aos (2,116 mujeres y 2,084 hombres). Finalmente, se incluye informacin de fuentes secundarias vinculadas al tema de las migra-ciones, el desarrollo y los derechos humanos de nias, nios y adolescentes.

    Existe dificultad para obtener informacin sobre la poblacin migrante menor de 13 aos. Esto refleja, en parte, la invisibilizacin de los efectos de la migracin en personas de edades tempranas. Es importante que este tema sea abordado desde la dimensin que me-rece, lo que slo es posible si se generan datos y/o evi-dencias que permitan profundizar este anlisis.

    El Censo de Costa Rica del ao 2000 proporciona datos valiosos sobre diversos temas del desarrollo hu-mano de la poblacin migrante. Aun cuando reciente-mente se dieron a conocer algunos resultados genera-les sobre el ltimo censo de poblacin 2011 en Costa Rica, los datos no pudieron ser actualizados para esta publicacin, debido a que no se tuvo acceso a las bases de datos.

    5 En el trabajo de campo se realizaron 89 entrevistas y 25 grupos fo-cales.

  • 14Migraciones y Desarrollo Humano

    iV. QUINES MIGRAN?

    4.1 Perfiles y caractersticas de nias, nios y adolescentes migrantes

    La migracin tiene sus races en causas estructurales afectando de forma especial a nias, nios y adolescen-tes. En el corto plazo, no observamos cambios signifi-cativos en las condiciones que obligan a la poblacin a emigrar. Como consecuencia, es probable que se mantenga la tendencia actual de los flujos migrato-rios, independientemente que varen en cuanto a des-tinos, tiempo de permanencia y sujetos involucrados. En ese escenario, es importante tomar en cuenta las posibilidades de incremento de nmero de jvenes y adolescentes involucrados y la necesidad de los y las emigrantes de buscar la reintegracin familiar (OIM, 2010). En los fenmenos migratorios cobra relevancia no slo la diversificacin de destinos, sino tambin los tipos de migracin que se presentan (migracin esta-cional, permanente y pendular6) y la apertura de nue-vos frentes migratorios, como el flujo migratorio hacia Espaa.

    Por otra parte, adquiere importancia el perfil de las personas migrantes, en especial, cuando se trata de nias, nios y adolescentes, ya que representan las personas que ms requieren de proteccin y afec-to. El fenmeno migratorio puede significar para la niez y adolescencia hijos e hijas de migrantes, la oportunidad de encontrar recursos para alcanzar funcionamientos valiosos para su desarrollo huma-no como estar saludable y ser educado, pero tambin la restriccin de atenciones y afectos ante la falta de sus progenitores.

    6 La migracin pendular hace referencia a la circularidad que adquiere la migracin transfronteriza, caracterizada por un constante movimien-to de las personas migrantes entre territorios de origen y destino. Se puede observar en el sistema migratorio Nicaragua-Costa Rica, por ejemplo.

    El anlisis de los flujos migratorios a travs de la revisin de las EMNV 2001, 2005 y 2009, muestran consistencia con las estimaciones de migracin neta oficiales (INIDE, 2007) que reflejan una disminucin en el total de la poblacin migrante. Los procesos mi-gratorios de la ltima dcada conforme la migracin reciente7 registrada en las EMNV 2001, 2005 y 2009, disminuy en un 24.4% desde el 2001. Sumado a esto, se presenta una nueva composicin etaria de las per-sonas migrantes: una disminucin de nias, nios y adolescentes y un aumento de la migracin adulta (es-pecficamente de 30 a 49 aos), conforme la migracin reciente del ao 2009. // VER GRFICO 1

    Como se observa en el Grfico 1, la migracin se reduce en los ltimos aos. Sin embargo, esto no signi-fica que la poblacin migrante y sus familias no deban ser un foco de inters. Por el contrario, es uno de los fenmenos propios de la globalizacin en el que con-fluyen mltiples factores y entraa desigualdades para las personas migrantes y sus familiares, por lo que me-rece especial atencin para las polticas pblicas.

    En este Cuaderno se ofrece informacin sobre la tendencia de los flujos migratorios a partir de las fuentes oficiales, pero no se estudian los factores es-tructurales que podran explicar esta tendencia hacia la disminucin. Se requiere indagar sobre fenmenos macro sociales como el comportamiento de los mer-cados laborales y su capacidad de absorcin de la po-blacin laboral; as como una revisin a fondo de las polticas migratorias en pas de origen y en los de des-tino que podran estar influyendo en dicha tendencia. De igual forma es necesario estudiar a profundidad las decisiones familiares e individuales que podran estar incidiendo.

    7 La migracin reciente se refiere a la migracin reportada en los 5 aos previos al ao de la encuesta (en total 6 aos incluyendo al de la encuesta).

  • 15 Migraciones y Desarrollo Humano

    k Inmigracin de Costa Rica se desploma por menor flujo de nicaragenses

    Al pas siguen llegando extranjeros a vivir aqu, pero cada vez vienen en menor cantidad. Segn los datos del Censo 2011, que public ayer el Instituto Nacional de Estadstica y Censos de Costa Rica, hay una importante desaceleracin en el flujo de inmigrantes. Entre los censos de 1984 y el 2000, cada ao, residan en el pas, en promedio, un 7.5% ms de extranjeros respecto al ao anterior. Esa cifra baj a 2.4% entre los censos del 2000 y el 2011.El principal factor que explica esta tendencia es la menor inmigracin nicaragense, que es el principal grupo (un 75% del total de extranjeros que viven aqu). Si bien continan ingresando personas del pas del norte, entre 1984 y el 2000 el aumento promedio por ao de los que viven aqu fue de 10%, y entre el 2000 y el 2011 disminuy a 2.2%.Otros datos que destac ayer la coordinadora del Censo, Elizabeth Solano, fueron el aumento en la escolaridad; que el 10.5% de la poblacin tiene al menos una discapacidad; que el porcentaje de poblacin asegurada aument de 81% a 85%, que casi la mitad de los habitantes de cinco aos y ms usaron computadora en el 2011 y que el porcentaje de la po-blacin con vivienda propia disminuy. En total, en nuestro pas viven 385.899 extranjeros, un 9% de la poblacin del pas.Miguel Gutirrez, coordinador del Estado de la Nacin, advirti que el Censo midi los migrantes residentes en el pas y no recoge la migracin estacional; por lo tanto, puede haber una importante subestimacin. Adems, aadi, an no se han estimado los hijos e hijas de los migrantes, nacidos en Costa Rica y que son nacionales.

    FUENTE: EXTRACTO DE NOTA INFORMATIVA INMIGRACIN SE DESPLOMA POR MENOR FLUJO DE NICARAGENSES PUBLICADA EN LA NACIN, SAN JOS, COSTA RICA. RECUPERADO DE

    HTTP://WWW.NACION.COM/2012-06-07/ECONOMIA/INMIGRACION-SE-DESPLOMA-POR-MENOR-FLUJO-DE-NICARAGUENSES-.ASPX (14 DE JUNIO 2012).

    recuadro 2

    EMNV2001

    12.2

    15.4

    45.5

    30.4

    4.5

    =128.9

    EMNV2005

    2.9

    26.2

    19.7

    45.7

    14.8

    11.5

    =120.7

    EMNV2009

    4.6

    35.8

    18.6

    33.1

    2.7

    =97.4

    FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001, 2005 Y 2009.

    21.0

    2.7

    Todas lasedades

    50 aos

    GRFICO 1

    // Tendencias migratorias por rangos etarios en miles de personas (migracin reciente de las EMNV 2001, 2005 y 2009)

  • 16Migraciones y Desarrollo Humano

    4.2 Migracin en edades tempranas

    Casi un 3% de la poblacin migrante reportada en la migracin reciente de la EMNV 2009 est conforma-do por nias y nios menores de 13 aos y un 5% por adolescentes (13-17 aos). La poblacin migrante est cambiando con respecto a los rangos etarios y es la Po-blacin en Edad de Trabajar (PET) la que ms est sa-liendo del pas. La poblacin nicaragense que forma parte de la PET busca oportunidades de estudio y/o trabajo, as como la reunificacin familiar en caso de formar parte de familias transnacionales.

    Para que el proyecto migratorio sea exitoso, hom-bres y mujeres que tienen hijas e hijos deben dejarlos en el pas de origen, dada la dificultad de hacer un ho-gar propio en los primeros viajes por los costos que implica. Algunas personas adultas deciden llevrselos despus al pas de origen de la emigracin, pero esta decisin est determinada por las condiciones de tra-bajo y las redes familiares que establezcan en el pas receptor.

    Las tendencias migratorias por rangos etarios re-flejan una nueva composicin de la poblacin migran-te. Estudios sobre migraciones que se abordan desde el paradigma de desarrollo humano (por ejemplo, el que

    se realiz en el corredor migratorio Nicaragua - Costa Rica particularmente sobre las mujeres nicaragenses en las cadenas de cuidado8) desde una perspectiva transnacional (Espinoza et al. 2011)9, analizan los cam-bios sustantivos de las estructuras familiares actuales, sealan la existencia de reacomodos de los roles fami-liares, la configuracin de nuevos arreglos a lo interno de las familias y el establecimientos de familias trans-nacionales.

    Tambin se problematiza sobre la divisin sexual del trabajo que parece permanecer intacta, porque el cuidado sigue en manos de las mujeres. Las nias y los nios permanecen en el pas de origen y estn bajo la tutela de abuelas, principalmente.

    8 El concepto de cadenas globales de cuidados describe un fenmeno cada vez ms frecuente caracterizado por la migracin de mujeres provenientes de pases con altos ndices de pobreza que se despla-zan hacia pases ms ricos para trabajar como empleadas del servicio domstico o en otras ocupaciones relacionadas con el cuidado de las personas. La movilidad de mano de obra femenina conecta a diferentes ncleos domsticos en torno al eje de los cuidados, formando una com-pleja trama que desborda las fronteras nacionales. 9 El estudio elaborado por Espinoza et al. (2011) en Nicaragua, ofrece informacin sobre la organizacin y el enfoque de los cuidados; los efectos que tiene la migracin femenina en la reorganizacin social de los cuidados y los derechos relativos al cuidado que son vulnerados enfatizando en los hogares de personas migrantes.

  • 17 Migraciones y Desarrollo Humano

    kMercados y migraciones

    Para Morales (2008b), la reestructuracin de los mercados de trabajo regionales empieza con la cada de los mercados formales de empleo pblico, la agricultura formal y la manufactura. La fuerza de trabajo a escala regional se transna-cionaliza y se incorpora en sectores dinmicos de la economa regional y extrarregional, tales como la agricultura de exportacin, la industria y el sector servicios, principalmente.Esta situacin da peso a la dimensin laboral como la principal caracterstica de los movimientos de poblacin en los aos noventa. Tal carcter de la migracin intrarregional se entrelaza con otros tipos de corrientes migratorias que perfilan la naturaleza mvil de las poblaciones en Centroamrica.Al estar motivada por razones fundamentalmente econmicas, la migracin involucra principalmente a personas en edad de trabajar. Por eso mismo tambin hay un importante segmento de adolescentes y jvenes que se involucran en los procesos migratorios como parte de sus primeras incursiones en el mercado laboral o como acompaantes de otros parientes y que forma parte de las estrategias dirigidas a intensificar el uso de la fuerza de trabajo del conjunto de la familia (Morales, 2008a).

    recuadro 3

    // Comparacin de la migracin reciente por rangos etarios en porcentajes (EMNV 2001 y 2009)

    EMNV2001

    EMNV2009

    GRFICO 2

    35.3

    16.3 30-49 aosMayor de50 aos

    25-29 aos

    18-24 aos

    Menor de13 aos

    13-17 aos

    23.6

    12.0

    3.5

    9.4

    19.1

    36.84.7

    2.7

    30-49 aos34.0

    2.8

    Mayor de 50 aos

    Menor de 13 aos

    13-17 aos

    18-24 aos

    25-29 aos

    FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001 Y 2009.

  • 18Migraciones y Desarrollo Humano

    Los destinos migratorios de la poblacin rural a ni-vel de la regin centroamericana estn vinculados al hecho que los campesinos aprovechan los perodos de cosecha agrcola, en los cuales se demanda mano de obra y los salarios son muchos ms atractivos que los que se ofrecen en Nicaragua. Pero estas causas estn cambiando, pues existen otros factores de expulsin y de atraccin que refuerzan la conformacin de sis-temas migratorios a nivel intrarregional. Sin embargo, las migraciones constituyen en esencia una de las ac-tuales formas de transnacionalizacin laboral y globa-lizacin a escala regional.

    Para los migrantes originarios de zonas rurales, reaparece la tendencia del flujo masculino por las oportunidades que se abren para los adolescentes rurales en las cosechas agrcolas y las actividades de construccin en Costa Rica10, Guatemala y El Salvador.

    En el contexto actual, la poblacin centroameri-cana presenta serias dificultades para acceder a em-pleos y los que hay en su mayora son precarios, de baja calidad y ubicados en actividades informales de la economa (OLACD, 2009), lo cual constituye uno de los factores de expulsin de mayor importancia. En el caso nicaragense, el INDH 2011 seala que en 2008 el desempleo de las personas adolescentes y jvenes entre 14 y 29 aos era del 8.8% (3.7% en el caso de la poblacin adulta), mientras que el subem-pleo11 afectaba al 31.7% de dicha poblacin, porcen-

    10 En este pas, como producto de la crisis econmica que impact el desarrollo inmobiliario, en particular en zonas costeras y tursticas, se experiment una contraccin de la demanda de mano de obra nece-saria para desarrollar las actividades de construccin. Este aspecto ha impactado de forma directa la insercin laboral de buena parte de la poblacin migrante trabajadora nicaragense en el vecino pas. Un an-lisis actualizado sobre este tema puede ser consultado en la obra de Robles y Voorend, Migrando en la crisis. La fuerza de trabajo migrante en la economa costarricense: construccin, agricultura y transporte pblico (Robles & Voorend, 2011).11 El subempleo es una modalidad de empleo no pleno al ser de baja remuneracin o tiempo parcial. Se trata de trabajos de subsistencia, porque la persona no puede encontrar un empleo de dedicacin plena.

    taje que en las personas adultas es menor (28.3%) (PNUD, 2011).

    En este sentido, el desarrollo de capacidades y la ampliacin de libertades quedan sujetos a procesos sociales y econmicos de exclusin que no garantizan la igualdad entre las personas.

    4.3 Composicin heterognea por sexo

    En la literatura revisada y en los discursos pblicos sobre migracin, siempre se seala que existe una ten-dencia hacia la feminizacin de las migraciones, que se traduce en una elevada participacin de las muje-res con respecto a los hombres. Esta afirmacin se ha-ca generalmente sobre la base de la EMNV 2005 en comparacin con los hallazgos reflejados en la EMNV 2001. Sin embargo, el Grfico 3, que tambin conside-ra la EMNV 2009, muestra un comportamiento de los flujos migratorios por grupos de edades y sexo que nos interesa resaltar.

    Segn la EMNV 2001, la composicin de la migra-cin por sexo indicaba que en el grupo de edad de 13 aos o menos, las mujeres eran mayora y en el resto de edades exista mayor participacin de los hombres, aunque las diferencias eran de seis puntos porcentua-les. Podramos decir entonces que, en general, la par-ticipacin de mujeres y hombres en los flujos migrato-rios era muy similar.

    La EMNV 2005 muestra el incremento de la par-ticipacin de las mujeres en la migracin, particular-mente de dos grupos de edades: menores de 13 aos y de 13 a 17 aos. En los siguientes rangos (de 17 aos a ms) la participacin de hombres y mujeres era simi-lar (51% y 49%, respectivamente).

    Sin embargo, la EMNV 2009 indica cambios sus-tantivos en la composicin de los flujos migratorios. En el grupo de edad de menos de 13 aos, las mujeres

  • 19 Migraciones y Desarrollo Humano

    GRFICO 3

    // Tendencias migratorias por rangos etarios y sexo, en porcentajes (migracin reciente de las EMNV 2001, 2005 y 2009)

    EMNV

    Menor de13 aos

    13-17aos

    Resto deedades

    Menor de13 aos

    Menor de13 aos

    13-17aos

    Resto deedades

    13-17aos

    Resto deedades

    Hombre

    Mujer

    FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001, 2005 Y 2009.

    EMNV2001

    EMNV2005

    EMNV2009

    47.5

    52.5 53.0

    47.0

    53.3

    46.749.3 48.3

    51.7

    77.0

    55.9

    23.0

    44.144.2

    55.8

    44.3

    55.7

    50.7

    representan la mayora, con una leve diferencia (3%). Pero en el resto de edades, los hombres predominan sustantivamente. La diferencia ms significativa se puede observar en el rango de edad que oscila entre 13 y 17 aos, donde el 77% est constituido por hombres y el 23% por mujeres.

    Encontrar factores que expliquen los cambios en los flujos migratorios requiere de estudios especficos que analicen fenmenos complejos como el compor-tamiento de la demanda de los mercados laborales internacionales, las caractersticas de las polticas mi-gratorias de los pases de destino y/o las condiciones para migrar que podran estar incidiendo en la menor participacin de las mujeres, en este ltimo caso, por los riesgos y la mayor vulnerabilidad que experimentan ante el delito de la trata de personas12. Del estudio se

    12 Segn el anuario de la Polica Nacional para el ao 2010, hubo un total de 18 mujeres vctimas de trata de personas, de las cuales 9 (50%) tenan 17 aos o menos.

    deriva una primera asociacin entre la mayor partici-pacin de los hombres adolescentes en los flujos migra-torios y los niveles de escolaridad alcanzados por stos.

    De acuerdo con el INDH 2011, la poblacin adoles-cente de 13 y 14 aos tiene los aos de estudio adecua-dos para su edad, que es de seis y siete aos, respecti-vamente. Sin embargo, a partir de los 15 aos de edad presentan brechas de escolaridad. Segn este Informe, hay que considerar que sta es la edad ms crtica del abandono escolar porque, particularmente los hom-bres, se incorporan al mercado de trabajo y las mujeres se ven obligadas a retirarse para dedicarse al cuidado de la familia en base al rol social de gnero que se les ha impuesto. La desigualdad es ms evidente si se con-sidera el rea de residencia: adolescentes y jvenes del rea rural presentan una escolaridad significativamen-te inferior que la de quienes viven en reas urbanas.

    Por otro lado, en la Encuesta de Hogares para la Medicin de la Pobreza en Nicaragua (FIDEG,

  • 20Migraciones y Desarrollo Humano

    2009) se seala que una persona de 16 aos debe-ra tener nueve aos de escolaridad, sin embargo, nicamente logra en promedio 7.4 aos. La brecha es mayor para quienes viven en reas rurales, pues slo alcanzan 5.7 aos. El nivel educativo alcanzado tambin vara segn el nivel de privaciones bsicas de los hogares.

    El abandono escolar por parte de hombres ado-lescentes podra explicar en parte el incremento de stos en los flujos migratorios, dado que el mercado laboral en pases vecinos como Costa Rica, El Sal-vador y Guatemala requiere de fuerza de trabajo de poca calificacin, ya que las opciones de empleo es-tn vinculadas a la agricultura, albailera y la cons-truccin.

    4.4 distribucin territorial

    El Grfico 4 indica, por un lado, que la migracin es ms urbana que rural y por otro, que ste es un com-portamiento constante a lo largo del tiempo, indistin-tamente de las edades de las personas migrantes. Sin embargo, la EMNV 2009 muestra un cambio en la ten-dencia, especficamente en el rango de 13 a 17 aos, ya

    que la proporcin de adolescentes rurales migrantes es mayor (52%) que el porcentaje de urbanos migran-tes (48%).

    El INDH 2011 indica que las personas ado- lescentes y jvenes del rea rural tienen menos aos de escolaridad que las del rea urbana, presentan mayores niveles de privaciones y tienen menos in-gresos. Esto podra indicar que la migracin se pre-senta como alternativa para la bsqueda de empleo por parte de los adolescentes hombres, particular-mente para los del rea rural, aunque finalmente im-plique insertarse en oficios de baja calificacin.

    Una investigacin de campo encomendada en el 2007 por Catholic Relief Services al Instituto Inter-nacional Albertus Magnus, indica que las dinmicas migratorias de hombres y mujeres ponen de mani-fiesto algunas razones de la dinmica migratoria ru-ral (Mayorga, 2008).

    - Se aprovechan los perodos laborales agrcolas para emigrar a pases de Centroamrica, no sola-mente a Costa Rica, sino tambin a El Salvador.

    GRFICO 4

    // Tendencias migratorias por rangos etarios y rea de origen, en porcentajes (migracin reciente de las EMNV 2001, 2005 y 2009)

    EMNV

    Menores de 13 aos

    13-17aos

    Resto deedades

    Menores de 13 aos

    13-17aos

    Resto deedades

    Menores de 13 aos

    13-17aos

    Resto deedades

    Urbano

    Rural

    FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001, 2005 Y 2009.

    EMNV2001

    EMNV2005

    EMNV2009

    62.2

    37.8

    68.8 67.2

    74.6

    35.5

    64.570.3

    88.9

    11.1

    47.8

    66.0

    34.0

    52.2

    29.731.2 32.8

    25.4

  • 21 Migraciones y Desarrollo Humano

    - La migracin de la mujer en el rea rural asciende y reafirma el camino a la emigracin permanente de familias enteras.

    - Las mujeres (que tienen cnyuge) no emigran, permanecen en el hogar, mientras el marido est viajando temporalmente en los pases vecinos en busca de trabajo en las cosechas agrcolas. Una proporcin de estas mujeres viajan estacio-nalmente con la intencin de emigrar de forma permanente, siempre y cuando les resulte viable llevar consigo a sus hijos e hijas.

    - Los campesinos adultos con tierra propia son mi-grantes temporales y los ingresos recibidos les sir-ven medianamente para la compra de insumos y aumentar la productividad agrcola de su terreno.

    - Una pequea proporcin (1%) de los hogares ru-rales tiende a disolverse porque el hombre mi-grante establece una nueva relacin marital en el pas de destino.

    Pese a la naturaleza urbana de la migracin, la zona rural se convierte cada vez ms en una regin expulsora de personas en edades tempranas como resultado de las estrategias familiares de sobrevi-vencia, la insercin creciente de las mujeres en los circuitos migratorios, entre otros factores que en-tran en juego.

    En la siguiente tabla se puede observar que las es-trategias familiares migratorias colocan a las nias, nios y adolescentes en un escenario de migracin acompaada13 o solitaria. Este tipo de migracin es el reflejo de los factores de expulsin de las personas mi-grantes adultas. La bsqueda de oportunidades para mejorar el bienestar de sus familias y las posibilidades de emigrar con los nios y nias, puede ser resultado de los contextos sociales, polticos, econmicos y am-bientales que Nicaragua ha venido experimentando en el transcurso de los aos // VER TABLA 1. Sea que emigren con compaa o en soledad, las nias y nios son quie-nes estn ms expuestos a la violacin de sus derechos humanos en los procesos migratorios.

    La EMNV 2009 refleja que un 84% de las nias, ni-os y adolescentes migr con compaa y un 16% sin compaa. Algunas de las razones de este incremento en la migracin con compaa pueden estar asociadas a las reunificaciones familiares con sus padres y ma-dres en el exterior; al porcentaje de mujeres migrantes que est llevando consigo a sus hijos e hijas y a las po-lticas migratorias que pueden favorecer a este sector poblacional.

    Sin embargo, desde un enfoque laboral, esta cre-ciente migracin con compaa tambin se refiere a nias, nios y adolescentes migrantes que se movili-zan con familiares para emplearse, como parte de una primera experiencia laboral o como acompaantes

    13 La migracin acompaada implica que la nia, nio o adolescente sali el mismo ao que otro miembro del hogar.

    EMNV 2001 EMNV 2005 EMNV 2009

    Nias, nios y adolescentes migrantes sin compaa 23.2 47.8 16.1

    Nias, nios y adolescentes migrantes con compaa 76.8 52.2 83.9

    TaBLa 1

    // Migracin con o sin compaa de nias, nios y adolescentes en porcentajes (EMNV 2001, 2005 y 2009) FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001, 2005 Y 2009.

  • 22Migraciones y Desarrollo Humano

    de sus familiares en las cosechas agrcolas en pasescercanos (migracin temporal). Las nias, nios y ado-lescentes migrantes sin compaa pueden relacionar-se con contextos sociales de violencia y pobreza. stos emigran en bsqueda de oportunidades para revertir sus privaciones en el pas de destino y gozar de una mejor calidad de vida. As, la migracin termina siendo visualizada como una alternativa que contribuye con sus proyectos de vida.

    4.5 destinos intrarregionales y nuevas dinmicas migratorias

    Segn la EMNV 2009, las personas migrantes meno-res de 13 aos tienen como destinos principales Costa Rica, Estados Unidos y Guatemala. En el caso de las y los adolescentes estos destinos son Costa Rica, Estados Unidos y Espaa, como se refleja en la siguiente tabla.

    Es probable que estas tendencias migratorias hacia los pases centroamericanos, en lugar de otros desti-nos migratorios ms alejados como es el caso de Es-paa, estn asociadas con la cercana geogrfica, los bajos costos migratorios, las redes familiares, la reuni-ficacin familiar, las cadenas migratorias, el acceso y los permisos de trabajo en los pases de destino, entre otros aspectos.

    Investigaciones realizadas por la Organizacin In-ternacional para las Migraciones (2010), reflejan que en las comunidades y zonas fronterizas de San Carlos,

    Ro San Juan, la migracin laboral agrcola es parte de la tradicin familiar. Ao con ao, el grupo familiar se traslada durante el perodo de la cosecha para trabajar en Costa Rica, obtener ingresos y ahorrar algo de di-nero para invertirlo el siguiente ao en tiles escolares. Las nias, nios y adolescentes viajan con la finalidad de obtener ingresos para la economa familiar y com-prar los tiles que requieren para la escuela. Padres y madres aprovechan que sus hijas e hijos estn finali-zando el ciclo escolar y se los llevan para complemen-tar con el ingreso que puedan ganar en actividades agrcolas.

    Existe otro fenmeno que ha sido menos estudia-do y es el hecho que durante dcadas, padres y madres han registrado a sus hijos/as en Costa Rica para que tengan un mayor acceso a la salud y la educacin.

    Segn la fuente anterior, las nias, nios y ado-lescentes al momento de la partida manifiestan ale-gra por viajar, porque van a conocer un lugar nuevo. Viajan con el imaginario de que all llevarn una mejor vida. En cuanto al rango de edad, migran ma-yormente las personas que tienen entre 14 y 18 aos y nios, nias y adolescentes que han cumplido los 10 aos.

    Otro hallazgo necesario de resaltar es la proporcin de nias, nios y adolescentes que emigran hacia Gua-temala (13%). Esto podra ser explicado por las migra-ciones de adultos para realizar actividades agrcolas y que llevan a sus hijos e hijas.

    Edades Costa Rica Estados Unidos Espaa Guatemala El Salvador Honduras Otros Total

    >13 aos 69.6 16.6 2.4 11.4 0.0 0.0 0.0 100.0

    13 - 17aos 88.9 3.7 2.7 1.7 1.3 0.0 1.7 100.0

    Todas las edades

    63.3 18.5 4.6 5.2 2.0 0.2 6.2 100.0

    TaBLa 2

    // Distribucin de nias, nios y adolescentes segn destinos migratorios, en porcentajes (EMNV 2009) FUENTE: ODH CON BASE EN EMNV 2001, 2005 Y 2009.

  • 23 Migraciones y Desarrollo Humano

    kPerfiles educativos de las nias, nios y adolescentes que migran

    Los perfiles educativos de las nias, nios y adolescentes migrantes muestran algunas diferencias interesantes. Por ejem-plo, la poblacin que emigra hacia Estados Unidos aventaja en educacin a la que lo hace hacia destinos centroamericanos. Por otra parte, la poblacin no migrante tiene mayores niveles de escolaridad que la poblacin migrante, segn la EMNV 2001 y 2005. Sin embargo, cuando las edades aumentan, el nivel educativo tiende a bajar entre los no migrantes. La edad en la que se produce el proceso migratorio es clave para la insercin escolar del nio o nia. Cuando la emigracin se rea-liza en los primeros aos de vida, es decir, cuando todava no se ha iniciado la vida escolar, el impacto de la migracin es ms inflexible, porque la insercin en otros pases representa mayores complicaciones para estudiar. La adaptacin a otros contextos sociales, educativos e institucionales suele presentar mayores dificultades en tanto que a edades tempranas no se cuenta con suficientes herramientas para enfrentar nuevos entornos. Por otra parte, el impacto de la migracin de los padres y madres en las nias, nios y adolescentes que se quedan en sus contextos de origen, suele estar mediado por diversos factores como la recepcin de remesas, que facilita la insercin al sistema educativo. La escolaridad va ligada a otras oportunidades, ya que la migracin genera movilidades sociales al interior de las comunidades y puede fortalecer la conformacin de un nuevo estatus social.

    FUENTE: INFORME RELACIONES VINCULANTES ENTRE MIGRACIN INTERNACIONAL Y DESARROLLO HUMANO: EFECTOS EN LA NIEZ Y LA ADOLESCENCIA (ROCHA ET AL., 2009).

    recuadro 4

  • 24Migraciones y Desarrollo Humano

    V. POR QU MIGRAN?

    5.1 Las causas de la migracin de nias, nios, adolescentes y sus familiares

    La investigacin Situacin de nios, nias y adolescentes que viajan no acompaados por la regin centroamerica-na, de OIM y Save the Children en Nicaragua, revel que los principales factores que determinan la mi-gracin de la niez y adolescencia son: ir a trabajar o apoyar econmicamente a la familia; reunificarse con la familia, estudiar y mejorar las condiciones de vida; conocer otros pases y culturas (OIM, 2010).

    Las migraciones de nias, nios y adolescentes nicaragenses raras veces son el resultado de un pro-yecto de vida elegido de forma libre y consciente como expresin de su capacidad de agencia. Se trata normal-mente del efecto de la falta de opciones en sus comu-nidades de origen. Cuando sus familiares se ven impo-sibilitados para tener un nivel de vida digno y toman la movilidad como salida y alternativa a las privaciones que experimentan, exponen a los miembros de la fa-milia a situaciones de riesgo y desproteccin.

    Las limitaciones econmicas resultan ser en los contextos actuales un elemento de peso para la mi-gracin, porque representa la base de las limitaciones para cubrir necesidades de alimentacin, educacin, salud y vivienda. As lo entiende Manuel al sealar las razones por las cuales su madre tom la decisin de migrar:

    Mi mam tena muchas deudas y ya no poda ms, sobre todo porque ella mantena la casa. Mi pap, segn l, nunca hallaba trabajo. Ella se fue para buscar un mejor futuro.Retomado de Rocha et at., 2009.

    En los procesos migratorios en los que se ven in-volucradas las nias, nios y adolescentes tambin inciden otras causas que no necesariamente son de orden econmico, entre ellas, las rupturas afectivas entre padres y madres; los problemas de violencia en el seno del hogar, la conformacin de redes familiares o la misma estabilizacin de otros familiares en el pas de destino.

    Para estas personas, el objetivo de la migracin puede variar en relacin al nivel y el tipo de restric-ciones que experimentan. La migracin femenina en los rangos de 13 a 17 aos, puede explicarse por la bsqueda de trabajo en mercados laborales donde la demanda de servicios domsticos es alta; tambin por la maternidad temprana, violencia intrafamiliar y la efectividad de las redes migratorias en los pases de destino.

    Un factor poderoso que motiva a las personas a migrar es el proceso de reunificacin familiar14. Un estudio de la OIT (2002), citado en Rocha (2010) encontr que el 77% de hijos e hijas de migrantes nicaragenses se moviliz para reunirse con su mam en el extranjero (el 54% del total de personas encuestadas entre 4 y 12 aos mencionaron esta ra-zn para migrar). Aunque la posibilidad de migrar puede ser considerada como un proyecto personal y familiar para elegir mejores condiciones de vida, es claro que se presentan limitaciones para que las personas puedan escoger con libertad sus posibili-dades de desarrollo (Rocha, 2010).

    La ENAJ-INDH 2009 pone de manifiesto algunas de las razones por las cuales las personas adolescentes deciden migrar. La principal razn est asociada a los proyectos educativos (29%).

    14 Entre los vacos notables en la generacin de informacin sobre el tema, se encuentra la falta de datos relativos al volumen de personas migrantes que hacen el viaje solas o acompaadas.

  • 25 Migraciones y Desarrollo Humano

    La exclusin social e institucional que se experi-menta en el lugar de origen tambin puede impulsar la decisin. Cuando las personas sienten que estn ex-cluidas de la escuela o universidad y no hay expectati-vas de acceder al sistema educativo, puede percibirse que no queda otra alternativa ms que ir a probar for-tuna en un contexto diferente.

    Las nias, nios y personas adolescentes migrantes suelen estar involucrados en experiencias migratorias para las que no fueron consultados, siendo sus padres y/o madres quienes tomaron la decisin.

    La ENAJ-INDH 2009 confirma que las razones por la que la mayora de adolescentes decide migrar

    son: bsqueda de mejores condiciones de trabajo, ampliar alternativas de estudio, conocer otros pases e implcitamente se puede deducir que el mejorar las condiciones de vida est asociado a las experiencias de reunificacin familiar, relaciones afectivas y la vulne-rabilidad de sus derechos.

    En cuanto a la migracin de otros familiares, ni-as y nios experimentan su ausencia y representan el abandono y la tristeza que conlleva la dinmica migratoria familiar. Ellos, al igual que sus familia-res, siempre tienen una historia que contar referen-te a las experiencias que vivi la madre y/o el padre cuando cruzaron al norte. Sin embargo, dentro de una decisin familiar caben diferentes niveles de participacin y supeditacin a las decisiones de las personas adultas.

    Las personas en edades tempranas suelen migrar con sus familiares y esta tendencia se ha incremen-tado a lo largo del tiempo. Segn consta en el Censo Nacional de Poblacin de Costa Rica (INEC, 2000) el 39.5% del total de la poblacin nacida en Nicaragua ingres al pas en el quinquenio 1995-2000 (23% en quinquenio 1990-1994, 13% en quinquenio 1985-1990 y el resto antes de 1984). Sin embargo, en el quinquenio de 1995-2000, los hijos/as del jefe de hogar represen-taron el 48.3% del total de hijos/as que han inmigrado. De los nietos/as (del jefe del hogar) que emigraron a Costa Rica, el 58.4% lo hizo en este quinquenio (Castro & Morales, 2006).

    Las nias y nios son conscientes de que tal viaje implica peligros y esfuerzos. A pesar de su edad, re-velan un conocimiento y sensibilidad sobre el tema, incluso para hacer planteamientos sobre sus derechos y el de sus familiares migrantes. La carta de la nia Re-beca dirigida al presidente de Costa Rica y al presiden-te de Nicaragua, eleva las voces de los y las migrantes y defiende sus derechos ante las autoridades nicara-genses y costarricenses.

    // Razones para migrar expresadas por adolescentes, en porcentajes (2009)

    2001

    GRFICO 5

    FUENTE: ODH CON BASE EN ENAJ-INDH 2009.

    14.0Mejorar condiciones

    de vida26.6

    Conocer otro pas

    29.4Estudiar

    27.1Trabajar

    2.9

    Otras razones

  • 26Migraciones y Desarrollo Humano

    El motivo de esta carta es para opinar lo que sentimos cuando nuestros familiares tuvieron que migrar. Cuando mi pap se fue a Costa Rica, nosotros nos entristecimos y tambin lloramos, pero por la necesidad que hay en el pas eso as tiene que ser. Le pedimos al presidente de Costa Rica que por favor no sean groseros con los nicaragenses, porque en algunas ocasiones sucede el rechazo para los nicas. Al presidente de Nicaragua, que busque un medio para los nicaragenses de detenerlos aqu, que busque como hacer una fuente de trabajo para que ya no haya ms inmigrantes, porque as nuestra familia ya estar junta con nosotros y eso todos se lo agradeceremos. Gracias.Rebeca. 10 aos, Rivas.

    Retomado de Rocha et al., 2009.

    Las experiencias afectivas tambin impulsan la de-cisin de migrar. En el caso de las mujeres, por ejem-plo, es notable la bsqueda de emancipacin frente a una relacin violenta con sus parejas. Pese a esta bs-queda de cambio en sus vidas, las experiencias migra-torias no constituyen una experiencia liberadora da-das las estructuras de poder y de relaciones signadas por la cultura patriarcal en la sociedad de destino.

    En sntesis, las migraciones de nias, nios y ado-lescentes son el resultado de mltiples factores aso-ciados al mbito laboral, familiar, a situaciones de violencia, condiciones de vida, entre otros. Sin em-bargo, desde una visin global, la migracin de nias, nios y adolescentes puede entenderse como el de-sarrollo de un capitalismo moderno, donde se nece-sita que el sistema econmico funcione con mano de obra barata y escaso cumplimiento de los derechos humanos de las personas implicadas en los procesos migratorios. Desde una visin regional, puede estar basada en la relacin cercana de los pases de destino, los vnculos afectivos y familiares y las afinidades cul-turales. Y desde una visin personal, est relacionado con la bsqueda de autonoma, de huir de situaciones

    de vulnerabilidad, de violencia y pobreza, por men-cionar algunas.

    5.2 el aspecto econmico de la migracin: uso de las remesas

    La migracin se presenta en la vida de las personas mi-grantes como la clave para alcanzar mejores condicio-nes de vida ante las limitaciones que enfrentan en el pas de origen.

    Desde el punto de vista econmico, lo que las per-sonas buscan con la migracin es proveer ingresos a sus hogares en forma de remesas, lo que permite que las personas destinatarias puedan utilizarlas en ali-mentos, educacin y salud y as avanzar en su desarro-llo humano. En algunos casos, esta situacin deriva en una paradoja, porque quienes envan dichas remesas se ven en la necesidad de experimentar privaciones para cumplir con ese rol de proveedor. Por otro lado, la dimensin socioafectiva termina ocupando un se-gundo plano. Si bien las remesas permiten disminuir la pobreza material por medio de los ingresos, desde el enfoque del desarrollo humano no se puede restrin-gir el anlisis de los impactos de la migracin a una di-mensin estrictamente econmica. A medida que los vnculos y lazos familiares son ms fuertes, la exten-sin e intensificacin de las remesas tiende a crecer. Las afectividades, los problemas familiares, las caren-cias y otras causas inciden en el envo permanente y uso de las remesas.

    En Nicaragua, reportes del Banco Central de Nica-ragua de 2011 reflejaron una cifra record para las re-mesas de US$ 911.6 millones, representando el 12.5% del Producto Interno Bruto de ese ao.

    La necesidad de contribuir con los ingresos del hogar conlleva a que nias, nios y adolescentes sean acompaantes dentro de los flujos migratorios hacia otros pases, donde los mercados laborales en cose-chas agrcolas demandan mano de obra barata y poco

  • 27 Migraciones y Desarrollo Humano

    remunerada. Pero al sumar estos ingresos con los del familiar adulto al final se convierte en un aporte colec-tivo para subsanar las necesidades familiares.

    Un estudio elaborado por Agurto y Guido (2003) para la Fundacin Internacional para el Desafo Econmico Global, muestra que el promedio de d-lares enviados a Nicaragua por parte de la poblacin migrante es de unos US$ 145.00 mensuales. A nivel del total de la poblacin migrante, son los hombres quienes envan ms dinero (US$ 174.00) en compa-racin con las mujeres (US$ 114.00).

    El monto de las remesas vara segn rangos de edades y sexo. Los migrantes jvenes estn envian-do montos mayores de dinero (US$ 188.00) que las personas adultas (US$ 139.00). Entre las personas jvenes, son las mujeres quienes tienen una destaca-da participacin en el envo de remesas y esto puede atribuirse a un aprendizaje social que reciben des-de pequeas, segn el cual deben o tienen mayores responsabilidades en el seno familiar. Esto hace que sientan la necesidad de estar pendiente de su familia en los pases de origen, quedndose ellas a expensas del dinero sobrante para sobrevivir en los pases de destino.

    La migracin y las remesas ostentan una visin positiva, porque sin estos recursos muchos de los pro-blemas cotidianos de las nias, nios y adolescentes quedaran sin solventar. Las remesas por s solas, des-de una visin objetiva, no son del todo positivas en su totalidad, ya que los recursos econmicos enviados en-miendan aquellos baches que el Estado o el mercado no han podido subsanar dentro de la economa y que impiden que se alcancen mayores niveles de desarro-llo humano. Si las remesas fuesen acompaadas por acciones de polticas pblicas o iniciativas que no slo atiendan los aspectos econmicos, sino tambin las dimensiones emocionales, el acceso a oportunidades para tener una mejor educacin y salud, entre otros, el efecto de la migracin sera positivo y repercutira en

    un mejor bienestar de las nias, nios y adolescentes que se encuentran en vulnerabilidad por el impacto de la migracin.

    Las remesas son para los nios y nias una fuente de ingresos que trasciende la frontera de lo econmico. De sus percepciones se deriva la forma en que se valo-ra el aporte de las remesas y el esfuerzo de sus proge-nitores; y la visin que tienen de la economa como un recurso que complementa sus proyectos de vida. En-tre las nias, nios y adolescentes esta percepcin se construye a partir de un sentimiento de gratitud, pero tambin de corresponsabilidad hacia el buen uso del dinero.

    Hoy agradezco la vida que llevo, porque en cuestin econmica no me ha faltado nada. He vivido con personas que no tienen la misma comodidad ma ().Adolescente de 14 aos, hija de migrante mujer en Costa Rica.

    Retomado de Rocha et al., 2009.

    Los y las adolescentes suelen ver los envos como algo que garantiza la sobrevivencia familiar, el pago de la escuela y tiles escolares; vivienda y otros gastos re-levantes. La educacin es el segundo rubro de mayor importancia despus de la alimentacin. El uso de las remesas tambin est en clara correspondencia con las necesidades propias de la vida de los hogares recep-tores, pero tambin con las transformaciones que se generan a partir de ellas.

    En la mayor parte de las familias, el consumo de productos alimenticios y la educacin de los hijos e hi-jas se convierten en la mejor inversin de las remesas. En otros casos, la construccin de viviendas y la com-pra de ropa y zapatos tambin es parte del uso de estos ingresos enviados del exterior. En una menor propor-cin, las remesas son utilizadas para el pago de deudas adquiridas y la generacin de pequeas empresas per-miten un mejor provecho del dinero y tener un desa-rrollo local y colectivo en los pases de origen.

  • 28Migraciones y Desarrollo Humano

    Se puede sealar que la dinmica de las remesas no siempre tiene un efecto positivo. En algunos casos, la inversin en la educacin de hijas e hijos es ms efec-tiva cuando va acompaada de una buena relacin afectiva entre las familias, por ejemplo, cuando la rela-cin es ms cercana entre abuelas y madres migrantes. Mantener ese puente afectivo entre quienes migran y sus familias de origen es oportuno para los nios, nias y adolescentes.

    Muchas veces puede ocurrir que la distancia de los padres y madres migrantes y la poca relacin afectiva con aquellos familiares encargados del cuido de sus hi-jos e hijas, impiden integrarlos en un mismo proyecto migratorio. Por muy grandes que sean los montos de las remesas y de la inversin de las mismas, stas no tendrn el mismo efecto en aquellas familias que care-cen de condiciones afectivas que propicien la integra-cin en un todo y bien comn.

    // Uso de las remesas por adolescentesen porcentajes (2009)

    GRFICO 6

    FUENTE: ODH CON BASE EN ENAJ-INDH 2009.

    14.4

    Construccino mejorarvivienda

    Comprar ropay zapatos

    Estudiar25.5

    2.6

    Alimentacin(sobrevivencia)

    49.0

    Otras razones13.0

    5.7

    4.2 Para diversin

  • 29 Migraciones y Desarrollo Humano

    Vi. CULES SON LAS CONDICIONES QUEENCUENTRAN EN LAS COMUNIDADES DE DESTINO?

    Este apartado presenta informacin referente a las condiciones que experimenta la poblacin mi-grante nicaragense en Costa Rica, pas que segn la EMNV 2009, es el destino del 62% del total de la poblacin migrante y porque existe una amplia disponibilidad de datos y anlisis de censos con in-formacin desagregada de la poblacin migrante de Nicaragua.

    6.1 Condiciones ambientales, discriminacin, acceso a salud y educacin

    Un efecto de la discriminacin segn Liwsky (2012) es la imposibilidad de nios, nias y adolescentes de acceder a los derechos econmicos, sociales y cul-turales. Las diferencias entre la niez migrante y no migrante, y dentro de los migrantes, los regulariza-dos o no regularizados, trae consigo la vulneracin de derechos humanos bsicos como el derecho a la edu-cacin y a la salud. Pueden negrsele a nias, nios y adolescentes estos derechos por no gozar de una resi-dencia conforme derecho o por no estar regularizada su condicin migratoria?

    Las nias, nios y adolescentes migrantes experi-mentan un conjunto de situaciones que problemati-zan el ejercicio de sus derechos bsicos en la sociedad de destino. Las condiciones de segregacin residen-cial y cultural; las dificultades para el acceso al siste-ma educativo y la atencin a la salud, son algunos de los elementos claves en el marco de la tensin entre los derechos adquiridos y los derechos ejercidos en el pas de destino. En ese sentido, el desarrollo humano de estas poblaciones se ve comprometido y existe un enorme desafo para las dinmicas de integracin so-cial y cultural.

    Problemas colaterales asociados a la migracin y a las carencias emocionales son la desercin escolar, los embarazos a temprana edad, el conflicto con la ley y la interaccin en grupos de pandillas por parte de ado-lescentes familiares de migrantes.

    6.2 Integracin en las comunidades de destino

    Yo soy un emigrante y mi familia tambin, porque andamos en busca de una mejor calidad de vida. Considero que soy buen estudiante. Quiero educarme para ser profesional y servirle a mi patria actual, Costa Rica, as como tambin algn da poder aportar beneficios a mi hermosa patria, Nicaragua.Jordy, sexto grado.

    Cita textual extrada de Aulas sin Fronteras (2005).

    La experiencia migratoria genera una serie de con-tradicciones, particularmente en la construccin de identidades (Sandoval, 2002; Mass & Paniagua, 2006; Castro & Latino, 2007; Brenes, 2009). La migracin, en general, sobre todo aquella protagonizada por la niez y adolescencia, implica una recreacin de referentes ya que, por una parte, produce una ruptura con la cotidia-nidad y una prdida parcial de los referentes existentes en el entorno de origen. Por otra, se adquieren nuevas referencias en el pas de destino. Se trata de agenciar la reconstruccin de una identidad personal que inclu-ya y reconcilie los referentes viejos con los nuevos. Las formas en que se articula este proceso subjetivo son variadas y pueden generar sentimientos de ambi-gedad (Mass & Paniagua, 2006; Brenes, 2009).

    La separacin y acercamiento en los espacios don-de se desarrollan los distintos momentos de la vida co-tidiana de costarricenses y nicaragenses, y que pro-viene en parte del proceso de segmentacin espacial analizado anteriormente, interviene en las formas en que se percibe a las personas inmigrantes. Convivir con episodios de discriminacin y rechazo puede pro-

  • 30Migraciones y Desarrollo Humano

    vocar traumas psicolgicos severos y tener consecuen-cias para el desarrollo de la identidad de nias, nios y adolescentes migrantes15.

    Tal vez yo deca en el mercado que quera un chayote y all le llaman gisquil. Entonces cuando les deca quiero un chayote y me decan y qu es eso?, yo les deca de eso que tiene ah pues. Ah, me decan entonces usted no es de aqu. Hay palabras que all son vulgares y aqu son normales. Por ejemplo la palabra chimar. Nosotros aqu decimos me chima el zapato, pero all es una vulgaridad. Entonces si uno dice ay me chim el zapato, entonces lo quedan viendo a uno y se ponen a rer y tal vez uno ni cuenta se dio.Adolescente inmigrante, 16 aos, Costa Rica.

    Para las nias, nios y adolescentes, aprender la forma de hablar del costarricense en el menor tiem-po posible se convierte en una estrategia para afirmar otra identidad, sin ser tildado de nica, obligado por la segregacin cultural o por las exigencias en los centros laborales, escuelas y espacios pblicos. Haber sido ob-jeto de burlas en estos espacios de socializacin, deja a la persona migrante sin espacios donde ubicarse y sentirse aceptado. Una forma de reaccionar al rechazo y la discriminacin es asumiendo comportamientos similares frente a sus pares costarricenses con los que interactan.

    Los procesos de migracin provocan la ruptura de los lazos de amistad y como consecuencia manifiestan sentimientos de incomodidad y malestar al tener que entablar nuevas relaciones en el lugar de residencia actual, lo cual en ciertas ocasiones no es del todo posi-ble (Mass & Paniagua, 2006).

    15 Un anlisis sobre estos contrastes y dilemas que se producen en las personas migrantes puede ser consultado en Conflictiva convivencia (Alvarenga, 1997).

    La escuela es uno de los principales espacios donde nias y nios migrantes nicaragenses son discrimi-nados por parte de sus pares e incluso por los funcio-narios y funcionarias de la institucin. Experimentan burlas por su forma de hablar, sus costumbres, el color de su piel o los pocos conocimientos que tienen sobre Costa Rica. Un nio de 9 aos, ante la pregunta de por qu lo molestaban en la escuela, responde: Slo porque soy moreno (Alvarado, 2007).

    En la Costa Caribe las nias, nios y adolescentes reconocen que las identidades de ellos y ellas y la de sus padres y madres se entretejen con su grupo tni-co: somos multitnicos, mencionan. A travs de los aos, la autoidentificacin ha ido interiorizndose, por lo que los procesos migratorios no quedan excluidos de estos cambios culturales. La identificacin con Ni-caragua y lo nicaragense, est determinada por el lu-gar que se otorgue a stos en las dinmicas familiares. En los casos donde la percepcin de los padres y ma-dres es negativa, los hijos e hijas no poseen una identi-ficacin clara con el pas (Briceo, 2003).

    La discriminacin cultural puede verse acompaa-da por la discriminacin de gnero, cuando el pas de destino presenta prcticas machistas y estigmas que vulneran los derechos de las mujeres.

    Sentirse diferentes dificulta an ms el proceso de interaccin con el nuevo contexto y puede inducir a la toma de decisiones como la de Jazmn: no conti-nuar sus estudios por no soportar el hecho de sentirse extraa. Personas adolescentes consultadas en esta investigacin comentaron haber vivido, escuchado o visto manifestaciones de discriminacin en centros educativos, tanto pblicos como privados, por parte de docentes y compaeros o compaeras. El Grfico 7 ilustra algunas expresiones de discriminacin percibi-das por migrantes en Costa Rica.

    Al establecer una visin del desarrollo humano como un proceso integral y holstico, las consecuen-

  • 31 Migraciones y Desarrollo Humano

    cias de la discriminacin que experimentan las per-sonas migrantes en los sitios de destino provocan el deterioro de sus condiciones de vida y afecta la poten-ciacin de su agencia. Las consecuencias se observan en el mbito fsico, psicosocial, emocional, cognitivo y familiar.

    Las transformaciones que conlleva la migracin impulsan a nias, nios y adolescentes a incorporar elementos y costumbres del nuevo pas a los referen-tes que llevan de su pas de origen. En su interaccin con sus comunidades en Nicaragua, estas identidades complejas vuelven a ser elementos de exclusin y de cuestionamientos por cargar con prcticas y estilos de vida ajenos.

    En el entramado cultural que produce el proceso migratorio, las personas que tienen ms tiempo en el pas han construido relaciones y manifiestan una ex-

    periencia menos negativa que los que tienen menos tiempo, pues palpan ms el rechazo y conservan un alto grado de resentimiento hacia el costarricense y su trato con el migrante nicaragense (Lobo & Rodr-guez, 2009).

    Como estrategia para mitigar y evadir rupturas en los procesos de reconfiguracin de identidades, las personas migrantes fortalecen vnculos de uno a otro pas, pulen canales de informacin, culti-van su comunicacin con los familiares en el pas de origen, establecen un vigoroso intercambio de servicios y se van asentando donde hay ms nicara-genses y posibilidades de organizar una conviven-cia vecinal de mayor libertad y menores asperezas cotidianas. Todo esto es sumamente importante para desarrollar estrategias de sobrevivencia. Mo-verse entre dos culturas marca su proceso de desa-rrollo personal.

    GRFICO 7

    // Percepciones de discriminacin de personas migrantes entre 15 y 35 aos, segn pas de origen, en porcentajes (2007)

    TIPO

    DE

    DIS

    CRIM

    INAC

    IN

    Otros

    Nicaragua

    Colombia

    FUENTE: ODH CON BASE EN I ENCUESTA NACIONAL DE JUVENTUD 2007. CONSEJO DE LA PERSONA JOVEN (COSTA RICA).

    Por ser migrante

    Por tener algunadiscapacidad

    Por preferencia sexual

    Por condicinsocioeconmica

    Discriminacin tnica,por raza

    Por su condicin de joven

    Por ser mujer

    Por ser hombre

    37.6

    64.5

    78.4

    68.358.7

    66.9

    62.5

    59.7

    57.4

    53.5

    49.360.5

    54.354.0

    53.6

    64.944.7

    28.9

    19.031.8

    5.79.6

    13.8

    24.8

  • 32Migraciones y Desarrollo Humano

    La identidad de los nios y nias es marcada por la procedencia de los progenitores y en ocasiones, el padre o la madre puede ser un residente costarri-cense. El ser combinado, como lo llaman algunos adolescentes, puede ser percibido como elemento

    positivo, pues genera una riqueza personal al co-nocer dos mundos culturales, pero a la vez, puede generar conflicto a nivel personal debido a las acti-tudes discriminatorias hacia lo nicaragense (Bri-ceo, 2003).

    k El mural de la convivencia

    Rostros sonrientes, miradas destellantes de alegra y las voces de aproximadamente treinta nios y nias de La Carpio han engalanado el Saln Comunal Las Brisas, durante varios sbados del mes de junio y julio del ao 2007. Pero a qu se debe toda esta algaraba de nios y nias? Muy fcil, acogieron la llamada que les hiciera Defensa de Nias y Nios Internacional (DNI) para participar en un taller sobre los derechos de los nios, nias y a