Mientras Mitonar se precipita hacia el desastre, la...

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  • Mientras Mitonar se precipita hacia el desastre, la matriarca del clan,RonicaVestrit,acusadadetraición,estábuscandounamaneradeuniralos habitantes de la ciudad frente a la amenaza de los chalcedeanos.Entretanto,AltheaVestrit,quedesconoceloquehaocurridoenMitonaryensufamilia,continúasupeligrosabúsquedaparalocalizaryrecuperarasunaveVivacia,secuestradaporeldespiadadopirataKennit.Peseasuatrevimiento,puedequesuplanresulte inútil.Porsucariño,Vivaciaseenfrentaráalomásterrible,mientrasqueelsecretodelasnavesesrevelado.UnaverdadtanabrumadoracomoesapuededestruiraVivaciayatodosaquellosque laaman, incluyendoal jovensacerdoteWintrowVestrit,cuyavidayapendedeunhilo…

    Enelúltimovolumende la trilogíade"Las leyesdelmar",RobinHobbentrelazael fascinante relatodeunaciudadalbordede la ruinacon lahistoria de una gloriosa y mítica especie a punto de extinguirse. EldestinodelclanVestritestáligadoaldeambas…

    La calidad literaria de Robin Hobb se ha ganado las alabanzas de lacríticay laadmiracióndeautorescomoGeorgeR.R.MartinoKevinJ.Anderson.

  • RobinHobb

    LasnavesdeldestinoLasLeyesdelMar,3

    ePubr1.0magnus14.11.14

  • Títulooriginal:ShipofDestinyRobinHobb,2000Traducción:FannyHernándezBrotonsIlustracióndecubierta:JohnHowe

    Editordigital:magnusePubbaser1.0

  • ÉsteesparaJaneJonsonyAnneGroell.Porpreocuparselosuficientecomoparaconvencermedequehabíaacertado.

  • PrólogoLaQueRecuerda

    Sepreguntabaaquésehabríaparecidoelserperfecta.El día en que salió del cascarón, fue capturada antes de haber podido

    arrastrarsesobrelaarenahastarecibirelabrazodelmar,saladoyfresco.LaQueRecuerdaestabacondenadaarememorarcadadetalledeaqueldíaconclaridad.Aquella era su función, la razón de su existencia. Era una nave para losrecuerdos.Noerasolosupropiavidalaqueestabaanidadadentrodeelladesdeel momento en que empezara a formarse en el huevo, sino que también loestabanlasvidasconectadasdeaquellosquemurieronantesqueella.Dehuevoaserpiente,acapullo,adragón,ahuevo,poseíatodorecuerdodelaevolucióndesuespecie.No todas lasserpientesestaban tanbiendotadas,o tancargadasdeinformación. Relativamente pocas llevaban gravada la plena memoria de suespecie,soloseprecisabadealgunasdeellas.

    Sudebuthabíasidoperfecto.Sucuerpolisoymenudo,flexibleyescamado,habíaestadoperfecto.Sehabíaabiertopasofueradelcaparazóndepiel,graciasa su único diente. El suyo era un nacimiento tardío. Los demás ya se habíanliberadodesuscascarasydelosáridosmontículosdearena.Lehabíandejadosus ondulantes trazadas para que las siguiera. El mar la había llamadoinsistentemente.Sedejóengañarporcadaabrazodelasolas.Habíacomenzadosu viaje deslizándose por entre la arena seca, bajo el sol abrasador. Habíasaboreadoelhúmedoregustodelocéano.Laluzcambianteensudeslumbrantesuperficielahabíaatraído.

    Nuncahabíaterminadosuviaje.LasAbominacioneslahabíanencontrado.Lahabíanrodeadointerponiendo

    suspesadoscuerposentreellayelmarque la llamaba.Arrancadade laarena,había sido hecha prisionera en un estanque alimentado por la marea, en el

  • interior de una cueva del acantilado. Allí la habían retenido, alimentándolaúnicamente a base de cosasmuertas, y sin permitirle jamás nadar en libertad.Nunca había emigrado a los cálidos mares del sur, donde la comida eraabundante. Nunca había conseguido el volumen y la fuerza que una vida enlibertad le habría dado.No obstante creció, hasta que el estanque de la cuevaresultó ser pocomás que un charquito para ella, un espacio apenas suficienteparamantenermojadassupielysusbranquias.Suspulmonesestabansiempreoprimidos, dentro de su cuerpo replegado. El agua que la rodeaba estabaconstantemente contaminada por sus venenos y sus defecaciones. LasAbominacioneslahabíanmantenidoprisioneradurantemuchotiempo.

    ¿Cuántotiempohacíaquelahabíanconfinadoallí?Nopodíacalcularlo,peroestabaseguradequehabíapermanecidocautivadurantevariosdelosciclosdevidaordinariosdesuespecie.Unaveztrasotra,habíasentidola llamadaenlaestacióndelasmigraciones.Unarevolucióninterior,ligadaaunprofundodeseodebuscaralosdesuespecie.Lasglándulasvenenosasdelinteriordesugargantasehabíanhinchadoylehabíandolidohorrores.Enesosmomentos,selehacíaimposibledescansar: sus recuerdos, quepedían agritos ser liberados, no se lopermitían. Se había revuelto con impaciencia en el diminuto estanque.Permanecerallíeratodounsuplicio,porloquehabíajuradovengarsedelasquelamanteníanasí retenida.Eraenaquellosmomentoscuandosuodiosevolvíamás salvaje. Cuando sus glándulas rebosantes de recuerdos ancestralescontaminaronlasaguas,cuandolasaguasquedarontanrepletasdepasadotóxicoque sus jadeantes branquias se envenenaron con la historia, solo entonces,llegaronlasAbominaciones.Fueronhastasucárcelpararespirarlasaguasdesuestanque, hasta emborracharse de ellas. Una vez ebrias, se hicieron delirantespredicciones las unas a las otras, bajo la luz de la luna llena. Robaron losrecuerdosdesuespecie,ylosutilizaronparaextrapolarelfuturo.

    Después de aquello, el bípedo Wintrow Vestrit la había liberado. Habíavenidoa la islade lasAbominacionesparaentregarles los tesorosdelmarquehabían sido arrastrados hasta la costa. A cambio, había esperado que lepronosticaransufuturo.Pensarenellotodavíahacequesusglándulassellenende veneno. ¡LasAbominaciones solo podían hacer profecías si le robaban susrecuerdos! No tenían verdaderas dotes de videncia. Si las hubieran tenido,habrían sabidoqueelbípedo las llevaría a superdición,pensabaella.Habrían

  • detenidoaWintrowVestrit.En lugardeeso,él lahabíadescubiertoy lahabíaliberado.

    Aunque sus pieles hubieran estado en contacto, aunque sus recuerdos sehubieranmezcladoatravésdelastoxinasdeella,nohabíallegadoacomprenderquéfueloquemotivóalbípedoaliberarla.Eraunacriaturadevidatancortaquela mayoría de sus recuerdos ni siquiera le hicieron mella. Había sentido supreocupaciónysudolor.Habíacomprendidoqueelbípedohabíaarriesgadosucortaexistenciaparaliberarla.Suvalorlahabíaconmovido.HabíaasesinadoalasAbominacionescuandoéstasloshabíancapturadodenuevo.Luego,cuandoelbípedohabíadesfallecidoenelmarenelqueellasenutría,lohabíaayudadoaregresarasunave.

    Ella,LaQueRecuerda,abrióampliamentesusbranquiasunavezmás.Sintióel misterio en las olas. Había devuelto al bípedo a su embarcación, y esaembarcaciónlaasustabaalavezquelaatraía.Elcascogrisplateadodelanavedejabaunrastrodeolorenlasaguasqueteníadelante.Losiguió,mientrassorbíaunosevasivosrecuerdosdeintensosabor.

    Lanavenodesprendíaolor anave, sinoqueolía como loharíaunode suespecie. Ya llevaba doce mareas siguiéndola, y no estaba más cerca dedesentrañar el misterio que había en torno a ella. Sabía bien lo que eran lasnaves;losAncianoslashabíantenido,peronoerancomoesta.Susrecuerdosdedragona le contaron que, amenudo, su especie había sobrevolado ese tipo denaves,yhabíaconseguidoquesetambalearansalvajemente,aljuguetearconlasráfagasdevientoqueformabanconsusampliasalas.Losbarcosnodeberíanserunmisterio,peroestesíqueloera.¿Cómopodíaunanavedesprenderelmismoolor que una serpiente? Y más que eso, pues no olía como una serpienteordinaria.OlíacomoUnaQueRecuerda.

    Denuevo,eldebertiródeella:erauninstintomásfuertequeeldecomeroel de reproducirse. Era la llamada del tiempo, y del tiempo pasado. En aquelinstante, tendría que haber estado entre los de su especie, guiándolos por lasenda de la migración que tan bien tenía almacenada entre sus recuerdos.Alimentaríalosrecovecosdesusmemoriasconpotentestoxinasquedespejaríansus recuerdos durmientes hasta producirles insomnio. El imperativo biológicohacíaque lehirviese la sangre.Era el tiempodel cambio.Maldijootravez suencorvadocuerpo,verdeyoro,queseencogíayseestirabatantorpemente.No

  • teníaningunaresistenciafísica.Leeramásfácilnadardentrodelaesteladelanave,paraquelamarchadeestalaayudaraaavanzarporlasaguas.

    Establecióun compromiso consigomisma.Mientras que el recorridode lanavedeplataseajustaraalsuyo,laseguiría.Utilizaríasuimpulsoparaayudarseaavanzarmientrasganaba fuerzay resistenciaporsucuenta.Meditaríaacercadelmisterio y lo resolvería si podía. Pero no dejaría que ese rompecabezas ladistrajeradesuprincipalobjetivo.Cuandollegarancercadelacosta,elladejaríalanaveytrataríadehallaralosdesuespecie.Encontraríamarañasdeserpientesylasguiaríaporelríograndehastalatierradeloscapullos.Alañosiguiente,porestasfechas,jóvenesdragonesensayaríansusalasenlosvientosdelverano.

    Endefinitiva,sehabíaprometidoasímismaqueseguiríaalanavedurantelas doce primeras mareas. Durante la subida de la decimotercera marea, unsonidoextrañoyalavezdesgarradoramentefamiliarhizovibrarsucuerpo.Eralallamadadeunaserpiente.Seseparódeinmediatodelaesteladelanaveysesumergió en las profundidades, lejos de las distracciones de las olas de lasuperficie. La Que Recuerda emitió una respuesta, y luego guardó silencio,expectante.Nolellegóningunacontestación.

    Sintió el peso de la decepción. ¿Acaso los había defraudado? Durante sucautiverio, había habido periodos en los que había gritado una y otra vez,dejandosalirsusufrimientohastaquelasparedesdelacavernaresonaranconél.Rememoraraquellaamarguralahizoparpadearbrevemente.Noseatormentaría.Abrió losojos sobre su soledad.Sedecidió a seguir denuevo a la nave, puesrepresentabaelúnicopálidoesbozodecompañerismoquehabíaconocido.

    La pausa momentánea solo la había vuelto más consciente de laslimitacionesdesucuerpoextenuado.Precisódetodasufuerzadevoluntadparasaliradelante.Uninstantedespués,cuandounaserpienteblancapasóporsuladoalavelocidaddelrayo,todosuagotamientoseesfumó.Laserpienteblancanoparecióadvertirsupresencia,concentradacomoestabaenseguira lanave.Suextrañoolordebíadehaberlaconfundido.Suscorazoneslatieronsalvajemente.

    —¡Aquíestoy!—gritótrassupaso—.Aquí.SoyLaQueRecuerda.¡Porfinteheencontrado!

    Elmachoblanconadóondulandosinesfuerzosupálidoygruesocuerpo.Nisiquieragirólacabezahacialaquelollamaba.Loprimeroquehizofuequedarsemirándolo,conmocionada,yluegoseapresurótrasél,olvidandotemporalmente

  • suagotamiento.Searrastrótraselblanco,jadeandoporelesfuerzo.Loencontrósiguiendodecercaalanave.Sedeslizabapordebajodeella,en

    su sombra, emitiendo incomprensiblesmurmullosychillidos juntoa las tablasdel casco del navío. Tenía la melena semirrecta, y las aguas, a su alrededor,habíansidotintadasporunanubedetoxinas.Pocoapoco,mientrasobservabaesas acciones sin sentido, el horror fue creciendodentrodeLaQueRecuerda.Desdelomásprofundodesualma,cadaunodesusinstintoslapreveníacontrala serpiente blanca. Tan extraño comportamiento debía de significar o bienenfermedad,obienlocura.

    Peroeraelprimerodesuespeciealquehabíavistodesdeeldíaenquesaliódel cascarón. La atracción por esa relación de parentesco era mayor quecualquierrepulsa,porloqueseacercócautelosamenteaél.

    —Saludos—aventurótímidamente—.¿BuscasaUnaQueRecuerda?Yosoyuna.

    Enrespuesta,losgrandesojosrojosdeélgiraroncadaunoparaunlado,ylelanzóunchasquidoamododeadvertencia.

    —¡Mía! —proclamó con voz ronca—. Mía. Mi comida. —Presionó sumelenaerectacontralanave,dejandoquesefiltraranlastoxinasensucasco—.Aliméntame—leexigióalanave—.Damecomida.

    Ellaseretiródeprisa.Laserpienteblancaproseguíasubúsquedaanimalalolargo del casco de la nave. La Que Recuerda sintió la inquietud del navío.Curioso.Todaaquellasituacióneratanextrañacomolossueñosy,aligualqueenlossueños, laatormentabanlossignificadosposiblesy losentendimientosamedias. ¿Podía la nave reaccionar contra las toxinas y las exigencias de laserpiente blanca? No, aquello era ridículo. El olor misterioso de la nave losestabaconfundiendoaambos.

    LaQueRecuerdasesacudiósumelena,ysintiócómosellenabadepotenteveneno.Aquelactoleproporcionóunasensacióndepoder.Sesituóalaalturadela serpiente blanca para luchar contra ella. Él era más ancho que ella y másmusculoso;estabaenbuenaformafísicaymental.Peroesonoimportaba.Ellapodíamatarlo.Apesar de su cuerpo atrofiado e inexperto, podía paralizarlo yenviarlo al fondo delmar. En esemomento, a pesar de la fuerte intoxicacióndebidaalassecrecionesdesupropiocuerpo,supoquesupodereraaúnmayor:podíailuminarloyhacerqueviviese.

  • —¡Serpienteblanca!—gritó—.¡Escúchame!Tengorecuerdosquecompartircontigo,recuerdosdetodoloquenuestrarazahasido,recuerdosqueseanclaránentumemoria.Prepáratepararecibirlos.

    No prestó atención a ninguna de sus palabras. No se preparó para recibirnada,peroaellanoleimportó.Ésteerasudestino.Porestoeraporloquehabíasalidodelcascarón.Élseríaelprimerdestinatariodesudon, tantosi loqueríacomo si no. Torpemente, con la dificultad que le suponía elmover su cuerpoatrofiado,selanzócontraél.Élsegiróenladireccióndelataque,conlamelenaerecta, pero ella ignoró sus toxinas. Con la ayuda de un buen empujón, loenvolvió entre susmiembros y se sacudió lamelena, al tiempoque soltaba eltóxicomáspotentedetodos:losvenenosprofundosquedominabansumenteporunosmomentosydejabanqueafloraraelespírituqueestabaescondidodetrásdesuvida.Él luchódesesperadamente, pero, de repente, sequedó tieso comountronco. Sus ojos giratorios de rubí se hicieron aún más grandes, pero noparpadeó.Losojos,porlaconmoción,lesobresalíandelascuencas.Intentó,envano,cogerunúltimoaliento.

    Era todo loqueellapodíahacerpara retenerlo.Envolvió la longitudde sucuerpoenelsuyopropio,ylomantuvoasímientrassemovíaenlasaguas.Lanavecomenzóaalejarsedeellos,peroella ladejó ir,casidebuenagana.Estaserpienteeramás importanteque todos losmisteriosqueconcerníana lanave.Lamantuvo contra su cuerpo, retorciéndole el cuello para verle el rostro.Viocomogirabansusojos,ycomocrecíandenuevo.Loretuvomientrasatravesabalahistoriadeunmillardevidas,y seponíaalcorrientedelpasadode todasuraza. Por unmomento, lo dejó impregnarse de esa historia. Luego, lo extrajocuidadosamente de allí, liberando toxinas menores que calmaban lo másprofundodesumente,eibandejandoquesubreveexistenciavolvieraalprimerplanodesuspensamientos.

    —Recuerda. —Murmuró la palabra con suavidad, cargándolo con laresponsabilidad de todos sus antepasados—. Recuerda y sé. —Se quedótranquilamente enroscado. De repente, cuando un temblor le recorrió todo elcuerpo,ellasintióquesusrecuerdosloposeíandenuevo.Susórbitasgiraronysecentraronenlasdeella.Levantósucabeza.Ellaesperósuagradecimientoysuveneración.

    Lamiradaconlaqueseencontrólaacusaba.

  • —¿Porqué?—preguntóderepente—.¿Porquéahora,cuandoesdemasiadotardeparatodosnosotros?¿Porquénopodíamorirignorandotodoloquehabríapodidoser?¿Porquénomedejasteseguirsiendounabestia?

    Suspalabras lachocaron tantoque relajó la fuerzaqueejercía sobreél.Sedesprendiódesuabrazo,desdeñosamente,yunavezlibre,sealejódeellacomounabala.Noestabaseguradesisefugaba,odesisimplementelaabandonaba.Cualquiera de las dos opciones era intolerable. El despertar de sus recuerdosdebería haberlo llenado de alegría y determinación, y no de desesperación yrabia.

    —¡Espera!—gritó tras él, pero las oscuras profundidades ya se lo habíantragado.

    Se retorció patosamente tratando de seguirle, sabiendo bien que no podríarivalizarconsuvelocidad.

    —¡No puede ser demasiado tarde! Y además, ¡qué importa, tenemos queintentarlo!—Exclamólaspalabrasinútilesenlaplenituddelvacío.

    Lahabíadejadoatrás.Estabasolaotravez.Senegabaaaceptarlo.Sucuerpoatrofiadoluchabapormantenerseaflote,subocaabiertabuscabaelsaborqueelrastrodeélhabíaidodejando.Eradébil,cadavezmenosintenso,yfinalmentedesapareció.Élerademasiadoveloz,yellaestabademasiadodeformada.Aflorósudesesperación,casi tancontundentementecomosusvenenos.Probóelaguaotravez.Noquedabaenellaningúnregustodeserpiente.

    Fue trazando arcos en las aguas, cada vez más amplios, en un intentodesesperado por recuperar el rastro. Cuando finalmente lo encontró, amboscorazoneslatieroncondeterminación.Sedioimpulsoconlacolaparaponerseasunivel.

    —¡Espera!—legritó—.Por favor, ¡túyyosomos laúnicaesperanzaparanuestraespecie!¡Tienesqueescucharme!

    De repente, el regusto a serpiente se intensificó. La única esperanza paranuestra especie. Aquel pensamiento parecía llegar hasta ella flotando sobre elagua,comosilaspalabrashubiesensidoexpiradasenelaire,envezdeclamadasenlasaguas.Eranlosúnicosánimosquenecesitaba.

    —¡Voyhaciati!—prometió,yseencaminótenazmentehaciaél.Perocuandoalcanzóelorigendeloloraserpiente,noviomáscriaturaque

    uncascodeplatasurcandolasolasqueteníaencima.

  • Elfinaldelverano

  • Capítulo1ElríoPluvia

    Maltahundiósuremoprovisionalenlasbrillantesaguas,yempujófuerte.Pocoapoco,labarcafueavanzando.Rápidamente,cambióeltablóndecedroalotroladode la nave, y frunció el ceño cuandovioquehabían caídogotasde aguadentrodelabarca.Nopodíaevitarlo.Eltablóneraloúnicoqueteníaparahacerderemo,ynopodíaremarsiempreporelmismoladoporqueesosololosharíagirarencírculos.Senegóa imaginarsecomo,enesemismoinstante, lasgotasacidas se estarían comiendo el suelo de la barca. Un poquito de agua del ríoPluvia no podía causar muchos daños. Quería creer que el polvoriento metalblanco que recubría la barca impediría que el río la devorara, pero no teníaningunagarantíade ello.Alejó el pensamientode su cabeza.Nohabíamuchocaminoporhacer.

    Le dolían todos los miembros. Había estado remando durante la noche,intentandollevarlosdevueltaaCasárbol.Susagotadosmúsculosseestremecíanconcadaesfuerzoquelesexigía.Noquedamucho,sedijodenuevoasímisma.Sus avances habían idomermando poco a poco.Le dolía abominablemente lacabeza,pero lopeor,sinduda,era loque lepicaba lacicatrizde laheridaqueteníaenlafrente.¿Porquénuncateníaunamanolibrepararascarsecuandomásledolíalacicatriz?

    Maniobró el pequeño barco de remo por entre los inmensos troncos y lasraíces enmarañadas de los árboles que bordeaban el río Pluvia. Aquí, bajo ladensacoberturadelaselvatropical,elcielonocturnoysusestrellasnoparecíanmás que unmito, que raramente se volvía real. Sin embargo, a través de lostroncos y las ramas, Malta podía ver un brillo intermitente. Las luces deCasárbol, la ciudad nacida entre los árboles, la guiaban hacia el calor, la

  • seguridady,porencimadetodo,haciaeldescanso.Asualrededoraúnreinabauna profunda oscuridad, pero los cantos de los pájaros en las copas de losárbolesyalaavisabandeque,poreleste,elamanecerestaballenandoelcielodeluz.La luzdelsolnopenetraríaaquelladensidadhastamás tardey,cuando lohiciese,esosverdososrayosdeluzfiltradanoseríanmásqueunamalaimitacióndeloqueeraverdaderamentelaluzdelsol.Allídondeelríoseabríacaminoporentre losgruesosárboles,eldíase llenaríade reflejosdeplatasobre lasaguaslechosasdelanchocanal.

    Derepente,elmorrodelabarcaderemoseenganchóconlaterminacióndeunaraízoculta.Otravez.Maltasemordiólalenguaparanogritardefrustración.Abrirse paso en las aguas poco profundas era como guiar la nave por unlaberintoenterrado.Unayotravez,montonesdeescombrosoderaícesocultaslahabíandesviadodesucamino.Perolastenueslucesqueteníadelanteparecíanmás cercanas ahora que cuando habían iniciado el camino. Malta se inclinósobreel lateralparadeshacersedelobstáculocon laayudade su tablón.Entregruñidos,empujóyliberólabarca.Hundiódenuevosuremo,ylabarcarodeóelobstáculooculto.

    —¿Porquénoremasporaquí,dondelosárbolessonmásfinos?—preguntóelsátrapa.

    Elantiguosoberanode toda Jamailliaestaba sentadoen lapopadelbarco,con las despellejadas rodillas casi a la altura de la barbilla, mientras que sucompañera Kekki, asustada, estaba acurrucada en la proa. Malta no giró lacabeza.

    —Cuandoestésdispuestoacogereltablónyaayudararemaroagobernarelbarco,podrásopinar.Hastaentonces,cállate—dijoconfrialdad.

    Estabahartadelasórdenesdeljovensátrapaydesucompletainutilidadparacualquiertareamanual.

    —Cualquiertontosedaríacuentadequehaymuchosmenosobstáculosallí.Podríamosirmásdeprisa.

    —Oh,más deprisa—añadióMalta en tono sarcástico—. Sobre todo, si lacorrientenosarrastrahaciaelcentrodelrío.

    Elsátrapasuspiró,exasperado.—Estamos por encima del nivel de la ciudad, así que la corriente está a

    nuestro favor.Podríamosaprovecharnosdeelloparadejarnos transportarhasta

  • dondequieroir,yllegarmuchomásdeprisa.—Tambiénpodríamosperderelcontroldelbarcoporcompleto,ypasarnos

    delargo.—¿Quedamucho?—preguntóKekki,entrepenososlloriqueos.—Puedesverloigualqueyo—replicóMalta.Unagotadeagua lecayóen la rodillamientrascambiabael remode lado.

    Primerolehizocosquillas,luegolepicóyleescoció.Setomóunmomentoparalimpiarla con el dobladillo harapiento de su vestido.El tejidoquedómarcado.Estaba tanasquerosocomodurantesu larga luchade lanocheanterior,por lassalas y los pasillos de la sepultada ciudad de los Ancianos. Habían ocurridotantascosasdesdeentoncesqueparecíaquehubieranpasadomilesdenoches.Losacontecimientos se revolvieronen sumentecuando intentó rememorarlos.Sehabíametidoeneltúnelaenfrentarseconladragona,paraquedejaraenpaza Reyn. Pero estalló el terremoto, y luego, cuando había encontrado a ladragona...Enesepunto,perdióelhilodesusrecuerdos.Ladragonaescondidahabía abierto la mente de Malta a todos los recuerdos almacenados en esacámara de la ciudad. Se había visto inundada por las vidas de aquellos quevivieronallí,ahogadaensusrecuerdos.Desdeeseinstantehastaelmomentoenque había guiado al sátrapa y a su compañera hasta el exterior del laberintoenterrado, todoestabaenvueltopor laneblinay la ensoñación.Tan soloahoraestaba entendiendo que los comerciantes de los Territorios Pluviales habíanescondidoalsátrapayaKekkiparaprotegerlos.

    ¿O acaso se habían escondido ellos mismos? Posó fugazmente su miradasobreKekki,que seguíaen laproa, acobardada. ¿Habíanestadoprotegiendoahuéspedesoarehenes?Puedequeunpocodeambascosas.SediocuentadequecomprendíatotalmentealoshabitantesdelosTerritoriosPluviales.Cuantoantesles devolviera la custodia del sátrapa Cosgo y de Kekki, mejor sería. Eranvaliosasmercancíasquepodíanserempleadascontralosjamaillios, losnuevosmercaderes, o los chalazos. Cuando había conocido al sátrapa, en el baile, sehabía dejado deslumbrar un breve instante por su poderosa apariencia. Ahorasabíaquesuelegantevestimentaysusmanerasaristocráticasnoeranmásqueuna capa de barniz aplicada a un chico inútil y superficial. Cuanto antes sedeshiciesedeél,mejor.

    Centró su atención en las luces de allá delante. Cuando había guiado al

  • sátrapa y a su compañera hasta el exterior de la sepultada ciudad de losAncianos,sehabíanencontradoconqueestabanlejosdellugarporelqueMaltahabía accedidoprimeramente a las ruinas subterráneas.Unagran extensióndelodo y de aguas pantanosas los separaba de la ciudad. Antes de ponerse enmarcha,Maltahabíaesperadoalaoscuridadyalaslucesdelaciudadparaquelos guiaran en su viaje a bordo del viejo barco de salvamento.Ahora, el albaamenazabayellatodavíaseguíalallamadadelalinternadeCasárbol.Deseabafervientementequesusufridaaventuraestuvierallegandoasufin.

    LaciudaddeCasárbolestabasituadaentrelasramasdeenormestroncosdeárboles. Las casas más pequeñas colgaban oscilantes de las ramas más altas,mientras que las de las familiasmás numerosas se encontraban entre troncoytronco.Enormesescalerasrodeabanlostroncos,yensusrellanoshabíaespaciopara mercaderes, músicos, y ladrones. Bajo la ciudad, las tierras estabansometidasaunamaldicióndoble:eranpantanosasytambiéninestables,enestaregión propensa a los temblores. Los pocos pedazos de tierra que estabancompletamentesecoseran,ensumayoría,pequeñasislasformadasalrededordelabasedeunárbol.

    Gobernar el barquito hasta la ciudad, por entre los altísimos árboles, eracomo maniobrar alrededor de inmensas columnas en algún olvidado templosagrado.Elbarcoseenganchóotravezcontraalgo.Lasaguaschocabancontraél.Noparecíaunaraíz.

    —¿Con qué nos hemos enganchado?—preguntóMalta, tratando demirarhaciaallí.

    Kekkinisiquierasevolvióparamirar,sinoquepermanecióencorvada,sobresusrodillasdobladas.Parecíaasustarlaeltenerqueponersuspiesenelsuelodelbarco. Malta suspiró. Empezaba a pensar que algo no funcionaba bien en lamente de la compañera. O bien los acontecimientos del día anterior habíantrastornadosussentidos,obien,pensandomal,siemprehabíasidoestúpidaylasadversidadeshabíanhechoqueesosalieraarelucir.Maltadejósu tablónenelsuelo del barco, se agachó y se desplazó despacio hasta la parte delantera delbarco.ElbalanceoqueestocreabahizoquetantoelsátrapacomoKekkigritaranalarmados.Losignoró.Desdemáscerca,podíaverqueelmorrodelbarcoestabaatascado por culpa de unmontón de ramillas y otros escombros del río, cuyaextensióneradifícildeadivinarenlapenumbra.Supusoquealgúnefectodela

  • corriente los habría arrastrado hasta allí y que se habían ido acumulando enaquellamarañaflotante.Erademasiadoespesacomoparahacerqueelbarcolaatravesara.

    —Tendremosquerodearla—anuncióalosdemás.Semordió el labio. Esto significaba que debían aventurarsemás cerca del

    canalcentraldelrío.Bueno,comohabíadichoelsátrapa,cualquiercorrienteconla que se encontraran los arrastraría río abajo hacia Casárbol, no lejos de laciudad.Puedeinclusoquelefacilitarasudesagradecidatarea.Apartósusmiedosaunlado.Nosindificultad,alejólabarcaderemodelmontóndeescombrosyfuehaciaelcanalprincipal.

    —¡Estoesintolerable!—exclamódeprontoelsátrapaCosgo—.Estoysucio,me han mordido los insectos, tengo hambre y sed. Y los colonos de losTerritoriosPluvialestienenlaculpadetodo.Dijeronquemehabíantraídoaquípara protegerme. Pero desde que estoy bajo su poder, no he sufridomás queabusos.Lehanhechounaafrentaamidignidad,hancomprometidomisalud,ypuestoenpeligromivida.Nohaydudadequeintentanhacermedaño,peronovoy a ceder ante estemaltrato ami persona.Todo el peso demi cólera caerásobreesosmercaderesdelosTerritoriosPluviales,quienes,semeocurre,sehanestablecidoaquí¡sinningúntipodereconocimientooficialdeestatus!Notienenderechoslegalessobrelostesorosquehanestadodesenterrandoyvendiendo.Novalenmásque lospiratasque infestanelPaso Interior,ydeberían ser tratadoscomoellos.

    Maltaencontróalientopararesoplarburlonamente.—No estás en buena posición para ladrarle así a nadie. En realidad, estás

    confiandoensubuenavoluntadmuchomásdeloqueelloshanconfiadoenlatuya.Quéfácilhabríasidoparaellosvendertealmejorpostor,sincuidardequeel comprador pudiese o bien asesinarte, o bien mantenerte retenido, o biendevolverteatutrono.Encuantoasusderechossobreestastierras,elasuntoseremonta directamente a la decisión de tu antepasado, el sátrapa Esclepius. LaCarta original de los comerciantes del Mitonar solo especifica el número dehectáreas de tierra a los que cada colono tiene derecho, no el lugar en el quedebenasentarse.Losmercaderesde losTerritoriosPluvialesseplantaronaquí,mientras que losmercaderes delMitonar se establecieron enBahíaComercio.Las reivindicaciones de ambos son honorables y antiguas, están bien

  • documentadas,ybajolaleyjamaillia.Adiferenciadelosnuevosmercaderes,nonostragaremostuhistoria.

    Porunmomento,soloelsilencioparecióacogerelimpactodesuspalabras.Después,elsátrapaforzóunasonrisacrispada.

    —¡Quédivertidoesoírcomolosdefiendes!Erestodaunajovencitapalurdae ignorante.Mírate,harapientaycubiertademugre, ¡conel rostrodesfiguradoporculpadeesosrenegados!Ytodavíalosdefiendes.¿Porqué?Aver,déjameadivinar.Esporquesabesqueahoranohayunsolohombrequetevayaaquerer.Tuúnicaesperanzaresideencasartedentrodeunafamiliaenlaquetusparientesestén tandesfiguradoscomotú,donde tepuedasesconder trasunveloynadievea tu espantoso rostro. ¡Patético! Pero, para lo que han hecho esos rebeldes,quizáhubieradebidoelegirteaticomocompañera.DavidRestarthablóbiendeti, y tus patosos intentos a la hora de bailar y de conversar me parecieronentretenidos. ¿Pero ahora? ¡Puaj!—El barco osciló ligeramente debido a losgestosdesdeñososquehizocon lamano—.Nohaynadamásmonstruosoqueunamujer bonita con la cara estropeada. Lasmejores familias de Jamaillia nisiquierateaceptaríancomoesclavadelhogar.Nocabetantafaltadearmoníaenlaempleadadeunhogararistocrático.

    Malta se negó a mirarlo, pero podía imaginar su sonrisa de satisfacción.Intentóquesuarrogancianolallenaraderabia;sedijoasímismaqueélnoeramásqueunchicomojigatoeignorante.Peronohabíavistosupropiacaradesdela noche en que volcó el carruaje, cuando por poco la matan. En Casárbol,durantesuconvalecencia,noledejaronunespejo.Lehabíadadolaimpresióndequesumadre,einclusoReyn,obviabanlasheridasdesucara.Perosabíanqueestabanallí,selodijosucorazón.Tendríanqueafrontarlo:sumadreporsersumadre, y Reyn porque se sentía responsable del accidente con el carruaje.¿Cómoeradegrandelacicatriz?Susdedospalpabanuncortelargoydentadoensu frente.Ahora se preguntaba: ¿le habría arrancado pelo? ¿Desequilibrado elrostro?Agarró fuertemente el tablón, con las dosmanos,mientras removía elaguaconél.Noseabandonaría;noledaríalasatisfaccióndevercomosusdedospalpabanlacicatriz.Hizounamuecaysiguióremando.

    Trasunadocenadepalazoslapequeñanaveadquirióvelocidad.Dioalgunosbandazoshacialoslados,ydespuésgiróunavezsobresímismacuandoMaltaclavóeltablónenelagua,enunintentodesesperadopordirigirsedenuevohacia

  • aguaspocoprofundas.Soltósuremoimprovisado,ysehizoconun tablóndelsuelodelbarcoderemo.

    —Tendrásqueirredirigiendoelbarcomientrasyoremo—ledijoalsátrapa,sinaliento--.Sinolohaces,nosveremosarrastradoshaciaelcentrodelrío.

    Miróeltablónqueellahabíatiradohaciaél.—¿Redirigirelbarco?—lepreguntó,tomandolatablaaregañadientes.Maltatratódeconservaruntonodevoztranquilo.—Hundeestetablónenelaguaquevamosdejandoatrás.Sujetaunodelos

    extremos y utiliza el tablón para devolvernos a las aguas poco profundas,mientrasyoremoenesadirección.

    Elsátrapatomólatablaentresushuesudasmanoscomosinohubieravistountrozodemaderaensuvida.Maltacogiósupropiotablón,lohundiódenuevoen el agua, y se sorprendió de la repentina fuerza de la corriente. Agarró elextremocondificultadmientrastratabadeoponerresistenciaalcaudalosocanal,que estaba alejándolos de la orilla. La luz de la mañana los alcanzó cuandoestaban saliendo de la sombra de los inmensos árboles. De repente, el soliluminó las aguas, que emitieron un brillo insoportable después de tantaoscuridad.Detrás de ella, una exclamación de enfado coincidió con un ¡chof!Girólacabezaparaverloquehabíapasado.Elsátrapateníalasmanosvacías.

    —¡Elríomeloarrancódelasmanos!—sequejó.—¡Inconsciente! —gritó Malta—. ¿Cómo podremos gobernar ahora el

    barco?Elrostrodelsátrapaseoscurecióysellenódefuria.—¿Cómo te atreves a hablarme así? Tú eres la inconsciente, por haber

    pensado desde un principio que tu idea valía algo.Ni siquiera tenía forma deremo.De todosmodos, aunquehubiera funcionado,no lonecesitamos.Utilizatus ojos, chica.No tenemos nada que temer. ¡Aquí está la ciudad!El río va allevarnosdirectosaella.

    —¡Onoslavamosapasar!—leespetóMalta.Lediolaespalda,disgustada,paracentrartodasufuerzaysuspensamientos

    enlabatallaquelibraba,aunasolamano,contraelrío.Levantóuninstantelavista hacia el impresionante emplazamiento deCasárbol.Vista desde abajo, laciudad flotaba entre los enormes árboles, como un castillo con muchostorreones. Sobre las aguas, un muelle largo estaba atado a un conjunto de

  • árboles.ElKendryestabaamarradoallí,perolaproadelanaoredivivaestabaenelladomásopuestoaaquelenelqueellosseencontraban.Nisiquierapodíaverelsensiblemascaróndeproa.Remófrenéticamente.

    —Cuandonosacerquemos—jadeó,entregolpesderemo—,gritapidiendoayuda.Lanavepodríaoírnos,ytambiénlosqueesténenelmuelle.Aunquelacorrientenosarrastremásdelacuenta,podránrescatarnos.

    —No veo a nadie en el muelle —informó el sátrapa, altivamente—. Dehecho,noveoanadieporningunaparte.Debedeserunpueblodevagos,paraqueesténaúnenlacama.

    —¿Nadie?—preguntóMalta,desesperada.Sencillamente,nolequedabanmásfuerzasparahaceresteúltimoesfuerzo.

    Latablaqueblandíaseleescapódelasmanosyfueapararalagua.Concadanuevo instantequepasaba,el río losarrastrabamásymás lejos.Maltaalzó lamiradasobre laciudad.Estabacerca,muchomáscercade loquehabíaestadohacíaunmomento.Yelsátrapa tenía razón.Salíahumorosadeunpuñadodechimeneas,pero,apartedeeso,Casárbolparecíaestardesierta.Unasensacióndeprofundomalestarseadueñódeella.¿Dóndeestabantodos?¿Quéhabíasidodelanimadoajetreoalolargodelaspasarelasyenlasescaleras?

    —¡Kendry!—gritó.Peroestabasinaliento,débil.Lasaguasvelocesse llevaronsuhilodevoz

    conellas.Derepente,parecióquelacompañeraKekkientendíaloqueestabapasando.—¡Ayuda!¡Ayuda!—chillócomounaniña.Selevantótemerariamenteenlabarca,ehizoaspavientosconlosbrazos.«¡Ayudadnos!¡Salvadme!El sátrapa echó pestes sobre ella mientras la barca oscilaba salvajemente.

    Maltase lanzócontra lamujery tiródeellahaciael interiordelbarco, loquehizoquecasiperdiera,denuevo,el remo.Unvistazoa losalrededores lehizoverqueeltablónyanoleseradeutilidad.

    El barquito estaba bien, seguía fielmente la corriente del río. Se pasórápidamenteCasárbol.

    —¡Kendry! ¡Ayuda! ¡Ayúdanos! ¡Aquí fuera, en el río! ¡Envía ayuda!¡Kendry!¡Kendry!—Susgritosseibanapagando,mientrasladesesperaciónseapoderabadeella.

  • Lanaoredivivanodioseñalesdehaberoídopalabraalguna.Unmomentodespués,Maltasedaba lavueltaparamirarla.Parecíaabsortaenpensamientosprofundos;elmascaróndeproaestabaorientadohacialaciudad.Maltaviounasiluetasolitariaenunadelaspasarelas,peroparecíatenerprisa,ynosediolavueltaniunavez.

    —¡Ayuda!¡Ayuda!Siguió gritando y agitando su tablón mientras pudo ver la ciudad. Los

    árbolesqueseasomabansobreelríoprontoformaronunacortinaantesusojos.Lacorrienteseguíaarrastrándolos.Sesentó,derrotada,ysequedóinmóvil.

    Maltaobservólosalrededores.Aquí,elríoPluviaeraanchoyprofundo;laotraorillaestaba,prácticamentesiempre,envueltaporlaneblina.Cuandomirópor encima de la barca, vio que las aguas estaban grises y turbias. Sobre suscabezas, el cielo azul estaba bordeado a ambos lados por la inmensidad de laselva tropical.Nohabíanadamásquedebierasernotado:nimásnavesen lasaguas, ni señalesde asentamientoshumanos a lo largode las orillas.Como lafuerzade lacorriente losalejaba inexorablementede lasorillaspantanosas, lasesperanzas de ser rescatados disminuían. Aunque consiguieran llevar la barcahasta la orilla, estarían totalmente perdidos, río abajo, lejos de la ciudad. Losmárgenes del río Pluvia eran cenagosos y pantanosos. Ir de vuelta aCasárbolsobre tierra firme sería imposible. Sus dedos, insensibilizados, dejaron caer eltablónenelsuelodelabarca.

    —Creoquevamosamorir—lesdijotranquilamentealosdemás.

    ***

    AKeffria,lamanoledolíahorrores.Apretólosdientes,yseobligóaagarrardenuevolasasasdelacarretillaquelosexcavadoresacababandecargar.Cuandolevantó lasasasyempezóahacerla rodarporelpasillo, lentay ruidosamente,redobló el dolor de sus dedos cicatrizados. Lo agradeció. Se lo merecía. Almenos, losbordesbrillantesdelaheridaladistraeríandeldolordesucorazón.Loshabíaperdido.Enunanoche,susdospequeñoshabíandesaparecido.Estabatansolaenelmundocomosiemprehabíaestado.

    Sehabíaaferradoaladudatantotiempocomohabíapodido.MaltaySeldenno estaban en Casárbol. Nadie los había visto desde el día anterior. Entre

  • sollozos,uncompañerodeSeldenhabíaadmitidoquelehabíamostradoalchicouncaminoparaentrarenlaciudadantigua,unavíadeaccesoquelosmayoresnohabíanconsiderado.JaniKhuprusnosehabíaandadoconrodeos.Pálida,conloslabiosapretados,lehabíadichoaKeffriaqueesepasadizoenparticularhabíasido abandonado porque el mismo Reyn lo había considerado peligrosamenteinestable. Si Selden se había adentrado en los pasillos sepultados, si se habíallevado a Malta con él, entonces se habían metido en el área que tenía másposibilidadesdederrumbarsedebidoaun terremoto.Desdeelamanecer,habíahabido al menos dos grandes temblores. Keffria había perdido la cuenta delnúmero de tembloresmenores que había sentido.Cuando había suplicado quelosexcavadoresfueranenviadosporesecamino,estossehabíanencontradoconque el pasadizo entero se había desplomado, hasta escasos peldaños de laentrada.SolopodíarezarleaSa,esperandoquesusmuchachoshubieranllegadoa alguna zonamás resistente antes de que se hubiera producido el temblor detierra, y que estuvieran juntos, acurrucados en alguna parte, esperando a surrescatados.

    ReynKhuprusnohabíavuelto.Habíaabandonadoalosexcavadoresantesdelas nueve, porque se negaba a esperar a que despejaran los pasadizos y losregistraran.Habíaidopordelantedelosequiposderescate,ingeniándoselasparaintroducirse por un túnel que estaba derrumbado casi por completo, ydesapareciendoenél.Nohacíamuchoquelosequiposderescatehabíanllegadoal final de la línea con la que había ido señalizando su camino. Habíanencontradovariasmarcasdetiza,incluyendounaanotaciónquehabíadejadoenla puerta de la cámara del sátrapa. «Desesperado», había escrito Reyn. Pordebajo de la puerta, bloqueada, sobresalía una densamugre; era probable quetodalahabitaciónsehubierallenadodeella.Nolejosdelapuerta,elpasadizosehabíadesplomadoporcompleto.SiReynhabíapasadodeallí,obienlohabíanaplastadolascataratas,obienestabaatrapadomáslejos.

    Keffriaemergiódeentresusrecuerdoscuandosintióqueletocabanelbrazo.Sediolavuelta,paraencontrarsedefrenteconlademacradaJaniKhuprus.

    —¿Habéisencontradoalgo?—preguntóKeffria,porcostumbre.—No—Janipronunciómuydespaciolaterriblepalabra.Eltemoraquesu

    hijohubieramuertovivíaensusojos—.E1pasilloseestállenandodemugrealamismavelocidadalaquetratamosdedespejarlo.Hemosdecididoabandonar.

  • LosAncianosnoconstruyeronestaciudadcomonosotroshacemoslasnuestras,con las casas apartadas las unas de las otras. Los Ancianos concibieron estaciudadcomounaenormecolmena.Esunlaberintodepasadizosinterconectados.Intentaremosllegaraestazonadesdeotropunto.Lasunidadesyaestánsiendodesplazadas.

    Keffria miró su carretilla cargada, y después, de nuevo, el pasadizoexcavado.Lasobrassehabíandetenido.Lostrabajadoresestabanvolviendoalasuperficie.MientrasKeffriaobservaba,unflujodehombresymujeres,suciosycansados,fueronsituándoseasualrededor.Susrostrosestabanapagados,debidoa la suciedad y al abatimiento; iban arrastrando los pies. Las linternas yantorchasque llevabangoteabanysoltabanhumo.Trasellos, laexcavaciónsehabía venido abajo. Entonces, ¿todo ese trabajo había sido inútil? Inspiró ypreguntótranquilamente:

    —¿Dóndedeberíamoscavarahora?Janilaobservóconasombro.—Sehadecididoquedeberíamosdescansarunashoras.Unacomidacaliente

    yalgunashorasdesueñonosharánbienatodos.Keffrialamiró,incrédula.—¿Comer?¿Dormir?¿Cómopodríamoshacercualquieradeesasdoscosas

    connuestroshijosdesaparecidos?LamujerdelosTerritoriosPluviales,enunarranquedepragmatismo,tomó

    el relevodeKeffria con la carretilla.Levantó las asas y comenzó a empujarlahaciadelante.Keffria,asupesar,searrastrótrasella.LamujernocontestóalapreguntadeKeffria,salvoparadecir:

    —Enviamos palomas a algunos de los asentamientos cercanos. LosganaderosylosagricultoresdelosTerritoriosPluvialesmandaránatrabajadorespara que nos ayuden. Están de camino, pero tardarán algún tiempo en llegar.Estostrabajadoresnuevosnoslevantaránlosánimos.—Porencimadelhombro,añadió—:Tambiénnoshallegadoinformacióndealgunosdelosotrosequiposde excavación. Han tenidomás suerte. Catorce personas fueron rescatadas deuna zona que llamamos Las Obras de los Tapices, y tres más han sidodescubiertos en los pasadizos de Las Joyas Flamantes. Han progresado másrápidoensutrabajo.Alomejorpodemosaccederanuestrazonadesdealgunodeestoslugares.Bendiryaestáencontactoconaquellosquemejorconocenla

  • ciudad.—PenséqueReynconocíalaciudadantiguamejorquenadie—dijoKeffria

    concrueldad.—Así era. Así es. Por eso es por lo queme aferró a la esperanza de que

    puedaestarvivo.—LamercaderdelosTerritoriosPluvialesleechóunamiradaasuhomólogadelMitonar—.Poresoespor loquecreoquesialguienpuedeencontraraMaltayaSelden,eseesReyn.Silosencontrara,nointentaríavolverpor aquí, sino por las partesmás estables de la ciudad.Cada vez que respiro,rezoparaquevengaprontoalguienquenosdélabuenanuevadequehanpodidosalirporsucuenta.

    Habían alcanzado una espaciosa cámara que parecía un anfiteatro. Losequipos de trabajo habían estado vertiendo allí lo que sobraba. Jani inclinó lacarretilla y dejó que la carga de tierra y rocas aumentara el montóndesorganizadode laantiguagransala.Sucarretilla rodóhasta reunirsecon lasdemás. Cerca de allí, los picos y las palas, cubiertos de barro, yacíanamontonados. De repente, Keffria olió a sopa, café, y pan recién hecho. Elhambre que se había estado negando despertó con un rugido. La repentinallamada de su cuerpo le hizo recordar que no había comido nada en toda lanoche.»

    —¿Estáamaneciendo?—lepreguntóderepenteaJani—.¿Cuántotiempohapasado?

    —Me temo que ya amaneció hace rato—respondió Jani—. Cuando másnecesitoqueeltiempopaselentamente,másfugazmeparece.

    Enelfondodelasala,habíandispuestounasmesasyunosbancos.Losmuymayores y los muy pequeños trabajaban allí, sirviendo la sopa en platos,vigilandolospequeñoscalderosbajolasollasburbujeantes,poniendoyretirandoplatosyvasos.Lainmensacámarasetragólosmurmullosdesanimados.Unniñodeunosochoañospasódeprisaconunbarreñodeaguahumeante.Llevabaunatoallacolgadadesubrazo.

    —¿Queréislavaros?—lesofreció.—Gracias.Jani le tendióelbarreñoaKeffria.Se lavó lasmanosy lacara,ymetió la

    cabezadentro.Elcalordelagualehizodarsecuentadelfríoquetenía.Teníalapuntadelosdedosempapadayrugosa.

  • —Estonopuedequedarasí—comentóJani,mientrasKeffriasesecaba.Jani se lavó, y le dio otra vez las gracias al niño, antes de guiar aKeffria

    hacia las mesas donde los médicos estaban ejerciendo su oficio. Algunos tansoloseocupabandeaplicarpomadasalasmanosquemadas,oadarmasajesalas espaldas doloridas, pero también había una zona en la que estaban siendotratados los huesos rotos y las heridas sangrantes. La tarea de despejar elpasadizo derruido era peligrosa. Jani instaló a Keffria en una mesa para queesperara turno.CuandoJanivolvióconpanreciénhecho,sopa,ycafépara lasdos,unodeloscuranderosyaleestabavendandootravezlamano.Elcuranderoterminó rápido, ledijo rudamente aKeffriaquenodebíahacerningún trabajomanual,ysepusoconelsiguientepaciente.

    —Comealgo—leinstóJani.Keffria cogió la taza de café entre las palmas de susmanos. El calor que

    desprendía era extrañamente reconfortante. Bebió un largo sorbo de café.Mientrasdejabalataza,recorrióelanfiteatroconlamirada.

    —Todoestátanorganizado—observó,confusa—.Comosiosesperaraisqueestofueraasuceder,ylohubieraisplaneadotodoenconsecuencia.

    —Lo hicimos —dijo tranquilamente Jani—. Lo único que saca a estederrumbamientodeloordinarioessumagnitud.Normalmente,unbuentemblorprovoca algunos desprendimientos. Hay veces en las que un pasadizo sedesplomasin razónaparente.Misdos tíosmurieronenderrumbamientos.CasitodaslasfamiliasdelosTerritoriosPluvialesquetrabajanenlaciudadpierdenaunoodosmiembrosdecadageneraciónaquíabajo.Esunadelasrazonesporlasque Sterb,mimarido, se hamostrado tan firme a la hora de pedirle ayuda alConsejo de los Territorios Pluviales para desarrollar fuentes de riquezaalternativas.Perocreosinceramentequeeselaltruismoynoelinteréspropioloquelehacetrabajartanduroparadesarrollarlosempleosdelosganaderosydelos agricultores. Insiste en que la colonia de los Territorios Pluviales podríasatisfacer todas sus necesidades si considerara las riquezas de la selva.—Sehumedeció los labios y sacudió la cabeza—.Aun así, no tiene ningún sentidocuandodice:«osaviséatodos»,siemprequeocurrealgodeesascaracterísticas.Lamayoríadenosotrosnoquierecambiarlaciudadenterradaporlasbondadesdelaselvatropical.Laciudad,lasexcavaciones,laexploración:estodocuantoconocemos. Los temblores de tierra como este son el peligro al que nos

  • enfrentamos,aligualquevosotros,lasfamiliasquevivísdelcomerciomarítimo,quesabéisbienquepodéisperderaalgunodelosvuestrosenlamar.

    —Esinevitable—concedióKeffria.Cogiósucucharayempezóacomer.Trasunascuantascucharadas, ladejó

    denuevo.Jani,frenteaella,dejósutazadecafé.—¿Quéocurre?—preguntóconcalma.Keffriaguardósilencioduranteunmomento.—Si mis hijos han muerto, ¿quién soy yo? —preguntó. Una calma fría

    brotabadeellamientrashablaba—.Mimaridoymihijomayorsehanido,estánretenidosporpiratas,a lomejoryahanmuerto.Miúnicahermanaseha idoabuscarlos.MimadresequedóenelMitonarcuandomefugué;noséquéhabrásidodeella.Solovineaquíporelbiendemishijos.Ahoraestándesaparecidos,quizáyamuertos.Sisolosobrevivoyo...

    Se detuvo, al verse en la incapacidad de formular un pensamiento queconsideraseesaposibilidad.Lainmensidaddeaquellolasobrepasaba.

    Janilededicóunaextrañasonrisa.—KeffriaVestrit.Ayerporlamañanateofrecisteparadejaratushijosami

    cuidadoyvolveralMitonaraespiaralosnuevosmercaderesparanosotros.Meparecequeentoncessabíasbienquiéneras, independientementede tupapeldemadreodehija.

    Keffria apoyó los codos encima de la mesa y metió la cabeza entre susmanos.

    —Y ahora parece que estoy siendo castigada por ello. Si Sa supiera queinfravaloréamishijos,¿seríaposiblequenomelosarrebatase?

    —Quizá.SiSatuvieraotrafacetaademásdelamasculina.Ahora,recuerdalaantiguasabiduríadeSa.Hombresymujeres,pájaros,bestias,yplantas,tierra,fuego,aire,yagua:Saloshonraatodosellosysemanifiestaentodosellos.Sieldivinotambiénesfémina,ysilaféminatambiénesdivina,entoncescomprendequelamujeresmásqueunamadre,másqueunahija,másqueunaesposa.Esassonlascarasdeunavidaplena,perounasolacaranodefinelajoya.

    Elantiguoconocimiento,quetantolareconfortabaantes,ahorasonabahuecoensusoídos.PerolospensamientosdeKeffrianosedetuvieronmuchotiempoenello.Ungranrevueloenlaentradadelacámarahizoqueambasgiraransus

  • cabezas.—Quédate sentada y descansa—le aconsejó Jani—.Voy a ver de qué va

    todoesto.Pero Keffria no podía obedecerla. ¿Cómo podría quedarse tranquilamente

    sentadapreguntándose si la interrupcióneraporquehabían llegadonoticiasdeReyn,odeMalta,odeSelden?SealejódelamesaysiguióalacomerciantedelosTerritoriosPluviales.

    Unos excavadores, cansados y sucios, se agruparon alrededor de cuatrojóvenesqueacababandedejarenelsuelosuscántarosdeaguafresca.

    —¡Unadragona! ¡Una enormedragonaplateada, así te lodigo!Voló justosobrenosotros.

    Elchicomásaltohablócomosiestuvieradesafiandoasupúblicoaquelocontradijera.Algunos de los trabajadores lomiraron perplejos,mientras que aotrospareciódisgustarlesaquelcuento.

    —¡No está mintiendo! ¡Lo hizo! ¡Era real! ¡Tan brillante queme costabamirarla!Peroeraazul,deunazulcentelleante—corrigióunjoven.

    —¡Azulplateado!—convinountercerchico—.¡Ymayorqueunanave!La única chica del grupo guardó silencio, pero sus ojos brillaban de

    excitación.Keffria le echó una ojeada a Jani, esperando encontrarse con su mirada

    aburrida. ¿Cómo podían esos chavales atreverse a llegar con una historia tanfrívola cuando había vidas humanas en juego? En vez de eso, el rostro de lamujerdelosTerritoriosPluvialeshabíapalidecido.

    —¿Unadragona?—dijoconvoztemblorosa—.¿Visteisunadragona?ElchicoaltointuyóenJaniunoídocomprensivo,yseabriócaminoentrela

    multitud,haciaella.—Era una dragona, como las de los frescos. No me lo estoy inventando,

    mercaderKhuprus.Algomehizoalzarlavista,yahíestaba.Nopodíacreerloqueveíanmisojos.¡Volabacomounhalcón!¡No,no,comounaestrellafugaz!¡Eratanbonita!

    —¡Unadragona!—repitióJani,atontada.— ¡Madre! —Bendir estaba tan sucio que Keffria apenas lo reconoció

    mientrasseabríapasoentrelamuchedumbre.LeechóunamiradaalchicoqueestabadepiedelantedeJani,ydespuésalrostroconmocionadodesumadre—.

  • Has oído bien. Una mujer que estaba arriba, cuidando de sus hijos, mandócorriendoaunchicoacontarnosloquehabíavisto.Unadragonaazul.

    —¿Puedeserverdad?—preguntóJaniconlavozentrecortada—.¿PuedeserqueReynhayatenidorazóndurantetodoestetiempo?¿Quésignificaesto?

    —Dos cosas —contestó Bendir lacónicamente—. He mandadoinvestigadoresporlastierras,allídondemeparecióquelacriaturapodíahaberseescapado de la ciudad. Por la descripción, es demasiado grande como parahaberse movido por los túneles. Ha debido de salir de la cámara del GalloCoronado.Tenemosunaideaaproximadadedóndeestá.Debedehaberalgunaseñal de Reyn allí. Por último, puede que haya otra vía por la que podamosentraralaciudadybuscarsupervivientes.

    Losmurmulloscrecieronconsuspalabras.Algunosexpresabanincredulidad,otrosesperanza.Levantólavozparaseroídoporencimadeellos.

    —Ylaotracosaesquedebemosrecordarqueestabestiapodríasernuestraenemiga.—Comoel chicoque tenía a su lado comenzó aprotestar,Bendir leavisó—: No os fiéis de lo fascinante que pueda parecer, porque puedeguardarnos rencor.No sabemosprácticamente nada de la verdadera naturalezadelosdragones.Nohagáisnadaparaenfadarlos,peronodeisporsupuestoqueson las criaturas benignas de los frescos ymosaicos.No atraigáis su atenciónsobrevosotros.

    El ruidode las conversaciones aumentó en la habitación.Keffria agarró lamangadeJanicondesesperación.Hablóentreelbarullo:

    —SiReynseencontraraallí...¿creesqueMaltapodríaestarconél?—Janilamiródirectamentealosojos.

    —Esloqueéltemía—dijo—.QueMaltahubieraidoalacámaradelGalloCoronado.Yaldragónquedormíaallí.

    ***

    —Nuncahabíavistonadatanbonito.¿Creesquevolverá?—susurró,debidoaladebilidad,yaquesesentíaintimidado.

    Reyn se dio la vuelta para mirarlo. Selden se agachó sobre una isla deescombrosqueestabasobreelfango.Alzólamiradahacialaventanaqueteníansobreellos,con lacara transfiguradadespuésde loqueacababadepresenciar.

  • Ladragona,reciénliberada,sehabíaido,yalahabíanperdidodevista,peroelmuchachoseguíabuscándolaenelcielo.

    —No creo que debamos contar con que vuelva y nos salve.Creo que esosolovaadependerdenosotros—dijoReyn,haciendogaladesupragmatismo.

    Seldennegóconlacabeza.—Oh,noquisedaraentendereso.Noesperabaquesehubiesefijadotanto

    en nosotros. Ya contaba con que tendríamos que salir solos de esta. Peromegustaríaverla,solounavezmás.Estodaunamaravilla.Todoungusto.

    Volvióaalzarlavistahaciaeltechoperforado.Apesardelasuciedadydelamugrequecubríasucaraysusropas,laexpresióndelchicoeraluminosa.

    Elsolsefiltróporlahabitaciónenruinas,aportandopocaluz,perounpocodecaloradicional.Reynyanoalcanzabaarecordarcómosesentíaunoestandoseco, y menos aún estando caliente. El hambre y la sed lo atormentaban.Conseguir que se moviera no era fácil. Pero sonrió. Selden tenía razón. Unamaravilla.Ungusto.

    La bóveda de la cámara enterrada del Gallo Coronado estaba fracturada,como la parte superior de un huevo pasado por agua. Se colocó encima dealgunos escombros caídos, y alzó la vista hacia las raíces colgantes de losárbolesylapequeñaventanadecielo.Ladragonahabíaescapadoporallí,perodudaba de queSelden y él pudieran hacerlo.La habitación se estaba llenandorápidamente de mugre: las aguas pantanosas se infiltraban en la ciudad, quellevaba tanto tiempo combatiéndolas. El flujo de barro y de agua fría se lostragaría mucho antes de que encontraran un modo de alcanzar la salida queestabasobreellos.

    Por muy negra que se presentara la situación, le seguía maravillando elrecuerdodeladragona,quehabíaemergidotrassiglosdeespera.Losfrescosymosaicos que había visto durante toda su vida no lo habían preparado para larealidad de lo que era un dragón. La palabra «azul» había ganado un nuevosignificado con el brillo de sus escamas. Nunca olvidaría cómo sus inmensasalas habían ganado fuerza y tonalidades mientras las bombeaba. El hedor aserpientequehabíadejadoconsutransformacióntodavíaestabasuspendidoenlahumedaddelaire.Nopodíaverningúnvestigiodeltronconjuroquelahabíaretenido.Parecíahaberloabsorbido tododurantesu transformaciónendragonaadulta.

  • Pero ahora se había ido.YReyn y el chico todavía tenían que afrontar lacuestión de su supervivencia. Los terremotos de la noche anterior habíanterminadoporfracturarlosmurosylostechosdelaciudadhundida.Laúnicavíadeescapeestabaenlasalturas,enunrecuadrodecieloazul.

    ElbarromojadoburbujeóenlosbordesdeltrozodebóvedaenelqueReynsemantenía.Terminóporganarle lapartida,al tragarse losbordesdelcristalyavanzarhaciasuspiesdesnudos.

    —Reyn—Seldenteníalavozroncadebidoalased.ElhermanopequeñodeMaltasesubióauna isladeescombrosquese iba

    hundiendodespacio.Cuandoladragona,buscandounasalida,lohabíarevueltotodo,había removidoescombros, tierra,e inclusounárbol.Habíancaídoen lacámarasepultadayalgunosdeellostodavíaflotabansobrelamareacrecientedebarro.Elmuchacho fruncióelceñomientrasesperabaaquesusentidocomúnafloraradenuevo.

    —A lo mejor podríamos levantar este árbol y apoyarlo contra el muro.Luego,siloescalamos,podríamos...

    —Notengolafuerzasuficiente.—Reynlointerrumpió,ehizotrizaselplanoptimista del chico—.Aunque fuéramos lo suficientemente fuertes comoparalevantarelárbol,elbarroesdemasiadoblandocomoparasoportarmipeso.Peroquizáseamoscapacesderomperalgunasramasyhacerunaespeciedebalsa.Siconseguimos repartir lo suficiente nuestro peso, podremos permanecer encimadetodoesto.

    Seldonalzóunamiradallenadeesperanzaalagujeropordondesecolabalaluz.

    —¿Creesqueelbarroyelaguallenaránestacámaraynoselevaránhastaahíarriba?

    —Puede—dijoReyndebuenafe,mientrasserecostaba.Alejódesílaideadequeelbarropodíadetenersemuchoantesdellenarla

    cámara.Probablementeseahogaríancuandolamareacrecientelostragara.Delocontrario,terminaríanpormorirsedehambre.Elpedazodebóvedabajosuspiesseestabahundiendoconrapidez.Eraelmomentodeabandonarlo.Saltóhastaunmontóndemusgoydetierracaída,conloquesoloconsiguióhundirlospiesenelbarro.Eramásblandode loquehabíapensado.Se lanzóhaciael troncodeárbol, cogió una de sus ramas, y se tendió sobre él.Ahora, el fango cubría al

  • menos hasta la altura del pecho de un hombre, y tenía la consistencia de lasgachas. Si se hundía dentro,moriría en este frío agujero. Susmovimientos lohabíanacercadomuchoaSelden.Extendióunamanoendirecciónalchico,quesaltódesuisla,cayóporunmomento,yluegopataleóenelbarroacuosohastaque Reyn lo alcanzó. Tiró de él para subirlo al tronco del árbol caído. Elmuchacho,quetiritaba,seacurrucócontraReyn.Teníalaropapegadaalcuerpo,porculpadelbarro,quetambiéncubríasurostroysupelo.

    —Ojalánohubieraperdidomisherramientasymisprovisiones.Peroyahacetiempo que están sepultadas. Tendremos que partir estas ramas lo mejor quepodamosyapilarlasenunbuenmontón.

    —Estoy tancansado.—Elchico loconstatócomounhecho,nocomounaqueja.LeechóunamiradaaReyn,y luegobajó losojos—.No tienes tanmalaspecto,inclusodecerca.Siempremepreguntécómoseríasbajoesevelo.Enlostúneles,sóloconlavela,nopodíaverbientucara.Luego,anoche,cuandotusojosestabanencendidosdeazul,primerotuvemiedo.Perodespuésdeunrato,eracomo...,bueno,mealegrabadeverlosydesaberqueseguíasallí.

    Reynserió.—¿Mis ojos se encienden? Por regla general, esto no pasa hasta que un

    hombre de los Territorios Pluviales no se hace mucho mayor. Lo aceptamossimplementecomoelsímbolodequeestáalcanzandolaplenamadurez.

    —Oh. Pero, bajo esta luz, pareces casi normal. No tienesmuchas de esascosas brillantes. Solo algunas escamas alrededor de tus ojos y de tu boca.—Seldenlomiróconfranqueza.

    Reynsonrióabiertamente.—No,aúnno tengoningunadeesascosasbrillantes.Pero tambiénpueden

    llegarcuandomevayahaciendomásmayor.—Maltateníamiedodequefuerasaestarcubiertodeverrugas.Algunosde

    sus amigos la chinchaban con eso, y ella se enfadaba. Pero... —De repente,Selden pareció darse cuenta de que no estaba teniendo mucho tacto—. Alprincipio, quiero decir, cuando empezaste a cortejarla, se preocupó mucho.Después,nohahabladodemasiadodeello—lanzóparaanimarlo.LeechóunamiradaaReynyluegosealejódeélporel troncodeárbol.Cogióunaramaytiródeella—.Estasvanaserdifícileslieromper.

    —Imaginoquehabrátenidootrascosasenlacabeza—murmuróReyn.

  • Laspalabrasdelchicolehabíanheridoenelalma.¿AcasosuaparienciaeratanimportanteparaMalta?¿Selaganaríaconsushazañas,soloparacomprobarcómosealejabadeélcuandolevieralacara?Laamarguraseapoderódeél.Alomejoryaestabamuerta,ynolosabríanunca.Alomejorélmoriría,yellanuncaleveríaYacara.

    —¡Reyn?—aventuró Selden, con voz insegura—.Creo que lomejor seráquetrabajemosenlodeestasramas.

    Reynsediocuentaeneseinstantedetodoel tiempoquesehabíaquedadoahí,ensilencio.Eraelmomentodedejaraunladolospensamientosinútilesyde intentar sobrevivir. Tomó una rama gruesa entre sus manos y partió unaramilla.

    —No tratesdepartir la ramaenteradeunavez.Vecogiendo ramillas.Lasapilaremosahí.Queremosentrelazarlas,comoparahaceruntechodepaja.

    Unnuevotemblordetierrainterrumpiósuspalabras.Seagarróaltroncodeárbol, indefenso,mientrasuna trombade tierra le llovíaencimadesdeel techofracturado. Selden chilló y levantó los brazos para proteger su cabeza. Reynrecorriótodoeltroncodeunavezparaalcanzarloyprotegerloconsucuerpo.Laantiguapuertadelacámarachirrióy,derepente,estallaronlasbisagras.Habíacedido.Unaoladebarroyaguainundólahabitación.

  • Capítulo2Mercaderesytraidores

    Solo la alertaron los ligeros crujidos de unas pisadas. Ronica se agachó y sequedóinmóvil,enlahuerta.Elsonidoveníadelacalle.Cogiósucestadenabosy se escondió en el refugio que formaba la pérgola de uvas. El movimientorepentino hizo que sus músculos protestaran enérgicamente, con múltiplesespasmos,perolosignoró.Eramejorquecuidaradesuvidaquedesuespalda.Dejólacestaasuspies,sinhacerruido.Contuvolarespiraciónmientrastratabadeveratravésdelashojasdelasviñas,hojasqueerandeltamañodeunamano.Desde su escondite, pudo distinguir a un hombre joven que se acercaba a laentradaprincipaldelacasa.Lacapaquelocubríadisimulabasuidentidad,ysusmanerasfurtivasrevelabansusintenciones.

    Subió por las escaleras cubiertas de hojarasca.Vaciló ante la puerta, y susbotas rechinaron sobre los cristales rotos, mientras se esforzaba por ver elinterior de la casa a oscuras. Empujó la puerta de entrada, que estabaentreabierta.Lapuertachirrió,yélsedeslizóconsigilodentrodelacasa.

    Ronica respiró profundamente y consideró la situación. Era probable quesolo fuera un ratero que hubiera venido a ver si quedaba algo que saquear.Pronto se daría cuenta de que no lo había. Lo que no se habían llevado loschalazos,selohabíanllevadolosvecinos.Merodearíaporlacasadevastada,yluegoseiría.Noquedabanadaenlacasaquemereciesequeellasearriesgara.Siseenfrentabaaél,podíaherirla.Tratódeconvencersedequenoganaríanadaconello.Apesar-detodo,seencontróconqueestabasosteniendoelgarrote,queera ahora su fiel compañero, mientras avanzaba hacia la puerta principal delhogarfamiliar.

    Sus pies no hicieron ningún ruido cuando sortearon cuidadosamente los

  • escalones repletos de escombros y de pedazos de cristal. Trató de ver si elintrusoestabacercadelapuerta,peroesteestabafueradelalcancedesuvista.Ensilencio,sedeslizódentrodelrecibidor.Allísequedóinmóvil,alaescucha.Oyó abrirse una puerta, en algún lugar del interior de la casa. Este villanoparecíasaberadónde iba.Entonces,¿eraalguienaquienconocía?Siacaso loera,¿teníabuenasintenciones?Consideróqueaquelloerapocoprobable.Yanoconfiabaenviejosamigosniensusalianzas.Noconsiguiópensarennadiequepudieraesperarencontrarlaencasa.

    HabíahuidodelMitonarsemanasatrás,eldíaposterioralbailedeverano.Lanoche anterior, la tensióndel ambiente con losmercenarios chalazoshabíaafloradoenelpuerto.Sehabíanextendidoentrelosdiferentesgruposrumoresdeque los chalazos estaban ensayando un desembarco, mientras los viejosmercaderesestabanconcentradosen sus fiestas.Erauncomplotde losnuevosmercaderespara secuestraral sátrapayderrocaralMitonar,yel rumorcorrió.Nohacíafaltamásparaqueseavivaranlastensionesylosdisturbios.Losviejosylosnuevosmercaderessehabíanenfrentadolosunoscontralosotros,yambos,enelpuerto,contralosmercenarioschalazos.Atacaroneincendiaronlosbarcos;y los muelles de aduanas, símbolos de la autoridad del sátrapa, ardieron denuevo.Estavez,sinembargo,elfuegoseextendióhastalaciudadenvilo.Losnuevosmercaderes, en su arranquede ira, quemaron lasmejores tiendasde lacalle de los Territorios Pluviales. En señal de venganza, los almacenes de losnuevosmercaderesfueronarrasados,traslocualalguienhizoarderlaExplanadadelosmercaderesdelMitonar.

    Entretanto,labatallaenelpuertobatíaenpleno.Losgaleoneschalazosquehabíanarribadoenelpuertohaciéndosepasarporpatrullerosdenavesjamailliasformaronelbrazodeunatenaza.Lasnaveschalazasquehabíantraídoalsátrapahicieron el otro. Las naos redivivas delMitonar, las naves de comercio, y lasmayores naves de pesca de los inmigrantes de las Tres Naves, quedaronatrapadas entre medias. Al final, los pequeños barcos del pueblo de las TresNaveshabían cambiado el rumbode la batalla.En la oscuridad, las diminutasembarcacionesdelospescadorespodíanacercarsealosenormesbarcosdepescade los chalazos. De repente, ollas de aceite y alquitrán hirviendo impactaroncontraloscascosdelasnaves,ocayeronsobrelascubiertas.Lasnaveschalazasestuvieron entonces demasiado ocupadas en apagar los fuegos como para

  • conteneralasnavesdelpuerto.Delmismomodoenquelosmosquitosacosanalostoros,lasdiminutasembarcacioneshabíanpersistidoensuataquecontralasnaves,bloqueandoasílaentradadelpuerto.LosluchadoresdelosmuellesydelMitonar miraban horrorizados a sus propios barcos, traídos desde BahíaComercio.Depronto, los invasores, aislados, se encontraron luchandopor susvidas.LabatallahabíacontinuadoconlasnavesdelMitonarpersiguiendoaloschalazoshastaaguasabiertas.

    En el transcurso de la mañana siguiente, después de que el rumor de losdisturbios y de la insurrección se hubiese apagado, el humo serpenteaba porentre las calles con la brisa veraniega. En poco tiempo, los mercaderes delMitonar recuperaron el control de su puerto. Durante la tregua, Ronica habíainstadoasuhijayasusnietosaqueescaparanalosTerritoriosPluvialespararefugiarse allí. Keffria, Selden, y Malta, que estaba herida, habían logradoescapar en una nao rediviva. Ronica se había quedado atrás. Tenía algunosasuntospersonalesqueresolverantesdeencontrarseunrefugio.HabíaocultadolospapelesdelafamiliaenelesconditequeEphronhabíaideadohacíatiempo.Después,ellayRachesehabíanapresuradoajuntarropaycomida,ysehabíanencaminadohacialagranja.EstaposesiónparticulardelafamiliaVestritestabalejos del Mitonar, y era lo suficientemente humilde como para que Ronicapensaraqueallíestaríanasalvo.

    Ronicasehabíadesviadounpocoaqueldíaparavolverallídondelehabíantendido una emboscada al carruaje deDavadRestart la noche anterior. Habíaabandonado la carretera, descendido por la ladera boscosa de la colina, ysobrepasado el carruaje volcado hasta llegar al cuerpo de Davad. Lo habíacubiertoconunasropas,yaquenoteníaelvigorsuficientecomoparacargarconsucuerpoyquepudieraserenterrado.Davadsehabíamantenidoalejadodesunumerosa familia, por lo que Ronica tenía en mente algo mejor que pedirleayudaaRacheparaelentierro.EstaúltimacondolenciaeraloúnicoqueRonicapodíaofrecerleaunhombrequehabíasidounamigolealdurantelamayorpartedesuvida,ademásdeunapeligrosa responsabilidadparaellaenestosúltimosaños.Tratódeencontraralgoquedecirsobresucuerpo,peroterminópornegarconlacabeza.

    —Noeras un traidor,Davad.Lo sé.Eras codicioso, y tu codicia te volvióimprudente,perojamáscreeréquetraicionarasdeliberadamentealMitonar.

  • A continuación, había desandado el camino hasta la carretera, no sindificultad, para reunirse de nuevo con Rache. La sirvienta no dijo nada delhombre que la había condenado a la esclavitud. Si la muerte de Davad leprocuraba algún tipo de satisfacción, no la exteriorizó. Ronica le estabaagradecidaporello.

    Los galeones y los barcos de pesca chalazos no volvieron de inmediato aBahía Comercio. Ronica había creído que se instauraría la paz. En su lugar,comenzóunabatallaaúnmásterribleentrelosviejosylosnuevosmercaderes,alvolverse los vecinos los unos contra los otros y al atacar, quienes no debíanfidelidad a nadie, a aquellos otros a los que la batalla entre civiles habíadebilitado. Los incendios fueron estallando a lo largo del día. MientrasescapabandelMitonar,RonicayRacheatravesaroncasasen llamasyvagonesde tren volcados. Las carreteras estaban llenas de refugiados. Los nuevosmercaderes y los viejos mercaderes, los criados y los esclavos fugados, loscomerciantesylosladrones,asícomoelpueblodepescadoresdelasTresNaves:todos huían de la extraña guerra que se había desatado allí enmedio. InclusoaquellosqueabandonabanelMitonarseenfrentaronentresímientrasescapaban.Losgrupossearrojaron insultos.Laalegrediversidadde laciudadsoleadadelazulado puerto se había hecho pedazos. Los sacos de comida deRonica y deRache se esfumaronmientras dormían: les fueron robados durante su primeranoche en la carretera. Prosiguieron su viaje, pensandoque tendrían resistenciasuficientecomoparallegarhastalagranja,inclusosincomida.LasgentesdelacarreteracontabanqueloschalazoshabíanvueltoyquetodoelMitonarardíaenllamas. En el atardecer del segundo día, varios jóvenes encapuchados lasabordaron,exigiéndolesquelesentregaransusobjetosdevalor.CuandoRonicacontestó queno tenía ninguno, los rufianes la tiraron al suelo y registraron subolsallenaderopa,antesdearrojarsuspertenenciasalacarreterapolvorienta,conungestodedesprecio.Vieronaotrosdesplazadosapresurarelpasomientrastrataban de no mirarlas. Ninguno las ayudó. Los hombres de la carreteraamenazaron a Rache, pero la esclava aguantó, estoicamente. Finalmente, losbandidos lasdejaronenpazparaperseguiraunavíctimamás rica:unhombrequeibacondossirvientasyunapesadacarretillallenahastalostopes.Lasdossirvientashabíanescapadodelosladrones,dejandosoloalhombre,quegritabaysuplicaba mientras los maleantes saqueaban su carretilla. Rache había tirado

  • desesperadamentedelbrazodeRonicaparaalejarladeallí.—Nopodemoshacernada.Tenemosquesalvarnuestraspropiasvidas.Sus palabras resultaron ser inciertas, lo que se demostró a la mañana

    siguiente.Seencontraronconloscuerposdelamujerdelatiendadetéydesuhija. Otras gentes que estaban huyendo pasaban cerca de los cuerpos a pasoligero,sindetenerse.Ronicanopudohacerlo.Sedetuvoparaexaminarelrostrodeformado de la mujer. No conocía su nombre, pero recordaba que tenía unpuestodetéenelGranMercado.SuhijasiemprehabíaatendidoaRonicaconuna sonrisa.No habían actuado comomercaderes, viejas o nuevas, sino comogentehumildequehabíavenidoaladeslumbranteciudaddelcomercio,yquesehabía convertido en una pequeña parte de la diversidad del Mitonar. Ahoraestabanmuertas.Nohabíansido loschalazos losquehabíanacabadoconesasmujeres,habíansidolasgentesdelMitonar.

    EsefueelmomentoenelqueRonicasediolavueltayvolvióalMitonar.NopodíaexplicarleelporquéaRache,einclusolahabíaanimadoairalagranjasinella. Aún ahora, Ronica era incapaz de racionalizar su decisión. A lo mejorpensabaquenopodíaocurrirlenadapeorqueloqueyalehabíaocurrido.Volvióparaencontrarseconquesupropiacasahabíasidodestrozadaysaqueada.Nitansiquieraeldescubrimientodelapintada«Traidores»,enlapareddelestudiodeEphron, podía ya causarle una mayor sensación de angustia. El Mitonar quehabíaconocidohabíadesaparecidoparanovolver.Si todoibaaperecer,podíaserquelomejorfueramorirconello.

    Aun así, ella no era una mujer que se rindiera fácilmente. En los díassiguientes,ellayRacheseestablecieronenlacabañadeljardinero.Vistasdesdefuera, sus vidas eran extrañamente normales. Los combates proseguían en laciudad,colinaabajo.Desdeelpisomásaltodelacasa,Ronicasolopodíaecharojeadasalpuertoyalaciudad.Pordosveces,loschalazostratarondetomarlaciudad. En ambas ocasiones, fueron expulsados. A menudo, los vientosnocturnos traíanconelloselsonidode lasbatallasyelolordelhumo.Parecíaquenadadeesoibayaconella.

    Resultaba sencillo mantener la pequeña cabaña limpia y caliente, y suhumilde apariencia hacía que no fuera un objetivo para los vagabundossaqueadores.Cubríansuslimitadasnecesidadesgraciasalhuertodesatendidoyalospollosquequedaban.Buscaronenlaplayamontonesdemadera,queardían

  • con llamas verdes y azules en sus pequeños corazones. Cuando llegara elinvierno,Ronicanosabíaloqueharía.Morir,suponía.Peronomoriríaasícomoasí,nipediríaclemencia.No.Moriríaluchando.

    Eraesamisma tenacidad laquehacíaqueahoraavanzaraconsigiloporelrecibidor,buscandoalintruso.Agarróelgarroteconlasdosmanos.Nosabíaloqueharíacuandoseenfrentaraconelhombre.Simplementequeríasaberquéeraloquemotivabaaestesolitariooportunistaquesemovíacon tantosecretismoporsucasaabandonada.

    La mansión ya estaba adquiriendo el olor polvoriento del desuso. Lasmejores posesiones de la familia Vestrit habían sido vendidas previamenteduranteelverano,para financiarel rescatedesunao rediviva, secuestradaporlos piratas. Los tesoros que quedaron fueron los que tenían un valor mássentimentalquemonetario:baratijasycuriosidades,recuerdosdelostiemposenqueEphronpescaba;un jarrón antiguoquehabíapertenecido a sumadre; unaestanteríaqueEphronyellahabíanelegido juntos,de reciéncasados...Ronicadejódehacereseinventariomental.Ahoranoquedabanada:todoestabaroto,ohabía sido robado por gente que no tenía ni idea de lo que aquellos objetosrepresentaban. Déjalos ir. Conservaba el pasado en su corazón, no necesitabaningúnobjetofísicoqueselorecordara.

    Avanzódepuntillas,cruzandovariaspuertas,cuyasbisagrashabíansaltado.Mientras se apresuraba tras el encapuchado, solo echó una mirada al patiointerior,dondehabíatiestosvolcadosyplantasmarchitasesparcidasporelsuelo.¿Dóndeestabayendo?Cuandoentróenlahabitación,Ronicaleechóunaojeadaasucapa.

    ¿LahabitacióndeMalta?¿Eldormitoriodesunieta?Ronicaseacercómás,sigilosamente.Estabamurmurandoparasusadentros.

    Seatrevióalanzarunvistazorápido;luegoentróvalientementeenlahabitaciónypreguntó:

    —CerwinTrell,¿quéestáshaciendoaquí?Eljovengritósalvajementeypegóunbrinco.Habíaestadoarrodilladoante

    la cama de Malta. Una rosa roja descansaba sobre su almohada. Se quedómirandoaRonica,conlacarapálidaylasmanossobreelpecho.Moviólaboca,pero no salió ningún sonido de ella. Desplazó sumirada hasta el garrote queRonicateníaensumanoypalidecióaúnmás.

  • —Oh,siéntate—exclamóRonica,exasperada.Tiróelgarrotealospiesdelacama y siguió su propia orden—. ¿Qué estás haciendo aquí? —le preguntó,cansada.Estabaseguradequeconocíalarespuesta.

    —Estásviva—dijoCerwin,envozbaja.Sellevólasmanosalacabezaysefrotólosojos.Ronicasediocuentadequeseestabaesforzandoporescondersuslágrimas—.¿Porquéno?...¿Maltatambiénestáviva?Todosdijeronque...

    Cerwin se hundió en la cama, junto a la rosa.Posó sumano, condulzura,sobrelaalmohadadeMalta.

    —Oí que te habías ido del baile con Davad Restart. Todos saben que letendieronunaemboscada.SoloandabantraselsátrapayRestart.Esoesloquedijeron todos,que tehabríandejadoenpazsinohubierasestadoviajandoconRestart. Sé que Restart está muerto. Algunos dicen saber lo que le pasó alsátrapa,peronolocuentan.CadavezquepreguntoporMaltayporelrestodevosotros... —De repente, le tembló la voz, y se puso colorado, pero hizo elesfuerzo de seguir—. Dijeron que erais unos traidores, que estabaiscompinchados conRestart.El rumordicequeplaneasteis entregar al sátrapa alosnuevosmercaderes,quequeríanmatarlo.LuegolosmercaderesdelMitonarserían acusados de haberle dado muerte, y Jamaillia enviaría a mercenarioschalazos a que tomaran el control de nuestro pueblo y se lo entregaran a losnuevosmercaderes.

    Vaciló,ydespuéssearmódevalorparacontinuar.—Algunos dicen que os llevasteis lo que os merecíais. Dijeron cosas

    horribles y yo... yo pensé que estabais todosmuertos.GragTenira defendió avuestra familia, diciendo que nada de eso tenía sentido. Pero desde que semarchó en la Ofelia para ayudar a proteger la desembocadura del río Pluvia,nadieoshadefendido.Lointenté,unavez,pero...soyjoven.Nadiemeescucha.MipadreseenfadaconmigosolopormencionaraMalta.CuandoDelolloróporella,laencerróensuhabitaciónydijoquelaazotaríasivolvíaapronunciarsunombre.YnuncaanteshabíaazotadoaDelo.

    —¿Dequé tienemiedo?—preguntóRonicaconbrusquedad—.¿Esagenteos va a tachar de traidores por preocuparos de lo que les ocurrió a vuestrosamigos?

    Cerwinasintióconlacabeza.—Padre se disgustó cuando Ephron acogió a Brashen, después de que

  • nuestrafamilialohubieserepudiado.LuegolenombrasteiscapitándelParagony loenviasteis abuscara laVivacia, comosideverdadcreyeraisquepudiesesalvarla.Padreselotomócomosiestuvieraistratandodeponernosenevidencia,deprobarqueenderezasteisalhijoquedimosporperdido.

    —¡Vayasinsentido!—exclamóRonica,disgustada—.Nohicenadadeeso.Brashenseenderezóélsolo,ytupadredeberíaestarorgullosodeélenvezdeestar enfadado con los Vestrit. Pero ¿significa esto que se alegra de que noshayancolgadolaetiquetadetraidores?

    Cerwin miró al suelo, avergonzado. Los ojos oscuros que finalmente seencontraronconlosdeellaeranmuyparecidosalosdelhermanomayordeeste.

    —Metemoqueestásen locierto.Pero,por favor,nodejesqueme torturemásladuda.¿PudohuirMalta?¿Seestáescondiendoaquícontigo?

    Ronicameditólargorato.¿Cuántaverdadpodíacontarle?Noteníaningunaganadetorturaralmuchacho,peronopondríaenpeligroasufamiliapornadaenelmundo.

    —LaúltimavezqueviaMalta,estabaherida,peronomuerta.Sumadre,suhermano,yellaestánescondidosenunlugarseguro.Yestoestodoloquetevoyacontar.

    No admitió que ellamisma sabía pocomás que lo que había contado. SehabíanmarchadoconReyn,elpretendientedeMalta.Sitodohabíaidosegúnloplaneado, entonces habrían alcanzado elKendry, huido deBahía Comercio, yluego navegado por el río Pluvia. Si todo había ido bien, estaban a salvo enCasárbol.Elproblemaeraquemuypocascosashabíanidobienúltimamente,yno habíamanera de que contactaran conRonica.Todo lo que podía hacer eracreerqueSahabíasidomisericordioso.

    ElrostrodeCerwinTrellsedistendió.AlargólamanoparatocarlarosaquehabíadejadosobrelaalmohadadeMalta.

    —Gracias —murmuró fervorosamente. A continuación añadió—: Ahorapuedoagarrarmealaesperanza.

    Ronica reprimióunamueca.Constatóquenohabía sidoDelo laquehabíaheredadolatendenciaalmelodramadelafamiliaTrell.Cambiódetema.

    —CuéntameloqueestáocurriendoahoraenelMitonar.Cerwinparecióasustarseanteesademanda.—Bueno, pero no sé mucho. Padre ha mantenido a toda nuestra familia

  • encerradaencasa.Siguecreyendoque, enalgúnmomento, todopasará,yqueluego el Mitonar volverá a funcionar como antes. Se pondría furioso sidescubriesequemeescabullí.Peroteníaquehacerlo,sabes.—Apretólasmanoscontrasupecho.

    —Vale,vale.¿Quévistedecaminoaquí?¿Porquéosmantieneencerradosvuestropadre?

    Elmuchachofruncióelceñoyfijólamiradasobresusmanos,quemanteníasobreelpecho.

    —Bueno,ahoramismoelpuertonosperteneceotravez.Aunqueestopodríacambiar en cualquiermomento. Las gentes de las Tres Naves nos han estadoayudando,perocomotodaslasnavesestánluchando,ningunaestápescandonitrayendogéneroalmercado.Poresolacomidaestáempezandoasermuycara,sobretodoporquemuchosdelosalmacenesfueronquemados.

    »Ha habido asaltos y saqueos en elMitonar.Golpearon y robaron a gentesoloportratardehacernegocio.Algunosdicenquelasculpablessonlasbandasdenuevosmercaderes,otros,quesonlosesclavosforajidosquesalenahacersecontodoloqueencuentran.ElGranMercadoestádesierto.Losqueseatrevenaabrirsuspuertasparahacernegociocorrenmuchospeligros.SerillamandóalaGuardiade laciudadahacersecon loquequedabaen losmuellesdeAduanasdel sátrapa. Quería que las palomas mensajeras se quedaran aquí, para poderenviar mensajes a Jamaillia y recibir noticias suyas. Pero la mayoría de lospájaros ha muerto, debido el fuego y al humo. Hace poco, los hombres quecolocóallíinterceptaronaunapalomaqueregresaba,peroSerillanocompartiólasnoticiasquetrajolapaloma.Algunaspartesdelaciudadestánbajoelmandodelosnuevosmercaderes,otraspartesestánbajoeldelosviejos.LasTresNavesydemás formaciones están entremedias de los otros dos.Por las noches, hayenfrentamientos.

    »Mi padre se enfada al ver que nadie está negociando. Dice que losverdaderos comerciantes sabenque casi todopuede solucionarse conel precioadecuado.Dice que esto demuestra que la culpa de todo la tienen los nuevosmercaderes,peroestáclaroqueellosnosechanlaculpaanosotros.Dicenquenosotrossecuestramosalsátrapa.Mipadredicequevosotrosibaisaayudarenelsecuestrodelsátrapa,paraquelosnuevosmercaderespudieranmatarloyluegoacusarnos a nosotros de haberlo hecho. Ahora los viejos mercaderes se están

  • peleando entre ellos. Algunos quieren que reconozcamos la autoridad de lacompañera Serilla para que pueda hablar en nombre del sátrapa de Jamaillia;otros dicen que ya es hora de que el Mitonar derroque por completo a laautoridaddeJamaillia.Losnuevosmercaderessequejandequeaúnnosregimospor las reglas de Jamaillia, y no van a reconocer la autoridad de Serilla.Golpearonalmensajeroquelesenvió,apesardequeenarbolabaunabanderadepaz, y se lo devolvieron con las manos atadas a la espalda y un rollo depergaminometidohastalagarganta.Enél,selaacusabadetraiciónydeformarpartedelcomplotparaderrocaralsátrapa.DijeronquelaviolenciaeneIpuerto,asícomoelpasodenuestrosaliadoschalazosalaslíneasenemigas,sedebíanaquehabíamosagredidoalsátrapayaqueSerillahabíaautorizadoa losbarcospatrulleros. —Se humedeció los labios y añadió—: Amenazaron con serimplacablescuandollegaralahoraylamayorpartedelastropasestuvierandesulado.

    Cerwin hizo una pausa para respirar. Su joven rostro pareciómásmaduromientrasproseguía.

    —Todoesuncaos,ynoestáyendoamejor.Algunosdemisamigosqueríanarmarse ellos mismos y, simplemente, hacer retroceder a los nuevoscomercianteshastaelmar.RoedCaerndicequedeberíamosmataratodoaquelque no quisiera marcharse. Dice que tenemos que recuperar lo que nos hanrobado.Muchoshijosdeviejosmercaderesestándeacuerdoconél.DicenqueelMitonar solo podrá volver a ser el Mitonar cuando se hayan ido los nuevosmercaderes.Algunosdicenquedeberíamosacorralarlosyhacerleselegirentreelexilio o la muerte. Otros hablan de represalias secretas contra aquellos quenegocienconlosnuevosmercaderes,ydequemarsushogaresparaobligarlesamarcharse.Heoídorumoresdeque,anoche,Caernysusamigosconcluyeronungranacuerdo—sacudiólacabeza,contristeza—.Poresoesporloquemipadreintentaretenermeencasa.Noquierequemeimplique.—Derepente,susojosseencontraron con los deRonica—.No soy un cobarde. Pero no quiero quemeacusendenada.

    —Eneso,tantotúcomotupadreactuáissabiamente.Nadaseresolveráporesa vía. Solo les proporcionará un argumento para utilizar más violencia.—Ronica sacudió la cabeza—. El Mitonar jamás volverá a ser el Mitonar. —Suspiróypreguntó—:¿ParacuándoestáfijadalapróximareunióndelConsejo

  • delMitonar?Cerwinseencogiódehombros.—En realidad, no se ha reunido desde que esto empezó. Al menos, no

    formalmente.Todoslosmercaderesdelasnaosredivivasestánahífueracazandochalazos.Algunosdelosmercadereshanhuidodelaciudad;otroshanblindadosushogaresynolosabandonannunca.LascabezasdelConsejosehanreunidovariasvecesconSerilla,peroellaleshainstadoaretrasarlaconvocatoriaparaunareuniónformal.Deseareconciliarseconlosnuevosmercaderes,yrestaurarlapazutilizandoelpoderquetieneporserlarepresentantedelsátrapa.Tambiéndesearíapactarconloschalazos.

    Ronicacallóporunmomento.Apretóloslabios.LeparecíaqueestaSerillase estaba atribuyendo mucho poder. ¿Cuáles serían las noticias que habíaocultado?SeguroquecuantoantessereunieseelConsejoytrazaraunplanpararestaurarelorden,antessecuraríalaciudad.¿PorquéseopondríaSerillaaesto?

    —Cerwin,dime.SiyofueseaveraSerilla,¿creesquehablaríaconmigo?¿Ocreesquememataríaporconsiderarmeunatraidora?

    EljovenmiróconsternadoaRonica.—No lo sé—admitió—. Ya no sé ni de lo que son capaces mis propios

    amigos. ElmercaderDaw fue encontrado ahorcado. Sumujer y sus hijos handesaparecido.Algunosdicenquesesuicidócuandovioquelasuerteselevolvíaencontra.Otrosdicenque lohizo sucuñado, sinningún tipodepudor.Nadiehablamuchodeello.

    Duranteunrato,Ronicasequedócallada.Podíaquedarseaquíacurrucadaenlo que quedaba de su casa, sabiendo que si la mataban, la gente no hablaríamuchodeello.Opodíaencontrarotro lugarenelqueesconderse.Peroestaballegandoelinvierno,yyahabíadecididoquenomoriríasinluchar.Eraposibleque lo único que quedara por hacer fuera luchar. Al menos, tendría lasatisfacción de poder contar su versión de las cosas antes de que alguien lamatara.

    —¿PodríasllevarleunmensajeaSerillapormí?¿Dóndeestáviviendo?—Se ha apoderado de la casa de Davad Restart. Pero, por favor, no me

    atrevoallevarleunmensaje.Simipadreseentera...—Deacuerdo.—Lecortóconbrusquedad.Sabíacómohacerlesentirvergüenza.Todoloqueteníaquehacererasugerir

  • que Malta pensaría que era un cobarde si no lo hacía. Pero no utilizaría almuchacho para palparle los ánimos a Serilla. ¿Qué sentido tenía sacrificar aCerwin para asegurar su propia seguridad? Iría ella misma. Ya se habíamantenidoocultaporbastantetiempo.

    Selevantó.—Cerwin,veteacasa.Yquédateallí.Escuchaatupadre.Eljovenselevantó,despacio.Lamiródearribaabajoyluegodesviólavista,

    avergonzado.—Tú... ¿Cómo lo estás llevando, lodeestar aquí, tú sola?¿Tienes comida

    suficiente?—Estoy bien. Gracias por preguntar.—Se sintió extrañamente conmovida

    porsupreocupación.Semirólasmanos,suciasdespuésdetrabajarelhuerto,yse miró las uñas, llenas de barro endurecido. Reprimió el impulso que laempujabaaescondersusmanosdetrásdesuespalda.

    Elchicoinspiróprofundamente.—¿LedirásaMaltaquevine,queestabapreocupadoporella?—Lo haré. La próxima vez que la vea. Pero puede que eso no sea hasta

    dentro de mucho tiempo. Ahora vete a casa. A partir de ahora, obedece a tupadre. Estoy seguro de que ya tiene preocupaciones suficientes, y que nonecesitaqueteexpongasaningúnpeligro.

    Esolohizoerguirseunpocomás.Suslabiosesbozaronunasonrisa.—Lo sé. Pero tenía que venir. No iba a quedarme tranquilo hasta que no

    descubriera loquehabía sidodeella.—Marcóunapausa—.¿PuedodecírselotambiénaDelo?

    LamuchachaeraunadelaspeorescotorrasdelMitonar.PeroRonicadecidióqueCerwinnosabíalosuficientecomoparaconstituirunaamenaza.

    —Puedes.Pero ruégale que se lo guarde para ella. Pídele quenohable deMalta para nada. Ese es el favormás grande que le puede hacer a su amiga.CuantamenosgentesepadeMalta,másasalvoestaráella.

    Cerwinfruncióelceñocondramatismo.—Claro. Ya veo. —Asintió con la cabeza, para sí mismo—. Bien. Buen

    viaje,RonicaVestrit.—Buenviaje,CerwinTrell.Tansolounmesatrás,hubierasidoimpensablequeCerwinseencontraraen

  • esahabitación.EnelMitonar, laguerracivil lohabíapuesto todopatasarriba.Ronicalomirómarchar,yleparecióquesellevabaconéltodoloquequedabadeesaantiguavidafamiliar.TodaslasreglasporlasqueRonicaseregíahabíancaído,Porun instante, se sintió tandesoladayvacía como lahabitaciónen laqueseencontraba.Acontinuación,unaextrañasensacióndelibertadseapoderóde ella. ¿Qué más podía perder? Ephron estaba muerto. Desde entonces, sumundofamiliarhabíaidodesmoronándose.Ahorasehabíadesvanecidodeltodoysololequedabarecordar.Ahorapodíahacerlascosasasumanera.QuitandoaEphronyalosniños,leimportabanmuypocascosasdesuantiguavida.

    Tambiénpodíahacerquesunuevavidafueseinteresante,dadoqueleibaaresultardifícil,decualquiermodo.

    Cuandodejódeoírelruidodepasossobrelasbaldosas,RonicaabandonóeldormitoriodeMaltaycaminódespacitoporlacasa.Habíaestadoevitandovenirhastaaquídesdeeldíaenqueregresaronyseencontraronconquelacasahabíasidosaqueada.Ahoraseobligabaaatravesarcadaunadelashabitacionesparaobservarelcadáverdesumundo.Quedabanlosmueblesmáspesados,yalgunasdelasestanteríasycortinas.Sehabíanllevadoprácticamentetodolodemásquepudiera tener algún valor o utilidad. Rache y ella habían recuperado algunosutensiliosdecocinayútilesdecama,perohabíandesaparecidotodoslosobjetossencillos que les alegraban la vida en la casa. Los platos dispuestos sobre ladesnuda mesa de madera no hacían juego, y no tenían sábanas que lasprotegierandelasásperasmantasdelana.Aunconesas,lavidaseguía.

    Cuandofueacorrerelpestillodelapuertadelacocina,sediocuentadequeuntarrocerradosehabíacaídoyhabíarodadohastaunaesquina.Seagachópararecogerlo.Estabagoteandounpoquito.Selamióeldedopringoso.Todavíasabíaacerezas.Sonrióamargamente,yluegologuardóensuregazo.Sellevaríaconellaesteúltimodulce.

    ***

    —¿Señoracompañera?Serillalevantólavistadelmapaqueestabaexaminando.Desdelapuertadel

    estudio,elcriadomirócondeferenciahaciasuspies.—¿Sí?—lecontestóella.

  • —Hayunamujerquedeseaverla.—Estoyocupada.Tendráquevolverenotromomento.Estabaunpocomolestaconél.Deberíahaber sabidoquenoquería recibir

    más visitas ese día. Era tarde, y se había pasado toda el día metida en laatmósfera cargada de una habitación llena demercaderes, intentando hacerlescomprender el sentido de su postura. Discutían por las cosas más evidentes.AlgunosseguíaninsistiendoenqueelConsejoteníaquevotarelreconocimientode la autoridad de Serilla sobre ellos. El mercader Larfa había sugerido conrudeza que el Mitonar debía arreglar sus asuntos sin el asesoramiento deJamaillia.Aquelloerade lomásfrustrante.Leshabíaenseñadolaautorizaciónquehabíaobtenido,previaamenaza,delsátrapa.Lahabíaredactadoellamisma,ysabíaqueeraincuestionable.¿Porquénoadmitíanquedetentabaelpoderdelsátrapa,yqueelMitonarestabasujetoasuautoridad?

    Consultó una vez más la Carta del Mitonar. Hasta el momento, losmercaderes habían podido mantener abierto el puerto, a costa de no realizarningún intercambio.Enesascircunstancias, la ciudadnopodría sobrevivirpormucho más tiempo. Los chalazos lo sabían muy bien. No tenían por quéprecipitarsea tomar inmediatamenteelcontroldelMitonar.Elcomercioera lasangrequemanteníavivoalMitonar,yloschalazosloestabanestrangulando,demodolentoperoseguro.

    Los mercaderes testarudos eran los que se negaban a admitir lo que eraobvio.ElMitonareraunacoloniasolitariaenunacostahostil.Nuncahabíasidocapaz de autoabastecerse. ¿Cómo podría resistir el violento ataque de un paísguerrero comoChalaza?Eso era lo que les había preguntado a los líderes delConsejo.Lerespondieronque lohabíanhechoantesyque loharíandenuevo.Noobstante,aquellasotrasveceshabíanestadorespaldadosporlaautoridaddeJamaillia.Ynohabían tenidoque lidiardepormedioconnuevosmercaderes,quepodíanllegaraagradecerunainvasiónchalaza.Muchosnuevosmercadereshabían estrechado lazos con Chalaza, dado que tenía el mayor mercado deesclavos.

    LeyódenuevoelmensajedelapalomaqueRoedCaernhabíainterceptadoyllevadohastaella.Prometíaqueunaflotajamailliallegaríaprontoparavengarsede loscorruptosy rebeldesviejosmercaderesquehabíanasesinadoal sátrapa.Serilla se quedó helada solo con pensar en ello. El mensaje había llegado

  • demasiado pronto. Ninguna paloma podía volar tan rápido. Para ella, estoreflejabalamagnituddelaconspiración,queseextendíahastalapropianoblezade la ciudad de Jamaillia. Quien fuera que hubiese enviado la paloma desdeJamaillia había sabido que el sátrapa sería asesinado y que la culpa recaeríasobre losviejosmercaderes.Lavelocidadcon laquecontestaron indicabaquehabíanestadoesperandoelmensaje.

    Lo único que la inquietaba era la magnitud de la conspiración. Aunquepudierasacara la luz las fuentesprimariasde todoaquello, ignorabasipodríadestruirlas. Si tan solo RoedCaern y sus hombres no se hubiesen apresuradotantolanocheenquecogieronalsátrapa.SiDavadRestartylosVestrithubiesensobrevivido, podrían haber contado la verdad. Podrían haber revelado cuáleseran los nobles de Jamaillia que estaban involucrados. Pero Restart estabamuerto y los Vestrit estaban desaparecidos. No obtendría respuestas por esaparte.

    Empujó a un lado la Carta y la reemplazó por un espléndido mapa delM