Mientras agonizo de william faulkner y la insistencia de la mirada

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[204] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) Se limita a mirarme con esos ojos suyos tan raros que tanto dan que hablar. Siempre digo que no es tanto por lo que haga o diga o algo así, como por el modo en que te mira. Es como si te llegara hasta muy adentro, en cierto modo. Algo así como si uno se estuviera mirando a sí mismo y lo que hace y lo viera con sus ojos. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADA FAULKNER’S AS I LAY DYING AND PERSISTENCE OF THE GAZE Inés Posada A. * * Comunicadora Social de la Universidad de Antioquia. Especialista en Literatura Universidad Pontificia Bolivariana. Profesora interna de la Facultad de Filosofía de la misma Universidad. Coordinadora del Semillero La escritura y la experiencia poética”. Dirección electrónica: [email protected] p. 204 - 222

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  • 1. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADA FAULKNERS AS I LAY DYING AND PERSISTENCE OF THE GAZE Ins Posada A.*Se limita a mirarme con esos ojos suyos tan raros que tanto dan quehablar. Siempre digo que no es tanto por lo que haga o diga o algo as,como por el modo en que te mira. Es como si te llegara hasta muy adentro,en cierto modo. Algo as como si uno se estuviera mirando a s mismo ylo que hace y lo viera con sus ojos.*Comunicadora Social de la Universidad de Antioquia. Especialista en Literatura UniversidadPontificia Bolivariana. Profesora interna de la Facultad de Filosofa de la misma Universidad.Coordinadora del Semillero La escritura y la experiencia potica. Direccin electrnica:[email protected][204] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010)p. 204 - 222

2. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAHabra muchas opciones para abordar este hermoso y terrible texto: labrutalidad de ese mundo humano tan parecido a los desiertos, a las rocas,a los incendios en la llanura, al golpeteo rtmico de una azuela sobre unatabla de madera, a la carrera desenfrenada de un caballo, a las heridas,los dolores, que se infligen a la tierra sin remordimiento (Y por qu notambin a los hombres? Es que habra diferencia sustancial?). Tierra,aridez, soledad, silencio, aquietamiento, separacin, vaco.O tal vez, hablar de las apreciaciones y sensaciones sobre la muerte,narradas desde mltiples ngulos. Su presencia. Lo que desde distintosplanos se dice de ella, en conmovedoras reflexiones y descripciones.Ni qu decir de los extraos personajes, por ejemplo las mujeres, que sedefinen por sus actos y por esas extraas inquietudes que suscitan en losdistintos hombres que aparecen en el texto; La revelacin descarnada ysimple de lo que son las mujeres, sus posibilidades en la vida vivida enese contexto, lo que se espera de ellas. Lo que slo ellas saben y cmo losaben.O, esos extraos mundos de Jewel y de Anse y Cash: (arquetipos)maneras de vivir, relacionarse, actuar, y de repente, tambin amar, porincomprensible que parezcaPero a mi sobre todo me impresion una constante que no pude evitarsentir en la lectura de esta novela: La absoluta presencia de la miradaabrumadoramente nombrada en casi todas las pginas del libro... Esepredominio de la vista, de las alusiones constantes- casi en todas suspginas, a los ojos, las miradas, la visin, y en ello quiero profundizar eneste escrito. escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [205] 3. INS POSADA A.Ver, para ser...Se podra afirmar que uno de los asuntos esenciales en la literatura, ya seacomo tema o como experiencia personal del trabajo creativo de un escritor,es la exploracin de los sentidos; la exploracin de una sensibilidadenriquecida que muchas veces hemos sentido pobre en nuestras reflexionesy experiencias cotidianas, pero que en la literatura alcanza dimensionesque trascienden la mera cercana fsica con las cosas, para convertirse enmaneras de deletrear un alfabeto del mundo. Alfabeto que no sera igualtratndose de la vista, o del odo, del tacto o el olfato.Si la literatura demanda del lector participacin, experiencia, no puede hacerleprescindir de su cuerpo; por el contrario, tiene que exacerbar nuestros sentidosy establecer puentes de comunicacin en ellos, pues slo se cuenta con elrecurso del lenguaje escrito, que no tiene cuerpo, que no seala, no gesticula,no tiene Inflexiones o tonos en la voz. Lenguaje que est hechosustancialmente para la vista, porque la escritura es el lenguaje que se ve.Si en Pedro Pramo de Juan Rulfo desde las primeras lneas se hace evidenteque vamos a encontrarnos con el predominio del odo en un mundo quesuena, un mundo hecho de alaridos, murmullos, susurros, ecos, llantos,risas, traqueteos, sonidos de las lluvias, los pasos, el viento, en Mientrasagonizo es inevitable tambin sentir que el universo de las miradas estpresente sobre todas las otras sensaciones de los sentidos, sobre todo otrocontacto posible.Qu es la mirada? Qu es mirar? Qu pasa cuando losseres humanos miramos?Tiene la mirada un afuera y un adentro. Revela y oculta. Es ntima perotambin distante.[206] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 4. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAEncuentra pero tambin huye. Acerca pero no lo suficiente para develarclaramente ante los otros, su lenguaje. Mirar es apartarse y al mismo tiempopenetrar. Penetrar sin el riesgo del encuentro, del contacto, del tacto. Podemosmirar sin que nos vean, podemos sentir que una mirada se ha puesto ennuestros ojos y no podramos evitarla; sentir que decimos algo a alguiencon los ojos, algo que nos excede a ambos; sentir en la mirada una puertahacia nuestra secreta intimidad. Una puerta entreabierta. Podemos saberque la mirada es en nosotros tal vez lo ms humano, lo que revela que hayun alguien que nos habita y que a veces sentimos en su extraeza; unapresencia que se asoma al mundo y al mundo de los otros (El ojo que vesno es ojo porque lo ves, es ojo porque te mira, deca Antonio Machado yeso es terrible: Alguien nos mira1, alguien nos escruta con sus ojos, sabe denosotros, nos re-conoce) pero tambin podemos mirar; permanecer en esaextraa vigilia, en esa apertura (sombreada, sin nitidez, pero real) que sonlas vidas de otros seres humanos.La mirada es humana, pensamos. Y es lo que hace que nos asombren enalgunos fragmentos del texto de Faulkner ciertas descripciones de una miradaanimal: la vaca, las mulas, el caballo, los buitres. Algo humano surge enlos animales cuando nos miran. Algo desnudo, directo, simple: Amistad,agresin, temor.Todos los animales en Mientras agonizo miranhumanamenteLas mula estn quietas miran hacia atrs una vez, y su mirada nosroza con unos ojos en los que hay algo de salvaje, triste, profundo y1 Es la misma extraeza que se encuentra en Pessoa: El horror metafsico del Otro!/Este pavor de una conciencia ajena/ como un dios espindome!/Ojal yo pudiera/ser la nica cosa, o animal, para no ver que nadie me mirase! (Pessoa 1982 138). escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [207] 5. INS POSADA A.desesperado como si ya hubiesen visto en el agua espesa la imagen deldesastre del que no pueden hablar y nosotros no podemos ver.su mirada (la del caballo) inquieta alerta y tranquila vuelve a caer sobrenosotros, y pasa de largo. Cash se volvi a mirarnos y entoncescomprend que estbamos perdidos.Aparece la cabeza de una mula con los ojos muy abiertos; nos miradurante un instante, emitiendo un sonido casi humano.Las formas de la miradaMirar: ser testigoAtisbar: ingresar sin ser notados en el mundo.Observar: detenerse (con todo lo que uno es) en cada detalle.Mirar: salir de las oscuras regiones del adentro por una va extraa, una vaque slo los otros pueden ver y que nos dice, nos entrega a los otros,habla a pesar de nosotros. (En un lenguaje que hay que descubrirlentamente), pero nos dice ante los otros, nos dice a otros, entrega, aveces, algn recodo de nuestra intimidad a los dems, a pesar de nosotros.Mirar: confirmar. Aceptar.Mirar, confundirse, dudar.Ser mirado: estar en el filo de alguna emocin, de algn sentimiento. Serinevitablemente vigilado por el mundo. Estar expuesto, indefenso; decir sinquerer decir. No poder callar del todo, no poder cerrarse al otro, decirsolamente lo esencial.Cerrar los ojos. Negar nuestra presencia. Provocar un silencio tal vez msprofundo, ms insondable. Hacernos ms indescifrables, pero tambin,negar nuestros encuentros con el mundo. Quedarse quieto, mas quieto que[208] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 6. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAsiempre. Detenerse en un si mismo que nos vuelve ms impenetrables.Tomar la decisin de no decirle nuestro adentro a nadie. Tener ms cerca laconciencia de nuestro aqu personal e intransferible.Mirar y callar. Slo mirar donde no caben las palabras.Se escucha con los ojos, se habla con los ojos: Me lo dicen tus ojos;cllate esos ojos; mrame a los ojos, mrame fijamente a los ojos es loque suelen decirse los amantes en busca de una verdad que tal vez yapresienten.Abrir bien los ojos, mirar de frente, desviar la mirada, atravesar con lamirada, evadir la mirada, mirar a la cara, mirar de reojo. Ojos escrutadores:Interrogar con la mirada. Clavar la mirada. Penetrar con la mirada. Hundirla mirada, evitar la miradaPgina tras pgina Faulkner nos cuenta toda la historia de Mientras Agonizo,tejida por las miradas diferentes y reveladoras del ser ntimo, inconfesablede cada uno de los personajes. Dewel siempre habla con los ojos; Cashcomprende todo con los ojos; Vardaman asiste a todo con los ojos; Anse,slo mira hacia la lejana, desva siempre la mirada, salvo cuando muereMadre y ya puede mirar por un momento a los otros de frente; Jewel, Jewel,el ms extrao de todos la mirada de Jewel siempre es un misterio.Impenetrable, continua, rida. (Es curioso observar las descripciones extraasy frecuentes que se hacen de sus ojos).Es inevitable entonces sentir en ese juego de sinestesias que es todo textoliterario un predominio de la vista en la narracin. Los personajes miran ala distancia, miran el camino, miran hacia el suelo, se miran los unos a losotros, miran hacia adentro, miran el paso del tiempo en la puesta del sol,miran desde atrs, miran a travs de las ventanas, miran lo que sucede, loque hacen los dems, miran hacia la muerte, desvan la mirada.escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [209] 7. INS POSADA A.Voy a enserselo a madre dice Vardaman. Mira hacia la puerta nodice nada y mira la puerta. Luego baja la vista hacia el pez que yace en elpolvo.Anse est mirando hacia el campo. Vardaman mira la cara de Anse, luegola puerta. Se vuelve, dirigindose hacia la esquina de la casa, cuandoAnse le llama sin mirarle.Todo lo que acontece en esta obra signada por las mltiples voces, habitadapor las palabras (que no se ven) y los silencios, se lo dicen mirando ymirndose. Las miradas reemplazan en innumerables ocasiones a laspalabras y algunas veces a los actos. Se evidencia en ellas el misterio de lapresencia, de la diferencia, de la identidad.Me est mirando (Darl). No dice nada. Se limita a mirarme con esosojos suyos tan raros que tanto dan que hablar. Siempre digo que no estanto por lo que haga o diga o algo as, como por el modo en que temira. Es como si te llegara hasta muy adentro, en cierto modo. Algo ascomo si uno se estuviera mirando a s mismo y lo que hace y lo vieracon sus ojos. Entonces noto que la chica me mira como si hubieraintentado tocarla.Que lo limpies dice Anse (el pez que ha capturado). No le miraVardaman lo insulta como un hombre hecho y derecho, a caballo encimade l. Anse no miraANSE Sus ojos parecen dos carbones quemados y clavados en su cara, ymiran hacia el campo cuando la sombra alcanza los escalones dice: -son las cinco.Como los seres de la tierra, afincados en ella, sensibles a sus seales,como los personajes de la tierra, primitivos, naturales que Faulkneracostumbra crear, l mira el paso del tiempo. Sabe del implacable paso delas horas, mirando.[210] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 8. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAUna constante que tambin llama la atencin en este libro es la de lasdescripciones de las miradas, y los ojos de los personajes que siempreson extraas metforas. Los ojos de todos los personajes (en especiallos de Jewel) son comparados con cosas; se producen extrasimosencuentros:son canicas, son candelabros derretidos, son mangueras de agua,trozos de un plato roto, en su cara sus ojos son tan plidos como dosvirutas desconocidas, aquella mirada de madera en la cara; aquellamirada retadora, hosca, subida de color y rgida como si su cara y susojos fueran dos maderas de distinto color pero con lo claro y lo oscuro alrevs, con sus ojos claros como de madera incrustados en su cara demadera , sus ojos son igual que dos velas a las que ves derretirse enlos soportes de un candelabro de hierro, y con las rbitas de los ojosllenas de lejana de mas all del campo, Sus ojos parecen dos carbonesquemados y clavados en su cara, y miran hacia el campoEn un aspecto general la vista es un sentido que reemplaza el contactodirecto, ms bien lo impide. Para observar hay que alejarse de las cosas.No se puede mirar muy de cerca porque se deforman las imgenes. Tambinla mirada es parcial. No se puede mirar la totalidad sino las partes. La vistaimpide el contacto directo. Es el ms lejano de los sentidos pero al mismotiempo es el que llega ms lejos.2 Estos personajes son seres que noestablecen contacto con los otros, slo con las cosas a las que describenminuciosamente, sobre todo en sus texturas, sonidos, formas. Con ellasentablan una relacin prctica, natural, se dira que tal vez inocente, simple,bruta, pero entre ellos no hay comunicacin. Slo se miran; el lenguaje2 No puedo evitar sentir la resonancia con las palabras de Pessoa en El Guardador de rebaos: Desde mi aldea veo cuanto del universo se puede contemplar desde la tierra por eso es mi aldea tan grande como cualquier otra tierra, porque yo soy del tamao de lo que veo y no del tamao de mi estatura.escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010)[211] 9. INS POSADA A.no es una va para comunicarse; cada uno es habitado por su propiomonlogo hecho de pensamientos y memorias. De pensamientos muyprecisos. No se extienden en ellos. No son expresivos en cuanto a lasemociones que podran compartirse, slo hay bellas y terribles descripcionesde su contacto con otros seres animales, con fenmenos de la naturalezay con los objetos.Cmo no recordar esa bellsima reflexin del monlogo de Addie sobreuna dolorosa distancia entre las palabras y los hechos, los lenguajes y lavida?:Fue cuando aprend que las palabras no sirven para nada; que las palabrasno se corresponden ni siquiera con lo que tratan de decir() nos habamostenido que usar unos a otros por medio de las palabras como araas quese cuelgan por la boca de una viga, se balancean y retuercen sin tocarsenunca.()Como si se hubiera escondido detrs de una palabra igual que detrsde un biombo de papel para darme un golpe por la espalda a travs de l() pensaba en cmo las palabras suben derechas en una fina lnea rpidae inofensiva, y de qu modo terrible los hechos se quedan a ras del suelo,pegados a l de modo que al cabo de un rato las dos lneas estn tanseparadas que una persona no las puede pisar a la vez. Y que pecado yamor y miedo slo son sonidos que las personas que nunca pecaron niamaron ni tuvieron miedo usan para eso que nunca sintieron y no puedensentir hasta que se olviden de las palabrasSer por eso que hay tan pocos dilogos en el texto, que nadie habla casinada con nadie, slo actan, hablan consigo mismos y miran?Es conmovedora esta confesin sobre todo en los terrenos de la literatura.Faulkner, aprovecha este momento para confesarle a su atento lector,una terrible fatalidad. Una postura nacida de las entraas del oficio frentea la incomunicacin humana, a la distancia insalvable entre las palabras y[212] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 10. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAlas cosas, entre las palabras y la vida, distancia que la tentativa de laescritura literaria, sobre todo, la poesa, intenta de algn modo salvar3.Esta distancia entre las palabras y la vida se evidencia tambin en esteterrible momento para Darl, cuando mira a su madre moribunda.Tuvo que ser Darl. Viene hasta la puerta y se queda all, mirando a sumadre moribunda. Se limit a mirarla, y yo not nuevamente elbondadoso amor del seor y su misericordia () se limit a mirarla, nisiquiera se acerc adonde ella le pudiera ver y sobresaltarse, sabiendoque Anse le iba a llevar lejos y nunca la volvera a ver. No dijo nada. Selimit a mirarla () se limit a estar alli de pie y mirar a su madremoribunda, con el corazn, demasiado abrumado para palabras.Y tambin en este fragmento:y recogamos algodn hacia la sombra secreta y nuestros ojos se hundanjuntos al tocarse sus manos y mis manos y yo sin decir nada. Dewel.Dijo sin decir palabra (Darl y uno sabe, uno siente que aqu se escuchay se habla slo con y por la mirada) que lo saba, igual que me dijo sindecir palabra que madre se mora, y me di cuenta de que lo saba porquesi hubiera dicho con palabras que lo saba, yo no habra credo que habaestado all y nos vio. Pero dijo que lo saba y yo dije: vas a contrselo apadre? Lo vas a matar sin decir palabra lo dije y l dijo: Por qu? sindecir palabra- y por eso puedo hablar con l que lo sabe y al que odioporque lo sabe Est en la puerta mirndola.En muchas ocasiones estos personajes, estas presencias se hablan con losojos. No hay otro contacto Y Sin embargo uno lo siente tan profundo,tan inevitable, tan cierto.3 Inevitable recordar entonces las palabras donde Jacques Lacan afirma cmo el malentendido es la esencia de la comunicacin y todos nuestros intentos persisten en intentar salvarlo).escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010)[213] 11. INS POSADA A.A travs de infinitos pasajes y momentos de este texto, sentimos la impresinde que los personajes saben realmente quines son. Y saben tambin muchode los otros. Esto tal vez se aprende Mirando mucho a la gente (comotambin dice Pessoa) Esto nos lo deja saber Faulkner a travs de hermosasprecisiones:Y comprend que se odiaba a s misma por tener que engaarnos y queodiaba a Jewel porque le quera tanto que tena que engaarnos.Extraamente y como una clave que valdra la pena descifrar, las mujeresde Mientras agonizo miran de frente y los hombres algunas veces de reojo.Mirando de reojo, bien a los sombreros de nuestras manos o al suelo o devez en cuando al cielo y a las caras de los dems, graves, tranquilas.Los hombres se callan hacia fuera. Las mujeres se callan hacia adentro.Es imposible no notar en las distintas ediciones de Mientras agonizo unelemento extrao.Es difcil interpretar claramente qu significa, pero llama la atencin que enel texto se haya intercalado una imagen: Un dibujo a mano que rompe lalectura. Y nos obliga a ver el fretro de Madre: La haban metido en la cajaal revs. CASH la ha hecho en forma de reloj de pared, as: (en este puntoaparece en el texto dibujado el fretro de Madre) con todas las juntas yuniones en bisel y bien cepilladas, ajustada como un tambor y pulcracomo un costurero.Acaso porque el fretro y su extrao viaje donde el inters de cada personajetoma rumbos distintos es el leitmotiv de todo el texto?. El fretro y la promesaque va ligada a l? Es la presencia que siempre tenemos que ver paraseguir la unidad y el hilo que configura el texto. Acaso quiere obligarnos amirarlo?[214] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 12. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAQuiere hacer el fretro ms evidente. An Es decir visible, concreto,real, y no una mera palabra?Tambin en este texto (lleno de sinestesias y referencias al cuerpo y lossentidos) queda claro que no perturba tanto oler la muerte -que es unacosa entre las cosas, natural, presente- como mirarla, (salvo para losextraos). Tapamos el fretro. Lo clavamos. Enterramos el cuerpo. Lollevamos lejos, lo ocultamos. Si no est oculto entonces, como en estelibro, si el cadver emprende su viaje da tras da, en la carreta en su fretroexpuesto al sol, al agua, al viento, Cmo no sentir el hedor. Cmo esposible que sea claramente omitido por los personajes, lo cual lo hace mspresente para el lector. Cmo no reconocer la muerte por ese rastro horribleque deja pegndose a las cosas, a la piel, a la tierra? .tal vez porque aquslo la mirada es verdadera.Somos como miramosQuisiera referir en esta ltima parte algunos fragmentos que van definiendoa los personajes y relatando las acciones a partir de este predominio de lavista.MadreEn los momentos en que se construye su fretro.Est apoyada en la almohada, con la cabeza erguida de modo quepueda mirar por la ventana, y nosotros omos a Cash cada vez quecoge la azuela o la sierra. Si furamos sordos, con slo mirarle lacara a ella casi podramos or a Cash, verle sus ojos son igualque dos velas a las que ves derretirse en los soportes de uncandelabro de hierro. escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [215] 13. INS POSADA A.All tumbada con la cabeza en alto para poder ver a Cash fabricndole elatad, obligada a vigilarle para que no haga una chapuza.El proceso de la muerte es narrado no slo desde el aspecto fsico, sinotambin en la experiencia de la separacin a travs de las miradas de Addie(y de los ojos). A travs de todas estas imgenes nos hace sentir cmo seva aproximando la muerte lentamente:ADDIE vuelve la cabeza y nos mira. Lleva diez das como muerta.Se interpola aqu una reflexin sobre la muerte que hace un mdico es unhombre preparado y habla en otro lenguaje:Supongo que como lleva siendo una parte de Anse durante tanto tiemponi siquiera puede hacerse cambio, si eso es un cambio. Recuerdo quecuando yo era joven crea que la muerte era un fenmeno del cuerpo;ahora s que es meramente una funcin de la mente y de las mentes dequienes sufren la prdida. Los nihilistas dicen que es el final; losfundamentalistas, que el comienzo; cuando en realidad no es ms que uninquilino o familia que deja una casa alquilada o un pueblo.MADRE nos mira. Slo sus ojos parecen moverse (terrible contraste:quietud-movimiento) () es como si nos tocaran, y no como la vista osentidos, sino igual que te toca el chorro de una manguera, un chorro queen el instante del impacto se disociara de la boca de la manguera como sino hubiera salido de ella. No mira a Anse en absoluto. Me mira a m,luego al chico. Debajo de la colcha no es ms que un manojo de palospodridos y mira al chicoella sigue al chico con la mirada cuandoste sale del cuarto. Slo ha movido los ojos.No existe otro contacto entonces, que el de las miradas, no hay otro lenguajeque el de las miradas.[216] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 14. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAVardamanCuando sal alz la vista hacia m, luego hacia Anse. Pero ya ha dejadode mirarnos. Se limita a estar all sentado.Se lo ha dicho ya? Dice Anse (al mdico)Para qu? Digo yo. Para qu demonios? Ya lo sabr. Yo saba que encuanto le viera a usted, lo sabra igual que si estuviera escrito. Notena ninguna necesidad de decrseloMadreCuando entramos al cuarto, est mirando a la puerta. Me mira a m. Susojos parecen lmparas que chisporrotean justo antes de que se les termineel aceite.Quiere que salga usted me dice la chica.Dewey le escucha con los ojos:Vamos, vamos, Addie dice Anse, si ha venido desde Jefferson para que tepongas buenaella me mira: noto sus ojos. Es como si me estuvierabarriendo de all con ellos. Ya lo he visto antes en otras mujeres. Las hevisto echar del cuarto a las que vienen con simpata y piedad, con ayudaefectiva, y aferrarse a un insignificante animal para el que nunca fueronms que bestias de carga. Eso es lo que significa para ellas amar porencima de todo: orgullo, ese furioso deseo de esconder esa abyecta desnudezque traemos con nosotros, que arrastramos hasta la sala de operaciones,que terca y furiosamente arrastramos con nosotros a la tierra. Salgo delcuarto. Ms all del porche la sierra de Cash ronca con fuerza en la tabla.Un minuto despus ella dice su nombre, con voz spera y enrgica. Cashdice. Oye, Cash.Es notable tambin aqu esa penetracin en el alma femenina, otro aspectoque valdra la pena trabajar en esta obra. escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [217] 15. INS POSADA A.VardamanAtisba, con su cabeza redonda y sus ojos redondos y la boca que se leempieza a abrir. Ella mira a padre; toda su desfalleciente vida parecederramrsele por los ojos, urgente , irremediablemente.Es a Jewel a quien quiere dice DeweyMadre no ha hablado sino lo del fretro de Cash y sin embargo est hablandotodo el tiempo con los ojos. Todos las escuchan. Sobre todo Dewel quesiempre habla con los ojos.Oye, Addie dice padre-, l y Darl fueron a traer una carga ms. Pensaronque haba tiempo. Que los esperaras durante un rato ella todava lemira, sin reproche alguno, sin ninguno en absoluto, como si slo sus ojosesperasen el irrevocable cese de la voz de padre. Luego se incorpora, aunquelleva diez das sin moverseEst mirando afuera por la ventana; a Cash inclinado continuamente sobrela tabla a la luz del anochecerCash levanta la vista hacia la cara demacrada que enmarca la ventana en elcrepsculo. Es el mismo cuadro de todas las veces desde que era nio. Dejala sierra y levanta la tabla para que ella vea, mirando hacia la ventana en laque el rostro no se ha movido durante un rato ella todava le mira desde elmarco de la ventana, sin censura, ni aprobacin. Luego la cara desaparece.MadreSe vuelve a tumbar y gira la cabeza sin siquiera mirar a padre. Miraa Vardaman; sus ojos, la vida que hay en ellos, regresa a toda prisa;las dos llamas chisporrotean durante un intenso instante. Luego seapagan como si alguien se hubiera agachado y soplado.[218] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 16. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAEn esta escena se nos presenta una hermosa y conmovedora manera dehacer visible la muerte, justo porque ella nos apaga. Recuerdo aqu unfragmento de la llama de una vela de Gastn Bachelard: el verbo apagarsepuede hacer morir tanto un ruido, como un corazn, un amor como unodio. Pero quien desee conocer el verdadero sentido, el sentido primerodebe acordarse de la muerte de una vela () La vela que se apaga es unsol que se muere. La vela muere ms suavemente que el astro del cielo. Elpabilo se curva y ennegrece. La llama ha tomado su opio de la sombra quela abraza. Y la llama tiene una buena muerte: muere durmindose(Bachelard 1975 31).Esta es otra manera de aludir a la muerte pero desde lo que otro, Cash,mira en ella:Se nos ha ido dice Cash.Se ha ido y nos deja dice padre. Cash no le mira.Bella precisin. Ya se haba ido antes, pero sin dejarlosCash baja la vista hacia la cara de madre. No escucha en absoluto a padre.No se acerca a la cama. Se detiene en mitad del cuarto, con la sierra junto ala pierna est mirando el rostro pacfico y rgido de madre que se desvaneceen el crepsculo como si la oscuridad fuera precursora de la tierra primordial(de ah ese apagarse de sus ojos), hasta que por fin el rostro parece flotardesprendido por encima de ella, leve como el reflejo de una hoja secaAl cabo de un rato se vuelve sin mirar a padre y sale del cuarto.En esta descripcin de la muerte hay una semejanza en impresiones conJuan Rulfo esa alusin a la tierra primordial, ese silencio en que nospone la muerte esas imgenes tan llenas de emociones y sensacionesEl sonido de la sierra es seguro, competente, reposado, y remueve lamoribunda claridad de modo que a cada golpe parece despertar en elescritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [219] 17. INS POSADA A.rostro de madre una expresin de atencin y espera, como si estuvieracontando los golpes. Padre baja la vista a su rostro, al pelo negro y laciode Dewey Dell, a sus brazos extendidos, al abanico cerrado e inmvilencima de la colcha borrosa.Tambin abunda el texto en fragmentos de honda poesaQu conmovedorcontraste. El abanico de Dewey, y en l el aire de la vida, y la colchaborrosa lgrimas de Padre?).Dewey Dell se levanta apoyndose en los pies. Baja la vista hacia elrostro. Este es como un molde de bronce que se desvanece encima de laalmohada; slo las manos conservan algo parecido a la vida: una inerciaretorcida, nudosa; una cierta calidad consumida, aunque todava alerta,de la que todava no se han ausentado el cansancio ni el agotamiento, niel trabajo, como si todava dudasen de la realidad del reposo, manteniendocon encorvada y avara vigilancia el cese que saben que no puede durar.El predominio de la mirada que hemos sealado en este texto, no se dasolamente en las constantes alusiones al papel de la vista en los personajes.Las descripciones del narrador son observaciones de alguien que penetraen todos los detalles, que amplifica la mirada y bellamente nos entregaconjunciones de lo percibido, lo sentido, lo pensado. Se funden lassensaciones y las reflexiones hacindonos sentir que no slo los cuerposmiran sino tambin las inteligencias. Que los pensamientos nacen y serelacionan con las imgenes en una simultaneidad que comunica toda lavitalidad aferrada a la tierra en esta escritura.Ir hasta donde est Peabody, donde pueda permanecer en penumbra ymirarle la espalda con tal expresin que l al notar sus ojos y volversedir: yo no me apenara tanto. Era vieja y adems estaba enferma. Suframas de lo que nos imaginamos y ella con la mirada deca: usted podrahacer mucho por m slo con quererlo, su usted lo supiera. Yo soy yo yusted es usted y yo lo s y usted no lo sabe.[220] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) 18. MIENTRAS AGONIZO DE WILLIAM FAULKNER Y LA INSISTENCIA DE LA MIRADAAhondar en ese alfabeto de la vida que puede deletrearse con la vista, nosentregara seguramente muchas claves de nuestra condicin humana.Aprender a mirar, escuchar con los ojos, penetrar el silencio de los cuerpos,afinar nuestros sentidos aceptando la delicada invitacin que nos hacen laliteratura y el arte nos confirma como al entrar en un dilogo inteligente ysensible con los textos literarios, nos encontramos con un saber, con unaforma de conocimiento, que nos conmueve y nos entrega sus revelacionesbella y lucidamente.Estos comentarios sobre Mientras Agonizo de William Faulkner son apenasunos tanteos, unas impresiones tejidas desde la intuicin que nos permitever, con los ojos cerrados eescritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010) [221] 19. INS POSADA A.BibliografaBachelard, Gastn. La llama de una vela. Caracas: Monte Avila, 1975.Pessoa, Fernando. El poeta es un fingidor. Madrid: Espasa-Calpe, S.A.,1982.[222] escritos Vol. 18 No. 40 enero - junio (2010)