En el presente video podéis encontrar una selección de algunos de los microcuentos que escribí en el año 2012. Mi incursión en el mundo de la narración oral comenzó hace algunos años cuando recibí mi primera formación de Cuentacuentos en 2008, y desde entonces han sido varias las escuelas por las que he pasado, y no pocos los nombres de experimentados cuentacuentos de los que he tenido la oportunidad de aprender. Mi experiencia laboral en el mundo de la narración oral va desde librerías o colegios pasando por otras dependencias municipales como centros cívicos, bibliotecas públicas etc.

Era tan miedoso que no

se atrevía a deshojar una

margarita por si le tocaba "si".

Otoño era la única época donde las lágrimas caían sin tener que dar ninguna explicación.

Todos pasaban por ella, todos se detenían un instante. Pero siempre dormía sola, así era la plaza de mi pueblo.

Pacto el día de su muerte con Satán, pero era tan despistado que se le olvido el día y no acudió a la cita.

Dejó de correr cuando los relojes se estropearon, ya no tenía prisa.

Y a la tercera...volvió a tropezar en la misma piedra. Era una persona de costumbres.

Caperucita disfrazada de loba acechaba en

la esquina mientras el miedoso lobo

esperaba a que amaneciera.

Pusieron un candado en el puente y luego

tiraron la llave al río. Pero una

sirena la encontró. Nada

era para siempre.

Durante unos segundos se abrazaron para sincronizar sus corazones hasta entonces desintonizados.

Sus luminosos ojos invitaban a descubrir un mundo mágico donde la preocupación era tabú.

Los árboles en invierno eran felices.

Regresaban a su infancia, desnudos. Para luego florecer. Ese era el secreto

de su juventud.

Rocosa pero accesible. Los aventureros sin

prejuicios sabían lo bello que era adentrarse en sus

faldas y llegar a la cumbre.

Tenía la manzana entre sus manos

cuando justo sonó el timbre. Ella tan

oportuna como siempre.

Se despidieron y él miró hacia atrás para ver si ella miraba. Lo único que vio,

fue la fría baldosa después del impacto con la farola.

Las letras cansadas, decidieron alterar el

orden y así crear nuevas

palabras.

Llevaba días caminando por dunas nevadas en el desierto helado con una única pregunta; - Donde esta el interruptor?

No sabía cómo hacerlo, así que el día de los santos compro un ramo de flores y se lo

regaló a su esposa; "Esto ya

murió".