México y Los Proyectos Nacionales 1821 - 1857

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Menu 2015 Nexos www.nexos.com.mx México y los proyectos nacionales, 1821-1857 Margarita Urías: Investigadora del Departamento de Estudios Históricos de la Universidad Veracruzana Jalapa, Ver. coautora del libro Formación y desarrollo de la burguesía en México. Siglo XXI (Siglo XIX Editores, 1978). Nada es, pues, menos cierto que lo que suele decirse con jactancia, que México ganó su independencia con diez años de guerra y sin auxilio de nadie. Esos años de guerra no fueron otra cosa que el esfuerzo que la parte ilustrada y los propietarios, unidos al gobierno español, hicieron para reprimir una revolución vandálica, que hubiera acabado con la civilización y la prosperidad del país. Lucas Alamán EL CAOS Y LA SIMIENTE Al pactarse la independencia la corriente generalizada de pensamiento coincidió en indicar que México se encontraba en condiciones de llevar a cabo la deseada integración nacional, la formación de un Estado moderno y una serie de cambios que lo llevarían a la prosperidad económica. Al margen de los buenos augurios, a partir de 1810 la sociedad mexicana vivía un proceso de reorganización, una etapa de transición que iría gestando las nuevas relaciones entre la sociedad política y la sociedad civil. Los principales pactos sociales, temprana y aparentemente legalizados en la constitución de Cádiz (1812), constitución de Apatzingán (1813), tratados de Córdoba y Plan de Iguala (1820-1821), y la constitución federalista de 1824, no tuvieron aplicación política duradera sino coyuntural. Los grupos que buscaban constituir el nuevo contrato social que garantizara la creación de un Estado-nación y participar en dicho pacto de manera hegemónica, manifestaron por más de medio siglo sus divergencias en

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    Mxico y los proyectos nacionales, 1821-1857.#.%0.U/!.)+/%((+

    Margarita Uras: Investigadora del Departamento de Estudios Histricos de la UniversidadVeracruzana Jalapa, Ver. coautora del libro Formacin y desarrollo de la burguesa en Mxico.Siglo XXI (Siglo XIX Editores, 1978).

    Nada es, pues, menos cierto que lo que suele decirse con jactancia, que Mxico gan suindependencia con diez aos de guerra y sin auxilio de nadie. Esos aos de guerra no fueron otracosa que el esfuerzo que la parte ilustrada y los propietarios, unidos al gobierno espaol, hicieronpara reprimir una revolucin vandlica, que hubiera acabado con la civilizacin y la prosperidaddel pas.

    Lucas Alamn

    EL CAOS Y LA SIMIENTE

    Al pactarse la independencia la corriente generalizada de pensamiento coincidi en indicarque Mxico se encontraba en condiciones de llevar a cabo la deseada integracin nacional, laformacin de un Estado moderno y una serie de cambios que lo llevaran a la prosperidadeconmica. Al margen de los buenos augurios, a partir de 1810 la sociedad mexicana viva unproceso de reorganizacin, una etapa de transicin que ira gestando las nuevas relacionesentre la sociedad poltica y la sociedad civil. Los principales pactos sociales, temprana yaparentemente legalizados en la constitucin de Cdiz (1812), constitucin de Apatzingn(1813), tratados de Crdoba y Plan de Iguala (1820-1821), y la constitucin federalista de 1824,no tuvieron aplicacin poltica duradera sino coyuntural. Los grupos que buscaban constituir elnuevo contrato social que garantizara la creacin de un Estado-nacin y participar en dichopacto de manera hegemnica, manifestaron por ms de medio siglo sus divergencias en

  • contiendas armadas y parlamentarias tanto en el nivel nacional, como en el regional y el local.Pero del aparente caos iniciado con la insurgencia (1808-1810), hasta la derrota de la primerageneracin de liberales reformistas (1834), surgieron los cimientos y los proyectosfundamentales que dieron contenido a las luchas posteriores.

    En la drstica diferenciacin social de la poca, los grupos y las corporaciones dominantes de lavida social y poltica eran las minoras de propietarios agrcolas, los ganaderos, mineros,comerciantes, el alto clero y la casta militar de origen realista o insurgente que se ali en elpacto independentista y asegur en esa forma los fuertes intereses econmicos creados por laviolencia y la rapia pblica y privada de los aos de guerra civil. Los sectores dominantes delejrcito nacional emergieron como los monopolizadores del comercio interior y comodefensores de las rutas que garantizaban el flujo de mercancas. En busca del mejor patrn, losgrupos sociales medios (profesionistas, burcratas ilustrados, pequeos propietarios yartesanos dedicados a actividades productivas y comerciales) se procuraban ascensos en laescala social por medio de la oportunidad econmica y la participacin poltica yadministrativa. La inmensa mayora de la poblacin -campesinos, trabajadores y desposedos,aparentemente al margen del drama social- particip poltica y socialmente en movilizacionesy levantamientos en defensa de banderas ajenas y en acciones espontneas, desorganizadas,bajo el acicate de penosas coyunturas: hambrunas, carestas, epidemias, despojo de tierras yfuentes de trabajo, levas e invasiones extranjeras. De la inestabilidad de esos sectores brotarontambin las endmicas bandas de contrabandistas, los salteadores de caminos, el bandolerismoincontrolable.

    LAS ORTODOXIAS Y LA REALIDAD

    Dado ese contexto, una de las principales actividades de la minora actuante fue crear yproponer -en el papel y en la prctica- diferentes proyectos polticos y econmicos, elaboradosbajo la influencia de las ideas europeas que recubran la ideologa dominante de la poca.Todos los proyectos hablaban a nombre de la colectividad o del pueblo y correspondan adiferentes visiones del mundo liberal. El liberalismo europeo gan terreno en Mxico durantelas ltimas dcadas del siglo XVIII y en los aos posteriores se manifest en dos vertientesprincipales que hoy conocemos bajo las etiquetas de centralismo y federalismo. Las doscorrientes adquirieron diversos matices y apelativos, pero ya hacia 1825 daban expresin a laspugnas bsicas del desarrollo colonial y a la crisis de la guerra y la pos-guerra. El centralismo era

  • la causa de los representantes de productores y propietarios indianos que se vean en peligroante los embates del libre cambio; en consecuencia, su proyecto econmico era el de unasociedad proteccionista que garantizara un desarrollo nacional autnomo y fuerte. La segundabandera, el federalismo, estaba representada por los sectores modernizantes, que aspiraban a lainstauracin del libre cambio y de nuevas formas de produccin y de comercializacin. Sucuerpo de ideas bsicas giraba alrededor del laissezfaire, laissez-passer liberal.

    Bajo las relativas ortodoxias poltico-ideolgicas de ambas vertientes, se mova a paso lento laconfusa problemtica del desarrollo econmico nacional. Pese al florecimiento de ciertasindustrias y al auge del comercio libre de las ltimas dcadas coloniales, Mxico segua siendoen lo bsico una sociedad preindustrial. En trminos generales el pas era fundamentalmenteagrario, con una fuerte tradicin minera fortalecida por el crecimiento de la produccin deplata a fines del siglo XVIII y primeros aos del XIX. Fue sta la actividad que le dio a Mxicoderecho de picaporte en el mercado mundial real que se vena formando desde tiempo atrs.La agricultura era de autoconsumo y el consumo interno se rega por una escasa variedad deproductos y la abundancia de mercados regionales cercados por barreras legales e impositivasque iban del mbito municipal al estatal, al regional y al federal. En cambio la produccinminera se exportaba a los mercados europeos favorecida por bajas tasas impositivas,particularmente en el caso de plata acuada, principal forma de exportar la plata mexicana. Noes casual entonces que todos los autores de la poca hayan visto en la minera la base de lariqueza nacional y que se haya favorecido el desarrollo de una poltica de estmulos a laproduccin minera, especialmente cuando la produccin e inversiones en este sector habandisminuido por las fluctuaciones y crisis mundiales del exterior y por la crisis de la guerra y laposguerra en lo interno: destruccin directa de unidades productivas, la dispersin de fuerzade trabajo por la actividad militar y el botn de guerra que militares poderosos de diversasgraduaciones, realistas e insurgentes, lograron saquear a productores y propietarios. Estaactividad predadora propici un traslado de antiguos capitales destinados a la inversinproductiva (pago de salarios, compra de insumos, etc.) a la esfera de la circulacin: el lucromediante la especulacin comercial fue fundamental en esos aos como va de rpidoenriquecimiento. Adems, los propios militares controlaban las rutas que garantizaban el flujode mercancas ante la constante inseguridad de los caminos.

  • La economa mexicana posindependiente registraba niveles muy primitivos de acumulacin,una economa preindustrial cuyas herencias coloniales no podan erradicarse estructuralmente.Por esas condiciones y por la guerra, el capital comercial tenda a dominar sobre las otrasfracciones y permita asegurar la continuidad del flujo y los vnculos con el exterior,respondiendo a los mandatos de la divisin internacional del trabajo. En consecuencia, lafraccin burguesa ligada a la dinmica comercial sera librecambista, y las fracciones ligadas a laactividad productiva, seran proteccionistas, centralistas y conservadoras.

    EL PROYECTO INDUSTRIALIZADOR

    Esta situacin interna y el conocimiento de la de ciertos pases desarrollados (analizada en loslibros de economa poltica que llegaban de Europa) dieron lugar a la gestacin de las dos tesiso alternativas de desarrollo econmico para Mxico. Una haca nfasis en la necesidad de crearlas condiciones internas para que se diera el modelo de desarrollo industrial y propona que laindustrializacin se fundara en los textiles. Los partidarios de esta poltica aseguraban que eraposible generar internamente los factores productivos que borraran la superioridad tcnico-econmica de las potencias. La principal condicin de este proyecto era estimular y convencera los antiguos propietarios agrcolas y mineros de que transfirieran sus capitales a laconstruccin de fbricas textiles, transferencia que fracas entre otras cosas por la agudadescapitalizacin que viva el pas. Las otras dos posibilidades eran invertir una parte de losrecursos pblicos obtenidos por los impuestos aduanales en crditos a particulares quedesearan volverse industriales y la inversin extranjera directa que sin embargo slo fluy haciala actividad minera, el comercio y las finanzas.

    El proyecto industrializador tambin propuso la necesidad de estimular los sectoresproductivos naturales en la tradicin mexicana, minera y agricultura, con la idea de crear unmercado nacional independiente y competitivo a nivel mundial. Los ms significativosmilitantes de estas ideas fueron Lucas Alamn y Esteban de Antuano. Ambos estuvierondirectamente relacionados a una prctica empresarial y poltica consecuente con su ideologa.Fueron fundadores de empresas textiles y propietarios ligados a la organizacin productiva.Alamn form parte de varias administraciones gubernamentales como Ministro de RelacionesInteriores y Exteriores, cargo que le permiti ejercer una gran influencia en el fomentoeconmico del sector empresarial auspiciado directamente por el sector pblico. Los dos

  • personajes valoraron su actividad intelectual como escritores para formar una corriente deopinin pblica acorde con su ideologa; por ello, dejaron un amplio testimonio escrito enfolletos y libros.

    EL PROYECTO LIBERAL

    La otra alternativa de desarrollo, planteada por los llamados liberales, era aceptar la divisininternacional del trabajo que las potencias imponan. Esta tesis, fundada ideolgicamente en elliberalismo econmico, consideraba que unos pases estaban destinados, por suscondicionantes naturales, a ser productores de manufacturas y bienes de capital, mientrasotros haban de serlo de materias primas. El libre comercio mundial proveera a ambos tipos denaciones de los productos necesarios para su desarrollo y consumo internos. Manuel Ortiz dela Torre, Jos Mara Luis Mora y Lorenzo de Zavala fueron las principales cabezas de la primerageneracin de liberales que defendieron y expresaron pblicamente esta tesis. En 1823, Ortizde la Torre sealaba: A nosotros, nuestro diverssimo clima y situacin, nuestro genio, nuestraabundancia inmensa de fertilsimas tierras, y nuestra posesin casi exclusiva de minas de oro yplata, nos pone en circunstancias muy diversas, en trminos de que, para progresar, y auncompetir con la Europa en la totalidad de productos, de ningn modo nos es necesariofomentar determinadamente el ramo de manufacturas, ni mucho menos por medio de unosarbitrios tan ruinosos como son las prohibiciones. Ms adelante, en la dcada de 1840,Mariano Otero la retom para explorar algunos aspectos de nuestra economa; ms tarde, lageneracin de Jurez y Lerdo de Tejada impulsara vigorosamente esa estrategia como parte desu programa de lucha reformista.

    Durante la dcada de 1820, el problema de los aranceles fue el que permiti la expresin ntidade los proyectos de desarrollo. Como el proyecto industrializador no haba sido totalmenteconcebido, fueron los artesanos y sus defensores poltico-legales quienes se inclinaron por elestablecimiento de un sistema proteccionista y de prohibiciones que permitiera elafianzamiento de sus intereses corporativos. Otro grupo luch abiertamente por ellibrecambio sin ninguna limitacin, y un tercer grupo encabezado entonces por Alamn, oscilentre ambos planteamientos. La controversia, difcil de separar de los aspectos polticos ylegislativos, fue centrndose alrededor del papel que debera jugar el Estado. Segn esacorriente, los poderes estatales y su cuerpo jurdico deberan orientarse hacia la intervencin, el

  • fomento y la regulacin de la economa. La corriente opuesta abogaba por la abstencinestatal en el desarrollo econmico, apoyando sus argumentaciones en el slogan medular delliberalismo econmico: laissez-faire, laissez-passer.

    La polmica arancelaria se aliment de los problemas generales de la economa y fue creciendocon ellos. La vida poltica y la administracin pblica permitieron canalizar los diferentespuntos de vista sobre la situacin de la agricultura, el problema minero, el crecimiento de lapoblacin, la crisis del artesanado, la industrializacin, la hacienda pblica, la crisis financiera yel comercio, alma de las naciones y el termmetro de su riqueza.

    LA LEY Y LA PLUMA

    Los autores calificados como liberales pretendieron formar una corriente de pensamiento yaccin que normara la vida econmica y social del pas. Muchas condiciones jugaron a su favorpara asumir esta tarea. Durante la dcada de 1820 fueron miembros de las logias que hacan lasveces de partidos polticos y tuvieron cargos pblicos de vital importancia en la toma dedecisiones estatales; crearon peridicos y monopolizaron sus editoriales. Estas armas pblicasles permitieron presentar planes concretos y polticas especficas para promover reformasclaves a nivel nacional y local. Su papel como intelectuales y polticos activos fue esencial en lacreacin de normas constitucionales y jurdicas que lentamente fueron adoptadas comoprincipios de la nacin. A ellos se debi la promulgacin de las principales reformashacendarias, educativas y polticas orientadas a la construccin del Estado moderno. Ladifusin de su proyecto tuvo entonces diversas plataformas y se propag a travs de losdebates polticos y parlamentarios, del periodismo y de la docencia, impulsando reformaseducativas necesarias para la formacin de intelectuales y cuadros dirigentes, clientes segurosdel liberalismo econmico.

    Si entre Mora, Zavala y Ortiz de la Torre hubo contradicciones y diferencias en las ideaspolticas, compartieron la conviccin de que el futuro del pas estara seguro en cuantoadoptara un modelo de desarrollo rural y libre.

    Al parecer fue el conocimiento de la realidad agraria, la riqueza minera y el rechazo a laproteccin mercantilista y privilegios y monopolios coloniales, lo que los orill a solidarizarsecon las tesis librecambistas y a idealizar las posibilidades agrcolas del pas para formar unaciudadana sustentada en la pequea propiedad que, mediante su trabajo libre, acumulara

  • naturalmente capitales y creara la riqueza del pas. En la sociedad que imaginaron, el procesoproductivo estara regulado por la libre demanda interna y externa, que garantizara ellibrecambio. Si la economa se regulaba automticamente por los solos mecanismos de laoferta y la demanda, entonces al Estado le quedaba la tarea de arbitrar, vigilar y concitar laarmona social.

    Mora rechaz abiertamente las pretensiones industrializadoras y argument:

    Los productos de las fbricas mexicanas no sern bastante a sostener la concurrencia con losde su clase extranjeras ni los capitales ni las mquinas, ni su recomposicin, ni las materiasprimas, son tan baratas ni fciles de obtener entre nosotros, como entre los artesanos deEuropa: nuestra poblacin tampoco es tan abundante, reunida, laboriosa e inteligente comodeba ser para esta clase de empresas que, sin ser tiles para nada distraern de la agricultura yla minera a muchos brazos que podran y deberan emplearse en ellas. El inters individualestimulado por la concurrencia libre de todas trabas v no la proteccin siempre ruinosa de losgobiernos, es lo que debe fijar la inversin de los capitales y determinar la industria del pas.

    LA SEDUCCIN DE NORTEAMRICA

    La adopcin de estas ideas por Mora, Zavala y Ortiz de la Torre, implicaba conservar los rasgosesencialmente agrarios del pas. Zavala y Ortiz de la Torre se proclamaron abiertamente por elmodelo estadunidense. Ortiz de la Torre:

    Calculemos los prsperos efectos que en Estados Unidos ha obrado la dedicacin casiexclusiva a la agricultura, lo que siguiendo el mismo saludable ejemplo podramos esperarnosotros los mexicanos, pues, si bien las tierras del norte exceden a las nuestras en algunasfavorables circunstancias que no me atrevo a negar, las nuestras aventajan a aquellas: loprimero, probablemente es su baratura, porque entre nosotros a causa de nuestra escassimapoblacin, la cantidad de tierras que se demanda es mucho menor relativamente a la cantidadque se ofrece de ellas, lo cual hace de necesidad que sean ms baratas; lo segundo, en sufertilidad, pues al paso que aquellas, segn Bonnet, slo producen desde el 12 hasta el 20, lasnuestras, segn Humboldt, dan un producto medio de 22 hasta 25, y, segn Pradt, hasta 30;notndose adems la misma y an mayor feracidad en orden a otra multitud de producciones,en trminos que, como observa el mismo Humboldt, la sola porcin ya desmontada denuestro terreno, sin necesidad de trabajos extraordinarios es capaz de proveer a la subsistencia

  • de una poblacin ocho o diez veces mayor que la que tenemos actualmente. La tercera ventajade nuestra parte consiste en el precio de la mano de obra, que en Estados Unidos no baja de 51/2 a 6 reales nuestros: cuando en Mxico apenas ha llegado a dos reales en las tierras fras y 21/2 en las calientes, con una corta diferencia que parece haber tenido despus en algunaspartes.

    Podra objetarse contra esto que, aumentada, variada y perfeccionada nuestra agricultura, susfrutos excederan a nuestros consumos y llegaran a hacerse superfluos. Pero no es as, y mefundo en que, segn los verdaderos principios de la economa poltica, a proporcin que seaumentan los productos de un pas, en especial los de la agricultura, crece tambin el nmerode habitantes, y por consiguiente la cantidad demandada de sus consumos.

    Zavala fue ms sensible an al modelo norteamericano. Desarraigado del contexto del Mxicocentral, sus lazos de infancia lo unan a la separatista Yucatn, y posteriormente se integr aTexas como colono y propietario. No es casual, pues, que propusiera en sus obras un cambioradical en el modelo de desarrollo econmico del pas que slo podra realizarse rompiendo lasamarras sociales y culturales que el pueblo mexicano mantena con su pasado prehispnico ycolonial. Destruyendo su historia, Mxico podra ingresar en el camino abierto porNorteamrica.

    DE LA PROMISIN A LA CRISIS

    El entusiasmo por un futuro mejor domin la dcada de 1820; en casi todas las publicacionesse hizo sentir la gran influencia filosfica y econmica del liberalismo. Juan Jos Espinosa de losMonteros sintetiz este espritu en la Memoria de Relaciones Interiores y Exteriores, (1827) alsealar que gracias al comercio libre, establecido a raz de la Independencia, el pas ibaadquiriendo, adems de mercancas, los conocimientos y aun los medios necesarios paraadelantar la (industria) domstica, porque el consumo interno y el crecimiento de lasexportaciones era el espritu que anima y vivifica nuestra agricultura y los dems ramos de lafelicidad pblica. Espinoza fundaba sus expectativas en el genio y talento de los mexicanospara toda clase de industrias, en la posesin de una riqueza sobresaliente en su minera yen la clara conviccin de un floreciente destino agrario. Cunto placer siento enrepresentarme la superficie del dichoso territorio mexicano habitado por un numeroso pueblo,que entre la multitud de ocupaciones a que pueda dedicarse, sepa conocer y discernir lasventajas y prosperidad a que pueden conducirle las agrcolas!.

  • Al iniciarse la dcada de 1830, los puntos de vista sobre el desarrollo econmico del pas fuerondiferencindose para situarse ms cerca de la realidad y de los intereses de grupo quedefendan. As, Mora y Zavala se unieron al movimiento contra el poder colonial de la iglesia yla milicia, que juzgaron como un obstculo para el desarrollo y la distribucin natural de lariqueza. Librecambio y desarrollo econmico espontneo se volvieron banderas del grupoliberal, y armas radicales para despojar a la Iglesia de su poder econmico, poltico y social.Mora adquiri relevancia en el movimiento de Reforma del ao de 1833 y sus ideas contra losprivilegios de la Iglesia fueron el cuerpo ideolgico-poltico de la lucha. Al fracasar elmovimiento de reforma encabezado por Valentn Gmez Faras, Mora se expatri a Europa,donde permaneci hasta su muerte (1850). Su obra mayor se public en Pars en 1836-1837.Zavala, como se ha dicho, se fue a Texas donde jug un papel importante como poltico ypropietario, hasta su muerte en 1838. Ortiz de la Torre, que al parecer muri en 1840, dejtestimonio de sus principales tesis de dos Discursos, uno de 1823 y el otro de 1825.

    La desaparicin de estos idelogos del liberalismo ocurri cuando sus tesis haban arraigadopoderosamente en la vida pblica del pas o, por lo menos, entre los grupos sociales medios delas ciudades. Lo cierto es que un sector importante de los dirigentes polticos acept desdeentonces como dogma la idea de construir para Mxico un Estado moderno, laico, sinataduras religiosas o econmicas con la herencia colonial. Con todo, la dcada de los treintas,segn se ha sugerido, fue de inspiraciones ms realistas. En esos aos, los guas de la tendenciaindustrializadora, Alamn y Antuano trabajan intensamente en favor de su programa. Hacia1830, Alamn, entonces ministro de Relaciones, haba sufridos algunos reveses en susprogramas econmicos de la dcada anterior, durante la cual mostr en sus tesis ms cercanaque contradicciones con los liberales. Su deseo de rehabilitar la minera apelando a la inversinextranjera y a la reduccin de las tasas impositivas (de origen colonial) sobre produccin yexportacin, se vio muy pronto burlado por las crisis comercial e industrial inglesa de 1825-1826, provocada en gran parte por la exportacin de capital ingls a Amrica Latina. SegnMora, en aquella poca hubo en Inglaterra un frenes verdadero por minas mexicanos a pesarde la circunspeccin caracterstica de los ingleses en todas sus empresas. Este furor acab conla crisis del giro britnico, y desde entonces se advierte un total y lastimoso desaliento que hacundido como un contagio por todas partes en perjuicio de la industria universal.

    ALAMN Y EL POPULISMO

  • La contraccin del capital extranjero, sumada a la crisis econmica interna, la carencia decapitales nacionales y la renuencia de la Iglesia a la inversin, oblig a Alamn a buscar el apoyoestatal para realizar su proyecto econmico. En 1830, debido a su influencia en el Ministerio deRelaciones, se fund el Banco de Avo, destinado a fomentar la industria con capitales venidosen parte de las rentas del erario pblico. Antes de la fundacin del Banco, durante los ltimosaos de la dcada de 1820, los grupos de artesanos haban ejercido una fuerte presin endefensa de sus intereses, que se intensific en 1829 bajo la administracin de Vicente Guerrero.Guerrero adopt una poltica que ahora podramos llamar populista y apoy la demanda delos sectores medios ligados a la produccin y al comercio. Estas fuerzas, con el decisivo apoyode los artesanos poblanos, lograron derrotar en las cmaras un gran proyecto industrialpropuesto por Juan Ignacio Godoy. O sea que para estos aos el mayor oponente social delgrupo industrializador era la fuerza corporativa de los artesanos. Este problema junto con lafalta de financiamiento, orill a Alamn a buscar definitivamente en el poder poltico la defensade sus intereses -que eran, adems, los de un buen nmero de propietarios mineros,hacendados y comerciantes capaces de aventurarse en la creacin de fbricas. A partir de 1830hasta el segundo lustro de la dcada de 1840, la proteccin y el fomento estatal beneficiaron algrupo de nuevos fabricantes. En cambio, el sector artesanal sufri el ataque combinado de lasmercancas extranjeras y de la produccin manufacturera nacional, sin recibir ningunaproteccin estatal. Sin embargo, su importancia no slo no disminuy sino que crecicuantitativamente.

    EL DIAGNSTICO DE ANTUANO

    Es posible intentar la confrontacin de los principios ideolgicos que normaron la actividad delos grupos librecambistas y de los industrializadores con la realidad que pretendan transformar.En la vasta produccin de folletos escritos por Antuano, podemos extraer una visin de losproblemas y obstculos a los que se enfrent la industria textil mexicana. Esta visin, muycercana a los problemas econmicos reales, contrasta con las ideas de los librecambistasdefendidas por hombres desligados del proceso productivo. En 1833, Antuano plante lasituacin de atraso que viva Mxico: ignorancia y falta de ejercicio poltico de la mayora de loshabitantes y una situacin econmica crtica que haba que salvar con la implantacin deartes modernas -sobre todo las manufacturas de algodn- utilizando la maquinaria msavanzada de la poca. La poltica que propona Antuano para el progreso de las manufacturas

  • descansaba en el fomento estatal: el Banco de Avo y las prohibiciones sobre bienesmanufacturados extranjeros, bsicamente los textiles ingleses, que eran el producto deimportacin ms generalizado en el pas.

    A pesar de que el proyecto industrializador conceba el desarrollo de la agricultura comoparalelo al de la industria, la materia prima para las fbricas textiles no era suficiente, en 1835,para cubrir la demanda requerida. Antuano se pronunciaba por la importacin de algodnen rama por la misma razn que favoreca la entrada de hilaza: para fomentar los telares y lasfbricas. Su amplio proyecto prevena la extirpacin de la pobreza y el atraso de la poblacin,mediante el empleo de mujeres y nios como fuerza de trabajo en las fbricas textiles.

    La actividad de Antuano como fabricante le permiti formarse una visin real y amplia de losproblemas. En 1837 present un escrito que pretenda conjugar los intereses del sector pblicoy del privado para propiciar la industrializacin del pas. Apuntaba ah las medidas legislativas ygubernamentales indispensables para formar un proyecto poltico de desarrollo, afirmaba su feen la grandeza de una patria industrial y la necesidad de explotar el hierro nativo erigiendofbricas que produjeran maquinaria e instrumentos de trabajo para uso industrial y agrcola. Sinlugar a dudas, la dependencia tecnolgica con los pases desarrollados empezaba a volverseuna de sus preocupaciones.

    Hacia 1840 la situacin de las fbricas textiles se agrav. En 1838 fue bloqueado el puerto deVeracruz por fuerzas francesas y, al menos en el ao que inici la nueva dcada, tuvo lugar unacrisis que afect a varios sectores de la economa. Ante esta situacin, Antuano continusealando que Mxico, como productor de algodn, no tena capacidad para abastecer lasfbricas textiles y que no permitirse la entrada de algodn extranjero en rama, se propiciara laruina de la industria, lo cual posiblemente acarreara una revolucin social. La solucin, comolo probaba el ejemplo de Inglaterra, era permitir la entrada de algodn en rama fijando unimpuesto de importacin y simultneamente prohibir la entrada de hilados y tejidos. ParaAntuano, la verdadera amenaza de muerte que penda sobre la industria en ese momento erala prohibicin de importar algodones extranjeros, pero esas prohibiciones se mantenan por lapresin de los agricultores mexicanos productores de la materia prima.

    De cualquier forma la situacin no era tan simple. A los problemas sealados se unan otros demayor o igual gravedad. Con la crisis, el precio del algodn haba subido, en gran parte por laespeculacin que hacan los cosecheros y las compaas comerciales que lo acaparaban.

    INICIO

  • Algunas de estas compaas eran importantes acreedoras de la deuda pblica y por ellopodan obtener permisos de importacin de algodn favorables a sus operacionesespeculativas. El contrabando de algodones simples y manufacturados segua invadiendo losmercados. El papel de gobierno, dada su debilidad, se reduca a la impotencia de aplicar lasleyes prohibicionistas. La poltica mercantil de las potencias extranjeras derrumbaba los pocosladrillos levantados para cuidar la industrializacin nacional, aprovechando las presionesrealizadas de los comerciantes nacionales y extranjeros. A juicio de Antuano, tales presioneseran la causa principal del atraso y la subordinacin de Mxico a las naciones desarrolladasporque alentaban la tendencia del pas a conservar como un puro productor agrcola y minero.

    AGIO Y COMERCIO

    Contra las proposiciones y la actividad empresarial de Antuano y los intereses del grupofabricante, trabajaba con gran fuerza el grupo de comerciantes nacionales, que, unido a loscomerciantes extranjeros y sus filiales en Europa, incrementaba el flujo de mercancasextranjeras: las permitidas y las de contrabando. Slo ocasionalmente manifestaron loscomerciantes su apoyo a la tesis librecambista o al proyecto industrializador, pero ampliabancada da su poder real mediante el control de los canales de distribucin, los puertos y losmedios de comunicacin y transporte. Adems, eran los nicos que podan financiar algobierno y al sector privado: se volvieron grandes especuladores y agiotistas de la deudapblica, y acreedores de fabricantes, mineros y hacendados.

    Es decir, en su expresin librecambista el gran proyecto liberal legitim la actividad del grupoque controlaba el comercio y las finanzas. Sus intereses, ligados a las fuerzas del mercadomundial, recreaban las relaciones comerciales que consistan en cambiar productos textiles,artculos suntuarios en general, y en menor proporcin maquinaria, tecnologa y capitales, pormetales en pasta y acuados y materias primas estratgicas en el proceso industrializador, cadavez ms diversificado, de los pases desarrollados. La tesis del librecambio ocultaba, entre otrascosas, el intercambio desigual de valores que las fuerzas del mercado mundial imponan. Unacortina de humo creada por la conviccin de un desarrollo natural y libre impidi a loslibrecambistas percibir los problemas estructurales que frenaban el desarrollo mismo de lossectores naturales: la agricultura y la minera.

  • La folletera de la poca contiene mltiples alusiones a la actividad de este grupo: quejas ypugnas abiertas contra los monopolizadores del comercio y contra los agiotistas quecontrolaban gran parte de los ingresos del erario pblico, principalmente los de las aduanasmartimas y fronterizas. Era una caracterstica del grupo mercantil infringir todas lasdisposiciones legislativas; sus miembros fueron los compradores de ministros, burocrtas yperiodistas y los corruptores de los guardias y vigilantes aduanales. Para ellos no signific ungran obstculo el atraso de las comunicaciones y el mal estado de los caminos; su mano deobra siempre estuvo presente en los avances que experiment este tipo de infraestructura. Laliteratura de la poca tambin recoge las manifestaciones en contra de las autoridades civiles ymilitares que cobijaban estas actividades, abierta y legalmente o en forma solapada.

    DE LA INDUSTRIA NACIONAL A LA INVASIN NORTEAMERICANA

    Con todo, al finalizar la dcada de 1840 se vio que los casi treinta aos de vida nacional nohaban transcurrido en vano. El Banco de Avo pudo sobrevivir hasta los primeros aos de esadcada pese a los ataques que desde su fundacin le propinaron los librecambistas, y de lospagos sin cubrir de sus deudores, la falta de recursos estatales y los problemas que sealamosanteriormente. A raz de su desaparicin, en 1842, se fund la Direccin General de la IndustriaNacional, apoyada tambin por Alamn en su lucha por mantener la proteccin de losfabricantes y amortiguar sus problemas a travs de la poltica econmica estatal por la quehaba pugnado desde 1830. Esta poltica asumi la forma de prstamos estatales, exencin deimpuestos, centralizacin del sistema de alcabalas para evitar dificultades a la circulacin demercancas, proteccin arancelaria y prohibicin de importar productos textilesmanufacturados. Con todo, muchas fbricas fueron a la quiebra por los altos precios de lamateria prima, la produccin almacenada y la carencia de capital para saldar sus deudas conprestamistas y especuladores. As, a principios de la dcada de 1850 los monopolizadores delcomercio y del capital financiero dominaba la situacin y algunos empezaron a adquirirfbricas por venta directa o como pago de sus crditos.

    Por otra parte, la defensa del sistema de prohibiciones a la importacin competitiva empez amostrar ciertas fisuras y un grupo importante de productores lo cuestion, como antes lohaba hecho Antuano. Las protestas se encaminaron a lograr la modificacin de las leyesarancelarias. En 1846 se cre un organismo que vino a sustituir a la anterior Direccin Generalde la Industria Nacional, pero el cambio no slo fue de nombre: la nueva Direccin de

  • Colonizacin e Industria se proclam decididamente en favor de la libertad del comercio y lacolonizacin, asumindolas como las mejores vas para resolver los problemas econmicosnacionales. La crisis que haba hecho su aparicin en la industria nacional se generaliz en 1846a toda la economa por la invasin armada del ejrcito norteamericano. La emergencia deEstados Unidos como fuerza econmica interesada en luchar abiertamente por territorios ypor el mercado mexicano, se vi favorecida por los acontecimientos europeos: crisiseconmicas de 1847 en Inglaterra, generalizada a otros pases, insurreccin en 1848 en Francia,etctera.

    LA NUEVA POLMICA

    Despus de la invasin, hacia la mitad del siglo resurgi en la vida pblica del pas, con nuevasvoces y nuevos bros, la polmica entre los librecambistas y los proteccionistas eindustrializadores. Como expresin de los cambios econmicos de la primera mitad del siglo, lapolmica se plante en otros trminos. La economa poltica haba logrado importantesprogresos con las ideas de David Ricardo, el profeta econmico de la burguesa industrial,cuyas tesis fueron utilizadas por los defensores de la industria nacional. Ya no se defenda sloun proyecto econmico, sino la obra y los intereses econmicos directos del grupo deempresarios que buscaba consolidar su desarrollo en el marco de una economa nacional. SloMariano Otero y un grupo de servidores pblicos rescataron y defendieron los postulados dela primera generacin de liberales; el resto de las opiniones se ajust ms a la realidad y alreconocimiento de las transformaciones efectuadas en la economa.

    El debate creci en 1850 cuando Manuel Payno, Ministro de Hacienda, emiti un proyecto quepropona levantar las prohibiciones protectoras de la industria. Las protestas y defensas de losindustrializadores y sus portavoces tomaron un tono decidido, abundaron en ellas losreproches a los sabios del librecambio por el dao que haban trado a Mxico: La incipienteburguesa industrial del pas haba adquirido en esos aos conciencia del dominio que lospases desarrollados ejercan sobre sus intereses, impidindoles crecer y consolidarse. Uneditorial aparecido en el peridico El Siglo XIX lo registraba con claridad: Su potencia son losbuques mercantes; su predicacin es la absoluta libertad econmica; su norma poderossimacon los pueblos menos adelantados es la ley de la reciprocidad. Todo esto se trajo a Mxico, ascomo en otro tiempo se haba trado la sublime religin evanglica, tras la cual se ocultaba ladominacin material. La fuerza de las potencias no respetaba fronteras, mientras que Mxico, a

  • juicio de los defensores de la industria, viva una infancia crtica. Haba pobreza en el campopor el atraso en que permaneca la agricultura; la minera no haba logrado acercarse a losniveles de auge que tuvo durante los primeros aos del siglo; el mercado interior estabadesintegrado y el bajo poder adquisitivo de los consumidores segua disminuyendo por elaumento de los precios incrementados por los diversos impuestos (locales y federales); laindustria viva en constante peligro por la competencia de las mercancas baratas delextranjero; casi no se haba hecho nada en comunicaciones y permaneca el atraso de lostransportes; el poder poltico no responda a los intereses industriales, sino al contrario,favoreca directamente la libertad comercial y la entrada al pas, sin limitaciones, de loscompetidores extranjeros.

    El gobierno y la administracin hacendaria defendieron su poltica con el caballito de batalla dela crisis del erario: declarar el levantamiento de las prohibiciones generara ingresos suficientespara salir de la crisis. Los defensores de la industrializacin vean en esa medida su ruina yrespondieron: Cedamos. . . tmidamente y no habr derechos protectores que parezcanbastante bajos a los contrabandistas, ni a nuestros rivales, o mejor dicho, a nuestros seores delotro lado del ocano y del ro Bravo. Adoptemos las doctrinas que ellos dan y no toman, ynuestro erario crecer un poco, si se quiere as suponer; pero no ser fomentando el trabajo delpueblo mexicano, sino el de los pueblos ingls y francs, suizo y de norteamrica.

    MS AC DE LOS SUEOS: EL TRIUNFO LIBERAL

    Finalmente, el renacimiento de la lucha liberal en 1856-1857 sepult las esperanzas de losindustriales que prosiguieron luchando por mantener sus factoras con una tasa de gananciamnima. La consolidacin del Estado moderno liberal apag definitivamente la voz de losfabricantes. Su fuerza poltica represent los intereses del capital comercial abri el mercadocon impuestos protectores y foment la produccin de materias primas para la exportacin:minera y agropecuaria. Cre nuevas fuentes de inversin, algunas no productivas, con ladesamortizacin y nacionalizacin de los bienes de la Iglesia y de corporaciones civiles y con eldeslinde y venta de terrenos baldos, medidas que favorecieron la especulacin y el monopoliode tierras; apoy la construccin de ferrocarriles con una poltica definida, favoreci elconsumo de importaciones suntuarias, proyect futuras concesiones para fundar las primeras

  • instituciones bancarias del pas. El capital comercial y financiero acumulado en unas cuantasmanos se encauz por estos caminos. En adelante pocos capitalistas invirtieron en la industria,que se consider una inversin suicida hasta bien entrado el Porfiriato.

    Pero la realidad tambin derrot los sueos de la primera generacin de liberales. No se logr laarmona y el libre desenvolvimiento de las clases productoras y trabajadoras, la distribucin dela renta nacional y de la riqueza se concentr en unos cuantos propietarios rentistas y en losgrandes comerciantes, el desarrollo natural de la economa basado en el respeto de lasinclinaciones naturales de las naciones se vino por tierra por las fuerzas que el mercadomundial impona, la idea de un Estado al margen del proceso econmico fue una granequivocacin.

    (*) Luis Chvez Orozco: los industriales mexicanos y el comercio exterior (1848-1852). Mxico,Banco Nacional de Comercio Exterior, 1959, p. 56.

    (**) Ibid

    1979Agosto.

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