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"MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE"

C O N S E J O C O N S U L T I V O :

JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJERCITO:

General de Brigada don Manuel Montt Martínez

SUBJEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJERCITO:

General de Brigada don Germán Otto Müller

PUBLICACIONES MILITARES

DIRECTOR:

Tte. Coronel don Renato Laso Jarpa

JEFE DE REDACCION REVISTAS MILITARES:

Profesional Aux. don Carlos F. Alcaide Neat

S E C C I O N H I S T O R I A

Profesional Aux. don Edmundo González Salinas

B I B L I O T E C A

E. C. don Gonzalo Mendoza Aylwin

REVISTA BIMESTRAL

Organo Oficial del Estado Mayor del Ejército

NOVIEMBRE - DICIEMBRE DE 1963

AÑO LVII Nº 316 1963

S U M A R I O

SECCION GENERAL

LA GUERRA COMO PROBLEMABIOLOGICO Alois Winbauer

E S T R A T E G I A

Pág.

LA DECEPCION. Cdte. de Inf. Luis VárelaVásquez 7

E C O N O M I A

PLANIFICACION, DESARROLLO YDEMOCRACIA Raúl Prebisch 16

CIENCIA BIOLOGICA

HERENCIA, RAZA Y SOCIEDAD. Edmundo González Salinas.... 23

DERECHO MILITAR

REFLEXIONES EN TORNO ALDERECHO MILITAR Rolando Melo Silva 26

MONTAÑA - ANDINISMO

PROGRAMA DE ESTUDIO PARAUN CURSO DE ANDINISMO Mayor (R) Rene Gajardo

Torres 33

TRAUMATISMOS EN EL ESQUI Dr Enrique Jenkin P 37

I N F A N T E R I A

Pág.

INFANTERIA 1962 Cdte. de Inf. Angel de LinosDiez 47

GEOGRAFIA FISICA

LA CIENCIA GEOGRAFICA Arturo Ducoing Herrera 57

H I S T O R I A

LA SEGUNDA GRAN GUERRA.(Conclusión) Crl. Juan Bautista Peixoto.... 69

A L I M E N T A C I O N

ECOS DEL PRIMER CONGRESONACIONAL DE NUTRICION,BROMATOLOGIA Y TOXICO -LOGIA Cap. San. Arturo Larraín G 84

NOTA IMPORTANTE

Toda correspondencia y el canje relacionado conesta publicación, deben dirigirse a:

Estado Mayor del EjércitoPublicaciones MilitaresCorreo 8Santiago de Chile

La Dirección

LA GUERRA COMO PROBLEMABIOLOGICO

ALOIS WINBAUER

L A PREGUNTA de si es evitable la guerra ha preocupadodesde antaño a políticos y filósofos. Inmanuel Kant ana-lizaba este problema en su tratado "De la Paz Eterna"

y llegó a la conclusión resignada: "La paz aparece como im-posibilidad necesaria o, expresado en el lenguaje de la filosofíamoderna, como necesidad inevitable". En nuestros días elfilósofo inglés de la historia, Toynbee, no muy deferente dela opinión de Kant cree que la guerra debe tener su lugar pre-destinado en el sistema de orden del mundo.

Hoy día la pregunta sobre la posibilidad de eliminar laguerra se ha convertido en una de las interrogantes másimportantes y urgentes de toda la humanidad. Otra vez, elmundo se ha metido en aquel estado decisivo de pre-guerra,en aquel estado intermedio de dudas, en que todos se confirmanmutuamente la imposibilidad de una nueva guerra y en que lamisma humanidad con todo su poder se prepara para ella.Desde esta duplicidad de la situación política nace la duplici-dad de la situación psicológica; aquella combinación de letargíay desesperación que caracteriza el estado psíquico de la huma-nidad actual; se está sacudido de terror y se está dispuestoa conformarse con lo terrible.

Es esto una manifestación de inestabilidad esquizofrénicao se revelan en esto, raíces originales hondamente ocultas. ¿Estála guerra adentrada profundamente en el subconsciente de lospueblos como destino inexorable, como ley o maldición de lascuales no pueden librarse, integrando un orden al cual nopueden sobreponerse ni aun con todo empeño de orden ex-terior?

En efecto, si las guerras representan un problema políticocomo cualquier otro, entonces no es comprensible porque ellasdeban provocarse. Porque los pueblos desde antaño las odiarony por lo menos a partir de Ja Primera Guerra Mundial,también

MEMORIAL DEL EJERCITO

los gobiernos tuvieron que reconocer que, en todo caso, eranmalos los negocios para vencedores y vencidos.

¿ Pero por qué razón, la Humanidad, que ha resuelto tantosproblemas, no encuentra la solución para este tan decisivo parasu existencia?

La otra perspectiva

Tal vez deba buscarse la razón de esto, porque se haconsiderado, hasta ahora la guerra exclusivamente como pro-blema político; ella aparece en el plano político, en el escenariode la realidad histórica; por esto en este plano se ha intentadocercarla y apresarla. Pero, la guerra no es sólo un problemapolítico; como tal tendría solución. ¿No es al mismo tiempoun problema biológico, la gran sangría, a la cual la historiasomete a la Humanidad de tiempo en tiempo y esto, no enforma arbitraria, sino que de acuerdo con determinadas leyesdel decurso biológico?

Una mirada en la historia demuestra que los intervalosentre los grandes períodos bélicos de la Humanidad corres-ponden exactamente a los períodos de regeneración de ella.Cuando tales períodos han vuelto a restituirle los "contingen-tes" se produce el advenimiento a un nuevo período de guerra.

En el transcurso de los siglos, esta tesis puede ser com-probada sin mayores dificultades. Veamos la historia de Euro-pa. Esta, como es sabido, desde el tiempo de los mongoles y laexpulsión de los árabes de España era centro y representaciónde la política mundial. A la inmensa sangría de la guerra delos treinta años (1618-1648) primera gran guerra mundial,sigue un intermedio de regeneración de casi medio siglo. Cier-tamente ha habido en este período "guerras locales".

La contienda de los Habsburgos con los turcos, la guerradel Gran Príncipe Elector de Brandeburgo contra los suecos,la guerra de Sucesión por el Palatinado; pero no se originóninguna guerra en masa que hubiese afectado a todos lospueblos y Estados de Europa.

Esta "acción bélica de masa" sobrevino nuevamente en lainiciación de la centuria siguiente con la guerra de sucesiónespañola (1701-1714) que con posterioridad a la guerra de lostreinta años, fue el mayor conflicto universal. Estalló por múl-tiples causas políticas, pero todas ellas coincidieron con elhecho biológico. Se actualizaron sólo por ese hecho, es decirque el proceso biológico regenerador, por el cual la Humanidadhabía superado las consecuencias de la guerra de los treintaaños, estaba concluido.

Cuando la Humanidad se hubo recuperado de esta sangría,surgió el período de las guerras napoleónicas. Otra vez aquella

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LA GUERRA COMO PROBLEMA...

fue arrastrada a la violencia de la lucha y nuevamente siguióa esta época un estado casi letárgico de agotamiento y derecuperación de casi cincuenta años. A mediados del siglo XIXla Humanidad se había repuesto del desangramiento y se en-contró en un estado bastante fuerte para una nueva contienda.

El período guerrero comenzó con la Guerra de Crimeade 1854 y terminó en los campos de batalla franceses del 1871.Otra vez las principales naciones europeas estaban compro-metidas en aquellas contiendas.

Nuevamente necesitaron al término de ella, un intermediode reposo de cuarenta años, para estar dispuestas para laGran Guerra Mundial de 1914-18, para la contienda cuyasbajas alcanzaron una magnitud hasta entonces no superada.¡ Qué proceso, compensador más macabro de la Historia!

Ello correspondía al enorme proceso biológico progresistaque la Humanidad experimentó en la época del cambio de lacenturia.

Estos avances, que proseguían debido a la labor infatiga-ble de la ciencia en nuestro siglo, permitieron a la Humanidadcompensar también las pérdidas inmensas de vida de la I Gue-rra Mundial en un plazo considerablemente más reducido queen las luchas del pasado. Después de haber transcurrido veinteaños, esta compensación ya estaba concluida; en el balance bio-lógico de la Humanidad, habían sido castigados los diez mi-llones de muertes de la Primera Guerra Mundial.

Se produjo entonces la nueva erupción volcánica de laSegunda Guerra Mundial. Nunca con anterioridad, la Huma-nidad había estado comprometida en una catástrofe similar.Alrededor de todo el planeta, se ciñó un cinturón sin huecosde escombros y tumbas. En progresión igual a la forma enque se había llevado a efecto el proceso de regeneración de laHumanidad, se aumentó el número de bajas. Si la PrimeraGuerra Mundial había exigido diez millones de víctimas, altérmino de la segunda, un mundo aterrado y atemorizado violas tumbas de no menos de 56 millones de muertos.

Absolución de responsabilidad

¿Cuánto tiempo necesita la Humanidad para compensarestas pérdidas de vidas? Estadísticos demógrafos puedencalcularlo. Y si no fuese un sacrilegio se debería agregar queellos, podrían también (predeterminar matemáticamente el es-tallido de la próxima guerra mundial y así también el númerode muertos que ella acarrearía.

Así se explican destino y futuro de la Humanidad al con-siderar las guerras que ella ha experimentado, no sólo comoproblemas políticos sino que también biológicos. Indudable-

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MEMORIAL DEL EJERCITO

mente, tal punto de vista encontrará apasionadas protestas.Será tildado de determinismo histórico-filosófico el que el hom-bre de hoy, por motivos de su autoconservación física y espi-ritual, deba combatir encarnizadamente. Será refutado comoinadmisible esquematización de procesos de evolución históri-cos de los que no se puede culpar a nadie, puesto que todoestaría fuera del ámbito del libre albedrío y de la responsa-bilidad moral.

Los que así critican, tienen a la vez, la razón y no la tienen.Si el hombre renuncia a sentir como señor de la historia, en-tonces renuncia realmente a sí mismo; no sólo a su dignidad,sino también al derecho de su existencia. Pero, dominar la his-toria significa conocer sus leyes. No es suficiente preocuparsede los fenómenos externos de la Historia y medir, en ellos ypor medio de ellos, el poder y la grandeza de la culpa de laHumanidad. Se debe también conocer y reconocer las fuerzasinternas —subterráneas y de superficie— que participan enla determinación del transcurso de la Historia. Su existenciay su acción no liberan al hombre, que es dueño de sus decisiones,de su responsabilidad y culpa. Pero el conocer estas fuerzas lepermite enfrentarse a ellas con su libre voluntad y bajo sulibre responsabilidad. Si se ciega ante ellas, siempre y portodos los tiempos venideros será castigado por el destino.

WEHR WISSENSCHAFTLICHE RUNDSCHAUAlemania Federal

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LA DECEPCION(Estratagema a gran escala)

LUIS VARELA VASQUEZ, Profesor de laEscuela de E. M.

Comandante de Infantería del S. E. M.,

E L GENERAL Martínez Campos, en su libro Teoría de laGuerra, dedica un capítulo, que titula "Las malas arteso principios negativos", a las fintas y estratagemas.

Según su autorizada palabra, el "principio negativo tiene porobjeto traer a engaño al adversario a fin de que concentre susprincipales fuerzas en defensa de un sector que no pensemosatacar, o de que ataque briosamente la zona en que nos halla-mos más prevenidos. Al aplicarlo, nos valemos de un artemalo —ardid o estratagema— para obtener la libertad de acciónprecisa y así lanzarnos oportunamente contra lo menos de-fendido del frente adversario".

Vemos aquí definido un concepto, que se parece enorme-mente al que se ha dado en llamar actualmente "decepción",concepto éste que, en realidad, no es más que una ampliacióna gran escala del llamado por nuestros autores, "ardid" o "es-tratagema". Efectivamente, veamos unas cuantas definicionesdadas por autores militares de diversas épocas, que nos per-mitirán comprobar el paralelismo existente entre "estratage-ma" y "decepción".

Moreti, en el Diccionario de la Guerra, define la estrata-gema como "ardid de guerra para engañar al enemigo que, engeneral, consiste en ocultar lo cierto y hacerle creer lo falsopor verosímil"; idea muy parecida a la del Diccionario Militarde J. D. W M. (1863): "Arte de guerra para engañar al ene-migo, que, generalmente, consiste en hacer movimientos falsospara entretenerlo y hacer que esté incierto sobre el verdaderoobjeto de las operaciones. " Otra definición que citaremos porúltimo, para no hacer este párrafo interminable, es la que daCarrión Nisas, en su Historia del Arte Militar, en el que definela estratagema como "una especulación establecida o fundadasobre el error en que se pretende hacer caer al enemigo"; portal aviso que se le hace llegar, por tal aspecto que se da a los

obstáculos físicos, al terreno, etc. Es un cálculo de lo que pro-bablemente hará el enemigo a consecuencia de este error enque se le hace caer, y sobre lo que uno mismo debe hacer paraaprovechar los movimientos que esta "decepción" le inspirará.

A la vista de las definiciones anteriores, cabe pensar quees innecesario hablar de "decepción", si tenemos ya en nuestroidioma, y en un sentido militar muy semejante, la palabra"estratagema". Sería tanto como crear una nueva palabra, omejor, un nuevo sentido para una palabra ya existente ennuestro diccionario, aunque con un sentido muy diferente, yaque "decepción", según nuestra Real Academia, es "engaño,chasco, desilución. Pesar que un (desengaño causa".

Y esta definición se separa mucho de lo que se entiendeactualmente por "decepción", que las significaciones señala-das anteriormente para "estratagema".

Pero, en realidad, no es así; al hablar actualmente dedecepción, se piensa en un significado diferente y nuevo, enparte parecido al de estratagema, pero mucho más amplio; laestratagema da idea de una cosa más pequeña, más propia deun escalón inferior, de la genialidad de un mando, que frutode un plan completo, estudiado y llevado a cabo por el mandosuperior, y en todo su conjunto. Este concepto de estratagema,como cosa pequeña, lo vemos en el Diccionario Militar de Al-mirante, en el que dice: "Estratagema es lo pequeño; estra-tegia lo grande... Dentro de la altiva estrategia, está la hu-milde estratagema; dentro de una guerra, de una campaña,de una sola operación, caben ardides o estratagemas con va-riables grados de importancia. " Y el concepto de ocurrenciade un mando inferior, y como cosa esporádica, lo hallamos enel libro anteriormente citado del general Martínez Campos,en el que se lee: "Llámese finta o estratagema, lo que se buscaen la propaganda de una falsa información, pero en vez dehacerla por medio de un servicio convenientemente organizado,el propio jefe de las fuerzas la realiza con auxilio de accionesincompletas, que producen sobre la moral contraria el antici-pado efecto del resultado que se obtendría al completarlas. "

¿Cómo definiríamos, pues, la decepción? A falta de otramejor definición, nos atrevemos a definir la decepción como"un plan completo para engañar al enemigo sobre nuestrasverdaderas intenciones, que planeado en el marco de las uni-dades superiores (dirección suprema de la guerra, teatro deoperaciones, o como mínimo en el escalón ejército-agrupaciónaérea y táctica), y puesto en ejecución superpuesto al plan demaniobras, e integrado en la maniobra táctica (o estratégica),induzcan al enemigo a error sobre nuestra actitud, fecha dedesencadenamiento de la acción, direcciones o modalidades dela misma".

8 MEMORIAL DEL EJERCITO

Ya una vez intentada la definición de la decepción, hare-mos unas consideraciones sobre la misma, pero antes contes-taremos a una pregunta que es fácil pueda surgir: ¿ Hasta quépunto es lícito y honorable el plan de decepción? ¿No será unpoco ruin, contrario a la caballerosidad y lesivo para nuestrohonor? La contestación la encontramos en nuestro antiguoReglamento de Campaña: "Los ardides y estratagemas, el em-pleo de la astucia y el artificio, son permitidos; pero siempresin rebasar ciertos límites que el honor y la lealtad establecenentre la astucia y la perfidia, ni faltar a los tratados o conve-nios, o a la palabra solemnemente empeñada. Las leyes de laguerra permiten las emboscadas, las sorpresas, los ataquesnocturnos, los movimientos simulados, la retirada ficticia paraatraer a un lazo, la intimidación, la difusión de noticias falsas".Más explícito es el artículo 24 del Convenio de La Haya de1899, que dice: "Las estratagemas de guerra y el empleo delos medios necesarios para procurarse informes del enemigoy del terreno, se consideran lícitos"; pero, sin embargo, en elartículo 23, condena otros medios como son: "el emplear ve-nenos o armas envenenadas, el matar o herir a traición indivi-duos pertenecientes a la nación o al ejército enemigo, el mataro herir a un enemigo que habiendo depuesto las armas o noteniendo ya medios de defenderse se ha rendido a discreción;el declarar que no se dará cuartel, el emplear armas, proyecti-les o materiales destinados a causar males superfluos, el usarindebidamente la bandera de parlamento, la bandera nacionalo las insignias militares y el uniforme del enemigo, así comolos signos distintivos del Convenio de Ginebra y el destruiry apoderarse de las propiedades enemigas, excepto en los casosen que estas destrucciones o apropiaciones sean imperiosamentereclamadas por las necesidades de la guerra".

Vemos pues, la licitud de la decepción, y dónde terminaésta, para convertirse en ilícita, para pasar a ser una perfidia;lo que se ha dado en llamar actualmente "crimen de guerra"o "genocidio".

Y terminado este preámbulo, quizá un poco largo, peronecesario, dado lo actual del concepto "decepción", y lo pocoque se ha escrito sobre el mismo, vamos a entrar de lleno enla materia.

Si lo que pretendemos con la "decepción" es engañar almando enemigo sobre nuestra actuación, indudablemente ten-dremos que intentar de engañar a aquellos organismos encar-gados de descubrirla, o sea, a las segundas secciones de suEstado Mayor, y más concretamente, a las fuentes en queestas secciones beben; el ideal sería, secar esas fuentes, de talforma, que el mando enemigo se encontrara a la hora de deci-dir, ante un vacío tal, respecto al conocimiento de nuestras

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intenciones o de nuestras posibilidades y a los plazos en quepodemos conjuntar unas y otras, que ese factor de la decisiónno pudiera pesar para nada en la misma; pero por muy com-pletas que sean las medidas de enmascaramiento y el sigiloen el planteamiento y en la preparación, los tentáculos de lainformación enemiga, tanto terrestres como aérea, tanto enmanos de fuerzas típicamente combatientes como en las deagentes especiales de información, se extenderán de tal formasobre nuestro territorio, que ello será imposible. Más que aentorpecer los órganos de búsqueda, debemos suministrarlesun cúmulo tal de falsas informaciones, de "medidas de in-toxicación", que le hagamos creer en otra maniobra.

Esta otra maniobra en la que queremos hacer pensar alenemigo, es lo primero en que debemos meditar, es el fin aconseguir, concebido por el jefe, normalmente después o almismo tiempo que la maniobra real. Esta maniobra real, porimperativos logísticos, geográficos, etc., puede ser un pocoobligada. En este caso, será más difícil engañar al enemigosobre nuestra actitud y líneas generales de la operación y decomprender que se puede llegar a conseguir esto; el fin a con-seguir será por orden decreciente de importancia, intentarengañar al enemigo sobre fechas o plazos de actuación (fechade desencadenamiento de una acción, plazo de resistencia enuna posición), direcciones o puntos de aplicación de las accio-nes consideradas y modalidades de ejecución de estas acciones(ritmo, apoyos, medios de reserva, etc. ).

Como consecuencia de este fin a conseguir, el jefe indicaráde una manera general cómo espera lograrlo redactando unplan de decepción, que sin duda en el futuro tendrá tanta im-portancia ante la adquirida por los medios de destrucción yneutralización que se podrán poner en juego, que le hará for-mar en línea con los otros planes de que la decepción se com-pone (planes de maniobra, de información y de empleo de losservicios).

En este plan, se señalará la maniobra ficticia en la quequeremos hacer creer al enemigo. Naturalmente, esta manio-bra será diferente de la real, pero elegida entre todas las posi-bles. Sería infantil hacer creer en una maniobra imposible auna segunda sección bien preparada y documentada, que estaráen condiciones de desenmascarar al momento una tentativade intoxicación tan artificial. Como hemos dicho anteriormen-te, esta maniobra podrá ser tanto más distinta de la real cuantomás independiente pueda ser ésta de imperativos logísticos,geográficos, etc. Habrá que tener en cuenta, asimismo, aque-llos aspectos de la maniobra real, que consideremos desde elprincipio como imposibles de sustraer a la información ene-miga, y jugar con ellos como pertenecientes, tanto a la ma-niobra real, como a la ficticia. Otro aspecto muy interesante


a tener en cuenta es, que independientemente de las facilida-des que encontremos en la intoxicación de las fuentes de in-formación enemigas antes de iniciar la acción, esta intoxica-ción se verá muy limitada en el momento del desencadena-miento de la acción real, limitación que aumentará en pro-gresión creciente con el desarrollo de la misma, lo que nosobligará a llevar un control lo más exacto posible de los resul-tados conseguidos; difícil será modificarla una vez iniciada laacción, en cuyo caso, una vez descubierta la decepción por elenemigo, quizá tengamos que prescindir de ella, cualesquieraque sean los resultados obtenidos; pero también será muy di-fácil para nosotros llegar a percibir el momento en que estedescubrimiento se produzca. ¿Y no podía llegar a darse elcaso de que el éxito de la decepción fuera tal que condicionarala maniobra real hasta el punto que nos obligará a modificarésta? Difícil problema éste, que obligará a sobrecargar el tra-bajo de la decisión, dando a ambas maniobras, la real y laficticia, una flexibilidad y una agilidad enormes.

Señalábamos anteriormente un orden decreciente en losobjetivos a conseguir con la decepción: engañar al enemigosobre nuestra actitud, fechas o plazos, direcciones y modali-dades de ejecución. Este orden hay que tenerlo muy en cuentaal pensar en el plan de decepción, ya que es muy difícil lograrun plan que sirva para todo, o un plan escalonado que vayaintentando sucesivamente la decepción en un escalón de losseñalados anteriormente; según las posibilidades, deberemoshaber fijado el fin a conseguir, y el plan de decepción orien-tarlo hacia el mismo; si falla en uno de los escalones, no nossirve para el siguiente; o ponemos en marcha un plan dedecepción nuevo, o lo desechamos del todo.

Una vez elaborada esta idea de decepción, pasa a manosdel Estado Mayor encargado de ponerla en ejecución, tradu-ciéndola en órdenes o directivas. Este Estado Mayor, sobretodo en escalones superiores, y dada la envergadura del asunto,será muy frecuente que sea distinto del Estado Mayor "opera-donal". En muchos casos será conveniente crear un EstadoMayor, exclusivamente para la decepción; al menos, nombrarun jefe del mismo, con los asesoramientos convenientes delas secciones, de la segunda y de la tercera y, eventualmente,de la cuarta, y de los mandos de las fuerzas especiales paraestos servicios. Durante la II Guerra Mundial, los inglesescrearon a este fin, la fuerza "A", dependiente del Comité deGuerra de Londres. Esta fuerza, bajo el mando de un general,antes segundo jefe del Estado Mayor Imperial, agrupaba aoficiales de Estado Mayor y oficiales de servicios espe-ciales. Innecesario parece decir, que el número de los queestén en conocimiento del plan de decepción, debe ser muyreducido.

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Y llegamos al punto más difícil para lograr el éxito en elplan de decepción: su puesta en marcha, que habrá de hacersepor medio de órdenes, generales o particulares y directivas.Hay en este momento dos planes de maniobra que hay queponer en marcha, el real y el ficticio. Parece necesario, queel órgano de ejecución no debe conocer la "idea de decepción".Un ejecutante encargado de un ataque de diversión no debesaber que se trata de una acción de decepción, que su papeles sólo el de ser "el caso de las tortas", como con frase muygráfica se decía en nuestra Cruzada. Esto nos obligará apresentar a los subordinados la maniobra ficticia como si fuerala real, e ir indicándola en el último momento y a través deórdenes particulares, de muy corto plazo. Pero esto va contralo conveniente en la guerra en ambiente atómico. Efectiva-mente, en este ambiente se preconiza que las órdenes seránmuy detalladas y dejando muy poca iniciativa al subordinadohasta el momento de iniciar la operación; pero que una veziniciada ésta dejan gran iniciativa a los subordinados, conmucha descentralización, ya que es imposible prever, dada lapotencia de los medios que tanto nosotros como el enemigovamos a poner en juego, la ulterior evolución de la situación;nos veremos obligados pues, a dar órdenes tipo misión, dandoésta muy amplia, muy profunda, hasta los objetivos finales sies posible, pero aligerando las condiciones de ejecución, queserán de la incumbencia del jefe, según el desarrollo de losacontecimientos. Esto limita enormemente, en condiciones deguerra nuclear, y aún en ambiente preatómico de cierta en-vergadura, el sistema de órdenes particulares a corto plazo.

Hay todavía otra dificultad en ésto; el mando subordina-do que se encuentra sin saberlo "a caballo" de dos maniobras,la real y la ficticia, que encuentra divergencias en las órdenesque va recibiendo, y aunque no encuentra éstas conformescon el desarrollo de la operación que está viviendo; atribuiráa indecisión, a incoherencia o a fantasía de mando (y de susinmediatos auxiliares, con los que es más fácil "desfogarse")estos vaivenes, con lo que sufrirá su amor propio y su moral;punto que habrá que sopesar muy delicadamente, hallando larelación entre el éxito que se busca y la protección del secreto,y calculando la parte de cada uno de ellos que habrá que sacri-ficar, ya que se corre el riesgo de que la decepción, en el sen--tido que la estamos dando, se convierta para los ejecutantesen una "decepción" en el sentido que le da el Diccionario dela Lengua, de "pesar que un desengaño causa". Incluso en elcaso más favorable, de que el plan de decepción tenga un éxitocompleto, y se haga saber así a los subordinados, explicándolesa posteriori el motivo de las para ellos incoherentes órdenes,será difícil apaciguar las reacciones de mal humor, la idea deque ha sido una "falta de confianza" que el mando ha tenido


en ellos, al tenerlos al margen de la verdadera situación, malhumor que es previsible sea tanto mayor cuanto más alto seael escalón subordinado. Por ello, respecto a este grado desecreto, también tendrá que decidir el mando, adoptando un"grado de riesgo aceptable", como si del riesgo atómico setratara.

Pero aún hay más: todos los escalones, en ausencia deun cuadro de conjunto para la decepción (y si no lo conocen,para ello es como si no existiera), deberán arbitrar y poneren marcha cuantas medidas crean convenientes para engañaral enemigo, creando su propio plan de decepción (o si tenemosen cuenta ja amplitud de concepto que le hemos dado al plande decepción al principio de este artículo, su "plan particularde estratagemas"), pero ¿no podrá ocurrir que este plan in-terfiera al del escalón superior? Podría llegarse al contrasen-tido de poner en marcha un plan de decepción del plan dedecepción; la cosa se complica extraordinariamente, vemosuna serie de necesidades y de ideas contrapuestas; merece lapena pensar seriamente en todo ello. No se pueden dar normas;en cada momento la imaginación de los encargados de planeary poner en marcha el plan, su astucia, el conocimiento de lasituación psicológica de nuestros mandos y del enemigo, y eldominio de los medios propios, indicarán lo más conveniente.

Por último, vamos a ocuparnos de la puesta en marchadel plan de decepción. Los medios más generalmente emplea-dos para la intoxicación de las fuentes de información, son:

—Preparación psicológica del enemigo y de las fuerzaspropias, por medio de la prensa y radio amiga y neutral, puestaen circulación de noticias y de rumores, y a cargo, asimismo,de agentes especiales.

—Comportamiento personal del jefe. Recordemos la visitaa Córcega de los generales Patton y Juin en octubre de 1953,para hacer creer en una operación preparada desde Córcegaa Italia Central.

—Actividad general en el frente. Por medio de patrullas,reconocimientos, tiros de artillería y de aviación, trabajos defortificación, etcétera.

—Actividades radio. Pueden hacerse cambiando el volu-men de tráfico, la posición de las emisoras, transmitiendo fal-sos mensajes, etcétera, o creando nuevas redes por medio deunidades especiales de transmisiones. Una unidad de esta clase,con un efectivo aproximado de 200 hombres, puede simular lared de radio de dos o tres grandes unidades, y un P. M. im-portante.

—Concentraciones falsas de todas clases. Para estas fal-sas concentraciones existen unos modelos de tela cauchotadainflable, que pueden ser transportados en cantidad de 30 a 40


por camión, y que reproducen con gran exactitud toda clasede vehículos, cañones, carros de combate, etc., y que se puedencolocar en los lugares oportunos en muy corto plazo. Desdeuna altura de 500 a 600 metros, y con un enmascaramientoconveniente, ni un observador experimentado puede distin-guirlos de los verdaderos, tanto a la vista como por el estudiode fotografías; su presión de inflado, muy baja, hace que sedesinflen en bastante tiempo si son atravesados por una bala,siendo además fácilmente reparables; se está buscando en laactualidad recubrirlos con una pintura especial, que dé ecosradar similares a los verdaderos. Llevan además disposi-tivos para simular las rodaduras de los carros, por medio derodillos arrastrados por vehículos, e incluso pueden estar do-tadas estas unidades de camiones con altavoces, que por inter-medio de cintas magnetofónicas simulan los ruidos de unaconcentración real.

—Falsas fortificaciones. De poca profundidad, pero bus-cando que el efecto de sombras las haga aparecer con un relievesimilar al normal, y ocupadas por un número muy reducidode tropas, que den sensación de una ocupación real.

—Disciplina de movimiento. Haciendo movimientos fic-ticios, por convoyes de camiones vacíos, que intoxiquen lasfuentes de información enemiga de tal forma, que no puedansaber cuáles son los movimientos reales y los ficticios.

—Y, además, toda clase de estratagemas, creación de fal-sos indicios, indiscresiones voluntarias, pérdidas de órdenesfalsas y de planos iluminados en el transcurso de patrullas, etc.Recordemos a este respecto la visita del "doble" del MariscalMontgomery, recibido en Argel el 6 de junio de 1944, hechoque incluso ha sido llevado al cine.

Todas las falsas instalaciones deben comprobarse por nues-tra propia aviación, para asegurarnos de su grado de eficacia.

Una gran parte de estas estratagemas serán fruto de laimaginación de los servicios encargados de la decepción, espe-cialistas en la materia; o de los jefes de las unidades, que enalgunas ocasiones serán fruto de la improvisación y de laadaptación al momento (los legionarios paseados por Sevillapor el general Queipo del Llano en los primeros días del Mo-vimiento), pero la mayoría de ellas si queremos que sean ver-daderamente eficientes, por el grado de preparación técnicay psicológica que requieren, deberán estar estudiadas y pre-paradas con anticipación. Habrá que crear y entrenar unida-des especiales de decepción, con personal competente, materialidóneo y procedimientos experimentados, y llevar al ánimode todos la necesidad de la decepción, completando las medi-das de enmascaramiento y el rigor del mantenimiento del


secreto; y estudiar y poner en marcha con la anticipación su-ficiente los planes de decepción.

No es nada aventurado suponer que en la actualidad lacasi totalidad de los comunicados por los "portavoces" de lasgrandes potencias, las noticias procedente de "fuentes gene-ralmente bien informadas", que continuamente podemos leeren periódicos y revistas, oir por radio, y ver en noticiarioscinematográficos y por televisión; e incluso esas informacio-nes que consiguen filtrarse a través de "telones" y de "corti-nas", pertenecen a gigantescos y bien estudiados planes dedecepción, formando parte a la vez de una campaña de pre-paración psicológica y de una intoxicación de los organismosencargados de la búsqueda de información.

De la Revista "Ejército" de España


P L A N I F I C A C I O N , D E S A R R O L L OY D E M O C R A C I A

AMERICA LATINA NECESITA SOLUCIONES PROPIAS

RAUL PREBISCH(Ex Presidente de la Comisión Económica para

América Latina CEPAL)

Las particulares condiciones geo- económicas deAmérica Latina exigen ser encaradas con fórmulaspropias, desprendidas de sus características y ne-cesidades. El desafío a que deben responder los es-tadistas latinoamericanos en la hora presente esdemostrar que no existe incompatibilidad entredesarrollo y democracia.

T ODAVÍA se está discutiendo si ha de planificarse o no; sila planificación es o no necesaria. Hay quienes la con-sideran innecesaria, y yo también pensaría así, si se tra-

tase de mantener el orden de cosas existentes en AméricaLatina. Pero si lo que se desea es cambiar ese orden de cosas,si se quiere transformar fundamentalmente la estructura eco-nómica y social, la planificación es indispensable.

La planificación tiene que determinar cómo será el nuevoorden de cosas a que se pretende llegar. No se trata solamentede valores económicos. Si nos proponemos elevar a un alto ni-vel el bienestar mensurable en bienes materiales, en educacióny en salud, es fundamentalmente para exaltar la personalidaddel hombre y no para subordinarlo a exigencias de un sistemaeconómico. Exaltación que significa dar plena vigencia a aque-

llos derechos fundamentales que tras larga y accidentada evo-lución histórica se consagraron hace diecisiete años en la Cartade las Naciones Unidas.

¿Es que tendremos que extirpar sentimientos religiososdel corazón del hombre para acelerar el desarrollo económico?¿Tendremos que aceptar serias limitaciones en la actividadcreadora tanto en el campo intelectual como en el artístico?¿Tendrá que someterse el movimiento sindical a la omnipoten-cia del Estado? No creo que nadie esté dispuesto a sacrificaren forma clara y explícita esos derechos y retroceder en estamarcha ascensional —aunque no exenta de zozobras— de lademocracia latinoamericana, como precio de un desarrollo eco-nómico más rápido y una mayor justicia social. Por el con-trario, existe plena conciencia de lo mucho que hay que avan-zar todavía en este camino. A pesar de ello, si la democraciaresultara inoperante desde el punto de vista económico y so-cial, y continuaran las graves tensiones que cada vez se ma-nifiestan más en América Latina, las circunstancias podríanllevarnos a retroceder en lugar de avanzar en el camino paraconseguir la rápida elevación de nivel de vida popular como sihubiera una trágica disyuntiva entre democracia y desarrollo.No la hay y, además, está en nuestras manos evitar que dichadisyuntiva se presente, puesto que las reformas estructuralesindispensables para acelerar el desarrollo propenderán tambiénal funcionamiento más auténtico y efectivo de la democracia.

Tres obstáculos que vencer

En este sentido quisiera señalar tres grandes obstáculosque habría que vencer en los países latinoamericanos en gene-ral y que interfieren lo mismo con la democracia que con eldesarrollo económico.

Primero, la falta de una vigorosa movilidad social quepermita el surgimiento y ascenso en la escala económica ysocial de los individuos mejor dotados; de los hombres de ini-ciativa dispuestos a tomar riesgos y responsabilidades en latécnica, la economía y demás actividades humanas. Esto sedebe tanto a las fallas reconocidas de los sistemas educaciona-les como a la insuficiencia de oportunidades de educación y derecursos para aprovecharlas en las masas populares. Habla-mos con frecuencia de iniciativa sin recordar siempre que elámbito de donde emana es muy estrecho. Se necesita una ver-dadera revolución en los sistemas educativos no sólo en cuantoconcierne a la educación en sí misma sino en lo que se refierea las graves dificultades económicas, que se oponen a que loshombres bien dotados puedan subir desde abajo hasta los cam-pos superiores.

PLANIFICACION, DESARROLLO Y . . . 1 7

Segundo, los hombres de iniciativa requieren el acicatede la competencia para asimilar y aplicar eficientemente latecnología contemporánea; y este acicate es muy débil tantopor el régimen prevaleciente de tenencia de la tierra como porla forma en que se ha desarrollado la industria, amparada en unproteccionismo excesivo, que debilita o elimina con frecuencia lacompetencia exterior y promueve prácticas restrictivas y mo-nopolistas. La formación del mercado común latinoamericanopermitirá introducir gradualmente la competencia industrialentre los países miembros. Desgraciadamente, es muy lentoel progreso de la ALALC. Y si no se toman grandes decisionespolíticas en un nivel superior, mucho me temo que esta graniniciativa continúe languideciendo.

Es muy amplio el campo de la competencia y de la inicia-tiva individual en América Latina. Pero se dan casos de acti-vidades que, por su misma naturaleza, se sustraen a la compe-tencia y en las que el Estado tiene que intervenir en una formau otra, como también debe hacerlo cuando la empresa privadasignifique una excesiva concentración de poder. Del mismomodo la intervención del Estado se justifica en el caso deaquellos enclaves en que se manifiesta generalmente la explo-tación de recursos naturales. Aquí se necesita un "nuevo trato"que asegure la participación progresiva de la iniciativa nacio-nal en esos enclaves, y que ajuste aspectos importantes de sufuncionamiento a la decisión de nuestros países. Ya que lainversión privada extranjera tiene un papel importante ennuestro desarrollo, creo que la solución de este problema con-tribuiría a crear aquella atmósfera favorable de que se hablacon tanta frecuencia.

Tercero, hay que superar los obstáculos internos, que seoponen a la acumulación de capital, y, por tanto, a la acele-ración de desarrollo. A pesar de ser estrecho el campo dondesurgen los hombres de iniciativa —los elementos dinámicosque imprimen su característica a cada generación—, muchosde esos, hombres, a causa de la debilidad del desarrollo, quedansin incorporarse plenamente a la vida económica en la medidaen que sería posible por su capacidad real o potencial. En estesentido, la diferencia entre una tasa media de aumento delingreso por habitante de uno por ciento —como la de losúltimos años—, o de 4 por ciento, es de profunda significación.Puesto que aquella, de uno por ciento, representa insatisfaccióno frustración para las nuevas generaciones que llegan a la vidaactiva, con muy serias consecuencias tanto para el progresoeconómico, por las energías que se malogran, como para laestabilidad política, por los elementos de inconformismo des-tructivo que se acumulan.

Debido a estos y otros factores que sería vacuo enumerar


en esta ocasión, he llegado a la convicción de que el esfuerzode acumulación propia de capital en América Latina tiene queser mucho mayor y mucho más intenso de lo que generalmentese cree. Y por eso no vacilo en sostener la necesidad de unapolítica de austeridad en América Latina. Pero una políticanuestra propia, una política de austeridad para los gruposlatinoamericanos de altos ingresos. No podemos acelerar fun-damentalmente la tasa de desarrollo si no tomamos medidasmuy enérgicas y, sin duda, muy duras, para comprimir elconsumo de los grupos que están en los tramos altos de ladistribución del ingreso. Es necesario comprimir muy fuer-temente su consumo a fin de acrecentar la acumulación decapital, ya sea directamente, a través de los incentivos que sebrindan a 'la inversión, o mediante la acción del Estado, segúnlas circunstancias y características de cada país. Es tal la ne-cesidad de inversión económica y social, que creo necesariohacer ese esfuerzo para llegar a un nuevo nivel de capitaliza-ción en América Latina. La idea simple es ésta: no basta unacapitalización más intensa, sino que la mayor parte o todo elincremento del ingreso logrado debiera concentrarse por algúntiempo en los tramos de ingresos inferiores de la colectividad.Así, mientras en los tramos superiores el ingreso por habitanteno ascenderá —o ascenderá poco—, en el resto de la poblaciónaumentará con más intensidad que en el conjunto de la econo-mía. En esta forma, no sólo se irá elevando el nivel de vidade las masas populares, sino que mejorará progresivamentela distribución del ingreso. A medida que ese fenómeno se opere,las masas populares podrán aumentar su consumo y participaren grado cada vez mayor en el proceso de capitalización.

La redistribución del ingreso

Un cálculo muy sencillo y esquemático puede servir parailustrar mi pensamiento. Si en un país logramos llevar la tasade incremento del ingreso por habitante a tres por ciento —esdecir, un poco más que el mínimo establecido en la Carta dePunta del Este— y este incremento del ingreso se concentrano en el tramo superior —que, por ejemplo, constituye la ter-cera parte del total de los ingresos— sino en las otras dosterceras partes, dicha tasa de 3 por ciento se manifestaría enun crecimiento del ingreso por habitante del 4, 5 por cientoanual en esos tramos inferiores.

¿ Cuál es la diferencia entre las tasas de 3 y 4, 5 por cientopara las masas populares? Es muy grande. Una tasa de 3 porciento de crecimiento del ingreso por habitante nos lleva aduplicar el ingreso en 25 años, pero de concentrarse en lostramos inferiores, alcanzaría allí una tasa de 4, 5 por ciento


que permitiría duplicar el ingreso de dichas masas popularesen 16 años.

Como puede verse, sin trabajar con cifras extraordina-riamente altas —porque una tasa de 3 por ciento es una tasamodesta—, podríamos lograr en América Latina no sólo uncrecimiento sustancial del ingreso de las masas populares, sinode su consumo, y también de su capitalización. Y esto es im-portantísimo, porque es esencial acicatear por todos los mediosla capitalización popular latinoamericana.

Significación política de la cooperación financiera internacional

No pretendo que en la práctica éste sea un problema sim-ple de resolver. Requerirá un juego de alicientes a la inversióny de desalientos al consumo, especialmente en aquellos tramossuperiores. Pero no podría pasarse más allá de ciertos límitessin que se presente la necesidad de recurrir a medidas coerci-tivas. En este sentido, cuando más se pretenda avanzar enestas medidas, tanto más se correrá el riesgo de sacrificar elfuncionamiento democrático. De ahí la significación políticade la cooperación financiera internacional: librarnos de lanecesidad de coerción en el proceso capitalizador, ayudándonosasí a evitar el dilema entre desarrollo y democracia.

Tales problemas no serán resueltos solamente por el librejuego de las fuerzas económicas y sociales, sino por la plani-ficación. La planificación significa cuantificar necesidades deinversión y recursos, y adecuar los unos a los otros para ace-lerar la tasa de desarrollo y orientar esos recursos hacia lastransformaciones estructurales indispensables al más rápidoavance de la economía.

América Latina necesita soluciones propias

Estamos frente a un problema nuevo: tendremos, queafrontarlo con nuestras propias soluciones. No ha habido ex-periencia planificadora en la evolución de los grandes centrosindustriales, en donde el sistema económico se basa fundamen-talmente en la iniciativa individual y la competencia; y siahora comienza en algunos, sucede en condiciones que difierende las nuestras. Pero sí la hay en países en que todo el podereconómico se concentra en manos del Estado. Nuestro problema—económico y político a la vez— consiste ahora en combinarla planificación con la iniciativa y la competencia, y en armo-nizar la actividad privada con las exigencias del sector pú-blico.

A este respecto, tendremos que proceder con gran inde-pendencia intelectual: abrir bien los ojos y la mente a lo que


ocurre y a lo que se piensa afuera, pero sólo para elaborarnuestro propio pensamiento. Tendremos que crear y proyectarnuestra propia imagen y no reflejar imágenes ajenas. Sobreeste tema conversaba con el presidente del Banco Interameri-cano de Desarrollo, señor Felipe Herrera, chileno, y coincidía-mos —como coincidimos en muchas otras cosas— en que eranecesario hallar fórmulas propias para nuestros propios pro-blemas. Esas fórmulas nuestras, latinoamericanas, no son fá-ciles de encontrar, porque todavía estamos sujetos a ciertasubordinación mental que se ha ido rompiendo y diluyendopoco a poco, pero no del todo.

Cuando la economía latinoamericana estaba articulada ala economía de los grandes centros a manera de simple prolon-gación de éstos, era natural que los intereses de nuestros gru-pos dirigentes se articulasen también, y, en forma cabal, a lasideas económicas de aquellos. La gran crisis económica de losaños treinta fue también intelectual; pero, por inercia, siguie-ron prevaleciendo aquellas viejas ideas en América Latina. Yai llegarnos las nuevas, desde el keynesianísmo hasta los mo-delos econométricos de desarrollo, el mismo sentido inveteradode absorción incondicional de lo extranjero nos ha llevado confrecuencia a acoger esas ideas, sin preguntarnos en qué formay medida respondían a nuestra realidad y a sus exigencias.Las circunstancias nos obligaban por primera vez a crecerhacia adentro, en vez de seguir como antes, creciendo haciaafuera, y faltaban nuevas ideas para tomar la acción práctica.Esas ideas se fueron desenvolviendo a tal punto —y escanda-lizando a veces a las autoridades ortodoxas— que ahora esta-mos en condiciones de formar todo un sistema que nos permitaactuar eficazmente sobre la realidad.

La tarea por delante y la participación de las masas populares

Aquel movimiento de independencia intelectual hay ahoraque continuarlo y concretarlo en términos precisos en lo eco-nómico y en lo político. Hay que emprender sin tardanza unexamen franco y completo y penetrar enseguida en el pensa-miento de los dirigentes políticos y sindicales. En todo el es-pectro del pensamiento político (latinoamericano hay concep-ciones dogmáticas y anacronismos que expurgar; concepcionesdogmáticas que en gran parte vienen de afuera y no respondena la realidad latinoamericana; y anacronismos en cuanto a quelas ideas que representan pueden ir muy a la zaga de las exi-gencias de esa realidad. Pero no hay que esperar que todo estose solucione para entrar en la acción. Porque la acción es in-aplazable.

Finalmente, hay que penetrar en lo más profundo del


sentir popular. Tenemos que llegar a las masas populares, y,para hacerlo, hay que emplear ideas claras y simples, porque,como lo señaló con toda razón el economista chileno Raúl Sáez,no hay idea económica o social que no pueda ponerse en térmi-nos simples y accesibles. Las masas tienen que participar acti-vamente en el proceso planificador, tanto en la elaboracióndel plan como en su ejecución, estimulando su acción comuni-taria y cooperativa.

La racionalidad de las, decisiones del desarrollo económicono es algo que concierna sólo a ¡los dirigentes. Tiene que abar-car también a esas masas populares de América Latina —queestán ya maduras para ello en tantos aspectos— porque sucomprensión y su consentimiento son indispensables para laeficacia y la continuidad de una política de desarrollo. Pero notodo es racionalidad en las grandes empresas humanas. Nohabrían podido realizarse sin el impulso decisivo de profundosmovimientos emocionales. Sin ellos, el hombre no habría po-dido llegar a extremos insospechados de subordinación de lasfuerzas de la naturaleza a sus designios; como tampoco po-drían haberse cumplido esos designios sin cálculo y raciona-lidad. Los necesitamos en esta gran tarea en que estamos em-peñados para actuar sobre las fuerzas de la economía y lavida social de nuestros países, para conseguir los objetivos ydesignios del hombre latinoamericano. Se requiere, pues, com-binar la fuerza emocional que nos mueve con el rigor del cálculoy la racionalidad que necesitamos.

De "La Nación" de 6 de Octubre de 1963


"Herencia, Raza y Sociedad"

EDMUNDO GONZALEZ SALINAS

LAS TRES CUARTAS partes de esta interesante obra delFondo de Cultura Económica están dedicadas a los pro-blemas de la herencia y el último cuarto, a los de la raza.

Lógico: este último es parte integrante y continuación de losprimeros. Por lo menos, así se desprende de la lectura delBreviario que comentamos.

Y la materia relativa a la herencia gira alrededor de lasleyes de Mendel. De las lecciones aprendidas en el liceo nohabrá quien no recuerde las experiencias del sacerdote y pa-ciente sabio de Moravia que —a mediados del pasado sigloXIX— dedicó ocho años de su vida a realizar experienciascon guisantes verdes lisos y guisantes amarillos arrugados.No tema el lector que vayamos a poner pie en un campo yatrajinado. Incursionaremos, más bien, en algo que nos ha pa-recido un tanto novedoso y que merece ser comentado en lamedida que deje algún provecho. Es obvio que ello se derivasiempre y en todo momento de los sencillos experimentos delilustre investigador ya citado.

Interesante es saber, v. gr., que "cada hombre es único"o, si se quiere, no hay dos individuos en el mundo totalmenteidénticos. Afirman los autores —L. C. Dunn y Th. Dobzhans-ky— que "la probabilidad de que dos seres humanos actual-mente vivientes, o que haya vivido en otras épocas, tengan jue-gos idénticos de genes, equivalen prácticamente a cero, con laexcepción, claro está, de los gemelos idénticos" Agregan másadelante, en apoyo de su tesis: "El caudal hereditario que cadauno tiene es estrictamente suyo, sin que en nadie más exista;no ha existido en el pasado, y posiblemente no vuelva a existir".Y a través de varias páginas y cifras estadísticas explican elpor qué y el cuándo del complejo mecanismo, que la limitacióndel espacio nos impide analizar. En tal evento preferimos des-plazar nuestra atención hacia el fenómeno de los gemelos omellizos.

Dunn y Dobzhansky nos informan que de 87 partos unosólo es múltiple, vale decir con más de una criatura y especi-

fican que en la gran mayoría de los casos se trata de dos seres;raras veces, de tres, y excepcionalmente, de cuatro. Los casosde quíntuples y séxtuples, diríamos nosotros, son contados conlos dedos de la mano. Los gemelos son, en un veinticinco porciento, idénticos (iguales), en contraposición a los gemelosordinarios o fraternales. Estos últimos —llamados tambiénpor otros científicos bivitelinos— son niños que han nacidoal mismo tiempo, pero "proceden de dos óvulos distintos ymuestran las mismas diferencias hereditarias que el comúnde hermanos y hermanas". Uno puede ser hombre y el otro,mujer; uno rubio y el otro, moreno; uno alto y el otro bajo, etc.

Los gemelos idénticos —conocidos también como univite-linos— son, en cambio, "como las dos mitades de una plantacortada, porque se originan de un sólo óvulo fertilizante". Comosu herencia es una e indivisible, las diferencias posteriores noserán sino la resultante del medio ambiente (o nurtura). Que-dan citados la herencia y el medio, algo que siempre ha preo-cupado a los estudiosos... y también a los que no lo son. Noes extraño que, a propósito del comportamiento atropelladode la juventud, en general, haya quienes se inclinen por acha-carlo a la herencia (o natura) y quienes, a la influencia delmedio ambiente. Como es de esperar, cada cual se mantieneen su punto de vista y no cede terreno, por estimar que larazón está de su parte.

Los autores de Herencia, raza y sociedad vienen en nues-tra ayuda, al advertirnos que "nos es imposible separar decualquier ser humano ni su herencia ni su ambiente. Venimosal mundo —añaden— como un haz de posibilidades que noshan sido dadas por nuestros padres y antecesores. Nuestranurtura nos viene del mundo que nos rodea".

El capítulo dedicado a las razas es, quizás, el más apasio-nante de la obra. Ya hace unos cuatro mil años los hebreos sesentían el pueblo elegido del Señor y no tenían el menor empachoen proclamarlo en alta voz al mundo que entonces los circun-daba. En nuestros mismos días Adolfo Hitler pregonaba alos cuatro vientos que la raza ario-germánica era la únicadotada de las cualidades propias para conducir a la Humanidad.Basaba su creencia en los escritos del inglés Houston Cham-berlain relativos a la superioridad de la nación alemana ytambién en el hecho de que Max Müller usara el concepto de"raza aria" para describir a los pueblos que hablan un mismogrupo de lenguas. Pero no culpemos excesivamente al Führerdel III Reich por tan peregrinas ideas. Hace unos cien añosel conde Gobineau dictaminó que las diferencias de todo ordenentre la raza blanca y los amarillos y los negros eran clara-mente congénitas y que algunos de los blancos latinos (espa-ñoles, franceses e italianos) estaban condenados a descenderpor haberse contaminado con las razas inferiores.


Dunn y Dobzhansky comentan irónicamente que esta ma-nera de expresarse no es sino la misma "de muchos inglesesy americanos acerca de la superioridad de la civilización anglo-sajona sobre el Oriente inmutable". Nuestra América no haescapado de esta debilidad de los "grandes" y quien lo pongaen duda remítase a nuestro abigarrado conjunto iberoameri-cano. Lo que no quiere decir que nosotros lo hagamos muymal: en materia de espíritu cívico y de formación democráticadamos tiro y lado a muchos pueblos del orbe. Es la actituddel chileno corriente y ella está inspirada por su amor al te-rruño y a todo lo que en él existe. En todo caso, es preferiblea la de aquellos que se sienten frustrados por su ascendenciahispana y el no bullir de la sangre sajona en sus venas yarterias.

Oswald Spengler enfoca con originalidad y agudeza no-tables el mito de la superioridad racial. En su Decadencia deOccidente supone que, contemplados los ejemplares humanosde diferentes razas a través de los rayos X, el observador ex-perimentará "una impresión ridicula y desconcertante" anteel espectáculo. Se explica: "la raza, de pronto, ha desaparecidopor completo". O, lo que es lo mismo, la armazón ósea de unrefinado lord británico no se diferencia ni mucho ni poco dela de un primitivo zulú del Africa Austral.

¡Qué decepción para los que pertenecemos a la familiadel hombre blanco!

De "La Nación" de 13 de Octubre de 1963

NOTA IMPORTANTE

Toda correspondencia y el canje relacionado conesta publicación, deben dirigirse a:

Estado Mayor del EjércitoPublicaciones MilitaresCorreo 8Santiago de Chile

La Dirección

HERENCIA, RAZA Y SOCIEDAD 25

REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO MILITAR

ROLANDO MELO SILVA

LA APARICIÓN misma del hombre sobre la tierra, da origena la necesidad de que éste se defienda, de que se en-cuentre preparado para repeler cualquier atentado en

contra de su existencia, susceptible de producirse con ordinariaocurrencia debido a la congénita ambición humana que buscamás y más satisfacciones, y más y más poder; agréguese aello la salvaje acción de los animales que no discriminan en supermanente lucha por la propia conservación.

La primera medida de protección que se esgrime es elagrupamiento, la reunión en pequeños núcleos que luego, conel correr de los años, van juntándose y formando colectividadesde mayor envergadura, con personalidad y voluntad diferentesde las de cada uno de sus componentes; el punto culminante deesta evolución y agrupación de los seres humanos es el entepolítico, económico y social que se llama Estado.

La formación del Estado, con cada uno de sus elementosconstitutivos: territorial, humano, político y social, hace rena-cer el mismo problema que el individuo tuvo en un comienzo:la necesidad de su defensa, la necesidad de estar preparadopara repeler cualquier ataque que la pasión humana haga recaersobre su existencia.

Esta actividad defensiva del Estado, en su doble faceta in-terior y exterior, es realizada por un grupo de individuos sobrecuyos hombros descansa exclusivamente esta actividad, conver-tida actualmente en profesión y sobre la que puede cimentarsedignamente el porvenir de cualquier hombre. Este conjunto deindividuos, unido por tan sublime y noble misión, se denominaEjército. Este no es un organismo autónomo dentro del Estadomismo, sino que constituye su fase coercitiva, su fase represora;es el propio Estado en su función de guerra.

A simple vista puede comprobarse que las normas jurídicasque regulan el desenvolvimiento de los integrantes de un gruposocial, que sólo tienden a preservar los derechos subjetivos eindividuales, son, si no inaplicables, por lo menos inadecuadas,

para reglamentar debidamente la actividad de los integrantesdel Ejército.

Una represión eficaz de los males que puedan aquejar a undeterminado grupo social, sólo puede lograrse por medio de laacción de un cuerpo bien organizado y bien preparado para laspeculiares situaciones que tendrá que afrontar, y esta accióneficaz y buena preparación sólo puede lograrse con una regla-mentación adaptada a tales situaciones. Nace así el DerechoMilitar.

La raíz jurídica de esta reglamentación está en que loscuerpos armados que rige deben ser plenamente eficaces parala finalidad que se les ha asignado. Podemos así definir el De-recho Militar como aquella rama del Derecho que tiende a ob-tener la plena eficacia de los cuerpos armados.

Esta plenitud supone muchas condiciones en los regidos,tanto individuales como colectivas, y hacia ellas deben orientarsetodas las disposiciones castrenses; su norte y meta inmediatadeben ser el cultivo y desarrollo de las virtudes indispensablesde los militares, como también la rápida y efectiva sanción paraaquél que las quebrante o que amenace hacerlo. Especial men-ción merecen la disciplina y el valor, cuyos opuestos delictivos,la insubordinación y el miedo, reclaman una objetiva extirpa-ción por la enorme nocividad que en todo tiempo y lugar encie-rran; la finalidad del Ejército impide analizar intenciones sub-jetivas en determinados momentos, especialmente cuando seincurre en estos renuncios. La indisciplina, por nefasta; el mie-do, por repugnante.

El común denominador de todo este conjunto de fenómenossociológicos y jurídico-militares es el integral cumplimiento delos deberes por parte de cada componente del cuerpo, que recibeel nombre de disciplina. El primer paso de la legislación militares la mantención de la disciplina del Ejército que rige, que a suvez, es condición fundamental de la plena eficacia del cuerpoarmado.

La importancia de este factor la ponen de relieve las si-guientes palabras pronunciadas por el Primer Ministro Sovié-tico Nikita Kruschev: "por muy perfecta y poderosa que seala tecnología militar, ella sólo podrá llevar a cabo sus funcionescuando se halle en las manos confiables de soldados que esténenteramente dedicados a su patria". Este es el quid del asunto:la total dedicación de los soldados a su patria. Con ella se sol-ventarán todos los problemas y se obtendrán plenamente losobjetivos que se quiere lograr; un soldado enteramente dedicadoa su patria, cumplirá fielmente su deber, será lo que el Estadonecesita.

Para la obtención de esto la legislación militar toma unrumbo diferente y de distinta inspiración al de la legislacióncomún, se establecen delitos especiales, se otorgan facultades

REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO... 27

excepcionales, y en general en materia penal, se elevan las pe-nas de algunos tipos delictivos. Todo ello sobre la base de lasfacultades disciplinarias inherentes al mando mismo que ejerceel superior.

El complemento más importante de los preceptos penalesmilitares, es la creación de tribunales especiales, que por suorganización y por las atribuciones que a los magistrados seconceden, aseguran una rápida y expedita acción de la ley cas-trense, que no permita la intromisión de factores ajenos en suaplicación, diferentes de aquellos que alumbraron su dictación.

Las principales y más importantes características del De-recho Militar se evidencian en el Derecho Penal Militar, de as-pecto externo muy similar al Derecho Penal Común, pero defundamento muy diferente. El Derecho Procesal Militar, deescaso contenido doctrinario, al igual que su congénere común,no presenta más interés que la reducción de ciertos plazos, lasupresión de ciertos recursos, y, en general, todo lo necesariopara acelerar la marcha del proceso mismo. Por eso es quenuestro estudio se va a orientar al Derecho Penal Militar, quees el que ofrece mayor interés científico.

Los fundamentos de ambas ramas del orden jurídico sondiferentes; mientras el Derecho Penal tutela la justicia y laigualdad entre los hombres, el Derecho Penal Castrense velapor la mantención de la disciplina y plena eficacia de las fuer-zas armadas. El primero sanciona, en cumplimiento de su fina-lidad, a aquél individuo que lo viole objetiva y subjetivamente;vale decir, a lo que es criminalmente injusto, siendo para elloimprescindible, no sólo la violación misma, sino también laintención o ánimo delictivo en el autor; en materia penal co-mún, para poder decir que algo es injusto, es necesario que laconducta no sólo lo sea externamente, aparentemente, sino tam-bién que tal conducta haya sido querida en esa forma por suautor; no puede estimarse que vulnera el principio de la justiciay de la igualdad la muerte de un individuo causada por otroque tropezó, cayendo encima de él; ese acto no ha sido querido,no es delito, no es injusto, no puede sancionarse. El DerechoMilitar es distinto; al tener que velar inmediata y únicamentepor la mantención de la plena eficacia de las fuerzas armadas,adquiere un matiz mucho más objetivo que el anterior; se tratade mantenerla aun a costa de actuaciones vulneratorias de losprincipios de la igualdad y la justicia. Esto no quiere decir quese renuncie a los principios generales de la culpabilidad, peropor lo menos da un carácter diferente al precepto punitivo;ejemplo de esto es el artículo 287 del Código de JusticiaMilitar, que castiga al militar que rehuse marchar contra elenemigo, o que huya durante el combate, autorizando a cual-quiera de sus compañeros para darle muerte, sin ninguna con-sideración a la intención que aquél pudiera haber tenido.


Dadas las circunstancias del caso, es impracticable y con-trario a los fines mismos del Derecho Militar entrar a analizarel ánimo del agente; hay que actuar con decisión y rapidez paraevitar que ese mal, a lo mejor no intencional, se propague a losdemás, comprometiendo no sólo sus vidas, sino la suerte detodas las armas nacionales. El Derecho Penal Militar no cumpleíntegramente su objetivo si no sanciona rápida y drásticamenteaquellas conductas que atenten o puedan atentar contra la dis-ciplina de los cuerpos armados. Esto trae como consecuenciaun leve menosprecio a la consideración del ánimo del autor delhecho, consideración de esencial importancia para el DerechoPenal Común.

Si observamos el paso de ambas disciplinas jurídicas a tra-vés del tiempo, podremos comprobar que el Derecho Penal Co-mún ha ido evolucionando, tanto en lo referente al distinto valorde los bienes jurídicos, como a la aplicación misma de las penasy a la relación de causalidad que debe existir entre el autor yel delito; esto lo ha llevado la ineludible consideración del ánimodel agente, del elemento subjetivo del delito. Razón: el sentidode justicia y equidad que ordena sancionar a quien es verda-deramente culpable. En cambio, el Derecho Penal Militar esuno solo, que ha mantenido una sola línea de drasticidad yobjetividad, construida sobre la base del principio de defensadel Estado.

Que son distintos los principios que informan ambos dere-chos se comprueba también, a simple vista, al existir descrip-ciones formalmente iguales en las dos legislaciones, pero quetutelan bienes jurídicos de distinta naturaleza. Todo delito, amodo de explicación, lesiona y al mismo tiempo tiene por objetoproteger un determinado bien jurídico; así, la implantacióndel delito de homicidio, lesiona y protege el bien jurídico vidade todos los hombres. Cuando se atenta contra la integridadcorporal de un militar o agente de policía —que ante la leypenal reciben el mismo trato— o contra la propiedad estatal,no se está atacando o lesionando un ser humano o un derechode propiedad cualquiera, sino que además, se está desconociendola autoridad estatal, y en última instancia atentando contra laexistencia misma del Estado; la mayor punibilidad de estossupuestos es evidente.

La consideración de diferentes bienes jurídicos en particu-lar nos permitirá comprobar, con mayor claridad aún, los aser-tos que venimos exponiendo.

a) La vida es el bien jurídico máximo que protege el De-recho Penal debiendo anteponerse a todos los demás con susistema de protección; o sea, que si en una determinada situa-ción entran en colisión la vida de un hombre con otro bienjurídico de que sea titular otro hombre, éste último deberá sersacrificado; todo el oro del mundo no paga ni un minuto de la

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vida de un ser humano. En el Derecho Penal Militar, por elcontrario, no es ni con mucho el bien máximo, e incluso en cier-tos casos no sólo no se defiende, sino que se encuentra negado;la razón es muy sencilla: la vida del soldado es un medio parasalvar un bien jurídico mayor, la vida del Estado. El artículo288 Nº 1 del C. J. M. sanciona al militar que, "habiendo recibidoorden absoluta de conservar su puesto a toda costa, no lo hi-ciere"; se comprueba notoriamente el desprecio de esta disposi-ción por la vida de sus legislados, especialmente con la frase"a toda costa".

b) El honor, sentimiento que nace de la conjunción deotros dos, uno de carácter moral —la dignidad— y otro de ca-rácter social —la reputación—, si bien defendido por la leycomún, sólo lo está en cuanto es un bien de la persona y delque ésta puede disponer a su arbitrio; la ley militar, eleva elvalor de este bien, estimando el ataque al honor del militar,aun en el caso de que sea por motivos extraños al servicio, nosólo un atentado a la dignidad o reputación del oficial o sub-oficial, sino también un ataque a la Institución a que aquélpertenece; no sólo considera al militar como un individuo, sinotambién como integrante de un cuerpo al que debe prestigiary defender; para él, la defensa del honor no sólo es un derecho,sino que también es un deber. Una pauta de lo que para ellegislador militar significa el honor la da el artículo 290, quesanciona al general u oficial comandante en jefe que, sin quehayan existido razones estratégicas haya cedido ante el enemi-go, sin haber agotado antes los medios de defensa que exigenel honor militar y el deber para con la Patria; o sea, una posi-ción conveniente táctica o estratégicamente, pero insostenibledesde el punto de vista material bélico por la superioridadevidente del enemigo, no puede abandonarse de buenas a pri-meras, sin antes haber agotado los medios defensivos que exijael honor militar, aun cuando ello cueste vidas y pertrechos.

c) La cobardía, si bien no constituye un bien jurídico de-terminado y susceptible de defenderse, es una actitud del indi-viduo considerada de distinta manera en ambas legislaciones,lo que no es sino el trasunto de la diferente significación que'para ellas tiene la vida e integridad corporal de los individuos.La ley común, pese a que no la defiende, la acepta al consagrarla exención por miedo insuperable —que un hombre que cometeun delito impulsado por el miedo no puede ser castigado—, locual viene a demostrar que el ser cobarde o miedoso, nuncacreará problemas frente a dicha ley, pues es una actitudnormal en el individuo que no acarreará responsabilidadcriminal alguna. En el orden militar, en cambio, que está hechopara regir hombres, si no anormales, por lo menos dotados deespeciales condiciones para la función específica que tienen quecumplir, la cobardía es uno de los más graves crímenes en que


se puede incurrir, puesto que no sólo afecta a la moral del in-dividuo, sino que también sus efectos nocivos pueden alcanzaral cuerpo entero, y poner en peligro su suerte; lógico es en-tonces que, en un militar se exija un mayor desprecio de símismo que en un civil o particular, que no tiene otra mira queno sea su personal seguridad. De acuerdo con ésto, el artículo287 autoriza para dar muerte en el acto al cobarde en acción,concretando así el espíritu objetivo general de la legislaciónpenal militar. Merecen destacarse igualmente, las disposicionesde los Códigos Militares de España y México, que declaraninaplicable la eximente del miedo insuperable cuando se tratade delitos militares.

Podemos concluir entonces que, de acuerdo a la peculiarfunción que se asigna al Derecho Penal Militar, éste constituyeuna rama autónoma y con sustantividad propia dentro del De-recho en general, autonomía que no es obstáculo a que se apli-quen las demás disposiciones de otras ramas, ya que las disci-plinas jurídicas entran en su rodaje entrelazado y complejo.

Sin embargo, en nuestra ley, conforme a lo dispuesto en elartículo 205 del Código de Justicia Militar, en relación a lasupletoriedad del Derecho Penal Común en todas aquellas ma-terias que no contradigan la letra y el espíritu del Código, estadisciplina jurídica no pasa de ser un Derecho Penal Especial,esencialmente idéntico al común, y del que solamente lo separasu mayor especificación; en nuestra personal opinión, esta dis-posición no pasa de ser una artificial manera del legislador deahorrarse el trabajo de legislar debidamente la materia militar.

El instrumento de acción del Derecho Penal militar es eldelito militar, similar en lo esencial al común, pero de diferentecontenido y fundamento extralegal, ya que así lo son la moralsocial y la moral militar.

Un delito común atenta contra bienes jurídicos, lesionandoprincipios reguladores de las relaciones humanas, inspirados enel Derecho Natural, con una raíz mucho más profunda que laque pueden otorgar los preceptos de Derecho Positivo; la pre-disposición anímica del autor es entonces más criminal y, desdeel punto de vista moral y en relación al fin del Derecho Penal,más punible. Un delito militar, por el contrario, atenta contrala eficacia de las Fuerzas Armadas y, desde ya, su contenidomoral está determinado por la utilitaria y cuasi artificial fina-lidad del Derecho Castrense; el último peldaño moral que po-dría fundamentar este delito sería la necesidad de defensa delhombre, de por sí más objetivo y material que el sentido de jus-ticia e igualdad que informa la moral social.

La elevada objetividad requerida por la específica finali-dad del Derecho Penal Militar, no es óbice para que en este or-den jurídico tengan aplicación los principios generales de la cul-pabilidad, o estudio de la intención del sujeto frente a su hecho

REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO... 31

aparentemente punible; la sublimación de la disciplina, si bienrequiere un orden jurídico drástico y duro, no lo quiere injusto;la protección de los intereses sociales que se pretende obtenera través del otorgamiento de prerrogativas a los militares, consacrificio de los demás intereses del grupo, no debe lesionarinnecesariamente intereses individuales, pues ello significaríaponer al hombre al servicio del Estado, en circunstancias quenuestros principios cristianos y democráticos indican lo con-trario.

Ciertas situaciones concretas, por el incontenible impulsodel estado de necesidad, deben resolverse rápidamente, sin en-trar a analizar mayores antecedentes subjetivos, pero en tér-minos generales, y dejando de lado aquellas situaciones casicaóticas, el Derecho Penal Militar, igual que el común, respetaíntegramente el moderno elemento subjetivo del delito.

La rigurosidad de la vida de cuartel, el singular papel delas fuerzas armadas dentro de la sociedad y las excepcionalesobligaciones que rodean al uniformado, generalmente, ponen alhombre frente a situaciones verdaderamente difíciles y anor-males, las que por imposición legal deben afrontarse, aun ariesgo de la propia vida; lógico es entonces dotar al militar delos medios legales y materiales necesarios que le permitan uncabal cumplimiento de sus deberes.

Especial mención merecen las situaciones derivadas delalto grado de desarrollo de la jerarquía y de la conciencia de lamisma dentro del cuerpo armado y de cada uno de sus inte-grantes, y de la consiguiente necesidad de mantenerlo y aun deacrecentarlo. La facultad de mando necesita los resortes legalesnecesarios para ejercitarla a toda costa, en beneficio de ladisciplina, al mismo tiempo que para el inferior, conjuntamen-te con crearle la conciencia del respeto a la jerarquía, debensolucionársele todos los problemas que dicho respeto puedacrearle.

Así, la consideración de los principios generales de la jus-tificación y culpabilidad, el rigor de la vida de cuartel, las anor-males situaciones que los militares deben afrontar y el gradode necesario desarrollo que presenta y requiere la jerarquía,determinan la existencia de causales de exención de responsa-bilidad criminal especiales, de singular contenido y alcance, re-gidas por el sui géneris criterio del legislador militar.

Todos estos aspectos castrenses inciden de manera deci-siva en los preceptos jurídicos que rigen las actuaciones de losmilitares dándoles un matiz especialísimo, que mueve a su es-tudio y que llama a pensar con detenimiento y ponderación, ala hora de analizar las circunstancias y de emitir juicios sobrela labor que tales individuos desarrollan en la sociedad.


PROGRAMA DE ESTUDIOS PARA UN CURSODE ANDINISMO

(Duración: 8 semanas)

Mayor (R) RENE GAJARDO TORRES

TECNICA DE LA ESCALADA EN HIELO

A. —Escalamiento en palestra preparada.

1. —Adaptación técnica:a) Gimnasia aplicada.b) Terminología técnica.c) Principios fundamentales.d) Ascensiones

(1) Economía de las fuerzas.(2) Adherencia.(3) Equilibrio.(4) Posición del cuerpo y extremidades.(5) Ascensión con grampones.(6) Ascensión ayudado por el piolet.

e) Travesía en la ascensión.f) Travesía en el descenso.g) Descenso.

2. —Empleo de los medios usados en palestra preparada.a) Clasificación, características y uso de los gram-

pones.b) Características y empleo del piolet.

B. —Escalamiento en palestra natural

1. —Procedimiento en nieve dura.a) Sus características.b) Empleo de los medios:

(1) Tacos y puntas de los zapatos.(2) Grampones.(3) Piolet.(4) Escalones.

c) Uso de los zapatos:(1) Punta y taco en:

(a) Subida.(b) Travesía en subida.(c) Descenso.(d) Travesía en descenso.

d) Uso de los medios técnicos en nieve dura:(1) Piolet:

(a) En subida.(b) En travesía.(c) En descenso.(d) Escalones.

(2) Grampones (cuando la nieve lo exija):(a) En subida.(b) En travesía.(c) En descenso.

(3) Cuerda:(a) Forma de atarse a la cuerda.(b) Su empleo y uso.

e) Ascensión directa.f) Subida en zig-zag.g) Ascensión con paso alternado lateral,h) Descenso.i) Travesía en subida y en descenso.

2. —Procedimiento en hielo:a) Generalidades sobre nieves eternas:

(1) Formación.(2) Límite inferior.

b) Clasificación del hielo y sus características.c) Constitución, clasificación y características de un

ventisquero.(1) Grietas:

(a) Transversales.(b) Marginales.(c) Longitudinales.(d) Radiales.(e) Finales.

(2) Seracs.d) Uso de los medios técnicos en hielo:

(1) Piolet:(a) En subida.(b) En travesía.(c) En descenso.(d) Escalones.

(2) Grampones:(a) En subida.(b) En travesía.(c) En descenso.


(3) Cuerdas.(4) Clavos y martillos.

e) Subida directa.f) Ascensión en zig-zag.g) Ascensión con paso alternado lateral,h) Descenso.i) Travesía.

3. —Formación y constitución de una cordada:a) Características de la cordada.b) Clasificación y características de los clavos.c) Clasificación y empleo de los nudos.d) Ordenes.e) Obligación de los componentes.

f) Distintas formas de unirse a la cuerda:(1) En subida.(2) En bajada.(3) En seguridad.

g) La cordada en un ventisquero:(1) Elección del camino.(2) Función y responsabilidad del primero.(3) Responsabilidad y aseguración del segundo.(4) Superación de grietas.(5) Superación de la grieta terminal.(6) Pasada de seracs.(7) Pasadas de puentes de nieve.(8) Empleo de una cordada de a dos.

4. —Descenso en cuerda doble:a) Forma de fijar y lanzar la cuerda.b) Unión de dos cuerdas.c) Empleo de un hongo de hielo.d) Empleo de la cuerda en:

(1) Un hongo.(2) Un clavo.

e) Forma de atar la cuerda a un escalador:(1) Sistema Piaz.(2) Cuerda auxiliar.

(a) A una pierna.(b) Con entrepiernas.(c) Con mosquetón.(d) Con tirantes.

f) Posición del cuerpo en el descenso.g) Autodescenso.

5. —Superación de una cornisa:a) Tijeras.b) Estribos.

6. —Procedimiento de seguridad:a) Con la cuerda:

PROGRAMA DE ESTUDIO PARA U N . . . 35


b)c)d)e)f)g )

(1)(2)(3)ConConConEn ]En

Posiciones de seguridad.Seguridad de arriba a abajo.Seguridad de abajo a arriba.el piolet.clavos y mosquetones.medios naturales y artificiales.as travesías.el descenso.

Autoaseguración:(1)(2)(3)

En el descenso.En la ascensión.Con nudo Prussik.

7. —Salvataje de caídos en grietas.a)

b)

Caídos ilesos:(1) Empleo de cuerda fija y de recuperación.Caídos heridos:(1)(2)(3)(4)(5)(6)

C.—Ascensiones

A la espalda.Ayudado de un auxiliar.Con medios de circunstancias.Con poleas y cuerdas.Con andariveles.Con Icaro.

1. —Antecedentes técnicos.a) Estudio del itinerario:

(1) En el ascenso.(2) En el descenso.

b) Valorización del itinerario:(1) Condiciones del hielo (color).(2) Pendiente (considerada desde el perfil).(3) Extensión.

c) Tiempo disponible.d) Influencias atmosféricas y de las estaciones.e) Preparación de los elementos a emplear.f) Selección de los componentes.

(Continuará)

T R A U M A T I S M O S E N E L E S Q U I

Dr. ENRIQUE JENKIN P.

Algo de historia

Habíase una vez una hermosa muchacha de rubias y lar-gas trenzas, llamada Scade, que tomada de la mano de Ull,un apuesto galán, se deslizaban por la nieve y el agua me-diante tablillas atadas en los pies... por lo menos así lo cuen-ta la mitología escandinava...

La historia del esquí, confundiéndose con la mitología, sepierde en la noche del tiempo y en la cima del mundo.

Así, las poblaciones uralo-altaicas lo utilizaron como me-dio de transporte y el par más antiguo de esquí encontradosobrepasaría los cuatro mil años. De esa misma época seanposiblemente los petroglifos encontrados en la isla de Rödoy,en las costas de Noruega, que representan un cazador en esquí.

En un escrito de Heródoto, del siglo V A. C, se encuen-tran las primeras referencias de lo que podrían ser los antece-sores del esquí. Estrabón, cuatro siglos más tarde, narra quelas poblaciones urales se trasladaban en la nieve ayudándosepor dos maderos amarrados a los pies.

En lapón "scrida" significa paso deslizante, y éste erael pueblo de que habla Paolo Diacono en el año 700 D. C. alnarrar la empresa de los longobardos.

Con la aparición de la imprenta se divulgan las primerasilustraciones debiéndose a Olaus Magnus, arzobispo de Upsala,el libro "Historia de gentibus septentrionalibus". Se habla delos esquíes como elementos útiles en la comunicación, en la cazay en la guerra y hace referencias a un largo bastón de apoyo,el que es substituido sólo hace unos pocos decenios por los dosbastones actuales. (Fig. 1). El mismo autor habla de un pueblo,"los Scriptofines", en cuyo ejército la infantería iba en esquíy los trenes eran llevados por renos.

La historia del esquí, como deporte, sólo se inicia en elaño 1843, en Tromsen, donde se efectuó la primera carrerapública y el primer concurso se llevó a cabo en Cristianía en1867. Un año más tarde, en Telemark, el vencedor de la pruebade salto alcanzó los veinte metros. Y en 1884, en la primera


Fig. 1. —Un cazador en esquí. Grabado del año 1763. Se puede apreciar eluso de un solo bastón y muy largo.

carrera de fondo-, de 220 kms., los laureles fueron para el la-pón Lars Tuorda, al vencer con el tiempo de ¡ 21 horas!

Las más antiguas referencias a la traumatología del esquídatan de 1899, cuando Henschen refiere algunas lesiones pro-pias de los deportes de invierno. Sólo en los albores de estesiglo se le empieza a dar importancia, a través de las observa-ciones de Schottelins, Stenemann y von Saar, quienes se per-catan que las lesiones de esquí tienen características especiales.No se puede hablar de traumatismo de esquí sin mencionar alProfesor Sanzio Vacchelli, director durante muchos años delInstituto Codivilla Putti de Cortina d'Ampezzo, que vivió,prácticamente, esta patología y muchos de los conceptos actua-les están en su magnífica monografía titulada "Traumas deesquí", publicada en 1937 (18). El continuador de esta obraes el Profesor Antonio Aliaría, autoridad indiscutida en lamateria, pues su experiencia, el espíritu científico de trabajoy el respaldo de más de cinco mil casos de traumatismos delesquí de la Escuela de Cortin, hacen que esta experiencia seaimposible de alcanzar (1 y 2). A él y a sus colaboradores M.Forte y A. Bassi de Courmayeur les debo mi interés en estarama de la Medicina del Deporte.

En Francia los autores que se han ocupado del tema en

los tiempos modernos son Truchet, (16 y 17), Cauchoix y Cois(5) y Trillat (15). En Suiza: Pettit-Pierre, Knoll y Jakob.En Austria, Baumgartner. En Alemania, Koenig y en EE. UU.,Kraus, Moritz (12) y más recientemente Clayton y Carson. (6).

Es tal la importancia alcanzada por la Patología de losdeportes de Invierno, que actualmente, los especialistas deEuropa se han unido en torno a una Sociedad Internacional,la SITEMSH (Société Internationale de Traumatologie et Me-dicine des Sports d'Hiver) que efectúa Congresos internacio-nales anualmente. Tuve la oportunidad de asistir a la II Reu-nión Internacional efectuada en Courmayeur en junio de 1961,donde había unos cuarenta especialistas pertenecientes a ochopaíses.

Se dice habitualmente que el esquí es un deporte peligroso.¿Es efectiva esta afirmación? Desde ya debemos decir cate-góricamente que no y lo hago con la convicción de las cifrasde autoridades en la materia y de mi modesta experiencia.

Cuando se le pregunta al accidentado, ¿cómo sucedió el ac-cidente? invariablemente nos responde "fue una caída tonta"y casi siempre aparece un banal error de técnica. "Sólo aquíreside la peligrosidad del esquí... son las propias palabras deAliaría. (1) Hace muchos años Sandoz escribió "No hay otrodeporte donde la técnica tenga un papel tan importante en lagénesis de los accidentes; el modo de producción de las lesionesestá íntimamente ligado a un error de técnica". (13).

En otro trabajo me he referido a la frecuencia de los trau-matizados de esquí y sólo me cabe repetir que es significativala diferencia en el porcentaje de accidentados entre aquellosque saben esquiar, 1, 2 por mil al de los simples aficionados:4, 7 por mil (10).

Por primera vez en Chile puedo presentar cifras que sólotienen el valor de ser nuestras, que son modestas y que deninguna manera pueden compararse con la de centros foráneos.Para la temporada de invierno de 1962 de Portillo, donde existeun Servicio Médico de primeros auxilios, el autor confeccionóuna ficha, la que fue llenada invariablemente por el médico deturno. Este estudio permite demostrar lo siguiente: En la tem-porada de esquí que comprende en Santiago desde el 15 dejunio al 15 de septiembre, (90 días), el número de personasregistradas en el Hotel, alcanzaron a 7. 500 y el número de acci-dentados a 40. Podemos suponer, sin temor a equivocarnos, quepor lo menos el 50 % practicaban esquí, esto nos da una frecuen-cia de accidentes de 3, 74 por mil, enteramente similar a la dadapor autores de más experiencia.

Frecuencia de los accidentes de esquí

TRAUMATISMOS EN EL ESQUI 39

Un hecho interesante lo constituye la observación de Tru-chet: mientras los esquiadores aumentan en el orden del 30%cada año, el número de evacuaciones por las literas o camillasde socorro ha permanecido estacionario desde 1955 y no sepuede concluir sino que hay una disminución relativa a más dela mitad de la frecuencia de los accidentes de esquí. No dejade ser alentadora esta observación ya que en todos los trabajosel encabezamiento invariable es "el aumento constante de losaccidentes...

Mecanismo de producción de las lesiones

Antes de entrar en detalles, vale la pena hacer ciertasconsideraciones generales no bien conocidas o mal difundidasentre los amantes de este deporte.

La fatiga muscular. —Si bien en el fútbol o básquetbol lafatiga muscular tiene importancia, su presencia en un jugadorse traduce en la pérdida de un gol o alo más en el partido, enel esquí esto mismo significa invariablemente una caída y unalesión. La fatiga tiene una importancia primordial en la pro-ducción de las caídas, lo prueba el hecho que relatan los mis-mos accidentados: "me caí cuando hacía la última bajada". Co-mo corolario inmediato: difundir el concepto que se debe dejarda esquiar tan pronto aparezcan los primeros signos de cansan-cio.

El aprendizaje de la técnica. —Ya hemos dicho que el por-centaje de accidentados es casi el doble en aquellos en que lle-gan a la nieve, se ponen los esquíes y se lanzan montaña abajo,de los que han tenido previamente clases; corolario: es indis-pensable aprender y dominar la técnica.

Desórdenes dietéticos-alimenticios. —El esquiar inmediata-mente después de comidas copiosas hace que el organismo nopueda responder con la debida prontitud o precisión frente auna emergencia. Otro tanto se puede decir con respecto a losno infrecuentes excesos de bebidas alcohólicas, las que al pro-ducir cierto grado de liberación cortical, hacen que el esquiadorafronte empresas para las cuales no estaba preparado. Esto esdable observar en algunos hoteles de lujo donde la nieve resultaun pretexto para otro tipo de diversiones.

El complejo esquiador, fijación, esquí y nieve

Para comprender el mecanismo de los traumas de esquí,es necesario conocer este conjunto, un tanto especial, formadopor el esquiador, su equipo y la nieve, pues variaciones en cadauno de ellos pueden ser los causantes o determinantes deltrauma.


Los esquíes. —Primitivamente hechos en madera, actual-mente se fabrican con los materiales más variados: plásticos, fi-bras de vidrio, metales, etc. Tienen una dimensión de alrededorde 2 metros de largo por 8 centímetros de ancho y poseen bor-des metálicos: "los cantos": responsables cada día de nuevasheridas cortantes.

Los zapatos o botas. —Es una de las más importantes pren-das del esquiador y no se puede ni debe esquiar con zapatosprestados o inadecuados. Deben ajustar bien, sin comprimir, ycontener firmemente el talón. En relación con el calzado, se haobservado un hecho curioso: con el tipo alto, actualmente enboga y que contiene firmemente el tobillo formando un verda-dero block, anclando en el talón a "los palos", se ha visto unadisminución considerable de los esguinces, al mismo tiempoque han aumentado las fracturas espiroideas de pierna y haaparecido un nuevo tipo de fractura: la transversal baja. Lamoda no deja de mano ni a la Traumatología...

Fijación. —Se entiende por tal, en la jerga de los esquia-dores, los aparatos o implementos, generalmente resortes metá-licos, que tienen por objetivo mantener sólidamente unido elesquí al zapato y por ende al esquiador. Existe un sinnúmerode tipos de fijaciones que tampoco han escapado a los dictadosde la moda de tal o cual escuela reinante. Actualmente la ten-dencia universal es usar las llamadas fijaciones de seguridadcuya característica la constituye el hecho de soltar o saltarfrente a los movimientos exagerados de torsión en rotacióninterna o externa, como en flexión. La fijación exige un re-glaje preciso y el esquiador debe cerciorarse que funcionencomo tal, es decir, que salten inmediatamente en el momentode la caída.

Resulta muy interesante la observación de Truchet, quedice "ninguno puede pretender la perfección y todos los siste-mas deben contentarse con soluciones parciales para hacerfrente a una doble exigencia teórica y en apariencia insoluble:resistir una fuerza de 900 Kg. por cm2 sin abrirse (fuerza quese alcanza en un viraje violento con nieve pesada) y por otraparte aflojarse a los 300 Kg. cm2 (fuerza necesaria para frac-turar una tibia) para evitar la fractura espiroidea (17).

En definitiva el uso de fijación de seguridad hace dismi-nuir el riesgo de accidentes en cifras que fluctúan entre un 66a un 83, 4% con una media de 75%.

Nieve. —Desde el punto de vista del deportista los tipos denieves son:

a) Nieve fresca. —Es la nieve recién caída, no permite al-canzar mucha velocidad, las caídas son menores "y en blando".Un mecanismo bastante frecuente de caída es el cambio de nie-ve: El esquiador que desciende por una pista y por cualquier


motivo se sale, llegando a la nieve fresca; instantáneamente losesquíes se frenan y se produce la caída.

b) Nieve polvo. —Es la preferida por los esquiadores, puespermite una mejor ejecución de los movimientos.

c) Nieve dura o helada. —No es buena para esquiar; inclusoresulta peligrosa cuando está surcada por zonas de hielo.

d) Nieve bañada. —No se presta muy bien para esquiar, porcuanto el hundimiento hace que la resistencia del fondo seadiscontinua. Debe hacerse notar que con la nieve helada seproducen generalmente lesiones en los miembros superioresmientras que la nieve fresca es la responsable de las fracturasespiroideas y esguinces tibiotarsianos. Lo dicho de la nievevale para el distinto tipo de ceras aplicados a los esquíes que ha-cen variar el coeficiente de deslizamiento.

Hemos visto un esquiador provisto de zapatos adecua-dos, con fijación de seguridad, en un buen par de esquíes ycon buena nieve. En estas condiciones, la mayoría de los es-quiadores bajan a una velocidad entre 75 y 80 kms. por hora,velocidad que en una competencia internacional alcanza fácil-mente los 100 kms. por hora, hasta llegarse al record de velo-cidad establecido en Portillo por Miller en 1955, con 175 kms.por hora. En ningún otro deporte se logra tal velocidad sinprotección alguna. Por eso las lesiones más graves se encuen-tran en los esquiadores expertos y no puede ser de otra manera,por cuanto son ellos los que alcanzan estas velocidades fabu-losas. Sin embargo, el mayor número de lesiones, siempre me-nos graves, se encuentra en participantes comunes. La mayorparte de los accidentados encontraban como causa de su acci-dente una pérdida del equilibrio por cambio en la formacióndel plano nevoso, (ya que no podemos hablar aquí de terreno),y otros obstáculos imprevistos.

Una causa que cada día cobra mayor importancia son laslesiones producidas por choques directos, y éstos pueden pro-ducir lesiones graves: heridas de la cara, fracturas de cráneo,contusiones y heridas penetrantes abdominales por los bastones.

El único caso mortal conocido en Chile se debió a un trau-matismo encéfalo-craneano, al chocar el esquiador con una to-rre de andarivel insuficientemente protegida.

Modos más frecuentes de caer

He conversado en innumerables oportunidades con profe-sores de esquí acerca del modo más frecuente de caer, puessu larga experiencia les permite casi preverlas, por un movi-miento mal ejecutado. Según las necesidades de avanzar, fre-nar o virar, son los movimientos que deben imprimírseles alos esquíes. Si los movimientos no son ejecutados en forma per-


fecta, por incapacidad del esquiador o por obstáculos en lapista, se pierde el equilibrio y se produce la caída.

Voy a analizar en la forma más sucinta, los diversos estilosy su relación con las caídas.

Cuña. —Lo primero que aprende el novel esquiador es ha-cer la "cuña", pues esto le permitirá frenar. Para hacer la cu-ña se abren las piernas con las rodillas extendidas, se juntan,las puntas de los esquíes mientras se mantienen las colas sepa-radas y se clavan hacia adentro los cantos. Con bastante fre-cuencia las puntas suelen cruzarse e inevitablemente se pro-duce la caída, casi siempre en sentido ántero-lateral por el im-pulso de la velocidad. El miembro de abajo sufre una fuerzade torsión mayor. Cuando en un segundo tiempo el cuerpo al-canza el suelo, la región maleolar es llevada a un valgo exa-gerado. Si la caída es hacia el lado opuesto, el pie puede quedaren un varismo exagerado.

Los esquíes pueden cruzarse atrás y el aprendiz cae sen-tado. Con estos mecanismos se pueden producir esguinces yfracturas maleolares y esguinces de rodilla. Con la caída ha-cia atrás: contusiones y fracturas del coccix.

Técnica austria. —Es la técnica actualmente más en bo-ga y la posición del esquiador es la siguiente: esquíes paralelos,estando el del lado del cerro un poco más adelantado, el pesodel cuerpo descansa en el del valle, las rodillas flectadas, lascaderas rotadas de modo que el tórax mire hacia el valle, losbrazos paralelos a los esquíes y la cabeza hacia adelante. Estaes la posición ideal, la que permite avanzar y deslizarse late-ralmente cerro abajo con los esquíes paralelos. Para detenersese hace un movimiento con las colas y las puntas quedan hacia¿\ cerro. Para dar vueltas se recurre a un pequeño salto.

Cuando las posiciones y movimientos descritos no son eje-cutados en forma perfecta, se presentan caídas y las más fre-cuentes son:

Caída hacia adelante: La detención brusca de los esquíes,por un hoyo o un cambio de nieve, mientras el cuerpo conti-núa su movimiento uniformemente acelerado, puede producirfracturas de ambas tibias, especialmente con el uso de zapatosaltos, mediante el mecanismo de cizallamiento.

Los saltos de detención o "la vuelta" sólo puede hacersecon cierta pendiente y en el momento del aterrizaje ambos to-can la nieve con los cantos respectivamente interno y externoy penetran hasta tocar un plano para apoyar con toda la su-perficie pero puede suceder que la nieve sea muy dura, losesquíes no se claven y las articulaciones tibiotarsianas puedenquedar en un valguismo o varismo exagerado. Puede sucedertambién, que el esquí se frene, produciéndose una torsión dela tibia que puede llegar a la fractura.


Relaciones entre las condiciones de la nieve y la localizacióndel trauma

Las observaciones de miles de casos ha permitido estable-cer que cuando la nieve es helada se presentan con mucho ma-yor frecuencia lesiones de los miembros superiores; con la nie-ve dura la adherencia es menor, los esquíes resbalan con másfacilidad y al caerse se golpean los hombros y los codos. Laslesiones más frecuentes, entonces, serán: contusiones de hom-bro, luxación escápulo-humeral y contusiones de codo. Con lanieve fresca hay mayor adherencia de los esquíes y se frenancon mayor facilidad, produciéndose, por el mecanismo de tor-sión: lesiones ligamentosas de la rodilla, fracturas de piernasy lesiones maleolares.

Las estadísticas de los accidentados que constituyen el ma-terial de estudio, provienen de dos fuentes, ambas valiosas porlas características que luego veremos.

a) Accidentados del Hotel Portillo. —En la temporada de1962 se inició el estudio sistemático de todos los traumatizadosde esquí, mediante una ficha especial en la que se consignan,fuera de los datos comunes a toda ficha clínica, algunos muyparticulares en relación a este tipo de traumas. Así, quedan con-signados: el mecanismo, tipo de trauma, categoría del esquia-dor, tipos de zapatos, de fijaciones, etc. (Cuadro 1). En estaforma pudo llevarse un registro detallado, gracias a la efecti-va colaboración de los colegas que concurrieron como médicosdel Hotel. Este material no deja de presentar valor, por cuan-to, por las razones geográficas de aislamiento, como por lasprestaciones de servicio, todas las personas, sin excepción, tie-nen que concurrir al Servicio Médico del Hotel. El Serviciocuenta con una pequeña sala de curaciones bien dotada y, desdeel año pasado, con un equipo de rayos. En esta forma, muchaslesiones pueden ser diagnosticadas y tratadas en el mismo si-tio. Si sumamos a esto la experiencia que en general tienenlos Patrullas en inmovilizar y transportar los accidentados,podemos ver que en pocas partes se está en condiciones deatender en forma tan inmediata como en el sitio que he men-cionado.

En la temporada de 1962 se atendieron 40 accidentadosde esquí, que van de las contusiones simples a las complejasfracturas, siempre teniendo como condición estar relacionadascon el acto de esquiar.

b) El segundo grupo y fuente de información lo consti-tuyen 16 accidentados del Ejército de Chile. Recordaré que laEscuela de Alta Montaña hace su práctica y entrenamientode esquí en Portillo y que toda lesión de mediana gravedado grave debe ser tratada en el Hospital Militar de Santiago,



FICHA DE

Nombre

Edad SexoFecha Hora

Mecanismo del trauma

Pérdida del equilibrioClavó un esquíCruzó los esquíesAbre los esquíesFrenan los esquíesGolpeChoque

Rx

TRAUMATISMO DE ESQUI

Nacionalidad

Dirección permanenteSitio: Garganta - Plateau - Hotel - No-

vicios - Juncal

Tipo de trauma recibido

FracturaLuxaciónEsguinceContusiónHerida

DIAGNOSTICO DEFINITIVO

Antecedentes de traumatismos de esquí previos¿Ha tenido lecciones porCategoría del esquiador:Tipo de nieve: Fresca - ]Tipos de zapatos: Altos -Tipo de fijación:

profesor?Aprendiz - Aficionado - AvezadoPolvo - Helada - Bañadabajos

CorrienteDe seguridad (Marca)

¿Funcionó

Observaciones: (Traslado

en el momento de la caída?

- Tratamiento provisorio o definitivo, etc. )

Es posible que en la presente temporada se use la mismaficha de traumatismo de esquí en el Ejército. En los últimoscinco años (1958-1962) se atendieron en el Hospital Militar 16traumatizados de esquí.

Clasificación de las lesiones

A Vacchielli debemos la clasificación de las lesiones deesquí en típicas y atípicas, división que no deja de tener im-portancia, porque no se pueden imputar al esquí como deporte,lesiones que se han producido por resbalarse en la puerta delrefugio.


Ambos grupos pueden ser estudiados en conjunto sólo enparte y así, según el tipo de traumatismos de los 56 accidenta-dos que constituye la cifra global, los podemos dividir de lasiguiente manera: (Fig. 2) .

D I S T R I B U C I O N Y T I P ODE L A S L E S I O N E S DE ESQUI

FRACTURAS 26

LUXACIONES , 2

ESGUINCES 21

CONTUSIONES 5

HERIDAS 2

C A R A

HUNDIMIENTO MALAR 1

C O N T U S I O N . . . . 1

H O M B R O

LUXACION 1

LUXACION ACROM. CLA 1

CONTUSION

M A N O

ESGUINCE 2

FRACTURA METAC 1

HERIDA CORTANTE .. 1

T O B I L L O

FRACTURA MALEOLO EXTERNO 12

FRACTURA BIMALEOLAR 2

FRACTURA MALEOLO INTERNO 2

ESGUINCE L1G EXTERNO 13

R O D I L L A

ESGUINCE 6

P I E R N A

FRACTURAS ,. 8

CONTUSION 1

HERIDA 1

{Continuará)

Fig. 2

INFANTERIA

1 962

Comandante de Infantería del S. E. M.ANGEL DE LINOS DIEZ, Profesorde la Escuela de A. y T. del Arma.

(Conclusión)

—Unidades de apoyo-fuego del batallón

—Como dijimos anteriormente, en todas las organizacio-nes disponen de unos elementos de fuego que refuerzan y com-plementan el de las compañías de fusiles, estando disponiblesy en manos del mando del batallón, que los puede emplear cen-tralizados o agregados a las compañías de combate, según con-venga.

—La categoría de estos elementos varía naturalmente deunos ejércitos a otros, estando relacionados con los que dotana las compañías de fusiles, y si se considera o no al regimien-to como unidad orgánica o de empleo.

—Otra diferencia que se advierte es la manera de agru-parlos, pues mientras unos organizan simplemente una com-pañía de Plana Mayor en la que forman todos los elementos deapoyo (fuego y logísticos), en otros se organizan compañías deapoyo de fuego y compañías de mando y servicios, y otros, enfin —como el ruso—, que organizan compañías independientesque reúnen las armas de apoyo de cada clase.

—No hay duda que todas las formas señaladas de encua-drar las armas de apoyo de batallón tienen sus ventajas, puessi por un lado la existencia de compañías de armas, facilita elcontrol, empleo centralizado y municionamiento de estas armas,en las ocasiones en que se agreguen a las compañías de fusilesque (serán las más) el papel de estas compañías quedará muyreducido; además, al aumentar el número de Planas Mayoresaumenta el personal sin misiones directas de combate, lo cualno interesa.


UNIDADES DE APOYO — FUEGO DEL BATN.

Organización

Armamento

EE. UU.

Sec. Morts.106 mm.

Sec. C. C.

(1)

6 Morts.106 mm.

Sin retro-ceso

Francia

(2)

Alemania

P. M.

Sec. Morts.81

" " 120

" SS 10

6 Morts.81 mm.

Italia

P. M.

Sec. Morts.81

Sec. CRS 106

(3)

6 Morts. 81

Rusia

Cía. Amts.

P. M.

3 Sec. Amts.

Cía. Armas

pesadas

P. M.

Sec. CCC

57 mm.

Sec. Lgra-nadas

87 mm.

Sec. AAA14, 7

Cía. Morts.

82 mm.

P. M.3 Sec.Mo-rts.82 mm.

(4)

9 Amts.Pesad.

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EE. UU. Francia Alemania

4 Morts.120 mm.

4 Lanza co-hetes tele-

guiadosSS. 10

Italia

6 CRS. 106

Rusia

3 CCC57 mm.

3 Lgranadas

82 mm.

3 AAA14, 7 mm

9 Morts.82 mm.

Observaciones

3 Lanza co-hetes tele-

guiadosc. cohete"Entac"

(1) Están encuadradas en la Cía. de P. M.(2) No existe en el Batn., pero hay una Cía. de Apoyo en el

Regto. con 1 Sec. de Morts. 120 mm. (6 armas), 2 Secc. deC. S. R. 106 mm. (a 6 armas) y 1 Sec. de SS 11 (6 armas)y como el Regto. tiene 2 Batns. le corresponderá al Batn. lamitad.

(3) Además existe en el Regto. 1 Cía. de Mrs. 120 mm.(4) Además en el Regto. existe la "Artillería regimental" con 1

Sec. AAA (6 Cñs. Atº de 37 mm. ) 1 Sec. Cñs. Autopropul-sados (6 Cñs. A. P. 76 mm. ), 1 Sec. CCC (6 CCC 85 mm. )1 Sec. C. S. R. (6 C. S. R. 107 mm. ) y 1 Sec. Morts. 120 mm.(6 Morts. de 120 mm. ).

— Unidades de Servicios

—Al aumentar la importancia del batallón como unidadde empleo táctico ha aumentado paralelamente su importanciacomo unidad autónoma y, como consecuencia, el aumento desus órganos de servicios.

—Estos elementos de servicios están normalmente agru-pados con los indispensables para permitir el ejercicio del man-do (elementos de Plana Mayor y transmisiones), formando enla mayoría de los ejércitos la compañía de mando y servicioso de Plana Mayor como se señala anteriormente, esta unidadtambién encuadra las armas de apoyo en algunas organizacio-nes.

—Como compañía de servicios o de Plana Mayor agrupanormalmente elementos de sanidad, municionamiento, víveres,


entretenimiento de material automóvil y carburantes con unpequeño núcleo de transporte automóvil, y no es raro ver apa-recer en esta compañía de Plana Mayor elementos de vigilan-cia radar y de reconocimiento, siempre naturalmente, depen-diente del escalonamiento que consideren idóneo para estos me-dios y de la existencia o no del escalón regimiento.

—Este escalón orgánico es actualmente uno de los másdiscutidos, ya que si todos los ejércitos lo mantienen con unnombre u otro, no son iguales las misiones que le encomiendan,puesto que para algunos es exclusivamente un mando operati-vo, al cual se le proporcionan los medios necesarios de la claseadecuada a la misión a cumplir, medios que, por tanto, no lepertenecen orgánicamente y los cuales, cumplida la misión se-ñalada, dejan de estarles subordinados (este es el caso de Es-tados Unidos); otros (Francia y Alemania) forman en este es-calón de mando "conjuntos pluriarmas orgánicos", verdaderas"pequeñas grandes unidades", dotadas de unidades de fusiles,carros, artillería, reconocimiento, zapadores, transmisiones yservicios, siendo la proporción entre fusileros y carros la quedetermina la clase de brigada resultante; otros, por último, si-guen manteniendo el tradicional regimiento de infantería máso menos puro, como anteriormente hemos señalado, unidad or-gánica y de empleo y con posibilidades de recibir refuerzos detodas clases y emplearlos formando "agrupación táctica"; Ru-sia e Italia son ejemplos de esto.

4. —Motorización y mecanización

—Los ensayos tímidamente realizados en la primera Gue-rra Mundial, y sobre todo en el período entre las dos guerrasmundiales, cuajan en el pujante florecimiento que adquirióla motorización de todas las infanterías en la segunda GuerraMundial y que sólo fue frenado en algunos países por dificul-tades de índole económica e industrial.

—En la época actual los grandes espacios en que debenmoverse las unidades, así como la velocidad que hay que im-primir a la acción, ha impuesto la motorización más o menostotal de los ejércitos y, por tanto, de la infantería; facilitadapor el perfeccionamiento técnico adquirido por la industria delautomóvil con sus vehículos aptos para casi todos los terrenos,la escala a que se llega en esta motorización depende exclusi-vamente de la capacidad económica del país y en menos gradode la naturaleza de los posibles teatros de operaciones en que sepiensa actuar, pero con un mínimo aceptado umversalmente,que es de la completa motorización de los trenes y armas pe-sadas.

—-Desaparecen, por tanto, de las unidades normales los mu-

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Organización

—

C. G

.(1)

Brigada

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— C

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Explora-

ción—

Cía.

de T

ransmi-

siones—

Cía. de Z

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llería—

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105 m/m

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de P. M

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3 Batns. de F

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Cía. de Intendencia

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Reconocim

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—C

ía. de

Transm

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Sanidad

—C

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—Sec. de E

ntretenimiento

—A

rt. Regim

ental

—3

Batns.

de F

usiles

los, que tanto tiempo fueron compañeros inseparables del in-fante, permaneciendo exclusivamente en las unidades especialesde montaña, en donde siguen siendo insustituibles de momento,aunque el helicóptero se adivina como serio rival en un plazomás o menos lejano.

—La motorización completa de la infantería, o mejor aúnsu mecanización, que como ya se dice antes, sólo está frenadapor la capacidad económica e industrial del país y sus previstosteatros de operaciones, llega a ser un hecho en algunos paísesde la Europa Occidental (Francia y Alemania) mientras otrosmás modestos, como Italia, dotan, como también hemos visto,a cada batallón de una campañía mecanizada.

—Aún en el caso de no llegar a la motorización completa,existen unidades automóviles de transporte, con las cuales mo-torizan o mecanizan las unidades de infantería necesarias paracumplir la misión, lo cual obliga a que toda la infantería estéperfectamente instruida en el empleo de los medios motoriza-dos o mecanizados, que le serán agregados en numerosos casos.Es decir, que podemos afirmar que la infantería de 1962 es unainfantería motorizada o acorazada, si bien habrá período en queno lo estará totalmente.

5. —Clases de infantería

—La infantería, que sigue formando el pilar fundamen-tal de los ejércitos, ha adoptado sus unidades a las distintasclases de terrenos en que debe combatir, así como a los mediosde transporte que debe utilizar para llegar al combate, por loque en la mayoría de los ejércitos existen:

—Unidades normales (a pie, motorizadas o mecanizadas).—Unidades de montaña.—Unidades acorazadas.—Unidades paracaidistas.

Siendo todas muy semejantes en su organización, que só-lo difiere en los pequeños detalles impuestos por los distintosmedios que la dotan permanentemente, cosa lógica, puesto quesu misión y actuación en el combate es igual, sea cual sea elmedio empleado para llegar o el terreno en que se desarrolle.

—Además de lo anteriormente indicado sobre igualdad deactuación, existen multitud de ocasiones en que las unidadesserán motorizadas, mecanizadas, aerotransportadas o llama-das a actuar en montaña, cosa que deben estar en condicionesde realizar una vez que se les agreguen los necesarios mediosespeciales. Por tanto, podemos asegurar, y así lo confirmantodos los ejércitos, que sólo existe una clase de infantería y quetodas las unidades del arma deben estar instruidas para ser

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empleadas en cualquier terreno o misión y conocer todos losmateriales que tendrán para emplear, principalmente los moto-rizados y acorazados.

6. —El momento actual del arma

—Todo este estudio que hemos realizado podemos resu-mirlo en una serie de consecuencias, el conjunto de las cualesnos puede dar una visión de la infantería actual.

1º La organización triangular vuelve a imponerse.2º Todas las "unidades de combate" a partir de la sec-

ción son heterogéneas, reuniendo unidades de "maniobras"—que le dan su perfil triangular— y de "fuego".

3º Las armas antes llamadas pesadas han bajado de es-calón, aumentando la potencia de ellos y permitiendo los mayo-res frentes y fondos, en que se devuelven las unidades modernas.

4º El batallón vuelve a adquirir su papel preponderantecomo "peón de maniobra" e incluso logístico en algunas orga-nizaciones.

5º El regimiento como escalón orgánico tiende a desapa-recer, apareciendo en su lugar la brigada, pero ya como uni-dad "pluriarmas".

6º La motorización de los trenes y armas pesadas es unhecho que no se discute.

7º La motorización o mecanización total se vislumbrano muy lejana, admitiéndose hoy como normal, aunque toda-vía no permanente, más que en ejércitos ricos y pensados pa-ra combatir en terrenos aptos para ello.

8º El carro es arma de uso común y empleo generaliza-do, formando el conjunto carro-fusilero (a pie, acorazado omotorizado) el sujeto activo de todas las fases del combatenormal.

—Como final y resumen de esta exposición, la organiza-ción NATO que figura en los organigramas 1 y 2 quizá puedaservirnos de bosquejo de lo que pudiera ser el próximo pasode la infantería española 1962, en la que se continúe la cons-tante evolución del arma y se logre seguir manteniendo alejército como eficaz instrumento de defensa de la patria.


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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Capitán H. Monfort: Fusil de asalto y grupo de combate.

"Revue Militaire Suisse", febrero y marzo 1959.

La nueva división francesa. "L'Armée", febrero 1960.

Reorganización de la Infantería. "Infantry", diciembre de 1961 yenero de 1962.

La división de infantería 59. "Les Cahiers de l'Artillerie", trimestre1/61.

Diversas notas de las revistas "Ejército" (España), "Revistas Milita-res" (Italia), "Infantería" (Portugal), "Armour" (Estados Unidos)

De la Revista "Ejército" de España.


LA CIENCIA GEOGRAFICA

DEFINICION, CONCEPTO, CONTENIDO Y RAMAS

Trabajo presentado por el profesorARTURO DUCOING HERRERA a laSegunda Convención de Geógrafosy Profesores de Geografía, realizadalos días 12, 13 y 14 de octubre de1961, auspiciada por el Departamentode Historia y Geografía de la Uni-versidad de Concepción y la Asocia-ción de Geógrafos chilenos.

1. —Definición y concepto

E L TÉRMINO Geografía deriva de los vocablos griegos:geo (yn), tierra; y, grafos (ypagw), escribir, pintar,describir. Así, si hemos de atenernos exclusivamente a la

etimología de la palabra, tendríamos que definir la Geografíacomo una disciplina intelectual que se dedica a describir todoslos fenómenos propios del planeta terrestre.

Este fue precisamente el concepto que tuvieron los grie-gos y los romanos; el mismo se mantuvo en la Edad Media,destacado, con algunas variantes de fondo, por los árabes. Lasituación se conservó en el Renacimiento y en los siglos XVIIy XVIII. El poderoso movimiento racionalista de la decimo-sexta centuria, que diera tan decisivo impulso a la Matemáti-ca, a la Astronomía y a la Física, fuertemente relacionadasentre sí, no alcanzó a la Geografía, la cual, debido a su com-plejidad, permaneció en la categoría de una materia puramentedescriptiva y sin una definida sistematización. El siglo XIX,en cambio, trajo importantes novedades. El hombre había vir-tualmente recorrido la superficie del planeta; ciencias, como laQuímica, la Biología y la Geología, avanzaban con gran rapi-dez e insinuaban importantes teorías, que abrían amplios ca-minos dirigidos hacia la solución de problemas fundamentalespara el conocimiento integral del Cosmos. Por otro lado, ungran desarrollo filosófico impulsaba el nacimiento de nuevas


ciencias y el extraordinario progreso metodológico de otras:entre las primeras estuvieron la Sociología y la Psicología; laHistoria y la Economía Política, entre las segundas.

En el ambiente de enciclopedismo científico típico de laprimera parte del siglo XIX, heredero, a través de la Revolu-ción Francesa, del movimiento lleno de erudición y de racio-nalismo, propagado por Voltaire en el siglo XVIII, la Geogra-fía recibió el primer cambio importante que habría de condu-cirnos a la clarificación del concepto que hoy día tienen déella los investigadores modernos.

Alejandro von Humboldt, ilustre viajero y hombre deciencia prusiano, nacido el año 1766 y muerto en 1859, fuequien trató los temas geográficos desde un punto de vistadistinto al que se había tenido hasta entonces. Humboldt, ensus obras "Kosmos" y "Viaje a las Regiones Equinocciales",enfrenta la descripción muy acabada de los fenómenos físicosy humanos de la superficie terrestre con minucioso enciclope-dismo, para después llegar a conclusiones de orden general;compara el fenómeno de una montaña, de un río o de unacorriente marina, de alguna parte del mundo, con los simila-res de otras latitudes; además, se cuida de hacer observacio-nes personales directas y objetivas, con el uso de instrumentoscada vez que es posible. A este notable viajero e investigadorse le puede considerar como el fundador de varias ramas dela Geografía, algunas de las cuales han alcanzado independen-cia como disciplinas, de modo que hoy día se las clasifica enla categoría de ciencias totalmente individualizadas. En estecaso se encuentran la Oceanografía, la Biogeografía y la Cli-matología. Humboldt, fuera de sus obras fundamentales, es-cribió numerosas otras referentes a temas especializados, conlas cuales contribuyó a clarificar el concepto básico de la Geo-grafía y echó las bases de sus métodos científicos, de la Geo-grafía Física especialmente. Su libro "Las Isotermas y la dis-tribución del calor en el globo", ha sido el punto de partidade las investigaciones que en ese plano ha emprendido y haprogresado tan notablemente la ciencia moderna. En síntesis,Humboldt, sin ir a una definición formal, aporta una idea untanto elaborada de lo que debe entenderse por Geografía, se-ñalando nuevos campos de investigación con la creación de lasya mencionadas ramas geográficas y echando las bases de susmétodos de investigación.

Humboldt se nos presenta, en el plano de la actividadcientífica, como un completo naturalista, palabra ésta con quese designaba entonces al investigador dedicado al estudio delas llamadas ciencias naturales: Botánica, Zoología, Física,Química. Pero este naturalista es, además, un viajero, un ob-servador cuidadoso de cuanto fenómeno natural se presentaa su vista. El fruto de sus viajes y de sus observaciones fue

vaciado en las obras a que hemos hecho referencia. Sus librosno son didácticos, sino que rigurosamente científicos; de ahíque la influencia de Humboldt haya permanecido mucho tiem-po restringida al círculo de los altamente entendidos. Sólo enel actual siglo han llegado sus ideas al campo de la culturageneral, a propósito, precisamente, del esfuerzo de los geógra-fos para inculcar en el público culto, el concepto científico dela Geografía y destruir aquel otro, heredado de la Antigüedad,que esta disciplina es la descripción de la Tierra.

Dos son las grandes ideas fundamentales que determinanel concepto de Geografía en el mundo intelectual de Humboldt:el principio de causalidad y el principio de geografía general.

Humboldt, frente a un fenómeno de cualquiera naturale-za: relieve, temperatura, vida vegetal o animal, corriente ma-rina, acción de olas o de mareas, luego de describirlo y deestudiarlo en sí mismo, como geólogo, meteorólogo, biólogo uoceanógrafo, procede a buscar las causas del por qué se pro-duce el fenómeno en cuestión en ese lugar del globo. Hace unanálisis, considerado básico en el moderno concepto de la Geo-grafía, que consiste en relacionar el fenómeno mismo con elambiente en que se desarrolla para, de ese modo, establecer lacausa del por qué se produce ahí, en ese lugar de la Tierra.De esta manera demostró la estrecha relación que existe entreel hombre y el medio físico en que vive; en general, la fuerteinterdependencia que notoriamente se observa entre el mundode lo orgánico y el de lo físico; a su vez, la escalonada rela-ción que se presenta entre los fenómenos de este último. Así,la Geografía ganó la más importante de aquellas ideas quehabrían de convertirla en una ciencia, sacándola de la cate-goría de un conjunto de estudios descriptivos sin sistematiza-ción definida que había tenido hasta ese tiempo.

El principio de la Geografía General completó brillante-mente la concepción magistral concebida por el cerebro de Hum-boldt. El estudio que él hace de cada fenómeno, sea éste físico,biológico o humano, no sólo incide en el problema de buscarsu causalidad y relación locales, sino que se empeña en com-pararlo con los fenómenos análogos que ocurren en otras par-tes de la Tierra, producidos por circunstancias semejantesdel medio ambiente orgánico y físico. De ahí que Humboldttrata de llevarnos siempre a la búsqueda de las leyes generalesque rigen este orden dado de fenómenos dentro del cual caeel hecho local que es objeto de la investigación.

Humboldt en ninguna parte de sus obras hace referenciaformal a estos dos principios, ni tampoco se detiene a expli-carlos; la concepción que de ellos tuvo, la hemos podido esta-blecer tácitamente por el modo como aborda el estudio de losfenómenos en todas sus obras. Se ha dicho ya que este inves-tigador no fue un profesor, sino un científico estricto.

LA CIENCIA GEOGRAFICA 59


El otro hombre que con su posición filosófica ante losproblemas geográficos contribuyó a la clarificación del con-cepto de Geografía, fue don Carlos Ritter, famoso profesoralemán, nacido en Quedlinburg en 1779 y muerto en 1859. Hayuna clara diferencia entre Humboldt y Ritter. El primero esun hombre de ciencia, un investigador puro; el segundo es unestudioso y maestro. Su principal preocupación como escritores la didáctica. Fue el primero que en forma concreta plan-teó el problema de la concepción geográfica. Ritter ejerció ladocencia superior en la Universidad de Berlín desde 1820; fuedesignado miembro de la Academia de Ciencias. Sus grandesobras son: "Geografía en relación con la Naturaleza y la His-toria del Hombre" o "Geografía General Comparada"; "Intro-ducción a la Geografía General Comparada" y "Europa". Lasdos primeras, especialmente, se han convertido en una especiede código o fuente clásica de donde fluyen los principios queinforman el concepto de Geografía. De Martonne, juzgandola obra de Ritter, dice que él ha sido el primero en explicarel principio de geografía general que viene a ser la base detodo estudio geográfico que se haga de un país. El insiste,confirmando los grandes principios establecidos por Humboldt,en la relación estrecha que une los hechos sociales e históri-cos con el marco geográfico dentro de los cuales se han des-arrollado. Pretendió aplicar este carácter en el estudio quehizo de Europa, Asia y Africa; no logró realizar su idea enforma cabal debido a que los dos últimos continentes no ha-bían sido, en ese entonces, totalmente explorados; muy pocoo nada se conocía de la historia y de la sociología de los pue-blos asiáticos y africanos.

Las grandes obras de Karl Ritter dan al concepto de Geo-grafía un carácter profundamente analítico que interesa a unorden dado de fenómenos, susceptibles de ser estudiados sis-temáticamente desde un punto de vista que no cae en el cam-po de ninguna otra ciencia. Se había llegado así a la deter-minación del objeto de la Geografía. Puede decirse que en estemomento nació la ciencia geográfica; puesto que, si bien aúnno se determinaba completamente su campo de acción y nose establecían del todo sus métodos de investigación, quedabadefinida y bien cimentada la idea básica de lo que debía en-tenderse por fenómeno geográfico.

Hemos dicho que Ritter murió en 1859, o sea, casi unadécada después de cerrada la mitad del siglo XIX y hemosafirmado en el párrafo precedente, que sus principios, así co-mo los del gran Humboldt, determinaron el nacimiento de laGeografía como ciencia independiente. Pasaron, sin embargo,algo más de veinte años antes que la Geografía tomara el ca-rácter de una ciencia viva. Ello se debió a que la exploraciónde la Tierra estaba muy lejos de ser completa, aun en sus ras-

gos generales, hacia la mitad del siglo. Los investigadores yestudiosos que comprendieron a Humboldt y Ritter no conta-ron con los elementos indispensables para concretar la obraconcebida por aquéllos. Pero, a partir de 1860, empieza unafecunda era de exploraciones hacia el interior de Asia, Africay la extensa zona occidental de América del Norte; de cruce-ros por los océanos de la Tierra destinados exclusivamente ahacer observaciones científicas de todo orden respecto a losfenómenos marítimos. Estos progresos se sumaron a los quehabía experimentado la Geografía Matemática en el sigloXVIII. La década que va de 1870 a 1880 se caracterizó porel inmenso acopio de noticias geográficas que llegaron a manode los estudiosos. En los gabinetes de trabajo empezaron aconocerse en detalles los mundos ignorados hasta entonces, dela cuenca del Congo, meseta de los Lagos, fuentes del Nilo, in-terior del Sudán y del Sahara, la meseta Central Asiática ydel Tibet; la región de los Rocallosos, las mesetas de Utah,Lago Salado y Colorado.

Preparado el material, aparecen obras como las de OscarFernando Peschel y las de Eliseo Reclus. El primero, brillanteprofesor de la Universidad de Leipzig, expuso en sus librosun estudio sistematizado de todo lo investigado en el campode la Geografía con un conocimiento de causa más acabadoque aquel del que pudo disponer Ritter. Peschel, dice donEmilio del Villar, fundió el sentido enciclopédico de Humboldtcon el histórico que había caracterizado la concepción ritte-riana.

Peschel piensa que la parte esencial de la ciencia geo-gráfica es el estudio de las relaciones que existen entre los fe-nómenos derivados de la actividad del hombre como habitanteracional del planeta y las condiciones físicas del medio regio-nal en que vive. Años más tarde, Federico Ratzel le dará a laGeografía este carácter con fuerza incontrarrestable, de talmodo que hasta hoy día, en la mente de numerosos autores,predomina la idea que la meta de los estudios geográficos esla Antropogeografía o Geografía Humana, es decir, aquellarama que se preocupa de la dependencia de la sociedad humanarespecto al medio físico donde se desenvuelve su existencia.

El libro de Reclus, titulado "Géographie Universelle", con-tribuyó a difundir ampliamente en el público culto los cono-cimientos geográficos. Las universidades de todo el mundocomprendieron la conveniencia de incorporar aquéllos a susplanes de estudio, tanto en los destinados a la formación pro-fesional como en los dedicados a la investigación pura. Losgobiernos de las diferentes naciones se interesan directamenteen el asunto y patrocinan la realización de grandes obras queaportaron las herramientas fundamentales con las cuales losgeógrafos pudieron avanzar definitivamente en sus estudios;



la realización de los métodos científicos de la Geografía yano tendrá tropiezos. Obras como los levantamientos de cartastopográficas, geológicas o climáticas, ya sea de los continenteso de los fondos marinos, emprendidas por Francia, Inglaterray EE. UU., en la última treintena del siglo pasado, quedan enesta categoría de herramientas fundamentales para el progre-so de las investigaciones geográficas. Por último, la fundaciónde sociedades de Geografía, en los distintos países de Europay de América, fue una conexión importante entre el públicoculto, las Universidades e Institutos y los gobiernos.

Al empezar el siglo XX, el campo de la Geografía quedóclaramente delimitado en lo esencial cuando se materializó laintervención de Ratzel con su obra: "Die Erde und das Le-ben". Con este escritor nace la gran rama de la Geografíadenominada por él "Antropogeografía" y "Geografía Huma-na" por los autores de la escuela francesa de Vidal de LaBlache. Los investigadores del siglo anterior, puede decirse,habían demostrado de un modo categórico la existencia deuna Geografía Física, de una Geografía Biológica y de unaGeografía Humana, según la naturaleza del fenómeno cuyarelación con el medio ambiente se estudiara. Ratzel se preo-cupó especialmente de las relaciones entre el hombre y elmedio terrestre; sentó los métodos y el objeto de esta ramade la ciencia geográfica, y contribuyó con ello a dar a la Geo-grafía el carácter de una disciplina esencialmente preocupadade estudiar un aspecto, muy importante por cierto, de los fe-nómenos derivados de la actividad del hombre. La Geografíatomó así el carácter de una ciencia completísima, pues debíaahora abocarse al variado y amplio campo de las disciplinassociales, dentro de las cuales se destacaban notoriamente, porsu extensión y complejidad, la Historia y la Economía.

Actualmente, ha variado un tanto la categoría de objeti-vo primordial de la Geografía que Ratzel quiso darle a laAntropogeografía como rama de aquella ciencia. Se le consi-dera con toda la enorme importancia que ella significa dentrode los estudios geográficos; pero no como su meta última yfundamental, pues ésta no sería otra que la localización, lacual interesa a todos los fenómenos que ocurren en la super-ficie de la Tierra, sean físicos, biológicos o humanos.

El autor español don Emilio del Villar hace una agudaobservación sobre el siguiente hecho, siempre presente en lamente de los geógrafos de ahora y del pasado, desde luego,de un modo muy claro en Humboldt, Ritter y Ratzel: en todaslas investigaciones de carácter geográfico se encuentran losconceptos de correlación, diferencia y localización. De los tres,sólo el último interesa por sí mismo; los otros dos importanen cuanto explican a aquél. Según esta relación de categoría,


las diferencias son los resultados de la localización y las co-rrelaciones, su causa.

Basta tomar algunos ejemplos de fenómenos físicos, bio-lógicos o humanos y analizar en qué forma ellos son estudiadospor los geógrafos para darse cuenta de la anterior aserción.Del Villar da los siguientes (1): investigar las diferenciasobjetivas entre la caliza y el granito corresponde a la Petro-grafía, disciplina que forma parte de la rama de la Geología,denominada Geognosia; entre una planta crasa de los desier-tos tropicales y un árbol planifolio de los bosques boreales, ala Botánica; entre la raza dolicocéfala negra y la alpina, ala Antropología; entre las aplicaciones de la energía hidráu-lica y la calorífica de la hulla, a la Ingeniería Industrial. Osea, la investigación de lo que son las diferencias en sí mis-mas, no es preocupación de los geógrafos, sino de otras cien-cias y técnicas. Ellas les interesan sólo en cuanto son el re-sultado de la localización del fenómeno, sea físico, biológicoo humano'. De idéntico modo ocurre con las correlaciones oconexiones, designación esta última empleada indistintamentecon la otra. Así, la Geografía no se interesa por investigar elefecto de la humedad en las plantas (estos ejemplos son dadostambién por Emilio del Villar), ni cómo la fuerza hidráulicapuede convertirse en trabajo industrial, puesto que ello es ob-jeto de la Botánica y de la Hidráulica, respectivamente. LaGeografía tendrá la misión específica de explicar, en el pri-mer caso, conociendo por los botánicos el efecto que hace lahumedad sobre las plantas, y, en el segundo ejemplo, conocien-do por los ingenieros industriales las condiciones en que setransforma la fuerza hidráulica en trabajo, cómo en tales re-giones de la Tierra se localiza un determinado tipo de vege-tación y en cuáles países se emplea la hulla blanca para moversu maquinaria industrial.

En síntesis, el orden mental de los tres conceptos seríael siguiente: correlación o conexión de un fenómeno; su loca-lización en la superficie de la Tierra; sus diferencias con losotros fenómenos de la misma clase que ocurren en las distin-tas partes del globo. Las correlaciones son las causas que lo-calizan los fenómenos físicos, biológicos o humanos en la su-perficie del Planeta; las localizaciones, a su vez, establecenlas diferencias entre ellos que los individualizan con los otrosde su misma especie. Según quedó explicado en el párrafo pre-cedente, sólo la localización interesa por sí a los geógrafos. Losotros dos también caen dentro de su actividad, pero en fun-ción de la localización, la cual viene a convertirse, de este mo-do, en el único objetivo del estudio geográfico. Podemos defi-

(1) Geografía General. Manuales Gallach. 2ª Edición. Madrid, 1928.

nir la Geografía diciendo que es la ciencia de la localizaciónen la superficie terrestre.

Enunciada una definición como la anterior, se hace in-dispensable analizar un tanto, detenidamente el concepto queaparece básico en ella: el de la localización.

El término en lingüística pura no es sino el acto de fijaro encerrar algo en límites determinados; pero en Geografíase torna mucho más complejo, por cuanto se relaciona en elsentido de la comprensión y de la extensión con los conceptosde conexión y de superficie terrestre.

Cuando hacemos un estudio geográfico estamos locali-zando un fenómeno en la superficie del globo. Pero estamoslejos de haber finiquitado el trabajo con sólo establecer la si-tuación; debemos, además, determinar las relaciones, perma-nentes, se entiende, que unen el objeto de nuestro estudio conlos otros fenómenos de todo orden que constituyen el medioambiente donde él está situado. De este modo, la localización,en el sentido geográfico, es la situación en conexión; es decir,empleando las palabras propuestas por Emilio del Villar, lalocalización, en cuanto geografía, es una nexosituación, siendola conexión, a su vez, como concepto que interesa a los geó-grafos, una loconexión.

El otro concepto que aparece en la definición comentadaes el de superficie de la Tierra. La Geografía tiene la misiónde localizar los fenómenos en una zona del globo que llamamossuperficie terrestre. Esta superficie no es la que podría con-cebir un matemático cuando él considera a nuestro planetacomo una esfera o esferoide, ello sería una abstracción quesólo tiene validez para la Geomatemática, es decir, aquella ra-ma de la Geografía que se ocupa de localizar los fenómenospor medios matemáticos puros: geométricos, analíticos y nomo-gráficos.

Superficie de la Tierra, para los geógrafos, es un anilloesférico interior, diría un matemático, una zona esférica, di-ríamos en sentido concreto, donde entran en fricción los tresestados: líquido, sólido y gaseoso; técnicamente hablando: li-tosfera, hidrosfera y atmósfera.

En esta zona de variado espesor se desarrolla la vida y,por tanto, la actividad humana. Siguiendo la nomenclaturaya adoptada, algunos autores la designan con el nombre debiosfera, esfera de la vida. El campo de la Geografía quedaexclusivamente circunscrito al estudio de los fenómenos queocurren en la biosfera; los que no se producen en ella no per-tenecen en absoluto al dominio geográfico. De este modo seresuelven fácilmente muchos problemas que se han presentadodesde hace largo tiempo, a raíz de los esfuerzos hechos paradelimitar con exactitud el campo de acción de la Geografía



con otras ciencias estrechamente relacionadas con ellas comola Geología.

Mackinder, sociólogo y geógrafo inglés de principios delsiglo, ha dicho al respecto: "La Geografía es la ciencia delpresente explicada por el pasado. La Geología es la ciencia delpasado explicada por el presente". La diferencia entre ambasdisciplinas sería entonces, como lo anota De Martonne, sólouna diferencia de método más bien que de contenido. Pero siconsideramos que la Geografía estudia la localización de losfenómenos en la superficie terrestre, vemos claramente tam-bién una diferencia de contenido, aun cuando queda en pieíntegra la afirmación de Mackinder. Si tomamos un problemacomo la estructura interior de la Tierra, según lo ya explicado,podemos decir que estamos en el dominio geológico y no geo-gráfico. Si, por otra parte, nos proponemos estudiar la repar-tición de los sistemas montañosos en la superficie del planeta,tenemos que considerarnos en el terreno geográfico y no geo-lógico.

Podemos avanzar más en la comprensión de lo que es laciencia geográfica, si procedemos a analizar los principios fun-damentales que informan el método empleado por los geógra-fos en sus investigaciones.

El autor De Martonne señala que estos principios son tres:el de extensión, el de geografía general y el de causalidad (2).Los tres se convierten en las características de lo que podemosllamar el fenómeno geográfico.

El principio de extensión es el más notorio por cuantonos indica de inmediato cuándo entramos al estudio de la Geo-grafía y es el que delimita más claramente el campo de estaciencia con el de aquellas disciplinas estrechamente relaciona-das con ella. El geógrafo se preocupa de establecer en qué partede la superficie de la Tierra se extiende tal o cual fenómeno.Su meta fundamental es determinar el "¿dónde?" de la biósferaque corresponde al fenómeno objeto de estudio. Así, en los ejem-plos escogidos por De Martonne, podemos captar claramentela idea de extensión. El fenómeno que significa una familia deplantas es objeto del estudio de un botánico y de un geógrafo,pero la meta de cada uno de ellos tiene un punto de vista muydiferente. El primero se interesa por las plantas en sí mismas;estudiará su clasificación, sus órganos, su reproducción y suscondiciones de vida. El segundo, en cambio, se preocupará deencontrar el lugar de la superficie terrestre donde se presentaesa familia de plantas y establecerá su área de extensión. Elgeógrafo, una vez precisados los límites de tal área, procederá

(2) Emm. De Martonne: "Traite de Géographie Physique". Tomo I. Li-brairie Armand Colín. París, 1948.

a la preparación de un mapa donde aparecerá la forma y ex-tensión de ella, a la vez que las relaciones con los otros fe-nómenos, sean físicos, biológicos o humanos, mundiales o re-gionales, que el investigador tenga interés en hacer resaltar.

Consideremos otro caso de Geografía Física, ahora. Elgeólogo y el geógrafo estudian los volcanes. Pero el primero seinteresa por investigar lo que es el volcanismo en sí mismo,sus características, su origen y su relación con los otros fenó-menos endógenos. El geógrafo, en cambio, se preocupará pordeterminar la extensión de los volcanes y su relación con losotros fenómenos de superficie, aun cuando para hacer esto,le es indispensable tener todos los conocimientos geológicos quese refieren al volcanismo. Exactamente igual es la posición enque se halla el geólogo, por cuanto éste debe disponer de los co-nocimientos geográficos para explicar muchos aspectos del vol-canismo. Incluso, una de las teorías modernas que trata de ex-plicar el origen de los volcanes, se basa en dos fenómenos per-fectamente observables y susceptibles de sistematizar: el gra-do geotérmico y la repartición de los volcanes en la superficiede la Tierra; el primero es un fenómeno geológico puro, y elsegundo, netamente geográfico.

Para mayor abundamiento, un ejemplo de Geografía Hu-mana. El demógrafo estudia todo lo referente a la poblacióndesde su punto de vista estadístico estableciendo sus numerosasrelaciones, las cuales son llevadas a los gráficos por medios ma-temáticos para obtener de ellos las conclusiones que se persi-guen en cada caso. El geógrafo se preocupa de la población pa-ra estudiar la extensión de su cantidad y densidad en la super-ficie del globo.

El principio de la extensión es el que impone al geógrafo eluso del mapa como instrumento fundamental. No puede conce-birse ningún trabajo de carácter geográfico que no esté basadoen la preparación de un mapa, el cual constituye la herramien-ta sine qua non de la investigación. Un estadístico no necesitaen absoluto confeccionar un mapa para hacer una investigacióndesde el punto de vista de su ciencia de la población chilena,por ejemplo. No es ése el caso del geógrafo si pretende hacerun estudio geográfico de ella; no tendría medio para hacer untrabajo técnicamente científico sin recurrir a un mapa de Chile,cualesquiera que fueran las relaciones a que él necesitara re-ferirse.

El segundo principio, el de geografía general, se refiere alhecho que todo estudio geográfico involucra la idea que fenó-menos análogos pueden presentarse en otros puntos del globo,puesto que el ambiente que existe en la superficie de la Tierraestá constituido, en una generalización final, por elementos fí-sicos, biológicos y humanos comunes. La litosfera, la hidrosferay la atmósfera; los animales y plantas; las diferentes razas de



la especie humana con sus distintas reacciones, son siempre lasmismas en cuanto a su constitución fundamental.

Conforme este principio, todo estudio geográfico de un fe-nómeno debe compararse con los otros similares que el inves-tigador pueda encontrar en la extensión general de la superfi-cie terráquea, para así estar en condiciones de determinar lascausas comunes que los originan; en seguida, podrá estable-cer las diferencias que se presentan entre ellos según el lugardonde se hallan localizados y podrá dar cuenta de la razón deesas diferencias provocadas por la forma cómo convergen allílos elementos constitutivos del ambiente geográfico. Si hace-mos un estudio geográfico de la Cordillera de los Andes, debe-mos compararla con las demás montañas de la Tierra y, unavez determinadas sus diferencias físicas, de estructura, de edad,de extensión, todas las cuales se obtienen por el aporte de otrasciencias o por los métodos geográficos puros, según el caso, po-dremos establecer la causa común que ha originado la existen-cia de la cordillera andina, así como la explicación de todas lascaracterísticas que la individualizan de sus congéneres.

El tercer principio que informa el métedo geográfico, el decausalidad, envuelve dos ideas bien claras: primero buscar larazón de la extensión que tiene sobre la superficie de la Tierrael fenómeno objeto de estudio; y, segundo, determinar las con-secuencias que sobre el ambiente geográfico provoca la dichaextensión. Anota De Martonne que este aspecto no cae en elcampo de ninguna otra ciencia, y constituye por eso, junto conel principio de extensión ya analizado, el medio más precisopara comprender la esencia de lo que son los estudios geográ-ficos. Humboldt tiene el gran mérito, agrega De Martonne, dehaber aplicado este principio con bastante claridad en todos losestudios que practicó en sus viajes, y fue ello lo que le ha dadooriginalidad a sus trabajos.

Se ha dicho anteriormente que si en el proceso investiga-dor de algún fenómeno de la superficie terrestre se persigueel "dónde", se está en el campo geográfico; ahora bien, el es-tudio no queda completo si no se llega a determinar el "¿porqué ahí?", es decir, la causa de su distribución sobre la super-ficie del globo. Los geógrafos han hechado mano a un métodoun tanto complejo. Una vez descrito el fenómeno objeto de es-tudio, ha de considerársele como un estado transitorio en unproceso de evolución anterior, más o menos largo, según el caso,o sea, una precisa concepción histórica. Es en el pasado dondese encuentran las explicaciones de la distribución y de las ca-racterísticas actuales de los diferentes fenómenos que se des-arrollan en la superficie de la Tierra. En la práctica de estosestudios sobre la evolución experimental por todo fenómeno geo-gráfico, se va a una rigurosa aplicación del principio de cau-salidad. Sólo la Historia nos puede explicar las razones, por


ejemplo, del por qué la población de Chile se encuentra concen-trada en la zona geográfica denominada "Núcleo Central" yel por qué se halla dispersa en el "Norte Grande" y en la "Zo-na Austral".

El método histórico se presenta en las distintas ramas dela Geografía con un grado de influencia variable que va en au-mento desde la Climatología e Hidrografía, donde es menos mar-

mente indispensable.El método histórico es lo que torna muy complejos los es-

tudios geográficos, por cuanto se hace necesario entrar en con-tacto con los conocimientos de todas las demás ciencias; con al-gunas, intensamente, con otras, sólo en forma somera. Porejemplo, en el estudio de la Geografía Física, se hacen indis-pensables conocimientos previos de Física y Química; a su vez,para manejar los conceptos de estas últimas, se impone el domi-nio de las matemáticas elementales y del cálculo. Para practi-car el estudio de la Geografía Humana son absolutamente indis-pensables los conocimientos previos de Historia, de Sociologíay de Economía Política. No es posible concebir siquiera la in-vestigación en Biogeografía sin saber Zoología y Botánica.

Con tales consideraciones sobre las características del fe-nómeno geográfico y del método de investigación, es posiblehacer un resumen de lo dicho por medio de una nueva definiciónde la Geografía donde aparecen expresados claramente los ob-jetos o fines que persiguen los cultores de esta ciencia: la Geo-grafía moderna estudia la repartición en la superficie de laTierra de los fenómenos físicos, biológicos y humanos, las cau-sas de aquella repartición y las relaciones recíprocas locales delos dichos fenómenos.

(Continuará)

RECTIFICA APELLIDOS

MEMORIAL Nº 313, página 1; dice: Tte. Sanidad AníbalEspinoza García.

Debe decir:

Tte. Sanidad Aníbal Espinosa García.

Página 53, dice: Tte. Sanidad AníbalEspinoza Garín.

Debe decir:

Tte. Sanidad Aníbal Espinosa García.

"LA SEGUNDA GRAN GUERRA"

(Conclusión)

Síntesis de las Campañas y Mapas IlustrativosMayor JOAO BAPTISTA PEIXOTO

Traducción del Mayor LUIS H. TOLEDO CASTILLO yMayor M. RENATO GONZALEZ FUENTES

Los conceptos expresados en estearticulo son de la exclusiva respon-sabilidad de su autor y no represen-tan, necesariamente, el pensamientodel Estado Mayor o la doctrina delEjército.

LA DIRECCIÓN.

LA GUERRA CONTRA EL JAPON

Del 8 de mayo de 1942 al 15 de agosto de 1945

La junta de Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Ar-madas Norteamericanas, siempre estimó que la mejor ma-nera de derrotar al Japón seria mediante una serie de ata-ques anfibios, a través de la amplitud del Pacifico.

Los Océanos son barreras formidables, mas para unaNación que cuenta con superioridad Naval, constituyen ejesde invasión.

El ataque japonés contra nuestra escuadra en PearlHarbour les dio una enorme y temporal ventaja inicial. Elenemigo no tuvo en cuenta los astilleros norteamericanos nila tradición guerrera de nuestra marina. Antes de alcanzar arestablecer la igualdad de las fuerzas con la marina japonesa,nuestra naves consiguieron mantener las comunicaciones conAustralia y emprender pequeñas ofensivas en las Islas Salo-món, a fin de detener el progreso del enemigo. Su gran de-nuedo les permitió repeler a los japoneses delante de Aus-tralia, en la memorable Batalla del Mar del Coral, y pocodespués, conjurar completamente la embestida japonesa rum-bo a los EE. UU., en la acción decisiva de Midway.

General de Ejército GEORGE C. MARSHALL.

La Batalla del Mar del Coral, ganada por las fuerzas delos Almirantes F. Fletcher y Grace (7 y 8 de mayo de 1942,y la Batalla de las Islas Midway por la 5ª Escuadra de USA.del Almirante A. Spruance, 3 y 6 de junio de 1942), tuvierondecisiva importancia en el rumbo de la Guerra del Pacífico:

—Defendieron Australia y a las Islas Hawai (importan-tes Bases norteamericanas).

—Proporcionaron las condiciones indispensables para lacontraofensiva de la conquista de las áreas ocupadas por elenemigo.

El inmenso teatro en que serían realizadas las operacionesnavales, aéreas y terrestres destinadas a destruir las fuerzasniponas, fue dividido en tres grandes partes:

—Pacífico Central y Norte del Pacífico (Comando del Al-mirante W. Nimitz).

—Sur Oeste del Pacífico (Comando del General Mac Ar-thur).

—Birmania (Comando del Almirante Mountbatten).La contraofensiva en el Pacífico fue una secuencia de las

"Operaciones Combinadas" realizadas por las fuerzas navales,aéreas y terrestres destinadas a la conquista de bases necesa-rias al apoyo de la operación siguiente, en las cuales el pro-blema logístico fue siempre de capital importancia, debido a lasgrandes distancias que debían ser recorridas por los convoyesde abastecimientos.

La inmensa área dominada por el enemigo, exigía del ata-cante el empleo de numerosas fuerzas para atacarlo por todoslados.

Además de muchas otras unidades, cuatro escuadras nor-teamericanas fueron empleadas para combatir a las fuerzasnavales japonesas en el Pacífico:

—La 9ª Escuadra, del Almirante F. Fletcher, organizadapara la conquista de las Islas Kuriles.

—La 5ª del Almirante A. Spruance, vencedora de la Ba-talla de las Islas Midway y de la Batalla del Mar de las Fili-pinas.

—La 3ª Escuadra, del Almirante W. Halsey, cuyo eje deoperaciones incluía a las Islas Gilbert, las Islas Carolinas y elArchipiélago de las Filipinas.

—La 7ª Escuadra, cuya zona de acción comprendía lasIslas Salomón, Nueva Guinea y el Archipiélago de las IndiasHolandesas.

Las Fuerzas Aéreas norteamericanas empleadas en Asia,fueron las siguientes:

—11ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en lasIslas Aleutas y Kuriles.


—7ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en el Pa-cífico Central.

—13ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en lasIslas Salomón.

—5ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en NuevaGuinea.

—10ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en Bir-mania.

—14ª Fuerza Aérea organizada para las acciones enChina.

—20ª Fuerza Aérea organizada para las acciones en elterritorio metropolitano del Japón.

Las fuerzas terrestres estaban constituidas por:

—6ª Ejército (USA) del General W. Krüger (NuevaGuinea y Luzón)

—8ª Ejército (USA) del General Eiclelberger (MindanaoBorneo).

—10ª Ejército (USA) del General Stillwell.—Fuerzas Navales del General A. Vandegrift (Islas Sa-

lomón).—Tropas Británicas (Birmania).La contraofensiva de las Fuerzas Aliadas en el Pacífico

tuvo cinco grandes fases:

La 1ª fase fue constituida por la conquista de las IslasSalomón (Guadalcanal, Bougainville), Noroeste de Nueva Gui-nea (Buna, Salamaua y Lae) e Islas Gilbert, teniendo la in-tención de expulsar a los japoneses de las bases aéreas y na-vales que éstos poseían en estas regiones y, consecuentementemantener libre las rutas de abastecimientos para Australia.

Las operaciones para la conquista de estos objetivos seiniciaron luego después de la Batalla del Mar del Coral y du-raron hasta fines de 1943.

La Campaña de Birmania para liberar la línea de abaste-cimientos a China (Rangún - Chung King) constituyó la fasesiguiente (2ª fase).

La 3ª fase estuvo constituida por las operaciones parala conquista de las Bases de las Islas Marianas (Saipan, Guam,Tinian), de las Islas Carolinas (Palau, Yap), y de las IslasCeutas (Morotai).

La conquista de estos objetivos terminó aproximada-mente a fines de 1944.

Conquistadas estas bases y asegurada la superioridad na-val alrededor de las Filipinas, la conquista de las Islas de este

LA SEGUNDA GRAN GUERRA 71

Archipiélago se inició en junio de 1944 y quedó prácticamen-te terminada con la captura de Manila en enero de 1945.

Esta fue la 4* fase, cuyo resultado mostró cuál sería elresultado de la Guerra. En seguida se produjo la liberación deBorneo (junio de 1945).

La fase siguiente (5ª fase) fue la conquista de las basesde Okinawa, Iwoyima y las Islas Vulcano para el ataque finalal archipiélago nipón.

A principios de agosto de 1945, el archipiélago japonésestaba completamente cercado.

La Guerra en Europa ya había terminado (mayo de1945).

Para evitar la inútil y obstinada resistencia que los niponespretendían ofrecer a la invasión y conquista del territorio me-tropolitano, el día 6 de agosto fue lanzada sobre Hiroshima laprimera bomba atómica y el día 9 la segunda sobre Nagasaki.

La destrucción causada por estos nuevos y poderosos in-ventos, fue de tal orden que el día 10 la resistencia nipona fuesuspendida por orden del Emperador y la rendición final fuefirmada el día 15 de agosto.

Las batallas y encuentros navales que se registraron enel Pacífico, durante 44 meses de guerra aeronaval, excluyendolas operaciones anfibias, pueden ser clasificadas en tres cate-gorías:

1) Batallas Navales - 12.2) Batallas Aéreas - 13.3) Raids aéreos efectuados por fuerzas aeronavales (Por-

taaviones) - 30.

Las victorias alcanzadas por las escuadras norteamericanasevidenciaron la importancia de los portaaviones y acorazados.

A pesar de esto, la importancia que tendrían estas navesen el futuro, en base al progreso de la aviación, fue discutidaentre Jefes Militares (Almirantes y Generales) después de laGuerra, al proyectarse en EE. UU. la unificación de las Fuer-zas Armadas.



O B S E R V A C I O N E S F I N A L E S

Este descubrimiento de los científicos norteamericanospodrá llegar a ser de un mayor beneficio para la huma-nidad; por otro lado, podrá destruirla. Es contra estasegunda posibilidad que la Nación debe prepararse a finde no perecer. La energía atómica afectará a la vidapacífica de cualquier individuo sobre la tierra; influirá,al mismo tiempo, en la técnica y en los medios de des-trucción. No solamente es la energía atómica, entre losdescubrimientos científicos, quien torna el futuro tanaterrador; el desarrollo de los aviones, cohetes e inventoselectrónicos también ha sido igualmente pasmoso.

General de Ejército GEORGE C. MARSHALL.

1. —De arden cronológico.

La fase preliminar de la segunda Gran Guerra comenzóen enero de 1934, con la inauguración del III Reich y terminóen agosto de 1939 con la firma del Pacto Germano-Ruso.

La primera fase de la guerra, enteramente favorable alos componentes del Eje, comenzó con la invasión de Polonia,en septiembre de 1939 y terminó en el invierno de 1942.

En la segunda fase, iniciada a fines de 1942, las fuerzasaliadas emprendieron una amplia y profunda contraofensivaque sólo terminó en mayo de 1945, con la rendición militarde Alemania.

La fase final comenzó el 15 de mayo de 1945, con la rati-ficación de la Rendición y terminó en agosto con la capitula-ción del Japón y la firma del acuerdo de Postdam sobre lapolítica de los vencedores en relación con los vencidos.

2. —De orden geográfico.

La guerra, iniciada en Europa Central, se extendió rápi-damente al Continente y después al mundo. La extensión delos Teatros de Operaciones, otrora circunscritos a determi-nadas áreas, fue la consecuencia.

3. —De orden político.

Para hacer la guerra a los países totalitarios, aliadospor el Pacto Tripartito, veintiséis naciones democráticas hi-cieron una alianza política, económica y militar (O. N. U. )

4. —De orden económico.

La producción y los transportes durante la guerra, evi-denciaron que el poder militar de una nación o de un grupode naciones es función del poder económico, esto es, de losrecursos naturales, de las posibilidades de fabricación y delas fuentes de energía (petróleo y electricidad).

5. —De orden científico.

La bomba atómica, terrible invento basado en la libera-ción explosiva y radiactiva de la energía intranuclear del átomo;el radar, precioso instrumento de radiolocalización y la peni-cilina, maravilloso descubrimiento de la ciencia médica, fue-ron las tres más importantes contribuciones de la ciencia du-rante la Segunda Guerra Mundial.

6. —De orden social.

El esfuerzo de guerra, tanto para soportar los sacrificiosde lucha como para alcanzar la victoria, exigió la cooperacióngeneral.

La guerra total exigió la participación directa e indirectade todos los hombres y mujeres aptos, tanto en el trabajomilitar propiamente dicho, como en el sacrificio económico.

La guerra psicológica, para debilitar el ánimo del adver-sario, a través de la propaganda y del sabotaje (5ª Columna)fue un complemento importante de la guerra moderna.

7. —De orden militar.

Los principios de la guerra permanecieron inmutables.Los procedimientos, entretanto, sufrieron profunda influenciapor la evolución de los medios empleados para hacer la guerra.Como el armamento y el material utilizado en la SegundaGran Guerra ya está en parte considerado obsoleto, los pro-cesos de combate en el futuro, serán otros.

La guerra motomecanizada, aliada a los modernos pro-cedimientos de transmisiones, redujo el tiempo y aumentó elespacio necesario para el empleo de los medios de combate.En vista de esto, los efectivos empleados (hombres y mate-rial) fueron extraordinariamente elevados y los Teatros deOperaciones se tornaron demasiado extensos.

Las fuerzas aéreas tuvieron papel predominante, tantoen las acciones estratégicas (ataques a los centros de produc-


ción y transportes, ciudades y bases de operaciones militaresdel enemigo) como en las acciones tácticas (cobertura y apo-yo a las fuerzas terrestres y navales) y en las acciones logís-ticas (abastecimientos y evacuación).

El dominio del aire se volvió una condición imprescindiblepara el éxito de las acciones de superficie.

El petróleo fue la fuerza propulsora de los ejércitos. Poreso la guerra terrestre adquirió mayor rapidez. La "Blitz-krieg", a principios de la guerra, sorprendió y atemorizó almundo.

Los portaaviones proporcionaron muchasvictorias a las escuadras aliadas principalmente en el Pacífico;además el submarino se reafirmó como el más terrible barcode guerra.

El extraordinario consumo de material, exigió de los ór-ganos de abastecimiento una ardua tarea para prestar a lasacciones tácticas y estratégicas el apoyo logístico necesariopara el cumplimiento de las misiones en vista.

Del mismo modo, se tornó necesaria la unificación de lasFuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) para con-jugar las operaciones aéreas, terrestres y navales en cadateatro.

8. —De orden espiritual.

Las Naciones Unidas lucharon por defender la libertad,el derecho y la justicia, contra la amenaza de dominio de lospaíses totalitarios; alcanzaron la victoria militar —objetivomaterial de la guerra— mas, la paz universal —objetivo espi-ritual de la gran cruzada democrática—, por desgracia aunno fue conseguida definitivamente, por causa de los conflictose intereses entre los vencedores.

Y como perdurarán los diferendos entre los grandes gru-pos opuestos, otra catástrofe de proporciones mucho mayorespodrá hacer caer al mundo en un profundo abismo.


PROBLEMAS DE POST GUERRA

"Amaos los unos a los otros y todos vuestrosmales cesarán''.

"Libertad vuestros espíritus de las ambi-ciones injustas y Dios os bendecirá".

JESUCRISTO

La guerra en Europa duró 2. 074 días: de septiembre de1939 a 8 de mayo de 1945.

La guerra en el Pacífico fue iniciada el 7 de diciembrede 1941 y terminó el 15 de agosto de 1945.

La primera fase de la lucha, tanto en Europa como en elAsia, fue enteramente favorable al Eje.

La batalla de El Alamein, ganada por las fuerzas britá-nicas que defendían el Egipto y el Medio Oriente, fue el marcoinicial de la segunda fase de la guerra contra Alemania eItalia.

La batalla del Mar del Coral y la batalla de las IslasMidway, llevadas a cabo el 8 de mayo de 1942 y el 6 de juniode 1942, limitaron el avance nipón en el Pacífico y defendieronvías y bases de abastecimientos necesarias a la contraofensivade las fuerzas norteamericanas.

El precio de la victoria fue altamente elevado. Millonesde vidas fueron sacrificadas, mucho dinero fue gastado ymuchos países fueron completamente devastados.

Los principales factores de la victoria militar fueron:—La cooperación de las Naciones Unidas (esfuerzo de

guerra).—La gran capacidad de producción de los EE. UU.—La eficiencia de los abastecimientos y los transportes.—El vertiginoso progreso de la aviación.—La contribución de la ciencia y de la técnica.—La calidad de los combatientes.La rendición del enemigo puso término a la lucha militar

y en consecuencia, marcó la iniciación de una serie de proble-mas importantes para los vencedores.

Dentro de estos problemas, podemos enumerar los siguien-tes:

—Administración del territorio enemigo.—Juicio de los responsables de la guerra.—Socorro a los mutilados por la guerra.—Reconstrucción política y económica de los países de-

vastados por la guerra.—Solución de las cuestiones territoriales.El estudio de tales problemas exigía un perfecto entendi-

miento por parte de las cuatro naciones que más contribuyerona la victoria: EE. UU., la U. R. S. S., Gran Bretaña y Francia.



Desgraciadamente, tal entendimiento no ha sido encon-trado hasta hoy y muchos problemas están aún por ser re-sueltos.

En lugar de la necesaria comprensión entre los cuatrograndes, surgieron divergencias, que, además de dificultar losproblemas de la paz, concurren a la preparación de una nuevaguerra.

Tales divergencias tienen como fundamento los conflictosde ideas, principios e intereses entre los EE. UU. y la U. R. S. S.:

—El conflicto político.—El conflicto económico.—El conflicto social.—El conflicto espiritual.A pesar de esto, parecen no existir condiciones favorables

a una nueva guerra, mientras el mundo no se rehaga de losperjuicios causados por el último conflicto, y también, por-que es indiscutible que la victoria de una nueva conflagraciónmundial no tendrá precio, esto es, no habrá compensacionesal vencedor.

Valiéndose de esta situación, Rusia viene ejecutando suplan de expansión geográfica e ideológica (guerra fría):

—La conquista de los Estados satélites en el Báltico, enlos Balcanes, en Europa Central, en el Medio Oriente y enAsia.

—Establecimiento de Gobiernos comunistas en AlemaniaOriental, Francia e Italia.

—Provocación de disturbios en los Balcanes, China y Me-dio Oriente.

—Preparación de una crisis económica y financiera, diri-gida especialmente contra los EE. UU.

Por su lado, los EE. UU. han venido efectuando alian-zas políticas, acuerdos económicos y planes militares, con elpropósito de asegurarse la superioridad de medios para el casode un conflicto armado.

A despecho de la reacción natural por parte de las Nacio-nes Occidentales, la expansión soviética progresa continuamen-te y el Cominform ya domina 17 Naciones de la Eurasia.

Mientras tanto, el potencial bélico de los EE. UU. ha sidotan aumentado que se hace difícil evaluar el poder de la má-quina de guerra de que dispone para enfrentar al enemigo,tanto en tierra como en el mar y aire.

El elevado costo de los conflictos armados y los sufri-mientos causados por los mismos, tendrán grandes e importanteinfluencia en favor de la paz.

Todavía ésta no será alcanzada mientras la humanidadno se convenza de que el egoísmo y la ambición han causadograndes sacrificios a varias generaciones, sembrando el odioy la desarmonía, en lugar de la fraternidad y la felicidad.


CALENDARIO GENERAL DE LA SEGUNDAGUERRA MUNDIAL

ACONTECIMIENTOS PRELIMINARES

1934

1938

1939

Enero

MarzoSeptiembre

Marzo

Agosto

—Inauguración del I I I Reieh bajo elGobierno Nacional - Socialista delCanciller A. Hitler.

—Anexión de Austria por el I I I Reich.—Conferencia de Munich (acuerdo so-

bre entrega de los Sudetes).—Firma del Pacto de Aco (acuerdo

político y militar entre Alemania eItalia).

—Propuesta germánica a Polonia so-bre la reintegración de Danzig ydel corredor polaco al III Reich.

—Firma del Pacto Germano - Ruso(acuerdo político para evitar laguerra en dos frentes).

PRIMERA FASE DE LA GUERRA

1939

1940

Septiembre

Noviembre

Marzo

Abril

Mayo

Junio

2730

12

9

10

11

10

17

—Invasión de Polonia y anexión deDanzig al Reicli. Declaración deguerra a Gran Bretaña y Franciapor Alemania.

—Fuerzas soviéticas atacan a Polo-nia por la frontera Oriental.

—Rendición de Polonia.—Invasión de Finlandia por fuerzas

de la URSS.—Firma del Armisticio entre Rusia y

Finlandia.—Ocupación de Dinamarca e invasión

de Noruega.—Invasión de los Países Bajos y de

Francia.—Nombramiento de Winston Chureliill

como ler. Ministro de Inglaterra.—Italia declara la guerra a las Na-

ciones Aliadas.

LA SEGUNDA GRAN GUERRA

Agosto-Spbre.

Septiembre

1941

OctubreDiciembreEnero

MarzoAbril

JunioAgosto

2815C

16

22

Diciembre

1942 Enero

Febrero

Marzo

Mayo

2 2

27

—Firma del Armisticio concedido aFrancia.

—Batalla aérea en los cielos de lasIslas Británicas entre la EAF. y laLuftwaffe.

—Firma del Pacto Tripartito entreAlemania, Italia y Japón..

—Tropas italianas invaden Grecia.—Fuerzas británicas invaden Libia.—El Presidente Roosevelt pide al Con-

greso la aprobación de la ley dePréstamos y Arrendamientos.

—Bulgaria declara su adhesión al Eje.—Conquista de los Balcanes (invasión

de Yugoslavia y Grecia). '—Invasión de Rusia.—Firma de la Carta del Atlántico por

Roosevelt y Churchill (Declaraciónde principios y objetivos de la gue-rra).

—El avance de las tropas alemanas, enRusia, es atajado en la vecindad deLeningrado, Moscú, Tula y Stalino.

—Hitler suspende las operaciones enRusia durante el invierno y el Japónataca Pearl Harbour y otras basesamericanas en el Pacífico, viéndoseasí EE. UU. envuelto en guerra.

—Conferencia de Río de Janeiro. Rup-tura de relaciones de los países sud-americanos con los países signata-rios del Pacto Tripartito.

—Organización de las Naciones Uni-das. Cooperación política, económicay militar de las naciones contra elEje.

—Los japoneses conquistan Manila,capital de las Filipinas.

—Los japoneses conquistan Singapur,el día 18 y Java el día 28.

—Los japoneses atacan la entrada deBirmania, ocupan Sumatra y con-quistan Lae, Salamaua, en NuevaGuinea.

—Gran Bretaña y la Unión Soviéticafirman un Pacto de auxilio mutuopor 20 años.

79


1942 Mayo

Junio

Noviembre

1943 Enero

Febrero

Mayo

1S

11

12

—El Mariscal Rommel lanza en Afri-ca una fuerte ofensiva en direcciónal Cairo, obligando al 6° EjércitoBritánico a retirarse hacia la ve-cindad de El Alamein.

—Fuerzas navales norteamericanasvencen en la Batalla del Mar delCoral.

—La 5ª Escuadra de los EE. UU. ven-ce en la Batalla de las Islas Mid-way.

—Churchill realiza en la Casa Blancauna conferencia secreta con el Pre-sidente Koosevelt, sobre las futurasacciones de las fuerzas aliadas, enel Continente Europeo.

—Fuerzas del 8º Ejército Británicobajo el mando del Mariscal Mont-gomery vencen al Afrika Korps enla Batalla de El Alamein y a travésde una brecha fatal se lanzan en te-naz persecución de las fuerzas delMariscal Eommel.

—Grandes convoyes sorprenden a losalemanes y al mundo, desembarcan-do tropas británicas y norteameri-canas en la costa del Africa Sep-tentrional.

—Fuerzas soviéticas contrataban a losEjércitos invasores en todo el frentey consiguen derrotar a las tropasenemigas que amenazaban a Stalin-grado y Moscú, haciendo gran nú-mero de prisioneros y capturandomucho material.

—Roosevelt y Churehill se encuentranen Casablanea para reajustar el Plande acción de los Aliados en el año1943 y declaran que la rendición in-condicional sería el único medio deconseguir la paz del enemigo.

—El Ejército Rojo recaptura Karkov.—Fuerzas norteamericanas recuperan

Guadalcanal.—Final de la Campaña de Tunisia y

también de la Campaña del Africa.


Julio

Agosto

Septiembre

Octubre

Noviembre

Diciembre

1944 Enero

Junio

Agosto

Septiembre

10

;;3 9

o

6;

20

22

5

6

15

15

1725

— F u e r z a s del 15º Grupo Expediciona-r io in ic ian la invas ión de Sicilia.

—Confe renc i a de Quebec en t r e Roose-velt, Churchil l y r ep re sen t an t e s deRusia y de China, a f in de rea jus ta rlos p lanes p a r a la g r an invasión,prevista para junio de 1944.

—Rendición de Italia.—Fuerzas del 5º Ejército Americano

y del 8" Ejército Británico des-embarcaron en Bahía de Salerno yen el Golfo de Taranto, respectiva-mente.

—Fuerzas norteamericanas reconquis-tan Lae en Nueva Guinea.

— Fuerzas del 5º Ejército norteame-ricano capturan la ciudad de Nápo-les.

—Liberación de Kiew por las fuerzasdel General Vatutin.

—Conferencia de Teherán entre Roose-velt. Churhcill y Stalink

—Designación del General Eisenhowery otros Jefes para las fuerzas des-tinadas a la invasión de Europa enel frente Occidental.

—Las Fuerzas soviéticas rompen elcerco de Leningrado.

—Desembarco de tropas norteamerica-nas en Anzio.

—Liberación de Roma por el 5º Ejér-cito norteamericano.

—Fuerzas Aliadas desembarcan en Nor-mandía, iniciando así la gran inva-sión del Noreste de Europa (Ope-ración Overlord).

—Lanzamiento de la 1ra. bomba vola-dora (V. 1) sobre Londres.

—Reconquista de Saipán (Islas Ma-rianas) y Guam (Islas Carolinas).

—Desembarco de fuerzas aliadas en elSur de Francia (Operación Dragón).

—Final de la Operación Neptunu (Ba-talla de Normandía).

—Liberación de París.—Amberes, Bruselas, Lieja, Sedán,

Verdún, Epinal y Belfort, son con-quistadas, respectivamente por ler.


1945

OctubreDiciembre

Enero

Febrero

Marzo

Abril

Mayo

1717

2016

13

19

111

13

17

21

25

Ejército canadiense, 2' Ejército bri-tánico, 9º Ejército norteamericano3er. Ejército norteamericano, y 7ºEjército norteamericano y ler. Ejér-cito francés.

—Tentativa de pasada en Arhnem.—Reconquista de las Islas Palau y Mo-

rotai.—Desembarco en Leyte (Filipinas).—Contraofensiva germana en las Ar-

denus.—Conferencia de Yalta (Crimea) en-

tre Roosevelt, Churclhill y Stalin, so-bre el desarrollo de la Guerra.

—Los Ejércitos de Rusia Blanca lan-zan una poderosa ofensiva en la lí-nea del Vístula hasta el Oder.

—Fuerzas norteamericanas, bajo elmando del General Mac-Arthur, re-cuperan Manila (Filipinas).

—Fuerzas soviéticas, pertenecientes al2º Ejército ucraniano entran en Bu-dapest.

—Fuerzas de la 5ª Escuadra norte-americana desembarcan en Iwoyima.

—Los Ejércitos aliados del frente Oc-cidental atraviesan el Rhiu en di-versos puntos.

—Conquista de Okinawa.—Fuerzas del 9º Ejército norteameri-

cano alcanzan el Elba en Magdebur-go.

—Fuerzas soviéticas del General Tol-bukhin entran en Viena.

—Los Ejércitos de Rusia Blanca lan-zan la ofensiva final contra Berlín.

—Fuerzas soviéticas entran en Berlín.—Primer encuentro entre soldados nor-

teamericanos y rusos, en Torgau, enlas márgenes del Elba.

—Las emisoras nacis anuncian la muer-te de Hitler. El Almirante Doenitzasume el Gobierno.

—Stalin anuncia que las fuerzas so-viéticas concluirán la conquista deBerlín.


—Los aliados anuncian la rendición in-condicional do las tropas naeistasque luchaban en Italia y en AustriaOccidental.

—Fuerzas del 5º Ejército, se unen confuerzas del 7º Ejército en el PasoBrenner.

—Firma de la rendición militar, enReims.

—Ratificación de la rendición en Ber-lín.

FINAL DE LA GUERRA

—Firma del acuerdo de Potsdam sobrela política de postguerra en relacióna Alemania y sus aliados.

—Lanzamiento sobre Hiroshima de la1ª bomba atómica.

—Lanzamiento sobre Nagasaki de la2ª bomba atómica.

—Firma de la rendición final del Ja-pón.

3

7

15

Julio

1945 Agosto 6

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15

ECOS DEL PRIMER CONGRESONACIONAL DE NUTRICION,

BROMATOLOGIA Y TOXICOLOGIA

VENTAJAS DE UNA ORGANIZACION ESTANDARIZADAEN LOS SERVICIOS DE ALIMENTACION COLECTIVA

Relator: Cap. San. ARTURO LARRAIN G.Asesor de Higiene y Nutrición de la Dir. de

Sanidad Militar. Director Centro Exp.Dietético del Ejército

Moderador: Dr. RENE MIRANDAProfesor extraordinario de la cátedrade alimentación de la Universidad de

Chile

LA PRIMERA pregunta que se nos puede formular es:¿Qué entendemos por Servicio de AlimentaciónColectiva?

Evidentemente, una familia no constituye una colectividadimportante desde el punto de vista de su técnica de alimenta-ción. Para que justifique el nombre de servicio, debe compren-der un grupo más o menos numeroso de personas; segundo,debe ofrecer un carácter de cierta permanencia. En circuns-tancias ocasionales, puede ser, no obstante, util el empleo delsistema colectivo. Así, las Colonias Escolares y las de vacacio-nes, los campamentos de escursionistas o de Boy-scouts lasgrandes concentraciones deportivas, pueden beneficiarse conel sistema colectivo de alimentación.

La definición de "Servicio de Alimentación Colectiva"debe ser por tanto arbitraria, y está condicionada más bien alsistema que debe emplearse, que debe ser necesariamente di-verso del simple "nivel familiar". Creemos que un grupo in-ferior a 40 personas, puede ser cubierto perfectamente poruna cocina de tipo doméstico, sin la exigencia de equiposcostosos o de gran utilería de menaje, con excepción tal vez delas marmitas a presión. Tal podría ser el caso de nuestras "Re-

sidenciales", pensiones familiares, clubes sociales y muchoshogares universitarios. Estimamos, en cambio, que un gruposuperior a 40 o 50 personas exige ya el empleo de equipos es-peciales de cocinado, si se desea un servicio eficiente, y siem-pre que el suministro de porciones se ejecute en forma regulary permanente.

Aceptando la definición señalada, cabe sentar una segundapregunta: ¿ Qué alcances tienen en nuestro país estos Servicioscolectivos?

Los datos con que contamos actualmente son por lo generalincompletos e imprecisos. En el cuadro estimativo que pro-yectamos podemos avaluarlos como sigue:

Personas

1. —Fuerzas Armadas (Escuelas y Unidades). . . 30. 0002. —Carabineros (Escuela, Hogares infantiles, Ca-

sinos de Comisarías) 1. 4003. —Servicio Nacional de Prisiones 11. 0004. —Educación Primaria Fiscal y Junta de Auxi-

lio Escolar (con exclusión del DesayunoEscolar) 15. 000

5. —Educación Primaria Particular, en partesubvencionada por Caritas-Chile 30. 000

6. —Educación Secundaria Fiscal 7. 6007. —Educación Secundaria Particular 20. 0008. —Educación Vocacional y Profesional: In-

dustrial, Técnica, Agrícola, etc 4. 000 ?9. —Facultades Universitarias, Universidades Téc-

nicas y Escuelas anexas 4. 000 ?10. —Personal hospitalario y Postas 8. 00011. —Escuelas e Instituciones Asistenciales del

Servicio Nacional de Salud 15. 00012. —Instituciones privadas de Caridad 15. 00013. —Casinos comerciales, Ministeriales y de Ser-

vicios Públicos 6. 000 ?14. —Casinos Bancarios 5. 00015. —Casinos Mineros e Industriales 30. 000 ?

T O T A L 202. 000

No consideramos en nuestros cálculos estimativos, los ran-chos de haciendas, fundos o predios agrícolas, por cuanto esca-pa a toda estadística razonable.

En resumen, podemos estimar que una población superiora 200. 000 personas se beneficia hoy de uno u otro tipo de ali-mentación colectiva.

ECOS DEL PRIMER CONGRESO... 85

Ahora bien, suponiendo que un importante sector de lapoblación escolar y adulta del país está afecta a este sistemade alimentación, es evidente que una "racionalización" de estosservicios, organizados con criterio técnico y científico, debeaportarnos beneficios comunes, tanto en el campo sanitariocomo en el aspecto social, educativo, económico y del bienes-tar común.

Todos sabemos, y se expuso en la sesión plenaria de ayer(Primera Sesión del Congreso de Nutrición, Bromatología yToxicología) que el crecimiento demográfico del mundo se haexpandido en las últimas décadas a un ritmo tal, que no puedeser cubierto por el ritmo de crecimiento paralelo de la produc-ción de alimentos, pese a los considerables avances de la técni-ca agrícola. Esto crea una rápida disminución en la disponibi-lidad de alimentos "per capita" y agudiza los problemas delHambre y la Desnutrición de fuertes masas humanas...

Este hecho, fundamental, crea una enorme responsabilidada los técnicos en alimentos, llámense ellos agrónomos, zootéc-nicos, especialistas en biología marina, tecnólogos, nutricionis-tas, dietistas, ecónomos o simplemente, cocineros. Los proble-mas de la producción agropecuaria y de la distribución de ali-mentos no son materia de esta sesión de trabajo. Debemos síreferirnos al consumo colectivo de alimentos, y estamos aquíjustamente para encarar este problema.

El objetivo esencial de esta "Mesa redonda", es abocarnosal estudio de las principales condiciones en que se desarrollahoy la alimentación de determinados grupos sociales, sin pre-tender agotar el tema, ya que un análisis exhaustivo demandaríamuchas sesiones de trabajo, y aquí debemos contentarnos conlo esencial.

Un estudio somero del panorama en que se desenvuelvenhoy estos servicios en el país, nos revela en primer términosu gran heterogeneidad: Heterogeneidad en sus finalidades, enla edad y actividad física de los beneficiados, en los medios deejecución, en las disponibilidades económicas, en la organiza-ción interna, etc. No obstante, podemos distinguir dos tiposelementales: El que se acoje al sistema de "Rancho" o de "Fon-do común" y el que sigue el sistema de "Casino".

En el primer caso, se le suministra una ración única,por parejo. En el segundo, se le suministra una comida másrefinada, aunque siempre económica, a veces a elegir entredos o tres platos diferentes. Este sistema exige generalmenteel empleo de concesionario y es habitualmente pagado —totalo parcialmente— por los interesados. Al primer tipo pertene-cen los ranchos de las Fuerzas Armadas, los dependientes delServicio Nacional de Prisiones, Hospicios, Casas de menoresCentros de Rehabilitación y Asistenciales del S. N. S., Liceosfiscales y Colegios particulares, Centros de Caridad, etc.


Nuestra experiencia nos indica que se debe tender al es-tablecimiento del primer tipo de alimentación, que es el quemejor se presta a un manejo administrativo, resultando conello más económica, y de una fiscalización más simple.

Pero existe otra razón más importante: Es muy difícilestablecer una "ración-tipo" o "ración-modelo", con una mi-nuta diversificada y variable, y ya veremos la ventaja quesignifica el poder contar con raciones uniformes y estandari-zadas.

Toda planificación alimentaria debe partir de un esque-ma de ración diaria por persona, de acuerdo con la edad pro-media, condición física y actividad de los consumidores, enforma de contarse con un aporte calórico suficiente, de acuerdoa las recomendaciones nacionales e internacionales y con unaporte equilibrado en los nutrimientos esenciales; lo que se lla-ma "una dieta balanceada". Estos datos nutricionales deberántraducirse en alimentos, por lo cual deberán analizarse previa-mente la participación relativa de los cuatro grupos clásicos dealimentos.

¿Hacemos siempre esta elección en forma acertada? Yodudo mucho que así sea. Primero, por no elegirse los artículosmás apropiados según la estación; segundo, por utilizarse aveces alimentos innecesarios o "de lujo"; tercero, por carecer-se de conocimientos sobre los substitutos.

Diversos servicios son actualmente controlados por perso-nal dietista; pero la gran mayoría carece de una dirección pre-parada —técnica y profesionalmente hablando— y cuentan conraciones muy anticuadas.

Otros servicios tienen muy buenas intenciones; pero ca-recen de fondos para cumplir sus programas. En resumen,existe una anarquía completa.

Si pudiésemos contar con unas pocas raciones-guías estan-darizadas, tendríamos las siguientes ventajas:

a) Posibilidad de contar con dietas equilibradas y eco-nómicas, científicamente planificadas según la edad, estado yactividad física del grupo.

b) Posibilidad de una fiscalización "efectiva" en los Eco-nomatos.

c) Posibilidad de diversificar los rubros, con lo cual sepuede conceder mayor variación a las minutas y crear "podercomprador" para numerosos productos nacionales, o sus subs-titutos.

d) Posibilidad de aprovechar mejor los progresos de lamoderna tecnología alimentaria.

En la nueva ración básica propuesta para los Servicios delEjército, se aumentaron así de 23 a más de 50 los rubros ali-menticios.

^ECOS DEL PRIMER CONGRESO... 87

Veamos ahora cual es el panorama de nuestras cocinas co-lectivas en lo que se refiere a "Técnica culinaria".

Muchos servicios podrán contar con excelentes cocineroso cocineras; pero su labor está restringida por diversos facto-res, como ser: Carencia de elementos suficientes o apropiados(Equipos, artefactos, herramientas de menaje); por falta de"stock" de alimentos o escaso surtido de ingredientes. Porotra parte, aunque se cuente con buenos "maestros de cocina",un servicio puede estar mal organizado y ser ineficiente. Talsucede, si los encargados de su manejo no poseen una capacidadtécnica para planificar previamente el trabajo en el rancho, sino existe cooperación del resto del personal auxiliar, si se ca-rece de sentido de "economía doméstica" y si no se toman lasmedidas convenientes para ahorrar combustible.

En un campo más limitado, vemos como suelen adulterar-se las recetas culinarias; no por falta de instrucción, sino porerrores de "orden operacional". Yo creo que nadie todavía haemprendido la tarea de analizar experimentalmente la impor-tancia de este factor, especialmente durante la ejecución de lasoperaciones fundamentales de cocinado, y éste sería tal vez untema interesante de abordar por la Escuela de Dietistas.

Tal vez el dato más interesante que hemos encontrado enla práctica del Centro Experimental Dietético del Ejército esla importancia de consignar el monto del agua, por lo menos enlos guisos de fondo, y que no figura casi en ninguna receta cu-linaria. La razón es obvia: Si ponemos escasa proporción delíquido, el guiso queda pastoso, difícil de digerir y caro. Si encambio diluimos en exceso, cosa frecuente en los malos cocine-ros que no han calculado bien el número de porciones, el guisoqueda desabrido, de menor valor calórico, aumentándose nota-blemente la tasa de desperdicios de rancho y de mesa.

Podemos, ciertamente, elegir innumerables guisos de la co-cina nacional o internacional, para confeccionar nuestros me-nús; pero no todos los guisos son practicables para la alimen-tación de masas. Agunos porque exigen ingredientes o condi-mentos caros; otros porque son de ejecución engorrosa o exi-gen mucho tiempo y vigilancia, o mucho personal para la eje-cución de las operaciones preliminares de corte, limpieza, ade-rezo y auxiliares. En nuestra práctica, tuvimos así que elimi-nar las clásicas "empanadas de horno", por exijir muchotiempo en las operaciones fundamentales de amasado y usle-reo, y en el cocido al horno. Desterramos asimismo las "empa-naditas fritas" debido al tiempo consumido en el fritado engrasa profunda, y la vigilancia constante de esa operación.

Las razones expuestas nos llevan a considerar la necesi-dad de establecer "Recetarios-guías de Alimentación Institucio-nal", que nos orienten en esta "selva gastronómica". Para lapráctica del Centro Dietético del Ejército, elegimos muy cui-


ECOS DEL PRIMER CONGRESO... 89dadosamente las mejores fórmulas de nuestra cocina nacional.Durante tres meses, dos grupos de abnegadas dietistas, facili-tadas gentilmente por el Dr. Kemeny, y en base a formulariosdietéticos, especiales, estudiaron las proporciones óptimas decada ingrediente y del agua a incorporar, en recetas calcula-das para 10 personas, con indicación de la técnica operacionalempleada y, del volumen promedio de las porciones. Se anali-zaron así más de 100 preparaciones diferentes, entre acompa-ñantes y ensaladas mixtas, guisos de fondo, caldos y cazuelas,sopas y cremas, entradas frías, postres, etc., cuyas fórmulas,una vez corregidas y clasificadas se compilaron en un folletomimeografiado, cuyo texto pongo desde luego a disposición deesta mesa. Creo que este recetario guía puede constituir unaporte valioso para muchas reparticiones que requieren alimen-tación normal, incluyendo algunos servicios hospitalarios queno requieren dietas especializadas.

Otro argumento importante para preconizar un Rece-tario fijo es el que permite una estricta fiscalización de losconsumos y permite una estadística precisa de costos y consu-mos mensuales, según veremos al término de esta exposición.

Hago aquí una aclaración: El contar con recetas estandari-zadas no significa atentar contra el "arte culinario" y coartarlas iniciativas del maestro de cocina, pues tales fórmulas sonsiempre susceptibles de perfeccionamiento, y pueden estable-cerse variantes "ad infinitum". Además, la planificación de lasminutas puede ser modificada constantemente, y es de desearque así sea, a fin de evitar la monotonía y el evidente error desuministrar rutinariamente una minuta fija para un determi-nado día de la semana.

En este aspecto, preconizamos la confección de minuta"quincenales" para cada estación del año, pues no podemoscontar con las exquisiteces del Servicio de Intendencia del Ejér-cito Americano, en cuyo "master menú" se dispone la confec-ción de un guiso diferente para cada día del año.

En el punto segundo de nuestro temario, debemos haceralgunos alcances: El problema del Abastecimiento, tanto deabarrotes como de alimentos perecibles, es muy amplio y com-plejo, y puede ser motivo de una sesión especial. Sólo indicare-mos aquí la conveniencia de contar con "Centrales regionalesde Abastecimiento", y la posibilidad de contratar en conjuntobarcos o fletes ferroviarios, para productos zonales, como po-dría ser el caso de las papas de los canales y las cholgas dese-cadas y ahumadas del sur del país; de los charquis y frutassecas para la zona norte, etc.

Dentro del plan de adquisiciones administrativas, especial-

mente en el abastecimiento de alimentos de fácil descomposi-ción, como ser: Carnes, pescado, mariscos, huevos, frutas fres-cas y hortalizas, cabe reforzar los programas educativos sobreHigiene alimentaria, en nuestro personal de ecónomos. Cabetambién un excelente papel al actual Comité de defensa del con-sumidor, y a los medios habituales de difusión (prensa, radio,TV, films educativos, charlas, etc. )

Durante la Investigación Nutricional Chileno - Norteame-ricana de 1960, en que participé como nutricionista, pude dar-me cuenta del precario conocimiento bromatológico de nuestrosEcónomos. Es así muy fácil que los proveedores suministrencosechas viejas, o mezcladas de legumbres secas y granos,mantecas rancias, charquis con alto porcentaje de apolillamien-to, fruta averiada e incluso alimentos adulterados. Tuve así, porejemplo, la ocasión de comprobar que las mezclas condimentaríasconstituyen un pésimo negocio, pues están constituidas casiexclusivamente de orégano picado y palitos inocuos.

En Calama tuve la oportunidad de confirmar un hechoque ya sospechábamos: Los fréjoles, base de la alimentaciónmilitar, no experimentaban la menor hinchazón durante el re-mojado de la noche, en razón de la alta dureza de las aguas.¿Resulta entonces razonable utilizar allí legumbres secas, máxi-me cuando la altura de la localidad apenas permite una ebulli-ción de 93° C, con lo cual, después de 5 horas, quedan apenas"sancochados"? ¿No sería más lógico substituirlas, lisa y lla-namente por harina de legumbres pre-cocinadas y el uso defermentos ablandadores ?

¿Saben por último nuestros Ecónomos que para este tipode alimentación suele resultar más ventajoso el uso del pesca-do fileteado al fresco, el uso de choclo picado congelado (enenvases plásticos) al envasado en tarro, el de glutamato só-dico al empleo de los huesos de cazuela, el de la leche en polvoa la condensada, el del café desecado, al café tostado, el del panduro rallado al pan fresco, para la confección de budines ycroquetas, el del azúcar rubia al azúcar refinada para laconfección de postres, etc. ? Toda la Tecnología alimenticia de-bería ser aplicada, primeramente, al sistema de alimentaciónde masas.

Incluso la carne de ave, que cada día se hace comparativa-mente más barata, puede entrar a competir con la carne de pri-mera de vacuno. ¿Hacemos acaso mayor consumo de la carnecongelada de cordero de Magallanes, del conejo, de las visceras,de la sangre cosida, de las algas comestibles o de las callampassecas, como fuente secundarias de proteínas?

En cambio, hemos observado en ciertos casinos, el abusoque se hace de las conservas de tarro. Esto será muy cómodo;pero es absolutamente antieconómico. A la inversa, hacemos



aún poco uso de los alimentos desecados o deshidratados, quepueden prestar servicios muy útiles en zonas apartadas o in-hospitalarias.

Veamos ahora lo que sucede en las bodegas de víveres. Porlo habitual, existe un atochamiento de artículos heterogéneos.No existe un plan racional de acondicionamiento de los abarro-tes y de los productos de guarda de la chacarería. Debería uni-ficarse el sistema de las bandejas movibles, de rejilla de alam-bre, para permitir una buena circulación del aire especialmen-te para las papas, cebollas y zanahorias. Los sacos no debenmantenerse apilados y los envases deben ser herméticos, a prue-ba de ratas, insectos y suciedad ambiente. Aquellos productoscomo las legumbres secas deben disponerse en sacos numera-dos, con su respectiva tarjeta de control, en forma de consignarsu fecha de recepción. Ello permite utilizar el producto másantiguo, y evita mucho el envejecimiento de los granos.

Por razones sanitarias, es indispensable contar con repos-terías herméticas, para disponer de aquellos artículos de me-diana conservación, como ser: Quesos, huevos, mermeladas,aceite, manteca, galletas, pieles, aceitunas, naranjas, manza-nas, etcétera.

Finalmente, es obvio que la conservación de aquellos ali-mentos de fácil descomposición sólo pueden verificarse en for-ma satisfactoria, si se cuenta con refrigeradores automáticoso con cámaras frigoríficas (Carne, pescado, marisco fresco, fru-ta fresca, hortalizas, etc. ).

Todo Economato debe estar al tanto de los métodos case-ros de preservación de alimentos frescos y la utilización deproductos sobremaduros, que pueden aprovecharse en la con-fección de salsas, mermeladas y confituras.

Modernamente, en la construcción de los pabellones deranchos y casinos, se concede gran interés a la planificaciónfuncional de la planta de edificación. Entre otros locales, de-ben contar con salas de manipulaciones y reposterías indepen-dientes de la sala de cocinado, guardarropías y servicios higié-nicos para el personal, almacenes de abarrotes y conservas, pa-tio de lavado de los tarros colectores, incineradores de basuras,etcétera.

Resulta, asimismo, conveniente el señalar cuál podría serla utilería mínima por número de comensales, necesaria parael funcionamiento normal de un servicio. La insuficiencia de

estos implementos sólo puede acarrear pérdida de tiempo y en-torpecimiento en la marcha de las cocinas.

De considerable importancia estimamos la dotación deequipos adecuados: Si el servicio es importante, podrá ser ne-cesario contar con dos o más marmitas alimentadas a vapor,proveniente de una caldera central, o por marmitas de calefac-ción a petróleo Diesel. Siempre debe contarse con una cocinaauxiliar. Un equipo semi industrial a gas licuado es el más re-comendable, por cuanto es posible la calefacción independientede los hornos y platos, con gran economía de combustible. Ade-más, son limpias, de encendido rápido y no despiden oloresextraños.

En ciertos casos, puede ser necesario contar con hornoseléctricos o freidoras automáticas.

En lo posible, los servicios de alimentación colectiva debencontar con una peladora de papas, según el método abrasivo,y una sierra y moledora de carne. Siempre debe contarse conuna ralladora de queso y pan duro y con una romana y balanza.Muy cómodo es el empleo de una máquina de acción múltiple,que permita ejecutar numerosas operaciones preliminares enbreve tiempo. Se me objetará que tales equipos son costosos;pero el gasto se hace una sola vez y se compensa con creces conla economía enorme de tiempo, de personal auxiliar y con ladisminución de los desperdicios por procesos de limpieza.

No considero estrictamente indispensables el empleo de lalavadora de vajilla y de la cafetera automática.

En el punto 4 del temario, sugerimos la conveniencia desentar normas de organización al personal de cocina. Eviden-temente, no sostengo que debamos tender a la alta especializa-ción de la cocina hotelaria; pero creo que una cierta distribu-ción racional de las tareas, facilita el trabajo de equipo. Ade-más, un buen Maestro o Ecónomo, debe saber planificar conanticipación el empleo de sus equipos, la hora del armado y ladistribución del tiempo, según las diversas faenas, con lo cuales posible economizar combustible. Por ejemplo, si se contasecon una cocina auxiliar a petróleo, cuyo encendido calefaccio-ne todos los elementos de la cocina, resultaría razonable apro-vechar en forma simultánea los hornos y los diversos platosdel equipo.

Pasamos ahora a referirnos a los desperdicios. Todos sa-bemos que podemos distinguir diferentes tipos, a saber:

a) Desperdicios debido a procesos de limpieza. Estas son



inevitables; pero su monto depende mucho de la calidad delproducto y de la pericia del auxiliar. Su porcentaje puede seraminorado con el empleo de los artefactos mecánicos.

b) Desperdidos de rancho (comida preparada y no servi-da).

Su monto depende esencialmente de un cálculo defectuosode las porciones.

c) Desperdicios de mesa. — Es aquí donde interviene unmayor número de factores, como ser:

1. —Fórmulas culinarias defectuosas y mala calidad de losingredientes.

2. —Técnica culinaria incorrecta, que le confiere escaso"valor sápido" a los guisados. Entre las causas principales, seseñalan la mala proporción del agua incorporada, el exceso desal, el mal uso de los condimentos sazonadores y aromatizantes,la cocción defectuosa del material, etcétera.

3. —Mala planificación de la minuta.4. —Temperatura de servicio inconveniente.5. —Ambiente psicológico inapropiado existente en los co-

medores, a que nos referiremos más adelante.Existen ciertos casos en que entran en juego otros facto-

res que influyen en la tasa desperdicios. Ejemplos ilustrativosfueron señalados en la reciente investigación Nutricional enlas Fuerzas Armadas. Veamos,

En el "Survey" verificado durante tres días a bordo delcrucero O'Higgins, se observó un porcentaje muy elevado dedesperdicios totales. Advierto aquí, que la comida era sabrosí-sima, de tipo hotelario. Una "paella" confeccionada por maes-tros bastante competentes de nuestra Armada, arrojó, no obs-tante, un alto porcentaje de residuos. La razón era muy simple:Existía una dieta sobrecargada e hipercalórica; la gente habíacomido ese día un exceso de guisos pesados y voluminosos, yel estómago no podía aceptar mayor ingestión de alimentos.Existía, evidentemente, un desconocimiento de lo que se entien-de por "límite máximo de aprovechamiento gástrico", en ra-zón de una momentánea insuficiencia de jugos digestivos.

A la inversa, la tasa de desperdicios en Calama resultó po-brísima. ¿Quería esto decir que la comida era exquisita? Lejosde eso, pudimos constatar que no era buena, con el agravantede que la comida de la tarde era recalentada y servida a unatemperatura cercana a la "crítica", para guisos calientes. Perocomo el contingente, después de una dura jornada de trabajoestaba con hambre, debía lógicamente aprovechar al máximoel material calórico que se le suministraba.

Veamos ahora cuáles fueron las experiencias más intere-santes obtenidas en este terreno por el Centro ExperimentalDietético del Ejército,

Es evidente que algunos guisos no son del gusto nacionalo no calzan con nuestros hábitos alimentarios, sin ser por elloexóticos. En la primera fase práctica del Centro se constató unporcentaje más o menos elevado de desperdicios de mesa en elcharquicán de charqui, ensalada de repollo con betarraga y ce-bolla, pescado seco con arroz graneado, sopa de fideos, talla-rines a la italiana, caldillo de pescada y charquicán de cocha-yuyo. El peor aceptado fue el "valdiviano de charqui". Peroen la segunda fase experimental, donde se había mejorado mu-cho el cálculo teórico de los ingredientes y la técnica culinaria,la tasa de desperdicios bajó muchísimo. Mala aceptación tuvoaquí el guiso de papas con mote y sobre todo la crema de poro-tos con crutones.

Es lógico pensar que el perfeccionamiento de las fórmulasculinarias, y la elevación del nivel técnico de los maestros decocina, puede modificar enormemente el monto de los sobrantesde mesa.

Creo que es preciso insistir en la importancia que revistepara la cocina colectiva, el uso acertado de los condimentos, ladecoración "policromada" de los guisos y la presentación finalde los platos.

Debemos, asimismo, recalcar la conveniencia de aprovecharlos desperdicios de rancho, en la comida de la tarde, presentán-dolos en una forma diferente a la primitiva. Esto es más ven-tajoso que juntarlo a los desperdicios de mesa y venderlos aconcesionarios, para la alimentación de animales domésticos.

En todo caso, los sobrantes de mesa deberían ser segrega-dos en tarros especiales, separando así los huesos (que puedenservir para su venta en fábricas de fosfatos, cola o gelatina)del resto del material alimenticio. A propósito del aprovecha-miento industrial de estos residuos, recordaré la anécdota deun técnico comisionado en Alemania para la instalación de hor-nos crematorios, quien preguntó por el destino que se daba allía las basuras. Se le respondió escuetamente: "Señor, ¡aquí nohay basuras!". Y en efecto, en la tierra del "ersatz" todo eraaprovechado, y hasta de los conchos del café se obtenía marga-rina. Sin llegar a este nivel técnico, pensamos que bien podríanaprovecharse mejor las grasas de los desgrasaderos, o por lomenos obtener beneficios de la fusión de la grasa de vaca.

El análisis del porcentaje de los desperdicios totales, cons-tituye uno de los puntos importantes en la apreciación de laaceptabilidad de un guisado. En nuestro estudio experimentalnos basamos asimismo en las encuestas colectivas y en la de-gustación por el personal dietista. En el cuadro que proyecta-mos se considera una pauta para establecer el puntaje y la notafinal de aceptabilidad de un guiso determinado.

Naturalmente, este "índice de aceptación" es sólo un fac-tor para calificar el valor relativo de un guiso, ya que debe tam-


bien estar condicionado al costo global del guiso y a su mayoro menor facilidad de ejecución.

Aparte de los desperdicios, existen otras causales de pér-didas de material alimenticio crudo, muchas de las cuales pue-den y deben ser evitadas. En el cuadro anexo se señalan lasmás importantes:

Principales causas de pérdidas de alimentos en crudo

a) Por desecación.b) Por derrames.c) Por deterioro.d) Por descomposición natural.e) Por contaminación accidental, microbiana o parasitaria.f) Por adulteración y mala calidad del producto.g) Por sobremaduración.h) Por "filtraciones".

El porcentaje de pérdidas por desecamiento espontáneo esde mucha significación, alcanzando al 1 ó 2% del material,según el tiempo de permanencia en bodega, la calidad del en-vase y el clima imperante. Las pérdidas fortuitas por derramesde líquidos (leche, aceite, vinagre) o de sólidos (harinas, azú-car granulada) son por lo general muy reducidas; pero en cam-bio el uso de envases inapropiados puede ofrecer mayor interés.

Las pérdidas debidas al deterioro de alimentos no han sidoavaluadas. Los fletes ferroviarios y camineros favorecen el ma-chucado de la fruta fresca y el marchitado de las verduras. Elpésimo trato que se le suele dar a muchos productos por losestibadores de barcos, determina mucha pérdida de materialcomestible. En este capítulo, una causa muy significativa depérdidas estriba en el mal acondicionamiento de los sacos pa-peros, que favorece la pudrición de la papa, y el uso de em-balajes defectuosos, notorio en el caso de los nuevos frescos yde la leche en polvo.

Otra causa de inutilización reside en la introducción desubstancias extrañas en los alimentos, como ser: Excrementosde roedores, arañas, cucarachas y otros insectos, suciedad, am-biente, etc. Ello debe evitarse con el empleo de envases hermé-ticos, aseo de los locales y uso de raticidas e insecticidas en lasbodegas de víveres.

De considerable importancia en el análisis de las pérdi-das ocasionadas por la descomposición natural de los alimentos.Entre los ejemplos más frecuentes, cabe señalar el caso de laleche fresca, que se corta con relativa facilidad al ser manteni-da a una temperatura inconveniente. Otros ejemplos demostra-tivos son el vinagrado de los vinos, enranciamiento de la man-



teca o margarina, apolillamiento de los charquis, bacalaos, fru-ta y marisco secos; enmohecimiento de los quesos, mermeladas;la descomposición de las carnes, pescado, marisco y huevos, elbrote de la papa y cebolla, etc. Algunos factores aceleran la des-composición: En el caso del pescado, por ejemplo, influye eltiempo que trascurre en su trasporte a los centros de consumo.En general, las pérdidas se originan por malos sistemas depreservación, de esterilización o de refrigeración, y al desaseoexistentes en las reposterías.

Las pérdidas ocasionadas por una eventual contaminaciónde los alimentos ofrecen especialmente interés sanitario, porser muy peligrosas para la salud. Exigen el decomiso inmediatodel material inutilizado, aunque en ciertos casos pueden ser apro-vechados industrialmente. El caso más importante es el de la le-che fresca, sin pasteurizar; el de las cecinas y fiambres de cer-do, jaleas y pasteles de crema, todos los cuales son excelentesmedios de cultivo de gérmenes o son vehículos en la transmi-sión de quistes de triquina. Un caso especialmente peligroso,felizmente poco frecuente, es el consumo de conservas averiadas,debida a la imperfección de los envases de hojalata o malos mé-todos de esterilización.

Para evitar estas pérdidas por descomposición y contami-nación, es natural que el control veterinario y bromatológico delos alimentos debe ser cada vez más riguroso; pero también de-bemos mejorar las condiciones sanitarias existentes en las re-posterías; extremar el aseo de los artefactos, útiles de menaje,vajilla y cubiertos de mesa, así como la vigilancia de las medi-das higiénicas en los manipuladores de alimentos.

Forzoso, también, es considerar aquellas pérdidas debidas ala adquisición de productos de mala calidad, y cuyo monto puedeser más o menos apreciable. Por lo general, ello está condicio-nado a una insuficiente preparación del Ecónomo o a un falsosentido de la economía. Entre muchos ejemplos, algunos corro-borados en nuestra experiencia, está el caso de la adquisiciónde granos muy partidos o atacados de bruco, gorgojos, etc., depan añejo, huevos pasados de fecha, carne o pescado semi-des-compuestos, papas brotadas, frutas verdes o agusanadas, ver-duras marchitas, mantequilla rancia, etc. Otras veces, el errorradica en la mala elección de la forma de presentación de unproducto dado, como es el caso del queso duro, del tipo Parme-sano. Aqui constituye un error la adquisición de un fuerte"stock" de queso rallado, pues en tal estado se enmohece consuma facilidad.

No debe tampoco descuidarse la incidencia de productos fal-sificados o simplemente adulterados, suministrados por comer-ciantes inescrupulosos. Se preconiza aquí una mayor asesoríay una expansión del control y autoridad fiscalizadora de losCentros del país.

Otra causa interesante es la pérdida por sobremaduracióny envejecimiento, frecuente en el caso de los tomates, plátanos,peras, duraznos, melones, etc., y de las verduras en general.

Tenemos aquí la obligación de no permitir la hipermadu-ración y el marchitamiento de los alimentos frescos, disponien-do su consumo oportuno, el abastecimiento limitado de estosproductos y el eventual aprovechamiento en conservas y repos-tería, según expusimos anteriormente.

El monto de las filtraciones por hurto, no es naturalmenteavaluado. Por este capítulo, existen ciertamente pérdidas aunen los servicios mejor fiscalizados; pero tenemos la obligaciónde evitarlas al máximo, para cuyo examen disponemos justa-mente el último punto del temario oficial.

En la actualidad, la gran mayoría de los Ranchos y Casi-nos, disponen del sistema familiar para el reparto de sus por-ciones. Los platos son así distribuidos individualmente por mo-zos o auxiliares, caso habitual en Casinos comerciales e indus-triales, Prisiones, Carabineros, etc.; o bien, se verifica median-te "monitores" a cargo de cada mesa, como acontece en las Fuer-zas Armadas, Internados e Instituciones privadas de caridad.En ambos casos, la distribución es lenta, y el volumen medio delas porciones un tanto caprichoso.

El sistema que preconizamos para les servicios colectivosy que se ha extendido ya a muchos Casinos Universitarios eIndustriales, es el del "Autoservicio", en el cual cada comensalse sirve por sí mismo, pasando en fila frente a un mesón dedistribución, después de haber recogido el pan, las bandejasplásticas o metálicas, la vajilla y el cubierto. Con su aplicación,se economiza tiempo y personal, se facilita la decoración de losplatos y la uniformidad en cuanto al volumen de las porciones,ya que las medidas son estandarizadas. Su principal ventaja,no obstante, reside en que disminuye el monto de los desperdi-cios de mesa, por cuanto la comida que no se desea servir, seapor inapetencia o no ser del gusto del comensal, no es retiradadel fondo.

Entre las conclusiones prácticas del Centro Dietético delEjército, señalamos la inconveniencia de que las porciones des-tinadas a los adultos excedan de los 450 cc, pues con ello se in-crementan los sobrantes de mesa...

Con referencia al acondicionamiento de los comedores co-lectivos, estimo que debe concederse mayor dedicación que alpresente. Gran parte de los comedores de Ranchos y Casinosque he visitado no cuentan con las condiciones ambientales mí-nimas. Todos sabemos la importancia que reviste, para la buenaaceptación de los guisos y la correcta asimilación de los alimen-


tos, el hecho de contarse con locales limpios, alegres y confor-tables. Me ha tocado presenciar casos bochornosos: Dependen-cias sucias, oscuras o en la vecindad inmediata de letrinas; ban-cas sin respaldares, vasos y cubiertos desaseados, etc. Es-tos pequeños factores, lejos de ser despreciables, son de consi-derable importancia psicológica. Todos sabemos que el mejorvino, servido en un vaso ordinario, pierde su calidad y "bou-quet"; en tanto que un vino de calidad mediocre, servido enuna copa fina, adquiere especial categoría... ¡ Cuan diferen-tes podrían ser los resultados, si contásemos con locales ale-gres y bien iluminados, con mesas provistas de manteles y flo-reros plásticos, con sillas individuales, con vasos aseados, ensalas decoradas con acuarelas o grabados festivos, ventanasdotadas de cortinas floreadas, provistas de macetas de plantasde interior, acuarios u otros ornamentos artísticos, y bajo elhechizo de una música suave, de sobremesa...

Conclusiones

CONSIDERANDO:

a) Que existe un elevado número de personas que en la ac-tualidad se alimentan en Servicios de Alimentación Colectiva;

b) Que dichos servicios muchas veces no funcionan deacuerdo a las normas técnicas y sanitarias correspondientes connotoria falta de personal idóneo;

c) Que la falta de una organización técnica determina queno se dé alimentación adecuada y elevando los costos;

d) Que muchas instituciones, especialmente las públicas, tie-nen problemas presupuestarios que dificultan el abastecimien-to y manejo del Servicio;

e) Que se deja ver una falta aguda del personal preparadopara el manejo del funcionamiento de estos servicios,

SE RECOMIENDA:

1º—Que la Sociedad de Nutrición, Bromatología y Toxi-cología designe una comisión para el establecimiento de reco-mendaciones básicas en nutrimentos para los dos distintos gru-pos institucionales.

2°—Hacer presente a las autoridades correspondientes lanecesidad de otorgar presupuesto suficiente y oportuno paralos Servicios de Alimentación Colectiva.

3º—Preconizar el uso de recetarios guías de alimentacióninstitucional.


ECOS DEL PRIMER CONGRESO... 994º—Que las Instituciones Educacionales correspondientes

intensifiquen la formación de personal para estas actividadesen sus diversos niveles.

5°—Promover el cumplimiento de las condiciones funciona-les y sanitarias mínimas en los edificios, locales y equipos.

6°—Recomendar una adecuada mecanización de las faenasculinarias y la habilitación de equipo y elementos de manejomínimo por número de comensales.

7º—El abastecimiento debe estar a cargo de personal idó-neo; funcionalmente organizado y convenientemente descentra-lizado. Sobre estas bases pueden ser recomendables las Centra-les de Abastecimientos.

8°—Preconizar el empleo de sustitutos económicos e intro-ducir los progresos de la moderna tecnología.

9°—Se recomienda la implantación del sistema de auto-servicio.

10. —Aconsejar una mayor dedicación al arreglo, conforty decoración de los comedores, así como de la presentación finalde los guisos y usos apropiados de los condimentos.

11. —Hacer presente a las autoridades correspondientes lanecesidad de otorgar presupuestos suficientes y oportunos paralos Servicios de Alimentación Colectiva.

12. —Solicitar a la Sociedad que mantenga comisiones per-manentes para considerar los diversos aspectos de los Serviciosde Alimentación Colectiva.

INTEGRANTES DE LA COMISION:

Presidente Dr. Arturo Larraín.Secretaria Srta. Ita Borje.

Delegados: Comisión:Dr. René Miranda. Sra. Rosa Motler.Dr. Julio Santa María. Sr. Jorge Vera.

Sr. Gustavo Correa.

A V I S O A L O S C O L A B O R A D O R E S

1. —EL "MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE" brinda sus pági-nas a los miembros de las Fuerzas Armadas y civiles, invitándolos acolaborar en la obra de propaganda cultural que tenga relación directao indirecta con la Defensa Nacional.

2. —Los colaboradores tienen el derecho de expresar libremente susideas, siempre que ellas redunden en beneficio de la cultura general yprofesional de los miembros de la Institución.

3. —La Dirección del Memorial no se hace responsable de los con-ceptos emitidos por los autores sobre su firma y se reserva el derechode publicar o rechazar los trabajos presentados (O|Cdo. E. M. E. P¡I.N° 95, de 27. VI. 1960).

4. —Los artículos serán presentados escritos a máquina, en papeloficio original, a espacio dos y con un margen izquierdo de cuatro cen-tímetros.

5. —Los gráficos serán elaborados a tinta china negra, en papel trans-parente y en tamaño que permita apreciar bien los detalles. Las foto-grafías serán de tamaño postal, perfectamente nítidas y deberán tenerel contraste suficiente a fin de que puedan ser reproducidas sin dificultad.

6. —Las traducciones deberán adaptarse a una redacción lógica deacuerdo a las modalidades de nuestro idioma y no ser hechas en formaliteral.

7. —Los trabajos deberán ser enviados íntegros, quedando a juicio dela Dirección determinar el fraccionamiento para su publicación en dos omás números de la Revista.

8. —Las publicaciones deben enviarse al Estado Mayor del Ejército,("Publicaciones Militares"). —Alonso Ovalle 1187. —Santiago de Chile.

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