MEMORIAL - Blog del Ejército de Chile memorial/1930-1939/1937/Noviembre_Diciembre... · 13.—Los...

Noviembre - Diciembre de 1937.

MEMORIALDEL

EJERCITO DE CHILEPublicación bimestral

Se publica bajo la Dirección del Estado Mayor del Ejército

Oficinas: Moneda 1356— Teléf. Auto 85193Director, Tte. Coronel Sr. Carlos Asenjo L.

Año XXX. 2.º Semestre.

SUMARIO:SECCION EDITORIAL.

Pág.

1.—El General Sr. Roberto Goñi Slmpson 9232.—El General Sr. Aurelio Carvallo C 9253.—El Coronel Sr. Luis Guerrero C 9274.—El Capitán Sr. Alfredo Muñoz C 9295.—Homenaje a Eleuterio Ramírez 9316.—Obsequio de una estatua de Caupolicán al Ejército peruano 933

SECCION GENERAL.

Instrucción y doctrinas militares.

7.—La motorización y mecanización de nuestra caballería.—Por ArturoFuentes Rabo 937

Organización militar.

8.—La Organización de la Escuela de Infantería.—Por el Tte. CoronelGuillermo Barrios T 956

9.—La preparación de nuestros Oficiales de Administración y de Inten-dencia.—Por el General de Intendencia en retiro, Sr. Fabio Cruz H. 963

(a la vuelta)

(de la vuelta)

S U M A R I O :

Táctica y estrategia.

Pág.

10.—La 42 División en el Marne.—Por el Coronel A. Grasset.—Traducciónde Arturo Fuentes Rabé 973

11.—Los Raids de Caballería.—Por el Mayor Sr. Alfredo de Amesti Z.—(Conclusión) 995

Historia y geografía.

12.—La literatura histórica chilena y el concepto actual de la historia.—Por el Sr. Francisco A. Encina.—(Conclusión) 1003

Cultura militar.

13.—Los enormes gastos bélicos. Son realmente gastos bélicos?—Por elSr. Juan Bardina 1019

14.—Un caso de filosofía aplicada: La apreciación de la situación; Proce-dimiento cartesiano para acercarse a la verdad.—Por el Capitán Sr.Julio Campo Sepúlveda 1031

15.—El problema de la Alimentación en el Ejército.—Por el Mayor de Sa-nidad Sr. Aliro Pérez 1049

Cultura general.

16.—Curso de Economía Política.—Por el Sr. Daniel Martner 1063

SECCION INFORMATIVA.

Informaciones nacionales.17.—Ferrocarril Militar entre Puente Alto y El Bosque ...................................18.—La labor patriótica cultural del Destacamento Magallanes .....................

Informaciones extranjeras.

10711073

19.—El piloto italiano, Tte. Coronel Mario Pezzi, bate el record mundial dealtura.—Por Cario de Rysky.—Traducción de Arturo Fuentes Rabé. 1079

El General en retiro Sr. Roberto Goñi Simpson.

Fallecido el 19 de noviembre de 1937.

924 MEMORIAL DEL EJERCITO.

La Nación y el Ejército han recibido un rudo golpe con lairreparable pérdida del General en retiro Sr. Roberto Goñi.

Oficial y Jefe sobresaliente durante la paz, esforzado yesclarecido paladín en la contienda del Pacífico, patriota y cui-dadano de personalidad vigorosa una vez retirado de las filas,

Se había vinculado por lo tanto, a la historia heroica de lapatria, a los progresos del Ejército y a la fuente de llama siem-pre encendida del patriotismo nacional.

El General Goñi fue un eslabón de una cadena de marinosy militares que prestaron eminentes servicios a la Nación,Fueron sus padres el Almirante don José Goñi y doña VenturaSimpson hija del Almirante don Roberto Simpson.

Heredó por lo tanto, de sus beneméritos antepasados, ele-vadas aptitudes para la carrera de las armas, las que uni-das a una sobresaliente capacidad intelectual y a un espirítusólido, abnegado y generoso, lo capacitaron para el brillante cum-plimiento de su misión.

Su personalidad, celebrada y enaltecida por los triunfos desus armas en la guerra, tuvo la nobleza de ánimo de mirarlos intereses de la Institución, dedicando con singular modes-tia sus esfuerzos y su ejemplo personal, a la creación de losoficiales y soldados que debían encargarse de perpetuar lastradiciones del Ejército, y defender la integridad y prestigio dela patria.

Aún retirado de las filas, después de 44 años de servicios,continuó dedicado a colaborar en todas aquellas actividades quepudieran engrandecer y dar brillo a la Institución.

Su palabra cálida y sincera, tuvo el alto privilegio, en díasde festividades nacionales, de hacer revivir el entusiasmo porlas gestas del pagado, dar nuevos lustres a las heroicas accionesde los soldados veteranos, enaltecer el espíritu cívico y elevar lamoral patriótica del presente.

Fue, en síntesis, un soldado apóstol, cuyas virtudes fructi-ficaron en espléndidas y valoradas creaciones que abarcaron lasmás amplias zonas de actividad militar y ciudadana.

El Sr. General Goñi, iniciado en la carrera de las armas,como Alférez de Artillería el año 1880 actuó como Tte. 2.° enlas batallas de Chorrillos y Miraflores.

A continuación, durante el curso de su carrera, desempeñóimportantes puestos y comisiones como: profesor de la Acade-mia de Guerra, Adicto Militar en las Legaciones de Chile enItalia y Suiza; Sub-Jefe y Jefe del Estado Mayor General, Jefede la misión encargada de estudiar el material de artillería parael Ejército, etc..

SECCION EDITORIAL 925

Fue designado General de Brigada el año 1904. A conti-nuación en 1910, se le honró con el más alto rango de lajerarquía militar, el grado de General de División.

Como un homenaje a sus eficientes servicios y valeres, re-cibió en el curso de su carrera, nueve condecoraciones, entrelas que sobresalen las concedidas por el Gobierno chileno porlas Campañas del Pacífico y por los Emperadores de Alemania yde Austria Hungría, y por la República Argentina.

Esta breve reseña que no alcanza a abarcar el ancho pano-rama de la intensa y fructífera vida de este gran soldado, per-mite de todos modos, comprenderlo y apreciarlo como un brillan-te ejemplo de las más nobles virtudes militares y ciudadanas qaeenseñan con bella fuerza propita.

EL MEMORIAL, haciéndose eco del profundo sentimiento depesar que experimenta nuestra Institución con su pérdida, rin-de un cariñoso y sentido homenaje a su esclarecida memoria.

El General en retiro don Aurelio Carvallo C.Fallecido el 5 de octubre de 1937.

El Ejército se inclinareverente para honrar losaltos valores y mereci-mientos del distinguidoGeneral don Aurelio Car-vallo.

Formó parte de ungrupo sobresaliente deoficiales, ya retirados delas filas, cuyo recuerdoha subsistido por dere-cho propio, por cuanto,su labor realizada, havalorado a traves de ca-si un cuarto de siglo loselementos integrales dela Institución. Con espí-ritu que le honra, laoficialidad ha asociadotambién su más altosentido de cariño y agra-


decimiento a estos recuerdos. Y es así, como a instancias deestas merecidas formas del sentir colectivo, la personalidad delGeneral Aurelio Carvallo, está vinculada a la más legítima tradi-ción del Ejército, ya que alcanzó al alma y a la conciencia de laoficialidad.

Con su fallecimiento, la Institución pierde un verdaderosoldado y a la vez, un esforzado representante de las altascumbres de la cultura técnica militar. En su personalidad seforjaron además, en armonioso conjunto, todas aquellas otrascualidades, siempre preciosas, que distinguen al caballero sintacha y al perfecto ciudadano.

Su muerte significa por lo tanto, también una pérdida irre-parable para la sociedad, la cual elevó su voz condolida en afec-tuosos artículos recordatorios de prensa.

Fue esto el natural camino de una justicia postrera y ele-cuente, que no pudo buscar el general, ya que su alma erasinceramente modesta.

En el archivo del Ministerio de Defensa, con espartanasfrases de estilo militar, se consigna su nutrida y meritoria hojade servicios. Hay palabras que semejan la indeleble huella delcincel que esculpe; es que ellas revelan aquellos trazos sobriosy severos con que el mismo fue tallando su personalidad de sol--dado con sus esfuerzos, trabajos y estudios.

Espíritu vigoroso y múltiple, laboró durante sus 37 añosde servicios en una obra verdadera. Hay en ella ardores juveni-les, esperanzas cumplidas y esfuerzos que no germinaron; perocomo el General Carvallo preveía con certeza los instantes enque debía sembrar sus iniciativas y poseía el carácter, la sa-gacidad y el talento necesarias a su obra, ésta fructificó en de-finitiva.

Es por eso que, a través de ella, vislumbramos nobles sem-blanzas de legítimo apostolado militar.

Inicia su carrera militar el 5 de Agosto de 1891 como sol-dado de la columna de rifleros de Atacama, y despliega desdeentonces, la leal generosidad de su espíritu de fuerte mocetón enlas cruentas refriegas de la revolución. Adquiere potentes lec-ciones en las batallas de Concón y Placilla y en el Combate deViña del Mar y como premio adquiere los galones de Sub-Te-niente.

Desde esta fecha inicial, cada nuevo grado de su jerarquíafue adquuido por sus indiscutidos méritos y jalonados por nue-vos y valiosos aportes a la obra que debía modelar durantetoda su carrera.


La vasta preparación y cultura militar del General Carvallo,formados junto al severo espíritu de trabajo y férrea disciplinade los cuarteles militares, en la Academia de Guerra y en elEstado Mayor del Ejército, tuvieron además un ancho campo atraves de delicados cargos que le correspondió desempeñar.Así, en los comienzos de su carrera, fue comandado en Alema-nia, sirviendo en el Regto. de Infantería N.° 75 de Bremen.Más tarde, desempeña los cargos de Adicto Militar a las Em-bajadas de Chile en los Estados Unidos y España. A pesar queen estas misiones, el General Carvallo se dedicó con exclusi-vidad, al estudio de las modernas materias relacionadas con elarma de su especialidad, no descuidó el vasto campo de otrasdisciplinas y trabajos.

Su personalidad adquiere a continuación relieves defini-tivos que lo señalan entre los primeros de su jerarquía. Esentonces, cuando el Supremo Gobierno lo distingue a su vez enlos años de 1925 y 1926 con los sucesivos nombramientosde General de Brigada y División.

Alejado más tarde de las filas activas del Ejército, el Ge-neral Carvallo aporta su amplio espíritu y conocimientos alservicio público, ya que era versadísimo en asuntos económi-cos y de administraciones edilicias. Su gobierno de la ciudad deCartagena como Alcalde, fue señalado por un vigoroso movi-miento de progreso, que dio mayor belleza y confort al antiguobalneario de la sociedad santiaguina.

Al igual que sus compañeros, superiores y amigos, se hanentristecido con su inesperado fallecimiento, el MEMORIAL enlu-[ta estas páginas, y rinde un sincero homenaje a su ilustre me-moria. Hace votos además, porque el reconocimiento de susrelevantes méritos mitigue el dolor de su distinguida esposa,de los suyos y de su hermano, el actual distinguido General donJulio Carvallo C.

El Coronel don Luis Guerrero C.Fallecido el 22 de octubre de 1937.

Un general sentimiento de pesar provocó el inesperado fa-llecimiento del Coronel don Luis Guerrero acaecido en la capital.

Este distinguido oficial que dedicó todos sus anhelos y es-fuerzos a la carrera que abrazó desde muchacho, gozaba deprofundo respeto y simpatías entre la oficialidad del Ejército.


Su personalidad de múl-tiples valeres, fue dejandola huella duradera de susenseñanzas militares, de suacendrado compañerismo ylealtad a todas las causasjustas y caballerescas, encada ocasión que le cupoactuar.

Con el grado de Tte. 2.°inició el año de 1912 susactividades en las filas dela oficialidad del Ejército.

Largos trabajos y expe-rimentaciones prácticas endiversos cuerpos de tro-pas, plasman con el cin-cel severo de la disciplinadel soldado, su alma anhe-losa de superaciones.

Bruñido ya su espíritumilitar, el año 1921 ingre-

sa a la Academia de Guerra en donde sus aptitudes intelectua-les, son sometidas a la extensa prueba de vastos estudios.

Labora en silencio, sobresale y triunfa por fin, al obteneren el año de 1926 los honoríficos títulos de Oficial de EstadoMayor y profesor militar.

En 1930 asciende a Tte. Coronel y Comanda sucesiva-mente los Regimientos «Lautaro» y «Rancagua» de Infantería.

Más tarde, en 1935, después de contribuir con sus traba-jos al progreso de diversas reparticiones, participó en un con-curso de Altos estudios militares. Acentuados sus méritos alalcanzar el alto grado de Coronel, se desempeñaba a satisfac-ción y con la plena confianza de la Superioridad Militar en elpuesto de Inspector de Infantería, desde el cual baja a la tumba,

El MEMORIAL se asocia al profundo pesar que ha provoca-do su prematuro fallecimiento y junto con esta corta biografía,le dedica un sentido y afectuoso recuerdo.


El Capitán Alfredo Muñoz Cisternas.Fallecido el 27 de octubre de 1937.

Montando un brioso corcel,con lanza en ristre y en arro-gante apostura de jinete cualcorresponde a un oficial decaballería, falleció en un ac-cidente en actos del servicioel Capitán Alfredo Muñoz.

Su decidida vocación mili-tar y su destino, se habíanidentificado a través de susmúltiples trabajos y esfuer-zos, llevados a cabo con in-cesante valentía.

Por otra parte, los desinte-resados impulsos de su vidaque habían formado en su es-píritu aquellos heroismos con-tenidos por modestia, que lohacían fuerte y sereno frente

al peligro, lo facultaban para toda superación y aún, para unamuerte creadora.

Hay por lo tanto, mucho más que un edificante ejemplo enla postrera actitud de este noble Capitán, que supo dar el so-bre-humano rango que merecía su función de soldado.« Es por eso, que su fallecimiento repercutió hondamente através de las filas del Ejército, de la Escuela de Caballeríaen donde seguía el curso de capitanes y de la Escuela Militarde la cual era Ayudante, dejando marcadas huellas de sinceropesar, orgullo y optimismo.

Este Instituto le rindió un caluroso homenaje, levantán-dole una severa capilla ardiente ante la cual montaron guardiafracciones de cadetes y depositaron una ofrenda de flores sussuperiores, compañeros y amigos.

Sus funerales fueron una elocuente demostración del apre-cio y reconocimiento del Ejército por su sobresaliente perso-nalidad.

En el Cementerio hicieron uso de la palabra para enaltecerlas brillantes dotes del Capitán Muñoz, el Director de la Escue-la Militar Coronel don René Lardinois. A nombre de los Jefes


y oficiales de la Escuela de Caballería el Mayor Sr. EnriqueBódecker. El Mayor Sr. Antonio Carrera en representación delRegto. «Coraceros», unidad a que perteneció el Capitán Muñozantes de ser destinado a la Escuela Militar. A continuación elCapitán Osvaldo O'Ryan en nombre del Directorio del ClubMilitar, el Capitán Daniel García en representación del cursode capitanes de la Escuela de Caballería, y por último, el Capi-tán don Jorge Pérez de la Academia de Guerra a nombre de suscompañeros de curso.

Una compañía de cadetes de la Escuela Militar hizo las des-cargas de honor.

El MEMORIAL se asocia al hondo pesar que ha causado elfallecimiento de el distinguido y abnegado Capitán Alfredo Mu-ñoz C. y hace votos, porque el dolor que aflije a los suyos, seamitigado con el recuerdo de sus bellas cualidades y méritos mi-litares.

El glorioso Comandante del 2.º de Línea en la batalla de Tarapacá,el 27 de noviembre de 18...

LIMA.

Obsequio de una estatua de Caupolicánal Ejército Peruano.

(12 de octubre de 1937).

El Teniente Coronel don Jorge Carmona, Agregado Militarde la Embajada de Chile, hizo la entrega de una artística es-tatua de «Caupolicán», al Presidente del Círculo Militar delPerú, enviada por el Presidente del Club Militar de Chile Ge-neral Sr. Oscar Novoa, como expresión del afecto que los mi-litares chilenos sienten por sus camaradas del Perú. Con estemotivo se realizó en el elegante local del Círculo Militar enLima, una significativa ceremonia, a la cual asistieron destacadoselementos de las diversas reparticiones militares de esa capital.

Dieron realce con su presencia a esta manifestación las si-guientes personalidades: el Ministro de Guerra, General Fe-derico Hurtado, el Ministro de Hacienda, Coronel Teófilo Igle-sias; el General Presidente del Círculo, don Julio F. Mindreau;el General Pedro Pablo Martínez, el Presidente del Club de laUnión; el Coronel Jefe del Estado Mayor don Raymond Laurens;el Comandante de Armas, Coronel don Luis F. Escudero; elPrefecto del Callao, Coronel don Carlos Lembcke; el CoronelPatino Semudio, el Tte. Coronel, don Hernán López, el Tte.Conl. don Carlos Dellapiani; el Teniente Coronel don Gen0.roMatos.

El Tte. Coronel Jorge Carmona al hacer entrega del sig-nificativo presente, pronunció un corto y vibrante discurso enél cual puso de relieve la honda y sincera significación que tie-ne para el Ejército de Chile, la amistad peruano-chilena. Dijoademás, que el sencillo obsequio de la estatua de Caupolicán quesimboliza un estadio de nuestro espíritu y de nuestra raza, erauna manifestación de esa cordial y efectiva amistad.

Las palabras del Comandante Carmona fueron subrayadaspor afectosos y nutridos aplausos de los concurrentes y urnabanda militar ejecutó el Himno Nacional Peruano.


Acto continuo, el Presidente del Círculo Militar, GeneralJulio F. Mindreau, contestó las palabras del Teniente CoronelCarmona, agradeciendo a nombre de los militares peruanos elvalioso obsequio de sus camaradas chilenos. «Caupolicán», esen efecto—dijo—el guerrero insigne de la época de la Con-quista; es como nuestro Inca Cahuide que defendió su suelopatrio, y ambos llevan la gloria de haber desempeñado una ele-vada misión, expresión de la pujanza de la raza, de esa raza quefue conquistada, pero después de muchos esfuerzos.

En otra parte dijo: «Estad seguro Sr. Teniente CoronelCarmona, que el obsequio que nos entregais será colocado en unlugar de preferencia, porque él tiene para nosotros la más carasignificación; el afecto que nuestros camaradas chilenos nosprofesan, al igual que el que nosotros sentimos por el EjércitoChileno ».

A continuación, la banda ejecutó el Himno Nacional deChile, que fue escuchado con profunda reverencia.

Las oportunas y elocuentes frases del General Sr. Min-dreau y la Canción Nacional merecieron una sentida ovasión delos circunstantes.

La agradable reunión se prolongó durante dos horas, enque el Comandante Carmona junto con departir con los ama-bles concurrentes, recibió significativas muestras de reconoci-miento por el obsequio.

El espontáneo gesto del presidente del Club Militar deChile, ha causado por otra parte, una espléndida impresión en-tre los diversos círculos militares y sociales de la capital pe-ruana.

Con relación a este obsequio fueron cambiadas las intere-santes notas que se transcriben a continuación;

CLUB MILITAR DE CHILE.Santiago, 3 de Setiembre de 1937.

Señor General don Julio Mindreau, Presidente del CírculoMilitar del Perú.—Lima.

El Directorio del Club Militar de Chile, ha querido apro-vechar la feliz oportunidad de la inauguración del nuevo local deesa Institución hermana, para obsequiarle una estatua de «Cau-policán», de nuestro escultor Nicanor Plaza la que testimoniaráel sincero afecto de los soldados de este país para sus camaradasdel Perú.

Nuestro Adicto Militar, Comandante señor don Jorge Car-mona, hará entrega personalmente de la estatua en referenciay ratificará de viva voz los sentimientos que aquí manifestamos.

OBSEQUIO DE UNA ESTATUA... 935

Presentamos al Sr. General y distinguidos colaboradores enla Dirección del Círculo Militar, los mejores votos que formulansus camaradas de Chile, por el progreso del Ejército Peruano.

Rafael Gualda P.Capitán Secretario.

Oscar Novoa F.General Presidente.

CIRCULO MILITAR DEL PERU.Presidencia.

Lima, a 12 de Octubre de 1937.

Señor General don Oscar Novoa.—Presidente del CírculoMilitar.—Santiago.

N.° 93.—La Junta Directiva del Círculo Militar del Perú,que tengo el honor de presidir, me encarga agradecer al distin-guido señor General don Osear Novoa, Presidente del Club Mi-litar y a su Directorio, el valioso obsequio de una estatua«Caupolicán», obra del escultor chileno Nicanor Plaza, que haquerido enviar con ocasión de la inauguración de nuestro nuevolocal, y como muestra del sincero afecto de los soldados de esepaís hermano a sus camaradas del Perú.

Al testimoniarle, señor General y distinguido miembro delDirectorio del Club Militar de Chile, nuestro agradecimientopor tan significativo presente, que nos fue entregado por elseñor Teniente Coronel don Jorge Carmona, Agregado Militara la Embajada de Chile, me es grato manifestarle que la es-tatua de «Caupolicán», será colocada en lugar preferente deeste Círculo, como recuerdo del vivo afecto que nos prodiganlos camaradas de Chile, a quienes presentamos los votos másfervientes por el creciente progreso del Ejército Chileno.

Dios guarde a Ud.Julio F. Mindreau.

Gral., Presidente del Círculo.

La motorización y mecanización de nuestraCaballería.

Por Arturo Fuentes Rabé.

El constante progreso y adaptación del material modernoen los campos de lucha, ha modificado los procedimientos ge-nerales de combate.

Tal progreso se ha dejado sentir en forma palpable y suevolución se manifiesta en las máquinas de guerra, armas decombate que, al presentarse en los campos de batalla, han exi-gido la evolución en la técnica del combate y el perfecciona-miento de las armas destinadas a combatirlas.

A esta causal se debe el progreso sorprendente alcanzadopor la artillería, arma que se ha visto pulida en tal forma, espe-cialmente en Alemania, que se ha revelado como una verdaderasorpresa aún para aquellos técnicos que esperaban este pro-greso.

La Infantería, Artillería y Aviación marchan juntos a lasexigencias de este progreso y se han incorporado de lleno a susmodalidades. La Caballería, en cambio, ha quedado en rezago,sujeta a su principio de arma de choque y ajena a las modernasexigencias que le señalan un papel brillante en la campañaactual, siempre que se presente con su característica de movi-lidad, rapidez y Potencia de Fuego.

Si las grandes y conocidas misiones de la Caballería nohan sufrido modificaciones de gran trascendencia, en cambiose han visto modificados sus antiguos procedimientos de com-bate.

Es cierto que, de acuerdo con las modernas prácticas yexigencias de la guerra, la Caballería ha evolucionado en loque a ejercicios y formaciones se refiere, evolución que jamásestará de acuerdo con las nuevas doctrinas de guerra si al arma


montada no se le complementa con la dotación lógica de ele-mentos mecanizados que la incorporen al concierto general deadelanto que requiere el combate moderno.

El combate a caballo descansa en un axioma que la Caba-llería conserva y mantiene por abolengo y por la razón de serdel arma misma, principio caballeresco que hoy no llena su ne-cesidad, ni se encuadra en la modalidad bélica del conjunto delas otras armas.

La misma práctica de los ejercicios a caballo se sustentasobre una base falsa desde el momento en que, para efectuarlos,se elige con anticipación el terreno en que debe actuarse; porlo general, terrenos planos y libre de obstáculos.

Es una mala doctrina, la Caballería en el desempeño de surol moderno, muy pocas veces actuará en terrenos de tal na-turaleza. La característica de su acción se desarrollará en te-rrenos desconocidos, difíciles y accidentados donde la accióndirecta a caballo se verá reemplazada por la potencia de fuego.

Consecuente con las campañas del pasado, se ha aceptadoel principio de que «Una campaña no puede iniciarse sin quese produzca el inevitable choque y combate de entrevero de lascaballerías», principio que debe dejarse a las épocas que pasa-ron y que pertenece al heroico libro de las glorias caballerescas.

La campaña moderna refuerza y amplía las grandes mi-siones de la Caballería y modifica completamente sus proce-dimientos. La exploración, seguridad, cobertura y combate, ale-jan la acción a caballo y presentan la potencia de fuego.

La fuerza de los acontecimientos ha hecho que el jinetemoderno se impregne con tal sentimiento y lo acepte como in-dispensable y necesario.

A pesar de la realidad que se palpa, hay criterios que ha-blan de «la locura de desmontar la caballería para el combate».A tal modo de pensar sólo cabría preguntar: ¿ Resiste tal sis-tema a la prueba de fuego del material moderno ? ¿ Qué paralelode buen éxito existe entre la fuerza de choque y la potencia defuego ?

La Caballería está obligada a estudiar reposada y seriamen-te este delicado problema.

El germen del futuro Oficial de caballería nace junto con él;la fantasía lo acompaña en el transcurso de su infancia y, mástarde, la lectura de la historia de la caballería llega a convertiren realidad los hechos con que ha soñado y la impresión grabaen su espíritu los heroicos y formidables choques de masasenormes que se entrelazan para definir con gloria los momentosde vida o muerte; caballero frente a caballero, paladines decombates singulares.

LA MOTORIZACION Y MECANIZACION... 939

El joven aspirante a Oficial se siente héroe de las futurasjornadas de gloria que su espíritu ambiciona, jornadas que mar-carán época frente a su Sección, junto a su Escuadrón o almando de su Regimiento.

La realidad es otra.Tan pronto como el joven Oficial carga por primera vez

su hermoso y ambicionado uniforme, siente y ve cómo se alejala ilusión del combate a caballo para entrar de lleno a familia-rizarse con el menos glorioso pero más positivo y mortíferocombate a pie.

A partir del momento en que el carro blindado ha invadi-do el campo de batalla y, más aún. desde el momento en que elinfante y el jinete motorizados se presentan sorpresivamenteen campos donde no se les espera, la forma de combate de laCaballería se ha transformado y, por razón lógica, exige igua-les medios de combate destinados a contrarrestar la rápida ac-ción del adversario.

El espíritu del arma, tan profundamente arraigado, es elfactor que lucha por mantener el principio que defiende la Ca-ballería, principio que tiene por base ana página de leyenda yun marco de hechos reales de épocas pasadas y que batallapor conservar el rol que ha venido desempeñando por tradicióny lleno de glorias a través de tantos años y de tantas campañas.

¿ Será esta nueva era de la Caballería un factor de tal mag-nitud para que el caballero sienta decaer su entusiasmo, acep-tando el volante de una máquina o la dirección de una motoci-cleta en lugar de las bridas que soñó empuñar desde su in-fancia?

Estimamos que nuestros jinetes tienen muy bien templadasu alma de soldados y caballeros para aceptar de lleno esta nue-va exigencia; principio de sacrificio que está basado en el pro-greso y mayor potencia del arma.

Tal transformación se impone, no se improvisa, es ma-teria de un estudio profundo y reposado, y de ello nace lia. selec-ción del personal, la motorización, la mecanización, y la con-sideración y estudio de los probables campos de operacionesdonde la caballería, convertida ya en potencia de fuego, tendráque desempeñar su rol.

Motorización y mecanización.

Debe distinguirse entre Motorización y Mecanización. Sibien es cierto que ambos sistemas se complementan y se entre-lazan, también es cierto que, tanto el uno como el otro, tienensu misión y empleo bien definidos y marcados.

M. de E. 2.


El primero se basa en el rápido transporte y mayor movi-lidad del elemento de guerra dentro de una zona determinadacuyo límite está señalado por el campo de batalla. El segundodescansa en la mayor potencia de fuego que se puede alcanzardentro del campo de acción, unida a la mayor seguridad y pro-tección de los elementos que combaten.

Ambos sistemas han perfeccionado dentro de las necesi-dades de la guerra moderna, vaciando sus beneficios de defensay destrucción frente al cuadro de sangre y exterminio que pre-sienta la guerra actual. Principios de ataque y defensa que tien-dien a aniquilar al adversario con una mayor potencia de fuegounida a la mayor seguridad del elemento que combate.

La Caballería tiene importantes misiones que cumplir ydebe también incorporarse a este progreso, llenando el vacío quela priva de estos beneficios y la presenta desnuda frente a lasbocas de fuego de un adversario que haga descansar su acciónen el empleo de los medios que le proporciona el actual sistemade combate.

Estos nuevos, necesarios e indiscutibles principios exigen,no una transformación, sino una ampliación del arma. Tal ac-ción descansa en sumarle a sus ventajas de movilidad y rapidezde acción, la potencia de fuego y protección necesarias que lefaciliten el mejor y más seguro éxito en el cumplimiento de susimportantes misiones.

El señalado progreso que presentan las otras armas, espe-cialmente la infantería y la artillería, exige que la mecanizaciónllegue también hasta la Caballería, ya que ello le garantiza lapropia seguridad, con tanto mayor razón, si se acepta de partedel adversiario la rapidez de acción que se deriva de la motori-zación y mecanización de sus elementos de combate.

Los Ejércitos europeos han considerado y hecho frente aeste serio problema. Alemania ha creado las «Panzer Divisio-nen», compuestas, cada una, de una Brigada con quinientos ca-rros y de una Brigada de infantería transportada en camiones.Francia confía sus misiones de reconocimiento a los carros blin-dados; que marchan afectos a las vanguardias. Su adopción tra-jo como consecuencia una mayor rapidez en la obtención de losreconocimientos y una sensible disminución en las bajas.

Después de la Gran Guerra y a base de las experiencias enella recogidas, Francia entró de lleno a dar una mueva organi-zación a su Caballería. Consecuente con los estudios efectúa-dos, la División quedó constituida como sigue:

3 Brigadas, a 2 Regimientois con una fuerte dotación defusiles ametralladores y ametralladoras; 1 Grupo de cazadores

LA MOTORIZACION Y MECANIZACION. 941

ciclistas pertenecientes a la infantería; 1 Grupo de auto-ame-tralladores a 2 escuadrones y 1 Grupo de Artillería.

Poco tiempo después, esta organización sufrió una sensi-modificación debido a que su potencia de fuego se conside-

ró deficiente: el Grupo de artillería fue transformado en Re-gimiento, primero a dos y después a tres Grupos, el Grupo ci-clista en Batallón de Dragones transportados y pertenecientes ala Caballería.

La artillería y los Batallones de Dragones quedaron for-mando parte integrante de las tropas de Caballería y, estatransformación, salvó al arma montada. Si los grupos ciclistashubieran continuado afectos a la infantería, los Regimientos decaballería hubieran ido desapareciendo poco a poco y, comoconsecuencia lógica, las Divisiones hubieran seguido el mismocamino.

Con tal organización, la División de caballería francesa,tipo 1927, quedó con la siguiente dotación:

2 Brigadas a caballo, compuesta cada Una de 2 Regimientos,un Batallón transportado en carros orugas que, en la moviliza-ción, se aumentan con dos Batallones sobre camiones y se trans-forman en Regimientos; 1 Grupo de autoametralladoras a 2Escuadrones, 1 Destacamento de ingenieros, 1 Regimiento deartillería a 2 Grupos de 75 que en la movilización se le au-menta con un Grupo de 105 y lo deja a tres Grupos.

Co¡mo complemento de esta mecanización, se estudia laforma de motorizar toda la artillería de todas las Divisiones, deCaballería.

Un estudio posterior transformó, en parte, esta orga-nización.

Junto con el nacimiento de la caballería motorizada y pie-canizada, surgió también la imperante necesidad de su rapidezde acción, lo que dio lugar a la organización de las Divisionesde infantería motorizadas. (Divisiones de infantería livianasmecanizadas).

Sin embargo y contra el sentir de los que aceptaban comonecesaria esta colaboración inmediata de las Divisiones livia-nas mecanizadas respecto a la acción que sólo a la caballeríacorrespondía, tal organismo perjudicó al arma montada, no vinoa ampliar la organización de la caballería sino que se presentócomo una reemplazante de la División de caballería. Su funestacreación fue un duro golpe para el arma montada que se vioobligada a sacrificar una División para verla reemplazada porupa División de infantería liviana mecanizada.

Muy pronto los técnicos se dieron cuenta de este funestoerror y volvieron sobre sus pasos.


Tal creación suprimía una División del arma y no reflejabani llenaba el fin perseguido. La necesidad se dejaba sentir enbuscar una mayor flexibilidad y rapidez de acción del conjunto,haciendo frente a la polución del complejo problema que se de-riva die una gran unidad cuyo comando, organización, instruc-ción y reabastecimiento presentaba el sello de la dificultad,Problema cuya solución ¡se alejaba si junto a lo anterior, se pre-senta la profundidad fantástica que significa una División deInfantería montada en carros de combate y sobre un camino demarcha.

Dificultades de comando que deben ser vencidas y solucio-nadas con la rapidez del rayo, según lo exige y es la carac-terística del arma; acción que no se puede ejercitar si los co-mandos, oficiales y sub-oficiales no dominan a fondo estas nue-vas formaciones, cuyo manejo es complicado y difícil y cuyascaracterísticas no descansan sobre una base de flexibilidad yrapidez de acción que era la solución buscada y la necesidadperseguida.

De hecho, se suprimió lo que debía dar la verdadera solu-ción al problema y se creó lo que estaba destinado a traer unamayor complicación al fin perseguido.

Nuevos estudios técnicos basados en la necesidad de robus-tecer la acción de la caballería, haciendo desaparecer e1 errororgánico en que se había incurrido, hicieron que el arma vol-viera por la organización dada a la caballería «tipo año 27».

Las nuevas opiniones debatidas y cristalizadas dentro delAlto Comando francés estimaron perjudiciales, tanto para lamaniobra como para la flexibilidad y rapidez de acción nece-sarias, la formación de estas grandes y pesadas unidades, op-tándose por dejar a las Divisiones de caballería con la cons-titución más liviana y flexible que les daba la caballería tipoaño 27.

Consecuente con ello, transformaron los elementos moto-rizadas de cada División, en una fuerte Brigada de carros-auto-ametralladores, a los que sumaron un Regimiento de Dragonestransportados.

Si las circunstancias y empleo táctico lo exigen, se reunendos Brigadas bajo un mismo comando y se les dota con la ar-tillería y tropas técnicas suficientes; con esta organización seobtiene un rendimiento análogo al de una División.

Tal organización, más sencilla, menos pesada y más fle-xible, llena satisfactoriamente y en forma más amplia las nece-sidades derivadas de la maniobra y cobertura.

Suprimir Regimientos de caballería o desmontar Escua-drenes para que sean reemplazados por otras tropas transpor-


tadas, significa un error que reviste gravedad y debe ser con-siderado,. Error que no sólo puede palparse en la época actual,sino qu¡e crea un problema de consecuencias posteriores que

va tomando cuerpo junto con la marcha del tiempo, para pre-sentarse con las características de una verdadera catástrofe eldía en que deba ser solucionado.

Reconstruir Regimientos deshechos, no es problema de cor-to tiempo1 ni factor que obedezca a la buena voluntad o espíritu,de trabaja. El "material ganado no se improvisa ni es materia

de fabricación en serie o elemento de elaboración en usinas. Ysi a la escasez de ganado en un momento difícil, se suma

la falta de interés de parte de los criadores de ganado para pro-ducir un factor animal que no tiene ni tendrá mercado dentrode las necesidades del país, el difícil problema de la falta deproducción caballar podrá apreciarse debidamente y en todasu dolorosa intensidad, el día en que la campaña reclame y exi-ja la acción de la caballería; acción que no puede ni podrá serreemplazada por carros de combate, por tanques, o por orugasmetálicas que tienen otros problemas que resolver y otras tareasque cumplir.

Las fuentes de recursos y producción de cada país, comotambién las características de sus suelos y futuros campos deoperaciones, marcan el límite a que debe llegar la motorizaciónde sus elementos de vida y soberanía; ellos tienen sus fronte-ras señaladas y quedan subordinados al nervio de la locomociónque lo constituye el carburante.

La esencia no la produce el país, no está bien definida lapolítica que actúa directamente sobre la producción que puedaexistir y producir el país y sobre los depósitos o stock quedeban mantenerse para hacer frente a futuras emergencias; lostransportes destinados a suministrar este carburante tienen susratas señaladas y sus lógicos y permanentes enemigos.

Tal consideración pone de relieve la necesidad de dar unmayor impulso a los verdaderos y valiosos elementos de guerraque se producen en las propias fuentes nacionales sin descuidarpor cierto, de dotar a sus elementos bélicos con aquel materialextranjero que necesariamente da mayor eficiencia y fuerza alconjunto nacional.

Antes de cerrar estas líneas y ampliando la informaciónque nos ocupa, debemos manifestar que Inglaterra también haestudiado este problema de palpitante actualidad bélica y hatecho que la antigua organización de sus fuerzas de caballeríaevolucione hacia la máquina. Su orientación actual la ha llevadohacia la organización de Brigadas de caballería mecanizadas ábase de máquinas blindadas.


Nuestra caballería frente al problema de la mecanización.

Al presentar el cuadro precedente y las conclusiones que deél se derivan, lo hacemos a título de una sumaria informaciónque se refiere a la evolución experimentada por la caballería ya la organización que se le ha dado en los Ejércitos europeos;evolución que se basa en la necesidad de dotarla con aquelloselementos de guerra que le permitan incorporarse con buenéxito al concierto en que actúan las otras armas, al mismotiempo que le aseguren el debido cumplimiento de sus impor-tantes e imprescindibles misiones.

Lejos está de nuestro ánimo, presentar la actual organiza-ción de la Caballería europea como un modelo al cual debieraceñirse estrictamente la estructura de nuestra División de Ca-ballena.

El campo de acción que a esta última le está señalado, nose ajusta por completo al rol que debe llenar la Caballería delos distintos países de Europa, y los recursos y material conque ella cuenta y puede disponer en casos determinados, laencuadran dentro de un marco estrecho que debe saber explotaren un sentido prudente y en forma máxima.

Pero lo que queda establecido sin que merezca observa-ción o crítica contraria, es el hecho indiscutible de que nuestraCaballería debe también incorporarse de lleno a la acción quedesarrollan las otras armas y llegar a constituir un factor quese presente como verdadera potencia de fuego combinado conla rapidez de acción y libertad de maniobra a que le dan de-recho sus principios.

El concepto de «Caballería Mecanizada» perturba muchoscriterios, especialmente entre la oficialidad joven que cree verdesvanecerse la noble y legendaria silueta del corcel do guerrapara dar paso a la pesada y potente figura del carro de com-bate.

Un poco de lógico y reposado raciocinio dentro de la clararealidad que presenta el momento actual, les hará comprendery aceptar que la vida del arma es hoy mucho más necesariaque ayer, porque así lo exige el progreso a que han alcanzado ycon buen éxito explotan los modernos elementos de la guerra,

A esta joven oficialidad es a la que invito a meditar den-tro de los principios y razones que se manifiestan en el pre-senté trabajo y que no lleva otra razón de estudio que la decolocar al arma dentro del cuadro qué le corresponde en eltablero donde se juega la integridad y la honra de las Naciones.

La mecanización y la motorización de nuestra Caballería,están íntimamente ligadas al factor económico unido al factor


de producción de elementos de guerra que puedan proporcionarlas fuentes productoras del país. A su vez, la aplicación y ex-plotación de ambos factores quedan sujetos a la configuracióngeográfica del suelo, a las vías camineras de la Nación y alestudio de los probables y determinados campos de operacio-nes donde tendrá que actuar la Caballería.

El estudio de estos factores manifiesta que no es recomen-dable la organización de grandes unidades motorizadas y me-canizadas, al estilo de las que hemos presentado; ellas exigenformaciones enormes, pesadas, de difícil manejo y desplaza-miento, problemas que están reñidos con los principios en quese basa la acción de las masas de Caballería.

El elemento motorizado y mecanizado debe estar de acuer-do con la actual organización del arma y su adaptación nodebe influir en el fondo y forma de su organización y forma-ciones .

Como el problema por resolver se basa en dar a la Caba-llería la potencia de fuego que necesita, sin que el arma pierdasu flexibilidad y rapidez de acción, la nueva organización debeorientarse en el sentido de afectar al arma aquellos elementos decombate, (fusiles ametralladores y ametralladoras livianas) quele permitan cumplir debidamente y con la mayor protección yseguridad posibles sus delicadas misiones.

Estos nuevos elementos de combate afectos a la Caballería,serán susceptibles de aumentarse o disminuirse, según sean losproblemas a que el arma deba hacer frente. De ello resulta laamplitud de su organización: artillería e ingenieros motoriza-dos si las misiones son de mayor importancia, lejos de las zonasde concentración y de combate de las fuerzas principales.

Por principio, toda organización que se dé a la Caballería,sea para el cumplimiento de misiones importantes y lejanas osea para tareas de menor importancia, deben ser organizacionesflexibles y livianas, pues son ellas las que mejor se adaptan alas distintas necesidades de la maniobra y cobertura que lecorresponden.

Como formación básica para la motorización y mecaniza-ción de la Caballería, debe considerarse el Grupo de Reconoci-miento y Exploración.

Las distintas y claras misiones que le señalan su empleo,muestran la composición que debe darse a sus fuerzas parallegar a obtener la potencia de fuego que le es necesaria y sinque ello entorpezca su rapidez de acción y su libertad de ma-niobra.

De su organización se desprenderá la formación que corres-ponde al Regimiento, a la Brigada y a la División.


Se toma como base el Grupo, porque es él, el llamado adesempeñar uno de los roles de mayor importancia que incum-ben a la Caballería, rol que tendrá que desempeñar indepen-dientemente, lejos del apoyo de las grandes unidades y de loscentros propios que puedan cooperar a su acción. Y este rol esde tanto mayor importancia, cuanto que, las grandes unidades(Brigada, Divisiones) no dispondrán siempre de un Regimientoo de una Brigada de Caballería. Corresponderá entonces a estasGrupos de Exploración y Reconocimiento, asegurar ellos solosy con sus propios elementos, las determinadas misiones que in-cumben a las Brigadas o a la División de caballería.

Por lo tanto, la iniciativa, que al empleo del Grupo se re-fiere, (en los casos concretos que se manifiestan), reviste ca-racteres sumamente delicados y ya no se le podrá emplear ar-bitrariamente y según el solo criterio del Comandante del Gru-po. Es indudable que la ejecución de tales tareas y la conduc-ción de las tropas quedan sometidas a los principios de la gue-rra y de su aplicación, será responsable directo el Jefe del Gru-po. Desde el momento en que reciba su tarea hasta el cumpli-miento de ella, será su empuje, su iniciativa y su audacia, laque determinará el buen o mal éxito de la finalidad por al-canzar.

La motorización y mecanización deben ampliar la organización delos Grupos de Reconocimiento.

Debiendo el Grupo constituir una unidad de combate fuer-te, flexible, rápida y que signifique una potencia de fuegocapaz de desempeñarse independientemente en el cumplimientode misiones importantes y lejanas; presenta el complejo pro-blema de la ampliación orgánica que debe darse a su actualorganización.

De este estudio resultan las siguientes consideraciones:1) ¿Debe la Caballería continuar con todo su personal a

caballo ?2) ¿Debe ser absolutamente motorizada, desterrando el ga-

nado?3) ¿Debe su organización ser mixta? (unidades a caballo y

unidades motorizadas ?) .4) ¿Debe esta organización (punto 3) efectuarse desde el

tiempo de paz o deben organizarse solamente los cuadros paraser completados durante la movilización?

5) Atendiendo al factor económico, ¿debe efectuarse estaorganización sólo el día de la movilización?


Estimamos que en las líneas precedentes hemos abordadolos puntos 1 y 2 y puesto' de relieve las razones que abliglan ladejarlos de lado y no ser considerados.

También estimamos que el punto 3 ¿debe su organizaciónser mixta?, es digno de un estudio más a fondo por ser estaorganización la que mejor se adapta a nuestras exigencias y laque está llamada a llenar las distintas necesidades que se pre-sentarán a la caballería durante una campaña.

Los puntos 4 y 5 fluirán del estudio y consideraciones quese desprendan del punto 3.

La organización mixta asocia dos elementos cuyas cuali-dades y formas de servicios son absolutamente diferentes y,más de algún criterio podrá formular la interrogación que serefiere a la dificultad del empleo del conjunto. Máquinas y ca-ballos sobre un camino de marcha, no podrán armonizar elavance, sin que las unas o los otros, sufran las consecuenciasde un retardo exagerado o de un avance a aires que aniquilen.Una máquina, cuya velocidad media de marcha es de 50 Klms.por hora, para acompañar en su aire normal a la caballería conun máximo de 15 Klms. tendrá que hacer un esfuerzo de desgas-te cuyas consecuencias serán el de fundir los motores e inutilizarlas piezas vitales. Si la caballería, por su parte, se empeña entomar el aire que le señalen las máquinas, verá aniquilado suganado en menos tiempo de lo que pueda pensarlo.

Tal razón obliga a que, para el empleo de estos elementos,se busque la combinación lógica que se deriva de sus necesida-des y tareas por cumplir, evitando toda mescolanza que puedaser perjudicial al fin perseguido.

Por lo demás, tal sistema de trabajo no es una novedad.El conjunto o conglomerado actual de las diferentes tropas queactúan en una campaña, está compuesto por elementos biendiferentes y su acción de conjunto se combina de acuerdo conlas necesidades que cada uno debe llenar.

De la capacidad de mando y acierto con que el Jefe res-pectivo aplique y haga obrar a estos elementos dentro del fin quese persigue, dependerá el buen o mal éxito de las reglas querigen estos principios que tienen su base en el «arte militar»;asociación de elementos que se viene explotando desde hacesiglos en las diferentes formaciones y campañas militares.

Hemos tomado la formación mixta, asociando la máquina alcaballo, porque ella tiene la gran ventaja de poder ser realiza-da rápidamente y dentro de un presupuesto que puede llenarnuestras necesidades, sin que signifique un sacrificio de consi-deración.


Además, esta organización mixta obedece a las exigenciasdel factor topográfico donde deberá actuar la caballería, factorque no se destaca por la bondad de sus amplias rutas camineras,sino por la dificultad de tránsito que presentan sus senderoso sus huellas, cuando las buenas vías de comunicación seapartan del valle central para internarse en demanda de lasfronteras.

La organización que presentamos en el presente trabajo,permite la rápida constitución de unidades de caballería cuyascualidades de movilidad y potencia de fuego son incuestionable-mente superiores a las de las unidades totalmente hipomóviles

La necesidad de ampliar la actual dotación de la caballe-ría, asignándole máquinas rápidas y tropas transportadas en mo-tores, es una verdad aceptada por todos los técnicos y doctri-na que, en la actualidad, no se discute. En un principio se creyóconveniente el empleo aislado de estas fuerzas; la práctica de-mostró que era preferible emplearlas en combinación, ya seacon los motociclistas o con tropas desmontadas transportables.

Los ejércitos europeos han asignado a la caballería los«auto-ametralladores», (A.M.C. auto-ametralladores de caballe-ría), máquinas que son susceptibles de ser utilizadas en todoterreno. La topografía de nuestros campos de operaciones noaconseja la adopción de estas máquinas; la motocicleta y lamoto con side-car pueden reemplazarlas con ventaja.

La adopción de estas dos últimas, cae dentro de las exigen-cias que reclaman las distintas misiones que la caballería debecumplir en la campaña moderna:

1) Misiones de búsquedas lejanas y rápidas de informa-ciones, misiones que exigen máquinas rápidas, bien armadas conpoderosos medios de enlace y que puedan circular aún por ma-los caminos y salir de ellos si la necesidad lo exige.

2) Misiones de reconocimientos cercanos y de toma de con-tacto, que exigen vehículos armados, muy manejables, pocovisibles, susceptibles de marchar con facilidad por sobre todoterreno.

3) Misiones de combate, que exigen vehículos rápidos, ca-paces de circular en todo terreno y que tengan un extenso radiode acción.

Los Ejércitos europeos, entre ellos Francia, han adoptadotres tipos distintos de vehículos para llenar las tres exigenciasque se dejan expuestas: el «auto-ametrallador de Descubierta,el «auto-ametrallador de combate» y el «auto-ametrallador dereconocimiento».

Las motocicletas equipadas con dos hombres provistos deF.A. y las motos con side-car, con un equipo de tres hombres


y una ametralladora ligera, dentro de nuestras exigencias, lle-narían las misiones que estos autos-ametralladores cumplencon la caballería europea.

Evitando la mescolanza de máquinas y ganado, el empleo ló-gico de las primeras, (rapidez de acción y potencia de fuego),presenta la enorme ventaja de evitar los riesgos y pérdidas dehombres y ganado que se deriva de una toma de contacto apecho descubierto. El avance de estos elementos de combate einformación, presenta también la ventaja de asegurar la mar-cha de los jinetes que ven precedidos sus elementos de explo-ración por otros elementos capaces de informarles rápidamentey de hacer frente a situaciones de importancia, como sería, lade cerrar el camino al avance del enemigo o de alcanzar unasituación determinada, manteniendo abierto un paso importanteo conservando una posición que deba ser reforzada por lastropas que avanzan.

Es indudable que, para el mejor y más rápido cumplimien-to de las tres importantes misiones que dejamos señaladas a lacaballería, no basta con ampliar su actual organización con losdos elementos mecánicos que señalamos. Esta ampliación debeconsultar Gomo necesarios e indispensables los elementos deguerra que hoy acompañan a la caballería y que se relacionancon la artillería, tropas técnicas, infantes motorizados y cañonesantiaéreos transportados que deben formar parte integrante delarma. Como complemento indispensable a estos elementos sepresentan los coches automóviles destinados al servicio de losComandos.

Estos materiales no ¡solo invaden la parte que se refiere a lamecanización sino que entran al fondo del problema de la mo-torización, problema que tiene sus fronteras bien marcadas enel tablero donde se mueve una campaña. La motorización, me-rece un capítulo aparte, razón por la cual, la desligamos del pre-sente trabajo, que sólo tiende a demostrar la necesidad de ira la mecanización del arma, señalando los elementos que debenentrar en acción para llegar a conseguir el fin propuesto.

La ampliación de la actual organización o la transformaciónque presentamos con la creación de la formación mixta: jinetesmontados, jinetes conductores de motocicletas, jinetes sobre mo-tos con side-car, artillería transportada, tropas técnicas e infan-tes motorizados y cañones anti-aéreos transportados, no es ma-teria o tarea que se improvisa. Es tarea que significa un estudiominucioso y una preparación detallada, estudio que está íntima-mente relacionado con la topografía de nuestro suelo, con elfactor económico del país y con las fuentes de recursos bélicosque se producen en la Nación; preparación detallada que se


refiere a la parte técnica de la conducción de este nuevo ele-mento, conducción que no solo debe familiarizar a la tropa conestos nuevos elementos y formaciones de combate, sino que,debe penetrar a fondo en el cerebro de los Jefes y Oficiales quehan de conducir y llevar a la práctica las nuevas formaciones dela caballería.

El problema del material.

El problema del material no debe ser factor que entorpezcaesta nueva formación y progreso del arma. Atendiendo a esteprincipio y al estudio de los probables campos de operacionesdonde deberá actuar la caballería, se ha considerado la forma-ción u organización mixta, ya que en ella prima la ventaja deser rápidamente realizable, estar encuadrada dentro de un. factoreconómico que no significa un extraordinario esfuerzo paranuestros recursos y exigir máquinas, (motocicletas, motos conside-car) de fácil adquisición, de precio reducido, de eficienciamanifiesta dentro de la topografía de nuestros suelos y de re-lativa facilidad para someterse a una requisición rápida en losmomentos que sean necesarias.

Por otra parte, las tropas montadas deben irse independi-zando paulatinamente de los ferrocarriles como un medio detransporte hacia concentraciones más o menos lejanas de suscentros. Deben contar con sus propios medios motorizados parallenar sus necesidades de alimentación y reemplazo de municio-nes. La sola economía que se desprende de estos transportes dela caballería por ferrocarril, podría proporcionarle los mediosmotorizados que necesita.

El arma está llamada a moverse en todo terreno y en todomomento. Su acción, en el trascurso de los ejercicios de paz,(maniobras, concentraciones, marchas de ejercicios, etc., etc.)debe desarrollarse dentro del principio de la independencia desus distintos órganos constitutivos y abandonar aquellos quela encuadran dentro de horarios fijos haciéndola perder su ca-racterística principal, cual es la independencia, movilidad y ra-pidez de acción.

La caballería debe ser caballería y para ello debe, en todomomento y cualquiera que sea la circunstancia, estar lista paralanzarse tras un objetivo o para correr en cumplimiento de unamisión, sin que tropiezo alguno pueda detenerla o entrabar larapidez de su acción. Sus futuros y probables campos de ope-raciones quedan alejados de la red central de caminos y líneasférreas existentes; esto le señala y le exige la absoluta inde-pendencia de su acción y la dotación motorizada y mecanizadaque le garantice esta independencia.


Subordinar la acción de la caballería al equipo que le puedaproporcionar la red ferroviaria o a la facilidad de viabilidad quele presenten las vías de comunicación, es desvirtuar el principiobásico y la característica que impulsan el nervio del arma.

De las consideraciones anteriores se desprende que, la evo-lución de la caballería hacia la máquina, exige un perfecciona-miento en el factor hombre, perfeccionamiento que está destina-do a hacerlo compenetrarse de su nuevo y amplio rol, aceptán-dolo en todo su magnífico significado.

Esta tarea reclama una selección del personal, selección que,hasta cierto punto, debe ser nominal ya que todo buen jinetedebe ser, a la vez, excelente piloto de motocicleta y eficazconductor de vehículo.

Esta selección distingue:a) Disposiciones especiales para prestar servicios a ca-

ballo,b) Disposiciones especiales para el manejo, conducción y

conservación de motocicletas y su armamento.c) Disposiciones especiales para el manejo, conducción y

conservación de los carros destinados al transporte.Estas tres exigencias, que deben ser motivo de una cons-

tante preocupación y estudio metódico de los comandos respec-tivos, aseguran el buen éxito de la unidad mecanizada. Susservicios serán siempre eficaces y el arma responderá amplia-mente a lo que de ella S3 exija, presentando el sello de la con-fianza y del buen éxito para el cumplimiento de las misionesque el Comando le confíe.

Respecto al problema del reemplazo de la munición y sub-sistencia, no debe ser tampoco un factor que entorpezca la or-

ganización que, en razgos generales, dejamos señalada. Debeconsiderarse que el Grupo de Reconocimiento y exploración,sólo cumplirá misiones determinadas y no de larga duración.La acción del Grupo se caracterizará por su movilidad y rapidezde acción cumplida una misión determinada, recibirá una nue-va tarea que lo obligará a presentarse en un nuevo sector; elreemplazo de la munición y el reabastecimiento se hará entoncesfácil si se considera que la motorización puede reabastecerlo encentros determinados que se fijarán dentro de la nueva zona demarcha en que deba actuar el Grupo.

La lanza ante el poder de las armas de fuego.

Un delicado punto nos queda por tocar: «La Lanza».Vamos a herir el corazón del jinete, lo sabemos, pero—

debemos hacerlo.


Quitar la lanza a la caballería, es pretender arrancar de losbrazos de una madre el cuerpo agonizante de un hijo. No sedesprenderá de él mientras aliente un soplo de vida. Sólo la evi-dencia de la muerte la obligará a depositarlo en el ataud queguardará tan caros despojos.

Transformada la caballería en una fuerte fuerza de com-bate, abandonará su legendaria característica, hermosa y caba-lleresca, de arma de choque que la llevaba al entrevero, buscan-do el histórico combate singular; para empuñar, en cambio, lamenos gloriosa pero más positiva y potente arma de fuego.

Ante la eficacia concluyente que presentan los modernoselementos bélicos, no cabe otra alternativa que la de depositar lalanza en su nicho de glorias ya pasadas, para reemplazarla porla carabina, el F.A. o el volante de una moto side-car armadacon ametralladora liviana.

¿ Qué papel desempeñará la lanza en el combate moderno ?En el 99% de las tareas de combate que hoy resuelve, obedecea la orden ¡para el combate, desmontar! Lejos de presentarsecomo una arma necesaria para el momento, se transforma enuna impedimenta que estorba al desmontar, (influye en sentidocontrario a la rapidez del movimiento), estorba para el avancey estorba en la retirada.

Para la persecusión directa, la caballería dispone del sabley de la pistola. En la campaña actual, ella le bastará.

La supresión de la lanza trae la enorme ventaja de dejarlibre la mano derecha del jinete, facilitar el rápido avance de lacaballería a través de terrenos montañosos y accidentados, au-mentar su rapidez en la acción preparatoria para el combate, fa-cilitarle la retirada, hacerle más efectiva la persecusión directacon el rápido manejo de la pistola y el sable.

Debe, pues, la caballería que aún abraza a este hijo mori-bundo, inclinar la cabeza ante la evidencia de la necesidad ybuscar el sitio de honor que corresponde a esta arma a fin dedarle el justo descanso a que la hacen acreedora sus tradicionesde glorias y sus homéricas hazañas. El nuevo rol del arma mon-tada y el vasto campo de acción donde se extenderán sus ho-rizontes, así lo aconsejan y así lo exigen.

Hay voceros que aceptan que: una caballería sin lanzaes una infantería montada.

Tengamos presente que la sangrienta Reina de las Batallases la gloriosa infantería.

Si el apremiante período de instrucción anual permitierainfiltrar el espíritu del perfecto infante dentro del empuje y laaudacia del perfecto jinete, se habría logrado amalgamar, en un


sólo hombre, las virtudes que debe reunir el combatiente idealy el soldado invencible.

La caballería se transformaría en una arma formidable!.Nos decía un joven oficial del arma que la caballería nece-sita la lanza, que ella da la verdadera personalidad al jinete. Es

: ella la necesaria inyección que el espíritu del arma necesitapara llegar a forjar el verdadero soldado de caballería.

Un jinete con su lanza, se tranforma, se considera inven-cible, se siente un héroe. El gallardete es el emblema de la Pa-tria, que va adelante, junto a la moharra, frente a sus ojos, ca-mino de la victoria.

Es como la acción moral que el uniforme ejerce sobre uncivil; el hombre, por este sólo hecho, se siente soldado y selanza a la lucha. Sin embargo, agregaba, el uniforme no es elque combate y de un ciudadano cualquiera ha hecho un soldadoque busca el combate y que corre tras la victoria o la muerte.

Razonamiento que no nos merece observación, pero ¿ cuán-tas horas o cuantos días de vida tiene la lanza en una campañamoderna ?

En el comienzo de las operaciones se presentará como unaverdadera impedimenta, (marchas de aproximación, toma decontacto, etc.). Manejada y empleada por una caballería au-daz, activa y de empuje, irá desapareciendo paulatinamente ysin que le llegue el oportuno reemplazo, ¿vivirá una semana,quince días, un mes?

Posiblemente después de treinta días de campaña, ya nohabrá lanzas junto a la caballería.

Con emblemas e ideales no se ganan batallas.La guerra moderna es absolutamente práctica y de efectos

netamente materiales. Destruir, aniquilar, sembrar el terror,despedazar y vencer en el menor tiempo posible. Toda dilaciónsignifica pérdida de vidas y gastos fabulosos.

Es el positivismo el que impera. Los ideales duermen enlas páginas de la historia. La razón pertenece al que vence.

Cuadro de miserias que sepultó al sentimentalismo paradar vida a la lucha positiva y sin contemplaciones.

La razón y el sentimiento están divorciados; marchan porcaminos distintos y sus metas son diferentes.

La caballería aún conserva sus tradiciones, por eso de-tiende sus ideales.

La realidad la hará despertar de este sueño del pasado, paraincorporarla de lleno a las necesidades del presente.

Para ello, tiene que hacer el sacrificio de sus sentimientos.


Conclusiones.

El estudio que precede es el reflejo que surge y el ambienteque emana de la nueva escuela de combate que exigen los ele-mentos bélicos modernos.

Para presentar la verdad que impera y que se refiere a lanecesidad de incorporar a la caballería al concierto del progresoalcanzado por las otras armas, hemos tomado como base elGrupo de Exploración, ya que es él la unidad de combate porexcelencia, que más positivos y eficaces servicios prestará den-tro del cuadro donde se moverán las distintas piezas de unacampaña moderna sudamericana.

Hoy, con mucha mayor razón que ayer, se destaca nítida lanecesidad de contar con una caballera, fuertemente organizada,ya que a ella corresponderá, apoyada con sus nuevos elementosde combate, la acción inicial de la campaña terrestre, acciónque puede influir poderosamente en los futuros acontecimientos,según sea el buen o mal éxito con que dé cumplimiento a susdelicadas misiones.

Pese a los espíritus retrógados o a los ciegos pesimistasque en el nacimiento y desarrollo de las modernas máquinas deguerra ven el desfallecimiento cotidiano del arma montada, has-ta tener el atrevimiento de predecir su agonía, la caballería eshoy más indispensable que nunca, pues está llamada, gracias ala técnica y al armamento, a ejecutar acciones y resolver tareascuya grandeza llevarán el sello de la futura victoria de los Ejér-citos .

Loco sería el padre que al ver a un hijo débil y ajotadopor faltarle la alimentación debida, tratara de eliminarlo colo-cándole la inyección de la muerte. ¡Hermosa y heróica acciónpara resolver una situación!. Pesimismo ciego y de horizonteestrecho que no ve ante sus ojos y al alcance de su mano elalimento que necesita y el tónico que debe suministrar al débilorganismo para hacerlo fuerte e incorporarlo de lleno a la acciónejercitada por la familia que necesita y reclama a ese orga-nismo .

Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, Italia potencias queacaban de levantarse sobre los escombros de una prolongadaguerra de trincheras, no han dudado un momento del poderosorol que corresponde a la caballería en la campaña actual. Hanhecho estudios profundos sobre esta delicada e importante ma-teria y han terminado por vigorizar el nervio del arma monta-da, motorizando sus elementos y mecanizando sus medios decombate.

LA MOTORIZACION Y MECANIZACION.. 955

Ante este cuadro de verdad indiscutible, nacido de unaguerra de trincheras que entrabó y amarró la libre acción de lacaballería, ¿ qué razones podrán oponer los retrógados espíritusy los ciegos pesimistas?

Si los paises nombrados han probado con hechos la nece-sidad de ampliar y vigorizar el arma ¿ qué enseñanza se des-prende para los países sudamericanos, cuyas campañas no lle-varán la característica de una prolongada guerra de trincheras,sino el sello de una campaña de movimiento?

Estimamos que estas ligeras pero poderosas consideracio-nes son lo suficientemente claras para fortalecer las razones quenos han guiado en la confección del presente trabajo.

Respecto a la agrupación interna que deben tener estosgrupos (número de hombres, de ganado, material, etc.) es cues-tión de orden técnico, ajena a la índole de esta exposición des-tinada a presentar los elementos que deben incorporarse a lacaballería moderna y sin que ellos entorpezcan su caracterís-tica de movilidad, flexibilidad y rapidez de acción que le sonnecesarias.

Consecuente con lo manifestado, la nueva organización de lacaballería debe consultar:

1) Escuadrones de jinetes montados, (carabinas, F.A. pis-tolas, machetes y puñales. Machetes y F.A., según distribuciónque se acuerde).

2) Escuadrones motociclistas, (dos hombres por máquina,mismo armamento del punto anterior).

3) Escuadrones o Secciones de motos-sidecar, (tres hom-bres por máquina, en cada máquina una ametralladora liviana.Armamento del personal mismo del anterior y de acuerdo conla misión que cada uno debe desempeñlar).

4) Cañones de acompañamiento de la caballería y cañonesantiaéreos.

5) Artillería, tropas técnicas e infantes motorizados. (Deacuerdo con la mayor o menor importancia de la misión porcumplir).

6) Los Escuadrones de jinetes montados, además del arma-mento señalado, llevarán sable.

Tal organización sólo presenta la fuerza combatiente. Losdistintos servicios que con esta organización se relacionan, se-rán materia de un estudio aparte.

M. de E. 3.


Dos puntos quedan por contestar:1) Punto 4. ¿Debe esta organización, (organización mix-

ta) efectuarse desde el tiempo de paz, o deben organizarse so-lamente los cuadros para ser completados durante la movili-zación?

El estudio precedente muestra la necesidad de que estosGrupos sean organizados desde el tiempo de paz. Por lo menoscada Brigada debiera contar con un Grupo efectivo, organizan-do los cuadros de los restantes para ser completados durante lamovilización.

Es indispensable la presencia de un Grupo efectivo en cadaBrigada, porque el personal que lo compone, desde el soldadohasta el Jefe, debe impregnarse con los principios que emanande esta nueva doctrina de conducción y combate, trabajandoconstantemente de acuerdo con la nueva acción que debe desa-rrollar la caballería mecanizada.

Será imposible improvisar el personal que integre estasnuevas formaciones y lleve a la práctica las nuevas doctrinas.Tal situación exige en forma imperativa, de parte del personalde tropa y Jefes que la constituyen, gran capacidad y rapidez re-flexiva, acción que se traduce en la rapidez de concepción ydictación de las disposiciones que signifiquen el mayor y mejoraprovechamiento de la rapidez y potencia de fuego del arma.

Tal beneficio sólo se alcanza con una práctica constante,acción que marcha estrechamente unida con la familiarizacióndel conjunto, con el trabajo diario y con la constante seleccióndel personal.

Por otra parte, durante los grandes ejercicios, la presenciade un Grupo efectivo frente a cada Brigada, mostrará sus ven-tajas y desventajas, los inconvenientes y tropiezos que se deri-van de esta nueva formación y, por sobre toda otra conside-ción, la razón de ser del Grupo mecanizado frente a las exi-gencias de la campaña moderna.

Respecto al punto 5:Atendiendo al factor económico, ¿debe efectuarse esta or-

ganización sólo el día de la movilización?Respondemos categóricamente que nó. Las razones ya se

han manifestado y sería redundancia presentarlas nuevamente.

La organización de la Escuela de Infantería.

Por el Coronel Guillermo Barrios T.

"Un Ejército en cuadros, que cuente con una buenaEscuela Militar y con eficientes Escuelas de Aplicación,me parece preferible a un Ejército con muchos regimien-tos y soldados, pero sin las Escuelas que forman alOficial y sin las unidades modelos de aplicación dondeejercitar, con asegurada unidad de doctrina, el mandoy la instrucción. Las Unidades de Aplicación son, almismo tiempo, las mejores Escuelas de Suboficiales quepuede concebirse".

Coronel Tobías Barros O.

El Sr. Coronel Tobías Barros dictó una interesante conferenciaque mereció los honores de la publicación en nuestro Memorial delEjército, y, en el curso de ella sentó el principio justo, sabio y realque se copia más arriba. He considerado de tanta importancia sutesis, que voy a permitirme analizarla a la luz de las realidades denuestra actual Escuela de Infantería, con el objeto de exponer anuestros camarades su finalidad, su organización, su funcionamientoy sus necesidades.

En consecuencia, del análisis que se hará en el presente estudio,cada lector podrá deducir si nuestra Escuela de Infantería cumplela función que le asigna el Sr. Coronel Barros.

A) Finalidad.—El Reglamento Orgánico de la Escuela, le asig-na las siguientes funciones:

a) "Perfeccionar y uniformar la instrucción táctica y técnicade los Oficiales y Suboficiales en los ramos del servicio de infanteríay sus armas auxiliares".

Esta función la cumple la Escuela debido única y exclusivamentea la estabilidad de su profesorado. La Escuela, ha tenido la gransuerte de poder contar desde hace algunos años a esta fecha con losmismos oficiales entusiastas y preparados, de modo que la obradesarrollada en este sentido ha sido beneficiosa, fecunda y de granalcance profesional, por cuanto, ha existido una continuidad decriterio, de modo que insensiblemente se ha ido formando y espar-ciendo la unidad de doctrina dentro del arma.


Estimo, que para conseguir una finalidad cualquiera, el éxitodepende de las condiciones profesionales del personal elegido y desu estabilidad en la función a que ha sido llamado a desempeñar.

Al efecto, ¿cuál sería la situación de la Escuela, que se le imponecomo primera obligación, la de perfeccionar y uniformar la instruc-ción táctica y técnica del arma, si durante un año escolar el alum-nado ha debido aceptar dos o más profesores de táctica, de trasmi-siones o de zapadores?

Se me podrá decir que con la existencia de un buen plan deestudios se puede subsanar la falta de estabilidad del profesorado.Sin embargo, no es así. Los planes de estudios evolucionan, deacuerdo con las experiencias que deja el servicio, y aún, suponien-do que esta obra alcance su máxima perfección, no podrá contenerjamás todos los antecedentes que sería de desear. El plan de estudioses una directiva que contiene ideas matrices y deja al profesor liber-tad absoluta en la elección de los medios para darle forma y hacerlorealidad.

En consecuencia, mientras más estable sea el profesorado mayoresposibilidades habrá de que la Escuela cumpla honrosamente con lafunción de perfeccionar y uniformar la instrucción del arma.

b) "Perfeccionar, uniformar y fomentar los conocimientos quese refieren al empleo, manejo y tiro de las armas de la infantería".

La infantería, como bien lo sabemos, es hoy día un verdaderoarsenal. Sus armas normales están constituidas por: fusiles, cara-binas, P. A., pistolas, ametralladoras, cañones de infantería, mor-teros de distintos calibres, granadas de mano y de fusil, carros decombate, ametralladoras anti-aéreas y cañones anti-tanques.

Este artículo que será leído por nuestros camaradas me relevande la obligación de hacer más larga disertación, y, en homenaje a¿a brevedad expresaré lisa y llanamente, que en este orden de cosas.la Escuela no puede dar el impulso que le corresponde por la caren-cia de muchas de las armas que le corresponde a toda infantería.

La Escuela, que incuba en su alumnado el espíritu del arma, debecontar con todos los elementos que a ella le corresponderá en uncaso dado, y si bien es cierto, que en la actualidad no existen en elEjército, debe haber el mayor número de oficiales y suboficialesrepartidos en las tropas con los conocimientos de estas armas paraservir de instructores en su manejo y conservación.

Hay otra consideración que hacer. Supongamos que en ningúnmomento tengamos muchas de las armas de la moderna infantería,sin embargo, a pesar de esta desfavorable circunstancia, los instruc-tores deben conocer los procedimientos de tiro y sus posibilidadestácticas para defenderse de los efectos.

La Escuela, debe pues, contar con todas las armas y elementosque le corresponde a la infantería actual, aunque sea al precio deun sacrificio pecuniario, porque sólo así podrá informar al Ejércitosobre los sistemas de tiro implantados en los Ejércitos extranjeros y

LA ORGANIZACION DE LA ESCUELA DE.. . 959

ge contribuirá en óptimas condiciones a cimentar la unidad de ins-trucción del armamento y el tiro.

La Escuela, está favorecida por decretos y órdenes especialesque se refieren a consumos de munición fuera de reglamento. Estasfranquicias permiten la ejecución de experiencias provechosas y adar un gran impulso a los tiros de combate.

c) "Formar los cabos del arma y propender a la formación decuadros de suboficiales de reserva".

El Boletín Oficial N.º 27, del 8 de julio de 1937, nos dá a cono-cer la Orden del Comando en Jefe por la cual se dispone la organi-zación de cursos especiales para soldados empacante a cabos. Enotros términos, la Escuela vuelve a recuperar una función que lees propia y que le permitirá, en lo sucesivo, tener la responsabilidadde instruir y formar a los futuros suboficiales del arma, con losbeneficios inmensos de lo que esto significa para la uniformidaden la instrucción y formación desde los grados más pequeños dela unidad de doctrina en la Infantería.

En cuanto a la formación de cuadros de suboficiales de reser-va, la Escuela no ha podido cumplir con esta finalidad, debido aque recibe un contingente analfabeto (60% en el presente año) y decondiciones físicas y morales que lo incapacitan para el desempeñode una misión educadora futura de tanta responsabilidad como es lape impone el mando y educación de los contingentes llamados a lamovilización. Sin embargo, se espera una pronta solución a tan in-teresante problema, mediante la asignación de un contingente quesea capaz de asimilar con rapidez y seguridad los conocimientos pro-fesionales. En consecuencia, sólo con buena calidad del contingentese podrá llenar la exigencia que se le impone en este orden de cosasa la Escuela.

B) Su organización.—La organización actual de la Escuela,responde a su finalidad?

Como hemos visto ya, la Escuela debe cumplir cuatro finali-dades bien claras y precisas. Ahora bien, analicemos la organizaciónque tiene nuestro instituto para sacar deducciones.

El Director cuenta con dos funcionarios para manejar la Es-cuela : el Sub-Director a cargo de la instrucción y el Jefe de la PlanaMayor a cargo de la gestión administrativa.

El Sub-Director tiene dos órganos de trabajo: el Secretario deEstudios que tiene las responsabilidades y atribuciones de coman-dante de batallón y con acción directa en todos los cursos que sedesarrollan o puedan desarrollarse en la Escuela (cursos de instruc-ción, de aplicación, de especialización, etc.).

El Comandante de Batallón es el Jefe de la unidad de este nom-bre y su acción es la que corresponde a cualquier comandante debatallón, con la exigencia si, de que al batallón hay que instruirloen un mínimum de tiempo para que pueda servir cuanto antes comounidad de experimentación o de aplicación al Secretario de Estudios.


En consecuencia, si el batallón de conscriptos es la verdadera unidadde aplicación y si una de las finalidades de la Escuela es también lade formar suboficiales y clases de reserva, se comprueba, una vezmás, la necesidad imperiosa de que a la Escuela se le debe asignarun contingente preparado física e intelectual mente, capaz de con-vertirse en un perfecto soldado en el mínimum de tiempo, de modoque su capacidad profesional sea aprovechada por los cursos deinstrucción, y por sus instructores, para transformarlo en un per-fecto comandante.

No hay duda de que el ideal sería que la Escuela contara per-manentemente con un batallón completo de soldados profesionales,pero, tal idea es tan caro que, personalmente, prefiero la actual so-lución, siempre que el contingente sea el mejor de una División odel país entero. Con hombres sanos e inteligentes se pueden consti-tuír unidades de aplicación en el mínimum de tiempo con un míni-mum de gasto.

Ahora bien, la designación del ciudadano a la Escuela del Ar-ma debe estatuirse como un honor y remunerarse en forma especial.Así por ejemplo, si el conscripto gana $ 30.00 mensuales al de laEscuela se le debía asignar un sueldo de $ 60.00 (a la Escuela lecorresponde 400 conscriptos, si a cada uno se le pagara $ 60.00, elmayor gasto sera de $ 12,000 mensuales y en 9 meses de $ 108,000).

El batallón, que hasta setiembre es de Instrucción (educa e ins-truye al contingente) y hasta el licénciamiento de Aplicación (sirvede experimentación al profesorado y al mando del alumnado), secompone de dos compañías de fusileros, una de ametralladoras yuna compañía Mixta (reunión de las secciones independientes). Estaunidad, mientras recibió contingente reducido podía satisfacer susnecesidades en instructores, hoy, que la situación ha cambiado, existeuna crisis tan enorme que se ha debido poner en manos de 1 cabo osargento hasta 25 conscriptos. Situación tan especial no vale la penacomentarla porque el número es más que suficiente para comprenderla gravedad de lo que ésto significa.

Es aquí, donde tiene un valor inmenso la tesis del señor CoronaBarros, o sea, que bien vale un sacrificio a los cuerpos de infanteriaen beneficio de la Escuela del Arma, que tiene una honrosa misiónque cumplir. Esta crisis es aún más grave, y que no la sufre ningunaunidad del Ejército, si consideramos la instalación material de laEscuela que ocupa 7 dependencias en la guarnición, exigiendoconsiguientes servicios de guardia o de vigilancia.

C) Funcionamiento.—La Escuela del Arma, en este sentido estáorgullosa de su pasado y de su presente porque desarrolla una acti-vidad intensa y de provecho. La unidad de doctrina está cimentaday los distintos cursos de instrucción que pasan anualmente por susaulas son los encargados de desparramar la semilla que ha de fe-cundar después en los cuerpos de tropas.

LA ORGANIZACION DE LA ESCUELA DE.. . 961

La Escuela recibe año a año un curso de Capitanes, uno de Te-nientes, a los Alféreces que vienen a hacer sus primeras armas, uncurso de Sargentos, y desde el próximo año, la Escuela tendrá elhonor de formar nuevamente a los futuros suboficiales del arma.

D) Sus necesidades.—La sola enunciación será suficiente paraapreciar su grado de urgencia. En mi concepto, casi todas ellas sonfáciles de llevar a la práctica.

1.') Construcción del Cuartel.—La Escuela acaba de cumplir50 años de vida y sus bodas de oro la encuentran aposentada enun edificio estrecho, viejo y sin ninguna comodidad; sus dependen-cias repartidas en 7 locales de la guarnición. Sus hermanas, laEscuela de Artillería, con una decena de años de vida, disfruta deun buen cuartel y espaciosos campos de ejercicios; la de Caballería,con 34 años de vida, en breve dispondrá de sus excelentes edificiosde San Isidro.

2.º) Profesorado.—Darle estabilidad como único medio de con-servar la unidad de doctrina. Remunerado por su esfuerzo intelec-tual ya que la preparación de las clases y corrección de trabajosproduce cansancio espiritual y físico. Por fin, a la Escuela debenllegar oficiales que puedan desempeñar una o más asignaturas conel objeto de que la Dirección cuente con su profesorado dentro dela Escuela.

3.º) Aumentar su personal de planta, aunque sea al preciodoloroso de una disminución en los cuerpos de tropas (desde vice 1.ºa soldado 2.º).

4.º) Destinar el mejor contingente de la República al serviciode la Escuela, estimulado con una remuneración especial.

5.º) Dotarla de los elementos materiales que hoy le faltan.

La preparación de nuestros Oficialesde Administración y de Intendencia.

Por el General de Intendencia en retiro Sr. Fabio Cruz H.

Todos los ejércitos modernos mantienen escuelas, acade-mias y cursos militares pana la preparación de sus oficiales,tanto de armas como de los servicios. Así tienen escuelas ocolegios de cadetes, escuelas prácticas de infantería, de arti-llería, de caballería, de carros de combate, de tiro, de inge-nieros, de intendencia, de administración, de sanidad, academiasde guerra, de estado mayor y de altos estudios militares.

En estos cursos se prepara técnica y prácticamente el per-sonal de oficiales para el desempeño de sus obligaciones entiempo de paz y en campaña.

Lo mismo que los oficiales de armas, los oficiales de ad-ministración y de intendencia necesitan estudios técnicos y prác-ticos que los habiliten para desempeñar con eficiencia suslabores dentro del Ejército. Hoy día tales estudios son indis-pensables para el buen éxito de toda operación. Tanto las armasfombatientes como los servicios deben mantener una colabora-ción estrecha y bien comprendida que robustezca la acción co-mún.

Para que este apoyo mutuo sea mantenido con inteligencia,es indispensable que el personal de los servicios sea formado enuna escuela, en igual forma que el artillero o el infante quereciben su instrucción metódicamente. Así lo han comprendidolos organizadores de ejércitos modernos, y todos ellos se preo-cupan atentamente de la preparación y perfeccionamiento de losoficiales de sus servicios, especialmente de los de la rama deadministración y de intendencia. Con este fin mantienen escuelas,cursos prácticos y academias donde, a más de los conocimientostécnicos de su especialidad, les proporcionan otros que les sirvenpara colaborar con eficiencia junto con los oficiales de armasen los estados mayores de las tropas.


Un oficial moderno de administración y de intendencia,requiere, además de buena salud y desarrollo físico, conoci-mientos especiales. Debe conocer la organización militar, elempleo de las distintas armas, el mando de tropas, el manejodel caballo y del automóvil. Debe saber táctica, historia military topografía, geografía económica, estadística, comercio, conta-bilidad, derecho, economía política, leyes sociales, etc.

Respecto a su especialidad técnica, debe conocer los com-ponentes físicos y químicos de los artículos alimenticios y delvestuario; sus substituciones, y también la fabricación delpan, el manejo y empleo de los hornos de campaña, la fabri-cación de paños y tejidos, la calidad de los cueros, suelas yfabricación de calzado, la organización y funcionamiento de al-macenes, puntos de trasbordo y entrega, el miando y empleo dela compañía de administración, columnas de panadería y colum-nas de acarreo.

Todos estos conocimientos y otros muchos no puede adqui-rirlos en un año o dos, sino en varios años de estudio ypráctica.

Es indispensable, por lo tanto, que el oficial de adminis-tración comience su carrera desde una escuela militar juntocon el oficial de armas, porque ambos necesitan tener comobase la misma instrucción preliminar. Solamente al término delcurso deberán ser separados aquellos que se especialicen enadministración.

Pero no se crea que con esto el oficial de administitacióncuenta ya con la preparación suficiente. Muy lejos de eso. Haadquirido solamente conocimientos generales, es decir la base.Necesita en adelante seguir estudiando y practicando por mu-chos años para llegar a ser buen intendente.

Con razón dice el ilustrado coronel don Tobías BarrosOrtiz en su interesante conferencia Apuntes y notas sobre lafunción del oficial de hoy. «Cada día adquiero más el conven-cimiento de que lo fundamental, lo único que no se compra, loúnico que no se improvisa, es el buen oficial.» Y más adelanteagrega: «La Escuela Militar debe dar al oficial una sólida basemoral; su temperamento militar debe ser probado, fortifica-do y orientado; su fortaleza física debe ser ejercitada y entre-nada al máximum... el oficial que egresa de la Escuela Militardebe saber que a su espalda deja sólo la primera etapa de suformación y que debe seguir estudiando para recibir su títulodefinitivo». (1),

(1) "Memorial del Ejército de Chile".—Enero-Febrero de 1937.

LA PREPARACION DE NUESTROS OFICIALES... 965

Aunque esto se refiere a los oficiales de armas, puede apli-carse perfectamente a los oficiales de administración.

El General von Kiesling, en sus conferencias y juegos deguerra, decía: «El oficial de administración de hoy debe saberpensar como el oficial de armas para uniformar sus ideas ycriterio de acuerdo con las realidades de la guerra». Es porlo tanto en la Escuela Militar donde debe empezar esta uniónmutua y uniformidad de criterio entre los oficiales de armas ylos de administración. Con una sólida base adquirida en losprimeros años de su carrera, el oficial de administración mar-chará paralelamente con el oficial de armas en sus futurostrabajos.;

Después, el oficial de armas practica en las escuelas de surespectiva arma. En iguales circunstancias, el oficial de admi-nistración debe practicar también la especialidad de sus comple-jos conocimientos en un curso de administración y en cursosprácticos anuales de perfeccionamiento.:

A este respecto citaré algunos datos tomados de Apuntesy notas sobre la administración militar alemana, publicados enesta revista el año 1930 por el Coronel señor Tobías Barros C.

«El joven oficial que desea seguir la carrera administrativamilitar—dice—después de año y medio de servicio militar enlas tropas y si cumple con las exigencias de estudios previosrequeridos, es nombrado candidato aspirante a oficial de admi-nistración. Sirve como tal tres años en distintos servicios admi-nistrativos. Terminados esos tres años, más los del serviciomilitar, hacen ya alrededor de cinco, el candidato es nombradoaspirante a oficial de administración y queda en condicionesde ocupar vacante»..

Los cursos seguidos por dicho aspirante, se descomponencomo sigue:

Curso de avituallamiento 12 meses.Curso de hospitales militares 7 meses.Curso de vestuario y equipo 7 meses.Curso de alojamiento 9 meses.

Total 35 meses, después de los cuales, el candidato rindeen Berlín, en el Departamento de Administración Militar, elexamen correspondiente.

Una vez nombrado el oficial de administración, continúaestudiando y practicando en los diferentes establecimientos ad-ministrativos militares del ejército alemán y formando parte decursos anuales de perfeccionamiento.


4 los oficiales de intendencia se les exige un curso de 19meses de administración militar, más un curso universitariode derecho administrativo. Además, deben formar piarte de uncurso de intendencia cada dos liños en el Ministerio de Defensa.

Refiriéndose a este curso el Coronel señor Barros dice:«Por cierto allá no se dedican a estudiar contabilidad, sino aperfeccionarse en sus funciones administrativas militares, des-cargando de los hombros del jefe táctico, un mundo de preo-cupaciones y responsabilidades que en otros ejércitos lanula casila actividad propiamente militar de los jefes».

Daré a conocer a la ligera los establecimientos en que sepreparan los oficiales de administración y de intendencia enalgunos ejércitos europeos y americanos.

Francia, cuenta con la Escuela de Administración de Vin-cennes, fundada por Napoleón III en 1.855. Ingresan a ella losoficiales y sub-oficiales de armas y de los servicios que desean.entrar en la administración militar. Y la Escuela superior deIntendencia de París, donde amplían sus conocimientos los ofi-ciales de armas que pasan al escalofón de intendencia.

Italia tiene con este mismo objeto las Escuelas de Adminis-tración y subsistencias de Módena y la, Escuela de Comisariato(Intendencia) de Roma.

Inglaterra cuenta con el Centro de Instrucción de Aldershotpara la preparación de los oficiales del Real Cuerpo de Servi-cios. Estos se recluían entre los oficiales de armas y alumnosuniversitarios. Todos deben seguir un curso de un año en di-cho centro.

Este curso comprende alrededor de 4 meses de ejerciciosmilitares, de empleo de las armas, de educación física, de ser-vicio interno, etc.; 4 meses de trabajos sobre cuestiones dereabastecimiento y alimentación; 4 meses sobre transporte me-canizados.

Los oficiales del Real Cuerpo de Pagadores del Ejércitoson admitidos en el cuerpo, previo título profesional y des-pués de un periodo de prueba de dos años, durante el cu|aldeben rendir exámenes periódicos.;

Los oficiales pertenecientes al Real Cuerpo de Reglamento,son reclutados entre los oficiales de armas del Ejército y dela Marina, debiendo pasar por el Colegio Militar de Cienciasy por la Real Escuela de Instrucción de Reglamento.

Las atribuciones de estos oficiales se dividen en tres ca-tegorías :

1) Servicio de vestuario, equipo, material de campamento,cama y amoblado para las unidades y establecimientos delejército. (Oficiales de Administración).


2) Servicio de aprovisionamiento y movilización que no seade alimentación.

3) Servicio de artillería y material de guerra.Bélgica tiene escuelas de administración y de intendencia.

El personal se recluta entre los oficiales de armas y serviciosdel ejército activo. Los candidatos para ambas categorías debenhacer previamente un curso en dichas escuelas.

Portugal. Forma sus oficiales de administración en la Es-cuela de Administración de Lisboa.

Para la práctica del servicio cuenta con la ManutencaoMilitar en Lisboa, establecimiento [administrativo que compren-de : un molino, una panadería, una planta refinadora de azúcary café, una fábrica de conservas y embutidos, un depósito desubsistencias, un depósito de ganado, un matadero, talleres decarpintería y envases, un laboratorio químico y tecnológico yuna biblioteca. Tiene sala de armas y de conferencias, cuadraspara el personal. Cuente con dos compañías de administracióncon 346 hombres. Todo el establecimiento es dirigido por uncoronel de intendencia con su respectivo personal de oficialesde administración.

Para ascender, se exige la los oficiales seguir varios cursosde administración y de intendencia..

España. Antes de la revolución contaba con la antigua ycélebre Academia de Intendencia de Avilla, generadora de ilus-tres intendentes militares. Durante el gobierno de la Repúblicafue trasladadla al Alcázar de Toledo, funcionando junto con lasAcademias de infantería, y caballería. Allí la encontró la re-volución.

Estados Unidos da Norte América. Todos los oficiales dearmas y servicios son formados en la Academia militar deWest-Point, en el Estado de New York. Al terminar el 4o. añoy recibir el grado de oficial, se eligen las Tirinas y servicios.

Los que desean ingresar a la Administración deben cursarestudios como sigue:

1.° Escuela de Subsistencias de Chicago, 1 año.2.° Escuela de Transportes de Baltimore, Maryland, 1 año.3.° Escuela de Administración de Filadelfia, 1 año.Graduados en esta escuela son designados oficiales efectivos

de Administración.Los de Intendencia cursan estudios en la Escuela de Co-

mando y Estado Mayor, Escuela Industrial del Ejército y Es-cuela de Altos Estudios Militares.

Fuera de esto, hay constantemente oficiales en comisionesde estudio en diferentes establecimientos industriales.


México tiene Escuela Militar de Intendencia para el per-feccionamiento de sus oficiales. Para formar parte de dichaEscuela, dice una de sus disposiciones reglamentarias «sólopodrán ingresar los miembros del ejército que hayan pasadopor el Colegio Militar y cumplido el requisito de dos años deservicio en las filas como oficiales de armas».

Brasil cuenta con escuelas de Intendencia y Administración,que funcionan juntas en Río Janeiro.

República Argentina.—La Escuela de Administración deBuenos Aires funciona desde el año 1930, con cursos para ofi-ciales y suboficiales de administración que duran 9 meses cadauno.

Perú.—Desde el año 1934, los oficiales de administraciónse recluían entre los oficiales de armas; pero en adelante debenformarse en la Escuela de Oficiales en cursos de tres años, pa-ralelo al de los oficiales de armas.

De lo expuesto se desprende la importancia que, en otrosejércitos, dan a la preparación de los oficiales de estos servi-cios y los establecimientos que tienen para este objeto.

Veamos ahora la preparación de nuestros oficiales de ad-ministración y de intendencia, preparación que, a mi juicio, espor demás deficiente, y no corresponde en manera alguna a lamisión que estos oficiales están obligados a desempeñar encampaña.

Primeramente el oficial egresado de la Escuela Militar,donde ha recibido su instrucción preliminar, pasa inmediata-mente a servir de ayudante, muchas veces haciéndose cargo deuna administración de caja de una unidad de tropa o estableci-miento militar; es decir, pasa la especializarse en contabilidad.Si es entusiasta y tiene amor a su carrrera, participará coninterés en juegos de guerra, y en conferencias, junto con losoficiales de la unidad, o se ilustrará por su propia iniciativa enel funcionamiento del servicio en campaña. Fuera de esto, notiene este oficial donde prepararse ni técnica mi prácticamenteen los complejos conocimientos que exige la AdministraciónMilitar moderna. Se sigue hoy como hace 30 años atrás, con lamisma rutina de la función de la administración de caja.

Los oficiales de armas, desde su egreso de la Escuela Mi-litar, van de año en año aumentando y perfeccionando sus co-nocimientos en el mando de tropas, en escuelas de armas, en cur-sos especiales, etc.. En cambio, nuestros oficiales de adminis-tración y de intendencia no cuentan, para practicar y profundizar


sus conocimientos, con el más elemental curso de administra-ción, ni tampoco disponen de tropas ni material para la prácticadel servicio en campaña. Sin embargo, en otras institucioneshermanas, se presta al personal de los servicios administrati-vos mayor atención. Me refiero a los oficiales de administra-ción de la Armada, que reciben una excelente preparación enla Escuela Naval, y a los oficiales de administración de cara-bineros. Respecto a estos últimos voy a citar algunas disposi-ciones que rigen para su reclutamiento y preparación.

La primera exigencia es la de haber hecho su serviciomilitar efectivo en el ejército, marina o aviación, y haber cur-sado 6.° Año de humanidades o ser licenciado en el InstitutoSuperior de Comercio o de otro establecimiento similar.

Los aprobados ingresan a un curso de dos años en el Re-gimiento Escuela, junto con el curso de aspirantes a oficiales.Los que al término del curso han sido aprobados, son nombra-dos Brigadieres de Administración, y pasan enseguida a prac-ticar durante seis meses en las administraciones de caja de lasunidades de carabineros.

Después de estos seis meses de práctica deben presentarun memorial, quedando en condiciones de ser nombrados sub-tenientes de administración. En resumen se les exige 3 años y6 meses de estudio.

Respecto al reclutamiento y ascensos de nuestros oficialesdel servicio, dice la ley 5946 en su artículo 3.° : «Como lodetermina el artículo 5.° y el Reglamento respectivo, debien-do además los aspirantes a oficiales de administración seguir uncurso especial en la Escuela Militar».

El artículo 5.° dice: «a) Haber cumplido con la Ley deservicio militar obligatorio y tener el título profesional res-pectivo ».

Hasta la fecha no se ha dictado el Reglamento a que se re-fiere el artículo 3.°; por consiguiente no se sabe en qué con-diciones se desarrollará el curso de la escuela, ni cuanto tiem-po durará.

Por otra parte, el artículo 5.° es vago en sus dos disposi-ciones, dando lugar a que los interesados ingresen al curso sinhaber hecho su servicio militar efectivo y sin indicar clara-mente el título profesional que deben presentar.

En cambio el mismo artículo en lo que se refiere a los aspi-rantes a oficiales de administración de la Arma-da, es mucho másesplícito al decir: «Se considerará como título profesional paralos aspirantes a oficiales de administración de la Armada, elque obtengan en el curso especial de la Escuela Naval...».


Para los ascensos dispone el artículo 9, que, para ascendera 'teniente, el interesado debe haber servido 4 liños en el grado,de los cuales dos en las tropas. Para Capitán 5 años en el grado,de los cuales dos en tropas.

Para ascender a Mayor, 6 años en el grado, de ellos tresen tropas y haber participado en un «Curso de Informaciones».

Para ascender a Teniente Coronel, 4 años en el grado yhaber participado en el correspondiente curso de informaciones.

De esto resulta que desde el grado de subteniente hasta, elde Capitán no se exige a los oficiales sino cumplir el tiempofijado para cada grado, de los cuales dos en las tropas. Es decir,según nuestro sistema, practicar únicamente contabilidad.

Respecto al curso de informaciones exigido para ascendera Mayor y Teniente Coronel, es prácticamente nominal, puesse lleva a efecto en forma ocasional sin sujeción a un plan de-terminado y sin reglamentación alguna.

Como se vé por lo expuesto, nuestros oficiales carecen deun curso de Administración Militar donde puedan prepararsetécnica y prácticamente, para los grados superiores.

La forma más práctica y económica para la preparación denuestros oficiales de administración sería, a mi juicio, la si-guiente :

Primero, un Curso en la Escuela Militar de dos años deduración, en iguales condiciones que el oficial de armas. Egre-sado de la escuela como alférez de administración, deberá se-guir tres nuevos cursos, a saber:

a) Curso de Administración Militar: 8 meses.b) Curso práctico de avituallamiento: 2 meses.c) Curso de práctica en una Administración de Caja:

1 año.

Total alrededor de 4 años para quedar aptos para ser nom-brados subtenientes de administración, previo los exámenes co-rrespondientes a cada curso. Los cadetes de Administración unavez recibido su título de alférez; serían agregados, para su alo-jamiento y régimen interno, a las unidades de la guarnición deSantiago, con el objeto que puedan seguir el Curso de Adminis-tración Militar. Este curso funcionaría en el local de la Fábricay Depósito Central de Vestuario y Equipo, bajo la dirección deljefe de dicho establecimiento. El programa de estudios abarca-ría las materias siguientes:


a) Nociones de Derecho Privado, Derecho Constitucional,Derecho Administrativo, Derecho Penal y Justicia Militar. Co-mercio, Contabilidad Comercial, Geografía Económica. Legis-lación Tributaria, Economía Política, Estadística y Fisiología dela Alimentación.

b) Táctica, Organización Militar, Historia de la Alimenta-ción de las tropas en campaña, Servicio de Intendencia y Ad-ministración en campaña, Topografía, Contabilidad Militar, Re-glamentación e Higiene Militar.

c) Estudios físicos y químicos de los componentes alimen-ticios de las porciones y raciones y de los artículos de vestuarioy equipo.

d) Visita a establecimientos industriales: Molinos, panade-rías, curtidurías, frigoríficos, fábricas de paño, de hilados, decalzado, etc..

Cursos de Aplicación.—Este se efectuaría en el Batallón deTren de esta guarnición, bajo la dirección del comando de launidad. Su duración sería, como se ha dicho, de 2 meses y sedesarrollaría como sigue:

a) Mando y Conducción, como comandantes de sección, deuna compañía de Administración, de una columna de panade-ría, y de una columna de acarreo hipomóvil y automóvil.

b) Carga y descarga de carros.c) Instalación y funcionamiento de los servicios de un al-

macén de subsistencias. Punto de trasbordo y de Entrega.d) Protección de columnas de acarreo, almacenes, etc. con-

tra ataques de patrullas, aviones y gases.e) Enmascaramiento de las mismas instalaciones.f) Tiernos de campaña.—Armaduría, desarme y carguío en

carros y a lomo de hornos desarmables. Su funcionamiento,confección de pan, su transporte y conservación.

g) Carnes.—Organización de un matadero de campaña, ma-tanza del ganado, calidad de las carnes, su transporte y con-servación.

h) Documentación la que corresponde a cada servicio.

El curso de Administración empezaría el 1.° de Marzo paraterminar el 30 de Octubre y el de aplicación el 1.° de Noviem-bre al 31 de Diciembre, época de la instrucción de batallón.

Terminado este último curso, los alumnos serían destina-dos como agregados a las administraciones de caja para hacerel año de práctica y quedar en condiciones de recibir su títulode Subtenientes de Administración.


Tara ascender a tenientes y capitanas se les exigiría unexamen teórico y otro práctico sobre los servicios de intenden-cia y administración en campaña, que se efectuarla en el co-mando de la respectiva división.

Para ascender a oficiales de intendencia, estarían obligadosa hacer un curso superior de intendencia en la Academia deGuerra, durante tres meses, requisito indispensable para el as-censo a mayor y a teniente coronel.

Ambas categorías de oficiales deberían tomar parte en losjuegos de guerra de sus respectivas unidades.

Además, en el Departamento de Administración y en lasintendencias, se efectuaría anualmente un curso práctico, apli-cado a una situación de guerra, sobre el trabajo de las subsec-ciones y relaciones de servicio de las intendencias en campaña,poniendo en práctica su documentación.

Sólo con una preparación como la que he expuesto a laligera, podrán los oficiales de nuestro servicio mantener unacolaboración estrecha y comprensiva con los oficiales de armasen todas las tareas que exige la preparación moderna de laguerra.

La 42º División en el Marne.Coronel A. Grasset.

Traducción de Arturo Fuentes Rabé.(Revue des deux Mondes).

El presente artículo se refiere a una de las más interesan-tes y sugestivas operaciones realizadas durante la guerra 1914¡18. Ha sido estudiada y comentada en todos sus aspectos, a finde extraer sus notables enseñanzas. Diversos escritores y arti-culistas militares han recurrido a esta célebre 42º División comofundamento de sus asertos.

El Coronel Tomás Sánchez en una interesante conferenciasobre cultura militar francesa dice al respecto en la Revista delEjército de México:

"La decisión de Foch en la Batalla del Marne, frente a lospantanos de Saint-Gond, evoca la maniobra de Marceau enFlerus, al dar la orden de atacar en el instante crítico. Con mu-cha frecuencia ha sido citada esta maniobra de Foch, calificán-sera de herética. Posiblemente, pero victoriosa, y que consistióespecialmente en conducir la 42.' División, relevada en plena ba-talla, a retaguardia de su frente cubierto por el 9 Cuerpo deEjército que cede ante los esfuerzos desesperados de von Bülow,para lanzarla sobre el flanco del XII Cuerpo de Ejército Alemán.Se cuenta que, el 9 de Septiembre, la jornada trágica, al conocerla situación desesperada, de sus tropas, informa al Gran CuartelGeneral lo siguiente: "Mi centro retrocede; mi derecha es bati-da. Situación excelente. Yo ataco".

¿Significa un error táctico retirar del campo de batalla pa-ra emplearla en una nueva y diferente misión a una División quese encuentra totalmente comprometida y que se bate con venta-ja sobre un terreno que conoce y donde es capaz de obtener unavictoria; para correr la problemática posibilidad de poder efec-tuar su relevo por otra División que acude desde un sector dis-tante y que desconoce el campo de acción?

Tal es uno de los aspectos del interesante problema que pre-senta este artículo.


El otro 'se refiere a la fuerte enteresa de carácter, necesariaal Jefe que toma una resolución de tanta trascendencia y la in-quiebrantable voluntad del ejecutor de la orden.

Es por eso que, anticipándose a la solución de estos proble-mas de alto valer moral, el Mariscal Foch como educador de laoficialidad francesa antes de la Guerra Europea, manifestaba"que la verdadera superioridad del oficial descansa en su ca-rácter".

Napoleón en Santa Elena dicta lo siguiente al Conde de lasCases (Memorial: día Lunes 4 de Diciembre de 1815).

La suerte de una batalla, es la mayor parte de las veces, elresultado de un instante, de un pensamiento; se avanza con com-binaciones varias; se pelea algún tiempo, presentándose el mo-mento decisivo, una chispa de moral decide, y la más pequeña re-serva ejecuta.

Por su parte André Gavet, en sus estudios, antepone el ca-rácter, a la inteligencia y abnegación del oficial.

Por último, el Mariscal Ludendorff en su reciente obra "LaGuerra Total" describe maravillosamente bien, la decisiva in-fluencia del carácter del conductor de los destinos de las opera-ciones.

El Memorial se complace a insinuación de la Jefatura, delE.M. del Ejército, en dar a conocer a sus distinguidos lectoreseste interesante artículo.

"Es en la influencia que ejerce elComando, en el entusiasmo que élcomunica, donde debe buscarse laexpresión de estos movimientos dela masa humana en aquellos momen-tos solemnes donde, sin saber porqué, sobre el campo de batalla, unEjército se siente empujado haciaadelante como si se deslizase por so-bre un plano inclinado".

FOCH.

La situación el 8 de septiembre en la tarde.

El rol que correspondió desempeñar a la 42º División enla Batalla del Marne, ha sido objeto de numerosas y fantásticasversiones. Hasta la leyenda se ha preocupado de ella. Como 9episodio encierra lecciones de mucha utilidad, es interesante re-cordarlo en toda su verdad histórica, y sobre todo en estos días

LA 42º DIVISION EN EL MARNE 975

aniversarios de la batalla liberatriz, donde, hoy más que nun-ca, se siente la necesidad de empaparse en estos recuerdos degloria, para extraer de ellos, la fe que es necesaria al porve-nir .

Aunque el cuadro es lo suficientemente conocido; recordé-moslo en dos palabras:

El 9º Ejército, está compuesto por las Divisiones que Fochla logrado reunir sobre los caminos, entre el Aisne y el Marne,hace una semana, cuando las tropas retrocedían, hace una quin-cena de días, englobadas en la retirada de Charleroi.

Sin alimentos y privados del sueño, caminando día y noche,tanto el ganado como los hombres, aparecen extenuados. Sóloun milagro los mantiene de pie y durmiendo durante la mar-cha... Por lo demás, carecen de todo: de vestuario, armamen-to y municiones, como también de víveres; la cuarta parte delarmamento está deteriorada y fuera de uso. En cuanto a losefectivos, se presentan reducidos a la mitad, los Oficiales dejansentir su ausencia, segados, como lo fueron, desde el comienzode los primeros combates.

Sin embargo, es con estos elementos con los que el 9' Ejér-cito ha terminado la retirada y ha hecho frente detrás de lospantanos de Sain-Gond y en la región al norte de Fere-Cham-penoise.

Este alto, esta media vuelta en pleno campo abierto, de unEjército que hacía tiempo marchaba en retirada y que, a pesare todo, ataca a la bayoneta a un enemigo que lo perseguía en-

carnizadamente, y con todo el empuje de la victoria, es verda-deramente prodigioso, y sobre lo cual, nuestros adversarios hanmeditado más profundamente que nosotros.

"Que los hombres se dejen matar en sus puestos" decía elGeneral von Kluck, el Comandante más ardoroso del 1º Ejérci-to alemán en una entrevista que acordó al periodista suecoChristiansen en Diciembre de 1918, "es asunto bien conocido ycon lo cual se cuenta en todo plan de batalla. Pero que hom-bres que se encuentran en retirada durante diez días, hombrestendidos por tierra y medio muertos de fatiga, puedan volvera tomar el fusil y atacar al grito del clarín, es algo, con lo cualjamás pudimos contar, una eventualidad que jamás fue tema dediscusiones en nuestras escuelas de guerra".

En tales condiciones, el 8 de Septiembre en la tarde, sobreel frente del 9.º Ejército, la lucha se proseguía en condicionestan difíciles, que un Jefe con la moral menos vigorosamentetemplada que Foch, sin duda hubiera estimado la situación co-mo desesperada.


La derecha, constituida por el 11º Cuerpo, ha sido sorpren-dida durante el sueño, en Normée, por la Guardia prusiana yrechazada en el más completo desorden, por dos Divisiones ale-manas, hasta una distancia mayor de doce kilómetros. Por lotanto, de este lado no se puede contar con ningún apoyo; el 4ºEjército, vecino de la derecha, se defiende con todos sus me-dios y en todo el frente, de un ataque vigoroso del adversario.

La derrota del 11º Cuerpo ha arrastrado, en su retirada, unaparte del centro del Ejército. La 17. División y la División Ma-rroquí, ambas del 9.º Cuerpo, han quedado aferradas al terreno;una en el Mont-Aout y la otra en Mondement, mientras que laizquierda, formada por la 42. División, mantiene con energía elmonte alrededor de Soizy. Pero, un ataque en masa se presientedelante de Mondement y el estado de desfallecimiento de la Di-visión Marroquí, inspira serias inquietudes sobre las consecuen-cias de este avance.

En total, el enemigo dispone en esta parte del campo de ba-talla, de superioridad en el número y en el material; la Guardiny el XII. Cuerpo alemán victoriosas sobre el 11. Cuerpo francés,comienzan a presionar sobre Fere-Champenoise, desde donde en-volverán completamente la derecha del Ejército de Foch. Nin-guna reserva existe detrás de la débil primera línea de este Ejér-cito, para fortalecer el desfallecimiento constante, de tropas quehan llegado al límite extremo de la fatiga, a las cuales sólo apo-ya una artillería de obús de corto alcance.

Foch y la voluntad de vencer.

Foch lo comprende todo, pero no quiere considerarlo. ¿Aca-so Napoleón no ha dicho: En la guerra, las fuerzas moralessignifican un valor de tres cuartos, las materiales sólo equiva-len a un cuarto. El mismo Foch, en los cursos que ha dictado enla Escuela de Guerra ha enseñado a varias promociones de Ofi-ciales de Estado Mayor, — y en particular a todos los que ahoraestán presentes, — estos principios inmortales.

"La victoria es siempre de aquellos que se hacen acreedoresa ella, por su mayor fuerza de voluntad e inteligencia". — "Vic-toria equivale a voluntad". — "Una batalla ganada, es una ba-talla en la cual no se desea ser vencido"...

Nó, Foch no ignora ninguna particularidad del drama que sedesarrolla; pero lo que él no quiere, es declararse vencido. De-sea que el espíritu triunfe sobre la materia, porque ello no debeser de otra manera.


Hora tras hora, sin darse tregua ni reposo, todos los Oficia-les de su Estado Mayor, — un Estado mayor embrionario, forma-do con la rapidez que la circunstancias lo exijen, que no cuentasino con seis Oficiales, no todos con el título correspondiente ycuyo Jefe, es el Teniente Coronel Weygand del 5.º de Húsares, —trabajan sin descanso, poniendo en contacto el Puesto del Coman-do con las tropas combatientes.

El Capitán Réquin, asegura la unión con la 42. División; elCapitán Jourdan con el 9.º Cuerpo; el Comandante Naulin y elSubteniente intérprete de reserva, André Tardieu con el 11. Cuer-po, sin tener tiempo para comer, escriben la comunicaciones y lashace poner en práctica inmediatamente, llevando esta orden pe-rentoria que se adapta a las circunstancias: "Es indispensablemantenerse cueste lo que cueste. Hay necesidad que el enemigo no

tenga la libertad de acción que necesita, para enviar refuerzos alEjército de von Kluck, amarrado delante de París, por el Ejér-cito de Manoury que ataca su flanco derecho... Tampoco noso-tros debemos esperar refuerzos... Hay que amarrarse al terreno;resistir paso a paso si no es posible, contra-atacar por el momen-to . . . Hay que ganar tiempo... La victoria es segura... La vic-toria es para mañana.. .".

Atacar!... Bien sabe Foch que sus anémicos Batallones sonincapaces de hacerlo; que las órdenes de ataque que él da son ine-jecutables... pero bien sabe, que cualquiera que tenga, la ener-gía necesaria para querer atacar encuentra siempre, cualquieraque sea su cansancio, la fuerza suficiente para defenderse y noretroceder un paso. Sus órdenes de ataque, no son sino órdenesdirigidas a la moral de sus tropas, para que permanezcan firmessobre el terreno.

A las 18 horas, Foch ha dejado su Puesto de Comando enPleurs, para reintegrarse al Cuartel General instalado en Plancy.

Durante la marcha, mudo, impenetrable, reflexiona. Esta ba-talla se prolonga demasiado. Es verdad que el 11. Cuerpo, enplena derrota en la mañana, ha logrado rehacerse detrás de laMaurienne, en los momentos que, por este lado, se podía esperarlo peor. El centro y la izquierda del Ejército, a pesar de su com-pleto agotamiento, conservan como mejor pueden, sus posicio-nes... Pero, es el enemigo quien lleva y mantiene la iniciativade las operaciones. De nuestra parte, cada uno no puede sino in-tentar amarrarse al suelo y dedicar toda su voluntad y toda suenergía, a una resistencia pasiva.

Habría necesidad de encontrar una combinación, organizaruna contra-ofensiva, de gran efecto, dirigida contra un punto sen-sible del enemigo, para sacudir las energías y dar a la moral delEjército el "guascazo" que necesita. Punto sensible del enemigo;


existe uno: el flaneo derecho de la Guardia, lanzada hacia Fere-Champenoise en persecusión del 11. Cuerpo y que se empeña comouna cuña en el vacío, separando el 9.º del 4.° Ejército.

Pero las tropas capaces de proceder con buen éxito y con elvigor y empuje necesarios en una contra-ofensiva contra estas tro-pas seleccionadas, no existen. Nuestras mejores Divisiones se en-cuentran combatiendo y han comprometido hasta su último Ba-tallón ; todas están agotadas y diezmadas.

El General piensa en la 42. División, la División que comba-te en la extrema izquierda del Ejército.

Es una División de primera calidad, movilizada en la 6.º re-gión de la frontera, vibrante de patriotismo. Se ha mostrado he-roica en Pierrepont y en Nouillaoupont. Su artillería cuenta consesenta cañones, en tanto que las otras Divisiones sólo tienentreinta y seis. Su Jefe es el General Grossetti, uno de los mejorescerebros del Ejército, un coloso de bravura legendaria, un con-ductor de hombres, de impulso prodigioso y de temperamentobrusco y voluntarioso, de una fuerza de voluntad única; cualida-des generales que muchas veces se aúnan para formar un con-junto formidable.

Sus entusiastas soldados lo llaman "el Centauro". Cuando loven aparecer, y aparece siempre en el momento preciso, olvidansus fatigas y ya no dudan de nada.

Esta División con su Jefe, es lo que se necesita para rompery ahondar la brecha.

Pero la 42. División se bate en Soizy. Se bate con ventajas so-bre un terreno que conoce y donde es capaz de obtener un éxito queayudará indirectamente al 11. Cuerpo. Si se le retira de este fren-te, en condiciones que su relevo será muy problemático, y se laobligara a transladarse desde la izquierda hacia la derecha delcampo de batalla, es decir, de emprender una marcha de quincekilómetros en el estado de extrema fatiga en que se encuentra, secorre el riesgo de mantenerla inútil durante una buena parte de lajornada del día siguiente.

Y Foch, el profesor de arte y de historia militar en la Escue-la de Guerra, piensa en el Cuerpo de Ejército de Drouet d'Erlon,errante, inútil, entre los campos de batalla de Ligny y Quatre-Bras la víspera de Waterloo...

Sí; pero orgullosa de la alta y gloriosa misión que se le con-fiará; ¿con qué sublime ardor no marchaá a la batalla esta tropaseleccionada y con qué férrea voluntad no irá a combatir frentea Fere-Champenoise? ¡Qué magnífico efecto va a producir sobrela moral de las otras Divisiones este movimiento ofensivo!

Sólo es cuestión de moral, pues, toda otra consideración, debesólo dejar paso a ella. Hay que retirar a la 42. División pero, ¿por


quién reemplazarla en la línea de fuego si el 9.º Ejército no tieneun sólo Batallón disponible ?. . .

En el curso de la batalla, Foch ha tocado el espíritu de ca-maradería y de solidaridad del General Franchet d'Espérey, quecomanda el 5.º Ejército, su vecino de la derecha.

La situación es lo bastante grave, para que no rechace estapetición. Va pues, Foch, a pedir al General Franchet d'Espéreyque, desde la mañana siguiente el 5.º Ejército se encargue delsector de combate de la 42. División que será retirada del terre-no al despuntar el día.

Una llamada telefónica a las 21 horas y treinta minutos, ala que Franchet d'Espérey responde inmediatamente por la si-guiente orden que se comunica a Foch antes de las 22 horas: "El10. Cuerpo, es decir, dos Divisiones activas, con la artillería deCuerpo, se pondrán a las órdenes del General Foch para las ac-tividades del día siguiente".

Inútilmente se buscará en la historia militar de todos lospaíses y de todos los tiempos, un ejemplo más bello de camarade-ría y de temple de alma de parte de un Comandante de Ejército:un Jefe que dirige la acción de más de cien mil hombres, empe-ñados en una batalla decisiva, sobre un frente de treinta kilóme-tros, que pone a la disposición de un vecino en peligro, todo unCuerpo de Ejército; alrededor de la quinta parte de sus efecti-vos y de sus cañones.

Es esta acción, sin duda, uno de los admirables componentesde aquel "MILAGRO" del Marne, que iba a dejar estupefactoal mundo.

Foch ha montado su maniobra. Expone su idea al Jefe deEstado Mayor Tte. Coronel Weygand y, a las 22 horas, mediahora después de la llamada telefónica pidiendo la ayuda del 5.'Ejército, las órdenes salen de Plancy, dirigidas al 10' Cuerpo ya la 42. División.

Rápidamente, el 9 de setiembre por la mañana, a las 5 ho-ras, el 10º Cuerpo relevará a la 42. División sobre todo su frentede batalla.

Las unidades de la 42. Div. tan pronto sean relevadas porlas del 10º Cuerpo, marcharán por Broyes y Saint-Loup, haciaLinthes donde la División se organizará y estará lista para atacara fondo en dirección de Fere-Ohampenoise.

El 9.º Cuerpo por el Oeste y el 11. Cuerpo por el Sur, apoya-rán este ataque empleando, vigorosamente, todas sus fuerzas dis-ponibles.

Esta orden será rápidamente transmitida: a la 42. División porel Capitán Requin; el 9º Cuerpo por el Capitán Jourdan; al 11.Cuerpo por el Subteniente Tardieu; y mañana, hacia el medio


día, el Teniente Coronel Weygand irá a Linthes para ultimar losdetalles del ataque y coordinar los esfuerzos de las cinco Divisio-nes comprometidas.

El ataque debe producirse hacia las catorce horas.Y ahora que las disposiciones se han tomado para forzar la

victoria, ¿cómo no es de sorprenderse, del magnífico optimismocon que Foch la afirma, al dar cuenta a Joffre a las veintidóshoras y treinta minutos?

Esta exposición extraordinaria, un humorista, — seguramenteuno de los familiares de Foch que conoce a fondo al gran Jefe, —la ha traducido en esta célebre frase: "Fuertemente presionadoen mi derecha. Mi centro cede. Imposible moverme. Situación ex-celente. Ataco!".

Frase que, por lo demás, no es la expresión de una imagina-ción desequilibrada, puesto que se obtiene, si se escribe al mar-gen de la exposición de Foch, el resumen extractado de cada unode estos párrafos.

Aún, las instrucciones verbales transmitidas por los Oficia-les de Estado Mayor a los Generales Comandantes de Cuerpos deEjército y de Divisiones, afirman la misma cosa cuando ellos di-cen: "Los alemanes nos atacan vigorosamente, para permitir alEjército de von Kluck, poderse desprender de la trampa en queha caído. Están más fatigados que nosotros. ¡ Atacad! — ¡ atacada toda costa! La victoria está segura. La victoria surgirá maña-na". ¿Cómo puede un Ejército dudar del éxito cuando es arras-trado por tal dinamismo?

El relevo de la 42. División.

En medio de la obscuridad de la noche, bajo la lluvia saltan-do a través de las huellas y de hoyos repletos de agua de los abu-ses, corriendo por los caminos destruidos, el coche del CapitánRequin llega al Cuartel General de la 42. División, en la granjade Chapton, alrededor de las veintitrés horas.

El General Grossetti dormía, completamente vestido, sobreun montón de paja. Después se apoya sobre un codo y a la luzde una linterna lee la orden del Ejército; como quien despiertade súbito, da un salto y se pone de pie.

—¿Estáis locos; exclama casi en un rugido. Verdaderamentepensáis que tal movimiento sea ejecutable? Una División que dea-de hace tres días se encuentra trabada en un combate que seefectúa, en parte, entre los bosques, es decir, cuerpo a cuerpo. Esun verdadero embrollo. Y pretendéis que se retiren estos hombresdel combate para reemplazarlos por otros, en plena batalla y en lamisma naríz del enemigo? Es, simplemente, una locura.


El Capitán que conoce al hombre, deja pasar la tempestadsin pretender la menor explicación. Sabía muy bien que Grosse-tti refunfuñaría,—no podía ser de otra manera, — pero sabíatambién que, una vez pasada la explosión de mal humor ejecu-taría la orden recibida, a toda conciencia y con un buen sentidoy una energía admirables.

Efectivamente, antes de tres minutos, el General dictaba susórdenes. El Oficial de enlace, Cap. Requin, continuaba su caminoesa misma noche.

El relevo de la 42 División estaba sometido, rigurosamente,a la llegada, a la hora precisa, de las unidades del 10' Cuerpoy el Capitán se apresuraba en tomar contacto con el GeneralDefforges, comandante del 10º Cuerpo, cuyo Cuartel General,se encontraba en Clos-le-Roi.

Hombre metódico y prudente, que hasta el momento habíaoperado con el 5º Ejército, hacía sólo media hora que se encon-traba asociado a las operaciones del 9º Ejército, el General Def-forges, no tenía una visión muy nítida, de la crítica situación enque se encontraba este último.

Acaba de recibir la orden de relevar, a las cinco de la ma-ñana, la 42 División por una División de su Cuerpo de Ejércitoy él hace presente al Capitán Requin, que mucho más fácil hu-biera sido, haber designado para este relevo, que es bastante di-fícil, por su parte, dado el poco tiempo que para ello se le dá, ala 51 División de Reserva, División de la Derecha de su Cuer-po de Ejército y vecina inmediata de la 42 División. Pero, laorden del General Franchet-d'Esperey, precisa justamente, quesean las dos Divisiones "activas" de 10º Cuerpo y no la 51 Di-visión de reserva, las que sean puestas a disposición del Gene-ral Foch...

Ante esta decisión de su Jefe, cuyas razones ignora, él nopuede ni quiere cambiar nada.

Protestas del Capitán Requin, quien observa que la desig-nación de las dos Divisiones "activas" del 10º Cuerpo, solamen-te indican la intención del General Franehet d'Esperey, de apo-yar el Ejército vecino por unidades de primera clase y que, elComandante del 5º Ejército no pudo considerar la cuestión ca-pital de minutos que aquí se presentaba, pero que la rapidez dela intervención de la 42. División en Fere-Champenoise, era laprimera condición del éxito del contraataque proyectado, porlo cual, insistía en que toda la responsabilidad del empleo de la51 División de reserva, recaería sobre el Comandante del 10ºCuerpo... Sin embargo, todo es inútil; el General sólo consien-te en solicitar del Comando del Ejército, la autorización corres-pondiente para la substitución que indica, Esta autorización, a


causa del defectuoso funcionamiento del teléfono, sólo podrállegar a las tres de la mañana...

Cuatro horas de retardo, para que se ponga en movimientola 51 División de reserva!... Y como consecuencia otro tantose retardará el ataque de la 42 División sobre Fere-Campenoi-se . . .

El Capitán se apresura en dar cuenta a Plancy que este ata-que, si no se presentan otros incidentes, no podrá, en manera al-guna, iniciarse a medio día y que deberá ser postergado, por lomenos, hasta las dieciséis horas.

Durante este tiempo, el General Grossetti, ha tomado todaslas disposiciones necesarias, para retirar del combate la 42 Divi-sión, tan pronto, lleguen las tropas reemplazantes.

Es una tarea difícil. El 151 Reg. de Inf., el 94 y el 162, es-tán desplegados sobre un frente mayor de diez kilómetros, ja-lonando los bosques de l'Homme-Blano, Grandes-Garrenes, Bo-

trait, Saint-Gond; y en ésta extenso frente, a la izquierda se hainiciado ya el ataque, mientras que en el centro la vista en obser-vación y el dedo en el gatillo, los puestos avanzados se mantie-nen listos para rechazar un avance del enemigo, que no se ve.pero que se presiente listo, entre el monte, a menos de cincuentametros. Y a la derecha, todo hace presentir, ya muy próxima,una ofensiva en masa del enemigo sobre la línea Mondement-Montgivroux.

Se da la orden para que los tres Regimientos de primera lí-nea cesen todos sus ataques, a fin de distraer la vigilancia delenemigo, pero se les ordena también, resistir a todo trance cual-

qu ie r intento de avance del adversario y no abandonar una pul-gada de terreno.

Tan pronto se inicie el relevo por las unidades de la Divi-sión del 10º Cuerpo, los Batallones, como también las Compa-ñías, se retirarán sin ruido y aisladamente, se dirigirán a la re-gión de Lachy, donde se reunirá la División y las tropas. Du-rante el descanso prepararán una comida caliente y esperaránque los Regimientos estén completos.

Sin duda, que las tropas tienen bastante necesidad de estacomida caliente. Hace ya tres días y tres noches que no duer-men y, entre dos combates, sólo se alimentan con migajas de ga-lletas. Hay necesidad de recuperar las fuerzas para combatircon vigor aquella tarde.

La operación estará protegida por el 16 Batallón de caza-dores que Grossetti ha instalado en Broyes y por toda la artille-ría de la División, ya emplazada y lista para hacer frente a cual-quier sorpresa.

984 MEMORIAL, DEL EJERCITO.

El 8º y 9º Batallón de cazadores quedan disponibles y lis-tos para resistir y presionar, si el esperado ataque del enemigo,dificulta el relevo de la 42 División.

Por lo tanto; entre las cinco quince y las seis quince, todoel mundo está alerta y los dispositivos de seguridad, emplazadosy listos para entrar en juego, pero, solamente a las ocho horaslas primeras compañías del 241 Regimiento, de la 51. Divisiónde reserva, comienzan a relevar los puestos avanzados del 151'.

Afortunadamente, el enemigo también fatigado y agradeci-do tal vez del respiro que le dejan los nuestros, no reacciona y,salvo algunos incidentes insignificantes, puede efectuarse el re-levo en medio de la neblina y bajo la lluvia, como en las gran-des maniobras.

Alrededor de las ocho treinta, el General Grossetti, en mo-vimiento constante sobre el camino de Sézanne, inspecciona alpasar, las Compañías que se dirigen hacia Lachy... esqueletosde Compañías casi sin Oficiales. Hombres pálidos a quienes lescuesta marchar. Sin embargo, marchaban sostenidos por la fe.Se erguían fieramente al pasar delante del General; su ídolo.En esos momentos, un Sub-Oficial entrega al General una noti-cia que proviene de un Regimiento de la División marroquí, ve-cina de la derecha. La noticia es grave: el enemigo se habríaapoderado de Montdement...

El 19 Batallón de cazadores, que se encuentra en Montgi-vroux está listo. ¡Batallón!..., de esta pobre unidad, sólo que-da el nombre. En los combates de los últimos días ha perdido lamitad de sus efectivos. Su Jefe, el Comandante Payard fue he-rido ; también han caído los capitanes Sallis y Hennequin quetomaron el comando después de la partida de su Jefe; todos losOficiales están fuera de combate. Es un Sub-Teniente de reser-xa quien comanda el Batallón en el momento, y las Compañías,apenas secciones, se agrupan alrededor de los Sub-Oficiales ylos Cabos... Sin embargo, está listo para entrar en acción.

Pero, de nuevo tenemos al Capitán Requin. Después de ha-berse visto en la mañana con el General Defforges en el 10ºCuerpo, ha creído de su deber, a pesar de la fatiga que lo mata,ir personalmente donde el General Humbert, Comandante de laDivisión Marroquí, a fin de poder dar una cuenta exacta y com-pleta al Comandante del Ejército de lo que ocurre, tanto a laderecha, como a la izquierda de la 42. División relevada.

El Capitán manifiesta que efectivamente, Montdement hasido tomado por el enemigo, quien se alista en fuerzas, para pro-seguir adelante en este lado; que el General Humbert tiene ne-necesidad de ser vigorosamente apoyado; que, a todo precio haynecesidad de sostenerlo...


Grossetti se eriza:—Su petición falta ahora de lógica, declara. Hace un

momento se trataba, con extrema urgencia, de retirar mi Divi-sión del combate para hacerla obrar en una nueva dirección, amuchas horas de marcha de su punto de partida. Ahora, es ne-cesario que ella obre, con la misma urgencia, sobre otro punto...y siempre conservando su segunda misión... Que lo entiendaquien pueda!...

El Capitán reconoce con gentileza que su petición no tieneninguna apariencia lógica, pero llama la atención del Generalhacia el hecho que, dueño de Montdement, el enemigo alcanzará fá-cilmente, por los bosques, los observatorios de Broyes y d'Alle-mant desde donde dominará toda la planicie, desde Lachy hastaFere-Champenoise. De suerte que, bajo el fuego de sus cañones,la maniobra de la 42 División será de todo punto imposible....Evidencia absoluta. Sin perder un minuto, Grossetti da sus ór-denes. El 16 Batallón de cazadores, que pasó hace media hora,debe estar ya en las proximidades del cruce en el camino deBroyes. Hará alto en Broyes y, en esta forma, el enemigo no sal-drá del bosque del Montdement.

En cuanto al 19 Batallón de cazadores, permanecerá en laregión de Montgivroux, desde donde flanqueará con sus fuegosel lindero norte de los bosques de Montdement, esperando quela victoria se decida más tarde.

El Coronel Boichut, Comandante de la artillería de la Divi-sión, está junto al General; lo ha oído todo:

¿Y la artillería?, pregunta, ¿por qué no también la artille-ría? De un solo trote mis baterías llegarán a la plataforma deBroyes. El arrastre se hará en silencio. Se escabuye y se llegaa Linthes antes que la infantería.

Jamás se rechazan sugestiones de esta naturaleza. Se dacarta blanca al ardoroso Coronel y la artillería de la 42 Divisiónvuela en socorro de la División marroquí.

No expondremos aquí puesto que sólo seguimos los pasosde la 42 División, el despliegue de heroísmo y de sangre, de quese hizo gala en la región de Montdement donde, bajo la enérgicaimpulsión del admirable General Humbert, la División marro-quí deshecha de fatiga y diezmada, echaba mano a sus últimasfuerzas para no retroceder. Sin embargo, al pasar, saludemos aestos héroes y digamos que los episodios de la lucha gigantescaque ellos han sostenido, pertenecen más a la epopeya que a lahistoria.

Hacia el medio día, alrededor de Lachy brillan los fogonesde las cocinas, mientras, el estampido del cañón retumba con fu-ria a menos de tres kilómetros. Puede leeirse la alegría en los de-


macrados rostros de estos muchachos, arrancados por algunosinstante a la muerte y destinados a otros sacrificios.

Cada nuevo grupo relevado y que viene a juntarse con suscamaradas, es recibido con transportes de alegría.

Sentado al borde del camino, con los dos o tres Oficiales desu Estado Mayor, que por el momento no tienen misión alguna,Grossetti ha hecho abrir una caja de conservas y almuerza.

Un Oficial del Estado Mayor del 11 Cuerpo, aparece al ga-lope de su caballo. Es un joven Capitán de cazadores. Va rectodonde el General y, deferente pero con energía, se declara muysorprendido de ver que la 42. División que debía encontrarse enLinthes a medio día, sólo está en Lachy... Manifiesta la críticasituación en que se encuentra su Cuerpo de Ejército, que estácompletamente agotado y no resistirá, probablemente, un nuevoasalto del enemigo, asalto que se prepara desde la mañana y de-be estallar a esta hora!.. .

Bien penetrado está Grossetti de la necesidad que existe enproceder rápidamente. Pero, su División está lejos de encontrar-se reunida. Ni siquiera se ha terminado el relevo del 151º y del162º; el 16. y el 19. Batallón de Cazadores están demasiado ocu-pados en el lado de Montdement, igual pasa con la artillería...Todo esto sería largo de explicar, como igualmente la extremafatiga de la infantería, imposibilitada para efectuar marchasrápidas; y el General no da explicación alguna.

Pero, como buen muchacho, sonríe ante el fanatismo heroicode este joven Oficial y lo compromete, por toda respuesta, aechar pie a tierra y a participar de su almuerzo.

Un gesto simbólico.

Durante este tiempo, el Capitán Requin ha partido rápida-mente, para dar pronta cuenta de la situación exacta de la 42.División al Comandante del Ejército.

A las doce cuarenta y cinco está en Plancy y es inmediata-mente introducido junto al General, a quien da cuenta que susórdenes están en vías de ejecución, pero con un nuevo retardode tres horas sobre el tiempo previsto. Ya no será a las dieciséishoras, sino a las diecinueve, cuando la 42 División estará en con-diciones de llevar su ataque contra Fee-Champenoise.

A las diecinueve horas, será ya casi de noche y un ataque denoche con tropas que están al extremo de sus fuerzas, es unaoperación bien arriesgada...

Indudablemente que sí; pero bien sabemos que Foch sólove en el movimiento de la 42 División, antes que una batalla, un


gesto simbólico destinado a exaltar la moral de las tropas y, po-siblemente, asestar un golpe a la moral del adversario.

Por esta causa, la vacilación del gran Jefe, es de muy cortaduración:

—Si se puede atacar a las dieciocho horas, dice, que se ata-que. Volved donde el General Grossetti y decídselo de mi parte.

Inmediatamente el Capitán Jourdain va a informar al Gene-ral Dubois, Comandante del 9º Cuerpo, del retardo de la opera-ción. El Sub-Teniente André Tardieu recibe la delicada misiónde ir donde el General Eydoux, Comandante del 11º Cuerpo paracomunicarle que dé mayor vigor a la acción de este desgraciadoCuerpo de Ejército.

Junto al 9° Cuerpo, el Capitán Jourdain va a caer en plenoataque enemigo. Este valeroso Cuerpo de Ejército ha debido ce-der más terreno de lo previsto fuera de fuertes pérdidas, pero elGeneral Dubois, siempre lleno de alientos, está completamenteresuelto a luchar hasta agotar todos los medios y fuerzas.

En el 11º Cuerpo, el Sub-Teniente Tardieu constata que lasituación es grave, casi desesperada.

El General Eydoux estima que las tropas están verdadera-mente extenuadas y diezmadas para que se les pueda pedir unnuevo esfuerzo a las dieciocho horas. Y todo el Estado Mayorde su Ejército, participa de la opinión de su Jefe.

El Sub-Teniente Tardieu, cuya autoridad no guarda rela-ción con su grado, no reflexiona más. Tomando al General porun brazo, le dice en voz baja para no ser oído por los demás, pe-ro recalcando las palabras: "Mi General, es preciso atacar. Laorden es formal. Va en ello vuestra carrera".

Sea cual sea su estado de aniquilamiento, el 11º Cuerpo ata-cará a las dieciocho horas.

Por las reseñas obtenidas, Foch sabe ya lo suficiente sobreel estado en que se encuentran sus Divisiones y puede apreciartoda la debilidad material de los elementos con que esa tardellevará su ataque: el 9º Cuerpo agotado y con fuertes pérdidas;el 11º Cuerpo poco menos que fuera de combate; la 42 Divisiónya no puede más. . . No importa! Aquellos hombres son hombresfranceses; posiblemente no habrían podido soportar un nuevodía de retirada; tal vez, ni siquiera hubieran podido resistir unnuevo ataque del enemigo, inmóviles en los hoyos de sus trin-cheras . . . ; siempre encontrarán fuerzas para cargar a la bayo-neta y, con mayor razón, si se trata de cargar contra la Guardiaprusiana!...

''Las fuerzas morales constituyen los tres cuartos de la gue-rra. Victoria es igual a voluntad"!...

M. de E 5.


El Teniente Coronel Weygand, depositario del pensamientodel Jefe, partirá para Linthes. Se verá con los Generales Du-bois, Eydoux y Grossetti. Les llevará las últimas instruccionesy coordinará su acción, de manera, que el ataque sea general alas dieciocho horas.

Todo está listo y la última carta jugada; las decisiones es-tán irrevocablemente tomadas. Es el destino quien debe pkmun-ciarse. Foch ha llamado a su Oficial ordenanza, el Teniente Fé-rasson. Es este Oficial de reserva su compañero habitual,cuando tiene necesidad de dar descanso a. su cerebro. Su vastacultura, ayuda al General a sumirse en los problemas económi-cos, filosóficos y políticos, que lo hacen olvidar la gravedad dela hora presente y lo apartan un momento de las inmensas preo-cupaciones que lo abruman. El propio Napoleón, tenía necesi-dad de este descanso y encontraba en él, la fuerza de alma nece-saria para dormir tranquilamente, en plena batalla, cuando, des-pués de haber tomado todas sus disposiciones, se iniciaba la ae-ción decisiva.

Sin embargo, esta vez Foch se muestra inquieto.. .El resul-tado le parece discutible y su positivismo no está del todo satis-fecho . Particularmente, quisiera estar absolutamente seguro queserá profundo el efecto moral que se producirá en las tropas.

Bruscamente, vuelve a su oficina, hasta donde Férasson losigue. Extiende una carta sobre la mesa y efectúa el desarrollode la batalla por medio de fósforos, que representan las Divs.y los Cuerpos de Ejército. El fósforo del 11» Cuerpo retrocedelentamente; el medio fósforo de la 42 División acude de Lachysobre Fere-Champenoise; el fósforo del 9» Cuerpo la prolongahacia el Norte y la acompaña. El fósforo del 11» Cuerpo se de-tiene de improviso, hace frente y coloca a la Guardia dentro deuna tenaza. Una maniobra de reverso de la 42 División la em-puja hacia el flanco de la Guardia...

Férasson no oculta su entusiasmo.—¡Indudablemente! — grita; — esto tiene que resultar!Desde ese momento, el gran Jefe se tranquilizó.

La 42. División marcha a la batalla.

El Capitán Requin regresaba a la 42 Div. Pudo observarque descendía las pendientes de la planicie de Sezanne en per-fecto orden. Los Batallones en dobles columnas abiertas, la ar-tillería en líneas de columnas, estrechamente articuladas; comoen las maniobras...

"Esta visión ha quedado nítida en mi memoria, anota en sucarnet, como también la confianza que me produjo. Un avión


alemán nos observa desde la altura. ¿Habrá podido aceptar queesta hermosa División salía del campo de batalla para volver aentrar en él, a dieciséis kilómetros de su punto de par t ida? . . . "

No olvidemos que estamos en 1914 y que los aviadores toda-vía ignoraban el arte de bombardear las columnas en marcha, lomismo que éstas, no tenían razón alguna para desconfiar de losaviones...

Sea como sea, el ardiente Oficial de enlace, no tarda en dar-se cuenta que su misión no ha terminado. Observando el conjun-to de la División, observa que no tiene todos sus cañones. Sólomarcha con tres grupos de artillería y la 42 División tiene cinco.El Capitán lo pregunta:

—Quedaron con la División marroquí para quien los pidióusted esta mañana, se le responde.

Es verdad, el responsable soy yo, se dice en voz baja. Corredonde el General Humbert y le pide, si puede permitir que estosveinte cañones, vuelvan a su División, que debe atacar a fondocon todos sus medios...

Aquí, la amenaza es siempre de gravedad. El enemigo man-tiene sólidamente el Castillo de Montdement, contra el cual, aca-ba de fracasar un ataque apoyado por un Regimiento de refuer-zo que ha prestado la 17 División. Se volverá al ataque en latarde, pero, en la espera, sólo pequeños grupos de tiradores in-dígenas, fatigados y casi sin cartuchos, serán los que guardaránel lindero de los bosques impidiendo el acceso a las alturas d'Al-lemant.

La comitiva del General murmura: " ¡ Es una locura!...Nos rechazarán... Esto sólo sé mantiene gracias al cañón...,,

Siempre frío y absolutamente dueño de sus actos, Humbertha hecho llamar al Comandante de su artillería...

—Si se os retiran los dos grupos de la 42. División, le dice,puede usted asegurar el cumplimiento de su misión. Reflexio-nad rápidamente.

A gran trote, los dos Grupos se juntan a su División. En—Se cumplirá! Retiradlos, le responde al Capitán Requin.

cuanto al Capitán, aprovecha el observatorio para echar unaojeada sobre el campo de batalla, hacia el Este y el Sur-este.

"Espectáculo impresionante, escribe en su libreta. Por laexplosión de los obuses puede seguirse la línea quebrada del 9ºCuerpo y del 11º Cuerpo, este último resistiendo penosamentetodavía... Y hacia el punto de unión, en el flanco del enemigo,el block de la 42. División que marcha a la batalla. Sus Coman-dantes de Regimiento, infantes o artilleros, se destacan adelante,como en las maniobras, para reconocer sus emplazamientos..."


El ataque de las dieciocho horas.

El Teniente Coronel Weygand, ha salido de Plancy a lasquince horas, con la misión de coordinar la acción del 9º y 11ºcuerpos y de la 42 División en su ataque hacia Fere-Champenoi-se. De inmediato se palpa la dificultad de esta misión... Mien-tras más se aproximan los que deben ejecutarla, más sensible sehace la enorme y paradojal desproporción, entre las órdenes da-das y los medios de que realmente se dispone para cumplirlas.

El desarrollo de lo que ocurre, semeja una dudosa apues-t a . . . Doquier aparece el cansancio y la fatiga como un comien-zo de aniquilamiento en el Ejército; sin embargo, una fuerzamisteriosa, invisible, impone el optimismo e impide dudar deuna victoria absolutamente cierta.

¿Qué es lo que así empuja a los acontecimientos contra todacertitud y contra toda lógica? ¿Qué misterio existe?

Simplemente lo que el Teniente Coronel Foch había enseña-do a sus alumnos en los cursos de la Escuela Superior de Gue-rra, en 1895, cuando escribía: "Es en la influencia del Coman-do, en el entusiasmo que él comunica, donde debe buscarse la ex-presión de estos movimientos de la masa humana. En aquellosmomentos solemnes donde, sin saber por qué, sobre el campode batalla, un Ejército se siente empujado hacia adelante, comosi se deslizase por sobre un plano inclinado"...

El gran visionario, había presentido la epopeya de Sain-Gond diez años antes que se realizara.

Hombres aislados se vuelven... Weygand que se dirige al9º Cuerpo los hace seguir adelante. Un grupo de artillería seretira falto de municiones y sin saber qué hacer... lo obliga avolver a su puesto.

El Capitán Jourdan regresa del 9º Cuerpo donde ha visto alGeneral Dubois:

—Es inútil ir allí, dice al Coronel, no pueden atacar... ElGeneral Dubois se encuentra bajo un hangar a la salida nortede Linthelles. Está de muy mal humor. Lo hace sufrir su pieherido hace ocho días, envuelto en vendas y metido en la botapartida. El enemigo no progresa, pero lo tiene bloqueado portodas partes. La tropa no puede más. Se carece de obuses...

—Es preciso atacar a las dicisiete y treinta, dice Weygand.—Atacar... ¿Con qué?.. . No me queda nada.—A pesar de todo, hay que atacar. Ya llega la 42 División.

Pero la 42 División tarda en llegar. Por fin, a las diciséis trein-ta aparece. Grossetti marcha a la cabeza, en medio de su Esta-do Mayor. Weygand va a su encuentro:

—Muy bien, le dice el General, estaré listo para atacar des-de las dieciocho horas.


Reúnense bajo el hangar del General Dubois. El GeneralEydoux, Comandante del 11º Cuerpo se encuentra demasiadolejos para que se le pueda convocar; se le comunicarán las deci-siones que se tomen.

La deliberación es rápida.La 17º División del 9º Cuerpo y la 52º División de reserva

atacarán por el Oeste la región de Fere-Champenoise. La 18º,21º y 22º Divisiones del 11º Cuerpo y la 60º División de reserva,atacarán esta misma región por el Sur. Y en la bizagra de la te-naza así formada, la 42 División cargará al enemigo por Connan-tre hacia Fere-Champenoise. La hora del comienzo del ataqueserá la entrada en línea de la 42 División.

Del enemigo no se sabe gran cosa, salvo que está alerta ypermanece oculto en el terreno: una patrulla de caballería infor-ma que hay infantes en la granja Morin y en Connantre.

A pesar de todo, la artillería se ha puesto en batería con lamisión de contrabatir la artillería enemiga desde el momento enque se pronuncie y de preparar el ataque de la infantería, sem-brando con obuses los objetivos que se le han designado.

Pero, en el horizonte que poco a poco se hace más obscuroa causa del avance de la tarde, los Comandantes de Grupo y losComandantes de Batería que, con sus anteojos en observación,hacen esfuerzos por distinguir algún movimiento sospechoso, noven nada.. .

Por espíritu de prudencia se disparan algunos tiros de arti-llería y a las dieciocho horas y diez minutos, la infantería se des-parrama en formación de combate. Un terreno peligroso, conbosques de espinos a cada paso, que pueden ocultar nidos deametralladoras. Se marcha pues, con prudencia y alerta, perose marcha. Se olvidan las fatigas, puesto que se trata de recha-zar al enemigo. El día cae y la obscuridad se impone con rapi-dez.

Grossetti se ha destacado adelante, para ver desde más cer-ca: es en él, un hábito que se ha convertido en una necesidad.

Ve mal. Decide entonces, enviar a sus Oficiales de Estado Ma-yor junto con las unidades de la infantería, para seguir la accióny obtener informaciones. Se han encendido parvas de paja. Du-rante la nociré, estas inmensas antorchas, señalarán el punto ha-cia donde los Oficiales deben enviar sus informes y donde debenreunirse.

Van a ser las veinte horas y en la 42 División nadie ha en-contrado un enemigo. Solamente a la izquierda, han chocadocon débiles resistencias, que ha sido fácil quebrarlas a la bayoneta.

En esos momentos, comienzan a llegar informes de todaspartes. Casi todos los informes son iguales: el enemigo se bate


en retirada. La obscuridad es profunda; hay que marchar coaayuda de la brújula. Se pregunta si, a pesar de todo, debe con-tinuarse la persecución...

Se da la orden de vivaquear.

Una, lección que merece meditarse.

Efectivamente, los alemanes se encontraban en retirada. Sedaba término a la batalla del Marne con una victoria para nues-tras armas.

Sin duda, que el lector se encuentra desilusionado despuésde haber leído las páginas precedentes. Al fin de cuentas, dirá:La 42 División no se ha batido; su ataque ha caído en el vacío;los alemanes se han retirado cuando y como lo han querido.

Esto no es exacto.Hoy día que estos hechos son bien conocidos, sabemos que los

alemanes no se retiraron cuando ellos lo quisieron. Fueron obli-gados a retirarse, porque el 8 de Septiembre en la tarde, el Ejér-cito de Pranchet d'Espercy los había arrojado de Marcháis mo-lestando a BU XIII División y quitando al Ejército de von Bü-low, que hacía frente a Foch, el punto de apoyo de su derecha.Si después del golpe repentino de Marcháis, Bülow hubiera que-rido proseguir su ofensiva o simplemente hubiera permanecidoen sus posiciones, el día 9, su flanco derecho habría sido larga-mente desbordado por todo el Ejército Franchet d'Esperey, co-mo también, por el Ejército británico que franqueaba el Marne,

Sin duda alguna, los alemanes hubieran sufrido un desastre,que les hubiera hecho imposible volver a establecerse sobre elAisne.

Se retiraron, pues, porque fueron batidos. Sólo que se retí-raron a tiempo, antes de ser aplastados: eso es todo.

En lo que concierne a la 42 División, la leyenda, que gustade sintetizar, simplificar y es hija de la imaginación, ha falsea-do la historia.

Ha olvidado los terribles combates sostenidos por la 42 Di-visión el 6, 7 y 8 de Septiembre en los bosques alrededor de Soi-zy, contra fuerzas aplastantes, combates que bastaría recordary en el curso de los cuales, quebrantando el empuje de un adver-sario numeroso y resuelto, ha contribuido, en forma decisiva a lavictoria del Marne.

Ha olvidado también, el empuje con que esta hermosa Divi-sión, ha aceptado el nuevo sacrificio que se le ha pedido al tras-ladarse, a pesar de su fatiga extrema, al encuentro de la Guar-dia prusiana, con la intención de abordarla a la boyoneta...


También ha olvidado la ayuda decisiva que, durante la ejecu-ción de este movimiento difícil y peligroso, la 42 División ha lle-vado en Montdement, a la División Marroquí en peligro sin du-da, que apenas conoce el nombre de Grossetti, el extraordinarioJefe que acordó prestar esta ayuda, desprendiéndose de unaparte de su infantería y de toda su artillería, en loe momentosen que él mismo conducía sus Regimientos al combate...

La leyenda ha olvidado todo esto, para recordar solamenteque la 42. División penetró en el flanco de la Guardia prusia-na y la trastornó, lo que no es efectivo, puesto, que los alemanesse retiraron sin esperar el choque, como ya lo hemos manifesta-do.

Sin embargo, esta leyenda, como todas las leyendas, tieneun fondo de verdad cuando toma por una realidad la voluntadde Foch, aceptando que el acto decisivo de la jornada, se produ-jo por el movimiento de la 42 División, cuyo impulso, llegó hastael extremo a que podía alcanzarse.

Ya hemos dicho que, para Foch, esta ofensiva tan brillante-mente llevada, estaba destinada a levantar la tambaleante moraldel Ejército, dando así, una prueba que nuestras Divisiones, enel extremo ya de su fatiga, eran todavía capaces de atacar aúna la propia Guardia prusiana.

Este resultado moral, fue incontestablemente obtenido res-pecto al Ejército y en los precisos momentos en que el enemigose retiraba... De ello es que las imaginaciones, deducen que la42 División abordó al adversario; que el ataque se produjo; quela Guardia fue rechazada y hasta arrojada a los pantanos deSaint-Gond.

Hoy que se ha hecho entera luz sobre los acontecimientos,sabemos que la ejecución y las dramáticas peripecias de este cé-lebre movimiento, que la casualidad la dispuso para quedarcomo un símbolo, puede resumirse en estas virtudes: inteligen-cia, noluntad, espíritu de sacrificio y fe en la victoria...

Y esta historia que no es antigua, sino de la hora presente,prueba, que en los momentos graves porque atraviesa la patriay en los cuales, pueden ponerse a juego los destinos de Francia,si hay necesidad de echar mano de estas virtudes de la raza, seestará absolutamente seguro dé encontrarlas tan intactas comose manifesaron ayer y como se las encontró a través de todas lasépocas y de todos los siglos.

Los Raids de Caballería.Por el Mayor Sr. Alfredo Amesti.

(Conclusión).

II. PARTE.

VI.—El espíritu y las cualidades del arma en estas empresas.

Hemos dicho, al comienzo de este trabajo, que pocas activi-dades de guerra pondrán a prueba en mayor grado las cualida-des del arma que los raids de caballería contra las comunicacio-nes enemigas,.

Así, se necesita que el personal tenga una buena instruccióncomo jinete de campaña que esté acostumbrado a moverse portoda clase de terrenos, sin que le fatiguen las largas jornadas yque sepa cuidar a su caballo, lo cual debe ser como una segundanaturaleza en él, de tal modo que, ni las mayores fatigas lo ha-gan olvidarse de su noble compañero.

La caballada debe ser absolutamente apta y reunir aquellascualidades que le permitan soportar las exigencias propias de laguerra, especialmente en lo que se refiere a la capacidad de po-der efectuar largas y repetidas marchas sin que su resistenciafísica decaiga. Animales regalones que no puedan soportar alo-jamientos a la intemperie, aún en regiones de grandes variacio-nes de temperatura entre el día y la noche, y que sean exigentesen cuanto a la calidad y cantidad del forraje, son inadecuadospara estas expediciones, en que se permanece por largos días en-tregado a la propia suerte, muy lejos de la gran ayuda que supo-nen las propias instalaciones de los servicios de atrás.

La movilidad, unida a una gran potencia de fuego, cualida-des éstas esenciales de la caballería moderna, serán puestas aprueba frecuentemente. Se necesitará caer en forma inesperadaen tal punto, romper rápidamente la resistencia del enemigo yponerse nuevamente en marcha, en demanda de otro objetivo.

Los Comandantes deben poseer grandes condiciones deenergía, nervios a toda prueba y mucha iniciativa, pues su mi-sión se desarrolla metido en la casa misma del enemigo, muchas


veces entre una población hostil, con peligro desde todas las di-recciones y teniendo que hacer frente a situaciones inesperadas.

En el raid de la caballería rusa al Puerto de Inku, los ner-vios del comandante fallaron como consecuencia de la noticiaexagerada de la presencia de importantes fuerzas japonesas asu espalda, motivo por el cual el comandante ruso abandonó sumisión en forma prematura.

Muy distinta fue la temeraria conducta del Comandante dela caballería bávara en Mayo de 1915 cuando penetró profunda-mente en las comunicaciones de los rusos. Este jefe sabía perfec-tamente por su exploración que desde todas las direcciones ve-nían fuerzas rusas a oponérsele y sin embargo continuó imper-térrito en demanda de su objetivo final que era la destrucciónde la estación de Zemly. Cuando esta caballería regresaba des-pués de efectuar la indicada importante destrucción, estuvo casicompletamente envuelta por fuerzas rusas muy superiores, pero,como en todos los casos, la fortuna favorece a los audaces, exis-tió también en esta ocasión, ese único camino que conduce a laliberación.

VII.—Los raáds de caballería en el futuro.

Los progresos modernos todo lo invaden, desplazando to-talmente, en algunos casos, a los procedimientos que hasta hacepoco se venían practicando, modificándolos en otros, en formamás o menos sensible. Es ésta una realidad de tales dimensionesque es imposible dejar de percibirla. El estudio de los conflic-tos bélicos, especialmente el de la guerra mundial, nos enseñaque siempre hemos estado retrasados en lo que atañe a procedi-mientos de combate y al empleo de los elementos que los Ejérci-tos han tenido ya desde el tiempo de paz y en mayor grado aúnde los que la guerra misma introduce como suceptibles de seraprovechados con fines militares. Es por este motivo que, sin te-mor de caer en exageraciones, podría decirse que a la guerra seva a aplicar un 20% de lo aprendido durante la paz y a aprenderen ella el 80% restante.

Esto se debe al prodigioso avance de la técnica modernaque pone al servicio de la guerra la casi totalidad de sus inven-tos y a que el único laboratorio verdadero de experiencias res-pecto de su uso es la guerra misma.

El ejercicio de la profesión militar necesita, pues, ademásdel conocimiento de lo actual, una buena dosis de imaginaciónque permita, por lo menos, vislumbrar el futuro para que no nossorprenda en alto grado lo que en forma violenta puede actuali-

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zarse. El hombre está dotado para abordar esta tarea imagina-tiva de su facultad de razonar.

Haremos, pues, algunas breves consideraciones sobre las po-sibilidades de otros elementos para actuar sobre las comunica-ciones adversarias, ya que nuestra arma no puede considerarseal margen de esta ley ineludible del progreso en que los elemen-tos modernos suplantan a los antiguos o, por lo menos, modifi-can o entraban su acción en determinadas circunstancias.

Es evidente que en la actualidad la caballería encontrará di-ficultades para el cumplimiento de misiones contra las comuni-caciones enemigas, dificultades que antes no existieron o quefueron menores. Así mismo, no podemos dejar de desconocerque otros elementos están mejor dotados para cumplir tales mi-siones, en determinadas circunstancias.

La aviación de bombardeo moderna, con su enorme capaci-dad de transporte y con su gran rapidez, puede alcanzar, en po-cas horas, un nudo ferroviario situado a centenares de kilóme-tros y destruirlo, objetivo al que una unidad de caballería po-dría llegar sólo después de varios días de marcha. Sin embargo,a pesar de la gran cantidad de explosivos que se le deje caermás o menos al acaso, puesto que la puntería desde cualquier al-tura de vuelo no puede ser muy precisa, resultará en la mayo-ría de los casos, que la destrucción efectuada no ha sido radical.La aviación no puede, pues, destruir un objetivo en forma taninfalible y sistemática como un elemento terrestre que se ha pose-sionado de él, por medio del combate, y que lo tiene en sus manospor un tiempo que le permita proceder hasta cierto punto a san-gre fría y en forma estudiada y metódica, aplicando las cargasdonde más conviene y precisamente en los elementos que se de-sea destruir. Y aquí no me pongo en el caso de que la aviaciónactúe impunemente, por el tiempo que desee y a la altura quemás le convenga, pues la caza enemiga y las armas terrestres nopermitirán esta impunidad.

Hemos oído hablar, con mucha frecuencia, que la aviaciónpuede desarrollar estas tareas de destrucción de vías férreas nosolamente desde el aire, que en teatros dilatados más o menosplanos y de escasa población, un avión puede descender, efec-tuar una destrucción y en seguida hacerse al aire. Esta clase deterrenos y estas posibilidades existen en nuestros territorios delN. Tales incursiones son posibles, pero el resultado que ellaspuedan producir no son de temer, a nuestro juicio. Un aviónpuede descender en una zona desolada y cercana a la vía férreay sus ocupantes pueden actuar impunemente colocando el explo-sivo necesario y producir la destrucción, pero tal acción no pue-den ejecutarla en una obra de arte de interés, estación, túnel,


etc., que estará defendida y ya hemos visto que si en las víasférreas no se toman como objetivos partes vitales de ella, el re-sultado que se alcance será siempre de escasa importancia.

En algunos ejércitos existen tropas especializadas de para-caidistas cuya actividad podría dedicarse al cumplimiento deestas misiones que venimos estudiando. La acción de una can-tidad considerable de ellas sobre un objetivo ferroviario impor-tante podría ser decisivo, pero la remota posibilidad de estos lu-jos en Sudamérica nos ahorrará el trabajo de considerarlos.

Las tropas motorizadas son unos de los adversarios de la ca-ballería y hay quienes piensan, sencillamente, que pueden reem-plazarla en la totalidad de sus actuales misiones.

Los desarrollos de la técnica, en lo referente a vehículos mo-torizados, ha hecho, en los últimos tiempos, enormes progresos,de tal suerte que ellos pueden moverse fuera de los caminos enterrenos que hasta hace poco tiempo se consideraban insalvablespara estos medios. Los ejércitos, especialmente los europeos,han pedido estas exigencias como un medio para alcanzar unamayor rapidez en las acciones tácticas y operativas, y los fabri-cantes han respondido eficazmente al llamado.

No desconocemos que, en determinadas circunstancias ytambién en cierta clase de terrenos, las tropas motorizadas pue-den cumplir con ventajas algunas tareas que antes eran de la in-cumbencia exclusiva de la caballería.

Refiriéndonos al caso especial de operaciones contra las co-municaciones, las tropas motorizadas llevan las siguientes venta-jas sobre la caballería: disponen de un radio de acción muchomayor que el arma; alcanzan velocidades muy superiores a ella,con lo cual se consigue hacer intervenir en nuestro favor el fac-tor importantísimo de la sorpresa; necesitan de un menor nú-mero de columnas, ya que no existe la necesidad de transportede forraje que tanto volumen da a la impedimenta, y disponende una capacidad de fuego mayor.

Sin embargo, su acción es posible únicamente en regionescon buena y bien desarrollada red caminera y con terrenos máso menos planos o suavemente ondulados. Estas condiciones sonmuy fáciles, de encontrar en la Europa Central, pero bastantedifíciles de hallar en Sudamérica. En nuestro país solamenteexisten en el N., en lo que respecta a las características del te-rreno, no así a la red caminera que es escasa. También se pue-den observar estas condiciones que exigen los vehículos motori-zados, en nuestro gran valle longitudinal. En las partes de nues-tra Cordillera de la Costa en que hay cerros más o menos bajosy suaves, la acción de estas tropas ya es imposible, pues apare-cen cruzadas en todas direcciones por quebradas que dejan los

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cursos de las aguas lluvias invernales y cualquiera de estos pe-queños accidentes son obstáculos insalvables para las tropas mo-torizada en su acción táctica.

Como nuestros posibles teatros de operaciones, con muy ra-ras excepciones, cuentan con una red caminera muy escasa, losmovimientos de tropas se harán por ella, las acciones más im-portantes se librarán siempre sobre ella y sus inmediaciones ypor estas razones estará siempre densamente ocupada. De estoresulta que para efectuar raids sobre las comunicaciones del ad-versario, generalmente, tales operaciones deberán ir precedidasde un rompimiento, en forma semejante a los que hubo de efec-tuar en dos ocasiones el Ejército de Caballería ruso de Budjon-ny en 1920, cuando este General operó sobre las comunicacionespolacas.

De lo dicho anteriormente se desprende que las empresasa que nos hemos venido refiriendo, con las restricciones anota-das, son susceptibles de llevarse a cabo en Sudamérica con tro-pas motorizadas, pero no debemos dejar de pasar por alto el he-cho importatísimo de que, los países sudamericanos no disponen,dentro de la organización actual de sus fuerzas armadas, de uni-dades motorizadas propiamente tales. Sin embargo, existen paí-ses en Sudamérica cuya capacidad económica, les permitiría, enun momento dado, tenerlas. En Chile esta probabilidad no sedivisa por la causa fundamental del gran costo del material mo-torizado.

No nos hemos referido a las tropas transportadas por me-dios automóviles, muy distintas a las motorizadas, pues de todoses conocido que ellas no se prestan, en manera alguna, para cum-plir estas misiones a que nos hemos venido refiriendo.

El gran desarrollo que ha adquirido la aviación en lostiempos que corren y el mayor incremento que con toda se-guridad tomará en los países de este continente, será un factorque influenciará en forma decisiva esta clase de empresas, creán-dole grandes dificultades a su realización. En efecto, la avia-ción, con el gran poder de observación que posee, podrá darsecuenta, sin mayores tropiezos, de la presencia de columnas ene-migas que se dirijan contra sus comunicaciones, e informarconstantemente respecto de los puntos alcanzados. Considérese,además, la acción de combate que contra dichas columnas puededesarrollar el arma aérea lo que retardará considerablementesus marchas, dada la gran vulnerabilidad de ellas a la accióndesde el aire. Es cierto que existe un caso típico, en que unagran masa de caballería ha pasado desapercibida para la avia-ción, a pesar de haber ejecutado una larga marcha que no eradesconocida por el Comando del Ejército contrario. Nos referí-


mos a la larga marcha que ejecutó el Ejército de Caballería deBudjonny, a que hemos aludido con anterioridad, cuando estagran masa del arma se movía hacia el O. en demanda de las lí-neas polacas, a fin de incursionar sobre sus comunicaciones. Enefecto, el movimiento de esta gran Unidad de Caballería no eradesconocido por el Cuartel General del Ejército polaco, comoconsecuencia de que sus radiogramas, que no eran cifrados, fue-ron interceptados por los polacos. Sabedora de este importanterefuerzo de tropas rusas que venían en camino, la aviación pola-ca buscó afanosamente a Budjonny, pero le fue imposible loca-lizarlo .

Empero, el ejemplo a que hemos aludido no nos puede con-ducir a una generalización sobre la ineficacia de las fuerzas aé-reas en su rol de observación, pues la aviación polaca era muyescasa, especialmente si se toma en cuenta las dilatadas extensio-nes que fueron teatros de las operaciones de la guerra ruso-po-laca.

Razonablemente, podemos deducir, pues, que la aviaciónmolestará considerablemente la realización de las empresas, con-tra las comunicaciones, que será muy difícil conseguir la sorpre-sa y que ella cooperará eficazmente a orientar a las tropas quedefiendan dichas comunicaciones hacia donde deben concurrir.En otros tiempos, contribuía a la eficacia de las operaciones,además de la sorpresa, que aún podrá conseguirse en buen gradoejecutando marchas nocturnas, la lentitud de los medios de ex-ploración, que permitía al ofensor sustraerse a la acción de lastropas de seguridad presentándose en otros puntos por medio derápidas marchas. Esto contribuía también a provocar esa at-mósfera de incertidumbre y, hasta cierto punto, de pánico en lascomunicaciones enemigas, clima muy favorable al buen éxito deestas empresas. De otro modo, resulta inexplicable el hecho deque los 264 jinetes nipones se multiplicaran en la mente rusa atal punto de hacer subir su número a 14,000.

Estas desorientaciones son muy difíciles que se produzcanen lo venidero, en que la observación de un aviador, puede jalonarhora a hora los movimientos de las columnas atacantes y desahacerlas leyendas de los habitantes y las deformaciones cuantitativasde los defensores, que casi siempre son tropas de 2º línea. Elaviador, que toma parte en la lucha en una forma tan distintay "desde un plano tan elevado" será siempre más frío y verídi-co en sus partes.

Las comunicaciones seguirán siendo siempre un objetivo es-pecialmente sensible y de gran valor, las molestias que se produz-can en su funcionamiento normal, y como no tenemos otra clasede tropas con las cuales accionar contra estos puntos vitales del

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enemigo, la caballería seguirá siendo, en compañía de la avia-ción, el arma indicada para llevar a cabo tales empresas. El fe-nómeno que se producirá a este respecto puede homologarse a loque sucede entre las dos armas en lo referente a la exploración:la aviación prolongará la acción de la caballería, ejecutandodestrucciones de mayor envergadura y a mayores distancias,mientras la caballería ejecutará sus raids a distancias más cer-canas y en forma más detallada.

Por lo demás, en una situación en que sea aconsejable pro-ducir graves molestias en la Zona de Atrás del adversario, unaacción conjunta y coordinada de la aviación y de la caballeríapueden producir gran desorientación y dispersión en las fuerzasde defensa del enemigo.

La acción sistemática de ataque a las columnas, destrucciónde las instalaciones de etapas e interceptación de caminos en ge-neral, son tareas que no pueden ser efectuadas normalmente porla aviación, que tiene a su cargo tareas de mayor vuelo y tras-cendencia .

En nuestros teatros de operaciones, tanto en el N. como enel Centro y S. la acción sobre las comunicaciones será accesible,en muchos casos, solamente desde senderos (a veces difíciles sen-deros de montañas) en los cuales es inútil pensar en el empleode tropas móviles que no sean de caballería.

En el S. de la República tenemos una gran zona de bosquesque cubre la Cordillera y buena parte del valle central; estosbosques que pueden ser transitados sólo por medio de angostossenderos, presentan un precioso campo de acción para empresassobre las retaguardias, máxime si se considera que dichos sende-ros no figuran en las cartas y son conocidos solamente por los le-ñadores y lugareños, lo que favorece enormemente la sorpresa.Considérese, además, para los efectos de la sorpresa, que los mo-vimientos quedan totalmente velados por la espesura de selvasen estado virgen. Aquí la aviación adversaria fracasará comple-tamente en su rol de exploración.

Como vemos, a nuestra caballería le queda un amplio yfructífero campo de acción en los raids contra las comunicacio-nes del adversario; para ello estará ampliamente capacitadasiempre que disponga de gran potencia de fuego, que su instruc-ción siga siendo orientada por el espíritu de audacia e iniciativa,que posea excelente caballada de guerra y por sobre todo, queesté mandada por jefes enérgicos, de gran espíritu de empresay que no miren los obstáculos sino para vencerlos.

La literatura histórica chilena y el conceptoactual de la historia.

Por Francisco A. Encina.(Conclusión).

Síntesis del Memorial.

Muy grandes son los servicios prestados por los investiga-dores : llenan las páginas más valiosas de nuestro pasado espi-ritual, y sin ellos sería empresa imposible escribir nuestra histo-ria. Pero el agradecimiento no puede llegar hasta el sacrificiode la historia en aras de la anquilosis mental que engendra lavida en los sótanos de los archivos. Semejante pretensión es tancuerda como la de un hábil fabricante de ladrillos que, enamora-do de su obra, corriera a pedradas al albañil y al arquitecto queintentaran utilizarlos en una hermosa construcción.

Coloquemos a Barros Arana en el doble marco que le corres-ponde : un genio de la investigación y un símbolo del rendimien-to del esfuerzo humano. Tomemos de él lo que coincide con elgenio nacional y no se excluye con el nuevo concepto de la histo-ria: la seriedad y la sencillez. Pero llevemos la visión de nues-tro pasado colonial hasta donde alcancen nuestras fuerzas.

Cada bloque de la historia de la República que elaboremosse asentará sólidamente sobre estos cimientos; un nuevo impul-so germinará y nuestra literatura histórica subirá de nuevo alprimer plano como valor si no como cantidad.

Nuestra literatura histórica es una construcción pesada quecarece de cimientos; desarmemos el edificio, ya desplomado ypróximo a derrumbarse, antes que sepulte y destroce el preciosomaterial, y aprovechémoslo en una construcción más esbelta ymejor cimentada. Pero antes de empezar la obra, esbocemos ydiscutamos el plan y la mejor manera de aprovechar los materia-les. Ni el plan ni las discusiones teóricas pueden suplir las apti-tudes naturales del arquitecto; más pueden evitar algunos peli-gros.

M. de E. 6.


Si el que ha vivido conscientemente un medio siglo mira ha-cia atrás, percibirá un cambio de la vida individual y social. Ex-teriormente, han cambiado las instituciones, los gustos y los há-bitos. Internándose un poco, percibirá una mudanza en las ideas,los sentimientos, la moral, los intereses y en todos los aspectos delalma nacional. Si transportamos la comparación a tiempos másdistantes, los cambios se acentúan en intensidad y en amplitud.El contraste entre el presenté y el año 1850, por ejemplo, es ima-gen pálida de las mudanzas producidas entre el final del sigloXVII y el momento que vivimos.

Los cambios materiales son muy aparentes; no se necesitaagudeza psicológica para percibir que el traje no es el mismo nique las relaciones de las clases sociales difieren profundamente.El mismo avance de la cultura, aunque fenómeno espiritual, sedestaca con relieve a través de sus manifestaciones externas. Encambio, las diferencias en lo que constituye el espíritu de ambasépocas, casi siempre escapa, aún a los observadores inteligentese ilustrados. La religión es la misma, pero el sentido que tenía enel alma chilena del siglo XVII difiere mucho del que tiene en elalma chilena de 1937. En la vida familiar y social las diferenciasno son menos profundas. La misma palabra refleja un conceptoideológico y sentimental muy distinto: los conceptos de padre yde hijo, de marido y de mujer, de patrón y de empleado, de pe-ninsular y de criollo, de valiente y de cobarde, de cuerdo y dedesequilibrado, etc., simbolizan ideas y sentimientos muy diver-sos a través de los siglos y aún de los simples decenios.

La historia aspira hoy a reconstituir esta vida pasada. Va,por consiguiente, más allá de la crónica que narra lo externo yaparente; y comprende en sus dominios aún los procesos biológi-cos, psicológicos y sociológicos que condicionaron el suceder.Más, el historiador no puede desarticular los fenómenos para es-tudiarlos, a la manera que el anatomista los órganos del cuerpohumano. Este ha sido uno de los grandes errores de los sociólo-gos. Necesita revivir las ideas, los sentimientos, los intereses ylos prejuicios de los hombres que tejieron el pasado.

No le es lícito introducir nada extraño al propio pasado: lospostulados sociales, los principios políticos, las ideas filosóficas,los sentimientos religiosos, los conceptos morales, etc., no sonmoldes, sino elementos constitutivos e integrantes de él. El his-toriador debe limitarse a representar la realidad histórica, sinañadirle nada de su parte, ni erigir su presente fugaz en medidadel pasado ni en cárcel del porvenir. La transplantación de lasideas, de los sentimientos y de cualquier aspecto del presente delautor, importa una falsificación de la historia, más grave que los

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cambios de los nombres, de las fechas y de los elementos exter-nos del suceder; pues, al paso que estos últimos desfiguran el ros-tro y el cuerpo del pasado, aquélla tergiversa el espíritu que lopresidió.

La misión del historiador ha dejado, pues, de ser la de razo-nar lo que sucedió de acuerdo con las ideas y sentimientos de sutiempo y repartir con sabiduría la alabanza y la censura. Dentrodel nuevo concepto, es un hilo conductor que capta las vibracio-nes del pasado y las transmite al presente por medio de una re-presentación concreta en la cual revive lo que fue.

La distancia que siempre ha tenido el lector a la historia es-quemática, refleja algo más que una predilección estética: el ca-tálogo abstracto de los caracteres raciales, del grado de desarro-llo mental y de los demás factores y aspectos de la evolución his-tórica, es un esqueleto sin carnes y sin formas; cualquiera que seala solidez de su estructura, es una visión vana, pues la vida sólose encarna en los hombres y en los hechos. Prescindir de ellos esmatar la historia.

Más, no todos los hechos pueden entrar materialmente en lahistoria; y el criterio que debe percibir la selección, ha dado pieal espíritu de escuela para preconizar dos errores igualmente fu-nestos para su correcta concepción.

El primero radica el valor del hecho en el hecho mismo, sinconsiderar su significado. La historia se convierte dentro de estaescuela, en una acumulación enmarañada de sucesos y de datosque no tienen entre sí, otro lazo que el razonamiento del historia-dor. Es el método de Barros Arana y de todos los investigadoresque ha intentado escribir por sí mismos la historia. Su resultante,como ya se adelantó, es el marco del autor y de los lectores.

El segundo acepta la selección de los hechos; pero introdu-ce en ella un criterio subjetivo que deriva de los gustos o de laspredilecciones del escritor. Unos prefieren las batallas, otros loscambios políticos, otros las crisis económicas, otros las costum-bres, etc. Más frecuentemente, el autor se construye un patrón enel cual distribuye racionalmente la importancia relativa que con-cede a cada orden de hechos o de fenómenos, y en este patrón vavaciando el contenido del devenir histórico, a medida que lo re-corre.

La historia concebida en esta forma es el más fútil de losgéneros literarios: como agrado será siempre inferior a la buenanovela y a la biografía animada y como conocimiento y expe-riencia del pasado, un manantial inexhausto de errores.

Se ha formado desde antiguo una amalgama espúrea entreel racionalismo y el objetivismo históricos, que impiden separarestos aspectos, en realidad independientes, de la concepción de la


historia. Se ganaría mucho en claridad considerando separada-mente el objetivismo del subjetivismo y el racionalismo del in-tuicionismo. Por desgracia, nos alejaríamos de la realidad ac-tual, que es la amalgama, dejando agazapado en un recodo del ca-mino el problema capital de la hora presente: la posibilidad dela coexistencia del objetivismo histórico con una poderosa per-sonalidad humana en el historiador.

Racionalismo y objetivismo, como ya se dijo, son concep-tos absolutamente independientes. El primero pretende recons-tituir la historia mediante el empleo del raciocinio; confía alpensamiento discursivo la tarea de rehacer el espíritu del pasa-do, infiriéndolo en sus manifestaciones interpretadas por el pre-sente del autor. El raciocinio substituye al nexo vital o encade-namiento histórico. Don Crescente Errázuriz y Barros Aranason modelos de historiadores racionalistas.

Dentro de este concepto, el historiador tiende al subjetivismosi se inclina a ver y medir el pasado con su propia razón, comoLastarria; y al objetivismo, si percibe y juzga con la razón co-mún, impersonal, como Barros Arana. Será tanto más subjetivocuanto más vigorosa sea su personalidad, y tanto más objetivocuanto más impersonal.

Frente a la escuela racionalista, se alza el concepto de Goethe,que preconiza la aprehensión intituiva directa del pasado, co-mo la única segura y completa. El raciocinio de cerebro ya muydistante de los que lo generaron no es, a su juicio, instrumentocapaz de percibirlo; la reconstitución razonada será siempreuna parodia. En cambio, la intuición nos da la historia organi-zada desde el primer instante; el raciocinio sólo es un auxiliar.

A esta escuela pertenece la mayoría de las grandes obrashistóricas del pasado; y en el siglo XIX, en plena racha racio-nalista, se mantuvo enhiesta con Macaulay, Carlysle, Mommsen,Renan y Burckhardt. El poderoso cerebro de Taine se cernió entreambos conceptos. Quiso llevar la razón a las fuentes del conoci-miento histórico, y las fuentes le rechazaron con un bombardeode pequeños hechos. El alambique de su raciocinio, alimentadocon ellos, desfiló una imagen de la realidad q¡ue, como hemos di-cho en otras ocasiones, se parece a la revolución francesa, sinser la revolución francesa.

El objetivismo histórico pretende reconstituir el pasado conabsoluta abstracción del presente, salvo como hilo conductorque remonta a lo que le precedió. El historiador debe reducirsea una simple antena, anudando su personalidad en cuanto a fuentede ideas y de conceptos propios.

El objetivismo se opone, especialmente, a la antigua escue-la filosófica; y rechaza, por igual, Ja inferencia de leyes históri-


cas y la acomodación de los hechos a concepciones filosóficas ysociológicas preconcebidas.

Este concepto degeneró en la práctica en dos postulados,que determinaron el síncope momentáneo que atraviesa en estosinstantes. Huyendo del subjetivismo, sus apóstoles acabaron porerigir en escuela la entrada del documento crudo a la historia,como si temieran profanar con sus ojos la imagen desnuda delpasado que flota entre los despojos materiales de lo que fue.

El segundo postulado sólo es un corolario del primero. Si elpasado puede reconstituirse mediante la acumulación materialde los documentos, ¿no es estorbo en la historia la personalidaddel historiador? La respuesta no podía ser dudosa, dada la es-tructura mental de los intelectuales, en cuyas manos cayó la his-toria objetiva, después de huir de ella los grandes intuitivos.Todos reunían el doble oficio de investigador y de historiador;sus ojos recubiertos por el polvo de los archivos eran impotentespara percibir la imagen del pasado; y sus brazos se habrían es-tirado en vano para aprehenderla. La resultante fatal de su es-tructura psíquica, tenía que ser el concepto de la inercia o pasi-vidad absoluta del historiador. Confundieron el adormecimien-to de la personalidad, necesario para que el espíritu del pasadopueda entrar en ella, con la insensibilidad, sin darse cuenta delalcance de su postulado, sin advertir que entraña la muerte dela historia.

Pero el objetivismo, en su sentido hondo, no ha muerto; suposición frente al pasado es la única fecunda; aún le aguardanaltos destinos. Sólo necesita ser alzado de la sima en que le des-peñó la torpeza de sus cultores. Tiene, si, que divorciarse de suantigua consorte, ya vieja e infecunda, la razón y casarse conla intuición. Necesita, también, cambiar de carácter; y de mari-do débil y bondadoso que fue, trocarse en amo exigente, capazde hacerse amar con admiración y respeto de su inquieta y volu-ble nueva consorte.

El error del objetivismo fue su oposición ficticia con la per-sonalidad del historiador. Aniquilada ésta, desaparece la histo-ria: "ni el ciego juzga de los colores" ni los adoquines puedenpercibir el pasado. La primera exigencia del historiador es unapoderosa personalidad humana, capaz de rendir a discreción sucoqueta imagen. No es a la muerte, sino a la vida a la que debe-mos pedir brazos para aprehender lo que fuimos: la vela del bar-co que conduce al pasado ansia el abrazo, a veces mortal, del hu-racán y desprecia la caricia eunuca de la calma.

La segunda exigencia, sin la cual no habrá historiadores nihabrá historia, es un fondo místico capaz de exaltar el alma deun amor ideal al pasado por el pasado. Sólo un poderoso tero-


peramento encendido en un ansia mística por la vida que fue,puede cogerla intacta y transportarla al presente, libre de todacontaminación. Sólo él podrá encontrar en su pasión las fuer-zas necesarias para rechazar lo espúreo: presente, prejuicios ysentimientos bastardos.

Para recibir la visita de la imagen de lo que fuimos, elhistoriador necesita convertirse en antena; pero en antena vi-brante de vida y de ansias mística: sólo en ella las ondas delpasado repercuten claras, distintas y anhelantes de revivir en ellibro la vida que vivieron en la realidad.

No hay dos actividades que se excluyan entre sí más vio-lentamente que la investigación y la historia. La confusión deambos oficios ha perjudicado mucho a la primera y ha sido latumba de la segunda, desde que la naturaleza de las fuenteshistóricas hizo necesario el enclaustramiento del investigador enlos sótanos de los archivos. Para convencerse de ello, basta re-parar en las exigencias intelectuales de la historia y en las de lainvestigación.

El oficio importa ya una selección; un cerebro amplio yprofundo, como el que requiere la concepción actual de la historia,jamás se encerrará en los archivos a coleccionar documentos."No sabían — dice Leibnitz, recordando los encontrados juiciosque, durante su niñez, se formularon sobre su vocación — quemi espíritu no podía satisfacerse con un solo orden de cosas".

Un genio de la investigación será, casi siempre, un miopeen la comprensión de la historia: atento a la novedad del docu-mento, acaba rápidamente por ser un esclavo; su trascendenciahistórica se le escapa; el hecho conocido, aunque sea piedra angu-lar de la historia, no le interesa; y consagra capítulos al nuevopequeño detalle, aunque carezca de valor histórico.

El investigador, como el sabio de microscopio y de labora-torio, pueden substraerse a la vida del presente. Sus aptitudesganan con el enclaustramiento; el historiador perece en él. icabo del hilo mágico que conduce al pasado, o sea el fondo quepersiste en la vida a través de sus cambios, está en el presente.El que no lo viva no conocerá a los hombres ni a los pueblos,sus intereses, sus pasiones, su estructura íntima, sus reacciones.El historiador necesita ser hombre de mundo y vivir la vida pre-sente en toda su amplitud y profundidad para penetrar en la vi-da pasada. Es el faro que le señala el final de la etapa y la pie-dra de toque de la realidad de su intuición de los cambios so-ciales, políticos, intelectuales y morales.

El investigador cumple en el proceso do reconstitución delpasado una labor preliminar ineludible. "Es necesario — diceBelow — que cierto número de investigadores tomen sobre sí el

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oficio de carreteros". Estas palabras despectivas encaran el as-pecto pequeño y torpe del investigador; recuerdan, demasiadode cerca, la negativa de la Sociedad Real a recibir en su senoel cadáver de Macaulay, porque "prefirió tratar la forma polí-tica y social, en vez de seguir el lento y fatigoso camino de losinvestigadores". La labor pesada y obscura de la investigacióntiene su heroísmo propio. "No somos la línea, pero somos lospuntos que la formamos", dijo en su oficio el pontífice Pío XI.

La historia, tal como hoy la concebimos, más que la obra delgenio de un hombre, es la obra del genio de un pueblo. Tiene ne-cesariamente que ser la resultante de la cooperación de variasactividades: el investigador es el minero que extrae el metal: elpensador, el crisol que lo funde y el artista, el soplo que encien-de la vida en el lingote inerte.

Ninguna de estas diversas fases de la elaboración históricatiene el derecho de desdeñar a las otras. Un genio de la inves-tigación vale lo que un Macaulay o un Mommsen; Barros Aranay Medina crecerán el día que un poderoso pensador talle los her-mosos brillantes y esmeraldas que extrajeron de nuestros archi-vos y un gran poeta los engaste en monturas delicadas.

Lo ridículo, lo que atrae sobre el investigador el despreciodel talento y la mofa del artista, no es su labor heroica: es la es-trechez mental que lo impulsa a despreciar la idea que alumbrasu cosecha y lo mueve a mirar, como intruso y ladrón, al poetaque castra heroicamente su fantasía inventora, para transfor-mar en belleza el burdo lingote; es su miopía, que encierra loshorizontes de la vida entre las paredes de los archivos.

El pensador, el político, el intelectual y con frecuencia elsimple lector, necesitan el cuadro vivo y plástico del pasado;y necesitan, también, como obra de consulta, una exposición or-denada que registre todos los hechos históricos agrupados pormaterias. Si nos encerramos en los añejos conceptos de la histo-ria "ad narrandum" y "ad probandum", o si persistimos en lacuadratura del círculo del cuadro único, la conciliación de am-bas necesidades es imposible. Más nada se opone a ello dentrode la concepción de la historia que se ha esbozado en los párra-fos anteriores.

La historia a secas o la historia central o vertebral, si seprefiere acentuar su carácter, tiene que ser concebida sin otrafinalidad que la representación simbólica de la vida nacional yde sus cambios y vicisitudes.

Derivando de ella, como las costillas de la columna verte-bral, deben arrancar una serie de historias especiales: historiade los partiólos políticos, historia militar, historia literaria, his-


toria de la enseñanza, historia económica, historia eclesiástica,historia de las costumbres, etc.

Finalmente, algunos géneros literarios, que responden me-jor a las exigencias de la representación de algunos aspectos delpasado, como la biografía, la crónica y la tradición, son indis-pensbles para completarla.

El escollo tradicional de las historias especiales, su desarti-culación con el desenvolvimiento histórico general, desaparececon la historia central o vertebral. La historia del desarrolloeconómico, por ejemplo, no tiene para qué preocuparse de laevolución mental y de su influencia sobre las aptitudes econó-micas de la población, ni de los cambios de la vida familiar y so-cial, ni de las grandes vicisitudes políticas: estando contenidosen la historia central, le basta al historiador especial tenerlospresente y referirse sencillamente a ella, sin entrar a fondo endominios ajenos a su especialidad. Lo mismo ocurrirá con la his-toria de la enseñanza, con la historia literaria, con la historiamilitar, con la historia política, en sentido estrecho, etc. : todasensamblarán con la historia central; a través de ella, ensambla-rán, también, entre sí.

Siendo la finalidad de estas historias reconstituir un soloaspecto del proceso histórico, pueden prescindir de la simboliza-ción, y narrar en forma ordenada o pertinente a su materia conla extensión necesaria para que ningún hecho importante quedefuera de la historia. Destinadas casi exclusivamente al especia-lista, no hay el temor de fatigar, y abarcando un solo orden dehechos y de fenómenos, no existe el peligro de que el matorralperturbe la percepción de las grandes líneas del aspecto que sehistoria, si el autor sabe destacarlo.

El método de Barros Arana, con ligeras correcciones, tieneen este género histórico amplia aplicación, y el genio chileno en-contrará en él un campo propicio a su índole natural.

Cuando el alma de un momento histórico se enreda en lapluma de alguno de los contemporáneos, la literatura históricahace una adquisición inestimable: el futuro historiador tiene unelemento insubstituible en su trabajo de reconstitución del pa-sado, y el curioso puede contemplarlo en un espejo que ningunacreación artística puede imitar. Por desgracia, el suceder no tie-ne cuenta de la literatura histórica; y no se cuida de producircada treinta años una esponja que absorba su contenido espiri-tual, lo encierre en redoma y lo conserve para lección y solazdel futuro.

El arte nunca podrá substituir al memorialista genial; sinembargo, con un criterio más amplio que el que hasta ahora hadominado en la historiografía, se le puede reemplazar, en parte,


y alcanzar una representación más viva y más completa que lade los textos históricos. Basta acoger y perfeccionar algunosgéneros más flexibles, que el espíritu de gremio ha dejado a laspuertas de la historia casi hasta nuestros días, tales como la eró-nica, la tradición y la biografía.

A diferencia de las historias, en estos tres géneros debepredominar el aspecto artístico sobre el material histórico, siem-pre dentro de la renuncia a la invención.

Aunque la gracia de la forma no está de más en las histo-rias especiales, como no lo está en parte alguna, en ellas lo esen-cial serán siempre los hechos y su ordenación, teniendo en vistasu finalidad de obras de consulta. Por el contrario, la crónica,la tradición y la biografía son auxiliares de la historia centralen la representación del pasado, y, lo mismo que ella, sólo podráncumplir su fines en manos del artista que renuncie a inventar.

Pero las exigencias intelectuales de estos géneros son distin-tas de las de la historia y difieren bastante en cada uno. La pro-fundidad y amplitud de visión, el fuerte instinto del encadena-miento histórico y el poder, de simbolización que requiere la his-toria, aplicados a cualquiera de los tres géneros, los mata. No-venta y nueve veces sobre ciento, un gran cronista fracasará enla biografía, y lo mismo le ocurriría al biógrafo en la crónica.Baste reparar en que casi todos los grandes captores de ambien-tes son psicológicamente miopes, y en que la mayoría de losgrandes psicólogos carecen de 'sensibilidad para los ambientes.

En la crónica debe escogerse siempre un suceso o un mo-mento histórico limitado en el tiempo y en el espacio, cuyo inte-rés esté en el mismo. En esencia, sólo debe consistir en la subs-tracción momentánea de un fragmento del torbellino histórico,para contemplarlo con más detención y sin otra finalidad que elinterés de los sucesos por los sucesos.

Nunca se insistirá en exceso al acentuar la diferencia fun-damental entre la historia y la crónica. En la historia lo esen-cial es el continuo cambio y su dirección : hombres, sucesos, ideas,sentimientos, etc., sólo son elementos del devenir. En la cró-nica la imagen del trozo histórico que se escoge, debe estar, porel contrario, inmóvil delante de nuestra retina de artista. Nece-sitamos desentendernos lo más posible del torbellino de que haceparte y de su significación profunda, si la tiene. Desde el ins-tante en que desviemos nuestra vista hacia esos aspectos, caere-mos en el error de encarar la historia desde un rincón perdidode la amplia selva; y si la conversión de la historia en crónica,a la manera de Barros Arana, enreda el pasado en el matorral ymata su representación, las pretensiones históricas de la crónica.


asesinan el género artísticamente y como elemento de reconsti-tución de los tiempos pretéritos.

Por el contrario, si el cronista concentra su esfuerzo en larepresentación artística y fiel de un suceso susceptible de seraislado intacto del conjunto, producirá en el lector, junto con eldeleite estético, una imagen sencilla y concreta de los hombresque actuaron en él y del medio en que se movían, que le ayudarápoderosamente a percibir la simbolización más profunda que ne-cesita emplear la historia. También servirá, lo mismo que la bio-grafía y que la tradición, de piedra de toque en la cual el futurohistoriador puede controlar parcialmente su visión intuitiva delconjunto del proceso histórico.

"El motín de los artilleros" de Braun Menéndez es una her-mosa golondrina anuncio del porvenir que guarda a este géneroliterario, tan apropiado a nuestro grado de desarrollo intelec-tual .

También se ha usado la forma de la crónica en la narra-ción de la historia de algunas ciudades o regiones, o de una com-pleja red de sucesos desarrollados en momentos singularmente inte-resantes de la vida de una nación. Pertenece al primer tipo la"Crónica de la Serena" de Concha, y al segundo, la "Crónicade 1810" de Amunátegui.

Ambos tipos de crónicas son formas contraindicadas en larepresentación del pasado: es tan imposible sugerir la evoluciónhistórica de un pueblo mediante la descripción de las modalida-des que revistió en una localidad, como el significado de un cam-bio social o político mediante la descripción externa de los suce-sos.

Eso si que estos géneros literarios deben conformarse a lasnormas de la investigación y no a las de la historia, so pena dedegenerar en género híbrido destituido de valor. El cronista in-vestigador debe limitarse a ordenar y transcribir los documen-tos y las relaciones sin añadirles nada fuera de las notas necesa-rias para su correcta inteligencia y de una crítica de las fuentesdesde el punto de vista de la verdad material. Por ningún mo-tivo debe descartar las creencias ni las pasiones, a pretexto deser erróneas o injustificadas. Lo que determina el suceder es loque los actores sintieron o creyeron: no lo que nosotros concep-tuamos verdadero o justo.

Siempre será preferible en obras de esta índole que el autorrenuncie a toda pretensión literaria. En la ordenación de lasfuentes de la historia, el supremo arte está en el orden, en la cla-ridad, en la sencillez y en la ausencia de pretensiones. Inten-tando darles interés para el común de los lectoras, sólo estropea-rá la investigación para fracasar artísticamente.


La tradición, concebida como género histórico, tiene que so-meterse al primero de los cánones de la historia: no alterar la fi-sonomía del pasado ni los hechos y personajes históricos. Aldesviar de esta línea, deja de ser un complemento y se convierteen un factor de perturbación, semejante a la novela histórica.

Por lo demás, aún respetando escrupulosamente lo histórico,le queda una libertad de que los otros géneros no disponen. Enlo pequeño, en lo que queda fuera de la historia, no necesita to-mar materialmente del suceso todos los elementos con que tejeel relato: sólo debe exigírsele que refleje bien el espíritu del mo-mento en que lo sitúa y que no propague errores, deformando elcarácter de los personajes o de los sucesos históricos.

Ni siquiera esta licencia es necesaria: los legajos colonialessuministran alimento para varias generaciones de tradicionalis-tas. Palma condimentó más por el placer de lucir su pimienta,que por necesidad artística. La República ofrece, también, te-mas preciosos, que después de Vicuña Mackenna han empezadoa perderse lastimosamente. El emperramiento del comandanteClaro, las mil aventuras de los buscadores de oro en California,el temblor grande, las excentricidades de Isidoro Cox, el bailedel gobernador Astorga, la bandeja de duraznos que motivó lainclusión de don Francisco Marín en la última lista de sena-dores que confeccionó el presidente Errázuriz Zañartu y milanécdotas más, que pueden ser temas de tradiciones preciosas, sevan desvaneciendo para siempre del recuerdo.

Las exigencias intelectuales de este género son ínfimas, sise las compara con las de la historia. La verdad es que si no seha escrito una historia ideal, es porque el cerebro humano no halogrado aunar las dotes que ella presupone; en cambio, en latradición basta cierto instinto del pasado, un ligero conocimien-to de la historia nacional y algunas dotes artísticas. El tradicio-nalista está dispensado del sentido del encadenamiento histórico,de la firmeza de juicio y del saber amplio y profundo, que pre-supone la historia, aún en grado mayor que el cronista.

La biografía, dentro de la antigua concepción, es una ramaindispensable de la historia. Permite aislar del torbellino del su-ceder a las grandes figuras, así como la crónica aisla los sucesos,para estudiarlas y comprenderlas mejor. Aún desde el punto devista estrictamente histórico, ayuda, por una parte, a la inteli-gencia más honda del pasado, y por otra, sirve de control a la vi-sión del conjunto. Tratándose de una selva enmarañada, nuncaestará demás enfocarla en la totalidad del paisaje y en los ejem-plares aislados.

1014 MEMORIAL DEL EJERCITO

La biografía concebida así carece de la agilidad de la tradi-ción para moverse como ardilla entre los hilos del suceder, co-gerlos y devanarlos uno a uno. Tampoco tiene la libertad de movi-mientos suficiente. Está atada a la historia con una cadena de-masiado corta: no puede traspasar el círculo de la realidad his-tórica ni suplirla.

Tal vez esta última necesidad contribuyó a precipitar latransformación del concepto tradicional de la biografía haciala forma que resucitó Lytton Strachey y que Ludwing, Mauroisy otros han impuesto. Como ocurrió con el romanticismo, lanueva escuela ha ido más allá de lo que su contenido parecíapermitirle. Ludwing ha preconizado el intuicionismo antiobje-tivista en la historia. Un ligero lastre filosófico le habría adver-tido que, en el vocabulario universal. esa combinación lleva elnombre de fantasía. En toda intuición hay un fondo de realidadobjetiva que la mente humana aprehende por procedimientos delos cuales sólo conocemos el aspecto externo; al desaparecer eseelemento, se cae en una de las formas de la pseudo intuición,que, en esencia, se confunde con la simple fantasía.

El objetivo perseguido por la nueva escuela es refundir enuna la vida pública y la vida privada del personaje, mediante elmatrimonio del concepto clásico con el género íntimo tradicionalen la literatura francesa, del cual es una muestra "María Anto-nieta" de los Goncourt. El "Winckelmann" de Goethe sumi-nistró el modelo. Se persigue producir en el lector una serie desugestiones que, reunidas, le representen el temperamento y elcarácter del personaje, y, a través de ellos, su actuación históri-ca, mediante la combinación artística de los hechos y de los datosíntimos.

La idea es excelente; otra cosa es saber si es o no posible.Tres preguntas se atraviesan delante de la concepción: ¿se

produce en el lector en todo caso la representación del persona-je?; ¿esta imagen se traduce en un concepto real de la actua-ción pública? ¿es posible percibir el marco histórico a través deesta representación?

La respuesta depende de los puntos intelectuales que calce ellector del personaje biografiado y de mil detalles que varían decaso a caso. Algunos ejemplos responderán mejor que las refle-xiones.

Escojamos la "Reina Victoria", de Strachey; el "Disrae-li", de Maurois; el "Napoleón", el "Lincoln" y el "Bismarck",de Ludwing. Su lectura por una persona culta, inteligente ycon firme criterio histórico se traduce en un simple placer esté-tico. Cuando el autor es un gran psicólogo, mueve por dentro


con mucha destreza los hilos del autómata histórico. Son hilosque ya conocíamos: la curiosidad acecha demasiado de cerca alos grandes hombres para que su intimidad quede en la penum-bra. Nada añade la obra a la imagen de la reina Victoria, del prín-cipe Alberto, de Napoleón III y de los demás. Pero nos procurauna visita grata a palacios, personas y ambientes que no veía-mos desde hacía algunos años. En cuanto al cuadro histórico,todos lo conocemos mejor que el biógrafo; corregimos sus lapsusy celebramos sus intuiciones felices.

Traslademos, ahora, la lectura a un abogado, a un arquitec-to, a un comerciante, a un industrial, o a un médico. Para ellos ca-si todo es nuevo: surge súbitamente una reina Victoria muydistinta de la que habían imaginado. Es un personaje muy hu-mano y muy parecido a más de una señora cuyo trato es fami-liar, Su figura se les graba en forma que jamás habría alcanza-do la antigua biografía. El libro no les da ni el marco históriconi el alma del pasado. No hacen falta: el alimento está propor-cionado a la fuerza del estómago mental que lo ha ingerido.

Pero cambiemos, ahora, de personaje, y substituyamos a lareina Victoria por Napoleón I. Napoleón moldeó y realizó elcontenido viable inmediato de la Revolución Francesa. Todo elque tiene alguna intuición del devenir histórico se lo representacomo anillo que soldó la solución de continuidad entre el pasadoy el presente. Este concepto estaba muy empequeñecido, peroestaba en el abogado, en el comerciante, etc.. Cada uno de ellostenía, a su manera, la idea de un Napoleón muy grande, gigan-tesco, que influyó muy hondo en la historia, con absoluta inde-pendencia de la simpatía o antipatía que inspira. Hay que par-tir, además, de la base de que su erudición histórica va poco másallá de los manuales escritos para la enseñanza. Véase su reac-ción tal cual se advierte en la realidad. Al presentar Ludwinga Napoleón descolgado del marco histórico y desnudo de la glo-ria militar, se encuentran delante de una figura que los descon-cierta: la moyaría arroja indignada el libro sin concluir la lec-tura; los restantes creen haber sido víctimas de una imposturahistórica, y se revuelven violentamente contra la historia, en vezde hacerlo contra el error literario del biógrafo. En cuanto a laimagen de Napoleón y de su época, vale más no menearlo.

En línea general, se puede afirmar que el nuevo género debiografía no resulta en las grandes figuras de la historia: es in-útil para el psicólogo y para el historiador, casi siempre mejordocumentados que el biógrafo, y produce el desconcierto histó-rico en el grueso público. Los reproches que se dirigieron a Car-lyle con motivo de su "Cromwell", desde este punto de vista,


fueron justos. Puede citarse como una excepción feliz el "Dis-raeli", de Maurois. El personaje y el marco ayudaron grande-mente al autor, y éste puso bastante de su parte, al tomar unaposición intermedia entre el antiguo y el nuevo concepto de labiografía.

Como ya lo anotó un crítico, el género parece avenirse me-jor con los personajes modestos, sin significación trascendenteen la historia. Sin ayudarla con un aporte efectivo, facilita sudivulgación entre gentes que no tienen gusto o que carecen detiempo para leer obras más hondas y complejas. Su campo másindicado es la vida de los grandes artistas.

El error de la nueva escuela biográfica es substituir el an-tiguo patrón fijo por otro nuevo, pero también fijo. Los gran-des hombres de la historia, sin exceptuar a César y a Napoleón,se prestan para la biografía artística lo mismo que los medianos;empero cada uno presenta un problema propio desde los puntosde vista histórico y estético, que exige una solución especial.Todos encierran la posibilidad de ser destacados con tanta gra-cia y verdad como Disraeli o como la Reina Victoria, dentro de sumarco histórico. Eso sí que la tarea presupone la agudeza psi-cológica, la potencia cerebral y el temperamento artístico nece-sarios para crear en cada caso una forma adecuada de biogra-fía. El simple transporte mecánico del molde en que LittonStrachey vació a la Reina Victoria, a figuras muy distintas, co-mo las de Cromwell, Luis XIV, Richelieu, Pedro el Grande, et-cétera, sólo producirá obras sin valor artístico y de escasa utili-dad histórica.

Hasta aquí se ha rehuido considerar la biografía noveladapropiamente tal, o sea aquélla, en que el autor deforma, con fi-nes artísticos, la personalidad real del biografiado. No pudoidearse un expediente más diabólico para concluir con la histo-ria. Fuerza es reconocer, sin embargo, que los historiadores consu pose, su gravedad, su horror por el arte, por la gracia y aúnpor la vida misma, engendraron el género por reacción. Admiraque no naciera un siglo antes, y cuesta darse cuenta cómo la no-vela histórica no se ha trocado aún en historia novelada.

Si la novela histórica ha propagado todo género de errorese impuesto al mundo inepcias y patrañas, culpa fue de los histo-riadores que abominaron del artista, y dejaron insaciada la ne-cesidad de belleza y de gracia que hay en el fondo del alma hu-mana. No hay género literario que pueda vencer a la historiaen la lucha por la supervivencia, si la toca la gracia de la for-ma. Hay en ella un contenido humano hondo que arrollará siem-pre a los demás géneros en proximidad artística. Para todo pen-

LA LITERATURA HISTORICA CHILENA Y . . . 1017

sador, naturalmente, el contenido de la historia es lo fundamen-tal; pero en cuanto historiadores, lo cambiaríamos de buen gra-do por la gracia de la forma. Lo primero es vivir; después vie-ne el vivir profundamente.

No está demás apuntar el hecho de que el peligro de la bio-grafía novelada no está en la mentira franca ni en las adiciones.Zwaig necesitó exhumar a Fouché; y para dar interés a la opa-ca comparsa del drama napoleónico, no trepidó en hacer del as-tuto camaleón, que siempre cambió oportunamente de color y su-po caminar delante de los acontecimientos, el propulsor del su-ceder y el eje del desarrollo histórico de su época. La historiale desmiente; pero en el futuro serán muy pocos los que lean lahistoria, a menos que se transforme en obra de arte: la vida amaa la vida y huye de los cadáveres.

Los enormes gastos bélicos.

(¿Son realmente gastos bélicos?).

Por el Sr. Juan Bardina.

El presente artículo honra las páginas del Memorial.La vigorosa e ilustrada personalidad del Sr. J. Bardinano necesita ser presentada a los lectores. Su vastísima la-bor crítica y divulgación cultural por espacio de 10 añosen "La Unión" de Valparaíso y a continuación, a travésde su excelente revista, "La, Semana Internacional", enque ha analizado cada 7 días, los más altos problemas dela humanidad a fin de ilustrar por su intermedio a lasesferas dirigentes y a las personas cultas y estudiosas delpaís, ha sido extensamente conocida y apreciada.

Las oficiales asiduos lectores de "La Semana Interna-cional", encontrarán a través del trabajo sobre GastosBélicos del Sr. J. Bardina, observaciones de palpitanteactualidad, que ponen de manifiesto una vez más, su ver-sación ilimitada sobre los altos problemas militares in-ternacionales.

El Memorial se complace en agradecer este, interesanteartículo, restado por el Sr. J. Bardina en un gesto desin-teresado, a la brillante "página, militar" de La SemanaInternacional, la cual dedicada a asuntos militares nacio-nales y extranjeros es una magnífica fuente informativay de divulgación.

LA DIRECCION.

CIFRAS.— El mundo se hace cruces ante las fabulosas in-versiones que los distintos pueblos hacen en ejércitos, armadas,aeronavegación, cien otras ramas y zonas que integran lo que,con un título común, podríamos llamar "gastos de guerra". Losdiarios escriben largas hileras de ceros después de algunas ci-fras significativas, alcanzando alturas astronómicas. Los ora-dores gesticulan a brazo tendido cuando se trata de este proble-ma. Y el lector queda extasiado ante las largas hileras de estosguarismos.

M. de E. 7.

1020 MEMORIAL DEL EJERCITÓ

Sin embargo, estoy seguro de que no hay uno entre mil queconozca toda la gigantesca elevación de estos gastos. Con serenorme la admiración del lector, no llega a la par de la realidad.Vea, si no, quien desee conocer verdaderamente esas cifras, có-mo se invierte el actual presupuesto francés, cuyo monto toca alos noventa mil millones de francos (90.000.000.000). Porcen-taje de este presupuesto:

a) GASTOS DE GUERRA

Pasados (deudas) 22%pensiones de guerra 20%actual defensa 27%cuerpos asimilados 4%

% del Presup 73b) otros gastos 27%

Creerá el lector que eso es todo. Gastar en cosas de Defen-sa el 73% del Presupuesto y el 27% en todos los demás gastosdel Estado juntos. No es esto todo. Estos son los gastos ordina-rios que constan en el Presupuesto. Extraordinariamente, porlos distintos medios que tiene un Ministro de Hacienda para reco-ger dinero se invierten en Defensa Nacional cantidades que, es-critas en proporción, pasan del: 34% del Presupuesto totalordinario. De lo cual se deduce que Francia gasta anualmen-te ahora una cantidad mayor que todo el Presupuesto nacionalentero de la República, sólo en inversiones de índole claramen-te militar.

Aún prescindiendo de esos gastos extraordinarios, y limi-tándonos a. las puras inversiones ordinarias, ¿no es rara cosa,ni sospechada por los demás gritadores oradores populares queen Instrucción, Auxilio Social, Carreteras, Hospitales, em-pleados públicos de todo rango, se invierta sólo una cuarta, par-te del Presupuesto Nacional? ¿Que las tres cuartas partes de lostributos caigan y se fundan en el pozo sin fondo del presupues-to militar?

PANDEMIA.— El ejemplo que hemos aducido de Franciano tiene otra razón de ser que el haber tenido a mano estas ci-fras. No es "un caso" y menos un "caso raro". Es un ejemplo.Tras él, delante de él, los demás pueblos, más o menos en el mis-mo tren de inversiones militares.

Tenemos a la vista, el esfuerzo bélico realizado por los dospaíses más tranquilos, sosegados y antimilitaristas de la tierra:Suiza y Holanda. Pueblo de pequeños industriales el primero,de pequeños granjeros el segundo, no parecen capaces de ani-

LOS ENORMES GASTOS BELICOS 1021

dar ansias belicosas. Defendidos por numerosos Tratados inter-nacionales y por su misma pequeñez y bonhomía, no parecenamenazados por sus vecinos o por otros países. Ni atacantes niatacados, ellos dedican enormes sumas a los gastos bélicos;¿Quién diría que un pequeño pueblo de 5 millones de habitan-tes, como la República alpina, tenga a punto de marcha un ejér-cito de 85,000 hombres? ¿Quién afirmaría que la pequeña Ho-landa pueda gastar de una sola vez algo más de 4 mil millonesde francos en cosas tocantes al ejército y marina?

Y ello es, sin embargo, así. El lector calculará, entonces,cuáles serán los gastos bélicos de Alemania, de Italia, de Esta-dos Unidos. Italia gastó en un año veinte veces el presupuestode Chile en inversiones bélicas. Gran Bretaña este solo año in-vierte en armas y soldados 113 veces el Presupuesto total de es-ta República.

ARSENAL DE INVECTIVAS.— En el pozo sin fondo deestas cifras captan sus mejores arengas los elementos antimili-taristas. ¿No es monstruoso que se traguen el cuartel y el bu-que los presupuestos de la nación? Surgen de este hecho mil ar-gumentos, doblados de santa indignación, para declarar, no yala "guerra a la guerra", sino para dirigir ataques a fondo a lasinstituciones militares y proclamar las ventajas del pacifismoy el reinado del amor y la fraternidad, que convertirían al mun-do, es un decir, en un paraíso terrestre.

¿Cuántas casas — se preguntan los tonantes oradores —se podrían construir con ta,n fantásticas sumas? Un orador co-munista francés ha probado que el solo presupuesto militar de unaño en Francia, podría hacer posible la entrega gratis de unacasa a cada hogar, con todas las felices consecuencias materialesy morales de una sociedad en que, ni un solo hogar deja de te-ner casa propia, libres los pobres del peso del arriendo y de to-das aquellas consecuencias que trae consigo la. miseria.

Y ¿cuántas veces en el año, en todos los países, oradores in-flamados de santa indignación cultural, no han contado los milesde escuelas que se podrían construir con esas ingentes sumashundidas y fundidas en el presupuesto militar de todos los ramosy armas?

No sólo los apóstoles obreristas de este lado izquierdo social.También, los ardientes defensores del progreso material en laszonas del liberalismo y del capitalismo, campean contra los arma-mentos. Tengo a. la vista un artículo — por otra parte muy inte-resante — en el cual un hombre de negocios filosofa sobre lasventajas que se sacaría de que las culatas se tornasen estevas dearado y las lanzas chuzos, palas y azadones. ¡Que progresoenorme! ¡ Cómo la humanidad ascendería hacia arriba! ¡ Qué era


de felicidad! No sería difícil, entonces, poder saludar 1a, aurorade una nueva Edad, en que, la paz reinase sobre el orbe y loscañonazos fuesen gozosos y cordiales saludos al Progreso y a laPaz, con inicial mayúscula inclusive.

CIERTO, PERO... — No le parece a Ud. a primera vista,que ha de haber aquí algún intríngulis extraordinario? Cree Ud.capaz a nadie — ni aún al militar más entusiasta de su profesión— de invertir, como en Francia, en sólo gastos anuales de gue-rra, más que el Presupuesto total de la nación? Cree Ud. posiblela existencia de una familia, que ganando mil pesos por mes, in-vierta 800 en su propia posible defensa y 200 en todo lo demás:casa, vestido, comida, solaces espirituales y corporales?

Porque, no diga Ud. se trata de militares, es decir, de unaminoria que se impone. En el parlamento francés no hay un solomilitar en activo y un cuarto % de la reserva, y es precisamenteel parlamento que realiza tan estupendos gastos.

No me extraña, ya que se trata de politiqueros, esto es, deuna minoría inmoral y abusadora. Los presupuestos militares losvotan por unanimidad todos los partidos y el pueblo aplaude condelirio esas inversiones absurdas.

Y, siendo el pueblo, al fin, quien quiere esos gastos no creeUd. que se ha vuelto loco, o que por ahí hay alguna razón-fantas-ma que no aparece en la superficie?

Quien raciocine con buen sentido verá esto muy claro; queo la humanidad ha perdido el control de su cerebro, o hay aquígato encerrado: razones poderosas que impulsan a estos gastos.

Si se tratase de una proporción respetable, pero siempre deporcentaje presupuestal inferior — digamos un 20%, se podríasospechar militarismo y abuso. Llegándose a cifras tan altas quesobrepasan el 70%, no queda otra perspectiva que el dilema anun-ciado : o nos hemos vuelto locos de remate, o hay ahí razonesocultas.

Y SIN PODER HABER GUERRA.—Que hay por ahí razo-nes brujas, se ve por esto: que como hemos indicado tantas ve-ces en estos últimos meses, en Europa, en el mundo, no puedehaber guerra.

Ríanse cuando algún político, sea el que sea, hable de la"inminencia de una guerra", del "nunca ha estado más próximauna guerra" y de otras paparruchas por el estilo. Será necesariorepetir — porque las hemos hecho constar en varias ocasiones —las palabras del hasta hace poco jefe del Partido Conservadorbritánico Mr. Baldwin, pronunciadas en los Comunes, según lascuales "no es siquiera posible una guerra mundial, porque ellarepresentaría en Europa, el armar a las masas, el levantamientogeneral del Cuarto Estado contra la minoría posidente".


El capitalismo y la política tendrán muchos defectos, no seniega. Pero nadie les achacará el de ser tontos. Son muy inteli-gentes, están muy vivos y son esencialmente previsores. Mr. Bald-win es ejemplo perfecto. Sólo que lo que ese hombre sencillo dijo,lo sienten, lo saben y lo temen los políticos y altas clases de todoslos países, sin el valor ni la audacia de decirlo.

Puede haber en algún país alguna guerra social, como la deEspaña, en que dos clases sociales se muerden a dentellazos. Eslógico y posible. Puede haber una guerra, como la japonesa con-tra China, porque responde a causas locales y no toman parte enella los elementos obreros. Pero no puede haber guerra general,que sería el pitazo que invitaría al proletariado, armado y deci-dido, a levantarse y andar.

Y matar.Se habla no poco de "las ruinas apocalípticas que provocaría

una guerra con los actuales inventos". Argumento digno del lim-bo. Si sólo fuese por las muertes, ruinas y hecatombes, se servi-rían de ello cuantos mueven las guerras. Cuantas más ruinas me-jor! Ese es el lema, por lo demás, bien conocido.

No. Nada de miedo a un apocalipsis hecho realidad y sin lasobscuridades del gran libro. Nada de esto. No habrá guerra, por-que, de haberla, se acabará la era capitalista y la era política.Quereis una razón más concluyente, aunque la franqueza sin parde Mr. Baldwin no lo hubiese confesado?

PERO Y LA GUERRA DEL 14?.—No se desencadenó en cir-cunstancias semejantes, sin temor de que ella trajese la rebeliónde las masas?

No. Nada había de lo actual. Las circunstancias eran todootras. Son ahora, precisamente, bien contrarias de aquéllas. Hoyhay, como entonces, un armamentismo galopante. Pero entoncessu causa estaba en el negocio de unos pocos y en la mútua envi-dia entre grandes pueblos. Hoy su causa es otra, como veremosluego. La epidermis de 1937 es exactamente igual a la de 1914.Bajo la misma piel, dos mundos distintos.

Precisamente la guerra mundial del 1914-18, fue el "aviso".El aviso que concretaba Wilson en su artículo-testamento, cuandodecía: "en adelante ya no habrá guerras internacionales, sinoguerras inter-clasales". ¿Aquella guerra del 14 qué trajo?

La revolución social rusa, en que fueron "eliminados" — lalimpieza de que habla Franco en sus comunicados — más de dosmillones de burgueses y la totalidad de los políticos en absolutae inmediata cesantía;

—la sorda revolución social alemana y austríaca, por fin do-minadas temporalmente;

—el reparto — exigido— de tierras en Polonia, Rumania,Bulgaria y otros países;

—la irrupción de un audaz grupo comunista en cada país.


Aquello fue el primer paso y el aviso. Cualquiera se atreve,ahora a armar al pueblo entero!

EL EJERCITO Y LA DESOCUPACION.—En los días roma-nos del Bajo Imperio hubo una desocupación enorme. Las histo-rias — que raras veces se hunden en las causas y las médulas,siempre con crítica sintomática y cutánea, nos cuenta muchoscuentos sobre la flojera de la plebe, pelando la pava y reclaman-do comida a cambio del voto político. Pero la razón íntima eraésta: no había trabajo. Los campos se iban quedando incultos,pero no por esto Roma hambreaba. La aristocracia jamás se ha-bía dado a más numerosos y más caluanos ágapes. Los plebeyos serefocilaban horondos por los pelderos públicos. Medio mundotrabajaba por "Roma victrix" y los brazos eran demasiados parael trigo, el ganado, las artificerías y utensilios que se necesitaban.

Fué esta una de las causas de que los patricios mandasen alos plebeyos a los cuarteles, que, hasta entonces, sólo habían co-nocido a los "ciudadanos romanos". Las clases altas sentían mie-do — los políticos todavía más — por esas masas flojas, y las en-rolaban en las centurias para alejarlas a las lejanías inocuas —que les parecían inocuas — del Danubio o del Rhin.

En diversas ocasiones se ha repetido el fenómeno. Pero nun-ca en las proporciones de ahora, cuando, con los avances de lamecánica, la física y la química, un hombre produce al día lonecesario para veinte, quedando muchos hogares sin aquel tra-bajo que trae el dinero y el pan.

La desocupación no es un fenómeno terrible o indeseable.Todo lo contrario. Porque es de desear la desaparición, a ser po-sible el del trabajo gregario y pasivo. Tiene su solución naturaleste problema. No porque sea natural, deja de ser de grave en-vergadura. Y los políticos y economistas que llevan — pasivamen-te — las riendas de las naciones no se distinguen por tener ga-rra y clavarla victoriosamente sobre los problemas.

De ahí las soluciones "laterales" al problema. Una de ellas,el armamentismo. En la Francia actual, todos los matices y ra-mas del armamentismo está ocupando a no menos de 1.800,000hombres. Algunos más en Gran Bretaña. Doble número en Ale-mania. Y en Italia no menos de 900,000 entre soldados y traba-jadores se ocupan en cosas bélicas en la península, unos 450,000en Etiopía y unos 180,000 soldados desocupados en o para la Es-paña derechista.

Y, he ahí como la mayor parte del dinero invertido en ar-mamentismo no tiene fin militar alguno. Sencilla y simple-mente, es un gasto social. De no entrar estos gastos en el Presu-puesto de guerra, serían mucho más crecidos. En Francia unsoldado desocupado gasta la mitad de un desocupado vagando.


De este modo, no sólo no son gastos militares la mayor par-te de los presupuestos en guerra — ni aún los destinados a fa-bricar material bélico que no se empleará — sino que el ejércitolos reduce a una cantidad inferior a la que se gastaría en manten-ción de los respectivos desocupados.

LABOR CIUDADANA.— Pero no se reduce la labor delejército a tener en el cuartel a parte de los desocupados, mien-tras otros fabrican material que no servirá. Hay una labor ciu-dadana de tal interés, que todos los países van extendiendo susbeneficios.

El desocupado es material inflamable. De él se podría decirlo que de la mujer escribía el enemigo del bello sexo en el cam-po místico:

El hombre es fuego, la mujer estopa,y viene el diablo y sopla.

El desocupado ha sido, a través de la historia, la eterna ma-teria prima que ha hecho posibles la mayor parte de las revolu-ciones. La contextura del sin-trabajo lleva siempre a la protes-ta. Carlos Marx decía que S. M. el Estómago lo dirigía todo.Santo Tomás le daba la razón — en aquella parte en que el es-critor alemán la tenía — cuando, hilando fino en el terreno delas categorías calitativas, distinguía entre los "primero en eltiempo" y "lo primero en calidad", y aseguraba que hay cosasmuy inferiores que priman en cuanto a tiempo sobre las superio-res.

Los desocupados, formando enormes masas se echarían so-bre la estructura social, cualquiera que ella fuese, y la destrui-rían entre mares de desórdenes y sangre, por múltiples razones,entre las cuales priman tres:

1º.— Por razón de estómago vacío, especialmente de susfamiliares: mujer, hijos, ancianos. El hogar y sus fueros es cau-sa motivante de los actos más extremos. El verlo constantemen-te falto de- lo más esencial pincha al más frío y lo lanza a actosprotestatarios.

2º.— Por razón de potencialidad insatisfecha y vacía. To-do ser tiende a la operación, que es su complemento esencial. Estanto esto verdad, que Descartes caía en el error de hacer con-sistir el "ser" en la "actividad" en acto, perdiéndose el sercuando la actividad cesa. El hombre por exigencias biológicasevidentes, necesita laborar firme durante horas cada día. Quienno lo realiza busca actividad donde sea. "Quién nada tiene que-hacer — dice un adagio catalán — al gato peina", es decir, rea-liza lo que le viene a mano, cosas inútiles. Los flojos son los queacostumbran a llenar los sitios de la politiquería. Las multitu-des vagas son las multitudes revolucionarias.


3º.— Por necesidad crítica. Quien nada hace, piensa, me-dita, hila delgado intelectualmente. Si quien así hila delgado lohace sobre problemas para él complejos y obscuros, hierra lla-namente ; y sobre ese error cabalga para atacar el orden social,"peine muy espeso — dicen los chinos—arranca el pelo". Es és-te uno de los proverbios más hondos sobre el pensamiento hu-mano .

Cuando los Gobiernos echan sobre los cuarteles a las ma-sas desocupadas (directamente en forma de soldados; indirecta-mente, en forma de productores de material bélico) encargan alejército una de las más hondas labores de orden social que pue-da realizarse. El ejército mantiene a esas masas en el puestodebido, salvaguardando la estructura social existente, sea la quesea.

Emplea en ello el ejército millonadas. No son "millonadasbélicas" o estrictamente militares. No son "gastos de defensamilitar", sino inversiones para la "defensa social". De no gas-tarlos la nación mediante el ejército — porque es el mejor pre-parado para ello — deberían los pueblos realizar mayores gas-tos, ya creando otros organismos, ya a consecuencia de los tras-tornos que del inempleo de las multitudes necesariamente surgi-rían.

LOS SEMI-EJERCITOS.— Tanto ha sido este éxito doble—en disciplina y en ahorros metálicos — en cuanto al "acuar-telamiento social", que todos los gobiernos tienden, en conse-cuencia, a formar numerosos semi-ejércitos.

Expliquémonos.Las masas populares están p a s a n d o por un período de

honda inquietud. La pasada guerra representa el "motivo", lagota de agua que hace desbordar el vaso. La verdadera causaestá en la esclavitud intolerable en que las mantenía la minoríaburguesa, pasando, como decía León XIII, el límite de la tole-rancia biológica (el índice de la saturación físico moral). Nopor ser honrada esa inquietud de las masas era menos peligro-sa . El desborde de un río es efecto de algo natural. La inca-pacidad del cauce. Más, no por esto menos peligroso. El ejér-cito ha sido el instrumento de "reencauzamiento", disciplinan-do los ideales de las masas sin presionarlas. Una verdadera ca-nalización no puede ser presionadora.

Por otro lado, a los "gastos sociales" que esto representa,invertidos por el ejército en una obra bélica, se añade el ser me-nores que cualquiera otra organización a la cual se hubiera en-comendado esta labor.

Pero ¿era posible "acuartelar" a medio mundo? De ahí lasorganizaciones semi militares, que organizan grupos sociales "a


la manera militar", porque se reconoce en esa manera el máxi-mum de eficacia encauzadora y el mínimum de gastos "socia-les".

En Estados Unidos, no menos de 800,000 jóvenes están tra-bajando en los bosques del Estado en formación semi militar,comandados mixtamente por oficiales de la reserva, maestros ycapataces expertos. Están "formándose". Están, además, noocupando empleos, que sirven para otros, padres de familia.

En Alemania hay no menos de seis o siete de esos semi-ejér-citos. Hay el "ejército viario", que, al toque de corneta semimilitar, y comandado por viejos oficiales, están construyendola red de grandes caminos suntuosos, atravesando todo el terri-torio del Reich. Hay el "ejército universitario", en el cual lajuventud de los altos centros docentes, forzosamente debe pasar seismeses manejando la pala desbrozadora (triplemente desbrozadora:de malezas del suelo, de la arterio-esclorosis incipiente de todosedentario y de la manía intelectualista de los profesionales).Hay el "ejército de las visitadoras sociales", que cuidan mater-nalmente de los hogares, siempre alerta a las necesidades y sen-sibles a cualquiera valencia insatisfecha de la célula social.

En Rusia hay el semi-ejército de los cultivos colectivos (co-mo 1|3 del total) en los cuales "cada campesino es para to-dos y todos para, cada uno, ensayando la fórmula claustral de la"propiedad de varios en comunidad". Hay el semi-ejército delos presos políticos, arrancando enormes riquezas de los bosquessiberianos y de las minas esteparias, amén de 200,000 "aislados"que filtran oro en las márgenes solitarias de los grandes ríos.Hay el semi-ejército de las mujeres aviadoras-paracaidistas, unade las más felices y eficaces concepciones modernas en cuanto abuscar para la mujer trabajo exentos de fuerza física, consisten-tes en alma, destreza y finura.

Y en varios otros países semi-ejércitos están en pleno fun-cionamiento, con éxito innegable. Lo son los "balillas" italia-nos, donde se disciplina a la juventud desde su misma infancia.Lo son las jóvenes búlgaras del "servicio social anual", paralas cuales el Estado ha establecido el "servicio de cuartel so-cial", comprendiendo la necesidad absoluta de disciplina y for-mación material en ellas. Lo son numerosas milicias creadas porEstados de índole fascita o socialista: "camisas negras" italia-nos, los fascistas católicos austríacos de Schuchning, las forma-ciones ácratas-sindicalistas catalanas, las formaciones salazaris-tas en Portugal, las stalinistas en Rusia, etc.

Un movimiento, cada día más denso y acelerado, hacia gru-pos semi-militarizados se nota en todo el mundo. La mayor par-te de ellos son auspiciados u organizados por el Estado, el cual


ha ubicado en la zona económica "ejército" gastos gigantescospor doble razón de "expertitur y economía", es decir, por ha-llarlo capacitado para realizar la función anti-desocupada, y ha-cerlo con el menor gasto posible.

ORDINARIA PUNCION EDUCACIONAL DEL EJERCI-TO.— No es esto, con ser nuevo, algo sin precedentes. ¿No es-taba admitido que el Servicio Militar tenía, además del rol deentrenamiento militar de la muchachada, la cuádruple funciónde alfabetizarla, fortificarla mediante ejercicios apropiados, em-paparla de espíritu patriótico e inculcarle hábitos civilizados?

Al lado de la función estrictamente militar, las leyes y cos-tumbres obligaban al ejército a ejercer esta función formativa delas masas masculinas. Y la práctica nos dice que todos los ejér-citos realizaban esta función formadora con entusiasmo y efica-cia.

Viene a ser, en el fondo, uno y lo mismo que ahora. Sóloque entonces, antes de este gigantesco fenómeno de la desocupa-ción, se reducía el "rol educacional" del ejército a los que, pornecesidades bélicas, reconocían cuarteles. Mientras que ahora,sueltas en la calle las masas enormes — frase terriblemente sig-nificativa: "En la calle" —, los azorados políticos han compren-dido el peligro de esa insatisfacción popular que representa latriple desocupación estomacal, braquial y espiritual, y han vacia-do sobre los cuarteles y los semicuarteles a las muchedumbres,diciendo:

¡Ahí queda eso!Sí, ahí queda eso! Eso, que la política no supo encarrilar,

buscando a los militares para que, directa o indirectamente, loencarrile. Eso que, con ser tan bajo y tan pueblo y tan infor-me, es lo más noble — pasta humana — que puede desear la ma-no hábil de un artista. Y de un patriota. Y de un hombre de co-razón. . .

¿PRINCIPIO DE UNA HONDA EVOLUCION? He ahí unnuevo gran problema. Es imposible tratarlo ahora, como de pa-sada . Pero hemos de plantearlo prontamente, porque está ínti-mamente relacionado con el título de esta sencilla crítica y consu médula.

El rol actual del ejército es doble: preparar la defensa dela nación: transformar en bien a la muchachada masculina. Elproblema es éste: ¿está próxima la época en que cambien de lu-gar estos dos roles, y se diga que el ejército debe transformara la juventud y prepararla para la defensa nacional?

Hemos recordado en diversas ocasiones la idea, fija con lacual moría Wilson: que, en adelante, las guerras no serían na-cionales, sino sociales; no entre país y país, sino entre clase y


clase de un mismo país o de varios países. Y la realidad de loshechos, desde que esta profecía fue hecha en 1921 ¿no nos diceque así viene siendo ya, iniciándose un período de "guerras ho-rizontales" y extinguiéndose lentamente el de las."guerras ver-ticales"?

Si así fuera, habría una e n t i d a d que podría evitar esasguerras. Y esa entidad sería, precisamente, — y aunque ello pa-rezca absurdo a los críticos perféricos la que está ahora encar-gada de hacer la guerra: El Ejército.

Hay un hecho notable en la historia revolucionaria de losúltimos dieciocho años. Este: que el ejército, sea directamente,sea indirectamente, ha empujado la legislación social y el buentrato obrero con mano eficaz y decidida. Los que hablan de mi-litarismo no saben historia, y, menos, historia actual. Y no hanreparado en esto, que el ejército de ningún país, llámese monár-quico o republicano, derechista o izquierdista, siempre sin ex-cepción, ha esgrimido un programa de justicia social en la pun-ta de su espada.

Cuando el joven reconoce cuarteles está en la edad de laplena y definitiva formación. ¿Añadiríamos nosotros que elejército es, mirando alrededor, quién mejor puede realizarla,situándose en aquel punto medio social conveniente y factibleen cada instante histórico?

Si fuese así, ¿se transformaría el ejército continuando su ac-tual evolución, pasando a ser efectivo y actual modelador socialde la juventud, así como posible contendor nacional en conflic-tos futuros, de carácter internacional, que no se presentaran?

LOS ANTIMILITARISTA DE LAS DERECHAS SOCIA-LES.— Líneas arriba he señalado como truenan contra los ac-tuales gastos militares, no sólo los oradores de izquierda, sinomuchos de derecha, soñadores en aquellas profecías fantásticassegún las cuales las lanzas han de tornarse arados y picotas losfusiles.

Ahora bien: ¿piensan en esa misión social del ejército en es-te caso? ¿Piensan que esta irrupción amenazadora de masas enesa acción militar doble (formación de la juventud, imposicióndel orden y la ley) lo único que contenerla, si no en el actual"statu quo" (sería una verdadera iniquidad) si en un estadoconstante de equilibrio, respeto y justicia seca para todos?¿Piensan que la muralla "religión" no la poseen ya estas ma-sas, y que la muralla "escuela" no sabe contemplar los dictadosde la evolución acicateando acciones desequilibradas; y que noqueda ya más que la muralla "ejército"?

Es que ese ejército se ha mostrado siempre extremista.


Esa voz puede hacer par con aquella que situaba a LeónXIII y a Pío XI entre los comunistas, porque el primero decíaque el trabajador actual se diferencia muy poco de los antiguosesclavos y que tiene derecho natural e imprescriptible a sindi-calizarse para hacer huelgas y respaldar sus derechos; porqueel segundo ha condenado a los grandes ricos y ha afirmado sercrimen y robo escandaloso no entregar a cada trabajador unjornal suficiente para todas las necesidades y las de toda la fa-milia .

Un elemento de orden no puede, no debe aceptar la situa-ción actual. Sólo aceptarla sería situación ineficaz y actitud dedesorden. Es injusta, y por lo mismo, anárquica, originadora dedesórdenes. Ha de avanzar siempre. Y, ya aquí ¿no les parecea los sitiados en la zona posidente que en esa educación militarde la juventud en sentido social está su máxima garantía encuanto a sus derechos verdaderos (no, los derechos aparentes,aunque sean legales) de que les serán respetados?

GASTOS MILITARES QUE NO SON MILITARES.— Deesto deduciríamos una verdad que quisiéramos hubiese resulta-do clara y evidente. Esta: que de los ingentes gastos militaresque todos los países actualmente están realizando, el porcentajemayor no pertenece al reglón "gastos militares", aunque los in-vierta el ejército, sino gastos estrictamente sociales, gastos cul-turales, gastos que serían mucho mayores si, para realizar esasfunciones ocupadora de desocupados y formadora de jóvenes,los gobiernos designasen otras personas y creasen nuevas repar-ticiones .

Para llegar a esta mostración (y una mostración es más fir-me que una demostración), hemos tenido que amontonar consi-derandos, reconocer hechos, suscitar el recuerdo de nuevos pro-blemas. Es que la vida es una, y sus problemas vivos se engar-zan unos con otros como cerezas en costal. Pero, aún así, creoque habrá quedado claro que los enormes presupuestos milita-res actuales no son tales presupuestos militares, sino gastos quede todas maneras tendría que hacer el país si aquello en que seemplean fuese encargado a elementos disciplinados y menos pa-triotas que el ejército regular.

Un caso de filosofía aplicada: La apreciaciónde la situación, procedimiento cartesianopara acercarse a la verdad.

Por el Capitán Julio Campo Sepúlveda.

INTRODUCCION.

En las calles de Alejandría apareció una vez un pobre hombredescalzo, cubierto malamente con un manto deshilacliado y sucio,con una linterna encendida en circunstancias en que el sol brillabaen todo su explendor. A quienes preguntaban por tal extravagancia,les respondía¡ "Busco un hombre".

De todos conocidas son las diatribas que se lanzan a la HistoriaMilitar. Algunos extremistas han llegado ai decir: "El métodohistórico es destructor del pensamiento táctico, es pernicioso einútil... Existe una fuerte duda al respecto a la capacidad dequienes han alimentado su mente con las falseadas batallas del pa-sado y la de aquellos que nunca oyeron ni siquiera hablar de la bata-lla de Austerlitz". En un interesante debate, Paul Valéry expresó:"Para dictar su conducta a los pueblos, ¿tiene la historia al menos,alguna certidumbre? Ninguna. Es el producto más peligroso quehaya elaborado la química del intelecto. Hace soñar,embriaga a lospueblos, les engendra falsos recuerdos, exagera sus reflejos, lesmantiene abiertas sus heridas, les atormenta en su descanso, lesconduce al delirio de grandeza y torna amargas, insoportables yvanas a las naciones... La historia justifica cuanto se quiera. Noenseña, rigurosamente, nada, ya que todo lo contiene y de todo dáejemplos. De ella se puede extraer todas las políticas, todas las mo-rales, todas las filosofías".

Impulsado inconscientemente hacia el estudio de la HistoriaMilitar e íntimamente convencido de su importancia, en repetidasocasiones me he preguntado : ¿ tendrá ella en verdad, algún valorcientífico? Y si lo tiene ¿por qué hay tantos que se lo desconocen?¿Será porque su estudio, no encaminado en la forma que más con-vienen carece de un basamento suficientemente sólido? Y cual unnuevo Diógenes, algo mejor vestido pero menos capacitado, he sa-lido no en busca del hombre, que los hay muchos, sino de la linternaque talvez falte para encontrar el mejor camino, refugiándome, ilu-


sionado, en la ciencia que proclama la razón de ser en el amor a laverdad, en la Filosofía...

"No impongo nada; nada propongo; hago un exposición", solíadecir un escritor. Mi aspiración es igualmente modesta; no traigo no-vedades, talvez pueda faltarme la capacidad de convicción y sólopido que reflexionemos. No afirmo que la Historia Militar, tal comohoy se desenvuelve, deje de reportar utilidades; pretendo única-mente se le someta a una revisión, mediante un análisis desnudo deapasionamiento y de rutina, para estudiar todo aquello que merezcaduda, escarmenando leyes y principios que pueden no ser tales, po-niendo en la balanza opiniones contradictorias, atacando exageracio-nes envueltas en el velo del optimismo falso. ¿ El fin que se persi-gue ? Aclarar dudas, destruir el error, cimentar las verdades. ¿Pro-cedimiento para conseguirlo? La filosofía.

En este ensayo de aplicación de la filosofía he elegido a la His-toria, quizas si por la misma razón que Paul Valéry critica contanta pasión "porque todo lo contiene y de todo dá ejemplos" y aDescartes por ser él el primero que dudó, no para mantenerse en laduda, no para destruir el conocimiento, sino para crear, con ma-teriales sólidos, libre de prejuicios, de ideas rutinarias. Y este hom-bre que hizo a un lado todo lo que no pudo comprobar, que no creyóni a sus sentidos' porque muchas veces engañan, chocó con la eviden-cia de su propia existencia y ante esta certidumbre, reinició sutrabajo, ahora con una base sólida, para conseguir la verdad. Elmundo que Descartes despreció y el que reconstruyó penosamenteeran muy semejantes. ¿Trabajo perdido, entonces? De ninguna ma-nera. Por sólo una evidencia conquistada o un error destruido, va-lía cuanto esfuerzo se hubiera hecho. Y aunque nada se lograra des-cubrir, se había conseguido la seguridad de que las verdades acep-tadas a priori era efectivamente verdades.

En virtud del fenómeno de la "apercepción", el individuo,luego de alcanzado a los veinticinco años, ofrece a la enseñanza deideas y doctrinas en desacuerdo con las que le son propias, unapoderosa resistencia. Hasta esa edad ha sido campo propicio parainnovaciones; desde ella, reacciona en sentido contrario y por logeneral, Sistemáticamente, se opone a todo lo que vá en contra desu manera especial de sentir y de obrar. Y si se agrega a tal fenó-meno el hecho de que todas las personas se inclinan a creer que enellas, la verdad es normal y la falsedad, accidental, el problema seagrava considerablemente.

La Historia Militar es' la ciencia que se presta, por excelencia,a las discusiones elevadas. Esto, y lo expresado anteriormente, im-ponen al profesor nuevas y difíciles exigencias. Frente a la oposiciónconsciente y bien intencionada de un alumnado, el maestro debeluchar con las armas poderosas que le dá la Lógica, sin descuidarla psicología de los que le escuchan. El absolutismo es un enemigoprincipal y para combatirlo deberán orientarse todos sus esfuerzos.

UN CASO DE FILOSOFIA APLICADA: 1033

La filosofía, ciencia que encamina sus pasos' por el razonamiento,limitando el poder del sentimiento, ofrece a este maestro atribuladoun inmenso caudal de materiales, para la adquisición de las rele-vantes cualidades morales e intelectuales que le son necesarias.

El espíritu humano siempre ha marchado en pos de un ideal.Desentrañar los misterios del '' más allá'' y leer en la marcha de losastros el porvenir de los hombres, constituyó la máxima aspiraciónde las civilizaciones antiguas. La piedra filosofal y el elíxir de eter-na juventud enloquecieron a los sabios ilusos de la Edad Media. Elansia de verdad anima en los espíritus modernos; filósofos, biólo-gos, jurisconsultos, políticos, economistas, todo hombre que entre-ga sus esfuerzos a una profesión, pretende asirla para sí. El militarno escapa a esta ley general. La, Apreciación de la situación no essino un método para acercarse a la verdad: Obrar de una maneralógica, basándose en las premisas de las circunstancias del momento,para conseguir la victoria.

En esta circunstancia pretende demostrar la importancia quepara nosotros tiene el estudio de la Filosofía. La tesis que sostengo:El método seguido para la apreciación de situación es el mismo quecreó Descartes en el siglo XVII, es una comprobación práctica deesa importancia.

DESCARTES Y SU METODO.

Antes de hablar de un hombre Se acostumbra presentar su re-trato. Para Descartes me valgo de las palabras de Fouillée: "Lacabeza grande, la frente ancha y recta, los cabellos negros y caídossobre las cejas acentuadas, los ojos muy abiertos, la nariz saliente,la boca grande; en la que el labio inferior es poco más pronunciadoque el superior; en fin, fisonomía severa y un poco desdeñosa enque hay más fuerza que gracia. Se lee en su rostro la meditaciónpaciente, obstinada, que recuerda al buey arando su surco. El ojoes escrutador. Parece decir ¿qué es ésto? Los labios indican el jui-cio y la calma aunados con la bondad".

Ya tenemos al hombre; escrutemos su psiquis. Según la expre-sión de Bertrand Russell, el buen filósofo debe estar animado deun vehemente deseo de saber al par que de una gran caución paracreer que sabe. Descartes inspiró a Russell cuando escribió esa cita;amaba la verdad por ella misma y tras el ansia de alcanzarla pusoen juego sus mejores condiciones intelectuales. Luchador incansable,hubo de sostener rudos combates contra las tradicionales ideas desu tiempo. Las "cualidades ocultas", las "causas finales", se mez-claban a las explicaciones positivas de los fenómenos y el propioKepler colocaba un ángel detrás de cada astro para guiarle en suórbita; Decartes excluyó de la ciencia tales nociones meramenteteológicas y aceptando sólo lo que podía demostrar o que su razónle hacía ver como evidente, limpió a aquella de errores, escribiendoasí la primera página de la filosofía moderna.


Respecto a su moral, nos recuerda a Epícteto. Descartes hacever que la felicidad está dentro de nosotros mismos y que es másfácil cambiar nuestros deseos que variar el orden del mundo. Elhombre sólo es dueño de sus pensamientos; en cuanto se aficionapor cosas exteriores —salud, honores, riquezas—, que no dependende si mismo, pierde la libertad y la dicha.

La duda cartesiana.

Descartes, tratando de edificar su ciencia sobre algo absoluta-mente cierto, pone en duda todo aquello de que es posible dudar.Pero su duda no es la de un escéptico, que niega invariablementecuanto se somete a su consideración; implica una absoluta fe en larazón y no es sino una etapa del camino hacia la certidumbre. Dudade las imágenes sensoriales, porque los sentidos muchas veces en-gañan; duda de las afirmaciones matemáticas (1 + 1 = 2) porquesu demostración exige el auxilio de la memoria, que es falaz; hastaidea la existencia de un genio maligno que empleará sus esfuerzospara hacerlo caer en el engaño.

Y este hombre que no cree en lo que le transmiten los' sentidos;que al observar la luna acepta sólo la percepción visual y no la exis-tencia del objeto, ya que puede estimularse artificialmente al nervioóptico en igual forma que lo estimula la luz de la luna; en su cadenade dudas llega a una certidumbre. Dudando de todo no le es posiblehacerlo con su propia existencia. ''Sea lo que fuere lo que puede po-nerse en duda, la verdad es que dudo" —"La duda existe y comoella es una forma del pensamiento, este existe"— "El pensamientoimplica un pensador, no podría dudar si no existiera, luego yoexisto". De aquí nació el famoso entimema "Cogito, ergo sum","Pienso, luego existo".

"Descartes pide un imposible queriendo que se abandone todoprejuicio; ha vaciado el espíritu", le refuta Gassondi. "Y ahora nolo puede llenar sino llevando a él algunas de las ideas que acaba deexcluir", agrega Bourdin. "Doble error, contesta Descartes; mi du-da se refiere solamente a los juicios que relacionan esas ideas. Deestos juicios que rechazo puede haber algunos ciertos pero como notengo manera de demostrarlo, me veo obligado a negarlos para llevaral espíritu sólo aquello de que me sea posible conocer la verdad".Y explica: "Si por ventura tuviésemos una cesta llena de manzanasy él (su contradictor Bourdin) se enterase de que algunas estabanpodridas y quisiera quitarlas de allí temiendo que pudrieran a lasotras ¿cómo se las arreglaría para hacerlo? ¿No comenzaría por va-ciar la cesta y después, mirando las manzanas una por una, iría eli-giendo las que no estuvieran contaminadas para colocarlas de nuevoen el cesto? Y ese es únicamente el sencillo sistema cartesiano quemuchos olvidan.


Las reglas del método.

Según Descartes, los procedimientos para llegar al conocimientoexacto de las cosas son dos: la intuición y la deducción. La intuiciónvendría a ser la concepción, expontánea y clara, que permite por lassolas luces de la razón darse cuenta y comprender un hecho. "Así,dice el filósofo, uno puede ver intuitivamente que un triángulo estálimitado por tres líneas...". Mediante la deducción se comprendenlas cosas que son consecuencia de otras de que se tiene certeza; noson ellas evidentes por sí mismas sino porque derivan de principiosdemostrados y admitidos como verdaderos. '' Sabemos, dice Descar-tes, que el último eslabón de una cadena está unido al primero,aunque no podamos abarcar de una ojeada todos los anillos inter-medios' que los unen, con tal de que los hayamos recorrido sucesiva-mente y recordemos que desde el primero hasta el último, cadaanillo está unido al que le precede y al que le sigue".

La primera Regla de su método consiste en no aceptar comoverdad sino lo que evidentemente se presenta como tal. "La evi-dencia es el signo de la verdad". Se vé ya en esta Regla la preocu-pación de evitar el error, por un estudio precipitado o por una pre-juicio, y el afán de admitir sólo el juicio que se presente tan claroal espíritu que no deje abrigar la duda. Es el punto de partida, esla base sólida en la edificación de los razonamientos. Si el procesointelectual partió de un error, todo lo que logrará conseguirse seráfalso, tendencioso, inútil. El método consiste en relacionar nuestrosconocimientos con esas ideas primarias evidentes.

La segunda Regla expresa que debe "dividirse cada dificultaden tantas partes como sea necesario y cuanta sea posible para re-solverla mejor". Todo hecho complejo se compone de cosas simplesde las cuales deriva y para llegar a su conocimiento verdadero será,sin duda, más fácil no tratar de explicarse el compuesto de inmedia-to, sino descomponerlo y estudiar sus partes. Es el método analítico,en una palabra. Experimentando con cada una de las ideas simples,comprendiéndolas, se habrá comprendido el hecho compuesto queresistía a nuestra investigación.

Obedecemos a la primera Regla tanto como a la segunda, en cadauna de las actuaciones de nuestra vida. Cuando nos encontramos conesos hábiles discutidores, que quieren demostrarlo todo valiéndosede argucias ¿no decimos acaso rompiendo nuestra pasividad ?: " Ud.parte de un base falsa". Si lo dejamos construir sobre ella nos de-mostrará cuanto quiera y la primera resistencia, la más fuerte porser la decisiva, se librará en los preliminares de la discusión. Y sicruzamos "con esos que se dicen tienen la dicción fácil" y que va-liéndose de su verba incansable nos atacan con miles de razones almismo tiempo, ¿no los detenemos en medio de su entusiasmo con unlacónico: Vamos por parte, hablemos primero de esto y luego de lo

M de E. 8.


otro ? En ambos casos es Descartes quien nos presta un servicio ofre-ciéndonos las dos primeras Reglas de su Método.

La tercera Regla dice que "deben conducirse ordenadamentelos pensamientos comenzando por los objetos más sencillos y fácilesde conocer para subir poco a poco, como por grados, al conocimientode los más complejos". Se había seguido un proceso de descomposi-ción, se había analizado, teniendo una preocupación especial paraque cada hecho simple no lograra escapar a nuestros estudio. Ahorase hace el trabajo inverso de la síntesis; se combinan los elementoshasta conseguir una fórmula que nos dé nuevamente el compuesto.Partir de lo sencillo para llegar a lo difícil, es la esencia de la ter-cera Regla, que obedece inconscientemente hasta el menos experi-mentado pedagogo.

Luego de conocido, en líneas generales, el Método Cartesiano,reproduzco una sencilla situación extratégica de la Prusia Orientalpara que, obedeciendo a las tres Reglas, se logre darle solución.

SITUACION ESTRATEGICA EN LA PRUSIA ORIENTAL.

El 8.º Ejército Alemán, comandado por v. Pritwitz, tenía lamisión de proteger la Prusia Oriental, dando tiempo a la masa delas fuerzas alemanas para que obtuvieran la decisión en el O. Se lehabía indicado a v. Pritwitz que no debía dejarse cortar su retiradaal Vístula ya que era del todo indispensable conservar su ejército.


Contra las fuerzas alemanas, inferiores en número, el Comandoen Jefe Ruso había ordenado la ofensiva concéntrica del 1.º y 2.ºEjército, desde sus zonas de concentración en el Niemen y el Narewrespectivamente, para envolver al enemigo por los flancos e impe-dir su retidada al Vístula.

V. Pritwitz, decidiendo operar en líneas interiores, y valiéndosede la separación obligada, por la existencia de los lagos, de las tropasrusas, dirige la mayor parte de sus fuerzas contra el Ejército delNiemen, que había invadido primero la Prusia Oriental, designandofuerzas menores para retardar el avance del Ejército del Narew.

Después de la batalla de Stalluponen, librada el 17 de agostopor el I. C. E. Alemán al mando de von Francois, el Ejército Rusodel Niemen había continuado lentamente su avance.

Situación del 8.º Ejército en la, tarde del 19 de agosto.

La situación de las fuerzas del 8.º Ejército en el frente E. es lasiguiente:

6.ª Brigada de 6. N. en Lotzen.3.ª División de Reserva ha marchado de Lotzen a Benkheim.I. Cuerpo de Reserva se encuentra inmediatamente al E. del

río Angerapp, con la 1.ª División Reserva en Szabienen y la 36.ªDiv. Res. en Brassen.

XVII. Cuerpo Ejército tiene a la 36.ª Div. Ej. en Ilallwischkeny a la 35.ª Div. Ej. en Dinglauken.

I. Cuerpo de Ejército con Reserva de Koenigsberg, preparadopara la defensa en la siguiente forma : Reserva de Koenigsberg, enla línea Serpentem-Springen; 1.ª Div. Ej. en la línea Springen-Pa-ckallnischken; 2.ª Div. Ej., a disposición del Comando del Cuerpo,en alrededores de Blumberg.

2.ª Brigada de G. N., en retirada hacia el río Inster en direcciónKraupischken.

1.ª Div. Cab., parece haber intervenido en el combate de la 2.ªBrigada.

De los Rusos Se tienen las siguientes informaciones:Actúam en el frente N. con un total de 4 Cuerpos de Ejército

y 1 Cuerpo de Caballería. El I. Cuerpo de Ejército ha avanzado porFilipowo; el IV. Cuerpo de Ejército, a ambos lados del BosqueRominten; el III. Cuerpo de Ejército, al N. del IV. C. E.; el XX.Cuerpo de Ejército, escalonado detrás del ala N. Rusa; el Cuerpode Caballería se supone delante del XX. C. E.

El camino Mehlkehmen-Tollmingkehmen y caminos que atravie-san el Bosque Rominten están libres de enemigos. Al S. E. de Gol-dap se ha comprobado la presencia de 1 1|2 a 2 Div. de Ej.

El II. C. E. Ruso, que parece actúa como enlace de los Ejércitosdel Niemen y Narew y protege las alas interiores de ellos, ha alcan-zado Lick.


En el frente S. continúa la concentración del Ejército del Na-rew. Las unidades, en avance desde Lomska y Ostrolenka desde el día18, han continuado la marcha en dirección general a Ortelsburg.

El combate y el contacto con el enemigo da las siguientes infor-maciones :

El Cdo. del I. C. E. aprecia (que en su frente, se encuentran, porlo menos, el III. C. E. y la imitad del XX. C. E. y supone que el ad-versario trata de envolverlo por el N. Comunica, a las' 17.30 horas,la intención de trasladar en la noche a la 2.º Div. Ej. hacia el N.,para que ataque en la mañana siguiente el flanco derecho Ruso porMallwischken hacia Kattenau; a continuación, la 1.ª Div. Ej. seunirá a este ataque mientras la Reserva de Koenigsberg permane-cerá en sus posiciones.

A las 18 horas se recibe una comunicación del 1. C .E. que dice:"El enemigo inició su ataque contra la 1.ª Div. Ej. Intenso combatede infantería y artillería. Los Rusos han ocupado el pueblo deAugustupoenen lo que se considera como una amenaza para el flnn-co S. del I. C. E.".

La 2.ª Brig. de G. N., que había avanzado a medio día, desdeKraupischken hacia Mallwishken, chocó con fuerte caballería Rusa yse retira, con graves pérdidas, detrás del río Inster. La 1.ª Div. Cab.,que se presume intervino en este combate, no se sabe actualmentedonde se encuentra.

Apreciación de la situación por el Comando del 8.º Ejército.

La situación en el S., con el avance rápido del Ejército Rusodel Narew y el actual dispositivo de concentración de mi Ejército,imponen la necesidad de conseguir, cuanto antes, una victoria de-cisiva sobre el Ejército Ruso del Niemen. Un rechazo frontal nopuede satisfacerme de ningún modo ya que si así sucede, no podríavolverme posteriormente, con la mayor parte de mis fuerzas contrael Ejército del Narew. Se impone una exigencia en tiempo y elaniquilamiento de los Rusos del Niemen. Por la misma necesidad deobrar con rapidez no puedo, al buscar la decisión, hacer cambiosprofundos en mi dispositivo.

El ataque del I. C. E. por fuerzas considerables Rusas y laretirada que ha debido efectuar la 2.ª Brigada de G. N., me per-miten deducir que los Rusos llevan la masa de sus tropas por el N.del Bosque Rominten, tratando al mismo tiempo de envolver elflanco N. de mi Ejército siguiendo la dirección general del ríoInster. En esa dirección, posiblemente, emplearán su caballería.

Por otra parte, el hecho de que no se evidencia presencia deenemigo en el Bosque Rominten y camino al S. y que sólo fuerzasaproximadas a dos Divisiones' hayan alcanzado al S. E. de Goldap,me inclinan a pensar que la penetración Rusa por el S. del bosquees de escasa importancia.


Esto indica: la parte más fuerte rusa está en el N. y si se buscala decisión en esa dirección, tendrá que vencer mayores dificultades.Al contrario, la parte débil Rusa se encuentra al 8., hecho que haceposible, en forma más; fácil, conseguir la decisión siguiendo estadirección.

La situación de mis fuerzas no empleadas (XVII. C. E. y I.C. Res.) en el S. de mi dispositivo de concentración, refuerzan loestablecido respecto a la conveniencia de buscar la decisión porel S.

Los rusos, en su penetración han dejado un claro entre lasfuerzas que atacan al I. C. E. y las dos Divisiones evidenciadas alS. E. de Goldap. Esta situación puede aprovecharse para caersobre el flanco izquierdo de la masa rusa, deteniendo de antemano,a las dos Divisiones de Goldap.

Un ataque, llevado con el máximo posible de fuerzas, en di-rección Darkehmen —lindero N. O. del Bosque Rominten— Stallu-ponen, permite caer al flanco izquierdo y comunicaciones rusas. Noexige cambio en el dispositivo, puede efectuarse sin dilación, caesobre la parte débil del adversario y permite conseguir su aniquila-miento.

La situación del I. C. E. es difícil ya que se le ataca frontal-mente y se le envuelve por el S. Por otra parte, existe el peligro delenvolvimiento amplio ruso por el N. Si se deja este Cuerpo dondeestá, se le expone a un fracaso.

Puede hacerse frente al envolvimiento por el S. empleando la2.ª Div. Ej. o puede retirarse al Cuerpo detrás del Angerapp. Estesegundo procedimiento hace caer en el vacío el ataque principalruso, da mayor seguridad y atrae la masa rusa hacia el O. prolon-gando su flanco. Mientras más penetra el ruso hacia el O., másexpone su flanco S. a un ataque de mi parte.

La 2.ª Brigada de G. N. se retira hacia el Inster. Desde este ríoy después de haber replegado al I. C. E. detrás del Angerapp, esmás fácil imposibilitar el probable amplio envolvimiento ruso por elN. La Div. de Cab., de la cual no se tienen noticias, puede retirarseigualmente hacia el Inster donde, en cooperación con la 2.ª Brig. deG. N., están en condiciones de hacer frente a un envolvimiento "le-vado contra el flanco N. de mi Ejército.

Las zonas hacia donde se retirarían el I. C. E. la 1.ª Div. Cab.y la 2.ª Brig. de G. N., con un río adelante, permiten esperar quetales unidades puedan mantenerse en buena forma y si llega el mo-mento, pasen a la ofensiva. Con tales medidas creo solucionar elpeligro por el N..

Para efectuar el ataque al flanco S. y comunicaciones de losrusos es necesario prevenirse contra las Divisiones de Goldap. Paraello puedo emplear, con misión ofensiva hacia Goldap, a la 3.ªDiv. Res. y si esta no fuera suficiente, a la Div. Res. del I. C. Res.Estas dos Divisiones deben asegurar mi flanco S. impidiendo que


los rusos del Goldap concurran al campo de batalla, haciéndolesimposible sobrepasar al N. de la línea Goldap-Darkehmen.

El II. C. E. Ruso que ha alcanzado Lick, debido a la separa-ción en tiempo y espacio hasta la zona donde pienso conseguir ladecisión, no creo pueda entorpecer mi acción en momento oportuno.De todos" modos conviene retrasar y demorar lo más posible su mar-cha hacia el N. O. y para esto puede emplearse a la 6.ª Brig. de G.N. que se encuentra en Lotzen.

Luego de asegurar mi flanco S. con las medidas antes indicadas,debo pensar con que fuerzas puedo buscar Ja decisión contra losrusos. Tengo disponibles a la 36.ª Div. Res. del I. C. Res. y al XVII.C. E. Estas fuerzas, obrando sobre la parte débil de los rusos,son suficientes paita conseguir el aniquiliamieirto. Se dirigiríansiguiendo la línea general: lindero N. O. Bosque Rominten-StaJu-ponen, llevando su centro de graveded hacia Stalluponen. Al obrarpor sorpresa, consiguiría con este ataque un mejor resultado, porlo que se impone no iniciarlo prematuramente.

En cuanto consiga la victoria sobre la masa del Ejército delNiemen estimo no debo buscar el aniquilamiento sobre el resto fino,de inmediato, ir contra el Ejército del Narew. Posiblemente al co-nocer el descalabro sufrido por su grueso, el II. C. E. Ruso obrarácon grandes precauciones. Dejaré el mínimo de fuerzas en esta zonapara, con todo lo disponible, tentar el aniquilamiento en la zonadel Narew.

Iniciando la acción mañana 20. VIII., creo decidirla el 22 o el23. El 27. VIII., podré estar con mi Ejército enfrentando al delNarew. Después de la victoria conseguida, fácil será repetirla en elS., con lo que habré cumplido la misión impuesta al 8.º Ejército

Resolución:

1.—La 2.ª Brig. de G. N. se retirará al río Inster desde dondedetendrá a los rusos que pretendan avanzar hacia el O. La Div. deCab. hará otro tanto. La misión de estas fuerzas es hacer imposibleel envolvimiento ruso por el N. Deberán estar preparadas, poste-riormente, para iniciar una persecución paralela por el N.

2.—El I. C. E. y Res. de Konigsberg se retirarán detrás delAngerapp, atrayendo el máximo de fuerzas rusas en esa direccióny resistiendo en ese río, de frente, el ataque enemigo. Darán tiempopara que las fuerzas principales del 8.º Ejército obren sobre elflanco S. ruso. Deberán estar preparadas, posteriormente, para pa-sar a la ofensiva rectamente al E.

3.—La 3.ª Div. Res. y la Div. Res. del I. C. Res. atacaráa alenemigo que invade por el S. del Bosque Rominten imposibilitandopase al N. de la línea Goldap-Darkehmen, Su misión es de proteccióndel flanco S. del 8.º Ejército,


4.—La 6.ª Brig. de G. N. se dirigirá contra el II. C. E., evi-denciado en Lick y retardará su avance, dando tiempo para corse-guir la decisión al N. del Bosque Rominten. El II. C. E. Ruso nodebe sobrepasar, antes de la tarde del 22, la línea Goldap-Anger-burg.

5.—El XVII. C. E. y la 36.ª Div. Res. del I. C. Res. atacaránen dirección general: lindero N. O. del Bosque Rominten-Stallu-ponen, con centro de gravedad hacia Stalluponen, para caer sobreel flanco S de los rusos y producir su aniquilamiento. El Coman-dante del 8.º Ejército dirigirá esta operación.

6.—Luego de conseguida la decisión, el 8.º Ejército se dirigirácontra el Ejército del Narew, dejando el mínimo de fuerzas frentea los rusos que no hayan sido aniquilados en la zona del Niemen.

7.—Esta resolución se comunica al Comando Supremo.

LA APRECIACION DE SITUACION Y EL METODO DEDESCARTES.

A la consideración del Comandante se presenta un suceso com-plejo : la Situación de Guerra. Las partes componentes se le ofre-cen en la forma de datos exactos, aproximados y probabilidades.Conforme con ellos y sometiéndolos a un proceso de valorizacióny compulsa, va a desarrollar su método analítico.

Existe una misión por cumplir: la protección de la PrusiaOriental. Si bien un tanto general, es este, por lo menos un puntode partida. Para que esa misión se cumpla se cuentan con los me-dios representados por la fuerzas del 8.º Ejército. El mejor empleoque se haga de ellos, unido a un eficiente aprovechamiento del te-rreno, serán los instrumentos de mayor valor que se le ofrecerán alJefe para hacer prevalecer su voluntad. La ubicación precisa de lasdistintas unidades, obtenida por informaciones de los Comandossubordinados, y el combate o contacto con el enemigo, dan por re-sultado una situación de hecho de la que no es posible prescindir.Son estos antecedentes, si se quiere, los únicos exactos del suceso enestudio, los que pesan con más fuerza en una apreciación.

El adversario actúa con un dispositivo que aproximadamentese conoce, hay más o menos fuerzas en una u otra parte. Suponién-dole, como es lógico, una voluntad que persigue la victoria, el dispo-sitivo con que actúa debe corresponder a su intención. El que ¿levesu masa en una dirección, contemplando menores fuerzas en otra,significa que busca conseguir en la primera una acción decisiva,mientras en la segunda pretende distraer la atención enemiga oasegurar la actuación principal. Por deducciones hilvanadas comolos elabones de una cadena, quien aprecia va caminando pasa a paso,cuidadosamente, en el terreno de los datos probables.


Luego de comprender la situación viene el proceso del análisis.Las dificultades se descomponen, estudiando sus partes. El estudiose va desenvolviendo consecuencialmente o sea, el eslabón que ante-cede sirve de fundamento al que le sigue. Nada se va dejando a lacasualidad pero tampoco las proyecciones que se dan a los aconte-cimientos se llevan más lejos de lo que permiten los datosconocidos.

Luego del proceso de análisis, que constituye la apreciaciónmisma, viene la síntesis. Es necesario condensar los argumentos, lle-gando a conclusiones que guarden absoluta armonía con el estudiohecho.

Como sucede muchas veces, ya por rapidez de concepción oporque la situación es un tanto sencilla, que de inmediato aparecela resolución sin haber pasado antes por una efectiva apreciación,algunos han llegado a pensar que es este el proceso normal. Así, laapreciación sería un procedimiento artificioso que en el fondo sólojustificaría una resolución adoptada a priori. Contra esta falsa ideadebemos reaccionar. Aunque la solución nos parezca instantánea,siempre se ha tenido que reflexionar y analizar, sólo que la reflexiónha sido rápida y el análisis se ha sucedido en tal forma que no pa-rece ajeno a nuestra conciencia.

Quien pretenda sostener que existen soluciones únicas se alejadel verdadero espíritu del problema. Sólo hay soluciones más o me-nos buenas, según concuerden en forma más o menos intensa con laspremisas de las circunstancias. Y esto, que en la teoría es cierto, enla realidad es todavía más evidente, siempre existirán factores im-previstos, inesperados, que han logrado escapar a nuestro estudioy que pueden producirse tanto a nuestro favor como en contra. Aúncuando se hayan tomado las mejores disposiciones, habrá un riesgopor correr y el método, al disminuir las probabilidades de error,no lo elimina sino que lo reduce.

Observemos como este Comandante ha seguido el Método Car-tesiano en la apreciación que nos ha hecho.

Ante el caso evidente de que el Ejército del Narew avanzapor el Sur, hacia sus comunicaciones y que el 8.º Ejército se en-cuentra frente al Ejéricto del Niemen, de inmediato se presenta asu espíritu la necesidad de obrar con rapidez y de buscar un ani-quilamiento. Idea simple, evidente, expontánea; la intuición deDecartes. Una victoria ordinaria frente al ler. Ejército no le permi-tirá volverse contra el 2.º Ejército; es necesario batirlo en formadecisiva, eliminarlo de la acción. Esta victoria indispensable debeconseguirse cuanto antes; tiempo que transcurre significa kiló-metros en la progresión del 2.° Ejército; cambios profundos en eldispositivo del 8.º Ejército se traducen en tiempo. Rapidez y ani-quilamiento son concepciones intuitivas y partiendo de ellas se de-sarrollará la deducción.


Para obtener la decisión es necesario ir contra las comunica-ciones de los Rusos. Entra aquí en juego algo semejante a lo quesucede en la vida del hombre: obtener el máximo de provecho conel mínimo de sacrificio, "la línea del menor esfuerzo". ¿Por dóndellevan la masa de sus fuerzas los Rusos? Por el Norte. ¿Dónde Sonmás débiles? Por el Sur. Tenemos la decisión por el Sur, que. almismo tiempo que presenta menores dificultades, nos permite con-seguir trascendentales resultados.

Ya se entró a obedecer a la Primera Regla de Descartes. Se ha"aceptado como verdad lo que evidentemente se presentaba comotal" y las deducciones obtenidas se relacionan estrechamente eraesas "ideas primarias evidentes".

La situación de hecho de las fuerzas disponibles para actuar¿contraría la conveniencia de buscar el aniquilamiento por el Sur?De ninguna manera y muy por el contrario, ya que el XVII. Cuerpode Ejército y el I. Cuerpo de Reserva, que no tienen contacto con elenemigo, están en el Sur de su dispositivo.

Tanto el idealista como el pragmático no perdonan un errorcometido por el contradictor. El Ejército del Niemen ha dejado unclaro en su invasión. Aprovechémoslo dirá este Comandante Alemán,más siempre teniendo en cuenta las concepciones ya obtenidas".

Pero no todo es de color do rosas. El I. C. E., se encuentra enuna situación delicada. Dice el filósofo que "la verdad es el acuerdodel pensamiento consigo mismo y con las cosas'" y la cosa presente,la realidad, muestra la situación difícil del I. C. E. Nada de abstrac-ciones, nada de generalizaciones, es necesario concretarse al hecho. Sieste Cuerpo se deja donde está y no se arbitra un medio para hacerfrente al ataque ruso contra su flanco Sur, el Cuerpo está perdido.Y aquí viene lo interesante del problema: indispensable conseguir unprocedimiento que, al mismo tiempo que alivie lo aflictivo, obedezcaa las ideas aceptadas como convenientes para cumplir con nuestravoluntad. Existen dos tipos en la especie humana: los que se dejanvencer por los acontecimientos y los que, con astucia e inteligencia,pasan por sobre ellos sin dejar de tenerlos encuenta. Un Coman-dante del primer tipo habría dicho: "el I. C. E. está casi perdido,la 2.ª Brigada de G. N. se retira en desorden, la División de Caba-llería debe haber sufrido un descalabro, tengo disponibles al XVII.C. E. y al I. C. Res.; se trata de remediar lo malo". Y este pobrehombre timorato, que desea la seguridad por sobre todo, habríaperdido su libertad de acción. Para obtener grandes resultados esnecesario saber arriesgar. Quien analiza primero las dificultades,nunca hará nada provechoso. Un Comandante del segundo tipo, elque necesitamos, retira el I. C. E., no porque lo cree perdido sinoporque en esa forma obedece al interés de aniquilar, prolongando elflanco ruso, hacia donde se llevará la decisión.

Hasta ahora se ha seguido el proceso de análisis teniendo encuenta la propia voluntad. Al adversario se le ha estudiado, consi-


derándolo que se opondrá a la acción, pero de ninguna manera de-duciendo las propias concepciones de las medidas que él adoptará,No obstante nuestras ideas operativas, ajenas a la voluntad enemiga,deben asegurarse. Así la seguridad la estudia este Comandante enúltimo término, porque no quiere dejarse sugestionar por las actua-ciones del enemigo.

Las divisiones rusas evidenciadas en Goldap pueden, avanzan-do hacia el Norte, caer sobre el flanco de la masa alemana que bus-cará la decisión. Es necesario prevenirse y para ello el mínimo defuerzas. Por otra parte, el II. C. E. ruso, que ha llegado a Lick,aunque un tanto desvinculado de la acción principal, debe ser re-tardado en su avance. Medidas de seguridad son estas que demues-tran que el Comandante no se aparta de la realidad, que vive elmomento presente y que en esa misma realidad fundamenta susconcepciones operativas.

Se han venido obedeciendo las dos primeras Reglas' de Decartesy en parte, la tercera. El que aprecia ha edificado sus razonamientossobre bases concretas; de ninguna manera ha construido sobre du-das. Cuando sostuvo juicios que no eran evidentes por si mismos,los derivó de ideas claras y precisas. En cuanto se prestente un pro-blema complejo, lo dividió, estudiando sus componentes simples.Partió de lo sencillo, de lo fácil y con tino, sin precipitación, alcanzólo difícil, lo complicado.

El Comdandante cumplirá ahora con la tercera Regla. Analizóo s"ea, descompuso hasta donde le fue posible pero, en esta descompo-sición, jerarquizó. Sus análisis fueron metódicos, ordenados. En laresolución no hay nada nuevo que no contenga ya la apreciación;aquella es una síntesis de ésta.

Al método analítico ha seguido el sintético y hasta el puntofinal de este afán de verdad, Descartes ha velado, ha aconsejado yha sido obedecido... Este von Pritwitz de nuevo cuño y el Descartesdel Siglo XVII. se dan la mano a través de los siglos...

ANOTACIONES FINALES.

Relacionadas con la Duda Científica, el ansia de verdad y losbeneficios por esperar de la Filosofía, podrían escribirse muchas pá-ginas. El propósito tenido en vista en este tema ha terminado, perono dejaría satisfecha a mi conciencia si no contemplara, aún cuandosea en líneas generales, problemas importantes que son de todo tiem-po, de todas las esferas y que no piden otra cosa que ser solucionados.Yo no les doy la solución, tan sólo los planteo, allegando ideas quepueden servir para su análisis.

¿Qué aspecto de la Filosofía es el que nos interesa? ¿Gastaremosnuestros esfuerzos en especulaciones metafísicas o en discusiones


Sobre el idealismo de Platón y el realismo de Aristóteles? ¿Rebatire-mos a Platón cuando sostiene que el hombre es un ave sin plumaso simplemente nos burlaremos de sus teorías lanzando como Dióge-nes, al redondel de sus discípulos, un gallo desplumado, diciendo:Ese es el hombre de Platón? Y para ir a un caso práctico ¿Tercia-remos" en el debate de la importancia de la memoria, engrosando lasfilas de sus detractores o formando bajo las banderas de un Adlero de un Leibnitz? Me atrevo a sostener que todo esto, no tiene inte-rés directo para nuestros trabajos. Rebuscaremos sí, en lo métodosde Decartes, en la crítica de la razón pura y de la razón práctica deKant, en las teorías de Hegel, teniendo simpre en cuenta las concep-ciones que pueden ayudarnos en el estudio de nuestras ciencias mili-tares. No pisaremos en el campo de las paradojas audaces, de lasdiscusiones elevadas pero estériles y sin despreciar el aspecto teóricode las cosas, nos inclinaremos al aspecto práctico.

Así la Filosofía, influenciando en la enseñanza, permitirá darleun valor exacto a la Instrucción y tendiendo a la educación, haráque el intelecto no sea un receptáculo insaciable de nociones variadassino que dirija y encamine sus miras a la acción. No es de tanta im-portancia poseer un inmenso bagaje de conocimientos como encausarla energía hacia la satisfacción de nuestras necesidades particulares.Con el predominio de la Educación sobre la Instrucción se estaráen condiciones de crear, de producir y no se copiará sin comentarios,lo bueno que viene desde afuera sin antes adaptar o analizar si esaplicable a nuestro caso. Se dirá con Bergson que hemos obligadoa descender las verdades eternas de la tierra y toda la labor de laciencia consistirá en taladrar la envoltura resistente de los hechos(nuestras necesidades particulares) en cuyo interior anida la ver-dad, como la nuez en su cascara.

Con la Filosofía, con un método de enseñanza que se incline enforma razonada a la Escuela Pragmática de James, no nos satisfa-remos con el presente y mirando el pasado como fundamento, anun-ciaremos lo que existirá. "La Filosofía tiene natural tendencia asuponer que la verdad mira hacia atrás; para James, mira haciaadelante''.

Referente a la duda. ¿Dudaremos de todo? De ninguna manera.Hay principios que se presentan de manera tan clara a nuestra con-sideración, existen explicaciones que guardan una relación tan pre-cisa con los hechos, que al dudar de ellos sólo se hace una labor ne-gativa de destrucción de los frutos científicos obtenidos por larazón.

En cambio, frente a estos hechos evidentes se presentan otrosque resisten a una explicación. Nos apartaríamos del verdadero espí-ritu filosófico si los aceptáramos ciegamente, sin antes someterlos auna crítica interna. Erramos por limitación de nuestros sentidos y denuestra inteligencia, por pereza en adquirir la verdad y por prejui-cios. Si se nos dice que existen tales o cuales principios y leyes de la


Guerra y nuestra conciencia se resiste a aceptar algunos de ellosporque se observa que los hechos históricos no les dan su fundamen-to ¿estaría bien que, por el prestigio que destila la palabra ponderadadel maestro, no agotaremos nuestras investigaciones para dar satis-facción al ansia íntima de verdad?

Es mi opinión que así como rechazar sin análisis constituye undefecto también lo es, y grave, aceptar enseñanzas discutibles, apriori. Problema es este que puede ser meditado por profe-sores y alumnos.

Dentro del mismo terreno de la Duda ¿Sería permitible que enbrazas de la Modestia, desconociéramos nuestras capacidades? Elcampo de los conocimientos adquiridos es infinitamente menor queel de los conocimientos ignorados por lo que no es posible que al-guien pueda estar satisfecho de sí mismo. Mientras más sabe, más seda cuenta el hombre de lo poco que sabe; pero ello no justifica, demanera alguna, sentirse derrotado ante un problema básico porqueno se reunen cualidades sobresalientes para solucionarlo. Cuandoatacamos el excesivo amor propio, oponiendo el célebre aforismo:"Rendir mucho, aparentar poco; ser más que parecer", no se tratade apocamiento intelectual. Hay algo en nuestro ambiente militarque lleva a aplaudir sin reservas todo lo que viene desde fuera denuestro círculo; parece, a primera vista, como si la confianza sehubiera apartado de nosotros, pero no hay tal cosa; la verdad esque la Modestia la hemos llevado demasiado lejos... La Filosofía,fijando los límites de nuestros poderes como, asimismo, el límite denuestra impotencia, permitirá una valorización exacta.

El valor de los términos, capítulo de la Filosofía, es algo queconviene considerar. Del término "Optimismo" generalmente hace-mos un verdadero talismán. Los hindúes sostienen que hay palabrasque, al ser pronunciadas con cierta entonación, destruirían el univer-so. "Optimismo" parece ser, en el presente, el bálsamo que cura todaherida y al lado de esa palabra tan en boga citamos otra no menosimportante: "Moral". Parece como si la elevada moral creara eloptimismo. Esto no dejará de ser muy cierto pero es necesario queaquella se alimente de hechos, hechos reales... Mientras no se pro-nuncie la palabra que destruirá el mundo, no debemos creer a loshindúes y los términos seguirán teniendo un gran valor para enten-dernos, pero no para solucionar radicalmente los problemas.

El Budismo Ortodoxo se compone de dos religiones distintas:Una, más rigurosa y difícil: el Mahayana—gran vehículo o gran ca-rril y otra más laxa: el Hinayana—pequeño vehículo, camino menor.En nosotros mismos está elegir el camino más fácil o el más difícil,colocarnos en mayores o menores exigencias, pero únicamente si noshemos inspirado en el Mahayana se tendrá derecho para hablar deoptimismo,

El problema de la alimentación en el Ejército.Por el Mayor de Sanidad Sr. Aliro Pérez F.

En el presente trabajo el autor aborda conclaridad, precisión y excelentes fundamentoscientíficos una materia de vital importanciacomo es la alimentación. Sus conclusiones es-tán dirigidas especialmente a los Comandan-tes de unidades de tropas y los respectivosPresidentes de las Comisiones de alimen-tación.

En forma resumida, el objeto de la nutrición en un hombresano, en equilibrio de peso, encierra tres objetos esenciales: 1ºmantener fija la composición de sus tejidos vivientes; 2.º mante-ner constante la temperatura del cuerpo; 3º producir la ener-gía muscular necesaria para realizar su trabajo cotidiano.

Para mantener la composición normal del cuerpo, y al mis-mo tiempo su equilibrio funcional, es necesario que a su vezexista un equilibrio entre las entradas y las pérdidas sufridaspor el organismo, siempre que se trate de un ser adulto. Por-que, durante el período de crecimiento, cuando debe formarsenueva sustancia viva, es imprescindible, que las entradas seansuperiores a las pérdidas.

Por otra parte, el organismo tiene necesidades energéticasinherentes tanto para el funcionamiento de sus órganos y la pro-ducción de trabajo, cuanto para reponer las pérdidas diarias encalorías que sufre la irradiación, evaporación (agua eliminadapor piel y pulmones), calentamiento de alimentos ingeridos,etc. Estas pérdidas deben ser, pues, cubiertas por un aporteproporcional de energía, que va en los alimentos en estado po-tencial.

Tenemos, entonces, que el alimento realiza dos grandes ro-les : procurar al organismo sus materiales de reparación o de cre-cimiento, y compensar sus pérdidas de energía. De manera, quepuede ser considerado bajo dos grandes aspectos: 1.º) bajo el as-pecto de la conservación de la masa, o sea un rol plástico, enco-mendado especialmente a las albúminas; 2.º) bajo el aspecto de


la conservación y del equilibrio de la energía, o sea un rol ener-gético encomendado especialmente a los hidratos de carbono y alas grasas. De la primera noción procede la porción de sosteni-miento de un individuo. En efecto, considerando al ser humanocomo un complejo laboratorio en el cual se efectúan procesos deconstrucción y de demolición, laboratorio en el cual entran enjuego reactivos que en este caso son los alimentos, y del cual sedesprenden escorias residuales, nos sería fácil darnos cuenta poruna parte, de los reactivos y por otra, de las ecorias escretadas,valiéndonos de la sencilla ecuación sentada por el Prof. Pillot.Representado por A el alimento y por B la escoria, tenemos: siA es igual a B el cuerpo no ha ganado nada; si A es mayor queB hay aumento de la masa corporal; y si A es menor que B haydisminución de esta masa.

El problema queda establecido en tal forma que, hay queigualar A con B para obtener el balance positivo de pérdidas yentradas en el organismo. Hay necesidad, pues, de instituir unaporción alimenticia.

Las sustancias que el organismo toma del exterior para fa-bricar sus propios materiales de construcción, o para extraer deella la energía necesaria a sus funciones, son los llamados alimen-tos o sustancias alimenticias. De manera que la energía de la cualdisponen los seres vivientes del reino animal proviene de agen-tes externos; estos agentes son los alimentos. Repitiendo unavez más, los alimentos responden así a dos grandes necesidades:sirven para la reintegración material, o sea son materiales de res-tauración, y por otra parte, son fuentes de energía o principiosdinamógenos.

Los alimentos pueden valorizarse bajo el punto de vistaenergéticos, expresándolos en calorías, o sea, tomando en cuentael número de calorías que cada alimento produce al ser quemadoen un aparato de laboratorio llamado bomba calorímetra. Cono-ciendo por otra parte las necesidades del organismo humano y sucomposición normal, podemos establecer científicamente la ra-ción alimenticia, relacionando estos datos con el valor nutritivoy calórico de los alimentos.

A fin de mantener el equilibrio energético vital normal, tene-mos que tener siempre presente que la energía perdida debe serinvariablemente compensada con la energía ingerida. La calori-metría, que nos ha servido para medir la pérdida, nos serviráigualmente para medir la demanda, la necesidad, o sea, la can-tidad de alimento necesaria para mantener el equilibrio energé-tico. Hay que recordar que en la bioquímica, igual que en laquímica, ocurren reacciones endo y exotérmicas, produciéndose lasunas coa absorción, las otras con desprendimiento de calor; de la

EL PROBLEMA DE LA ALIMENTACION... 1051

misma manera las reacciones de síntesis o análisis provocadaspor el funcionamiento vital son también endo y exotérmicas. Ber-thelot ha demostrado que el calor dejado en la economía por losalimentos es el mismo que se obtiene quemando estos alimentosen la bomba calorímetra. La noción de estos equivalentes calóri-cos, es decir la cantidad de calorías que desprenden los alimentosquemados en el organismo, es la que nos guía para proporcionarleuna suma de alimentos capaz de contrarrestar sus pérdidas ca-lóricas.

Por observaciones repetidas se han establecido tablas querepresentan los equivalentes calóricos de los alimentos simples,y conociendo la composición química de los compuestos es fácilcalcular su valor calórico. De esta manera hemos llegado a la de-terminación de la porción alimenticia.

Sin embargo, no hay que olvidar que los alimentos no son to-dos asimilables en la misma forma, ni en la misma proporciónAún cuando sean de composición química similar, no se utilizande la misma manera en distintos individuos; las reacciones queentran en juego desde el principio hasta el fin, son muy variablesy los fragmentos útiles sirven los unos para la reconstitución dela materia viviente gastada, otros forman materiales de reserva,y otros por fin, generan la energía corporal. Sin embargo, si seconsideran las materias grasas o hidrocarbonadas quemadas com-pletamente en el calorímetro humano tal como en el instrumentode física, llamado bomba calorímetra, no sucede lo mismo con lasmaterias albuminoideas. Estas sustancias dejan en el caloríme-tro residuos tales, como nitrógeno, anhídrido carbónico y agua,mientras que en el cuerpo humano, dejan ciertos fragmentos mo-leculares albuminoidios tales como la úrea, ácido úrico, creatinay otros que no son utilizados y que tienen todavía cierto podercalórico que hay que tomar en cuenta y que por consiguiente,hay que sustraerlo a la cantidad inicial ingerida. Por lo tanto,a la cifra 5,711 dada para la albúmina hay que rebajarle el nú-mero de calorías correspondiente a este fragmento residual, quetodavía es combustible en el calorímetro físico.

De todas maneras es de regla general medir el valor energé-tico de los alimentos por el número de calorías que desprendenal quemarse completamente. Cada alimento posee un calor decombustión que se expresa en calorías, tomando como unidad lacombustión de un gramo de sustancia alimenticia en presenciadel oxígeno conduciéndola a sus productos últimos tales comoagua y anhídrido carbónico.

Se ha investigado por calorimetría las cifras calóricas corres-pondientes a los diferentes principios inmediatos:

M. de E. 9.

1052 MEMRIAL DEL EJERCITO.

1 gramo de albúmina produce: 5,711 c.1 gramo de materia de grasa: 9.500 c.1 gramo de sacarosa: 4 c.

Los diferentes investigadores no están de acuerdo sobre la ci-fra referente a un gramo de albúmina verdaderamente utilizable.Sin embargo, citaremos tres grandes opiniones: Koenig dá comocoeficiente utilizable para la albúmina 4,7; Rubner da 4,1 y Gau-thie da 4,2 para la albúmina animal y 4,1 para la vegetal.

La energía potencial de los principios inmediatos es sensible-mente la misma para las albúminas y los hidratos de carbono,mientras que, es casi el doble para las grasas que son mucho másricas en carbono. Con ayuda de los coeficientes de utilización deAtwater se calcula fácilmente el valor calórico de el aporte coti-diano. Por ejemplo, 100 gramos de pan aportan 235,72 calorías,expresadas así:

100 gramos de pan contienen 7 gramos de albúmina.100 gramos de pan contienen 53 de hidrato de carbono.100 gramos de pan contienen 0,5 de grasa.

Estos elementos según Atwater desprenden las siguientes ca-lorías utilizables:

7 x 3,68 (coeficiente de utilización) 25,76.53 x 3,88 (coeficiente de utilización) 205,64.0,5 x 8,65 (coeficiente de utilización) 4,32 c.

Los principios minerales no nos sirven como fuente de calor;solamente tenemos que recurrir en este sentido a los principiosorgánicos tales como las albúminas, grasas e hidratos de carbono.En el sentido energético, las albúminas juegan un papel secun-dario. En una porción cotidiana equilibrada procuran sólo un15% del total de la energía. La necesidad calórica se satisfaceespecialmente con los hidratos de carbono y las grasas. Los hi-dratos de carbono, fácilmente oxidables, son rápidamente trans-formados en calor, y luego este calor en fuerza y en movimiento.Practicamente procuran del 50 al 60% de la energía total, siendolos alimentos dinamógenos por excelencia. De aquí la importan-cia en la porción del soldado, y la razón de las reservas de glicó-geno almacenado en el organismo de cualquier individuo. Las gra-sas, de oxidación más lenta, son sobre todo termógenas, produ-ciendo más del doble de las calorías, pero más lentamente. Nosirven como alimento energético inmediato, porque gran parte desu energía potencial se pierde en transformaciones regularizadoras de su metabolismo. El organismo las asimila en reservas con-


misma manera las reacciones de síntesis o análisis provocadaspor el funcionamiento vital son también endo y exotérmicas. Ber-thelot ha demostrado que el calor dejado en la economía por losalimentos es el mismo que se obtiene quemando estos alimentosen la bomba calorímetra. La noción de estos equivalentes calóri-cos, es decir la cantidad de calorías que desprenden los alimentosquemados en el organismo, es la que nos guía para proporcionarleuna suma de alimentos capaz de contrarrestar sus pérdidas ca-lóricas.

Por observaciones repetidas se han establecido tablas querepresentan los equivalentes calóricos de los alimentos simples,y conociendo la composición química de los compuestos es fácilcalcular su valor calórico. De esta manera hemos llegado a la de-terminación de la porción alimenticia.

Sin embargo, no hay que olvidar que los alimentos no son to-dos asimilables en la misma forma, ni en la misma proporciónAún cuando sean de composición química similar, no se utilizande la misma manera en distintos individuos; las reacciones queentran en juego desde el principio hasta el fin, son muy variablesy los fragmentos útiles sirven los unos para la reconstitución dela materia viviente gastada, otros forman materiales de reserva,y otros por fin, generan la energía corporal. Sin embargo, si seconsideran las materias grasas o hidrocarbonadas quemadas com-pletamente en el calorímetro humano tal como en el instrumentode física, llamado bomba calorímetra, no sucede lo mismo con lasmaterias albuminoideas. Estas sustancias dejan en el caloríme-tro residuos tales, como nitrógeno, anhídrido carbónico y agua,mientras que en el cuerpo humano, dejan ciertos fragmentos mo-leculares albuminoidios tales como la úrea, ácido úrico, creatinay otros que no son utilizados y que tienen todavía cierto podercalórico que hay que tomar en cuenta y que por consiguiente,hay que sustraerlo a la cantidad inicial ingerida. Por lo tanto,a la cifra 5,711 dada para la albúmina hay que rebajarle el nú-mero de calorías correspondiente a este fragmento residual, quetodavía es combustible en el calorímetro físico.

De todas maneras es de regla general medir el valor energé-tico de los alimentos por el número de calorías que desprendenal quemarse completamente. Cada alimento posee un calor decombustión que se expresa en calorías, tomando como unidad lacombustión de un gramo de sustancia alimenticia en presenciadel oxígeno conduciéndola a sus productos últimos tales comoagua y anhídrido carbónico.

Se ha investigado por calorimetría las cifras calóricas corres-pondientes a los diferentes principios inmediatos:

M. de E. 9.


de fondo aumentada en 10%. La temperatura tiene también mu-cha influencia; por esta razón la porción de invierno debe repre-sentar 500 calorías más que la de verano.

Apliquemos ahora estos conocimientos al soldado. Si se haavaluado en 1.800 calorías la pérdida de fondo de un adulto, su-pongamos que este sea un soldado en reposo. Si lo hacemos mar-char, y con carga todavía, hay que avaluar esta pérdida suple-mentaria en relación con el trayecto recorrido y con la carga.Sabemos que un individuo que camina sin equipo procura un tra-bajo de 4.000 kilográmetros por cada kilómetro recorrido, y quela energía desarrollada por una caloría es igual a 425 kilográme-tros. Para recorrer un kilómetro, nuestro soldado consume, pues,4.000 : 425 = 9,4 calorías. Esta sería la cifra teórica, siempre quetuviéramos un rendimiento mecánico perfecto. Pero el rendimien-to humano en sólo de un 30%, porque en el mejor de los casos dostercios de la energía son disipados bajo forma de calor, y sóloun tercio reaparece bajo forma de trabajo mecánico. De aquí quela cifra de calorías necesarias al esfuerzo que reclamamos del sol-dado sea 3 o 4 veces superior a la necesaria teóricamente, o seaalrededor de 33 calorías para un kilómetro. Con una marcha de30 kilómetros perderá, pues, alrededor de 1.000 calorías que agre-gadas a la pérdida de fondo irreductible nos dará 1.800 más 1.000= 2,800 calorías. Entonces 2,800 calorías corresponden al consumototal de energía reclamada por una marcha de 30 kilómetros sinequipo, ejecutando una marcha moderada. Consideremos ahora estemismo soldado cargado, es decir con su equipo o sea 25 kilos depeso. Según Zuntz, este soldado con carga en marcha reglamentariapierde 285 calorías por hora, o sea alrededor de 1.800 calorías másagregadas a las 1.800 que representan la pérdida de fondo nos da3.600 calorías.

De esta manera hemos llegado a poseer datos preciosos parala apreciación cuantitativa de la porción del soldado y más am-pliamente del hombre adulto.

Un organismo que ha obtenido su completo desarrollo debecompensar sus pérdidas mediante el aporte de una cantidad equi-valente de alimento. La cantidad necesaria para compensar estapérdida de energía, es decir, el combustible de rigor para el fun-cionamiento de la máquina humana se llama porción de sosteni-miento. Fuera de esto, durante su desarrollo individual debió ha-ber recibido su porción de crecimiento, mediante la cual, debióhaber formado las reservas que deben permanecer intactas, puesen este momento nos referimos al hombre adulto. El trabajo mus-cular bajo todas sus formas determina grandes modificacionesen la porción de sostenimiento. El hombre ha sido consideradocomo una máquina cuyo rendimiento es muy superior al de todoslos motores conocidos, puesto que ha sido calculado en un quinto,

EL PROBLEMA DE LA ALlMENTACION... 1053

siderables, a las cuales recurre cuando los hidratos de carbonoson insuficientes. Un hombre de 70 kilos de peso, mantiene unareserva de grasa que representa 50 a 90 mil calorías, mientras quela reserva de glicógeno sólo representa 3.000 calorías.

Se concibe fácilmente que la energía compensadora será di-ferente según que el individuo se encuentre en reposo o sometidoa un trabajo más o menos violento. La porción alimenticia, quees la que representa la energía compensadora, debe seguir para-lelamente variaciones progresivas; de manera que sostenga siem-pre el equilibrio de los dos términos de la ecuación: demanda,igual pérdida; o en términos más científicos: necesidad fisioló-gica, igual necesidad actual o real, o alimento ingerido.

Debe hacerse una substración global a todos los valores ener-géticos de los alimentos simples o compuestos expresados en ca-lorías, pues hemos visto que no todo lo que se ingiere es comple-tamente digerido, ni mucho menos totalmente absorbido. Paracada porción hay que calcular siempre un cierto tanto por cientoque se pierde en calorías no utilizadas. De aquí nació el términode calorías brutas, que son aquellas contenidas realmente en laración, y de calorías netas, que son aquellas realmente utilizadasy que representan el verdadero valor nutritivo. Como regla prác-tica se considera que las calorías brutas de una porción normalmixta, deben superar en un 10% a las netas, o sea que un 10%de cada porción no es aprovechado por el organismo. Este tantopor ciento perdido por digestión o absorción insuficiente varíasegún el tipo de alimentación.

Un individuo adulto en absoluto reposo, no alimentado, 10 a12 horas después de su última comida, a la temperatura ambientede 16 a 18 grados, sufre ya una pérdida de energía que se ha lla-mado pérdida de fondo o metabolismo basal. Para un hombre de65 kilos esta pérdida de fondo se ha apreciado en 1.600 caloríaspor día o sea más o menos 25 calorías por día y por kilo. Peroen la práctica no se concibe un sujeto en tales condiciones. Lasola alimentación produce un consumo de energía que puede ava-luarse en 200 calorías, y así tenemos ya 1.600 más 200 igual a1.800 calorías. Naturalmente que el peso del sujeto hace variarla pérdida de fondo. Por otra parte, el metabolismo basal (*) esmás intenso en los jóvenes que en los viejos. Los individuos bienmusculados, entrenados en una vida sportiva, tienen una pérdida

(*) El metabolismo basal consiste en la relación entre la cantidad de oxígeno(O) absorbido y la cantidad de Anhídrido Carbónico (C O 2) expulsado tomandoen consideración al peso del individuo.

El Memorial.


del aporte de las albúminas de origen vegetal. 2º Que la rela-ción entre las calorías producidas por las grasas equivalga a máso menos un quinto de las calorías de la porción total. 3º Que larelación entre las calorías de los principios cuaternarios (albú-minas) y las calorías de los principios ternarios (hidrato de car-bono y grasas) estén en la relación de un quinto a un cuarto.Esto es lo que los fisiólogos llaman la porción nutritiva normal.

Para darse cuenta prácticamente si la porción diaria delsoldado responde a las exigencias ya enumeradas puede atenerseel médico a cuadros especiales que proporcionan datos precisosque nos permiten en un momento dado ver si los diferentes ali-mentos son cuantitativamente suficientes. Para calcular las ca-lorías utilizables proporcionadas por cada uno de los principiosalimenticios, basta multiplicar las cantidades correspondientespor los coeficientes de utilización que son:

Como dato ilustrativo indicaremos algunas fórmulas querepresentan un término medio cuantitativo dedicado a obrerosque trabajan en climas y países diferentes:

De Gauthier

Trabajo fatigante Albúmina 152; Grasa 85; Hidrato carbo-no 630. Trabajo muy fatigante Albúmina 191; Grasa 132; Hi-drato carbono 811.

De Rubner

Obrero carpintero, Albúmina 174; Grasa 54; Hidrato car-bono 497. Obrero que trabaja mucho, Albúmina 170; Grasa 71;Hidrato carbono 567.

Fuera de estos factores calóricos que tienen ciertamenteuna influencia preponderante en la porción, existen todavía loque pudiéramos llamar factores prácticos, a los cuales daremosuna rápida ojeada. Para responder a las necesidades cualitati-vas, la porción debe estar compuesta de alimentos sanos digeri-bles y agradables. Esta última condición ligada a una buenapreparación culinaria, es muy importante, porque juega un pa-pel de primer orden en la estimulación del apetito y la digestióny absorción intestinal. La clase de alimento y su preparación

AlbúminasHidrato de carbonoGrasa

3,68 calorías3,888,65


un cuarto y aún un tercio de la energía total, mientras que en lasmáquinas industriales, aún las más perfectas, no se aprovechanmás que un octavo de la energía puesta en juego por los combus-tibles. Por consiguiente, todo trabajo, desde el más débil hastael más fatigante, determina una variante en la porción alimen-ticia.

Las porciones alimenticias, destinadas a reparar la energíaperdida, deben ser calculadas según el trabajo desarrollado porel individuo: es prácticamente imposible dar una misma porcióna un trabajador manual que a uno cerebral, puesto que el des-gaste de energía es enteramente diferente. Hay que instituir por-ciones racionales, muchas veces porciones suplementarias, cadavez que intervengan con mayor trabajo muscular, o cada vez quevaríen la temperatura, las condiciones del clima, la habilidad ma-yor o menor del individuo y muchos otros factores.

También hay que considerar que una buena porción debebasarse en los principios teóricos que ya indicamos, desde el mo-mento que ellos nos procuran indicaciones de primer orden, o seaconstituyen reglas inmutables que nos sirven de fundamento parala alimentación del hombre y muy especialmente de la colectivi-dad. Sobre esta base introduciremos las modalidades propias acada individuo, según su género de vida, el trabajo que desarro-lle, el clima en el cual se encuentran, los elementos que está encondiciones de aprovechar, etc.

Sin ponernos en casos extremos, el hombre de edad media,de 70 kilos de peso, con un trabajo ligero necesita de 3.200 a3,400 calorías en las 24 horas.

Durante la gran guerra una comisión internacional estable-ció para los ejércitos las siguientes cifras diarias:

Soldado en guarnición (trabajo ligero) 3.300 c.Soldado en campaña 3.900 c.Soldado en operaciones (en invierno en montaña) 4.100 e.

Hay que agregar todavía que la alimentación debe ser equi-librada cualitativa y cuantitativamente. Debe encerrar los di-ferentes principios alimenticios en cantidad suficiente para cu-brir necesidades plásticas y energéticas, y asegurar un equili-brio normal entre estos principios, es decir, que existe entreellos una armónica relación con el objeto de obtener el máxi-mum de utilización, exitando su metabolismo regulador. Los fi-siólogos han demostrado que para obtener un máximum de ren-dimiento útil hay que llenar algunas condiciones: 1º que la re-lación entre las albúminas animales y vegetales sea de 1.: 2, osea que las albúminas de origen animal equivalgan a la mitad


el manganeso, el fósforo, el calcio, provistos de un valor ponde-ral ínfimo, pero que realizan un alto papel en las funciones ce-lulares .

También hay que considerar que las grasas, además deaportar un coeficiente energético de alta importancia, son ve-hículos de factores vitamínicos.

Conclusiones.

1).—La porción del soldado debe contener su porción desostenimiento y su porción de crecimiento.

2).—Debe instituirse una porción suplementaria en el pe-ríodo de aclimatamiento, entrenamiento, en invierno y en cam-paña activa.

3).— La porción debe ser equilibrada cuantitativa y cuali-tativamente de modo que pueda cubrir las necesidades plásticasy energéticas, de manera que existe su metabolismo regulador.

4).— Para obtener un equilibrio normal y un máximum derendimiento útil, la porción debe llenar estas condiciones: I,que la relación entre las albúminas animales y vegetales sea de1:2; II, que la relación entre las calorías producidas por lasgrasas sea más o menos 1¡5 de las calorías de la porción total;III, que la relación entre las colarías de los principios cuaterna-rios y las calorías de los principios ternarios sea de 1|5 a 1|4 máso menos.

5).— La porción debe estar compuesta de elementos sanosdigeribles, agradables y sometida a una buena preparación cu-linaria lo que influye grandemente en la absorción y asimila-ción.

6).— La porción debe contener también las substancias mi-nimales indispensables para evitar las carencias.

7) .— De lo expuesto en el párrafo 5 se deduce la necesidadde un curso de arte culinario en que se formen los cocineros mi-litares .

8).— Se indican, a continuación, proyectos de tipos de Por-ciones Reglamentarias para las Zonas Norte, Central y Magallá-nica.

Para las operaciones militares en montaña, sobre todo en in-vierno, es adaptable la porción magallánica cuando las tropastienen una situación estabilizada.

Actualmente el Departamento de Movilización Industrialestudia una porción que pueda ser consumida durante la mar-cha en la alta montaña y que reúna las condiciones de una fácildigestión y que sea eminentemente dinamógena,


ZONA NORTE.

Individuo de 65 kilos. Sometido al trabajo que impone la vidamilitar. Necesita 40 calorías por kilo.

Alrededor de 2.800 calorías utilizables en las 24 horas.

Estas calorías están contenidas en:

Albúmina 100 grs.Grasa 40 grs.Hidrato de carbono 500 grs.

Los siguientes artículos alimenticios nos dan estas calorías,más o menos:

NOTA.—Esta porción debe sufrir aumentos en los períodos de aclimata-miento, entrenamiento y en campaña.

ZONA CENTRAL.

Individuo de 65 kilos. Sometido al trabajo que impone la vidamilitar. Necesita 45 calorías por kilo y por día.

Alrededor de 3.200 calorías utilizables en las 24 horas,

Artículos Alimenticios

Carne desosadaArroz a pastas ............Legumbres secas ..........Legumbres verdes .......CebollasSalFrutas crudasMantecaQuesoPanPapas ...........................AzúcarCafé

Cantidad

15075

150250

5020

2003020

4502005015

Proteina

27,104,95

303,750,60

0,600,405

33,753,50

Grasas

150,452,250,500,90

0,4029

6,403,600,20

H. de C.

57,6090155

260,100,40

2994050



Albúmina 140 grs.Grasa 60 grs.Hidrato de carbono . . . .. .. 550 grs.

Estas necesidades calóricas se cubren más o menos con los si-guientes alimentos:

NOTA.—Esta porción debe sufrir aumentos en los períodos de aclimata-miento, entrenamiento, invierno y en campaña.

ZONA MAGALLANICA.

Individuo de 65 kilos. Sometido al trabajo que impone la vidamilitar. Necesita 60 calorías por kilo y por día.

Alrededor de 3.900 a 4.200 calorías utilizables en las 24 horas.


Albúmina . . . 160 grs.Grasas 80 grs.Hidrato de carbono 650 grs.

Artículos alimenticios

Carne desosada ...........Pan ..............................Papas ...........................Arroz o pastas .............Legumbres verdes .......Cebollas ......................Sal ...............................Legumbres secas .........Frutas crudas ...............Frutas secas .................Azúcar .........................MantecaQuesoCafé

Cantidad

2005502001002005020

2001503050302015

Proteina

3641,2546,6030,60

400.450,90

0,405

Grasas

204,400,300,600,400,90

30,300,09

296,40

H. de C.

2814276,9205

1202020,10500,100,40


Estas calorías se cubren más o menos con los siguientes ali-mentos :

NOTA.—Esta porción debe sufrir aumentos en los períodos de aclimata-miento, entrenamiento, invierno y en campaña.

Artículos alimenticios Cantidad Proteina Grasas H. de C.

Carne desosada 250 45 25Pan 650 48,75 5,20 332Arroz o pastas 100 6,50 0,30 76,90Legumbres secas 200 40 3 120Papas 200 4 0,30 42Manteca 30 0,40 29 0,10Tocino 15 1,50 10Aceite 15 15Frutas secas (higos, nueces

o avellanas) Término medio 250 calorías se-gún las frutas.

Azúcar 80 80Salsa de tomate 15 0,90 0,50 4Sal 20Cebollas 50 0,60 0,90 5Café 30

Curso de Economía Política.Por el Dr. don Daniel Martner,

Profesor de Ciencias Económicasen la Universidad de Chile.

El estajanovismo.— A partir de 1935 se produce en Rusiaun movimiento en las esferas del trabajo que guarda íntima re-lación con el que acabamos de examinar. Se trata del estajano-vismo, nombre derivado de Stajanof, obrero minero de la cuen-ca del Donietz, que tomó la iniciativa de organizar el trabajoen el sentido de ahorrar fuerzas, de aumentar la producción yde mejorar los salarios. Se trata, pues, de continuar la obra deorganización técnica y científica de las actividades producti-vas.

Podría estimarse que no hay originalidad en este movimien-to, ya que el pensamiento de la organización del trabajo se harealizado con gran éxito técnico por Taylor y otros. Pero elmovimiento taylorista, como hemos visto en el párrafo anterior,tiene una repercusión que ante todo va en favor del empresario,del capitalista, lo que no obsta para que beneficie también alobrero. Oportunamente hemos expresado las razones que tienenlos gremios de trabajadores para mirar con cierta desconfianzala organización propiciada por el ingeniero norteamericano. Encambio, en el estajanoviemo, la repercusión económica trasciendea la masa obrera en su totalidad, pues con él se beneficia no so-lamente el obrero en particular, sino que la colectividad en ge-neral.

Sintetizando, podríamos decir que el taylorismo es una or-ganización que aumenta el caudal de riqueza de los empresariosy que el estajanovismo procura el enriquecimiento de los traba-jadores .

Esto es fácilmente explicable y comprensible dentro de lospaíses en que respectivamente se han generado ambos movimien-tos. En los Estados Unidos de Norteamérica, centro de las gran-des empresas financieras, de los grandes "trusts", es naturalque surja la idea de la protección a tales elementos. En la Ru-sia, el país del proletariado, el país en que se han socializadopor completo los medios de producción, es natural que prosperela idea de la protección a las clases obreras.


El estajanovismo se basa en la organización de una técnicanueva y en la formación de obreras y obreros nuevos. En undiscurso pronunciado por Stalin en la primera conferencia delos estajanovistas de la U.R.S.S. , en Noviembre de 1935, de-cía este dirigente que los fines principales del movimiento eransobrepasar las normas técnicas actuales, superar las previsionesde capacidad de las empresas y aventajar los planes y balancesde la producción de hoy, para lo cual era menester destruir lasantiguas normas técnicas. El estajanovismo significa una reor-ganización del trabajo sobre nuevas bases, significa la raciona-lización de los procesos de la actividad creadora, significa la di-visión de las faenas en concordancia con las necesidades de laproducción, y significa por ende la ascensión de los obreros ha-cia los trabajos calificados. Los móviles que impulsan al traba-jador son, en la mente de Stalin: el mejoramiento radical de lasituación material de los obreros, la ausencia de explotación porparte de empresarios, la existencia de nuevos talleres, la forma-ción de nuevos hombres, y, como consecuencia de todo esto, laalegría en el trabajo.

Pero ¿de qué modo pueden llegar a esto los estajanovistas?Mediante una distribución racional de las tareas entre los miem-bros de su equipo. Stajanof consiguió producir una cantidadde carbón que excedía considerablemente a lo normal. Consi-guió hasta quintuplicar y sextuplicar el rendimiento. Sus cola-boradores, principalmente Bussyguin y Smetanin, lograron pa-recidos resultados en las construcciones mecánicas y en la indus-tria del calzado, respectivamente. Igualmente halagadores fue-ron los resultados obtenidos por la nueva organización en la in-dustria textil, en la de automóviles y en la de, transportes. Lomismo ocurrió en la agricultura, respecto de la cual Stalin po-ne el ejemplo de la producción de remolacha, que alcanzó a 500quintales y más por hectárea, siendo que la cosecha media de es-te artículo en Ukrania, era de 130 a 132 quintales.

En la U.R.S.S. se han celebrado numerosas conferenciaspara perfeccionar lo más posible las nuevas normas de produc-ción: se han organizado "semanas" y "décadas" estajanovis-tas. El movimiento de que tratamos se ha propagado por Rusiacon la fuerza de un huracán, al decir de su jefe, y a pesar de lamodestia con que Stajanof se presentó en compañía de Bussy-guin.

¿Cuál es la fuerza impulsiva de este movimiento? No cabeduda que no ha podido ser otra que la expectativa de mejora-miento de la situación de los trabajadores, gracias a la distribu-ción total y absoluta de las ganancias entre ellos.

CURSO DE ECONOMIA POLITICA 1065

Pero ¿no podríamos hacer a este movimiento la crítica quehicimos al taylorismo, de que conduce a una sobreexcitación delas fuerzas del individuo y, por lo tanto, a su ruina física? Unode los adeptos al estajanovismo, Molotof (Presidente del Con-sejo de los Comisarios del Pueblo), dice a este respecto: "En elmovimiento de Stajanof no se trata de una supertensión de lasfuerzas, sino de algo muy diferente. Contar los minutos y lossegundos, introducir el ritmo en el trabajo, poner cierto ordenen él. Esto significa poner fin a la indiferencia respecto a lasinterrupciones perjudiciales y a las pérdidas de tiempo, esto sig-nifica elevar la cultura en el trabajo. No se trata, pues, de unsobretrabajo del obrero, sino de su actitud consciente respectoal trabajo".

El tiempo dirá, sin embargo, si este entusiasmo momentá-neo, si esta actividad extraordinaria, no se desvía. Desde luego,hay que reconocer que las mayores utilidades obtenidas por lostrabajadores les permitirán mayores distracciones y descansos,lo cual será un factor de mantenimiento de las fuerzas y, con-siguientemente, de provecho económico general.

En Rusia reina hoy por hoy un grande optimismo ante los"records" de producción que, en algunas industrias, han esta-blecido los obreros soviéticos. Estos "records" superan a losde las fábricas Ford y Bata en lo que respecta a la fabricaciónde automóviles y calzado, a las cuales se ha aplicado en Esta-dos Unidos los procedimientos tayloristas.

Rusia nos presenta así el panorama de un pueblo de 170millones de hombres que discuten sobre las ventajas de la nue-va técnica y del nuevo porvenir económico de los trabajadores.

El factor capital.

Los economistas han convenido en dar el nombre de capitala la parte de la riqueza que, siendo producida por el trabajo delhombre, está destinada a la producción de nuevos bienes. Setrata, pues, de un factor de trascendental importancia en la econo-mía moderna. Del contraste que existe entre el capital y el tra-bajo nacen las grandes luchas sociales de la época. Tarea de lapolítica económica y social es amortiguar este contraste, bus-cando la conciliación y armonizando los intereses de ambos.

El capital se forma, desde el punto de vista económico-pri-vado, por el ahorro personal y el trabajo extraordinario. En elahorro va incluida una privación que corresponde en valor a ladiferencia que hay entre el total de las entradas y el total de los gas-tos, privación que será tanto más sentida cuanto menor sea la sumade las entradas o mayor la diferencia entre éstas y los gastos. En el


trabajo extraordinario va comprendido un esfuerzo que no hay razónde exigir del individuo y que se hace a costa del natural reposo ode las condiciones normales del desarrollo de la vida.

En ambos casos hay un sacrificio. La vida del hombre essusceptible de la, elasticidad en cuanto sin grave menoscabopuede hacer sacrificios que se tornen en beneficios futuros Eneste caso conducen a formar una reserva con el goce de la cualno sólo se podrá reponer del efecto penoso de ellos, sino que au-mentar la capacidad económica y el bienestar futuro.

Manifestación de acumulamiento de capital por ahorro hayen el siguiente caso: un individuo tiene como renta anual 20 milpesos y restringe sus gastos a 17 mil pesos al año con el fin deahorrar 3 mil pesos, que los coloca en una Caja de Ahorros o enun Banco o los invierte en bonos o en acciones de una compañíaindustrial. Este ahorro llegará al año siguiente a una suma su-perior al doble, ya que el valor de la primera, suma habrá deven-gado intereses, y así, 'sucesivamente, irá formándose un capitalcada vez mayor.

Manifestación de acumulamiento de capital por trabajo ex-traordinario hay en el caso que sigue: un individuo recibe porsu ocupación ordinaria una renta anual de 17 mil pesos y portrabajos ejecutados fuera de su empleo, 3 mil pesos más. En susgastos se ajusta, a la entrada ordinaria, y el exceso obtenido consu sacrificio personal y con su espíritu laborioso pasa, como enel ejemplo anterior, a formar un capital que irá aumentandocada vez más.

El economista clásico de la Escuela Liberal inglesa, AdamSmith, estima que la causa única de la formación de capitaleses el ahorro ("Parsimony or saving, and not industry, is the in-mediate cause of the increase of capital"). Nuestro ejemplo deltrabajo extraordinario puede, sin duda, traducirse en ahorro:pero, cuando se considera que ese trabajo es tomado, única y ex-clusivamente para formar un capital, desaparece el concepto deprivación, propio del ahorro, y no se debe, por tanto, a éste, si-no al esfuerzo característico del trabajo extraordinario.

Fuera de estas dos causas directas de formación del capi-tal, existe una indirecta, concebida desde el punto de vista eco-nómico nacional. En efecto, una gran parte de la población sededica hoy no a producir bienes de utilidad inmediata, bienesde consumo, sino a producir medios de producción, con lo cualse robustece más y más la base de la producción general y laformación de los capitales. Tal es, desde luego, el efecto deltrabajo de las grandes fábricas de máquinas o de los astilleros,que, de hecho, no hacen otra cosa que acumular capitales. Comoel número de éstas y de otras empresas es cada día mayor en la


actual civilización, resulta que el porcentaje de individuos quese dedica como antes a la producción de artículos de consumoes cada vez menor. Esta, tendencia va llegando a extremos ta-les que los economistas no trepidan ya en declarar que es lamayor parte de los hombres la que se dedica a la preparaciónde medios de ayuda en la producción, pues hoy casi todo se ha-ce a mano armada. Mientras el hombre careció de estos mediospara dominar a la naturaleza, tuvo que consagrar todas susenergías a la producción de artículos de consumo con que satis-facer sus necesidades. Ahora, que está en posesión de esos me-dios y que la división del trabajo es cada vez más perfecta, senecesita de un porcentaje relativamente pequeño de individuos pa-ra la producción de esos artículos, pudiendo así consagrarse mu-cho al cultivo de las letras, de las artes y de las ciencias, y mu-chos a la preparación exclusiva de nuevos medios de produc-ción, con el aporte mismo de las ciencias y de las artes. Los pro-gresos hechos durante el siglo XIX en el dominio del poder fí-sico y químico, han tenido por efecto cambiar fundamentalmen-te la vida económica moderna en cuanto han podido transformarcon eficacia la materia prima y las energías que ofrece la natu-raleza. Las ciencias que estudian los fenómenos agrícolas y mi-neros, la tecnología y la construcción de máquinas, se afananconstantemente por poner al servicio de la producción económi-ca las orientaciones de la teoría y las enseñanzas de la práctica.

Aumento de capital y aumento de cultura han llegado a serconceptos de efecto recíproco. El fomento del uno provoca elfomento del otro; pero esto no quiere decir que se haya alcan-zado con ello el máximum del beneficio social.

Los capitales aparecen en los tiempos presentes en dos for-mas principales: fijos y circulantes. Son capitales circulantesaquéllos que entran sólo una vez en el proceso de la producción,pues en ella sufren una transformación total y se convierten ennuevos productos. El carbón usado en el gasómetro, que setransforma en gas; el dinero que se usa para pagar a los opera-rios en forma de salario, que se transforma en energías de pro-ducción, son ejemplos de capitales circulantes. En cambio, loscapitales fijos son aquéllos que en el proceso de la producciónparticipan de modo continuo y no sufren transformaciones enotro bien, salvo el desgaste paulatino que experimentan porefecto del trabajo constante a que están sometidos. Las maqui-narias, las herramientas y los edificios de una, fábrica son ejem-plos de capitales fijos.

Hay bienes económicos que pueden pertenecer a una y otracategoría de capital a la vez: una máquina de coser es capital.

M. de E. 10.


circulante mientras este en la tienda para su venta, pero es ca-pital fijo en manos de una costurera que suministra artículos aun negocio de confecciones.

Es importante para el desarrollo de la economía de un paísla relación que guardan entre sí estas dos formas de capital. Silos establecimientos fabriles aumentan en relación despropor-cionada al aumento de la materia prima, podrá llegar un instan-te en que se haga inevitable la restricción y, aún, la paralizaciónde algunos de ellos, sufriendo pérdidas que, con sus efectos,trascenderán de modo perjudicial al mercado de capitales. Si,por el contrario, hay exceso de materia prima sobre la capaci-dad de las empresas de elaboración industrial, se produce unadesproporción que tampoco es ventajosa para la economía. Pe-ro el progreso industrial y económico general exige el aumentoconstante de los capitales fijos. Todo aumento de ellos es prue-ba de prosperidad, y toda disminución lo es de decadencia. Deesto se desprende la conveniencia que hay en favorecer el au-mento de capitales fijos. Sin embargo, debemos tener presenteque este es un efecto, no una causa, y es el efecto de una causamás o menos compleja, de una causa constituida en muchos ca-sos por la riqueza natural de la región, por el espíritu de traba-jo de los individuos, por la posibilidad de las buenas vías de co-municación y transporte, por el suficiente mercado de consumopara el producto, etc. Si, existiendo en una región las condicio-nes matrices, como la riqueza natural del suelo y la posibilidadde los transportes, faltase, en cambio, alguna de las que puedenser modificadas por la voluntad del hombre, como el espíritu detrabajo, en tal caso se podrá obrar sobre las causas y modificarel efecto.

Aquí tenemos un ejemplo de lo que pueden hacer los paí-ses para aumentar los capitales portadores del adelanto y de lariqueza: organizar una legislación social más o menos completa,que dé garantías de seguridad y de tranquilidad en el trabajo.Los riesgos que una empresa corre cuando no hay buenas leyessociales, son positivos y pueden tener consecuencias desastrosas,pues los capitales invertidos, en caso de huelga, dejan de produ-cir sus intereses, y puede formarse, como efecto final?, una si-tuación angustiosa para el empresario. La legislación social de-be regular las relaciones de patrones y obreros, para que se evi-ten los conflictos, para que desaparezcan las huelgas.

El capitalismo.— Es el régimen creado en la economía porla acumulación y el empleo de los medios de producción. De-terminaremos primero sus caracteres.

Si hubiéramos de sintetizar los principales caracteres delcapitalismo, diríamos:


1º.— Que ofrece la posibilidad del acumulamiento de me-dios de producción en un lugar determinado, condición de quecarecen los demás factores.

2º.— Que ofrece la posibilidad de que con su ayuda seefectúen obras que de otro modo no podrían realizarse, comolos ferrocarriles, la marina mercante, etc., etc.

3º.— Que ofrece la posibilidad de activar la prosperidad entodas las Manifestaciones de la vida nacional.

4º.— Que ofrece la posibilidad de realizar grandes inven-tos que coaducen al incremento ilimitado de la producción.

5º— Que ofrece la posibilidad de producir un abaratamien-to considerable en todos los artículos.

6o.— Que ofrece la posibilidad de reemplazar la fuerza deltrabajo del hombre en forma ilimitada. El uso de las máquinas,ya sea que se trate de las movidas a vapor, ya sea que se tratede las movidas por las corrientes de agua, ya sea, en fin, que setrate de loa dinamos, ha logrado multiplicar en forma no imagi-nada el poder físico del hombre. Hoy existen máquinas con unacapacidad que llega hasta 100,000 caballos de fuerza. Como uncaballo de fuerza equivale al poder de 15 hombres, resulta queuna sola máquina puede desarrollar las fuerzas de 1.500,000hombres. Yunque esto ocurra todavía de modo excepcional, elloprueba la posibilidad del aumento indefinido.

Pero el capitalismo junto con presentar estas condiciones,ofrece tan bien sus inconvenientes, a saber, que crea grandes di-ferencias le orden social, capaces de ocasionar choques encar-nizados y permanentes entre los hombres; y que da poder ex-traordinar o a sus poseedores, con grave menoscabo de los pode-res dirigentes y de la masa de trabajadores, poder que, sin em-bargo, tiende a limitarse debido a la legislación obrera generaly a la dictación de leyes económicas.

El estudio más completo que parece haberse hecho hastaahora sobre el capitalismo es el del profesor de ciencias econó-micas de la Universidad de Berlín, Dr. Werner Sombart, quienen una obra de seis volúmenes intitulada "Der moderne Kapi-talismus", investiga histórica y sistemáticamente los problemasde esta institución en la vida económica de los pueblos europeos.El trabajo de Sombart es de gran valor, pues en elocuente len-guaje y estilo sencillo, ofrece un inmenso material de hechos ob-servados en medio de la vasta bibliografía que existe sobre sunaturaleza. A un período de "bajo capitalismo" o de capitalis-mo primilivo, en que el capital comienza poco a poco a desem-peñar un papel importante en la producción y en que, aún no sedesarrolla la legislación de protección al trabajador, sigue unperíodo de "alto capitalismo" o un capitalismo posterior, en

1070 MEMORIAL DEL EJERCITÓ.

que el capital desempeña un papel directivo por excelencia, enque el capitalismo llega a su pleno desenvolvimiento y en quetoma gran desarrollo la legislación de protección a las clasesdesheredadas.

Sin embargo, las primeras manifestaciones del capitalismoaparecen, según Sombart, en el siglo XIII, en el comercio capi-talista de algunas regiones de Italia, como Florencia. Lo queese autor llama el bajo capitalismo aparece entre los siglos XVy XVI, y el alto capitalismo en el siglo XIX.

El desarrollo del capitalismo guarda íntima relación con eldesarrollo de la técnica, encontrándose, sin duda, en los progre-sos de ésta, el punto de apoyo principal de los progresos deaquél. El orden económico capitalista utiliza permanentementelos adelantos técnicos de la producción de riquezas. El capitalis-mo representa un sistema económico técnico, en que el capitalaparece como portador del orden económico general. De aquíha nacido, como dice Sombart, un espíritu capitalista. Pero eldesarrollo del capitalismo ha traído la formación de problemasdistintos, aunque consecuenciales, de la función fundamentalque ha tenido el capital de propiciar el aumento de la produc-ción y el abaratamiento de los artículos de consumo: se han for-mado problemas de naturaleza moral y social que con justa ra-zón preocupan a los pensadores y gobernantes de los países deculturas avanzadas. Ese espíritu capitalista es el espíritu de laadquisición por la adquisición, de la ganancia por la ganancia.Sombart estima que el capitalismo es un producto del alma eu-ropea, en que se formó un espíritu capitalista creador de estainstitución en la actividad económica. Es el producto de aquella"alma que desde las postrimerías de la Edad Media saca a los hom-bres de la vida tranquila, formada orgánicamente sobre la basede la mancomunidad y del amor al prójimo, y los lanza por elcamino azaroso de la avaricia y del egoísmo". Con el aumentode la población parece natural que se formase una nueva men-talidad, que naciesen sentimientos en gran manera contrarios a losque dominaban hasta entonces, que se intensificase el combateen defensa de los intereses propios en cuanto afectan al bienes-tar económico individual. Así parece apreciarlo también Som-bart al significar que el espíritu capitalista es el estado psicoló-gico resultante de la unión del espíritu de empresa con el espí-ritu del ciudadano, de lo cual se desprende que lo fundamental,el "Leitmotiv", para este pensador, en la formación del capita-lismo, es el nacimiento de una conciencia económica especial, deun sentido económico nuevo.

Informaciones nacionales.

FERROCARRIL MILITAR ENTRE PUENTE ALTO YEL BOSQUE.

El trecho de 18 k. que separa a la Escuela de Aviación "ElBosque" en la Gran Avenida al sur de Santiago, y la estacióndel FF. CC. Militar en Puente Alto, ha sido unido en el breve es-pacio de 8 días (desde el 18 al 25 Oct. 1937) por un ferrocarrilde campaña, cuya construcción estuvo a cargo del Batallón deFerrocarrileros N.o 1 "General Alberto Herrera".

El primer objeto de esta línea ha sido el facilitar el tras-lado hacia Puente Alto de un valioso material de campaña, com-puesto de locomotoras carros planos, rieles y herramientas parala construcción de vías, que se conservaba en depósito en "ElBosque" desde su adquisición en Alemania. Por otra parte, es-ta nueva vía de comunicaciones servirá ampliamente a la movi-lización de productos dentro de la zona comprendida en su radiode acción.

Dirigió la construcción el Comandante del Batallón señorAlberto Polloni, secundado por los siguientes Jefes y oficiales:Mayor señor Octavio Alemparte, que actuó como Director delFerrocarri ; Capitán Alberto Godoy y Tenientes Ornar Blan-ehait, R. Rodríguez, B. Espinóla, R. Batista y A. Latropp, yalrededor de 350 individuos de tropa.

Durante el trascurso de los ocho días de trabajo, todo estepersonal de jefes, oficiales y trabajadores, hicieron vida de cam-paña, comiendo y alojando junto a la obra.

Para la extensión de la línea fueron aprovechados diversoscaminos, algunos de los cuales, habían sido abandonados desdebastante tiempo atrás, por sus malas condiciones de conserva-ción,


Esto demandó considerables esfuerzos en trechos de laconstrucción de la vía, en que debieron realizarse obras de arte.Una de ellas atraviesa una extensión de terreno tan impropiapara esta clase de obras, que la tropa la bautizó con el nombrode "Chaco"

El 25 de Octubre a las 20.30 horas cuando los conscriptosdel Batallón Ferrocarrileros colocaban los pernos a la últimaeclisa de unión, llegaron al sitio el General de Brigada don Jor-ge Bari, Comandante de la II División de Ejército; el Coroneldon Jacinto Ochoa, Comandante de Ingenieros de la II Divisióny el Comandante Alberto Polloni, quienes los alentaron en esterudo trabajo con su presencia. El término de la labor fue cele-brado con la Canción de Yungay, tocada por la banda del Bata-llón.

A continuación, la tropa fue reunida en formación de para-da y con sus herramientas al hombro, al mando de sus Jefes yoficiales, desfiló marcialmente ante el General Comandante dela II División.

El General señor Jorge Bari que constantemente se habíainformado de los progresos de la obra, tuvo cálidas frases de fe-licitación para el Comandante señor Alberto Polloni, jefes, ofi-ciales y tropa, por la brillante labor realizada con tanta abne-gación en un plazo que podía considerarse record, con un per-sonal de conscriptos, que sólo contaba con seis meses de instruc-ción técnica y militar, a pesar de lo cual, se comportaron comodiestros y aguerridos veteranos en su trabajo.

Esta construcción deja además en claro, lo que es posibleobtener con una hábil dirección y con el alto espíritu de abne-gación y sacrificio que animó a los jefes y oficiales y sub ofi-ciales ; y por otra parte, demuestra que en una circunstancia for-tuita la unidad sé encuentra en condiciones de realizar tareasque superan las espectativas normales de rendimiento.

Todas estas circunstancias son profundamente halagadoraspara el Ejército y para el país, y así lo ha comprendido la opi-nión pública al recibir con simpatía y aplausos esta obra reali-zada con rapidez y eficiencia técnica.

El 17 de Noviembre, S. E. el Presidente de la Repúblicaseñor Arturo Alessandri P. procedió a la inauguración de esteferrocarril.

A este acto concurrieron además, diversas personalidadesdel Gobierno y del Ejército.

Entre los detalles de la ceremonia pueden citarse los si-guientes :

a) En "El Bosque" una sección hizo ante la Comitiva unademostración de carguío.

INFORMACIONES NACIONALES 1073

b) A las 10.45 H. partió en dirección a Puente Alto el con-voy inaugural.

c) Antes de llegar a Puente Alto, el convoy se detuvo, paraque fuera presenciada una segunda demostración de trabajos.Esta se refirió al empalme de 50 metros de línea con el FF. CC.al Volcán lo que fue ejecutado en el cortísimo tiempo de 7 mi-nutos .

d) Llegada a Puente Alto.e) Discurso del Teniente Coronel señor Alberto Polloni en

el que se refirió en términos generales a la labor realizada yagradeció el decidido apoyo económico del Gobierno para el in-cremento del material rodante y elementos de trabajo del Ba-tallón de Ferrocarrileros.

LA LABOR PATRIOTICA Y CULTURAL DELDESTACAMENTO MAGALLANES.

En los números últimos, el Memorial dió a conocer a suslectores un interesante trabajo del Tte. de Adm. señor GermánReinhardt titulado "La influencia militar en la formación y des-arrollo drl Territorio de Magallanes". Se trata de una extensaapreciación histórica, a base de una perfecta documentación ynutrida con acertadas observaeines del autor, en que se bosque-ja la meritoria labor de progreso, cultura y nacionalismo, lleva-da a efecto más allá de sus obligaciones normales, por los repre-sentantes de las Fuerzas Armadas, que debieron desempeñarfunciones directivas, administrativas o comandos en el Territo-rio.

Por la lógica razón histórica de este trabajo, sus cumbresmás salientes se encuentran, sobre todo, en la descripción de laactividad militar, en las épocas pasadas. A pesar, que el pano-rama que abarca este espléndido trabajo es completo, hemosdeseado ampliarlo presentando aspectos del momento, de esta be-néfica influencia militar. Es así, como consignaremos de unmodo especial, el vasto alcance patriótico y nacionalista del"Departamento de Extensión Cultural" del Destacamento de

Magallanes.En el mes de Abril de 1936 el Teniente Coronel señor Ra-

món Cañ-is Montalva, Comandante del Destacamento Magalla-nes, echó las bases definitivas de esta creación y expuso susfundamentos y finalidades en los siguientes interesante sconcep-tos:


"El Ejército como fuerza de defensa de los intereses y va-lores nacionales, tanto en el aspecto interno como internacio-nal, tiene una alta misión educativa en tiempo de paz.Dentro de esta labor amplia e interesante, el cuartel resultaun centro de actividad similar a las Universidades populares,donde se persigue por sobre todo, la formación de ciudada-no en sus diferentes aspectos: moral, intelectual y fisico. Enconsecuencia, en el cuartel se procura en primer termino, dar-le conciencia de su valer personal, anhelos de dignificación,personalidad cívica definitiva para el concierta nacional; va-lores con los cuales queda capacitado para contribuir al pro-greso general en tiempo de paz.

"Paralelamente a la formación del ciudadano, se crea elsoldado, que es el hombre capacitado para defender por lasarmas la patria en un caso dado.

"Pero, sin odios para nadie, con ausencia de todo o precon-cebido espíritu agresivo, debe ser este ciudadano-soldado quela nación necesita. Además, será capaz y abnegado, altruis-ta y sencillo, valeroso y galante. Como la fuerza de defensaque debe reunir a los ciudadanos en un solo Ejército al ser-vicio del resguardo de la paz y de la autonomía nacional, noes posible crearla en los pocos meses que dura la vida militarde los soldados convocados anualmente; el hogar, la escuela,el cuartel y las actividades post-regimentarias, necesitan es-tar férreamente mancomunadas y engranadas al espíritu detan noble propósito patriótico. Se necesita, por lo tanto, deesta acción común e idénticamente orientada de las fuentesprimarias en que el niño, el hombre, el chidadano y el solda-do encuentran los gérmenes orientadores de su personalidad.

"Por esta razón, nosotros los militares desde nuestro cuar-tel, al tenor de nuestros ideales, queremos con nuestro Depar-tamento cultural, crear los lazos espirituales con aquellasfuentes que riegan de acción, poder y saber a los ciudada-nos.

"Para llevar al alto término ansiado nuestro programa, ensus aspectos científico, literario, artístico, industrial, econó-mico y cívico, encontramos aquí en esta progresista ciudadde Magallanes un amplio material y además la desinteresadacolaboración de todos los organismos directivos en las diver-sas esferas de actividad regional y de los Jefes, Oficiales ySub Oficiales del Destacamento.

"En esta forma marcharemos entusiastas y desplegandonuestra bandera de optimismo para realizar cuanto antes losfines del "Departamento de Extensión Cultural" e tc . . . .


Después de esta interesante declaración de principios, elDeptó. quedó constituido por los siguientes organismos, quefueron indispensables para dar una cierta autonomía al desarro-llo de cada materia:

1) Dirección.

b) Secretaría General.

c) Secretaría de Prensa.

2) Reuniones culturales.

b) Teatros.c) Educación física.d) Exposiciones.c) Reuniones sociales.d) Cine.e) Conciertos, etc.3) Publicaciones.

Revista del Destacamento.

4) Concursos.

b) Literarios.c) Dibujos y afiches.d) Modelados y artes aplicados.e) Trabajos de artesonado.

5) Actividades culturales y deportivas.

b) En establecimientos educacionales.c) Sociedades obreras.d) Centros sociales.

6) Transmisiones de radio.

b) Hora infantil.c) Hora patria.d) Hora cultural.e) Hora consular.

Un año y medio de vida han bastado al Departamento deExtensión Cultural. Para justificar ampliamente los desvelos desus creadores, y producir los anhelados frutos,


Cada una de las secciones ha realizado una labor que ha su-perado las primeras espectativas y como consecuencia, los re-bultados desbordaron también los límites previstos.

Con todo éxito se han realizado funciones y veladas litera-rias en los teatros locales; concursos artísticos y literarios; tor-neos entre industriales que laboran en sus hogares, a fin de im-pulsar toda clase de producciones privadas, y fomentar las vo-caciones y aptitudes individuales para que puedan prestar elmás amplio servicio a la sociedad; obsequio de aparatos de ra-dio a las diversas Escuelas Públicas, a fin de que los alumnospuedan tomar parte en el ciclo cultural y educativo del Depto.Repartición de premios y estímulos a los alumnos de ios diversosestablecimientos educacionales que triunfaron en los concursosliterarios-escolares; concurso de artes aplicadas e industriales;conferencias sobro temas patrióticos durante los aniversarios-de efémeridades nacionales. Lanzamiento de volantes de espíri-tu nacionalistas por aviones. .

Las audiciones de radio efectuadas con estricta regulari-dad, han sido el potente brazo alargado del Depto. de Exten-sión Cultural, para derramar hasta los más apartados confinesde la región, la simiente promisora. "La Hora Patria", "LaHora Infantil", "La Hora Consular" y "La Hora Cultural" consus bellos y atrayentes programas han conquistado en definiti-va a múltiples oyentes. Por su intermedio, éstas reciben estimu-lantes conferencias y charlas, sobre el espíritu de las leyes de lapatria, el respeto a la autoridad constituida, sobre las epopeyasque adornan la historia patria, sobre la música nacional y sufolklore y los progresos de las otras ramas del arte y literaturanacionales.

Por su parte, la prensa local con amplia visión La secunda-de esta labor de extensión cultural, y en nutridas columnas se hahecho eco de sus esfuerzos y ha tonificado sus avances y triun-fos con sentidas y encomiásticas frases. En ellas, que en conjuntoforman una veraz historia de este importante movimiento, he-mos encontrado los valiosos antecedentes que permiten dar lapresente información.

La Revista que edita el Destacamento Magallanes es otro delos valiosos aportes a la cultura regional. Sus páginas calidas, ame-nas e instructivas, en que el moderno sentido gráfico, es empleadocomo atrayente complemento, son un exponente de la capacidadintelectual de la oficialidad que en ella colabora.

Todos los medios y recursos empleados por el Depto. de Ex-tensión Cultural para el cumplimiento de sus altos fines, han idocreando paulatinamente en cada uno de los ciudadanos de la re-gión, un nuevo espíritu cívico y una nueva conciencia patriótica,


que son las fuerzas con que la valiente raza chilena, ha forjadoa través de más de cien años, el libre y progresista poderío de lapatria. Han ido encarnando además, nuevas disciplinas sociales,más altas virtudes morales y una más elevada y amplia compren-sión de todas las manifestaciones de la cultura como complemen-to a la vida espiritual. Se ha desparramado con tino e inteligen-cia, la simiente, que, en su fructificación definitiva, creará nue-vas fuerzas necesesarias a toda Nación que ha colocado en unaalta cumbre su destino y su porvenir.

Esta feliz y patriótica inicitiva del Tte. Coronel Sr. RamónCañas M., que ha sido un éxito gracias a su espíritu creador, hatenido colaboradores de mérito indiscutible como el Capitán Ru-perto Concha y el Tte. Renato de la Cerda, a quienes correspondeel mérito de ser los primeros impulsadores de los anhelos del De-partamento. A continuación, las interesantes actividades del Cap.A. Benavides, de los Ttes. G. Fuenzalida, R. Belmar y Dr. J. As-torquiza, han aportado nuevos elementos a su creciente progreso.

El Memorial al dar a conocer los valeres que representa elDepto. de Extensión Cultural del Destacamento Magallanes, feli-cita calurosamente a sus creadores e impulsadores y hace votos,porque nuevas iniciativas por el estilo, vengan a incrementar laimportante labor de progreso en todo sentido, que corresponde alas unidades y reparticiones del Ejército.

No es patriota sino el que enaltece su vida en la práctica de lasvirtudes ciudadanías y la perfecciona en el trabajo honrado.

18 de setiembre de 1810, memorable fecha de la proclamaciónde nuestra emancipación política.

Las fuerzas morales de los patriotas civiles, unidas a las fuer-zas de las armas del Ejército y Marina, dieron vida a Chile.

O'Higgins, Blanco Encalada, Camilo Henríquez, Toro Zam-brano, sin distinción de credos y sacrificando intereses persona-les, todo le dieron por la Patria.

Sigamos su ejemplo: hoy como ayer, unidos en virtudes eideales, haremos la grandeza de Chile en el Porvenir.

El Depto. de Extensión Cultural del DestacamentoMagallanes en cooperación con la Av. Nacional.

(Volante repartido profusamente por aviones).

Informaciones extranjeras.

UN PILOTO ITALIANO, EL TENIENTE CORONEL MARIOPEZZI, BATE EL RECORD MUNDIAL DE ALTURA(15,655 m.).

Cario de Rysky

Traducción de Arturo Fuentes R.

El Tte. Coronel Piloto Aviador Mario Pezzi.


El Teniente Coronel, Piloto Mario Pezzi, Comandante de la"Sección Altitud" decoló el 7 de mayo del Aeropuerto de Monte-celio (Guidonia), cerca de Roma, a las 8 hs. 30 a. m. Piloteaba unaparato "Caproni 161" equipado con motor "Piaggio P. XIIK. C".

De regreso aterrizó con fortuna en el campo de aviación, des-pués de haber alcanzado una altura de 15.655 metros batiendo,de esta suerte, el record mundial de altura.

Italia, que había batido el record mundial en abril de 1934,con un aparato "Caproni 114 A. Q." piloteado por Donati, viopasar el record a Francia en agosto de 1936 y en setiembre delmismo año a Inglaterra. Este último record fue establecido porAwaine con una altura de 15,225 metros.

El Teniente Coronel Pezzi es piamontés, nacido en Fossano(Cuneo) el 9. XI 1898. En la Gran Guerra fue Oficial de infan-tería en 1918 observador de avión, en 1927 piloto, en 1934 coman-da la "Sección Altitud".

El "Caproni 161" es un biplano de construcción mixta, alasde madera, fuselaje y guarniciones de tubos de acero, revesti-mientos de tela pintada. El tren de aterrizaje es rígido a fin dereducir lo más posible el peso, la elasticidad queda confiada ex-clusivamente a los neumáticos a base de presión.

El "Caproni-161" en pleno vuelo.

INFORMACIONES EXTRANJERAS 1081

El puesto del piloto es abierto y suficientemente ancho a finde permitir que el pilotaje se haga con toda libertad a pesar delcomplicado equipo que exige esta clase de vuelos. El tablero delaparato contiene, además de los útiles necesarios para la navega-ción aérea y el cuidado del motor, los fluxómetros que sirven paraindicar la distribución regular del oxígeno, los manómetros queindican la presión de las botellas (bombones), los teostatos quereglamentan las resistencias eléctrieas del calentamiento de losinstrumentos y, por último, un manómetro que indica la presióninterior de la escafandra.

Todos los instrumentos del tablero están temperados a elec-tricidad a fin de asegurar su funcionamiento e impedir la forma-ción de hielo sobre los vidrios de sus cuadrantes.

Aeroplano "Caproni 161" con motor "Piaggio P. IX. R. C."14 cilindros - 710 HP.


El motor "Piaggio XII. E. C. 720 H. P . " normal, construidoen serie, es un motor en forma de estrella con catorce cilindros,construido de manera que pueda conservar una potencia suficien-te aún en las alturas estratosféricas. Está rodeado por un livianoanillo en electrón que tiene por objeto reducir la resistencia en elavance y facilitar el enfriamiento de los cilindros. Está previsto demagneto "Marelli" y de bugías de alumbrado "Baroncini". Lahélice, de madera, tiene cuatro palas, muy livianas, ha sido tam-bién diseñada y construida por la Sociedad Caproni.

La escafandra, estratosférica.

La escafandra estratosférica inventada por Cavalloti, Capi-tán de Ingenieros Aeronáuticos, adoptada por la "Sección Alti-tud", realizada y construida por el l.er Centro Experimental deGuidonia, está compuesta esencialmente por un traje completo,de una pieza, hecho en caucho rigurosamente impermeable, (igualque para las cámaras de aire) y de un casco metalice, provisto de

Colocación de la escafandra estratosférica


amplias aberturas cubiertas con vidrios, temperada eléctricamen-te para evitar que los cristales se empañen y, evitar también laabsorción que pueda producirse dentro del casco.

El casco y el traje de caucho están ligados entre sí por me-dio de un mecanismo de cierre hermético verdaderamente genial.

Para evitar que la diferencia de presión que existe entre elinterior y el exterior de la escafandra haga que se infle dema-siado el traje de caucho y llegue a entrabar los movimientos delpiloto, este traje está recubierto por un segundo traje de tela quetiene la rigidez suficiente para impedir tal inconveniente; por úl-timo, una especie de corselete o coraza de tela metálica, muy li-viana, va colocada sobre este segundo traje de tela.

Esta coraza tiene por objeto asegurar la no inflación de laescafandra y distribuir en forma igual sobre los hombros, y eltronco el peso bastante considerable del casco metálico.

El Tte. Crnl. M. Pezzi desciende del avión después de obtenidoel récord.

1084 MEMORIAL DEL EJERCITÓ

Por último, debajo de la escafandra el piloto lleva un trajetermo-eléctrico que asegura la calefacción de toda su persona;este traje es indispensable para poder soportar las temperaturasmuy bajas (60 a 70 grados bajo cero) que reinan en la estratos-fera. La escafandra permite el manejo del paracaídas.

El Tte. Crnl. Pezzi, después del vuelo.

Los vuelos estratosféricos y la "Sección Italiana de Altitud".

Las tentativas que hasta el presente han hecho muchas na-ciones para alcanzar alturas muy elevadas, constituyen expe-riencias de mucha importancia y preludian, en un tiempo más omenos corto, un vuelo estratosférico normal.

En la estratósfera, las condiciones atmosféricas son, por logeneral, invariables. La temperatura permanece invariable alre-dedor de los 60 grados bajo cero. La menor resistencia del airepermite alcanzar velocidades fantásticas pudiendo, según pare-ce, volar a más de 1.000 kilómetros por hora.

Cuando se haya podido idear y construir un aparato y unmotor que puedan alcanzar, sin gran dificultad, hasta las regio-


nes estratosféricas y navegar en ella libremente; y cuando se ha-ya ideado y construido un sistema de cabina hermética y que ha-ga posible, con la ayuda de dispositivos especiales de calefeccióny de respiración, las condiciones de vida necesarias al piloto y pa-sajeros, (lo que no se considera muy difícil de realizar) seráprácticamente posible anular toda distancia y, en algunas horas,unir centros separados por distancias de miles de kilómetros.

Como sucede en toda conquista humana, no es posible.alcan-zar tal resultado sino después de una larga serie de experiencias,ensayos, sacrificios y victorias.

Para conseguir este objetivo es que el correspondiente Mi-nisterio italiano decidió crear en Guidonia una "Sección de Alti-tud" que puede, para el desarrollo de sus actividades, aprove-char las usinas del primer Centro Experimental. Esta Sección en-tró en funciones el 1.º de junio de 1934; desde aquella época estábajo las órdenes del Tte. Coronel Pezzi.

En el curso de numerosos ensayos de vuelos a gran altura he-chos por pilotos de esta Sección, se han estudiado y resuelto mu-chos problemas de importancia que se refieren a vuelos a gran-des alturas y se han adquirido interesantes resultados técnicos.

Gran número de tareas se han planteado, estudiado y resuel-to, si nó en forma absoluta, por lo menos en gran parte.

El trabajo que se ha cumplido, no solamente llega a formar unmaterial valioso de experiencia y de estudio, sino que también, haservido para coordinar las ideas que se refieren a las complejastareas que quedan por cumplir, tanto en los laboratorios como enel curso de la navegación aérea a grandes alturas, problema queya parece estar listo para resolver, tanto en su parte técnica comoen su rama práctica.

Entre los instrumentos que se han hecho para estas intere-santes observaciones, es necesario nombrar un "oscilómetro", esdecir, un aparato que registra automáticamente la respiración enlas alturas muy elevadas.

La "Sección Altitud" tiene por misión:

1.º) La preparación y el entrenamiento del personal.2.º) La de dejar listos y a punto de partir los aparatos que se

han construido expresamente para vuelos a grandes alturas.3.º) La resolución práctica de los problemas que se refieren a:—la definición de las adaptaciones especiales que debe ha-

cerse a los aviones;—el comportamiento de los diferentes órganos del motor (en-

cendido, carburación, enfriamiento) ;—el funcionamiento de los compresores múltiples y los gene-

radores R. T.;


—la adopción de propulsores especiales;—la determinación de mezclas de carburantes y lubricantes;—la definición de las instalaciones a bordo de los instrumen-

tos de navegación;—la adopción de dispqsitivos especiales para la respiración;—la calefacción y la protección del personal.4.º) La realización de las experiencias prácticas de la navega-

ción aérea a grandes alturas o en la estratósfera.Desde su iniciación, la Sección dio comienzo y continúa con

toda actividad sus vuelos de experiencia. El desarrollo de sus tra-bajos los lleva por grados sucesivos, metódicamente y con perse-verancia. Después de algunos meses ha efectuado dos vuelos a másde 10.000 metros de altura y, en la actualidad, todos los pilotosde la Escuela practican normalmente sus experiencias de nave-gación estratosférica a una altura media de 12.000 metros.

El record que acaba de ser establecido representa el fruto deesta actividad y de este trabajo que, a la vez que ha sido metó-dico, también lleva el sello del entusiasmo y la perseverancia.

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