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MEMORIA DE ACTIVIDADES 2.011

1.- SIERRA DE GUARA El miércoles 5 de enero, noche de Reyes, llegamos a la Escuela de Alquézar 13 de los 16 participantes de esta salida. Lamentablemente, dos tienen que regresar a Madrid por enfermedad de un familiar. Al final seremos 13 federados, entre ellos un menor, y un no federado al que se le hizo el correspondiente seguro. Quedamos al día siguiente en ir al Cabezo de Guara. Hemos decidido alterar el orden del programa para que puedan hacer el Tozal los tres participantes que se nos unirán el fin de semana. Embutidos, frutas variadas, pan en abundancia, tostadora, cereales... Los desayunos de la Escuela son demasiado generosos para unas personas frugales como nosotros. Lo correcto es no comérselo todo, dejar siempre un poco, algunos esto lo llevan a rajatabla (lo de dejar siempre un poco). En la Escuela todo ha sido amabilidad hacia nosotros, además de obsequiarnos todas las noches con un buen menú de cena. Sin lugar a dudas uno de los mejores alojamientos que he visitado con el club. Les vamos a conceder nuestra primera estrella Pegaso-Michelín. JUEVES. Salimos de la escuela un poco tarde en dirección a Pedruel, punto de partida de la excursión. Vamos 7 personas, otras 5 se quedan a hacer turismo por Alquézar. Pedruel es un pequeño pueblo donde sólo vive una persona: a él y a su acompañante nos los encontramos al bajar de los coches y nos preguntan si vamos al Tozal de Guara, empiezo a dudar de si me habré confundido de excursión, pero resulta que no, que así se llamaba antes el Cabezo de Guara para los habitantes de la zona hasta que alguien decidió “traspasar” su nombre al pico más alto de la sierra. Comenzamos a andar sobre las 10:45h. La marcha es larga, vamos subiendo entre encinas por camino bien marcado, a través de una loma pedregosa desde la que no se ven vistas. Hasta llegar a la cuerda del Cabezo, a 1400m, desde la que uno se asoma el barranco del río Alcanadre, que corre 700m más abajo. También se abren las vistas hacia el norte, vemos un trocito de los Pirineos nevados antes de entrar en la niebla que cubre la parte superior de la montaña. A 1580m nos encontramos con una valla de 3 metros de altura con un cartel que indica que se trata de una finca particular protegida por un sistema “sónico” de detección de “presencia humana”. Atención a la bala del cartel:


Al lado hay carteles tirados por el suelo (“coto privado de caza”), suponemos que donde dice “caza” se refiere a animales de cuatro patas. Damos las gracias a los propietarios por perdonarnos la vida haciendo una ofrenda al lado de la valla en forma de “mojón”, y no me refiero precisamente a amontonar unas piedras. Una vez reconciliados con el espíritu de Silvano sus balas ya no son peligrosas para nosotros, así que seguimos un rato paralelos a la valla y luego giramos a la derecha buscando la subida a la cumbre del Cabezo. Empieza a llover y a soplar el viento y en unos minutos pasamos del otoño al invierno, que era en realidad la estación en la que estábamos aunque no lo pareciera. Llegamos al vértice geodésico y bajamos por el mismo camino (en realidad en este último tramo no encontramos camino, nos guiamos por el GPS), un poco más mojados que a la ida, claro. Cuando nos faltan unos tres cuartos de hora para llegar al coche se nos hace de noche, pero ya vamos por camino totalmente marcado y llevamos frontales. VIERNES. Salimos un poco antes que el jueves en dirección a Rodellar para hacer la marcha del Barranco de Mascún. Las previsiones no son buenas y ya empezamos la marcha con paraguas. La gente se empieza a rajar, así que decido hacer la excursión en sentido inverso al previsto para ver la parte más bonita, el barranco, al principio. Nada más salir del pueblo comenzamos a ver las paredes y concavidades que han dado fama a Rodellar y a este barranco como uno de los paraísos de la escalada deportiva de dificultad, entre ellas, el famoso “delfín”. Si os fijáis un poco podéis ver justo debajo de la “aleta” una cinta express colgando: este techo también se escala.

Nos entretenemos haciendo fotos. Cruzamos una y otra vez el río Mascún y pasamos por la Surgencia, el punto desde el que brota misteriosamente el río de las rocas. Hay varias teorías, pero lo más probable es que el agua se filtre desde los barrancos a través de un sistema de galerías que ha ido excavando el agua en la roca caliza. Pasamos también por el inicio de la vía ferrata del Espolón de la Virgen,

una vía aérea pero muy bien equipada, considerada de iniciación y que teníamos pensado hacer. Pero sabíamos que iba a estar imposible con la roca mojada, así que nos dejamos el material en Alquézar. Dejamos el barranco y comenzamos la subida


hacia Otín por el camino de la Costera mientras deja de llover y sale un momento el sol. Delante nuestro vemos una sucesión de agujas y formas góticas que caen a pico hasta el fondo del barranco. Una vez arriba cambiamos totalmente de paisaje, en medio de una meseta aparece el pueblo abandonado de Otín. Nos colamos en sus casas medio derruidas rodeadas por la vegetación, en la iglesia, vamos buscando cualquier cosa extraña o curiosa. Curiosidad, morbo, nostalgia... Las sensaciones se mezclan, las preguntas se amontonan. Preguntas de difícil respuesta, como dónde encontrar un sitio para comer sin peligro de que se nos caiga un techo encima. Después de comer salimos hacia el otro barrio de Otín, que está a escasos 500 metros, en un barranco, resguardado del

viento. Las casas no parecen tan antiguas. Entramos en una, parece que ha estado habitada hasta hace poco: hay lavadora, cuarto de baño, una caja de “Just for Men” y hasta antena parabólica. Pasamos por la puerta del bar, todavía hay cajas de cerveza en el suelo, algunos colchones tirados y una pizarra donde pone “Bar Camping Otín” En la fachada hay pintado un mapa que debía servir de orientación a los viajeros de hace 40 años. En el camino de vuelta a Rodellar nos paramos en el Dolmen de la Losa Mora, un megalito (monumento funerario) construido hace 5000 años. Si nos vieran los campesinos neolíticos hacernos fotos encima de su megalito probablemente nos pegarían una paliza y luego nos meterían dentro a hacer compañía a sus muertos.

Camino de subida a Otín

Bajamos por el barranco de Andrebot saliendo al comienzo del barranco de Mascún. De regreso a Alquézar unos cuantos nos vamos al estupendo rocódromo de la Escuela a seguir machacándonos. SÁBADO. La noche anterior han llegado los 3 que faltaban del fin de semana. Madrugamos a las 7,30 h con intención de salir pronto hacia el Tozal. Al final nos retrasamos y dudamos qué carretera coger, escogiendo la peor posible, con muchas curvas, lo que nos retrasa bastante. Empezamos a andar sobre las 10,30 h y a 2 o 3 km de la Casa de la Tejería donde deberíamos haber llegado con los coches. Esto nos


retrasa aún más. Los cazadores que invaden la zona nos preguntan adonde nos dirigimos, a lo que les respondemos que al Tozal y no nos ponen pegas, menos mal, están cazando por otro lado. Vamos los 16 participantes con buen humor, el sol ha salido y el día promete buen tiempo. Sobre las 12 de la mañana llegamos a la Ermita de la Fabana, vamos mal, a este paso no llegaremos. Nos adentramos a continuación en las Gargantas del mismo nombre, especie de encañonamiento con un arroyo con pozas que tenemos que vadear en sucesivas ocasiones. A continuación nos topamos con un bosque frondoso y húmedo que en interminables zigzags nos conduce poco a poco al Puerto de Petreñales, son ya casi las 13,30 h y aún quedan 500 m de desnivel. Paramos a comer y reemprendemos la marcha. Cuatro deciden volverse, el resto tiramos para arriba, yo soy consciente de que a estas horas no voy a llegar, me encuentro débil y dolorida por la gripe y el camino no acaba de ganar altura, unas veces sube, otras baja, vaya cordal más raro, y seguimos sin ver gran cosa. Llegamos a unas campas y nos asomamos a la vertiente sur por donde nos hemos aproximado. El bosque es tupido y los barrancos parecen intransitables, mejor no arriesgarse a bajar por cualquier sitio y retroceder al puerto. Decidimos continuar un poco más hasta las 15 h, hora razonable para volverse y poder cruzar las Gargantas de día. Llegamos a un cruce señalizado y aún nos quedan un par de repechos para la cumbre que además permanece cubierta por las nubes. Decidimos los 3 que seguimos volver por donde hemos venido. Delante nuestro Juan, Ángel y Roberto serán los únicos que logren hacer cumbre, un poco al límite sobre las 15,15 h, regresando a continuación por una pedrera que les permitirá adelantar algo en la bajada, encontrándonos con ellos en las Gargantas. Se nos hace de noche al llegar a la Tejería y llegamos al coche de noche cerrada, no sin antes haber visto la carnicería que los cazadores han hecho con algunos jabalíes de la zona.


DOMINGO. Nos dormimos los 3 de la habitación, también Roberto e Ismael están griposos y tras la paliza de ayer, se nos pegan las sábanas. Nos despierta Juan y bajamos a desayunar. Parece que hoy vamos a ser pocos para la marcha. La mayoría prefieren quedarse por el pueblo y alguno regresa directamente a Madrid. Empezamos a andar también hoy sobre las 10,30 h, desde el aparcamiento que se encuentra a las afueras de San Julián de Banzo, próximo al inicio del barranco de San Martín de la Val de Onsera. Está lloviznando y cogemos los paraguas, pues la ruta es fácil. Empieza con un suave descenso por un camino ancho, que rápidamente se interna en el fondo de un barranco seco, por donde avanzamos a buen paso, un sendero a la derecha nos aleja del antiguo cauce, está señalizado por una estaca con rayas verdes como las que hemos visto al comienzo de la ruta. Tras algo más de media hora a través de un tupido bosque y atravesando algún lugar pintoresco, donde las paredes del barranco casi se tocan, llegamos a una bifurcación donde se divide la ruta de ascenso, a la izquierda el paso de la Viñeta y a la derecha la Senda de los Burros. Allí, al abrigo de la pared coincidimos con otros 3 excursionistas que van haciendo la misma ruta, paramos un momento y decidimos seguir por la Viñeta. A los pocos metros de subir, nos encontramos con un cable de acero al que agarrarse para facilitar la trepada. Guardamos los paraguas y nos ponemos los chubasqueros. Aunque la roca está mojada, tiene muy buen agarre y los pasos no revisten ninguna dificultad por lo que los atravesamos sin mayores incidencias. Llegamos a un alto, el mirador de San Salvador, y aquí empieza lo bonito de la marcha, unas vistas espectaculares al barranco de enfrente al que hemos subido, al fondo del cual se encuentra la ermita que da nombre al mismo. Enfrente los buitres planean desde lo más alto de los murallones. Decidimos continuar, esta vez de bajada y ayudados por los cables que facilitan la travesía de las lajas. En unos 20 minutos, hemos llegado al fondo del barranco, continuamos por el único sendero visible, a través de un tupido bosque, hasta la cabecera del barranco, donde rodeada de paredes verticales e inaccesibles, se encuentra la ermita, que a primera vista parece en ruinas, pero atravesada la primera pared, tras cruzar una puerta se abre un recinto circular excavado en la roca y con una


pared levantada unos 8 m desde el suelo y que se apoya en la roca. Algunas figuritas del santo y una virgen con el niño, además de velas y estampitas completan el modesto altar que resulta bastante pintoresco. La temperatura en el interior es más suave que fuera, como sucede en las cuevas. Hay abundantes traviesas de madera, además de parrillas para barbacoa. Especulamos cómo habrán podido transportar todo esto, las caballerías no llegan y el barranco es intransitable e inexpugnable, por lo que han tenido que bajar con todo a cuestas por donde nosotros. Curiosa romería la de este santo, bastante extremo. Fuera una cascada se precipita desde lo alto de la pared del barranco. Es un sitio increíble. Decidimos regresar, la subida la hacemos despacio, ayudados por los cables, pero sin ninguna dificultad. Desde lo alto volvemos a asomarnos, el día parece mejorar y se abren claros e incluso sale el sol, los buitres abundan ahora en los peñascos de enfrente. Regresamos esta vez por la Senda de los Burros que nos ofrece unas panorámicas espectaculares, para adentrarse más abajo en bosque y acabar la marcha por donde habíamos empezado. A las 15 h estamos en los coches, hemos tardado 4,30 h, tiempo estimado según el cartel informativo. Echamos unas fotos, nos cambiamos y tras despedirnos de Ángel, emprendemos viaje a Madrid. 2.- ESCENARIOS DE LA GUERRRA CIVIL: PEÑA LA CABRA.

Esta actividad, que forma parte del “3º Trofeo Cordal de Montaña Pegaso 2011” organizado por el Club, se programa para el sábado día 15 de enero y es la primera del año de dicho Trofeo.

Las previsiones meteorológicas, recabadas los días anteriores de la Web de la Agencia Estatal, nos auguraban temperaturas entre 15º y 18 º C., sin viento, por lo tanto perfecto para disfrutar de la montaña.

A las ocho y cinco minutos de la mañana del sábado 15 de Febrero, puntualmente, parte el autobús desde Canillejas, primero hacia los otros puntos de recogida de participantes, Plaza de Castilla y Diversia, y después hacia el inicio de nuestra primera ruta, el Puerto de la Puebla al que llegamos, después de recorrer 110 Km., a las 9:50 h. Finalmente somos 64 montañeros/as los que participamos en esta actividad.

• 55 van en el autocar, que está completo y • 9 más que en tres coches particulares.


De las dos alternativas previstas, con distintas grado de dureza y dificultad, trece participantes realizan la opción 1 y, el resto, cincuenta y uno, la opción 2.

El Puerto de la Puebla nos recibe con un esplendido día soleado, en el se bajan los componentes del primer grupo. Después de recoger las mochilas y proceder al correspondiente acicalamiento emprenden el camino que les llevará, en tres-cuatro horas, hasta el Pueblo de la Puebla de la Sierra pasando por la Peña Cuervo (1659 m), la Portezuela (1788 m), el Collado de la Tiesa (1689 m), la Peña de la Cabra (1831 m), el Collado Cimero (1561 m) y el Barranco Borriquero.

Con el resto de participantes el autocar retoma el camino, tras recorrer 9 kilómetros, sin no pocas dificultades debidas a lo estrecho y recurvado de la carretera, llega a la Puebla, punto de inicio de la segunda ruta, aquí nos apeamos.

Recogemos las mochilas de la bodega, nos cambiamos de calzado, nos hidratamos, aplicamos los protectores solares y, en diez minutos, estamos listos para emprender la marcha, lo cual, tras las indicaciones del coordinador, hacemos a las 10: 15 h.

Desde el

principio vamos ganando altura, en una ascensión fácil, que se hace agradable tanto por la temperatura, parece un día de primavera, como por el paisaje que nos rodea. Nos dirigimos a el Porrejón pasamos previamente por el Cerro Hierro (1.617 m) y el collado de las Palomas. En la subida realizamos dos


reagrupamientos y aprovechamos para desprendernos de las pocas prendas de abrigo que llevábamos puestas, beber e ingerir alguna barrita de cereales o frutos secos. Ya en la cumbre, a la que llegamos tras dos horas de marcha, encontramos buenas vistas de los pueblos de la Hiruela y El Cardoso, el puerto de la Hiruela, la sierra de Ayllón y el Ocejón. De nuevo reagrupamiento, hidratación e ingestión de víveres. Iniciamos un descenso hacia un pequeño collado donde se observan varios puestos de caza, rodeamos un gran peñón y, tras él, llegamos a otro collado, pasamos otro peñón y finalmente descendemos al Puerto de la Puebla, son las 12:45 h. Hace menos de tres que nos despedimos, en este mismo lugar, de los compañeros que optaron por hacer la ruta mas corta. En este punto realizamos una nueva parada de reagrupamiento-avituallamiento. Tras contemplar el paisaje y jugar a poner nombre a los lugares que oteamos y que hemos hoyado en múltiples ocasiones, reemprendemos el camino.

El sendero comienza entre el vallado aledaño al aparcamiento, en dirección Sur. Es un suave ascenso que nos lleva hacia unas antenas de comunicaciones. Superado su emplazamiento se transforma en senda, que discurre, marcada por hitos, por una zona pedregosa, en la que ganamos altura en corto recorrido.


Seguimos avanzando por el cordal, guiados por los hitos, hasta alcanzar el Cerro de la Portezuela, el cual alcanzamos traspasando una portilla, que se nos ofrece al frente. Tras ella observaremos ya, en la distancia, la Peña de La Cabra. La ruta continúa por el alto del cordal, con pequeñas subidas y bajadas. Pasaremos junto a una edificación meteorológica y descenderemos hacia el Collado de La Tiesa, pasando junto a un curioso refugio antes de alcanzar el collado.

Al llegar al Collado de la Tiesa, cruzaremos la pista forestal y continuaremos avanzando a campo traviesa, siguiendo los hitos hasta alcanzar las proximidades del risco, antesala de Peña La Cabra, aquí nos dirigiremos hacia la izquierda del risco, acercándonos al pinar, por donde comenzaremos la ascensión hacia la cima por la pedrera, la cual alcanzaremos en apenas unos minutos.

Alcanzada la cima disfrutamos de una merecida comida, que hemos portado en nuestros modernos morrales, y disfrutamos de las impresionantes vistas que el día nos ofrece del Sistema Central:

Al Este el valle cerrado, con grandes extensiones recubiertas de robles, al fondo la localidad de Puebla de la Sierra. Por encima el abrupto cordal que sirve de divisoria entre Madrid y Guadalajara, en el que destacan el Pico de la Centenera (1809 m) y La Tornera (1865 m). Al Noreste el Porrejón (1824m). Al Norte, al fondo, las cimas más occidentales de la Sierra de Ayllón, El Cerrón y Pico del Lobo. Al Noroeste el cordal de los Montes Carpetanos, con Peñalara y Claveles. Al Oeste el Valle del Lozoya, con los embalses de Pinilla, de Riosequillo y Puentes Viejas. Al Suroeste La Sierra de La Cabrera, Mondalindo y Cuerda Larga. Al Sur el embalse del Atazar.

Disfrutada la cima, continuamos la ruta, descendiendo hacia el Collado Cimero y a la Puebla de la Sierra, punto final de nuestro recorrido.


A las 17.15 h. llegan los últimos participantes que van cerrando el grupo. En el pueblo ya lleva tiempo esperando el grupo que descendió directamente desde el Puerto y que ha podido disfrutar del maravilloso núcleo urbano.

En la plaza del pueblo, tras el obligado paso por su taberna, nos reunimos para proceder, como estaba previsto, a la entrega de los premios correspondientes al trofeo cordal del año 2010.

Nuestra querida, y nunca suficientemente valorada, secretaria procede al nombramiento de los premiados y estos a la recogida de sus merecidos obsequios.

Son las 18.15 h. y, tras el pertinente recuento, el autobús parte hacia Madrid deshaciendo el camino de la mañana.

A las 20.15 h. el último montañero y autor de este relato abandona el autobús en su última parada, Canillejas, y con esto se da por concluida esta actividad.

3.- TORRECILLA

De acuerdo al programa del Club, en los días 21, 22, y 23 de enero el se realizó la ascensión a los picos Torrecilla y Maroma, picos localizados en la Sierra de las Nieves y en la Sierra de Tejeda (o Almijara) respectivamente, en la provincia de Málaga, siendo fronteriza con Granada la segunda de las sierras.

Trece socios se integraron en la actividad, que dio comienzo el día 21 viernes con el traslado en vehículos particulares al pueblo de la Viñuela, donde se había contratado alojamiento en unos bungalows del camping “Presa la Viñuela”, que se encuentra junto a la presa , en la vertiente sur de la sierra de Tejeda.

Plaza de Canillas de Aceituno, punto de inicio de la marcha.


El sábado se abandonó el camping a las 8 de la mañana para

dirigirse al pueblo de Canillas de Aceituno donde se dio inicio a la ascensión al pico Maroma. Desde la plaza del Ayuntamiento un cartel señala el comienzo de la senda a la “casa de la nieve”, antigua vivienda de los trabajadores que extraían nieve situada junto a la cima de la Maroma. Se eligió este camino al ser el más próximo al alojamiento elegido, aunque existen otros dos recorridos posibles: desde el área recreativa “el Alcazar” (junto al pueblo de Alcaucín) y desde la casa forestal “el Robredal”, ( junto a la Venta de La Alcaicería, en la carretera C-335). De todos estos caminos el que comienza en Canillas es el más exigente ya que tiene un desnivel de subida de 1.500m, 500 más que el que se inicia en el Robredal.

Canillas de Aceituno, calles para salir del pueblo. Amanecer, Canillas de Aceituno y presa La Viñuela al fondo


Una vez que se abandonan las empinadas calles del pueblo, un cartel indicador de gran tamaño indica el comienzo de la senda, que inicialmente atraviesa el bosque de pinos que cubre las estribaciones inferiores de la sierra. Se trata de un camino muy bien trazado ya que era el utilizado para acarrear la nieve, con numerosos postes de señalización.

Senda

Hasta los 1.600 m de altura la vegetación más abundante es el pino y monte bajo, que son sustituidos progresivamente por los brezos y arbustos, por último, 200 m antes de la cima solamente se pueden ver pequeños núcleos de vegetación rastrera. Es precisamente en esta parte donde es más probable la desorientación, especialmente en la bajada ya que la cima es muy amplia.

Camino final a la cumbre


Nubes en la subida final a la cumbre

Vértice del pico Maroma

Los primeros llegaron a la cima a las 11,45, que se encontraba recubierta de escarcha y con una temperatura gélida. Una vez que se descansó durante unos minutos se inició el regreso por el mismo camino de subida, con una parada para comer, llegando al pueblo a las 3 de la tarde.

Después de tomar unos refrescos tomamos los vehículos

para dirigirnos al albergue “la Rejertilla”, situado junto al pueblo El Burgo, muy próximo a la Sierra de las Nieves, donde se encuentra el pico Torrecilla que teníamos la intención de ascender el domingo 23.

Desgraciadamente el día amaneció con una lluvia constante y

unas previsiones de caída de nieve a 1.000m. La ascensión prevista tenía su inicio en “puerto Sauquillo” que se encuentra al final de una pista que arranca del pueblo de Junquera y ya dentro de la cota de nieve. Ante la incomodidad de realizar la marcha


con lluvia y nieve desde el mismo comienzo y sobre todo, ante la posibilidad de que los coches pudieran quedarse atrapados por la nieve, se decidió suspender la actividad.

Algunos participantes retornaron a Madrid en la misma

mañana, mientras otros se dirigieron al pueblo de Ronda, regresando a Madrid por la tarde.

4.- I PRATICAS INVERNALES Se programaron para el sábado día 29 de enero en la zona de Cotos, subiendo por el refugio de Zabala hasta Dos hermanas.

El

inicio de la actividad fue sobre las 10 h. aproximadamente. Se hizo el reparto del material y el control de los asistentes. Previo al comienzo de la actividad, el parón a los Grupos por el control de la Guardería del Parque Natural de Peñalara. Camino del depósito de agua se

realizaron tres breves exposiciones sobre seguridad en terreno nevado, diferentes estados de éste, vestuario, material, progresión con niebla…

Una vez en el depósito de agua los participantes recibieron las indicaciones para la correcta colocación de los crampones y el reapriete de correas.

Tras dividir el grupo en tres menores con Juan Trías, Fernando Serrano y quien suscribe este relato y siempre ayudados por los participantes veteranos (Javier Jiménez, Ángel Jesús Cuesta…) nos dirigimos hacia la zona que consideramos en mejores condiciones para la actividad que nos habíamos propuesto.

Encontramos pocas zonas con nieve algo transformada y ninguna optima para realizar autodetección con piolet, pero el terreno, las condiciones


meteorológicas frías y con precipitación de nieve fueron apropiadas para la progresión con crampones, seguridad, precauciones, nociones básicas de nivología, uso del casco y equipo apropiado…

Paramos a comer sobre las 16,15 h de nuevo en el depósito de agua y tras una agradable sobremesa montañera terminamos con los últimos en Venta Marcelino.

La participación de los socios del Grupo de Montaña Pegaso en esta actividad fue de 29 socios, 21 de ellos federados y ocho no federados. Se realizo el correspondiente seguro de accidentes a 11 de los participantes.

5.- ASCENSION AL OCEJON

Esta actividad de la Agrupación Deportiva Grupo Montaña Pegaso fue programada dentro del calendario oficial para el domingo día 6 de febrero y su objetivo era realizar la travesía desde Majaelrayo hasta Valverde de los Arroyos con la ascensión a la cumbre del Ocejón (2.048 m) en la Sierra denominada de Ayllón, y en provincia de Guadalajara. La expedición compuesta por dos autocares recogió a

los participantes en las paradas habituales comenzando a las 7:45 h. de la Plaza Castilla. Se llegó a Majaelrayo a eso de las 10:00 h., y tras la preparación consiguiente se dio la salida de la marcha a las 10:15 h., en un día algo frio en principio pero de una luminosidad radiante. El recorrido empieza en la misma plaza del pueblo y los participantes poco a poco, dada la cantidad de personas que componían la expedición, comienzan a ponerse en movimiento. La ascensión se va realizando a través de una senda en zigzag muy ancha y entre una frondosa masa arbórea de robles. Dejamos el bosque y al calor de los rayos del sol de la mañana realizamos la primera parada en los alrededores de Peñas Bernardas (1.620 m) para reagruparnos y reponer las primeras fuerzas perdidas.


Desde aquí, y ya sin solución de continuidad, el recorrido comienza a ser más exigente hasta llegar al collado de Garcia Perdices (1.798 m), donde se suaviza la ascensión. Mirando de atrás hacia delante se ve la larga hilera de participantes que van ascendiendo paulatinamente en dirección a la Cumbre. Estamos ya en la subida final y hemos de ir con

cuidado por las placas de hielo que están en el itinerario, que sin requerir el uso de crampones, nos invita a ir con precaución para no resbalar. Atisbamos el cresterio final que nos lleva a la cima y ella nos invita a realizar la segunda parada y tomar el consabido bocadillo del mediodía. Son las 13:00 h. y hemos cumplido el objetivo de alcanzar la cima del Ocejón (2048 m) y la mitad de la travesía. El día lo merece y la tertulia en la cima se alarga un poco más que de costumbre. Iniciamos el descenso por el mismo itinerario y con mayor precaución, si cabe, en la primera bajada, hasta las proximidades del Collado de Garcia Perdices y giramos a nuestra derecha (Norte) por la larga vaguada que nos llevará camino de Valverde.

La diáspora de gente hace que la vuelta se realice en pequeños grupos y por diferentes itinerarios. Los hay quienes toman la senda tradicional de la vaguada dejando el arroyo de Poveda a la derecha y que enlaza con una pista forestal, ancha y larga, aburrida y cansina, que parece una avenida. Otros, nuestro grupo toma una desviación que va a media ladera por


el lado derecho de la vaguada en busca de las cascadas, llamadas “Chorreras de Despeñalagua” y que tras algunos instantes dubitativos por falta de orientación, dado que la abundante nieve tapaba los hitos de referencia, encontramos la bajada final a las Chorreras. Nos acercamos, no sin cierta precaución por el estado de placas de hielo en los entornos de la cascada. Esta la pasamos con prudencia y asiéndonos a las piedras laterales, alguno llegó a ponerse crampones, pues vemos que es bastante fácil que se produzcan resbalones. La cascada fue digna de quedar impresa en fotografía, dado que estaba completamente helada, dejando solo fluir el agua en la cortina central. Pasada la cascada, la senda se hace camino y ya no queda más que seguir el sendero bien definido que en poco más de 15 minutos nos llevará hasta Valverde de los Arroyos, pero antes nos encontramos con un suceso imprevisto, observando a nuestro alrededor como un helicóptero de emergencias daba vueltas buscando un lugar de aproximación a tierra para posarse. Nos hace pensar que habría habido algún percance y no sabíamos si era de nuestra expedición. Se confirma en que una pareja de paseantes ha tenido un problema de tobillos y han requerido los servicios de evacuación. Parece que solo es una rotura de tobillo. Se llega a Valverde de forma escalonada en función de la ruta que cada grupo ha escogido en la vuelta, siendo los últimos en llegar aquellos que optaron desde la cima del Ocejón seguir hasta la cima del Campachuelo. La actividad se da por finalizada, no sin antes tomar las consabidas cervezas, a las 18:00 h, iniciando el regreso en autocar hacia Madrid. En esta actividad participaron 99 personas entre socios y simpatizantes del Club, de los cuales 81 tenían la licencia federativa correspondiente y a los 18 restantes se les hizo el correspondiente seguro individual de accidentes.


6.- II PRATICAS INVERNALES La actividad se programó para el sábado dia 12 de febrero y dio comienzo a las 08:00 de la mañana, hora a la que los participantes llegaron en sus propios vehículos al puerto de Cotos. Aunque se habían inscrito 55 personas a la actividad, el número de personas que se presentaron a la actividad fue de 40, siendo el propio responsable una de las personas que no pudo acudir, en este caso por motivos de enfermedad. Después de reunir a los participantes en la Venta Marcelino, situada en el mismo puerto, el grupo se dirigió a la vertiente norte del cerro de Valdemartín, situado en la Cuerda Larga, cordal que conecta el Puerto de Navacerrada con el Puerto de la Morcuera. Después de aproximadamente una hora de marcha, el grupo llego al lugar conocido como lomas de Guarramillas donde se dio inicio a las prácticas. Cada uno de los participantes contaba con casco como elemento de protección y disponía de crampones y piolet. Debido al elevado número de participantes y con objeto de evitar accidentes y facilitar el aprendizaje, se procedió a dividir el grupo en varios, cada uno con un responsable.

La actividad consistió en la práctica del manejo del piolet y los crampones, la repetición de diferentes procedimientos de progresión en nieve, en especial el “autoseguro” y las diferentes formas de avance en pendiente. Igualmente se practicaron diferentes operaciones de “autodetención” en el caso de caída.

Por el bosque del Puerto de Cotos camino de las Guarramillas

Finalmente se procedió a ascender dos pequeños corredores de nieve con pendiente moderada para posteriormente regresar al Puerto de Cotos a las 17:00. Charla teórica antes de la práctica.


Prácticas de progresión.

Practicando la técnica de las puntas frontales.


Ascendiendo por una ladera.

Uno de los participantes ascendiendo por un corredor.


Descenso y retorno al Puerto de Cotos.

7.-TRAVESIA POR EL CIRCO DE ALTO CAMPOO

La salida a esta actividad se realiza los días 18 al 20 de febrero de 2.011 en los Montes Cántabros.

Sábado

El sábado amanece cubierto y con una ligera llovizna. Dos de los participantes regresan a Madrid por no encontrarse bien uno de ellos. Cinco más deciden hacer turismo por la zona ante el mal tiempo. El resto intentamos la marcha, salimos tarde en espera de una mejoría que no se produce. Por el camino de subida, los que vamos los últimos nos encontramos con otros dos que abandonan a mitad de subida al Cuchillón. La ascensión es larga pero tendida, la nieve caída los últimos días


está sin transformar y nos hundimos entre los brezos. Las últimas palas expuestas al viento requieren el uso de crampones. Nos reagrupamos en la cima donde la niebla nos impide ver el paisaje. Hemos tardado desde el refugio 2,30h aproximadamente. Sigue lloviznando pero continuamos el cordal previsto en dirección al Tres Mares. El crujido de una placa rota bajo la nieve blanda nos obliga a extremar las precauciones. Llegamos a una grieta que nos impide el paso, abre algo la niebla y nos quedamos maravillados ante los cortados que se abren a nuestra izquierda. Los más osados saltan y el resto pasamos por una aparente cornisa, que en realidad, es una piedra cubierta de nieve, pero nos encontramos con un cortado que no nos atrevemos a destrepar, por lo que retrocedemos hasta una bajada fácil, siguiendo la valla de un remonte abandonado de la estación de esquí. El descenso es pronunciado, pero sin dificultad por palas de nieve blanda. Flanqueamos en cuanto nos es posible, salvando los cortes de la montaña, en dirección al Tres Mares. Ascendemos a la izquierda del remonte de Los Asnos, con cierta sorpresa de los esquiadores, hasta llegar al final del remonte donde paramos a comer. Son sobre las 14h y la niebla empieza a abrir. Emprendemos camino por el borde de la pista de Los Asnos, vemos las maravillosas vistas de la vertiente palentina. El sol empieza a calentar. Nos impresiona la visión del Tres Mares, que no se puede subir de frente debido a un contrafuerte rocoso. Un corto flanqueo por debajo de este contrafuerte nos conduce debajo del remonte que sube casi hasta el pico. La música de Status Quo en la megafonía anima a algunos al baile, nos reímos pero resulta triste la degradación de este hermoso pico, el más emblemático del Alto Campoo, rodeado de pistas y remontes. Son las 15h. En la cima del Tres Mares hay un mirador, quizás pensado para los múltiples visitantes que se acerquen en verano, para que se puedan asomar sin vértigo a los cortados del lado palentino y del cordal que continúa a Peña Labra. Quizá fuimos demasiado osados cuando planeamos en Madrid continuar hasta Peña Labra, el flanqueo por debajo del Tres Mares tiene mala pinta: mucha inclinación y caída vertical debajo, y además sin huella. Sin nieve, sin embargo, es un sendero bien marcado. Descendemos por donde


hemos subido. Algunos bajan al refugio y otros seguimos, tras un corto tramo por la pista, por el cordal que bordea el circo en dirección al Cornón. Paramos en uno de los montículos un rato para ver las proezas de un grupo que se dirige al Tres Mares desde Peña Labra por la cresta. Al llegar al primer cortado, se paran, retroceden y uno intenta el paso por una pendiente de nieve muy expuesta, se vuelve ante la dificultad del terreno, finalmente retroceden por donde habían venido.

Nosotros continuamos por el cordal, sin dificultad, disfrutando de unas vistas extraordinarias. Decidimos subir al Cornón para adelantar “tareas”, ya que la marcha que habíamos planeado para el domingo era demasiado larga. Visto desde aquí parece mucho, pero avanzamos a buen paso y a las 16h estamos en el collado de la Fuente del Chivo, subimos todos al Cornón, que tiene unas canales muy bonitas por el lado norte. Paramos un poco y seguimos hasta el pico Bóveda, son las 17h y toca bajar. Lo hacemos por una pala de nieve bastante inclinada, pero que no requiere el uso de crampones. A eso de las 18h estamos todos en el refugio. Hemos completado gran parte del semicírculo de cumbres que rodean la estación.

Domingo

El domingo amanece un día espléndido, sol, buena temperatura. Cinco de los participantes deciden volver a Madrid, otros dos se quedan haciendo turismo y el resto empezamos a andar sobre las 9h en dirección al refugio Solvay, donde acabamos la marcha el día anterior. Abandonamos la carretera e iniciamos la subida por el valle. La capa superficial de la nieve se ha helado durante la noche y no nos hundimos en exceso. El grupo sube por el borde de una pala de nieve a la derecha, a coger una loma en dirección a La Tabla. Nosotros preferimos remontar el valle porque queremos salir al Paso de la Muerte para verlo de cerca. El último tramo es algo pendiente y yo me pongo los crampones, Ismael y Juan suben sólo con el piolet. Llegamos al mismo borde del Paso de la Muerte, una mole rocosa que se puede rodear por unas cornisas en el lado norte, aunque con la nieve puede ser peligroso. Nos vemos recompensados con las vistas de la cara norte del Bóveda.


Seguimos hacia el Cordel, las vistas son maravillosas. Se divisa el circo que hicimos ayer, Peña Labra, los cortados y los valles que se abren al norte, incluso se ve el mar, Santander y algún barco grande; a lo lejos Picos de Europa y la montaña palentina. Paramos bastante a echar fotos y hablamos por la emisora con el resto del grupo, han subido a la Horcada y van a bajar desde allí. Este pico es un diente que impresiona visto desde el cordal, aunque la trepada por la vertiente sur es bastante fácil. Fernando, que viene con nosotros en el coche, nos espera para seguir la marcha. Nos reunimos con él sobre las 11,30h y decidimos continuar. Si bien el cordal hasta el Cordel es en su mayoría una sucesión de lomas, merece la pena por las vistas y por la motivación de completar nuestra “integral” del Alto Campoo. Pero sobretodo porque hace un día muy bonito como para fastidiarlo yéndose a Madrid. En el camino subimos unos cuantos picos más: el Cuencagén, el Iján, el Cordela. En la bajada del Cordela tenemos que utilizar el piolet. Llegamos al collado al pie del Cordel sobre las 13,30 h y emprendemos la subida por nieve blanda, brezos, piedras y cantos rodados. Estos cantos unidos por un cemento calizo forman una curiosa roca que abunda por esta sierra. Sobre las 14h hacemos cima y paramos a comer. Sobre las 15h bajamos y a buen paso alcanzamos una pista que bordea a media ladera la sierra por donde hemos venido y en una hora más estamos en el aparcamiento de Brañavieja. Entre los dos días hemos completado nuestra integral: todo el cordal desde el Cuchillón hasta el Cordel, exceptuando los tramos que han resultado impracticables. En esta actividad participaron 24 montañeros del G.M. Pegaso. 8.- III PRATICAS INVERNALES La actividad dio comienzo a las siete de la tarde del sábado 26 en el puerto de Navacerrada, donde se dieron cita 14 participantes en el refugio del


Club Cumbres, para practicar nudos y el manejo de cuerdas. Se pernoctó en el dormitorio del propio refugio, para levantarse a las 7 de la mañana del domingo al objeto de estar en el puerto de Cotos a las 8 de la mañana y coincidir con el resto de los participantes. El domingo amaneció con una temperatura de -3º acompañado de una fuerte ventisca, este frio contribuyó a la avería de uno de los vehículos, lo que se tradujo en un retraso en el inicio de la actividad, que finalmente empezó a las 10 de la mañana. El número final de participantes en las prácticas fue de 22, de los cuales 8 no estaban federados o contaban únicamente con la licencia federativa tipo “A” (que no cubre el uso de crampones ni piolet). A estos últimos se les realizó el correspondiente seguro. Las prácticas se realizaron en las laderas situadas debajo del risco de Claveles, a unos 5 Km del puerto de Cotos, lugar al que se llega mediante un camino muy transitado que se encontraba cubierto de nieve desde la misma carretera del puerto. Las prácticas consistieron en la repetición de los movimientos de auto-detención en diversas posturas y la realización de progresión con crampones y piolet en diversas pendientes. Todas las prácticas se realizaron en un ambiente frio y acompañado de fuertes vientos. Las prácticas terminaron a las tres de la tarde, regresando al puerto de Cotos a las 4:30 de la tarde.

Descansando en el camino al lugar de las prácticas. Haciendo una “seta” de nieve.


Realizando las prácticas.

Practicando la auto-detención.

9.- ASCENSION AL TOROZO

La tercera actividad del año 2011 estaba programada para el sábado 5 de marzo dentro del Trofeo Cordales organizado por el Club.

Después de una semana de frio, con nieve en Ávila capital y su

provincia, seguimos atentos al parte meteorológico y al estado de las carreteras. La


previsión para éste día es de 8º-0º con lluvias en la parte central del día. El viernes 4 es necesario circular con cadenas en el Puerto de Serranillos, -etapa final de nuestra marcha- razón por la que decidimos modificar el recorrido original de ésta travesía y dejar solo una alternativa: Cuevas del Valle-Puerto del Pico-El Torozo-Puerto del Pico.

Son las siete de la mañana del sábado 5 de Marzo y nuestro

autobús parte de Canillejas con rumbo a Cuevas del Valle por la N-VI. Participamos en la actividad 47 personas adultas.

Iniciamos nuestra marcha a las 10:10 en la localidad serrana de

Cuevas del Valle por la calzada romana, muy bien conservada, entretenida que salva 500 metros en 4,5 km.

Algunos tramos se encuentran restaurados para mantener su

integridad y el paisaje por el que transita es excepcional, especialmente en un día invernal tan luminoso como el de hoy. Durante la subida podemos divisar gran cantidad de Castaños y Pinos.

La calzada termina en el Puerto del Pico, coronado por un monumento de la Guerra Civil, hasta aquí hemos tardado entre 1:10 h los primeros y 1:30 h. los últimos. La ruta continúa por detrás de un restaurante que rompe la armonía del lugar y en el que los primeros en subir decidimos tomar un café para esperar al resto del grupo. Al iniciar la senda encontramos un cartel explicativo de Gredos.


Seguimos nuestro recorrido encontrando el Refugio de la Majada del Tío Manteca, con una preciosa fuente integrada en la pared.

Haciendo eses de manera cómoda vamos ganando altura por un camino perfectamente hitado. En la senda encontramos un cartel de forja que nos indica la proximidad de la Fuente de Cerro Fedrique, continuamos nuestro recorrido, llegando posteriormente a una bifurcación que tendremos en cuenta. A la derecha se presentan unos hitos que ascienden de manera directa hacia el Torozo, este será el camino de subida para la gran mayoría, algunos pocos prefieren seguir por la senda que alcanza el desnivel de una forma más sosegada.

Tras una 1:30 h. de subida y más de un resbalón como

consecuencia de la humedad en las rocas y alguna pequeña placa de hielo, alcanzamos nuestro objetivo, la cumbre del Torozo (2018 m), que está marcada con vértice geodésico y tiene un buzón montañero. Al llegar las vistas hacia el Barranco de las cinco Villas (sur) se encontraban cubiertas, a nuestra derecha se divisa vagamente el espaldar de los Galayos con la Mira sobresaliendo y los altos picos del Macizo Central, lástima que la niebla no nos dejara disfrutar de éste paisaje.

La temperatura en la cumbre es agradable, por ello decidimos hacer nuestra parada para comer y tras una media hora de deleite nos ponemos nuevamente en marcha


Ahora continuaremos la cuerda rumbo oeste para progresivamente

perder altura con tendencia a la izquierda, por una línea de hitos que nos lleva de manera rápida hasta precioso Refugio del Cervunal.

A continuación seguiremos recto por una senda bien trazada a

media ladera, en la que encontramos la Fuente de las Belesas que corre con brío, seguiremos disfrutando de la estupenda tarde primaveral que nos brinda Gredos durante el prolongado descenso.

Son las 17.15 h. y, tras el pertinente recuento, el autobús parte

hacia Madrid deshaciendo el camino de la mañana.


La jornada la podemos calificar como excelente dado que las condiciones climáticas han sido favorables y no se ha producido ningún incidente.

47 participantes, 34 hombres y 13 mujeres. 2 sin federar y 45

federados, de los cuales 12 poseían la licencia A

10.- SIERRA DE BEJAR EL Club programó la salida a la Sierra de Béjar para el fin de semana del 12 al 13 de marzo de 2011, con el objetivo de ascender a las cumbres más elevadas del cordal: el Calvitero, la Ceja y el Torreón. Inicialmente contó con 58 personas inscritas, aunque por enfermedad tres personas se dieron de baja en el último momento. El alojamiento se contrató en el albergue Llano Alto, gestionado por la Comunidad de Castilla y León, que se encuentra situado en la carretera del Castañar, en las afueras de Béjar, muy próximo al pueblo de Candelario. Se trata de un albergue de grandes dimensiones, con una capacidad de 140 plazas repartidas en habitaciones de 2, de 3 y de 6 plazas. Las habitaciones son muy amplias y funcionales, con una calefacción generosa y bastantes servicios. El aspecto menos destacable es la cena, poco elaborada, con sopas de sobre y fritos como ingredientes principales. Se compartió el edificio con diversos grupos de colegiales. Los participantes fueron llegando al albergue en sus propios vehículos durante la tarde del viernes, como la distancia desde Madrid no es excesivamente larga (216 km), casi todos los participantes pudieron llegar antes de la hora de la cena. Sábado 12 de marzo El sábado 12, una vez tomado el desayuno a las 8:15, el grupo se puso en marcha con destino al pueblo de Candelario desde donde se tomó la carretera con dirección a la plataforma superior de Béjar, inicio de la marcha. Previamente se dejaron dos vehículos en la plataforma inferior, donde se encuentra el hotel “El Travieso”, ya que era allí donde terminaba la marcha circular prevista. La marcha dio comienzo a las 10:15 en esta plataforma superior, a una altura de 1.900 m, donde empieza la senda que dicho día se encontraba cubierta por la nieve desde el mismo comienzo. El sendero tiene una pendiente pronunciada y constante hasta alcanzar el cordal a una altura de 2.300 m, después y tras unos 45 minutos de marcha prácticamente horizontal se alcanzó el pico que cuenta con un monolito con una imagen de la Virgen. Existe una confusión con el nombre del pico, para mucha gente este es el Calvitero, mientras que en los mapas este nombre se da también al Torreón.


La travesía estuvo acompañada por una niebla constante que no permitía ver más allá de 30 metros. El terreno combinaba partes de nieve helada con depósitos de nieve en polvo venteada. La temperatura no era excesivamente fría (0º), sin embargo la sensación térmica era muy inferior a causa del viento. Después de reagruparse y descansar, con la excepción de un grupo de 12 personas que decidió retornar a la plataforma, el resto de los participantes se puso en marcha de nuevo para alcanzar el Canchal de la Ceja, con 2.428m.

Desde el pico La Ceja, la ruta prevista preveía llegar a la Portilla de las Agujas (2.342 m) para bajar al Circo de Hoyamoros. Sin embargo quedó claro que la ruta que pretendíamos seguir y de la que disponíamos del correspondiente track de GPS, correspondía a una marcha hecha seguramente en verano ya que descendía por una canal nevada de aproximadamente 40º - 50º de inclinación. En este punto la mayor

parte de los participantes tomó la decisión de volver a la plataforma por el mismo camino, menos un grupo de 21 personas que decidió continuar por el cordal para llegar al pico Torreón ya que desde dicho pico el mapa mostraba la posibilidad de descender mediante unas lomas de pendiente suave. En la subida al Torreón se atravesó el paso del Diablo, que cuenta con una cadena y que en esa fecha estaba cubierto por la nieve aunque la cadena era accesible. El Torreón con 2.401 m es el pico más alto de Ávila y Cáceres. Siguiendo con el plan previsto, y después de reagruparse en el vértice del pico, el grupo tomó el cordal en dirección suroeste que baja suavemente hasta el collado de La Nijarra a 2.200 m, desde donde se tomó un sendero en dirección norte, que deja a la derecha el pico de Los Hermanitos y pasa junto al refugio de Hoya Cuevas a 1900 m. Desde ahí el camino llega a unas charcas alimentadas por el arroyo Cuerpo de Hombre que se atravesó mediante unas piedras dispuestas a este fin. En


un momento aparecieron marcas de “PR” en el camino y terminó por confluir en una pista forestal que desciende suavemente mediante varias revueltas. La pista termina en una vaguada a 200 m del hotel El Travieso, al que hubo que subir a través de un cortafuego muy empinado. Finalmente el grupo llegó a la plataforma inferior (hotel El Travieso) a las 19:30 h y mediante los dos coches que se habían dejado allí los conductores pudieron subir a la plataforma superior para recoger el resto de los vehículos. Se llegó al albergue con el tiempo justo para disfrutar de la suculenta cena.

Vertiente norte de la sierra.

Camino del Torreón

Bajando por el paso del Diablo Cumbre del Torreón


Camino de bajada hacia el refugio de Hoya Cuevas

Desagüe del rio Cuerpo de Hombre

Por la pista forestal camino de la plataforma inferior.


Domingo 13 de marzo El domingo amaneció con niebla y lluvias débiles y unas previsiones de empeoramiento a partir del mediodía, por lo que parte del grupo decidió volver a Madrid o dedicar la mañana a hacer turismo por la zona (Hervás), sin embargo un grupo de 15 personas decidió subir a la Peña Negra. Esta marcha comienza en el Puerto del Tremedal a 1.633 m de altitud, a donde se llegó en medio de la niebla y lluvia. Después de ponerse todo el equipo de lluvia para protegerse lo mejor posible del aguanieve y la ventisca se dio inicio a la marcha. La marcha hasta Peña Negra (2.129 m) no presenta mayores dificultades, sigue en su comienzo la traza de una valla, en algunos tramos de piedra y en otros de alambre, hasta un punto en el que hay que abandonarla para emprender la subida. El grupo llevaba el track cargado en el GPS pues ya se contemplaba esta posibilidad para el domingo, dadas las malas predicciones meteorológicas, por ser fácil y no muy larga, unas 4 h en total. La valla se cruzó por una puerta abierta en la misma, y a continuación se remontó en suave ascenso por una senda amplia y bien trazada. El paisaje de la zona es alomado, con algunas piedras de gran tamaño, que evocan esculturas al aire libre. La valla se vuelve a cruzar un par de veces hasta abandonar la senda. Después el grupo se dirigió a la derecha, siguiendo el track del GPS y algunos hitos ocasionales, hasta llegar a unas campas cubiertas por una débil capa de nieve, donde pastaban algunos caballos. A partir de aquí se debe extremar la atención para no equivocar la dirección, a veces el camino sigue una senda, pero otras hay que continuar campo a través, procurando no perder los hitos, entre piornos, piedras y nieve. Según se sube vieron algunos montículos que supusieron eran la Peña de Garcí Sánchez y las Peñas Negrillas. Tras pasarlas se alcanzó el cordal, donde la ventisca se intensificó, convirtiéndose entonces el avance en algo penoso. En ese momento y gracias al GPS se sabía que la Peña Negra estaba en unos 500 m a la izquierda, de otra manera no hubiera quedado otra opción que bajarse, pues la niebla impedía ver nada alrededor. Tras unos minutos, se llegó a la base de la Peña Negra, especie de amontonamiento de piedras, cubiertas de hielo y nieve. En ese momento nos dio la impresión de que por esta vertiente es factible subir en verano. Dudamos de si volvernos, pero ya los más atrevidos continuaron bordeando el montículo en busca de algún resguardo donde parar a reponer fuerzas. Después de rodear la Peña con el viento de cara y nieve, llegamos a una pared sólo accesible con técnicas de escalada. Al final, terminamos donde se abren los cortados hacia el valle de la Laguna del Hornillo que estaba cubierta de nieve. Las canales por donde pensábamos haber subido en caso de buen tiempo quedaban a nuestra izquierda, son fáciles en su comienzo, pero empinadas al final, con cornisa, pero hay una loma más a la derecha, también cubierta de nieve, por donde se


podría haber subido sin dificultad. Entre las rocas de la Peña y los cortados, hay una especie de techado, formado por el desprendimiento de piedras, a modo de cueva, donde nos protegimos para comer algo y asomarnos al abismo. Echamos algunas fotos y nos quedamos con ganas de explorar ese circo tan agreste como aislado. Se regresó por donde se había subido, para alcanzar el Puerto del Tremedal sobre las 15,15h. En total, la marcha nos llevó 4,30 h.

Puerto del Tremedal

Inicio de la senda desde el Puerto

La misma senda antes del inicio de la subida


Inicio de la subida

Laguna del Hornillo desde Peña Negra


Bajada desde Peña Negra Fotos de J. Perea Y J. Trias.

12.- “CUERDA LARGA”

La “Cuerda Larga” es uno de los principales ramales de la Sierra de Guadarrama (Sistema Central). Sobre el mapa veremos que se extiende de oeste-suroeste a este-noreste dentro del noroeste de la Comunidad de Madrid y tiene una longitud de 16 km en línea recta, lo que en la práctica se traduce en 17-18Km. reales, una vez se van sorteando los distintos puntos en altura que nos vamos encontrando.

Esta ruta es una de las más importantes del Sistema Central, no solo por su longitud (de ahí su nombre) y los distintos desniveles que se van realizando mientras se avanza, sino por su elevado atractivo entre los distintos clubes y montañeros de Madrid que la han convertido en una clásica de nuestra sierra. Sin ir más lejos, el Grupo Pegaso la realizó anteriormente de noche, y nos pudimos encontrar numerosos grupos que la recorrían en un sentido y en otro hasta el amanecer. En Madrid capital podemos ver la importancia que se le da a este cordal, y nos encontramos en el barrio de Vallecas con una calle dedicada cuyo nombre es: Calle de “La Sierra de Cuerda Larga”.

En esta ocasión tuvimos que contratar dos autobuses, dada la gran demanda de apuntes que tuvimos durante el tiempo que estuvo anunciada la salida en nuestra web.


Una vez en el aparcamiento del Pto. de Navacerrada, iniciamos la marcha a una hora cercana a las 10:00, y nos dispusimos a la subida al Alto de Guarramillas (2.265m.), comúnmente conocido como “Bola del mundo”, con sus inconfundibles y horrorosas antenas del repetidor de señal de radio y TV instalado en su cumbre, las cuales se pueden ver en un día claro incluso desde Madrid.

Pese a las altas temperaturas de estos días cercanos a la primavera (no en vano al día siguiente a la excursión entraba esta estación), la última nevada se realizó el miércoles anterior, y todavía quedaba buena parte de la nieve caída. El inició nos dejó a las claras que en la sierra por la noche bajan mucho las temperaturas sea la estación que sea, y la nieve se encontraba dura,

encontrando incluso algunas placas de hielo en el sendero de subida.

Como es habitual en estos casos de tanta gente subiendo al mismo sitio, el grupo se estira dando lugar a una distancia considerable entre el primero y el último. Una vez en el alto, las condiciones del suelo hicieron que varios de los participantes se calzaran los crampones, aunque la mayoría no los usó en todo el recorrido, pero sí que es verdad que tampoco estorbaron a quienes los utilizaron, pues algunas zonas exigían un mayor cuidado al andar.

Una vez alcanzada la cuerda saliendo de la Bola del Mundo, se llega fácil al Cerro de Valdemartín (2.283m.), donde una vez reponiendo fuerzas y con un rápido refrigerio empezamos a bajar al gran collado entre el cerro y la primera subida importante después de la Bola, que es la subida a la primera Cabeza de Hierro, la Menor de 2.374m., donde la nieve ya iba decantándose a lo que nos íbamos a encontrar durante todo el recorrido según iba haciendo mella en ella las altas temperaturas.


Desde la Cabeza Menor subimos al punto más alto de toda la cuerda, la Cabeza de Hierro Mayor (2.383m.), siendo el segundo pico más alto de la Sierra de Guadarrama y de la Comunidad de Madrid. Las vistas desde allí en un día claro y soleado como el que tuvimos la suerte de disfrutar son impresionantes.

Calculando la hora, la mayoría decidió comer en Asómate de Hoyos (2.242m.), otro de los puntos altos que encontraremos en nuestro recorrido. Mientras unos acababan la comida y continuaban la marcha, otros iban llegando y se ponían a realizar lo propio.

La nieve ya descompuesta, hacía que la progresión en las horas de la tarde se tornara dificultosa, pues había grandes zonas donde todavía quedaba una cantidad importante y te hundías hasta la rodilla. En estas estamos cuando vamos avanzando al penúltimo pico (último para algunos participantes), la llamada Loma de Bailanderos (2.133m.), desde donde se divisa la impresionante formación rocosa de La Pedriza. Una vez resuelta y bajando al collado siguiente, encontramos un sendero que se dirige por la izquierda bajando hacia el puerto, evitando subir a los que se encuentran más justos de fuerzas hacia La Najarra (2.108m.), altura final de la Cuerda Larga, desde la cual en línea casi recta y en empinada bajada, nos sitúa en el aparcamiento del Puerto de La Morcuera (1.796m.).

Sin mayor novedad que la de alguna persona más cansada de lo normal, posiblemente por las altas temperaturas que padecimos en esta época del año, los dos autobuses partieron puntualmente a la hora señalada hacia Madrid.

La participación del Grupo de Montaña Pegaso en esta actividad fue de 88 excursionistas, 23 de ellos no federados.

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