diversos aspectos de la vida tradi- cional de un pueblo. Ya sea en la vivienda. en la indumentaria o la comida: la medicina hierbatera. las fiestas religiosas y sus creencias. las costumbres. el habla, las suucrsti. ciones, la artesania u otras manites- taciows. Este iesorode conocimien- tos que ha permitido que un pueblo viva y deja una memoria de ello, s610 tiene como vehiculo de tnns- misi6n la humildad de la palabra dicha.

Durante un extenso perfodo de nuestra historia. e l tolklore ocupaba casi la totalidad del espacio de !o que mdría llamarse cultura popular. E l costumbrismo. en su expresion md<vital (la comida, la \Rstimt*ta y el hablá) difundir4 por la ciudad la "cultura dominante del hueso", figura hasta nvMros dras del con- servadurismo chileno. Por otra parte, quizás desde el gobierno de Jo6 Joaqufn Pérer. con el comien.

I 20 de la. emigraci6n del campo a la ~ ciudad. en biisca de mejores condi. i ciones de vida. se empieza a desin- tegrar la unidad cultural productora que residía en el campesinado

E l impacto de la ciudad, la inci. piente~ industria y los campamentos

reflejad el choqw brutal de las Mxesidades de mantener Is PO- ridad del hogar con un ajo colgado detrás de la puerta. o por la asocia- ci6n sindical para obtener un justo salario, necesidad de la fuerza obrera y de sus familias para seguir desarrollando la vida.

Esta contradicci6n. y muchas otras. serán vete importantisima para el desarrollo del 'arte popular'. Una indagaci6n emotiva y profunda de ere estado de vida se enamtra en máximas expresiones musicales, en la composici6n temdtica de Violeta Parra o Victor Jara. En -te punto, el folklore reduce w campo de acci6n a la mar.tenci6n de lo tradicional campesino. en tanto el arte popular sobrepasa la oralidad y en la ciudad, se une a los movimientos ilustradoí del arm y literatura en un afán de dar un vuelco social para esta rociedsd destructora de toda esperanra hu- mana rnn L I nrtn nnnitlñr se dan IR

moms red de consumo. Es la iguaia- ci6n masiva a t r h de la compra. La imagen de un Renault Fuego está destinado a hacer soñar a un escolar de Renca. a un allegado, a un chorem o a una dueña de casa. y a multiplicar las imágenes de con- sumo; porque nadie va a manejar un Renault Fuego con sandalias condorito.

Es la cultura de masas, porque hoy. les masas sJn las protqonis-

. tas de la historia aunqua no las productares de su discurso. Las convenciones artísticas las sigue dando la clase domlnante, de acuerdo a sus minoritarios pero rentables intereses. haciendo una ficci6n de lo popular al reproducir obietos en serie y ponerlos " fk i l - mente" al alcance de b mano.

¿En g d QO piensa cuando se fabrican poleras con un fabuloso estampado que dice OXFORD UNIVERSITY a $2W? lOué piensa tin trahaiñdnr cuandn M a su traba. ...-..-. --..-.-..- r_r - --- -- - ~~~ ~

mano. el hombre social y el hombre individual. barata p o l e

Sin embargo. el dem-rollo ina- cional del capitalismo mundial y w repercusi6n en sus patios de escoria, nos pone al frente de un n m fen6meno del arte. Es la saturaci6n del espacio urbano de medios de

io Minimo vertido con esa linda Y

t

y .I qw no, M) sw.

M.T.

-

!ta?

s me

/' aQUI TE

orge

IO tiene edad porque ella es la nube mpre va a volver a mirarse en el río. vivirá en m i sin que yo me dé cuenta in guijarro blanco brilla al fondo de un pozo.

LoItaro, Mano de 1972. ---L

llora COG la reja de fErro I sombreada de árboles que han perdido sus nombres i

a /

t

con los árboles cuya sombra busca en vano un caballo perdido con el caballo del emisario muerto en una zanja con lazan'ja donde el vagabundo sueña con el embarcadero con el embarcadero

I I ,

donde un anciano da laekpalda al mur ' 1 I con eimar \\ '<; .. . *

del tRgo, a SLI destreza al b

ora podrida Pero el tren m , - . . . . .. .

V

UN TAXI MAS v /*y a los amigos dominicales de "La Fam

u n taxi más. Vanidad de vanidades. uf Un taxi más. Belvederes de espuma. Sangre de narices y no hay gin f u z mañana. El cielo se persigna Palais Royal galopa

I

El ';Qudax" ha cerrado. Ha perdido el Green Cross.: I

porque al sueño lo invaden las hierbas venenosas.

' Un taxi más. My love is far away.

Un, taxi más. No hay vagos en los parques

T i - tnvi m A r T n l r n n r i n a r nanin

Un taxi más. Antes que en las comisarías te sorprendan los rosados dedos'de la aurora No has sido ni ser& el joven de la película Plaza Egaña here I am, sin un techo amm'llo.

I I

. .I

E s t o de la prost

Esto de encender

Esto de caminar

Esto a

oche.

'"3ICCICCPC ?CfYlfiS" A U T C 7 : A L V A R T SUIZ. SAilTIAGT - C H I L E .

S 5. C ti , !?EG I C PIAL INFC REA, (Domingo G4 d e Yunio d e 1989), R i l e s d e p e r s o n a s d i e r c n v i d a a l a c t o p o l í t i c o - c u l t u r a l d e n o m i n a d o " V I - V A LA SE?!TE'", en el E s t a d i o S a n t a L a u r a d e S a n t i a g o d e C h i l e . E l p r i m e r t u r n o l o t u v o l a b a r r a b l a n c a , s f m b o l o de l a i n t e g r a c i ó n L a t l -

1 n o a r n e r i c a p a , Q u e recr0.o 107 - r o s t r o s d o a l a u n o s r e n r e s e n t a t i v o s d e nues-