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Un mundo en efervescencia Han pasado 40 años de aquel 1968 que fue trascendente en la historia del siglo XX; fue el año en que los jóvenes quisieron cambiar la historia y sacudieron la sociedad. No fue sólo la revolución juvenil del Mayo Francés, con sus sueños de libertad y utopías de un mundo mejor... Fue también un año de cambios para la Iglesia. El revolucionario año 1968 fue el resultado de una serie de hechos que pautaron un cambio de época: los asesinatos de Luther King y Robert Kennedy en Estados Unidos, la llamada "Primavera de Praga" y la invasión de 200 mil soldados y 5 mil tanques rusos, la ofensiva del Tet en Vietnam y la masacre de My Lai, la revuelta con barricadas de 40 mil estudiantes en el barrio Latino de París contra 20 mil policías, la masacre de Tlatelolco (Ciudad de México) cuando se abrió fuego sobre 15 mil estudiantes y trabajadores, las reivindicaciones de los movimientos estudiantiles en las principales Universidades del mundo, desde Milán a Berlín, desde Bolonia a Río de Janeiro. En Argentina se dio el famoso "Cordobazo", que fue el comienzo de la caída del General Onganía. A nivel de Iglesia moría ese año en Tailandia Thomas Merton, monje trapense y escritor de 80 libros, defensor del movimiento pacifista y de los derechos civiles de los negros, promotor del diálogo con las religiones asiáticas. En Upsala (Suecia) se realizaba la histórica Asamblea del Consejo Ecuménico de las Iglesias donde por primera vez participaba una delegación de la Iglesia Católica. Pablo VI publicaba la encíclica "Humanae Vitae" (= de la vida humana) en la que hacía una apasionada defensa de la vida y condenaba el control artificial de la natalidad provocando fuertes debates dentro y fuera de la Iglesia. En Argentina surgía el Movimiento de los Curas para el Tercer Mundo, y 800 sacerdotes latinoamericanos enviaban una carta a los obispos de América Latina poco antes del encuentro de Medellín donde denunciaban la violencia del hambre, del desamparo, de la opresión y de las estructuras de poder. En Uruguay era asesinado el estudiante y militante comunista, Liber Arce, a cuyo sepelio concurrió el arzobispo Carlos Parteli... Pero el acontecimiento más relevante para la Iglesia en América Latina fue sin duda laConferencia de Medellín (Colombia) donde

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Un mundoen efervescencia

Han pasado 40 aos de aquel 1968 que fue trascendente en la historia del siglo XX; fue el ao en que los jvenes quisieron cambiar la historia y sacudieron la sociedad. No fue slo la revolucin juvenil del Mayo Francs, con sus sueos de libertad y utopas de un mundo mejor... Fue tambin un ao de cambios para la Iglesia.El revolucionario ao 1968 fue el resultado de una serie de hechos que pautaron un cambio de poca: losasesinatos de Luther King y Robert Kennedyen Estados Unidos, la llamada"Primavera de Praga"y la invasin de 200 mil soldados y 5 mil tanques rusos, la ofensiva del Tet en Vietnam y la masacre de My Lai, la revuelta con barricadas de 40 mil estudiantes en el barrio Latino de Pars contra 20 mil policas, la masacre de Tlatelolco (Ciudad de Mxico) cuando se abri fuego sobre 15 mil estudiantes y trabajadores, las reivindicaciones de los movimientos estudiantiles en las principales Universidades del mundo, desde Miln a Berln, desde Bolonia a Ro de Janeiro. En Argentina se dio el famoso"Cordobazo",que fue el comienzo de la cada del General Ongana.A nivel de Iglesia mora ese ao en TailandiaThomas Merton,monje trapense y escritor de 80 libros, defensor delmovimiento pacifistay de los derechos civiles de los negros, promotor del dilogo con las religiones asiticas. EnUpsala(Suecia) se realizaba la histrica Asamblea del Consejo Ecumnico de las Iglesias donde por primera vez participaba una delegacin de la Iglesia Catlica.Pablo VIpublicaba la encclica"Humanae Vitae"(= de la vida humana) en la que haca una apasionada defensa de la vida y condenaba el control artificial de la natalidad provocando fuertes debates dentro y fuera de la Iglesia. En Argentina surga el Movimiento de losCuras para el Tercer Mundo,y 800 sacerdotes latinoamericanos enviaban una carta a los obispos de Amrica Latina poco antes del encuentro de Medelln donde denunciaban la violencia del hambre, del desamparo, de la opresin y de las estructuras de poder. En Uruguay era asesinado el estudiante y militante comunista,Liber Arce,a cuyo sepelio concurri el arzobispoCarlos Parteli...Pero el acontecimiento ms relevante para la Iglesia en Amrica Latina fue sin duda laConferencia de Medelln(Colombia) donde concurrieron 145 obispos en representacin de las Iglesias de todo el continente y que se realiz del 26 de agosto al 7 de setiembre. En Amrica Latina se haba recibido con entusiasmo la renovacin teolgica y pastoral del Concilio, pero se vea que haba aqu otras urgencias pastorales. El obispo chilenoManuel Larrain,en aquel entonces presidente del Celam, y el obispo brasileoHelder Cmara,apoyados por Pablo VI que inaugur la Asamblea, fueron los que ms impulsaron la idea de"aterrizar" el Concilio en Amrica Latina.Queran construir una Iglesia de rostro latinoamericano y no seguir siendo una copia de las Iglesias europeas, encarando una respuesta conjunta a los grandes problemas del continente. Sobre la Asamblea de Medelln presentamos un extracto de un artculo del telogo uruguayoRichard Arce(publicado en"Un lugar en el mundo", mayo de 2008).

Medelln, la recepcindel Concilio en Amrica LatinaMedelln es la interpretacin del mensaje conciliar considerado desde las latitudes de Amrica Latina. Pero Medelln no surge espontneamente, de la nada. El mismo Concilio es ya una preparacin a la Conferencia Episcopal (en el transcurso del Concilio hubo tres asambleas del CELAM en la ciudad de Roma, preparando la futura reu-nin, adems de la experiencia del "grupo de la Iglesia de los pobres" en el Concilio, en la que participaron muchos obispos latinoamericanos y algunos uruguayos como el siempre bien recordadoMarcelo Mendiharat. Adems, est la anterior Conferencia Episcopal, en Ro de Janeiro (en 1955) y la fundacin del CELAM (1958), que prepara el terreno para el clima de camaradera y conocimiento mutuo entre nuestros obispos que luego se notar en la Conferencia que nos ocupa. Sin profundizar, menciono otras instancias anteriores an: las experiencias del siglo XVI de franciscanos primero y jesuitas luego; gigantes como Santo Toribio de Mogrovejo, o fray Bartolom de las Casas; los snodos en el siglo XVI en Mxico (1585) y en Lima (1582); el Primer Concilio Plenario Latinoamericano realizado en Roma (1899), en el cual tiene un papel de preponderancia mons.Mariano Soler.Somosuna Iglesia con historia e identidad propia,que busca decir con su voz lo que de Dios va descubriendo.Medelln nace entonces con un trasfondo histrico importante y es vivido como una continuacin del Concilio en tierras latinoamericanas, tanto que algunos lo llamaron"el pequeo Concilio de Medelln".Sin embargo, el ambiente social y eclesial no era exactamente el mismo del Concilio. El clima previo a la Asamblea de obispos era de tensin (social y eclesialmente hablando), haba sospechas de manipulacin de documentos (un documento-base que, siendo de circulacin interna, se "filtr" a la prensa antes de la conferencia), de manipulacin de la presencia de Pablo VI en Colombia (ver recuadro). Tambin hay que recordar la influencia del Mayo del 68 en Francia, que, luego de Medelln, se fue traduciendo en nuestras tierras de diversos modos: hay crecimiento de la conciencia de opresin de las clases obreras y crecimiento de una conciencia latinoamericana cada vez ms fuerte en los pases de la regin, por otra parte la violencia iba ganando terreno. Estaba instaurada la pregunta acerca de la postura de la fe ante la violencia.En medio de tantos desafos, los obispos se preguntan sobre el cambio. Ya en el ttulo que proponen para el conjunto de documentos se trasluce esta preocupacin:"La Iglesia en la actual transformacin de Amrica Latina a la luz del Concilio Vaticano II".La Iglesia se pregunta acerca de su misin en esta coyuntura y responde hacindose eco de reivindicaciones que sonaban parecidas a las que haca un tiempo levantaba la izquierda latinoamericana.

Agregando a "desarrollo" e "integracin" el concepto de "liberacin", optan por un lenguaje que propone a la Iglesia como parte de Amrica Latina y a Amrica Latina como zona del mundo subdesarrollado con una palabra de esperanza, justicia, paz y liberacin trada del evangelio de Jesucristo.

El Concilio haba intentado una respuesta al hombre europeo moderno, que se preguntaba acerca del sentido de la vida y sus desafos. En Amrica Latina la pregunta no era sobre el sentido de la vida sino sobre algo anterior an: la vida misma. Ella era la que estaba en juego y a la Iglesia le duelen tantas muertes tempranas ocasionadas por la pobreza, la explotacin y la violencia. La pregunta de Medelln es acerca de la vida del hombre pobre latinoamericano.

Por ah pasar el aggiornamento que plantea Medelln. Por lo que luego se llamar"opcin por los pobres"(expresin que, si bien puede poner su punto de partida en Medelln, no aparece nunca en el texto de sus documentos) y tambin por una nueva experiencia que comienza desde Brasil y se extiende con fuerza por toda Amrica Latina: lasComunidades Eclesiales de Base.El Concilio se traduce desde estos dos fuertes acentos que, sin exagerar, aparecen como rasgos caractersticos de la Iglesia latinoamericana: los pobres y las CEBs. Opciones que en cada pas de nuestro continente irn tomando diferentes formas, segn las caractersticas culturales y los desafos de cada regin.Un elemento ms que no se puede dejar de mencionar en este resumen es el referido almtodocon que se estructur la reunin de obispos y los diecisis documentos resultantes: elver-juzgar- actuar.Es un modo de entender la vida de fe y el sentido de esa fe para la vida. En el caminar de la Conferencia Episcopal, en Santo Domingo (1992) pareci adoptarse como mtodo una propuesta diferente en la estructuracin de su documento final. Muchos han visto con alegra y renovada esperanza la opcin que Aparecida (2007) hizo al retomar el mtodo propio de la pastoral y de la teologa latinoamericana. Se restableci as el nexo histrico con las anteriores conferencias y, sobre todo, con su prctica teolgica y pastoral.

Desde esta experiencia renovada en Aparecida, podemos afirmar que Medelln nos sigue diciendo hoy que lo fundamental esseguir atentos a la realidadque nos circunda y llegar a ella buscando los signos de los tiempos. Eso es lo que el evangelio y la pastoralidad del Concilio nos exigen y lo que los obispos latinoamericanos nos confirmaron en su ltima reunin.

Cartaal Hermano Pablo

En una carta al papa Pablo VI, los trabajadores colombianos expresaron la sensibilidad de los obreros en aquellos tiempos.Dice parte de la carta:"Hay ocultas fuerzas polticas, financieras, intelectuales, culturales y eclesisticas que quieren aprovechar tu presencia y tu visita, para que les des un espaldarazo a todos sus abusos, sus privilegios, sus crmenes contra los pobres y contra los pueblos. (...)No esperamos que t, en Bogot, nos digas cmo tenemos que hacer la revolucin, porque esto corresponde a nuestra responsabilidad e iniciativa. Pero s, todos esperamos, hermano Pablo, que como en un nuevo Pentecosts, t nos posesiones con el fuego del espritu y del amor, t nos alientes y nos animes. (...)Finalmente, hermano Pablo, nos quedamos con la gran duda: la Iglesia dar el gran salto para cambiar de eje histrico? Hasta ahora el eje histrico y la "base social" sobre la cual se ha venido apoyando la Iglesia en Amrica Latina han sido las clases poderosas".