Maternidad forzada

3
Con rigor las cortinas se cerraron una tras una, La luz naranja de su ahora reino desapareció en un susurro por la habitación. La función estaba por comenzar. Balam afianzo los últimos detalles con las sirvientas. ––Bien Majestad–– Volteo hacia ella. Su ya experta y cansado mirar la observo atenta queriendo encontrar una duda en el brillo de sus ojos verdes, que pudiera tomar como punto de apoyo para retroceder en tan pronunciado disparate. “Es una completa locura” había pensado la anciana por primera vez igual que el tirano rey, pero el corazón de la benevolente reina era su mejor escudo y su esencia noble su mayor coraje, el cual la hizo convencerse de que acoger al pequeño niño era una obra justa y más cuando ellos no podrían tener uno propio. Al parecer no hasta el momento. La reina guardo silencio. Sus dedos temblorosos dieron un rápido jalón a la manta que cubrió el gran espejo frente a ella. Necesitaba encontrarse a ella misma, estar completamente segura de que lo que haría sería un riesgo aceptable de afrontar. Necesitaba contemplarse en el espejo por completo y retar al reflejo de atreverse a mostrarle cualquier miedo en sus ojos para así arrancárselo de una vez. Nada lograría hacer titubear su decisión porque por primera vez en su vida sentía algo tan nuevo, como suyo, enteramente suyo. La decisión estaba totalmente bajo su potestad. No era fácil y mucho menos cuando Luzbel había puesto el grito en el cielo y al no poder objetar su pedido ni desvalorar la amenaza que había dado por hacerlo sola, opto de la manera más inteligente y pérfida por dejarla a cargo, Sabiendo que si su mentira se descubría no podría lidiar con el cargo de conciencia por arriesgar la vida del Demonio a cambio de un capricho. Pero Shiatar no era un capricho. “Shiatar es mi hijo” Meredith se examinó con paciencia. Deslizo sus manos por su rostro ligeramente pálido y quiso verlo aún más blanco y decadente, pero no se inmuto, aunque no había tiempo para eso decidió bajar hasta su cuerpo: sus pechos bajo la blanca seda del escote se veían aún muy firmes como para poder disimular un parto, sus manos se deslizaron hasta su plano vientre y como nunca deseo haber podido preparar su cuerpo a tiempo.

description

:)

Transcript of Maternidad forzada

Con rigor las cortinas se cerraron una tras una, La luz naranja de su ahora reino desapareci en un susurro por la habitacin. La funcin estaba por comenzar.Balam afianzo los ltimos detalles con las sirvientas. Bien Majestad Volteo hacia ella. Su ya experta y cansado mirar la observo atenta queriendo encontrar una duda en el brillo de sus ojos verdes, que pudiera tomar como punto de apoyo para retroceder en tan pronunciado disparate.Es una completa locura haba pensado la anciana por primera vez igual que el tirano rey, pero el corazn de la benevolente reina era su mejor escudo y su esencia noble su mayor coraje, el cual la hizo convencerse de que acoger al pequeo nio era una obra justa y ms cuando ellos no podran tener uno propio. Al parecer no hasta el momento.La reina guardo silencio. Sus dedos temblorosos dieron un rpido jaln a la manta que cubri el gran espejo frente a ella. Necesitaba encontrarse a ella misma, estar completamente segura de que lo que hara sera un riesgo aceptable de afrontar. Necesitaba contemplarse en el espejo por completo y retar al reflejo de atreverse a mostrarle cualquier miedo en sus ojos para as arrancrselo de una vez. Nada lograra hacer titubear su decisin porque por primera vez en su vida senta algo tan nuevo, como suyo, enteramente suyo. La decisin estaba totalmente bajo su potestad. No era fcil y mucho menos cuando Luzbel haba puesto el grito en el cielo y al no poder objetar su pedido ni desvalorar la amenaza que haba dado por hacerlo sola, opto de la manera ms inteligente y prfida por dejarla a cargo, Sabiendo que si su mentira se descubra no podra lidiar con el cargo de conciencia por arriesgar la vida del Demonio a cambio de un capricho.Pero Shiatar no era un capricho. Shiatar es mi hijo Meredith se examin con paciencia. Deslizo sus manos por su rostro ligeramente plido y quiso verlo an ms blanco y decadente, pero no se inmuto, aunque no haba tiempo para eso decidi bajar hasta su cuerpo: sus pechos bajo la blanca seda del escote se vean an muy firmes como para poder disimular un parto, sus manos se deslizaron hasta su plano vientre y como nunca deseo haber podido preparar su cuerpo a tiempo. Cerr los ojos con pesar, luego los abri an ms decidida a que los obstculos no la amedrentaran. Volteo rpidamente y busco en toda la habitacin hasta que sus ojos se toparon con el borde de su cama, camino hacia ella y rpidamente cogi la bata antes de comenzar a desabrochar su vestido. Esta decidida?Claro que dudaba. Meredith asinti espaldas a ella mientras se desvesta para que no observara su miedo. Al igual que la ya anciana mujer. Ella saba lo peligrosa que era armar tan ridculo mentira, pero confiada de lo trabajado que estaban todos los puntos giro con titnica conviccin dando la orden para comenzar.Traigan las toallas, agua caliente y todo lo que se necesite. las dos sirvientas seguidas por la tercera ms anciana asintieron. Las jvenes corrieron a obedecer mientras que la ms experta fue detenida por la reina. Balam, por favor confi en tiLa mujer de cabellos blancos asinti. No estaba segura de que todo saldra a la perfeccin, pero en nombre de la reina y lo buena que haba sido con ella prefiri pensar que s. Hare lo posible. Su respuesta no la convenci. La reina nuevamente la detuvo, esta vez la tomo del brazo con ms fuerza y su mirada blanda cambio a una penetrante Balam recuerda que estoy a cargo y puedo mandar a matarte con solo tronar los dedos. Ella pauso haciendo su mirada ms perversa y su voz severa. Meredith arqueo las cejas enfatizando lo enserio que hablaba. No me obligues a usar mi poder. La garganta se le seco. Aunque quisiera no podra decirle que no. Su mirar le estremeci hasta las entraas. Si Su majestad Balam bajo la cabeza en una reverencia y cuando la reina deshizo su agarre sobre su brazo sali prcticamente huyendo de su enjuiciante mirada. No pudo concluir ms que la reina estaba desesperada. Y aquella desesperacin solo poda provena del legtimo amor de madre. Una sonrisa adorno sus arrugados labios, sin duda la reina era ms madre que mujer. Bajando las escaleras, sali de sus pensamientos abruptamente con el barullo y el continuo movimiento de tantos sujetos dentro del palacio. Quiso por un momento expulsar a tanta plebe por invadir el castillo sin permiso, sin embargo con ver sus vestimentas desisti de no hacerlo. La clase ms beneficiada de los demonios estaba presente en un solo ambiente, riendo cmodamente fingidos, compartiendo bocadillos con increble tranquilidad y novedad. Empez a preocuparse de repente. Vaya, vaya! Brindemos por el nuevo heredero de las tinieblas El arrogante general de barba copiosa y prominente gordura carcajeo toscamente haciendo retumbar las paredes con su ronca voz mientras alzaba una copa de vino sobre todos y era seguido por sus compaeros en una largo brindis.Y por la hermosa reina Meredith. el sujeto de mirada lasciva enfoco el ladino brillo de sus ojos al segundo piso. Se sujet del barandal examinado la escena. No lo entendi al principio, pero apenas reconoci la figura de luzbel refugiado entre la sombra de una esquina, alejado de tanto sus ministros, como soldados de ms alto rango, comprendi que el tambin ya haba hecho parte del trato en anunciar el falso nacimiento. Solo nos queda examinar al nio y corroborar que ser un digno sucesor. No queremos un nuevo rey dbil, verdad?No por eso, su eterno ceo fruncido cambiaba. Al igual que ella ambos concordaban en que era una estupidez.Luzbel sinti sus ojos sobre l y giro a observarla, despus de unos breves segundos Balam entendi que era momento de actuar. Suspir hondo y seco la frente antes de comenzar.Su majestad, Su majestad! La mujer bajo rpidamente por las escaleras levantando el borde de su vestido., Todos giraron a verla expectante de noticias