Martini, Carlo María - El Dios Viviente

download Martini, Carlo María - El Dios Viviente

of 73

Transcript of Martini, Carlo María - El Dios Viviente

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    1/73

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    2/73

    EL DIOS VIVIENTE

    REFLEXIONES SOBRE

    E L

    PROFETA

    ELAS

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    3/73

    CarioMaraMartini

    E L D I O S V I V I E N T E

    REFLEXIONESSOBRE ELPROFETAELAS

    EPICEPS

    MXICO SANT O DOM I NGO

    VAL E NCI A

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    4/73

    ILDIO VIVENTE

    Riflessioni sul

    profeta

    Elia

    EDEIONI PIEM M E

    S.p.A.

    Vi a

    de l

    Carmine

    5

    1 50 3 3 CAS AL E MONF E RRAT O (AL )Italia

    Traducidoalespaol

    por Vicente Gilabett Costa

    P R I N T E D I N SPAIN

    I.S.B.N.: 84- 7050- 398- 7

    DepstoLegal:

    V- 588- 1995

    by EDICEP C. B .

    Almirante Cadarso, 11

    Tfno.: ( ) 395 72 93 - 395 20 45

    Fax:

    (96) 395 22 97

    4 6 0 0 5- V ALENCIA (Espaa)

    IMPRIME: GUADAtograaS.L

    i

    PREMBULO

    Con elttulo

    El Dios

    vivientepublicamos las meditaciones

    del curso deEjerciciosesprituaesque el cardenal Cario

    Mara

    Martini ha impartido a las religiosas de clausura de la

    dicesis

    de

    Miln en agosto de 1990.

    Ha sido un singular aco ntecimiento ya porque las monjas

    siguieron las meditaciones a

    travs

    de la emisora diocesana -el

    arzobispo hablaba desde el monasterio del Sacro Monte de V

    rese-, ya porque, gracias a RadioMara,

    muchsimas

    personas, de

    casi todas las regiones de Italia, pudieron unierse en su escucha.

    Para las reflexiones, sencillas y muy profundas, se

    escogi

    un

    personajedifcil, misterioso e impenetrable, del Antiguo Testamen

    to: el profeta Elias, el hombre de la fe pura, de laoracinsolitaria,

    del amor inagotable alSeor del celo extraordinario, que surge en

    un momento de grave amenaza para elmonotesmo,que entra en la

    situacin de repente, para desaparecer casi

    sbitamente

    y apare

    cer de nuevo en otras circunstancias sin aparente

    motivacin.

    Leyendo los textobblicossobre Elias, el cardenal Martini ha

    tenido de nuevo el acierto de conjugar la serenidad de la

    exgesis

    5

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    5/73

    histrico-literalcon la

    aproximacin

    vivificante

    y

    actualizante de la

    Palabra de Dios que aparece con el nombre de

    lecturaespiritual.

    Medtndoos ha hecho comprender a

    travs

    de las vicisitudes

    del profeta el designio de Dios sobre el hombre

    y

    sobre la historia

    de hoy.

    Nos alegra sealar qu e este volumen sale en coincidencia con

    lacelebracindel V centenario del nacimiento de san Ignacio de

    hoyla que, con su librito de Ejercicios espirituales,intentayu

    dar a los cristianos a buscar y encontrar con libertad la voluntad

    de Dios

    entrando ensintonacon las opciones de Cristo.

    Por eso,

    quien dirige los Ejercicios debe partir siempre de la Palabra: se

    escucha, se medita, se reza con ella, se contempla, se gusta. Es el

    mtodo

    de la

    lectura divina

    que el cardenal Martini no se cansa de

    ensear y de recomendar continuamen te; l propone el texto

    sobriamente, vuelve sobre l, ofrece puntos demeditacin, dejan

    do al ejercitante espacio suficiente para reflexionar l solo hasta

    donde el

    Espritu

    se lo permita, porqu e escribe san Ignacio, no el

    abundante saber sacia y satisface el

    nima,

    sino el sentir y el

    gus

    tar las cosasinternamente(anotacin 2).

    Los Ejercicios no se hacen pues, en soledad: el sujeto es el

    ejercitante, pero hay un director que, al igual que el amigo del

    esposo, prepara el encuentro de la persona con Dios.

    Llegados a este momento se puede preguntar: qu sentido tie

    nen los Ejercicios a

    travs

    de la radio?, quin los escucha (o

    quinlee meditaciones transcritas) hace o no los Ejercicios?

    En puralgica, no los hace; sin embargo, es invitado a acer

    carse a la Sagrada Escritura a

    travs

    del ejercicio de la lectura

    divina, a meditarla y a rezar desde ella. Al mismo tiempo puede

    advertir lainvitacina vivir un verdadero y propio curso de Ejer

    cicios espirituales, con un

    director.

    Es nuestro deseo para cuantos

    lean El Dios viviente.

    6

    i

    INTRODUCCIN

    Una experiencia de

    comunn

    espiritual

    Un curso de Ejercicios se inicia siempre con

    emocn

    y temblor.

    Emocn y temblor que experimenta

    tambn

    quien da los

    Ejercicios porque l mismo comienza una aventura espiritual, con

    una comunidad. Sin embargo, en esta

    ocasn

    no se trata de una co

    munidad sino de tantas y tantas que, atravsde la radio, han co

    nectado con nosotros para escuchar y rezar la palabra de Dios.

    Como estaba escrito en la carta de convocatoria del curso, es

    quz

    la primera vez que las monjas de clausura

    tenan

    la posibilidad de

    hacer juntas y en el respeto a la clausura una prolongada reflexin

    orante bajo laguadel propio obispo.

    Pero,

    si para todos nosotros es un don de Dios, es un privilegio

    poder vivir un tal camino decomunndebemos reconocer que es

    tambnun riesgo. Por eso, tenemos necesidad de ampliar nuestro

    coaznde tal modo que abrace a toda esta gran familia que escu

    cha y que reza

    recprocamne

    Me han confortado las palabras que Juan Pablo IIdirigia las

    religiosas de la

    Archdcesis

    de Pisa, con

    ocasn

    de su reciente

    7

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    6/73

    visita a aquella ciudad: La comunninvisible de las diversas

    comunidades religiosas con la Iglesia local esexplcitagracias a la

    medacndel obispo, el cual tiene la responsabilidad de unir entre

    s las diversas comunidades de laDcesis,sean de vida activa o

    de vidacontemplativa

    El presente curso de Ejercicios es , pues, un medio que el Seor

    me ofrece para talmedacin

    Sin embargo, me pregunto: lograremos vivir una verdadera

    comunn espiri tual?; lograremos ponernos a la escucha de la

    Palabra,lberndonosde lasfanasasde todo aquello que es para

    nosotros un peso?

    Con nuestras solas fuerzas, ciertamente no, sobre todo porque

    no esfcilla escucha a distancia, pero el

    Espritu

    Santo nosdarel

    don de esta experiencia. Como dijo

    Jes

    en el evangelio de Juan:

    El viento sopla dond e quiere y oyes su ruido, pero no se sabe de

    dndeviene y adndeva (Jn 3, 8). Pod rem os, con cierta temeri

    dad, ampliar el ejemplo sustituyendo el viento por elerque no se

    ve ni se toca. Si elerhace posible la escucha de la misma pala

    bra, muc ho ms puede actuar elEsprituSanto uniendo nuestros

    corazones y nuestro camino.

    Ven,EsprituSanto, llena los corazones de tus fieles. Nosotros

    te invocamos porque sin ti nuestro trabajo es vano, pero contigo

    caminos seguros. Te invocaremos da y noche, durante estos

    das,

    te invocaremos para que t hagas de nosotros una unidad a la

    escucha de la

    nica

    palabra del Seor.

    8

    t

    EL PROFETAELAS

    He pensado largamente acerca de la Palabra que iba a propone

    ros en estos Ejercicios y me he decidido claramente por un tema

    muy preciso: el profeta Elias, queejercitsu ministerio en el reino

    del Norte, bajo el reinado de Acab,Acazasy Joram, es decir, en el

    siglo IX, ms o menos des de el 874 al 841 a.C.

    No es

    difcil

    comp render po r qu me atrae su figura. Es uno de

    los cuatro person ajes del Antiguo Testam ento, que ms veces son

    mencionados en el Nuevo: Abraham,MossDavid, Elias. Sobre

    los tres primeros ya ha disertado en anteriores cursos de Ejercicios.

    Elias es el profeta que

    aparecer

    al final de los tiempos, antes de

    que llegue el da del Seor; misteriosam ente ya ha venido en Juan

    el Bautista y aparece conMossen el monte de laTransfiguracin

    E s, pues, una figura extraordinaria que l lena la

    fanasa

    la

    mente, elespritude los autores del Nuevo Testamento. En la des

    cripcin

    de los l ib roshistricosv e t e ro - t e s t a me n t a r i o s e s u n

    gigante de la fe, unhroede grandeza casi sobrehumana que lucha

    por su Dios.

    Reflexionaremos sobre Elias dejando que hablen laspgnas

    bblicas,segnelmodode la lectura divina.

    9

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    7/73

    Queriendo ofrecer desde ahora mismo una especie desnesis

    sobre este profeta, puedo decir que lo veo sobre todo como un

    hombre plenamente entregado a la unicidad de

    Yahv

    que com

    bate , comonngnotro lo hizo antes que l, para afirmar la perte

    nencia de Israel aYahv

    Su nombre ,EU-yahu,sign ifica Mi Dio s es

    Yahv

    l h a sido absorbido y transformado por el pensamiento de que

    Dios es Dios y nadie puede aguantar sucomparacinnadie puede

    resistir a Dios. Es, por excelencia, el profeta delncoDos el

    defensor de la verdadera

    religin

    contra laidolatra.

    Quz alguienpodrapensar que hoy han desaparecido losdo

    los,

    que la

    idolatra

    es una realidad del pasado; sin embargo, conti

    na siendo, como siem pre, la gran amenazad ora alternativa al Dios

    viviente.

    Recuerdo a estepropsitoun libro de Enzo Bianchi donde se lee

    entre otra s cosas: La verda dera alterna tiva frente a la cuales

    puesto, todo hombre es y

    ser

    siempre la

    acepacn

    del servicio a los

    falsos

    dolosDspus

    explica que nosotros solemos hablar de fe en

    Dios o, por el contrario, deaesmomientras que lo que es suma

    mente temible es laidolatraporque aquel que rechaza al verdadero

    Dios cae, de uno u otro modo, en laadoracnde losdolos.El com

    bate de Elias es, pues, actual: La palabra de Dios formula un juicio

    claro y neto. No hay ateos y pueblo de Dios, sino que existen

    idla

    tras y creyentes tentados, sin embargo, de caer en laidolatra.

    Nosotros somos creyentes, pero estamos siempre tentados de

    caer en laidolatra;la figura de Elias nos ayuda a desenmascarar

    losdolosque nos tientan tanto ms cuanto nue stro esfuerzo por

    adorar al Dios verda dero intenta hacerse ms sutil, puro; quisiera

    ser ms autnticoIdolatrano es simplemente laadoracindel

    becerro de oro, en el que reconocemos una forma antigua ya supe

    rada, sino toda forma de culto hacia realidades que no son Dios y

    que intentan, solapadamente, colocarse en su sit io. Realidades,

    incluso camufladas de divinas, de espirituales, de religiosas.

    Volveremos sobre el tema de laidolatra al que me he aproxi

    mado por subrayar la actualidad del profeta de Tisbe que nos invita

    a i luminar nuestro interior para amar y adorar alnicoDios.

    1.El radicalismo cristiano

    Torino

    1980, 13 ss.

    10

    As,dara nuestros Ejercicios el

    ttulo:

    El Dios viviente, por

    que expresa adecuadamente la espiri tualidad de Elias. Qu otro

    Dios, efectivamente, es un Dios vivo como el Dios de la Biblia?

    Ninguno.

    Sugerencias

    Quisiera indicar alguna sugerencia

    prctica

    para vivir adecua

    damente estosdas

    1. Leer reposadamente, tranquilamente los textos empezando

    por el primer Libro de los Reyes (17, 18,

    19

    y 21) para pasar luego

    al segundo Libro de los Reyes (1 y 2). Sonprrafosque encierran

    la sustancia de cuanto la Biblia nos relata sobre Elias. Sabemos

    que es citado en otros l ibros, por ejemplo en el delEcesistico

    (48 , 1-2), sin embargo es importante que meditemos sobre las

    pgnasnarrativas. La Sagrada Escritura no dice mucho sobre este

    profeta que aparece com o un personaje m isterioso, singular; no se

    sabe dedndeviene y

    ser

    arrebatado al cielo como significando

    que retorna al misterio del que ha venido.

    Los dos Libros de los Reyes nos ofrecen siete relatos, un tanto

    aunomosque hablan de l:

    - la

    sequa

    y el encuentro con la viudad de Sarepta;

    - el juicio de los 400 profetas en el monte Carm elo, episodio

    muy conocido e impresionante;

    - la

    teofana

    sobre el Horeb, relato que seguramente habremos

    meditado muchas veces;

    - la

    vocacin

    deElseo que de por s ya forma parte del ciclo

    de Eliseo;

    - la muerte de Nabot y los reproches del profeta a Acab, que

    nos presentan otras fuertescaracersticasde Elias;

    - elorcuosobre el reyAcazas

    - el rapto al cielo.

    Se trata precisamente depercopasnarrativas bastante desliga

    das entre s. No tenemos unapredcacinpre cisa de Eli as; ms

    bien se capta un

    espritu

    Este profeta de las montaas es como un

    fuego, como un rayo, como un terremoto ydesaparecerdel mun-

    11

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    8/73

    do en un carro de fuego, es decir, en la potencia de aquel ele

    mento quehabacaracterizado su vida y transformado su palabra

    en antorcha encendida. Nosotros no debemos analizar sus pala

    bras ,

    que son muy pocas -no es unIsaaso unJeremasque nos

    han dejado extensosorcuos-,sino ms bien conte mpla rlo pre

    gunndonos qurevelacinde Dios se me da en este hombre

    extraordinario?

    2. La segunda sugerencia es que nos hagamos una pregunta:

    qu deseo de los Ejercicios?; cmo quisiera salir de ellos?; qu

    gracia especial de

    transformacin

    quisiera?

    Son todo maneras d is t in tas de preguntarnos lo mismo y os

    aconsejo querespondsesta tarde o maana por la m aana.

    No siempre nuestras espectativas coinciden con las de Dios.

    Plantearlas, sin emb argo, es muytilpara comprender vuestra pre

    sentesituacinespiritual, la etapa del camino que

    ests

    viviendo.

    3. En fin, os repito cuanto yo

    aprend

    de quien me dio el

    ms

    de Ejercicios ha ce ms de treinta aos, en mi tercer ao de novi

    ciado. Era un experto director de Ejercicios,aemny comenzaba

    cada

    medtacin

    -c ua tro m editaciones al da durante treinta

    das-

    dcindonos:

    Sich ruhig vor Gott werden lassen,

    dejar reposar el

    alma ante Dios.

    Todos tenemos necesidad de dejar reposar el alma ante Dios,

    tambn en la vida claustral porque los intereses, las inquietudes,

    las preocupaciones no faltan.

    ' Seor, queremos ofrecerte todo aquello que nos turba, que nos

    pesa,

    que nos urge, en el deseo de poseer tu paz. Danos un co

    raznhumilde, uncoraznsereno, uncorazn

    dcil,

    uncorazn

    quieto.

    Es tan importante esta

    dsposicin

    de lcoaznque la primera

    reflexin

    de maana

    esar

    destinada a profundizar en ella medi

    tando sobre la palabra que Dios dirige a Elias:

    Escndee

    ( I R

    17 , 3). La primera palabra deYahval profeta no es : ve a realizar

    talaccinve a proclamar talorculoPor el contrario, le invita a

    retirarse, a esconderse junto al torrente.

    12

    Pe rma n e z c a mo stambnnosotros con el deseo de bajar al

    torrente, a la caverna donde se esconde Elias por orden de Dios.

    Intentemos

    tambn

    nosotros escondernos un poco durante estos

    das

    para poder escuchar laproclamacinde su palabra.

    O h

    Mara,

    Madre del Verbo encarnado, haz que nos esconda

    mos en sucorazn, como te escondiste t, para contemplar su

    palabra y sus misterios. Santo profeta Elias, acompanos en

    nuestro camino yaydanosintercediendo pornosotros.

    13

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    9/73

    I

    ESCNDETE

    JUNTO

    AL TORRENTE KERIT

    San Ambrosio habla frecuentemente de Elias. Se puede decir

    que, en casi todas sus obras se menciona al profeta porque eviden

    temente lotenamuy presente.

    Es,

    particularmente, en el tratadoLa fuga del mundo donde lee

    mos lo del torrente Ker i t .Dspusde haber explicado la fuga

    buena, la fuga al desiertodondehuyeron Elias,

    Elseo

    Juan el

    Bauista se detiene en Elias que

    esaba

    junto al torrente Corrad,

    que significa conocimiento, para captar copiosamente el conoci

    miento de Dios que en el mismo

    transcurra

    huyendo del mundo

    hasta tal punto que no buscaba otro alimento para el cuerpo sino

    aquel que le

    conseguan

    lo sparosque le

    servan

    aunque fre

    cuentemente su alimento no fuera terreno. En consecuencia, por la

    energa

    infundida en l por el alimento recibido,

    camn

    durante

    cuarenta

    das

    (Ambros io, La fuga del mundo,6, 34).

    Ambrosio toma el nombre del torrente Corrad directamente de

    la Biblia griega, mientras la Vulgata usa el nombre de Karit, que

    en versiones ordinariamente se convierte en Kerit.

    15

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    10/73

    Sin embargo, confieso que no s

    dnde

    haya encontrado la eti

    mologa conocimento

    para Corrad, pero a nosotros nos in

    teresa captar el significado espiri tual del episodio: Elias estaba

    junto al torrente para prepararse copiosamente en el conocimiento

    de Dios.

    Nuestro gran

    patrn

    usaba, para leer la Escritura, el modo ale-

    grico-espiritual que busca el alimento para el alma en losmni

    mos par ticulares del Texto Sagrado , y as con toda libertad pone

    juntos el relato del torrente Kerit con el alimento con el alimento

    recibido por Elias en el desierto por medio del

    nge

    y el camino

    hacia el Horeb.

    Tambn

    nosotros nos proponemos durante estos

    das

    leer losprrafosde la Escritura conaencina la

    exgess

    his

    trica

    literal, y, a la vez, con el deseo de entender el sentido espiri

    tualsegnel ejemplo que nos da Ambrosio.

    1 R 17,1-6

    Elias tesbita, deTsbde Galaad, dijo a Ajab: Vive

    Yahv

    Dios de Israel, a quien sirvo. Nohabestos aos

    roco

    ni lluvia

    ms que cuan do mi boca lodiga

    Fue dirigida la palabra de

    Yahv

    a Elias diciendo:

    Sa

    de

    aqu,

    dirgetehacia oriente y

    escndee

    en el torrente de Kerit que

    es

    al

    este delJordnBebersdel torrente yencargara los cuervos que

    te sustentenall.Hizosegnla palabra deYahvy se fue a vivir

    en el torrente de Kerit que

    es

    al este del

    Jordn

    Los cuervos le

    llevaban pan por la maana y carne por la tarde, ybebadel

    torrente

    1

    R 17, 1-6).

    Dividamos elprrafoen cuatro partes:

    - lapresentacinde Elias, hecha sin

    nngn

    prembuoN o

    sabemos

    cul

    era su

    formacin

    ni siquiera nos dice que fuera un

    profeta: era un hombre de Galaad;

    - es te hombre , en un momento de terminado , i rrumpe en e l

    curso de la historia de los reyes con unaprofecaamenazante, una

    palabra

    proftica

    de castigo;

    - sigue una

    palabra del Seor dirigida a

    l,

    y,

    en fin,

    - laejecucinde la orden de

    Yahvde marcharse jun to a l

    torrente.

    16

    1. Ciertamente hay una

    causahistrica

    que justifica la orden

    del Seor: Elias se encontraba en la necesidad de salvarse de la ira

    del rey Acab.

    El tema de la fuga serepetiren las aventuras del profeta en el

    captulo 19 del primer Libro de los Reyes, en el momento en que la

    reina Jezabel,

    despus

    del sacrificio en el monte Carmelo, le mande

    un mensajero para atemorizarlo. Pero

    tambnes

    presente en la

    vida y en las palabras de

    Jess

    Cuandoos persigan en una ciudad,

    huid aotra(M t 10,23). Y l huye al saber que los fariseoshaban

    celebrado un consejo contra l para quitarlo de en medio:Pero

    Jessealejde

    all

    (Mt 12, 14-15).

    Justamente, pues, San Ambrosio escribe que laocasnhist

    rica de la fuga de un profeta asume, a los ojos del creyente, un sig

    nificado

    tambn

    espiritual. Frente a situaciones

    difciles,

    pesadas,

    confusas, el creyente se retira para cobrar nuevas fuerzas, para res

    taurarse, para renovarse, de manera que quede en condiciones de

    afrontar nuevamente el peligro.

    De hecho Elias

    reornar

    al rey; va al Kerit para alc anza r ms

    copiosamente el conocimiento de D ios, para contemplarlo con ma

    yor pureza decorazn

    2. En esta

    lectura

    queremos concentrarnos en losverscuos3-4:

    Sa deaqu

    dirgete

    hacia oriente yescndeeen el torrente de

    Kerit que

    es

    al este del

    JordnBebers

    del torrente y

    encargar

    a

    los cuervos que te sustentenall.

    Intentemos gustar cada palabra, teniendo presente las posibles

    resonanciasbblicaspara entender

    cmo

    se coloca al interior de las

    Escrituras.

    -

    Sal

    de

    aqu.Nos acordamos enseguida del inicio de la histo

    ria de lasalvacinde la orden de Dios a Abraham:Sade tu tie

    rra, de tu patria y de la casa de tupade(Gn 12, 1). Con

    Sa

    de

    aquempieza

    tambn

    la historia del profeta de

    Tsb

    deja

    el

    lugar

    en el que

    ests

    el lugar de las seguridades, y ve te a otro sitio.

    -

    Dirgete

    haciaoriente.El oriente es el lugar de donde viene

    la

    salvacin

    elsmboode Cristo, sol que nace y salva. Nosotros

    mismos solemos hablar de

    orientacin

    para indicar los puntos de

    17

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    11/73

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    12/73

    ees el misterio en el que nos introduce la imagen del to

    rrente Kerit .

    2. Qu quiere decir para nosotros escndete ? A la luz de

    la palabra de

    Jes

    en Mateo 6, 6 no debemos buscar en esta ora

    cin -que evidentemente no es para principiantes sino para quien

    ha recorrido ya un largo ca min o- un fruto sensible ni ante los otros

    ni ante nosotros mismos, sino que debemos contentarnos con que

    sea solamente Dios quien vea el fruto.

    No intentes pesarlo en t i mismo;

    confalo

    a Dios,lnzaea los

    antros, a las cavernas que hay cabe el torrente,

    dae

    envolver por

    la soledadridade aquellaoracinque es rica y

    fructfera

    a los

    ojos del Seor. Escndete , no intentes ver nada porque en los

    despe ader os del valle, no hay ms quedesoacny aridez.

    3.

    Qu significa

    bebers

    de ltorrente?La

    oracin

    de la que

    estamos hablando,oracinsilenciosa, contemplativa, perseverante

    en la ausencia de palabras y conceptos, es pobre, depende de la

    gracia de Dios, depende de los cuervos que te l levan la comida,

    depende del torrente.

    No es una

    oracin

    que podamos fabricar nosotros, del mismo

    modo que Israel, en el desierto, nopodafabricar su comida, sino

    qu edependadelmny de las codornices. Es verdad que es nece

    sario al principio prepararse para hacer laoracin emplear todo

    esfuerzo, con el uso de losmodosque mejor nos ayuden a ordenar

    nuestros pensamientos, a expresarlos de manera racional y eficaz.

    Sin embargo llega el tiempo en el que el Seor dice:

    Escndee

    fate

    Entonces la

    oracin

    se nutre con lo que nos es dado, con el

    agua que corre entre las piedras, con los pocos pensamientos que

    el

    Espritu

    Santo sugiere; se nutre con los trozos de carne que

    traen los cuervos; no es ciertamente una abundancia, pero es lo

    suficiente para perseverar en la oscuridad sin saber bien nicmoni

    cundovendlainspiracinde lo alto.

    El torrente Kerit ensea que no existe solamente la

    oracin

    de

    las praderas, de ,s grandes campos de grano, sino

    tambn

    la ora

    cin del abandono en la oscuridad; Dios, efectivamente, no te

    2 0

    -.1

    olvida, ve en lo secreto, en la aridez del valle, y te alimenta.

    Mrad

    losparosdel cielo: ni siembran, ni cosechan, ni recogen en grane

    ros ;

    y vuestro Padre celestial las alimenta. Novalisvosotros

    mu cho ms que

    elas?

    (Mt 6, 26). Si Dios nutre nuestro cuerpo,

    n o

    nutrir

    acaso much o ms nuestra alma, nuestra

    oracin

    tal y

    como hizo con Elias? Es interesante el pasaje paralelo de Lucas,

    porque habla precisamente de los cuervos:

    Mrad

    los cuervos: ni

    siembran ni cosechan, no tienen bodega ni granero, y Dios los ali

    menta. Cunto ms valisvosotros que lasaves (Le 12,24).

    El cuervo de Elias nos recuerda

    tambn

    el abandono de las

    aves del cielo al Padre, gracias a lo cual nosose nutren a ellas

    mismas sino que son capaces de alimentar a otros: este cuervo

    vive de la providencia y alimenta

    adems

    a un profeta.

    Por tanto, nuestraoracinaunque pobre yridapuede nutrir a

    la Iglesia, a sus profetas, a sus pastores, porque Dios ve en lo

    secreto y suscita en la misma estos intercambios deoracin

    Concluyendo, podremos retomar la palabra de Pablo en la Car

    ta a los Romanos, donde nos asegura que esta

    oracin

    esalimen

    tada por el

    Espritu

    Santo: Y de igual manera, el

    Espritu

    viene en

    ayuda de nuestrafaqueza-la debilidad de quien no logra hacer

    un aoracinbien hecha , l l ena de se t imien tos a justados-pues

    nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; mas el

    Espritu

    mismo intercede por nosotros con gemidos inefables; y el que

    escruta los corazones sabe

    cul

    es laaspiracinde l

    Espritu

    y que

    suintercesina favor de los santos essegnDios. Por lodems

    sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los

    que le aman; de aquellos que han sido llamados

    segn

    su desig

    nio

    (Rm 8, 26-28).

    Concdenos,Espritu

    de Dios confiarnos a ti que

    ests

    inter

    cediendo en este momento por nosotros

    segn

    los designios del

    Padre.

    Examen de conciencia

    Antes de dejaros para lamedtacinpersonal que osintroducir

    a laconemplacinsilenciosa, presento algunas preguntas para el

    examen de conciencia.

    21

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    13/73

    \.He abandonado mioracin?Qu iz, ms bien, estoy dem a

    siado preocupado, casi como si fuera unxitomo personal?

    Ya hemos dicho que es necesario hacer de todo para que la ora

    cin salga bien, es necesario prepararla, rodearla de silencio, vi

    virla en su justo ritm o.

    Sin embargo, todo esto

    podra

    transformarse en un intento de

    lograr laoracincom o un

    xito

    no escuchando por tanto la pala

    bra: escndete junto al

    torrente

    2.

    Cmo me comporto en la aridez?

    Me inquieto, me irrito

    conmigo mismo? Oquzme sirvo de aquel poco que el Seor

    me da,

    ponndom

    diligentemente a hacer cuanto puedo y con

    fiando el

    xito

    a Dios?

    Quzpuede sobrevenir el miedo de no estar bien alimentados

    de buenos pensamientos, de no tener yanngnpensamiento rela

    tivo a Dios. No importa,esel cuervo de Elias q ue, si t te aban

    donas, tepovocarel pensamiento en el momento justo.

    Cmo me comporto, pues, en la aridez? Me agito, me culpo

    amargamente en vez de conver t irme humildemente?

    3. Practico unapobreza contenta?La

    expresin

    muy bella,

    es de Juan XXIII. Intento hacer lo que puedo con diligencia, sin

    descuidar mis deberes , s in descuidar lo que me han enseado

    acerca de laoracinconenndom

    despus

    con laoracinque me

    da el Seor,adondooen el silencio y en lo escondido, sabiendo

    que de ese modo la

    oracin

    empieza a ser la del torrente Kerit?

    O hMara, madre de laoracin,concdenosentrar en la ora

    cin

    misteriosa de Elias, de los profetas, entrar en tuoracin, en

    laoracinde tu Hijo en el huerto de

    Getseman,

    para que

    tambin

    nosotros nos escondamos con l en el torrenteCedrnpara elevar

    al Padre nuestro grito deabandono.

    22

    EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA

    Jr 7 ,1-11; Mt 13 ,24-30

    La cizaa y la buena semilla

    Volvamos a leer la

    parboa

    de lcaptulo

    13

    del evangelio

    segn

    Mateo:

    El Reino de los cielos es semejante a un homb re quesemb

    buena semilla en su campo, pero, mientras su gentedormavino

    su enemigo,sembencima cizaa entre el trigo, y se fue. Cuando

    bro la hierba yechluego la espiga,aparecentoncestambn

    la cizaa. Los siervos del amo fueron a decirle: "Seor, no sem

    braste buena semilla en tu campo?, cmo es que tiene cizaa?" l

    le sconest

    "Agn

    enemigo ha hecho esto". Le dicen los siervos:

    "Quieres, pues, que vayamos a recogerla?" Les contesta: "No, no

    sea que, al recoger la cizaa,arranqusa la vez el trigo. Dejad q ue

    ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega,

    dir

    a

    los segadores: Recoged primero la cizaa y atadla en gavillas para

    quemarla, y el trigo recogedlo en mi

    ganero"

    (M t 13, 24-30).

    Quisiera recordar que hoy celebra la Iglesia milanesa la memo

    ria de losmrtiresNazario y Celso, dos santos cuyas reliquias fue

    ron descubiertas por san Ambrosio un ao antes de su muerte, en

    el 396, y fueron depos i tadas en sepulcroscebresy famosos ,

    23

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    14/73

    como laBaslicade los santos

    apsoes

    y Nazario y el Santuario

    de SantaMarade los Milagros, junto a San Celso.

    Este episodio de la vida de Amb rosio evoca uno much o ms

    famoso, ocurrido diez aos antes: la vuelta de las reliquias de los

    santos Gervas io y Protas io , que

    despert

    gran entusiasmo en la

    ciudad favoreciendo un resurgimiento de la fe.

    Teniendo presente este contexto, intentemos reflexionar sobre

    la

    parboa

    de la cizaa y de la buena semilla.

    El antagonista del reino de Dios

    Hay otros textosevangcosque presentan alguna afinidad con

    nues tra

    parboa

    la del sembrador que sale a sembrar en diversos

    terrenos (cfr. Mt 13, 3 ss); el

    prrafo

    del grano que crece por s

    mismo (cfr. Me 4, 26-29); las

    parboas

    del juicio porquetambn

    para la cizaa y la buena semilla se trata de un juicio final. Muy

    interesante, a mi parecer, es la llamada a las palabras de Juan Bau

    tista: Yaesel hacha puesta a la

    raz

    de losrboes;todorbol

    que no d buen fruto,sercortado y arrojado al fuego... Viene uno

    que es ms fuerte qu e yo, y no merezco desatarle la correa de sus

    sandalias.. . En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y reco

    ger el trigo en su granero; pero la paja la

    quemr

    con fuego que

    no seapaga(L e3 ,9. 16-17).

    Lapgna evangicade hoy contiene, pues, la perspectiva de

    un juicio que ap arta a los malos y salva a los bueno s.

    Podem os compre nder as el origen de laparboanace proba

    blemente de una pregunta hecha aJessno inmediatamente al ini

    cio de su ministerio, sino un poco ms tarde, cuando se empez aba

    a intuir que en el fondo el reino de Dios no estaba viniendo tal

    como se le esperaba. De hecho continuaban juntos , mezclados ,

    todos: los malos molestaban a los buenos, y los buenos que tal vez

    se escandalizaban de la presencia de los malos. Estoocurrano

    solamente en elmbtode la sociedad hebrea y greco-romana del

    tiempo, sinotambnen elcrculode losdiscpulos: no todos eran

    santos, no todos eran buenos, no todos ejemplares.

    D eaqula pregunta: dndeestpues, el reino de Dios? Cmo

    es que la buena palabra sembrada por

    Jes

    no germina en una mies

    de santos? Cmo es que hay santosy,a la vez, malvados?

    2 4

    [Jess

    con tranquilidad y sencillamente, responde: el reino de

    Dios es semejante a un hombre que hace las cosas bien, pero tiene

    un enemigojEl reino de Dios t iene un

    perenne antagonista

    que

    aca

    en la historia de manera igual y contraria;

    tambn

    l siem

    bra, pero siembra cizaa. Cizaa son los

    impos

    aquellos que no

    respetan ni a Dios ni alprimoy, ampliando la

    aplicacin

    son

    cizaa los tibios, personas que hacen pesado el camino del Reino,

    de las comunidades, personas que no

    esn

    nunca contentas, que

    continuamente refunfuan, que critican, que escriben cartas y peti

    ciones

    lamnndose

    un poco de todo y de todos.

    Los buenos se preguntancundopor fin,

    podrn

    alejar a esta

    gente molesta y trabajar sin tantos

    obscuos

    quedando solamente

    aque llos que, an en medio de mu cha s fragilidades, se esfuerzan

    por caminar sinceramente ante D ios J

    Jesensea a los buenos que la comunidad de los puros so

    ada por ellos no es el reino de Dios. A estepropsitodebemos

    notar la diferencia con lapredcacinde Juan Bautista que presa

    giaba un juicio bastanteprxmoJessnembargo, explica que

    el reino de Dios avanza en la paciencia, en el saber soportaren la

    humildad y en el sufrimiento de n o ver a todos perfectos. i|

    Paciencia y saber soportar

    Esfcilcomp render la importancia de una doctrina as, y que

    nosotros olvidamos frecuentemente. Cuntas veces nos lamenta

    mos de la sociedad, de la poca incidencia de la palabra de Dios, de

    las comunidades cristianas que no dan un testimonio ejemplar, de

    sacerdotes que no son como debieran ser, de laicos que no viven

    como verdaderos cr is tianos Y probablemente continuamos pre

    gunndonos

    cmo

    la palabra de Dios no ha cambiado,despusde

    dos mil aos, el

    coazn

    de las naciones, no ha abolido las guerras,

    la crueldad, las vio lencias, las injusticias.

    Estavisinde la cualquznos dejemos llevar

    todava

    no es

    un avisinjusta del Reino.

    Efectivamente, el Reino de Dios es una realidad conflictiva,

    combatida, en la que conviven continuamente el bien y el mal, la

    luz y las tinieblas, la

    aegra

    y la

    murmuracn

    la

    exutacin

    y la

    25

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    15/73

    depresnms am arga . Per o

    se

    es el Reino de Dios que se desa

    rrolla en la tierra, y quien no lo recibe as se equivoca, se ab andon a

    a sueos. Por ahora el Reino es esto,aqu

    es

    el

    Msas

    Un da l

    vendde nuevo yaarla cizaa en gavillas para quemarla; pero

    es o

    ser

    un da, no aho ra.

    San

    Agustn

    comenta frecuentemente estaparboamejor an,

    se refiere a ella para defenderse de laacusacnde algunos celosos

    que denunciaban a la comunidad de Hipona como poco fervorosa.

    En aquel t iempo el razonamiento era particularmente actual

    porque la

    religin

    cristiana, acabadas las persecuciones, era no

    sotolera da, sino ms an, prote gida. La gentecreaconveniente

    bautizarse y precisamente por esto Ambrosio

    instituy

    un riguroso

    catecumenado . Es dec i r , comenzaban las d i f icu l tades de una

    Iglesia de masas, que norenesolamente a los pocos puros que

    tiene el coraje de afrontar la muerte y lapersecucnsino a otra

    muc ha gente; as, jun to a los maduro s en la fe, estaban losdbles

    los ms desprov istos; jun to a los entusiastas y a los celosos estaban

    tambn

    los tibios, los lentos J

    Jesssin embargo, nosadvirtidesde el principio quetambn

    esta comunidad es cristiana.

    Es verdad que en otros pasajes del evangelio de Mateo nos

    dir

    que a males extremos es necesario poner remedios extremos; cuan

    do ,

    por ejemplo, el hermano no escucha ni en privado ni ante dos

    testigos ni ante la asamblea, es necesario alejarlo (cfr. Mt 18,15 -17).

    Esto sirvetodavams paralascomunidades religiosas en las que se

    entra por

    eleccin

    y que requieren una disponibilidad profunda para

    buscar aDios,para crecer enelcamino de lafe ,para dejarse corregir

    y formar por la comunidad; faltando tales disposiciones es mejor

    lle

    gar a laseparacnporque, evidentemente, la vida en comunidad no

    estila todas las per son asj |

    Conina

    siendo cierto, sin embargo, que la Iglesia recurre a la

    excomunnsopor motivosgravsimos,en casos absolutamente

    extremos. Mientras tanto soporta, y sabemos biencmoes duro

    esto del soportar. Frecue nteme nte los sacerdotes son los que ms

    sienten este soportar porquequerransogente fervorosa, gente

    que se acerca a los sacramentos concoaznsincero y mente clara

    y, sin embargo, deben cansarse en realidad, intentando hacerse

    26

    entender por una comunidad com puesta por personas vulgares, sin

    aspiraciones,

    dstradas

    carentes de grandes deseos.

    Pero se trata de la fatiga del Reino y es, por eso, meritoria. San

    Ambrosio laafrontde hecho, ante la exigencia cada vez mayor

    del catecumenado,buscnuevos medios para subrayar la importan

    cia de la santidad cristiana, para empujar a la gente a vivirla, encen

    diendo el fuego apagado en sus corazones, sin rechazar a nadie.

    Uno de los principales medios usados por san Ambrosio fue apro

    vechar ampliamente el descubrimiento de las reliquias de los

    mrti

    res Gervasio y Protasio, Nazario yCelso:Mrad

    -deca-

    que hubo

    un tiempo en que el cristianismo fue

    difcil

    y muchos murieron por

    confesar su fe; vosotros, pues, cuando os

    hacs

    bautizar,

    debs

    estar

    tambn

    prontos a morir por

    Cristo\Como

    buen padre, enfer

    vorizaba as a la comun idad, no usando inmediatam ente rem edios

    drsicos

    sino promoviendo continuamente el celo de los sacerdotes

    y de los fielesJi

    Es

    sa

    la va a la quetodavahoy estamos llamados aunque fre

    cuentemente nos encontremos con una parte del pueblo de Dios

    que es un tanto pesada, que debe ser arrastrada, que oye con des

    gana la

    predcacin

    que parece venir a la iglesia para hacerle un

    favor al sacerdote. Noseraevangicoquerersoa los mejores, a

    los ms perf ectos , quere r bautiz arsoa aquellos cuyos padres

    piden el Sacramento con fe ardiente y con amor semejante al de los

    padr es cristi anos ms ejem plares . La

    soucin

    que nos ensea

    Jes

    es esperar, para que no ocurra que arrancando la cizaa arranque

    mos con ella la buena semilla.

    El Evangelio hoy nos invita a vivir nuestra vida cristiana y la

    vida comunitaria con granvalentasabiendo que es conflictiva, que

    no todas las cosas van bien, que hay siempre en nosotros formas de

    resistencia suscitadas por el enemigo. Formas de resistencia que

    ponen a prueba nuestra fe, purifican elcoazny nos conducen a la

    santidad verdadera de vida, no a la imaginada en una comunidad

    ideal, sino vivida en la paciencia de una comunidad real.

    Pidamos a losmrtiresNazario y Celso que nos ayuden,segn

    la

    intencin

    de san A mbro sio, a vivir as la espera y la presencia

    del reino de Dios.

    27

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    16/73

    II

    ESTOY EN SU PRESENCIA

    ElngeGabrielaparecndoseeaZacarasy hablando de Juan

    Bautista le dice: Elsergrande delante del Seor; nobebervino

    ni licor;

    estar

    l leno delEsprituSanto ya desde el seno de su

    madre, y a m uchos de los hijos de Israel les

    convertir

    al Seor su

    Dios, y le

    preceder

    con el

    espritu

    y el poder de

    Ela,

    para hacer

    volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la

    sabdura

    dejo s, justos, para preparar al Seor un pueblo bien dis-

    puestox((Lc

    1,15-17

    7 -rr\

    NosotrOs-queretnOs penetrar en este

    espritu

    y fuerza de

    Elias

    del queescribasan Ambrosio, comentando el pasajeevanglico

    Elias tuvo una gran virtud y gracia: la virtud de convertir los

    ni

    mos de la incredulidad a la fe, la virtud de una vida mortificada y

    paciente y elespritude laprofeca(Exposic. del evangeliosegn

    san Lucas, I, 36-37).

    Concdenos, Seor, alcanzar algo delesprituy de la fuerza

    de Elias, para quetambinnosotros podamos participar de ellos.

    29

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    17/73

    T que conoces la necesidad que tenemos de ti, la necesidad que

    de ti tienen nuestras comunidades, la Iglesia de hoy, la sociedad,

    revlanos

    el secreto de la fuerza del

    profeta.

    Y, para poder participar delesprituy de la fuerza de Elias pro

    pongo que meditemos sobre ladefinicinque l da de s mismo

    desde el inicio de su ministerio, cuando se presenta hablando a

    Acab:Pola vida del Seor Dios de Israel en cuya presencia es-

    toy1

    R 1 7 ,1 ) .J

    l no se presenta como un escriba, como un conocedor de la

    ley, ni tampoco com o un profeta, sino com o uno queesen la pre

    sencia de Dios.

    Es interesante ver quetambndrigindosea

    Abda

    servidor

    de Acab, para anunciarle queespreparado para presentarse al

    rey, exclama:

    Po

    vida del Seor de losejrcitos,

    en cuya presen

    cia estoy, hoy mismo me

    mosrar

    a l (1 R 18, 15 / La insisten

    cia nos lleva a sospechar que este su estar anteYahves el secreto,

    de su fuerza.

    Procederemos atravsde tres momentos sucesivos,pregunn

    dono s en prim er lugar qu significa laafirmacinde Elias; des

    pus

    cmovive l laauodefinicinde s mismo; en fin,cmonos

    encontramos nosotros respecto a tal acti tud.

    El

    nco

    Seor

    La

    expresin

    se interpreta en el cuadro de lafraseoogade corte

    del antiguo oriente. Era muydifcilser admitido ante la presencia

    del rey; se daba un complicado ceremonial. Sin embargo, algunas

    personas, aquellas de las que el rey se fiaba completamente,vivan

    constantemente en su presencia. En otra circunstancia, efectiva

    mente, Elias pronuncia la fraseesoyen supesencade manera

    diversa: A la hora en que se presenta laofrenda-estamos en el

    monte Carmelo, donde se desenvuelve el gran juicio contra los

    sacerdotes de laidolatra-seacercel profeta Elias y dijo:

    "Yahv

    Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, que hoy se sepa que t eres

    Dios en Israel y que yo soytuservidor 1R 18,36).

    La conciencia de estar en la presencia de Dios no es simple

    mente cultual; no se define como sacerdote, sino como servidor.

    3 0

    Un servidor fiel que conoce los pensamientos del rey, que escucha

    de viva voz sus mandatos y los cumple prontamente.

    En la Sagrada Escritura estaexpresinaparece en otras ocasiones:

    -Mossensea al pueblo las instrucciones deYahvque dice

    entre otras cosas,refirindosea la tierra prometida: T no entra

    rs en ella, sino queenrar

    Josu

    hijo de Nun, que

    est

    a tu servi

    cio (Dt 1, 38).

    Josu

    esal servicio deMoss le es totalmente

    fiel, aprende directamente susdenesy, por tanto, puede hablar y

    actuar con la fuerza deMossy continuar su obra.

    - El rey Josafat ha comprendido que

    Eseo

    es un siervo fiel a

    Yahv

    porque hablasosus palabras: La palabra del Seores

    en

    l(2R3,

    13).

    - El Seor renueva la

    vocacin

    de

    Jeremas

    Si te vuelves porque yo te haga volver,

    estarsen mi presencia;

    y

    si sacas l precioso de lo vil,serscomo mi boca.

    Que ellos ^e vuelvan at i,y no t a ellos.

    Yo tepondpara este pueblo por muralla de bronce inexpug

    nable.

    Ypeearncontigo, pero no tepodrn

    pues contigo estoy yo para librarte ysavarte(Jr 15, 19-20).

    Tambn en este pasaje se subraya la continuidad entre lo que

    Dios quiere y dice y lo que quiere y dice su profeta.

    -

    Tambn

    apropsitode los hijos de Dios, es decir, de los

    ngeesleemos en el

    Libro de Job:

    Un da, los hijos de Di os fue

    ron a presentarse ante el Seor (Jb 1, 6);

    Cuando

    un da los

    hijos de Dios fueron a presentarse al Seor (Jb 2, 1).

    Y sabemos quedespusse da el gran consejo delAtsimo;l

    discute sus planes con aquellos que se presentan ante l, que cono

    cen sus intenciones y sus proy ectos.

    Podremos, pues , t raduci r la

    expresinane

    cuya presencia

    esoyde la siguiente manera: Dios es mi rey, minicoSeor, yo

    le he escogido a lsoy basta; estoy de su parte, me rijo en todo

    por l , soy su siervo, lo escucho, cumplo lo que quiere, realizo

    absolutamente su voluntad.

    ees elcoaznde la espiritualidad de Elias; es uno que ha

    comprendido quesoDios cuenta, uno que acoge su ley, su amor,

    31

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    18/73

    su dominio, que no quiere a nadie fuera de Dios, que lo lleva en lo

    ms profundo de su vida, que hace del Seor sudefinicin

    La actitud interiordeElias

    Cmo vive Elias labquedadel Dios solo, el estar en su pre

    sencia, el regirse solamente por la palabra del Seor?

    Sera

    til,

    ypodrshacerlo en lamedtacinpersonal, recorrer

    todos los episodios de la vida del profeta para captar

    cues

    son las

    consecuencias de ladefinicinque ha dado de s m ismo.

    Yo

    me limito a indicaros cuatro aspectos de su actitud interior:

    1. Elias no tiene miedo de ninguna autoridad humana y por

    ello es libre de recr imin ar al rey , ms an, en la histo ria

    bblica

    es

    el profeta por excelencia que amenaza al rey.

    - Leamos el contexto que ha provocado su primera interven

    cin

    ante Ajab:

    Aab

    hijo de

    Om,

    comnza reinar en Israel el

    ao treint a y oc ho de As, rey deJudReinsobre Israel en

    Samra

    veintids

    aos. Hizo el mal a los ojos deYahvms que

    todos los que fueron antes que l. Lo de menos fue haber seguido

    los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat, sino que,

    adems

    tom

    por mujer a Jezabel, hija de Ittobaal, rey de los sidonios, y se fue a

    servir a Baal

    posrndose

    ante l.

    Az

    un altar a Baal en el santua

    rio de Baal que

    edific

    enSamraHizo Acab el cipo yaumn

    la

    indgnacin

    de

    Yahv

    Dios de Israel, ms que todos los reyes de

    Israel que leprecederon1R 16, 30-33). Sobre estaidolatradel

    rey cae la terrible palabra del profeta:Eliastesbita, deTsbde

    Galaad, dijo a Ajab: "ViveYahvDios de Israel, a quien sirvo. No

    hab

    estos aosroconi lluvia ms que cuando m i boca lo diga"

    (1 R 17, 1). Es como decir: vosotroshabsbuscado la fecundidad

    de la tierra sirviendo a losdolos,pero la tierraserrida Es la pri

    mera gran toma deposicinde Elias como profeta de los castigos

    de Dios.

    - Una segunda amenaza ocurre mucho tiempo

    despus

    cuando

    el rey lo encuentra de nuevo:

    Cuando

    Ajab vio a Elias le dijo:

    "Eres t, azote de Is rael?" lrespond"No soy yo el azote de

    Israel, sino t y la casa de tu padre, por haber abandona do a

    Yahv

    y

    3 2

    haber seguido a los Baales. Pero ahora,envaa reunir junto a m a

    todo Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta

    profetas de Baal, que comen a la mesa deJezabe"

    1

    R 18,17-19).

    - Y por tercera vez vemos a Elias reprochando al rey,despus

    qu esehizo matar a Nabot para apropiarse de su via:

    Enonces

    fue dirigida la palabra deYahva Elias tesbita diciendo:"Levn

    tate,

    baja al encuentro de Ajab, rey de Israel, queesenSamra

    Esen la via de Nabot, a donde ha bajado a

    aproprsea

    Le

    habarsdic ien do: As h ablaYahv Has asesinado y

    adems

    usurpas?... Ajab dijo a Elias: "Has vuelto a encontrarme, enemigo

    mo".Respond'Te he vuelto a encontrar porque te has vendido

    para hacer el mal a los ojos de

    Yahv

    Yo mismo voy a traer el

    mal sobre t i y voy a barrer tu posteridad y a exterminar todo

    varn

    de los de Ajab, libre o esclavo, en Israel. Y

    har

    tu casa

    como la casa de Jeroboam, hijo de Nebat, y como la casa de Basa,

    hijo de

    Ajas,

    por la

    irritacin

    con que me has irri tado y por haber

    hecho pecar a Israel.Tambncontra Jezabel ha hablado

    Yahv

    diciendo: 'Los perroscomrna Jezabel en la parcela de Yizree l ' .

    A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad loscomrnlos pe

    rros y a los que mueran en el campo los

    comrn

    las aves del

    cielo"1 R21, 17-24).

    - Otro reproche de Elias es dirigido al rey

    Ococas

    hijo de

    Ajab, quehabainterpelado a Baal-Zebub, dios de

    Ecrn

    para

    saber siseracurado de su enfermedad:"AsdiceYahv Porque

    has enviado mensajeros para consu l tar a Baal -Zebub , d ios de

    Ecrn como si en Israel hubieseagnDios que interrogar, fuera

    de m, por eso , del lecho al que has subido nobaarspues de

    cierto

    morirs".

    Muri

    segn

    la palabra deYahvque Elias

    haba

    dcho

    (2 R 1, 16-17a).

    El considerarse esencial y

    ncamne

    un siervo deYahvda,

    pues, a Elias aquel coraje indomable que le hace popular en toda

    la

    tradicin

    sucesiva. A Juan Bautista se lecompararcon l preci

    samente por el coraje que le empuja a reprochar alrey Herodes.

    San Ambrosio dedicaba mucho de su t iempo a reflexionar so

    bre estos episodios de la vida del profeta porque l mismo se haba

    vis to somet ido a in tervenciones parec idas . l escribe que los

    reproches a Ajab son un ejemplo muy

    til;

    de hecho,alldonde

    33

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    19/73

    hay culpas graves

    parece

    que el sacerdote no pueda eludir el acto

    de la

    correccin

    con un justoreproche

    (Comentario a doce

    Sal-

    mos, 37 ,43).

    Nosotros direm os hoy que no hay que tener miedo de lospolti

    cos , no hay que tener miedo de anunciar sus culpas a los podero

    sos, sabiendo siempre, sin embargo, responder personalmente de

    esas denuncias.

    2. Una segundacaracersticaque deriva del estar en la presen

    cia del Seor es que

    Elias no tiene miedo del juicio de la gente.

    Es

    posible que nosotros logremos llegar a desafiar a lospolticos

    pero ,

    s in embargo , tenemos

    pnco

    a lascrticasde la

    opinin

    pblica de la gente, del sedcede losperidicos,de la prensa,

    de la comunidad. Estamos hasta tal punto condicionados que no

    logramos realizar determinados gestos, no logramos intervenir con

    palabras y con acciones.

    Elias no teme y sobre el monte Carmelo, donde ha hecho que se

    renantodos los israelitas y todos los falsos profetas, exclama diri

    gndoseal pueb lo: He qued ado solo, como profeta del Seor^

    mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos

    c i n c u e n t a v o ^

    18, 22) . o tiene miedo de la soledad. Frecuentemente nosotros, nos

    quedamos solos, pensamos estar equivocados, pensamos estar com

    batiendo contra molinos de viento, pensamos que tal vez tenga

    razn

    la

    opninpblica

    En realidad, cuando existe verdaderamente

    el conocimiento profundo de Dios y de su voluntad, la soledad no

    pesa. Obraba en soledad aquel hombre que, habiendo encontrado un

    tesoro escondido en un campo,

    vend

    todo lo suyo para adquirirlo

    (cfr. Mt 13, 44-46). La gente lo desaprobaba, lo consideraba loco,

    pero el mercader y el hombre aquel estaban llenos deaegra

    Obra en soledad, no raras veces, quien escoge una

    vocacin

    religiosa, unavocacinclaustral, y las personas no entienden, mur

    mura n, aducen los ms variados argum entos para disuadir. Pero el

    verdadero sentido de Dios nos permite superar connmolas opi

    niones, aparentemente razonables, de los otros.

    3.

    La terceracaracersticala describimossirvindonosde un

    argumento de Ambrosio: el

    celo

    es la gracia de Dios que va a la

    34

    bquedaque penetra en elcoazndel justo, es la vida de Dios.

    El celo fue una dote de Elias, y por eso fue arrebatad o al cielo:

    Tenacelo y mi celo lo he gastado por el Seor

    (Comentario al

    Salmo 118, 28, 12).Ardoen celo por el Seor deJos

    ejrcitos./

    responderElias a

    Yahv

    en el Horeb (cfr.

    R 19,

    o/* .

    *

    4. Junto al celo, Elias

    vive la soledad espiritual,

    sin temerla. A

    estepropsitohay un hermoso pasaje de Ambrosio donde explica

    esta consecuencia de estar en la presencia del Seor. Tomando

    como base elversculode Lucascuandoel cielo estuvo cerrado

    durante tres aos y seismses(Le 4,2 5)escribe:Eranoche para

    los

    prfidos,

    pero para Elias

    haba

    luz; estaba cerrado el cielo para

    losprfidos,pero estaba abierto para Elias;haba carestapara los

    prfidos,

    pero abundancia para Elias. Efectivamente, no

    poda

    tener hambre porque los seres celestes leservanla comida y no

    tena

    hambre, l que daba de comer a los otros. Por tanto, en las

    tinieblas el justo es luz para s

    msmo(Comentario a doce Sal-

    mos, 36, 32).

    Quien

    es

    en la presencia del Seor tiene esa misma luz inte

    rior, de modo que no tiene que temer las tinieblas. Para Elias su

    vida la que

    es

    modelada por el respeto amoroso a aquel Seor

    que l

    eligi

    servir con todas sus fuerzas, con todo elcorazncon

    toda el alma, con toda la mente, con todo elespritu La suya es

    una actitud global deadoracinde ofrenda de s mismo, de reve

    rencia, dededicacinY es, en realidad, la actitud fundamental del

    hombrebblicodel hombre que vive elShem

    Escucha

    Israel:

    el Seor es nuestro Dios, el Seor es uno solo.Amrsal Seor tu

    Dios con todo tucorazncon toda tu alma y con todas tus fuerzas.

    Estos mandatos que te doy hoy, losfijarsen tucoraznlos repe

    tirs a tus hijos, los ensears cuandoesssentado en tu casa,

    cuando andes por los caminos, cuando te acuestes y cuando te

    levanes

    (Dt 6, 4-7).Adoarsal Seor tu Dios y a l solo servi

    rs, la actitud religiosa por excelen cia: querer que D ios sea el pri

    mero en ser servido, ponerlo por encima de todo, disponerse a

    escucharlo, a servirlo con amor, con afecto profundo, en el culto y

    en la plegaria, en la liturgia y en la adoracinsilenciosa, en la

    Eucarisay en la vida cotidiana, en los juicios y en los pensamien-

    35

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    20/73

    tos,

    en no dejarse condicionar por los juicios de los otros, en man

    tener elnmocalm ado , quieto, ser an en medio de las pruebas

    espirituales.

    Cmo vivo mi

    consagracn

    Para verificarcmovivimos nuestro estar en la presencia de

    Dioscmovivimos nuestraconsagracnsubrayo cuatro actitudes

    sobre las que os invito a exam inaros.

    1. La acti tud fundamental la expreso con una pregunta:

    Miro

    sloa Dios?,

    m eguosola me nte por l?, es

    Jes

    mi regla, mi

    referencia, mi punto deorienacn?

    Cuando soy llamado, a hacer, a pensar, a decir, a juzgar, de

    dndeparto?, de lo que hacen, dicen, piensan los otros o de lo que

    quiere el Seor?

    Muchas veces en las comunidades parroquiales, en las religio

    sas,en el momen to de tomar decisiones nos preocupa lo que pensa

    rn los

    dems

    y eso no es del todo equivocado. Pero sobre todo es

    necesario medir si aquelladecisines conforme a la voluntad de

    Dios , si es buena en s, si puede res ultar agrada ble al Seor. No

    conviene nunca partir de la oportunidad, sino que debemos partir de

    lo que agrada a Dios. Entonces, en un segundo momen to,

    ser

    posi

    bl etambnreflexionar sobre la oportunidad, sobre los tiempos o

    circunstancias, pero sin haber olvidado aquello que el Seor pide.

    2.

    No preocuparse de la gente y de su

    juicio.

    Es otra manera de

    expresar nuestro estar ante Dios.Esclaro que en una comunidad

    es necesario conjuntar los diversos juicios, pero es necesario pre

    venir el riesgo de que elafnpor el juicio de los otros se convierta

    en algo morbo so, excesiv o, pesado. Si ocurre as, significa que no

    estamos en la presencia del Seor, que no lo miram os. En las

    tinieblas el justo es luz para s

    msmo

    l tiene la luz dent ro de s,

    sano depende de laaegradel otro; puede serle

    til,

    aunque ten

    gamos experiencia de que nos gratifica la

    opinin

    de los que nos

    rodean, aunque tenga un valor. Pero se trata de un valor subordi

    nado, puesto en

    penltimo

    oantepenltimolugar, porque el juicio

    36

    que verdaderamente cuenta es el juicio de Dios:Aunquea m lo

    que menos m e importa es ser juzgad o por vosotros o por un tribu

    nal hum ano. Ni siquiera me juzgo a m m ismo Cierto que mi

    conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado.

    Mi juez es el Seor 1 C e ( 4 ^ 4 ) .

    3.

    No preocuparse de

    cmo

    sea o no sea comprendido.

    De vez

    en cuando algunas personas se problematizan porque temen que su

    obra, su comprom iso, su servicio, no sean apreciados, y se pregun

    tan: me entienden? Es apreciado, estimado, comprendido, mi

    papel en la Iglesia?

    Razonamientoslegtimos,pero que, evidentemente, no son sus

    tanciales. No vale el hecho de que el otro me aprecie ms o menos,

    no vale el que mi rol sea etiquetado, reconocido, sino que lo que

    vale es lo que agrada a Dios:Vveel Seor en cuya presencia

    estoy

    4. Un ejercicio

    prctico

    puede ser el de vercmovivo estos

    sentimientos en laoracin, en el

    Oficio divino,

    en laadoracin

    eucarstica.

    Ciertamente, algunas de estas acciones son secretas -pienso en

    la

    oracin

    en laconemplacnsilenc iosa-, y en este caso es ms

    fcil

    vivir la soledad con Dios. Otras acciones, sin embargo, son de

    naturaleza coral y debemos buscar a Dios todos juntos, con el

    canto, los gestos y las palabras. Entonces se

    insina

    la dificultad.

    Porque estando acompaados de una comunidad , es posib le

    abandonarse a lacoralidadcomo si fuese suficiente,

    peocupn

    dose mucho por los cantos, los gestos,irritndosetal vez por quien

    desafina, por quien no hace bien los ritos, o

    quz

    temiendo no

    hacer bien lajjmpia-parte/Se sabe que el servicio

    litrgico

    se le

    hac

    a Dios pero sin embargo\jo cumple principalmente mirando

    al entorno.

    En rea l idad , noso t ros debemos v iv i rtambnlos momentos

    cora'.es

    litrgicos

    estandosoa la presencia de Dios, elevando

    continuamente a l nuestrocorazn

    Vendrn

    distracciones, pero

    tenemos la posibilidad de volver a empezar y decir: Seor, estoy

    en tu presencia, t eres mi

    oracin

    t eres mi plegaria, t mi canto,

    37

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    21/73

    t eres quien me da todo y me ofrezco a ti juntam ente con mi

    comunidad.

    Para m es una experiencia muy hermosa darm e cuenta, durante

    lacelebracinde laEucarisasolemne con determinadas comuni

    dades parroquiales o religiosas, que estamos todos verdaderamente

    en la presencia del Seor, al menos con la voluntad interior pro

    funda, que continuamente rescatamos de las distracciones, de los

    pesares delcorazndndonosnuevamente a l,

    ponndonos

    ante

    su rostro. Es una especie de experienciaestica

    O h

    Seor

    t que enviaste a tu precursor Juan Bautista en el

    espritu

    y con la fuerza de Elias,

    concdenos

    a cada uno de noso

    tros que meditamos sobre este tu siervo y profeta participar de su

    espritu

    y estar en tu presencia en lahumildad en el respeto, en el

    olvido de nosotros mismos, en el

    amor.

    Haz, te rogamos, que toda la Iglesiaesta tu servicio como lo

    estuvo Elias, en la

    humildad

    en la pobreza de

    espritu,

    en la reve

    rencia, en elxtasis.Te lo pedimos porintercesindeMaraque

    estaba con respeto y

    adoracin

    profunda en tu

    presencia.

    38

    III

    EL CONOCIMIENTO DEL DIOS VIVO

    AY DE LO S

    IDLATRAS

    Para esta

    medtacin

    nos inspiramos en la plegaria deJesen

    el evangelio de Juan:

    a

    es la vida eterna: que te conozcan a ti,

    nco

    Dios, y al que han enviado,Jesucriso(Jn 17, 3).

    O h

    Jess,

    que pronunciaste aquellas palabras para tus

    aps-

    toles y para todos nosotros,

    concdenos

    el conocimiento del

    nico

    Dios, que nos viene de ti, el enviado del Padre. Haz que nos deje

    mos guiar en tal conocimiento por el

    nico

    verdadero y por tupro

    feta

    Elias.

    Podemos ti tular nuestrareflexinde otro modo,refirindonos

    ms

    especfcamne

    a las acciones del Tesbita sobre las que esta

    mos

    m edi tando:

    Ay de los

    idlatras.

    Queremos ahora detenernos en elcaptulo18 del primer Libro

    de los Reyes donde se describe el juicio divino acerca de los profe

    tas de laidolatra.

    39

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    22/73

    Ay de los idolatras,

    que indica

    cmo

    el conocimiento del verda

    dero Dioses

    tambn

    enmascarado por la falsedad de los

    dolos,

    es palabra que encontramos en el m ismo Nuevo Tes tamento.

    Querdosmos

    huid de la

    idolatra

    dice el

    apsto

    Pablo

    1

    C o

    10 ,

    14).

    Poda

    parecer que laexhortacinno sea deinerspara

    nuestra

    situacin

    moderna, peroquzcomprendamos mejor el pen

    samiento de Pablo cuando escribe:

    Po

    tanto, mortificad vuestros

    miembros terrenos: lafornicaciny la impureza son

    adoracin

    del

    sexo. Por eso ya he dicho en laintroduccinque el mensaje de

    Elias tiene su propia actualidad. Todo lo que es buscado como si

    fuese bien

    ltimo

    desterrando los bienes superiores, es una forma

    deidolatra.

    Nuestrareflexin

    compender

    tres partes: una

    lectura

    de algu

    nosverscuosdel episodio acaecido en el monte Carmelo; una

    meditatio en la que intentaremos profundizar sobre el significado

    de laidolatra;un a preguntaprcticapara conocer losdolosque

    esnen nosotros y la verdad de nuestro servicio al Dios vivo.

    1 R 18,16-40

    Abdas

    fue al encuentro de Ajab y leavisy Ajabpartial

    encuentro de Elias. Cuando Ajab vio a Elias le dijo: "Eres t, el

    azote de Israel?" l

    respond

    "No soy yo el azote de Israel, sino

    t y la casa de tu padre, por haber abandonado aYahvy haber

    seguido a los Baales. Pero ahora,

    enva

    a reunir junto a m a todo

    Israel en el monte Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profe

    tas de Baal que comen a la mesa de

    Jezabe

    Ajab

    envi

    mensajeros a todo Israel yreunia los profetas en

    el monte Carmelo. Elias se

    acerc

    a todo el pueblo y dijo: Hasta

    cundo

    vais a estar cojeando con los dos pies? Si

    Yahv

    es Dios,

    seguidle; si Baal, seguid a

    ste

    Pero el pueblo no le

    respond

    nada. Dijo Elias al pueblo: He queda do yo solo como profeta de

    Yahv mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cin

    cuenta. Que se nos den dos novillos; que elijan un novillo para

    ellos, que lo despedacen y lo pongan sobre la lea, pero que no

    pongan fuego. Yo

    preparar

    el otro novillo y lopondsobre la

    lea, pero nopondfuego.

    Invocaris

    el nombre de vuestro dios;

    4 0

    yo

    invocar

    el nombre deYahvY el dios que responda por el

    fuego, se esDosTodo el pueblo

    respond

    Estben Elias

    dijo a los profetas de Baal:

    Elegios

    un novillo y comenzad voso

    tros pr imero, pues sois ms nume rosos . Invocad el nombre de

    vuestro dios, pero nopongsfuego Tomaron el novillo que les

    dieron, lo prepararon e invocaron el nombre de Baal desde la ma

    ana hasta el

    medoda

    diciendo: Baal,

    respndenos

    Pero no

    hubo voz ni respuesta. Danzaban cojeando junto al altar que ha

    ban

    hecho. Llegado el

    medoda

    Elias se burlaba de ellos y

    deca

    Gritad ms alto, porque es un dios;tendralgn negocio, le

    hab

    ocurrido algo,

    esar

    en camino; tal vez

    es

    dormido y se

    despertar

    Gri taro n ms alto ,

    sandose segn

    su cos tumbre,

    con cuchillos y lancetas hasta chorrear la sangre sobre ellos. Cuan

    dopasel

    medoda

    se pusieron en trance hasta la hora de hacer la

    ofrenda, pero no hubo voz, ni quien escuchara ni quien respon

    diera.

    Entonces Elias dijo a todo el pueblo:

    Acercaos

    a m. To do el

    pueblo se

    acerc

    a l.

    Repar

    el altar de

    Yahv

    que

    haba

    sido

    demolido.

    Tom

    Elias doce piedras

    segn

    el

    nmro

    de las tribus

    de los hi jos de Jacob, al que fue dir igida la palabra de

    Yahv

    diciendo:

    Israel

    sertunombreErigicon las piedras un altar al

    nombre de

    Yahv

    e hizo alrededor del altar una zanja que

    conena

    como unas dos arrobas de sembrado. Dispuso la lea,despedazel

    novillo y lo puso sobre lalea.Dspusdijo:

    Lenad

    de agua cua

    tro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la lea. Lo

    hici eron as. Di jo:

    Reped

    y repitieron. Dijo:

    Hacedo

    por ter

    ceravezY por tercera vez lo hicieron. El agua

    corri

    alrededor

    del altar, y hasta la zanja sellende agua. A la hora en que se pre

    senta la ofrenda, seacercel profeta Elias y dijo:YahvDios de

    Abraham , de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que t eres Dios en

    Israel y que yo soy tu servidor y que por orden tuya he ejecutado

    todas estas cosas.

    Respndem

    Yahv

    respndem

    y que todo

    este pueblo sepa qu e t,Yahveres Dios que conviertes sus cora

    zonesCay

    el fuego deYahvque

    devo

    el holocausto y la

    lea, ylamel agua de las zanjas.

    Tem

    todo el pueblo, y caye

    ron sobre su rostro y dijeron: Yahv es Dios,YahvesDos

    Elias les dijo:

    Echad

    mano a los profetas de Baal, que no escape

    41

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    23/73

    n inguno de

    ellos;

    les echaron mano y Elias les hizo bajar al

    torrente deQusny losdegollall1 R 18,16-40) .

    Es unprrafomuy largo, rico en dramatismo y lleno de fuerza

    narrativa.

    Lo podemos dividir en cinco partes.

    1.L a

    preparacin

    del juicio de Dios (vv. 16-20).

    Elias manda aAbdas,el mayordomo del rey, a decir le que

    debe hablarle; Acab se dirige hacia el profeta que le ordena que

    convoque en el monte Carmelo a los profetas de Baal.

    2. La segunda parte narra el

    desafo

    de Elias (vv. 20-24) mos

    rndonosque lo que se pone en juego es la fe

    monoesa

    Se trata

    de decidir

    si

    Dios es

    Yahv

    o es Baal o los Baales, los dioses de los

    fenicios, los dioses de Tiro.

    La palabra central de esta parte es elversculo

    21 :

    Hasta

    cun

    do vais a estar cojeando con los dos

    pes?

    La

    expresin

    no es del

    todo clara; probablemente quiere indicar la falta de unadecisinel

    ir un poco de uno a otro lado.Quzalude a las danzas sagradas que

    sehacanun tanto en honor deYahvy un tanto en honor de Baal.

    Si el Seor es Dios,

    segudo contina

    elverscuo21, y acude

    enseguida a nuestra memoria la asamblea deSqumconvocada por

    JosuSi noquersservir

    al

    Seor, elegid hoy a

    qun

    quersser

    vir: si a los dioses a los que sirviero n v uestros padres ms alldel

    ro, o a los dioses de los Amorreos, en cuyopashabtis. Que yo y

    mi famil ia serviremos aYahv(Jos 24, 15). Se representa lo

    mismo, el

    dramticodilema:

    aqunqueremos servir?

    Es doloroso notar que mientras en el libro deJosuel pueblo

    responde por tres veces:Lejosde nosotros abandonar al Seor

    para servir a otrosdosesa Elias el pueblo no le responde nada,

    no sabe qu dec ir,estemeroso, indeciso.

    3. En la tercera parte (vv. 25-29) leemos el intento de llevar a

    trmnoel sacrificio del fuego por parte de los profetas de Baal:

    gritan, danzan, se emborrachan desde la maana hasta elmedoda

    Es interesante ladescripcinde la danza ritual mediante la que se

    excitan hasta llegar a un estado de trance; se trata de una ceremo-

    4 2

    nia religiosa que conduce a laauoexaltacinAn ho y exi sten for

    mas de pretendida espiritualidad que, a

    travs

    de laauoexaltacin

    provocan un estado

    pseudomsico

    4. L os

    verscuos

    30-38 presentan, s in embargo,cmoElias

    realiza el sacrificio. A la desesperada intentona de los seguidores

    de Baal para atraer laaencinde la divinidad, se contrapone la

    tranquila compustura del profeta de

    Yahv

    Es notable sobre todo

    suinvocacinen el momento del sacrificio postmeridiano, que as

    nos recuerda la suprema ofrenda realizada porJesa las tres de la

    tarde sobre el monte Calvario: Seor, Dios de Abraham, de Isaac

    y de Jacob, que se sepa hoy que t eres Dios en Israel y que yo soy

    tu servidor y que por orden tuya he ejecutado todas estas cosas.

    RespndemYahvrespndem

    y que todo este pueblo sepa que

    t,

    Yahv

    eres Dios que conviertes sus

    coazones?

    5. En fin, laltimaparte (vv. 39-40) habla de las consecuencias

    de cuanto ha ocurrido; por una parte el pueblo que adora aYahv

    y por otra, los profetas que son ejecutado s.

    El sentido de crueldad que aparece en la matanza de los sacer

    dotes de Baal es superado, evidentemente, por elespritudel Nue

    vo Testa men to. Sin em bargo , ms

    all

    de las costumbreshstricas

    del pasado (cfr. Es 22, 19), nosotros queremos penetrar en el men

    saje permanente delprrafocon la gracia de Dios y con la ayuda

    de lEsprituSanto.

    Seor,concdenosentender el valor de este episodio para

    conocerte mejor a ti,nicoDios verdadero, y a aquel al que t has

    mandado,Jesucristo.

    La

    idolatra

    1.Etimogicamenteidolatraquiere decir culto a losdolos,

    adoracnde objetos fabricados por el hombre, que

    tienefun

    sig

    nificado religioso, objetos que pueden representar un hombre, una

    mujer otambnun animal (serpiente, cordero,

    guila).

    A ellos se

    rinde honor, se atribuyen poderes divinos,

    mgcos

    superiores, se

    les da reverencia y

    adoracn

    ofreciendo sacrificios.

    43

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    24/73

    2.

    No es

    fcil

    entend er por qu el hombre se comporta de ese

    m odo:

    deberamosentrar en complejas discusiones de antropolo

    ga y de

    psicologa

    religiosa.

    - La

    moivacin

    ms inm edia ta, qu e

    quz

    valapara los anti

    guos ,se encuentra en el hecho de que pensaban en una fuerza mis

    teriosa radicada en determinados objetos.

    - Sin embargo ,habaalgo ms prob able me nte: pens aban en

    una fuerza divina de la persona o de la realidad representada. No

    podemos, por tanto, considerar la

    idolatra

    siempre como alguien

    que elige un objeto por

    Dios ;

    ms bi en ,stecree en su referencia a

    una personalidad divina o a una fuerza astral,

    mtica

    - Por tanto,

    tambn

    el

    dolo

    puede tener un valor relativo y,

    por eso, suadoracinpuede indicar un cierto acto religioso hacia

    aquello que el hombre no logra imaginar del todo. Quien honra a

    un

    dolo

    puede querer honrar en una seal visible una fuerza

    divina invisible. Era esto lo que intentaban hacer los hebreos

    cuando se construyeron en el desierto un becerro de

    oro:

    no pensa

    ban sustituir a

    Yahv

    por otro dios, sino rendirle culto de manera

    tangible, tener un

    smboo

    de la potencia propia de

    Yahv

    que les

    habaconducido fuera de Egipto.

    - Natura lmente, an en ese caso, que es el ms genuinam ente

    religioso de

    idolatra

    no s

    podamos

    preguntar: la fuerza divina a la

    que se quiere rendir culto, es una fuerza verdaderamente trascen

    dente o

    quz

    un aidealizacinde una realidad humana? Si los He

    breos en el desiertotenancasi con toda seguridad, la voluntad de

    adoraraYahven los cultos a Baal, sin embargo, se adoraba la fuer

    za de la fecundidad, de la naturaleza con sus ciclos resproductores de

    muerte y de vida, de vida que nace de la muerte, de la primavera que

    nace del invierno. Los adoradores de Baal expresaban un sentido

    religioso de reverencia y de dependencia hacia las grandes fuerzas

    que rigen el mundo: el am or, elsexo, la naturaleza, la fertilidad.

    E s, pues,difcilentrar en los meandros delcoaznhumano.

    3.

    Sin embargo, nosotros sabemos que la Escritura es totalmente

    contraria a cualquier acti tud que parezca, aunque sea de forma

    mnmaidoltrica

    An sabiendo que existen muchas maneras de

    se r

    idlatras,

    la Biblia no admite que se reduzca la divinidad a algo

    4 4

    humano, aunque se trate de unsmbolo aunque se trate de una

    refere ncia a una realida d ms alta.

    Alguienquedarasombrado de la rigidez de la Sagrada Escritura,

    de la intransigencia del profeta

    Elias;

    de hecho, si se piensa en otras

    religiones,podraparecer

    legtimo

    expresar un cierto valor religioso

    atravsde los objetos, al menos como un intento de afirmar un Ser

    supremo al que es necesario adorar. Entonces, cmo es que se

    rechaza la

    idolatra

    an en sus form as ms esp iritu ales , ms altas ?

    Larazn a mi parecer, la encontrarmos en la

    definicin

    que

    Elias da de s mismo, y que ya hemos meditado:

    Po

    vida del

    Seor, Dios de Israel, en cuya presencia

    esoy

    (1 R 17, 1).

    Por

    vida del Seor,

    VvitDomnussegnla

    versin

    latina.aes la

    clave para entender la lucha de Elias contra losdolosy la lucha de

    la Biblia contra todo aquello que, aunque seamnmameneapa

    rece como

    idolatra.Yahv

    es un

    Dios vivo.

    En el contexto que nos interesa, significa que Dios es imprevi

    s ible, que suaccinpara con nosotros es l ibre y soberana, que

    nunca podemos ca lcu lar nada prev iamente . Heaqul a enorme

    diferencia entre laconcepcndel verdadero Dios y cualquier otra

    forma de religiosidad. Porque eldolo aunque en l se pretenda

    personificar y venerar la justicia, la verdad, la santidad, no es an

    el Dios controlado por el hombre que puede preveer las exigen

    cias,

    y teniendo una idea propia de la justicia, de la santidad, de la

    verdad, puede, en cierto modo, dom inarlo.

    Sin embargo

    Yahv

    es libre, no se deja manipular por su cria

    tura, no se deja encuadrar en nuestros razonamientos ni en nues

    tras previsiones. Nosotros no sabemos

    cmo

    se

    compoar

    Dios

    porque es una personalidad viviente y trascendente; todo depende

    de l y a nadie debe rendir cuentas. Al contrario, como dije antes,

    un valor humano personificado, m e hace caer en la cuenta del con

    cepto que yo tengo de l y puedo, si quiero, exorcitarlo.

    Yahv

    obra como quiere, se hace presentecmoy donde quiere, no es un

    principio abstracto, sino que ama, suscita y destruye, premia y cas

    tiga, eleva y abaja, ysol sabe elporqu

    ~ Este es el Dios

    vivo,

    y por ello la Biblia no admite que se le pueda

    reducir a una

    represenacn

    a un concepto, ni siquiera a una defini

    cin

    porqu e es El que es (cfr. Ex 3, 14 ), por

    tanto,

    se hace presente

    45

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    25/73

    donde quiere y como quiere, obra donde y como quiere, ama al hom

    bre porque lo quiere am ar y lo salva del mod o que l sa be.

    En el fondo, el nombre de Elias es lasnesisde cuanto veni

    mo s diciendo: Mi Dios es

    Yahv

    mi Dios no me lo he imagi

    nado yo, no me lo he construido yo, ni con mirazn ni con mi

    filosofa

    con miconceptualizacin;

    Yahv

    es l, el impre visible, el

    Dios que me env uelve, que me atrae.

    E s,

    pues, muy importante la

    revelacin

    del Dios vivo que ve

    mos en estapgnade la vida de Elias y que encontramos, tam

    bin en tantos otros pasajes de la Escritura.

    Servimos al Dios vivo?

    Hoy hay muchas formas desupersticinque recuerdan las del

    pasado; mucha gente usa talismanes, amuletos, recurre a la adivi

    nacin a las cartas, a los

    horscopos

    Pero podemos afirmar que

    en nuestro mund o occidental laidolatrano tiene nada que ver con

    la antiguaidolatra.

    Muchos tienen una cierta dea acerca de un ser superior, y no

    son tan numerosos como sepodracreer los ateos convencidos,

    racionales. Incluso lasestadsticasreligiosas ensean que personas

    no creyentes en el Dios de la Iglesia

    catlica

    piensan, sin embargo,

    en el tema del ms

    all.

    Sin embargo,quzson pocos, incluso entre los bautizados, los

    que han llegado al conocimiento del Dios vivo, tal como lo pre

    senta la Escritura y como nos los presenta

    Jess

    Un Dios que no

    es

    hecho com o yo lo pienso, que no depende de cuanto yo espero

    de l, que puede, pues, desconcertar mis esperanzas, precisamente

    porque

    es

    vivo.

    La prueba de que no siempre tenemos una justa idea de Dios es

    que alguna vez nos desilusionamos: me esperaba esto, me imagi

    naba que Dios se compo rtara as, y me he equivoc ado. De ese

    modo recorremos el sendero de laidolatra,queriendo que el Seor

    obresegnla imagen que nos hemos hecho de l.

    Seor, nosotros te conocemos poco, y

    t,

    de hecho, has dicho

    que nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se

    lo quiera

    revelar.

    4 6

    Es

    ncamne

    en la

    revelacin

    de la Escritura, que tiene su

    cul-

    men en

    Jess

    donde noso t ros podemos conocer a l Dios v ivo .

    Aquel que no nos revelan ni la carne ni la sangre, ni los racioci

    nios,

    ni las costumbres, ni las deducciones de nuestra mente. Es

    cierto que nosotr os podem os alcanzar a decir que hay alguien ms

    all

    de nosotros, ms

    all

    de todo, pero nunca lo consideramos tan

    superior a noso t ros que pueda engaarnos y sorprendernos.

    Instintivamente lo reducimos a nuestra medida, mientras que la

    adoracin del Dios vivo, laadoracinde celo fuerte, incansable,

    ardiente hasta la crueldad, de Elias es hacia el Dios a quien nadie

    puede decir nada, que

    es

    ms

    all

    de cualquier

    imaginacin

    o

    pensamiento nuestro, que se revela por amor y con amor trastorna

    una y otra vez las ideas humanas. Todo el evangelio es una mani

    festacindel esfuerzo de los hombres por aceptar al Dios de

    Jess

    empezando por losapsoesporque lo esperaban de otra m anera.

    Y cuando el Dios de

    Jes

    anuncia que se

    revear

    en la cruz, se

    escandalizaban al darse cuenta de que no era el Dios que pensaban.

    Servimos verdaderamente al Dios vivo?

    Revlate, Seor, a m,mustratedesconcertando mis pensa

    mientos,mustratedestruyendo mis ideas prefabricadas acerca de

    ti, destruyen do losdolos, las falsasimgenestuyas que ocupan mi

    corazn.

    Nuestros

    doos

    Podemos concluir con una pregunta: cules son losdolosque

    me impiden el conocimiento del Dios vivo?

    Ciertamente, son muchos, personales y sociales.

    Personales: el orgullo, laambcin todas las pretensiones que

    llevo dentro.

    Y luego, sociales, externas a m pero que, sin embargo, me

    impiden el conocimiento del Dios vivo:

    los

    dolos

    grupos, los

    do

    los foros, losdolosteatros.En lenguaje moderno: la raza, la cultura

    de una gente, que en parte es un valor y en parte puede aprisionar la

    mentalidad enfrentando a unos contra otros; el miedo a lo que

    piensa la gente, a laopnnpblicael estar siempre pendienteni

    camente de lo que es la media del pensamiento

    comn

    en fin, los

    47

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    26/73

    dolosteatros,

    tod o aquello que me hace esclavo de lo que esperan

    lo s

    dems

    Se trata de pequeos

    dolos,

    como los que se l levaban

    escondidos las mujeres de los patriarcas, para no perder del todo la

    unincon el pasado. Pequeosdolosson lasuecna las opinio

    nes ,

    a las costumbres de los otros, a las falsas costumbres de la

    cultura, que al fin me quitan la libertad y la rectitud delcorazn

    Podamosdecir, en

    sstesis

    que todo lo que va contra la pureza

    decoaznrepresenta nuestra

    idolatra:Benavenuados

    los lim

    pios decoraznporque ellosverna

    Dos

    (M t5 ,8).

    Concdenos,

    Seor, la pureza del

    corazn.

    OhMara, t que

    has contemplado al Dios vivo y te has sometido com pletamente a

    l como esclava de

    Yahv,

    purifica nuestros pensamientos para

    que podam os conocer y adorar al Seor com o t lo has conocido,

    amado y

    adorado.

    4 8

    LA JUSTAPETICIN

    1 R 3 ,5 .7 -1 2 ; Rm 8 ,28 -3 0 ; M t 1 3 ,44 -52

    En esta

    homla

    m e

    limtar

    a hacer

    agn

    subrayado acerca de

    larelacinentre las lecturas y el camino de los Ejercicios espiri

    tuales que estamos haciendo.

    La

    peticn

    de

    Saomn

    En aquellos

    dasYahv

    seapareca

    Saomn

    en sueos por

    la noche. Dijo Dios:"Pdemlo que quieras que te d".Saomn

    dijo:

    "Seor, mi Dios, t has hecho rey a tu siervo en lugar de Da

    vid mi padre, pero yo soy un nio pequeo que no sabe salir ni

    entrar. Tu siervo

    es

    en medio del pueblo que has elegido, pueblo

    numeroso que no se puede contar ni numerar por su muchedum

    bre.

    Concede, pues, a tu siervo, uncoaznque entienda para juz

    gar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues quin

    sercapaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?Agrada

    Yahv

    esta

    splica

    deSaomny le dijo Dios:Poquehas pedido

    esto y, en vez de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de

    tus enemigos, has pedido discernimiento para saber juzgar, cum plo

    tu ruego y te doy uncoaznsabio e inteligente como no lo hubo

    antes de ti ni lohab

    despus1

    R

    3,

    5. 7-12).

    49

  • 8/11/2019 Martini, Carlo Mara - El Dios Viviente

    27/73

    Al iniciar estosdasosexhorta precisar la gracia que cada una

    preendapedir al Seor como fruto de los Ejercicios. Y tal peti

    cin es agradable a Dios, como nos ensea este trozo del primer

    libro de los Reyes. Naturalmente, surge

    esponneamne

    el inte

    rrogante: acaso no es verdad que el Seor sabe mejor que noso

    tros lo que nos conviene?

    Ciertamente lo sabe, pero desea que lapeticinse abra camino

    en nues tro

    coazn

    y devenga clara, precisa, adecuada a nuestra

    necesidad real. Es

    se

    tambn un modo con el que Dios ya nos

    escucha, suscitando en nosotros la

    peticin

    justa.

    De hechoSaomn

    poda

    haber hecho muchas otras pet icio

    nes , y has ta religio sam ent e ms pro fun das: D ios mo, llvame

    con t igo com oserarrebatad o Elias en un carro de fuego Sin em

    bargo, no hubieran s ido adecuadas al momento que es taba vivien

    do el rey.

    Por tanto, l tuvo la humildad, la sinceridad, el coraje de pedir

    lo que le era necesario para vivir

    segn

    Dios en su determinada

    situacin

    histrica:

    un

    coazndcil,

    para saber administrar justi

    cia al pueblo. Entre las muchas posibles peticiones,eligiaquella

    que

    corresponda

    al designio de Dios sobre l,

    stundose

    en la

    mejorcondcinpara ser escuchado.

    Es interesante subrayar, reflexionando sobre la vida de Salo

    mn, que el Se o r leconced

    despus

    bastan te ms Lapeticin

    justa y proporcionada a nuestro camino no nos priva de otras gra

    cias ,

    por el contrario, nos abre el camino hacia muchos dones.

    Os exhorto, pues, a quevolvisa pensar lo que quisieras como

    fruto de los Ejercicios, para entender, a la luz de las palabras de

    Saomn si es verdaderamente adecuad o a vuestra actual necesidad.

    La gracia fundamental

    Es necesario pedir con insistencia esta gracia, en vista del

    nico

    don fundamental, el del Reino:Buscadante todo el reino de Dios

    y lodemsse os

    dar

    por aadidura (Le 12,31).

    Jes

    ilustra este don en las dos primeras

    parboas

    del evange

    lio de Mateo: el tesoro escondido en el campo y la perla preciosa

    (cfr .Mt 13,44-46) .

    5 0

    El Reino es la gracia fundamental , que comprende todas las

    dems

    es incomparable y l lena el

    corazn

    de

    aegra

    haciendo

    fcil an el sacrificio.

    Cuando tenemos la

    aegra

    del Reino, el resto se ajusta, se re

    suelve, encontramos la fuerza de vender lo que tenemos para com

    prar el campo o la

    perla.

    De hecho, el tesoro de la

    parboa

    esnico

    ya no hay otros, y la perla preciosa de gran valor esnica

    Vuelve

    aqu

    lareflexinsobre la lucha contra los

    dolos:

    hay

    actitudes humanas religiosas, y

    tambn

    no directamente religio

    sas,

    que persiguen ciertos valores muy importantes -justicia, leal

    tad, paz, fraternidad-; sin embargo, solamente el Reino permite a

    tales valores ser