Martes 05 de Mayo de 2015. Orlando Ferreres. Con Pobreza No Hay Paz Ni Justicia

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Martes 05 de mayo de 2015 Con pobreza, no hay forma de tener paz y justicia Por Orlando J. Ferreres Han generado muchos análisis y discusiones muy acaloradas, aunque respetuosas, algunas de las ideas económico-sociales del papa Francisco en Evangelii Gaudium, su primera encíclica , en la que define sus ideas sobre temas no dogmáticos. Siempre ha habido en la Iglesia un balance de ideas no solo económicas sino de la mayoría de los aspectos que no hacen al dogma propiamente dicho. Podríamos hacer un listado muy largo de estos aspectos que fueron cambiando a lo largo de los más de 2000 años de la Iglesia, cambios que se hicieron muy lentamente, al estar guiados por un balance de fuerzas y por una armonía final. Discusiones sobre el préstamo a interés, sobre la usura, sobre el salario justo, sobre la organización misma del aparato económico, sobre la propiedad privada, sobre la subsidiaridad del Estado, y muchas otras, como las relativas a la liturgia, que cambió significativamente después del Concilio Vaticano II (1963), por ejemplo, en lo que hace al mínimo tiempo de ayuno para poder comulgar, son casos de estas discusiones. Por eso G. K. Chesterton pudo escribir en "Chaucer" (1932) refiriéndose a este balance de ideas distintas sobre un mismo tema dentro de la Iglesia: "El hombre no se acerca más a la herejía por criticar una y mil veces. Ni tampoco porque sus críticas se parezcan a las que hacen los herejes. Se convierte en hereje en el preciso momento en que prefiere sus críticas a su catolicismo. Esto es, en el instante de separación en que cree que su opinión es de más valor que el credo que le une a sus prójimos. Siempre está la Iglesia Católica llena de gentes que simpatizan con movimientos sociales o con ideas morales que tienen partidarios fuera de los dominios de esa Iglesia. Porque el Catolicismo no es un movimiento, ni un modo, ni una dirección, sino el equilibrio de muchos modos y movimientos; y la asociación a ella consiste en aceptar el arbitraje final que decide aquel equilibrio, no en rechazar la admisión de ninguno de esos modos para llegar al equilibrio". No se puede decir mejor que Chesterton cuál es la labor de la Iglesia respecto de este balance de tendencias, esta armonización progresiva de distintas ideas dentro de ella, que con el paso de los siglos logra conciliarlo todo. La Iglesia ha pasado por muchos momentos difíciles, con luchas intestinas muy fuertes, pero para los que creemos en el Espíritu

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Martes 05 de mayo de 2015Con pobreza, no hay forma de tener paz y justiciaPorOrlando J. Ferreres

Han generado muchos anlisis y discusiones muy acaloradas, aunque respetuosas, algunas de las ideas econmico-sociales delpapa FranciscoenEvangelii Gaudium, su primera encclica, en la que define sus ideas sobre temas no dogmticos.Siempre ha habido en la Iglesia un balance de ideas no solo econmicas sino de la mayora de los aspectos que no hacen al dogma propiamente dicho. Podramos hacer un listado muy largo de estos aspectos que fueron cambiando a lo largo de los ms de 2000 aos de la Iglesia, cambios que se hicieron muy lentamente, al estar guiados por un balance de fuerzas y por una armona final.Discusiones sobre el prstamo a inters, sobre la usura, sobre el salario justo, sobre la organizacin misma del aparato econmico, sobre la propiedad privada, sobre la subsidiaridad del Estado, y muchas otras, como las relativas a la liturgia, que cambi significativamente despus del Concilio Vaticano II (1963), por ejemplo, en lo que hace al mnimo tiempo de ayuno para poder comulgar, son casos de estas discusiones.Por eso G. K. Chesterton pudo escribir en "Chaucer" (1932) refirindose a este balance de ideas distintas sobre un mismo tema dentro de la Iglesia:"El hombre no se acerca ms a la hereja por criticar una y mil veces. Ni tampoco porque sus crticas se parezcan a las que hacen los herejes. Se convierte en hereje en el preciso momento en que prefiere sus crticas a su catolicismo. Esto es, en el instante de separacin en que cree que su opinin es de ms valor que el credo que le une a sus prjimos. Siempre est la Iglesia Catlica llena de gentes que simpatizan con movimientos sociales o con ideas morales que tienen partidarios fuera de los dominios de esa Iglesia. Porque el Catolicismo no es un movimiento, ni un modo, ni una direccin, sino el equilibrio de muchos modos y movimientos; y la asociacin a ella consiste en aceptar el arbitraje final que decide aquel equilibrio, no en rechazar la admisin de ninguno de esos modos para llegar al equilibrio".No se puede decir mejor que Chesterton cul es la labor de la Iglesia respecto de este balance de tendencias, esta armonizacin progresiva de distintas ideas dentro de ella, que con el paso de los siglos logra conciliarlo todo. La Iglesia ha pasado por muchos momentos difciles, con luchas intestinas muy fuertes, pero para los que creemos en el Espritu Santo, al cabo de dcadas o siglos quiz, la recompone con vigor nuevo y con una hermandad universal que asombra.Por eso es que en materia econmico-social Juan Pablo II hizo redactar entre muchos, con discusiones que duraron muchos aos, bajo la direccin del Pontificio Consejo Justicia y Paz, el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que el Pontfice promulg en 2004 y que es la palabra final hasta ahora, aceptada por todos.Podemos discutir ideas, incluso muy distintas sobre cmo organizar la economa y la cuestin social desde el punto de vista catlico, pero el balance final de esas tendencias est dado por este muy reciente Compendio, que es el catecismo econmico-social del catolicismo, hasta que algunos puntos puedan cambiar con el paso del tiempo.La idea central en el aspecto econmico-social es que la dignidad del hombre se logra con el trabajo honrado y bien hecho y que es inaceptable la pobreza, que se vive cuando el nivel de ingresos familiares no llega a cubrir las necesidades bsicas que quedan insatisfechas, por eso la opcin preferencial por los pobres. La Iglesia dispone en todo el mundo de 687.282 centros sociales para cumplir su misin religiosa y muchos de ellos estn destinados a ayudar a los pobres. Con pobreza no hay forma de tener paz y justicia y tenemos que poner los mayores esfuerzos para erradicar la pobreza en forma definitiva, cosa que actualmente es posible, aunque no en forma instantnea.Antes que nada hay que amar a los pobres y para erradicar la pobreza -adems de amarlos- es fundamental lograr la formalizacin del trabajo, en empresas que cumplan con las reglas laborales lgicas. Para ello hay que favorecer la inversin, nica forma de tener empresas competitivas que puedan ocupar a toda la poblacin activa cumpliendo con las normas.Actualmente, la empresa es la forma de organizacin ms eficiente de la produccin, tanto en Occidente como en Japn, China o frica, es decir en el mundo entero. Por lo tanto, es necesario favorecer la creacin de empresas nuevas y bien organizadas para que la inversin permita ocupar formalmente a toda la poblacin activa. Sin inversin no hay nada, es un engao pensar de otro modo, pues no se trata de llegar a ocupar un puesto, sino de trabajar, de producir. Un puesto burocrtico, donde se cobra un sueldo u otra remuneracin, pero que no produce nada, no es un trabajo.El trabajo requiere capital, pero no solo capital monetario, capital en el sentido econmico, que por suerte hoy est disponible en abundancia en los mercados de capital internacionales. Se requiere principalmente mucho capital institucional que es el cumplimiento de reglas del juego que establece cada pas, es el cumplimiento de cada Constitucin.Tampoco basta con esto, pues tambin es necesaria una administracin del pas hecha por gente que tenga conocimientos y experiencia. Sin embargo, estas cosas claves aun no alcanzan, pues los dirigentes del pas deben estar guiados por una regla moral elevada que los haga trabajar por el bien comn y no por sus intereses personales cuando estn en el gobierno, guiados por una formacin tica firme que los aleje de las tentaciones econmicas al disponer de poder.Estas ideas son la clave del catolicismo en materia econmico-social, pero pueden ser las de muchos otros que no tienen este credo o no profesan ninguna religin, es decir que es vlido para todas las personas decentes y rectas del mundo que desean el progreso de cada uno y el engrandecimiento de la patria..