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6-Instituto misionero: Mercedarias Misioneras de Bérriz

“Nos ha concedido la S. Congregación de Religiosos la transformación pedida. ¡Laus Deo! ¡Qué pronto, qué suavemente! Lo comunico al Consejo y a las capitulares. ¡Digitus Dei est hic! Me encuentro rebosando gratitud. Por la noche oración extraordinaria para dar gracias, pedir que acabe felizmente lo que aún falta y encomendar al P. Vidal. Al pedir por la Orden suspéndeme el deseo grande de que sea muy útil a la Iglesia.” La M. Margarita contó para esta transformación con personas que le prestaron su mejor ayuda: Los

jesuitas PP. Chalbaud, y Vidal, que residían en Bilbao y Roma respectivamente y el P. Zameza, que la orientó en todos sus pasos. El mercedario, P. Manuel Sancho, fue su director espiritual durante más de 7 años.

De acuerdo con la comunidad presentó a Roma, la solicitud para transformarse en Congregación, si

es posible, conservando el título y privilegios de la Orden. En enero de 1930 llegó la respuesta, en que se aceptaba la transformación en Instituto de votos simples, pero se requería las cartas comendaticias de los Obispos de Japón, Wuhu, Islas Marianas y Vitoria y una votación secreta de las hermanas, ante el Obispo de la Diócesis o su delegado.

Presidida por el Arcipreste de Durango, Francisco de Abaitua, delegado del Obispo de Vitoria D.

Mateo Múgica, tuvo lugar la votación, el 22 de marzo de 1930. Las 94 hermanas, profesas, novicias y pos-tulantes, dijeron SÍ a la transformación. Esta unanimidad admirable, en la que se veía la intervención de Dios, movió a la Sagrada Congregación a conceder lo que las religiosas pedían, el 17 de mayo de 1930.

El P. General les escribió el 2 de agosto felicitándoles… “Es la palabra de la Iglesia, que les incor-

pora oficialmente en la vida misional en todas las latitudes del mundo…el hecho de conservarles la deno-minación de Mercedarias con todos los privilegios y gracias de la Orden dice…que cabe perfectamente den-tro del marco de nuestra amada Orden el inmenso programa de las Misiones católicas”

Iglesia: Virgen de la Merced, y escudo Puerta por donde salieron las misioneras

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7-Las Constituciones. El Cuarto voto

“Un retoño brota del árbol siete veces secular de la Orden

Mercedaria... Retoño que, si algo promete, es porque supo nutrirse de la savia redentora del tronco emulando las vidas heroicas de

los primeros mercedarios. Como ellos, un cuarto voto sería

el distintivo característico del pequeño retoño:

“ir a las misiones de infieles (si los superiores así lo disponen) y dar la vida si necesario fuere,

por ellos”. He aquí nuestro distintivo; ésta la característica que

nos distingue de las demás Ordenes y Congregaciones

religiosas”.

La M. Margarita escribió las Constitu-ciones del nuevo Instituto, de octubre a diciem-bre de 1929. Al redactarlas tuvo un empeño es-pecial en que apareciera claro el carácter misio-nero del nuevo Instituto y el cuarto voto, de tra-dición mercedaria, aplicado a la nueva realidad.

En una carta suya, del 16 de enero de

1930, al P. Vidal que es quien se ocupa en Ro-ma de los trámites con la Congregación de religiosos, le dice: “Fíjese en la fórmula de los votos: antigua-mente emitíamos las mercedarias el cuarto voto de dar la vida si necesario fuere por la redención de los cautivos. Después suprimieron este voto a las religiosas, y es una pena, porque es la característica de la Or-den. Ahora sería hermoso que lo emitiéramos en la forma actual, sustituyendo cautivos por infieles…Algo escribí de ello hace dos años al P. General”. Y en otra carta escribe: “He mirado despacio lo referente al cuarto voto encontrando que lo emitían formalmente desde las primeras religiosas de esta casa, año 1542, hasta el año 1914, en que…desapareció en la fórmula de votos…. lo que no se puede decir es que lo lleva-sen a la práctica las religiosas, pero ahora en cambio ¡qué bien se puede realizar ese ideal redentor! Que el Señor lo haga si es para servicio suyo, como esperamos”.

La misma M. Margarita al emitir sus primeros y últimos votos en 1904 y 1907, respectivamente,

había prometido expresamente “según las posibilidades de mi estado, acudir a las cosas tocantes a la reden-ción de cautivos y poner mi vida si necesario fuere por ellos”. El nuevo Instituto fue aprobado el 23 de mayo de 1930 y las Constituciones el 14 de agosto del mismo año. En ellas quedó claro el cuarto voto: “... el fin específico son las misiones entre infieles, comprometiéndose mediante un cuarto voto a trabajar por las almas, aun con entrega de la vida, para lo cual se emplearán con espíritu redentor, en la formación cristiana de las jóvenes en los colegios y el ejercicio de otras obras de educación y caridad en países de infieles y, si necesario fue-re, también de fieles...”. “Y dignándose mis superiores, como es mi más ferviente deseo, destinarme a las Misiones de infieles, prometo poner mi vida, si necesario fuere, por ellos» (Fórmula de los votos).

Cristo del Noviciado y ahora de la Casa de Espiritualidad

La M. Margarita al recibir la noticia de la transformación rebosa de gozo. “Qué consuelo y que copia de consuelos desde que he leído su carta… ¡Concedida tan pronto y tan suavemente la gracia de la transformación! No acabo de maravillarme y no ceso de dar gracias a Nuestro Señor tan inmensamente bueno para con nosotras. Ya había logrado el objetivo en el que soñó, por el que luchó y trabajó. Ya estaba en marcha el Instituto, con cuatro casas de misión, la casa de Bilbao, y tenía otros proyectos Los últimos años de la M. Margarita son de una gran riqueza y fecundidad, caminando hacia la ple-nitud de su ser. Dios le va llevando hasta la madurez de su espiritualidad redentora, que quiere dejar en herencia a su querido Instituto.

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China, futuro Colegio de Wuhu

Misioneras con niñas de Ponapé

Isla de Saipán

Niños orientales, y futuros alumnos de KOEN

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8-Segundo viaje misionero de la M. Margarita “Cuando los hermanos piden a gritos el pan de la palabra divina, hay que ir a

dárselo saltando por encima de dificultades,peligros, temores y hasta fracasos" La M. Margarita visitó por segunda vez las comunidades de misión. El 15 de enero de 1931 partie-

ron de Marsella. En Wuhu encontró a la Comunidad muy bien. Se entrevistó con el Sr. Obispo y el P. Supe-rior que estaban decididos a comenzar la construcción del Colegio. El 19 de marzo comenzó el postulanta-do una joven china.

Le llegó la noticia de la muerte de Leonor su querida gemela, escribe al P. Zameza: “Me ha pasado

con Leonor una cosa extraña: queriéndola como la quiero, no he podido sentir pena por su traslado al cie-lo… ¡Dichosa ella! No envidio tanto su muerte como su fervorosa vida; la muerte venga cuando Dios quie-ra, pero ¡quién me diera imitarle en la generosidad con que vivió sobre todo estos últimos años!

Llegaron a Koenji, Japón, el 19 de marzo. El Colegio, con capacidad para 600 alumnas de Segunda

Enseñanza, se inauguró el 8 de abril, con 30 alumnas. En los comienzos el problema económico fue fuerte, pagar al profesorado y responder de los créditos. Comenzó la formación la primera vocación japonesa.

En Saipán, 16 de abril, encontraron a la Comunidad alegre, unida, fervorosa, entregadas a la cate-

quesis y educación en el colegio Para ese curso se habían matriculado más de 300 alumnas. Durante su es-tancia le sorprendió la noticia de la proclamación de la República en España. Fue una nueva preocupación, pero confiaban en Dios. En Ponapé pasaron 15 días tranquilos, gozando del silencio, y de la paz de un mun-do desconocido. Disfrutó del buen espíritu que reinaba en la Comunidad, de su alegría y felicidad, de su ca-ridad y unión.

Emprendieron el viaje de regreso el 15 de mayo: Truk, Saipán, Tokio, América: S. Francisco, Cle-

veland, donde los mercedarios les habían invitado a fundar una escuela, New York, El Havre, París, Bur-deos, y llegada a Bérriz el 11 de julio. Fue un viaje difícil: La muerte de “la mitad de su ser”, preocupacio-nes económicas en Japón, viajes penosos, inquietud por lo que pudiera ocurrir en España…

Japón, inauguración del Colegio KOEN, el 19 de marzo de 1931

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9-La M. Margarita, Superiora General del nuevo Instituto MMB

“Este Instituto que acaba de nacer, yo lo quiero grande, gigante en el espíritu, lleno de vida de Cristo y plenamente empapado de su carácter misionero mercedario. Yo no quiero hijas mías, que llevemos el nombre y no seamos genuinas misioneras mercedarias. Quiero que conozcamos lo que este nombre significa, que nos enamoremos de nuestra vocación, y…no paremos hasta realizarlo”

El primer Capítulo general del nuevo Instituto se reunió unos días después de su regreso, el 30 de

julio de 1931, en él, por unanimidad, fue elegida Superiora General. Se ocupó de las tareas de organización y gobierno y escribió “Nuestro Espíritu”, en 1932, síntesis

del espíritu redentor del Instituto y de formación para las misioneras, a las que se dedicó de lleno con sumo interés. Además dio conferencias para extender el espíritu misionero en varios lugares.

Asombra en su vida que la actividad misionera, de realización de tantos proyectos y con tareas de Gobierno en el naciente Instituto, no haga decaer un momento su vida espiritual. Vive un proceso de cono-cimiento y amor creciente a Jesucristo redentor, ardiendo en deseos de identificarse con El y darlo a cono-cer al mundo entero. Concretó su visión del misterio redentor en un carisma mercedario misionero, que habiendo recibido la savia del añoso tronco mercedario, floreció de un modo nuevo, con estilo propio: “Tengo el alma como respirando ambiente de Dios, de Jesucristo Redentor nuevamente conocido, de vida sobrenatural y altísima como en los tiempos mejores de mi vida; por ninguno trocara éstos…Siento para mí aquello del Apóstol: No quiero saber más que a Jesucristo, y a Jesucristo crucificado”

Celda de la M. Margarita Crucifijo sobre su escritorio

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10-Recibida por el Papa Pío XI “Sepan las Hermanas de Bérriz que con ir a Misiones se acrecentarán aún en buen Espíritu y en vocaciones”. Pío XI

La M. Margarita arrastraba su falta de salud. El 17 de mayo de 1932 fue operada por primera vez, y aunque débil, viajó a Roma, en el Año Jubilar de 1933, y visitó con gozo los lugares santos de la Iglesia. Habló largo con el P. General Juan Garrido: “Hablé largo de misiones de ellos, mis deseos…Nos entendi-mos bien: es muy comprensivo y espiritual”. El 29 de Septiembre de 1933, acompañada por el mismo P. General, fue recibida por el papa Pío XI, que le dijo: “Sepan las Hermanas de Bérriz que con ir a Misiones se acrecentarán aún en buen Espíritu y en vocaciones”, y le animó en su obra.

Después de esta visita escribió en su diario: “He recibido gracias exquisitas del Señor y una de ellas

ha sido el viaje a Roma con los sentimientos de devoción que en aquellos santos lugares se despiertan en el alma. Más que todo, un aumento de fortaleza para trabajar y padecer por la Iglesia, como los apóstoles, co-mo los primeros cristianos...” “Aparte de esto, el conocimiento de Jesucristo, me absorbe y llena de gozo. Todo parece que contribuye, de un tiempo a esta parte, a esclarecer el misterio de la Redención con todas sus derivaciones para mi alma y la Iglesia. Y es un gozo nuevo, cumplido, profun-do, que me hace sentirme como radica-da en una verdad inconmovible que da estabilidad a todo mi ser: entendimien-to, voluntad, espíritu, todo tiende ale-gremente a afirmarse en Dios Padre amorosísimo que por su voluntad libé-rrima nos envía el Hijo a redimirnos y a hacernos, por El, hijos suyos adopti-vos. ¡Cómo crece el concepto de la Iglesia cuando se la ve naciendo al ex-pirar Jesús y recibiendo en ella toda la plenitud de vida, la eficacia de méritos y la fecundidad del mismo Jesucristo! ¡Qué deseos de ser digno miembro del cuerpo de la Iglesia, de formar con ella el Cristo total y asimilar a este Cuerpo nuevos miembros que aún no le perte-necen! En este espíritu quiero ver for-mado todo el Instituto: démelo el Se-ñor”.

La M. Margarita vivió en estos años con claridad, sencillez, penetración y gozo el misterio redentor.

Su oración se había hecho contemplativa, y esa connaturalidad del alma con Dios le llevó a identificarse con Cristo y con su misterio redentor.

Manuscrito de la M. Margarita

11-Una pronta despedida “Quiero vivir alegre por dentro y por fuera; aprovechar con avaricia el tiempo que Dios me da y es-tar presta para cuando El me llame definitivamente arrojarme para siempre en sus brazos en un últi-mo acto de supremo abandono. ¡Qué felicidad! Así sea.”

El 21 de Julio de 1934 fue operada por segunda vez de cáncer. Repetía: “Lo que Dios quiera, lo que Dios quiera”. Y a la M, Nieves, Vicaria general, le dijo: “Madre, tiene mucho en que pensar...,pero yo les ayudaré desde el cielo: sí”. Falleció en la madrugada del 23, dos días antes de cumplir los 50 años. Los funerales fueron el 24 en Bérriz, presididos por el Arzobispo de Valencia, D. Prudencio Melo.

12-Proceso de beatificación El 30 de julio de 1943, 9 años después de su muerte, comenzó en la Diócesis de Vitoria, el Proce-so Informativo para su Causa de Beatificación. Sus restos fueron trasladados del cementerio del convento a la Capilla del Colegio el 16 de febrero de 1950. El Proceso Apostólico comenzó en Roma el 28 de enero de 1965, y el 16 de marzo de 1987, Juan Pablo II, dio el Decreto de Heroicidad de Virtudes, que la declara Venerable. El 26 de septiembre de 2000, se abrió en la ciudad de México el Proceso Interrogatorio Diocesano sobre un posible milagro realizado a Beatriz Romero Escalante, y el 15 de octubre de 2003 se reunió en Roma el Tribunal Médico de la Congregación de Santos, reconociéndolo. Actualmente se está a la espera de la última reunión de Cardenales de la Congregación de Santos, y del Decreto final para la celebración de la Beatificación, que probablemente será en el año 2005.

Tumba de la M. Margarita

Bérriz, Capítulo General 2002

Bérriz, Cursos Internacionales, un grupo de misioneras

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Página Índice 1- Las gemelas Maturana 4 2- Margarita María, Monja Mercedaria de Bérriz 6 3- Vocación misionera 8 4-Mercedarias Misioneras 10 5-La Expansión misionera: El viejo monasterio abre sus puertas al mundo 12 6-Instituto misionero: Mercedarias Misioneras de Bérriz 14 7-Las Constituciones. El Cuarto voto 15 8-Segundo viaje misionero de la M. Margarita en 1931 17 9-La M. Margarita, Superiora General del nuevo Instituto MMB 18 10-Recibida por el Papa Pío XI 19 11-Una pronta despedida 20 12-Proceso de beatificación 20

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Los deseos de la M. Margarita ... “Misioneras sólidamente formadas en el espíritu mercedario redentor, llenas de la vida de Cristo, identificadas con El, con sus amores: El Padre y los hermanos. Misioneras enamoradas de su vocación y empeñadas en realizarla en plenitud. Misioneras santas, de una profunda vida interior, pendientes del Espíritu, que contemplan hondamente el misterio Redentor de Jesucristo. Misioneras que viven para “estampar en todos los pueblos y razas la imagen de Cristo Redentor”, anunciando su amor a los que no lo conocen. Misioneras comprometidas con un cuarto voto redentor, vivido con gozo y olvido propio, sin que les acobarde ningún sacrificio. Misioneras que afrontan con fortaleza y alegría la Cruz, las dificultades y padecimientos del Reino, capacitadas para vivir en acción y en soledad. Misioneras que sienten con la Iglesia, identificadas con su misma Misión, trabajando y luchando por ella en los puestos más difíciles. Misioneras que aman y contemplan a María, Madre de la Iglesia, Corredentora con Cristo, modelo de fidelidad y entrega. Misioneras de corazón universal, desde un amor incondicional a los más pobres e insignificantes. Misioneras unidas entre sí por una entrañable caridad, prolongando el espíritu de familia y unión que hizo posible la transformación comunitaria del Monasterio en Instituto Misionero”

Jesucristo

"Una sola Palabra: Jesucristo.

Y acabada esta palabra ya no sé que decir, y es que quisiera

que Jesucristo sea para nosotras todas las palabras,

encierre todos los sentidos, abarque todos los programas,

sintetice todos los amores, alumbre todas nuestras rutas,

guíe todos nuestros pasos, compendie todas las aspiraciones

y sea el principio, el medio y el fin de nuestra vida entera.

Jesucristo, Hijo amado de Dios debe ser el amor de los hombres

de todos los tiempos y de todas las razas;

pero para nosotras El es la Atmósfera en que vivimos...

Nosotras, que por vocación

somos misioneras y de origen redentoras,

¿cómo hemos de amar a Jesús, estudiar a Jesús y seguirle

en sus pasos divinos sobre la tierra?... "

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“Convocadas a ser mujeres de Dios, signos de MERCED para la Humanidad”

(Capítulo General 2002)

Virgen de la Merced– Casa de Acogida, Madrid