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  • En el ao 2007, la Asociacin de Amigos de la GranVa fue invitada por el rectorado del Oratorio del Ca-ballero de Gracia para asistir a un acto singular: lacolocacin y bendicin de una Cruz en la fachada delnmero 17 de la calle. Desde entonces, la Cruz re-cuerda que all hay un templo que, antes, pasaba in-advertido a los ojos de los millones de viandantes.El Oratorio del Caballero de Gracia bien es verdadque tiene su entrada principal por la calle de esenombre, paralela a la Gran Va. Obra de Juan de Vi-llanueva, el arquitecto de Museo del Prado, que ter-min esta joya del neoclsico en 1789, a puntoestuvo de ser demolida por interponerse al trazadode La Gran Va.Su valor artstico, y las protestas del pueblo madri-leo, consiguieron que se desviara la calle hacia elnorte, salvndose as el monumento.Detrs de la fachada tramoya que se ve en La GranVa, se encuentra un bside nuevo que construy Ja-vier Feduchi, pero permanece el presbiterio de Villa-nueva, as como el resto de la obra maestra.En su interior estn los restos del Caballero deGracia, Jacobo de Gratis, clebre personaje quevino de Italia en el siglo XVI y que muri en Madrida los 102 aos, despus de fundar hospitales, con-ventos, asociaciones y de dedicar todos susbienes a socorrer a los pobres. Amigo de Lope deVega y de Tirso de Molina, muri con fama de san-tidad y habra sido quizs el primer santo que vivien La Gran Va de Madrid, si no se le hubiera ade-lantado, un joven espaol canonizado en octubrede 2009, el hermano trapense Rafael Arniz, quevivi en la zona de Callao-Gran Va cuando estu-diaba arquitectura.

    El compositor Jacinto Guerrero, soltern como PedroChicote, y que puso piso a muchas artistas, a sumadre le puso una casa entera en la Gran Va y a sugran amante, el Teatro Musical, le puso un teatro.De estos amores nace el edificio Gran Va 78, conun fantstico teatro. El cheque en blanco que le dioel maestro Guerrero a Casto Fernndez Shaw paraque realizara el proyecto de Pedro Muguruza, porpoco le arruina y le cuesta la vida. Tal fue la tre-menda inversin que supuso hacer un teatro espln-dido y un edificio singular. Fernndez Shaw, congente de teatro en la familia, interpret el sueo delfamoso msico y construy un teatro inspirado en elTeatro de la Exposicin de Pars de 1925, obra dePerret. Adems, el arquitecto sintonizaba con la m-sica de Guerrero. Era, y es, elegante, ligero, alegre,cmodo y comprensible. Introdujo todas las nove-dades de Feduchi en el cine Capitol, ms toda la in-geniera que demanda el teatro musical: plataformasmviles y ascensores, que permitan en 1931 efectos slo conocidos en Broadway,como la aparicin de una gran orquesta que suba del stano y emerga en el escenariopara volverse a esconder.En cuanto a la fachada, y al ser el solar tan estrecho, los autores le imprimieron un fuerteimpulso vertical con grandes tiras verticales. La parte alta destaca por su escalonamientoque, de hecho, arranca en las primeras plantas. La reduccin, a medida que escala el edi-

    ficio produjo el interesante efecto ptico con lucesque ascendan y descendan en oleada. El agua,que baara la fachada, creara con la luz la sen-sacin de una imponente cascada. Primero se re-nunci al agua, y, con el tiempo, a la iluminacin. En la casa, adems del Maestro Guerrero, vivi ymuri la reina de la copla, doa Concha Piquer.En el Teatro Coliseum llegaron a actuar doa LolaMembrives y doa Celia Gmez. Y Garca Lorcapudo ver en su escenario su obra preferida,Bodas de Sangre.

    1-N COLISEUM

    Fue Banco Hispano de la Construccin. Ahora no tienenombre. Aunque podra adoptar el de Edificio del Aho-rro, por lo que luego veremos. No pasa inadvertido y es muy fotografiado este pe-queo rascacielos que co-rresponde al nmero 60 dela Gran Va, construido porOrtiz de Villanos y recons-truido por Casto FernndezShaw, ya que durante laGuerra Civil una bombadestruy la fachada y, prc-ticamente, hubo que reha-cer toda la obra.La influencia de la arquitec-tura mussoliniana fue tanmanifiesta que, incluso en lafachada, haba discos met-licos que se encendan denoche y aportaban una ideade vida interior en el edifi-cio. La escultura gigante, del rotundo artista VictorioMacho, tan hiertica y que remata la construccin, esuna figura que representa el ahorro e imprime msfuerza an a las vigorosas lneas del pequeo pero es-pectacular rascacielos, para el que pedimos unanueva denominacin, sugerida por el monumento alAhorro y en su homenaje.Cortijos y rascacielos se llamaba la revista que publi-caba el arquitecto Fernndez Shaw, un soador peromuy convincente en obras como aeropuertos, torres y gasolineras todava reverenciadas.Fernandez Shaw hizo incursiones en la arquitectura popular pero es un estricto raciona-lista y gran intrprete del Dec y del expresionismo creado por el judo-alemn Mendel-sohn. El arco de triunfo de la fachada hace inconfundible a este edificio que soporta de formaadmirable el paso de los aos.

    2-N EDIFICIO DEL AHORRO

    Antes de la Construccin de la Telefnica, y duranteun par de aos, el Palacio de la Prensa fue el edificioms alto de Madrid. Cost la cuarta parte del rasca-cielos de la Red de San Luis y, por culpa del Capitol,nunca ha destacado tanto como merece este ejemplode monumentalidad y elegancia que hizo Pedro Mu-guruza; otro arquitecto vasco de la plyade de autoresvizcanos y guipuzcoanos que construyeron casi lamitad de los edificios de la Gran Va.El Palacio de la Prensa, que contiene el Cine, hoy Mul-ticine, del mismo nombre, que cuenta en su subsuelocon sala de fiestas y grandes salones que pertenecie-ron a la Asociacin de la Prensa, aloj durante variasdcadas a las grandes distribuidoras cinematogrficasnorteamericanas. Fue redaccin de la revista de humor la Codorniz ysede del primer peridico gratuito 20 Minutos y resi-dencia de estrellas de cine, como Sara Montiel, queaqu empez su carrera, protegida por un famoso pe-riodista. Pintores y escultores residieron en este edifi-cio tan neoyorquino que, gran caja de sorpresas,esconde en su fachada trasera detalles escultricoscomo las guirnaldas y un interesante relieve de Diana;muy dec.Este nmero 46 de la Gran Va, que tambin es nmero4 de la Plaza del Callao, es la obra de un arquitecto todo terreno, capaz de construir esterascacielos o la Baslica y el Mausoleo del Valle de los Cados; del mismo modo que Zuazoel Palacio de la Msica y los Nuevos Ministerios, o Gutirrez Soto el Cine Callao y el Minis-terio del Aire, en la Moncloa. Son los hombres que, de la noche a la maana, cambiaron Ma-drid construyendo La Gran Va. En este lugar, concretamente, entre el Palacio de la Prensay el Capitol, discurra la Calle del Perro, la calle ms estrecha de Madrid, que tena dos me-tros y treinta centmetros de ancha. Casualidades madrileas: la calle ms estrecha desem-bocaba en la ms ancha. La calle Ancha As era conocida la Ancha de San Bernardo yahora calle San Bernardo.Para hacer la Gran Va tuvieron que desaparecer ms de quince calles, modificarse msde treinta y se demolieron ms de trescientas casas.

    3-N PALACIO DE LA PRENSA

    El emblema del Fnix preside el edifi-cio Madrid-Pars que lleva el nmero32 de la Gran Va. Hubo hasta tresalegoras del Fnix en el cielo de laGran Va.Este edificio debe su fama a sus gran-des proporciones, que aumentaroncuando su propio autor, Teodoro deAnasagasti, quit los templetes queafrancesaban y justificaban el nombrede los primeros grandes almacenesque tuvo la capital de Espaa; y au-ment en tres pisos el edificio.Tambin popular por la tienda de pre-cios nicos, SEPU, que hubo en sus bajos, con las dependientas mejor elegidas de Ma-drid, pero, sobre todo, esta es una direccin muy conocida por haber sido sede de RadioMadrid y de la Cadena SER, antes Radio Unin. Su actualizacin corri a cargo de Miguelde Oriol quien puso al da la sede de la emisora ms importante de su tiempo.

    La radio constituy durante la mitad del siglo XX unfabuloso pas imaginario, en el que habitaban las fi-guras del micrfono, Jos Luis Pecker, VicenteMarco, Joaqun Pelez, Pedro Pablo Ayuso, JoaqunPrat, Miguel de los Santos o Bobby Deglan. Eran losdioses de ese paraso etreo, que bajaban de vez encuando a la Gran Va y tomaban caf en Fuyma, otortitas con nata en California, como el resto de losmortales.Gran Va 32, el antiguo Madrid-Pars, era un mundodonde haba cine, cafeteras, multitud de tiendas, es-cuelas de idiomas, gestoras, academias de corte yconfeccin y Radio Madrid: una casa de locos, llenade actores, cantantes, donde se hacan programascara al pblico, como Cabalgata Fin de Semana oprogramas como Ustedes son Formidables, de Al-berto Oliveras, que atraan tanta gente que, a veces,era necesario parar la circulacin en La Gran Va

    4-N MADRID-PARS

    Y en el nmero 28 la Telefnica.La Telefnica es el edificio ms famoso del Ma-drid del siglo XX. Por varias razones: est si-tuado en la cota ms alta del centro de laciudad, lo que unido a su altura de noventa me-tros con antenas, le hace superar a la propiaTorre de Madrid de la Plaza de Espaa.Siempre llam la atencin por ser el rascacie-los ms americano de nuestro pas; soloaventajado, para quien conozca bien NuevaYork, por el edificio del cataln Eusebi Bona,que se levanta entre la calle de Alcal y la dePeligros.El proyecto de la Telefnica era de un nortea-mericano pero la realizacin corri a cargo delespaol Ignacio de Crdenas, que pudo levan-tarlo con un costo de 32 millones de pesetas,doscientos mil euros.Otra razn de su popularidad se debi, sin duda,

    a que enla Tele-fnica trabajaban centenares de mujeres jvenes,guapas y todas solteras. Al casarse, a diferenciade lo que ocurra -por ejemplo en la Tabacalera-,deban de abandonar la empresa. Pero no impor-taba. Hacan buenas bodas, ya que podan esco-ger entre una legin de galanes que se lasdisputaban a la salida del trabajo.Ya no hay en torno a la Telefnica ni gavilanesni palomas. Y si la seorita del 09 es una es-pecie extinguida, la paloma urbana tambin llevaese camino en La Gran Va.Se habla de que en un escondite de la torre de laTelefnica anida una familia de halcones que halogrado limpiar de las conflictivas palomas no sloa la red de San Luis sino a media Gran Va.

    5-N TELEFNICA

    De los 78 edificios de la Gran Va el Crculo Mercantilno es el ms grande. A excepcin del Edificio Espaa,el mayor inmueble es el Madrid-Pars, en Gran Va 32.Pero el nmero 24, antiguo Crculo Mercantil, ahoraDelegacin de Economa del Ayuntamiento y Conceja-la de las Artes, es el ms colosal, el ms grandilo-cuente, el que ms impresiona por su potencia devolumen.Construido por Sainz de los Terreros para el CrculoMercantil e Indus-trial, tiene un patiointerior propio delhotel ms lujoso, delBanco ms acauda-lado o del palacioms solemne.Su torre, desde laque ahora se dirigela cultura de la capi-tal de Espaa, im-prime carcter a LaGran Va. Y el gransaln de baile, ma-yesttico, ha sidoutilizado para actosculturales de granresonancia, como una histricaconferencia de Jos Antonio Primode Rivera y un curso del filsofoOrtega y Gasset, en 1949.El enorme edificio fue el centro deactividades e inquietudes de co-merciantes y pequeos burguesesmadrileos que componan la influ-yente nueva clase media de media-dos del siglo XX.

    6-N CRCULO MERCANTIL

    Aunque el nmero l0 es el edificio conocidocomo La Estrella, tambin pertenecieron aesta Aseguradora los nmeros 12 y 14. Esta esuna acera de la Gran Va, la que va del nmero8 al l6, muy interesante. Empieza en Loewe,una de las tiendas ms distinguidas de Espaay con unos escaparates que rivalizan con losmejores del mundo, y termina en la calle delClavel en el establecimiento Snchez, fundadopor quien no slo fue uno de los primeros eninstalarse en la calle, sino que engendr aquien fue el primer nacido en la Gran Va. En medio, en el nmero l2, permanece demoda el lugar ms popular de toda la calle, elBar Chicote, fundado por Pedro Chicote, unmadrileo que tambin naci, en l899, cercade la futura Gran Va, junto a la Plaza de Es-paa, y que se convertira en un clebre bar-man que logr reunir ms de veinte milbotellas de licor en el Museo de Bebidas msvisitado del mundo. Celebridades como el Dr.Fleming, Dal, la emperatriz Soraya, la reinaFabiola, los astros Gary Cooper, JohnWayne, Charlton Heston, Frank Sinatra y

    Orson Welles y las estrellas ms rutilantes, Mara Callas, RitaHayworth, Sofa Loren y Ava Gardner.Pedro Chicote rivaliz en popularidad durante los aos 50 conun vecino que ocup un piso encima del bar: era Otto Skor-zeny, el comando alemn protagonista de la gesta ms famosade la II Guerra Mundial: la liberacin de Mussolini, preso en elGran Sasso, aterrizando en la cumbre con planeadores.Fantsticos cocktails, mujeres bellas y flashes de fotgrafosen una Gran Va siempre festiva que mereci el piropo deAgustn Lara en su chotis Madrid, autntico himno de la Villay Corte: alfombrada de claveles la Gran Va y en Chicote unagasajo postinero con la crema de la intelectualidad.

    7-N CHICOTE

    Aqu comienza el tercer tramo de nuestra gran triva;pero nada trivial avenida.En la Plaza del Callao, como dira Enrique de Agui-naga segunda rtula de esa lnea quebrada, que esten el vrtice del ngulo obtuso que se forma en laGran Va al tener que descender a la Plaza de Espaa,es donde la calle se siente importante y saca pecho.Quizs porque presume del Cine Callao, uno de losreferentes del Art-Dec en Madrid.Su autor fue el gran Luis Gutirrez Soto que, en 1925,volva entusiasmado de la Exposicin de Pars. Aquaplic su mejor interpretacin de las artes decorativas.El Cine Callao fue el primero en disponer de equiposde sonido, pero pudo presumir tambin de tener elmejor art dec francs, alemn y norteamericano, y esel gran lujo de Madrid.Un cine sobre un solar rectangular en el corazn de laciudad, con salidas de emergencia a lo largo de todo el lateral de las butacas. Desaho-gado por dentro; soberbio por fuera. Con tico, terraza que es cine de verano con pantallapoligonal, como ya no quedan ni en Hollywood. Con una torre a modo de faro (el faro dela Gran Va), y una fachada con paneles y frisos pintados. Herrajes y apliques de altocosto que dan al espectador sensacin de prestigio y de categora. La esttica del Dec

    la llev Gutirrez Soto incluso a la pin-tura sobre un tono gris verdoso elsuave contraste del violeta de su tapi-cera y el amarillo patinado de sus re-cuadros y techos donde campan lasfiguras y los pjaros de las pinturas deCasseine.Gutirrez Soto hara otra maravilla en elnmero 43, en el Hotel y Cine REX, de-jando en medio el Capitol, el diamantede la Gran Va y emblema del Centena-rio de esta calle.

    4-S CINE CALLAO

    Aunque a los estudiosos de la Arquitectura les gustan,en los nmeros pares de la Gran Va, dos hoteles, enel nmero 70 el Hotel Senador de Pau de Torre y en el72, el Hotel Washington, de Enrique Cols alumno dela Bauhaus alemana- y en los nmeros impares, el n-mero 67, donde se ubica el Centro Mdico Gran Va,del arquitecto Miralles Serra, considerado el ms origi-nal de este autor, es el nmero 73, ya en la esquina deGran Va en la Plaza de Espaa, el ms y mejor con-templado y admirado por ser visible desde la Calle dela Princesa.Figura como Edificio Vitalicio y es coronado con untemplete circular con prgola, que le asemeja y distin-gue del que levant Sainz de los Terreros, en esamisma acera de la Gran Va, en la Plaza del Callao.En el ltimo edificio de la Gran Va las vistas sobre laPlaza de Espaa son magnficas y se divisa la Casa de Campo con la sierra al fondo.La Gran Va, a pesar del intenso trfico, contempla y disfruta de la Naturaleza de Madrid,un Madrid complejo y multicolor que, como escribi Pilar Narvin, desemboca en la GranVa, que, al final de la tarde, se convierte en una Babel incomparable. La Gran Va se miren Regent Street, de Londres, y en la Rue de la Paix, de Pars, pero es muy espaola ymuy hispana. Don Pedro Rodrguez Ponga, fundador de la Asociacin de Amigos de laGran Va, le ha llamado la Gran Va del 12 de Octubre, por su vocacin y porque en laPlaza de Espaa, su estuario, en el Monumento a Cervantes y a Don Quijote y Sancho,se rinde homenaje a Isabel la Catlica, la reina del Descubrimiento y la madrina del idiomaque ya hablan cerca de quinientos millones de personas.La Gran Va, adems, es un regalo de Madrid a quienes la habitan o la visitan. El abuelodel alcalde Ruiz Gallardn, Victor Ruiz Albeniz, cronista de la Villa, que hoy vera con bue-nos ojos el proyecto del arquitecto Miguel de Oriol de alfombrar con flores la Gran Va,escribi que La Gran Va atrae y retiene a las multitudes. La gente va a la Gran Va mul-titudinariamente por la nica y muy poderosa razn de que all, precisamente all, y no enotra parte, van todos los madrileos que no tienen otra cosa que hacer.

    1-S EDIFICIO VITALICIO

    El xito que obtuvieron los hermanos Otamendi coneste edificio mltiple de la Gran Va, que va del nmero53 al 59, terminado de construir en 1947, les anim alevantar en Edificio Espaa, en la Plaza de Espaapero, al fin, Gran Va ya que este rascacielos ahora re-modelado en su interior, lleva los nmeros finales, del82 al 86, de la Gran Va. Lo que supone que estos ar-quitectos habran construido casi doscientos mil metroscuadrados comerciales y de viviendas en esta calle.El Complejo Lope de Vega se levant sobre el solarde la iglesia y colegio de los jesuitas que fue incen-diado por las turbas el 11 de mayo de 1931, das des-pus de proclamarse la Repblica.Se construyeron dos hoteles, cientos de apartamen-tos, oficinas, un centro comercial en los stanos y un teatro grandioso, el Lope de Vega,que dio el nombre al conjunto, muy avanzado tecnolgicamente hasta superar la exce-lente acstica del cine Capitol.En el teatro Lope de Vega actuaron las figuras de la escena de los aos 50, como ConchaPiquer, Lola Flores y Carmen Morell y Pepe Blanco. Hoy, vuelve a ser el gran teatro de lacapital con el estreno de los mejores musicales.El edificio responde al tradicionalismo de la posguerra, que abandon el Dec y, salvo al-gunas influencias del fascismo italiano, adopt formas de El Escorial y del neoclsico.

    2-S COMPLEJO LOPE DE VEGA

    En el impresionante catlogo de lecciones magistralesde arquitectura que vemos en la Gran Va, el edificioCapitol es otra pieza nica. Logotipo del Centenario,su autor no era ni siquiera treintaero como GutierrezSoto, el artfice del vecino Cine Callao, sino veintea-ero. Luis Feduchi tena 25 aos cuando le encarga-ron el proyecto de este trasatlntico; no varado, ya quenavega por la Gran Va. Su colaborador Vicente Eced,tambin acababa de terminar la carrera.El tandem Feduchi y Gutirrez Soto, adems de arqui-tectos, decorador y mueblista respectivamente, dieronmuestras de lo que podan hacer juntos. Por ejemplo,el Bar Chicote que, tambin en la Gran Va, entu-siasma a arquitectos del siglo XXI, como Calatrava.Gracias a Feduchi y al Capitol, en 1933 Madrid se sin-ti Nueva York. Si el continente del Capitol era seduc-tor, el contenido maravill porque, como un trasatlntico, el Capitol era autosuficiente.Tena su cine, su sala de fiestas con orquesta propia-, cafetera, hotel, estudios, lavan-dera y hasta una fbrica de sifn. La construccin bati marcas mundiales. Por ejemplo, en el cine se utiliz una viga detreinta y dos metros de largo y tres metros de altura, la mayor del mundo. Aire acondicio-nado total, con el sistema ms avanzado y tan sofisticado que cost la quinta parte de todoel presupuesto.En el cine Capitol la acstica fue sorprendente. La iluminacin, increble. Slo alrededorde la pantalla haba 3.000 bombillas y en todo el edificio las telas utilizadas eran ignfugas.Un gran progreso, ya que eso ocurri hace casi ochenta aos pero slo 27 despus delterrible incendio de San Francisco.Como en el cine Callao las mltiples salidas de emergencia dan a la calle de Jacometrezoy son de alta seguridad. Feduchi y Eced superaron en el Capitol a sus maestros, inclusoa Mendelshon, el padre del expresionismo en arquitectura.El Capitol vivi, hasta la Guerra Civil, tres aos triunfales. Su noche ms excelsa pudo serla del estreno de Tiempos Modernos, de Charles Chaplin, el 5 de marzo de 1936, tercerestreno en el mundo, tras los celebrados en Nueva York y en Londres.Hoy, el Hotel Vincci Capitol es un homenaje al Art-Dec, al Cine y a la modernidad. Y unamuestra del nivel logrado en La Gran Va que raya en la excelencia.

    3-S EDIFICIO CAPITOL

    Para entonar con la vecina Iglesia de San Jos, es unedificio neobarroco de los arquitectos Moya y Fernn-dez M. Valds, y ocupa el lugar contiguo a la Casa delCura, que hubo que demoler porque era el primer obs-tculo para iniciar las obras de la Gran Va. Representa ms de cinco mil metros de salones, co-medores, biblioteca y alojamientos y fue reducto con-servador durante la Repblica, frente al izquierdistaAteneo. En su fachada figura la placa de la reforma ur-bana que inici el rey Alfonso XIII con un golpe de pi-queta el 4 de abril de l910, una semana despus de lafecha prevista. Un siglo despus se celebra su Cente-nario con el mismo retraso.Durante la Guerra Civil, en l936, este edificio fue Cuar-tel General de las Milicias Socialistas, y la piel de sus

    butacas ytresillos seutiliz parahacer botascon destino a los soldados del bando republi-cano.La Gran Va, gran protagonista en la contienda,curiosamente se haba concebido para comuni-car mejor el Ministerio de la Guerra, en la Plazade la Cibeles, con el Cuartel de la Montaa,junto a la Plaza de Espaa, y con el Cuartel deSan Gil, en la Moncloa.

    8-N LA GRAN PEA

    Vuelve el Palacio de la Msica a su destino original deAuditorio excepcional y templo dedicado al penta-grama, despus de ms de sesenta aos dedicadocasi en exclusiva al sptimo arte.En este nmero 35 encontramos uno de los cincograndes, entre los edificios de la Gran Va. Construidoentre 1924 y 1925, Secundino Zuazo, su autor, es unode los arquitectos ms verstiles del siglo XX, capazde realizar obras tan dispares como la Casa de las Flo-res, en el barrio de Argelles; los Nuevos Ministerios,en la Castellana, por encargo de Indalecio Prieto; eledificio de Correos, de Bilbao; o este Palacio de la M-sica, su trabajo ms admirado.Fachada extraordinaria, en granito, ladrillo y piedrablanca; galera de columnas y loggia a la italiana.Friso bajo la cornisa. Tras el alero, una balaustrada ba-rroca con pirmides art-dec, pero de inspiracin es-curialense.El interior, de solemne suntuosidad. Y decoracin ins-pirada en el barroco sevillano. Muchos de los aciertosse debieron a que, obligado por siniestros, el propio autor pudo hacer tres reformas, co-rrecciones y mejoras que pocos artistas pueden realizar una vez terminada la obra.El Palacio de la Msica, ligado a los grandes estrenos de cine, fue sede de la pode-rosa empresa Filmfono, que reuna a Enrique Herreros, Luis Buuel, Jos LuisSenz de Heredia, Luis Marquina y Miguel Mihura, todos bajo la direccin de RicardoUrgoiti. La familia Urgoiti, fue la gran locomotora de la actividad en este tramo de la Gran Va. Siel padre, Nicols, con el control de la Papelera Espaola, haba sido el hombre clave enlos peridicos El Sol y La Voz y en la Editorial Espasa-Calpe, La Casa del Libro, suhijo puso en marcha, en el nmero 32, la radiodifusin con Radio Unin. Y, en la acerade enfrente, con Filmfono, agrup a lo ms florido del cine espaol. A lo mejor, tampocofue ajeno a la tertulia de grandes mdicos que se reunan en el Caf Zahara, entre LaCasa del Libro y el Palacio de la Msica. Doctores eminentes como Garca Tapia, Piga,Cardenal y Jimnez Daz.

    Si nos situamos frente al nmero 29 de la Gran Va, enla otra acera, veremos la fachada de la Casa del Libro,una de las cinco libreras ms grandes de Europa. Si-tuado entre las calles de la Salud y Chinchilla, casitodos los pisos de este edificio que construy JosYarnoz en 1920, son ocupados por la librera y un hotelque, con su publicidad y toldera, impiden apreciar elestilo regionalista-neobarroco que distingua a estehermoso e imponente inmueble de La Gran Va.Fue la editorial Calpe la que encarg la obra, antes deque se produjera la unin de Calpe con Espasa, em-presa catalana que ya haba acometido en 1905 la re-alizacin -y en 1910 la edicin- de la famosaEnciclopedia Espasa, hoy la mayor en su gnero con140 volmenes. Obra centenaria que celebra su pri-mer siglo de vida al mismo tiempo que La Gran Va.Esta Casa del Libro, orgullo de Madrid, no slo puedepresumir de haber trasegado cientos de millones de libros sino de albergar publicacionestan importantes para la cultura espaola como Revista de Occidente, de Ortega y Gas-set, que aqu tuvo su tertulia semanal hasta el comienzo de la Guerra Civil. Tertulia en laque se produjo una gran discusin entre Ortega y Unamuno, que resolvi Ortega mar-chndose al fondo del local.Volvamos a la acera de los pares de la Gran Va para contemplar a la izquierda de la

    Casa del Libro, en el nmero 27 de lacalle, la esplndida Casa Matesanz, obrade Antonio Palacios, el arquitecto ms pro-lfico de Madrid, que en slo veinte aoshizo desde el Palacio de Comunicacionesen la Cibeles, hoy Ayuntamiento, al Crculode Bellas Artes o el Banco Central, ambosen la calle de Alcal. Esta Casa Matesanz,palacio de vidrio y metal, es prodigiosatambin en su patio interior y en su ascen-sor exento, originalsimo.

    En una de las aceras ms concurridas, gracias a la es-tacin del Metro Gran Va y a un paso de peatones quecomunica las calles Hortaleza y Fuencarral con la de laMontera y Tres Cruces, se levanta el Hotel Gran Va queluce orgulloso la placa que acredita que aqu vivi el pre-mio Nobel Ernest Hemingway, como corresponsal norte-americano durante la Guerra Civil espaola.Este lugar quizs era el preferido por el escritor pararesidir porque tena, frente a su casa, la Telefnicapara enviar las crnicas al peridico y, tambin, por-que en ese punto de la Gran Va es donde se produjoel suceso ms rocambolesco que permiti obtener lafoto ms original de la historia de la calle: la lidia de untoro bravo que se haba escapado y que afortunada-mente pudo ser estoqueado y muerto por un torero famoso: Fortuna (Diego Mazquiarn),que viva cerca de la Gran Va y fue a casa a por la muleta y el estoque.La historia, ocurrida el 3 de enero de 1928, era muy sugestiva para un aficionado a losToros como era Hemingway.El edificio, muy valorado por los arquitectos, fue terminado en 1924 por Modesto LpezOtero que, tres aos despus, fue nombrado arquitecto-director de las obras de la CiudadUniversitaria. Presenta un alzado clsico; el tico con ventanas entre relieves, con frisospropios del arte drico.El hotel era muy moderno, pero le gustaba al severo y tradicional don Miguel Unamuno.En los bajos ha tenido dos populares cafeteras: Gran Va y Fuentesila, con tertulia deJulio Caro Baroja, a la que asistan el crtico de arte Campoy, Emiliano Aguado, Manuel

    Vicent y el gran cronista de La Gran Va RafaelFlrez, El Alfaqueque.Enfrente del hotel Gran Va estuvo -en el lugar queahora ocupa Estradivarius-, el Teatro Fontalva,donde actuaron Pilar Lpez, Lola Membrives, Mar-garita Xirgu, que le estren Mariana Pineda aGarca Lorca. Tambin fue teatro favorito de ValleIncln, Unamuno y tribuna del orador y charlistaFederico Garca Sanchiz.

    Aqu termina el primer tramo de esta calle queen su totalidad mide 1.315 metros. El segundotramo va desde la Red de San Luis a Callao. Yel tercero, el ms largo, con 543 metros, deCallao a la Plaza de Espaa.Este edificio, ahora Hotel Senador, con el BancoBBVA en sus bajos, reparte su fachada entre laGran Va, la calle de la Montera y Caballero deGracia. En su fachada, una placa recuerda queen el Caf San Luis, que sent aqu sus realesdurante parte del siglo XIX, fue donde el bardoJos Mara Iparraguirre cant por vez primera,con guitarra espaola, el himno vasco El rbolde Guernica. No es raro que tal cosa ocurriera,porque la familia del msico, que creci en Ma-drid, viva muy cerca de aqu.Otro vasco, el maestro Tellera, estren tam-bin en la Gran Va, junto al Palacio de laPrensa, el himno falangista Cara al Sol y allle pusieron la letra Jos Antonio y un grupo depoetas.Aqu, en el Caf de San Luis, que ya en losaos 30 era Caf del Norte, se encontrabanJos Calvo Sotelo, Ledesma Ramos e Indale-cio Prieto, que en este lugar tuvo su tertulia.En este histrico caf, segn las memorias deAlfredo Marquere, sola quedar el poe ta Anto-nio Machado con sus jvenes amantes, a lasque luego llevaba a una casa de la calle no le-jana de Vlgame Dios.Siempre fue una esquina galante, esta de la Redde San Luis, frecuentada por Larra, Hartzen-busch, Bretn de los Herreros o Salustiano Ol-zaga, enamorado en secreto de Sor Patrocinio.

    Agustn Lara, que escribi su chotis Madrid sin co-nocer la capital de Espaa, alfombr de claveles laGran Va, sin saber que el clavel es la flor de la calle yes calle que cruza la Gran Va entre los nmeros 16 y18 y el 13 y el 14. Aunque la calle del Clavel deballamarse la calle de los Claveles, puesto que cuatroclaveles fueron los que sirvieron a una dama paracomprometer a cuatro caballeros que, en tiempos deFelipe III, se confabularon para sostener un conventoque haba en ese lugar.Sobre la huerta de aquel convento levantaron dos ar-quitectos de origen vasco, Eznarriaga y Arrillaga, estamuestra de arquitectura vienesa de la Blle Epoqueque es el Casino Militar, ahora llamado Centro Culturalde los Ejrcitos.Importante por fuera, un palacio racional y modernopor dentro, este edificio donde ahora se promueve yacoge una intensa actividad social y cultural, contienetodo el gusto y funcionalidad que caracteriza a los teatros. No en balde Eznarriaga cons-truy varios teatros, alguno considerado modlico, como el Teatro Caldern, de Madrid,que data, igual que el Casino Militar, de 1917.Este Centro Cultural fue famoso no slo por sus salones de esgrima y sus bailes de gala,sino por ser el horno donde se fraguaron en los aos 20 del siglo pasado todas las cons-

    piraciones contra el General Primo de Rivera,encabezadas por los generales Aguilera yWeyler. El solar no era ajeno a la poltica. En elConvento de las Concepcionistas Francisca-nas, que ah estuvo, vivi la famosa Sor Patro-cinio, la Monja de las Llagas, consejera de lareina Isabel II y a quien se apareci la Virgenel 13 de agosto de 1831. Hecho que, de sercierto, supondra la ltima aparicin marianaen Espaa. Y el acontecimiento habra ocu-rrido en el, hoy, nmero 13 de La Gran Va.

    El antiguo Edificio del Fnix, que ahora preside unavictoria alada del escultor Coullaut Valera el mismocuyo padre empez, y l finaliz, el monumento a Cer-vantes, con Don Quijote y Sancho, en la Plaza de Es-paa-, se encuentra en la calle de Alcal, pero es elanfitrin que invita a entrar en la Gran Va.Ocupa el lugar donde se instal la tribuna de invitadosen la inauguracin de las obras, en abril de 1910. Al-fonso XIII, que ya, en 1908, haba dado otropique-tazo simblico en Barcelona para el inicio de las obrasde la Gran Va Layetana. En l910 tena el rey 24 aos, los mismos que cumplael 2 de julio la zarzuela de Chueca, La Gran Va,estrenada en l886 en un teatro que estaba en la Ci-beles, donde ahora se encuentra la sede del alcaldede la capital. Ningn personaje, suceso o monumento ha merecido

    una sinfona, unapera o una zar-zuela, antes deexistir, 24 aosantes de nacer, o de ocurrir.El Metrpolis se termin en l911, con la Gran Va ini-ciada. Sus autores, franceses, los Fevrier, construye-ron un majestuoso edificio, estilo Segundo Imperio.Asombran sus grandes columnas corintias y, en eltico, hay grupos escultricos en piedra blanca conalegoras del comercio, la industria, la minera y laagricultura.En este arranque de la Gran Va se situ muchas ma-anas, al amanecer, y durante siete aos, el pintor An-tonio Lpez, que produjo una de las obras pictricasms conocidas del siglo XX: la Gran Va desierta y ba-rrida por la luz de Castilla; limpia pero inquietante.

    Este edificio, nmero 1 de La Gran Va, frente a laGran Pea, sobre un solar triangular muy parecido alMetrpolis, tambin se asemeja al Metrpolis porquesu autor, Eladio Laredo, as lo quiso, para emprenderuna analoga con su vecino que constituyera una lec-cin que fue bastante respetada en toda la calle, hastacrear una interesante continuidad.El remate de la fachada con templetes sera imitadoen muchos edificios de la Gran Va. Son muy valora-

    das todas las es-culturas que loilustran, siendos o r p r e n d e n t eque no se co-nozca el nombrede su autor.Este artstico edi-ficio fue la sede de la famosa Joyeria Grassy, queexhibi una de las mejores colecciones de relojes deEuropa. En estos bajos estuvo el histrico Caf Mo-linero. Histrico porque era uno de los lugares quems frecuentaba don Francisco Franco. Cuenta Ra-fael Flrez que, durante la Guerra Civil, el ComitObrero del caf tuvo montado, burlescamente, unamesa con servicio completo para cuando entraranlos nacionales en Madrid; algo, entonces, impen-sable. Pero que, al fin, ocurri.

    LA GRAN VA

    PLANO CENITAL DE LA GRAN VA DE MADRIDUNA INICIATIVA DE LA ASOCIACINAMIGOS DE LA GRAN VAIDEA ORIGINAL Y TEXTOS DE ALFREDO AMESTOYFOTOGRAFA MARE RENARDREALIZACIN TCNICA Y ARTSTICA DE MIGUEL DE ORIOLCON LA COLABORACIN DEL PATRONATO DE TURISMO DE MADRIDDEPSITO LEGAL:

    8-N7-N

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    7-S 9-S

    9-S ORATORIO DE CABALLERO DE GRACIA8-S HOTEL SENATOR/ RED DE SAN LUIS7-S HOTEL GRAN VA6-S CASA DEL LIBRO5-S PALACIO DE LA MSICA 10-S CASINO MILITAR

    11-S

    10-S

    12-S

    12-S EDIFICIO METRPOLIS

    11-S GRASSY

    8-S

    2010 CENTENARIO DE LA GRAN VA - MADRID

    2010 CENTENARIO DE LA GRAN VA - MADRID

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  • HOTELES RESTAURANTES Y CAFETERAS CINES - TEATROS

    SALAS DE FIESTA COMPLEMENTOS PERFUMERAS REGALOS

    SALUD Y BELLEZA BANCOS Y CAJAS DE AHORRO CULTURA INFORMACIN

    TELFONOS DE INTERS

    MODA ZAPATERAS JOYERAS TRANSPORTES

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