MANUAL DE PLANTACIÓN DE IGLESIAS - Catedral Cristiana
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
MANUAL DE PLANTACIÓN DE
IGLESIAS
FUNDAMENTOS PRÁCTICOS DE IGLECRECIMIENTO
(Para iglesias tradicionales como celulares)
DAVID J. PASSUELO
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CONTENIDO
Reconocimiento 3
Cómo utilizar este libro 4
Introducción 5
Sección I. DOCE FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA PLANTACIÓN DE
IGLESIAS.
Cap. 1. Principios bíblicos: “Edificar sobre la roca”. 8
Evaluación de Contenidos. 19
Cap. 2. Principios bíblicos: “Ser imitadores de Cristo”. 20
Evaluación de Contenidos. 35
Cap.3. Principios bíblicos: “Siguiendo la Gran Comisión”. 36
Evaluación de Contenidos. 71
Sección II. ESTRATEGIAS PRÁCTICO- ORGANIZACIONAL.
Conclusión 124
Cap. 4. Estructura organizacional de para iglesias con visión celular y
tradicional. 74
Cap. 5. De la planificación a la concreción en el proceso de plantación
de iglesias. 80
Cap. 6. El líder y el proceso de la plantación de iglesias. 94
Cap. 7. Cómo preservar la unidad de las iglesias satélites bajo un
mismo ministerio. 101
Cap. 8. Corazón del siervo, un servicio de excelencia. 114
Cap. 9. El corazón del pastor. 117
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
RECONOCIMIENTOS
En primer lugar, quiero agradecer a nuestro amado Dios, fuente de
sabiduría e inspiración; que me ha acompañado en tantos años de ministerio, y
quien en su honorable bondad me ha impulsado a plasmar estas simples líneas de
acción que intentan promover la extensión de su reino, mediante la plantación de
iglesias. A mi estimada familia de la fe, “Catedral Cristiana” - Once, Villa Adelina
y Escobar-, que constituyen un paso de fe y la muestra fehaciente del poder y la
misericordia de Dios. Por años, habíamos soñado con “extender nuestras estacas”,
y por la gracia de nuestro Padre Celestial, hoy vemos como centenares de
personas se acercan a sus pies en cada una de estas iglesias. Gracias amada
iglesia por acompañarme día a día y permitirme el placer de ser su Pastor. A mi
amada esposa Dora, que me ha acompañado por tantos años en el servicio a Dios
y me impulsa hacia nuevas conquistas, como así también, a nuestros hijos Diego,
Virginia, Francisco y Jonathan, quienes, desde su perspectiva juvenil, día a día
han enriquecido este material. A Juan Passuelo, mi amado obispo, mi padre y
mentor, y sin ninguna duda, un hombre con un corazón conforme a la voluntad de
Dios; quien desde pequeño me enseñó a amar a Dios sobre todas las cosas y a
escuchar su voz, aun cuando las circunstancias me demostraran lo contrario.
Gracias padre por inspirar a miles de vidas con tu testimonio y marcar un
precedente en la historia del evangelio en nuestro país. A Dora Elson de Passuelo,
mi madre, quien inspiraba a todos aquellos que la rodeaban, incentivando un
servicio de excelencia a Dios. También estoy muy agradecido a Esteban Kleszyk y
su esposa Milagros Schuchard, quienes se encargaron de la corrección y edición
de este escrito, como también a Carla Barroso y Noe Luján que pusieron toda su
atención en verificar minuciosamente las referencias y los contenidos esenciales
que componen esta obra.
Al obispo Enrique Coronel por sus aportes, como a todos los pastores que
integran la Iglesia Pentecostal de Santidad, que día a día luchan a mi lado con el fin de difundir las Buenas Nuevas. ¡Gracias!
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO
Esta publicación es un manual de estudios que presenta los fundamentos
primordiales en materia de “Plantación de Iglesias”. Por lo cual, puede ser
utilizado como libro de texto en institutos bíblicos y seminarios. También, como
material de consulta para aquellos pastores que anhelan extender el reino de Dios
y han recibido confirmación de ello. Por último, también puede utilizarse como
material de capacitación interna, destinando sus lecciones a la formación de
nuevos líderes y obreros - de manera presencial o a distancia.
Se recomienda una lectura pausada, reflexiva y consciente a fin de planificar
adecuadamente los pasos a seguir en la apertura de nuevas iglesias. Esta
publicación cuenta con 9 capítulos, subdivididos en dos secciones:
Fundamentos bíblicos.
Estrategias práctico- organizacionales.
La lectura de cada capítulo puede llevarse a cabo semanalmente. Esto dará
lugar a un espacio de debate y reflexión, previas al inicio del siguiente capítulo.
Al finalizar cada capítulo encontrará evaluaciones que le ayudarán a comprobar el
grado de asimilación alcanzado.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
INTRODUCCIÓN
Cuenta la historia que Moody, aquel gran predicador del siglo XIX, solía
repetir esa frase incansablemente, al enfrentar los distintos desafíos que
encontraba a su paso durante su ministerio. Con frecuencia los hombres caemos
en el error de querer “dirigir” la voluntad de Dios, según la realidad en la que nos
encontramos sumergidos, nuestras necesidades, aspiraciones e intereses. Pablo,
teniendo en cuenta esto, escribió en la segunda de sus cartas a la iglesia de
Corinto:
“(...) no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven; porque
las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”
(2ª Corintios 4:18. RVC)
Como bien lo afirma Pablo, nuestra mirada humana tiende a ser limitada, cruda y con frecuencia puede llevarnos a desestimar aquellos sueños que Dios ha sembrado en nuestros corazones. Por lo cual, debemos fijar nuestra mirada en Dios, fuente de toda inspiración y poder, quien nos anima a extender nuestras fronteras y conquistar aquello para lo cual fuimos predestinados. Sin ninguna duda, el Señor de la Obra es el principal interesado en que su iglesia crezca y se multiplique, y es por eso por lo que toda metodología de trabajo para su reino debe ser concebida como fruto de una consulta íntima con Él, para ser capaces de desarrollar “Su visión” y no “mi proyecto”. Esta es la clave para caminar bajo su voluntad e identificar por cuál camino hemos de seguir. Caminar tomados siempre de su mano es la principal estrategia humana.
Estimados lectores, este libro representa un compendio de principios
elementales para la plantación de iglesias; que de ninguna manera constituyen un
método o receta infalible, a seguir paso a paso para abrir nuevas iglesias. Los
conceptos y lineamientos que aquí se presentan intentan plasmar el recorrido que
hemos realizado en el ministerio y la experiencia alcanzada durante veinte años,
"Los hombres buscan permanentemente nuevos métodos. Pero el mejor método de Dios sigue siendo tener en sus manos, la
vida de un hombre completamente rendido a Él”
Dwight Lyman Moody
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
en los que Dios nos ha guiado. Su presentación les permitirá a los lectores
profundizar en aspectos que muchas veces pasan desapercibidos y que resultan
cruciales para el desarrollo del ministerio pastoral.
En esta Era del Conocimiento y la Información, donde la gente vive en la
inmediatez de satisfacer sus deseos, lejos de Dios, llena de incertidumbre; la
iglesia debe presentarse como un modelo de amor y esperanza para sus vidas
desahuciadas. Es por ello por lo que la iglesia de Cristo en Argentina debe crecer
y multiplicarse, a fin de saturar cada provincia de nuestro amado territorio de las
buenas nuevas de salvación.
Hoy en día las iglesias deben convertirse en testimonios vivos de su amor;
dinámicas, visionarias y comprometidas con sus comunidades. Pero este desafío,
exige también ser más “eficientes” a la hora de administrar el tiempo, los
recursos materiales y humanos durante el proceso de planificación y desarrollo
de las estrategias operativo- organizacionales que dan lugar a la extensión de su
reino. A fin de evitar que el ejército de las tinieblas encuentre “cisuras” en el
ministerio.
La capacitación ministerial debe ocupar un lugar primordial en la agenda
de aquellos pastores y obreros que han respondido el llamado de Dios y
deciden emprender la tarea de plantar nuevas iglesias. Lamentablemente,
existen innumerables casos en los cuales la formación e instrucción ministerial se
ha subestimado y ante las exigencias que se deben afrontar diariamente, los
involucrados se frustran y pierden de vista el plan original de Dios para sus vidas
y la iglesia.
Este material, estimados lectores, representa de alguna manera una guía
práctica con firmes fundamentos bíblicos que será de gran utilidad a la hora de
llevar a cabo la apertura de nuevas iglesias.
Es mi constante oración, que esta publicación pueda contribuir de manera
fehaciente al servicio y extensión de su reino; enriqueciendo sus vidas y
propiciando el desarrollo de nuevas iglesias, saludables, que glorifiquen
permanentemente el nombre de Dios llevando luz a cada rincón de nuestro país.
“Y les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. Ellos
salieron entonces y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba
confirmando la palabra con las señales que la acompañaban. Amén”
(Marcos 16:15 y 20. RVC)
Rev. David John Passuelo
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
PRIMERA SECCIÓN
DOCE FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA LA PLANTACIÓN DE
IGLESIAS
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 1
PRINCIPIOS BÍBLICOS
“EDIFICAR SOBRE LA ROCA”
La palabra “principio”, etimológicamente, proviene del latín principium,
compuesta por tres acepciones: primus (primero), capere (tomar, emancipar) y el
sufijo- ium (efecto o resultado). Por ende, la palabra “principio” refiere a aquello
que se debe tomar en primer lugar para alcanzar, lograr, determinado efecto o
resultado. Los “principios” que se enumeran constituyen verdades espirituales
que, inevitablemente, deben formar parte de los cimientos de la visión ministerial
que pretende llevar adelante la plantación de iglesias.
De manera similar a las construcciones terrenales, en las que las bases y
columnas sostienen la edificación en general; estos “doce principios”
representan las bases fundamentales que sustentarán la plantación de nuevas
iglesias. Por lo cual, todo obrero – al margen de su jerarquía- debe conocerlos y
poner en práctica, pues son fundamentales, irreemplazables y otorgarán
solidez a toda su labor.
Por supuesto que, cada región o ciudad en los que se implementarán le
adjudicará a cada uno de estos principios el matiz de su realidad, y su perspectiva
denominacional. No importa el estilo de la construcción, los colores de las
paredes o la amplitud de la obra, siempre y cuando las bases sean firmes y
sólidas, capaces de sostener la edificación. Esto significa que, si bien la estructura
(exterior) puede variar, incluso por el contexto social o particularidades de la
región, los fundamentos deben ser estables, fuertes y confiables.
En el reino de Dios, más allá del lugar, el contexto sociocultural o los recursos
que se disponen a la hora de plantar nuevas iglesias, estos principios bíblicos no
pueden ni deben ser ignorados.
A continuación, se detallan doce principios elementales que sirven de
cimientos para iniciar el proceso de crecimiento y multiplicación de una iglesia
local.
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I. El principio de la autoridad
“Y sometió todas las cosas bajo sus pies y lo nombró para ser la cabeza sobre todo a
la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo”.
(Efesios 1:22-23)
“Y Él es la cabeza del cuerpo, la iglesia; Él es el principio, el primogénito de entre
los muertos, por lo que en todo tenga la preeminencia”. (Colosenses 1:18)
En estos versículos, Pablo expresa claramente que Cristo es el Soberano sobre
toda su creación, lo cual incluye ciertamente a la iglesia y sus miembros. Siendo el único de “preeminencia”, es quien decide la visión específica para cada
comunidad que forma el gran pueblo de Dios. No requiere de nuestro asesoramiento, pues Él ya tiene un plan para esa nueva congregación que se
iniciará, y a su manera nos hará conocer su plan.
“Durante la noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto
de pie, le rogaba: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Después de que Pablo tuvo la visión,
enseguida nos preparamos para partir hacia Macedonia, convencidos de que Dios
nos había llamado a anunciar el evangelio a los macedonios”.
(Hechos 16:9-10)
Las circunstancias en que Pablo tiene esta visión exponen de manera
concreta su total disposición hacia “oír y obedecer” la voz de Dios.
Durante su segundo viaje misionero, Pablo recibe claras indicaciones del
Espíritu Santo de no permanecer ni dirigirse hacia el sur de Asia, ni mucho menos
hacia el norte, Bitinia. De hecho, al realizar una pequeña pausa en Troas, el
apóstol permanece a “la espera” de una señal que le indicase qué camino debía
seguir. Es así como, tras la visión, Pablo recibe un claro llamado del Señor para
predicar el evangelio en Macedonia, provincia
romana en la cual llegó a fundar una de las
iglesias más importantes en Europa: Filipos.
De esta manera podemos observar con
claridad, que Dios no sigue la lógica humana, sino
que ve más allá de las circunstancias y tiene un
propósito aún para sus silencios.
Estimado lector, es importante que
entiendas, al igual que Pablo lo hizo, que el
llamado de predicar el evangelio en todo el mundo
a toda criatura fue delegado a todos los cristianos; sin embargo, Dios ha
“No te afanes,
tampoco te dejes
convencer por las
circunstancias.
Escucha con atención
la voz de Dios y
obedece sin demora”
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predestinado un tiempo y un lugar preciso para llevarlo a cabo. Por este motivo,
debemos desarrollar un corazón sensible, en comunión permanente con Dios, que
nos permita identificar su voluntad y respetar sus designios; pues sólo así
prosperará la plantación de nuevas obras.
II. El principio del poder
“Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento y al mismo
tiempo, intercedan por nosotros a fin de que Dios nos abra las puertas para
proclamar la palabra, el misterio de Cristo por el cual estoy preso. Oren para que
yo lo anuncie con claridad, como debo hacerlo”.
(Colosenses 4:2-4)
La oración es un requisito fundamental, no sólo para la apertura de nuevas congregaciones, sino también para el desarrollo y crecimiento pleno de nuestras vidas. Es fuente indispensable de poder y sabiduría.
Orar en todo tiempo y por todas las cosas, representa la clave de mayor
trascendencia para alcanzar el éxito en este nuevo emprendimiento espiritual. Si
los obreros no desarrollamos una vida permanentemente ligada a la presencia de
Dios, en vano son nuestros esfuerzos. Dios se complace al ver a su pueblo batallar
de rodillas.
En diversas situaciones de su ministerio, Pablo enfatiza a sus discípulos
que “oren por su vida”; consciente de la batalla espiritual que se desataba cada
vez que el reino de Dios era extendido, a través de sus viajes. Nosotros, mi
estimado amigo, tampoco permanecemos ajenos a tal confrontación espiritual;
por el contrario, sabemos que el diablo anda como león rugiente, atento, en busca
de una presa fácil, un trofeo de sus ataques.
“Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta
y perseveren en oración por todos los santos”.
(Efesios 6:18)
En Efesios 6, el apóstol nos revela la realidad del mundo espiritual,
exponiendo en detalle las jerarquías demoníacas que operan en oposición al
pueblo de Dios. Por lo cual, como parte del cuerpo de Cristo, debemos tomar
conocimiento de dicho panorama e intensificar las oraciones en favor de la
expansión del ministerio, por la integridad de los obreros que se han
comprometido en participar, la tenacidad del mensaje que se ha de transmitir,
por las vidas que escucharán las buenas nuevas de salvación, entre otros.
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“Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha, que envíe obreros a su campo".
(Mateo 9:38)
Quisiera detenerme unos minutos en uno de los puntos más relevantes a
contemplar en cada una de nuestras oraciones: los obreros.
El pasaje citado de Mateo nos permite identificar con claridad la
importancia que Jesús le atribuía a la presencia de obreros responsables,
comprometidos con las tareas de la mies. Sin embargo, sus palabras reflejan que
Dios, es dueño de la mies, quien “envía” a los obreros que han de trabajar en ella.
Uno de los motivos que debe resaltar en nuestra lista de oración debe ser
con respecto al compromiso y acompañamiento de los obreros que participen en
el proceso de plantación de iglesias. La apertura de una nueva congregación
constituye una tarea sumamente compleja, y si los obreros que nos acompañan no
comparten la convicción de ese llamado, terminarán frustrados y “sobreviviendo”
al ministerio, más que siendo parte constitutiva de él.
La oración llena de fe desata un enorme poder que reafirma el llamamiento
de aquellas personas que integran el equipo de obreros que han sido convocados;
así mismo, los impulsa a extender las fronteras, renueva sus fuerzas y otorga
mayor objetividad y sabiduría en la administración de los recursos y el tiempo. La
oración erradica el temor y la vanagloria, dando paso a un servicio íntegro,
de corazón conforme a la voluntad de Dios. Cuando el equipo de obreros ora se
conecta íntimamente con los designios celestiales y se declara a disposición
completa, se rinde a seguir la voz de nuestro amado Padre.
Estimado lector, en varios años de ministerio he comprobado el poder de la
oración, siendo testigo vivo de cómo una realidad puede ser 100% transformada.
He podido experimentar cómo Dios ha respondido incluso aquellos anhelos más
íntimos de mi corazón, simplemente para demostrarme que Él es Dios, Soberano,
todopoderoso. Créeme querido amigo, ¡La oración cambia las cosas!
Otro factor que contemplar, ligado a la oración, es la conformación de
un grupo de “intercesión” permanente, que respalde con sus oraciones toda
la obra en general. Este cuerpo de “guerreros” espirituales será el encargado de
interceder, tanto por aquellas almas que se encuentran dispersas, alejadas de
Dios, como para respaldar las vidas y acciones de los obreros que se encuentran
involucrados en la apertura de la nueva congregación. Desde el “cuartel” los
intercesores son los encargados de declarar palabras de bendición y protección
espiritual sobre el ministerio y ordenar que las huestes malignas se sometan y
retrocedan.
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Es sólo a través de la oración que veremos cómo aquello que creíamos
imposible se concreta y la realidad es transformada. Es por el poder de la oración
que los recursos aparecen y los obreros son ungidos por el Espíritu Santo para
llevar a cabo un liderazgo de conquista.
El Principio de Poder desatado a través de la oración
Nos guía a desarrollar una intimidad con Dios. Revelándonos y enseñándonos
así sus planes.
Nos moviliza a abandonar nuestra zona de confort y a extender las fronteras,
alineándonos a sus propósitos. Consecuentemente, compartimos su visión y
somos capaces de mirar más allá de nuestros ojos.
Nos abre una puerta en medio de las circunstancias más adversas. Aunque la
realidad nos grite lo contrario, el poder de Dios desata oportunidades
sobrenaturales, jamás pensadas, a fin de que toda criatura escuche el
evangelio.
Nos trae la provisión de Dios. Aunque nuestros ojos humanos solo observen
escasez, carencias y dificultades, cuando Dios contempla un pueblo decidido a
obedecer su voz, abre la ventana de los cielos y deja caer todas las
bendiciones que ha predestinado.
Provoca que Dios tome el control y que las limitaciones humanas
desaparezcan.
Genera que cuando nos disponemos a seguir la misión ordenada por Cristo de
expandir su iglesia, la comunión manifiesta con el Padre se traslade a la
relación con los obreros y líderes. Los conflictos que serán vistos como
oportunidades de crecimiento y confirmación de que la obra avanza y se abre
paso en medio de un terreno antes dominado por el enemigo.
III. El principio de la revelación
“Y el Señor me respondió: Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las
tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo
señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse. Aunque parezca
tardar, espérala; porque sin falta vendrá”
(Habacuc 2:2-3)
Para poder entender completamente este principio, quisiera traer a la
memoria la vida de uno de los hombres más determinados que nos presentan las
Escrituras: Nehemías.
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Cuenta la historia que Nehemías, un judío nacido durante período de
cautividad en Babilonia; expuso ante el rey de Persia- mientras le servía una
copa- que sentía gran tristeza al ver que Jerusalén, la ciudad de sus antepasados,
se encontraba en ruinas y que, más aún, del templo, el lugar más sagrado para los
hebreos no se encontraba más que escombros y despojos. Tras oír las palabras de
este hombre, el rey es movido a misericordia y le permite viajar hasta su ciudad
para reconstruir el Templo.
Una simple lectura en los primeros capítulos del libro de Nehemías, nos
permiten identificar algunos aspectos que resultan sorprendentes. En primer
lugar, Nehemías se encontraba cautivo, no era un hombre libre. En segundo
lugar, no representaba una élite privilegiada como lo llegó a ser Daniel y sus
amigos, era simplemente el “copero” del rey.
Siguiendo con la historia, la Biblia nos relata que Nehemías viajó hasta
Jerusalén y fue nombrado gobernador de Judea. Una vez allí, animó a sus
compatriotas a reconstruir el Templo y protegerlo con muros alrededor. Esta
situación despertó gran malestar entre las tribus paganas vecinas y hasta
intentaron detener las construcciones. Sin embargo, Nehemías, no se intimidó
ante esas circunstancias, sino que se esforzó por concretar la misión que Dios le
había encomendado.
Estimado lector, anhelo de todo corazón que estas líneas inspiren la misma
convicción que desarrolló Nehemías a lo largo de su vida, y te impulsen a
responder el llamado de Dios, de llevar su reino a toda criatura. Cuando el Padre
Celestial nos hace partícipes de una misión, no debemos caer en el error de
cuestionar y ponerlo a prueba según la realidad que nos rodea. Si Dios lo
determinó, no existe nada ni nadie en todo el universo que pueda impedir que así
sea. Muchas veces, los seres humanos, pretendemos ser racionales y anteponemos
una interminable lista de factores negativos que, a la luz de nuestros ojos,
impedirán que la obra de Dios se concrete. Sin embargo, déjame recordarte
estimado lector, que, si Dios en su corazón dispuso que una nueva iglesia se
levante, nada lo impedirá. El Señor pondrá en nuestros corazones la convicción
de su visión, y revelará a través de las oraciones el modo en que debemos llevar a
cabo la obra. La visión de Dios debe guiarnos a una planificación que, “procesada”
en oración, dará como resultado una amplia lista de actividades, establecidas en
un plazo de tiempo. Recuerda, la obra es de Dios; nosotros simplemente somos
“instrumentos” en sus manos; es Él quien debe tener todo el control, de lo
contrario, nuestro fin es el fracaso.
En tantos años de ministerio, he visto repetir con frecuencia el mismo
error en diversos lugares, en diferentes épocas y con distintos hermanos
implicados. Confundir que la obra es nuestra creación y propiedad, suele ser un
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
error común; que demuestra claramente la falta de claridad y dependencia de
Cristo. Cuando un ser humano se “apropia” de la obra de nuestro Padre, no hace
más que alejarse de su voluntad y encaminarse hacia el abismo del fracaso.
Tengamos cuidado de no caer en este simple engaño, que enceguece nuestros ojos
espirituales y nos mutila del plan original de Dios.
“Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán”.
(Proverbios 16:3)
“En verdad, nada hace el Señor omnipotente sin antes revelar sus designios a sus
siervos los profetas”.
(Amós 3:7)
A continuación, te invito a reflexionar acerca de algunos aspectos de la vida de
Nehemías, que resultarán inspiradores a todos aquellos que han decidido caminar
en la voluntad de Dios y entregarse a su propósito; aceptando el desafío de abrir
una iglesia o varias, según Dios disponga en su corazón.
Humildad. Nehemías era un judío cautivo en Persia, un “esclavo”; quien
día a día podía morir al probar el vino antes que el rey. Su función como copero real, incluía entre otras actividades, beber el vino antes que el rey
para garantizar su pureza. En aquella época, era muy frecuente que quienes se disputaran el trono envenenaran el vino. La vida de Nehemías
dependía de Dios. Sabía muy bien, que podía morir en una trampa que ni siquiera había sido pensada para él.
Servicio. La Biblia nos habla de su servicio y la manera en que Nehemías
servía a diario – aún con el corazón triste- al rey. No culpó ni se enojó con aquel que pertenecía a la dinastía de sus opresores, sino que lo servía, más
allá de sus sentimientos. Este punto es crucial en todo proyecto que hemos de llevar a cabo los cristianos, y más aún, cuando se trata de iniciar una
nueva congregación.
Muchas veces, las circunstancias nos llevan a aceptar las circunstancias de una u otra manera, según la relevancia que le adjudiquemos a nuestros
sentimientos. A la luz de este pasaje, la Biblia declara que Nehemías “estaba triste”, sin embargo, ello no condicionó su servicio al rey, tampoco se desquitó con
su amo o se entregó a un cuadro de angustia y depresión. Por el contrario, aunque la tristeza se reflejaba en su rostro, Nehemías, continuaba sirviendo con la misma
fidelidad, entrega y excelencia.
Artajerjes, rey de Persia, fue conmovido al ver a su fiel sirviente hacer los
mejores esfuerzos por servirle, aunque claramente había una razón importante que lo entristecía.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Visión. Nehemías conocía muy bien la realidad de su pueblo y en qué
condiciones se encontraba su amada Jerusalén. Sin embargo, estos factores no determinaron la magnitud de su visión. Este hombre sabía que Dios
amaba a su pueblo y que tenía planes para ellos.
La Biblia nos relata con exactitud el comportamiento metódico, disciplinado y perseverante de Nehemías. No llevó a cabo sólo la reconstrucción de los muros de
Jerusalén o de la manera que mejor le parecía. Más bien, dedicó un tiempo para pensar y planificar los pasos a seguir, contactó a otros compatriotas que tenían el
mismo sentir y los animó a participar de la obra.
Estimado lector, si Dios dispuso en tu corazón la apertura de una nueva congregación, pídele que envíe personas que se alineen a sus propósitos y aparte
a quienes serán piedra de tropiezo.
Compromiso. Nehemías era consciente de la pequeñez y vulnerabilidad de
su existencia, sin embargo, tenía muy en claro, que en manos de Dios podía concretar la obra y nada ni nadie lo detendría. Si continuamos la lectura
del libro de Nehemías, en el capítulo 4, vemos que aparecen en escena los “enemigos”, “la oposición” a la obra; pero también podemos corroborar la
convicción y determinación de Nehemías; quien no detuvo ni interrumpió la obra que llevaba a cabo. Por el contrario, vemos que reforzó la guardia y
“la oración”, a tal punto que el pueblo trabajaba con mayor entusiasmo cada vez que sus enemigos atentaban contra ellos.
Valor, sacrificio e integridad.
Ningún versículo de la Biblia se refiere a lo sencillo que resultó este
proyecto para Nehemías y sus compatriotas. Por el contrario,
destaca el espíritu de sacrificio personal de este personaje y su
capacidad de animar a quienes trabajaban “con”, “junto” a él – no
“para él”-. Ser ejemplo de disposición y servicio es, sin
ninguna duda, uno de los aspectos más relevantes que debe tener un líder espiritual. No podemos pedir a
otros que se sujeten a nuestros planes, sometiéndolos y esperando que hagan el trabajo pesado. Si Dios ha puesto en tu corazón, querido obrero,
utilizarte para iniciar una nueva comunidad de fe o apoyar una obra existente; también depositó en tu corazón el “amor” y la “pasión” por su
obra.
Como líderes espirituales debemos “ser ejemplo” de servicio y sometimiento a Dios. No podemos exigir a otros, obediencia, sujeción y colaboración si no lo
hemos experimentado o desarrollado a diario en nuestras vidas, primeramente.
“Ser ejemplo de disposición y
servicio es, sin ninguna
duda, uno de los aspectos
más relevantes que debe
tener un líder espiritual”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Si buscamos la definición de integridad en cualquier diccionario, veremos que aparecen como sinónimos: entereza, honradez, moralidad, entre otras. Estas
palabras sirven para definir a personas que como mayor virtud han perfeccionado la “rectitud”. Como hijos de Dios debemos priorizar este aspecto en nuestra
vida personal, “ser santos, como Dios es santo”; debe ser una de las razones que motive nuestra existencia. Recuerda estimado lector, que aún en aquellos
momentos en que piensas que nadie se dio cuenta, existen miradas que observan con atención tu modo de actuar. Nuestro accionar diario es reflejo de la fluidez
en la comunión con Cristo que hemos alcanzado. Somos testimonios vivos, no hacen falta muchas palabras... pues desde el silencio, nube de testigos tenemos.
Orden. Una de las cualidades de nuestro Padre es que todo lo que hace, lo
hace a su tiempo y a su manera. Nosotros, como instrumentos en sus
manos, debemos entender que está en nuestras manos todo aquello que es “posible”, pues de lo “imposible” se encargará Dios. Pero para que aquello
que nos corresponde llevar a cabo, suceda es necesario “planificar”. La Biblia nos enseña acerca de este momento previo de planificación
estratégica.
“Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?”
(Lucas 14:28)
Planificar es una etapa imprescindible en toda obra. Muchas personas caen en el error de considerar este primer paso como una pérdida de tiempo, un
período que los demora a concretar la obra asignada. Sin embargo, se exponen al fracaso y la frustración al hacerlo. En tantos años de pastorado, he visto grandes
proyectos fracasar, cuyas intenciones eran incuestionables, pero que terminaron en el fracaso pues quienes lo llevaban a cabo, no se habían tomado un tiempo
para planificar; analizar bien el campo de acción, los recursos que disponían, los tiempos y trazar metas a corto y mediano plazo. Pensar que iniciar una
congregación es una tarea inmediata, espontánea, libre de cometer errores y sin ataques del enemigo exhibe una vida ingenua, con escaso conocimiento en la
realidad espiritual. No debemos confundir pasos de fe con impulsos carnales.
Planificar implica el reconocimiento concreto de la realidad, determinar metas a corto y mediano plazo en función de los recursos materiales y humanos
que han sido delegados en nuestras manos, analizar y evaluar constantemente la medida en que las acciones que llevamos a cabo responden a los propósitos
generales y a la visión que Dios nos ha revelado.
Entiende estimado obrero, que las metas no se alcanzan sin antes establecer claramente a dónde hemos de llegar, cómo lo haremos y en cuánto
tiempo lo haremos. Es por eso por lo que planificar antes de actuar, es un criterio de sabiduría.
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Algunas consideraciones prácticas
Te recomiendo trazar un plan de acción específico, que te permitan identificar
con claridad todos los componentes y objetivos en cada paso.
Observación e inspección. Esta etapa es crucial para la plantación de una
nueva iglesia; ya que al decidir llevar a cabo este emprendimiento debes
ser criterioso a fin de potenciar las posibilidades de evangelización y
crecimiento de la población destinataria. En esta primera etapa, la
selección de un lugar específico constituye un gran desafío. Para ello, es
importante tener en cuenta el contexto, las posibilidades que representa
esta apertura para la población que se encuentra inmersa en ese lugar y
también en las cercanías. Recuerdo que, al buscar el lugar más adecuado
para iniciar una obra en Villa Adelina, nos tomamos un buen tiempo para
identificar el lugar más estratégico posible, es decir, que se localizara en un
punto geográfico que permitiera a las personas de distintos barrios (zonas)
acceder a ella, no solamente caminando, sino a través de diversos medios
de transporte (colectivos, trenes). Las condiciones estructurales del
inmueble y las dimensiones también son aspectos que no debemos
descuidar, ya que iniciar una nueva obra representa una inversión
económica que impactará fuertemente en la iglesia madre; por lo cual,
resulta sabio no escatimar gastos en el alquiler o compra de un inmueble
que se encuentre en buenas condiciones edilicias, y no equivocarnos en
pensar que podemos “ajustar” el dinero de dicha renta con las intenciones
de “mejorarlo” posteriormente. He visto con frecuencia, hermanos que
adquirieron propiedades en alquiler a un bajo costo debido a las escasas
condiciones estructurales del lugar, y al poco tiempo, las exigencias
materiales, financieras y temporales los llevaron a perder la visión de su
propósito. Las remodelaciones, el equipamiento y acondicionamiento de las
nuevas iglesias no solamente representan una inversión económica
significativa, sino también de los recursos humanos y el tiempo. Estimado
hermano, oro a Dios para que traiga luz y entendimiento a tu vida respecto
a la selección del lugar en el que se iniciará la nueva iglesia.
Reincide en oración permanentemente, pídele a Dios que inspire en tu
corazón los detalles para llevar a cabo su obra. Traza un plan de acción,
como si fuera un mapa con una ruta a seguir, un instructivo pormenorizado
con cada paso; desde el lugar en el que te encuentras hasta dónde debes
llegar para ejecutar el plan de nuestro Señor. En ese instructivo detalla: los
objetivos de cada acción, metas a corto y mediano plazo que resulten
coincidentes con el propósito general, los recursos materiales y humanos,
tiempos concretos. Cada punto incluido en la “lista de actividades”, debe
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
contribuir de manera concreta a la realización de la obra, permitiendo a su
vez crecer y avanzar. En uno de mis libros, denominado “Descubre tu mina
de diamantes”, refiero al incalculable valor que encarna el tiempo en
nuestras vidas. El tiempo no se recupera, se aprovecha o se pierde; pero
definitivamente no podemos regresar en el tiempo para rehacer nuestras
acciones. Asimismo, no olvides que cada minuto que transcurre, en una
nueva iglesia, representa la posibilidad de esparcir el evangelio. Una vida
puede salvarse en un minuto bien empleado. No descuides el tiempo
entreteniéndote en detalles innecesarios.
La comunicación representa otro eslabón fundamental para la apertura de
nuevas iglesias. Estimado pastor, tómate momentos de comunión con el
equipo de líderes que participará en el proyecto. La comunicación fluida es
la mejor arma contra los problemas de comunicación. Esta frase, aunque
parezca redundante, encierra un principio de sabiduría. Habitualmente se
producen interferencias en la comunicación a causa de las “suposiciones”;
es decir, que en muchas ocasiones los seres humanos nos cargamos de
intenciones o anticipamos las acciones de otros individuos en función de lo
que creemos o pensamos y luego, la realidad nos demuestra lo contrario.
“Yo pensé que usted quería iniciar el discipulado antes que los grupos
celulares”, “Pastor pensé que no quería que asista a la reunión de oración
y planeamiento, como no me invitó como al hermano...”, “No rendí la lista
de gastos porque pensé que era información que solamente manejábamos
usted y yo”, entre otros son algunos ejemplos de irrupciones en la
comunicación que no hacen más que atentar contra la comunión que debe
existir entre el cuerpo de obreros y el pastor principal de la congregación.
Desarrollar una comunicación fluida, libre de cualquier interferencia, es un
requisito fundamental para la concreción de este emprendimiento. Las
interferencias en la comunicación generan malestar y pérdidas de tiempo y
esfuerzos, que demoran la apertura de la nueva iglesia y abren una puerta
al enemigo para desviarnos del propósito de Dios.
Estimado lector, cuando disponemos nuestras vidas al servicio de Dios, todo
a nuestro alrededor servirá para glorificar su nombre; desde nuestra manera de
hablar, el modo en que nos comportamos, la manera en que llevamos a cabo la
obra y cómo tomamos los resultados, a quién damos la gloria o responsabilizamos
de los resultados alcanzados; todo es “observado” y refleja una manera de “vivir”
en Cristo. Por ello es tan importante, negarnos, no entregarnos a nuestras
emociones, sino más bien caminar en su voluntad, ser obedientes a su Palabra y
desarrollar una plena comunión con el Salvador y sus santos.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
EVALUACIÓN DE CONTENIDOS
CAPÍTULO 1
Principio de autoridad
1. El Señor de la mies es quien confirma en los corazones el propósito de
iniciar una nueva iglesia. Complete según corresponda:
“Él es la _________________ de la Iglesia, en todo tiene _____________” (Colosenses
1:18).
“Al igual que lo hizo con Pablo, nos ____________ su propósito; el lugar y _____________indicados” (Hechos 16:9-10).
Principio de poder
2. La oración es un requisito fundamental para el desarrollo y crecimiento
espiritual de nuestras vidas y congregación, como así también, constituye un factor clave para la plantación de nuevas iglesias. Enumere por lo
menos cinco razones que justifican una vida de oración.
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________ _____________________________________________________________________
Principio de la revelación
3. El bicho cascarudo, un insignificante insecto en comparación a otros animales, tiene la capacidad de volar aun cuando- a la luz de las leyes
físicas- esto es imposible. El tercer principio hace referencia a la convicción de Nehemías. Explique brevemente el paralelismo que existe
entre la oposición que enfrenta el bicho cascarudo y las condiciones en que Nehemías llevó a cabo la reconstrucción de los muros de Jerusalén.
Reflexione acerca de la importancia de tener convicción en la plantación de
iglesias.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 2
PRINCIPIOS BÍBLICOS
“SER IMITADORES DE CRISTO”
IV. El principio de tutoría
Si observamos nuestros primeros pasos en el camino del evangelio,
podremos identificar personas que nos han acompañado y oficiado de tutores.
Etimológicamente, la palabra tutor se compone de tres formas lingüísticas:
“tueri” que significa “proteger”, “velar·, “tor” que define a la persona que la
ejerce, el agente, y “-ía” que refiere a la cualidad, característica en sí. Por ende, la
palabra tutoría refiere a una persona que tiene por principal cualidad cuidar,
velar y proteger a otra. Un tutor es aquella persona que tiene la autoridad
espiritual suficiente para instruirnos, asesorarnos y aconsejarnos para enfrentar
diversas circunstancias en las que no nos sentimos preparados o con suficiente
experiencia. Sin ninguna duda, mi padre, Juan Passuelo ha sido mi mentor y
maestro. Un tutor es aquella persona que busca nuestro bien, aunque ello
implique confrontarnos con una realidad que no resulte grata, agradable de
transitar. Su intención de cuidarnos va más allá de la situación que nos apremia
en ese momento y puede ver un panorama global, incluso cuestiones que nosotros
ignoramos.
Estimado hermano, pídele a Dios que envíe un tutor a tu vida, que te
acompañe en cada etapa, que edifique tu vida con sus intervenciones y con su
experiencia, que te ayude a alcanzar el propósito de Dios para tu vida. Sea cual
fuere tu nivel de conocimiento, experiencia y logros ministeriales; siempre es
saludable contar con la presencia de un tutor que te motive a desarrollar al
máximo el potencial que Dios depositó en ti.
Cada obrero que se inicie en este emprendimiento debe contar con el
acompañamiento de un tutor. Resulta interesante considerar la simbología que
nos ofrece el “tutor” en materia de agricultura. En este campo, se utiliza un
tirante de madera, que se coloca junto a una nueva planta. Su función es tan
sencilla como decisiva, a medida que la nueva planta crece, su firmeza ayuda a
que ésta no pierda su dirección y pueda dirigir su crecimiento en forma adecuada
hasta alcanzar la madurez. En plano espiritual, un tutor representa una persona
que está dispuesta a acompañarnos, cuya sólida experiencia y sabiduría nos
inspira confianza a tal punto, que nos dejamos guiar, orientar y adiestrar por ella.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La vida de un tutor exhibe en toda su magnitud una dependencia total hacia Dios
que nos infunde seguridad al recibir sus enseñanzas y asesoramiento.
Si bien la Biblia nos ofrece una extensa lista de “tutores”, me parece
apropiado utilizar la vida de Bernabé como referente para ampliar este principio.
Bernabé, aparece por primera vez en las Sagradas Escrituras cuando, tras
vender sus propiedades, entrega las ganancias a los pies de los apóstoles. A partir
de allí aparece en reiteradas ocasiones como modelo de integridad y madurez
espiritual. Incluso, su nombre significa “hijo de consolación, de exhortación”; en
Hechos 11:24, se lo describe como un “varón bueno, lleno del Espíritu Santo y
fe”. Este hombre, fue el primero en acercarse a Pablo mientras que los discípulos
en Jerusalén le temían a causa de sus actos persecutorios; fue enviado a Antioquía
para presentar las buenas nuevas a los gentiles, acompañó a Pablo durante un
año e inició, de esa manera, la obra evangelizadora que conocemos como el
“Primer viaje de Pablo” (Hechos 13:2-4). Una lectura del libro de Hechos nos
permite identificar con claridad, que la presencia de Bernabé fue crucial para el
desarrollo del ministerio de Pablo; también, podemos leer que su presencia no se
basaba en pronunciar aquello que a Pablo le gustaba oír, de hecho, podemos ver
que en Hechos 15, tras abordar y plantear su punto de vista respecto a la manera
en que serían incorporados los gentiles, si debían o no circuncidarse, éstos
discuten y Bernabé, finalmente, viaja a Chipre junto a su sobrino. Resulta
interesante destacar algunos aspectos notables de la vida de Bernabé:
Era un hombre abnegado, lleno del Espíritu Santo.
Estaba dispuesto a enfrentar desafíos, incluso aquellas circunstancias que
eran mal vistas por los judíos contemporáneos o que ponían en riesgo su
vida.
Sabía que Dios le había “apartado” para acompañar a Pablo.
Era un maestro de la Palabra, que no dudaba en exhortar a los nuevos
cristianos a aferrarse a Dios.
Obedecía a Dios y tenía la convicción, que Dios era Soberano y a través de
las pequeñas obras humanas iniciaría una obra sin precedentes, que
marcaría la historia de la humanidad.
“Después partió Bernabé para Tarso en busca de Saulo, y cuando lo encontró, lo llevó
a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a
mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por
primera vez”.
(Hechos 11:25-26)
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Del mismo modo en que Bernabé fue tutor de Pablo durante sus primeros
pasos tras su conversión, al igual que para los nuevos cristianos gentiles, Pablo se
convierte en tutor de Timoteo, un joven que había sido instruido por su madre,
Eunice, y Loida, su abuela, cuyo padre era griego. Timoteo encarnaba en su
existencia un punto de unión entre el pueblo judío y la libertad cristiana.
“Llegó Pablo a Derbe y después a Listra, donde se encontró con un discípulo
llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego. Los
hermanos de Listra y en Iconio hablaban bien de Timoteo, así que Pablo decidió
llevárselo. Por causa de los judíos que vivían en aquella región lo circuncidó, pues
todos sabían que su padre era griego.”
(Hechos 16:1-3)
Timoteo, quien había ganado el reconocimiento los cristianos de Listra e
Iconio por su servicio activo y obediencia, acompañó a Pablo en gran parte de su
ministerio. De hecho, Pablo denomina a Timoteo como su “hijo amado y fiel en el
Señor” en 1 Corintios 4:17. La juventud de Timoteo no fue un inconveniente para
que Pablo le delegara importantes misiones como supervisar la iglesia en Éfeso;
lo cual, como sabemos representaba un verdadero desafío.
Estos dos ejemplos, exponen con total claridad la importancia de tener un
tutor que nos acompañe a lo largo de nuestro ministerio. Al pensar en las
exigencias cotidianas que debemos enfrentar los pastores y líderes, me
parece impensable contemplar un liderazgo sin la presencia y
acompañamiento de un tutor espiritual; dado que la vorágine diaria nos suele
apabullar con decisiones de toda índole, trascendentes o importantes, urgencias y
asuntos que exigen un tratamiento inmediato. Son esos momentos en los cuales,
la guía y contención de un tutor es fundamental para no frustrarnos, ser vencidos
por el agobio de las demandas o errar.
Estimado amigo, si aún no tienes un tutor que te acompañe en el camino,
pídele a Dios que envíe a la persona correcta y disfruta de su compañía. No te
resistas, ni caigas en el error de pensar que Dios es tu único consejero y tutor;
reflexiona en la vida y obra de los líderes del cristianismo que acabamos de
mencionar y evalúa el impacto que representó en sus vidas la compañía de sus
tutores. No tengas temor, Dios pondrá a tu lado a la persona adecuada que sea de
edificación para ti, sólo tienes que pedírselo en oración.
V. El principio del liderazgo
En sintonía con el principio anterior, podemos identificar que Bernabé,
Pablo y hasta Timoteo fueron escogidos para ocupar un lugar de relevancia.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que, si
hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.
Mas yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó
una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
Él dijo: ¿Quién eres Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
Él temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:
Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, más sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de la tierra, abriendo los ojos, no
veía a nadie; así que llevándole por la mano le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. Había entonces en Damasco un discípulo
llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí Señor.
Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de
Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la
vista.
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los
principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.”
(Hechos 9:1-15)
Este pasaje bíblico revela a la perfección que Dios tiene pensado un plan
para cada uno de sus hijos. En el caso de Saulo, un judío destacado, miembro del
sanedrín; a quien el sumo sacerdote le había encomendado la tarea de perseguir a
los cristianos, experimenta un vuelco trascendental en su vida. Él, quien
pertenecía a una familia destacada, que lo había criado en obediencia a la Ley y
en la piedad judía tradicional, pero que también contaba con una ciudadanía
romana -otorgada en recompensa por sus servicios- tenía predestinado en un
futuro, encontrarse frente a frente con Jesucristo. El magnífico Saulo, terminó en
tierra cuando el Hijo de Dios se le presentó y le demandó una explicación acerca
de su comportamiento. Sin embargo, Dios, sabía que este hombre que se presumía
como erudito de la Ley, sería uno de sus seguidores más fervientes y que
entregaría su vida por causa de su nombre.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Pablo, un líder “plantador” de iglesias
Estimado lector, te invito a identificar algunas características
sobresalientes del liderazgo ejercido por Pablo durante sus años como “plantador
de iglesias”. Para ello, haremos un breve recorrido histórico que ampliarán cada
uno de estos aspectos.
Una vida de consagración. Pensar este punto a simple vista parecería un
tanto redundante, sin embargo, en ocasiones los seres humanos caemos en
el error de llenar nuestras agendas con múltiples actividades que exceden
las 24 horas de cada día. Por tal motivo, la comunión con Cristo debe
ocupar un tiempo inamovible e impostergable del día. Muchos ocupan
un tiempo de oración y reflexión de la Palabra durante la noche o en la
madrugada, mientras gozan del silencio y la plenitud de su hogar. En mi
caso, prefiero dedicar un tiempo de oración y reflexión en la mañana, antes
de iniciar las actividades y enfrentar los distintos compromisos que depara
cada jornada. No existe un momento más importante que el momento en el
que me encuentro a solas, en intimidad con nuestro Padre Celestial. No
importa si después de estos momentos debo ministrar en la iglesia o
sencillamente acompañar a mi esposa en alguna tarea doméstica. Dios
debe ocupar el primer lugar en nuestra agenda. No descuides tu relación
con el Señor, la búsqueda de la santidad debe ser un anhelo constante que
no debemos descuidar. No te inundes de compromisos y actividades,
recuerda que dedicar tu vida a Dios en intimidad y junto a tu familia es
fundamental para caminar bajo la dirección de Dios. No cometas el error de
colmar tu agenda con compromisos que te priven de este tiempo de
intimidad con tu Padre Celestial. Cada encuentro en intimidad y comunión
con Cristo nos une más a Él, nos revela su voluntad y somos llenos de su
Espíritu Santo, siendo reflejo de su amor ante quienes nos rodean.
Conocimiento de la Palabra. Desde pequeño Pablo fue enviado por sus
padres a Jerusalén, allí recibió la instrucción de Gamaliel, uno de los más
prestigiosos rabinos de la época. Gamaliel, a diferencia de otros maestros
de la Ley no se mostraba intolerante ante la cultura griega que intentaba
imponerse, sino más bien, se mostraba tolerante a dicha influencia cultural
como lo vemos reflejado en Hechos 5:34-39, donde expuso sus argumentos
ante el concilio respecto a la condena de los apóstoles. Pablo, que había
crecido recibiendo su instrucción no solamente se había apropiado del
conocimiento acerca del Antiguo Testamento, sino también de las
interpretaciones rabínicas de su maestro. Dicha preparación le adjudicaba
un lugar potencial a Pablo, en el cual no sólo era reconocido por sus
contemporáneos, sino que defendía con “pasión” su postura, a tal punto
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
que se convirtió en un “inquisidor”. Si bien, Pablo tuvo participación activa
y determinante en la persecución y muerte de los cristianos, no nos
detendremos a analizar esta faceta de su vida. En este punto, deseo
destacar el profundo conocimiento que disponía Pablo de la Palabra; su
formación lo había preparado para enseñar y compartir el mensaje, tanto
entre los judíos como con los gentiles, ante los fariseos y hombres
prominentes como con humildes campesinos o aquellos que habían sido
marginados por alguna razón. La flexibilidad y la firmeza de su discurso se
basaban en la seguridad que le otorgaba el pleno conocimiento de la Ley y
las tradiciones judías adquiridas durante su educación rabínica, sus dotes
intelectuales y su interés por la cultura en general. Sin ninguna duda,
también su condición de ciudadano romano constituía un factor
determinante que le facilitaba el camino, a tal punto que hoy lo
reconocemos como el “apóstol llamado a anunciar las buenas nuevas entre
los gentiles”. Dios había predestinado a Pablo, un judío descendiente de la
tribu de Benjamín, instruido por uno de los rabinos más importantes, quien
era capaz de exponer la Ley en toda su magnitud y hasta se jactaba de su
condición y conocimientos; para anunciar el evangelio a aquellos que en un
momento de sus vidas había calificado como “impuros”, paganos, que no
pertenecían al pueblo de Dios. Estar bien preparados, conocer la Palabra de
Dios y la sana doctrina que hemos de seguir son requisitos esenciales para
todo “plantador” de iglesias. Tal vez no hayas podido gozar de un tiempo
específico de formación en seminarios e institutos bíblicos, pero si Dios ha
puesto en tu corazón que serás un obrero que plantará nuevas iglesias,
debes formarte para ello. Te ánimo, estimado hermano Pastor, a inscribirte
en los cursos de discipulados y otras propuestas de formación que se
desarrollan para este fin. Recuerda que Dios desea revelarte las verdades
que ha inspirado en su Palabra, pero también ha designado a hombres y
mujeres que con sus enseñanzas enriquecerán tu formación. Otra manera
de crecer en el conocimiento de la Palabra es a través de la lectura.
Conducta ejemplar. Este punto no presenta al líder como un sujeto
ejemplar, libre de errores, al que no se le permite ninguna equivocación.
De ninguna manera podemos concebir a un líder de esa manera; No
podemos pretender que nuestro equipo de obreros esté constituido por
personas perfectas, pues no existen. Pero sí, como pastores, debemos velar
por que nuestro comportamiento y el de los obreros que integran el equipo
ministerial resulte coincidente con la Palabra de Dios. Pablo, expresa en
Hechos 20:18 su constante preocupación por “guardar testimonio” a través
de sus actos.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Cuando los ancianos llegaron, les dijo: Ustedes saben cómo me he comportado todo, el
tiempo, desde el primer día que entré en Asia. Saben que he servido al Señor con toda
humildad y con muchas lágrimas, y que he sido puesto a prueba por las intrigas de
los judíos. También saben que no me he negado a serles útil, y que en público y en las
casas he anunciado y enseñado a los judíos y a los no judíos que deben volverse a
Dios, y tener fe en nuestro Señor Jesucristo”.
(Hechos 20:18- 21. RVC)
Los cristianos debemos tener presente, que “todo el tiempo” somos de
testimonio al mundo; nuestro comportamiento - incluso los detalles mínimos-
dan cuenta de lo que reina en nuestros corazones. No podemos pretender que los
hermanos de la congregación desarrollen un servicio lleno de amor y
misericordia, si los líderes no son ejemplo de dichos frutos del Espíritu.
Estimado hermano, no podemos pretender que la iglesia sea conocida como
una “extensión del amor” de Dios en la Tierra, si el perdón, la bondad, la
mansedumbre, el respeto y el amor, entre otros, no son ejercidos cotidianamente.
Muchos pastores caen en el error de llevar a cabo “Campañas Solidarias”
durante fechas especiales del calendario, como la Navidad, el Día del Niño, etc.; y
durante el resto del año, las actividades que desarrollan se orientan
exclusivamente a los miembros de la iglesia o a congregaciones cercanas. Es
importante recordar que hemos sido llamados a ser luz y sal en este mundo “en
todo momento”, no solamente en fechas especiales o los fines de semana. El
objetivo primordial de inaugurar nuevas iglesias es expandir el evangelio hasta
los confines de la tierra.
Estimado líder, en esta Era del Conocimiento, que se caracteriza por el
permanente flujo de relaciones digitales, hemos sido llamados a anunciar las
buenas nuevas de salvación en todo tiempo y en todo lo que hacemos. Nuestro
comportamiento debe ser ejemplo de luz, amor y testimonio de la gracia y
redención de Jesucristo. No puedo dejar de pensar, mientras escribo estas líneas
en cuántas personas pasan a nuestro lado y se encuentran necesitadas de un
mensaje diferente, cuántas necesitan “experimentar” a través de un abrazo, una
palabra de aliento que todavía hay esperanza para sus vidas. Queridos obreros, no
importa cuál sea el orden jerárquico que ocupas en la congregación, si eres el
pastor principal o un miembro incipiente “todos” hemos sido llamados a ser
luz en este mundo. Al involucrarnos con las personas, no solamente tendremos
un mejor panorama de su realidad, identificaremos la mejor manera de expresar
el mensaje, sino que iremos fortaleciendo vínculos, lazos de amor, que les
permitirán echar raíces en la iglesia, comenzar a crecer y dar frutos. A medida
que estos vínculos se estrechan, la visión de la iglesia es “aprehendida” por los
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
nuevos cristianos; quienes no sólo la aceptarán, sino que unirán sus esfuerzos
para concretarla.
Convicción en el propósito de Dios para su vida. La vida de Pablo nos enseña
con claridad, cómo debe dirigirse una vida que sabe cuál es el propósito de
Dios para su vida. Pablo, es recordado como un mártir en la fe, no
precisamente porque su vida fue un camino de rosas; sino que, por el
contrario, a cada paso los desafíos que debía enfrentar lo motivaban a
continuar hacia la meta que le había fijado el Padre. Desde su conversión
anunció el evangelio con vehemencia; pues entendió que Dios lo había elegido
para ser uno de sus apóstoles.
“Y el Señor le dijo: Ve allá, porque él es para mí un instrumento escogido. Él va a
llevar mi nombre a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel”.
(Hechos 9:15)
“Ponte de pie, que me he aparecido a ti porque tú vas a ser ministro y testigo de lo
que has visto, y de otras que aún te voy a mostrar. Yo te libraré de tu pueblo y de los
no judíos, y quiero que vayas a ellos para que les abras los ojos y se conviertan de las
tinieblas a la luz, y del poder de Satanás al poder de Dios; para que por fe en mí,
reciban el perdón de sus pecados y la herencia de los que han sido santificados”.
(Hechos 26:16-18)
“Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó
por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no
consulté en seguida con carne y sangre”.
(Gálatas 1:15-16)
Pablo, el joven fariseo que había alcanzado un prestigioso lugar entre los
maestros de la Ley, entendió que Dios lo había escogido para un propósito mayor
que su propia existencia; seguir ese propósito lo condujo directamente a una vida
colmada de desafíos, penurias, peligros, persecución, encarcelamiento,
naufragios, torturas y hasta la muerte por decapitación. La vida del apóstol Pablo
en toda su magnitud exhiben una vida de entrega a Cristo y al cumplimiento de su
propósito.
“Ahora voy a Jerusalén, llevado por el Espíritu, pero no sé lo que allá me espera, a
no ser lo que el Espíritu Santo me ha confirmado en todas las ciudades, de que me
esperan cárceles y tribulaciones. Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero
mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera y el
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de
Dios”.
(Hechos 20:22-24. RVC)
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
(Filipenses 1:21. RVC)
Corazón de pastor, entrañable y cuidadoso. Una lectura minuciosa del libro de
Hechos y las Cartas de Pablo nos permiten identificar con claridad el carácter e
impacto de la obra de este apóstol. Éste, no fue el único apóstol que anunció el
evangelio entre los judíos y gentiles, pero sí el que “extendió” las fronteras del
evangelio. Después de su conversión, Pablo quedó ligado a Dios y la pasión y fervor
con que llevó adelante su ministerio así lo atestiguan. Pablo había entendido que la
única manera de ser llamados hijos de Dios era a través de su gracia. Condición que
no se podía alcanzar a través de obras ni esfuerzos, sino mediante la fe en Jesucristo;
por ello, se esforzó incansablemente por anunciar el evangelio a toda criatura, fundar
comunidades de fe y presentar la sana doctrina de Cristo. La teología que desarrolló
Pablo toma como punto central la “gracia”, tema que expone incansablemente ante las
multitudes, en distintos lugares de Asia y Europa. Como orador, Pablo, podía adecuar
su discurso a distintos receptores, cuidaba de presentar las verdades de manera clara
y contundente para que los oyentes pudieran comprenderlas sin ninguna dificultad.
Cuando fue necesario, exhortó “en amor” y aconsejó acerca del camino que se debía
seguir. Procuraba atender a las necesidades de cada congregación, adaptándose a su
realidad, alegrándose con ellos y llorando también. Fue capaz de ejercer su
ministerio, presentando la verdad en todo tiempo, corrigiendo las faltas y exhortando
a los cristianos acerca de cómo llevar una vida cristiana que diera testimonio del
amor de Dios.
“Yo les ruego que piensen en ustedes mismos, y que velen por el rebaño sobre el cual el
Espíritu Santo los ha puesto como obispos, para que cuiden de la iglesia del Señor, que Él
ganó por su propia sangre. Yo sé bien que después de mi partida vendrán lobos rapaces,
que no perdonarán al rebaño. Aun entre ustedes mismos, algunos se levantarán y con sus
mentiras arrastrarán tras de sí a los discípulos. Por lo tanto, manténganse atentos y
recuerden que noche y día, durante tres años, con lágrimas en los ojos siempre he
aconsejado a cada uno de ustedes”
(Hechos 20:28-31. RVC)
Durante su encuentro con los ancianos de la iglesia de Éfeso, Pablo, “con
lágrimas en sus ojos” les pidió que no olvidaran sus enseñanzas y fueran fieles a
los mandatos de Dios, aun cuando él ya no estuviera entre ellos. El relato, en el
versículo 36, nos cuenta que al finalizar su discurso Pablo se arrodilló y oró junto
a los ancianos; quienes abrazaron al apóstol, lo besaron y lloraron pues sabían
que ya no lo verían más. Mientras escribo estas líneas, vienen a mi mente
innumerables circunstancias que hemos afrontado y en las que nuestra fe se
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
fortaleció tras compartir momentos de oración con el equipo de obreros que me
han acompañado a lo largo de los años. Estimado Pastor, orar y llorar junto a los
hermanos que te acompañan en el ministerio fielmente, es una de las
experiencias espirituales más enriquecedoras. En esos momentos, el propósito
de Dios se arraiga con mayor firmeza en nuestros corazones y las fuerzas se
renuevan. Te animo a dedicar un tiempo de intimidad para orar y compartir la
Palabra de Dios junto al equipo de colaboradores que te acompañan, verás cuán
maravillosos resultados alcanzarán.
En síntesis, como lo hemos visto en la vida de Pablo, el pastor que recibe el
llamado de plantar nuevas iglesias debe contar imprescindiblemente con un
equipo de líderes que compartan su
visión, la respeten y prosigan junto a él
hasta alcanzar la meta. Dentro de este
equipo, el pastor actúa como la “cabeza” y
es reconocido por sus acompañantes;
quienes en amor sirven y entienden que el
mismo Dios le ha revelado la visión. La
comunión y sujeción generan sinergia
entre sus integrantes, empatía y
crecimiento en sabiduría, gracia y unción.
Un equipo ministerial bien constituido es
la clave para sobrellevar los desafíos cotidianos. No se trata de una sujeción
autoritaria de los líderes; sino de “ser parte” de un propósito que Dios ha
sembrado en el corazón del pastor principal. De hecho, la Biblia nos exhorta a
sujetarnos a los pastores - autoridades- pues, todos, hemos de dar cuenta ante el
Señor de nuestra labor.
“Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras
almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no
quejándose, porque esto no os es provechoso”.
(Hebreos 13:17)
Estos puntos se abordarán con mayor profundidad en los capítulos: “El
corazón del Pastor”, “El corazón del siervo”, que encontrarás en este manual.
VI. El principio del propósito
La Real Academia Española define el término “propósito” como el ánimo o
intención de hacer o de no hacer algo. Es decir, que los propósitos responden a un
fin global, a largo plazo y del cual se desprenden diversos objetivos que
determinan resultados específicos a corto, mediano y largo plazo.
“El pastor que recibe el llamado
de plantar nuevas iglesias debe
contar imprescindiblemente
con un equipo de líderes que
compartan su visión, la
respeten y prosigan junto a él”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”
(Marcos 16:15)
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén”
(Mateo 28:19-20)
Predicar el evangelio en cada rincón de la Tierra, es sin ninguna duda el
propósito fundamental de toda iglesia. Anunciar las Buenas Nuevas a todas las
personas, más allá de su origen étnico, estatus social o perfil académico,
animarlas a depositar su fe en Jesucristo y ser sus discípulos, es el mayor
propósito que hemos de perseguir
como hijos de Dios. La Biblia es
sumamente clara al respecto, “no
hay misión sin evangelismo y
discipulado”. Estimado lector,
permíteme insistir, pero una
agenda eclesiástica saturada de
eventos y programas no siempre
responde a este propósito
fundamental del cuerpo de Cristo.
Una agenda eclesiástica en la que no se le adjudica un lugar preponderante a las
actividades de evangelización y discipulado exige una inmediata revisión y
reconsideración.
A lo largo de los años, como pastor, he visto cómo un minuto puede hacer la
diferencia en la vida de una persona. En un minuto, una persona puede
reconciliarse con su Salvador y acceder a la vida eterna por su gracia. Recuerdo
que, en muchas ocasiones, a pedido de familiares de personas que no son
cristianas, he concurrido a salas de hospitales u hogares en los cuales me
aguardaba un alma necesitada de la redención de Dios, y tras unos minutos de
oración y confesión de fe, el resultado era alentador, la esperanza de vida surgía
en medio de las tinieblas y esa vida, antes condenada a la muerte eterna, se
transformaba en acreedora de una vida eterna con Jesucristo.
Estimados hermanos, no olvidemos que fuimos llamados a anunciar el
evangelio, no a saturar de actividades triviales la agenda eclesiástica. Sin ninguna
duda, podemos llevar a cabo múltiples estrategias de “Evangelismo Creativo” que
estimulen el acercamiento de personas inconversas o cristianos apartados, pero
“Un minuto puede hacer la diferencia
en la vida de una persona. En un
minuto, una persona puede
reconciliarse con su Salvador y acceder
a la vida eterna por su gracia”
31
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
de ninguna manera debemos perder de vista el propósito para el cual hemos sido
llamados por nuestro Padre Celestial.
El propósito fundamental en el proceso de plantación de iglesias.
En reiteradas ocasiones he escuchado la frase: “El Reino de Dios no está
confinado a cuatro paredes”. Esta exclamación encarna un gran valor para
aquellos que hemos decidido responder al llamado de Dios y fundar nuevas
iglesias anexas o satélites.
Estimado pastor, si Dios te ha llamado plantar nuevas iglesias, en primer
lugar, debes reflexionar acerca de tus concepciones acerca de lo que ello
representa. Es decir, qué concepción y propósito sustentan la apertura de dicha
entidad. Aunque te resulte extraño, muchos obreros suelen confundir el propósito
por el cual deben fundar nuevas iglesias; piensan que tales aperturas
posicionarán a sus congregaciones en un nivel de mayor reconocimiento y/o
prestigio ante el universo eclesiástico. También suelen ser recurrente, quienes
afirman que abrir nuevas iglesias en puntos geográficos de mayor accesibilidad o
en zonas “seguras” garantizan que los miembros permanezcan en la
congregación.
“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación
de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y
perfecta”.
(Romanos 12:2)
Es necesario abrir nuestras mentes y asimilar que hemos sido llamados
para propagar las Buenas Nuevas de Salvación, aun cuando ello incluya salir
de nuestra zona de confort. Cuando abras tu mente y aceptes que el desafío de
plantar nuevas iglesias no es fácil, pero bajo ningún concepto imposible si es la
voluntad de Dios que así sea; encontrarás a tu paso resistencias a esta nueva
visión de expansión. Muchos cristianos piensan que las iglesias anexas
representan una pérdida de recursos económicos y humanos de la iglesia madre,
por lo cual no estarán de acuerdo con este paso de fe y tratarán de asociarse con
“Si Dios te ha llamado a plantar
nuevas Iglesias, en primer lugar, debes
reflexionar acerca de tus concepciones
de lo que ello representa”
32
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
otros que comparten su visión pesimista; por ello es fundamental que cuentes con
un equipo de obreros que compartan la visión de expansión y estén dispuestos a
concretarlo.
“Ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre
vosotros”
(Lucas 17:21)
Entiende estimado hermano, que la expansión del reino de Dios en la Tierra
es nuestra responsabilidad. No fuimos llamados para bendecirnos unos a otros
exclusivamente entre cristianos, sino a compartir la gracia de la cual gozamos por
misericordia de nuestro Padre Celestial, con “todos”.
La palabra “iglesia”, si bien proviene del griego Ekklesia, en hebreo
presenta una traducción muy conveniente a los fines de entender este principio.
“kâhâl” refiere a la congregación o asamblea que llevaban a cabo los israelitas
(“Pueblo Escogido de Dios”) comandados por un líder. En el Nuevo Testamento,
es Jesús quien utiliza este término por primera vez, no para referirse a un edificio
ni tampoco a un lugar de consagración, sino para designar a una comunidad de
creyentes, unidos por el lazo de la fe y la acción redentora del Espíritu Santo;
quienes debían procurar difundir las Buenas Nuevas de Salvación, siendo testigos
de Jesucristo en todos los rincones de la Tierra.
Una visión de expansión responde al propósito por el cual hemos sido
creados y por el cual rendiremos cuenta cuando seamos juzgados. Estimado
pastor, no te desanimes ante la oposición y la resistencia que puedas encontrar a
tu paso, recuerda las palabras de Jesús hacia Pedro en Filipo.
“Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
Hades no podrán vencerla”
(Mateo 16:18)
Si Dios identificó en un hombre como Pedro, fervoroso y enérgico, una de
las primeras piedras vivas que serviría para edificar su iglesia; ¿por qué razón no
te utilizaría a ti? Te invito a reemplazar tu nombre por el de Pedro y proclamar
que serás de bendición; una herramienta útil en manos de Dios. No permitas que
las tormentas te roben la esperanza de ver un nuevo amanecer. Si Dios te ha
elegido para plantar nuevas iglesias, Él te acompañará “siempre” y abrirá las
puertas que hoy tus ojos no pueden ver. Recuerda, eres simplemente un
instrumento de su gloria, nuestro Dios es un experto en lo imposible, aunque no
puedas vislumbrar lo que sucederá, Él conoce todas las cosas y verás su poder
actuando a tu favor. ¡No te desanimes, no pierdas de vista el propósito para el
cual fuiste llamado!
33
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
VII. El principio de la misión
Como verás, en este manual, he prestado especial atención a la etimología
de las palabras; dado que muchas veces los cristianos confundimos el sentido y
significado de las palabras, o bien utilizamos palabras como expresiones
sinónimas y hasta podemos llegar a contradecir el mensaje que deseamos
transmitir. Por ello, aunque resulte una tarea un tanto exhaustiva, te animo a
señalar o destacar aquellos términos que te resulten novedosos o cuyas
definiciones clarifiquen tus conocimientos.
El término “misión”, deriva del latín missio, que significa “enviar a”, por lo
cual es frecuentemente utilizada en las iglesias para denominar la labor
“misionera” que se lleva a cabo en diversos puntos geográficos. Sin embargo, en
esta oportunidad el término “misión” al que haremos referencia, hace alusión a la
“tarea” que debemos llevar a cabo como parte del cuerpo de Cristo.
“Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo”.
(Efesios 4:11-12)
Como bien lo describe Pablo, en la Carta dirigida a la iglesia de Éfeso, todos
hemos sido llamados, pero ese “llamado” no es el mismo para todos. Es decir,
como miembros del cuerpo de Cristo, “todos” somos convocados a anunciar el
evangelio y a bendecir a las personas de la sociedad contemporánea a través de
nuestros dones y talentos, pero también aclara que hemos sido destinados para
desarrollar nuestra misión como apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y
maestros.
El principio de la misión refiere directamente al legado que Dios nos ha
encomendado individualmente, y por el cual, nuestra labor contribuirá o no a la
concreción del propósito fundamental de Cristo para su iglesia. Cuando los
cristianos respondemos fehacientemente a la misión para la cual Dios nos
predestinó, contribuimos al plan de Dios de restaurar el vínculo quebrantado
por el pecado con los hombres y mujeres que se encontraban lejos de sus
caminos hasta ese momento.
Una iglesia en la que sus miembros actúan en concordancia con la misión
para la cual han sido predestinados, es capaz de entender y aceptar que Dios no
limita su llamado a un punto geográfico en particular, sino que nos invita a
expandir el reino de Dios.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La visión ministerial que sustenta la plantación de iglesias anexas o
satélites otorga gran trascendencia al pleno desarrollo de los ministerios, dado
que, mediante el ejercicio de sus ministerios, un grupo de obreros será designado
por el pastor, como coordinadores responsables de los distintos departamentos de
la iglesia anexa. Por lo cual la capacitación y entrenamiento de los obreros
constituye una faceta prioritaria para su posterior nombramiento. Este aspecto,
entre otros, será ampliado en el capítulo correspondiente a la estructura
organizacional de las iglesias anexas que encontrarás en este libro.
35
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
EVALUACIÓN DE CONTENIDOS
CAPÍTULO 2
Principio de tutoría
Identifica y escribe por lo menos tres razones por las cuales debemos contar con
la presencia de “tutores” a lo largo de nuestras vidas e indica en qué manera
pueden bendecir nuestros ministerios como obreros “plantadores” de iglesias. Recuerda la presencia de Bernabé en la vida de Pablo, y éste en la formación de
Timoteo. _________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________________________________
Principio del liderazgo
Enumera las características más sobresalientes del liderazgo de Pablo. Reflexione
acerca de cuán determinantes resultan en el proceso de plantación de iglesias. _________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________________________________________________________
Principio del propósito
Complete los versículos bíblicos que fundamentan este principio.
“Y les dijo: _____ por todo el Mundo y __________el ____________a
__________________”. (Marcos 16:15)
“Por tanto, id, y ____________ el ______________ a _________ las
______________, _________________en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; _______________ que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
(Mateo 28:19-20) Principio de la misión
Según este principio, “todos hemos sido llamados” a formar parte del cuerpo de
Cristo, pero “ese” llamado no es el mismo para todos. Justifique bíblicamente dicha afirmación ¿En qué manera su llamado contribuirá a la concreción del
propósito fundamental de la iglesia? _______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 3
PRINCIPIOS BÍBLICOS
“SIGUIENDO LA GRAN
COMISIÓN”
VIII. El principio de comunicación estratégica
“Porque, aunque soy libre y no dependo de nadie, me he hecho esclavo de todos para ganar
al mayor número posible. Entre los judíos me comporto como judío, para ganar a los judíos;
y aunque no estoy sujeto a la ley, entre los que están sujetos a la ley me comporto como si
estuviera sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley. Entre los que no tienen ley,
me comporto como si no tuviera ley, para ganar a los que no tienen ley (aun cuando no estoy
libre de la ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo). Entre los débiles me comporto como
débil, para ganar a los débiles; me comporto como todos ante todos, para que de todos pueda
yo salvar a algunos. Y esto lo hago por causa del evangelio, para ser partícipe de Él”.
(1ª Corintios 9:19-23)
Las palabras de Pablo revelan la clave de la comunicación eficaz. Para que
su mensaje fuera entendido y aceptado por cualquier tipo de destinatario, él
adecuaba su discurso a las características culturales e intelectuales de los
oyentes.
Este principio hace referencia al estilo de comunicación que deberían
desarrollar los pastores y los equipos de colaboradores, supervisores y líderes
que lo acompañan en el ministerio. Usualmente creemos que, al pronunciar las
palabras, el mensaje que emitimos es comprendido por los oyentes, sin embargo,
esto no siempre suele ser así. Te invito a pensar algunos minutos en diversas
situaciones - incluso vividas dentro del ámbito de la iglesia- en las cuales tus
palabras fueron malinterpretadas o quizás, los receptores del mensaje agregaron
ciertas intenciones que nada tenían que ver con el propósito de tus palabras. Por
lo cual, es necesario instalar una cultura comunicacional que promueva una
comunicación clara y fluida.
Estimado lector, en la intimidad del grupo de colaboradores que asisten y
colaboran junto al pastor de la iglesia, la comunicación no puede sufrir
interferencias ni perturbaciones; pues el sentido del mensaje que se transmite
37
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
puede ser tergiversado con facilidad. Para ello, el pastor es el responsable de
instalar una cultura de comunicación en el que sus palabras sean correctamente
interpretadas, y exista libertad para expresar puntos de vista e ideas que
promuevan la obra de Dios. Es aquí donde el respeto, el orden y la discreción
adquieren un valor relevante, dado que los temas que se tratan refieren a la
administración de la iglesia de Cristo, no un emprendimiento humano.
Una buena comunicación en el interior del equipo de líderes de la iglesia local
propicia mayor empatía, orienta los esfuerzos a la concreción de los objetivos
establecidos y repercute en la armonía de la congregación en general.
Beneficios de instaurar una cultura de comunicación estratégica en el equipo de
colaboradores:
Las interacciones que tienen lugar dentro de una comunicación estratégica
generan y afianzan los lazos fraternales entre los miembros del equipo de
colaboradores.
La comunicación estratégica involucra procesos de interacción que van más
allá de aparentes intercambios de información.
El mensaje que emite el pastor brinda una visión clara del sentido de las
acciones que se llevarán a cabo.
Debido a que comunicar apropiadamente una decisión, plan de acción o
mejora, situación problemática, entre otros, no es un hecho sencillo; la
presentación de la información sistemática facilitará su comprensión
La transversalidad en la comunicación favorece los intercambios y la
concreción de las metas a alcanzar.
Los miembros del equipo de colaboradores asumen un compromiso de
discreción y seriedad respecto a los asuntos que se presentan en cada
encuentro.
La comunicación estratégica transforma los diálogos en procesos continuos e
interactivos en los cuales, los miembros del equipo de colaboradores se
involucran en las propuestas y se compromete a brindar sus mejores
esfuerzos para concretarlas.
El desarrollo de una comunicación estratégica exige que todos los miembros
del equipo de colaboradores permanezcan atentos a las acciones que se llevan
a cabo dentro y fuera de la iglesia local, identifiquen los imponderables y
postulen posibles líneas de mejora sin perder el sentido de la visión pastoral.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La preeminencia de una cultura comunicacional minimiza y suprime posibles
perturbaciones, filtraciones y maledicencia de la información.
La comunicación estratégica promueve el desarrollo de tácticas
organizacionales y mecanismos de comunicación complementarios que
faciliten la circulación de la información con el resto de la congregación.
La comunicación es una faceta sumamente importante para el buen
funcionamiento de cualquier proyecto, más aún cuando se trata de llevar a cabo
el propósito de Dios. Desde mi infancia he observado y experimentado distintos
estilos comunicacionales, y créeme, si la comunicación no es clara, ordenada y
sistémica, cualquier emprendimiento se verá en peligro constante. He visto
familias, matrimonios, amistades, sociedades enteras romperse a causa de
irrupciones en la comunicación; incluso en el ámbito eclesiástico, los pastores
acostumbramos a actuar como mediadores entre hermanos que por alguna razón
no se han podido comunicar adecuadamente y se ven involucrados en conflictos
que fracturan sus vínculos y la comunión espiritual que antes compartían.
Restablecer lazos que han sido lastimados por ciertas alteraciones en la
comunicación, recobrar la confianza y perdonar es un proceso lento de
restauración que sólo es posible en manos de Dios; por ello, los pastores debemos
ser sabios y promover una cultura comunicacional estratégica, eficiente.
Estilos comunicacionales que debemos erradicar
Estilo comunicacional
Generalidades
Agresivo La comunicación se caracteriza por una fuerte tendencia a juzgar, culpar, cuestionar y poner en evidencia pública las
acciones que se realizan o llevan a cabo otras personas. Dentro de este estilo podemos identificar diversos perfiles, a saber:
-Controlador: sus palabras pretenden persuadir a las personas en función de sus intereses.
-Manipulador: utiliza sus cualidades personales para inspirar a las personas y hasta utiliza información según sus
propósitos.
Pasivo Desarrolla una comunicación vacilante, d u b i t a t i v a .
Estas personas se caracterizan por replicar un discurso de
acuerdo con la posición adoptada por el destinatario.
Neutral La comunicación no revela una posición en
particular respecto al tema tratado. Las personas que evidencian este estilo comunicacional
evidencian cierta falta de interés y compromiso.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Estimado hermano, debemos solicitar que Dios guíe cada una de nuestras
palabras y podamos
desarrollar una comunicación que dé testimonio de su presencia en
nosotros. Recuerda que una comunicación sana es fundamental para el desarrollo
de las actividades eclesiásticas y, por ende, la concreción del propósito de Dios
para su iglesia.
IX. El principio de la atracción y comunión
Este principio hace alusión a la “evangelización integral” que debemos
propiciar en las iglesias locales y anexas o satélites en todo tiempo. En ocasiones,
he visto como ciertos pastores al iniciar una nueva obra, enfocan su atención,
esfuerzos y recursos en la iglesia anexa descuidando lo que sucede en la iglesia
central. Este error suele ser muy frecuente, pues se supone que la iglesia central
está firmemente constituida y la ausencia de los pastores y/o colaboradores no
tendrá repercusión; sin embargo, no debemos olvidar que somos
“administradores” de la iglesia de Cristo y por ello, debemos atender celosamente
sus asuntos. Al iniciar las actividades en la iglesia anexa o satélite, debemos
prestar suma atención a la organización de la agenda eclesiástica, la circulación
del equipo de colaboradores y la asignación de los recursos materiales; a fin de
no descuidar de ninguna manera la iglesia madre.
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que
les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el
fin del mundo”
(Mateo 28:19-20. NVI)
“Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.
El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado”
(Marcos 16:15-16)
Evangelizar y hacer discípulos es el propósito de Dios para su iglesia.
Lamentablemente, a veces nos involucramos en tantas actividades o enfocamos
nuestra atención en satisfacer determinadas necesidades de la comunidad que
olvidamos la razón de nuestro llamado: “evangelizar y hacer discípulos”. Ésa
debe ser nuestra prioridad. Limitar la presentación del evangelio al momento en
que se realiza un evento especial - congresos, recitales, campañas e incluso la
apertura de una nueva iglesia- es evidencia de haber perdido el sentido y resta la
responsabilidad delegada por Cristo de predicar las Buenas Nuevas a los
miembros de la iglesia.
40
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por
amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu
primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las
primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si
no te hubieres arrepentido”
(Apocalipsis 2:2-5)
Los esfuerzos de la iglesia deben orientarse enfáticamente hacia la
presentación del evangelio a todas personas y la formación cristiana, a través del
discipulado, a fin de edificar espiritualmente sus vidas y alentar en ellos el deseo
de compartir con otros su nuevo estilo de vida cristiana. Recuperar ese “primer
amor” implica volver a experimentar el deseo incesante de exponer a
Jesucristo como salvador y redentor de sus vidas.
Estimado pastor, para que el evangelismo y discipulados alcancen el lugar
prioritario que deben ocupar en la agenda eclesiástica y en la vida de los
miembros de la iglesia,
debemos ser -junto al equipo
de líderes y colaboradores-
ejemplo a seguir. Nuestros
actos deben dar testimonio de
ello, es necesario que la
iglesia entienda cuál es el
propósito para el que fuimos escogidos por Dios y no lo pierdan de vista,
entreteniéndose en las actividades como simples asistentes.
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”
(Lucas 19:10)
“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía
ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con
gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún
necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el
precio vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según
su necesidad”.
(Hechos 4:32-35)
Los versículos anteriores destacan dos aspectos primordiales del labor
cristiano; en primer lugar, en sintonía con lo que se ha desarrollado hasta aquí:
“Debemos ser, junto al equipo de líderes y
colaboradores, un ejemplo a seguir”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“cumplimiento de la gran comisión”; ir y predicar el evangelio de salvación a
“todos”, no somos nosotros quienes debemos cuestionar la vida o realidad en las
que se encuentran sumergidas las personas, nos debemos limitar a ser
“facilitadores” del mensaje de salvación, ayudarlos a conocer o reconciliarse con
Dios y luego, incentivarlos a dejar que Jesucristo transforme sus vidas
brindándoles guía espiritual. El segundo aspecto se enfoca en la necesidad de
compartir la visión; en Hechos 4: 32 se afirma con claridad que “tenían todas las
cosas en común”, es decir, que los cristianos de la iglesia primitiva tenían en claro
que “eran un cuerpo” y que debían anunciar el mensaje de perdón y salvación a
través de Jesucristo. Pedro expresa abiertamente, en Hechos 4:11- 12, que Cristo
es la piedra angular, la roca fundamental sobre la que se apoyan los apóstoles y
profetas como piedras vivas, que sirven de fundamento para la edificación
espiritual de la iglesia. A medida que los nuevos creyentes se añadían,
compartían unánimes la misma fe, doctrina y fervor por revelar al mundo las
buenas nuevas de salvación.
En la actualidad, ese sentido de “unanimidad” debe caracterizar a la iglesia
contemporánea. No podemos pretender que Dios añada nuevos creyentes a su
grey, si no desarrollamos primeramente la unidad y la comunión como lo hacían
los primeros cristianos. A lo largo de los años he visto, que en muchas iglesias
existe de manera encubierta - en menor o mayor grado de evidencia- cierta
división entre los asistentes; por un lado, se encuentran los líderes o
colaboradores y sus allegados, y por otro, los miembros “comunes”. Divisiones
semejantes, no hacen más que abrir puertas al enemigo y fracturar la comunión
que debe coexistir entre los cristianos. Como he mencionado anteriormente,
todos somos instrumentos útiles en manos de Dios, pero en su gracia y
misericordia somos acreedores de distintos dones y talentos, que se
complementan para su gloria.
“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada
uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por
el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a
otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidad, por el mismo Espíritu. A
otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimientos de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otros, interpretación de lenguas. Pero todas
estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como Él quiere. Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero
todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. (...) Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos
fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los
miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te
necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien
los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más necesarios. (...) De
manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el
cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”.
(1ª Corintios 12:4-27)
Las Escrituras son muy claras e incuestionables. Por lo tanto, estimado
pastor, tratemos de fomentar la comunión. Busquemos predisponer a los
miembros - sin importar el cargo o función que desempeñen dentro de la iglesia-
hacia esa “conexión” que ejercitaban los primeros cristianos. La comunión que
debemos practicar habitualmente los cristianos va más allá de la relación
superficial que podemos experimentar en un intercambio de palabras unos
minutos antes de cada servicio. El término comunión deriva de la palabra griega
“koinonía” (κοινωνία), que etimológicamente significa: “participación de lo
común”, es decir, relación entre individuos que comparten “algo” en común que
los une. Este término, si bien tiene sus orígenes en Grecia donde se utilizaba para
designar fuertes relaciones o vínculos comerciales, comenzó a utilizarse casi
exclusivamente para designar la relación que desarrollaban los primeros
cristianos entre ellos y con Dios. El sustantivo derivado de koinonía es koinonós:
“compañero”, “socio”, “amigo”. Cada vez que analizo la historia de la iglesia
primitiva me siento fascinado por el amor, el respeto y la valoración que se tenían
unos a otros. Verdaderamente la comunión y dependencia hacia el Padre se
reflejaba a diario en sus relaciones. Indiscutiblemente, los cristianos del siglo XXI
debemos seguir su ejemplo y ejercitar, día a día, esa comunión íntima con
nuestros hermanos.
Estimado lector, déjame decirte que las “categorías” de miembros que
intentan imponerse en el seno de las iglesias, no son más que prueba de
inmadurez espiritual. Al igual que los primeros cristianos, debemos entender que
hemos sido bendecidos con el privilegio de ser parte del cuerpo de Cristo, y en su
inmensa misericordia, fuimos capacitados con distintos dones y talentos para
complementarnos y bendecirnos en todo momento.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del
pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que
realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común”.
(Hechos 2:42-44. NVI)
La búsqueda de la comunión debe ser un anhelo constante para los
cristianos. El versículo antes citado, no solamente describe cómo eran los lazos de
fraternidad que sostenían los primeros cristianos, sino que también nos revela
que cuando hay comunión con el Padre y entre hermanos, el poder de Dios se
desata en tal magnitud que sobrevienen prodigios y señales. Estimado pastor,
si deseas experimentar el poder de Dios obrando en favor de su pueblo con
prodigios y milagros, debes procurar que los hermanos se unan y estrechen
vínculos fraternos. Consecuentemente, el poder de Cristo comenzará a
transformar las vidas y el gozo inundará sus corazones. Estos efectos actuarán
como una fuerza centrífuga que atraerá a las personas que se encuentran lejos de
Dios, interesadas en ser parte del pueblo de Cristo.
Algunas sugerencias prácticas para ejercitar la koinonía.
A continuación, se presentan algunas prácticas sencillas que fortalecerán los
vínculos fraternales en el interior de la iglesia e incluso, dentro del equipo
colaboradores. En este capítulo no haré referencia a las actividades que se pueden
llevar a cabo con el mismo fin, ya que las mismas serán mencionadas en otro
capítulo que encontrarás en este libro.
Reconoce, de manera privada y pública, las virtudes de las personas que te
rodean. Unas simples palabras de reconocimiento servirán para animarlas a
continuar bendiciendo otros con sus dones y talentos, además de fortalecer su
sentido de pertenencia al cuerpo de Cristo.
Ayuda a quienes no han descubierto su ministerio a identificar en qué área
pueden servir. Sentirse útiles y necesarios afianza la empatía.
Escucha con interés, incluso aquellas cuestiones que consideres triviales.
Recuerda que gran parte de los conflictos se gestan a partir de pequeñas
circunstancias que crecen con el tiempo y pueden llegar a desatar una
catástrofe.
Alégrate con los que se alegran, llora con los que sufren. Sentir la presencia y
acompañamiento de otras personas en cualquier momento de nuestras vidas
es fundamental para todo ser humano.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Actúa como un sabio mediador, que con sus actos y palabras promueve el
bienestar de las relaciones, no la búsqueda de quién tiene razón. No tomes
partido, muéstrate neutral.
Ejerce un rol de tutor sobre las personas que necesiten un acompañamiento
particular. Ten presente que los primeros pasos en el camino del Señor o al
desempeñar un ministerio suelen ser un tanto turbulentos, tu presencia
facilitará su discipulado y crecimiento.
Déjate influenciar por mentores espirituales, no importa el cargo eclesiástico
que ocupes, Dios ha puesto a tu alrededor hombres y mujeres que bendecirán
tu vida. Sé permeable a sus enseñanzas.
Sé comprometido y responsable en cada tarea que te designen. Piensa que
muchos te tomarán de ejemplo a seguir y la diligencia con que lleves a cabo
la tarea será un buen parámetro para ellos. Muéstrate auténtico y coherente
con lo que predicas, las personas a tu alrededor no desearán comprometerse
en las actividades eclesiásticas si no ven lo mismo de sus líderes.
Identifica a Dios como la fuente de tu crecimiento espiritual, físico e
intelectual. Menciónalo en cada uno de tus logros, encomiéndale tus
proyectos y no olvides que su gracia te sostiene. Las personas suelen verse
atraídas hacia aquellas personas que alcanzan grandes logros, pero cuando la
vanidad y la soberbia aparecen en escena se alejan. Pídele a Dios que guarde
tu corazón y reflejes una vida llena de su Espíritu.
X. El principio del equilibrio
En sintonía con las sugerencias del punto anterior, el “principio del
equilibrio” apunta a la vida integral de quienes deciden servir a Dios. Los
aspectos espirituales serán abordados en los capítulos: “El corazón del pastor” y
“El corazón del siervo” que encontrarás en este manual. Por lo cual, nos
centraremos en dos aspectos cruciales de la vida; el matrimonio y la vida familiar,
específicamente en la relación interpersonal entre padres e hijos.
VIDA MARITAL
“Cultiven entre ustedes la mutua sumisión, en el temor de Dios. Ustedes, las
casadas, honren a sus propios esposos, como honran al Señor; porque el esposo es
cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él
es su Salvador. Así como la iglesia honra a Cristo, así también las casadas deben
honrar a sus esposos en todo. Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla. Él la purificó en el
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avivamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo como una
iglesia gloriosa, santa e intachable, sin mancha, ni arruga ni nada semejante. Así
también los esposos deben amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama
a su esposa, se ama a sí mismo”.
(Efesios 5:21-28)
El matrimonio es una institución establecida desde el comienzo de la
creación, que ha sido bendecida por Dios desde los incipientes pasos de la
humanidad. De hecho, si analizamos con detenimiento las Sagradas Escrituras, se
puede apreciar que Dios, al referirse acerca de su creación, expresa una y otra vez
que todo lo creado era “bueno”; hasta que llega a la creación del hombre y
encuentra que “no era bueno” que estuviera solo, por lo cual decide crear una
compañera idónea para él, que complementará su existencia.
“Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los
creó. Y los bendijo Dios con estas palabras: ¡Reprodúzcanse, multiplíquense, y
llenen la tierra! ¡Domínenla! ¡Sean señores de los peces del mar, de las aves de los
cielos, y de todos los seres que reptan sobre la tierra! (...) Y vio Dios todo lo que
había hecho, y todo ello era bueno en gran manera. Cayó la tarde, y llegó la mañana.
Ése fue el sexto día”
(Génesis 1:27-31. NVI)
Cada vez que leo este pasaje de
Génesis, encuentro deleite al
saber que Dios, una vez
finalizada su última creación:
“Eva”, advirtió que todo lo que
había creado- incluyendo al
hombre y a la mujer- “era
bueno en gran manera”. Dios se complació de su creación. Este capítulo de
Génesis nos revela el maravilloso plan inicial de Dios para los hombres y las
mujeres: su unión. Desde los albores de la creación, nuestro amado Dios nos ha
hecho “diferentes” y, al mismo tiempo, complementarios, requiriendo uno del
otro para experimentar la plenitud de su amor en el matrimonio. Obviamente,
tales diferencias pueden resultar atractivas en un primer momento de
enamoramiento, pero con el tiempo hasta pueden llegar a convertirse en motivo
de discusión. La atracción y la pasión adquieren otro matiz con el correr de los
años y el amor, el compañerismo y la tolerancia se tornan un tanto más relevante.
Hace algunos años leí un libro interesante titulado; “Los hombres son como
waffles, las mujeres como espaguetis”. A través de las páginas sus autores, el
matrimonio Farrel, distinguían las cualidades específicas del género femenino de
“¡Qué maravilloso es saber que Dios nos
creó a su imagen y semejanza!”
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aquellas que son propiamente masculinas. Desde la creación del hombre, Dios
decidió que nuestra constitución sea diferente para que fuéramos “idóneos”, el
uno para el otro.
La palabra “idoneidad” proviene del latín idoneîtas, cuya transliteración
refiere a la cualidad de “idóneo/a”. Este adjetivo se utiliza para calificar a las
personas que poseen capacidades y aptitudes pertinentes para llevar a cabo un
cometido. Es decir que, una persona idónea es apta para efectuar con eficacia y
eficiencia una tarea. Al referirnos al matrimonio, pensar en un esposo idóneo y en
una esposa idónea, debemos suponer que son personas aptas, capaces de brindar
cuidados y contención espiritual, física y material a su cónyuge. Esta premisa,
debería ser un anhelo continuo entre los esposos, dado que en la Biblia
encontramos innumerables recomendaciones acerca del trato que debemos
sostener dentro del matrimonio. Por ejemplo:
Los esposos debemos...
Tratar a nuestras esposas como vasos “frágiles”. 1ª Pedro 3:7
Amarlas abnegadamente como Cristo ama a la iglesia. Efesios 5:25
Amarlas con ahínco, como nos amamos a nosotros mismos. Efesios 5:28
Tratarlas con respeto y consideración, no con dureza. Colosenses 3:19
Ser fieles. Proverbios 5:15-19 (ambos)
Cumplir con los deberes maritales. 1ª Corintios 7:3 (ambos)
Las esposas deben…
Ser hacendosas, cuidando en todo tiempo de su familia y hogar. Proverbios
31:10-31
Respetar a los esposos, porque es agradable a Dios. Colosenses 3:18
Edificar sus hogares, con su proceder. Proverbios 14:1
Ser fieles en todo. 1ª Timoteo 3:11
Dar testimonio a sus esposos a través de su conducta. 1ª Pedro 3:1-2
Ser modestas en su apariencia. 1ª Timoteo 2:9-15
Ser corona de sus maridos. Proverbios 12:4
Estimado lector, estamos transitando un tiempo de restauración en todos
los planos de la vida. Nuestro amado Padre anhela que sus hijos disfruten de
matrimonios sanos, fortalecidos en su amor y que, día a día, acepten enfrentar los
desafíos juntos siendo “uno” en Cristo. Querido lector, si piensas que tu esposa es
un bien material más en tu lista de pertenencias, que debe servirte porque para
ello fue creada, que debe limitarse a la atención de los quehaceres del hogar y la
crianza de los hijos, déjame decirte ¡Estás equivocado! La Biblia declara que
somos “una carne”, ¿acaso puedes subestimar o limitar una parte de ti?,
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claramente que no. Todo lo que hagas por tu esposa te bendice y bendice a tu
hogar. Recuerda que debes tratarla con cuidado y consideración. Cuando la
palabra nos insta a los esposos a tratar a nuestras esposas como a “vasos
frágiles” refiere a que debemos cuidarlas, protegerlas, considerarlas; en otras
palabras: brindarles un amor verdadero. De ninguna manera este pasaje bíblico
(1ª Pedro 3:7) ubica a las mujeres en una campana de cristal, ni mucho menos las
califica como débiles, endebles o incapaces. Por el contrario, Dios ha dotado a las
mujeres de capacidades físicas y psicológicas que aún los hombres más fornidos,
corpulentos e intelectuales no podrán alcanzar. Por lo cual, estimado amigo, te
animo - si no lo has hecho aún- a conocer a tu esposa, ser cuidadoso y amoroso
con ella.
En los años que llevo como pastor, he escuchado a cientos de matrimonios al
borde de la separación, con sus vidas destruidas porque no pudieron entender que
son “uno”. Esposos que atormentan psicológicamente - y hasta físicamente- a sus
esposas porque han sido criados dentro de una cultura machista, que ubica a sus
esposas en un rol de sumisión absoluta y servidumbre. ¡No caigas en este error!
¡No reincidas en tal desacierto! Tu esposa es parte de ti, “juntos son uno”. Así
también, en otros casos, he escuchado innumerables veces, a esposos que son
sometidos a las querencias de sus esposas; quienes no solamente se niegan a
cumplimentar sus labores domésticas, sino también aquellos que involucran la
sexualidad de la pareja, el cuidado de los hijos, entre otros; ante cualquier
negativa de sus esposos. Estimada hermana, entiende que tu esposo no es un rival
para ti, tampoco quien deba satisfacer indiscriminadamente tus deseos. La
institución del matrimonio fue creada por Dios, para que ambos - hombres y
mujeres- al unirse propicien el bien común. El matrimonio no es una competencia
entre géneros. ¡En el matrimonio, tú y tu esposo, son uno!
Estimada, cuando Dios creó a Eva, la primera mujer, pensó que “no era bueno
que el hombre estuviera solo” y decidió crearla para “potenciar” el propósito del
corazón paternal de nuestro Creador. Ahora bien, encontramos en las Sagradas
Escrituras innumerables pasajes que nos instruyen a guardar el lugar para el cual
Dios nos ha predestinado. Entiende que Dios te ha dado un lugar decisivo,
determinante en el seno familiar; tu constitución física y psicológica te hacen
acreedora de innumerables capacidades que pueden bendecir o no a tu familia,
todo depende del sentido que oriente tu proceder; “La mujer sabia edifica su
casa; la necia, con sus manos la destruye” (Proverbios 14:1. NVI).
Estimado lector, para Dios no existen las casualidades, toda su obra es
perfecta y nada escapa de sus manos. No es un hecho fortuito que te encuentres
leyendo estas líneas. Te invito a suspender la lectura por unos minutos y analizar
cuál es la realidad de tu matrimonio; ¿Han entendido que son uno o se
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
encuentran en medio de una batalla campal? Tómate un tiempo de reflexión,
agradece a Dios por la vida de tu cónyuge, y de ser necesario inicia un plan de
restauración y sanidad. ¡Toma aliento, Dios tiene grandes planes para
ustedes!
Dietrich Bonhoeffer, teólogo protestante alemán, quien, en 1943, fue detenido en
el campo de concentración de Flossenbürg, por participar en diversas
manifestaciones en contra de las políticas racistas y de exterminio vigentes en
esa época, incluso fue señalado como uno de los conspiradores en el noveno
atentado contra Adolf Hitler; escribió innumerables epístolas durante su
cautiverio que impactaron poderosamente en la Teología de la segunda mitad del
siglo XX. Entre sus escritos, se halló una carta dirigida a su sobrina que estaba a
punto de contraer matrimonio. Antes de terminar esta breve presentación,
quisiera invitarte a reflexionar con sus palabras acerca del propósito de Dios para
el matrimonio:
“El matrimonio es más que simplemente vuestro amor del uno al otro. Tiene una
dignidad y poder más altos, pues es la santa ordenanza de Dios por medio de la cual Él desea
perpetuar la raza humana hasta el fin del tiempo. En vuestro amor os veis solamente a
vosotros en el mundo, pero en el matrimonio sois un eslabón en la cadena de las
generaciones, que Dios hace venir y pasar a su gloria, y llama a su reino. En vuestro
amor veis el cielo de vuestra felicidad, pero en el matrimonio estáis colocados en un
puesto de responsabilidad hacia el mundo y la humanidad. Vuestro amor es vuestra
posición privada, pero el matrimonio es más que algo personal; es un acto, un oficio”.
(Dietrich Bonhoeffer, 1951)
Las palabras del eminente teólogo expresan con suma claridad, el matrimonio
va más allá de los límites instaurados por el egoísmo o la vanidad
que encarna nuestra propia existencia. En el matrimonio, dos individuos se unen
para ser uno y cumplir con el propósito de Dios para la humanidad.
VIDA FAMILIAR: PATERNIDAD/ MATERNIDAD.
La llegada de los hijos, a la vida de cualquier persona constituye un hito en su
historia. La presencia de estos seres singulares nos moviliza y zarandea, a tal
punto que pasan a ser parte de “todos” los proyectos que iniciamos. Todo lo que
hacemos por ellos, al igual que como lo hacemos con nuestro cónyuge, es para la
gloria de Dios. Por ende, Dios debe ser irrevocablemente el centro de cada
familia. Él debe ser la fuente de luz y amor que oriente nuestros pasos en todo
tiempo.
Es importante que los padres entiendan que ser padres no se limita a
satisfacer las necesidades físicas, psicológicas e intelectuales de los hijos. Su
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formación espiritual, instruirlos en el camino de Dios, orar a cada instante por
ellos e instarlos a experimentar una relación íntima con el Salvador es una
responsabilidad ineludible de los padres. No podemos pretender que nuestros
hijos sean luz, si desde pequeños no nos hemos tomado el tiempo y el espacio
apropiados para enseñarles acerca de nuestro Padre celestial, el sacrificio de
amor y redención de Jesucristo en la cruz del calvario y sus enseñanzas.
La vida familiar nos ofrece innumerables oportunidades para fortalecer la fe
y el conocimiento en Cristo, somos pulidos y reconfigurados a través de las
interacciones que tienen lugar en el seno familiar. A través de cada acto somos de
testimonio ante quienes nos rodean, para bien o para mal. Por ello, Cristo siendo
el centro de nuestras vidas, nos inspira a ser transformados y cambiados para su
gloria. Asimismo, cada familia constituye un eslabón dentro de la sociedad de
bendición o maldición, todo depende sobre qué han edificado su hogar. Toda
familia cristiana debería actuar como testimonio de vida ante el mundo,
reflejando el amor y la gracia del Creador.
En el apartado anterior hemos señalado brevemente el propósito de Dios para
el matrimonio y la manera en que hemos de promover, cada uno de los cónyuges
desde su lugar, la gloria de Dios. A continuación, se presenta una selección de
versículos bíblicos que enfatizan la relación entre padres e hijos a la luz de la
Palabra de Dios.
Los padres deben…
Tener en gran estima a sus hijos, pues son herencia de Jehová. Salmo 127:3
Ser ejemplos de integridad. Proverbios 20:7
Amarlos incondicionalmente, perdonándolos como Cristo lo hizo. Lucas
15:11-32
Exhortarlos y consolarlos. 1ª Tesalonicenses 2:11-12
No provocarlos a ira. Efesios 6:4
No exacerbarlos. Colosenses 3:21
“Cada familia constituye un eslabón dentro
de la sociedad, de bendición o maldición,
todo depende sobre qué han edificado su
hogar”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Ayudarlos, como nuestro Padre lo hace con nosotros. Mateo 7:9-12
Dirigir bien su casa y a sus hijos. 1ª Timoteo 3:4
Los hijos deben…
Honrar a sus padres. Éxodo 20:12 / Efesios 6:1-3
Aceptar las enseñanzas. Proverbios 1:8, 4:1, 15:5, 15:20
Guardar sus enseñanzas. Proverbios 6:20
Alegrar a sus padres. Proverbios 13:1
Aceptar la corrección de sus padres. Proverbios 3:12
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado
la fe y es peor que un incrédulo.
(1ª Timoteo 5:8. NVI)
“Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.
Lo que ganes con tus manos, eso comerás; gozarás de dicha y prosperidad.
En el seno de tu hogar, tu esposa será como la vid llena de uvas; alrededor de tu
mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo.
Tales son las bendiciones de los que temen al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sion, y veas la prosperidad de Jerusalén todos los días
de tu vida.
Que vivas para ver a los hijos de tus hijos. ¡Que haya paz en Israel!”
(Salmos 128. NVI)
Estimado lector, Dios te ha bendecido con una hermosa familia y es tu
responsabilidad atender a sus necesidades espirituales, sembrando cada día el
amor al Señor en sus corazones. La Biblia presenta una gran variedad de
promesas para aquellos que guardan sus mandamientos y lo reconocen a Dios en
sus caminos. Tal vez, mientras lees estas líneas, piensas que las condiciones en
que se encuentra hoy tu familia no es la mejor, ni la óptima; sin embargo.
tenemos promesas que nos animan a luchar por nuestros seres queridos. Quiero
animarte a no bajar los brazos, más bien comienza a interceder por cada uno de
los integrantes de tu familia, y verás que Dios responde tus oraciones. Recuerda
que somos hijos de luz, primeramente, en medio de nuestras familias y luego
ante el mundo. No podemos predicar acerca del amor de Dios, si su amor no reina
en nuestros hogares; no podemos predicar acerca de la bendición de constituir
una familia dentro de la voluntad de Dios, si Cristo no es la fuente de amor
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
inagotable que fluye en el seno familiar. No se trata de ser una “perfecta familia
feliz”, pues claramente somos seres humanos, imperfectos; pero sí podemos
procurar que Dios sea el Rey Soberano en nuestras familias.
Desarrollar un modelo familiar cristiano representa una manera de
presentar a Cristo ante el mundo. En muchas ocasiones, las personas suelen hacer
referencia al privilegio que tengo al ver a mis hijos involucrados en distintas
maneras en el servicio a Dios y hasta han llegado a preguntarme cuál es la clave;
siempre respondo lo mismo: dedicación y tiempo de calidad. Te invito a ampliar
este tema, leyendo el capítulo “El mejor tesoro: mi familia” que encontrarás en
mi primera publicación, titulada “Descubre tu mina de diamantes”.
Querido lector, si eres parte del equipo ministerial y estás involucrado en el
proyecto de plantación de iglesias, recuerda; en primer lugar, que tu familia
constituye una de tus prioridades más importantes y no debes descuidarla. A
través de los años he visto familias deshechas a causa de prioridades mal
establecidas, hijos que se apartan del camino de Dios pues encuentran mayor
atención en sus amistades que en sus padres, esposos/as que se sienten
descuidados/as y terminan buscando el afecto de otra persona, entre otras
situaciones. Busca mantener un sano equilibrio, que te permita cumplir con las
actividades ministeriales sin descuidar a tu familia. Pídele sabiduría a Dios cada
vez que tengas que organizar tu agenda, ten presente que debes ejercer el
sacerdocio en tu hogar y ello requiere tiempo - no cualquier tiempo, “tiempo de
calidad”-. En segundo lugar, Dios nos promete bendecir nuestra descendencia si
escudriñamos sus preceptos y guardamos una vida en santidad. Todo obrero debe
entender claramente que no podemos dar a otros lo que no hemos recibido o
sencillamente no tenemos. No se trata de parecer “cristianos” o mostrarnos como
ellos, sino más bien, vivir una vida en Cristo de manera “integral”. Dios debe
estar presente en toda tu vida, no simplemente en una parte de ella. Muchos
creyentes se muestran de una manera mientras están en la iglesia y de otra en
sus hogares, puestos de trabajo, lugares de estudio y esparcimiento.
La denominación “cristiano” fue utilizada por primera vez para referirse a los discípulos que se encontraban en Antioquía, en Hechos 11:26. Esta ciudad que se encontraba situada junto al río Oronte y al pie del monte Silpio - hoy Siria- había prosperado en gran manera gracias a su estratégica ubicación geográfica que permitía la comercialización por rutas marítimas y terrestres. En la época del Nuevo Testamento - cuando se utilizó por primera vez esta denominación- la población era sumamente heterogénea, estaba conformada por griegos, romanos, sirios y judíos. La “Reina del este”, como se la conocía, se había convertido en una ciudad famosa, entre otras cosas, debido a la amplia diversidad religiosa que existía. Los ritos libertinos, lujuriosos que se llevaban a cabo en el templo de Apolo habían captado la atención de los pobladores, ganando gran popularidad. Sin embargo, muchos discípulos que habían sido dispersados tras la
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
muerte de Esteban iniciaron un proceso de evangelización -al principio, un tanto exclusivo, pues se orientaba a los judíos- pero que dio lugar a la llegada de Bernabé, quien, habiendo escuchado las revelaciones de Pedro, inicia un nuevo curso en la historia al evangelizar a los gentiles y paganos en aquella ciudad. A partir de aquel momento los creyentes habían entendido el verdadero sentido de ser “seguidores de Cristo”. En medio de una ciudad pagana, ellos procuraban con vehemencia llevar una vida que exhibiera su fe, ser “imitadores de Cristo” era su mayor anhelo. La Biblia nos enumera una gran diversidad de actos de abnegación, solidaridad, valor y amor que llevaron a cabo los primeros “cristianos”; vender sus posesiones, difundir el evangelio a toda criatura, sufrir persecuciones, martirios, encarcelamientos y hasta la pérdida de sus vidas; nada los detenía, ninguna amenaza amedrentaba su valor y compromiso. Hoy, los cristianos gozamos de libertad para predicar el mensaje de salvación y nada nos impide llevar una vida cristiana plena. Te animo a “vivir” una vida que refleje a Cristo en todas sus dimensiones. Recuerda que hasta en las pequeñeces, exhibimos un mensaje de excelencia o mediocridad que da cuenta de nuestra vida como cristianos.
XI. El principio del crecimiento
A lo largo de estas páginas, habrás identificado que la acción más
importante de la iglesia es presentar a Cristo a todas las personas, sin ninguna
excepción. Esa búsqueda incesante, tarde o temprano traerá como resultado un
importante crecimiento del cuerpo de Cristo, a tal punto que pensar en la
expansión, a través de la plantación de iglesias satélites o anexas, cobrará un
valor importante en la agenda de asuntos a tratar de la congregación.
“El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor”
(Hechos 11:21. NVI)
Las iglesias pueden experimentar dos tipos de crecimiento; uno, refiere al
crecimiento “espiritual” de la congregación, otro, al “crecimiento cuantitativo” de
la membresía. Es decir, que una iglesia puede aumentar significativamente el
número de sus asistentes, pero permanecer “estancada” en el mismo nivel de
crecimiento espiritual. Por otro lado, existen iglesias que crecen en la gracia y el
conocimiento de Jesucristo, pero la cantidad de asistentes no varía.
“Una iglesia sana es aquella que
experimenta las modalidades de
crecimiento spiritual y cuantitativo de
manera simultánea”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por
todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”.
(Efesios 4:16)
La palabra crecimiento etimológicamente, se conforma del verbo
intransitivo crecer y el sufijo miento, que se utiliza para hacer referencia a un
acto, estado o efecto. Por lo cual, este vocablo refiere a la acción y/o resultado de
crecer, incrementar, aumentar, acrecentar cierta cuestión alusiva al tamaño,
cuantía, importancia e intensidad. Más allá del uso que se le atribuya al término,
todo crecimiento ostenta una evolución; desde un estado inicial a otro de mayor
complejidad y estabilidad. En el caso de las iglesias, como se ha mencionado
anteriormente, podemos “crecer”, “evolucionar” espiritualmente, al mismo
tiempo en que la membresía aumenta. Ésta debería ser nuestra expectativa como
ministros de Dios, pues el crecimiento integral del cuerpo de Cristo se ve
reflejado tanto en el plano individual como en el conjunto de los miembros.
Todo proceso de crecimiento sigue el mismo patrón, al igual que los seres
vivos, la iglesia local podrá dar lugar o no a su crecimiento. La parábola del
sembrador, en Mateo 13:1-23, nos permite entender de manera sencilla el
crecimiento de la iglesia.
“Y les dijo en parábolas muchas cosas como éstas: Un sembrador salió a sembrar.
Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los
pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa
semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero cuando salió el sol, las
plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. Otra parte de la semilla cayó
entre espinos que, al crecer, la ahogaron. Pero las otras semillas cayeron en buen
terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces
más de lo que se había sembrado. El que tenga oídos, que oiga.
(...) Escuchen lo que significa la parábola del sembrador: Cuando alguien oye la
palabra acerca del reino de Dios y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se
sembró en su corazón. Ésta es la semilla que cayó junto al camino. El que recibió la
semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la
recibe con alegría, pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen los
problemas o persecución a causa de la palabra, enseguida se aparta de ella. El que
recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las
preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que no
llega a dar fruto. Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que
oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta
al ciento por uno”.
(Mateo 13:3-9, 13:18-23. NVI)
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La parábola del sembrador expone tres facetas importantes acerca del
crecimiento; la preparación del terreno, el entrenamiento de los obreros y las
reglas del crecimiento.
La preparación del terreno. Esta faceta apunta a la intervención del Espíritu
Santo previa a cualquier acción humana. Antes de iniciar una campaña de
evangelización, la apertura de una iglesia satélite o anexa, es inminente pedir
a Dios que actúe en los corazones de la población involucrada. Resulta
fundamental llevar a cabo encuentros de intercesión por las personas
destinatarias del mensaje de salvación. La oración se torna una estrategia
imprescindible para que la semilla pueda caer en tierra fértil.
El Dr. Juan Carlos Miranda, en el año 1985, diseñó una escala que permitiera
“diagnosticar” el terreno a evangelizar. Esta “Escala de Receptividad/
Resistencia” posibilita que los obreros se enfoquen en el terreno fértil, pero sin
descuidar el terreno pétreo. Entiende, estimado lector, que debemos dirigir
nuestros mayores esfuerzos hacia los corazones que se muestran receptivos al
mensaje, ya que el tiempo en que ha de madurar la semilla, al igual que el
crecimiento dependen de Cristo. El libro de los Hechos menciona varios ejemplos
donde los apóstoles orientaron su labor a las personas que se mostraron más
receptivas. Por ejemplo, en Hechos 18, Pablo cansado de anunciar el evangelio a
los judíos, que no dejaban de blasfemar y contradecir el mensaje que les
presentaba, decidió alejarse y anunciar las Buenas Nuevas a los gentiles. El
tiempo y el grado de sensibilidad de los corazones no dependen de nuestros
esfuerzos, dedicación o intensidad con la que prediquemos; están en manos
de Dios. A lo largo de los años he visto en innumerables ocasiones, la
presentación “forzada” del evangelio. La Biblia específica que antes de la venida
de Cristo, todos habremos tenido la oportunidad de escuchar el mensaje de
salvación. Como cristianos es nuestro deber anunciar el evangelio, pero la
fertilidad del terreno y el crecimiento dependen de nuestro amado Salvador.
Otro aspecto relevante que considerar, ante la resistencia y rechazo de la
población al mensaje del evangelio, es la fortaleza de los obreros. Con frecuencia,
al no vislumbrar buenos resultados, el desánimo, el cansancio y la desesperanza
comienzan a afectar a los involucrados, a tal punto que pierden el propósito por
el cual han sido llamados y sus fuerzas desfallecen.
A continuación, te invito a analizar la “Escala de Receptividad/Resistencia”
creada por el Dr. Juan Carlos Mianda.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Escala de Receptividad/ Resistencia”
-4 -3 -2 -1 0 1 2 3 4
Fuertemente
opuestos
Más o menos
opuestos
Indiferente Más o menos
favorable
Fuertemente
favorable
Referencias para diagnosticar el grado de receptividad/ resistencia de la
población:
Valores hacia la izquierda. Representa a las personas que no tienen interés en
escuchar el mensaje de Cristo. A la luz de la parábola del sembrador
simbolizan a quienes escuchan la Palabra pero no la entiende y se muestran
escépticos (-1, -2); y aquellos que rebasados en los asuntos terrenales,
centran su atención en las riquezas y el confort que ofrece este mundo, por
lo cual no manifiestan ningún interés en oír el mensaje del evangelio (-3, -
4).
Valores hacia la derecha. Los valores hacia la derecha encarnan a la población
sensible, receptiva, abierta a escuchar el mensaje de redención. Estableciendo
un paralelismo con la parábola del sembrador; los primeros índices (1, 2)
refieren a las personas que oyen la Palabra de Dios, pero la incertidumbre que
les generan las pruebas y la exposición (persecución, burlas, etc.) hace que se
aparten del camino de Dios, pues su entusiasmo se apaga lentamente. Los
índices que siguen (3, 4) representan a las personas que oyen la Palabra de
Dios con un corazón dispuesto a reconocer que Jesucristo es el Señor y por su
gracia somos redimidos.
Quisiera detenerme y enfatizar dos cuestiones importantes; en primer
lugar, todos los cristianos fuimos llamados a oficiar de “sembradores”, sin
importar los resultados de la siembra. En segundo lugar, es necesario contar con
un cuerpo de obreros suficientemente preparados para acompañar y discipular a
quienes se muestran dispuestos a recibir el mensaje.
Las personas que se encuentran representadas en los índices positivos
(hacia la derecha) requieren de un acompañamiento inmediato; tutores maduros
espiritualmente que los ayuden a enfrentar las adversidades y los ataques del
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
enemigo, les brinden respaldo y contención espiritual, les enseñe la sana doctrina
y anime a crecer como parte del cuerpo de Cristo.
Pensar en la apertura de iglesias satélites o anexas, exige la conformación
de un cuerpo de obreros capacitados para llevar a cabo estas funciones.
Estimado lector, déjame aclarar una vez más -aunque resulte un tanto
reiterativo- no se trata de que las iglesias ignoren aquellos terrenos “duros”,
reticente a escuchar el mensaje del evangelio; por el contrario, es importante que
desarrollen programas de siembra (“Misiones”) en lugares de esta índole; sin
importar los resultados, debemos ser fieles y cumplir nuestro mandato.
“Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosa
es la llegada de los que anuncian la paz, de los que anuncian las buenas nuevas!”
(Romanos 10:14-15)
El entrenamiento de los obreros. Como se ha señalado anteriormente, todos
los cristianos fuimos llamados a cumplir la gran comisión, por lo cual, todos
tenemos la responsabilidad de anunciar el plan redentor de Cristo en cada
rincón de la Tierra. Sin embargo, las maneras en que hemos de presentar las
Buenas Nuevas no siempre son las mismas, o bien no deberían serlo. Los
discípulos fueron instruidos para presentar el mensaje de Cristo a los judíos,
primeramente, y luego, tras su conversión, Pablo inició un movimiento de
evangelización inigualable que alcanzó a los gentiles. Seguramente estarás
pensando, Jesús no hacía distinción de personas, podía conversar con un
fariseo acerca de las Escrituras, como solicitar un poco de agua a una mujer
samaritana, para luego presentarle la verdad. No se trata de las personas en
sí, sino de lo que cada una de ellas representa, de su idiosincrasia. Siguiendo
con la comparación anterior, podemos señalar que los fariseos constituían un
grupo selecto de judíos -“puros”- que vivían aferrados a la ley mosaica, y
quienes afirmaban que la gracia de Dios era exclusivamente para aquellos
judíos que llevaban una vida de acuerdo a los preceptos de la Ley. Los
samaritanos, por su parte, no eran de pura raza judía y practicaban una
religión mixta que integraba la veneración de ídolos paganos y a Jehová.
Conocer el terreno en el que se sembrará el mensaje de salvación no es un
aspecto que debamos ignorar. Los obreros tenemos la obligación de anunciar
el evangelio de manera clara y ordenada; utilizando un vocabulario sencillo,
que resulte familiar al oyente, de lo contrario, podemos caer en el error de
predisponer negativamente a quien nos escucha. La utilización de palabras
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
sofisticadas, el recitado de innumerables versículos sin previa explicación y la
reiteración tienden a predisponer en forma negativa a los oyentes.
Debemos pedirle a Dios sabiduría y gracia suficiente para que la Palabra sea
anunciada de la mejor manera y las personas puedan recibirla con un corazón
dispuesto.
“Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta el que
siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer. El que siembra y
el riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio
trabajo. En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son
el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios”
(1ª Corintios 3:6-9. NVI)
Estimado hermano, hemos sido llamados para sembrar
y regar, pero el crecimiento no depende de nuestros
esfuerzos. Dios es el único que proporciona el
crecimiento. Generalmente, una población se considera
“alcanzada” por el evangelio, cuando se establece en
ella una iglesia autóctona, capaz de anunciar
eficazmente el mensaje de salvación a su comunidad.
Para ello, la iglesia central (iglesia “madre”) debe
capacitar a un equipo de líderes y colaboradores que iniciarán las actividades.
Este punto se ampliará en el capítulo: “El corazón del siervo”, que encontrarás en
este libro.
Las reglas del crecimiento. El crecimiento, como hemos visto antes, exige
una serie de condiciones que da lugar a la “evolución”, ya sea un crecimiento
cuantitativo o espiritual en la congregación. Estas condiciones, a saber:
a. El crecimiento cuantitativo exige la presencia de un cuerpo de obreros
capacitados, tanto para la etapa de siembra como en la hora de la siega.
Durante el tiempo de evangelización, la iglesia madre deberá organizar
equipos de evangelización, capaces de presentar el mensaje de manera
clara y ordenada. Las metodologías que se implementen deben atender a
los distintos grupos etarios, origen étnico, interés cultural, etc. En cuanto
al tiempo de siega, si bien el crecimiento lo concede Dios, es importante
que la iglesia cuente con un grupo de obreros entrenados para acompañar y
discipular a los nuevos cristianos, al mismo tiempo en que promueven su
inserción e integración en la congregación. Muchas iglesias cometen el
error de propiciar un tiempo de siembra, pero descuidan las condiciones
“Dios es el único
que proporciona
el crecimiento”
58
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
necesarias para llevar a cabo la cosecha, por ende, las almas se pierden.
Otras se conforman con la cantidad de personas que integran su
membresía, o bien, pretenden que las almas se acerquen a la iglesia por
motus propio; olvidando el mandato que hemos recibido. Pidámosle a Dios
sabiduría para efectuar nuestra labor con suma diligencia y gracia.
Recuerda una iglesia que no crece cuantitativamente es una iglesia
convaleciente.
b. El crecimiento espiritual implica la búsqueda de la santidad. Ser un
“seguidor de Cristo” no es una tarea sencilla, pero de ninguna manera,
imposible de alcanzar. Ser un discípulo de Jesús tiene un costo, un precio
que debemos afrontar; de lo contrario, no podemos llegar a ser la “luz” y la
“sal” del mundo. El precio que debemos pagar es el costo que nos garantiza
gozar de plena comunión con nuestro Padre Celestial, no se trata de ningún
esfuerzo sobre humano, de hecho, Jesucristo nos animó a pagar ese costo
(Mateo 11:30). Desarrollar una vida de oración, escudriñar la Palabra,
guardar los principios bíblicos, anunciar el evangelio, servir y bendecir a
quienes nos rodean, son algunos ejemplos de ese precio. Debemos buscar
“las cosas de arriba” (Colosenses 3:2), presentando nuestros cuerpos y
vidas ante el Espíritu Santo como sacrificio agradable (Romanos 12:1-2).
Recuerda, estimado hermano, sin la presencia del Espíritu Santo reinando
en nuestras vidas, jamás podremos ver cara a cara a nuestro Creador.
“Pero ahora que han sido liberados del pecado, y se han puesto al servicio de
Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna”.
(Romanos 6:22. NVI)
“Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
(Hebreos 12:14)
“Una iglesia que evidencia un crecimiento
espiritual y no cuantitativo representa un
cuerpo pancista, egocéntrico, sin frutos;
que ha perdido la visión de su propósito”
59
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
c. El crecimiento espiritual y cuantitativo de la iglesia se coexisten y
evolucionan paralelamente en una iglesia sana. La parábola del sembrador
nos brinda una clave acerca del crecimiento en las iglesias; la
productividad de los nuevos cristianos. En Mateo 13:23 se detalla
específicamente que la semilla que cayó en buen terreno produce una
cosecha al “treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno”. Todo nuevo
cristiano experimenta un deseo insaciable de compartir el mensaje del
evangelio con las personas que lo rodean; la espontaneidad y frescura de
sus palabras suele persuadir a quienes, habiendo conocido al viejo hombre
que era, ven el poder transformador de Cristo en ese nuevo cristiano. Es
por ello, que las iglesias deben incrementar sus esfuerzos para discipular y
contener a los nuevos miembros del cuerpo, a fin de ayudarlos a echar
raíces y crecer espiritualmente.
En síntesis, este principio nos convoca a buscar un crecimiento integral,
balanceado, espiritual y cuantitativo, en la congregación. Todos los cristianos
hemos sido llamados a cumplir la gran comisión; anunciar el evangelio a “toda”
criatura, en cada rincón del mundo. Por lo tanto, como iglesia debemos llevar a
cabo períodos de evangelización (“siembra”), integración y discipulado (siega)
eficaces, que promuevan la unidad, comunión y santidad de la iglesia.
La plantación de iglesias satélites o anexas contribuirá al crecimiento de la
iglesia en general, siempre que las acciones a desarrollar en ella se encuentren
bien planificadas y supeditadas a la agenda de la iglesia central, pues en ninguna
de las iglesias se debe descuidar la evangelización y el discipulado de los nuevos
miembros. Un crecimiento equilibrado, semejante en ambas iglesias es posible,
cuando existe una concordancia entre el número de obreros que siembran, riegan
y siegan.
La comunión entre los miembros de la iglesia resulta primordial pues; en
primer lugar, oficia como herramienta evangelística, dado que muchas de las
personas que llegan al camino del Señor se sienten solas, aun teniendo familiares
cercanos, o bien han quedado excluidos de ella a causa de su nueva fe; en segundo
lugar, da lugar a una relación fraternal en la que se desarrolla un discipulado
eficaz del nuevo cristiano; en tercer lugar, propicia la abolición de cualquier tipo
de barreras, las diferencias y los prejuicios desaparecen cuando el nuevo
cristiano se siente parte de la iglesia y, por último, los miembros ponen sus dones
al servicio de Dios, lo cual permite un funcionamiento pleno del cuerpo de Cristo.
60
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
XII. El principio de la administración y la organización.
Este principio hace referencia a la administración y organización de la
iglesia, como requisitos fundamentales que le garantizan estabilidad y sentido de
proyección hacia el futuro.
La palabra administración proviene del latín administratione, alusivo a la
acción de administrar. Este término se compone de dos vocablos ad / ministrare
que significa “servir”. Cuando nos referimos a la administración de la iglesia, la
acepción de este término alcanza gran trascendencia, pues ese “servicio” incluye
tanto las actividades de la agenda eclesiástica; orientadas al crecimiento
espiritual de la membresía como aquellas actividades que responden a los
compromisos financieros, la distribución de los recursos materiales y humanos.
En este último caso, administrar consiste en regentar sabiamente los bienes del
cuerpo de Cristo, como un servicio al Señor que posibilitará la expansión de su
reino en la Tierra. En cuanto a la administración de las actividades eclesiásticas,
en esta oportunidad, se hará énfasis en la “administración pastoral”; temática
que desarrollará minuciosamente hacia el final de este capítulo.
Muchos cristianos evitan hablar acerca de la “administración” de la iglesia
y los temas afines debido a malas experiencias, falta de sabiduría y honestidad de
ciertos administradores que no supieron guardar su lugar y utilizaron de manera
infame los recursos financieros y materiales de la iglesia. Otros, por el contrario,
subestiman el valor que encarna la administración para el buen funcionamiento
de la iglesia y la extensión del reino, a tal punto que no evalúan los recursos y
mucho menos planifican cómo utilizarlos.
Estimado hermano, la administración - en toda su magnitud- representa un
aspecto importante, que el pastor no debe descuidar, al margen que no se ocupe
personalmente de los asuntos financieros y cuente con la presencia de un
administrador o tesorero. Es nuestro deber como pastores velar, supervisar la
correcta distribución de los recursos de la iglesia. En cuanto a la plantación de
iglesias satélites o anexas, la administración representa un aspecto determinante,
pues, sin descuidar la estabilidad financiera de la iglesia madre, se debe destinar
una partida presupuestaria importante para solventar los gastos que implica la
apertura de la nueva iglesia anexa y su manutención durante los primeros meses
de funcionamiento, hasta que pueda sostenerse financieramente por sí misma.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, tras la apertura de la nueva iglesia, es
que los recursos, seguramente no se podrán administrar de la misma manera que
en la iglesia central. Es por ello, que la administración constituye un proceso
dinámico que se adapta a las necesidades de la nueva congregación y al contexto
en que se encuentra inmersa. Por ejemplo, el pago de un alquiler implica un
61
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
compromiso mensual que la iglesia anexa deberá afrontar, reservando cierto
monto de dinero a lo largo de todo el mes. En cambio, las iglesias centrales, por lo
general, se encuentran alojadas sobre propiedades de la misión. La Biblia nos
ofrece varios ejemplos sobre “buenos administradores”, entre ellos, se pueden
mencionar a: José, Daniel, Nehemías. La labor que realizaron estos hombres
exhibía una permanente excelencia, por ello, fueron distinguidos entre sus
contemporáneos y, aún en la actualidad, los reconocemos por su sabiduría y
diligencia. A continuación, se presenta un breve cuadro que describe el trabajo
realizado por estos hombres.
Protagonista Referencias
bíblicas
Breve contexto
histórico de sus acciones
Cualidades que destacar
Génesis 39:4-6
Servía como mayordomo de Potifar,
administrando
Servía con excelencia y todo en sus manos
su casa y posesiones. prosperaba.
Se encargaba de los Ganó la confianza del
Génesis 39:20-23 prisioneros y otras actividades que se
guardia de la cárcel. Era tan “confiable” que
llevaban a cabo en la cárcel.
no requería supervisión.
Génesis 41:37-57
Interpretó el sueño del Faraón, quien, al ver su
sabiduría, decidió nombrarlo gobernador
de Egipto.
Sirvió, interpretando el sueño, sin esperar nada a
cambio y fue recompensado. Era sabio,
buen consejero y previsor.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Protagonista Referencias
bíblicas
Breve contexto
histórico de sus acciones
Cualidades que destacar
Daniel 2:24-49
Interpreta el sueño de Nabucodonosor. Es
engrandecido y nombrado jefe supremo
de todos los sabios y
gobernador de Babilonia.
Era sabio, prudente e inteligente, fue hallado
diez veces más perspicaz e inteligente que todos los
magos y astrólogos del
reino.
Daniel 5:25
Interpreta la escritura en la pared, anuncia el
fin del reinado y muerte de Belsasar.
No temía decir la verdad, aunque fuera dura. Es
reconocido ante todos los presentes en el banquete
debido a su aguda mente, conocimientos, inteligencia
y capacidad de interpretar y explicar misterios.
Daniel 6:1-4
Daniel era uno de los
tres gobernadores, a quienes el rey Darío
había establecido, para que los ciento veinte
sátrapas rindieran cuenta.
Se distinguía por su capacidad para administrar
los asuntos del reino. Era íntegro y confiable.
Daniel 6
Daniel fiel a Dios,
infringe el edicto real y es echado al foso de los
leones. Dios lo libra y es reconocido en toda la
Tierra en un nuevo edicto real.
Era un hombre de
convicciones firmes, ninguna circunstancia lo
hacía dudar de su fe. Su confianza estaba puesta
solamente en Dios.
63
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Protagonista Referencias
bíblicas
Breve contexto
histórico de sus acciones
Cualidades que destacar
Nehemías 3:16
Nehemías 4
Mientras era gobernador
de la mitad del distrito
de Betsur; participa en
la reconstrucción de los
muros de Jerusalén.
Era un hombre
perseverante, valiente y
decidido a cumplir con su
misión.
Nehemías 5
Siendo gobernador de
Judá, defiende a los
judíos pobres y renuncia
a sus ganancias como
gobernador.
Era sensible a las
necesidades de sus
prójimos y no dudó en
renunciar a sus privilegios
como gobernador. Temía a
Dios y sabía que no debía
participar de la opresión
de los más necesitados,
como lo hacían otros
gobernadores judíos.
Nehemías 6:1-14
Sus enemigos intentan
engañarlo, pero
Nehemías, conociendo
sus intenciones, no cede.
Era un hombre de voluntad
firme, con gran
discernimiento y astucia.
Decidido a terminar la obra
que había empezado, más
allá de la oposición.
Nehemías 13
Exhorta a los oficiales a
causa de las condiciones
en que se encontraba la
casa de Dios. Ordena el
servicio de los
sacerdotes y levitas.
Era celoso de los asuntos
de Dios, por ello buscaba la
excelencia en todo
momento.
Este breve resumen permite identificar con claridad algunas características que
debe reunir un “buen administrador”:
Temer a Dios y ser cuidadoso al administrar los bienes de la iglesia. Este debe
ser el primer requisito que debe cumplir la persona que ha de ser asignada
como “administrador” en la iglesia - tesorero, administrador-. Una persona
64
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
que no teme a Dios jamás podrá desempeñar esta función con integridad y
prudencia.
Brindar un servicio de excelencia en todo momento. Buscar la excelencia en la
administración financiera de la iglesia implica desarrollar un trabajo
ordenado, transparente y organizado. Es necesario que todo administrador
cuente con habilidades técnicas - conocimientos, métodos y técnicas- que le
permitan llevar a cabo su tarea con diligencia y eficacia.
Ser digno de la confianza de sus pastores y la iglesia. La confianza es un
requisito fundamental e ineludible para la designación de todo administrador.
La capacidad intelectual y el adiestramiento necesariamente deben ligarse a
la confianza. En mis años como pastor, he compartido en algunas ocasiones,
momentos de restauración y restitución junto a pastores que se vieron
defraudados por los administradores que habían designado en sus iglesias. Es
por ello, que debemos pedir la guía de Dios para este nombramiento y
no dejarnos llevar simplemente por las apariencias, el carisma o la formación
académica de los aspirantes. Dios debe guiar el proceso de selección de quien
se desempeñará como administrador o tesorero de la iglesia.
Ser previsor, buen consejero y hablar con la verdad. Este ítem guarda
relación con el anterior. En algunas ocasiones he visto iglesias asoladas por
incumplimientos financieros que han llegado a cerrar sus puertas, debido al
incumplimiento en los pagos de alquiler, servicios y otros compromisos
económicos contraídos. Un buen administrador debe hablar “siempre” con la
verdad, aun cuando ello ponga en evidencia sus falencias como administrador.
El orden, la organización y la transparencia en labor - como hemos
mencionado- son condiciones indispensables para el buen desarrollo de las
finanzas de la iglesia, ello le permitirá asesorar sabiamente a los pastores y
obreros respecto a la distribución y asignación de recursos; al mismo tiempo
en que, desarrolla estrategias de previsión.
Desarrolla sensibilidad a las necesidades contemporáneas y futuras de la
iglesia. El conocimiento global acerca del funcionamiento de la iglesia le
permitirá al administrador, anticipar y dar respuestas eficaces a las demandas
de la iglesia. Para ello, es necesario que desarrolle una planificación
estratégica en la distribución de los recursos y las reservas económicas de la
iglesia.
Este punto, es sumamente importante para el buen funcionamiento administrativo
de la iglesia, pues en muchas ocasiones, los administradores, intentan cumplir
eficientemente su tarea, a tal punto que se manifiestan reticentes a cualquier
inversión, incluso aquellas que no constituyen un gasto extraordinario. Mientras
65
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
escribo estas líneas, vienen a mi mente algunos recuerdos de ello; por ejemplo, hay
iglesias donde los administradores recomiendan utilizar el mismo material de
Educación Cristiana - dígase, materiales de Escuela Bíblica, discipulados, entre
otros- cada cierta cantidad de años. Imagínate que tus hijos y nietos utilicen los
mismos materiales que usaste en la clase de Párvulos. En otros casos, la falta de
sensibilidad y sabiduría que se pretende que los obreros o líderes solventen los
gastos de sus ministerios.
Estimado lector, debemos orar a Dios para que la administración financiera de la
iglesia sea de testimonio y ostente un servicio de excelencia, no de mediocridad.
“En aquellos días el número de los discípulos iba en aumento, pero también
comenzaron las murmuraciones de los griegos contra los hebreos, pues se quejaban
de que en la distribución diaria de ayuda las viudas de los griegos no eran bien
atendidas. Entonces los doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: No está
bien que desatendamos la proclamación de la Palabra de Dios por atender a las
mesas. Así que, hermanos, busquen entre todos ustedes a siete varones de buen
testimonio, que estén llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para que se
encarguen de este trabajo. Así nosotros podremos continuar orando y proclamando
la Palabra”.
(Hechos 6:1-4. RVC)
En síntesis, una adecuada administración de los aspectos financieros de la
iglesia implica la asignación de un administrador o tesorero, que desarrolle la
tarea con excelencia y diligencia, teniendo en cuenta que su servicio es para Dios,
quien a su debido tiempo recompensará su integridad. Como pastores, no
debemos descuidar, bajo ningún concepto, la supervisión de esta función. La
manera de evaluar el grado de eficiencia alcanzado en la administración no debe
limitarse al control de los pagos por servicios e insumos, sino también, en la
manera en que se planifican las inversiones futuras y el estado de las reservas
económicas de la iglesia.
Estimado lector, mientras escribo estas páginas, oro a Dios para que cada
una de las palabras que conforman esta publicación sean de bendición para tu
vida y ministerio. En el capítulo titulado “Plantación de iglesias”, encontrarás un
listado de aspectos básicos, elementales de la administración, que se deben
considerar a la hora de planificar la apertura de una iglesia anexa o satélite.
El pastor como administrador de la iglesia
En la presentación de este último principio, se distinguieron dos aspectos
de la administración en las iglesias. Por un lado, referida al proceso dinámico de
distribuir y regentar los recursos económicos y materiales de la iglesia y la
designación de un administrador o tesorero; y por otro lado, la tarea de
66
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
administración pastoral. A continuación, nos abocaremos exclusivamente al rol de
“administrador” que debe desempeñar todo pastor.
La “administración pastoral” hace alusión al rol de “mayordomía” que ejerce el pastor en cada congregación. Se emplea el término “mayordomía” pues, en consideración al sentido que se le atribuye en el Antiguo Testamento; el mayordomo administraba los bienes en la casa de su amo. En concordancia a ello, el pastor debe administrar los bienes de Cristo. En el Nuevo Testamento, el concepto de mayordomía - oikononos y epitropos- se amplía, y refiere a los servidores de Cristo como los dispensadores que Él ha designado para su iglesia, quienes deben ocuparse y velar por la buena administración en el servicio a Dios. Retomando la figura del pastor, podemos identificar con claridad que el concepto de mayordomía describe a la perfección, las funciones de este; el cuidado integral de la congregación mediante la enseñanza de la sana doctrina, el cumplimiento de los mandatos bíblicos y la búsqueda permanente de la santidad, como así también, la administración - supervisión- de las finanzas de la iglesia local.
Para llevar a cabo una sabia administración, es importante que el pastor tenga conocimiento de todo el funcionamiento eclesiástico. Ello, no sólo garantizará mayor organización, orden y eficiencia en la administración de los recursos materiales, financieros y humanos, sino también, la concreción de los objetivos y metas establecidas para el futuro. Aunque resulte reiterativo, es importante destacar que, en materia financiera, el pastor debe “supervisar” el buen funcionamiento de la tesorería. En cuanto a la administración de la iglesia local, propiamente dicha, refiere a la promoción, participación en el desarrollo y supervisión de las distintas actividades que tienen lugar en su iglesia. Seguramente, mientras lees este párrafo, pensarás que los pastores son una especie de “súper hombres”; capaces de estar en mil lugares a la vez, con suficiente fuerza física para participar en todas las actividades de la iglesia e incluso para responder a las demandas familiares, como ciudadano, entre otras. Claramente, esto es imposible de sobrellevar para un solo individuo; por eso, es fundamental que el pastor delegue responsabilidades en un cuerpo o equipo de líderes que lo acompañe en el ministerio y comparta su visión fielmente. Es decir que, el pastor, es el encargado de velar por la integridad y crecimiento espiritual de la congregación, al mismo tiempo en que, gracias al trabajo de un grupo de líderes o facilitadores que han sido entrenados y capacitados, supervisa el pleno desempeño de cada uno de los departamentos. Esta cooperación y trabajo en red, en un mismo sentir, da lugar al crecimiento de la iglesia, espiritual y cuantitativo.
En este sentido, la figura del pastor adquiere mayor trascendencia, pues si bien como ministro de Dios enseña (discipulado) y predica a los miembros de su iglesia con frecuencia, debe incluir, en sus presentaciones públicas y/o privadas con el equipo de colaboradores, la enunciación de la visión pastoral para esa congregación. Mencionar la visión que Dios ha revelado a cada pastor es determinante para su concreción y seguimiento. En mi experiencia como pastor, he aprendido que muchas veces - aún los líderes y colaboradores que compartieron más tiempo en el ministerio- no han entendido cuál era la visión pastoral y sin darse cuenta, en sus ministerios se alejaban de ella. Por lo tanto, querido pastor, te sugiero presentar la visión que has recibido de Dios, pues tal vez algunos miembros y colaboradores la desconozcan.
67
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Porque así como en un cuerpo hay muchos miembros, y no todos los miembros
tienen la misma función, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos
un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a los demás. Ya que tenemos
diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada, si tenemos el don de la
profecía, usémoslo conforme a la medida de la fe. Si tenemos el don de servicio,
sirvamos; si tenemos el don de la enseñanza, enseñemos; si tenemos el don de
exhortación, exhortemos; si debemos repartir, hagámoslo con generosidad; si nos
toca presidir, hagámoslo con solicitud; si debemos brindar ayuda, hagámoslo con
alegría”.
(Romanos 12:4-8. RVC)
El apóstol Pablo nos enseña que cada miembro de la iglesia debe ejercer sus
dones y ser de bendición para el resto de los integrantes. El servicio dentro de la
iglesia pone en funcionamiento los dones y talentos que Dios entregó a cada
persona con gran armonía, siempre que estemos dispuestos a caminar en su
voluntad. Cuando las personas no hacen la voluntad del Padre, esa armonía sufre
interrupciones; del mismo modo. El pastor, es quien debe velar y administrar
esos dones, ubicándolos en el ministerio correspondiente a fin de que cada
individuo crezca espiritualmente y sea de edificación para la iglesia en su
conjunto.
“El que descendió, es el mismo que también ascendió por encima de todos los cielos,
para llenarlo todo. Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos
para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que
todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios; hasta
que lleguemos a ser un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo; para que no seamos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por
todo viento de doctrina, por los engaños de aquellos que emplean con astucia
artimañas engañosas, sino para que profesemos la verdad en amor y crezcamos en
todo en Cristo, que es la cabeza, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad
propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.
(Efesios 4:10-16. RVC)
“Cuando los miembros no desarrollan sus dones,
la iglesia se debilita y enferma”
68
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Una iglesia sana, equilibrada, constituye la manifestación de amor y poder
de Cristo, somos una extensión de su gracia al alcanzar a aquellos que se
encuentran lejos de su camino e integrarlos a esta gran familia. La Biblia dice
que ni las puertas del Hades podrán vencer a una iglesia que deja fluir en ella
poder del Espíritu Santo (Mateo 16:18). La comunión y el amor fraternal entre
los miembros se refleja en cada acto que lleva a cabo el cuerpo de Cristo e
impacta profundamente en la sociedad en la que se encuentra inmersa. Por lo
tanto, desde la administración, el pastor, debe propiciar el desarrollo de
conexiones espirituales entre los miembros, semejantes a las coyunturas que
ligan a los distintos miembros de un cuerpo y cuyo funcionamiento independiente
otorga vida al conjunto del organismo. Cuando se descuidan o ignoran las
relaciones interpersonales y se pierde el propósito de la presencia de cada
miembro dentro de la iglesia, la confusión se apodera de los integrantes y el fluir
del Espíritu Santo se interrumpe.
Algunas consideraciones prácticas acerca de la administración pastoral
La actitud que desarrolle el pastor hacia las áreas administrativas es
decisiva. Un pastor que evita involucrarse en la administración, e incluso se
desliga de su supervisión, promueve ingenuamente el malestar y
disconformidad entre los miembros. Su apatía hacia estos asuntos de lugar a
la murmuración y la queja, mecanismos que el enemigo aprovechará para
atacar a la iglesia. Por otro lado, el pastor que se ocupa de “toda” la
administración, sin delegar ninguna tarea en sus colaboradores, tarde o
temprano, acabará exhausto y frustrado, pues no podrá responder a todas las
demandas eclesiásticas efectivamente al mismo tiempo. Es importante que
cada pastor entienda que su participación en la administración de la iglesia es
determinante, pero que aun así no podrá “dirigir” todas las actividades, por
ello fuimos constituidos algunos pastores, otros maestros, otros músicos, etc.
Una correcta administración de la iglesia representa la clave más efectiva
para expandir el evangelio y afianzar la permanencia de los miembros en ella.
Además, le permite al pastor conocer el funcionamiento general de la iglesia,
“ajustar” aquellas cuestiones que crea conveniente y estrechar lazos más
“La actitud que desarrolle el pastor hacia las
áreas administrativas es decisiva”
69
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
íntimos con el grupo de líderes y colaboradores que lo acompañan, al mismo
tiempo, en que se relaciona con la membresía en general.
El conocimiento profundo de la visión impulsa la misión. Tener en claro la
visión de la iglesia y participar en las actividades constantemente, permitirá
llevar a cabo todas las modificaciones que resulten necesarias para encuadrar
el funcionamiento a los objetivos establecidos. Un pastor u obrero que no se
involucra en las actividades eclesiásticas no podrá realizar corregir y
modificar aquello que perturba u obstaculiza mayor crecimiento. Un aspecto
importante que se debe contemplar es “compartir el saber y la experiencia”
con los nuevos obreros; pues nadie puede saber y hacer efectivamente si no
está preparado para llevar a cabo su función. Los líderes y colaboradores,
incluso el pastor, deben brindar tutoría a los nuevos miembros y líderes
respecto a las actividades que tendrán a cargo, obviamente, ellos le darán un
matiz particular en función de sus rasgos personales y el contexto en el que
deberán trabajar. Si éstos no aceptan con humildad las enseñanzas, no
debemos ofuscarnos, pues ya hemos cumplido con nuestro deber.
El entrenamiento permanente de líderes y colaboradores. Una manera de
supervisar la tarea que se lleva a cabo en cada departamento o ministerio
dentro de la iglesia es a través de la realización de reuniones quincenales o
mensuales, en las cuales cada líder o colaborador reporte los avances y
altibajos que experimentó en las
últimas semanas. Asimismo,
durante el encuentro, sus
compañeros y el pastor podrán
interceder por él y asesorar al
respecto. Además, en estas
reuniones resulta sumamente
enriquecedor que el pastor o un
invitado pueda compartir un tema
específico a fin de capacitar a los
obreros. Resulta conveniente
llevar un registro escrito de las
temáticas abordadas durante la
reunión y que al finalizar todos los
presenten firmen el acta
correspondiente. Este registro anecdótico permitirá evaluar avances y
retrocesos en el seguimiento de situaciones particulares que ameriten mayor
atención.
“Los líderes y colaboradores,
incluso el pastor, deben
brindar tutoria a los nuevos
miembros y líderes respecto de
las actividades que tendrán a
cargo. Obviamente, ellos le
darán un matiz particular, en
función de sus rasgos
personales y el contexto en el
que deberán trabajar”
70
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Resolución de situaciones problemáticas, “conflictos”. La Biblia es muy
específica al referirse a la manera en que debemos actuar ante un conflicto.
En Mateo 18:15-17, se nos exhorta a resolver las diferencias con la mayor
sabiduría y modestia posible. El pastor debe oficiar de mediador o bien,
designar a una persona que sea intermediario entre los implicados en el
conflicto.
Cada ministro, líder o colaborador debería actuar como un facilitador de
crecimiento. Sabemos que la administración de las finanzas y la agenda
eclesiástica, la integración y crecimiento espiritual de las personas constituye
uno de los asuntos más relevantes que deben atender el pastor como el equipo
de colaboradores. Ser “facilitadores” de crecimiento implica; ayudar a las
personas a identificar los dones que poseen, animarlos a utilizarlos para
bendecir a los hermanos y darle la gloria a Dios. Como ministros, nuestra
prioridad siempre debería ser “servir”, de ninguna manera, ser “servidos”;
por lo cual debemos actuar como promotores de nuestros prójimos.
La organización de la iglesia
El término organización es polisémico, es decir, que presenta múltiples
significados. En esta ocasión, ha sido señalado como uno de los dos requisitos
fundamentales que determinan la efectividad y estabilidad a la iglesia. Por lo
cual, este concepto hará referencia a dos sentidos específicos; el primero, para
asignar la estructuración formal de la institución, y el segundo, como el conjunto
de principios bíblicos teóricos y otras normativas propias de cada congregación
que encuadrará las líneas de acción que llevará a cabo la iglesia. Ambos aspectos
serán analizados con detenimiento en el siguiente capítulo.
Estimado lector, le pido a Dios que cada uno de estos principios te hayan
brindado claridad y te impulsen a analizar la realidad eclesiástica en la que eres
parte, a fin de llevar a cabo los ajustes que sean necesarios antes de emprender la
maravillosa experiencia de plantar iglesias anexas o satélites. Quiero animarte a
no desistir en la lectura, sino por el contrario, tomarte un tiempo de meditación,
oración y proyección; pues sólo así podremos brindar un servicio de excelencia
como nuestro amado Redentor merece. Al finalizar este capítulo, te sugiero
completar la evaluación que encontrarás en la última sección de este libro. Dicha
“Evaluación de contenidos” te permitirá fijar los conceptos más relevantes de Los
Doce Principios Bíblicos necesarios para la plantación de iglesias, que se han
analizado hasta aquí. Luego podrás continuar la lectura del capítulo siguiente.
71
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
EVALUACIÓN DE CONTENIDOS
CAPÍTULO 3
Principio de comunicación estratégica
El desarrollo de una comunicación estratégica resulta determinante, tanto para el desenvolvimiento saludable de la iglesia central, como en la apertura y desarrollo
de la iglesia satélite o anexa. Seleccione por lo menos tres beneficios de instaurar una cultura de comunicación estratégica en:
A. En la relación pastor iglesia general:
1- __________________________________________________________________ 2- __________________________________________________________________
3- __________________________________________________________________
B. En el equipo de colaboradores:
1- __________________________________________________________________ 2- __________________________________________________________________
3- __________________________________________________________________
C. En el proceso de plantación de iglesias:
1- __________________________________________________________________
2- __________________________________________________________________ 3- __________________________________________________________________
Principio de atracción y comunión
Realice una nueva lectura de este principio y defina con sus propias palabras el
concepto de “evangelización integral”. ¿Qué aspecto vincular debemos propiciar los pastores y líderes a fin de atraer personas al cuerpo de Cristo y fortalecer la
permanencia de los que ya son miembros? ¿Por qué es tan importante para el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la iglesia?
____________________________________________________________________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Principio del equilibrio
Este principio refiere a dos facetas importantes en la vida de todo cristiano que deben permanecer en constante equilibrio y dan testimonio de la presencia de
72
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Cristo en nuestras vidas. Describa en pocas palabras, algunas consideraciones respecto a cada una:
Vida marital.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________
Vida familiar.
____________________________________________________________________________________________________________________________________________
Principio de crecimiento
Al referirnos al crecimiento integral de la iglesia, debemos considerar dos
modalidades; un crecimiento cuantitativo y otro espiritual. La parábola del sembrador permite identificar, entre otras cosas tres facetas importantes que
promueven el crecimiento, explique sintéticamente a qué refiere cada una:
Preparación del terreno: ______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Entrenamiento de los obreros: ______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Las reglas del crecimiento: ______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
Principio de la administración y organización
A continuación, se presenta una serie de afirmaciones, evalúe su veracidad colocando V (verdadero) - F (falso) según corresponda. Justifique aquellas que
cree incorrectas. ( ) La administración financiera de la iglesia debe ser delegada en una persona
que oficie de administrador o tesorero, cuyo testimonio de vida refleje integridad y transparencia.
( ) El pastor, una vez designado el administrador o tesorero debe desligarse completamente de la administración financiera de la iglesia.
( ) El pastor no debe sobrecargarse con asuntos de la agenda eclesiástica, debe delegar su diagramación en otra persona y no perder tiempo y energías en ello.
( ) La actitud que desarrolle el pastor hacia las áreas administrativas es decisiva para su éxito.
73
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
SEGUNDA SECCIÓN
ESTRATEGIAS PRÁCTICOORGANIZACIONALES
74
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 4
ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
PARA IGLESIAS CON VISIÓN
CELULAR Y TRADICIONAL Un paradigma de visión de plantación de iglesias.
Como modelo, en esta oportunidad tomo a la iglesia madre de nuestra
institución (Catedral Cristiana), la cual después de varios años de aprendizaje y el
desarrollo de una visión pastoral de plantación de iglesias anexas o satélites,
basada en el constante anhelo de cumplir con el propósito de Dios para su iglesia:
impactar en la sociedad y proclamar las Buenas Nuevas a toda criatura. La
extensión del reino de Dios como meta ineludible, que hemos decidido alcanzar y
por la cual han orientado nuestros esfuerzos. Como iglesia nos hemos
comprometido a ser una “iglesia activa”, capaz de aprovechar cada una de sus
acciones para presentar el evangelio y promover el crecimiento espiritual y
cuantitativo de la congregación. Para ello, la estructura organizacional “en red”
que hemos desarrollado, nos permite funcionar como una unidad viva, con gran
armonía y eficacia. La cual puede trabajar en dos formas:
Estructura organizacional celular
Membresía General (CÉLULAS)
Responsables de los distintos departamentos **
Facilitadores o coordinadores de Células *
Supervisores o Presbíteros
Pastor Principal
DIOS
75
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
O estructura tradicional (no celular)
En la Biblia se presentan innumerables versículos que ejemplifican que la
tarea pastoral no recaía en manos de una sola persona; sino más bien, siempre
existía un cuerpo de colaboradores designados que acompañaba y secundaba al
líder espiritual, sin perder de vista el propósito de Dios y la visión revelada.
Algunos de estos ejemplos son:
Jesús designa a setenta discípulos, a quienes manda, de dos en dos, a
anunciar el mensaje del evangelio, sanar enfermos, enseñar y liberar a las
personas que eran oprimidas por demonios. (Lucas 10).
En Hechos 13 se detalla la presencia de distintos ministros que llevaban a
cabo, según sus dones y talentos, ministerios que edificaban la iglesia en
Antioquía.
Pablo en su carta a Tito, describe las cualidades que debían reunir los
ancianos y obispos. (Tito 1).
En Efesios 4:11-14, el apóstol Pablo detalla minuciosamente la
conformación de un cuerpo ministerial.
Como se puede comprobar, a la luz de la Palabra, Dios ha designado a un
cuerpo ministerial que se complementa en el servicio y bendice al pueblo de Dios.
Cada una de estas personas, pastores, evangelistas, profetas, maestros, diáconos,
Membresía General
Departamento de jóvenes, educación cristiana, hombres, mujeres, intercesión, etc.
Diáconos
Pastor Principal
DIOS
76
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
entre otros; aportan a través de su servicio al cumplimiento de la gran comisión.
Obviamente, cada designación y función a desarrollar debe ser revelada por Dios
y reconocida por el Pastor principal de la iglesia. Lamentablemente, en muchas
ocasiones, se presentan cristianos que se “autoproclaman” maestros en la Palabra
o grandes líderes espirituales, pero con el tiempo, esa envestidura se cae y sus
frutos demuestran lo contrario. También, suele suceder que muchos cristianos no
se animan a desarrollar su potencial, por temor o vergüenza, o bien porque no
encuentran el lugar apropiado para servir con sus dones y talentos. Como
pastores, debemos pedir a Dios discernimiento a fin de no caer en los engaños de
los falsos cristianos, y al mismo tiempo, impulsar a los miembros a desarrollar
plenamente los ministerios que Dios les ha encomendado. Dios nos ayude a no ser
piedra de tropiezo para aquellos hermanos y hermanas que han sido escogidos
por el Padre Celestial para llevar a sus ministerios e impactar con el servicio a
quienes se encuentran lejos de Él o no le conocen.
En la estructura jerárquica presentada, el “Pastor Principal”, es el encargado
de propiciar un trabajo en equipo, “en red”. Su participación permanente,
acompañamiento y capacidad de coordinación son requisitos importantes para
alcanzar eficacia y armonía en el grupo de trabajo. Una vida íntegra le
garantizará el reconocimiento de los colaboradores, quienes lo identificarán
como autoridad espiritual del cuerpo de Cristo y acompañarán su visión con
fidelidad. Es importante, a su vez, que el Pastor Principal desarrolle una actitud
de servicio y disposición hacia los colaboradores y los miembros en general. El
propósito primordial es que Cristo sea glorificado y presentado a toda criatura,
por lo tanto, el trabajo en equipo y bajo la misma visión son aspectos ineludibles
para su concreción.
Otro aspecto importante para el desarrollo del trabajo en equipo es que todos
los integrantes del cuerpo ministerial conozcan su función y la ejecuten. Para ello,
es importante la “formación” constante. En muchas ocasiones he escuchado a
líderes señalar con vehemencia los errores de otros, sin prestar suficiente
atención a sus acciones, o a otras cuestiones tales como madurez espiritual,
experiencia ministerial, entre otros, que pueden incidir en el desarrollo de
cualquier ministerio. Por lo tanto, para evitar enfrentamientos innecesarios,
conflictos y otras dificultades que perjudican el pleno desarrollo del ministerio, es
determinante que el Pastor Principal o quien designe, describa minuciosamente el
trabajo que debe desarrollar cada colaborador del cuerpo ministerial. Asimismo,
se debe aclarar cómo actuar y a quién recurrir ante una situación problemática.
Hemos sido llamados a ser luz en medio de la oscuridad, y como hijos de Dios, no
debemos permitir que circunstancias triviales obstaculicen u opaquen el servicio.
77
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
En este sentido, el Pastor Principal es el responsable de pastorear a la
congregación en general, y al mismo tiempo, al cuerpo de líderes o colaboradores
que lo secunda.
Sugerencias prácticas que favorecen el pastoreo del cuerpo ministerial.
Es importante desarrollar vínculos con todos los miembros del cuerpo
ministerial. En muchas iglesias, existe en el imaginario colectivo de sus miembros
y cuerpo ministerial cierta categoría de “líderes más importantes” y “líderes
menos importantes”. Si bien, Jesús desarrolló un vínculo más íntimo con Juan,
Jacobo y Pedro, a la hora de llevar a cabo su ministerio no hacía ningún tipo de
diferencias. Es cierto que, en las iglesias, los
pastores, contamos con la presencia de
líderes que nos han acompañado por muchos
años y con quienes hemos compartido
infinitas situaciones dentro y fuera de la
iglesia, pero este aspecto no debería
“condicionar” la relación dentro del cuerpo
ministerial. Es más, dichos hermanos
deberían “acompañar” a los nuevos líderes
en sus primeros pasos y “transmitirles” sus conocimientos. No imponerse, ni
someterlos; sino que, en una relación de amor, incentivarlos a brindar el mejor
servicio a Dios y crecer espiritualmente, siendo de bendición a todos los
hermanos.
El Pastor debe velar por el “crecimiento espiritual” de los colaboradores,
interesarse por sus vidas y compartir momentos de concordia, fraternidad con
ellos. Esto evitará que los colaboradores se sientan solos o utilizados para llevar a
cabo aquellas actividades que responden a los intereses del pastor. Con frecuencia
escucho a líderes que, confundidos, expresan: “Pastor, mi célula creció
considerablemente en este mes, seguro estará muy contento”, “Ese hermano es
mío, asiste a mi célula no lo pueden invitar”, “Pastor, su iglesia participa
activamente en las actividades de intercesión, estará muy satisfecho al ver la
tarea cumplida”, etc. Los pronombres subrayados dan cuenta de una propiedad
que no nos pertenece en realidad. Dios es el dueño de la iglesia y nosotros
somos simplemente sus “administradores”. Los líderes y colaboradores deben
entender que la obra es de Cristo y que el Pastor ha sido designado por Dios para
administrar su iglesia. De ninguna manera los cristianos deben confundir que la
tarea que llevan a cabo en el servicio es para “satisfacer” los deseos del Pastor, y
si es así, inmediatamente, debemos realizar los ajustes pertinentes, pues Dios es
el Soberano y ante Él rendiremos cuentas.
El acompañamiento y respaldo espiritual al cuerpo de colaboradores es una de las
funciones primordiales que debe efectuar el Pastor. Es un error pensar que los
“Dios es el dueño de la
iglesia y nosotros somos
simplemente sus
administradores”
78
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
líderes no pueden flaquear ni cometer errores, por ello, la presencia constante de
su líder espiritual es decisiva. Aquellos líderes y colaboradores que sienten y
experimentan una sensación de acompañamiento por parte de sus pastores, son
leales al propósito y la visión pastoral.
Compartir momentos de edificación espiritual con el cuerpo ministerial. Como ya
se ha mencionado en esta publicación, pasar tiempo de oración, escudriñar la
Palabra, compartir experiencias, entre otros, son instancias fundamentales para
garantizar la armonía y el trabajo en equipo.
Reconocer los logros alcanzados por los colaboradores, tanto en público como en
privado, y exhortar “en amor” ante los errores; son actos de madurez y sabiduría
que no deben faltar.
Aceptar que “siempre es un
buen momento para
discipular” nuevos líderes.
En mis años como cristiano
he visto ciertos “liderazgos
perpetuos”, es decir, que
siempre han estado en
manos de las mismas
personas y jamás se dio lugar a otra persona, hasta la muerte o ausencia del líder
de referencia. Como cristianos maduros debemos preparar a las nuevas
generaciones, a fin de que su servicio sea de excelencia y con entrega. Pensar que
debemos esperar un momento específico o una señal en particular para iniciar la
formación y entrenamiento de los nuevos líderes es un error habitual en las
iglesias. Integrar a nuevos hermanos al equipo de líderes y colaboradores traerá
un aire de renovación y frescura. ¡No perdamos el tiempo en trivialidades, el
tiempo de instruir a las nuevas generaciones es hoy!
Ventajas prácticas de trabajar en equipo
Si bien existen múltiples beneficios al trabajar en equipo, en esta
oportunidad, se presentan las más relevantes:
Desarrollo de un trabajo ordenado, con responsabilidades delimitadas y
compartidas.
La diversidad de individuos enriquece el trabajo y aumenta el porcentaje de
eficacia.
Se multiplican las fortalezas y se compensan las debilidades.
“Pensar que debemos esperar un momento
específico o una señal en particular para iniciar
la formación y entrenamiento de los nuevos
líderes es un error habitual en las iglesias”
79
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Promoción de lazos fraternos. Compañerismo, hermandad.
Equilibrio en el desarrollo de las tareas ministeriales.
Mayor capacidad de expansión y extensión del reino.
Balance en el ejercicio de dones y talentos.
Prevención del agotamiento mediante la correcta distribución de actividades y
responsabilidades ministeriales.
El acompañamiento permanente posibilita superar el desánimo, la amargura, el
resentimiento y la soledad
El trabajo en equipo promueve un desenvolvimiento “complementario” entre los
líderes, evitando así cualquier indicio de competitividad, celos y envidia.
Mejora la comunicación y las relaciones interpersonales.
Permite el fluir pleno del Espíritu Santo.
80
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 5
DE LA PLANIFICACIÓN A LA
CONCRECIÓN EN EL PROCESO
DE PLANTACIÓN DE IGLESIAS
Primera etapa: Oración y revelación
Esta primera etapa responde a los primeros cuatro principios presentados en
el inicio de esta obra.
Principio de Autoridad
Dios es el único Soberano
Principio de poder La oración nos permite tener una comunión plena
con Dios
Principio de revelación Dios nos revela su voluntad y el camino que
debemos seguir
Principio de tutoría Tomamos conocimiento y experiencia de un tutor o mentor que nos brinda asesoramiento
Estimado pastor, si Dios ha puesto en tu corazón el anhelo de abrir nuevas
iglesias, te animo a iniciar este camino tomado de la mano de Cristo, desde el
primer momento. Para ello, te sugiero que dediques un tiempo considerable de tu
agenda para buscar la presencia de Dios y pedirle que revele qué pasos debes dar
en su voluntad. Desde luego que servir a Dios como pastor de una de sus iglesias
es un verdadero honor, sin embargo, la tarea pastoral suele ser bastante ardua.
Por lo cual, debemos recurrir a los pies de nuestro Padre, a fin de llevar a cabo
con excelencia el ministerio que se nos ha encomendado. Para ello, debemos
experimentar una dependencia permanente hacia Dios.
81
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
En este caso en particular, es necesario que oremos específicamente por la
apertura de la nueva iglesia, esperando una señal de confirmación que nos
movilice a dar los primeros pasos.
Nehemías, sin ninguna duda, fue un gran “planificador” y cada paso que daba se
encomendaba a su Creador. Tomando el ejemplo de Nehemías, te invito a llevar a
cabo los siguientes pasos que te ayudarán a clarificar tu mente y alinearte a los
planes de Dios
Planificar un tiempo de oración especial
a- Un lugar para orar. La vorágine cotidiana, con frecuencia nos impide disfrutar de
un tiempo de oración pleno, en el cual las preocupaciones e interrupciones no
perturben nuestra comunión con Dios. Es importante que la oración alcance un
valor trascendente en nuestras vidas, constituye el recurso espiritual más
efectivo que disponemos los cristianos. En la Biblia podemos encontrar varios
ejemplos en los que Jesús se apartó de la multitud e incluso de sus discípulos y se
retiró a orar.
“Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas”
(Mateo 14:23)
“Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo:
Siéntense aquí mientras yo voy a orar”
(Mateo 26:36)
“Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de su
casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar”
“Cuando se despidió, fue a la montaña para orar”
(Marcos 1:35)
(Marcos 6:46)
“Es importante que la oración alcance un valor trascendente en nuestras vidas, constituye
el recurso espiritual más efectivo que disponemos los cristianos”
82
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“Él, por su parte, solía retirarse a los lugares solitarios para orar”
(Lucas 5:16)
b- Disponer tu corazón a la voz de Dios. Por lo general, los ministros aspiramos a
que la congregación que dirigimos sea llena del poder de Dios, que impacte en la
sociedad en la que se encuentra inmersa, que las finanzas no sean un
impedimento para llevar a cabo actividades que sean de bendición para los
miembros de la iglesia, entre otros. Sin embargo, es un requisito prioritario
“aquietar el alma” y rendirnos ante la presencia de Dios. No podemos pretender
que Dios nos revele sus propósitos si, en medio de la oración, estamos
preocupados en cómo organizar el servicio del domingo, si la tesorería cuenta con
el dinero para pagar las facturas de luz o el alquiler, entre otras cuestiones que el
enemigo introduce en nuestra mente con el fin de perturbarnos e inundarnos de
preocupación. El “exilio” puede ser una buena alternativa para evadir cualquier
distracción.
“Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y
quedo a la espera de tu respuesta.”
(Salmo 5:3)
c- Rendir alabanzas de gratitud a Dios. Muchos cristianos pronuncian sus oraciones
exclusivamente pedidos, reclamos y lamentos. Una sabia manera de acercarnos a
nuestro Padre Celestial es manifestando gratitud por todo lo que hace por
nosotros.
“Pero yo te ofreceré sacrificios con cantos de alabanza, y cumpliré todas mis
promesas. Pues mi salvación viene solo del Señor”
(Jonás 2:9. NTV)
“Es un requisito prioritario
“aquietar el alma” y rendirnos
ante la presencia de Dios”
83
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
d- Solicitar a Dios su constante intervención. Cuando Dios puso en mi corazón una
visión de plantación de Iglesias, recuerdo que oraba específicamente por cada uno
de los posibles lugares en que podríamos iniciar una obra. Innumerables veces, le
pedí a Dios que decidiera Él en qué lugar debía plantar la primera iglesia hija.
Créeme, estimado lector, que Dios respondió mis oraciones con gran exactitud;
poco a poco, cada lugar que habíamos considerado era descartado y uno, en Villa
Adelina, adquirió mayor valor y hasta sus dueños, tras enterarse de nuestras
intenciones para su inmueble, trataron de favorecernos de alguna manera en la
transacción de alquiler. Dios tuvo el control, desde el comienzo.
e- Escudriñar la Palabra. Acompaña la oración con momentos de lectura bíblica,
aférrate a las promesas y reclámalas.
“Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino”
(Salmo 119:105. NTV)
“Cuando la presión y el estrés se me vienen encima, yo encuentro alegría en tus
mandatos”
(Salmo119:143. NTV)
f- Compartir la visión con el cuerpo ministerial y otros tutores espirituales. Como
se ha mencionado en los primeros capítulos de este manual, la presencia de
“tutores” es determinante al momento de clarificar ideas. Asimismo, presentar la
visión ante el equipo de colaboradores y líderes de la iglesia local es fundamental
para su concreción. Recuerda que cada uno de ellos fue designado por Dios para
ese tiempo y acción en particular, sus vidas constituyen una bendición.
“Los planes fracasan por falta de consejo; muchos consejeros traen éxito”
(Proverbios 15:22. NTV)
Estimado pastor, si estás leyendo este manual, seguramente Dios ha puesto
en tu corazón el deseo de “plantar nuevas iglesias”, por ende, debes entender que
el tiempo de comunión íntima con Dios, es la clave para recibir revelación y
sabiduría. Martín Lutero dijo: “De la misma manera que la tarea del sastre es
hacer ropa, y la del zapatero remendar zapatos, la tarea del cristiano es la
oración.” ¡No pierdas el tiempo, anímate a desarrollar una vida de oración!
Segunda etapa: Plan Estratégico Preliminar de Plantación
de Iglesias
Esta segunda etapa constituye un verdadero paso de fe, pues en esta
instancia, el pastor y su equipo de colaboradores deberán elaborar un “Plan
Estratégico Preliminar de Plantación de Iglesias”. Para ello deberán analizar y
84
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
debatir de manera concreta cuál es el sentido que guía la apertura de una nueva
iglesia, qué recursos estarán dispuestos a utilizar y en qué tiempo proyectarán
llevar a cabo la apertura. Recuerda que la oración es fundamental y determinante
para caminar dentro de la voluntad de Dios. No caigas en el error de pensar que,
si la iglesia local dispone de los medios económicos para adquirir un inmueble y
acondicionarlo apropiadamente, la apertura de una iglesia hija tendrá éxito. De
ninguna manera. Dios debe guiar cada una de las decisiones y orientar cada paso.
“Porque Tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me
encaminarás”
(Salmo 31:3)
A continuación, se pone a disposición una plantilla con los criterios que
deben tener en cuenta a la hora de plantar iglesias hijas.
Plan Estratégico Preliminar de Plantación de Iglesias
Razones que motivan la apertura de
nuevas iglesias.
Visión pastoral respecto a la nueva
iglesia.
Población que se desea alcanzar.
Ubicación específica de la nueva iglesia,
accesibilidad.
Presupuesto requerido (financiero).
Recursos materiales necesarios.
Recursos humanos pertinentes.
Cronograma de actividades iniciales, que
permitan penetrar en el campo.
Estrategias de evangelización.
Estrategias de discipulado.
Tiempo estimado para la adquisición del
inmueble.
Tiempo estimado para su ambientación
edilicia
Tiempo estimado para dar inicio a las
actividades
85
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Nuestra experiencia como iglesia “plantadora de nuevas comunidades de
fe”, nos permite afirmar que el tiempo transcurrido entre la planificación (Plan
Estratégico Preliminar de Plantación de iglesias) hasta su concreción, varía en el
tiempo. Dicha variación depende, entre otros factores, de:
Recursos materiales y humanos de la iglesia local.
Acompañamiento, participación y compromiso hacia la visión pastoral de
plantación de iglesias satélites.
Comunidad y contexto en la que se iniciará la nueva iglesia.
El tiempo, por otro lado, constituye un aspecto relevante. Por lo cual, se
sugiere la elaboración de un cronograma específico, con plazos a cumplir bien
definidos. De lo contrario, las complicaciones que puedan presentarse, el
desánimo y la escasez de recursos – entre otros- pueden afectar el curso de
apertura y dilatarla en tiempo.
Un recurso estratégico que pueden utilizar los obreros involucrados en el
proceso de plantación de iglesias satélites es la elaboración de una “Línea de
Tiempo”. En ella podrán fijar metas a alcanzar a corto, mediano y largo plazo.
Asimismo, este recurso dará pie a un proceso paralelo de “evaluación”;
sumamente necesario para orientar la tarea de los obreros plantadores y, además,
medir los avances durante el proceso. En la tercera sección de este libro
encontrarás un modelo de Línea de Tiempo que puede facilitar el proceso de
planificación y supervisión respecto al grado de concreción de los objetivos.
Otro factor relevante en esta etapa es el acompañamiento de un “tutor o
mentor” que haya experimentado el proceso de plantación de iglesias satélites
con eficacia. Su presencia nos ayudará a identificar fortalezas y debilidades en el
proceso, ajustar las acciones que se desarrollan, entre otros.
“Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán”
(Proverbios 16:3)
Síntesis práctica de las primera dos etapas en el proceso de plantación de iglesias
satélites
1- El Pastor destina un tiempo considerable para orar, escudriñar la Palabra y
ayunar. Al estar en comunión íntima con Dios, podrá entender el propósito de
Dios para su iglesia y la nueva comunidad de fe que debe iniciar, tras recibir la
confirmación de Cristo.
2- Presentará, en primera instancia, ante el cuerpo ministerial y luego frente a la
congregación local su visión pastoral de plantación de iglesias satélites.
86
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
3- Llevará a cabo el Plan Estratégico Preliminar, donde detallará la población
destinataria, recursos materiales, financieros y humanos que se necesitarán, los
tiempos y actividades iniciales.
4- Búsqueda de un mentor/tutor que brinde asesoramiento, supervisión y
entrenamiento al pastor y el equipo de colaboradores.
5- Reclutamiento y capacitación de un grupo de colaboradores y líderes que estén
dispuestos a trabajar en la nueva obra (10 a 18 personas).
6- La oración intercesora debe ser un recurso espiritual permanente para todos los
involucrados en el proceso de plantación de iglesias.
Tercera etapa: Organización.
Esta etapa de “organización”, al igual que las dos anteriores, exige la
búsqueda incesante de Dios, quien guía a sus hijos y los anima a tomar las
mejores decisiones. Durante esta tercera etapa, es necesario que el pastor destine
nuevamente un tiempo exclusivo de oración, lecturas bíblicas y ayuno en favor, en
esta ocasión, del cuerpo ministerial que establecerá en la nueva iglesia y las
actividades que se llevarán a cabo en ella.
Es recomendable, iniciar el funcionamiento de la iglesia satélite atendiendo a cuatro pilares básicos, luego con el correr del tiempo se podrán incluir otros ministerios:
Intercesión.
Enseñanza de la Palabra (general).
Ministerio de niños.
Finanzas.
Esta selección no resulta como producto de un capricho, sino porque la
experiencia nos ha revelado que, durante los primeros pasos de las nuevas
iglesias, la “Oración” nos mantiene bajo sumisión y dependencia permanente
hacia Dios, la “Enseñanza de la Palabra” constituye la esencia del trabajo que se
realizará y atiende a los intereses de toda la población en general, el “Ministerio
de niños” actúa en una doble función, presenta el mensaje del evangelio a quienes
son más vulnerables y propensos en la sociedad contemporánea y, al mismo
tiempo, permite que los niños y adolescente echen raíces en la iglesia, puedan ser
discipulados y posteriormente formen parte del equipo de líderes en el futuro.
Respecto al Ministerio de Niños, Dios nos ha revelado una visión particular para
alcanzar con mayor eficacia a las nuevas generaciones mediante la “Iglesia de
Niños”. Gracias a los aportes de varios pastores originarios de distintos países de
América, sumada a la experiencia alcanzada en los últimos cinco años,
entendemos que la evangelización y el discipulado de los niños y adolescentes
deben ser una prioridad para la iglesia. Esta visión pastoral de la “Iglesia de
87
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Niños” se ha profundizado en una de mis publicaciones, te invito a ser un agente
de transformación de la niñez, implementando este modelo en tu iglesia local.
Finalmente, atender a las “Finanzas” nos permitirá administrar con sabiduría
los recursos económicos que se generen en la iglesia satélite a tal punto de llegar
a prescindir del sostén económico de la iglesia local y en un futuro, dirigir parte
de sus recursos económico hacia el mantenimiento de nuevas iglesias satélites.
Organización del cuerpo ministerial de la iglesia satélite
El pastor deberá seleccionar obreros que estén dispuestos a servir en la
iglesia incipiente. La plantación de iglesias es sin ninguna duda, una verdadera
aventura, pero también un gran desafío. Por ello, la selección de líderes y
colaboradores constituye una instancia muy importante, dado que cualquier error
en dicha selección perjudicará el pleno desenvolvimiento de la iglesia satélite.
“Nunca te apresures cuando tengas que nombrar a un líder de la iglesia. No participes en
los pecados de los demás. Mantente puro.”
(1 Timoteo 5:22)
En los capítulos subsiguientes encontrarás un análisis más preciso acerca
de las cualidades que debe reunir un verdadero líder. Sin embargo, existen tres
criterios fundamentales que todo pastor debería contemplar a la hora de formar
el cuerpo ministerial de la nueva iglesia. Estos tres indicadores resultan
determinantes para el desarrollo de la misión eclesiástica.
El siguiente esquema grafica de manera exacta la relación que existe entre
estas tres dimensiones de la vida cristiana.
Liderazgo
Eficiente
88
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La personalidad representa el conjunto de características físicas, genéticas
y sociales que reúne cada individuo en particular. Estas cualidades nos hacen
únicos y diferentes en relación con el resto de los sujetos, y en función de ellas,
los individuos actuamos de una forma u otra ante los distintos estímulos de la
vida cotidiana (conducta/ comportamiento). A su vez, la personalidad se compone
de dos elementos: el temperamento – de origen genético- y el carácter –fruto de
la interacción social-. Consecuentemente, los individuos desarrollan distintas
personalidades, algunos tienen una personalidad obsesiva, otros, extrovertida o
introvertida, creativa o compulsiva, etc. Considerar los rasgos de la personalidad
de los líderes constituye un factor importante, pues no deberíamos asignar o
hasta forzar a una persona en un campo de servicio en el que no se siente cómodo
o bien, no será de bendición para los miembros del cuerpo. En muchas ocasiones
los cristianos exigimos a otros que se expongan públicamente sin considerar el
tipo de personalidad de cada individuo. Mientras escribo estas líneas, vienen a mi
mente innumerables casos de personas que, al ser obligadas a exponerse en
público, decidieron apartarse de la iglesia, o bien, aquellos con personalidades
extrovertidas que, lamentablemente, fueron aplacados por otros miembros,
censurados y terminaron alejándose. Estimado lector, Dios perdone los errores
que hemos cometido a causa de nuestras inseguridades e ignorancia, y nos
instruya como pastores “promotores espirituales” de una generación de líderes
que impacte en gran manera en esta sociedad.
Las habilidades hacen referencia a los talentos, dones, aptitudes innatas y
adquiridas por las personas, que las califican como “competentes” ante una tarea
que resuelven con gran éxito. En este sentido, el pastor debería contemplar los
talentos y dones que posee cada aspirante al liderazgo, de manera concreta.
Recuerdo que una de las personas que marcó significativamente mi vida fue
Martha Palau. Esta mujer fue mi maestra de Escuela Dominical en Capilla del
Monte, Provincia de Córdoba. Tenía la habilidad de captar la atención de sus
alumnos durante un período considerable de tiempo y, además, motivarnos a
asistir asiduamente a sus clases. Una persona que dispone sus habilidades,
innatas y adquiridas, al servicio de Dios llevará a cabo su ministerio con
“pasión”; requisito primordial para la labor abnegada que todo cristiano debería
desarrollar. Estimado lector, déjame decirte, que la “pasión” por el ministerio
marca el funcionamiento y crecimiento de la vida eclesiástica. Una iglesia que
crece, sin ninguna duda, cuenta con la presencia de líderes apasionados por
brindar un servicio de excelencia que bendice a todo el cuerpo de Cristo.
Finalmente, la madurez espiritual refleja el proceso de crecimiento de todo cristiano. Se inicia cuando recibimos a Cristo como nuestro único Señor y Salvador y evoluciona a medida que procuramos agradar a Dios con nuestras vidas, buscar la santidad y semejarnos a Él. Si bien es un proceso continuo, que dura toda la vida, no concluye jamás. Pablo, expresa claramente que mientras vivamos en la Tierra, debemos proseguir y persistir hacia la meta.
89
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
“No es que lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo
adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está adelante,
sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su
llamamiento celestial en Cristo Jesús”.
(Filipenses 3:12-14)
Los signos más evidentes de madurez espiritual son la obediencia y el
compromiso de llevar una vida cristiana íntegra. La Biblia nos exhorta a llevar una
vida que refleje a Cristo en toda su magnitud, resignando los deseos de la carne.
“Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no sigan los deseos de la naturaleza
pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo
que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden
hacer lo que quieren”.
(Gálatas 5:16- 17)
“Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu”
(Gálatas 5:25. NVI)
El versículo bíblico de Gálatas 5:16, en la versión Reina Valera 1960, se
inicia con el imperativo “Andad”. Este vocablo proviene del griego peripateo, que
hace referencia a “caminar” hacia una dirección o meta en particular, siguiendo
un propósito específico. La palabra “andemos” que ha sido subrayada en la
“La “pasión” por el ministerio
marca el funcionamiento y
crecimiento de la vida
eclesiástica”
“Los signos más evidentes de madurez
espiritual son la obediencia y el
compromiso de llevar una vida cristiana
íntegra”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
segunda cita bíblica, deriva del griego stoicheo, y a diferencia del “andar”
mencionado en el versículo 16, hace alusión a un andar “paso a paso”, lentamente
bajo la tutela del Espíritu Santo. Por lo tanto, ese “andar” debe reflejar el dominio
y la sumisión al Espíritu Santo en nuestras vidas.
Alcanzar la madurez espiritual debe ser una prioridad para los cristianos,
para ello debemos desarrollar una relación íntima con el Creador, escudriñar la
Palabra y ser renovados por el Espíritu.
Estimado lector, te invito a tomar algunos minutos para “autoevaluar el
nivel de madurez espiritual” en el que te encuentras. A continuación, se
presentan una serie de pasajes bíblicos que te ayudarán a reflexionar al respecto.
Luego, pídele a Dios que renueve tu ser y por su gracia, puedas crecer
espiritualmente dejando atrás todo lo que impide el fluir de su Espíritu.
2ª Timoteo 2:15.
2ª Timoteo 3:16-17.
Hebreos 5:13-14.
2ª Pedro 1:3-9.
Hebreos 13:20-21.
La capacitación de líderes representa una tarea inminente para los pastores
y aquellas personas que lo secunden. Como se ha presentado en el cuarto y quinto
principio- Principio de tutoría, Principio de Liderazgo- en los primeros capítulos
de esta publicación, la instrucción y el entrenamiento de los líderes brinda
seguridad y estabilidad al desarrollo de la misión de la iglesia. Asimismo, la
visión pastoral es aceptada y respetada fielmente, cuando los líderes son
formados por sus pastores y/o tutores espirituales.
Recuerda, que la madurez espiritual promueve
el equilibrio necesario para el desarrollo pleno del
liderazgo. Cuando una o dos de las dimensiones tiene
preponderancia, el desequilibrio repercute no sólo en
la vida del líder, sino también en la vida eclesiástica.
Por ejemplo:
Cuando el liderazgo se basa en la personalidad y la
madurez espiritual del individuo, se da paso al
desarrollo de “habilidades” que deben enfocarse en
favor del servicio. En este caso, es necesario
capacitar al líder en el área de servicio hasta que
alcance cierto crecimiento.
Cuando el liderazgo se basa en la personalidad y las habilidades del individuo,
entra en acción la moralidad y el Espíritu Santo no tiene control sobre esa vida.
“La capacitación de
líderes representa
una tarea inminente
para los pastores y
aquellas personas
que lo secunden”
91
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Identidad*
Cuando el liderazgo de basa en las habilidades y la madurez espiritual, se da
paso a la frustración, ya que el líder se siente incapaz de llevar a cabo un servicio
de excelencia, pues la inseguridad lo convierte en una persona inestable.
El Principio del Propósito y el Principio de la Misión que se presentaron en
los primeros capítulos de este manual, permiten identificar el “Liderazgo
eficiente” que se requiere durante el proceso de plantación de iglesias satélites y
el crecimiento de esta.
Dimensiones de la vida cristiana que responden a un liderazgo eficiente
Ser renovados por el Espíritu Santo.
Fortalecidos en la fe en Cristo. Santidad e intimidad con el Padre.
(*) Tener en claro quiénes somos en Cristo, más allá de nuestras cualidades específicas.
Formar parte del Cuerpo de Cristo
Capacitación
Madurez Espiritual
Habilidades
Personalidad
Iglesia
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Impacto del Principio de Comunicación Estratégica
en el proceso de plantación de iglesias satélites
Una vez conformado el “Equipo de Líderes Ministeriales” que acompañará al
pastor de la iglesia local en el proceso de apertura de la iglesia satélite, es
inminente que comunicar con suma claridad la visión y misión de la nueva
iglesia. También, es importante describir la función que desempeñará cada
individuo. Dado que el proceso de apertura de una nueva comunidad de fe, resulta
una experiencia novedosa para la mayoría de los líderes, “todos” deben ser
capacitados a fin de garantizar un servicio de excelencia que refleje a Cristo e
impacte en la sociedad circundante. No importa cuántos años de cristianismo
tengan los líderes, entiende, querido lector, que todos deben recibir
“entrenamiento”.
Es importante concertar encuentros con el Equipo de líderes en los cuales
se establezcan ciertas modalidades de funcionamiento que, seguramente, distarán
de los servicios que habitualmente se llevan a cabo en la iglesia madre.
Los planificar los primeros acercamientos e intervención en la comunidad
como “iglesia” requiere de un tiempo de reflexión y planeamiento estratégico. Es
necesario entender, que la aparición de una iglesia nueva, suele ser un evento que
moviliza a la población, para bien o para mal. No se trata de invadir la comunidad
e incomodar a la población con grandes espectáculos, más bien, debemos dar
testimonio de amor y bondad a través de nuestras vidas. Debemos pensar, que la
gente debe sentir curiosidad e interés en acercarse al templo.
Cuarta Etapa: Apertura de la iglesia satélite
Los últimos principios que se han presentado –Principio de Atracción-
Comunión, Equilibrio, Crecimiento y Organización- ofrecen sólidos fundamentos
para entender cómo debería ser la inserción de la nueva iglesia dentro de la
“No importa cuántos años de cristianismo tengan los
líderes, entiende, querido lector, que todos deben
recibir entrenamiento”
93
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
comunidad. Asimismo, en el siguiente capítulo, se profundizan algunos aspectos
alusivos a la organización y dependencia hacia la iglesia madre.
El objetivo fundamental que debe
perseguir la iglesia satélite es
propiciar el acercamiento de las
personas a Cristo y animarlos a
convertirse en sus discípulos. Para
ello, es importante que las
actividades se inicien
progresivamente y lleguen a ser
promocionadas dentro de la
comunidad. Una opción viable, es
iniciar las reuniones, por ejemplo, en las casas de aquellos cristianos que ya son
miembros de la iglesia local y que viven en las inmediaciones. Una vez que el
inmueble- comprado o alquilado- se encuentre en condiciones, las actividades
deberían llevarse a cabo en él.
Es en esta última etapa, que vemos el respaldo de Dios de manera concreta.
Una iglesia que abre sus puertas, siguiendo la voluntad de Dios, crece
inevitablemente. No pasa desapercibida en la comunidad.
Para el acto de inauguración de la iglesia, se debe organizar con
anterioridad una campaña de promoción, en la que se invite a participar a la
comunidad.
“Una opción viable, es iniciar las
reuniones, por ejemplo, en las casas de
aquellos cristianos que ya son miembros
de la iglesia local y que se viven en las
inmediaciones”
94
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 6
EL LÍDER Y EL PROCESO DE
PLANTACIÓN DE IGLESIAS
Diversos estudios dirigidos a la formación de líderes exitosos han puesto en
evidencia que todo líder, inicia sus primeros pasos en el liderazgo eficaz, al salir
de la “trinchera”. Es decir que, pensar que una persona se convierte en un líder
eficiente, simplemente por haber sido designado para dirigir determinada
operación y coordinar a un grupo de individuos que le debe lealtad y fidelidad a
su visión, es un completo “error”. Muchos individuos ocupan lugares de prestigio
dentro de las distintas organizaciones, pero no siempre son reconocidos como
“verdaderos líderes” y mucho menos, alcanzan el éxito gracias a su desempeño.
La iglesia no es un ámbito de excepción, muchas veces podemos identificar
personas que no se encuentran cómodas en su liderazgo o bien, no cuentan con
las condiciones apropiadas para ejercerlo exitosamente.
El primer paso para desarrollar un liderazgo eficiente es ocupar un
lugar o posición “legítimo” dentro de la institución eclesiástica. Con frecuencia
veo a personas que no están dispuestas a ejercer un liderazgo en obediencia y
sumisión hacia las autoridades de la iglesia; y en consecuencia, prefieren
dedicarse a “boicotear” el trabajo que llevan a cabo otros líderes. Si bien, la
posición no garantiza el desarrollo de un liderazgo eficaz, legitima su ejercicio
dentro de la institución.
El segundo paso exige involucrarse con las personas que se encuentran
bajo su influencia. Tratar a las personas con respeto y cortesía es una condición
fundamental para captar su atención y
convocarlos a participar en las distintas
actividades que lleva a cabo la iglesia.
Muchos líderes no alcanzan a comprender
el valor estratégico del respeto y la
consideración hacia las personas. Una
persona amable, tolerante y contemplativa
hacia el resto, adquiere cierto prestigio
intrínseco y se vuelve rápidamente
acreedora de la confianza y fidelidad de las
personas que están a su cargo. De manera contraria, quienes subestiman y
descuidan los vínculos interpersonales, tienden a “ahuyentar” a los miembros de
“El primer paso para
desarrollar un liderazgo
eficiente, es ocupar un lugar o
posición “legítimo” dentro de la
institución eclesiástica”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
su grupo. Estimado lector, el secreto para iniciar un vínculo apropiado con los
integrantes del grupo que lideras depende de tu “disposición” más que de la
“posición” que ocupes. A medida que se fortalecen los lazos interpersonales, el
grupo comienza a compartir la misma visión que el líder. Es por ello, que los
líderes eficientes deben involucrarse e interesarse en la vida de los integrantes
de su grupo de incidencia. De hecho, en la misma magnitud en que se
comprometen a potenciar e impulsar a los miembros del grupo, incrementan su
capacidad de liderazgo. En reiteradas ocasiones, los líderes espirituales pierden
de vista el impacto que generan en las vidas de aquellos a quienes influencian.
Una vida puede ser transformada por la influencia espiritual de su líder.
Ejercicio práctico para identificar el estilo de liderazgo que tal vez estás
desarrollando
Te invito a leer la siguiente encuesta y marcar con una cruz (X), aquellos
aspectos con los que te identificas. Seguidamente, podrás determinar en función
del resultado obtenido, cuál es estilo de liderazgo negativo que está opacando tu
liderazgo eficaz.
Rasgos característicos de liderazgo Marcación
1 Cuando un integrante del equipo desarrolla un
trabajo excepcional, te sientes incómodo y le sugieres que
evite sobresalir.
2 Te sientes incapaz de brindar soluciones a las personas
que se encuentran a tu cargo o al hacerlo, escasamente
son correctas.
3 Consideras que el crecimiento del grupo que lideras es
producto de tu perfecto desenvolvimiento.
4 Sientes una constante necesidad de supervisar las tareas
que llevan a cabo los miembros del grupo.
5 Tiendes a imponer “tu manera” de pensar y hacer las cosas, más allá de las circunstancias y deseos del grupo.
“El segundo paso exige involucrarse con las
personas que se encuentran bajo su influencia”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
6
Las personas a tu alrededor describen tu liderazgo como
impredecible, no logran anticipar tus reacciones. Te
calificas como “espontáneo”
7 Ante una cuestión en particular, prefieres mantenerte “neutral”, sin tomar ningún partido.
8
Tienes la capacidad de captar la atención de los
miembros del grupo y priorizar tus deseos e intereses,
valiéndote de sus esfuerzos.
9 Te molesta cuando un líder mayor que tú, te da su opinión o aconseja respecto a tu liderazgo.
10 Piensas que todo lo que sucede en el grupo, debe ser de tu conocimiento.
11 En tu trabajo, nadie realiza las actividades con tanta
dedicación y eficacia como tú.
12 Te preocupas por terminar las tareas que te asignan, de la manera más rápida – aunque no con excelencia-
Existen diversos estilos de liderazgo y cada uno de ellos influencia en
alguna manera al entorno en el que se encuentran. Dado que el perfil del líder
eficaz será abordado profundamente hacia el final de este capítulo. Nos
detendremos en analizar, ciertos estilos de liderazgo que no resultan muy
productivos, pero que sí son frecuentes.
Referencias:
Para identificar si tu liderazgo se encuentra empañado, identifica el par marcado.
En caso de haber marcado más de una opción o no coincidir en el par de
referencias, es posible identificar la predominancia de determinado liderazgo.
Líder dubitativo, inseguro: 1 y 10.
Líder limitado, sin visión: 2 y 12.
Líder egocentrista, individualista: 5 y 8.
Líder ineficaz, inepto: 6 y 9.
Líder ecuánime, imparcial: 3 y 7.
Líder ofuscador, obsesivo: 4 y 11.
El líder dubitativo se caracteriza por creer que todo a su alrededor se
relaciona de alguna manera con él. A diferencia del líder obsesivo, que también
cree que nada puede escapar de sus manos, el líder dubitativo, se siente
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
perseguido y temeroso de que cualquier persona le robe protagonismo, la
inseguridad tiñe su mente y tiende a manipular la realidad a tal punto que puede
perjudicar hasta a sus seres queridos, con la única intención de no dejar de ser el
centro. La mentira, la malversación de información y hasta el sometimiento de
quienes están a su lado son sus estrategias constantes. En cambio, el líder
obsesivo cree que nadie podrá superarlo y no tolera quedarse afuera de cualquier
asunto, sin importar cuán insignificante sea, él debe ser parte. En otro extremo
de esta posición, podemos ubicar dos estilos de liderazgo; el líder limitado y el
líder ineficaz. El líder limitado es aquel que no logra comprometerse con la tarea
y todo lo que pasa entre sus manos se caracteriza por la mediocridad. He notado
con cierta pena, que muchos cristianos no logran comprometerse en un
ministerio y prefieren “recibir”. “No pastor, yo prefiero recibir en este tiempo, ya
di mucho”, “Hace tres años yo servía como maestro de Escuela Bíblica, pero
ahora estoy en un pequeño impasse”, “Pastor suspendí el ensayo de músicos, con
ellos no se puede hacer nada, no se comprometen, llegan tarde y siempre tienen
mil excusas para no asistir”. Comentarios como estos son frecuentes en las
iglesias y se repiten con mayor intensidad en los últimos años. Dice la Biblia en el
libro de Proverbios, “Donde no hay visión, el pueblo se extravía”, el líder
limitado, sin visión, es incapaz de ver el horizonte y trazar un plan que lo lleve
hacia ese lugar pues ha perdido todo interés y pasión en su tarea. Al igual que el
líder limitado, el líder ineficaz carece de un plan para llevar a cabo su labor y con
gran frecuencia pierde el rumbo, ya que no sabe hacia dónde debe ir y tampoco se
“ocupa” en prepararse para alcanzar mejor resultado y/o bendecir al grupo que
lidera.
“Donde no hay visión (revelación), el pueblo se desenfrena.”
(Proverbios 29:18 a. LBLA)
El líder egocéntrico desarrolla una fuerte tendencia a privilegiar sus
intereses por sobre el resto de los miembros de su grupo. De cada situación que
se le presenta se ve en la necesidad de alcanzar algún privilegio.
El abstenerse es la principal cualidad del líder imparcial. Estas personas no
adoptan una posición ante cualquier situación cotidiana; es decir, que no tienen
una filosofía que oriente el curso de su vida. En cierta ocasión me contaron la
historia de un joven maestro que se había presentado ante el Concejo Escolar de
Texas para solicitar una vacante, pues en su pueblo los efectos de la Gran
Depresión habían afectado a la población y hasta la humilde escuela en la que
trabajaba había cerrado sus puertas. Al presentarse en la entrevista, uno de los
miembros del Concejo inició la evaluación de contenidos preguntándole si la
Tierra era redonda o plana, en su desesperación por quedar bien con las
autoridades, respondió: “Si usted quiere, puedo enseñarla de ambas maneras”.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Permanecer neutral ante ciertas ocasiones puede ser muy atinado, pero cuando
esta postura se vuelve permanente de ninguna manera es sana, ni para quien se
muestra imparcial, ni mucho menos para quienes lo rodean.
Perfil del Líder eficaz
El liderazgo puede ser una posición – dado que el individuo fue designado
por una autoridad competente- o una disposición. Aunque parezca extraño,
muchos líderes piensan que al ser designados tienen las condiciones suficientes
para dirigir a un grupo de personas, y es así como inician su gestión con mano
fuerte, imponen sus deseos, no se animan a tomar decisiones importantes, temen
acercarse demasiado a los integrantes del grupo y hasta pueden llegar a padecer
cierto delirio de persecución. En este caso, lo que poseen es la legitimidad de su
función, pues han sido nombrados por las autoridades. La disposición se refiere a
la actitud y aptitud que desarrollan quienes deciden comprometerse con el
liderazgo y llevar a cabo una gestión eficaz.
El líder eficaz goza de la legitimidad de su posición, pues ha sido designado
por las autoridades competentes. Una persona que no recibió el nombramiento,
aunque sea proactiva, carismática, desarrolle de manera excepcional su tarea y
cuente con el apoyo incondicional de los miembros del grupo, no ejerce un
liderazgo legítimo pues no ha sido designada en esa función. En muchas
ocasiones, dentro de los grupos, incluso en las iglesias, existen personas que
desarrollan un liderazgo “paralelo”, justificando su accionar en las escasas
aptitudes del líder. Déjame decirte, estimado lector, que Dios no aprueba este
comportamiento. La obediencia en todo momento es recompensada por nuestro
amado Padre, no importan si el líder no es espontáneo, carismático o un gran
orador, Dios lo ha puesto en ese lugar.
Es importante que el líder establezca vínculos con todos los integrantes
del grupo, dado que la fluidez de su relación promoverá o no, que éstos
apoyen la visión del líder. Involucrarse e interesarse en cada miembro es
determinante para el logro de cualquier tarea. La empatía que desarrolle el líder
con el grupo influirá definitivamente en la concreción de las metas propuestas.
Al enfrentar una tarea, el líder eficaz, debe presentar cuál es la meta y el
plan para llegar a ella. Al conocer las fortalezas y debilidades de cada integrante,
deberá distribuir las tareas considerando el bien común del grupo, no las
individualidades. Trabajar desde las fortalezas y el aprendizaje grupal garantizará
gran parte del éxito.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La planificación del tiempo y las actividades es primordial, sin embargo, un
buen líder, entiende que cultivar los vínculos en el interior del grupo, invertir en
sanas relaciones es la clave del éxito.
Aceptar el desafío del liderazgo, implica disponerse hacia la superación; pues el
líder deja de pensar en sí mismo y propicia el bien común. Deja de lado sus
intereses y el orgullo y se esmera en alcanzar la excelencia. Entiende que el
desarrollo personal está ligado al crecimiento y avance del grupo. Reconocer lo
mejor en todas las personas es un desafío, pero al hacerlo, el líder promoverá el
desarrollo de un mayor sentido de apertura, compromiso y fidelidad en los
miembros. Además, inspirará a las personas a brindar sus mejores esfuerzos en
cualquier proyecto que éste le presente.
El líder eficaz en el proceso de plantación de iglesias
“Al volver a Cades, en el desierto de Parán, se presentaron ante Moisés y Aarón y toda
la congregación de los hijos de Israel, y les dieron la información y les mostraron
los frutos de la tierra. También dijeron: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos
enviaste. Ésta ciertamente fluye leche y miel, y aquí tienes sus frutos. Pero la gente
que habita esa tierra es fuerte, y las ciudades son muy grandes y fortificadas;
además, allí vimos a los hijos de Anac. Los amalecitas habitan en el Néguev, los
hititas, jebuseos y amorreos habitan en el monte, y los cananeos habitan junto al
mar y en la ribera del Jordán. Caleb pidió al pueblo que se callara delante de Moisés y
dijo: Subamos, pues, y tomemos posesión de esa tierra, porque nosotros podremos
más que ellos. Pero los que habían ido con él dijeron: No podemos atacar a ese
pueblo, porque ellos son más fuertes que nosotros. Además, entre los hijos de Israel
hablaron mal de la tierra que habían explorado, y hasta dijeron: La tierra que
recorrimos para explorarla se traga sus habitantes. Toda la gente que allí vimos son
hombres de gran estatura. Allí vimos también gigantes. Son los hijos de Anac, esa
raza de gigantes. Ante ellos, a nosotros nos parecía que éramos como langostas; y a
ellos también así les parecíamos”
(Números 13:26-33)
“Al iniciar el proceso de plantación de iglesias hijas, los
obreros no entenderán la visión en toda su magnitud,
simplemente te acompañarán por lealtad a tu ministerio”
100
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
¨Mientras Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Yefune, que eran dos de los que habían
ido a explorar la tierra, se rasgaban las vestiduras y hablaban con toda la
congregación de los hijos de Israel. Les decían: La tierra que recorrimos para
explorarla es una tierra sumamente buena. Si el Señor se agrada de nosotros, Él
mismo nos introducirá a esta tierra y nos la entregará; ¡es una tierra que fluye
leche y miel! Así que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de la gente de esa
tierra. ¡Nosotros nos los comeremos como si fueran pan! No les tengan miedo, que
el dios que los protege se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Señor”.
(Números 14:6-9)
Josué y Caleb fueron capaces de ver en medio de la adversidad, confiaron
en las promesas que Dios había pronunciado en favor del pueblo de Israel, más
allá del reporte pesimista que habían anunciado diez de los exploradores, más
allá de la presencia intimidante de los gigantes y sus ciudades fortificadas. Los
líderes eficaces, tienen la certeza de su llamado y confían en que Dios los
acompaña a cada paso que dan. Logran ver oportunidades en cada desafío y
pueden influir en los demás, capacitándolos y animándolos a no conformarse con
la mediocridad, sino que aspiran a la excelencia.
El pastor que guía el proceso de plantación de iglesias satélites deberá
animar a los obreros que lo acompañan a llevar a cabo con excelencia y fidelidad
cada tarea encomendada, a no decaer cuando los resultados no son los esperados
y a considerar cada error o falencia como la oportunidad de superarse. Es
importante, querido pastor, que comprendas que al iniciar el proceso de
plantación de iglesias hijas, los obreros no entenderán la visión en toda su
magnitud, simplemente te acompañarán por lealtad a tu ministerio. Una vez
iniciado el emprendimiento, poco a poco, se adherirán al plan y lo adoptarán
como propio. No te desanimes, si en un principio no logras gran adhesión al
proyecto de plantación de iglesias satélites, dado que muchos cristianos piensan
que invertir en una nueva iglesia representa un gasto innecesario o bien, temen
perder la estabilidad financiera de la iglesia madre. Por ello, como se ha
presentado con insistencia en varios capítulos de esta publicación, desarrollar
una vida de oración es la clave para que los corazones de los miembros y obreros
de la iglesia reconozcan el valor de dicha apertura para el cumplimiento de la
gran comisión.
Estimado, no importa cuál sea tu función; pastor, líder u obrero, Dios no te
ha llamado a cuestionar la posición o el trabajo que llevan a cabo las autoridades,
ni mucho menos su voluntad. Dios exige que sus hijos desarrollen un corazón
sensible a su voz, obediente y fe, aun para ver “esa tierra prometida” en donde
sólo se encuentran proyectos e ilusiones. ¡Dios no ha cambiado, es el mismo!
101
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 7
CÓMO PRESERVAR LA “UNIDAD”
DE LAS IGLESIAS SATÉLITES
BAJO UN MISMO MINISTERIO Uno de los problemas más frecuentes que deben enfrentar los pastores de
las diversas denominaciones, culturas y países, es lo que podríamos llamar el
“Síndrome de la hija perdida”.
La indiferencia, autoexclusión, competencia y en el caso más extremo,
separación total de una “iglesia hija” – ya sea, una obra de expansión, anexo o
congregación satélite- es, sin ninguna duda, un momento crítico para la iglesia
local. En ocasiones, todo comienza con una sutil actitud de autonomía e
independencia que, lejos de señalar crecimiento y madurez, en algunos casos
esconde un espíritu de rebelión, que como resultado final da lugar a la ruptura
del vínculo con el ministerio que la “dio a luz” y en consecuencia, se “des
configura” su identidad esencial.
Después de observar de cerca un gran número de iglesias
hispanoamericanas y habiendo recogido de primera mano las conclusiones de
pastores que, durante varias décadas, buscaron una y otra alternativa para que la
multiplicación de obreros y comunidades perduren en el tiempo, estuve a punto
de rendirme frente a una tendencia pesimista: no hay manera de evitar que las
divisiones afecten a la iglesia, sin la unidad de esa “red de congregaciones”,
conectada desde sus raíces y hasta los frutos con la iglesia- madre.
Preservar la unidad siempre ha resultado un desafío sobrenatural. Sin embargo, a
fuerza de golpes y luchando por no claudicar a la visión original, he descubierto
algunos principios prácticos de organización, delegación de autoridad y –
principalmente- sobre cómo cuidar el corazón de nuestros obreros y discípulos.
Este capítulo presenta una serie de consideraciones a tener en cuenta, para
evitar el “desmembramiento” de la visión pastoral y, en consecuencia, de la “red
de congregaciones” que forma progresivamente la iglesia que sigue una visión de
plantación de iglesias satélites.
La iglesia-madre debe ser la promotora de una visión apostólica; funcionar
como una “Jerusalén” quien genere y envíe equipos ministeriales, capacitados
para llevar el evangelio a lugares estratégicos, hacer discípulos y establecer los
102
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
fundamentos para nuevas iglesias-hijas. Esto convierte al “Pastor Principal” en
un verdadero mentor de “Supervisores y/o líderes”. Esta designación variará
según la cultura congregacional. Los supervisores o presbíteros deben estar
debidamente impregnados de la visión, espíritu de servicio, lealtad y unidad.
Sólo así, el ciclo de plantación de iglesias puede sostenerse sin descuidar la base
estratégica –o centro misionero regional- en el cual se convierte la iglesia-madre.
Organización denominacional
(CEN)
IGLESIA MADRE
“Jerusalén” impulsa y solventa
la Visión Apostólica
PASTOR-MENTOR
Predica cada
domingo en una
congregación
diferente
EQUIPO DE
SUPERVISORES
Respaldan al
Pastor-Mentor en las tres
congregaciones
EQUIPO DE PLANTACIÓN A
Traslada ministerios
para poner los fundamentos
IGLESIA HIJA
“Antioquía”. Repite
el ciclo en sinergia
con las otras 2
comunidades
PRESBITERO
Coordina células
y lidera
ministerios en la
iglesia-hija sin
predicar el
domingo ni ser
designado pastor
local
IGLESIA HIJA
“Samaria”. Es
plantada y
consolida la
misma visión de
su Madre.
EQUIPO DE PLANTACIÓN B
Se suma al A y
reproduce el
modelo original.
IGLESIA MADRE
Convoca a todas las
filiales una vez cada
30/45 días para
fortalecer la unidad
y refrescar la visión
103
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
La Organización Denominacional es quien funda a la iglesia madre y levanta al pastor
principal respetando siempre el procedimiento desarrollado en el capítulo 4.
Después de un tiempo prudente, en el que la nueva congregación se
afianza, lejos de concentrarse únicamente en su propio crecimiento; pues el
modelo que alentamos es que esta joven “Samaria”, contribuya con la iglesia-
madre, aportando en la medida de sus posibilidades con su intercesión, obreros,
materiales, finanzas, entre otros, para lograr así un mayor potencial en el
próximo equipo de plantación. El objetivo es reproducir el modelo y no estancar
el fluir de ese espíritu original.
De la sinergia generada entre la iglesia-madre y su primera iglesia-hija,
nacerá una nueva “Antioquía”, plantada siguiendo el mismo modelo, pero con un
proceso más enriquecido por la experiencia acumulada por los obreros
involucrados en este proceso.
¿Por qué es recomendable y sugerimos el uso de iglesia
“satélite” para referirnos a los frutos del ministerio
plantador?
El concepto es extraído del fenómeno que observamos en la creación de
nuestro Dios, desde el aspecto de la astronomía. Un satélite como la Luna es un
cuerpo celeste opaco, es decir, no tiene brillo propio: refleja la luz que le llega del
Sol; además, un satélite tiene la particularidad de girar alrededor de un planeta,
en este ejemplo corresponde a la Tierra. En este sentido, encontramos una
enseñanza maravillosa; el único brillo que debe destacarse es el nombre y la
gloria del Señor Jesucristo, Cabeza del Cuerpo. Cada iglesia local, cual planeta,
establece una órbita de alcance y administra a sus satélites que se mueven bajo su
influencia y tienen una dependencia directa de ella.
Es importante aclarar que en cada nueva comunidad que nace y es plantada
como “iglesia satélite”, no se designará un “pastor” responsable. Esta designación
corresponde exclusivamente al pastor principal de la iglesia local – iglesia
“madre”-. Seguramente pensarás que tal aclaración responde a ciertos deseos de
protagonismo, lejos de ello, constituye una manera de resguardar la autoridad
“El objetivo es reproducir el modelo y
no estancar el fluir de ese espíritu
original”
104
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
que Dios ha delegado en el pastor que inicia el proceso de plantación de iglesias.
Tras una exhaustiva investigación, las estadísticas demuestran que existe cierta
tendencia hacia la rebeldía, que lleva a cuestionar la autoridad del pastor
principal y hasta la oposición de continuar la red de congregaciones que
promueve una visión de expansión. Dios no limita su gracia y poder a la apertura
de una única iglesia satélite, es por ello, que tanto la iglesia madre como la iglesia
satélite deben compartir y promover el proceso de plantación de más iglesias
satélites, a fin de cumplir con la gran comisión. Es por ello, que recomendamos la
denominación de “Presbítero”, términos bíblicos del Nuevo Testamento, utilizado
para referirse a los ancianos que ejercían la tarea pastoral, la enseñanza y la
designación de los diáconos. De esta manera se preservará la designación de
“Pastor” para quien desde la iglesia-madre, y con un rol de paternidad
ministerial, brinda una cobertura apostólica a todas las obras que nacieron de
ella, proveyendo el apoyo necesario con recursos espirituales y materiales para su
bienestar, para lograr su autonomía administrativa, pero sin cercenar jamás el
vínculo filial.
El Presbítero es la persona encargada de velar por el rebaño, coordinar los
ministerios en la iglesia satélite, supervisar el trabajo de las células y todo lo
inherente al desarrollo habitual de la congregación. Cuando la iglesia satélite
alcanza una membresía de 60 miembros fieles, firmes en el camino del evangelio,
el presbítero podrá ser reconocido como “pastor” de la iglesia hija, sin por ello
perder el vínculo con la iglesia madre y luego cuando llega a 140 miembros se
transforma en una iglesia madre y pasa a tener relación directa con la
organización en cuanto a credenciales y diezmo.
A fin de fortalecer el vínculo entre las iglesias, madre-hija, la predicación
de cada domingo y la administración de la Santa Cena pasan a ser una
responsabilidad exclusiva de la iglesia madre. Esta labor estará reservada al
Pastor Principal, con la colaboración directa de su equipo de supervisores o
presbíteros. Esta dinámica seguirá una lógica en la cual – por rotación- el Pastor
o según lo estipule alguno de sus colaboradores ministeriales, se presentará en la
iglesia satélite y llevará a cabo dichas actividades. Esta rotación, no sólo sirve
para fortalecer los lazos entre las congregaciones, sino que al mismo tiempo
posibilita la supervisión de la obra en general.
A fin de impulsar el espíritu que sustenta esta visión, sin importar la
cantidad de iglesias plantadas ni la membresía que en ellas se establezca, aparece
un elemento muy importante: la “celebración general unida”. Una vez cada
sesenta o noventa días, “todos” los hermanos, cual una gran familia, se reunirán
en la iglesia madre para llevar a cabo una reunión de celebración en la que juntos
puedan adorar al Padre, compartir testimonios y disfrutar un tiempo de koinonía
105
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
(camaradería, hermandad), al mismo tiempo en que se edifican espiritualmente
(este lugar puede ser un parque, club social, domo, etc.).
Este proceso de crecimiento (madurez en la fe y el servicio), expansión
(alcance de nuevos territorios y grupos culturales-étnicos) y multiplicación
(incremento de obreros, ministerios y discípulos),
solo puede sostenerse en el tiempo con una
planificada estrategia de unidad.
Etimológicamente, la palabra unidad proviene del
latín uñitas que literalmente significa univocidad,
individualidad. En este sentido, hace referencia a
un cuerpo, un todo que se compone de más de una
entidad (iglesias). El modelo que se postula
consiste en que madre e hijas jamás pierdan los
lazos espirituales que las une, y por ende, que la
visión pastoral de plantación de iglesias satélites sea compartida y desarrollada
en cada una de las iglesias.
La Biblia nos narra en Génesis 11:1-9, una de las historias más interesantes
acerca de lo que pueden alcanzar los seres humanos cuando luchan por una
misma causa. Habitualmente, cuando nos referimos a los acontecimientos que
giraron en torno a la construcción de la torre de Babel, destacamos los aspectos
negativos, sin embargo, a continuación, te animo a descubrir una serie de
preceptos que ayudarán a entender el valor de la unidad en el proceso de
plantación de iglesias satélites.
“Toda la tierra tenía un solo idioma y las mismas palabras. Pero aconteció que, al emigrar
del oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí. Entonces
se dijeron unos a otros: “Vengan, hagamos adobes y quemémoslos con fuego”. Así empezaron
a usar ladrillo en lugar de piedra, y brea en lugar de mortero. Y dijeron: “Vengan,
edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Hagámonos un nombre,
no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra. . El Señor descendió para ver la
ciudad y la torre que edificaban los hombres. Entonces dijo el Señor: “He aquí que este
pueblo está unido, y todos hablan el mismo idioma. Esto es lo que han comenzado a hacer, y
ahora nada les impedirá hacer lo que se proponen. Vamos, pues, descendamos y
confundamos allí su lenguaje, para que nadie entienda lo que dice su compañero. Así los
dispersó el Señor de allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por
tanto, el nombre de dicha ciudad fue Babel, porque el Señor confundió allí el lenguaje de toda
la tierra, y desde allí los dispersó sobre la faz de toda la tierra”.
A continuación, se enunciarán algunas claves que tienen una aplicación
directa a los propósitos que persigue la plantación de iglesias:
“El modelo que se
postula consiste en que
madre e hijas jamás
pierdan los lazos
espirituales que las une”
106
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
1- Unidad
Las expresiones: “UNA sola lengua”, “UNAS mismas palabras”, “UNA
ciudad y UNA torre”, “UN nombre”, “el pueblo es UNO”, “UN solo lenguaje”;
encarnan un único sentido que reúne a todos aquellos que fueron parte de este
proyecto: la “unidad”. Todos buscaban llegar al cielo a través de la edificación de
la torre, cada uno aportaba lo que mejor sabía hacer; hacer ladrillos, cocerlos,
preparar el asfalto, planificar sus dimensiones, entre otros. Nadie se quedó
afuera, todos participaron. Eran un gran ejército de personas trabajando bajo el
mismo propósito, con el mismo fin.
De igual manera, los obreros de la iglesia local, inicialmente, y luego aquellos que
surjan en las iglesias satélites, deben apoyar a través del ejercicio de sus dones y
talentos la visión pastoral. A medida que el ministerio comienza a crecer y
multiplicarse, será necesario reforzar de manera permanente el espíritu y la
práctica de la unidad, conscientes del factor sobrenatural que conlleva el obrar
del Espíritu Santo para lograr tal objetivo.
2- Identidad
“Los hijos de los hombres”, es la designación que se utiliza para referirse a la
generación que surgió después del diluvio, los sucesores, descendientes de
aquellos que sobrevivieron en el arca de Noé. Sin ninguna duda, constituían una
comunidad con aspiraciones de grandeza y trascendencia; una población que
buscaba dejar una huella en la historia, el “renombre”, la fama y el
reconocimiento. Es decir, que a pesar de que sus intenciones tenían una raíz de
soberbia frente al Altísimo, había una clara identidad colectiva. Cuando tenemos
en claro “quiénes somos”, lograr una perseverancia en el proyecto determinado,
se hace más sustentable a través del tiempo.
3- Comunicación
Sin ningún género de dudas, los habitantes de aquella ciudad –que todavía no
se llamaba “Babel” (confusión)- fortaleció la unidad a partir del uso de esta
herramienta estratégica para garantizar las relaciones humanas. El relato
enfatiza que el lenguaje (idioma) era “uno”; el mismo idioma, las mismas
palabras, le vocabulario eran un común denominador para ellos. De hecho, el
versículo 7 permite identificar con claridad, el valor del lenguaje, pues Dios
“confundió sus lenguas” a fin de detener su obra. Aunque parezca trivial, existen
iglesias, donde se supone que todos los cristianos hablan el mismo idioma, pero
esto no es así. Cada uno le adjudica un sentido particular al mensaje, le añade u
omite significación y termina haciendo lo que bien le parece. Con motivo de no
caer en ese error, es importante que todos los obreros implicados en el proceso de
plantación de iglesias “compartan el mismo lenguaje” que el pastor. Además, este
107
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
pasaje bíblico revela el poder de la lengua; las palabras que salen de nuestra boca
conllevan bendición o maldición, todo lo que proclamamos influencia nuestra
realidad. Es por ello por lo que debemos alentarnos unos a otros, bendecirnos y
proclamar que la obra será para gloria de Dios y que nosotros somos simples
instrumentos en sus manos.
4- Propósito
Aquella población había construido, en paralelo a la torre, una firme
convicción de propósito en común. No eran muchas individualidades ni
propósitos egoístas compitiendo entre sí, tratando de imponerse o demostrar
quién era más importante o se luciría
más que el resto. El “propósito grupal”
que perseguían, actuaba como un
engranaje vital, en el cual los esfuerzos y
el compromiso de cada individuo los
acercaba más a la concreción de su
propósito. Asimismo, el texto bíblico
hace referencia a la idea de la misma
Trinidad evaluando y actuando
(“descendamos y confundamos”) para
poner fin al proyecto que, sin una poderosa intervención sobrenatural, no sería
detenido por nada ni nadie. Es decir, que estos individuos habían resignado sus
proyectos individuales y se habían entregado – con gran pasión- al logro de un
proyecto grupal, y que la fuerza desatada por la voluntad grupal sólo podría ser
quebrantada por la intervención de la Trinidad.
“Regla de la Triple M”
La denominada “Regla de la Triple M” hace referencia al pleno desarrollo
de: Metas – Motivación – Métodos.
Al Dios le agrada que sus hijos establezcan metas que estén alineadas con
su voluntad, esencialmente con la expansión de Su reino y no para el
engrandecimiento de nuestra persona. Además, Él examina en todo tiempo, qué
nos impulsa, cuál es nuestra motivación para alcanzar dichas metas, la pureza de
nuestras intenciones y qué ha encendido el motor de nuestra voluntad. Sin
embargo, a las metas más dignas y las motivaciones correctas, es necesario
añadirles métodos adecuados que nos ayuden a alcanzar los resultados esperados,
sin desviarnos de la visión. Es decir, que los métodos que seleccionamos tienen
que ser inevitablemente íntegros, irreprochables; porque en la vida en Cristo “el
fin no justifica los medios”. La metodología que implementamos, las estrategias y
maneras de administrar los recursos- humanos y materiales- que Él puso bajo
“(…) estos individuos habían
resignado sus proyectos
individuales y se habían entregado
– con gran pasión- al logro de un
proyecto grupal”
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nuestro gerenciamiento, deben coincidir con el plan y la voluntad de Aquel que es
Dueño de esta “Santa empresa”, Cristo.
Multiplicación de tareas y delegación
Al cumplir la voluntad de Dios en el ministerio, es posible ver cómo crece el
rebaño y, al mismo tiempo, cómo con las dificultades propias del crecimiento
aumentan también las demandas; especialmente aquellas relacionadas con la
atención de las nuevas esferas de labor que surgen.
La preparación de los supervisores y colaboradores ministeriales para la
atención de las diversas tareas pone a prueba las prioridades de cada Pastor
Principal y en función de ello, evidenciará si se produjo un crecimiento, madurez
ministerial o si estamos en el mismo lugar que antes. Para llevar a cabo la
distribución de las tareas, es imprescindible que el Pastor Principal conozca a
cada uno de los colaboradores, sus capacidades, formación, dones y talentos, y
grado de responsabilidad que desarrollan. Ello evitará la aparición de ciertos
conflictos que pueden prevenirse.
La Biblia, en Éxodo 18:14–24, detalla el consejo que Jetro le dio a Moisés, al ver el intenso crecimiento del pueblo de Israel.
“¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo
está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?… No está bien lo que haces.
Desfallecerás del todo, tú y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es
demasiado pesado para ti, no podrás hacerlo tú solo…. Enseña a ellos las ordenanzas
y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.
Además, escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios,
varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de
millares, de centenas, de cincuenta, y de diez. Ellos juzgarán al pueblo todo tiempo;
y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño”.
(Éxodo 18:14–24)
Aunque Moisés contaba con la presencia de hombres íntegros en el pueblo
de Israel, capaces de llevar a cabo las distintas funciones que se requerían,
inconscientemente, no disponía de ellos pues no tenía bien definido su propio rol.
La guía del pueblo era una responsabilidad divina (Éxodo 13:21; Deuteronomio
32:12), como así también mantener una buena relación entre ellos y Dios (Éxodo
3:18–22). Pero él creía que, al multiplicarse, los problemas también lo harían, y
por ende, debería sumar más horas de trabajos a su inagotable agenda de
compromisos; descuidando las verdaderas prioridades, tales como mantener el
contacto con Dios. Es por ello, que Jetro, su suegro, lo ayudó a identificar cuál era
su verdadera función y cuáles serían las de otras personas de la congregación.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Jetro le planteó, primeramente, tres razones por las cuales tenía que delegar las
tareas:
Primero: que su salud se quebrantaría.
Segundo: que el pueblo esperaba demasiado tiempo para encontrar soluciones a
sus problemas.
Tercero: que todo tendía a derrumbarse. (Éxodo 18:3, 23).
Su suegro no le mostró solamente los defectos, sino también un sistema
para ordenar y establecer prioridades entre los temas y, por ende, también en las
funciones; lo que a su vez reclamaba la búsqueda de la persona ideal para cada
ocupación. Asimismo, le indicó cómo buscar esas personas:
1. Ensénales las ordenanzas y las leyes. 2. Muéstrales el camino que deben seguir, mirar.
3. Enséñales que deben hacer.
Pensando ordenadamente en el trabajo y su futuro, y teniendo en cuenta la
calidad de la vida espiritual del pueblo, Jetro, también le sugirió algunas pautas
para elegir a los líderes:
Primero: “Escoge tú entre todo el pueblo”; es decir, su responsabilidad para
elegir sin preferencias, observando el desarrollo habido en todos.
Segundo: “Varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad que
aborrezcan la avaricia”, es decir, personas íntegramente sanas, sujetas al Señor y
sin compromisos temporales, que tuvieran sensibilidad a la santidad de Dios”.
Tercero: “Ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y
de diez”; es decir, varones que supieran el significado de trabajar bajo autoridad y
que no tuvieran pretensiones o apetitos personales de ubicación. Que estuvieran
sujetos a autoridad para que pudieran enseñar sujeción. Moisés comprendió que el
Señor estaba detrás de estas palabras sabía que venían de la persona que por
cuarenta años le había ayudado a formar su carácter de pastor: “e hizo todo lo que
dijo”
(Éxodo 18: 24-27)
Hasta ese momento, él, Moisés, había demorado el avance de la justicia
entre el pueblo, pero a partir de la implementación de este sistema todos se
verían beneficiados, y sin pensarlo demasiado, se habían establecido las bases
para practicar la “delegación” de autoridad. La congregación aprendió que nadie
es imprescindible y todos eran necesarios. Pero para poder asumir esta nueva
esfera de labor, Moisés tuvo que cambiar de mentalidad; primero, para escuchar
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
los consejos, y estar dispuesto a abandonar lo que hacía; luego, para cumplir su
verdadero rol y permitir que otros también lo hicieron.
El administrador corre el riesgo de perder la visión que viene de Dios
cuando ocupa la mayor parte del tiempo en actividades irrelevantes; por ello,
Jetro, según se inscribe en el versículo 19, refiere: “Está tú por el pueblo delante
de Dios, y somete tú los asuntos a Dios”. Desarrollar una vida en comunión
íntima con Dios, demanda tiempo a solas con Él, el cual es imposible dedicar con
el activismo al estar desde la mañana hasta la noche resolviendo “asuntos
menores”. La prioridad para Moisés era “estar delante de Dios”, antes que
delante del pueblo. Una agenda abultada, cansadora, inundada con detalles
consumió el tiempo que tenía que dedicar a Dios y, si no escuchaba a su mentor y
delegaba en otros tales actividades, todo se hubiera derrumbado.
Una vez que las tareas se distribuyeron, podía tener hermosas
conversaciones con los nuevos líderes, a quienes tanto bien le hacían tener
contacto con el ungido del Señor.
La formación de nuevos líderes
Delegar significa poner la carga sobre otro. En la Biblia encontramos
innumerables versículos que demandan la distribución de las tareas, algunos de
ellos son:
Hechos 6:3 “(…) a quienes encarguemos este trabajo”;
2ª Corintios 5:19: “(…) nos encargó a nosotros la palabra de la
“Desarrollar una vida en comunión íntima con Dios,
demanda tiempo a solas con Él”
“Bien se ha dicho que es mejor preparar a diez para
trabajar, que estar preparado para hacer el trabajo de diez”
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
reconciliación”,
1ª Tesalonicenses 2:12;
1ª Timoteo 1:18
1ª Timoteo 2:2
“Poner la carga sobre otro es morir a esa carga”; es dejar en otras manos
lo que antes manejábamos nosotros. Esa muerte es difícil de afrontar. Nos
parece fácil decidir si conservamos el liderazgo sobre ese tema o no, sin
comprender que, al fin de cuentas, los nuevos líderes siguen los lineamientos que
establece el pastor. La decisión se torna más difícil si:
Primero: Generalmente ningún líder asume su función pensando en
delegar, sino en trabajar con lo que tiene hasta el fin. Solamente, tras un
exhaustivo análisis de las Escrituras, como lo hemos hecho aquí, aprendemos que
el estilo de Dios no prioriza la individualidad, sino el bien común de todo el
cuerpo.
Segundo: Una de las razones por las cuales el líder no delega es porque se
siente artífice de algún proyecto, y cree que nadie lo puede continuar como él.
Posiblemente, así pensó Moisés cuando atendía todos los asuntos que concernía a
casi dos millones de personas que integraban el pueblo de Israel.
Tercero: Otro problema es que, a los líderes mayores nos cuesta tener
confianza en los jóvenes; sin pensar a qué edad nosotros asumimos determinada
responsabilidad dentro de la iglesia. El temor a “perder el control” es tan grande,
que algunos somos capaces de perder los objetivos para conservar los detalles.
Cuarto: El valor que asignamos a “sentirnos al frente” es una recompensa
muy elevada para abandonarla. Saber que otro hermano sea consultado o tenga la
decisión sobre temas que antes manejábamos, puede llegar a representarnos una
gran pérdida.
Lo grave de estos cuatro puntos es que cuando pensamos así estamos
corriendo el riesgo de salirnos del señorío de Cristo para ponernos debajo del
nuestro. Y entonces, nos enfrentamos al peor de los dramas: tener un plan, la
estructura apropiada, hermanos idóneos para llevar a cabo la tarea, etcétera;
pero el Señor está “ausente”. Algo parecido a lo que se describe a la iglesia de
Éfeso (Apocalipsis 2:1–7).
Los problemas en la delegación
Por lo que hemos estudiado hasta aquí, descubrimos que la vida del rebaño
es esencial para la formación de todos; incluyendo el desarrollo de los dones que
deben caracterizar a un líder. Cuando el rebaño de por sí provee instrucción
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
mutua de todo tipo, tanto formal como informal, y ayuda para integrar al nuevo
líder, sabe resolver sus carencias y problemas más íntimos.
Teniendo en cuenta este antecedente, comprendemos mejor por qué Pablo
buscó a su primer colaborador entre las iglesias que él mismo había plantado en
la Galacia (Hechos 16:1). Fue una norma que guio sus pasos desde el primer
momento, para evitar que “solitarios”, sin compromiso y sin vínculos profundos
con las iglesias locales, pudieran enseñar temas de sujeción y comunión que ellos
mismos no habían practicado.
Si consideramos como paradigma la manera en que Pablo preparó a
Timoteo, tomando como base su arraigo a las iglesias locales, podemos identificar
las siguientes características:
1. Observación: Cuando Pablo llegó a Listra e Iconio, sabía que su misión
era extensa, en tiempo y territorio, y que, luego de la experiencia con Juan
Marcos, necesitaba un ministro con buena base eclesial. Al conoce a Timoteo, y
enterarse de su sólida formación en las Escrituras (2ª Timoteo 1:5), aun cuando le
faltaba la imagen de padre que él mismo tendría que suplir tiempo después (1ª
Corintios 4:17) lo observó con detenimiento e identificó que era responsable en
sus labores y propiciaba la comunión entre los hermanos, cualidad que las
iglesias veían con gran beneplácito (Hechos 16:2).
2. Capacitación: Timoteo era un joven dócil y gustoso de aprender. Vio a
Pablo como un padre que le instruía y alentaba a difundir el mensaje del
evangelio. “Pablo quiso que fuera con él” y Timoteo se sometió a un liderazgo de
avanzada. Lo circuncidó, para enseñarle a tener flexibilidad con las personas con
que debía relacionarse (Hechos 16:3). Quizás Pablo mismo le explicó que
anteriormente se había opuesto a la circuncisión de Tito, porque los que la
procuraban pensaban que formaba parte de la salvación (Gálatas 2:3). Timoteo
comenzó su capacitación asimilando estas dos lecciones: sujeción y flexibilidad.
3. Entrenamiento: Se acostumbró a ver iglesias que crecían y a
identificar las prioridades: a) “confirmadas en la fe” (vida interior), y b)
“aumentaban en número cada día” (crecimiento exterior). Pablo le ayudaba a ver
la conveniencia de la unidad en la diversidad, tal como se había conversado y concordado
en Jerusalén (Hechos16:4), y que, así como él estaba sujeto a Pablo, ambos lo debían
estar al Espíritu Santo (Hechos 16:6– 7).
La visita a Europa fue una especie de prueba de fuego para él, así como ir a
Panfilia había sido para Juan Marcos (Hechos 13:13). Pablo comenzó por formar
un equipo de por lo menos cuatro personas (Pablo, Silas, Lucas y Timoteo) con
quienes Timoteo tenía que aprender a trabajar, obedecer y seguir planes que no
había diseñado. Navegaron a Filipos, y dieron vueltas algunos días hasta reunirse
con unas mujeres. En ese encuentro se convirtió Lidia, y Timoteo aprendió a
113
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
llevar almas al Señor en otra cultura y con otro idioma. Luego se encontró con la
oposición y el encarcelamiento de los líderes Pablo y Silas. Se quedó con Lucas,
posiblemente apaciguando el susto de los hermanos en casa de Lidia.
Aunque Timoteo era joven, sabía:
a) Trabajar junto a otros líderes.
b) Tener paciencia hasta ver la voluntad del Señor.
c) Como se conducía un alma a Cristo.
d) Qué hacer frente a la oposición y encarcelamiento de una parte del equipo.
4. Experimentación: Timoteo entró luego en otra etapa de su ministerio. Tuvo que
dejar a Pablo, unirse a Silas y quedarse un tiempo en Macedonia (Hechos 17:14), para
reencontrarse luego con él en Atenas (dato no registrado en Hechos) (1ª Tesalonicenses
3:1). Salir luego solo nuevamente para Macedonia (Tesalónica) en una misión muy
delicada. Nada menos que confirmar, exhortar y tranquilizar a la iglesia en tribulación
(1ª Tesalonicenses 3:1–8). En el ínterin, Silas participó en otra misión, y ambos se
unieron para encontrar en Corinto a Pablo (Hechos18:5), que estaba “entregado por
entero a la predicación de la palabra”. No conocemos exactamente cuáles fueron los
pasos que siguieron de aquí en adelante; pero Timoteo podría haber acompañado a Pablo
hasta Éfeso y desde allí realizar dos misiones en Corinto (1ª Corintios 4:17; 16:10–11), de
las que podríamos extraer las siguientes lecciones:
a) “hijo amado y fiel en el Señor”—la calidad del líder formado.
b) “el cual les recordará mi proceder en Cristo”—la sujeción al líder anciano.
La formación constante de nuevos líderes en quienes delegar tareas, toma su
perspectiva y prioridad correcta cuando logramos entender la visión de nuestro
Señor: más obreros para atender una gran cosecha.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 8
CORAZÓN DEL SIERVO,
UN SERVICIO DE EXCELENCIA
Seguramente alguna vez habrás escuchado una frase parecida a esta: "Lo
que cuesta más, se valora más". En otras palabras: apreciamos y cuidamos más
todo aquello que nos costó más: más dinero, más sacrificio, más tiempo, más
estudio, más trabajo, etc.
Todo lo excelente cuesta un precio mayor, pero debido a su calidad
perdura por más tiempo. En algunos lugares es probable que encontremos
ofertas donde, con un solo billete, podemos comprar tres prendas de vestir;
mientras que, en otro negocio, necesitamos el doble de dinero para adquirir una
sola vestimenta. ¿Cuál es la razón? La mayoría de las veces se debe a que la
calidad, cuesta más. Esto también aplica a nuestra vida espiritual y al servicio
que brindamos, por gratitud, amor y p devoción a nuestro Dios. Dice Hebreos 11:4
que "Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual
alcanzó testimonio de que era justo..."
Al terminar la lectura de este libro, quiero desafiarte a que te determines a
presentarle al Señor un "sacrificio excelente": tu defensa del Reino, tu ofrenda
material, tu adoración espiritual, tu colaboración en la iglesia, tu dedicación a su
Palabra, tu consagración integral, existen innumerables aspectos en los que
puedes “ofrendar con excelencia”.
“El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve, que lo haga
por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos.
Amén”
(1ª Pedro 4:11. LBLA)
“Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la
gente”
(Colosenses 3:23)
Estos pasajes bíblicos nos animan a buscar la excelencia, pues a Dios no
deberíamos darle nada menos que la “excelencia”. Como hijos de Dios hemos sido
115
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
llamados a involucrar a Dios en cada aspecto de nuestras vidas, y al hacerlo,
buscar la excelencia.
Seguramente, te preguntarás cómo podrás medir o bajo qué parámetro un
servicio, una ofrenda o un momento de intimidad con Dios califica como
“excelente”. La excelencia refiere a una cualidad que señala la supremacía de algo
por sobre la media, es decir, que es extraordinariamente bueno, notable, superior,
sobresaliente. Con esos adjetivos solían identificar a un profeta del Antiguo
Testamento, que desde muy joven y hasta su ancianidad, se mantuvo fiel a su fe,
sirviendo a Dios en el difícil ámbito de la política, y siendo un extranjero: Daniel,
el "profeta-estadista-consejero de monarcas", a quien se ha presentado en los
primeros capítulos de este libro. Al igual que lo hizo Daniel, los cristianos
debemos cultivar algunos hábitos que nos ayudarán a desarrollar ese "espíritu
superior" o de excelencia, que caracterizó a Daniel y su servicio, tales como:
Disciplina en sus hábitos.
Oración persistente.
Integridad, a pesar de estar rodeado de corrupción.
Conocimiento de las Escrituras.
Humildad, dándole siempre gloria a su Dios.
Si esos hábitos se vuelven parte de nuestras vidas, enfrentaremos la
disconformidad y malestar de aquellos, que se oponen a la excelencia y se
conforman con la medianía, como sucedió con Caín, cuya ofrenda se caracterizó
por la mediocridad. En oposición a la excelencia, podemos identificar:
Facilismo.
Mediocridad.
Conformismo.
Mezquindad.
Especulación.
Celos.
Envidia.
Amargura.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Estimado lector, te invito a tomarte unos minutos para evaluar en qué
circunstancias estás entregando tu servicio, tus ofrendas a Dios. Tal vez, a diario,
te esmeras por brindar tus mejores esfuerzos, o quizás, te conformas
“cumpliendo” y no mides el grado de excelencia de tu servicio. No sé cuál sea tu
situación, pero te aliento a reflexionar y llevar a cabo los “ajustes” que sean
necesarios para presentarte limpio, íntegro ante tu Creador.
La historia de Caín y Abel nos enseña, en primer lugar, que a Dios debemos
ofrecerle “lo mejor” a fin de agradarle; en segundo lugar, que cada vez que nos
esforcemos por superar el "maso-menos", habrá personas que se molestarán,
dado que la excelencia pone en manifiesto la mediocridad de ellos. Por eso
debemos cuidar nuestro corazón, para que nada de lo que hagamos esté motivado
por la competitividad, la necesidad de lucirnos o menospreciar a otros.
Por último, quiero animarte a renovar tu compromiso con Dios, sirviendo
en el ministerio de la plantación de iglesias, tomando en cuenta permanentemente
lo que revela Hebreos 11:4, al señalar que "y muerto (Abel), aún habla por ella".
Si bien, Abel dejó de existir, pero el valor de una "ofrenda excelente", logró que
pasara a la historia y su testimonio marcó un ejemplo que todavía hoy "habla" a
nuestras vidas.
Cuando entregamos un servicio de excelencia, a pesar de que "ya no
estemos", porque cambiamos de ministerio, por mudanza, o por haber llegado al
final de nuestros días, el testimonio que hemos sembrado en el corazón de las
personas que nos rodeaban, seguirá vigente, permanecerá en el tiempo y
generará una abundante cosecha.
Así que la próxima vez que te sientas tentado a claudicar... ¡Apunta de
nuevo a la excelencia! Tu Padre Celestial que lo ve todo, aún tu "servicio secreto",
te recompensará en público.
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
CAPÍTULO 9
EL CORAZÓN DEL PASTOR
La Biblia, la Palabra de Dios, presenta este perfil haciendo referencia a
hombres singulares, a quienes el Señor usó grandemente. Job es, sin ninguna
duda, uno de ellos. A continuación, se analizarán ciertos aspectos de la vida de
Job que nos invitan a reflexionar y anhelar llegar a ser un hombre íntegro, como
lo fue Job, delante de Dios. Tomaremos como referencia bíblica Job 29, ya que si
bien, en Proverbios 31 se nos presenta un modelo idílico de la “Mujer Virtuosa”,
Job 29 nos habla del modelo de “Hombre íntegro” ante los ojos de Dios.
¿Qué concepto tenía Dios de él? Lo más importante es el concepto de Dios. No el
concepto de la sociedad o de sus amigos.
“Hubo un varón en tierra de Hus, llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, y
temeroso de Dios, y apartado del mal”
(Job 1:1)
Un hombre con corazón de pastor es sacerdote de su
familia
“Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los
santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número
de todos sus hijos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán
blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”.
(Job 1:5)
Job era un hombre con gran sensibilidad espiritual. Estaba abierto a
detectar la necesidad espiritual de sus hijos e interceder por ellos. Era un
hombre con diez hijos, pero con tiempo para velar espiritualmente por cada
uno de ellos. Eso nos indica que era un intercesor comprometido por cada uno de
sus hijos. Un hombre con constancia espiritual. La Biblia dice que lo hacía todos
los días.
Lo que más seguridad da a una familia es vivir con un hombre que entiende
y ejecuta su papel de sacerdote. No es ser simplemente religioso es ser espiritual,
ya que la religión no es lo que da seguridad a la familia, sino la espiritualidad.
Interceder por cada miembro de la familia nos permite ver en acción el poder de
118
Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Dios en el hogar. Hay un poder secreto que se libera cuando un hombre cae de
rodillas para orar por su esposa y sus hijos.
Un hombre con corazón de pastor conoce bien su herencia
divina
“¡Quién me tornase como en los meses pasados, Como en los días que Dios me
guardaba, Cuando hacía resplandecer su candela sobre mi cabeza, A la luz de la cual yo
caminaba en la oscuridad; Como fue en los días de mi juventud, Cuando el secreto
de Dios estaba en mi tienda; Cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, Y mis
hijos alrededor de mí;”
(Job 29:2-5)
Una herencia divina que se traduce en una línea de tiempo en la cual Dios
ha operado. Él podía mirar atrás y ver como Dios había estado tejiendo su tapiz
de una manera excepcional.
Cuando tenemos una herencia divina, esa herencia nos sostiene en los
momentos críticos y nos revela el propósito de Dios delante de nosotros. Una de
las cosas que más fortalece la vida de las esposas y de los hijos es vivir con un
hombre que interpreta todo lo que le pasa a la luz del proceso de Dios a lo largo
de su vida.
Lo que determina como miro que el futuro se haya enraizado en lo que Dios
ha sido para mí en el pasado y en el presente. Vivir sin una herencia divina es
cavar la tumba para nuestros sueños y para los milagros. Un hombre que no ha
desarrollado su corazón de pastor o que ha perdido ese corazón, vivirá amargado
ante las circunstancias de la vida sin poder interpretar su entorno a la luz de la
herencia de Dios que ha estado tejiendo en su propia vida.
“Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte
un hombre de valor”
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán
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Fundamentos Prácticos Para La Plantación De Iglesias
Un hombre con corazón de pastor está abierto y accesible a
sus hijos.
“Cuando aún el Omnipotente estaba conmigo, Y mis hijos alrededor de mi”
(Job 29:5)
Un hombre con corazón de pastor que estaba rodeado por sus hijos. Esto
implica que era accesible a ellos. No llegaba cuando ya estaban dormidos. Llegaba
para emplear tiempo en su relación. “Alrededor de mí”, implica relación,
acercamiento y camaradería. Esto describe un hombre con compañía vertical y
horizontal. Así como Dios estaba con él… sus hijos también. Habla de Dios
“conmigo” (Vertical) y los hijos “alrededor” de mí. (Relación horizontal).
Muchas veces encontramos hombres que sólo disfrutan de una relación vertical
con Dios, pero ignoran la relación horizontal con sus hijos.
La Biblia habla de Job como un hombre de comunión. Compartía con sus
hijos. Elemento vital y necesario en la familia de hoy. Cuando permitimos que
Dios desarrolle en nosotros como hombres el corazón de pastor que cuida por sus
ovejas, las ovejitas y corderos (hijos) nos rodearan y al tenerlos cerca, los
podremos ministrar.
Un hombre con el corazón de pastor inspira respeto
“Cuando yo salía a la puerta a juicio, y en la plaza hacía preparar mi asiento, los
jóvenes me veían y se escondían; y los ancianos se levantaban, y estaban de pie. Los
príncipes detenían sus palabras; ponían la mano sobre su boca. La voz de los
principales se apagaba, y su lengua se pegaba a su paladar”.
(Job 29:7-10)
“Una de las cosas que más fortalece la vida de las esposas y
de los hijos es vivir con un hombre que interpreta todo lo que
le pasa a la luz del proceso de Dios a lo largo de su vida”
“La Biblia habla de Job como un hombre de comunión.
Compartía con sus hijos. Elemento vital y necesario en la
familia de hoy”
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Que descripción tan imponente y cara del respeto que Job gozaba de la
gente que le rodeaba. Era un hombre importante y en su posición era respetado.
Él describe que los jóvenes se sentían impregnados de respeto hacia él. Y
Los ancianos transmitían respeto a él. Se entiende por ancianos, no la gente
entrada en años, recordemos que en la Biblia anciano se refiere en muchas
ocasiones a la gente de trayectoria en el pueblo. Job también habla de los
gobernantes de la ciudad ya que menciona que los príncipes o profesionales
preferían callar y los políticos tragaban sus palabras.
Ese tipo de hombre se busca con urgencia hoy en nuestras ciudades y en
nuestros hogares. Cuanta falta hace este tipo de hombres hoy. El respeto no es
algo que se impone, es algo que se gana.
Un hombre con corazón de pastor ministra misericordia
“Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, Y los ojos que me
veían, me daban testimonio: Porque libraba al pobre que gritaba, Y al huérfano que
carecía de ayudador. La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; Y al
corazón de la viuda daba alegría”
(Job 29:11-13)
Job era un hombre con palabras que eran “bálsamo”, para quienes las
escuchaban. Era sensible a tal punto que no le avergonzaba llorar. Estaba listo
para tratar con diferentes grupos de personas y a cada uno de ellos brindarles
aquello que necesitaban:
Libertad, al pobre que gritaba
Ayuda, a los huérfanos desamparados
Bendición, al perdido
Alegría, a la viuda triste.
La misericordia es determinante en nuestra vida de relaciones. Recordemos
que hay tres palabras que se parecen en su contenido y descripción en la Biblia,
“Una verdadera pintura del más pequeño hombre es
capaz de interesar al hombre más grande”
Thomas Carlyle (1795-1881)
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pero que son muy diferentes en el enfoque. Esas tres palabras son: gracia,
justicia y misericordia.
Gracia es cuando recibo lo que no merezco. No merecía la salvación, pero Dios
por su gracia me la dio. Justicia es cuando recibo lo que merezco. Si cometo
homicidio y voy a la cárcel eso es justicia. Es lo que merezco. Misericordia es
cuando no recibo lo que merezco. Merezco que la justicia caiga con su peso sobre
mí, pero Dios en su misericordia me rescata. Un hombre con corazón de pastor
sabe aplicar correctamente estas tres palabras.
Un hombre con corazón de pastor transmite justicia
“Me vestía de justicia, y ella me cubría; como manto y diadema era mi rectitud. Yo era ojos
al ciego, pies al cojo. A los menesterosos era padre, y de la causa que no entendía, me
informaba con diligencia; y quebrantaba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía
soltar la presa”.
(Job 29:14-17)
Qué interesante es ver como Job con un corazón de pastor supo combinar y
ejecutar entre la Misericordia y la Justicia. No era un hombre que se dejaba
arrastrar por la mayoría. Tenía sus convicciones bien firmes y las defendía. No
era una marioneta manejado por sus amigos ni por las circunstancias. No
cambiaba la verdad por la popularidad. Su vestido era justicia y su cabeza
cubierta de juicio. Era ojos al ciego y pies al cojo.
Era un padre al menesteroso. Bien informado. Dice que se informaba con
diligencia, pero a su vez ejecutaba la justicia sin regateo
Le quebraba los colmillos al inicuo y de sus dientes hacía soltar su presa.
No era un pusilánime sabía ponerse firme para hacer valer los derechos de los
demás. Cuán segura se siente la familia con un hombre que sabe equilibrar
Misericordia, Gracia y Justicia.
“Mejor que el hombre que sabe lo que es justo es el hombre que
ama lo justo”.
Confucio (551 AC-478 AC)
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Un hombre con corazón de pastor es estable, enraizado y
firme
“Y decía yo: En mi nido moriré, Y como arena multiplicaré días. Mi raíz estaba
abierta junto a las aguas, Y en mis ramas permanecía el rocío”.
(Job 29:18,19)
Job no era pusilánime, sino firme. Tenía su nido y sabía dónde estaba y
cuando su tiempo terminaba, no se aferraba a nada, pero tampoco estaba como
un cabo suelto en los vaivenes de la vida- Conocía la trayectoria de sus
esperanzas, porque hablaba de multiplicarse como la arena. Había perdido a sus
hijos y aún hablaba de multiplicarse, eso es tener esperanza. Menciona que sus
raíces están bien plantadas como en el Salmo 1. Sus ramas llenas de salud.
Definitivamente era un hombre que sabía para que Dios lo había llamado.
Un hombre con corazón de pastor es realmente sabio
“Mi honra se renovaba en mí, Y mi arco se corroboraba en mi mano. Me oían y me
esperaban; Y callaban a mi consejo. Tras mi palabra no replicaban, Y mi razón
destilaba sobre ellos. Y me esperaban como a la lluvia, Y abrían su boca como a la
lluvia tardía. Si me reía con ellos, no lo creían: Y no abatían la luz de mi rostro.
Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba en la cabecera; Y moraba como rey en
el ejército, Como el que consuela a los llorosos”.
(Job 29:20-25)
Era un hombre sabio. ¿Quién es el hombre sabio? Un hombre sabio es el
que sabe lo que tiene que hacer en el momento correcto, la forma exacta y con
el espíritu alineado con la voluntad de Dios. Usted no necesita un título
universitario para ser sabio. Job era hombre sabio que recibía honra y era oído y
compartía esperanza.
Un hombre sabio no será reprochado. Un hombre sabio está rodeado de sedientos
de respuestas claras. Job era un hombre sabio que impartía alegría, dirigía y
“Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es
más que lo que la educación hace de él”.
Immanuel Kant (1724-1804)
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consolaba. Si, hoy aún necesitamos en nuestra sociedad ese tipo de hombres
sabios.
La crisis de hoy demanda hombres modelos. El modelo de Job todavía hoy es
posible, porque Dios todavía vive. Comencemos por ser temerosos de Dios y
apartados del mal. Y recordemos, detrás de nosotros vienen los hijos, la esposa y
los cercanos poniendo sus pies en la huella dejada por nosotros en el polvoriento
camino de la vida.
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CONCLUSIÓN
Estimados lectores, espero haber sumado un pequeño grano de arena e
inspirado a quienes se encuentran con el anhelo de iniciar una visión pastoral de
plantación de iglesias.
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel
de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son
los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
(Romanos 10:14-15)
¡Amado hermano es mi oración que el Espíritu Santo guie cada uno de tus
pasos en esta maravillosa aventura de la plantación de iglesias, teniendo siempre
como fundamento a nuestro Señor Jesucristo!
“Mi servicio será juzgado por Cristo, no por cuánto haya hecho sino por
cuánto más podría haber hecho”.
A. W. Tozer