Manual de Crónica

Manual de CrónicaPor: Katherine Martínez Rivera


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Manual de Crónica

Propósito

El material que tienes en tus manos contiene algunas pistas para acercarte al mundo de la crónica. La idea es que conozcas un poco de este género a través de algunos conceptos y ejemplos, para que ésta se siga consolidando como una buena forma para contar historias.

La idea de esta cartilla es contribuir con un insumo que ayude a que la crónica retome esa fuerza que la caracterizaba en los años 30 y 50, para que así como el ave fénix, renazca de las cenizas con más fuerza que antes.

Además, rescatar ese importante nexo del periodismo con la literatura, que se hace evidente a través de este género, brindándole herramientas que le permiten crear una mayor conexión con los lectores.

¡Ahora si, a contar historias!


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El arte de narrar historias

Juan José Hoyos (2003) dice que una historia no es sólo una suma de palabras o de frases sino algo más, es un cuerpo formado por palabras, que busca representar la vida y el mundo. Y como una buena representación del mundo se le tiene que hacer justicia, y plasmar esa realidad de la forma más nítida posible, pero también de la forma más bella, con sus aciertos y fracasos, con sus blancos, negros y con toda la gama de grises que hay de por medio.

Narrar una historia es seducir al lector, eso dice Alberto Salcedo Ramos (2011), pues cuando se cuenta algo se crea emoción, expectativa, se transmite la pasión o el odio, se evoca esa atmosfera donde se desencadenan los hechos, y por qué no, las historias también salvan vidas, si se saben narrar, sino, que lo diga Sherezada en las mil y una noches.


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¿Qué se debe tener en cuenta?

· La crónica se debe dejar leer fácilmente y atraer al lector. Para esto debe estar escrita en una prosa fluida, ágil, sin comienzo ni dificultades para quien la lee; tiene que tratar temas de actualidad, ofreciendo, sin bombo ni ruido, nuevos puntos de vista y reflexiones originales que permitan al lector utilizar su imaginación (Castro, citado por Rotker, 2005).

· La crónica debe basarse en el rigor del dato y en la realidad. Su lenguaje debe ser narrativo, interpretativo y analítico (El Colombiano, 2003). Se destaca especialmente la importancia de los datos, pues como indica Alberto Salcedo Ramos (citado por El Tiempo, 2011) “sin datos no hay crónica”, pues, contrario a lo que algunos creen, la crónica no es un “género para escritores de ficción frustrados o para profesionales ociosos que solo quieren hacer artificios literarios” (Salcedo, citado por El Tiempo, 2011).

· Para escribir crónica se debe tener “sensibilidad, sintonía espiritual con la gente, habilidad narrativa, ojo abierto ante las acechanzas que nos tiene a realidad y atención a la magia viviente que lo rodea” (Gossaín, citado por Samper, 2004, p. 34).


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· La crónica busca hacer al lector partícipe de la experiencia, sin caer en la ficción, pues el buen periodista “no puede permitir que su pluma se pierda por los campos de la fantasía” (La Nación, citado por Rotker, 2005, p. 101).

· La crónica permite al autor tomar la actualidad y “expresarla desde su punto de vista independiente y original, con una actitud comprometida ante la sociedad” (Vallejo, 1997, p. XII).

· La crónica es uno de los géneros de experimentación más fascinante que existen en el periodismo literario para explorar lo personal y lo universal” (Vallejo, 1997).

· La narración es un modo de leer la realidad, un intento de imponer a lo real la coherencia que no existe en la vida. Y todo narrador es una esponja que absorbe lo que ve y lo que lee para devolverlo transfigurado. (Martínez, citado por Hoyos, 2003).

“El mejor cronista es el que sabe encontrar siempre algo maravilloso en

lo cotidiano; el que puede hacer trascendente lo efímero; el que, en fin,

logra poner mayor cantidad de eternidad en cada minuto que pasa” Luís

Tejada.


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Disección de un ornitorrinco

Juan Villoro, en el taller de periodismo narrativo brindado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI, compara a la crónica con un ornitorrinco, por su complejidad e hibridación, pues como él indica, se pueden encontrar características de la novela, el cuento, la entrevista, el teatro, el ensayo y otras familias taxonómicas del orden escrito” (FNPI, 2010, p. 1).

A continuación haremos una disección de la crónica:


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De la novela extrae la condición subjetiva, la capacidad de narrar desde el mundo de los personajes y crear una ilusión de vida para situar al lector en el centro de los hechos.

“Era un sábado de enero de 1983 y hacía calor. En el aire se sentía la humedad de la brisa que venía del río Magdalena. Alrededor de la casa, situada en el centro de la hacienda, había muchos árboles cuyas hojas de color verde oscuro se movían con el viento. De pronto, cuando la luz del sol empezó a desvanecerse, centenares de aves blancas comenzaron a llegar volando por el cielo azul, y caminando por la tierra oscura, y una tras otra se fueron posando sobre las ramas de los árboles como obedeciendo a un designio desconocido. En cosa de unos minutos, los árboles estaban atestados de aves de plumas blancas. Por momentos, parecían copos de nieve que habían caído del cielo de forma inverosímil y repentina en aquel paisaje del trópico.” (Un

fin de semana con Pablo Escobar. Por: Juan José Hoyos. Tomado de: Antología de grandes crónicas

colombianas, tomo II.)


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Del reportaje, los datos inmodificables, la verdad y la investigación.

“El geólogo Cubillos relata que trató de ponerle lógica al asunto. En la tarde había preguntado en Falan por los ríos que surcan la región. Le habían hablado de El Gualí y El Lagunilla. Con sentido práctico, tomó la decisión de subir al segundo piso para protegerse de una posible inundación. Una vez allí, contempló la posibilidad de subir hasta la terraza misma del hotel, pero las escaleras estaban atestadas de gente. “A lo lejos empezaron a escucharse los gritos de terror de la multitud perseguida por el estruendo atronador de la naturaleza…”, se lee en sus notas.” (La bestia que se tragó Armero. Por Jorge Manrique Grisales. Tomado de:

elespectador.com)


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Del cuento, el sentido dramático y la estructura.

Aquella mañana se hallaba tendido en el barro bajo un hule engarzado en cuatro estacas. Una de sus piernas se había puesto tan gruesa como el tronco de sande que limitaba la visión al frente, y el color de la piel parecía más oscuro que al atardecer. Un oscuro con muchos tonos: amarillento, morado, ocre grisáceo, verdoso: un verde oliva apagado. Toda una escala de tonalidades subía desde el tobillo. En ese momento aquella visión de naturalezas muertas alcanzaba la rodilla y él sabía que cuando el pellejo se muda al gris y además al verde amarillento, está tomando el tono de la carne en descomposición. (Noche de naturalezas muertas. Por: Germán Castro Caycedo. Tomado de: Antología de grandes crónicas

colombianas, tomo II.)


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De la entrevista, los diálogos; y del teatro moderno, la forma de montarlos.

Sentado en una mesa, junto a la piscina, mirando el espectáculo de las aves que se recogían a dormir en los árboles, estaba el dueño de la casa y de la hacienda, Pablo Escobar Gaviria, un hombre del que los colombianos jamás habían oído hablar antes de las elecciones de 1982, cuando la aparición de su nombre en las listas de aspirantes al Congreso por el partido liberal desató una dura controversia en las filas del Nuevo Liberalismo, movimiento dirigido entonces por Luis Carlos Galán Sarmiento.

-A usted le puede parecer muy fácil – dijo Pablo Escobar, contemplando las aves posadas en silencio sobre las ramas de los árboles. Luego agregó mirando el paisaje, como si fuera el mismo dios.

- No se imagina lo verraco que fue subir esos animales todos los días hasta los árboles para que se acostumbraran a dormir así. Necesité más de cien trabajadores para hacer eso.... Nos demoramos varias semanas.


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Pablo Escobar vestía una camisa deportiva muy fina, pero de fabricación nacional según dijo con orgullo mostrando la marquilla. Estaba un poco pasado de kilos pero todavía conservaba su silueta de hombre joven, de pelo negro y manos grandes con las que había manejado docenas de autos cuando junto con su primo, Gustavo Gaviria, competía en las carreras del autódromo de Tocancipá y de la plaza Mayorista de Medellín.

-Todo el mundo piensa que uso camisas de seda extranjera y zapatos italianos pero yo sólo me visto con ropa colombiana – dijo mostrando la marca de los zapatos.

Se tomó un trago de soda para la sed porque la tarde seguía muy calurosa y luego agregó:

-Yo no sé qué es lo que tiene la gente conmigo. Esta semana me dijeron que había salido en una revista gringa... (Un fin de semana con

Pablo Escobar. Por: Juan José Hoyos. Tomado de: Antología de grandes crónicas colombianas,

tomo II.)


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Del ensayo, la posibilidad de argumentar.

En cuanto al caso, lo más probable –aunque no haya podido demostrarse- es que el 30 de octubre, luego de la reyerta por la cuenta de los visitantes, Teresita y Ángelo hubieran seguido riñendo en casa. Estaban bebidos y ninguno de los dos era un paradigma de buenos modales o de conducta mesurada. Se cree que, al subir el tono de la riña, y para humillar aun mas a quien ya había vilipendiado en público, Teresita le echó en cara que le era infiel con otro hombre. (Teresita la

descuartizada. Por: Daniel Samper Pizano. Tomado de: Antología de grandes crónicas colombianas, tomo

II.)


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De la autobiografía, la memoria.

“También celebraron quienes lo expatriaron a insultos, escupitajos y puñetazos de Cartagena, por ladrón, por marihuanero, por mentiroso y mujeriego. Ellos no descansaron hasta cuando confirmaron que Antonio Cervantes había engrosado la marginalidad en Caracas. El Kid acepto con nobleza el rechazo de su pueblo, que él provocó cuando se frustró el 'tongo' que intentó. Buscaba salir de deudas y logró que si tía Ramona y un compadre le acolitaran la idea secreta de apostar en contra suya. Juntaron ahorros, empeñaron relojes, se endeudaron con usureros del mercado y apostaron. El Kid debía botarse en el quinto. Pero su contendor debía estar en un grado similar de pobreza, porque obró igual que Pambelé sólo que más rápido; se botó en la lona en el tercero sin que Pambelé lo hubiera rozado con la mirada.” (El Nocáut Final de

Pambelé. Por :Ramón Jimeno. Tomado de: Antología de grandes crónicas colombianas, tomo II.)


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Los maestros recomiendan

Tomás Eloy Martínez:

· “En las ficciones somos lo que soñamos y lo que hemos vivido, y a veces somos también lo que no nos hemos atrevido a soñar y no nos hemos atrevido a vivir”.

· “La gran respuesta del periodismo escrito contemporáneo al desafío de los medios audiovisuales es descubrir, donde antes había solo un hecho, al ser humano que está detrás de ese hecho, a la persona de carne y hueso afectada por los vientos de la realidad”.

· “No se trata de narrar por narrar. Algunos jóvenes periodistas creen, algunas veces, que narrar es imaginar o inventar, sin advertir que el periodismo es un oficio extremadamente sensible, donde la más ligera falsedad, donde la más ligera desviación, puede hacer pedazos la confianza que se fue creando en el lector durante años”.


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Gabriel García Márquez:

· “Ninguna ficción es totalmente inventada, siempre son elaboraciones de experiencias”.

· “Es un acto hipnótico, uno trata de hipnotizar al lector para que no piense sino en el cuento que tú le estás contando, y eso requiere una enorme cantidad de clavos y tornillos y bisagras para que no despierte... es la técnica de contar, es la técnica de escribir”.

· “Cuando uno atrapa a un lector logra comunicarle un ritmo respiratorio que no se puede romper porque si se rompe despierta”.

Alberto salcedo Ramos:

· “La crónica demanda información más copiosa que la convencional, porque, aparte de responder a los interrogantes clásicos, recrea atmósferas, abunda en los detalles”.

· “Narrar es seducir”.


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Walter Benjamín:

· “El narrador es el hombre que permite que las suaves llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida”.

Juan José Hoyos:

· “La realidad es a veces demasiado cambiante y uno no puede estar completamente seguro de lo que va a suceder”.

· Todo relato bien contado está preñado de tiempo. Un tiempo autónomo, distinto del tiempo real. Un tiempo que sirve para crear los límites en los que se desenvuelve la acción narrada. Un tiempo que es como un marco que recorta y fija la acción en la mente del lector. Pudiera decirse que se siente la realidad, porque se siente el tiempo”.

Daniel Samper Pizano:

· “No se trata ya de informar sobre la realidad, sino de hacer que el lector la viva. Como en la literatura”.

· “Lo importante es que, al terminar de leer el relato periodístico, el lector se lleve la sensación de que vivió una experiencia, como en las buenas novelas”.


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Maryluz Vallejo:

· “El cronista compone una obra coherente que transmite el pensamiento con sus mudanzas y contradicciones, y un estilo también vivo y de fino acabado, que con el paso del tiempo conserva su frescura”.


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Caja de Herramientas

· Escribir no es para sólo para los grandes maestros, escribir es para todos, es para sacar lo que se siente y lo que se piensa, porque la verdadera inspiración se halla en la propia vida.

· La crónica refleja la realidad, la convierte en un relato mágico, agradable para el ojo del lector.

· La crónica se aprovecha de las ventajas de dos grandes tipos de escritura, el periodismo y la literatura. Se enriquece y se hace fuerte con las virtudes de ambos.

· Las herramientas literarias permiten darle belleza al texto, brindan ese toque mágico que emociona y crea expectativa en el lector.

· El periodismo coloca los datos, el tratamiento de la realidad que es algo maravilloso, que requiere respeto y por lo tanto debe ser tratada con sumo cuidado.

· La memoria es una clave para narrar, los grandes relatos surgen de las grandes memorias, de lo cotidiano y de lo extraordinario.


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· Emocionar e hipnotizar son los trucos favoritos de los grandes relatos. Quien lo consigue, puede sentirse satisfecho.

· En la crónica, la realidad y la ficción son separadas por un hilo muy delgado. Traspasarlo, implica mentirle al lector.

· Las grandes ficciones son basadas en la realidad. Las grandes crónicas no deben tener ficción.

· Narrar es recrear la realidad a través de una prosa ligera, que permita al lector sentir las pendientes y valles que el relato atraviesa.


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Benjamín, W. (1936). El narrador. [pdf]. Recuperado el 29 de abril de 2011, de http://mimosa.pntic.mec.es/~sferna18/benjamin/benjamin_el_narrador.

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Billon, Y. y Martínez, M. (Directores). (1998) La escritura embrujada. Colombia : Ministerio de Cultura.

Echeverri, J. (Ed.). (2010). Relatoría del Taller de Periodismo Narrativo con Juan Villoro: Disección de un Ornitorrinco. FNPI. Recuperado el 22 de abril de 2011, de

http://www.fnpi.org/fileadmin/documentos/relatorias/RELATORIA_VILLORO_2010.pdf

El Colombiano (2003). Manual de estilo y redacción de El Colombiano. Medellín: El Colombiano LTDA Y CIA.

Hoyos, J. (2003). Escribiendo historias. El arte y el oficio de narrar en el periodismo. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia.

Martínez, T. (2002). Periodismo y narración, desafíos para el siglo XXI. Cuadernos de Literatura. 8(15), 115-123.

Martínez T. (2002). Entre la realidad y la ficción. Número. (35), 14-35.

Restrepo, C. (2011, 6 de mayo). 'Para mí, narrar es seducir': Alberto Salcedo Ramos. El Tiempo. Recuperado de

http://www.eltiempo.com/entretenimiento/libros/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9298801.html

Referencias Bibliográficas


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Rotker, S. (2005). La Invención de la Crónica. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Samper, D. (Ed.). (2004). Antología de Grandes Crónicas Colombianas. Tomo II. Bogotá: Editorial Aguilar.

Samper, D. & Vallejo, M. (Ed.). (2011). Antología de Notas Ligeras Colombianas. Bogotá: Editorial Aguilar.

Vallejo, M. (1997). La Crónica en Colombia, Medio Siglo de Oro. Bogotá: Presidencia de la República.

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