¡Mantenganse alerta!

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EJ ¿Hacia dónde se dirige este mundo?

¿Se interesa realmente Dios por nosotros?

¿Qué significado tienen los sucesos actuales?

¿De qué últimos días se trata?

¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?

¿Qué es el Reino de Dios?

¿Qué rumbo sigue su vida?

¿Qué es lo más importante para usted?

¿Contribuyen sus decisiones a lograr los objetivos que se ha propuesto?

Ha llegado "la hora del juicio"

¿Cuándo llegará el fin?

¿Sería diferente su vida si supiera cuándo llega el fin?

La cuestión de la soberanía

El nuevo mundo que Dios promete

El Dios que hizo estas promesas

¿Cuáles serán los logros de los "nuevos cielos" y la "nueva tierra"?

¿Se beneficiará usted?

Prestaron atención y se salvaron

"No hicieron caso"

¿Hubo de veras un diluvio universal?

¿Se destruyó realmente a Sodoma y Gomorra?

"Para que no entren en tentación"

"Ante todo, tengan amor intenso"

Ayuda para entender la Biblia

Procedencia de las fotografías: por tada: g lobo terráqueo: con permiso de The George F. Cram Company (Indianápol is. Indiana); página 3: parte super ior : SABAH A R A R / A F P / G e t t y Images; parte inferior: Godo-Foto; página 4: hambre: U N / D P I Photo de Eskinder Debebe: guerra : UN PHOTO 186705 / J . Isaac; página 9: pescador : © Keith Ross /SuperStock ; página 19: familia con cachorros: Rhino and Lion Park (Gauteng, Sudáfr ica): página 20: AP Photo/Bul l i t Márquez

© 2 0 0 4

W a t c h T o w e r B i b l e a n d T r a c t S o c i e t y o f P e n n s y l v a n i a

T o d o s los d e r e c h o s r e s e r v a d o s

¡Manténgase alerta!

E d i t o r e s

W a t c h t o w e r B i b l e a n d T r a c t S o c i e t y o f N e w Y o r k , Inc .

B r o o k l y n , N e w Y o r k , U . S . A .

A m e n o s q u e s e i n d i q u e ( o c o n t r a r i o , las c i t a s d e l a B ib l ia s o n d e i a v e r s i ó n e n l e n g u a j e

m o d e r n o Traducción dei Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias)

K e e p on t f ie Watch!

S p a n i s h (/cp-S)

P r i n t e d i n S p a í n I m p r e s o e n E s p a ñ a

D . L . : M - 1 6 5 6 4 - 2 0 0 4

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¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE ESTE MUNDO?

Las noticias sobre conflictos graves y sucesos terribles inundan los informativos del mundo entero. ¿Cuál es el verdadero significado de tales hechos?

SEGURIDAD PERSONAL. A t e n t a d o s con b o m b a en var ios m e r c a d o s . M a e s t r o s y a l u m n o s t i ro t eados en u n a escuela. R a p t a n n iños en un descu ido de los pa­dres . Mujeres y anc ianos asa l tados a p lena luz del día.

PANORAMA RELIGIOSO. Las iglesias r e s p a l d a n a las facciones en confl icto. Clér igos acusados de genoci­dio. La Iglesia encub re a sacerdotes cu lpab les de abuso sexual de menore s . La escasa asistencia a los servicios rel igiosos p rovoca la ven ta de iglesias.

MEDIO AMBIENTE. Los in te reses comerc ia les ace­leran la deforestación. C o m u n i d a d e s p o b r e s ta lan bos­ques en te ros p a r a consegui r combus t ib le . La con tami ­nación de acuíferos afecta a la po tab i l idad del agua. Los res iduos indus t r ia les y ciertas técnicas m o d e r n a s de c a p t u r a ocas ionan graves d a ñ o s a la pesca . Asfixian­t e c o n t a m i n a c i ó n ambien ta l .

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ECONOMÍA FAMILIAR. La r e n t a p e r c á p i t a en el África s u b s a h a r i a n a no s u p e r a los 480 dólares anua les . La avaricia de a lgunos direct ivos causa la qu iebra de sus empresas de jando a miles de e m p l e a d o s en la calle. Inversores es tafados p ie rden los a h o r r o s de t oda u n a

vida.

ESCASEZ DE ALIMENTOS. E n t odo el m u n d o , unos ochoc ien tos mi l lones de p e r s o n a s se acues tan con el es­t ó m a g o vacio.

GUERRAS. Los confl ictos bél icos del siglo x x se co­b ra ron más de cien mi l lones de vidas. Hay a r m a s nu­c l e a r e s s u f i c i e n t e s p a r a a n i q u i l a r a l a h u m a n i d a d var ias veces. G u e r r a s civiles. El t e r r o r i s m o se ha con­ver t ido en una a m e n a z a mund ia l .

EPIDEMIAS Y DIVERSAS ENFERMEDADES. A p a r t ir de 1918, la g r ipe españo la c a u s ó 21.000.000 de muer ­tes. El sida es ya "la p a n d e m i a m á s devas tadora de la his tor ia" . El suf r imiento q u e c a u s a n el cánce r y las en­fe rmedades card íacas no c o n o c e f ronteras .

Procure ver el trasfondo de estas noticias. ¿Se trata de hechos aislados? ¿O constituyen un entramado mundial con un significado de mayor trascendencia?

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¿QUE SIGNIFICADO TIENEN LOS SUCESOS ACTUALES?

J E S U C R I S T O dijo que "la conclusión del sis­tema de cosas" se caracterizaría po r guerras, escasez de a l imen tos , pes t e s y t e r r e m o t o s (Mateo 24:1-8; Lucas 21:10, 11).

Desde 1914, las guerras, ya sea entre nacio­nes o entre etnias, han e m p a ñ a d o la histo­ria de la humanidad . Estos conflictos son a menudo consecuencia de la intromisión del clero en la política y, más recientemente, del terror ismo internacional.

Pese a los adelantos científicos, las hambru­nas se cobran millones de vidas anualmente, y asciende a cientos de millones el número de personas que por todo el mundo sufren debido a la escasez crónica de alimentos.

Las pestes, o epidemias, consti tuyen otra faceta de la señal que dio Jesús. La epidemia de gripe que se declaró tras la pr imera guerra

mundia l segó más de veintiún millones de vi­das. A diferencia de las plagas de la antigüe­dad, que d iezmaban a la población en zonas muy concretas, en aquella ocasión se vieron afectadas mul t i tud de naciones, e incluso islas remotas. En nuest ros días, el sida se extiende como un reguero de pólvora p o r todo el pla­neta, y otras enfermedades como la tubercu­losis, el paludismo, la ceguera de los ríos y el mal de Chagas siguen afectando a los países en desarrollo.

Todos los años se registran decenas de mi­les de te r remotos de diversa intensidad. Pese a contar con ins t rumental y métodos moder­nos de alerta, los desastres provocados po r los sismos en los núcleos urbanos siguen sien­do noticia.

La Biblia también predijo: "Sabe esto, que en los úl t imos días se presentarán t i empos c r í t i cos , dif íc i les de m a n e j a r . P o r q u e los hombres serán amadores de sí mismos, ama­dores del dinero, p resumidos , altivos, blas­femos, desobedientes a los padres, desagra­decidos, desleales, sin tener car iño na tura l , no dispuestos a n ingún acuerdo, calumnia­dores, sin au todominio , feroces, sin amor del bien, traicioneros, tes tarudos, h inchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, t en iendo una forma de devoción piadosa, pero resul tando falsos a su poder; y de estos apár ta te" (2 Timoteo 3:1-5).

¿No le parece que nos ha l lamos en esos " t iempos críticos, difíciles de manejar"?

¿Se ha fijado en que la gente es sumamente egoísta, materialista y orgullosa?

¿Quién p o d r í a negar que e l m u n d o está l l eno de i n d i v i d u o s e x i g e n t e s , i n g r a t o s , desleales e incapaces de ponerse de acuerdo?

¿Ha observado que la desobediencia a los padres y la falta de car iño han aumen tado de

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¿De qué últimos días se trata?

No se trata de los últimos días de la huma­nidad, pues según la Biblia, quienes ha­gan la voluntad de Dios podrán vivir para siempre (Juan 3:16,36; 1 Juan 2:17).

Tampoco nos referimos a los últimos días del planeta, ya que la Palabra de Dios promete que la Tierra estará habitada por toda la eternidad (Salmo 37:29; 104:5; Isaías 45:18).

Más bien, son los últimos días de este sis­tema de cosas, donde reinan la violencia y la falta de amor, así como de quienes se aterren a él (Proverbios 2:21,22).

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forma a larmante no solo en determi­nados lugares, sino a nivel mundial?

Sin duda, usted se da cuenta de que vivimos en un m u n d o que está obse­sionado con la búsqueda de placeres y que carece de amor por el bien. Así describe la Biblia las acti tudes predo­minantes en "los úl t imos días".

¿Hacen falta más pruebas para iden­tificar los t iempos en que vivimos? Je­sús también predijo que durante este mismo per íodo se predicarían en toda la Tierra habi tada las buenas nuevas del Reino de Dios (Mateo 24:14). ¿Se está cumpl iendo dicha profecía?

La Atalaya, una revista que se basa en la Biblia y cuyo propósi to es anun­ciar las buenas nuevas del Reino de Jehová , es la pub l i cac ión p e r i ó d i c a que se impr ime en el mayor número de idiomas.

Todos los años, los testigos de Jeho­vá d e d i c a n m á s de mil m i l l ones de

Las buenas nuevas se predican por todo el mundo

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¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? Los profetas bíblicos escribieron en repeti­

das ocasiones: "Esto es lo que ha dicho

Jehová" (Isaías 43:14; Jeremías 2:2). Inclu­

so Jesucristo, el Hijo de Dios, destacó el he­

cho de que él 'no hablaba por sí mismo'

(Juan 14:10). La propia Biblia dice cla­

ramente: "Toda Escritura es inspirada de

Dios" (2 Timoteo 3:16).

Ningún otro libro se ha publicado en tantos

idiomas (más de dos mil doscientos, según

las Sociedades Bíblicas Unidas) ni cuenta

con semejante distribución (más de cua­

tro mil millones de ejemplares). ¿Acaso de­

bería esperarse menos de un mensaje de

Dios para la humanidad?

En el libro La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o

palabra del hombre?, editado por los testi­

gos de Jehová, encontrará un análisis más

detallado de las pruebas que apoyan la ins­

piración divina de las Escrituras.

Leer la Biblia reconociendo que realmente

es la Palabra de Dios tendrá un enorme

impacto en su vida.

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horas a hablar al prójimo sobre el Reino de Dios.

Además, edi tan publicaciones bíblicas en unos cuatrocientos idiomas, algunos de los cua­les solo hablan grupos minoritarios en lugares remotos. Los testigos de Jehová han difundi­do el mensaje de las buenas nuevas por todas las naciones, llegando a predicar incluso en nu­merosas islas y territorios que por su reducido tamaño carecen de relevancia en la escena po­lítica. En la mayoría de los países llevan a cabo un programa regular de educación bíblica.

Así es, las buenas nuevas del Reino de Dios se están predicando en toda la Tierra habi­tada, no para convertir al mundo , sino para dar test imonio. En todas par tes se ofrece a las personas la opor tun idad de demostrar si se interesan en saber quién es el Creador de los cielos y la Tierra y si most rarán respeto por sus leyes y amor al prójimo (Lucas 10:25-27; Revelación [Apocalipsis] 4:11).

Den t ro de poco , el Reino de Dios l impiará el planeta de toda maldad y lo convertirá en un paraíso (Lucas 23:43).

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¿Qué es el Reino de Dios?

Es un gobierno celestial instaurado por el Dios verdadero, Jehová, Creador del cielo y la Tierra (Jeremías 10:10, 12).

La Biblia indica que Dios ha concedido a

Jesucristo autoridad para gobernar (Reve­

lación 11:15). Cuando estuvo en la Tierra,

Jesús demostró dicha autoridad de forma

sorprendente al controlar las fuerzas na­

turales, curar toda clase de dolencias e in­

cluso resucitar a algunas personas que

habían muerto (Mateo 9:2-8; Marcos 4:

37-41; Juan 11:11-44). Una profecía bíbli­

ca inspirada predijo que el Altísimo tam­

bién le otorgaría "gobernación y dignidad

y reino, para que los pueblos, grupos na­

cionales y lenguajes todos le sirvieran

aun a é l " (Daniel 7:13,14). Ese gobierno

se conoce como el Reino de los cielos, y

es precisamente desde los cielos desde

donde Jesucristo gobierna en la actuali­

dad.

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¿QUÉ RUMBO SIGUE SU VIDA?

* Muchas personas se hallan tan absortas en los asuntos cotidianos, que apenas se plantean hacia dónde se dirige su vida.

* La Biblia explica que nos aguardan acon­tecimientos maravillosos y nos advierte de que las instituciones humanas sufrirán un cambio radical de proporciones mundiales. Para beneficiarnos de esta información y es­capar de la calamidad, debemos actuar con decisión, sin pérdida de tiempo.

* Hay quienes conocen las Escrituras y pro­curan seguir sus consejos, pero permiten que las inquietudes los lleven por otro derro­tero.

* ¿Está usted satisfecho con el rumbo que ha tomado su vida? Al hacer planes, ¿toma en cuenta la repercusión que sus decisiones tendrán a largo plazo?

¿Qué es lo más importante

para usted? ¿Qué lugar ocupan en su vida los siguien­

tes asuntos? Numérelos por orden de im­

portancia.

Aunque muchos de estos asuntos t ienen su debido lugar en la vida, ¿cuáles son sus prioridades a la hora de escoger?

Actividades de tiempo libre

Empleo o profesión

Salud

Ser feliz

Mi cónyuge

Mis padres

Mis hijos

Una casa cómoda y buena ropa

Ser el mejor

Servir a Dios

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¿Contribuyen sus decisiones a lograr los objetivos que se ha propuesto?

REFLEXIONE EN LO SIGUIENTE ACTIVIDADES DE T I E M P O LIBRE. ¿Escojo

actividades que me ayudan a recuperar fuer­

zas? ¿0 prefiero las emociones fuertes que

podrían perjudicar mi salud o incluso dejar­

me inválido? ¿Es mi idea de pasarlo bien

entregarme a unas cuantas horas de "di­

versión", aunque después tenga que lamen­

tarme por mucho tiempo? Aun si no hago

nada objetable, ¿dedico tanto tiempo a diver­

tirme que dejo a un lado asuntos más impor­

tantes?

EMPLEO 0 PROFESIÓN. ¿Constituye para mí

un medio de vida, o me tiene esclavizado?

¿Me impone exigencias que amenazan mi sa­

lud? ¿Prefiero trabajar horas extras que estar

con mi cónyuge o mis hijos? Si se me asignan

tareas que perturban mi conciencia o que

suelen interferir con los intereses espiritua­

les, ¿las efectúo para no perder mi empleo?

S A L U D . ¿Procuro conservar mi salud, o

no me cuido como debiera? ¿Es la salud

siempre mi tema de conversación? ¿Trato de

cuidarme para poder atender bien a mi fami­

lia?

S E R FELIZ. ¿Es lo más importante para mí?

¿Antepongo mi felicidad a la de mi cónyuge o

la de mi familia? ¿Busco la felicidad de un

modo que sea propio de un siervo del Dios

verdadero?

MI C Ó N Y U G E . ¿Lo considero mi compañero,

o compañera, solo cuando me conviene? ¿Lo

trato con el respeto y la dignidad que se mere­

ce? ¿Influye mi fe en el concepto que tengo

de mi cónyuge?

MIS PADRES. Si aún soy menor, ¿les mues­

tro obediencia como es debido: mediante

no ser respondón, al cumplir las tareas que

me asignan en el hogar, al llegara la hora que

me hayan fijado y al evitar las actividades o

amistades que no les parezcan adecuadas?

Si soy adulto, ¿los escucho respetuosamente

y los ayudo cuando lo necesitan? ¿Cómo los

trato: como mejor me convenga, o como en­

seña la Palabra de Dios?

MIS HIJOS. ¿Asumo la responsabilidad de

enseñarles buenos valores morales, o espe­

ro que los aprendan en la escuela? ¿Paso

tiempo con ellos, o dejo que los juguetes,

la televisión o la computadora los manten­

gan entretenidos? ¿Los disciplino siempre

que desobedecen los recordatorios divinos, o

solo cuando estoy irritado?

UNA CASA C Ó M O D A Y B U E N A ROPA. ¿Qué

factor determina la Importancia que concedo

a mi apariencia y mis posesiones? ¿La impre­

sión que quiero causar a los vecinos? ¿El

bienestar de mi familia? ¿El hecho de ser un

siervo de Dios?

S E R EL M E J O R . ¿Es importante para mí ha­

cer las cosas bien? ¿Trato por todos los me­

dios de ser el mejor? ¿Me molesta que me

superen los demás?

SERVIR A DIOS. ¿Qué es más importante

para mí: la aprobación divina, o la de mi cón­

yuge, mis hijos, mis padres o mi patrono?

¿Estaría dispuesto a poner el servicio a Dios

en un segundo plano a fin de mantener una

vida desahogada?

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ANALICE DETENIDAMENTE ESTOS CONSEJOS BÍBLICOS ¿Qué lugar ocupa Dios en su vida?

Eclesiastés 12:13: 'Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre".

PREGÚNTESE: "¿Es evidente que sigo esta

norma? ¿Dictan los mandamientos divinos la

forma en que atiendo las obligaciones rela­

cionadas con mi familia, mi trabajo o mis es­

tudios? ¿0 son las inquietudes de la vida o

ciertas obligaciones las que determinan el

tiempo que dedico a Dios?".

¿Cómo es su relación con Dios?

Proverbios 3:5,6: "Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendi­miento. En todos tus caminos tómalo en cuen­ta, y él mismo hará derechas tus sendas".

Mateo 4:10: "Es a Jehová tu Dios a quien tie­nes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado".

PREGÚNTESE: "¿Es así como veo mi rela­

ción con Dios? ¿Se refleja tal confianza y de­

voción en mis actividades cotidianas y en mi

forma de afrontar las crisis?".

¿Cuánta importancia les concede a la lec­tura y el estudio de la Biblia?

Juan 17:3: "Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el úni­co Dios verdadero, y de aquel a quien tú en­viaste, Jesucristo".

PREGÚNTESE: "Cuando analizo el lugar que

ocupa en mi vida la lectura meditativa de la

Palabra de Dios, ¿resulta obvio que creo en

estas palabras?".

PREGÚNTESE: "¿Concedo a esta actividad

la importancia que de verdad se merece?

¿Refleja mi participación en esta obra la con­

vicción de que vivimos en una época tras­

cendental?".

Mateo 24:14: "Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habita­da para testimonio [...] y entonces vendrá el fin".

Mateo 28:19,20: "Vayan, por lo tanto, y ha­gan discípulos de gente de todas las nacio­nes, [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado".

Salmo 96:2: "Canten a Jehová, bendigan su nombre. De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él".

¿Participa con entusiasmo en comunicar a

otras personas los propósitos de Dios?

PREGÚNTESE: "¿Demuestra mi estilo de

vida que valoro este mandato de la Palabra

de Dios? ¿Me perdí alguna reunión el mes

pasado por permitir que otros asuntos tuvie­

ran prioridad?".

¿Les da suficiente importancia a las reunio­

nes cristianas?

Hebreos 10:24, 25: "Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, sin abandonar el reunimos, [,..]y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca".

Salmo 122:1: "Me regocijé cuando estuvie­ron diciéndome: 'Vamos a la casa de Jeho­vá'".

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HA LLEGADO "LA HORA DEL JUICIO"

R E V E L A C I Ó N , el ú l t imo libro de la Biblia, nos habla de un ángel que vuela en medio del cielo con "buenas nuevas eternas que decla­rar c o m o noticias gozosas" y que dice con voz fuerte: "Teman a Dios y denle gloria, po rque ha llegado la hora del juicio po r él" (Revela­ción 14:6, 7). "La hora del juicio", du ran te la cual se pronuncia y ejecuta la sentencia divi­na, es un per íodo de t i empo relat ivamente cor to . Dicha hora representa la culminación de "los úl t imos días" en los que es tamos vi­viendo (2 Timoteo 3:1).

La llegada de "la hora del ju ic io" consti tu­ye una buena noticia pa ra quienes a m a n la justicia. Será entonces cuando Dios elimine al actual sistema de cosas violento y desamo­rado que t an to sufrimiento ha causado a sus siervos.

Es ahora, antes de que la destrucción del ac­tual sistema de cosas malvado dé por termina­da "la hora del juicio", cuando se nos da la siguiente exhortación: "Teman a Dios y den­le gloria". ¿Lo está haciendo usted? No bas­ta con decir: "Creo en Dios" (Mateo 7:21-23; Santiago 2:19,20). El t emor a Dios debería im­pulsarnos a t ra tar lo con reverencia y alejar­nos de la maldad (Proverbios 8:13). Deber ía mot ivarnos a amar lo bueno y odiar lo malo (Amos 5:14,15). Si glorificamos a Dios, lo es­cucharemos con el mayor respeto, por lo que no habrá nada que nos tenga tan ocupados que descuidemos la lectura regular de su Pa­labra, la Biblia. Confiaremos en él con todo nues t ro corazón y en todo m o m e n t o (Salmo 62:8; Proverbios 3:5, 6). Quienes de veras lo honran reconocen que es el Creador del cie­lo y la Tierra y, por lo tanto , se someten con amor a su soberanía universal. Si nos damos cuenta de que deber íamos prestar más aten­ción a estos asuntos, hagámoslo sin demora.

El per íodo en el que se ejecuta la sentencia del juicio mencionado por el ángel se conoce

también c o m o "el día de Jehová". La ant igua Jerusalén vivió un "dia" similar en 607 a.E.C. porque sus habi tantes desoyeron las adver­tencias que les dio Jehová median te los pro­fetas; pensaron que ese día tardar ía y se ex­pusieron a un gran peligro. Pero Jehová les había advertido: "Está cerca, y hay un apresu­rarse muchís imo de él" (Sofonías 1:14). Ba­bilonia también vivió o t ro "día de Jehová" en 539 a.E.C. (Isaías 13:1, 6). Confiados en sus fortificaciones y en sus dioses, los babilo­nios no hicieron caso de las advertencias da­das por los profetas de Dios. Sin embargo, la poderosa ciudad cayó ante los medos y los persas en una sola noche .

¿A qué nos enfrentamos en la actualidad? A ot ro "día de Jehová" de alcance aún mayor (2 Pedro 3:11-14). Ya se ha dic tado la sen­tencia divina con t ra "Babilonia la Grande" . En Revelación 14:8, un ángel declara: "¡Babi­lonia la G r a n d e ha caídof!]". Y ya ha suce­dido, pues ac tua lmente ella no puede conte­ner a los siervos de Jehová. La cor rupc ión de Babilonia y su implicación en las guerras han quedado c laramente expuestas, y su final está cerca. Por tal motivo, la Biblia exhorta a gente de todo lugar: "Sálganse de ella [Ba­bilonia la Grande] [...] si no quieren partici­par con ella en sus pecados , y si no quieren recibir par te de sus plagas. Porque sus pe­cados se han amon tonado hasta llegar al cie­lo, y Dios ha recordado sus actos de injusti­cia" (Revelación 18:4, 5).

¿Qué es Babilonia la Grande? Es el sistema religioso mundia l que lleva el sello distintivo de la ant igua Babilonia (Revelación, capítu­los 17, 18). Anal icemos algunas simili tudes entre ambas:

• La clase sacerdotal de la Babilonia anti­gua par t ic ipaba act ivamente en la polít ica na­cional. Así sucede hoy día en muchas religio­nes.

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• Los sacerdotes babilonios a m e n u d o fo­mentaban la guerra. En nues t ro t iempo, los minis t ros religiosos han sido muchas veces los pr imeros en apoyar a las t ropas en los conflictos bélicos.

• Las enseñanzas y prácticas de la ant igua Babilonia la convir t ieron en una nación su­m a m e n t e inmora l . Los guías rel igiosos de hoy día pasan po r alto las no rmas morales de la Biblia; en consecuencia, se observa una inmoral idad desenfrenada tan to entre el cle­ro c o m o ent re los laicos. Además, conviene destacar que en Revelación se califica a Babi­lonia la G r a n d e de ramera , debido a que se prosti tuye al ponerse al servicio del m u n d o y su sistema político.

• Las Escr i turas indican también que Ba­bilonia la G r a n d e vive "en lujo desvergonza­do". En la ant igua nación, los templos po­seían grandes extensiones de terreno, y los sacerdotes manten ían una destacada activi­dad comercial . Hoy día, además de los luga­res de culto, Babilonia la G r a n d e es dueña de un verdadero imper io comercial . Sus doctri­nas y festividades les p roporc ionan grandes ganancias t an to a ella c o m o al m u n d o de los negocios.

• Las imágenes, la magia y la brujería eran c o m u n e s en la Babilonia antigua; hoy día son igual de habituales . La muer t e se considera­ba c o m o una transición a otra vida. Los babi­

lonios, que levantaron mul t i tud de templos y capillas en honor a sus deidades, es taban en cont ra de los siervos de Jehová. Esas mismas creencias y prácticas identifican a Babilonia la Grande .

En la ant igüedad, Jehová se valió de poten­cias políticas y militares pa ra castigar a quie­nes repet idamente se negaban a hacer su vo­luntad. Así, los asirios destruyeron Samaría en 740 a .E.C; Jerusalén fue arrasada por los babilonios en 607 a.E.C. y por los romanos en 70 E.C.; a su vez, los medos y los persas con­quistaron Babilonia en 539 a.E.C. La Biblia predice que los gobiernos de la actualidad se c o m p o r t a r á n como una bestia salvaje: ataca­rán a "la ramera", la desnudarán —es decir, revelarán su verdadera naturaleza— y la des­t rui rán por comple to (Revelación 17:16).

¿Será posible que los gobiernos mundia les lancen semejante ataque? Según las Escritu­ras, Dios pond rá "en sus corazones" la idea de hacer lo (Revelación 17:17). No será un c o m p o r t a m i e n t o predecible ni gradual , sino repent ino, imprevisto y desconcer tante .

¿Qué debe hacer usted? Pregúntese: "¿Per­tenezco aún a alguna organización religiosa manchada con enseñanzas y prácticas que la identifican con Babilonia la Grande?" . Inclu­so aunque no fuera así, piense en lo siguiente: "¿Me he dejado influenciar p o r su espír i tu?". ¿En qué consiste dicho espíritu? Se t ra ta de una act i tud en la que p redomina la acepta­ción de valores morales degradados, el apego a los bienes materiales y a los placeres más bien que a Dios o el desprecio del iberado po r las Escr i turas (incluso en detalles aparente­mente insignificantes). Medi te antes de res­ponder .

Para conseguir el favor de Jehová, es vital que tan to nues t ros deseos c o m o nues t ros ac­tos evidencien que no somos par te de Babi­lonia la Grande . No podemos demorarnos , pues la Biblia nos advierte así de su repen­t ino fin: "Con lanzamiento veloz será arroja­da abajo Babilonia la gran ciudad, y n u n c a volverá a ser hal lada" (Revelación 18:21).

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senta la dominación polít ica desde los días de Babilonia hasta la actual idad mediante u n a gigantesca imagen hecha de oro, plata, cobre, hierro y barro . En alusión a nues t ro t i empo, la profecía dijo: "El Dios del cielo establecerá un reino que n u n c a será reducido a ruinas". Y la Biblia revela qué más ha rá este Reino duran te "la hora del juic io" de Jehová: "Tritu­rará y p o n d r á fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta t iempos indefinidos" (Daniel 2:44).

La Biblia advierte a los adoradores since­ros de Dios que no amen "las cosas que están en el mundo" , es decir, el estilo de vida que promueve este sistema de cosas alejado del Dios verdadero (1 Juan 2:15-17). ¿Muestran sus decisiones y acciones que apoya usted sin reservas el Reino de Dios? ¿Ocupa ese Reino el p r imer lugar en su vida? (Mateo 6:33; Juan 17:16,17.)

14 ¡Manténgase alerta!

¿Cuándo llegará el fin?

"A una hora que no piensan que es, vie­

ne el Hijo del hombre." (Mateo 24:44.)

"Manténganse alerta, [...] porque no sa­

ben ni el día ni la hora." (Mateo 25:13.)

"No llegará tarde." (Habacuc 2:3.)

Se avecinan más cambios. En "la hora del juicio", Jehová Dios también ped i rá cuentas al sistema polí t ico mundia l , a sus gobernan­tes y a cuantos pasen po r alto el jus to do­minio de su Reino celestial en manos de Je­sucristo (Revelación 13:1, 2; 19:19-21). En la visión profética de Daniel 2:20-45 se repre-

¿Sería diferente su vida si supiera cuándo llega el fin?

Si tuviera la certeza de que la ejecución in­

minente de la sentencia divina fuera a de­

morarse unos cuantos años, ¿cambiaría

usted su estilo de vida? ¿Ha aflojado el

paso en el servicio a Jehová porque este

viejo sistema parece durar más de lo que

usted esperaba? (Hebreos 10:36-38.)

Desconocer el momento exacto del fin nos

permite demostrar que nuestra motivación

para servir a Dios es pura. Los que cono­

cen a Jehová saben que un despliegue de

devoción de última hora no va a impresio­

narlo, pues él lee el corazón de cada perso­

na (Jeremías 17:10; Hebreos 4:13).

Quienes de veras aman a Dios siempre lo

ponen en primer lugar. Aunque los cristia­

nos trabajan como el resto de la gente, su

objetivo no es enriquecerse, sino contar

con lo suficiente para mantenerse y ayudar

a los demás si surge alguna necesidad

(Efesios 4:28; 1 Timoteo 6:7-12). También

les gusta cambiar el ritmo y disfrutar de di­

versiones sanas, pero lo hacen para re­

poner fuerzas, no porque quieran imitar

al mundo (Marcos 6:31; Romanos 12:2).

Al igual que Jesucristo, se deleitan en ha­

cer la voluntad divina (Salmo 37:4; 40:8).

Los verdaderos cristianos desean vivir para

siempre sirviendo a Jehová. Dicho deseo

no se apaga por el hecho de que ciertas

bendiciones tarden en llegar un poco más

de lo que algunos esperaban.

Page 15: ¡Mantenganse alerta!

La cuestión de la soberanía Para saber por qué permite Dios tanto sufri­

miento, debemos comprender la cuestión

de la soberanía, es decir, de la autoridad su­

prema.

Jehová es el Creador y, por lo tanto, tiene el

derecho de gobernar la Tierra y a cuantos vi­

ven en ella. Sin embargo, la Biblia explica

que al principio de la historia humana se

puso en tela de juicio la soberanía divina. Sa­

tanás el Diablo alegó que Jehová era dema­

siado restrictivo y que había mentido a

nuestros primeros padres sobre las conse­

cuencias de desobedecer Su ley y actuar

con autonomía. Sostuvo además que en rea­

lidad les iría mejor si se independizaban de

la autoridad divina (Génesis, capítulos 2, 3).

La destrucción inmediata de los rebeldes

habría demostrado el poder de Jehová, pero

las acusaciones habrían quedado sin res­

puesta. En cambio, al dejarlos con vida, Dios

permitió que toda su creación inteligente vie­

ra los resultados de la rebelión. Aunque tal

decisión ha provocado sufrimiento, también

nos ha dado la oportunidad de nacer.

Además, pese a que le supuso pagar un ele­

vado precio, Jehová amorosamente hizo lo

necesario para que los humanos que lo obe­

decieran y tuvieran fe en el sacrificio re­

dentor de su Hijo pudieran verse libres del

pecado y sus consecuencias, y vivir en el Pa­

raíso. Si fuera preciso, Jehová puede incluso

resucitarlos de entre los muertos.

Permitir que haya transcurrido tiempo para

resolver esta cuestión también ha servido

para que los siervos de Dios demuestren

que son capaces de responder a Su amor y

de ser leales bajo cualquier circunstancia.

Zanjar tanto la cuestión de la soberanía divi­

na como la de la integridad humana —estre­

chamente relacionada con la primera— es vi­

tal para que impere en el universo el debido

respeto por la ley, sin el cual la paz sería

imposible.*

* Dichas cuestiones y su repercusión se analizan con detalle en el libro acerquémonos a Jehová, editado por los testigos de Jehová.

El sistema político mundial dejará de existir

Page 16: ¡Mantenganse alerta!

EL NUEVO MUNDO QUE DIOS PROMETE

LA Biblia, la Palabra escrita de Dios, nos lle­na de esperanza al decir: "Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su pro­mesa, y en estos la justicia habrá de morar" (2 Pedro 3:13).

¿Qué son los "nuevos cielos"? La Biblia re­laciona los cielos con el concepto de gobierno (Hechos 7:49). Los "nuevos cielos" represen­tan, pues, una nueva administración que ejer­cerá su autoridad sobre la Tierra. Se conside­ra que es nueva porque sustituirá al actual sistema político y, además, po rque supone un paso adelante en el cumpl imiento del propó­sito divino. Se t rata del Reino que Jesús nos enseñó a pedir en nuest ras oraciones (Ma­teo 6:10). En vista de que lo instituyó Dios —quien reside en el cielo—, recibe el nombre de "el reino de los cielos" (Mateo 7:21).

re a una nueva sociedad humana . Será nue­va porque las personas malvadas habrán sido erradicadas de ella (Proverbios 2:21, 22). To­dos sus miembros honra rán y obedecerán al Creador y vivirán en armonía con sus requisi­tos (Salmo 22:27). Gen te de todas las nacio­nes está recibiendo la invitación de conocer las normas divinas y amoldarse a ellas. ¿Está haciendo usted eso?

En el nuevo m u n d o de Dios, todos respeta­rán Su autoridad. ¿Ama usted a Dios? ¿Lo im­pulsa dicho amor a obedecerle? (1 Juan 5:3.) ¿Se hace evidente este hecho po r su conducta en el hogar, en el empleo o en el centro de es­tudios? ¿Lo demuest ra por su estilo de vida?

En ese nuevo mundo , la sociedad h u m a n a adorará de forma unida al Dios verdadero. ¿Adora usted al Creador del cielo y la Tierra? ¿Se siente verdaderamente unido a sus com­pañeros de creencia de toda nación, raza y lengua? (Salmo 86:9, 10; Isaías 2:2-4; Sofonías 3:9.)

¿Qué es la "nueva tierra"? No se t rata de un nuevo planeta, pues las Escri turas indican con claridad que la Tierra siempre estará ha­

bitada. Más bien, la "nueva t ierra" se refie-

Page 17: ¡Mantenganse alerta!

El Dios que hizo estas promesas Es el Creador del cielo y la Tierra, aquel a

quien Jesucristo señaló como "el único Dios

verdadero" (Juan 17:3).

La mayoría de la gente honra dioses de su

propia invención. Millones de personas se in­

clinan ante imágenes inanimadas. Hay quie­

nes ensalzan a instituciones humanas, mo­

dos de pensar materialistas o sus propios

deseos. Y hay otros que, aunque afirman in­

cluso basarse en la Biblia, no honran el nom­

bre que identifica al "Dios verdadero" en las

Escrituras (Deuteronomio 4:35).

El Creador dice de sí mismo: "Yo soy Jehová.

Ese es mi nombre" (Isaías 42:5, 8). Dicho

nombre aparece unas siete mil veces en el

texto bíblico original. Y Jesucristo enseñó a

sus seguidores a pedir en oración: "Padre

nuestro que estás en los cielos, santificado

sea tu nombre" (Mateo 6:9).

¿Cómo es el Dios verdadero? Él se define

como alguien "misericordiosoy benévolo, tar­

do para la cólera y abundante en bondac

amorosa y verdad", pero que bajo ningúr

concepto dejará sin castigo a quienes infrin

jan sus mandamientos obstinadamente (Éxo

do 34:6, 7). La relación que ha mantenidc

con la humanidad a lo largo de la historia con

firma dicha descripción.

Tanto su nombre como la persona a la que di

cho nombre representa deben ser santifica

dos, o considerados sagrados. Él es el Crea

dor y Soberano Universal, y por tanto merece

obediencia y total devoción. ¿Se las está dan

do usted?

Page 18: ¡Mantenganse alerta!

¿Cuáles serán los logros de los "nuevos cielos" v la "nueva tierra"?

Una Tierra convertida en un paraíso

Una sociedad formada por personas proceden­

tes de toda nación, raza e idioma unidas por el

amor

Paz mundial y verdadera seguridad para todos

Trabajo agradable y comida en abundancia

Eliminación de las enfermedades, el dolor y la

muerte

Un mundo en el que todos adorarán al único

Dios verdadero

Revelación 15:3,4

Isaías 25:8; Revelación 21:1,4

Isaías 25:6; 65:17,21-23

Salmo 37:10,11; Miqueas 4:3,4

Juan 13:35; Revelación 7:9,10

Lucas 23:43

Page 19: ¡Mantenganse alerta!

¡Manténgase alerta! 19

¿Se beneficiará usted? ¡Dios no puede mentir! (Tito 1:2.)

Jehová declara: "Mi palabra [...] no volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y ten­drá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado" (Isaías 55:11).

Jehová ya está creando unos "nuevos cie­los y una nueva tierra", pues el gobierno celestial ha entrado en funciones y se ha colocado el fundamento de esa "nueva tierra".

Tras relatar algunos de los maravillosos

logros de los "nuevos cielos" y la "nueva

tierra" para beneficio de la humanidad,

Dios mismo, el Soberano Universal, asegu­

ra en el libro bíblico de Revelación: "¡Mira!,

voy a hacer nuevas todas las cosas". Tam­

bién dice: "Escribe, porque estas palabras

son fieles y verdaderas" (Revelación 21:

1, 5).

Ahora bien, cada uno de nosotros debe

plantearse esta pregunta crucial: "¿Estoy

haciendo los cambios necesarios a fin de

que se me considere digno de formar parte

de ta 'nueva tierra' bajo la administración

de los 'nuevos cielos'?".

Page 20: ¡Mantenganse alerta!

PRESTARON ATENCIÓN Y SE SALVARON

J E S U C R I S T O avisó con antelación de que el sistema de cosas judío, cen t rado en el tem­plo de Jerusalén, llegaría a su fin. Aunque no ofreció una fecha exacta, sí describió los sucesos que anteceder ían a tal destrucción y exhortó a sus discípulos a mantenerse alerta y huir de la zona de peligro.

"Cuando vean a Jerusalén cercada de ejér­citos acampados —predijo Jesús—, entonces sepan que la desolación de ella se ha acer­cado." También aconsejó: "Cuando alcancen a ver la cosa repugnan te que causa desola­ción [...] de pie en un lugar santo, [...] enton­ces los que estén en Judea echen a huir a las montañas" . Jesús instó a sus discípulos a que no regresaran a recoger sus bienes; si querían

salvarse, tendr ían que huir de inmedia to (Lu­cas 21:20,21; Ma teo 24:15, 16).

A fin de sofocar u n a prolongada revuelta, en 66 E . C , Cest io Ga lo dirigió las fuerzas ro­manas cont ra Jerusalén, adonde logró ent rar e incluso sitiar el templo . La ciudad quedó sumida en el caos. Quienes se mantuvieron alerta comprendie ron que el desastre era in­minente , pe ro ¿lograrían huir? Sin previo avi­so, Cest io Ga lo ret iró a sus soldados, quienes fueron perseguidos por los judíos insurgen­tes. ¡Ese era el m o m e n t o de alejarse de Jeru­salén y de toda Judea!

El ejército romano regresó al año siguiente bajo el mando de Vespasiano y su hijo, Tito, llevando la guerra a todo el país. A principios

de 70 E . C , los romanos cons t ruyeron alre­dedor de la capital una empal izada de es­tacas punt iagudas que impedía toda posibi­l idad de e scape (Lucas 19:43, 44). En la ciudad, las diversas facciones se ma ta ron a t rozmente entre sí. El resto del pueblo pe­reció a manos de los romanos o fue llevado al cautiverio. La ciudad y el t emplo queda­ron arrasados. Según Josefo, historiador ju­dío del siglo pr imero, más de un millón de judíos sufrieron y mur ie ron en aquella oca­sión. El t emplo j amás ha sido reconstruido.

De haber es tado en Jerusalén en 70 E . C , los c r i s t i a n o s h a b r í a n s ido m a s a c r a d o s o sometidos a esclavitud c o m o el resto de

Muchos se salvaron de las cenizas volcánicas del monte Pinatubo por hacer caso de las advertencias

20 ¡Manténgase alerta!

Page 21: ¡Mantenganse alerta!

la población. Pero no sucedió así, pues se­gún los his tor iadores de la época , hicieron caso de la advertencia divina y huyeron de Jerusalén y Judea en dirección a las monta­ñas si tuadas al este del río Jordán. Algunos se asentaron en Pela, provincia de Perea. N u n c a regresaron a Judea. Pres tar atención a la ad­vertencia de Jesús les salvó la vida.

¿Toma usted en serio las advertencias que provienen de fuentes confiables? C u a n d o muchas de las advertencias no se

hacen realidad, la gente t iende a t omar todas a la ligera. Sin embargo, hacer caso de las ad­vertencias puede suponer la diferencia entre la vida y la muer te .

Por ejemplo, en 1975 se dio en China la voz de a la rma sobre un posible te r remoto . Las autor idades tomaron medidas, y la población reaccionó, gracias a lo cual se salvaron miles de vidas.

En abril de 1991, los habi tantes de las la­deras del mon te P ina tubo, en las Filipinas, vieron c ó m o este expulsaba vapor y cenizas.

Tras vigilar el es tado del volcán du ran te dos meses, el Phil ippine Inst i tute of Volcanology and Seismology declaró la alerta roja, y en­seguida fueron evacuadas miles de personas . En la mañana del 15 de jun io se escuchó una t remenda explosión, la cual lanzó a la a tmós­fera más de ocho ki lómetros cúbicos de ceni­zas, que pos te r iormente fueron deposi tándo­se en el suelo. De nuevo, miles de vidas se salvaron por pres tar atención.

La Biblia advierte del fin del sistema de co­sas actual. Por eso, en vista de que vivimos en los úl t imos días y de que el fin está cada vez más cerca, ¿se mant iene usted alerta? ¿Está haciendo lo posible para pe rmanece r fuera de la zona de peligro? Impulsado p o r un sen­tido de urgencia, ¿avisa al prójimo pa ra que haga lo mismo?

¡Manténgase alerta! 21

Los cristianos que prestaron atención a la advertencia de Jesús escaparon con vida

de la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.

Page 22: ¡Mantenganse alerta!

"NO HICIERON CASO"

T O M A R a la ligera las advertencias puede conducir al desastre.

En 1974, mient ras la ciudad austra l iana de Darwin se p reparaba para sus fiestas, el so­nido de las sirenas anunció la llegada de un ciclón. Sin embargo, hacía casi t re inta años que ninguno causaba daños serios a esa po­blación. ¿Por qué sería diferente en esta oca­sión? La mayoría de los c iudadanos no pensa­ron que corr ían verdadero peligro hasta que las fuertes ráfagas de viento comenzaron a a r rancar los tejados y las paredes de las casas donde se habían refugiado. A la m a ñ a n a si­guiente, la ciudad era la misma imagen de la desolación.

En noviembre de 1985, en las cercanías de la c iudad de A r m e r o (Colombia) , la e rup­ción de un volcán fundió la nieve y el hielo que lo cubrían, desencadenando una avalan­cha de lodo que sepul tó a más de 20.000 habi­tantes de dicha localidad. ¿Ocurr ió sin pre­vio aviso? Lo cierto es que la gente llevaba meses no tando los temblores de la monta­ña, pe ro la mayoría se había acos tumbrado y vivía despreocupada. Aunque las autorida­

des recibieron informes de que el desastre era inminente , no hicieron casi nada po r dar la voz de alarma. Al contrar io , median te la radio y el sistema de megafonía de la iglesia emit ieron anuncios pa ra t ranqui l izar a la po­blación. La noche de la t ragedia se registra­ron dos espectaculares explosiones. ¿Habría abandonado usted sus per tenencias y echado a huir? Muy pocos reaccionaron antes de que fuera demasiado tarde.

Los geólogos suelen predecir con bas tante precisión dónde se produci rán los terremo­tos, pe ro casi n u n c a saben exactamente en qué momen to . En 1999, los te r remotos sega­ron las vidas de 20.000 personas en todo el mundo , muchas de las cuales j amás se habían imaginado que les sucedería algo semejante.

¿Cómo reacciona usted ante las advertencias procedentes

de Dios mismo? La Biblia, que descr ib ió g rá f i camen te y

con m u c h a antelación los sucesos que carac­terizan a los úl t imos días, nos an ima a pensar en "los días de Noé" . "En aquellos días antes

¿Hubo de veras un diluvio universal? Aunque muchos de sus detractores lo niegan, la Biblia presenta el Diluvio como un

hecho real.

El propio Jesucristo se refirió a tal suceso; de hecho, lo presenció desde los cielos.

Page 23: ¡Mantenganse alerta!

del diluvio", las personas vivían inmersas en sus actividades cotidianas, aunque sin duda les p reocupaba la violencia reinante. No obs­tante, pese a la advertencia que Dios les hizo llegar mediante su siervo Noé, "no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los bar r ió a todos" (Mateo 24:37-39). ¿Habría pres tado usted atención entonces? ¿Lo hace ahora?

¿Qué habría hecho de vivir en Sodoma, cer­ca del m a r Muer to , en el t i empo de Lot, so­br ino de Abrahán? Aquella próspera ciudad se hallaba en una región paradisíaca, y en los días de Lot, sus habi tantes vivían despreo­cupados: "comían, bebían, compraban , ven­dían, p lantaban, edificaban". Pero aquella so­ciedad era también sumamente inmoral . ¿Se

habría tomado usted en serio la condena que hizo Lot de las prácticas depravadas? ¿Ha­bría hecho caso si le hubiera dicho que Dios iba a des t rui r la ciudad? ¿O hubiera pensado que Lot bromeaba, c o m o hicieron sus futu­ros yernos? ¿Es posible que en medio de la huida hubiera mirado atrás, c o m o la esposa de Lot? A u n q u e los demás no t omaron en se­rio la advertencia, el día que Lot salió de So-doma "llovió del cielo fuego y azufre y los des t ruyó a todos" (Lucas 17:28,29).

En la actual idad, la mayoría de la gente t a m p o c o hace caso. Pero los ejemplos an­teriores se han conservado en la Palabra de Dios pa ra servirnos de advertencia y p a r a mot ivarnos a M A N T E N E R N O S ALERTA.

¿Se destruyó realmente a Sodoma y Gomorra?

Las pruebas arqueológicas así lo atesti­

guan.

Este hecho aparece en diversas fuentes

históricas.

Jesucristo corroboró dicha devastación, y

existen referencias a ella en catorce libros

de la Biblia.

Page 24: ¡Mantenganse alerta!

"PARA QUE NO ENTREN EN TENTACIÓN" "Manténganse alerta y oren de continuo, para que no entren en tentación." (MATEO 26:41.)

24 ¡Manténgase alerta!

JESUCRISTO, el Hijo de Dios, estaba a pun­to de terminar su vida terrestre. Se hallaba bajo una enorme presión, como n u n c a an­tes había experimentado. Sabía que de un m o m e n t o a o t ro lo arrestarían y lue­go lo condenar ían a morir en un madero de tormento . Compren­día igua lmente que t odos sus actos y decis iones repercut i ­rían, para bien o para mal, en el nombre de su Padre. Ade­más , era consciente de que estaba en juego el futuro de la humanidad. ¿Cómo reac­cionó ante tan ta presión?

2 Llevó a sus discípulos al jardín de Getsemaní , u n o de sus lugares favoritos. Una vez allí se alejó un poco de ellos y, a solas, abrió el corazón a su Pa­dre celestial para pedirle fuerzas. Y n o le rogó con fervor una sola vez, sino tres veces. Aunque era perfecto, Jesús no se creyó capaz de resistir aquella presión por sí mismo (Mateo 26:36-44).

3 En la actualidad, también vivimos bajo pre­sión. En este folleto ya se han analizado prue­bas de que nos hallamos en los últimos días de este sistema malvado. Las presiones y las ten­taciones generadas por el mundo de Satanás se están intensificando. Los actos y decisiones de quienes afirmamos servir al Dios verdade­ro repercuten en Su nombre e influyen nota­blemente en nuestras expectativas de vivir en Su nuevo mundo. Nosotros amamos a Jehová y queremos aguantar "hasta el fin", ya sea el de nuestra vida o el de este sistema, sin im­por tar cuál se produzca antes (Mateo 24:13). Ahora bien, ¿cómo lograremos conservar el sentido de urgencia y mantenernos alerta?

4 Jesús sabía que a sus discípulos —tanto en­tonces como en la actualidad— también se les sometería a presión; por lo tanto exhor­

tó: "Manténganse alerta y oren de conti­nuo, para que no entren en tentación"

(Mateo 26:41). ¿Qué implican estas palabras para nosotros? ¿Qué ten­

taciones afrontamos? ¿Y c ó m o nos 'mantendremos alerta'?

¿Qué tentaciones afrontamos?

5 Todos afrontamos a dia­rio la tentación de caer en el "lazo del Diablo" (2 Timoteo 2:26). La Biblia nos advierte de que los siervos de Jehová

son el principal blanco de Sa­tanás (1 Pedro 5:8; Revelación

12:12, 17). ¿Qué se p r o p o n e ? No necesar iamente qui ta rnos la

vida. De hecho , que m u r i é r a m o s fieles a Dios no representaría n inguna

victoria para Satanás, pues él sabe que me­diante la resurrección, Jehová revertirá —a su debido t i empo— los efectos de la muer te (Lucas 20:37, 38).

6 El Diablo quiere qui tarnos algo de m u c h o más valor que la vida: nuestra integridad a Dios. Satanás está desesperado por demos­trar que puede apar ta rnos de Jehová. Por tan­to, si pudiera inducirnos a ser infieles —al dejar de predicar las buenas nuevas o al aban­donar las normas cristianas—, entonces ha­bría vencido (Efesios 6:11-13). Por eso "el Ten­tador" nos tiende t r ampas (Mateo 4:3).

7 Satanás se vale de diversos "engaños", o t re tas (Efesios 6:11, Versión Popular). Suele recurrir al material ismo, el temor, las dudas o la búsqueda de placeres. Ahora bien, uno

Page 25: ¡Mantenganse alerta!

de sus métodos más eficaces es el desánimo. Este as tu to opor tun i s ta sabe que el desalien­to nos debilita, haciéndonos más vulnerables (Proverbios 24:10). Por lo tanto, procura va­lerse de los momentos en que nos hal lamos "aplastado[s]" emocionalmente pa ra tentar­nos y lograr que nos r indamos (Salmo 38:8).

8 A medida que nos adent ramos en los úl­t imos días, parece que aumentan las causas de desánimo, y nosotros no somos inmunes a ellas (véase el recuadro "Factores que contri­buyen al desánimo") . Provenga de donde pro­venga, el desánimo mina nues t ra fortaleza. Cuando alguien se encuentra agotado física, mental y emocionalmente , puede resultar un desafio "compr[ar] todo el t i empo o p o r t u n o " para las obligaciones espirituales, como son el estudio de la Biblia, la asistencia a las reu­niones cristianas y la part icipación en el mi­nisterio (Efesios 5:15, 16). Recordemos que el Tentador quiere que nos r indamos. Pero ahora no es el momen to de aflojar el paso o perder de vista la urgencia de los t iempos (Lucas 21:34-36). Entonces, ¿cómo podemos resistir las tentaciones y mantenernos alerta? Veamos cua t ro sugerencias útiles.

'Oremos de continuo' 9 Apoyémonos en Jehová mediante la oración.

¿Qué hizo Jesús cuando se halló bajo intensa presión emocional en el jardín de Getsema-ní? Pidió ayuda a Jehová mediante una ora­ción tan ferviente que "su sudor se hizo como gotas de sangre que caían al suelo" (Lucas 22:44). Pensemos en lo siguiente: Jesús cono­cía bien a Satanás, pues desde el cielo había observado todas las tentaciones que utiliza para en t r ampar a los siervos de Dios. Sin em­bargo, no creyó que pod ía resistir fácilmente cualquiera de aquellas tentaciones. Si el Hijo perfecto de Dios consideró necesario pedir en oración la ayuda y la fortaleza divinas, ¡con cuánta más razón deber íamos hacerlo noso­tros! (1 Pedro 2:21.)

1 0 Además, conviene recordar que después de instar a sus discípulos con las palabras "oren de cont inuo", Jesús dijo: "El espíritu,

po r supuesto , está pronto , pero la carne es dé­bil" (Mateo 26:41). ¿A la carne de quién se re­fería? Está claro que a la suya no, pues en el cuerpo h u m a n o perfecto de Jesús no ha­bía rastro de debilidad (1 Pedro 2:22). Ahora bien, la situación de sus discípulos era dife­rente. Debido a la imperfección heredada y a las tendencias pecaminosas , necesitarían mu­cha ayuda pa ra resistir las tentaciones (Ro­manos 7:21-24). Por este motivo, Cristo ins­tó a aquellos discípulos —y a todos cuantos abrazarían con el t i empo el cristianismo ver­dadero— a que recurr ieran a la oración pa ra

¡Manténgase alerta! 25

Factores que contribuyen al desánimo

Mala salud o edad avanzada. Ta! vez nos de­primamos al vernos limitados por una enfer­medad crónica o por la edad avanzada, pues sentimos que no podemos hacer cuanto quisiéramos en nuestro servicio a Dios (He­breos 6:10).

Desilusión. Quizá nos descorazone ver que nuestros esfuerzos por predicar la Palabra de Dios no dan mucho fruto (Proverbios 13:12).

Baja autoestima. Es probable que una per­sona que haya sufrido maltrato durante años llegue a convencerse de que nadie la quiere, ni siquiera Jehová (1 Juan 3:19,20).

Sentimientos heridos. Cuando alguien se siente muy ofendido por un compañero de creencia, a veces se perturba tanto que pien­sa en dejar de asistir a las reuniones cristia­nas o de participaren el ministerio del campo (Lucas 17:1).

Persecución. Es posible que tengamos que soportar la burla, oposición y persecución de quienes no comparten nuestra fe (2 Timoteo 3:12; 2 Pedro 3:3,4).

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enfrentarse a las tentaciones (Mateo 6:13). ¿De qué forma responde Jehová esas oracio­nes? (Salmo 65:2.) Al menos de dos maneras.

1 1 En primer lugar, Dios nos ayuda a iden­tificar las tentac iones de Satanás , que son como t r ampas ocultas en un camino oscu­ro en las que podr íamos caer si no las viéra­mos. Mediante la Biblia y las publicaciones basadas en ella, Jehová pone al descubierto tales t r ampas , y así evita que caigamos en la tentación. A lo largo de los años, las publica­ciones y las asambleas nos han alertado re­pet idamente sobre peligros como el temor al hombre , la inmoral idad sexual y el materialis­mo, al igual que otras tentaciones satánicas (Proverbios 29:25; 1 Corint ios 10:8-11; 1 Ti­moteo 6:9,10). Sin duda alguna, agradecemos que Jehová nos advierta de las ar t imañas del Diablo (2 Corint ios 2:11). Tales advertencias consti tuyen una respuesta a las oraciones en las que pedimos ayuda para resistir las tenta­ciones.

1 2 En segundo lugar, Jehová contesta nues­tras oraciones dándonos fortaleza para resis­tir. Su Palabra dice: "Dios [...] no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden so­portar , sino que j un to con la tentación tam­bién d i spond rá la salida pa ra que p u e d a n aguantar la" (1 Corint ios 10:13). Si nos apo­yamos en Dios, él j amás permit i rá que una t e n t a c i ó n se vue lva t an i n s o p o r t a b l e que nos falte fortaleza espiritual para aguantar­la. ¿Cómo provee "la salida"? Concediendo "espír i tu san to a los que le p iden" (Lucas 11:13). Dicho espíritu nos permi t i rá recor­dar principios bíblicos que refuercen nuestra resolución de hacer el bien y que contr ibuyan a que tome­mos buenas decisiones (Juan 14:26; Santiago 1:5. 6). Tam­bién nos ayuda a manifestar las cual idades precisas para vencer las malas tendencias

Jesús nos exhortó a pedir "de continuo" ayuda para

luchar contra las tentaciones

(Gálatas 5:22, 23). El espíritu de Dios pue­de lograr incluso que otros compañeros cris­t ianos se convier tan en "un socor ro forta­l ecedor" p a r a noso t ro s (Colosenses 4:11). ¿Agradecemos la respuesta tan amorosa que Jehová da a nuestras oraciones?

A b r i g u e m o s expec ta t i vas real istas 1 3 Para mantenernos alerta, debemos abrigar

expectativas realistas. Las presiones de la vida hacen que en ocasiones todos nos s intamos cansados, pero debemos recordar que Dios nunca promet ió una vida sin problemas en este viejo sistema. Incluso los siervos de Dios de t iempos bíblicos afrontaron adversidades, como persecución, pobreza, depresión y di­versas enfermedades (Hechos 8:1; 2 Corint ios 8:1, 2; 1 Tesalonicenses 5:14; 1 Timoteo 5:23).

1 4 En la actualidad t a m p o c o estamos libres de problemas: somos perseguidos, pasamos por apuros económicos y períodos de depre­sión, nos enfermamos, y sufrimos otras pena­lidades. De hecho, si recibiéramos protección milagrosa, eso le daría a Sa tanás un moti­vo para desafiar con escarnio a Jehová (Pro­verbios 27:11). Pero lo cierto es que Jehová permi te que sus siervos se enfrenten a tenta­ciones y pruebas, y en algunos casos a una muer te p rematura a manos de los oposi tores (Juan 16:2).

1 5 E n t o n c e s , ¿qué h a p r o m e t i d o Dios? C o m o se mencionó anter iormente , que nos dará las fuerzas para resistir cualquier tenta­ción si tenemos plena confianza en él (Pro­ve rb io s 3:5, 6) . M e d i a n t e su P a l a b r a , su espíritu y su organización nos protege en sen­

t ido espir i tual y nos ayuda a salvaguardar nuestra rela­ción con él. Si conservamos in tacta dicha relación, ven­ceremos, aun cuando perda­mos la vida. Nada, ni siquie­ra la muerte , puede impedir que Dios recompense a sus siervos fieles (Hebreos 11:6). Y en el cercano nuevo mun­do cumpl i rá sin falta el resto

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de sus maravillosas promesas y bendecirá a quienes lo aman (Salmo 145:16).

Recordemos las cuestiones implicadas

1 6 Si queremos aguantar hasta el fin, debe­mos recordar las cuestiones vitales implicadas en el hecho de que Dios haya permitido la maldad. En caso de que nos parezca que nuest ros pro­pios problemas son insoportables y nos sin­tamos tentados a rendirnos, recordemos que Satanás ha pues to en tela de juicio t an to la le­gitimidad de la soberanía de Jehová como la devoción e integridad de los siervos de Dios (Job 1:8-11; 2:3,4). Tales cuestiones y la forma en que Jehová ha decidido zanjarlas son mu­cho más impor tan tes que nues t ra propia exis­tencia. ¿Por qué?

1 7 E l que Dios tolere t e m p o r a l m e n t e los problemas ha hecho posible que más perso­nas abracen la verdad. Medi temos en lo si­gu ien te : J e sús t u v o que s o p o r t a r m u c h o s sufrimientos pa ra salvarnos (Juan 3:16). ¿Ver­dad que nos sent imos agradecidos po r ello? Preguntémonos entonces: "¿Estar íamos dis­puestos a sopor ta r las dificultades un p o c o más de t i empo pa ra que otras personas se sal­varan?". Para aguantar hasta el fin, hemos de reconocer que la sabiduría de Jehová supe­ra con creces la nues t ra (Isaías 55:9). El mo­mento que ha elegido Dios para acabar con la maldad será el más conveniente t an to pa ra resolver de una vez po r todas las cuestiones pendientes como para asegurar nues t ro pro­pio bienestar eterno. ¡No esperar íamos me­nos de Dios, con quien no hay injusticia! (Ro­manos 9:14-24.)

'Acerquémonos a Dios' 1 8 Para conservar el sentido de urgencia, de­

bemos permanecer cerca de Jehová. Jamás olvi­demos que Satanás t ra ta po r todos los medios de a r ru inar nues t ra buena relación con Dios. Quiere hacernos creer que nunca llegará el fin y que no tiene sentido predicar las bue­nas nuevas ni regirse po r las no rmas bíblicas. Pero él "es ment i roso y el padre de la menti­

ra" (Juan 8:44). Resolvámonos a 'oponernos al Diablo 1 y a no dar po r sentada nues t ra rela­ción con Jehová. Las Escri turas nos exhor tan amorosamente : "Acerqúense a Dios, y él se acercará a ustedes" (Santiago 4:7, 8). Ahora bien, ¿cómo nos acercamos a Jehová?

1 9 Son fundamentales la oración y la medi­tación. C u a n d o las presiones de la vida parez­can inaguantables , ab ramos nues t ro corazón a Jehová. C u a n t o más específicos seamos , más fácil resul tará ver su respuesta a nuestras peticiones. Tal vez no siempre sea la que es­perábamos , pe ro si deseamos honra r a Dios y serle fieles, él nos dará la ayuda necesaria para aguantar (1 Juan 5:14). A medida que percibimos su guía en nues t ra vida, nos senti­remos más cerca de él. También resulta esen­cial leer y medi tar sobre las cualidades y ca­minos de Jehová, tal como se exponen en la Biblia. Dicha meditación nos permi te cono­cerlo mejor, pues nos conmueve y profundi­za nues t ro amor po r él (Salmo 19:14). Y ese amor, más que cualquier otra cosa, nos ayu­dará a resistir las tentaciones y mantenernos alerta (1 Juan 5:3).

2 0 Para pe rmanece r cerca de Jehová tam­bién es impor tan te no alejarnos de nuestros he rmanos en la fe. La ú l t ima sección de este folleto analizará dicho asunto.

¡Manténgase alerta! 27

PREGUNTAS DE ESTUDIO ¿Qué hizo Jesús cuando al final de su vida se vio sometido a extrema presión, y a qué instó a sus discípulos? (Párrs. 1-4)

¿Por qué dirige Satanás sus ataques contra los siervos de Jehová, y de qué formas nos tienta? (Párrs. 5-8)

A fin de resistir las tentaciones, ¿por qué debemos orar de continuo (párrs. 9-12), abrigar expectativas realistas (párrs. 13-15), recordar las cuestiones implicadas (párrs. 16,17) y 'acercarnos a Dios' (párrs. 18-20)?

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"ANTE TODO, TENGAN AMOR INTENSO 5?

"El fin de todas las cosas se ha acercado. [...] Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros." (1 PEDRO 4:7, 8.)

JESÚS sabía que las últ imas horas con sus apóstoles eran valiosísimas, pues estaba m u y al t an to de lo que les aguardaba. Habr ían de efectuar un gran trabajo y enfrentarse, como él, al odio y la persecución (Juan 15:18-20). Aquella ú l t ima noche que es tuvieron jun tos les recordó más de una vez la necesidad de "amfarse] los unos a los o t ros" (Juan 13:34, 35; 15:12, 13,17).

2 El apóstol Pedro, uno de los p resen te s , c a p t ó bien e l pun­to. Años más tarde, p o c o antes de la destrucción de Jerusalén, destacó en sus car tas la impor­tancia del amor cuando aconse­jó a los cristianos: "El fin de to­das las cosas se ha acercado. [... A n t e t o d o , t engan a m o r i n t e n s o unos para con o t ros" (1 Pedro 4:7, 8) Las palabras del apóstol están cargadas de significado para quienes vivimos en "los úl t imos días" del presente sistema de cosas (2 Timoteo 3:1). Pero ¿qué es "amor inten­so"? ¿Por qué es impor tan te que s intamos ese amor p o r los demás? ¿Cómo lo demostra­remos?

¿Qué es "amor intenso"? 3 Para muchas personas , el amor es un sen­

t imiento que surge de forma espontánea . Sin embargo, Pedro no se refería a cualquier t ipo de amor, sino al más noble. La palabra amor empleada en 1 Pedro 4:8 t raduce el té rmino griego a-gá-pe, que denota amor al truista ba­sado en pr inc ip ios o gobe rnado po r ellos. Cierta obra de consul ta señala: "El amor ága­pe es gobernable , pues no es t an to un senti­miento, sino una decisión de la voluntad que p roduce acciones". D a d o que hemos hereda­

do la tendencia al egoísmo, neces i tamos re­cordator ios a fin de amar según los princi­pios piadosos (Génesis 8:21; Romanos 5:12).

4 Eso no significa que debamos amarnos po r pura obligación, pues la palabra a-gá-pe

abarca los matices de car iño y afecto. De hecho, Pedro dijo que debíamos

tener " a m o r intenso [ l i teralmen­te, "que se extiende"] unos para con o t ros" (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras [con referencias], nota).* Claro está, mos t ra r dicho amor exi­ge e s fue rzo . C i e r t o e spec ia ­lista dijo lo siguiente sobre el vocablo griego que se t raduce

"intenso": "Evoca la imagen de un atleta que tensa los músculos

al máx imo cuando hace el ú l t imo esfuerzo para cruzar la meta".

5 Así pues , no es a s u n t o de a m a r solo a unas cuantas personas o hacer única­mente lo que nos resulte fácil. El amor cris­t iano exige "extender" el corazón, amar más, aunque resulte difícil (2 Corint ios 6:11-13). Es evidente que tal amor es una cualidad que ha de cultivarse, al igual que un deport is ta debe ent renarse pa ra mejorar su rendimien­to. ¿Por qué es vital tener esa clase de amor mutuo? Existen al menos tres razones.

¿Por qué debemos amarnos los unos a los otros?

6 En pr imer lugar, "po rque el amor es de Dios" (1 Juan 4:7). Fue Jehová, la Fuen te de esta atrayente cualidad, quien nos a m ó pri-

* Otras traducciones de la Biblia dicen en 1 Pedro 4:8 que debemos amarnos "de verdad", "profundamente", o "entra­ñablemente".

28 ¡Manténgase alerta!

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mero. El apóstol Juan dice: "Por esto el amor de Dios fue manifes tado en nues t ro caso, po rque Dios envió a su Hijo unigéni to a l m u n d o pa ra que no­sotros consiguiéramos la vida median­te él" (1 Juan 4:9). Dios "envió a su Hi jo" pa ra que este viviera como un ser h u m a n o , cumpl iera con su ministe­rio y mur ie ra en un madero de tormen­to: t odo esto con el objetivo de que " n o s o t r o s c o n s i g u i é r a m o s la v ida" . ¿Cómo deber íamos responder a esta expresión s u p r e m a del a m o r divino? J u a n nos con t e s t a : "Si Dios nos a m ó así a no­sotros, en tonces noso t ros mismos es tamos obligados a amarnos unos a o t ros" (1 Juan 4:11). N o t e m o s que J u a n no escr ib ió : "Si Dios le a m ó así a usted", sino: "Si Dios nos amó así a nosotros". Está claro, pues, que si el Alt ís imo ama a nues t ros compañeros cristia­nos, nosot ros también deber íamos amarlos .

7 En segundo lugar, el amor m u t u o es fun­damenta l en estos t iempos , pues así podre­mos socorrer a nuest ros he rmanos necesita­dos ahora que "el fin de todas las cosas se ha acercado" (1 Pedro 4:7). Vivimos en "tiem­pos críticos, difíciles de manejar" (2 Timoteo 3:1). En vista de las dificultades que nos cau­san la si tuación mundia l , los desastres natu­rales y la oposición, hemos de es t rechar aún más los lazos ent re nosotros . El amor intenso nos un i rá y nos mot ivará a cuidar "los unos de los o t ros" (1 Cor in t ios 12:25,26).

8 En t e r c e r lugar , es n e c e s a r i o m o s t r a r amor po rque al hacer lo no dejaremos "lugar pa r a [que] el Diablo" se aproveche de noso­tros (Efesios 4:27). Satanás está pres to a con­vertir las imperfecciones de nues t ros com­pañeros (sus debilidades, faltas y errores) en piedras de t ropiezo. ¿Permit i remos que un comenta r io irreflexivo o un acto descortés nos alejen de la congregación? (Proverbios 12:18.) No si a m a m o s in tensamente a nues­t ros he rmanos , pues eso nos ayudará a con­servar la paz y servir a Dios unidos "hombro a h o m b r o " (Sofonías 3:9).

9 El amor debe manifestarse primero en el ho­gar. Jesús dijo que a sus verdaderos seguido­res se les identificaría por el amor que ten­dr ían en t re sí ( Juan 13:34, 35). Este a m o r debe ser evidente no solo en la congregación, sino también en la familia: en t re cónyuges, y entre padres e hijos. No basta con sentir amor po r los miembros de la familia; debemos ex­presarlo de forma activa.

1 0 ¿Cómo se mues t r an amor los cónyuges? El esposo que ama de verdad a su esposa le hace saber por palabras y acciones, t an to en públ ico c o m o en privado, cuán to la valora. Respeta su dignidad y es considerado con sus ideas, opiniones y sent imientos (1 Pedro 3:7). An tepone el bienestar de ella al suyo propio y hace cuanto puede p o r a tender sus nece­sidades materiales, espiri tuales y emociona­les (Efesios 5:25,28). La esposa que realmen­te ama a su esposo lo t ra ta con "profundo respeto", aunque él no siempre satisfaga sus expectat ivas (Efesios 5:22, 33). Además , se mues t r a colaboradora y sumisa, no le pide cosas irrazonables; más bien, coope ra con él para que la familia se centre en los asuntos espiri tuales (Génesis 2:18; Ma teo 6:33).

1 1 ¿Qué hay de u s t e d e s , p a d r e s ? ¿ C ó m o pueden mos t ra r amor p o r sus hijos? U n a for­ma de hacer lo es estar dispuestos a traba­j a r a rduamen te pa ra mantener los (1 Timo­teo 5:8). Pero los hijos precisan algo más que

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Una familia unida está mejor preparada para resistir las presiones de estos últimos días

Cómo demostrar nuestro amor a los demás

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comida, ropa y un lugar donde vivir. Si quere­mos que lleguen a amar y servir al Dios ver­dadero, necesi tan educación espiri tual (Pro­verbios 22:6). Es decir, la familia tiene que estudiar la Biblia, par t ic ipar en el ministe­rio y asistir a las reuniones cristianas (Deu-te ronomio 6:4-7). Realizar estas actividades de forma regular supone un gran sacrificio, sobre todo en estos t i empos críticos. El inte­rés y el esfuerzo implicados en atender las necesidades espiri tuales de los hijos son una expresión de amor po r par te de los padres , quienes así demues t ran que desean el bienes­tar e terno de los suyos (Juan 17:3).

1 2 Es vital que los padres t ambién mani­fiesten su amor a tendiendo las necesidades emocionales de los hijos. Los niños son vul­nerables y necesi tan que se les confirme el amor que se siente por ellos. Hay que decirles que se les quiere y darles m u c h o car iño, pues con tales expresiones se sienten amados y va­lorados. Se les debe elogiar de forma sincera y afectuosa, ya que así sabrán que ustedes, sus padres , observan y valoran sus esfuerzos. Disciplinen a los niños con amor, pues to que al corregirlos les demues t ran que se intere­san en su formación (Efesios 6:4). Todas estas sanas expresiones de amor contr ibuyen a for­mar una familia unida y feliz, mejor prepara­da pa ra resistir las presiones de estos úl t imos días.

13 El amor nos impulsa a pasar por alto los de­fectos ajenos. Recordemos que cuando Pedro exhor tó a sus lectores a tener "amor intenso unos para con otros" , también explicó po r qué era tan impor tan te : "Porque el

£/ amor nos impulsa a socorrer a los necesitados

pan pues tos de responsabil idad en la congre­gación pa ra que las a t iendan (Levítico 5:1; Proverbios 29:24). Sería una g ran falta de amor, además de un proceder cont rar io a las Escri turas , permi t i r que los pecadores obsti­nados siguieran per judicando o las t imando a las personas inocentes (1 Cor in t ios 5:9-13).

1 4 En la mayoría de los casos, los errores y faltas de nues t ros compañeros son leves. En vista de que todos , de vez en c u a n d o , t ropezamos de palabra u obra y her imos o des i lus ionamos a o t ros , ¿deber íamos apre­surarnos a divulgar los defectos de los de­más? (Santiago 3:2.) Hacer lo solo producir ía fricciones en la congregación (Efesios 4:1-3). Si nos regimos po r el amor , no "divul-garfemos] una falta" de un c o m p a ñ e r o (Sal­mo 50:20). Tal como el yeso y la p in tu ra tapan las imperfecciones de una pared, el amor cu­bre los defectos ajenos (Proverbios 17:9).

15 El amor nos impulsará a socorrer a los ne­cesitados. Pues to que en los úl t imos días las condiciones siguen deter iorándose, en oca­siones nues t ros he rmanos en la fe necesita­rán ayuda ma te r i a l (1 J u a n 3:17, 18). Por ejemplo, ¿hay alguien en la congregación que haya perd ido el empleo o sufrido un fuerte revés económico? En tal caso, quizá poda­mos ayudarlo mater ia lmente según lo permi­tan nues t ras circunstancias (Proverbios 3:27, 28; Santiago 2:14-17). ¿Necesita reparaciones la casa de alguna viuda de edad avanzada? En tonces tal vez sería bueno tomar la inicia­tiva y ayudarla (Santiago 1:27).

1 6 Pero no d e b e m o s l imi ta rnos a manifestar amor tan solo a quienes

viven cerca de nosotros . A veces nos en te ramos de que siervos

de Dios de ot ros países han suf r ido a c a u s a de fue r t es t o r m e n t a s , t e r r e m o t o s o disturbios civiles. Quizá ne­cesiten con urgencia comi­da, ropa y o t ros ar t ículos. Sin i m p o r t a r su raza o et-n ia , m o s t r a m o s " a m o r a

amor cubre una mul t i tud de pe­cados (1 Pedro 4:8). Cubr i r

p e c a d o s no s ignif ica encu­brir faltas graves, pues estas d e b e n p o n e r s e e n c o n o ­c imiento de quienes ocu-

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Predicar las buenas nuevas del Reino de Dios es una muestra de amor

toda la asociación de h e r m a n o s " (1 Pedro 2:17). De m o d o que, al igual que las congre­gaciones del siglo pr imero, es tamos deseosos de apoyar las labores de socorro que se or­ganizan (Hechos 11:27-30; Romanos 15:26). C u a n d o manifestamos nues t ro amor de esas maneras , es t rechamos el vínculo que nos une en estos úl t imos días (Colosenses 3:14).

17 El amor nos impulsa a llevar a otros las bue­nas nuevas del Reino de Dios, Pensemos en el ejemplo de Jesús. ¿Por qué predicaba y ense­ñaba? Había observado la pés ima condición espiri tual de las m u c h e d u m b r e s y "se enter­neció" (Marcos 6:34). Los guías religiosos fal­sos, que deberían haberles infundido espe­ranza y enseñado verdades espiri tuales, las tenían descuidadas y engañadas. Por eso, mo­vido po r un sent imiento profundo y sincero de amor y compasión , Jesús las consoló con "las buenas nuevas del reino de Dios" (Lucas 4:16-21,43).

1 8 En la actualidad también hay mucha gen­te a la que se ha descuidado y engañado en sentido espiri tual y que carece de esperanza. Si, c o m o Jesús, p rocuramos ser más sensibles a las necesidades espiri tuales de quienes to­davía no conocen al Dios verdadero, el amor y la compas ión nos impulsarán a transmitir­les las buenas nuevas del Reino de Dios (Ma­teo 6:9, 10; 24:14). En vista del p o c o t i empo que queda, j amás ha sido tan urgente predi­car este mensaje salvador (1 Timoteo 4:16).

"El fin de todas las cosas se ha acercado"

1 9 Recordemos que antes de aconsejar que nos a m á r a m o s los unos a los otros , Pedro dijo: "El fin de todas las cosas se ha acer­cado" (1 Pedro 4:7). D e n t r o de poco , el jus­to nuevo m u n d o de Dios reemplazará a este m u n d o malvado (2 Pedro 3:13). Así que no es m o m e n t o de tomarnos las cosas con calma.

Jesús advirtió: "Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a es­tar cargados debido a comer con exceso y be­ber con exceso, y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes ins tan táneamente c o m o un lazo" (Lucas 21: 34, 35).

2 0 Así pues, hagamos todo lo posible po r 'mantenernos alerta ' y no olvidar el momen­to que vivimos en la cor r ien te del t i empo (Mateo 24:42). Es temos en guard ia con t r a cualquiera de las tentaciones de Satanás que pudiera distraernos. Jamás pe rmi t amos que este m u n d o frío y desamorado nos impida mos t ra r amor a los demás. Ante todo, acer­quémonos aún más al Dios verdadero, Jeho­vá, cuyo Reino mesiánico pron to cumpl i rá su glorioso propós i to pa ra este planeta (Revela­ción 21:4, 5).

¡Manténgase alerta! 31

PREGUNTAS DE ESTUDIO Al despedirse de sus discípulos, ¿qué consejo les dio Jesús, y qué muestra que Pedro lo captó bien? (Párrs. 1, 2) ¿Qué es "amor intenso"? (Párrs. 3-5) ¿Por qué debemos amamos los unos a los otros? (Párrs. 6-8)

¿Cómo demostramos nuestro amor a los demás? (Párrs. 9-18) ¿Por qué no es momento de tomarnos las cosas con calma, y qué debemos estar resueltos a hacer? (Párrs. 19, 20)

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Ayuda para entender

la Biblia La Biblia contiene información vital que le concierne.

Revela cuál es, según el Creador, el propósito de la vida.

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