Manifiesto Centenario

28

description

Antecedentes y critica al PRI

Transcript of Manifiesto Centenario

Page 1: Manifiesto Centenario
Page 2: Manifiesto Centenario

Licenciado en Comercio Internacional y estudiante de la

Maestría en Políticas Públicas en la Universidad Autónoma

de Durango (UAD). Con diferentes diplomados en las

Universidades Complutense de Madrid, Pontificia de Salamanca y

George Washington University. Obtuvo el “Premio Estatal de la Juventud 2007” que otorga

el Gobierno de Durango. Es Columnista y articulista

en diferentes medios de comunicación.

[email protected]

@jorge_dopa85

/jorge.dopa85

jorgeivandp.blogspot.com

Jorge Iván Domínguez Presidente de Fundación Colosio A.C. Filial Durango.

Page 3: Manifiesto Centenario
Page 4: Manifiesto Centenario

... Dedicado al Espíritu Revolucionario

Page 5: Manifiesto Centenario

Lic. Jorge Iván Domínguez Parra * Presidente

Lic. José Omar Ortega Soria * Secretario General

Lic. Hernán Martínez Hernández* Editorial

Lic. Edgar Olaf Barrera Casas * Planeación y Desarrollo

M.C. Nasser Leonarel Cervantes * Acción Política

M.C. Víctor Ríos Quiñones * Análisis e Investigación

Ing. Keops Gibran Torres Hernández * Capacitación y Formación Política

Lic. Marco Antonio Castro Salas * Relaciones Interinstitucionales

Lic. Sergio Adrián Martínez Sánchez* Comunicación Social

Lic. Luis Enrique Díaz Soto * Imagen Institucional

Lic. Paloma Barraza Cárdenas* Relaciones Públicas

Colaboradores Lic. Esmeralda Gallegos RosalesLic. Juan Adrián Duarte Lic. Miguél Dávila LomasLic. Gerardo Soto del Valle Lic. Antonio Galván Aguirre Perla Yadira Armendáriz Rodríguez

INTRODUCCIÓN.

Capítulo I. De nuestra realidad y nuestro origen.

Capítulo II. De lo que es necesario cambiar.

Capítulo III. Entender la Democracia

Capítulo IV. De nuestra imagen.

Capítulo V. De nuestra ideología.

Capítulo VI. Del Nacionalismo.

Anexos

6

8

12

16

18

20

23

24

DirectorioÍndice

Salvador Nava #611 Ote. Zona Centro

C.P. 34000 Durango, Dgo. (618) 8 25 46 75

www.fundacioncolosiodgo.org

Page 6: Manifiesto Centenario

6

INTRODUCCIÓN.

Para entender la historia política de México es inevitable hacer referencia al Partido Revolucionario Institucional. Se trata de una institución que le dio estabilidad al país, regulando el conflicto entre

los diferentes grupos posteriores a la revolución y que integró a la mayoría de los sectores de la población en su tejido institucional.

Este partido resolvió la principal problemática política del México posrevolucionario; la sucesión presidencial. Y con ello abrió el espacio a los caudillos regionales para pasar de las armas a la negociación y a los acuerdos.

El Partido Nacional Revolucionario (PNR), fue fundado en medio de una crisis; el asesinato del General Álvaro Obregón, quien en 1928 fue reelecto para un nuevo periodo presidencial. En muchos sentidos la creación del partido fue consecuencia del asesinato de este político, pero su fundación representó un gran avance institucional para México, que desde la independencia no había alcanzado logros en este rubro.

Durante 71 años y 14 periodos presidenciales ininterrumpidos, el partido gobernó el país y estableció las bases de la vida institucional que hoy poseemos. Sin embargo como toda institución que se abstiene al cambio, ocasionó su deterioro y al pasar los años fue acumulando críticas, sobre todo, aquellas relacionadas con la enorme concentración del poder en la figura presidencial que además era el jefe político del partido, el cual dentro de sus estructuras generó vicios que con el tiempo lo hicieron menos representativo y menos legítimo ante la ciudadanía.

Esta exposición argumental apunta precisamente a robustecer un marco teórico conceptual para el fortalecimiento de nuestro partido, considerando su singularidad histórica y las características específicas de sus procesos sociales, políticos e institucionales.

Este ensayo, pretende servir como instrumento de conocimiento didáctico para la sociedad en general, pero en especifico para la militancia priísta, con el anhelo de convertirse en la chispa que encienda el motor que nos lleve a avanzar por el camino que hizo que este partido encarnara durante décadas los anhelos de la Nación; me refiero al camino de la “TRANSFORMACIÓN”.

MANIFIESTO DEL CENTENARIO“Una visión alternativa”

Page 7: Manifiesto Centenario

“Podemos asegurar que fue esa vocación transformadora, la que dio pie a la permanencia del PRI en el poder, fue esa

adecuación a los grandes cambios sociales lo que permitió su supremacía”.

Page 8: Manifiesto Centenario

8

El objetivo principal de todos los partidos, agrupaciones y organizaciones que

protagonizan la competencia política, ha sido, es y seguirá siendo, la obtención del poder público, su principal herramienta, la persuasión y el fin último, la supremacía de las ideas de unos sobre las ideas de otros.

Los partidos políticos hoy en día, a nivel global sufren su peor crisis de credibilidad, porque como instituciones edificadoras de identidades ideológicas, han perdido definición y congruencia ante la sociedad.

Los partidos políticos han dejado de representar las necesidades de la sociedad, sus luchas han pasado del campo de las ideas, al de una pragmática visión materialista, de la lucha del poder para beneficio único de quienes lo detentan, es decir la lucha del poder por el poder mismo.

Se ha olvidado por completo que el poder no puede ser un fin en sí mismo, porque ello significaría consagrar la tiranía y el autoritarismo de la sociedad humana. En nuestra nación, después de la Revolución Mexicana y a partir de 1917, se comenzó a crear un sistema político que durante años fue ejemplo y hasta receta de otros países latinoamericanos. Fue un Estado que logró propiciar las

condiciones para que la transmisión del poder fuera pacífica, esto claro está, sólo pudo lograrse mediante un sistema constitucionalista que consagró ideológicamente las causas de la Revolución Mexicana y con una organización política de amplia flexibilidad para la inclusión de todas o la mayoría de las fuerzas posrevolucionarias del país.

Así pues, la coalición de más de 900 partidos locales y regionales, agrupados por Plutarco Elías Calles en el PNR en 1929, permitió la consolidación de una estructura realmente nacional, con un escaso concepto de organización, pero al fin, con fuerza real en todo el país. En 1938, se le da una estructura sectorial; obrero, campesino, popular y militar, y un nombre nuevo, Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y ya en 1946, entendiendo las nuevas realidades del país, adopta una estructura civilista, desaparece el sector militar y se conforma con el nombre que hasta ahora existe, Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Podemos asegurar que fue esa vocación transformadora, la que dio pie a la permanencia del PRI en el poder, fue esa adecuación a los grandes cambios sociales lo que permitió su supremacía.

Y por supuesto esa inclusión de la mayoría de las fuerzas revolucionarias, lo hizo

I. De nuestra realidad y nuestro origen.

Page 9: Manifiesto Centenario

9

hegemónico, invencible durante más de setenta años. Sin embargo, la durabilidad de este, no es obra de la casualidad, dos factores originaron la supremacía del partido de la revolución en nuestro sistema político; en primer lugar, la desarticulación y descrédito de los grupos conservadores después de los acontecimientos de 1910, no permitieron la consolidación de una corriente ideológica que tuviera la posibilidad de generar empatía entre las inmensas masas identificadas con las causas de la revolución. Y en segundo término, la gran capacidad del PNR-PRM-PRI de transformarse -tanto en forma como en fondo- de acuerdo a las nuevas dimensiones que la sociedad mexicana iba adquiriendo.

Así pues, la injuria de los famosos setenta años en el poder, que la oposición ha esgrimido como principal arma de descrédito, queda aislada de todo fundamento, sin embargo, es necesario recordar que gran parte del desarrollo social, económico y político del país se debe al quehacer político de este partido.

La intención de dicho partido de incorporar a la inmensa mayoría de las fuerzas revolucionarias, evitó su desunión -algo que a palabras de Krauze- ni Francia en 1972 ni la URSS en 1924 lograron consolidar, asentando así las bases para la transmisión pacífica y legítima del mando.

Los famosos 70 años del PRI, que las fuerzas antagónicas suelen esgrimir con recurrencia ante las nuevas generaciones, tienen legitimidad histórica; la de resolver las luchas del poder que tuvieron como base los levantamientos armados y la dinámica social de ese momento, fue así como se crearon las instituciones que han dado cauce a la vida política y económica del país.

En las cinco décadas posteriores a la institucionalización de los movimientos revolucionarios, hubo una irrefutable e ininterrumpida prosperidad. Entre los años de 1930 y 1980 se multiplicó dieciséis veces la producción, el ingreso per cápita se cuadriplicó, el número de estudiantes en los diferentes niveles subió treinta veces, el analfabetismo se redujo del 62% al 10%, y el empleo productivo pasó de cinco a veinte millones de trabajadores.

También se instrumentó la reforma agraria, la nacionalización del sistema ferroviario y el sector eléctrico, la expropiación de la industria petrolera, la creación del Instituto Mexicano de Seguridad Social, la emisión masiva de los libros de texto gratuitos, el régimen de reparto de utilidades para los trabajadores, la creación del Instituto Politécnico Nacional, por mencionar algunos logros de carácter institucional. En consecuencia, la gran capacidad

Page 10: Manifiesto Centenario

10

aglutinadora del partido, hacia los sectores sociales beneficiados por la revolución y la capacidad de estabilización que generaron sus gobiernos, no dieron cabida a las corrientes conservadoras en la vida política del país. La competencia política pues, se presentó por mucho tiempo al interior del partido en el gobierno.

Si bien el PRI, en un inicio no auspició la creación de un sistema democrático competitivo, si resolvió el problema toral de la política nacional. La gestión pacífica y ordenada del poder.

Sin embargo desde 1946 hasta principios de los noventas, el PRI como organización política enrolada en la lucha de las élites por la obtención del poder, fue alejándose del análisis introspectivo y la vocación transformadora, la vida interna del PRI fue caracterizándose por el distanciamiento entre sus dirigentes y las bases. La sumisión a los gobernantes, la cultura del elogio, la simulación, la rigidez en los métodos de participación, el corporativismo y acaparamiento de espacios por las dirigencias formales se tradujeron en un deterioro significativo en la imagen y en la democratización del partido.

Sin embargo destacan próceres como; Jesús Reyes Heroles, Carlos Alberto Madrazo y Luis Donaldo Colosio, que cada uno en su tiempo a cargo de la dirigencia nacional del partido, aportaron respiros (sobre todo de carácter democrático) que revitalizaron el actuar y la permanencia del mismo.

En específico Luis Donaldo Colosio Murrieta cuando tenía a su cargo el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, llevó a cabo el último cambio significativo en su estructura interna con fines democratizadores. En primer lugar, la instauración de consejos políticos, permitió estructuralmente la apertura y participación de todos los representantes de los sectores y organismos en la toma de decisiones mediante un órgano colegiado. En segundo lugar y dada la diversificación de la sociedad, se introdujeron en la orgánica del partido las organizaciones adherentes, entendidas como expresiones particulares de la sociedad y la Fundación Cambio XXI (hoy Fundación Colosio) que por su carácter independiente y regenerativo –alejado de las viejas formas de organización- le empezaron a dar más movilidad al partido.

Page 11: Manifiesto Centenario

“En un tiempo se dijo: Renovarse o morir, hoy manifiesto, que es necesario morir para renovarse, y esto sólo se dará cuando apoyados en la plataforma de nuestro pasado, mantengamos firme nuestra vocación transformadora”.

Page 12: Manifiesto Centenario

12

Hoy sabemos de la necesidad que tiene el partido surgido de la revolución de

adaptarse a las nuevas realidades que vive el país. Como priístas comprometidos y responsables, conscientes de nuestro pasado, hemos también identificado como muchos lo han hecho, cuáles son nuestros defectos y deformaciones como institución política, pero también identificamos lo que deseamos preservar, eso que constituye nuestro orgullo y nuestro prestigio histórico al frente de las luchas del pueblo mexicano.

En un tiempo se dijo: Renovarse o morir, hoy manifiesto, que es necesario morir para renovarse, y esto sólo se dará cuando apoyados en la plataforma de nuestro pasado, mantengamos firme nuestra vocación transformadora.

Es necesario pues, un cambio como el de 1938 y el de 1946. Y cuando hablamos de cambios, no lo concebimos como resultado de una moda, sino como producto de una visión objetiva y el reconocimiento de las insuficiencias para buscar nuevos caminos, ya que en los momentos políticos actuales, los resultados electorales nos han demostrado que a diferencia de antaño, nuestra estructura partidista ya no nos es suficiente para ganar una elección, y así, hemos quedado a expensas de la

imagen de los candidatos y de las excesivas campañas publicitarias, que si bien, forman parte de un todo político electoral, no deben ser la base de nuestra permanencia política.

Esto pues refleja la necesidad de efectuar cambios en nuestra orgánica interna. Los tres principales sectores del partido -obrero, campesino y popular- necesitan reformarse en su composición interna, democratizar sus procesos para la renovación de sus dirigencias y redefinir sus estrategias de representatividad.

En este tema abundó Carlos A. Madrazo en una de sus tesis. Los candidatos del partido, no deben ser cuotas de los sectores, ni de ninguna organización o grupo vinculado al PRI, los candidatos deben ser resultado de su propio mérito en el partido y resultado también del reconocimiento que la sociedad les otorgue, sean del sector que sean o incluso sin pertenecer a ellos.

Hoy, las dirigencias de los sectores y del propio partido deben entender que la competencia ya no es interna –como lo fue cuando el partido era hegemónico-, ahora debemos impulsar cuadros capaces, preparados, competitivos, aprobados por la sociedad y sobre todo, formados ideológicamente en

II. De lo que es necesario cambiar.

Page 13: Manifiesto Centenario

13

los preceptos del partido, para así demostrar congruencia y generar legitimidad.

Los tiempos del corporativismo político y la lucha de élites deben extinguirse por el bien del país y del propio partido, en cambio, es menester de la dirigencia, comenzar un proceso de restructuración, que acerque e identifique a los nuevos grupos que componen a la sociedad mexicana con las causas del nuevo partido.

A su vez, aunado al reencuentro ideológico del partido con sus dirigentes y su militancia, la organización gerencial-administrativa y político-representativa, debe modernizarse y aplicar metodologías de alta gerencia y administración estratégica para aumentar la calidad en sus procesos y sobre todo, en el servicio hacia la sociedad. La organización vertical jerárquicamente organizada es un obstáculo para lograr efectividad en el servicio, ya que todos los objetivos descansan en la “cabeza” de la pirámide y le restan al partido flexibilidad, adaptabilidad y por consecuencia eficacia.

Es menester del nuevo partido fortalecer sus áreas de investigación social, que nos ayuden a identificar las causas y posibles soluciones a temas como el abstencionismo, la migración, el deterioro ambiental, el empleo, la desintegración familiar,

la inseguridad pública, entre otros. Así como modernizar nuestros métodos de comunicación social, aprovechando la totalidad de las TIC’s (Tecnologías de Información y Comunicaciones) para refrendar nuestra cercanía con los mexicanos y sus nuevas generaciones.

La modernización administrativa, implica adoptar modelos de operación menos burocráticos, que privilegien la comunicación horizontal, la eficacia en la toma de decisiones y la evaluación de los resultados e impacto que generen nuestras acciones en la sociedad. Sólo mediante estos mecanismos podemos evitar la simulación y los sesgos en nuestro quehacer político.

Respecto a nuestra organización p o l í t i c o - r e p re s e n t a t i v a , e s necesario asumir que las formas de interrelación social han cambiado, hoy en día, la sociedad se vincula de acuerdo a la afinidad de sus actividades, más que de manera territorial. Es decir, un profesionista encuentra más atractivo relacionarse políticamente con uno de sus colegas que con sus vecinos. Y es que la dinámica social en la que hoy vivimos no permite que las personas pasen mucho tiempo en sus hogares. La estructura social de nuestro partido, sin duda es la de mayor presencia en todo el país, sin embargo, existen dos factores que menguan su operatividad política y su sustentabilidad.

Page 14: Manifiesto Centenario

14

En primer término la inmensa mayoría de la estructura seccional está ligada al trabajo político por una cultura clientelar que ha perjudicado más en las formas de hacer política que en lo que ha retribuido en las urnas. Y en segundo término la nula o poca intención de conservar y capacitar a los buenos líderes que tenemos, a la par de renovar dicha estructura territorial e incorporar nuevos cuadros, que le den más perdurabilidad y certeza a nuestra existencia.

La orgánica del comité seccional debe reinventarse, con el fin de que dicha célula se conforme en beneficio de la comunidad de que emana y no únicamente de las necesidades del partido. Pero también las unidades básicas del partido, deben estar más allá del enmarcado territorial por las razones antes expuestas.

El relevo generacional es un tema que ya no hay que limitar al

discurso o a la letra muerta, hoy se deben instituir mecanismos claros y precisos en el estatuto, para la incorporación y capacitación de jóvenes en todas las estructuras y espacios del partido, tratar de limitarlos a una sola organización es atentar contra la transformación diaria del partido en todos sus ámbitos.

Lo anterior pone en entredicho la perdurabilidad de nuestra estructura seccional, que si bien ha dado resultados, con cada elección los números reflejan su deterioro. Y si agregamos a esto que los territorios cada vez son más poblados y es casi imposible que un solo comité seccional alcance a cubrir zonas tan densamente habitadas, llegaremos a la conclusión de que adquirir nuevas formas de representatividad política y legitimación, es indispensable.

Page 15: Manifiesto Centenario

“Entender la democracia en estos tiempos, es concebirla no como el derecho de todos a decidir, sino la capacidad de

elegir a los mejores para que decidan por nosotros”.

Page 16: Manifiesto Centenario

16

A partir de la alternancia en el poder en el 2000, nuestro partido adoleció de

la figura que por mucho tiempo dictó las acciones partidarias. En ese momento, se buscaron los mecanismos para reconstruir y legitimar dicha figura en la dirigencia nacional del partido y posteriormente en la candidatura a la Presidencia de la República.

El método electo para dicha legitimación fue la “democracia”. Sin embargo, más que por una democracia representativa, se optó por una directa y en las elecciones internas todo aquel ciudadano que presentara su credencial para votar podía participar en el proceso interno del partido.

Esta lógica generó confrontaciones y enfrentamientos al interior de los grupos aspirantes a la candidatura y tanto en el 2000 como en el 2006 no se logró obtener la victoria para el máximo cargo político de la nación. Esto no quiere decir que la democracia no sea el camino para lograr la legitimación social o el triunfo, sino más bien que no se ha conceptualizado correctamente la democracia moderna.

Hay una profunda diferencia entre la democracia tal y como la concebían los antiguos y la democracia contemporánea. Ambas tienen la misma legitimidad, pero su concepción es distinta. La primera es un acto directo de poder y la segunda es un sistema de control y de limitación de poder. La primera no prevé representación, mientras que la segunda se basa en la transmisión representativa del poder.

La diferencia entre una experiencia democrática en pequeño y una experiencia democrática en grande es abismal, pensar que la participación ciudadana por si sola resolverá los problemas que aquejan a las sociedad es pecar de ingenuidad, la democracia no debe elegir cuestiones, sino debe decidir quienes decidirán las cuestiones.

Entender la democracia en estos tiempos, es concebirla no como el derecho de todos a decidir, sino la capacidad de elegir a los mejores para que decidan por nosotros. Más allá de una idea de ciudadanos que sirvan a la democracia, se requiere de una democracia que sirva a sus ciudadanos.

Al interior del partido como al exterior se necesita conceptualizar correctamente la democracia, sus métodos, sus modalidades y sobre todo sus efectos. El PRI necesita adecuar sus modelos de elección interna privilegiando el diálogo y los consensos internos antes de ir a la disputa y si esta fuera necesaria deberá recaer en sus órganos colegiados y representativos (Consejos Políticos). Si no es así, entonces ¿para que creamos dichos órganos?.

Es claro que para que esto funcione real y democráticamente, tendrá que revisarse la composición y renovación de dichos órganos y desterrar de ellos también las cuotas sectoriales y organizacionales, para privilegiar la militancia y agrupar a las nuevas expresiones de la sociedad, que se diversifican y transforman constantemente.

III. Entender la Democracia

Page 17: Manifiesto Centenario

“El hombre no vive únicamente en un universo físico sino mas bien en uno simbólico, donde la imagen juega ya un papel fundamental en sus

decisiones diarias”.

Page 18: Manifiesto Centenario

18

Otro punto por demás importante lo tratan Cassirer y Sartori en sus

postulados; donde exponen que el hombre no vive únicamente en un universo físico sino más bien en uno simbólico, donde la imagen juega ya un papel fundamental en sus decisiones diarias.

En este orden de ideas, sabemos que para un gran porcentaje de la población (sobre todo en las nuevas generaciones) nuestro logotipo representa corrupción, demagogia y autoritarismo. Los colores y las siglas del PRI se han convertido en un arquetipo que encierra en la percepción pública las deformaciones de un régimen autoritario y corrupto. Por lo tanto, deberemos emprender la transformación tanto en fondo como en forma, explicando simbólicamente el cambio que desde el interior queremos proyectar a los mexicanos.

Es necesario y prudente aceptar que la permanencia de un partido

político en el poder por largo plazo, lo desinstitucionaliza, ya que el partido se subordina en forma creciente al gobierno que ayudó a formar. En éste contexto el PRI cargaba con las conductas insanas y repugnables de la clase política. El PRI servía de parapeto para las descalificaciones, mientras la figura presidencial representaba lo positivo, el nacionalismo, la honradez el esfuerzo por sacar adelante a los más desamparados.

Esto pues, fue la causa real del descrédito y mitificación de nuestro instituto político y es la causa de que hoy tengamos que hacer más pequeño nuestro logotipo y más grande el nombre de los candidatos. La solución es sencilla y práctica, hagamos lo que a lo largo de la historia del partido lo ha mantenido vigente… transformémonos, dejemos a un lado el miedo y como en etapas anteriores cambiemos nuestro nombre y cambiemos también nuestro logotipo.

IV. De nuestra imagen.

Page 19: Manifiesto Centenario

“El principal logro de nuestro partido dentro de su militancia, será dotarla de argumentos sólidos para que en el debate diario de las ideas, tenga la posibilidad de defender

los postulados del partido”.

Page 20: Manifiesto Centenario

20

No podemos ni debemos rebajar el ejercicio de la política, a un clientelismo

ineficaz a través de la dádiva o concertacesiones políticas, la verdadera herramienta eficaz y sustentable de la política; es la persuasión, entendida esta, como un proceso claro de convencimiento en el que ambas partes están conscientes del rol que desempeñan.

Sólo adquiriendo una concepción ideológica fundamental y con ella logrado afianzar su propio modo de pensar acerca de los diferentes problemas de la vida diaria, puede el ciudadano, militante, cuadro o dirigente participar efectivamente en política.

En política, la persuasión encuentra su cimiento en los planteamientos ideológicos de los partidos. Entendiendo a la ideología como un conjunto de ideas que llevan a concretar acciones, conscientes de un proceso histórico. Nuestro partido debe enfocar sus esfuerzos para que el motor principal en el trabajo político sea el convencimiento y la formación ideológica, más que los intereses o el clientelismo político.

El principal logro de nuestro partido dentro de su militancia, será dotarla de argumentos sólidos para que en el debate diario de las ideas, tenga la posibilidad de defender

los postulados del partido. Es un hecho que solo se puede luchar por aquello que se quiere, se quiere lo que se respeta y se puede respetar únicamente lo que por lo menos se conoce. Y partiendo de esta lógica, es necesario desde la militancia hasta los cuadros y dirigentes, empezar una campaña de difusión e identidad ideológica, que genere cohesión dentro de la militancia y congruencia ante la ciudadanía.

Pero por supuesto, lo más importante de una concepción ideológica, es su impacto en el terreno de los hechos, porque toda ideología por muy justa y congruente que sea para una sociedad determinada, quedará obsoleta mientras sus principios no sean traducidos en acciones de gobierno, legislativas o políticas públicas que impacten directamente en la vida de los ciudadanos.

Cuando en todo el territorio nacional la militancia tengamos claros los objetivos y misión del partido, será ahí cuando empecemos a trabajar como un todo, y será ahí también cuando los intereses sectarios o de grupos comiencen a perder fuerza.

La ideología de nuestro partido es el resultado de un esfuerzo por interpretar las luchas del pueblo de México. La Independencia, la Reforma y la Revolución son los momentos clave en la edificación

V. De nuestra ideología.

Page 21: Manifiesto Centenario

21

del México contemporáneo. De ahí el origen de los principios angulares en la edificación ideológica del hoy PRI; Democracia y Justicia Social. Y estos dos términos deben siempre ir coaligados, porque mientras todos los mexicanos no gocen de la igualdad de oportunidades y aceptables condiciones de vida, ( Justicia Social) no podemos hablar de una verdadera Democracia, y seguirá siendo como hasta ahora lo es, un sistema al servicio de la oligarquía.

Adoptar la Socialdemocracia como eje rector de nuestros pronunciamientos y plataformas políticas, es el destino más sano y congruente ante las realidades que vive el mundo. La gobernabilidad

de la economía mundial, la gestión ecológica, la regulación del poder corporativo, el control de las guerras y el fomento de la democracia transnacional, son los temas que nuestra ideología debe considerar, para estar acorde a las nuevas exigencias de la globalidad.

Sin embargo, para que nuestro partido pueda ser una opción socialdemócrata real, tiene que ofrecer soluciones a los problemas que aquejan al país; a partir no sólo de sus enunciados ideológicos, sino a través de sus propuestas y de buenos Gobiernos que den resultados acordes a las luchas históricas de esta corriente política mundial.

Page 22: Manifiesto Centenario

“El sentimiento de identidad nacional, se presenta como la respuesta a esta incógnita de disociación

humana”.

Page 23: Manifiesto Centenario

23

Las promesas revolucionarias se han derrumbado y la esperanza parece desaparecer

de la sociedad. La incertidumbre y la intranquilidad se convierten en males insoportables en un país que no encuentra viabilidad. El país resiente la gran amenaza sobre la identidad, el desarraigo a un pasado perdido y la degradación de un futuro incierto.

Hacer valer nuestra ideología, es cambiar las palabras por las acciones; acciones que por nuestra propia historia tendrán necesariamente que ser acompañados de un espíritu nacionalista. Y hablar de nacionalismo, es entender que la sociedad humana está conformada y organizada por Estados-Nación, cada uno con atributos sociales específicos y culturalmente diversos. Y es esa diversidad lo que enriquece y da un valor agregado al ser humano y a la nación en su conjunto.

Por ello la preservación de nuestra identidad nacional es un factor preponderante en nuestro desarrollo. El nacionalismo es ese sentimiento humanitario aterrizado en un contexto específico, que nos hace entendernos como parte de un todo y no como individuos autónomos.

En México, nuestra rica tradición nacionalista del siglo XIX, cuando la defensa contra agresiones

extranjeras, reafirmó la cohesión nacional y llegó a su madurez en la Revolución Mexicana, que no es otra cosa como lo decía el maestro Octavio Paz, más que el encuentro del México consigo mismo.

Nuestro espíritu nacionalista es esa definición de mexicanidad surgida en la búsqueda de identidad, no de contra posición, ni de xenofobias o aislacionismos, y más bien propulsor de lo nacional con lo universal.

El gran reto de las sociedades contemporáneas en el campo de la convivencia, radica en hacer compatible la autonomía con la vinculación. Sin autonomía la libertad desaparece y sin vinculación estallan las relaciones sociales. El sentimiento de identidad nacional, se presenta como la respuesta a esta incógnita de disociación humana.

En el México de hoy, dado el individualismo, resultado de un sistema que basa sus intereses en el capital y no en las personas, necesita que el PRI, heredero de la Revolución Mexicana, retome al nacionalismo como espíritu de su ideología y como razón de su existencia. Sólo cuando nos entendemos parte de un todo, y en consecuencia asumamos nuestra responsabilidad, seremos mejores personas y nuestra nación por ende hará lo propio.

VI. Del Nacionalismo.

Page 24: Manifiesto Centenario

24

Hagamos valer nuestra ideología, necesitamos que la militancia conozca y entienda nuestros valores, no permitamos que por ignorancia otros nos arrebaten lo que por historia nos pertenece. Conscientes que lo único realmente permanente es el cambio.

Este cambio del que hablamos tiene que ver con nuestras conquistas históricas del pasado, con nuestro presente, con nuestro futuro, y lo más importante, con el destino de nuestra patria… ¡cambiemos! Pero al hacerlo, hagámoslo con conciencia, con pasión y con valor.

PNR

Pascual Ortiz Rubio(5 de febrero de 1930 - 31 de agosto

de 1932)

Abelardo L. Rodríguez(1de diciembre de 1934 - 30 de

noviembre de 1934)

Lázaro Cárdenas del Río(1 de diciembre de 1934 - 30 de

noviembre de 1940)

PRM

Manuel Ávila Camacho(1 de diciembre de 1940- 30 de

noviembre de 1946)

PRI

Miguel Alemán Valdés(1 de diciembre de 1946 - 30 de

noviembre de 1952)

Adolfo Ruiz Cortines(1 de diciembre de 1952 - 30 de

noviembre de 1958)

Adolfo López Mateos(1 de diciembre de 1958 - 30 de

noviembre de 1964)

Gustavo Díaz Ordaz(1 de diciembre de 1964 - 30 de

noviembre de 1970)

Luis Echeverría Álvarez(1 de diciembre de 1970 - 30 de

noviembre de 1976)

José López Portillo(1 de diciembre de 1976 - 30 de

noviembre de 1982)

Miguel de la Madrid (1 de diciembre de 1982 - 30 de

noviembre de 1988)

Carlos Salinas de Gortari(1 de diciembre de 1988 - 30 de

noviembre de 1994)

Ernesto Zedillo Ponce de León(1 de diciembre de 1994 - 30 de

noviembre de 2000)

Presidentes de la República emanados del PNR, PRM y PRI

ANEXOS

Page 25: Manifiesto Centenario

25

Presidentes del PNR, PRM, PRI (1929-2010)Presidentes del PNR

1929-1930 Gral. Manuel Pérez Treviño1930 Prof. Basilio Badillo1930 Lic. Emilio Portes Gil1930-1931 Gral. Lázaro Cárdenas del Río1931-1933 Gral. Manuel Pérez Treviño1933 C. Melchor Ortega1933 Gral. Manuel Pérez Treviño1933-1934 Crnl. Carlos Riva Palacio 1934-1935 Gral. Matías Ramos Santos 1935-1936 Lic. Emilio Portes Gil1936-1938 Lic. Silvano Barba González

_______________________________________________

Presidentes PRM

1938-1939 Lic. Luis I. Rodríguez1939-1940 Gral. Heriberto Jara Corona1940-1946 Lic. Antonio I. Villalobos

________________________________________________

Presidentes PRI

1946 Dr. Rafael Pascasio Gamboa1946-1952 Gral. Rodolfo Sánchez Taboada1952-1956 Gral. Gabriel Leyva Velázquez1956-1958 Gral. Agustín Olachea Avilés1958-1964 Gral. Alfonso Corona del Rosal1964-1965 Lic. Carlos Alberto Madrazo Becerra1965-1968 Dr. Lauro Ortega Martínez1968-1970 C. Alfonso Martínez Domínguez1970-1972 Prof. Manuel Sánchez Vite1972-1975 Lic. Jesús Reyes Heroles

Page 26: Manifiesto Centenario

26

1975-1976 Lic. Porfirio Muñoz Ledo1976-1979 Lic. Carlos Sansores Pérez1979-1981 Lic. Gustavo Carbajal Moreno1981 C. Javier García Paniagua1981-1982 Lic. Pedro Ojeda Paullada1982-1986 Lic. Adolfo Lugo Verduzco 1986-1988 Lic. Jorge de la Vega Domínguez1988-1992 Lic. Luis Donaldo Colosio1992 Rafael Rodríguez Barrera1992-1993 Genaro Borrego Estrada1993-1994 Fernando Ortiz Arana 1994 Ignacio Pichardo Pagaza1994-1995 María de los Ángeles Moreno1995-1996 Santiago Oñate Laborde1996-1997 Humberto Roque Villanueva 1997-1999 Mariano Palacios Alcocer1999 José Antonio González Fernández1999-2002 Dulce María Sauri Riancho2002-2005 Roberto Madrazo2005 César Augusto Santiago2005-2007 Mariano Palacios Alcocer 2007- A la fecha Beatriz Paredes Rangel

Fuentes: Historia gráfica del PRI 1929-1991, México, Instituto de Estudios Políticos, Económicos y

Sociales de PRI-Cambios XXI Fundación Mexicana, AC, 1991.

Wikipedia: es.wikipedia.or/Wiki/Partido_revolucionario_Institucional#Presidentes_del_PRI

Page 27: Manifiesto Centenario

* CanatlánProf. José Reyes Fernández

* CuencameIsmael Guerrero Moreno

* DurangoLic. Oscar Marcos Velásquez Corral

* Gómez PalacioIng. Edgar Faudoa Chávez

* Guadalupe VictoriaIng. Marcial Saúl García Cháirez

* GuanacevíProf. Jesús Félix Arzola Ríos

* IndéEziquio Michel

* LerdoLic. Clara Mayra Zepeda García

* MapimíCésar Eduardo Córdova Medina

* NazasJesús Soto Borrego

* Pánuco de CoronadoJosé Luís Ramírez Rodarte

* Poanas Jorge Vargas Juárez

* Pueblo NuevoLic. Edgar Rodríguez Ramos

* Rodeo Lic. Rodolfo Uribe Marrufo

* San DimasJaime Resendiz Alvarado

* San Juan del RíoMartín García Curiel

* Santa ClaraProf. Fidel Rendón Puentes

* Santiago PapasquiaroLic. Oscar Daniel Escobedo Miranda

* TepehuanesIng. Luís Fernando Gutiérrez Díaz

* TlahualiloLic. Abilio Ortega Martínez

* Vicente GuerreroDr. Benjamín Noé Lerma Castañeda

Durango

Page 28: Manifiesto Centenario