Manejo de los embalses del río Colorado

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Manejo de los embalses del río Colorado* Peter D. Vaux Environmental Research Center, Universidad de Nevada, Las Vegas, Nevada La frontera entre México y Estados Unidos constituye una zona de problemas compar- tidos para ambos países. Entre los cauces de agua comunes desataca el sistema del río Colorado, cuya utilidad beneficia a multitud de personas, sobre todo si se considera su ubicación en un área desértica, donde el recurso hidráulico tiene un alto valor eco- nómico. La intensa competencia por el agua del río ha planteado la necesidad de llegar a acuerdos entre ambos países, iniciados desde En este artículo se revisan la historia del control del río Colorado y las características del almacenamiento del embalse -salinidad y nutrientes. Se presenta un análisis, de algunos de los principales aspectos de la calidad del agua y se aborda también el papel que juegan los embalses en el manejo de dicha calidad. El sistema del río Colorado es el mas importante del suroeste de EUA; suministra agua a mas de millones de personas y grandes extensiones agrícolas de riego. Además, es una fuente de agua fundamental para la zona norte de México, especialmente para la agricultura de riego del va- Ile de Mexicali. Debido a la grande y creciente población humana del area, a la importancia de la agricultura de riego y, en particular, al hecho de que la porción sur de la cuenca sea el desierto, el agua es un recurso de muy alto valor económi- co. Puesto que hay una competencia intensa, aunque altamente controlada, por el agua del río, la administración del sistema es de gran interés tanto para EUA como para México, por lo que corresponde a ambos. Todos estos factores hacen que el manejo del río Colorado constituya un tema importan- te que afecta las relaciones de vecindad entre México y EUA. En ambos países firma- ron un tratado sobre la distribución de las aguas de los tres sistemas de ríos compartidos: el Colo- rado, el Tijuana y el Grande. De acuerdo con dicho documento, se garantizó a México la entrega anual de millones de pies-acres. La construcción de varias presas en el área del Colorado ha tenido fuertes impactos en la cantidad y calidad del agua que pasa a México. En las tres décadas posterio- res, ha habido problemas respecto de la salinidad del agua. Este artículo resume la historia de la regulación de las aguas del río y de la calidad de las mismas. Se analizan los efectos de los embalses tanto en la salinidad como en el nivel de nutrientes del sistemay, por Último, se presenta un panorama general sobre un programa diseñado para comprobar la hipótesis de la construcción de presas sobre la disminución en la producción piscícola de los embalses corriente abajo. La cuenca La cuenca del río Colorado tiene un area total de aproximadamente km2, e incluye parte de siete estados de EUA, así como tierras de la región norte de México (véase ilustración 1). El río se origina en las montañas Rocallosas y fluye a lo largo de más de km antes de descargar en el golfo de California. Las temperaturas extremas de la cuenca fluctúan de -45°C a su parte sur corresponde al desierto y recibe un promedio

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Manejo de los embalses del río Colorado*

Peter D. Vaux

Environmental Research Center, Universidad de Nevada,

Las Vegas, Nevada

La frontera entre México y Estados Unidos constituye una zona de problemas compar- tidos para ambos países. Entre los cauces de agua comunes desataca el sistema del río Colorado, cuya utilidad beneficia a multitud de personas, sobre todo si se considera su ubicación en un área desértica, donde el recurso hidráulico tiene un alto valor eco- nómico. La intensa competencia por el agua del río ha planteado la necesidad de llegar a acuerdos entre ambos países, iniciados desde En este artículo se revisan la historia del control del río Colorado y las características del almacenamiento del embalse -salinidad y nutrientes. Se presenta un análisis, de algunos de los principales aspectos de la calidad del agua y se aborda también el papel que juegan los embalses en el manejo de dicha calidad.

El sistema del río Colorado es el mas importante del suroeste de EUA; suministra agua a mas de

millones de personas y grandes extensiones agrícolas de riego. Además, es una fuente de agua fundamental para la zona norte de México, especialmente para la agricultura de riego del va- Ile de Mexicali. Debido a la grande y creciente población humana del area, a la importancia de la agricultura de riego y, en particular, al hecho de que la porción sur de la cuenca sea el desierto, el agua es un recurso de muy alto valor económi- co. Puesto que hay una competencia intensa, aunque altamente controlada, por el agua del río, la administración del sistema es de gran interés tanto para EUA como para México, por lo que corresponde a ambos.

Todos estos factores hacen que el manejo del río Colorado constituya un tema importan- te que afecta las relaciones de vecindad entre México y EUA. En ambos países firma- ron un tratado sobre la distribución de las aguas de los tres sistemas de ríos compartidos: el Colo- rado, el Tijuana y el Grande. De acuerdo con dicho documento, se garantizó a México la entrega anual de millones de pies-acres. La construcción de

varias presas en el área del Colorado ha tenido fuertes impactos en la cantidad y calidad del agua que pasa a México. En las tres décadas posterio- res, ha habido problemas respecto de la salinidad del agua. Este artículo resume la historia de la regulación de las aguas del río y de la calidad de las mismas. Se analizan los efectos de los embalses tanto en la salinidad como en el nivel de nutrientes del sistema y, por Último, se presenta un panorama general sobre un programa diseñado para comprobar la hipótesis de la construcción de presas sobre la disminución en la producción piscícola de los embalses corriente abajo.

La cuenca

La cuenca del río Colorado tiene un area total de aproximadamente km2, e incluye parte de siete estados de EUA, así como tierras de la región norte de México (véase ilustración 1). El río se origina en las montañas Rocallosas y fluye a lo largo de más de km antes de descargar en el golfo de California. Las temperaturas extremas de la cuenca fluctúan de -45°C a su parte sur corresponde al desierto y recibe un promedio

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de sólo mm de precipitación pluvial por año, mientras que la de la parte superior, alcanza de

a mm/año. El promedio del flujo virgen anual del río está

entre y millones de pies-acre en Lee’s Ferry, exactamente abajo del actual lago Powell. (En este artículo se utiliza pies-acre como la unidad de volumen de agua; un pie-acre equivale a m3). De este flujo, actualmente se exportan mas de cinco millones de pies-acre hacia regiones que están fuera de la cuenca del río, por ejemplo, el sur de California y la cuenca del río Grande (USDI, 1989). Las variaciones interanuales del flujo en varios puntos a lo largo del Colorado se explican m á s adelante.

La cuenca del río puede dividirse en alta y baja. Las montañas Rocallosas dominan la topografía de la cuenca alta, y es aquí donde el Colorado obtiene la mayor parte de su descarga de agua. La cuenca baja, en contraste, se caracteriza por va- lles aluviales planos, separados por fluctuaciones de baja montaña. El efluente mayor del Colorado es el río Green. Los ríos Gunnison y San Juan son los otros efluentes del alto río Colorado.

Almacenamiento del embalse

Históricamente, el flujo anual del río Colorado fluc- túa de menos de seis millones a más de mi- llones de pies-acre por año (USDI, 1989). En la actualidad, el sistema del embalse almacena suficiente agua para enfrentar las necesidades de los usuarios aguas abajo durante los periodos de sequía. La construcción y llenado de embalses troncales del río han tenido un impacto importante en sus patrones de flujo, La gran cantidad de embalses pequeños sobre los afluentes también ha contribuido a la modificación de[ régimen de descarga. Los embalses de la cuenca tienen ac- tualmente una capacidad combinada de almace- namiento igual a cuatro veces el promedio total del flujo virgen o no vaciado de todo el Colorado.

La ilustración muestra algunos de los princi- pales depósitos de almacenamiento y presas de- rivadoras de la cuenca. Las presas de la cuenca alta incluyen la Navajo (río San Juan), la Fontanelle y la Flaming Gorge (río Green), y la presas Unita- rias Wayne N. Aspinall (río Gunnison). La Grand Canyon, que recoge agua del lago Powell, es la única presa troncal de la cuenca alta y controla casi todos los flujos que salen de esta area. En la cuenca baja, el lago Mead, formado por la presa

Hoover provee la mayor parte del almacenamiento y control del Colorado. La presa Gavis que for- ma el lago Mohave proporciona control adicional. Durante los niveles altos de agua, este embal- se se extiende al canal de descarga de la presa Hoover. El control a través del lago Mohave per- mite cubrir los abastecimientos hidráulicos, defi- nidos mediante tratados con México. Más lejos, aguas abajo, la presa Parker, llena el lago Havasu. Este depósito se usa principalmente como una ba- hía inicial para bombear agua al sur de California (vía el acueducto del río Colorado) y hacia Arizona (mediante el Proyecto de acueducto de Arizona central).

Aguas abajo de la presa Parker, hay una gran cantidad de presas pequeñas que se usan para desviar el agua hacia los sistemas de riego y que prácticamente no tienen función de depósito. La presa Imperial es la principal estructura derivadora hacia proyectos de irrigación en las áreas del valle Imperial y Yuma (Canal All America y el canal prin- cipal Gila Gravity). La Morelos, localizada inme- diatamente abajo de el límite norte internacional con México, abastece de agua al norte de este país, a traves del canal Alamo.

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Historia del control del río Colorado embargo, en un gran sistema de riego (We- llton Mohawk) del Proyecto Gila del US Bureau of Reclamation, en el sureste de Arizona, comenzó a operar un sistema de canales de drenaje que descargaban aguas salinas en el Colorado abajo de la presa Imperial. Puesto que gran parte del agua de drenaje era de superficie que había esta- do acumulando sales durante los años previos de riego, tenía una salinidad inicial de aproximada- mente mg/l (Oyarzábal-Tamargo y Young, 1978). Sin embargo, éste no fue el Único factor que contribuyó al incremento en la salinidad del bajo Colorado a principios de los sesentas. En esta época empezó el almacenamiento del agua en el lago Powell, lo que provocó un menor flujo de- agua dentro de la cuenca baja y la reducción del abastecimiento a México al límite previsto por el tratado, de millones de pies-acre. El resultado fue que la salinidad de las aguas suministradas a Mexico se elevó a mas de mg/l durante un tiempo, en

Como consecuencia de esto Último, dejaron de cultivarse grandes extensiones de tierra en el valle de Mexicali, a medida que disminuían los ren- dimientos y las dotaciones de agua dentro del valle. Un estudio llevado a cabo en dicho valle (Oyarzábal-Tamargo y Young, l978), calculó las pérdidas económicas en la agricultura como resul- tado de los incrementos en la salinidad. Según es- te trabajo, se predijo que el ingreso neto agregado en el valle de Mexicali caería de aproximadamente

millones de pesos (precios de con una salinidad de mg/l, a casi millones de pesos con una de mg/l. Hubo una fuerte reacción por parte de los agricultores mexicanos a los aumentos en la salinidad y el gobierno mexica- no realizó protestas formales con las autoridades de EUA.

Dichas protestas produjeron una gran cantidad de acuerdos y proyectos de ingeniería. Los EUA acordaron reducir los impactos de los flujos sali- nos, por ejemplo, extendiendo el canal de drenaje hasta más allá de la toma del canal de riego de Alamo. El gobierno mexicano comenzó un pro- grama extensivo de mejoramiento de las instala- ciones de riego, que incluyó el revestimiento de los canales de riego y mejoras en los sistemas de drenaje. La culminación de las negociaciones en ese momento fue la incorporación, en de la Minuta de la Comisión de la Frontera Internacional. Una de las medidas principales de este acuerdo fue que la salinidad promedio anual del agua suministrada por EUA a Mexico no excediera de mg/l ( mg/l) por arriba

A continuación se presenta un breve resumen de la historia del manejo del agua en la cuenca del río Colorado. La administración de este recurso involucra una serie compleja de leyes Y acuerdos nacionales e internacionales, tema al que no pue- de darse un tratamiento detallado en este artículo

En el Colorado River Compact primero asig- nó el agua del río entre las cuencas alta y baja:

millones de pies-acre a cada región. Trece años después, en la presa Hoover empezó a descargar en el lago Mead, con lo que se inició un control a gran escala del Colorado.

En los EUA y Mexico firmaron el Tratado sobre distribución de aguas internacionales entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, para distribuir el agua de tres sistemas de ríos compartidos por ambos países: el Colorado, el Tijuana y el Grande. Respecto del primero, el tratado estipulaba que México recibiría un sumi- nistro anual garantizado de millones de pies- acre. Sólo el caso de sequía extrema o un acci- dente grave en el sistema de riego de EUA podrían hacer que se redujera el suministro de agua a México a un nivel inferior del mencionado. En esta situación, la reducción en los abastecimientos a México equivaldría, en proporción, a la reducción del consumo en EUA (Sepúlveda, 1978). A la fecha, Mexico siempre ha recibido esta dotación, o una mayor, del agua del río Colorado. Conviene destacar que el tratado de no hace referencia a la calidad del agua que debe suministrarse a México.

En los estados de la cuenca alta firma- ron el Upper Colorado River Basin Compact. Este acuerdo distribuía los millones de pies-acre previamente asignados a los diversos estados de la cuenca. Los estados de la cuenca baja nunca pudieron ponerse de acuerdo sobre la división de sus propios millones de pies-acre. Por tanto, en la Suprema Corte de EUA deci- dió el asunto formulando un decreto que estipula- ba los siguientes derechos: California, millo- nes de pies-acre; Nevada, y Arizona, millones.

Durante los cincuentas hubo "exceso" de agua en el río Colorado. Por lo tanto, México recibió aproximadamente millones de pies-acre al año, Ó millones más de la cantidad garantizada legalmente, La salinidad del agua que entró a México durante ese periodo estaba en el rango de mg/l y no era de gran importancia. Sin

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de la salinidad del agua suministrada en la presa Imperial. En otras palabras, la calidad del agua suministrada a México esta ahora directamente relacionada con la de la Última derivadora prin- cipal de riego de EUA. Con objeto de poner en marcha esta medida, los EUA acordaron construir una planta desalinizadora muy grande para las aguas de drenaje de Welton-Mohawk.

Aunque también se acordó en aún no se ha iniciado la operación completa de la planta de- salinizadora de Yuma. Sin embargo, este hecho ha tenido pocas consecuencias para México puesto que durante la segunda mitad de los setentas y la primera parte de los ochentas hubo una tendencia natural hacia el aumento los flujos en el Colorado y la disminución de los niveles de salinidad.

Uso del agua en la cuenca

El cuadro ofrece un resumen de los lugares en los que se utilizó el agua del río Colorado durante el periodo comprendido entre y Como se mencionó anteriormente, este lapso se carac- terizó por flujos del río más altos que el promedio, por lo que el agua en exceso (aproximadamente millones de pies-acre) fue descargada en México. La ilustración muestra cómo se usa el agua en la parte estadounidense de la cuenca. El principal principal uso es el agrícola tanto en la cuenca alta como en la baja. En esta Última, las exportaciones inter-cuenca (básicamente a California y después hacia Arizona) representan una componente im- portante. Muchas de estas exportaciones también se aplican para la agricultura de riego.

Tendencias en los flujos y salinidad de los ríos

Las presas del río Colorado han tenido un fuerte impacto en la estabilización, tanto de los niveles de flujo como en la salinidad en el sistema. Como ejemplo de este efecto, la ilustración muestra los niveles mensuales y anuales de salinidad del Colorado en Lee’s Ferry, Arizona. Esta estación se localiza inmediatamente aguas abajo de la actual presa Glen Canyon actual Y del lago Powell. Esta presa empezó a recoger agua del río a fines de

y SU impacto en la reducción de la variación de salinidad es evidente.

Con el propósito de ilustrar cómo varían el flujo y la salinidad del río tanto en el tiempo como en el espacio, las ilustraciones y presentan datos desde a correspondientes a una serie de cuatro estaciones que se encuentran a lo largo del río. Estas estaciones (véase ilustración 1) se extienden desde el lago Powell aguas arriba (Cisco, Utah) hasta la presa Imperial, exactamente al norte de la frontera de EUA con México. El control que ejerce la presa Glen Canyon desde mediados de los sesentas es evidente a partir de los datos de Lee’s Ferry. En al principio de las series de datos, la presa Hoover ya es- taba en operación. Sin embargo, como indican las ilustraciones y esta instalación no pudo controlar del todo el flujo del río Colorado, hasta que se concluyó la presa Glen Canyon a principios de los sesentas. Otra factor que se desprende de los datos de estas ilustraciones es el periodo de flujos excepcionalmente altos del río a principios de los ochentas.

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yó durante el inicio y mediados de los ochentas (véase ilustración 5). En la presa Imperial, alcanzó una baja de 550 mg/l en La ilustración 6 permite ver, además, el efecto diluyente que tienen los flujos crecientes del río sobre los sólidos disueltos totales (salinidad). En la estación de Cisco, Utah, la acentuada relación inversa entre el flujo logarítmico y la salinidad logarítmica es un ejemplo clásico de la influencia de la hidrología so- bre la calidad del agua, misma que se observa en la mayor parte de los sistemas fluviales. Se apre- cian relaciones mas débiles entre los dos paráme- tros en las presas Hoover e Imperial, supuesta- mente debido a los impactos modificados de los depósitos sobre la cantidad y calidad del agua.

Desde la presencia de flujos más bajos del río ha significado que los niveles de salinidad están aumentando una vez mas. En la presa Im- perial, la salinidad alcanzó un promedio de 711 mg/l durante los primeros seis meses de (USBR, Las proyecciones para el futuro sugieren que, para el año 2000, la salinidad puede exceder la “norma” de los 879 mg/l establecidos para la presa Imperial (USDI, 1989). Debe notarse, sin embargo, que dependiendo de las tendencias

La ilustración 5 no sólo muestra cómo han re- ducido tas variaciones temporales de salinidad las presas del río Colorado, sino también la medida en que los niveles promedio de salinidad aumentan conforme se va río abajo. El aumento es muy ob- vio en la cuenca baja donde, durante los sesentas y setentas, por ejemplo, la salinidad aumentó de casi 700 mg/l después de la presa Hoover a cerca de mg/l en la Imperial.

Ya se han mencionado los flujos en extremo altos de principios de los ochentas. Como resul- tado (por lo menos en parte) de estas mayores descargas, la salinidad del agua del río disminu-

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que se abastecen con las derivadoras de la presa Imperial; la calidad del agua en este punto es, por tanto, mas pobre que, por ejemplo, la de la dicha presa.

En la descarga anual de aproximadamen- te millones de pies-acre en Lee’s Ferry había dis- minuido a millones en la presa Morelos y a sólo

pies-acre en la frontera con Mexico (véase cuadro 2). Los sólidos disueltos totales (salinidad) se duplicaron entre Lee’s Ferry y la presa Morelos y aumentaron mas de entre la Última esta- ción y San Luis. Los datos del cuadro también muestran que, mientras la salinidad aumentaba aguas abajo en el Colorado, las concentraciones de cloro demostraron el cambio proporcional mas grande, en especial entre la presa Morelos y San Luis.

Aspectos económicos de la salinidad

Los impactos económicos de los elevados niveles de salinidad en el sistema Colorado se han ilustra- do ya para el valle de Mexicali. Diversos estudios han investigado la salinidad desde la perspecti- va económica en el sector norteamericano de la cuenca. En la cuenca baja, aunque las corrien- tes pico de salinidad están alcanzando niveles

actuales en las condiciones hidrológicas, los ni- veles de salinidad futuros podrían ser tan grandes como mg/l por encima o por debajo del nivel de “proyección media” al que se aludió anterior- mente.

Composición de salinidad en el río Colorado

La ilustración resume la composición iónica del agua del río Colorado en Lee’s Ferry (inmediata- mente aguas abajo de la presa Glen Canyon) para el periodo Los sulfatos conforman el

críticos para algunos cultivos que ”son sensibles a la sal, el agua sigue siendo adecuada para la mayor parte de los cultivos de riego (USDI,

componente mayor por peso de los sólidos totales disueltos, y siguen en importancia el carbonato, el sodio y calcio. En el cuadro se ilustra la va- riación en los diversos componentes de salinidad a medida que se va del alto al bajo Colorado. Las primeras cuatro de estas estaciones son las mismas que las utilizadas para señalar la variación temporal en el flujo y la salinidad en las ilustracio- nes y (véase ilustración para ubicarlas). La quinta estación, San Luis, se localiza aguas abajo de la presa Morelos e inmediatamente arriba de la frontera sur internacional entre EUA y Mexico. En San Luis, el río Colorado lleva gran parte de los flujos de drenaje de los proyectos de irrigación

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Sin embargo, cualquier aumento en la salinidad Canyon se queda la mayor parte del sedimento tiene implicaciones en los costos para los usua- del río Colorado y, por tanto, ha reducido la carga rios de las aguas agrícola, industrial y domés- de fósforo al lago Mead. Se piensa que este, a su tica. A mediados de los setentas, un estudio vez, provoca una disminución en las proporciones realizado por el Bureau of Reclamation de EUA, de producción primaria de algas en el lago Mead, estimó que los daños anuales a la cuenca baja puesto que en este embalse la producción está por cada mg/l de aumento en la salinidad en limitada por el fósforo. la presa Imperial eran de dólares de Las tasas de precipitación de calcita calcula- EUA (de equivalentes a O dólares das para el lago Mead sugieren que este proceso de Los daños causados por la salinidad en podría ser significativo en la modificación de la sa-

se estimaron en un total de l millones linidad del agua del río Colorado. Sin embargo, un por año (USDI, 1989). Hoy en día, se llevan a modelo mas reciente de precipitación de calcita en cabo estudios para actualizar las predicciones de dicho lago (USDI, 1989) indica que este proceso los impactos futuros de la salinidad hasta el año puede estar causando una menor reducción en

o. la salinidad de lo que indicaba originalmente el estudio de Paulson y Baker.

impactos del embalse en la salinidad Mientras que la precipitación de calcita en los embalses tendera a reducir la salinidad, otros fac-

Diversas fuentes contribuyen a la salinidad en el tores la incrementarán. Aquéllos inundan grandes río Colorado. Algunas son naturales, por ejemplo, areas de tierra que antes eran secas; al hacerlo, cuando se acumulan las sales, a medida que el disuelven los minerales que están presentes en agua pasa a través de áreas que tienen geológi- los suelos. En este contexto, la disolución de los camente altas concentraciones de yeso y otros depósitos de yeso inundado (sulfato de calcio), minerales. Otras fuentes son antropogénicas, co- adquiere singular importancia. Sin embargo, a mo la concentración de sales que resulta del riego medida de los embalses envejecen, los depósi- intensivo. tos de minerales tienden a ser cubiertos por la

Como ya se describió, los embalses han tenido sedimentación del embalse, reduciendo así las un fuerte impacto en la variación temporal de la velocidades de desalojo de los iones dentro del salinidad del río Colorado (véanse ilustraciones y agua que lo cubre. Los datos del lago Mead 5). A traves de diversos procesos, estos embalses sugieren que, durante los Últimos años, de también pueden modificar las cantidades de sóli- hecho ha ocurrido una reducción sustancial en la dos disueltos totales que se encuentran presentes velocidad de disolución del yeso en la cuenca de en el agua, El análisis siguiente proporciona un este embalse (Paulson y Baker, 1983). resumen de algunos de estos procesos y describe Un proceso adicional que tiende a incrementar brevemente la manera en que los embalses pue- la salinidad de los embalses es la evaporación. den afectar la dinámica del proceso. Aunque tradicionalmente se considera como una

La sedimentación influye tanto en la salinidad pérdida de agua inevitable, parece factible que total como en su composición iónica, puesto que el diseño y las formas de operación de la presa las partículas de sedimentación pueden seguir sol- pueden influir en las tasas de evaporación. La tando sales e intercambiando iones (USDI, 1989). velocidad a la que se pierde el agua por medio La precipitación química es probablemente un pro- de este proceso está influenciada por una gama ceso muy importante que afecta la salinidad. La de factores climáticos, pero también por la tempe- deposición de calcita (carbonato de calcio) ocurre ratura superficial del embalse. Aun cuando otros cuando la actividad fotosintética extrae el dióxido factores sean iguales, un embalse más caliente de carbono libre del agua. La formación y preci- evaporara mas agua que uno más frío. Las presas pitación del carbonato de calcio tiende a eliminar pueden influir sobre las temperaturas superficia- estos iones de la columna de agua. Paulson y les del embalse de dos maneras. Primero, si Baker (1983) han calculado que la tasa promedio existe una segunda presa aguas arriba y si su anual de precipitación de calcita en el lago Mead descarga de agua es hipolimnética, entonces el varió de mg/l antes de hasta mg/l entre agua que llega al embalse aguas abajo tenderá

y La tasa de precipitación de calcita a ser mas fría (especialmente en verano) que lo reducida de los años recientes puede deberse a que hubiera sido si no existiera el embalse aguas las tasas mas bajas de producción primaria en arriba. La reducción de la energía de calor de el lago Mead después de que en la presa Glen advección que entra en el embalse aguas abajo,

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tendera a reducir las temperaturas del agua en este sistema y, a su vez, a reducir las tasas de evaporación. Este fenómeno se ha demostrado para dos embalses del río Colorado: los lagos Powell y Mead (Paulson, 1983). Una comparación entre las temperaturas del río Colorado y el Grand Canyon (aguas abajo del lago Powell, pero aguas arriba del Mead) muestra que, en los meses de verano, el río esta aproximadamente 10°C más frío de lo que estaba antes de la formación del lago Powell. En los meses de invierno, el río esta casi 4°C mas caliente de lo que estaba antes. El resultado neto de este cambio ha sido una disminución en la energía de calor de advección anual hacia adentro del lago Mead a traves del Colorado. Paulson (I 983) ha calculado que esta disminución ha dado por resultado una reducción en la tasa de evaporación del lago Mead de

pies-acre por año; esto equivale a casi de la evaporación medida durante el ciclo de agua

La segunda forma en que las presas pueden influir en las tasas de evaporación se relaciona con la posición del desagüe de la presa misma. Las presas con descargas epilimnéticas tienden a disipar el calor porque están desalojando las aguas superficiales más calientes. Por el contra- rio, las presas con desagües hipolimnéticos tien- den a almacenar el calor porque están desalojando las aguas mas frias, “atrapando” así las aguas epi- limnéticas mas calientes en el embalse. La presa Hoover se opera con descargas hipolimnéticas. A partir de los datos del embalse recabados en

Paulson (1 983) ha calculado la diferen- cia de contenido de energía del lago Mead que se habría obtenido si la presa Hoover se hubiera operado con descargas epilimnéticas (éste es un escenario teórico, en realidad no hay descarga epilimnética en la presa). Una vez calculada la diferencia de contenido del embalse, el impacto en la tasa de evaporación del lago Mead se ha- bría reducido a pies-acre por año. Esto es equivalente a de la evaporación medida durante el ciclo de agua

Impacto d e los embalses e n las concentraciones d e nutrientes

Tradicionalmente, gran parte del enfoque acerca de la calidad del agua del río Colorado ha consi- derado el tema de la salinidad. Hay, sin embargo, un aspecto adicional de la calidad del agua que, en años recientes, ha recibido enorme atención:

el efecto que puedan tener las presas aguas arri- ba sobre la carga de nutrientes en los embalses aguas abajo y, a su vez, sobre los niveles de la producción biológica en estos sistemas.

La construcción de la presa Glen Canyon, km aguas arriba del lago Mead, llevó a una re- ducción drástica (70%) en las cantidades de se- dimentos suspendidos que entraban a dicho la- go a través del río Colorado (Evans y Paulson, 1983). Puesto que el fósforo se adsorbe a las partículas de sedimento, la carga de fósforo hacia el lago Mead también ha disminuido sustancial- mente (Prentki y Paulson, 1983). En general, la producción de fitoplancton en este embalse está limitada por el fósforo, y por tanto, se tiene la hi- pótesis de que la construcción de la presa de Glen Canyon tuvo un impacto negativo en la producción de algas del lago Mead. Aunque se cuenta con pocos datos para comprobar esta hipótesis, la in- formación existente (obtenida a partir de estudios puntuales) sugiere que la producción del plancton en la cuenca alta del lago Mead puede haber disminuido hasta cuando se comparan los periodos anteriores y posteriores a la existencia de la presa Glen Canyon. En la actualidad, la mayor parte del lago Mead es oligotrófica.

El lago Mead tiene una cadena alimentaria re- lativamente simple (véase ilustración 8) y apoya una pesquería deportiva valuada por arriba de millones de dólares al año (Martin et al., 1982). La pesca de lobina de boca ancha (Micropterus salmo- noides), en este lago era famosa en todo el terri- torio norteamericano, pero ha disminuido en años recientes. Entre los inicios de y la producción disminuyó de unos peces a menos de (Baker y Paulson, 1983; Axler et al., 1988). La segunda especie en importancia para la pesquería deportiva es la lobina estria- da (Morone saxafilis). Esta especie fue introducida en epoca más reciente. Aunque sus cantidades son mucho mayores que las de la lobina de boca ancha, la población de lobina estriada también ha experimentado problemas en los últimos años, dado que los peces adultos no han podido obtener alimentos suficientes. Como consecuencia, los peces hambrientos y enflaquecidos son comunes en el lago, en especial durante los meses de ve- rano, y son objeto de muchas protestas por parte de los pescadores.

Se piensa que la baja producción en la base de la cadena alimentaria es el motivo principal de la disminución en ambos tipos de pesquería deportiva. La hipótesis es que la menor produc- ción de algas ha reducido la producción de sábalo

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más alta de algas sobre la calidad del agua fue mínimo (Vaux y Paulson, 1990). La producción mediante el zooplancton, en especial la cladócera Daphnia pulex, aumentó hasta en después de la fertilización. El impacto de esta producción planctónica en la población de sábalo filiforme fue, sin embargo, menos claro. Aunque se observaron correlaciones significativas entre las densidades de sábalo joven y las concentraciones de clorofila (véase ilustración O), pareció que la variación interanual natural en la abundancia de sábalo era suficientemente grande como para dificultar la dis- tinción clara de cualquier efecto relacionado con el fertilizante. Por tanto, aunque la relación obser- vada entre la clorofila y la abundancia de sábalo es muy interesante, es factible que sería necesaria una mayor estimulación de la cadena alimentaria, con objeto de causar un impacto evidente en la población de sábalo. Agregar cantidades mayo- res de fertilizante implicaría mayores costos y, po- siblemente, impactos significativos en la calidad del agua. En consecuencia, se requiere de una mayor experimentación con fertilización artificial a gran escala y, en la actualidad, esta técnica no puede recomendarse como herramienta de ma- nejo para fomentar las pesquerías deportivas del lago Mead.

filiforme (Dorosoma petenense). El sábalo es el pez de forraje más importante del embalse y el componente dietético básico del salmón de boca ancha y especialmente del salmón estriado. Si la carga menor de nutrientes al lago Mead ha tenido, de hecho, un impacto negativo en la población de sábalo filiforme, la fertilización artificial podría representar una forma de mejorar las pesquerías deportivas, por lo menos en ciertas partes del lago.

Un estudio reciente enfocó este problema, apli- cando fertilizante (polifosfato de amonio) a un area de O ha del lago Mead durante un periodo de tres años (Vaux y Paulson, 1990; Axler et al., 1988). El fertilizante se agregó al final de la primavera, puesto que ésta es la época en que desovan los sábalos filiformes y se ha establecido la hipótesis de que las condiciones de alimentación (densida- des de plancton) son más críticas para el sábalo joven durante este periodo. El siguiente es un resumen muy breve de algunos de los hallazgos mas importantes de este estudio.

El fertilizante dio por resultado un incremento moderado de la biomasa de algas (unos de clorofila) en un plazo corto (dos semanas) (véa- se ilustración 9). El impacto de la producción

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Referencias

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Conclusiones

El río Colorado es uno de los sistemas fluviales de mayor manejo en el mundo. El agua es un recur- so de vital importancia económica en el suroeste árido de EUA y el norte de México, que continuara en aumento en el futuro a medida que la demanda sobrepase el abastecimiento. Actualmente, el río Colorado es un recurso de usos múltiples y su manejo debe tomarlos en cuenta, aunque algunos estén en conflicto entre sí.

En el pasado, la preocupación por la salinidad se centró, sobre todo, en la calidad del agua. Aunque las descargas más altas del río en años recientes han significado menores niveles de sa- linidad, es probable que este problema vuelva a ser motivo de preocupación, a medida que la cuenca esté sujeta a condiciones mas secas. Los tratados y acuerdos actuales entre México y los

del agua garantizada para México. En caso de una sequía extrema, sin embargo, queda por verse qué tan equitativa sera la reducción del uso de agua en ambos lados de la frontera internacional.

Hoy en día, el manejo de embalses para uso re- creativo (en especial, pesquerías deportivas) atrae considerable atención. Es en esta área en la que tienden a surgir los conflictos del manejo. La so- lución a estos conflictos por la demanda de usos múltiples es uno de los aspectos que implican más retos para el manejo del río Colorado.

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