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Relaciones humanas y Relaciones humanas y valores en la familia valores en la familia y en la escuela y en la escuela ¿Es necesaria la tipicación ¿Es necesaria la tipicación penal del penal del bullying bullying? ? Red interinstitucional a favor de Red interinstitucional a favor de la convivencia escolar para la convivencia escolar para la no violencia la no violencia bullying bullying Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente ABRIL-JUNIO DE 2011 3a. Época Año 10 54

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Revista Magisterio de la Secretaría de Educación

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Relaciones humanas yRelaciones humanas yvalores en la familia valores en la familia

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¿Es necesaria la tipifi cación ¿Es necesaria la tipifi cación penal del penal del bullyingbullying??

Red interinstitucional a favor de Red interinstitucional a favor de la convivencia escolar para la convivencia escolar para

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Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente

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Magisterio, órgano de difusión de la Dirección General de Educación Normal y Desarrollo Docente. Publicación trimestral. Tiraje: 8,000 ejemplares. Distribución gratuita. Año 10. Núm. 54, Abril-Junio de 2011. Número de autorización del Comité Editorial de la Administración Pública Estatal CE: 205/05/04/12-01 Las opiniones contenidas en los artículos son responsabilidad de los autores, no refl ejan necesariamente la opinión de la dependencia. Se autoriza la re-producción de los materiales, siempre que se cite la fuente. Los artículos no fi rmados son responsabilidad de la redacción.Domicilio: Av. José Vicente Villada Núm. 112. Primer piso. Col. La Merced y La Alameda. Toluca, Estado de México. C. P. 50080. Tel. y Fax (722) 2 14 45 35. E-mail: [email protected]

CoordinadoraGloria María

Concepción García Chávez

Asesor editorialInocente Peñaloza García

Corrección de estiloConsuelo Cardona EstradaAlberto Julián Díaz Argueta

Nadia Santín Macías

Diseño gráfi coConsuelo Cardona Estrada

María Guadalupe Burgoa González

COMITÉ EDITORIAL

Presidente José Regino López Acosta

VicepresidenteGabriel Cruz Malpica

Secretaria técnicaGloria María

Concepción García Chávez

Editorial

Diversidad: aspecto fundamental de la educación en valoresLucía López Sánchez

Construcción de la categoría de familiaElizabeth Alcántara Jasso

Una mirada al cyberbullyingPatricia García Fajardo

Discriminación de los alumnos con discapacidaden las escuelasLisbeth Gabriela Rojas Valdés

Educar en la era planetariaGermán Iván Martínez

Max UrangaEl artista nace y se hace

Poesía Alma Delia Fuentes NogalesMeliéMaría Guadalupe Villegas Tapia

CuentoConsuelo Cardona Estrada

La creatividad, el juguete Gloria María Concepción García Chávez

Relaciones humanas y valores en la familia y en la escuelaYesenia Rodríguez Avilés

Fortalecimiento y educación en valores en procesos formativos de aprendizajeSilvia Flor Godínez Mávil

¿Es necesaria la tipifi cación penal del bullying?Gerardo Sánchez y Sánchez

El acoso en la escuelaAlberto Julián Díaz Argueta

Tu hijo: ¿acosador o acosado?Nadia Santín Macías

Red interinstitucional a favor de la convivencia escolar para la no violencia bullyingSecretaría de Educación

Contenido1

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Diseño de portada y contraportada:María Guadalupe Burgoa González

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EDITORIAL“A la salida nos vemos”.

¿Cuántas veces se ha escuchado esta frase, con sentido amenazante, dentro del salón de clases o en un patio de juegos? ¿Cuántos estudiantes han optado por dejar la escuela –o intentar soluciones peores– a causa de las continuas burlas, amenazas y extorsiones que padecen?

Intimidación, acoso o maltrato, como quiera llamársele, el bullying es tan antiguo como las escuelas, pero hoy se comenta en diversos foros, incluso le-gislativos, debido a que se ha convertido en un problema cotidiano para miles de familias.

Son incontables las historias literarias, teatrales y cinematográfi cas que mues-tran el infi erno en que viven los estudiantes cuando son maltratados continua-mente por una pandilla o por el bravucón de la clase sin tener siquiera la opción, cuando menos al principio, de recurrir al maestro o a sus padres porque temen que su situación empeore y las amenazas se cumplan. Una reacción tardía de es-tos niños, cuando el ambiente se ha vuelto insoportable, los obliga a denunciar a los abusadores o a caer en profunda crisis depresiva que no pocas veces les sugiere la idea del suicidio, como ha podido demostrarse en casos reales, o de la violencia ciega e irrefl exiva como las que ha inspirado venganzas y atentados criminales en escuelas secundarias de los Estados Unidos.

En el Distrito Federal ha sido creada una ofi cina especial para atender de-nuncias de padres de familia cuyos hijos hayan sido víctimas de bullying, la pesa-dilla escolar del momento, un problema antiguo que se recrudece como refl ejo de la violencia que priva en el ambiente, de medidas equivocadas y de modelos didácticos fallidos que avanzaron en el uso de modernas tecnologías y dejaron atrás los valores.

El problema no es sencillo y exige cuidadosa refl exión. ¿Tendrá que llegarse al extremo, como en algunos estados de la Unión Americana, de proponer la penalización del abuso escolar cuando rebasa los límites de la tolerancia?

En este número de MAGISTERIAGISTERIO, varios colaboradores abordan, desde dife-rentes ópticas, el tema del bullying y sus funestas consecuencias en la educación pública y privada.

En un país sacudido por la violencia, es necesario salir al paso de un proble-ma que distorsiona conductas y desafía toda norma de convivencia civilizada desde los primeros años de la vida escolar.

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Resulta significativo y primor-dial rescatar la formación de valores en la educación, la cual se ve frecuentemen-

te eclipsada por la actitud que asume frente a los alumnos. Formar en valo-res es fortalecer la autoestima, lo cual implica un proceso de autorregulación que permite que los alumnos reco-nozcan sus sentimientos, les den co-lor y nombre, reflexionen sobre ellos y tomen decisiones. La autoestima se construye a través de la experiencia de sentirse aceptado y reconocido.

El conocimiento está ligado al plano afectivo del cual emerge la autoestima como elemento central para el desa-rrollo integral del individuo ya que es un facilitador para la seguridad y con-fi anza en sí mismo, y conforma la base de la autonomía personal, pues infl uye de manera determinante en la forma-ción y calidad de las relaciones sociales y, en general, en todos los aspectos de su personalidad. En este sentido, los educadores deben estar atentos a la forma en la cual potencian o limitan esta característica, porque los niños con autoestima alta tienen la capacidad de crear y manejar estrategias adapta-tivas que promueven el crecimiento, primero en el plano afectivo y después en el cognitivo, ya que el alumno que se sienta preparado para enfrentar di-

Diversidad: aspecto fundamentalde la educación en valores

Lucía López SánchezJardín de Niños Antonio Caso

San Juan Tehuixtitlan, Estado de México

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fi cultades tiene mayor posibilidad de ser creativo y manifi esta facilidad para relacionarse y tratar a los otros con respeto.

De manera contraria existen accio-nes que debilitan la autoestima en los niños como: tener expectativas muy altas o muy bajas acerca de él; gritar-le, criticarlo, humillarlo o ridiculizarlo frente a los demás; criticar sus torpe-zas más que sus habilidades; utilizar adjetivos que reducen sus capacidades (fl ojo, tonto…); decirle que ha fracasa-do cuando ha sufrido una equivocación; sobreprotegerlo o descuidarlo; casti-garlo por expresar sentimientos que los adultos consideran inaceptables; hacerle sentir que sus pensamientos y sentimientos no valen o no importan; educarlo sin reglas, sin una estructura de apoyo o bien con reglas contradic-torias y confusas (algo que en la actua-lidad sucede frecuentemente debido a que las familias se desintegran y los niños se quedan al cuidado de abuelos, tíos, vecinos...). Estas y otras actitudes, dan cuenta de una realidad que en de-terminados momentos de nuestra vida, ya sea como estudiantes o profesiona-les hemos vivido y que, sin duda alguna, dejan huella “en nuestra vida, en la for-mación de una personalidad frágil en la que se expresa: retraimiento, angustia, agresividad, difi cultad para tener ami-gos, inseguridad en uno mismo, sensi-bilidad al rechazo” (Ganem, 2005).

Por otra parte, prevalece la impor-tancia de identifi car qué competencias se requiere desarrollar y qué tanto se facilita o inhibe el desarrollo de los alumnos. Aquí cabe una pregunta: ¿cómo ve el docente al niño? Lo con-sidera una persona con necesidades,

responsabilidades, derechos y carac-terísticas propias; observa su entorno social y lo impulsa a tareas en el lími-te de lo que es capaz de hacer; no lo compara con otros, sino consigo mis-mo y entiende los obstáculos que debe vencer para desarrollar competencias en el plano afectivo, social e intelec-tual. El reto es motivarlo, despertar su curiosidad, fomentar su participación activa, estimular su aprendizaje hacia el desarrollo cognitivo y emocional.

Entender sus esquemas de pensa-miento y formas de acción nos lleva a saber cómo aprenden los niños, cómo

establecen conexiones entre las cosas que aprenden; cómo utilizan lo apren-dido en aspectos cognitivos y afecti-vos. La base de la práctica pedagógica consiste en saber cómo se aprende y cómo se enseña lo cual lleva a defi nir estrategias que vinculen el trabajo de casa y aula. Promover y estimular a los niños a que se interesen por todo lo que existe a su alrededor los ayuda a desarrollar su autoestima y, además, les proporciona habilidades y actitu-des científi cas. La construcción del conocimiento supone un proceso de elaboración donde el sujeto selecciona

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y organiza la información que recibe por diferentes medios, estableciendo relaciones entre los mismos; es impor-tante partir del conocimiento previo y pertinente que el niño tiene al momen-to de iniciar el aprendizaje y considerar que el conocimiento no se descubre, se construye y en esta construcción los educadores pueden ser facilitado-res u obstáculos al fortalecer o debili-tar la confi anza de los alumnos en sus capacidades.

En este sentido puede hacerse una descripción de las posibilidades de di-namizar el trabajo en el aula a partir del conocimiento de las característi-cas de alumnos que, en ocasiones, son “etiquetados” o segregados por no sa-tisfacer las expectativas de los adultos en torno a la construcción de aprendi-zajes o conductas deseables ante una sociedad que se encuentra en proceso de aceptación, respeto y apoyo hacia la diversidad en el aula.

La relación entre la actitud de su-perioridad y el racismo introyectado en el plano escolar y social, impide dar una adecuada atención a la diversidad en planos de igualdad y basada en el respeto, la cual supone:

• Respeto a las formas de vivir, de pensar, y de ser de otras personas. No hace falta hablar de una democracia en el plano educativo en la inclusión de alumnos con capacidades diferentes cuando los mismos docentes se eti-quetan a sí mismos, precisamente por esas diferencias.

• Tolerancia, lo cual implica respe-tar el derecho de cada quien a su for-ma de vivir; a sus pensamientos, actos, lenguaje… La tolerancia, como condi-ción de la democracia, exige escuchar minorías, combatir la discriminación.

• Justicia, implica en sí la eliminación de asimetrías; supone madurez ciuda-dana para que la toma de decisiones se dé desde un ámbito social y no limitar-se a defender los intereses propios.

En este aspecto y en relación con la inclusión de alumnos con capacidades diferentes, no se ha llevado a cabo to-talmente debido a que hay un confl icto de intereses, por un lado, el sistema educativo pretende ser democrático y motivar la integración otorgando un pequeño estímulo a los docentes que atiendan a estos alumnos a través de una probable retribución económica al acceder a otro nivel de carrera ma-gisterial; por otro, surge la posibilidad para los padres de familia, de atender las necesidades educativas de sus hijos y prepararlos para una vida futura; sin embargo, sólo se vive en ese plano, en una confrontación en la que am-bos demuestren cierto interés pero no se hace desde una decisión real de

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construir una sociedad que combata, precisamente, esas asimetrías. Es co-mún caminar en círculos y vislumbrar circunstancias que sean susceptibles de transformación.

Es así como la educación se proyecta hacia una formación de ciudadanos con la capacidad de luchar contra las asime-trías económicas, políticas, sociales y avanzar en las siguientes refl exiones:

• “No perseguir la homogeneiza-ción. Proponer objetivos universales, para todos, pero, además, una educa-ción que conduzca a la efi cacia en la vida cotidiana y futura, a desarrollar habilidades básicas y superiores a par-tir de los propios saberes y formas cul-turales, que permitan a los educandos seguir aprendiendo.

• Considerar un escenario mestizo, partiendo del conocimiento de la diversi-dad; conocerla bien para respetarla, en la cual el currículo general refl eje la riqueza de los aportes en saberes, conocimientos y producción artística de los pueblos indí-genas del país, a través de una formación valoral profunda en la cual la refl exión y el diálogo permitan defi nir los esquemas de valores propios, en una pedagogía valoral de tríada: refl exión-diálogo-refl exión, fa-voreciendo una recapacitación que con-duzca a la libre decisión”.

• Es necesario considerar la diver-sidad en el aula como una ventaja pe-dagógica, en la que todos aprendemos más porque respetamos distintas vi-vencias, formas de expresión y visión del mundo” (Schmelkes, en XXVIII Foro Nacional de Educación Preesco-lar, 2008).

En el nivel preescolar se vive la ex-periencia del alumno como un proceso necesario para la comprensión de la

Bibliografía

Ganem Alarcón, Patricia, et. al. (2005), Escuelas que matan 1, México, Limusa.

Schmelkes, Silvia, “La interculturalidad en la educación preescolar y la atención a la diversidad”, en XXVIII Foro Nacional de Educación Preescolar La práctica en preescolar: una visión diferenciada, 12, 13 y 14 de marzo de 2008, Morelia, Mich. Escuela Normal para Educadoras / Santillana.

SEP (2004), Programa de Educación Preescolar, México, SEP.

cunstancias), en lo psicomotor (en los actos y capacidades físi-cas distintas) y llegando, princi-palmente, al plano socio afectivo (reconociendo las diferencias e importancia de nuestras capa-cidades dentro de la sociedad) que permita desarrollarnos con seguridad, en la libertad y toma de decisiones para una vida ac-tual y futura plena.

identidad del otro, por lo que es im-portante llevar a cabo actividades que propicien el reconocimiento de éste como un ser distinto, mediante un tra-bajo sistemático con hábitos de res-peto hacia los compañeros y haciendo conciencia de las características parti-culares de cada quien. El programa de educación preescolar 2004 toma en cuenta la diversidad y la valora pro-poniendo el desarrollo de una infancia capaz de ver la educación y sus diver-sidades como un hecho de la vida, mas allá de intereses personales, políticos, sociales.

La diversidad representa una ven-taja pedagógica, porque sólo con ella aprendemos; sin embargo, será hasta que nos reconozcamos en esa diver-sidad, cuando demos paso a la edu-cación como una herramienta para el desarrollo integral de lo cognitivo (despertando conciencia, haciendo re-fl exión desde, en y a partir de las cir-

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Definir lo que es familia es tarea compleja. En primer lugar, porque es un orga-nismo vivo, cambiante, hete-

rogéneo; como es un fenómeno social, y, por ende, difícil de universalizar, pues “la familia en su concepto y su vivencia, no es ajena a los cambios que experimenta la sociedad como tal y nunca fue tan plural y tan diversa como en la actualidad” (López, 2001:93); y depende en gran medida de la cultura, la época y el medio en que se analice.Revisaremos algunas particularidades que nos ayudarán a defi nir el concepto de familia. Habitualmente se le consi-dera como pilar de la educación de los hijos, y, en consecuencia, de la socie-dad. Vila menciona que “ella ha sido la encargada de cuidar de sus miembros, producir y consumir bienes y servi-cios, reproducir la especie y desde ella, promover el proceso de socializa-ción e individualización de las criaturas a través de las prácticas educativas” (Vila, 1998:43). Sin embargo, con las modifi caciones que han sufrido, en muchos de los casos, es difícil cumplir esas funciones, sobre todo si uno de los progenitores está ausente y el otro no dispone de lo necesario para satis-facer las necesidades de los integran-tes de la familia. La función educativa

también es un proceso complicado que no siempre tiene en cuenta la familia, como podemos notar en las diferentes manifestaciones sociales. Recordemos que la educación es más efi caz con el ejemplo, lo que signifi ca un gran reto y compromiso para los padres.

Actualmente, la defi nición de fami-lia es vista con desacuerdo en diver-sos sectores. Vidal expone que la falta de una defi nición apropiada habla de la grandeza de la familia por su for-ma de adaptarse a los cambios y no desaparecer, pero también de su de-bilidad por llamar familia a cualquier tipo de vinculación. Esta defi nición da fe de la afi rmación anterior: “conjunto de personas que viven habitualmente bajo el mismo techo y por otra par-te están ligadas entre sí por lazos de parentesco, afi nidad, afectividad o de amistad” (Vidal, 2001:35). Pero no to-dos los autores concuerdan con estos términos; García manifi esta que “la fa-milia es una comunidad de límites más precisos y reducidos. Es el camino por donde el hombre puede entregarse a los demás justifi cando así su propia existencia” (García, 1973:25). Pero tal vez el principio de individualidad que se vive actualmente no concuerde con esa entrega y se busquen nuevas for-mas de agrupación familiar.

La sociología propone una defi nición más completa y explica que familia es: “convivencia residencial y cotidiana de al menos dos generaciones, den-tro de una estructura de parentesco que impone a obligaciones y otorga derechos, que legitima la conviven-cia sexual, el intercambio y disfrute de bienes económicos, la privacía, la protección, educación y desarrollo personal de cada uno de sus miem-bros” (Pastor, 1997:99-100). Si este concepto fuera pauta de la defi nición de familia, entonces muchas de las consideradas conformaciones fami-liares no serían reconocidas social-mente como tales. Y entonces nos encontraríamos ante otra disyuntiva.

Analicemos el porqué de los fun-damentales conceptos dados por la antropología cultural acerca del ori-gen y razón de ser de la familia, que advierten que “el parentesco es una de las manifestaciones sociales de mayor antigüedad. A través de él se resuelven necesidades primarias eco-nómicas, afectivas, educativas, garantía de ubicación dentro de la sociedad, de cobijo y defensa” (Vidal, 1997:102). Sin lugar a dudas el parentesco es uno de los pilares más fuertes que han sostenido a la familia durante siglos. Pero, como se ha dicho antes, actual-

Elizabeth Alcántara JassoEscuela Secundaria Ofi cial No. 0093 José Martí

Atlacomulco, Estado de México

Construcción familiade lacategoría de

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mente existen familias reconstruidas1

que han venido a sustituir a las origi-nales (Tedesco, 2000:52). La familia es, en sí misma, como dice López, “una construcción cambiante, mutante y di-námica” (López, 2001:91), por lo que es difícil elaborar un concepto que se acerque a su realidad en cada etapa de nuestra vida, de ahí la difi cultad para defi nirla y contextualizarla, sobre todo en una época en que se pretende que el mundo viva conforme a ciertas con-diciones igualitarias que exige la aldea global2, misma que, por otro lado, re-chaza las verdades universales.Sin embargo diversas corrientes coin-ciden en defi nirla como un “sistema dinámico en interacción dialógica que pretende, o debe pretender, ayudar al individuo a desarrollar una presencia afectiva y efectivamente responsable en el mundo” (Pastor, 1997:104), concep-to que ya indica mayor apertura y adap-tación a las diversas conformaciones familiares existentes en la actualidad.

Después de analizar la forma en que diversos expertos visualizan a la familia y a su necesaria evolución, recorde-mos que se ha fortalecido dentro de las necesidades temporales y sociales del hombre, por lo que hoy reconoce-mos la importancia que tiene en la so-ciedad. Defi nimos a la familia como la unidad básica, sistémica y dinámica de la sociedad, preferentemente unida por lazos consanguíneos, que proporciona al ser humano protección y educación primordialmente en su etapa de forma-ción inicial, en la cual aprende a defi -nirse como ser individual, a integrarse y crecer como persona en una socie-dad, pues de ella obtiene los elementos básicos como afectividad, seguridad, primeras normas, valores, actitudes, ri-tuales, tradiciones, apegos y desapegos, elementos fundamentales para su desa-rrollo psicosocial.3 En esta unidad exis-

1Familias reconstruidas son aquellas familias formadas por personas separadas o divorciadas que viven con una nueva pareja, de modo que los hijos que forman parte del hogar no son necesariamente hijos biológicos de los dos cónyuges.2Aldea global. El rápido acceso a la información ha contribuido a que los acontecimientos que suceden a escala mundial, continental o nacional nos resulten más cercanos, y que la idea de la aldea global de Mcluhan se vaya haciendo realidad. Estamos bajo la impresión de que el mundo va adquiriendo una nueva dimensión por encima de nacionalidades, comunidades y localidades, de frente a un nuevo modelo social: la “sociedad globalizada”. Y vemos cómo esta nueva sociedad ha transformado también las relaciones del poder político y económico, y las experiencias culturales, dando lugar al nacimiento de un nuevo paradigma. Feingold. Víctor Editorial del número 17 de la revista Facility Magazine.3Factor psicosocial es un elemento del hecho social que pone en juego todo el funcionamiento del hombre dentro de un grupo; es un elemento externo que produce una respuesta o afecta la relación de la persona con su grupo o con otras personas en lo individual (Téllez, Antonio y Alejandro González).

Bibliografía

Feingold, Víctor, Editorial del número 17 de la revista Facility Magazine.

García Hoz, Víctor (1973), Principios de pedagogía sistémica, España, Ed. Rialp.

López A, Enrique (2001), Persona, familia y compromiso social, México, Universidad Latinoamericana.

Pastor G. (1977), Sociología de la familia, Salamanca, Ed. Sígueme.

Tedesco, Juan Carlos (2000), Educar en la sociedad del conocimiento, México, Ed. FCE.

Téllez Antonio, y González, Alejandro (2001), Principios Básicos de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo, México, Instituto Tecnológico de Tijuana.

Vila, Ignasi (1998), Cuadernos de educación, familia, escuela y comunidad, Barcelona, Ed. Horsori.

te un compromiso que implica libertad y responsabilidad en donde todos sus miembros son reconocidos y aceptados como personas y promueven el creci-miento de cada uno de ellos.

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Es muy sencillo: con un solo “clic” ya sea al mouse de la computadora o presionando la tecla “enviar” en el celular, se puede amedrentar o amenazar; aún más, se puede orillar a otro a vivir situaciones aterrado-

ras, arruinarle la reputación e, incluso, la vida. Pero eso no es lo peor, lo execrable es la indiferencia con la que hoy día nos hemos acostumbrado al daño, que puede crecer de ma-nera potencial cuando se inflinge a través de algún medio di-gital, pues los espectadores se multiplican con cada contacto.Pasar a otros un correo electrónico ofensivo puede pa-recer un juego, pero no lo es, constituye una táctica del llamado cyberbullying, es decir, intimidación o acoso ci-bernético, que es el término acuñado por el investigador canadiense Bill Belsey: “involucra el acoso a través de los medios electrónicos, incluyendo e-mail, blogs, mensajes de texto en teléfonos celulares y otra tecnología digital” (Gallagher, 2007). Posiblemente la táctica de acoso ciber-nético más popular entre los adolescentes y jóvenes sea grabar y distribuir imágenes o mensajes; sin embargo, “el robo de contraseñas para hurgar en la vida personal de las víctimas a través de la incursión en sus correos perso-nales y el acceso ilegal de acosadores a sus computadoras personales a través de técnicas hacker son otro tipo de violencia que sufren los alumnos”.1

1 López, Lucio y Luis Antonio, “El cyberbullying en estudiantes del nivel medio superior en México”, X Congreso Nacional de Investigación Educativa. Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas, en http://www.comie.org.mx/congreso/memoria/v10/pdf/area_tematica_17/ponencias/0901-F.pdf.

Patricia García FajardoDirección de Formación y Actualización Docente

Toluca, Estado de México

Una mirada al ciberbullying

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El cyberbullying es un fenómeno relativamente nuevo, derivado del bullying por la confl uencia entre tecnología digital y el acoso o la intimidación. De hecho, se conside-ra que el acoso cibernético, aunque parece más sutil, es más peligroso que el acoso tradicional porque trascien-de las fronteras materiales, se esconde en el anonima-to y, aún peor, la información fluye con una velocidad sorprendente.

Tal vez muchos adultos o quienes trabajamos frente a grupo, tristemente hemos sido espectadores alguna vez, del jolgorio con que los estudiantes comparten imáge-nes o acciones de tipo sexual o “balconeo sexual”2 en la mayoría de los casos, grabadas vía celular, generalmente sin conocimiento de la víctima, con lo que se afecta su integridad y se le humilla. Lo lamentable, una vez más, mientras más se conozca a quien se exhibe pareciera au-mentar el grado de morbo que provoca el envío.El uso de redes sociales en Internet ha potenciado el pro-blema, pues en ellas, los usuarios (principalmente adoles-centes y jóvenes) ponen en circulación infi nidad de datos personales e imágenes “de su vida personal, de su familia, de su modo de transitar por la ciudad, de sus destinos, salidas, llegadas, datos explícitos de sus colegios, además de referencias personales, como correo electrónico y número de teléfono –fi jo y a veces celular–” (Velasco, 2010:38) con lo que se ponen a sí mismos en un estado de franca vulnerabilidad (posibles secuestros, chantajes, acoso, etcétera).

Otra táctica del cyberbulliying es el robo de identidad o la creación de perfiles falsos “que pueden ser creados, pretendiendo ser un individuo con el único propósito de intimidar a otros”3 y que en muchos casos, salvo con ayuda especializada, son prácticamente imposibles de rastrear.

El cyberbullying es más complejo de lo que puede adver-tirse a simple vista; tal vez hemos sido testigos en más de

2Poy Solano, Laura, En México, el acoso escolar es considerado foco rojo por su alta incidencia, sobre todo en primaria, en http://www.jornada.unam.mx/2010/02/10/index.php?section=sociedad&article=038n1soc 3Helm Wright, Judy, Cyberbullying –New Term – Old Concepts, en http://cyberbullyinghelp.com/2010/11/22/cyberbullying-new-term-old-concepts/

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Una preocupación compartida de quienes tenemos como tarea la de educar, es cómo podemos incidir en nuestros alumnos frente a este problema, aunque es in-negable que las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) incluyen en el campo educativo, es preci-samente ahí donde resulta más difícil controlarlo, debido a que las acciones de acoso cibernético suceden fuera de ella y del horario escolar. Pero estas exclusiones, tem-poral y espacial, no pueden desalentar a los profesores. Sin duda, es impostergable dar mayor peso en el aula a la refl exión y práctica de los valores humanos como son el respeto y la tolerancia.

Me parece que si como docentes podemos contribuir con ello, ya no causarán hilaridad los videos en youtube

una ocasión de mensajes homofóbicos, racistas, xenofó-bicos o machistas puestos en foros de discusión, grupos o chat rooms (salas de chat) para tratar de ofender a quie-nes se sientan aludidos; a esto se le conoce como trolling “que es cuando alguien escribe mensajes provocadores en los foros de discusión, buscando la polémica en forma intencionada. Otro término asociado a los juegos online, es el griefi ng, que es intentar perjudicar a otro jugador o participante. Un ejemplo muy común es matar continua-mente a los contrincantes del que queremos perjudicar, frustrando sus intentos de avanzar en el juego”.4

Asimismo, en la página web del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), se advierte so-bre el grooming, considerándolo aún más peligroso que el cyberbullying debido a que es “un adulto el que asedia a un menor seduciéndolo”,5 también conocido como “cyberstalking”.6

de personas sufriendo accidentes seguidos por un sinnú-mero de comentarios burlones y ofensivos por los prota-gonistas; tampoco será motivo de competencia el “subir” videos de golpizas entre adolescentes (lamentablemente las jóvenes han superado en violencia a los varones como bien puede apreciarse al visitar el sitio) o a otros por ser “emos”, “homosexuales”, “punks”, “gordos” o “ano-réxicos”. Al respecto, los mismos sitios están también contribuyendo, por ejemplo, “en Facebook trabajan ar-duamente para controlar incidentes serios por medio del reporte en línea. Al llenar el reporte, los usuarios pueden lograr que fotos o comentarios abusivos sean eliminados. Facebook también hace que los ofensores paguen por las consecuencias, lo que incluye cerrarles la cuenta”.7

Sin embargo, educar en valores, aunque no es tarea fácil, no puede ser nuestra única misión como docentes, es prioritario ampliar nuestros conocimientos sobre las nuevas tecnologías para poder brindar ayuda a los estu-diantes sobre qué hacer, cómo ponerse en contacto con los proveedores para reportar acosos o agresiones. Una sugerencia al respecto es investigar con los estudiantes sobre lo que les gusta ver en Internet y después, visi-tar sitios para conocerlos y así poderles brindar ayuda. Por ello, es indispensable que los profesores perdamos el miedo a “navegar” en Internet. El portal colombiano EDUTEKA,8 ampliamente reconocido en los círculos aca-démicos, ofrece materiales pedagógicos y guías para do-centes, padres y menores, para lograr una navegación e interacción segura.

“Sticks and stones may break my bones,but words will never hurt me”.

Los palos y las piedras podrían romper mis huesos, pero las palabras nunca me herirán.

4¿Qué es el cyberbullying? en http://www.ordenadores-y-portatiles.com/cyberbullying.html5Cyberbullying. Unidad de enlace de la Policía Federal Preventiva, en http://www.sisi.org.mx/jspsi/documentos/2009/seguimiento/04131/0413100002909_065.doc6¿Qué es el cyberbullying? El acoso en Internet, en http://guiajuvenil.com/instituto/que-es-el-cyberbullying-el-acoso-en-internet.html7Helm Wright, Judy, Ciberbullies- Bully on line, en http://cyberbullyinghelp.com/2010/10/03/texting-on-cell-phones-main-line-of-communication-for-teens/ Septiembre, 20108Visitar la dirección http://www.eduteka.org/InternetSeguro.php

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Páginas electrónicas

http://www.cyberbullying.org/

http://www.comie.org.mx/congreso/memoria/v10/pdf/area_tematica_17/ponencias/0901-F.pdf.

http://www.jornada.unam.mx/2010/02/10/index.php?section=sociedad&article=038n1soc

http://www.jornada.unam.mx/2010/02/10/index.php?section=sociedad&article=038n1soc

http://cyberbullyinghelp.com/2010/11/22/cyberbullying-new-term-old-concepts/

http://www.ordenadores-y-portatiles.com/cyberbullying.html

http://www.sisi.org.mx/jspsi/documentos/2009/seguimiento/04131/0413100002909_065.doc

http://guiajuvenil.com/instituto/que-es-el-cyberbullying-el-acoso-en-internet.html

http://cyberbullyinghelp.com/2010/10/03/texting-on-cell-phones-main-line-of-communication-for-teens/

http://www.eduteka.org/InternetSeguro.php

En México, de acuerdo con el IFAI, los casos de cy-berbullying, dependiendo de su gravedad, pueden ser de-nunciados ante el Agente del Ministerio Público y, de ser necesario, se puede solicitar la colaboración de peritos en informática o a la Unidad de Delitos Cibernéticos de la PFP (Policía Federal Preventiva).

Por último, si bien es cierto que la bravuconería no es un fenómeno nuevo en las escuelas, porque saber enfrentarse a otros ha sido parte de la vida escolar, lo alarmante, es la violencia extrema y que ha obligado a las víctimas a optar, incluso, por el suicidio ante las hu-millaciones de que son objeto. Mucho se puede hacer en las instituciones educativas para frenar el acoso ci-bernético, comenzando por establecer políticas claras y tajantes que prevengan y sancionen la intimidación que se da al interior de las escuelas, para que la agresión no se constituya en conducta típica o fascinante que después se reproduzca en los espacios virtuales.

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M O121 2

Mucho se ha hablado de la exis-tencia de reformas que a las personas con discapacidad les permite la integración a

las escuelas regulares, sin embargo, ¿se-rán suficientes con el cambio y apertura a nivel judicial, o se requiere de ir más allá? Una escuela igualitaria, incluyente, democrática, no se gesta sólo con el discurso conceptual de la necesidad de su existencia, una escuela integradora debe construirse, pero cómo lograrlo, cómo evitar la discriminación hacia los alumnos con discapacidad, cuando con facilidad puede caerse en ella, no sólo de manera actitudinal, también puede discriminarse en cuanto a la adquisi-ción de los aprendizajes y contenidos.

Se debe analizar si la escuela regular le permite al educando integrarlo, irse desarrollando como persona, ir apren-diendo y transformándose en función de sus capacidades y desde sus limita-ciones, ir fortaleciendo y manifestando los valores adquiridos en su relación social durante la vida cotidiana del aula, como es el reconocimiento y respeto a sus diferencias.

Como humanidad tenemos una his-toria, la cual no siempre ha sido po-sitiva para las personas que padecen algún tipo de limitación, defecto o de-fi ciencia; la concepción hacia la disca-pacidad se ha ido transformando con el paso del tiempo, atendiendo a los marcos políticos, sociales, económicos

Lisbeth Gabriela Rojas ValdésLisbeth Gabriela Rojas ValdésUsaer 19Usaer 19

Tlalnepantla, Estado de MéxicoTlalnepantla, Estado de México

con discapacidad en las escuelas

Discriminaciónde

alumnoscon discapacidad en las escuelas

Discriminaciónde

alumnoslos

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MAGISTERI 1 3

e ideológicos, ligados a determinados momentos históricos.

En la edad antigua ante el descono-cimiento de la patología, sabemos que existía en la mayoría de las civilizacio-nes un rechazo abierto, favorecido por las explicaciones de tipo mítico o de-moníaco que culminaban con prácticas de infanticidio socialmente aceptadas. Durante la Edad Media o época del obscurantismo, la iglesia condenaba la discapacidad, atribuyendo a causas so-brenaturales la existencia de anorma-lidades, sostenía que las personas con algún tipo de discapacidad sobre todo con defi ciencia mental o epilepsia, eran personas poseídas por espíritus demo-níacos, y las sometía a exorcismos.

Por otra parte, sentimientos con-tradictorios de compasión y bondad condujeron a la necesidad de fomentar el cuidado de estos grupos mediante su reclusión en monasterios.

Posteriormente, en el siglo XVI, empiezan a buscarse explicaciones en la naturaleza misma y no en hechos ex-ternos a ella, se producen cambios im-portantes en las concepciones médicas desarrollándose lo que se denominó como educación de los impedidos (Pe-dro Ponce de León, Juan Pablo Bonet, Abad de LÉpée, Valentín Hüay, Luis Braille, Pinel, Pestalozzi, Fröebel, Itard).

Con ello se logra la creación de centros especiales segregados, época denominada como la institucionaliza-ción y cuidado especial, situación his-tórica de una verdadera marginación social.

Es hasta principios del siglo XX, cuando en el auge del proyecto de la modernidad (aunque en un principio predominaba más su carácter asisten-cial que educativo), se va conformando un sistema paralelo al sistema educati-

1520 AM en Atlacomulco 1250 AM en Tejupilco 1520 AM en Atlacomulco 1250 AM en Tejupilco1080 AM en el Valle de México 1600 AM en el Valle de Toluca1080 AM en el Valle de México 1600 AM en el Valle de Toluca

Radio MexiquenseRadio [email protected][email protected]

Historias hechas para ti

Domingo 21:00 a 21:30 hrDomingo 21:00 a 21:30 hrs.s.

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OO1 41 4

visión normalizadora. Idea inspirada en planteamientos humanistas.

La integración y su relación con la normalización, se constituyeron como política educativa a seguir, el niño con discapacidad debía integrarse a la es-cuela ordinaria o regular para favorecer su normalización (homogenización), la escuela regular permitirá la integración social del niño.

A partir de esta integración educa-tiva se genera un nuevo concepto de “necesidades educativas especiales”, su introducción provocó un cambio

vo regular, en el cual se crean escuelas especializadas de acuerdo con las dife-rentes discapacidades, lo cual mantenía segregados a los alumnos.

También fue el inicio de la “etique-tación”, que representó un elemento distorsionador, al convertir en el ám-bito educativo el diagnóstico médico o psicológico en nomenclaturas clasifi ca-torias para establecer o fundamentar las acciones pedagógicas del maestro.

En las últimas décadas se ha venido mostrando una tendencia a concebir a las personas con discapacidad, bajo una

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MMAGISTERIAGISTERIOO 1 51 5

importante en los discursos y prácti-cas educativas, sustituyendo con esta nueva denominación al diagnóstico. El término necesidades educativas es-peciales apareció por primera vez en 1978, se especifi có cuando un niño o niña necesita una educación especial si tienen alguna difi cultad en el aprendi-zaje que requiere una medida educa-tiva especial. El concepto de necesida-des educativas especiales, se relacionó con las ayudas pedagógicas o servicios educativos que determinados alumnos pudiesen requerir a lo largo de su esco-larización, para lograr los objetivos de educación. Necesidades que se afi rmó comprendían desde las más generales a las más particulares y específi cas, rela-cionadas con el grado de difi cultad en el aprendizaje.

Pero en realidad se está alcanzando esta integración y aceptación, cuando nuestro sistema educativo ha genera-do una enseñanza con contenidos ho-

mogéneos, desarrollados con medios similares para todos los alumnos.

Si logramos que en las escuelas regulares se deje de lado la discrimi-nación, y se permita que todos los alumnos sean aceptados y apoyados, la respuesta educativa será más acorde con sus necesidades.

La presencia de los alumnos con discapacidades plantea, pues, nuevos retos, ya que implica poner en marcha toda una serie de cambios y transfor-maciones organizativas y curriculares.

Atender a la diversidad del alum-nado reclama la realización de un pro-yecto educativo y curricular de centro atento a las diferencias individuales y de unas programaciones que lleven a la realidad del aula las intenciones y concreciones institucionales antes asumidas.

En defi nitiva, todo el proceso de adecuación curricular debe permitir que los alumnos con necesidades edu-

cativas especiales alcancen de la mane-ra más satisfactoria posible los benefi -cios que reporta la educación. Pero en la realidad, el docente de grupo está realizando de manera consciente estas adecuaciones curriculares, a favor de su alumno con discapacidad; se están llevando a cabo, o bien se están que-dando en el papel, con lo que se deja fuera al alumno.

Bibliografía

Ainscow, M. (1999), Tendiéndoles la mano a todos los alumnos: algunos retos y oportunidades, Siglo cero, vol. 30.

Arnaiz Sánchez, P. (1995), “Integración segregación e inclusión”, en P. Arnaiz y R. De Haro (coord..): 10 años de integración en España, Murcia: Servicio de Publicaciones de la Universidad.

Bracho, T. (1990), Distribución y desigualdad educativa: Análisis de la escolaridad a partir del censo, Documento de trabajo núm. 17, México, División de estudios políticos, CIDE.

Carpizo, Jorge (1991), Los derechos humanos de los discapacitados, Serie de folletos 1991/20, México, Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Capacce, Norma (1987), Integración del Discapacitado, Buenos Aires, Humanistas.

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MAGISTERIO1 61 6

Educaren la

Germán Iván MartínezEscuela Normal de Tenancingo,

Estado de México

Se ha vuelto un lugar común decir que vivimos en la socie-dad del conocimiento. Difiero de esta postura. Creo, eso sí,

que vivimos en una sociedad de la in-formación. Ya en otro momento, ba-sándome en José Antonio Millán, he tenido la oportunidad de abordar la diferencia (Martínez, 2007:44-49); hoy recupero el hecho de que la informa-

era planetaria

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MAGISTERIAGISTERIO 1 71 7

muchos problemas (Tamayo, 2010). Y es que, como advirtió Howard Gardner en su libro Las cinco mentes del futuro: “Sólo veo dos razones legítimas para adoptar nuevos métodos educativos. La primera es que las prácticas actuales no funcionen debidamente […] La segunda razón es que las condiciones del mundo han cam-biado de una forma sustancial” (Gardner, 2005:10).

De esta forma, si hoy los estudios de prospectiva nos exhortan a mirar al futuro, lo hacen porque, como afi rma Gardner, “la educación sigue siendo básicamente una preparación para el mundo del pasado en lugar de ser una preparación para los posibles mundos del futuro”.1 Lo que tenemos que supe-rar entonces es una educación centrada en el maestro, memorística y repetiti-va, para dar paso a otra centrada en el alumno, en el desarrollo de habilidades cognoscitivas y prácticas, y en la adquisi-ción, consolidación y fortalecimiento de competencias. Respecto de este último término Philiphe Perrenaud ha dicho que la competencia es una “movilización de saberes”; esto es, una transferencia no sólo de conocimientos sino de actitu-des, valores y principios éticos para la adecuada resolución de problemas. Una competencia, tal y como la entiendo, no se reduce a saber algo, sino a saber hacer algo con lo que se sabe, además de saber el momento más oportuno para hacer-lo y los fi nes y las consecuencias de tal acción.

Por ello, cuando Gardner afi rma que la educación es “preparación para la vida”, lo hace sabiendo que la vida del hombre no se da en solitario, es una vida social. El hombre, tal como nos ense-ñó Aristóteles, es un zoon politikon, un animal político, un animal cívico que se

ción es externa, fácilmente acumulable e inerte, mientras que el conocimiento es interno, sólo puede crecer gradual-mente y es algo que, por ser vivo, se transforma rápidamente. Esta es, qui-zás, la característica esencial del mun-do que nos ha tocado vivir: el cambio acelerado y constante. Dicho cambio no se reduce al ámbito informativo sino que toca prácticamente todas los ór-denes: económico, político, religioso, social y cultural. De esta manera, la educación en general y los distintos niveles en particular, también se han visto en la necesidad de repensar su misión y visión, al replantear los obje-tivos que se han fijado para ajustarse a los nuevos reclamos que emergen de sociedades cada vez más complejas.

Hoy, como nunca, enfrentamos una serie de problemas que si bien no tienen su origen en esta época, siguen vigentes en tanto queden pendientes sus solucio-nes. Por mencionar sólo algunos, pode-mos decir que los países viven divididos entre quienes tienen acceso a la infor-mación y al conocimiento y los que sólo son sus usuarios o, incluso, ni siquiera a eso pueden aspirar. Así, la brecha en-tre los países del “primer mundo” y los “tercermundistas” –todavía no acabo de comprender cuáles son los del “segun-do mundo”–, no sólo se hace más ancha sino cada vez más profunda. Digo que los países industrializados y los subdesarro-llados se distancian cada vez más y que la generación y aplicación del conocimien-to no se comparten con aquellos países que aún dependen económica, política e incluso espiritualmente de los países en avanzada. Por otro lado, el número de po-bres ha aumentado, el analfabetismo no se ha erradicado, la atención y educación de la primera infancia no se ha cubierto a

cabalidad, la escolarización en enseñanza primaria, si bien ha crecido, presenta aún altas tasas de deserción, reprobación y repetición. Aunado a esto, el aprendizaje de los jóvenes es insufi ciente y la cualifi -cación de los docentes puesta en tela de juicio. Al tiempo, es fácil advertir que la desigualdad entre los sexos es aún una triste realidad; como lo es también la fal-ta de fi nanciamiento a las universidades y centros de investigación, el cuestiona-miento de la calidad de la enseñanza, la resistencia al cambio, el anquilosamien-to de las instituciones, la rutinización de los quehaceres, la sobreadministración o burocracia excesiva, el malestar docente ligado ahora al malestar directivo y estu-diantil que, conjugados, se traduce en un mal-estar generalizado.

Pero en el plano mundial las cosas tampoco andan bien. La paz se halla permanentemente amenazada y la inter-vención militar es una estrategia política que se pretende justifi car en pos de su-puestos desarmes, cuando sabemos que estos últimos han permitido y alentado el saqueo y la devastación. Ésta, como nos hemos percatado, no sólo ha sido económica sino ecológica. Hoy, como nunca, la salud del planeta y, por ende la nuestra, está en peligro. La agresión antro-pogénica del hombre respecto del medio es una situación que lejos de disminuir, se agrava. El calentamiento global, la degradación de la biodiversidad, las cri-sis que se derivan y que vendrán pron-to a partir de la extinción del petróleo –fi nanciera y energética, pero también y quizá más ferozmente sanitaria y alimen-taria–, traerán consecuencias desastro-sas para una sociedad que es incapaz de tener una visión de futuro. De ahí que se haga necesaria una educación para este siglo que tome en cuenta estos y otros

1 ibídem, p. 18.

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desarrolla y adquiere aprendizajes en co-munidad, en la relación con los otros.

Es en la ciudad –en la pólis, es decir en la sociedad organizada políticamen-te–, donde se forma al ciudadano que no es otra cosa sino un miembro activo de una civis, de una ciudad. Por este simple hecho, esto es, por haber nacido en una comunidad a la que hemos de pertene-cer, adquirimos, y esto luego de un largo proceso de aprendizaje y una madura-ción no sólo física sino mental, nuestra condición ciudadana. La ciudadanía, en-tonces, nos hace acreedores a una serie de derechos y deberes.

En este sentido, cuando uno escu-cha la expresión educación para la ciu-dadanía podría suponer que se trata de una tautología, pues toda educación implica una formación que se da a partir de un proceso de aculturación y sociali-zación; lo que nos hace pensar que no hay educación que no sea para insertar al hombre en la sociedad de la que forma parte, adquiriendo los principios, valores, creencias, saberes y técnicas propios de dicha sociedad. No obstante, vista con detenimiento, la expresión educación o educar para la ciudadanía tiene que ver con un reclamo relativamente reciente: educar a los niños y jóvenes para ejercer su ciudadanía. Esto quiere decir, entre otras cosas, que no podemos hablar de una educación neutral. Tal educación no existe. Toda educación es política en tanto se da dentro de una sociedad y atiende la formación de sus ciudada-nos. Educar para la ciudadanía es, según la Recomendación del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre la educación para la ciudadanía democrática en España, permitir “que el individuo actúe durante toda su vida como un ciudadano activo

y responsable, respetuoso con los dere-chos de los demás”.2

La misma Recomendación dice que la educación para la ciudadanía:

[…] es un factor para la cohesión social, el mutuo entendimiento, el diálogo intercultural e interreligioso y la solidaridad, que contribuye a fo-mentar el principio de igualdad entre hombres y mujeres, y que favorece el establecimiento de las relaciones armoniosas y pacífi cas entre los pue-blos, así como la defensa y desarrollo de la sociedad democrática y de la cultura.[Por otro lado –recomiendan–] debe ocupar un lugar prioritario en la refor-ma y ejecución de las políticas educa-tivas [al ser] un factor de innovación en lo que respecta a la organización y gestión de los sistemas educativos globales, así como de los métodos de enseñanza y planes de estudio.3

La educación para la ciudadanía tiene que ver, como plantea Edgar Morin, con el imperativo cada vez más necesario de civilizar la civilización. Al respecto, dice: “La misión de la educación para la era planetaria es fortalecer las condiciones de posibilidad de la emergencia de una sociedad-mundo compuesta por ciuda-danos protagonistas, conscientes y crí-ticamente comprometidos en la cons-trucción de una civilización planetaria” (Morin, 2003:122). Esto tiene que ver, como sugiere Ernesto Sábato, con pro-piciar una mundología de la vida cotidiana, que no es otra cosa sino que la propia sociedad aprenda a orientar su civilidad a partir de la percepción y atención de los problemas más urgentes y globales.

2 Recomendación del Comité de Ministros a los Estados miembros sobre la educación para la ciudadanía democrática adoptada por el Comité de Ministros el 16 de octubre de 2002, en la 812ª. reunión de los Delegados de los Ministros, en línea: http://www.educacionciudadania.mec.es/pdf/Recomendaciones.pdf3 ídem.

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MAGISTERIAGISTERIO 1 91 9

Pero debemos ir más allá. Para lograr lo anterior es necesario superar una inte-ligencia mecanicista, desunida, compar-timentada e instaurar otra que articule el conocimiento segmentado, que mul-tidimensionalice lo que se ha tornado unidimensional, que complejice lo que se muestra en la apariencia de la simplicidad. En palabras del propio Morin no sólo es necesario sino urgente traspasar una in-teligencia que ha sido “a la vez miope, présbita, daltónica, tuerta, [y que] muy a menudo termina siendo ciega”.4

Como se puede deducir, la educa-ción para la ciudadanía es una estrategia de sobrevivencia en la que el hombre aspira, legítimamente, a construir una ci-vilización mejor. Civilización que supere nuestro subdesarrollo moral, espiritual y psíquico, pero que no caiga en la alfabeti-zación arrogante y el academismo petu-lante. Por ello, dice Morin, “El principal objetivo de la educación en la era plane-taria es educar para el despertar de una sociedad-mundo […] que implica la exis-tencia de una civilización planetaria y una ciudadanía cosmopolita”.5 Dicha ciuda-danía tiene que ver con el reconocimien-to del otro como parte fundamental del nosotros. Tiene que ver con la tolerancia a culturas y sociedades diferentes; con el respeto a sus costumbres y su lengua, con la revaloración de sus normas, idea-les, valores y formas de ser y proceder. Esta ciudadanía involucra reconocer en la globalización no sólo la mundialización del aspecto económico sino la apertura a lo multidimensional en donde lo políti-co, lo religioso, lo ideológico y lo socio-cultural se haya imbricado, articulado en una mutua interdependencia.

Por otro lado, una ciudadanía cos-mopolita tendría que pensar fundamen-

talmente en el reconocimiento y la va-loración de lo otro: la natura, lo dado, aquello contra lo que se opuso el ser humano precisamente cuando se des-vinculó creyéndose distinto y cuando se hundió en un egocentrismo desmedido. De todo esto se desprende la necesidad de una educación que tenga una visión de futuro que recupere, entre otros, los aspectos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el 8 de septiembre de 2000 en la Declaración del Milenio: 1) Valores y principios, 2) la paz, la seguridad y el desarme, 3) el desarro-llo y la erradicación de la pobreza, 4) la

protección de nuestro entorno común, 5) los derechos humanos, la democracia y el buen gobierno, 6) la protección de las personas vulnerables, 7) la atención a las necesidades especiales de África y 8) el fortalecimiento de las Naciones Unidas.

Hoy vale la pena releer con deteni-miento cada uno de estos ámbitos que incluye una serie de premisas interesan-tes. Pero el propósito no es simple. En-tender y atender la complejidad humana es, hoy, uno de los enormes retos que tiene la pedagogía y la educación con-temporáneas.

4 ibídem, p. 134.5 ibídem, pp. 78-79.

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Max UrangarangaMax UrangaUMax UrangaMax Urangaax Urangaax UrangaMax Uranga

Max Uranga empezó a pintar desde niño y ganó el primer lu-gar de un concurso estatal de pintura en La Paz, Baja Cali-fornia Sur, en 1964, cuando cursaba primero de primaria. Nacido en Morelia y residente en Atlacomulco, Uranga re-

fl exiona si el artista nace o se hace, y concluye que el arte es una vocación o aptitud que el autor trae de nacimiento, pero que, desde luego, con ex-periencia y aprendizaje, logra tener seguridad en todo lo que se propone.

Él dice que hay dos tipos de pintores: los que dicen que lo son porque han pintado algo en su vida (y actualmente no lo hacen) y los que, además de decirlo, se pasan todo el tiempo produciendo obra al punto de que los cuadros no caben en su casa, estudio, o taller y, por lo tanto, se ven obligados a exponer y vender aunque sientan que están vendiendo a sus hijos.

Comenta que es difícil vivir de la pintura, pero no imposible. En una sociedad ilustrada y con nivel económico alto, el pintor puede producir arte fi no con mo-tivos del agrado de ese estrato social y de esa manera tener altos ingresos. Si el pintor vive en una sociedad inculta podrá realizar cuadros sencillos con conteni-dos fáciles de entender y tendrá que venderlos a bajo precio. El desconocimiento de la realidad económica del entorno puede frustrar a un creador que pinta “por amor al arte”.

Para Max, el disfrute de la creación plástica se puede combinar con la ense-ñanza y la formación de talentos, haciéndoles seguir diversos caminos de cre-ación. Los temas tratados por Max son muy variados y obedecen a infl uencias de todo tipo así como al contenido de sus sueños.

Chagallo Acrílico sobre madera

70 x 45 cm2007

El artista nace y se hace

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MMAGISTERIAGISTERIOO 2 12 1

La Vedova Acrílico y pedecería de tela

sobre madera20 x 25 cm

2009

Max & Max vanghogueando Óleo sobre tela

40 x 30 cm1991

Gitanas Acrílico y pedecería de telas

sobre madera25 x 20 cm

2009

Sdraiata Acrílico sobre madera

40 x 30 cm2008

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EsperandoAcrílico sobre madera

40 x 30 cm2009

Gallo metálico Acrílico sobre madera

52 x 42 cm2007

El perfi l de mi galloAcrílico sobre madera

70 x 88 cm2008

Peña de AcambayAcrílico sobre madera

55 x 35 cm2007

OO22

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Perfi l del bueno Acrílico sobre madera

40 x 30 cm2009

Apocalipsis Óleo sobre madera de reciclado

52 x 100 cm2000

Un gallo para las fi estasAcrílico sobre madera

50 x 75 cm2008

El Dorado rumbo a Los Planes BCSAcrílico sobre manta arrugada

55 x 45 cm2005

MMAGISTERIAGISTERIOO 2233

Page 26: Magisterio54

MMAGISTERIAGISTERIOO2424

El manto de la nocheenvuelve mi cuerpo,seduce a mi mente,

aleja mi espíritu,somete a mis instintos.

Las sombras que la luna formasutilmente delinean una fi gura tuya,

hacen el contorno de tu cuerpo, de tus piernas, de tus brazos,

de tu vientre, de tu esencia,del espacio en que me tomas,

en que me elevas,donde me matas,donde me callas,donde me amas.

Alma Delia Fuentes NogalesColegio Jean Piaget

Nezahualcóyotl, Estado de México

El mantode la noche

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La oscuridad que hace la nochejuega con mi mente,asalta mi sentir,acrecenta mi necesidad,mi hambre y mi sed.

Y el frío en el espaciojuega malas bromas en mi lecho,porque es tu vacío en mi aposento,una cruel tortura a mi razón,a mi sentido, a mis fantasías.

Porque mientras con mis dedosdescubro sensaciones,despierto tentacionese invoco ilusiones,giro mi costado y no te encuentro,giro mi costado y no te siento,busco tu ayuda, tu auxilio,busco tus manos, implorando una caricia,tus labios rogando un besoy no estás,y no te veoy no te encuentro.

Cruel noche que me tortura,cruel noche que me atormenta,que entre delirios me desespera,que entre húmedos sueños me inquietay amargos despertares me entristecen.

Es tu distancia un castigo,es tu lejanía un martirio,es tu ausencia mi delirio,mi pena, mi carga, mi sentencia.

Le temo al fi nal del día,le temo al caer de la tarde,le temo al nacer de la noche,le temo y me aterroriza…

Porque sé que no te veré más,porque sé que soltaré tu mano,que besaré tus labios, que veré tus ojos,por última vez en ese día,porque al morir del día,muere también parte de mi ser,parte de mi alma, de mi cuerpo,porque no estaré junto a tiy el manto de la nocheentrará por mi alcobay será mi tormento.

Por favor, mi amor,no permitas más mi agonía,mi angustia, mi sufrimiento,de verdad el dolor me doblega,la pena me fatigay tu ausencia me lastima.

Ya no te separes de mí,ya no duermas lejos de mí,enreda tus piernas entre las mías,toma mis manos entre las tuyas,acaricia mi rostro, mi cabello,confunde tu ser con el mío.

Tómame siempre, tómame toda,tómame en el día,en la noche,todas las nochesde mi vida te las dedico,te las doy.

25MMAGISTERIAGISTERIOO

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Ayer visité el infi erno:no es ardiente como pensaba; al contrario, me heló el corazón;tampoco había gente bailando en torno de una hoguera,ni vi a nadie fornicandoferozmente, lujuriosamente.

Ayer visité el infi ernoy todavía llevaba en los labiosel gustillo del paraíso, tal vez por ello el infi ernome supo más amargoaún cuando de memoria bien conozco su sabor:es el láudano que hace añoshe tomado a cucharadas.

Ayer visité el infi ernoy comprendí lo que sintió Luzbel al ser expulsado del Edén. Ahora no tengo ni promesas.Si estoy, es bajo mi riesgono podré decir que me engañaron.¡Qué ganas de que aún me engañaras!Como un rayo me cayó la soledad rasgó mi corazónme enfermó el almadeshizo mis esperanzas.La realidad no es tan malacuando los sueños no te dejan verla de frente,porque verla de frentees el peor de los infi ernos.

Melié

María Guadalupe Villegas TapiaMaría Guadalupe Villegas TapiaEscuela Normal de NezahualcóyotlEscuela Normal de Nezahualcóyotl

Estado de MéxicoEstado de México

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El descenso

Anhelan los seres humanos ser mejoresindagando en este mundo aquello que les muestre el sendero,buscando en las fl ores su perfume, en los animales su ternura

y en sí mismos los valores que los hagan únicos, diferentes.

No hay lugar en donde no los busquen, lo hacen en la montaña más alta,lo hacen en las faldas de los volcanes, en las islas, en las sierras,

en desiertos y ciudades, en los camiones, en el Metro, en las calles;pero, ellos están ahí, donde tan sólo tú sabes que los encontrarás.

Pocas veces nos asomamos hacia adentro, porque cuando lo hacemos,se agitan los mares, el viento sopla con fuerza y laten los corazones,pero si tan sólo resistiéramos un poco, podríamos ver entre ese caos

las siluetas de ellos que nos piden responsabilidad y honradez.

Los podríamos ver fl otando entre la espuma, oír a través del viento;después, ya en calma, nos susurrarían pidiéndonos amor,

de ese amor que al darlo sin reserva, se devuelve duplicado,porque con él, la vida puede llamarse vida y no muerte.

Sí, de ese amor, que se dispersa por todo tu cuerpo y procura hacer el bien, del que ofrece ayuda, que aleja el egoísmo, del que tienes en tus manos.Sí, de ese amor que cree en el otro y que no sabría el sitio donde habita,

pero que tú sí sabes y que eres capaz de dar, que fl uye de tu ser como rayo del sol.

Cuando te has asomado y comienzas a quedarte en ellos, una y otra vez;a diario, en cualquier lugar, en cada momento, en cada instante,

podrás asomarte a otro lugar, muy conocido por ti, desde hace tiempo.Fuiste a él desde pequeño, también gozaste con un garabato coloreado.

No me digas que no recibiste aliento, también has departido con amigos,pero también te ha costado una lágrima o algún anhelo frustrado.

Ya sabes de qué lugar te hablo, es el aula, ese, que reconoces fácilmente,porque desde tus años infantiles no ha cambiado.

Quién pudieraQuién pudieratransformar el aulatransformar el aula

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MMAGISTERIAGISTERIOO 2727

Pero ahora tú que has tenido el privilegio de asomarte a donde habitan los valores, no podrías dejar intacta, ni silla, ni mesa, ni pared, ni pizarra, ni cosa material,mucho menos el corazón y la mente del niño o niña que a diario llegan con el ansia de aprender, nutrir su mente y su espíritu.

¿Te has preguntado, maestro, si tienes el derecho, después de haberte asomadopor un instante al lugar de los valores, si puedes vivir sin actuar?Tú tienes parte de la llave, úsala, transforma el aula,continúa asomándote al umbral de los valores y no te olvides de que fuiste niño. En fi n, educar para la comprensión,entender las instituciones y apoyarlas,guiar al alumno en su desarrollo culturalhacia una educación progresista y sin limitaciones.

Construir entornos educativos para los niños,donde latan sus corazones y vibren sus cuerpos,delimitándose con el método en proyectosy el desarrollo de sus habilidades cognitivas.

Maestro, impulsa la alfabetización en los primeros años del niño,para que disfrute de la lectura y la escritura,para que sus ojos descubran los textos y vuele su imaginación,para que sus tiernas manos se deslicen sobre el papel.

Educar en la comprensión a ese niño que está ansioso de aprender,encontrar los vacíos entre el aprendizaje intuitivo, el tradicional y el especializado,ayudar a ese niño que desea poner en juego su precoz inteligencia,ésas que le permitirán concebir el mundo y concebirse a sí mismo.

Mira hacia atrás, hacia tu niñez:cómo olvidar cuando empleaste el lenguaje con tus amigos,cuando te esforzaste por hacer un análisis lógico-matemático,cuando hacías representaciones histriónicas.

Cómo olvidar las ilusiones, las fantasías, los anhelos,cuando te deleitabas con la música,cuando jugueteabas por todos los rinconesy descubrías las potencialidades de tu cuerpo.

Cómo olvidar la sonrisa de tu rostro,cuando descubrías el mundo y te descubrías a ti mismoy en ese encontrarte, has crecido, te ves sereno, sabes muchas cosas,la vida te ha dado alegrías y tristezas.

En tus ojos se nota la ilusión de ser alguien diferente,ese ser que rema contra la corrientey que intentará transformar el aula e ir a la comprensión.Aunque tenga por barrera un sistema que lo estrangula,¡Pero no lo mata!

Quién pudieratransformar el aula

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3030 MAGISTERIAGISTERIO

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MMAGISTERIAGISTERIOO 3 13 1

¿Por qué jugamos? Si observas el comportamiento del ser huma-no, puedes darte cuenta de que aquellos que no reciben caricias

y atenciones sufren un desequilibrio mental y físico; las caricias desencade-nan emociones, por lo tanto, el placer que el individuo siente en ese fugaz momento significa aceptación, apego, simpatía, interés, cordialidad, aproba-ción, asentimiento, amor, afecto, etc. Esta experiencia no siempre es posible, y entonces un sustituto cualquiera co-bra sentido; la manipulación de obje-tos juega un rol especial en la vida del hombre, le damos al niño objetos-ju-guetes para que se entretenga, porque no podemos estar con él y su disfrute le da esa sustitución transitoria, es así como se concibe el juego.

Desde que el hombre apareció so-bre la faz de la tierra, empezó a crear objetos para el juego. Habitaba en cue-vas o a las orillas de ríos y tenía a su al-cance hojas, semillas, restos de huesos, ramas, etc. que con un poco de ima-ginación facilitaban el juego; en ruinas de culturas antiguas se han descubierto juguetes de madera, barro, piedra, tra-po, etc., todos hechos a mano, objetos que evolucionaron y dieron pie, a tra-

vés de la historia, a que el juguete for-mara parte del entorno del hombre. Se fabricaron objetos artesanales de todo tipo, propios de niños y adultos. La Re-volución Industrial dio un giro impre-sionante a su manufactura individual, pues facilitó la reproducción y se hicie-ron juguetes en grandes cantidades, se perfeccionaron, la tecnología avanzó y nos sorprendió con juguetes cada vez más apegados a la realidad; hoy existen videojuegos, pequeños autos, aviones a control remoto, muñecas y anima-les parlantes; sin embargo, si echamos un vistazo al pasado se recuerdan con agrado los juguetes que entonces exis-tían y que muchos conservan como tesoros de su infancia: caballos de ma-dera, soldaditos de plomo, chintetes (animales de madera en forma de la-garto o de víbora), boxeadores de ma-dera, muñecas de trapo, juegos de té, maquinitas de coser, lotería, trompos, baleros, canicas, trenes de hojalata o de latón, pelotas, canicas, matracas, tí-teres, sonajas, caballitos mecedores de madera, arco y flechas, rifles de made-ra, pistolas de “fulminantes” o de agua, futbolito, y tantos otros que han caído en el olvido.

La creatividad,La creatividad, el juguete el juguete

Gloria María Concepción García ChávezDirección de Formación y Actualización Docente

Toluca, Estado de México

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AGISTERIO3232

Un juguete es un objeto que el hombre ha creado para matar el tiem-po y distraerse, destinado a diferentes edades, los hay también para animales domésticos como perros, gatos y aves, es utilizado individual o colectivamente. Está asociado con la historia del hom-bre, con su cultura, y por sus particu-laridades es clasificado como prepara-ción para la vida adulta, es así como re-presentan o simulan actividades como la educación materna de las muñecas, a las que darles de comer, vestirlas, asearlas, hablarles y darles consejos buscando que se porten bien, mientras que para los niños existen juguetes con temas de guerra, aviones, carros, ca-

ballos, naves espaciales, botiquines de consulta médica, etc. Además, los ju-guetes se clasifican por edades: bebés, niños, adolescentes y adultos; por otra parte encierran aprendizajes, estimula-ción temprana, habilidades motrices fi-nas, psicológicas, sensomotrices. Entre otras habilidades contribuyen a la con-vivencia, la memorización, la identifica-ción, la sociabilidad, la comunicación, la afición constructiva y el desarrollo de género; los hay para jugar en espacios abiertos y cerrados, por medios elec-trónicos proyectan a los súper héroes del momento o los más vistos en la televisión, en fin, un niño sin juguetes no se concibe en la actualidad, ya que explora, descubre, aprende e interac-túa con ellos.

Los avances en su producción han permitido que los juguetes hechos con materiales como madera, trapo, piedra, papel, etc., sean ahora de elementos plásticos, sintéticos con estándares de calidad e higiene, no tóxicos, con recomendaciones especiales de acuerdo con la edad del niño, evitando los que tienen filos o sustancias contaminantes.

Los juguetes tradicionales se denominan así, porque han existido por generaciones, usan materiales y técnicas de fabricación ancestrales, son baratos, se encuentran en el comercio popular de mercados y tianguis, los consumen familias de bajos ingresos, han

dejado de tener demanda, algunos son escasos y llegará el tiempo en que sólo se vean en vitrinas de museo.

Además, existen los juguetes de temporada: máscaras, instrumentos musicales, muñecos navideños, figuras de Día de Muertos, de Semana Santa, fiestas patrias y otros propios de toda ocasión y al alcance de todos los bol-sillos.

Como complemento de los ju-guetes se inventaron rondas que se acompañan con risas, cantos, rimas, baladas, versos, etc... Son ejemplos de esto el bote pateado, las cazuelitas, la venta de los listones, burro dieciséis, 1 2 3, calabaza, estatuas de marfil, el avión, stop, el resorte, ¿Papá, puedo?, ladrones y policías, la loca, la víbora de la mar, las cebollitas, el lobo feroz, la rueda de San Miguel, las escondidi-llas, amó ató matarile rile ron, los pe-llizcos, bisteces, piedra papel y tijera, Doña Blanca y las carretillas, entre

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otras. El común denominador de éstos era la imaginación.

Pero ¿desde cuándo existen los ju-guetes en México? La historia del ju-guete es también la historia de la huma-nidad; en el caso de México el juguete más antiguo conocido es la pelota, de la que resulta difícil datar con exacti-tud el momento de su aparición, dadas las escasas referencias arqueológicas, que hablan de pueblos mesoamerica-nos que consideraban la pelota como un objeto ritual propio de príncipes y reyes que asemejaba un astro (el sol o la luna) y su recorrido en la bóve-da celeste. De su elaboración se habla posteriormente en la llamada “Histo-ria Natural de las Indias” crónica que describe los materiales naturales de yerbas, raíces y extractos de plantas, que cocidos formaban una masa negra que no se pegaba a las manos, de peso considerable.

En la Nueva España, existió una am-plia variedad de figurillas, sonajas y sil-batos hechos por los indígenas y fue en ese periodo cuando las fiestas religio-sas y civiles sirvieron de pretexto para que los artesanos fabricaran juguetes a imitación de los traídos del Oriente y de Europa. En muchas pinturas de la época se puede observar a niñas con muñecas de porcelana o trapo y niños con trompos, así como cazos y espadas de cartón, máscaras, sonajas, figuras de tule, trompos, perinolas, serpientes, pi-ñatas, matracas y soldados de plomo.

Durante el periodo de 1860 a 1914, la segunda Revolución Industrial en Europa incrementó la producción de juguetes; comenzaron a diseñarse en grandes fábricas, lo que amenazó la elaboración de juguetes típicos en el mundo y México no fue le excepción.

En aquella época era común ver mu-ñecas europeas vestidas de colorines “muy mexicanas”, para que se vendie-ran en lugar de las tradicionales muñe-cas de trapo.

A partir de entonces, los juguetes mexicanos compitieron con los ex-tranjeros, se hacían figurillas de cartón, jinetes tejidos de tule, palma tejida, madera, hojalata, algodón y cera con raíces mexicanas. Posteriormente sur-gieron los títeres sin hilos, conocidos como “fantoches”, después, se fabrica-ron las marionetas con hilos y madera, con cabeza de cartón y enaguas de len-tejuela y diamantina.

Fue hasta el siglo XX cuando se ini-ció el uso de juguetes más elaborados que se movían con electricidad o con baterías, lo que dio mayor impulso a la electrónica hasta llegar a la época ac-tual, en que un sin fin de juguetes están computarizados.

Los juguetes tradicionales, sin em-bargo, no han perdido sus principales características, cada región conserva los suyos. Actualmente, los avances de la industria del juguete son infinitos.

Sin embargo, hay algunos de tipo tra-dicional como los cometas o papalotes de papel de china, perinolas, negritas de trapo con enaguas rojas de lunares blancos, soldados de plomo, trenes de madera, barcos de lámina, etc., que no obstante que los fabriquen con otros materiales, nunca serán mejores que los de antaño.

Los juguetes forman parte de nues-tras tradiciones y costumbres y los ar-tesanos de nuestro país no han dejado de fabricarlos, depende de nosotros que perduren y no pierdan su espa-cio entre las diversiones de los niños mexicanos.

Páginas electrónicas http://es.wikipedia.org/wiki/Juguete

http://tramoyam1.blogspot.com/2009/07/juguetes-mexicanos-traidos-por-los.html

http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:B2O2UQT8d1wJ:www.monografias.com/trabajos7/admi/

admi2.shtml+REVOLUCION+INDUSTRIAL+1860+en+mexico&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=mx&source=www.google.

com.mx

http://www.mexicolindoyquerido.com.mx/mexico/index.php

http://www.voltairenet.org/article164289.html

www.juguetesmexicanos.com/

Page 34: Magisterio54

Relaciones humanas y valores Relaciones humanas y valores en la familia y en la escuelaen la familia y en la escuela

De igual modo, cuando un individuo pasa a formar parte de una familia, ésta ya cuenta con formas de

vida o patrones establecidos que no cambiará por la llegada de un nuevo miembro. Esta experiencia de vida ge-nera todo tipo de actitudes, positivas y negativas, que el individuo acepta sin cuestionar, ya que forman parte de su contexto.En este sentido, la escuela representa para la sociedad un cimiento donde los niños fortalecen sus raíces de identi-dad. De la escuela depende la persona-lidad de los alumnos, sin dejar de lado a la familia, pues ésta, es la más directa influencia en cuanto a relaciones huma-nas y valores se refiere.

Educar en valores es, en realidad, establecer una serie de medidas orientadas a educar a los niños y jóvenes para que sepan valo-

Las relaciones humanas surgen del desarrollo de

una sociedad, cualquiera que ésta sea; hablar, escuchar, transmitir,

son funciones que ejercemos al

relacionarnos con otras personas.

[…] todo hombre al nacer se encuentra en

un mundo ya existente, independiente de él. Este mundo se le presenta ya

constituido y aquí él debe conservarse y dar prueba

de su capacidad vital. Heller, 1998

Yesenia Rodríguez AvilésYesenia Rodríguez AvilésEscuela Primaria Escuela Primaria Vicente GuerreroVicente Guerrero

San Simón de Guerrero, Estado de MéxicoSan Simón de Guerrero, Estado de México

rar, es decir, discernir, apreciar, elegir, partiendo de que las per-sonas somos seres complejos y contradictorios, de pensamientos y emociones que se entrecruzan constantemente; es claro que las respuestas que damos a menudo no siguen la norma sino el deseo (Charabati, 2008).

La familia que educa en valores, puede dar a la sociedad hombres y mujeres solidarios, responsables, res-petuosos y todo lo que implica la edu-cación moral; por otro lado, la escuela es la que fortalece los valores cívicos y da ejemplo de lo que es un buen ciudadano, pues como reza un dicho popular. “La palabra convence, pero el ejemplo arrastra”; la realidad es ésa, pues si convivimos con alguien que de-muestra ser solidario, por lógica nues-tra tendencia será semejante, pero si por el contrario trabamos amistad con un ser antisocial llegará el momento en que trataremos de imitarlo y esto nos hará formar parte de un circulo vicioso en donde se hará efectivo aque-llo de: “Dime con quien andas y te diré quien eres” (Parte de la cultura mexica-na son los dichos, que también inculcan valores).

La educación en valores abarca las distintas etapas formativas, pero tiene diferentes particularidades según los alumnos que forman el grupo y según los valores que la familia les haya incul-

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Relaciones humanas y valores en la familia y en la escuela

cado. A modo de ejemplo, los valores transmitidos por la familia pueden ser: amistad, ayuda, colaboración, respe-to, tolerancia, compromiso, esfuerzo, autoestima, etc. Si el niño no recibe estos valores que son fundamentales para relacionarse con los demás, en la escuela impera la ley del más fuerte y la violencia, que se ve reflejada en los acosos que ocurren entre los compa-ñeros y que Harris define como:

...una conducta extrema que su-pone el maltrato; sin embargo, muchos niños sufren a diario bur-las o una situación de exclusión que no se ajustaría a la definición estándar de conducta extrema (Harris/Grant, 2003).

El acoso en las escuelas es parte de una relación que forma parte de nuestras vida cotidiana, que se repite una y otra vez debido a que muchos niños son tratados con violencia a tal grado que cuando llegan a la escuela descargan la ira que sienten al ser mal-tratados en sus hogares y transmiten a otros niños esa falta de valores.

Como se dijo anteriormente, la familia tiene el papel más importante dentro de la sociedad, pues de ella de-pende enseñarnos a ser responsables, puntuales, seguros, respetuosos y res-ponsables.

La responsabilidad tiene un efecto directo en otro valor fundamental, que es la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables. Pone-mos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que prometen.

La responsabilidad es un signo de madurez, pues cumplir una obligación de cualquier tipo no siempre es fácil, ya que, a veces, implica esfuerzo. La responsabi-lidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo prometido origi-na consecuencias. La responsabilidad es un valor esencial porque, gracias a ella, podemos convivir pacífica-mente ya sea en el plano familiar,

amistoso, profesional o personal.Por otro lado, la puntualidad hace

agradables a las personas, pues cuan-do la observan demuestran respeto a otros; por el contrario, la falta de puntualidad habla de la escasa o nula organización de nuestro tiempo, limita la credibilidad y reduce la confianza.

Otro de los valores que tiene su origen en la familia y se refleja en la es-cuela es la honestidad, que se demues-tra cuando una persona decide actuar con base en la verdad y en la auténtica justicia, dando a cada quien lo que me-rece, incluida ella misma.

Ser honesto es ser verdadero y es-tar acorde con la evidencia que ofrece el mundo en sus diversos fenómenos sociales; es ser genuino, auténtico, ob-jetivo. La honestidad expresa respeto por sí mismo y por los demás, siembra confianza en otras personas.

La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la ver-dad), sino asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible.

La honestidad hace surgir esa parte oculta de nosotros que salta a la vista sin que la nombremos, eso que nos permite tener amigos que nos acep-ten y que formen parte de nuestra vida.

Las amistades suelen comenzar de improviso y muchas veces sin buscar-las, en el camino de la vida vamos en-contrándolas, todo comienza porque alguien nos cae bien o porque compar-te nuestras convicciones, sentimientos, gustos, aficiones, opiniones, ideas polí-ticas, creencias, religión y otras cosas en común que fortalecen la amistad; generalmente, la escuela es el lugar idóneo para hacer amigos que entran en nuestra vida y nos hacen sentir se-guros; parte de esta seguridad es sen-tirse bien con una persona, conversar y compartir con ella sentimientos que conducen a lograr eso que llamamos amistad.

Estos valores y otros más son parte de las buenas relaciones humanas, que hacen posible que convivamos sana-mente y en armonía en los diferentes espacios de la vida diaria.

Bibliografía

Harris/Grant (2003), El acoso en la escuela, Buenos Aires, Paidós.

Heller, Agnes (1998), Sociología de la vida cotidiana, España, Península.

Charabati, Ester (2008), Novedades educativas, México.

MMAGISTERIAGISTERIOO 3535

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Fortalecimiento y educación en valores en procesos formativos de

aprendizaje

LLas relaciones que se establecen en-tre un centro es-colar y la comuni-

dad tienen que ver con las concepciones acerca de la función social de la escue-la, de la educación escolar –la escuela como servicio público, la función de los educadores–, es decir, las relaciones de la escuela con la comunidad reflejan un conjunto de opciones educativas y sociales. Más que una serie de técnicas y actividades, es un asunto central de una propuesta pedagógica, porque la di-sociación escuela-vida si-gue siendo un problema central.

Si los profesores des-conocen las condiciones y peculiaridades de la edu-cación familiar, difícilmen-te pueden incorporar el contexto socio-familiar a sus proyectos educativos curriculares. Las condicio-nes de las familias son muy importantes. “Las familias

pueden entender la escuela como un lugar de aparcamiento de los hijos,

MAGISTERIOO3636

Silvia Flor Godínez MávilSilvia Flor Godínez MávilJardín de Niños Profra. Jardín de Niños Profra. Natalia CarrascoNatalia CarrascoChiautla, Estado de MéxicoChiautla, Estado de México

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MMAGISTERIAGISTERIOO 3737

un lugar de adquisición de conocimien-tos con sentido utilitario o un lugar de formación integral” (Urriaga, 2001).

Algunas investigaciones han demos-trado que la implicación de los padres en los centros escolares es un factor importante para el éxito académico de sus hijos. Los padres constituyen un re-curso frecuentemente oculto para las instituciones escolares y los profeso-res necesitan reconocer su potencial. La incidencia del curriculum del hogar en el rendimiento escolar excede la del status sociocultural.

Es necesario potenciar instancias mediadoras entre las familias y los centros. ¿Cómo se puede llegar a la integración familia-centro únicamente a través de los representantes de los padres ante un consejo? ¿No será, más bien, que se está eliminando a la fami-lia de su presencia colaboradora en la escuela? La preparación y la realización de actividades educativas conjuntas donde participen padres, profesores y alumnos, es la condición previa que hace posible la colaboración.

“Los centros no sólo necesitan es-tablecer relaciones con la familia –comunidad escolar– sino con la sociedad en su conjunto –comu-nidad social–. Algunas propuestas educativas actuales se preocupan por realizar proyectos pertinen-tes a las comunidades locales y por la adopción de la propuesta educativa” (Gómez, 1999).

La integración de la escuela con la familia y la comunidad supone la acep-tación del conflicto y de la diversidad. La relación de la escuela con padres y madres con las demás personas de la comunidad debe contemplar la posibi-lidad de la divergencia y la necesidad del debate.

En lo relativo al educador, se ha crea-do la imagen del profesor como profesio-nal-experto; sin embargo, es importante considerarlo como intelectual-crítico que actúa no sólo dentro del aula, sino también en la esfera pública. El profe-

sor considerado como un trabajador de la cultura, reconoce al conjunto de la sociedad como una gran escuela. La educación escolar puede ser concebi-da como una parte de un proyecto cultural comunitario.

“Si una educación comunitaria exi-ge dar al curriculum una perspec-tiva cultural, su implantación no puede consistir sólo en facilitar el uso comunitario de las instalacio-nes escolares. La educación comu-nitaria implica entender la pedago-gía como una política cultural, de donde se deriva, a su vez, un doble compromiso: dar al curriculum un significado cultural y ejercerla des-de una escuela crítica” (Pellicer, 2003).

En los últimos años se le ha de-mandado a la escuela resolver múltiples problemas de la sociedad (la violencia, los embarazos pre-maturos, la per-

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dida de valores). Esto no ha hecho

sino hacer recaer en ella más responsabilida-

des de las que puede en-frentar. Para los pedagogos

pensar que la escuela no puede hacer nada ante estos problemas

es el derrotismo o pesimismo peda-gógico. Pero pensar que la escuela es mágica y puede resolver todos estos problemas, es utopía pedagógica. No pretendemos que la escuela articule por sí sola una sociedad tan fragmen-tada como la actual.

El centro no puede plantearse la reconstrucción de la comunidad so-

cial pero sí la construcción de su

entorno, es decir, contribuir a la cons-trucción de comunidades educativas.

Para lograr el éxito en la promo-ción, desarrollo y apropiación de los valores en la escuela, será necesario contar con la opinión de los docentes al respecto de este tema tan impor-tante de la educación actual (Arroyo, 2001).

Tanto la familia como la escuela se reconocen como espacios importan-tes para la formación de valores. Sin embargo, es la escuela la que permi-te trabajar de manera intencionada y sistemática dichos temas. Se considera que si la escuela no educa en valores, o lo hace de manera oculta, no será capaz de desarrollar al ser humano en forma integral.

Actualmente prevalece una actitud de indiferencia ante el esquema de va-lores, ya que se ha marginado para dar paso a la modernización; es impresio-nante que los valores queden sepulta-dos en un mundo donde la tecnología, el consumismo y la lucha de poderes ha permeado aceleradamente la esen-cia de la convivencia humana.

La falta de amor y respeto, la des-honestidad, desconfianza y la falta de responsabilidad contribuyen al dete-rioro de las relaciones interpersonales en la familia, la escuela y la sociedad; compete directamente a padres y pro-fesores el rescate y fomento de activi-dades que fortalezcan el respeto a las personas y la autoestima para lograr la dignidad y calidad humana que tanto se necesitan.

Los problemas del mundo moder-no obligan a buscar nuevas estrategias para lograr sus fines, la educación es un problema de naturaleza moral. La edu-cación en valores permite potenciar en la escuela las capacidades y destrezas del niño. Para que el niño aprenda y promueva ambientes sociales de res-peto, responsabilidad y fraternidad necesita del apoyo de sus padres y profesores.

Frente a los retos que plantean los cambios del mundo contemporáneo,

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Orienta e informa al audito-Orienta e informa al audito-rio sobre trámites, servicios rio sobre trámites, servicios y acciones de interés de la y acciones de interés de la actualidad que brindan las actualidad que brindan las instancias de la Secretaría instancias de la Secretaría de Educación, a través de la de Educación, a través de la entrevista radiofónica.entrevista radiofónica.

Miércoles 9:30 a 10:00 hrs.Miércoles 9:30 a 10:00 hrs.

1520 AM en Atlacomulco1520 AM en Atlacomulco1250 en Tejupilco1250 en Tejupilco

1080 AM en el Valle de México1080 AM en el Valle de México1600 AM en el Valle de Toluca1600 AM en el Valle de Toluca

Radio MexiquenseRadio Mexiquense

Bibliografía

Arroyo, Juan Antonio (2001), Incidencia de los indicadores en la calidad de la educación, México D.F., Ed. Universidad.

Gómez A., Luis (1999), “Tipologías sobre Investigación Educativa”, en revista Educación y pedagogía, vol. XIX,

Núm. 33, España.

Moch Galindo, Lourdes (2009), Ética y Valores, México, D.F.,Ed. Trillas.

Pellicer, Carmen (2003), Educación para la Ciudadanía, México, D.F. Ed. Santillana.

Urriaga, Luz (2001), La escuela única, México, D.F, Ed. Biblioteca Nueva.

es necesario conocer las opiniones de los padres de familia y los docen-tes para fortalecer la identificación de niños y jóvenes con los valores, prin-cipios y tradiciones que caracterizan a nuestro país. Al mismo tiempo, se trata de formar ciudadanos mexicanos respetuosos de la diversidad cultural de la humanidad, capaces de analizar y comprender las diversas manifesta-ciones del pensamiento y la acción de las personas.

La educación en valores se justi-fica por la necesidad que tienen los individuos de comprometerse con los determinados principios éticos que sirvan para evaluar sus acciones y las de los demás (Ga-lindo, 2009).

Están presentes en la vida cotidia-na, se manifiestan mediante conductas y también mediante opiniones expre-sadas oralmente o por escrito y suelen dar lugar a normas sociales. Los valo-res sirven para guiar las conductas de las personas, son el fundamento por el cual se hace o deja de hacer una cosa en un determinado momento. Dicho de otra manera, los valores son prin-cipios normativos y duraderos que sugieren que una determinada con-ducta o un estado final de experiencia personal es socialmente preferible a otros que consideramos opuestos o contradictorios.

Compartir la responsabilidad educa-tiva con los padres de familia, que se interesan por los pro-blemas que surgen en el

entorno en que se desenvuelven sus hijos, es gratificante, y compromete a rendir cuentas abiertamente de los logros y dificultades encontrados en el quehacer educativo.

Finalizamos con estas interro-gantes:

¿Hasta qué punto la conciencia de participación, como proceso, fi-nalidad y método, se encuentra ge-neralizada entre los profesionales, a punto de tornarse, no apenas en un simple deseo, sino en algo buscado, en un punto decisivo o fundamental de su práctica?

Si no se ha generalizado, ¿qué clase de estrategias se están aplican-do para desarrollar esa conciencia?

¿Hasta dónde los programas es-tán siendo elaborados a partir de diagnósticos o de la consulta popu-lar? ¿Hasta dónde los métodos de trabajo adoptados reproducen las formas autoritarias de relación?

¿Qué tipo de condiciones están siendo creadas, para que los pro-fesionales y funcionarios puedan flexibilizar su actuación, de modo que puedan adecuarla mejor a los tiempos y condiciones de vida de las comunidades?

¿Cómo romper con las actitudes pasivas y receptivas que histórica-mente se han institucionalizado en nuestra sociedad?

MAGISTERIAGISTERIO 3939

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DDe tiempo en tiempo, los vientos que mueven a la opinión pública en nues-tro país son orientados por las voces de quienes, desde medios informati-vos, electrónicos e impresos, “tribunalizan” a la sociedad para sentenciar, en su nombre, determinados hechos que ocupan su atención, así sea mo-

mentáneamente, que lastiman u ofenden. Este es el caso del llamado bullying que revela la creciente práctica de agresión y violencia, entre los alumnos de escuelas de educación primaria y secundaria

que ha originado la propuesta de penalizar tales comportamientos, es decir, tipificarlos como delitos en el código penal.

Sin embargo, la determinación de incorporar a la legislación punitiva esta conducta de los educandos no es un asunto que pueda resolverse

como si se tratara de una receta que a base de ingredientes de super-ficialidad y empirismo se cocinan en el horno de la instantaneidad.

Penalizar los comportamientos que se califican como bullyingamerita reflexiones serenas y prudentes desde diferentes ópticas, entre las que obviamente se encuentra la del derecho, como es el propósito esencial de este trabajo, a fin de evitar excesos que, lejos de atender y resolver el problema lo agraven y deformen.

Evidentemente, la opinión sobre este tema no deja de estar cargada de subjetividad, como corresponde a todo hecho que afecta la tranquilidad y la seguridad de los nuestros, principal-mente tratándose de los niños y los adolescentes, razón por la cual es indispensable una valoración objetiva e informada.

Veamos: Primer escenario: a media mañana usted recibe una llama-

da telefónica del director de la escuela a la que asiste su hijo para informarle que en la hora del descanso fue golpeado por sus compañeros con la complicidad de estudiantes de otros grupos.

Naturalmente, su reacción inmediata será exigir enérgica-mente a las autoridades escolares que a los responsables se les

castigue no sólo con la expulsión, sino que, además, en la escuela se levante un paredón y se les fusile.

Segundo escenario: al leer el periódico del día usted se entera de que en una ciudad japonesa tres estudiantes se suicidaron como

resultado de haber sido acosados y violentados constantemente por estudiantes de su misma escuela.Su reacción, en este caso, será de menor intensidad y enojo, pues sólo

bastarán unos cuantos segundos para que la atención se desplace hacia la noti-cia de la goliza que los verdes le propinaron a los amarillos. Evidentemente, las reacciones distan mucho de ser proporcionales a la realidad

de los hechos y al conocimiento de las causas que los generan; no obstante, dan lu-

Gerardo Sánchez y SánchezSecretaría de EducaciónToluca, Estado de México

¿Es necesaria ¿Es necesaria la tipifila tipificacación ción

penal del penal del bullyinbullyingg ??

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MMAGISTERIAGISTERIOO 4 14 1

gar a una respuesta emocional porque la descripción de la conducta está en opo-sición con elementales valores de convi-vencia escolar y social; siendo necesario, por ello, tener un mínimo de informa-ción como es la siguiente:

¿Por qué se nombra bullying a los actos de agresividad en el ámbito de las rela-ciones que se producen entre los estu-diantes de una comunidad escolar?

Este término fue empleado por pri-mera vez como sinónimo de acoso esco-lar en 1973 por el investigador noruego Dr. Dan Olweus en su primer estudio científico sobre intimidación entre los escolares, a partir de entonces se ha mantenido e internacionalizado en los estudios y bibliografía, especialmente en los Estados Unidos, España y Chile.

¿A qué se refiere concretamente la pala-bra bullying?

Investigadores de diferentes países coinciden en que la palabra bullying se aplica a los actos de acoso y violencia que se desarrollan dentro de la escuela y que pueden extenderse fuera de ella.

¿En qué consisten los actos de acoso y violencia escolar?

El acoso y la violencia escolar tienen por objeto intimidar, reducir, someter, amilanar, atemorizar y consumir emocio-nal e intelectualmente a la víctima para obtener de ella un resultado en favor de quienes acosan y satisfacen su necesidad imperiosa de dominar, someter, agredir y destruir para obtener la atención de los demás y una imagen de líder sobre el resto de sus iguales y seguidores.

¿Cuáles son las formas comunes me-diante las cuales se realiza el bullying?

Entre las formas más usuales del aco-so escolar se citan: aislamiento social, hostigamiento, manipulación, coacción, exclusión social, intimidación y amenaza a la integridad.

¿Quiénes protagonizan y participan del bullying?

En los actos de acoso y violencia es-colar participa un estudiante agresor, llamado también Bully quien pretende lograr un efecto intimidante mediante el uso de la fuerza, y una víctima, también estudiante quien muestra signos de debi-lidad o timidez e incapacidad para defen-derse y enfrentar al abusador.

¿Cuáles son los efectos de las diversas formas del bullying?

• El bloqueo social busca el aislamien-to y la marginación de la víctima.

• El hostigamiento consiste en expre-siones de desprecio, falta de respeto, burla o ridiculización.• La manipulación social pretende dis-torsionar la imagen social de la víctima e incitar a los demás en su contra. • La coacción implica que la vícti-ma realice acciones en contra de su voluntad.• La exclusión social busca prescindir de la participación del niño segregán-dolo con la clásica expresión “tú no”.• La amenaza consiste en disminuir la autoestima mediante el peligro latente de la pérdida de la integridad física de la víctima o de sus familiares, aunado a acciones de extorsión.

¿A qué se deben los actos de intimida-ción y violencia que realiza el agresor?

Generalmente, los actos que realiza el agresor no tienen su origen en tras-tornos psicopatológicos graves aunque sí en su incapacidad de ponerse en el lugar de la víctima y de ser insensible a su su-frimiento, más aún, existen casos en los que el agresor responsabiliza de sus ac-tos a la víctima sin que manifieste el me-nor asomo de remordimiento respecto de su conducta.

¿Cuáles son las posibles causas que oca-siona el comportamiento del agresor en el bullying?

Los investigadores de la violencia es-colar han señalado como posibles causas la mala educación en la familia, el entorno escolar y la televisión, principalmente.

Conclusiones1. El bullying se caracteriza por ser una conducta reiterada de un estudiante que, valiéndose de la fuerza física bus-ca someter la voluntad y el acatamien-to de otro estudiante que muestra signos de debilidad o incapacidad para defenderse.2. El bullying se puede conceptuar como la conducta reiterada imputa-ble a un estudiante de una comunidad escolar que mediante actos de fuerza pretende el sometimiento físico, psi-cológico o social de otro estudiante de la misma comunidad y causa tras-tornos en su comportamiento. 3. Los efectos del bullying se extienden a diversos dominios de la personali-dad de la víctima como son el físico, psicológico y social.4. El comportamiento del víctimario en el bullying busca llamar la atención y aparecer como líder de sus iguales y de sus seguidores.

5. Por la naturaleza de las consecuen-cias o resultados materiales de la con-ducta conocida como bullying, resulta innecesaria la tipificación en el código penal, pues la vida, la integridad física y la propiedad de la posible víctima tienen una específica y amplia tute-la por este ordenamiento; es decir, cualquier acto que afecte o lesione estos bienes llevan a su autor al ám-bito de la justicia penal o del trata-miento de los menores.6. El tratamiento del bullying en el ámbito de las relaciones que se esta-blecen entre los educandos en las es-cuelas corresponde a las autoridades escolares los padres de familia y los expertos en el comportamiento infan-til o de adolescentes.7. La palabra bullying como expresión de acoso y violencia escolar puede ser substituido entre nosotros, precisa-mente por estos términos.

Con seguridad, lo expuesto en este artículo podrá motivar coincidencias o discrepancias, por lo que mucho agrada-ría a su autor saber de ellas mediante la comunicación en su correo electrónico [email protected]

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EEstudios recientes han establecido la necesidad de inculcar valores en los estudiantes, considerando que muchos han sido los esfuerzos y pocos los resultados. Educar con valores, no sólo es obliga-

ción de la escuela, pues involucra también a la familia y a la sociedad. Todo comportamiento malicioso o deshonesto, revela que la primera deficiencia en valores viene de la fa-milia, por lo que la responsabilidad de corregirla no es sólo del educador, aunque su tarea es lograr que los alumnos observen buena conducta y mejoren su sociabilidad.

Generalmente la formación ética y moral se enfoca como una actividad descollante de los docentes en el cam-po de la educación infantil, y se hace de lado en niveles edu-cativos superiores; cuando es algo que se debe practicar en todo tiempo y lugar: en casa con la familia, en el colegio con la comunidad escolar, en la calle con el prójimo; pero, sobre todo debe predicarse con el ejemplo. “Tus acciones hablan tan fuerte que no puedo escuchar lo que me dices” (Magisterio, 2006:3).

Resulta común escuchar que la educación debe ser in-tegral, que se deben considerar todos los aspectos y hacer los cambios necesarios para lograr un desarrollo armónico en el ser humano; se debe educar para la vida, se busca una formación basada en el desarrollo de competencias; en fin, una lluvia de ideas, pero se olvida una cuestión importante: educar en valores significa ofrecer excelentes ejemplos, e imitarlos para crear un ambiente excepcional.

Basta con echar un vistazo al televisor, al periódico, al Internet o escuchar a la gente para darnos cuenta de que la sociedad sufre considerables rezagos en la práctica de valores: alumnos violentos e irrespetuosos, padres de fa-milia escépticos de la labor docente, sin pensar que todos, padres y docentes somos responsables de lo que les esta-mos enseñando con ejemplos apropiados a nuestros niños y jóvenes.

Alberto Julián Díaz ArguetaAlberto Julián Díaz ArguetaDirección de Formación y Actualización DocenteDirección de Formación y Actualización DocenteToluca, Estado de MéxicoToluca, Estado de México

El acosoEl acoso en la escuelaen la escuela

La más peligrosa de todas las debilidades

es el temor de parecer débil, nadie es dueño de su felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu

paz, tu vida en las manos de nadie, absolutamente

de nadie. Somos libres, no pertenecemos a nadie y no podemos querer ser

dueños de los deseos, de la voluntad, o de los sueños de quien quiera

que sea.Aristóteles

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El hecho de que las escuelas aparez-can más a menudo en la nota roja, que en la sección de educación y cultura, preocupa seriamente a los miembros de la comunidad educativa. En efecto, los episodios de violencia en los cen-tros escolares parecen tener un gran imán para atraer la atención pública, causar “alarma social” (Menéndez B., Isabel).

Para Deutsch, M. (1969) ocurre un conflicto cada vez que se suman activi-dades incompatibles. Cuando una ac-ción incompatible interfiere con otra o la obstruye, le resta eficacia.

Estos pueden ser algunos conflictos:Intrapersonales, si se originan en una persona.Intragrupales, si se originan den-tro de un grupo.Interpersonales, si se originan en dos o más personas.Intergrupales, si se originan en dos o más grupos.

Es importante dejar claro que el conflicto surge cuando las acciones de una de las partes afectan a la otra, por diferencia de motivos, intereses, valo-res, metas, etc., así como entre gru-pos, personas e instituciones (Puard, Ch., 2002).

Según el origen del conflicto, puede atribuirse a:

1. Diferencias de saberes, creencias, valores, intereses o deseos.2. Escasez de recursos (dinero, po-der, tiempo, espacio o posición).3. Rivalidad entre personas o gru-pos que compiten entre sí (Deutsch, 1974).

Actualmente se registran conduc-tas muy agresivas en las escuelas como parte de un problema que es conocido como bullying o acoso escolar, pues la escuela no es siempre un espacio anhe-lado de socialización; la mala relación entre compañeros es motivo de con-flictos, resultado del descuido familiar y de sus vivencias en el medio, por lo que el acoso escolar es una expresión

extrema en un reducido número de casos, pero que son muy dolorosos para las personas que se ven afecta-das, como los amigos y familiares de los jóvenes involucrados.

El psicólogo Dan Olwes es el pri-mer estudioso del tema, y como tal, comienza a investigar la violencia es-colar en su país, Noruega, en 1973; pero en este campo de estudio fue en 1982 a raíz del suicidio de tres jóvenes estudiantes. En Europa se empieza a trabajar en los países nórdicos, y en Inglaterra, en donde desde hace mu-cho tiempo existen tribunales bully coufls o tribunales escolares. En el Rei-no Unido existe desde 1989 una línea telefónica directa de consulta sobre situaciones de bullying.

Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Tristemente es una palabra que está de moda debido a los numerosos casos de persecu-ción y agresión que se han detectado en las escuelas y que llevan a muchos escolares a vivir situaciones realmen-te aterradoras. Se refiere a todas las actitudes agresivas intencionadas y repetidas que ocurren sin motivo evi-dente y que son adoptadas por uno o varios estudiantes contra sus com-pañeros. El que practica el bullying lo hace para imponer su poder sobre otro u otros a través de constan-tes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc. y así mantenerlos bajo su completo dominio a lo largo de meses o, incluso de años.

El maltrato intimidatorio hace sentir dolor, angustia y miedo a tal grado de que en algunos casos puede llevar a soluciones funestas como el suicidio.

La palabra bullying se utiliza para describir diversos tipos de conductas no deseadas en niños y adolescentes que abarcan desde bromas pesadas, ignorar deliberadamente a alguien, o cometer ataques personales y hasta

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• En el patio, en el recreo, en los servicios y en el aula, algunos alum-nos se burlan del aspecto de otro, se ríen de él y luego dicen que ha sido por jugar o que se trata de un “llorón”.• Un grupo de alumnos difunde ru-mores sobre otro porque no hace ronda con ellos o no está dispuesto a hacer lo que ellos quieren.• Aconsejan a los demás que no le hablen con el propósito de que no tenga amigos.

Al recordar el papel de la escuela y de la disciplina en la sociedad Polnszak, S. expresa que “el rol disciplinador que históricamente tuvo la escuela como institución social se mantuvo en los últimos siglos (XIX y XX) como un espacio que produjo sus propias po-líticas de disciplinamiento, a partir de micromecanismos de vigilancia y con-trol social (Foucault, 1992). La escuela, tal como la concebimos actualmente emerge históricamente como lugar de encierro configurada al interior de su espacio con una serie de propósitos y reglamentaciones específicas para el encauzamiento de las prácticas cotidia-nas (Álvarez, Uría, 1991). Los modos de resolver los conflictos de autoridad en el ámbito escolar se configuran a partir de los dispositivos y las jerar-quías institucionales constituidas al in-terior de dicho espacio” (Polnszak, S, 2002).

¿Qué buscan los niños abusadores?Lo que buscan es reconocimiento

y atención para aliviar algún juicio de marginación, rechazo o menosprecio. Su objetivo es someter, imponer, ame-drentar, intimidar y dominar.

Cuando se produce el abuso, quien lo ejerce rápidamente se rodea de compañeros que le dan sustento y la sensación de reconocimiento y acepta-ción que necesita.¿Qué consiguen los niños abusadores?

Además de atención y aceptación buscan exhibirse como vengadores de

abusos que ellos mismos han sufrido. Así, al ejercer el acoso logran aislar

a su víctima. Esto lo consiguen evitando que otros jueguen con él prohibiendo a otros que le hablen, tachándolo de flojo, débil, tonto, etcétera.

El hostigamiento es una forma de acoso que implica terminar con el res-peto y dignidad del niño a quien vic-timizan. La burla sustentada en alguna diferencia o defecto físico es uno de los recursos más frecuentes de esta forma de abuso. El uso de lentes, la obesidad, aparatos de ortodoncia, malformacio-nes y, en general cualquier rasgo que sea propicio para humillar y burlarse es aprovechado. Y al convencer a la víc-tima de que esa diferencia o defecto, son reales, el efecto que se logra pue-de ser devastador de la autoestima.

¿Cómo prevenir el bullying?Los conflictos son inevitables, como

hemos visto hasta aquí. Una escuela que niegue y evada el problema estará formando sujetos pasivos que no sean protagonistas de su destino, lo cual es una forma de controlar el pensar, el sentir y el actuar.

Existen enfoques educativos que revelan diferentes formas de enfren-tar los conflictos. Algunos los obser-van desde una visión mágica y fatalista, evaden y encubren la realidad con ex-presiones tales como: “así es la vida”. Otros invisibilizan el conflicto desde la norma entendida por invisibilización como una fuerza que lleva a los suje-tos, grupos e instituciones a ocultar procesos, acciones, pensamientos, a encubrir de intenciones y decisiones empleando camuflaje y simulación.

En este caso la norma impide que sea develado el conflicto restándole poder a los sujetos, reprimiéndoles si es preciso.

Otros enfoques asumen el conflic-to. Unos marcados por la aspiración de construir conocimientos para la vida, de satisfacer necesidades, develando y resolviendo los problemas a través de modelos de convivencia, de interac-

abusos graves, en los que más la acción misma cuentan los efectos que produ-ce en sus víctimas.

Puede hablarse de cuatro tipos prin-cipales de acoso escolar, que frecuente-mente aparecen en forma simultánea:

• Físico: empujones, puntapiés, gol-pes dados con objetos, etc. Ocurre con más frecuencia en primaria que en secundaria.• Verbal (es el habitual): insultos, apodos, menosprecio y burlas por defectos físicos.• Psicológico: minar la autoestima del individuo y fomentar su sensa-ción de temor.• Social: aislar a la víctima del resto del grupo.

No hay que confundir estas situa-ciones con los altibajos que se produ-cen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la adolescencia y la pubertad.Los conflictos y las malas relaciones entre iguales, los problemas de mal comportamiento o de indisciplina son elementos perturbadores, pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque suelen degenerar en ellos si no se resuelven en forma adecuada.

Estos son algunos indicadores de acoso escolar:

• Existe una víctima indefensa ata-cada por un bravucón o grupo de pandilleros.• Desigualdad de poder (desequili-brio de fuerzas) entre el fuerte y el débil.• Acción agresiva repetida durante un período prolongado de tiempo y en forma recurrente.• Agresión que despierta en la vícti-ma el temor de ser blanco continuo de ataques.• La intimidación puede ejercerla uno solo o en grupo.• Un alumno agrede a otro compa-ñero insultándolo, poniéndole apo-dos, burlándose de él, amenazándolo, quitándole sus cosas, golpeándolo o incitando a otros a no hacerle caso.

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El rumbo de los niños Programa de radio que apoya y difunde Programa de radio que apoya y difunde el trabajo docente, abordando temas el trabajo docente, abordando temas incluidos en los planes y programas de incluidos en los planes y programas de estudio de educación básica, costum-estudio de educación básica, costum-bres, tradiciones, valores, identidad bres, tradiciones, valores, identidad nacional y estatal; además, fomenta la nacional y estatal; además, fomenta la participación de los niños en el medio participación de los niños en el medio de comunicación.de comunicación.

Martes y jueves de 15:30 a 16:00 hrs.Martes y jueves de 15:30 a 16:00 hrs.

1520 AM en Atlacomulco 1250 AM en Tejupilco 1080 1520 AM en Atlacomulco 1250 AM en Tejupilco 1080 AM en el Valle de México 1600 AM en el Valle de TolucaAM en el Valle de México 1600 AM en el Valle de Toluca

Radio Mexiquense [email protected] Mexiquense [email protected]

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El conflicto tiende a agravarse cuando uno de los implicados se muestra agre-sivo, autoritario, dominante, dogmáti-co, suspicaz. Si bien Stagner cree que la clave radica en la percepción, la forma como se percibe un conflicto depende del contexto y de las características de la personalidad de los intervinientes (Polnszak, S:2002).

En síntesis, ante situaciones inadmi-sibles en el aula es primordial que el maestro asuma la existencia del conflic-to y busque alternativas para plantearle en forma constructiva. En función de la magnitud del conflicto y de la experien-cia del maestro, es conveniente solici-tar la orientación o la colaboración del psicólogo. La definición de las causas y la intensidad del problema clarifican el modo de enfrentarlo. La actitud de es-conder la cabeza ante el conflicto no lo soluciona. Las soluciones constructivas mejoran las relaciones interpersonales en el grupo y favorecen el ambiente es-colar y el aprendizaje de los alumnos, así como el bienestar emocional de los actores de esta trama escolar.

ción y de comunicación pertinentes a la cultura, que los hacen negociables y modificables, exigiendo en las prácticas sociales educativas de personas con capacidades para ello. En esta misma alternativa hay quienes hacen visible y resuelven el conflicto desde la norma, desde los acuerdos establecidos, con-venidos y consensuados. Los sujetos actúan de acuerdo con lo pactado, en el convenio o contrato que suscriben las partes implicadas en el conflicto.

Efectivamente, el conflicto escolar debe ser atendido y solucionado en la medida de lo posible.

Conviene subrayar la incidencia que sobre el problema y la solución tienen las características personales de las partes.

Bibliografía

Johson, D. (1972), Psicología social de la educación, Buenos Aires, Editorial Kapelusz.

Ibarra Mustelier, Lourdes, Los confl itos escolares: Un problema de todos, Facultad de Psicología-Universidad de

la Habana.

Martínez Otero, U. (2001), “Confl ictos escolares y vías de solución”, en Educación y futuro, núm. 5.

Olweus D. (1998), Conductas de acoso y amenaza entre escolares, Madrid, Morata.

Picand, Ch. (2002), La mediación en confl ictos interpersonales y de pequeños grupos, Centro Félix Varela, Ciudad de la

Habana.

Polnszak, S (2002), La mediación de los confl ictos escolares: un abordaje desde la producción de sentido de los docentes,

Seminario sobre confl ictos, Ponencia, Mar del Plata.

Tinoco, B. (2006), “Educación en valores”, en Magisterio, año 4, núm. 2, marzo-abril.

Página electrónicahttp://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/

acosoescolar/index.htm

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TU HIJO: ¿ACOSADOR O ACOSADO?Nadia Santín MacíasDirección de Formación y Actualización DocenteToluca, Estado de México

¿Qué es el bullying?

Es cualquier forma de maltrato físico o verbal producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

Algunos síntomas del bullying son:1. Lesiones físicas2. Tristeza o depresión3. No salir con amigos (as)4. Estar mucho tiempo solo (a)5. Miedo de ir a la escuela6. Bajo rendimiento escolar7. Pérdida de objetos personales8. Nerviosismo antes de ir a la escuela

Algunas recomendaciones para luchar contra el bullying

Qué hacer como familia:• Hablar con sus hijos sobre todo lo que hacen• Estar al pendiente de su comportamiento (observarlos)• Procurar que cumplan las normas de casa• Inculcar valores• Observar su comportamiento con los demás• Recordarles que existen límites en su actuar• Mantener comunicación con sus profesores

Qué hacer como escuela:• Establecer reglas dentro del aula e institución• Ofrecer curso-taller sobre el tema a los alumnos• Impartir asesoría a los maestros sobre el tema• Distribuir información impresa a padres y alumnos• Reforzar los valores inculcados en casa

Qué hacer como medio de comunicación:• Campañas de concientización contra el bullying (programas de TV, radio, obras de teatro, etcétera)• Distribuir información impresa a la comunidad• Crear asociaciones de ayuda para la comunidad

Lo que no se debe hacer ante un caso de bullying:• No use la violencia contra los agresores• Pida ayuda, no trate el problema por su cuenta• No deje al niño (a) solo (a) con sus problemas

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¿Quiénes somos?

La Secretaría de Educa-ción del Estado de México en su afán de dar atención a los aspectos que pueden poner en riesgo la inte-gridad de los alumnos mexiquenses, ha priori-

zado la atención a uno de ellos, el bullying, buscando

la colaboración de varias instan-cias, tanto internas como externas, para

prevenir y atender lo relativo al fenómeno y conformando una Red interinstitucional que enderece acciones en pro del bienestar de los alumnos de escuelas primarias y secundarias de ambos subsistemas, estatal y federalizado.

Las instancias que participan en la Red inter-institucional a favor de la convivencia escolar para la no violencia, y que comparten el interés de la Secretaría de Educación, son las que ense-guida se enlistan:

1. Poder Judicial del Estado de México a tra-vés de los Centros de Mediación y Concilia-ción

2. Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIFEM)

3. Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEM

4. Agencia de Seguridad Estatal5. Sistema de Radio y Televisión

Mexiquense6. Comisión de Derechos Huma-

nos del Estado de México7. Instituto Mexiquense Con-

tra las Adicciones8. Instituto de la Defen-

soría Pública9. Instituto de Pre-vención del Delito

Secretaría de EducaciónToluca, Estado de México

Red interinstitucional a favor de la convivencia escolar para la no violencia bullying

10. Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte11. Servicios Educativos Integrados al Estado de México

¿Cuál es nuestro objetivo?Generar una política educativa en materia de convivencia,

atención, prevención y tratamiento del bullying, en los planteles de educación primaria y secundaria pública de los subsistemas estatal y federalizado del Estado de México, llevando un segui-miento y evaluación de las actividades emprendidas por la Red.

¿Qué acciones hemos emprendido hasta el momento?Se ha elaborado un convenio marco de colaboración inter-

institucional a favor de la convivencia escolar para la no violen-cia bullying, se han elaborado los instrumentos psicométricos respectivos para generar un diagnóstico estatal que nos permita medir el impacto del fenómeno, mismos que ya han sido aplica-dos, se está procesando la información y en breve estaremos en posibilidad de dar a conocer los resultados.

Asimismo, se ha generado una línea de atención telefónica gratuita (018000164667), con el propósito de dar atención a los casos que nos sean turnados por los directivos escolares, padres de familia o docentes de los planteles, o bien, poder em-prender acciones preventivas en sus instituciones.

Se ha trabajado en la elaboración de un manual de operacio-nes de la Red, que da pauta a las acciones específi cas que cada institución habrá de realizar a favor de una mejor convivencia entre los alumnos, evitando el uso de la violencia.

Por último se está trabajando en las acciones preventivas que permearán a todas las instituciones primarias y secundarias pú-blicas de ambos subsistemas del Estado de México, como lo son: un video institucional, carteles, entrevistas de radio y televisión y un protocolo de prevención del bullying y actos delictivos.

A grandes rasgos, estas son las acciones que hasta el momen-to ha realizado la Red.

¿Qué tipo de apoyos puede brindar al campo educativo?La Red está en posibilidad de capacitar a la comunidad escolar

(directivos, padres de familia, docentes y alumnos) acerca de la identifi cación del problema, para fortalecer la convivencia escolar y el principio de no violencia en la escuela.

Asimismo, realiza acciones preventivas como son: la media-ción que es una estrategia de intervención y la orientación, para evitar el confl icto. Y proyecta acciones correctivas como brindar atención médica y psicológica.

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN