MADRUGANDO CON DIOS - Gabriel Gil · de invierno del 2017. Abrí los ojos con cierta pesadez pero...

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

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  • MADRUGANDO CON DIOS

    Oración, devocionales y lecciones

    Gabriel Gil

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

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  • EN LA MADRUGADA

    Aún está muy oscuro no aparece la luz del día, pero mi alma enamorada

    te busca en esta madrugada.

    De rodillas mi ser se postra ante ti sedienta busco refugio mi honda melancolía

    muy pronto se calmaría pues eres lo único cierto,

    cuando todo parece un desierto.

    Con mis ojos cerrados entre plegarias y cánticos siento que me unges,

    Y como a la oveja perdida sanas mi herida.

    Renovada en esta madrugada leo tus promesas

    de mis ojos brota cual torrente lágrimas de alegría

    y la promesa de que diariamente te buscaré antes que aparezca la luz del día.

    ✻ ✻ ✻

    Autora: Sandra Zuleta Sangolquí, Ecuador. 2018

    Sus poemas en: https://n9.cl/28cy

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    https://n9.cl/28cy

  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene

    ––David

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  • MADRUGANDO CON DIOS Oración, Devocionales y Lecciones

    ©2019 Gabriel Gil Arancibia 1ª Edición Editor: Gabriel Gil Av. O’Higgins 344, La Calera (V Región), Chile Móvil: +569 57163157 Correo: [email protected] Website: https://gabrielgila.wordpress.com Diseño Portada y contraportada: Jonathan Leiva

    ISBN: 978-956-401-315-2

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    https://gabrielgila.wordpress.com

  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    DEDICATORIA y AGRADECIMIENTOS

    Dedico este libro a mis ‘madrugadores’, esa querida comunidad de fieles

    seguidores que día a día leen mis devocionales, los comentan, likean y

    comparten.

    Agradezco especialmente a Sandra, Osvaldo, Franklin, Jefté y Jonathan;

    “socios secretos” que me brindaron no solo su amistad, sino también sus

    talentos.

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  • Deja que las promesas de Dios brillen sobre tus problemas

    ––Corrie ten Boom

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    INDICE GENERAL Poema de Sandra Zuleta 5 Indice General 10 Cómo nace este libro y de qué trata 13

    SEIS CAPÍTULOS PREVIOS 17 Capítulo1: Orar de madrugada, ¿Por qué? 19 Capítulo 2: ¡Me cuesta Orar! 28 Capítulo 3: Orar es una Disciplina 34 Capítulo 4: Sólo con Oración 41 Capítulo 5: Enséñame a Orar 49 Capítulo 6: Hay poder en la Oración (Billy Graham) 55

    140 MADRUGADORES DE PODER 62 - Salir a caminar con Dios 63 - Dios es un peregrino que camina con nosotros 87 - En la cumbre me encuentro con Dios 111 - Orar con tu cónyuge, una estrategia poderosa 135 - A solas con Dios 159 - Hacer la comida con Dios 183 - Creer que Dios hará el milagro 207

    TRES POSTDATAS DEL CIELO 231 La oración es un trabajo pastoral (Osvaldo Gómez) 233 La oración en la gestión del líder (Franklin Iriarte) 241 Oración y teología (Jefté Retamal) 247

    Mis Queridos “Sibas” 260

    CONCLUSIÓN: Un día en la vida de Jesús 262 - Apéndices 270 - Índice detallado 279

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    Escribes porque hay fuego en tus huesos.

    Tienes que hacer esto, lo lean o no lo lean los demás

    ––Eugene Peterson

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  • CÓMO NACE ESTE LIBRO Y DE QUÉ TRATA

    Escribir este libro me tomó casi dos años; las pruebas de la vida me desgastaron y las carencias de todo tipo se hicieron más fuertes que nunca…, SIN EMBARGO, me fortalecí en Dios cada madrugada cuando descendía a la fuente de oración para beber agua del cielo que allí corría.

    ————— ❋ ————— No recuerdo con exactitud la fecha pero sí el año y la hora. Eran las 3:30 de la madrugada de un frío día de invierno del 2017. Abrí los ojos con cierta pesadez pero sabía que no había despertado por casualidad, era el Espíritu de Dios que deseaba pasar tiempo conmigo y por eso eligió hacerlo a esa hora (la quietud de la madrugada es ideal para estar a solas con el Señor; por eso el Espíritu suele darnos cita a esa hora).

    Debo reconocer que me incorporé aún adormilado pero obedeciendo una voz interna que me impulsaba a dejar las tibias sábanas que me cobijaban. Vencí la tentación de seguir durmiendo y descendí a la primera planta de la casa, el silencio era casi sagrado y se podía oír los ruidos de la noche que a esa hora susurraban (una lechuza volando, la brisa suave jugando con las ramas de los árboles afuera de mi ventana). El frío calaba los huesos y una sensación extraña recorría mi cuerpo, por un instante dudé si debía seguir en pie, a fin de cuentas estaba propenso a pescar un resfriado ––pensé––, pero inmediatamente deseché ese pensamiento vil.

    Sin darle más oportunidad a la mente traicionera me puse de rodillas a orar allí en mi sala donde estuve casi una hora, la cual puedo dar testimonio fue una jornada energizarte, de aquellas que hacen bien al alma. Cuando me levanté de la oración eran

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    las 4:30 de la mañana y en vez de irme a la cama, como suelo hacer después de orar temprano, me dirigí a mi oficina y me pregunté: ¿Si escribo alguna publicación a esta hora en mi red social, será que habrá alguien que la lea? Y sin más preámbulos estaba allí escribiendo una reflexión bíblica a la que titulé “BÚSCALO EN LAS MAÑANAS”.

    La publicación no tenía más de 150 palabras y consistió en la interpretación de un conocido versículo bíblico. Para mi sorpresa no pasaron ni dos minutos cuando recibí la primera notificación de un usuario que a esa hora había leído el post y lo comentó diciendo que “era una respuesta de Dios después de haber terminado su devocional matutino”. Esa persona era de Chile y al igual que yo se había levantado temprano para pasar tiempo con el Creador. Durante el transcurso del día esa publicación recibió varias reacciones positivas lo cual me animó a publicar un siguiente “devocional” a la misma hora el día después (y así lo hice).

    Al pasar los meses varias personas seguían mis devocionales en la red social donde los publicaba a diario; me leían fielmente e incluso me “reclamaban” cuando por alguna eventualidad no encontraban mis madrugadores (título que se me ocurrió ya que mis post iban dirigidos a personas que al igual que yo buscaban a Dios en las madrugadas). En fin, lejos de molestarme por esos ‘reclamos santos’ yo los veía como un impulso que me animaba a escribir. Demás está decir que recibí un montón de palabras de aliento y agradecimiento de personas que habían sido “tocadas” por mis reflexiones; los testimonios de seguidores inundaban mi correo y en más de alguna ocasión fueron el estímulo que necesitaba para seguir escribiendo cuando quise “tirar la toalla”.

    Luego comencé a compartir estas reflexiones en otra red social de comunicación masiva ––sólo para celulares–– creando para ello un grupo virtual donde comprometí a los integrantes a que compartieran mis reflexiones a todos sus contactos una vez las

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  • recibieran…, ¡y así lo han hecho hasta la actualidad! ¿Saben cómo llamé a ese grupo? Seguro ya lo han adivinado: “Para Madrugadores”. Varios de los miembros de este grupo me han dicho que mis reflexiones han llegado a distintos lugares que jamás pensé podrían llegar (España, Italia, Japón, El Congo, Alaska, India, casi toda América, entre otras localidades).

    Finalmente decidí convertir estas reflexiones en lo que ahora tienes en tus manos, MADRUGANDO CON DIOS. No obstante debo aclarar que este libro no contiene todas mis reflexiones (serían demasiadas), he seleccionado las 140 más leídas y compartidas por mi público, éstas son a juicio de mis lectores “las que más bendición han traído”. Estos “madrugadores” son reflexiones cortas, de no más de 250 palabras donde tomo un versículo bíblico y lo interpreto y aplico a la vida práctica; cada una de estas reflexiones nació en mis madrugadas con Dios después de haber pasado tiempo con Él; de ahí el nombre del libro. Y de hecho cada día sigo escribiendo nuevas reflexiones que siguen aportando valor a las vidas de quienes las leen (encuéntralas en mis redes).

    Pero antes de leer mis 140 madrugadores les invito a disfrutar seis capítulos previos concernientes a la oración y luego, al final del libro tres postdatas del cielo (artículos) que unos fieles colaboradores escribieron para ustedes, se trata de personas que han entendido la importancia de la oración como una herramienta efectiva para triunfar en las distintas áreas de la vida.

    Por último y tal como suelo pedir en las redes sociales lo vuelvo a hacer ahora: POR FAVOR, COMPARTA ESTE LIBRO.

    Gabriel Gil Arancibia Autor

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  • 6 CAPÍTULOS PREVIOS

    Hace mucho tiempo deseaba compartir con mis lectores lo que pienso y he aprendido acerca de la oración, así que aproveché este libro para plasmar en él cinco capítulos

    propios y “uno prestado” respecto a esta preciosa disciplina espiritual.

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  • Capítulo 1

    ORAR DE MADRUGADA, ¿POR QUÉ?

    La primera vez que oré de madrugada fue hace bastantes años, cuando recién comenzaba mi vida cristiana. Uno de mis amigos de aquella época me dijo: ¿Quieres acompañarme al templo a las 5 a.m. mañana para orar? Yo pensé, “este tipo está loco”, pero no era así. Roni tenía una vida de oración ejemplar, algo atípico en un adolescente de 15 años. Así que sin pensarlo dos veces acepté la invitación y allí estaba yo al día siguiente, esperando a que el templo lo abrieran y algo molesto porque mi mentor espiritual no daba ni luces de aparecer. De pronto oí el cerrojo abrir y de adentro salió Roni, mi sorpresa fue grande porque no sabía que hacía allí. Tranquilo, me dijo, he estado acá desde anoche, me la he pasado orando y esperando que llegaras. Yo me quedé muy asombrado porque no sabía que alguien pudiera orar tanto. Finalmente entré y él me instruyó cómo orar y qué decir; éramos dos jovencitos derramando nuestra alma ante Dios, dejando que lágrimas y emociones brotaran con fluidez.

    Esa fue mi primera experiencia de orar de madrugada, de esto han pasado 28 años y aún lo recuerdo con gran viveza.

    1. Jesús Oraba en las madrugadas

    “Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba” (Marcos 1:35).

    Todo lo que hacía Jesús era con un propósito, esto incluye el orar de madrugada. Con esto no estoy afirmando que orar muy temprano en las mañanas sea un requisito en la vida de un cristiano, pero sí orar. Esto puede hacerse durante el día y en cualquier momento cuando las condiciones se presten para

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    ello; en realidad no existe un tiempo ideal para orar, uno mismo es quien crea ese tiempo. De ahí que no estoy de acuerdo con ciertos predicadores que dicen que “en la madrugada la fila para presentar las peticiones a Dios está más corta”, aunque suena bien como una metáfora lo cierto es que el camino a Dios no tiene colas, es expedito. Y no obstante Jesús oraba de madrugada, ¿por qué?

    Para responder la preguntada planteada es preciso leer todo el contexto del versículo:

    De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario. Allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron a buscarlo, y cuando lo encontraron le dijeron: ‘Todos te están buscando’. El les contestó: ‘Vámonos a los pueblecitos vecinos, para predicar también allí, pues para esto he salido’. Y Jesús empezó a visitar las sinagogas de aquella gente, recorriendo toda Galilea. Predicaba y expulsaba a los demonios (Marcos 1:35-39).

    Notamos aquí a un Jesús trabajador, incansable de hacer la Obra de Dios, siempre proactivo y dispuesto a caminar la segunda milla con tal de sembrar el Reino en todas partes. Pero también notamos a un Jesús que tenía las prioridades claras, él sabía que la predicación del evangelio, la enseñanza, la sanidad de las personas era importante pero no más que su comunión con Dios; por eso “antes de salir a trabajar” lo primero que hacía era orar, porque allí, en la intimidad con el Padre Jesús recibía la energía necesaria para laborar todo el día, era en sus tiempos de oración ––a primera hora del día–– cuando el Maestro encontraba fortaleza, dirección, motivación, ayuda y la cobertura necesaria para aguantar toda la agenda que tenía por delante.

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  • Fue este ejemplo el que quizá motivo a Martín Lutero a escribir: “Tengo tantas cosas que hacer hoy que las primeras tres horas del día las pasaré orando oh Señor”. ¡Wow! No sé usted pero leer tamaña afirmación me confronta, me hace pensar qué tan bien estoy llevando mi calendario espiritual; más bien debo reconocer que muchas veces he comenzado mi jornada así nomás, a las carreras, sin detenerme a orar con el debido tiempo que esto amerita. Me pregunto, ‘si en verdad dedicase más tiempo a orar de madrugada, ¿qué tan distintos serían mis resultados?’. Y me respondo yo mismo: Completamente distintos, ¡serían realmente grandiosos!

    Jesús oraba de madrugada, Martín Lutero también y así los grandes hombres y mujeres de Dios que han liderado causas, movimientos y avivamientos a lo largo de la historia; todos ellos encontraron sus fuerzas en las primeras horas del día cuando el sol aún no sale, cuando el resto de los mortales dormimos ‘ellos ya están trabajando en el Espíritu para luego cosechar los logros’.

    Ahora bien, Jesús no solo oraba en las madrugadas, lo hacía en diferentes horarios del día. Su vida era una oración en sí misma, lo cual nos invita a nosotros a hacer lo mismo (que nuestro estilo de vida sea como la oración más espiritual que hemos elevado al Padre). Por eso podemos afirmar que Jesús oraba y mucho, pero ¿por qué?

    El pastor y autor digital Gerson Morey en su blog “El teclado de Gerson” esgrime al menos tres razones por las que Jesús oraba continuamente : 1

    • Disfrutaba la comunión con el Padre: La noche antes de ser entregado mientras compartía con sus

    Gerson Morey es pastor en la Iglesia Día de Adoración en la ciudad de Davie en el Sur 1de la Florida y autor del blog cristiano El Teclado de Gerson. Está casado con Aidee y tienen tres hijos, Christopher, Denilson y Johanan. Puedes encontrarlo en Twitter: @gersonmorey.

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    http://www.eltecladodegerson.com/https://twitter.com/gersonmorey

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    discípulos en el aposento alto, Jesús oró al Padre en presencia de ellos diciendo: “porque me has amado desde antes de la fundación del mundo” (Juan 17:24). Desde esta declaración entendemos que aun antes de la creación, había entre el Padre y el Hijo una relación de amor y disfrute mutuo. El Padre gozaba con el Hijo y viceversa. Por eso, no es de sorprender que Jesús tomara tiempo a solas para la oración con Dios. El amor que hay entre ambos fue un vínculo indisoluble, y ni siquiera fue interrumpido por el ministerio terrenal de nuestro Señor. Por eso, es necesario concluir que Jesús oraba porque disfrutaba de la comunión de Su Padre.

    • En su humanidad, dependía del Padre: La Biblia también nos muestras que Jesús tuvo experiencias que pertenecen a la esfera de la humanidad. El apóstol Juan en su primera epístola se encarga de enfatizar que nuestro Señor no solo vino como Dios, sino que también “ha venido en carne” (1 Juan 4:2),  y en virtud de su humanidad, participó de las aflicciones, miserias y necesidades del ser humano. Por eso, era absolutamente dependiente del Padre. Su sostenimiento, provisión y protección venían de Él. El único que lo podía entender en su angustia y socorrerlo en su necesidad era Su Padre. Su oración era una evidencia que dependía de la ayuda divina. Por eso, el escritor de Hebreos dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” (Hebreos 5:7). A partir de aquí concluimos que Jesús también oraba porque, como hombre, dependía del Padre.

    • Para modelarnos la vida que agrada al Padre: Cristo es nuestro ejemplo de obediencia perfecta y de una vida que agrada a Dios. Él es nuestro ejemplo supremo de santidad, piedad y pureza. El apóstol Pedro dijo que “Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para

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    https://biblia.com/bible/nblh/Juan%2017.24?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/1%20Jn%204.2?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/Heb%205.7?culture=es

  • que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21). Y en ese mismo contexto decía que “cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:22, 23). Lo que el apóstol destacaba era que la actitud que Jesús tenía de encomendarse a Dios es una virtud a imitar, en especial cuando sufrimos. Ademas, otro apóstol dijo en un sentido parecido: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). Esto quiere decir que la vida de Jesús –incluyendo la vida de oración– es el ejemplo de una vida que agrada al Padre. Él es nuestro modelo y nosotros lo imitamos. Nuestro Señor no se limitó a ordenarnos a orar, sino que también él mismo fue un ejemplo de oración . 2

    2. Un horario propicio

    Ya dijimos que orar de madrugada no es una regla, pero presenta ciertas condiciones que invitan a hacerlo:

    La madrugada puede ser un buen horario para concentrarse más en la oración. El período suele tener menos distracciones e interrupciones y siempre es bueno tener un tiempo en el que toda su atención esté dirigida a Dios. Por eso la madrugada es para miles de personas el mejor momento del día para orar, una de esas soy yo…, me encanta presentarme de rodillas ante el Señor antes que el sol aparezca, es una experiencia única que solo aquellos que la practican sabrán entender a cabalidad.

    Por otra parte todos llevamos un reloj interno que nos indica cuáles horarios del día son más productivos para nosotros. Hay personas que su dosis de energía más alta es en las mañanas, otras en cambio funcionan mejor de tarde y algunas ––las noctámbulas–– lo hacen muy bien en las noches (aunque éstas son poco comunes). El punto es que debemos buscar el mejor

    Este material fue tomado de la página COALICIÓN POR EL EVANGELIO: https://2www.coalicionporelevangelio.org/articulo/3-razones-por-que-jesus-oraba/

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    https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/3-razones-por-que-jesus-oraba/https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/3-razones-por-que-jesus-oraba/https://biblia.com/bible/nblh/1%20Ped%202.21?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/1%20Ped%202.22?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/1%20Ped%202.22?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/1%20Pedro%202.23?culture=eshttps://biblia.com/bible/nblh/1%20Jn%202.6?culture=es

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    horario para orar, el mío es en la mañana, pero esto no quita que ore en más ocasiones durante el día.

    El problema es cuando buscamos “la quinta pata al gato” como excusa para no orar: mucho calor, mucho frío, mucho ruido, demasiada luz, interrupciones varias, etc. El asunto es simple, siempre hallaremos una justificación para no orar, por eso es preciso “domesticar el cuerpo”, acostumbrarlo a no hacer lo que se le venga en gana (no orar, por ejemplo); en cambio debemos someterlo a los designios del Espíritu y si éste te dice que te levantes a las 4 de la mañana a orar, pues claro que te vas a resentir, pero es mejor hacerle caso a Dios que sucumbir a la poderosa mano de “sabanás”.

    Hay un proverbio muy potente en las Escrituras que dice:  “Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?” . Al leer este adagio bíblico 3comprendo la gravedad de quedarme en cama pudiendo levantarme para orar, pues al hacerlo combato la pereza desde el inicio del día y no le permito que se instale ni en mi cuerpo ni en mi mente pues he concedido a Dios el permiso de entrenarme para la victoria, lo hace todos los días cuando me saca de la cama antes de que el sol salga.

    3. Beneficios y/ó razones del porqué orar de madrugada

    1º La madrugada es el inicio del día. Nada mejor que comenzar la jornada agradeciendo, por eso orar de madrugada nos ayuda a cultivar nuestra vida de agradecimiento. Una persona agradecida es más feliz, más sana, más equilibrada.

    2º La madrugada suele ser en muchos lugares un tiempo de quietud, por eso orar a esta hora nos permitirá concentrarnos en Dios, sin ruidos de ambiente (niños jugando, automóviles

    Proverbios 6:9 versión Reina Valera 19603

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  • circulando, personas trabajando). Y entre menos ruido será más fácil “escuchar el silencio”.

    3º La madrugada es una invitación a vencer nuestro letargo, nuestro sueño, nuestra comodidad. Al levantarnos de nuestra cama le estamos diciendo al cuerpo que él no está al mando ––como suele hacernos creer–– sino el espíritu que habita dentro de nosotros. Al madrugar para orar fortalecemos el espíritu.

    4º La madrugada es propicia para orar porque nuestra mente está despejada de las preocupaciones diarias. Acabamos de descansar la noche anterior por lo que será más fácil llenar la mente con la información correcta, información que proviene de Dios cuando madrugamos a orar.

    5º Orar de madrugada nos crea el hábito de poner a Dios en primer lugar en nuestra agenda. Todo hábito para que se vuelva un hábito debe practicarse vez tras vez; orar de madrugada lo hace posible y a la larga haremos de la comunión con el Señor nuestra “prioridad alfa”.

    6º Orar de madrugada enciende el motor interno que todos llevamos dentro, pero que en algunos (mejor dicho en varios) está apagado. La oración no solo lo enciende, lo mantiene lubricado y en marcha para permitirnos avanzar por los caminos de la vida.

    7º Orar de madrugada es un acto de humildad porque reconoces que no te despertaste por un mero acto físico, sino por algo más profundo. Al orar de mañana reconoces que te levantaste por la gracia y el poder de Dios, por eso agradeces y te mantienes dependiente de Él.

    8º Orar de madrugada te permite orar más largo que hacerlo durante el resto del día. A esa hora (en la mañana) pareciera que el tiempo se detiene y que tienes a tu disposición una eternidad para pasar con el Padre.

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    9º La madrugada es como un oasis de paz en medio del desierto. Son oportunidades que el Padre te brinda pero que muy pocos aprovechan; por eso orar de madrugada es como el agua para el peregrino cansado del camino.

    10º Orar de madrugada te permite llenarte de energía física, mental y por supuesto espiritual; todo esto es como un blindaje que te ayudará a soportar los ataques del enemigo y las cargas del día.

    Termino este capítulo con un salmo que Dios me entregó en mis tiempos de oración, cuando parecía que nada tenía sentido para mí:

    Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas (Salmos 63:1).

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    Capítulo 2

    ¡ME CUESTA ORAR!

    Orar es para el cristiano como el agua para el pez, como el oxígeno para el humano, como el sol para la flor. Simplemente no podemos no orar, 'una vida sin oración no tiene dirección’; sin ella nuestra vida espiritual moriría.

    Esto que acabo de enunciar lo he predicado desde hace veinte años ––o quizás más––, y sin embargo debo ser honesto con ustedes: No siempre lo he practicado. No me siento orgulloso de esta confesión pero tampoco culpable, ¿la razón? Muy sencillo, sé que no soy el único que ha vivido esto, sé que cientos de miles de cristianos saben que la oración es buena, es necesaria y una obligación, pero al igual que yo a veces obviamos esta verdad. Este mal accionar (orar a veces) debe ser remediado cuanto antes pues una vida sin oración es de seguro una vida en derrota (créanme, estoy arreglando mi vida de oración, este libro es prueba de ello).

    Pero entonces, ¿por qué nos cuesta tanto orar a pesar de saber lo mucho que la oración nos beneficia? Les diré porqué.

    1. Orar no es fácil

    Martín Lutero solía decir: “Cuando me dispongo a orar toda clase de acusadores se presentan a mi puerta”, haciendo alusión a que cuando el cristiano desea orar obran en su contra pensamientos negativos, recuerdos nocivos y voces internas que buscan ningunearlo o convencerlo de no ser apto para presentarse ante el Padre. Yo he vivido estos episodios (más de lo que me gustaría), y puedo decir con certeza que orar nunca me ha resultado fácil, si bien este lindo hábito cada vez me resulta más atractivo y ha ido creciendo en mí.

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  • Así que lo que hago es radical: Cuando estoy de rodillas orando y vienen “esos acusadores” elevo mi voz con fuerza y los mando callar, no una sino todas las veces que sea necesario. Y tanta es mi insistencia que poco a poco esas voces se apagan para finalmente escuchar la única voz que me interesa oír, la de Dios hablándome y la mía suplicándole.

    Esta lucha no ocurre a veces, es un constante en mí ––y me atrevería a decir que en varios–– porque el enemigo está muy interesado en vernos raquíticos espiritualmente, y la mejor forma es provocar el que no oremos.

    2. Siempre habrá resistencia para orar

    No se extrañen de lo que acabo de escribir pues tengo sustento bíblico para ello. En Romanos 7 vemos a Pablo teniendo una lucha enorme consigo mismo, pues mientras él busca hacer el bien encuentra una resistencia que se opone férreamente y lo insta al mal:

    Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros . 4

    Varios exégetas han interpretado este pasaje y han arrojado diversas posturas:

    • Pablo tenía una lucha con su naturaleza pecaminosa • Pablo luchaba con su falta de disciplina personal • Pablo tenía un pecado oculto que no lo dejaba en paz • Pablo era inconstante en su vida espiritual

    Romanos 7:21-23 versión Reina Valera 19604

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    En cierta ocasión presenté estas posturas en una de mis clases de seminario y un alumno de manera espontánea y jocosa dijo: “Profesor, no sé mis compañeros pero yo las tengo todas”. Las risas en el salón acompañaron esta declaración, pero luego de un silencio el mismo joven dijo: “Aunque suene gracioso es verdad”, y sus ojos inyectados en lágrimas así lo demostraban.

    Este alumno fue muy honesto consigo mismo y valiente al exponerse así a sus pares (puedo dar fe que hoy es líder de un ministerio fructífero). La lección que yo aprendí por medio de ese discípulo es que la debilidad de Pablo es cercana a todos, o al menos a quienes con humildad reconocen que “algo en su interior se opone a la voluntad de Dios”. Ese algo puede ser una, todas o más de las posturas que escribí arriba; el asunto es claro, nuestra naturaleza humana siempre resistirá los designios del Espíritu…, ¡siempre! Y eso incluye orar.

    3. La tentación de orar como un hipócrita

    ¿Qué es esto de orar como un hipócrita? Para responder esta pregunta leamos una breve definición que la RAE (Real Academia Española) hace respecto a la palabra hipocresía:

    Hipócrita es aquel que actúa con hipocresía. Es decir que finge sentimientos o cualidades que, en realidad, contradicen lo que verdaderamente siente o piensa. El concepto de  hipocresía  proviene de un vocablo griego que hace referencia a la función de desempeñar un papel, de actuar (ὑποκρισία - hypokrisía). En la Antigua Grecia el hipócrita era un  actor teatral, sin ningún tipo de connotación negativa. Posteriormente, en esta misma cultura, se utilizó el término para referirse a aquellos que «actuaban» en la vida cotidiana, es decir que fingían

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  • ser personas que no eran; significado que todavía se le da .  5

    Según esta definición un hipócrita es alguien que finge lo que no es, engañando a quienes le rodean. Pero, ¿será que Dios puede ser burlado? Claro que no, la Biblia lo afirma: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado” (Gálatas 6:7).

    Por lo tanto el hipócrita, desde el punto de vista bíblico se engaña a sí mismo porque no expresa lo que en realidad hay en su corazón: mentira, avaricia, ostentación, ansias de poder, pecado. Todo eso lo oculta hábilmente bajo un manto de seudo-santidad, la misma que los ilusos suelen admirar pero que Dios detesta. Se engaña a sí mismo porque lleva tantos años realizando su show que termina por creerlo y defenderlo. Estos hipócritas también son ciegos pues no pueden ver el mal que hacen y mucho menos se dejan guiar a la luz del evangelio…, no quieren ni pueden ver . 6

    Leamos lo que un diccionario teológico dice al respecto:

    La hipocresía religiosa no es sencillamente una mentira; engaña al prójimo para conquistar su estima a partir de gestos religiosos cuya intención no es simple. El hipócrita parece obrar para Dios, pero en realidad obra para sí mismo. Las prácticas más recomendables, limosna, oración, ayuno se pervierten así por la preocupación de «hacerse notar»  (Mateo 6:2-4 y 16; Mateo 23:5). Este hábito de establecer cierta distancia entre el corazón y los  labios induce a disimular intenciones malignas, como cuando con el pretexto de una cuestión jurídica se quiere poner una asechanza a Jesús (Mateo 22:18; Jeremías 18:18). El hipócrita, deseoso de quedar

    https://definicion.de/hipocrita/5

    http://hjg.com.ar/vocbib/art/hipocrita.html6

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    http://hjg.com.ar/vocbib/art/hipocrita.htmlhttps://definicion.de/hipocrita/

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    bien, de «salvar el  rostro», sabe elegir entre los preceptos o disponerlos con una casuística sutil: así puede filtrar el mosquito y tragarse el camello (Mateo 23:24) o encauzar las prescripciones divinas en favor de su rapiña o de su intemperancia (Mateo 23:25). «¡Hipócritas!, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí» (Mateo 15:7) . 7

    Los hipócritas son ‘falsos piadosos’ (del hebreo jânêf), o también “alguien impuro, uno que se ha alejado de Dios”. Pero también los hipócritas son gente profana, que se ha corrompido pero que aún así siguen ejerciendo virtudes sagradas como la oración, el ayuno, la predicación o incluso la dirección de una congregación . 8

    Así entonces debemos cuidarnos de “orar como un hipócrita”; es decir, sólo de apariencia (de labios para afuera), para ser vistos por Dios, para calmar nuestra culpa, para acallar la conciencia, para pagar una penitencia, para cumplir un requisito, para sentirnos bien con nosotros mismos o para demostrar a nuestros seguidores lo mucho que oramos. Cuidado de orar como los fariseos ––dijo Jesús––, seamos más bien como el humilde publicano que sin despegar su cara del suelo decía: “¡Sé propicio a mí que soy un pecador!”.

    Ahora bien, orar es difícil y cuesta (hablo desde mi experiencia), pero no por eso vamos a no hacerlo. En el siguiente capítulo les hablaré de la importancia de “disciplinar mente y cuerpo para orar con eficiencia”.

    El formalismo del hipócrita http://hjg.com.ar/vocbib/art/hipocrita.html7

    https://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/significado/hipocrita/8

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    http://hjg.com.ar/vocbib/art/hipocrita.htmlhttps://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/significado/hipocrita/

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    Capítulo 3

    ORAR ES UNA DISCIPLINA ESPIRITUAL

    En el primer seminario donde estudié teología (Setemin, Chile) descubrí la importancia de tener una vida espiritual fuerte; varios de mis compañeros eran verdaderos campeones de oración y me aventajaban por lejos en el ejercicio de esta virtud. Pero no fue sino hasta que ingresé a Semisud (Ecuador) cuando aprendí que la oración es una disciplina espiritual que puede ser ejercitada como un hábito formal, tuve allí profesores que no solo eran teólogos renombrados sino también ‘maestros espirituales’ que me indujeron a la vida contemplativa de formas que nunca antes había experimentado. Aprendí con ellos ––y con los libros que me facilitaron–– algunos ejercicios espirituales que pensaba no correspondían a un cristiano, pero no hablaré de eso pues el presente libro perdería su rumbo. Concentrémonos más bien en los siguientes párrafos.

    1. ¿Qué es la disciplina personal?

    Se conoce como disciplina a la capacidad que puede ser desarrollada por cualquier ser humano y que implica, para toda circunstancia u ocasión, la puesta en práctica de una actuación ordenada y perseverante, en orden a obtener un bien o fin determinado. Es decir, para conseguir un objetivo en la vida, cualquiera que nos propongamos, por más perseverancia o fortaleza que se tenga y que claro ayudará a lograrlo, resulta indispensable tener o disponer de un orden personal que nos organice para alcanzarlo de un modo más concreto, prolijo y sin fisuras . 9

    http://www.definicionabc.com/9

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    http://www.definicionabc.com/

  • Brillante definición, sin embargo está un poco incompleta. Yo agregaría que la disciplina para que sea efectiva debe nutrirse de tres ‘alimentos’ indispensables:  Perseverancia, Fuerza de Voluntad y Motivación.

    • Perseverancia: El término perseverancia proviene del latín  perseverantia. La perseverancia es sinónimo de constancia, persistencia, firmeza, dedicación y tesón. En este sentido, se aplica tanto en las ideas, como en las actitudes, en la realización de algo, en la ejecución de propósitos o en las resoluciones del ánimo. El término perseverancia puede ser empleado en cualquier circunstancia de la vida. Para ser perseverante se debe tener un objetivo claro o una meta que justifique el esfuerzo o dedicación en un período de tiempo generalmente extenso. Es por ello que se dice que la perseverancia es la clave del éxito en muchas situaciones, a pesar de que lo importante es saber cuándo perseverar y cuándo no . 10

    • Fuerza de voluntad: La  fuerza de voluntad  es una capacidad que podemos aprender y desarrollar. Es como un músculo, se puede entrenar. Así como para los atletas resulta imprescindible la preparación física y mental, también para nosotros prepararnos para lograr nuestros objetivos será una labor fundamental. Albert Einstein dijo: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad” . 11La  fuerza de voluntad es totalmente personal e intransferible. Es decir, la decisión de crecer como persona, de superarte a ti mismo y de ir más allá de tus propios límites es totalmente personal e intransferible . 12

    https://www.significados.com/perseverancia/10

    https://lamenteesmaravillosa.com/la-fuerza-de-voluntad/11

    https://www.definicionabc.com/social/fuerza-de-voluntad.php12

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    https://www.definicionabc.com/social/fuerza-de-voluntad.phphttps://www.significados.com/perseverancia/https://lamenteesmaravillosa.com/la-fuerza-de-voluntad/

  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    • Motivación: La palabra motivación  es resultado de la combinación de los vocablos latinos  motus  (traducido como “movido”) y motio (que significa “movimiento”). A juzgar por el sentido que se le atribuye al concepto desde el campo de la psicología y de la filosofía, una motivación se basa en aquellas cosas que  impulsan a un individuo a llevar a cabo ciertas acciones y a  mantener firme su conducta  hasta lograr cumplir todos los objetivos planteados. La noción, además, está asociada a la voluntad y al interés. En otras palabras, puede definirse a la motivación como la voluntad que estimula a hacer un esfuerzo con el propósito de alcanzar ciertas metas . 13

    Pero por más perseverancia, fuerza de voluntad y motivación que tengamos, sin un  orden,  dirección  y  sistema  los logros obtenidos serán raquíticos, ¡y la disciplina brinda orden, dirección y sistema! De ahí que sin disciplina será imposible conseguir los objetivos propuestos, uno de ellos puede ser 'orar a diario durante una hora seguida’. Esto simplemente no sucederá si no se es disciplinado.

    Por otra parte la disciplina personal es aquella capacidad de hacer lo que sabemos demos hacer y hacerlo, aunque no nos guste, aunque no queramos, pero que estamos conscientes producirá un resultado.

    2. La disciplina es una entrenadora de campeones

    Les dije párrafos atrás que tuve compañeros de seminario que eran “campeones de oración”; y por esto no me refiero a que ellos competían entre sí para ver quien oraba más, sino que eran personas que habían hecho de la oración un hábito, una rutina diaria de levantarse muy de madrugada a orar. ¿Cómo lo consiguieron? Sencillo, dejándose entrenar por la disciplina.

    https://definicion.de/motivacion/13

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    https://definicion.de/motivacion/

  • En la Biblia encontramos un pasaje revelador uno al cual yo mismo vuelvo vez tras vez para aprender de él:

    “Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella” (Hebreos 12:11).

    Al menos tres verdades aprendemos de este versículo:

    • La disciplina no es agradable: Esto es una verdad innegable pues a menos que usted sea un masoquista a nadie le agrada levantarse a las 4 de la mañana para salir a trotar, correr, leer u orar; claro está, las personas que ya están entrenadas para ello encuentran esto ‘normal’, pero en realidad es doloroso, incómodo, desgastante; y no obstante arroja resultados impresionantes para quien lo ejerce.

    • La disciplina conduce al éxito: Pregúntele a cualquier persona que haya triunfado en alguna área (artes, cocina, deporte, música, liderazgo) cómo lo consiguieron, seguramente todas le dirán que tuvieron que disciplinarse para ello. El triunfo no les vino de la noche a la mañana, debieron ejercer disciplina constante para obtener la maestría. Lo mismo ocurre con la oración diaria, para hacer de ella un hábito debemos dejar que la disciplina nos conduzca a la consumación de lo que buscamos…, una vida de oración.

    • La disciplina es una maestra dura pero eficaz: Nunca la disciplina es suave, no para los que en verdad han entendido que el esfuerzo disciplinado trae resultados sistemáticos. Por eso la disciplina es una maestra dura, no es misericordiosa ni compasiva, nos exige, nos estira, nos aprieta, nos revienta y golpea, pero

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    al final obtiene lo que quería, equiparnos con las herramientas necesarias para enfrentar la vida. Con la oración pasa lo mismo, la disciplina nos forma en oradores disciplinados, constantes, felices y plenos; eso ocurre siempre y cuando dejemos que la disciplina nos instruya lo cual suele ocurrir en la madrugada, cuando los campeones están de pie para entrenar.

    3. La disciplina es necesaria para orar a diario de madrugada

    Si usted es como yo, que lucha a diario con su naturaleza pecaminosa y floja, entonces necesita más que nunca de la disciplina personal para desarrollar una vida de oración fructífera, y si desea orar de madrugada al punto de hacer de esto su estilo de vida, entonces necesita leer lo que los siguientes maestros tienen que decirle para luego hacer los cambios internos necesarios para alcanzar su objetivo, ‘orar antes de que el sol salga no una vez, sino todos los días por el resto de su vida’.

    • Yokoi Kenji: La disciplina tarde o temprano vence a la inteligencia. No hace falta ser muy inteligente para triunfar en la vida, pero sí disciplinado. La disciplina mejora las cosas, las personas, la vida. La disciplina tiene la cualidad de mejorarte a ti. La falta de disciplina, por más talento que tengas, te hará perder oportunidades

    . 14

    • Miguel Ángel Cornejo: Si a la vida le apuesto un centavo la vida me devuelve un centavo, la disciplina te ayuda a ser un mejor inversionista. En la vida para ser un triunfador se necesita disciplina, ésta te convierte en un forjador de tu destino. La disciplina  es una ciencia que  requiere tiempo  completo. No sacamos nada  en ser

    Gabriel Gil. https://gabrielgila.wordpress.com/2017/03/15/eso-que-los-triunfadores-14llaman-disciplina/

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    https://gabrielgila.wordpress.com/2017/03/15/eso-que-los-triunfadores-llaman-disciplina/https://gabrielgila.wordpress.com/2017/03/15/eso-que-los-triunfadores-llaman-disciplina/

  • disciplinado  en un área y en  otras no, si lo haces tarde o temprano la parte no disciplinada te pasará factura . 15

    • Jim Rohn: La verdadera disciplina no es fácil. La verdad es que es más fácil encender la televisión que apagarla. La misma disciplina que aplicamos en hacer la cama todos los días es la que debemos aplicar en cada una de nuestras áreas. Escoger la vida  disciplinada hoy  repercutirá en  ganancias  suculentas mañana,  las recompensas futuras valen el precio del sacrificio hoy . 16

    Cuando comencé a levantarme de madrugada para orar y luego escribir los “madrugadores” (tres años llevo haciendo esto), me di cuenta que así como podía hacer eso podía hacer cualquier otra cosa. Madrugarme para pasar tiempo con Dios me disciplinó, me ayudó a creer en mí mismo, me direccionó e impulsó a avanzar a la conquista de otras metas, las cuales aún persigo ‘un día a la vez’, disciplinadamente y con la misma pasión que pongo cuando de madrugada busco el rostro de mi Creador.


    Ibid15

    Ibid16

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  • Capítulo 4

    SÓLO SALE CON ORACIÓN

    Conocido es el viejo refrán cristiano que dice, “la solución a todos tus problemas está a 50 centímetros del suelo”; refiriéndose a que por medio de la oración podemos salvar cualquier situación por más adversa que ésta sea. Otro refrán igualmente conocido es el que dice: “La oración es la llave que abre todas las puertas”, siendo su significado muy similar al anterior.

    Pero, ¿de dónde habrán salido estos adagios? La Biblia no los contiene, al menos literalmente, pero sí el principio de los mismos. Y me atrevo a sostener que hay un versículo que da origen a éstos y otros proverbios populares respecto a la oración, un verso enunciado por el propio Señor Jesucristo en el cual esgrime una verdad innegable:

    Pero este género no sale sino con oración y ‘ayuno’ . 17

    1. El contexto del texto

    El autor del evangelio ––Mateo–– intenta demostrar a su audiencia que Jesús es el Mesías esperado, por eso salpica su libro con narraciones de milagros, genealogías y constantes referencias al Antiguo Testamento para convencer a sus lectores que el Cristo anhelado está aquí, presente entre ellos.

    Este episodio en particular, el del niño ‘endemoniado’ o mejor dicho “epiléptico”, da cuenta del poder de Cristo sobre las enfermedades físicas y también sobre los misterios espirituales. El escritor nos dice que la audiencia se quejó ante Jesús porque “los discípulos no pudieron expulsar al demonio” (sanarlo,

    Mateo 17:21 versión Raina Valera 196017

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    liberarlo), reclamo que otros evangelistas también registran (Marcos 9:14-19; Lucas 9:37-42); y que de hecho sus propios seguidores lo asumen: ¿Por qué no pudimos nosotros expulsar al demonio? ––le dijeron. La respuesta del Maestro es categórica: “Este género (especie, tipo, categoría) no sale sino con oración”. El término “ayuno” (que aparece en algunas versiones) es un añadido posterior de lo cual no hablaré porque el propósito de mi libro se desvirtuaría, salvo lo que investigué y escribí abajo en la nota al pie . Sólo diré que en el original la 18frase “sino con oración y ayuno” no existe, sino sólo… “sale con oración”.

    El contexto de Mateo 17 es la fe, la cual es necesaria para enfrentar la vida y triunfar sobre ella ya que muchas veces nos presenta adversidades imposibles de solucionar en lo natural (como el caso de este niño enfermo); de ahí que la fe es necesaria para salir adelante. Sin fe es probable que nuestra embarcación se hunda en los mares de la incertidumbre humana.

    Sin embargo debo aclarar que la respuesta de Jesús bien podría traducirse de esta manera: “No pudieron expulsar al demonio

    Este pasaje (Mateo 17:21) no aparece en ninguno de los antiguos manuscritos griegos, 18aunque si en el Mateo hebreo y la Peshitta. El “ayuno” no va contra ningún mandamiento. El problema aquí es solo que contradice las palabras de Jesús, él enseño que su presencia equivale a estar en una boda por lo tanto el razonamiento lógico es: Si ellos estaban en bodas significaba estar gozoso lo opuesto a ayunar (Mt. 9:14-15). Evidentemente estas palabras ––y ayuno–– fueron añadidas por copistas de la Biblia. Parece que estos copistas abogaban por el ayuno y lo practicaban y por eso añadieron referencias a ello repetidas veces donde no se encontraban en copias más tempranas. Lo mismo ocurre con Mateo 18:11 Versión Valera: “Porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.”  Si buscáramos estos pasajes en versiones modernas como la Biblia de Jerusalén (católica) y la Palabra de Dios para Todos (evangélica), no se podrían hallar. ¿Por qué? La erudición bíblica ha sacado a luz que patentemente estas palabras nunca fueron parte de los manuscritos originales. Estas declaraciones no  se encuentran en manuscritos antiguos que datan de fecha tan remota como la del cuarto siglo. Contrario a lo que se pudiera esperar, los copistas tendían más a añadir que a excluir cosas. Esto se desprende con claridad del hecho de que los manuscritos más ant iguos y más confiables son los más condensados.  Fuentes: https:/ /espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20091107193029AAigMlR y https://elquetengaoidooiga.blogspot.com/2013/10/agregados-y-omisiones-mateo-1721-ayunar.html

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    https://espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20091107193029AAigMlRhttps://espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20091107193029AAigMlRhttps://elquetengaoidooiga.blogspot.com/2013/10/agregados-y-omisiones-mateo-1721-ayunar.htmlhttps://elquetengaoidooiga.blogspot.com/2013/10/agregados-y-omisiones-mateo-1721-ayunar.htmlhttps://elquetengaoidooiga.blogspot.com/2013/10/agregados-y-omisiones-mateo-1721-ayunar.html

  • por falta de oración”, y esto no se refiere exclusivamente a que sus discípulos no oraban (como algunos predicadores sostienen), sino más bien al hecho de que sí lo hacían pero con poca fe.

    2. Oración y Fe, dos virtudes hermanas

    La fe es aquella capacidad de creer lo que no vemos, esperar que suceda lo que aún no ocurre, de dar por hecho algo que físicamente no es real. La fe es algo inmaterial, no se la puede ver en lo físico pero sí en los resultados que ésta produce.

    Sin fe es imposible agradar a Dios ––dicen las Escrituras, y tan cierta es esta afirmación que la mayoría de los hermeneutas en traducción bíblica dicen que ésta, la fe, es indispensable para vivir una vida victoriosa. Y no obstante la fe es para muchos cristianos algo lejano, como un sueño imposible de alcanzar, como una utopía dejada por Jesús para desmotivarnos más que para alentarnos…, ¡nada más lejos de la verdad! La fe puede ser adquirida por los seguidores del Nazareno pero para ello hay que procurarla.

    Así como un músculo se desarrolla por medio de ejercicios físicos, la fe también se desarrolla a través de otros ejercicios:

    • Por medio de leer la Biblia a diario • Por medio de poner en práctica lo que dice la Biblia • Por medio de escuchar o leer testimonios de personas que

    han recibido milagros, provisión, sustento y haber sido libres de toda clase de males

    • Por medio de declarar en voz alta los prodigios de Dios • Por medio de recordar nuestros propios testimonios, de

    las propias bondades recibidas por parte de Dios • Por medio de superar las pruebas sin renegar de ellas, al

    contrario, aprender de cada vicisitud y vencer. • Por medio de la oración sincera y profunda

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Respecto a este último punto quiero afirmar que la oración nutre a la fe, la fortalece. Esto ocurre en la intimidad diaria que tenemos con el Padre, cuando acudimos a Él para agradecerle, adorarle, pedirle y exaltarle…, claro está que la fortaleza de nuestra fe dependerá de si pasamos o no tiempo de oración con el Señor. Es imposible que una persona que no ora tenga la fe suficiente para enfrentar los embistes de la vida; así mismo también es imposible que una persona que ora mucho no desarrolle fe.

    Ahora bien, no confundamos orar con “parlotear”. Los discípulos no pudieron expulsar al demonio (o sanar de epilepsia al niño) no porque no oraban, de hecho lo hacían (eran buenos judíos, así que oraban como solían hacerlo los judíos). Pero sus oraciones eran carentes de fe porque aún lo hacían al estilo fariseo (hipócrita), ‘mucha palabrería y poca profundidad’, demasiado ritualismo y poco espíritu.

    Develamos aquí un misterio: Nuestra fe no se fortalece porque pasemos 8 horas orando al día, sino porque cada vez que nos dirigimos al Padre (no importando la cantidad de tiempo que sea) lo hacemos con confianza, seguridad y certeza de que Él nos escucha, y esa oración (larga o corta) sube al cielo donde se impregna de fe divina que luego desciende a la tierra convertida en un milagro potente que asombra a todos, incluso al que ora. Por eso puedo afirmar que muchas oraciones cortas durante el día (si son hechas con inteligencia y profundidad) son mejores que ninguna oración larga durante la jornada. ¿Quiero decir con esto que no debemos orar largo y tendido? No he dicho eso, es más, yo mismo suelo tener episodios largos de oración pero no procuro “tomarme el tiempo” para ver cuanto oré, sino más bien le pido a Dios que me ayude a orar como a Él le agrade, y esto puede darse en 3 minutos o 3 horas.

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  • Una cosa es cierta, cuando oramos (cuando oramos en serio y no como los fariseos), nuestra fe aumenta, nuestra confianza sube, la paz de Dios impregna cada una de las áreas de nuestra vida y solo entonces estamos en capacidad de imponer manos sobre aquella situación difícil pidiendo al Señor que obre un milagro, y quizá (pues depende de Él), se nos conceda lo que pedimos ya que el Dios al que servimos sigue obrando a nuestro favor cuando ve que nuestras oraciones tocan su corazón.

    3. ¿Cuál es aquella situación que te tiene cautivo?

    Todos enfrentamos gigantes, algunos son más altos y fuertes que otros, pero todos tenemos titanes contra los que luchamos: Una enfermedad prolongada, una sequía financiera desde hace años, un hijo sumido en las drogas, un matrimonio que está a punto de romperse, un negocio que no da frutos, un proyecto que no funcionó, un hábito (o vicio) que nos está destruyendo. En fin, los gigantes se presentan de mil y una formas, pero he aquí un secreto: Cada uno de ellos palidece de miedo ante un arma poderosa, la oración de los justos.

    La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16).

    El versículo anterior es uno de mis favoritos, pero debo reconocer que la versión que más me gusta no es precisamente la que acabo de utilizar (RV 1960), sino ésta: “La oración de quien está bien con Dios es poderosa y efectiva” . 19

    Una verdad apabullante aprendemos aquí:

    • Para que nuestras oraciones sean poderosas y efectivas debemos estar bien con Dios

    Versión PDT - Palabra de Dios para Todos19

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Y esto de estar bien con Dios no es otra cosa sino tener comunión con Él; lo cual no significa que no haya pecado en nosotros porque tal cosa es imposible, la Biblia se refiere a que debemos procurar estar en sintonía con el Señor, en paz con Él, tratando de vivir una vida que le agrade, una vida que sirva de inspiración a los demás, una existencia que refleje los valores del evangelio “no solo los domingos en la iglesia”, sino afuera, en el supermercado, en el estacionamiento, en el vecindario, en la universidad. Cuando hacemos esto ––estar bien con Dios–– podemos tener la certeza de que nuestras oraciones serán oídas por el Creador y que de Él emanará una respuesta hacia nuestras plegarias.

    Por eso le pido constantemente a Dios que “me ayude a cambiar lo malo que hay dentro de mí por algo bueno”; para que de esta manera ‘mi necedad’ no entorpezca mis oraciones. De hecho cada vez que doblo rodillas le pido al Padre que me modele, que me higienice mental y espiritualmente, así siento que mis plegarias suben a su presencia con mayor fluidez y también siento que el enemigo no tiene autoridad para no sacarme en cara lo malo porque ya Dios me ha purgado.

    Sólo con oración sanará

    Sin embargo hay una situación que todavía no logro superar, si bien ya la tengo asumida, me refiero a la enfermedad de mi esposa la cual se ha prolongado por seis años. Este padecimiento nos cambió, es un gigante de 3 metros que a diario intenta tumbar mi fe, robarme la paz, adueñarse de mis finanzas; y no obstante sé que debo seguir orando porque algún día sin darme cuenta escucharé la voz del Príncipe de los pastores dar la orden: “¡Queda sana!”. Y mi esposa volverá a ser la misma con la que me casé, joven, lozana, bella, inteligente, llena de vitalidad. Pero también sé que aquello quizá nunca ocurra pues a fin de cuentas las oraciones de uno no significan que Dios deba obrar obligadamente a nuestro favor; así que oro

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  • en fe, declarando, pidiendo, llorando y esperando lo mejor, empero me preparo también para lo peor . 20

    Una cosa es cierta, la enfermedad de mi esposa me tuvo cautivo por muchos años (mal humor, desgano, esperanzas rotas, quiebre financiero), pero desde que comencé a orar de madrugada y de manera constante puedo decir que me libré del gigante (aunque a veces vuelve a levantarse).

    Si bien los médicos nada han podido hacer por ella mis oraciones sí, no en la situación física de mi esposa, pero sí en su estado de ánimo y en el mío también. Estoy más contento y agradecido de Dios, y con una sonrisa he aceptado sus designios. ¿Y saben? estoy seguro que esto ha sido un duro golpe que le he propinado al gigante, una paliza que él no esperaba recibir.

    Ya sea que Dios nos salve o nos deje morir en este horno, entienda oh rey que no nos postraremos ante la estatua de oro, solo adoraremos a Jehová nuestro Señor ––Sadrac, Mesac y Abed-nego.

    Por favor, no crean que su servidor ha sido irresponsable en buscar la cura de la 20enfermedad. Mi esposa ha sido sometida a tratamientos costosos, exámenes rigurosos y hemos recurrido a muchos médicos que no han podido hacer mucho por ella.

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

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  • Capítulo 5

    ENSÉÑAME A ORAR

    ¿Se ha preguntado alguna vez cuantas oraciones ha hecho a lo largo de su vida? Yo sí, y por supuesto no tengo respuesta para una pregunta tan rebuscada pues al fin de cuentas, ¿quien lleva un registro de todas las oraciones que ha realizado durante su existencia? Sin embargo una cosa me resulta clara: No todas mis plegarias han sido respondidas y creo que la razón es porque varias de ellas no las he sabido realizar; no en vano la Biblia declara: “Piden y no reciben porque piden mal” (Santiago 4:3). ¡Ese es mi caso! (aunque estoy aprendiendo).

    Hablar con Dios es algo que muchas personas hacen ––no hay que ser pastor, sacerdote o religioso para esto––, pero el hacerlo no significa que Él responda necesariamente. De ahí que “saber hablar con Él” es críticamente importante si deseamos que nuestras oraciones sean respondidas, quizá por eso el siguiente relato me identifica mucho:

    Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista enseñó a sus seguidores . 21

    Algunas verdades aprendemos de este relato.

    1. Jesús siempre oraba

    A lo largo de los evangelios vemos al Maestro no solo enseñando, sanando, expulsando demonios, comiendo con personas, también lo vemos orando y pasando tiempo a solas

    Lucas 11:1, versión TLA (Traducción en lenguaje actual).21

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    con Dios. Estos registros ––de las oraciones de Jesús–– no son espontáneos, los escritores bíblicos lo hicieron adrede para mostrarnos una faceta importante del Señor, su comunión con el Padre. Por eso este versículo inicia diciendo, “un día, Jesús fue a cierto lugar a orar”.

    A pesar de que Lucas era un historiador profesional y que sus dos libros (el evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles) son bastante detallados ––pues nombra en ellos personas, lugares, acontecimientos importantes––, en esta ocasión su relato parece bastante escueto: “¿Cierto día, cierto lugar?”. Lo cierto es que el evangelista quería que sus lectores fijaran la atención no en los detalles sino en la acción de Jesús: “Fue a orar”. A Lucas no le interesaba dónde y cuando ocurrió esto porque sabía que el Maestro lo hacía continuamente, no de vez en cuando ––como muchos de nosotros––, sino que era una práctica habitual.

    Y es esta práctica la que debe llamar nuestra atención, pues el lugar y la hora no interesan mucho, pero sí el accionar de la oración.

    Yo creo que nuestras vidas (matrimonios, familias, estudios, emprendimientos, negocios, proyectos, metas, ministerios) serían mucho más fructíferas si al igual que nuestro Pastor (Jesús) tuviésemos a la oración como un hábito espiritual recurrente. De esta manera nuestra existencia terrenal mejoraría dramáticamente; pero he aquí la clave: La oración debe ser a diario y en cada momento, no cuando se nos ocurra, cuando sintamos de hacerlo o cuando tengamos necesidad; la oración debe ser en nosotros un estilo de vida tal que la gente que nos rodea diga, “yo quiero orar como usted”.

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  • 2. Pedid y se os dará

    El versículo dice que cuando terminó de orar se acercó uno de sus discípulos (otra vez Lucas no da detalles de quién es) y le dijo: “Enséñanos a orar”.

    Nótese el “plural” de esta petición: “Enséñanos”. El discípulo se refiere a la comunidad más cercana al Maestro, sus seguidores íntimos ––no a las multitudes que sólo buscaban los panes y los peces––. Seguramente los discípulos tenían en mente desde hacía tiempo esta petición, ellos habían notado la manera excelsa en la que oraba su Señor y podían ver los resultados que esto producía, por eso se atreven a hacerle esta noble petición a través de su vocero . 22

    Y tomando esto en cuenta viene a mi cabeza un pasaje igualmente importante al que estamos estudiando, me refiero a aquella oportunidad cuando Jesús dijo a los suyos: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá” . Pero 23lo que más me impresiona es que ese discípulo no pidió “para sus propios deleites”, sino que hizo una petición noble, profunda, espiritual…, una petición como las que le agradan a Dios, ¡por eso Jesús respondió en el acto!. De hecho la respuesta no se hizo esperar, ese discípulo “halló gracia” porque su oración cumplía un requisito fundamental: Buscad primeramente el Reino de Dios (en palabras sencillas, aquel discípulo pidió bien).

    Algunos estudiosos sugieren que el discípulo anónimo es en realidad Pedro quien, al ver 22la manera en cómo oraba su Maestro queda fascinado y usando su autoridad (¿auto conferida?) le pide a Jesús “a nombre de todos” que los instruya en la oración. Otros estudiosos en cambio sugieren que este discípulo fue Juan, el amado, quien al ser el menor de todos los apóstoles y por gozar de cierta simpatía del Maestro se atreve a hacerle tal petición.

    Mateo 7:7 se encuentra ubicado dentro del Sermón de la Montaña.23

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Esto es para mí una “cachetada espiritual” porque muchas 24veces mis oraciones han sido para mi propio beneficio, oraciones materialistas, oraciones de sanidad, oraciones de finanzas, oraciones de sustento, oraciones en las que he pedido protección…, y todo esto está bien (no es malo orar por todo eso), sin embargo este discípulo nos da una lección: Lo primero que deberíamos hacer es pedirle a Dios que nos enseñe a orar como conviene a nuestro espíritu para luego orar por todas aquellas necesidades terrenales que solemos pedir.

    Desde que comprendí esto dedico varios minutos a pedirle a Dios que me enseñe a orar, cómo debo hacerlo, qué decir y qué no…, ¡los resultados en mi vida han sido sorprendentes!

    3. Los buenos maestros enseñan a sus discípulos a orar

    La última parte del versículo me apasiona aún más. Se menciona acá un suceso interesante: Juan el Bautista también oraba y enseñó a sus seguidores a hacerlo también. ¿De dónde saco esta conclusión? Del mismo relato de Lucas: “Así como Juan Bautista enseñó a sus seguidores”.

    Ahora bien, debemos aquí diferenciar entre técnica y necesidad. Y se los explico en los siguientes párrafos:

    ¿Será que este discípulo le estaba pidiendo a Jesús que le enseñara algunos pasos para orar, algún tipo de oratoria especial, una fórmula específica, algún secreto que él y sus compañeros no conocían? Si leemos el pasaje completo pareciera que sí (Jesús le enseña El Padre Nuestro), pero expertos en Biblia aseguran que Jesús no estaba interesado en darles instrucciones mecánicas de cómo orar (técnica), sino en enseñarles la urgencia de hacerlo, o sea la necesidad de orar en cada momento.

    Término jocoso que suelo utilizar cuando deseo enfatizar una verdad en mis post de 24redes sociales.

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  • Si esto es así ––yo me inclino por esta postura–– es muy posible que Juan Bautista también hacía lo mismo con sus seguidores, les instaba a orar no como un requisito formal, sino como una necesidad vital. Y al parecer los discípulos de Juan eran conocidos por esto ––pasar tiempo en oración–– ya que su ejemplo trascendió su propia comunidad al punto de llegar a oídos de los discípulos de Jesús.

    No obstante nada de malo hay en aprender “técnicas de oración”, de hecho es muy probable que alguien le haya enseñado a usted a hacerlo cuando “recién comenzaba a transitar los caminos de Dios” (conmigo lo hicieron); ya sea un pastor, un amigo o un líder espiritual, lo cierto es que alguien le ayudó a dar los primeros pasos en su vida de oración (hazlo así, hazlo asá, hazlo de esta manera), y si no fue así, si por el contrario nadie le enseñó…, que pena por usted.

    Juan Bautista enseñó a sus discípulos a orar, Jesús hizo lo mismo con los suyos, yo lo he hecho con mis seguidores. Si usted es líder espiritual, maestro o tiene una comunidad de fe, enséñeles a orar. No sólo la técnica, lo cual es bueno, sino infúndales la urgencia, la necesidad, la importancia de orar ya que, tal como ya dijimos, es mucho mejor.

    Las oraciones inteligentes son poderosas, las oraciones bien hechas son respondidas por el Padre ––Paul Yongi Cho

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

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  • Capítulo 6

    HAY PODER EN LA ORACIÓN Por Billy Graham 25

    Para terminar esta parte de los capítulos previos antes de entrar a mis devocionales llamados “Para Madrugadores” (lo cual ya fue explicado en el inicio de este libro), he tomado una prédica del mundialmente conocido evangelista Billy Graham quien de manera magistral expone una homilía con el título: “Hay poder en la oración”. Este material fue copiado íntegramente de su página la cual es un recurso disponible para todos quienes acudan a ella (en la nota al pie estoy citando al autor, la fuente y dirección de su organización).

    Nos hará bien leer el sermón en su totalidad:

    ✻ ✻ ✻ ✻ ✻ ✻

    No somos los dueños de nuestro destino, ni individualmente, ni como nación. ¿Cómo podemos jactarnos de controlar nuestro destino cuando un virus puede paralizar a decenas de miles?

    ¿Cómo puede nuestro país insistir en que nosotros, con nuestro poderío militar, nuestra tremenda riqueza y nuestras alianzas con otros países, somos los dueños de nuestro propio destino,

    Este capítulo es una prédica del famoso y honorable predicador Billy Graham https://25billygraham.org/espanol/hay-poder-en-la-oracion/ La dirección de su organización es ésta: Billy Graham Evangelistic Association 1 Billy Graham Parkway, Charlotte, NC 28201
Local: 704-401-2432 / Toll Free: 1-877-247-2426. BGEA is a registered 501(c)(3) non-profit organization.

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    https://billygraham.org/espanol/hay-poder-en-la-oracion/https://billygraham.org/espanol/hay-poder-en-la-oracion/

  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    cuando la historia demuestra que Dios fue quien diseñó el curso de esta nación?

    Estamos atrapados en una corriente de la historia que no podemos controlar. Hay un solo poder que puede cambiar el curso de la historia, y es el poder de la oración: la oración de hombres y mujeres que creen en Cristo y reverencian a Dios.

    Pero hoy, hemos llegado a un punto en que muchas personas consideran que la oración es una mera formalidad. No tenemos el sentido de buscar ese acercamiento con Dios, sino, más bien, de cumplir una tradición venerable. Pero ¿cómo podemos seguir adelante si no hacemos un nuevo énfasis en la oración?

    Miles de personas oran solo en tiempos de gran tensión, peligro o incertidumbre. Cristo les enseñó a sus seguidores que oraran siempre. Tan fervientes y tan directas eran las oraciones de Jesús que una vez, cuando Él había terminado de orar, sus seguidores se acercaron a Él y le dijeron: “Señor, enséñanos a orar” (Lucas 11:1).

    De tapa a tapa de la Biblia se encuentran relatos de personas cuyas oraciones fueron contestadas; personas que cambiaron la dirección de la historia por medio de la oración; personas que oraron fervientemente, y Dios contestó.

    • Abraham oró, y mientras él oró, Dios no destruyó la ciudad de Sodoma, donde vivía Lot, el sobrino de Abraham.

    • Ezequías oró cuando su ciudad era amenazada por el ejército invasor de los asirios comandado por Senaquerib. Todo el ejército de Senaquerib fue destruido y la nación fue librada por una generación más… porque el rey había orado.

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  • • Elías oró, y Dios envió fuego del cielo para consumir la ofrenda del altar que él había construido en presencia de los enemigos del Señor.

    • Eliseo oró, y el hijo de la sunamita resucitó de los muertos.

    • Jesús oró junto a la entrada de la tumba de Lázaro, y el que había estado muerto durante cuatro días salió, vivo.

    • El ladrón crucificado oró, y Jesús le aseguró que iba a estar con Él en el paraíso.

    • Pablo oró, y nacieron iglesias en Asia Menor y en Europa.

    • Pedro oró, y Dorcas resucitó para poder servir a Jesucristo varios años más.

    • John Wesley oró, y llegó el avivamiento a Inglaterra.

    • Jonathan  Edwards oró, y llegó el avivamiento a Northampton, Massachusetts (EUA), y miles de personas se sumaron a las iglesias.

    La historia ha cambiado una y otra vez a causa de la oración, y puede cambiar de nuevo si hay personas que se ponen de rodillas y oran con fe.

    ¡Qué cosa gloriosa sería si millones de nosotros hiciéramos uso del privilegio de orar! Jesucristo murió para hacer que esta comunión y esta comunicación con el Padre fueran posibles. Él nos dijo que hay gozo en el cielo cuando un pecador se aparta del pecado para buscar a Dios y susurra la sencilla oración: “Dios, ten misericordia de mí, que soy pecador”.

    Cuando los discípulos fueron a ver a Jesús y le pidieron que les enseñara a orar, el Salvador respondió dándoles la petición

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    modelo: el Padrenuestro. No obstante, eso solo fue parte de su sagrada instrucción. Hay decenas de pasajes en que Jesucristo ofrece otras indicaciones, y dado que Él practicaba lo que predicaba, toda su vida fue una serie de lecciones sobre la oración constante. Jesús tuvo solo tres años de ministerio público, pero nunca estaba demasiado apurado para pasar horas orando.

    A diferencia de Él, ¡cuán poco tiempo y con cuán poca intensidad oramos nosotros! Cada mañana, recitamos a las apuradas partes de versículos que aprendimos de memoria y nos despedimos de Dios por el resto del día, hasta que nuevamente a las corridas le enviamos algunas peticiones finales por la noche. Este no es el programa de oración que Jesús diseñó. Jesús rogaba durante mucho tiempo y en repetidas ocasiones. Está escrito que pasaba noches enteras suplicando fervorosamente. Pero ¡qué poca perseverancia, qué poca persistencia demostramos nosotros en nuestros ruegos!

    La Biblia dice: “Oren sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Este debería ser el lema de todo seguidor de Cristo Jesús. Nunca deje de orar, por oscuro y desesperante que parezca su caso.  Una mujer me escribió cierta vez para contarme que había estado rogando durante diez años para que su esposo se  convirtiera, pero él estaba más endurecido que nunca. Le aconsejé que continuara orando. Tiempo después, volví a tener noticias de ella. Me contó que su esposo se había convertido gloriosa y milagrosamente cuando ya hacía once años que ella estaba orando. ¡Imagine si ella hubiera dejado de orar a los diez años!

    Con frecuencia, nuestro Señor oraba solo, apartado de toda distracción terrenal. Quisiera instarle a que elija una habitación o un rincón de su casa donde pueda encontrarse con regularidad con el Señor. Esa oración callada, escondida, en la que el alma se encuentra con Dios acercándose a su presencia puede ser la bendición más grande para usted.

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  • Cuando observamos la vida de oración de Jesús, notamos la intensidad con que Él oraba. El Nuevo Testamento dice que, en Getsemaní, Él clamó a gran voz; que en la intensidad de su súplica, cayó de bruces en el terreno húmedo del huerto; que rogó hasta que su sudor era “como gotas de sangre” (Lucas 22: 44).

    Muchas veces, hacemos peticiones mezquinas, ejercicios de oratoria, usando palabras de otros, en lugar clamar desde lo más profundo de nuestro ser. Muchas veces, cuando vamos a orar, nuestros pensamientos divagan. Insultamos  a Dios al hablarle con nuestros labios mientras nuestro corazón está lejos de Él. Supongamos que estamos hablando con una persona muy importante; ¿permitiríamos que nuestros pensamientos divaguen por un instante, acaso? No; estaríamos profundamente interesados en todo lo que se diga en esos momentos. ¿Cómo, entonces, nos atrevemos a tratar con menos respeto al Rey de reyes?

    Jesús nos enseña por quién debemos interceder. ¡Cuán sorprendentes son sus instrucciones, y su ejemplo! Nos dice: “Oren por quienes los ultrajan y los persiguen” (Mateo 5:44). Debemos rogar por nuestros enemigos y pedir a Dios que los lleve a Cristo y, por Él, los perdone.

    Las primeras palabras que Jesús pronunció desde la cruz, después que los gruesos clavos habían atravesado sus manos y sus pies, fueron de intercesión por quienes lo habían crucificado: “–Padre –dijo Jesús–, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas  23:34). ¿Cuántos de nosotros hemos pasado algún tiempo orando por nuestros enemigos?

    También nos dice la Biblia que oremos por la conversión de los pecadores. Cierta vez, escuché un intercambio de ideas entre algunos líderes sobre cómo comunicar el evangelio. Ni una sola vez mencionaron la oración Pero sé que hay decenas de iglesias

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    que tienen muchas conversiones todos los años, solo como respuesta a la oración. Si hay una persona conocida nuestra que necesita a Cristo en su vida, debemos comenzar a orar por ella. Nos sorprenderemos al ver cómo Dios comienza a obrar.

    Una lección más que Jesús enseña es la victoriosa seguridad de que Dios responde toda petición sincera. Los escépticos pueden cuestionarlo, negarlo o burlarse. Pero Cristo mismo hizo esta promesa: “Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración” (Mateo 21:22). Debemos confiar en esa promesa. Nuestro Padre es dueño de todo, y Él “les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).

    Dios puede derrotar a cada uno de los enemigos de su alma y defenderlo a usted de todo peligro. Nada es imposible para Él. No  hay tarea demasiado ardua, no hay problema demasiado difícil, no hay ninguna carga demasiado pesada para el amor de Dios. Él conoce completamente el futuro, con sus miedos y sus incertidumbres. Acuda a Él y diga, junto con Job: “Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro” (Job 23:10, RV60).

    No ponga su voluntad por encima de la voluntad de Dios. No insista en hacer las cosas a su manera. No le diga a Dios lo que tiene que hacer. Más bien, aprenda la difícil lección de orar como oró el mismísimo Hijo de Dios sin pecado: “No se cumpla mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42).

    Estoy convencido de que cuando un hombre busca sinceramente a Dios con todo su corazón, Dios se revelará de algún modo ––Billy Graham

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    140 MADRUGADORES DE PODER

    Ahora sí, después de los seis capítulos previos presento a ustedes los 140 mejores madrugadores que a lo largo de tres

    años he escrito.

    Debo dejar en claro ––creo que ya lo hice–– que las siguientes reflexiones son una recopilación, no toda mi

    colección. Serían demasiadas para ponerlas todas en este libro lo cual haría de él una obra tediosa (y tengo temor de

    que ya lo sea).

    Cada uno de estos madrugadores fueron escritos de madrugada, después de mi tiempo de oración.

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  • Salir a caminar con Dios, una experiencia Única

    Tengo la costumbre de salir a caminar a diario, lo hago como una forma de ejercicio físico (para desestresarme), pero también para hablar con Dios,

    poner mis ideas en orden y escucharlo en medio del silencio.

    Acá estoy en Hijuelas, 5ª Región, Chile, año 2014.

    La primera vez que salí a caminar para hablar con Dios fue en Ecuador, país en el que viví muchos años y donde uno de mis mentores, David Ramírez, me introdujo en este precioso hábito de las caminatas reflexivas.

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Yo en aquel tiempo era muy joven como para entender la importancia que mi maestro le daba esta “pérdida de tiempo” (muy a mi pesar debo reconocer que así lo consideraba), pero luego descubrí que otro maestro, Tito Apéstegui, también practicaba este “ejercicio espiritual”. Y él también me animaba a realizarlo. No faltó mucho tiempo para enterarme que otro maestro, esta vez se trataba de Yattenciy Bonilla, también realizaba esta práctica a diario y él también me aconsejaba realizarla.

    Entonces pensé, “tres de los mejores maestros de este seminario realizan este ejercicio fisíco-espiritual a diario, y los tres me animan ––mejor dicho me presionan–– para que yo lo practique. Esto no es casualidad, esto viene de Dios…, ¡a caminar pues!”. Y desde aquella época comencé un hábito que hasta hoy practico, salir a caminar (en lo posible temprano en las mañanas) para estirar las piernas, respirar hondo, ordenar las ideas que en mi cerebro parecen estallar y hablar con Dios, esto último debo decir le da sentido a todo lo demás.

    Caminar con Dios es a mi juicio un recurso con sendos beneficios físicos, mentales y también espirituales. Han sido estas caminatas reflexivas de 30 minutos diarios y mis oraciones de madrugada las que me han permitido avanzar en medio de las pruebas sin perder la cabeza.

    Los invito a caminar y orar, y dicho sea de paso también a leer los primeros veinte días de mis reflexiones cortas que a continuación encontrarán.

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Día 1 BÚSCALO EN LAS MAÑANAS

    «Antes de amanecer, me levanto a pedirte ayuda, he puesto mi esperanza en ti»

    (Salmos 119:147).


    Este versículo es precioso, en parte a lo corto de su extensión como a lo inmenso de su aplicación..., ¡buscar a Dios en la madrugada debería ser nuestro hábito número uno! ¿Y por qué es tan importante esto? La razón es sencilla, al hacerlo ––buscar a Dios a primera hora–– estamos dándole un claro mensaje a nuestra mente y cuerpo, les estamos diciendo: "¡Hey ustedes dos, no se pasen de listos, no se crean tan autosuficientes, no son los jefes aquí! Mi dependencia está en el Señor no en mí". Y ese mensaje es oído por el Espíritu Santo que presuroso sube a Dios para decirle: "Allá abajo hay una de tus criaturas que ha aprendido el secreto de la vida, buscarte por las mañanas y así asegurar Tu ayuda".

    Y cuando el Creador escucha esto se levanta de su trono y desata toda clase de bendiciones para aquel que lo busca antes de que el sol despunte.

    ¿Estás buscando a Dios en las mañanas? Si aún no, ¿qué esperas?

    …………………………………………………………………………

    Cada mañana le entrego mis preocupaciones a Dios, ya que Él va a estar levantado toda la noche.

    ––Mary C. Crowley …………………………………………………………………………

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  • Día 2 EDUCA A TU HIJO

    «Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él»

    (Proverbios 22:6).

    Una madre me preguntó en cierta ocasión, "¿y cuál es ese camino?". Inmediatamente ella misma respondió: "¡El camino de Dios!". Y aunque su respuesta fue noble la verdad es que eso no es lo que dice el versículo (al menos no del todo). No se trata aquí de llevar al niño a la iglesia ––que es como solemos interpretar el versículo––, aunque llevarlo está bien; la verdad que nos da Salomón es mucho más amplia, es un consejo para hacer que el niño tenga una mejor experiencia en su peregrinaje por la vida. 

    La Traducción en Lenguaje Actual dice así: "Educa a tu hijo desde niño, y aun cuando llegue a viejo seguirá tus enseñanzas". ¡Bendita afirmación que se cumple al pie de la letra! Educar a un hijo es entrenarlo para la vida, capacitarlo, corregirlo, comunicarle aquellos hábitos productivos que harán de él o ella una persona de bien; educarlo es enseñarle aquellas verdades que no aparecen en los libros. Y por supuesto esto incluye inculcarle los principios bíblicos los cuales han de considerarse parte integral de una buena educación.

    …………………………………………………………………………

    Lo que se dé a los niños, los niños darán a la sociedad. ––Karl A. Meninger

    …………………………………………………………………………

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Día 3 Busca el Equilibrio

    «Yo creo que no hay que exagerar. ¡Ni tan bueno ni tan sabio que acabes en la ruina! ¡Ni tan malo ni tan tonto que mueras antes de

    tiempo! No te vayas a los extremos. Respeta a Dios y todo te saldrá bien» (Eclesiastés 7:16-18).

    ¿Qué nos dice el sabio Qoelet? En palabras sencillas: "¡No exageres por favor!". Ni mucho ni poco, ni aquí ni allá ––los extremos siempre son malos––, busca el punto de equilibrio en todo. Pero, ¿cuál es ese punto? El versículo mismo lo declara: "Respetar a Dios", que vendría siendo el equivalente a amarlo; o sea, ponerlo en primer lugar en tu vida, si lo haces, si de verdad lo amas y lo conviertes en tu prioridad tu vida encontrará el equilibrio perfecto, entonces... ¡todo te saldrá bien!

    Poderosa afirmación que nos brinda aliento, confianza y la suficiente motivación para seguir buscando el anhelado equilibrio.

    …………………………………………………………………………

    La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio y orden, ritmo y armonía.

    ––Thomas Merton …………………………………………………………………………

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  • Día 4 Dale sentido a tus conocimientos

    «Aplica tu mente y tus oídos a la instrucción y los conocimientos» (Proverbios 23:12).

    ¡Cuanta sabiduría hay en este adagio! Cuando nos dedicamos a crecer en educación, capacitación, actualización tenemos más chance de que nos vaya bien en la vida. Así es, no podría ser de otra manera, pero para que esto ocurra debemos darle "sentido a lo que estudiamos". En otras palabras, no sacamos nada con estudiar una carrera, asistir a un seminario, participar de talleres, leer toda clase de libros instructivos y llenar nuestra pared con diplomas de cursos tomados si no le damos un propósito a todo eso, de no hacerlo corremos el riesgo de haber malgastado nuestro tiempo, energía y recursos que no volverán a nosotros; pero todo cambia cuando a los conocimientos adquiridos le damos un fin productivo, una meta noble que sirva para nuestro propio desarrollo y de los demás. 

    Por tanto, ¿estás aplicando con diligencia los conocimientos que has absorbido?

    …………………………………………………………………………

    La educación es nuestro pasaporte para el futuro, porque el mañana pertenece a la gente que se prepara para el hoy.

    ––Malcolm X …………………………………………………………………………


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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Día 5 Él te busca PARA FAVORECERTE

    «Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen

    corazón perfecto para con él» (2ª Crónicas 16:9).

    Este versículo pronunciado por el vidente Jananí es una sentencia en contra de Asa, rey de Judá. Asa al verse acorralado por su enemigo Basá, rey de Israel, pidió ayuda a Ben Adad, rey de Asiria, quien en aquella época era el líder supremo de un Imperio poderoso. Esto disgustó mucho al Señor pues vio que Asa no acudió a Él en primer lugar sino a un simple mortal, un rey que si bien tenía un ejército abrumador era sólo un hombre. Por eso el vidente enuncia el versículo que ya leímos. De éste obtenemos tres verdades aplicables a nuestras vidas.

    TRES LECCIONES

    1. Dios, al igual que en el paraíso de Edén anda en busca del hombre. La iniciativa salvífica viene de Él. Jehová recorre la tierra en nuestra búsqueda.


    2. Dios nos busca para favorecernos..., Él quiere bendecirnos, desea que sus hijos sean prósperos en todos los sentidos.


    3. Pero para que esto ocurra ––que su favor se active–– debemos tener un corazón perfecto.

    Y obviamente Asa no lo tenía..., ¿y tú?

    ………………………………………………………………………… Dios nos ama a cada uno de nosotros como si solo existiera uno de

    nosotros. ––San Agustin

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  • DÍA 6 Elige la sabiduría

    «Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos»

    (Eclesiastés 4:13). 



    La sabiduría no tiene nada que ver con la edad, aunque muchas veces confundimos lo uno con lo otro. Un viejo no necesariamente es sabio y un joven no siempre es neófito. Elige la sabiduría por sobre todo pues el poder, la riqueza, la fama y la autoridad no hacen de ti una persona inteligente (los simples se dejen impresionar por estas cosas). Aleja de ti la vanidad y todo aquello que suene a presuntuoso, lo mejor suele venir en frascos pequeños; por eso la sabiduría se viste de sencillez, se adorna de humildad y se calza de afabilidad.

    Escoger la sabiduría por sobre todo lo demás hará que tu vida mejore en todos los sentidos, no te preocupes si eres demasiado joven, siempre podrás aprender a ser sabio, preocúpate si ya eres viejo y piensas que lo sabes todo, quienes piensan así sufrirán las consecuencias.

    …………………………………………………………………………

    Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a

    responder serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir. ––Johann Kaspar Lavater

    …………………………………………………………………………

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  • Madrugando con Dios - Gabriel Gil

    Día 7 Lo que él abre o cierra

    así se queda

    «Escribe también al ángel de la iglesia de Filadelfia: "Esto dice el que es santo y verdadero, el que tiene la llave del rey

    David, el que cuando abre nadie puede cerrar y cuando cierra nadie puede abrir»

    (Apocalipsis 3:7).

    En este versículo el apóstol Juan escribe al pastor —o líder— de la iglesia ubicada en la ciudad de Filadelfia (en la actual Turquía); le envía un mensaje esperanzador: "Dios tiene el poder de abrir o cerrar puertas a su voluntad, ¡y lo que Él abre o cierra así se queda!". Esto debería ser más que suficiente para producir la fe de creer que el Señor abrirá puertas de bendición para nosotros: sanidad, trabajo, proyectos, restauración, promoción, conexiones, felicidad, una relación, etc., y creer que si las abre nadie las puede cerrar.

    Así mismo también este mensaje nos enseña que las puerta