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    Marzo de 2011

    La negociación del alto el fuegoProblemas y opciones para los mediadores.

    Luc Chounet-Cambas

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    La Serie de Prácticas de Mediación es un proyecto del Centro para el Diálogo Humanitario (el CentroHD). Valoramos los comentarios de los mediadores e investigadores sobre el contenido y el formatode esta publicación. Si tenéis alguna sugerencia para mejorar, escriba a los editores Luc Chounet-Cambas y Katia Papagianni a [email protected]

    El Centro para el Diálogo Humanitario (Centro HD) es una organización de mediación independiente dedicada aayudar a mejorar la respuesta global a los conictos armados. Pretende conseguirlo mediando entre las partes

    en conicto y dando apoyo a una comunidad de mediación más amplia.

    © Centro para el Diálogo Humanitario, 2011. La reproducción de la totalidad o parte de esta publicación estápermitida sólo con consentimiento por escrito y autorización de la fuente.

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    Prólogo

     Visión general de la Serie de Prácticas de Mediación

    La Serie de Prácticas de Mediación (SPM) se inició en 2008 como parte de losesfuerzos del Centro HD para apoyar la mediación comunitaria más amplia. Estaserie se basa en la retroalimentación de los mediadores que dicen que, a menudo,ellos y sus equipos se basan en redes y medidas ad hoc para conseguir recursospara colaborar en procesos que son cada vez más complejos. Trabajan basándoseen su propia experiencia, pero no saben qué pasa en otros procesos de paz. Supersonal, tanto en el terreno como en su sede, tampoco cuenta con material dereferencia adecuado, lo que diculta la mejora de la práctica de la mediación. Partiendo de la base compartida de que los mediadores a menudo se enfrentana dilemas similares, aunque la mediación sea muy entre los procesos de paz, el

    Centro HD ha decidido elaborar una serie de herramientas para tomar decisionesbasadas en la experiencia comparativa de seguimiento de los procesos demediación de nivel uno.

    Cada publicación de la serie ofrece a una breve sinopsis, concisa y comprensible,de las cuestiones pertinentes, los dilemas y desafíos clave a los que losmediadores pueden enfrentarse. Además, también se proporcionan ejemplosde cómo se han tratado esos dilemas en otras ocasiones, con el n de ayudar aotros a prepararse para las demandas potenciales de los procesos de mediaciónen curso y futuros.

    Aunque estas publicaciones no pueden sustituir la experiencia práctica,

    esperamos que puedan contribuir a un proceso de aprendizaje más sistemático.Podrá accederse gratuitamente a las próximas publicaciones de esta serie enla página web del Centro HD, y se difundirán a través de nuestra red y la denuestros socios.

    Se somete cada publicación a una exhaustiva revisión por pares de profesionalesy personal de apoyo con experiencia en los temas pertinentes.

    La publicación Negociación el alto el fuego es la tercera de esta serie. El autordesea agradecer a las siguientes personas, que fueron entrevistadas en elproceso de preparación de esta publicación o dieron su opinión sobre los proyectosanteriores: Cate Buchanan, David Gorman, Matthew Hodes, Julian Hottinger,Marc Knight, James Lemoyne, Ram Manikkalingam, Jeffrey Mapendere, KatiaPapagianni, Alvaro de Soto, Leanne Tyler y Teresa Whiteld. El autor tambiénseñaló una serie de observaciones de la participación en taller de Mediación deacuerdos de alto el fuego y cese de hostilidades organizado por el Departamentode Asuntos Políticos de las Naciones Unidas en Ginebra los días 7 y 8 de octubrede 2010. Se responsabiliza de cualquier error que pudiera contener el texto.

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    Índice

    IntroducciónObjetivos y contenidos• ¿Por qué negociar un alto el fuego y con qué nalidad?• ¿Qué se incluye en un acuerdo de alto el fuego?Desafíos• ¿El alto el fuego favorece a los estados?• La gestión de conictos frente a la resolución de conictos• ¿Cuándo negociar un alto el fuego? Calendario y secuencia• Puntos ciegos• Supervisión de los acuerdos de alto el fuego• Alto el fuego y desarme

    Opciones para los mediadores• Mantener el peso de las partes• Introducir los principios Mitchell

    • Primer paso: el alto el fuego localizado• Generar las responsabilidades de las partes en el mecanismo

    de supervisión• Usar los conocimientos especializados en materia de seguridadpara aumentar la capacidad de las partes• Anticipar los problemas de ejecución• Trabajar con la información pública• Las violaciones no militares de un alto el fuego relacionadas

    con la violencia sexual

    ConclusiónLecturas complementarias

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    Introducción

    A nales de enero de 2010, el Movimiento para la Emancipación del Deltadel Níger (MEND) suspendió un alto el fuego unilateral hasta que el gobiernonigeriano accediera a reunirse con una delegación del MEND, de acuerdo conanteriores declaraciones públicas del gobierno. De este modo, el MEND se unióa una larga lista de grupos armados (que en esta publicación se entiendencomo los grupos armados no estatales que desafían la autoridad del estado)1 que piden una garantía de las conversaciones políticas antes  de renunciar ala violencia. Los gobiernos, por su parte, suelen pedir un alto el fuego comocondición previa a las conversaciones de paz.

    Uno de los muchos dilemas a los que se enfrentan los mediadores cuandoparticipan en un alto el fuego es el de considerar si la voluntad de un grupoarmado para aceptar un alto el fuego debería constituir un criterio central parala participación. Otros incluyen el grado de detalle de los acuerdos de alto el

    fuego; la cuestión de si se benecian a ambas partes por igual, si realmentedeberían beneciarse del mismo modo; cómo debería incorporarse el alto elfuego en un proceso de paz más amplio; cuál debería ser el papel de los tercerosque siguen y verican los incidentes, en caso de que los haya, y si el alto el fuegodebería tratar de abordar la cuestión del desarme de los grupos armados. Estaspreguntas destacan los desafíos con los que se encuentran los mediadoresque tratan de entender y responder a los diferentes intereses de las partes enconicto en las negociaciones de acuerdos de alto el fuego.

    Esta publicación se centrará en los acuerdos, facilitados por un tercero, quedenen las reglas y modalidades de las partes en conicto para que dejen deluchar. Aquí, entendemos alto el fuego con este signicado. Se estudiarán las

    circunstancias en las que se negocian las treguas y la medida en la que se puedefacilitar la transición de la guerra a la paz. Una consideración fundamental es queel alto el fuego sólo es un elemento de un proceso político, social y económicomás amplio.

    La diversidad de las partes del conicto y los procesos de paz complicanla identicación de los principios generales que pueden aplicarse a lasnegociaciones de acuerdos de alto el fuego. Sin embargo, teniendo encuenta las variaciones de los casos, las siguientes secciones examinan elcontenido y el objetivo de los acuerdos de alto el fuego, presentan los retosa los que los mediadores pueden enfrentarse a medida que se acercan lasnegociaciones de alto el fuego e introducen algunas de las opciones disponibles.

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    Objetivos y contenidos

    Los mediadores se enfrentan a diferentesdemandas de los grupos armados y de los estadoscon respecto al alto el fuego. Esto se debe, en parte,a que el alto el fuego sirve para muchos propósitosdistintos. Algunos de estos efectos son limitados(por ejemplo, garantizar el paso momentáneo dela ayuda humanitaria) y otros tienen un alcancemás amplio (si son parte del diseño de un procesogeneral de paz). Del mismo modo, el contenido delos acuerdos es muy variable. Algunos acuerdos–como el Memorando de Entendimiento de Aceh(MdE) analizado más adelante– se negociansin un alto el fuego formal entre las partes. Enotros procesos, los acuerdos de alto el fuegomuy detallados pueden ser una importantecontribución a la paz (es el caso del acuerdo de

    alto el fuego de las montañas de Nyba en 2002)o no (por ejemplo, el alto el fuego negociado enel marco del Acuerdo de Paz de Darfur de 2006).

    ¿Por qué negociar un alto el fuego ycon qué nalidad?

    Después de compartiruna experiencia comúnde años de sufrimientoy desconanza, laspartes en un conicto

    pueden considerarel alto el fuego porrazones tácticas yestratégicas. Negociarel alto el fuego no

    implica que los grupos armados dejen de versu capacidad militar como la fuente principalde inuencia con el Estado. Como resultado delas asimetrías en la percepción de legitimidadde ambos lados, los grupos armados querránaferrarse a su principal moneda de cambio –sus armas– tanto tiempo como les sea posible.Por tanto, con frecuencia pueden resistirse a

    un acuerdo de alto el fuego hasta que se hayanhecho progresos en el frente político.

    Sin embargo, una o varias de las partes en conictopodrían estar dispuestas a negociar un alto el fuegopor razones genuinas de apaciguamiento. Si elconicto se ha prolongado durante algún tiempo, unalto el fuego puede ser un punto de partida prácticopara llegar a una solución negociada y puede permitirque las partes en conicto muestren su intención dealiviar la tensión y se comprometan a una solución noviolenta. El alto el fuego dividirá mínimamente a los

    beligerantes y suspenderá el ciclo de violencia. Daráa las partes la oportunidad de conocer la disposiciónpara negociar de su oponente.

    Las partes en conicto también podrían estardispuestas a discutir un alto el fuego porque ya nopueden mantener el nivel de violencia generadopor el conicto. Es posible que necesiten tiempo,para el reabastecimiento de armas y municiones,conseguir personal militar de nuevo, contratar yentrenar a nuevos reclutas o reunir información deinteligencia sobre las fuerzas enemigas, por ejemplo.

    Los estados pueden ser incapaces de mantener lapresión política creada por la violencia relacionadacon el conicto. En esos casos, la tregua posterior

    a un alto el fuego puede aliviar la tensión política.Los gobiernos, a menudo, insisten en un alto elfuego unilateral de los grupos armados en conictocomo preludio a las negociaciones políticas.Pueden argumentar que están bajo la presión deun público que no aceptaría las negociacionescon un grupo armado que sigue perpetrandoataques en el territorio nacional y de la población.

    Mientras que los grupos armados pueden intentarejercer presión sobre un proceso de negociacionesen curso con la actividad militar, también puede

    darse el caso de que un alto el fuego se vea comouna oportunidad para demostrar el mando y control.Hacerlo, generalmente a través de un alto el fuegounilateral público como el de MEND a nales de 2009,demostrará la efectividad de la organización de losgrupos armados y mejorará sus credenciales comosocio legítimo en un proceso de paz. Algunos grupostambién estarán interesados en la oportunidadde un alto el fuego que les permita fortalecer supresencia en su zona de operaciones. Esto es lo quepasó cuando los Tigres de Tamil llevaron a cabo unacampaña para eliminar opositores políticos tamilesen las zonas que controlaban, tras la rma del

    acuerdo de alto el fuego de 2002 en Sri Lanka.

    Los estados podrían recurrir a la negociación deun alto el fuego para reducir la violencia a un nivelpolíticamente aceptable, sin hacer concesionespolíticas, si se enfrentaran a una oposiciónarmada persistente y cada vez más efectiva.Pueden intentar utilizar las negociaciones de altoel fuego para crear un  status quo que apoye susobjetivos políticos. Por otra parte, los estadospueden buscar un compromiso de renuncia a laviolencia –equivalente a un alto el fuego– como

    La negociación de un altoel fuego no implica que losgrupos armadas dejen de

    ver su capacidad militarcomo la fuente principal deinuencia con el estado.

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    condición previa al diálogo, y a menudo tambiénpueden insistir en la necesidad de que los gruposarmados se desarmen rápidamente.

    La presencia de varios grupos armados en unconicto plantea retos particulares. Durante ladécada de los 90, las autoridades de Myanmarnegociaron una docena de acuerdos de alto el fuego

    bilaterales conlos principalesgrupos étnicosm i n o r i t a r i o sdel país, conuna políticade “divide yvencerás”. Cada

    acuerdo tratabade reducirlos niveles de

    violencia permitiendo que cada grupo armado elcontrol de la zona donde operaba y la aberturade ocinas políticas en la capital (bajo estrechavigilancia). Esto permitió que las autoridadesrecolocaran tropas en otras partes del país y,desde una posición de fuerza, negociaran otros dosalto al fuego bilaterales2. Desde el punto de vistade las autoridades, estas cesaciones del fuegohabían funcionado, hasta hace poco, como una

    herramienta de gestión de conictos muy ecaz.

    Teniendo en cuenta estas consideraciones, ¿cómopuede contribuir un alto el fuego a la resolución

    de conictos? Virginia Page Fortna identica tresaspectos críticos en los que el alto el fuego puedeapoyar los procesos de paz3:

    • Elevando el coste de futuros ataques, através de medidas prácticas como las zonas deamortiguación y la retirada de tropas, y de loscompromisos públicos para la paz. Los acuerdosde alto el fuego hacen que sea más difícil que laspartes renuncien a su compromiso. En efecto,cualquiera de las partes rmantes que vuelva a laviolencia se enfrentará a la condena y la presiónpúblicas. El atentado del grupo separatistavasco ETA en el aeropuerto de Madrid-Barajasen diciembre de 2006, apenas nueve mesesdespués de que se hubiera comprometido a un

    alto el fuego “permanente”, dañó su credibilidadpública como interlocutor.

    • El alto el fuego es una señal de compromisoformal de las partes para resolver sus conictosde forma pacíca. Los acuerdos dan a losbeligerantes la oportunidad de tranquilizarse unosa otros y comunican este compromiso de formaclara, lo que reduce la incertidumbre sobre lasacciones y las intenciones.

    • El alto el fuego implica una serie de mecanismos

    que ayudan a prevenir los accidentes (a través deuna separación de fuerzas, por ejemplo) y controlansu escala e impacto (a través de mecanismos devigilancia y vericación) 4.

    Los estados puedenrecurrir al alto el fuegosimplemente para reducirla violencia a un nivelpolíticamente aceptable,sin hacer concesiones

    políticas.

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    Sri Lanka

    Mediación y control de un alto el fuego sinun proceso de paz

    Después de 20 años de lucha, Noruega negoció unalto el fuego entre el Gobierno de Sri Lanka (GdSL)

     y los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE)en febrero de 2002. Los LTTE insistieron en ser elúnico representante del pueblo tamil en un marcoestrictamente bilateral a favor del alto el fuegocon el estado de Sri Lanka. Tras la elecciones

     generales de 2001, los LTTE anunciaron un altoel fuego unilateral, que fue correspondido y quepronto se extendió también al nuevo gobierno.

     Ambas partes aceptaron el Acuerdo de Altoel Fuego con el n de conseguir “un respiro” yconsolidar sus posiciones militares. Los LTTE

    lograron conquistas militares sobre el terreno,necesitaban el reconocimiento político ybuscaban legitimidad a través del alto el fuego.Después de la cesación del fuego se celebraron

     seis rondas de conversaciones que se estancaronrápidamente sobre el programa e inuyeron enel hecho de que los LTTE decidieran romper elacuerdo en abril de 2003.

    Los LTTE insistieron en que Noruega establecieray dirigiera el mecanismo de observación (la Misiónde Observación de Sri Lanka/SLMM) a pesar de

    las reservas noruegas acerca de convertirse en elmediador y el ejecutor del alto el fuego. A falta deconversaciones políticas, la SLMM, aunque era unmecanismo técnico, se convirtió en la única víade consulta entre las partes. La inmensa mayoríade las violaciones del alto el fuego se atribuyerona los LTTE, pero la SLMM y Noruega estaban encontra de “culpar y señalar” para no parecerparciales. No querían minar el papel de Noruegacomo mediador ni su relación con las partes.

    Noruega y los directores de las partesexaminaron las violaciones y consiguieronatención política signicativa. Se acusó a laSLMM de no dar suciente importancia a lasviolaciones de los LTTE, y recibió duras críticasde parcialidad de los partidos cingaleses queno formaban parte del acuerdo de alto el fuego.Estas críticas se extendieron rápidamente a lamediación de Noruega. Mientras tanto, los Tigresde Liberación violaban el alto el fuego, ya quesabían que la SLMM no les podía obligar porqueno tenía la autoridad para hacerlo. En estascircunstancias, las violaciones del alto el fuegomonopolizaron la atención de todos los actores

    políticos, distrayéndolos de la reanudación delas conversaciones políticas. Otras formas en las que un alto el fuegoque puede apoyar los procesos de paz son:

    • El alto el fuego ofrece la posibilidad de que

    las partes trabajen conjuntamente para resolversus diferencias y establezcan relaciones entreindividuos que previamente estaban en guerra.Un alto el fuego puede ser una medida importantepara construir la conanza, de la que puedensurgir otras medidas de gestión de la seguridad. • El alto el fuego salva vidas, al menos a cortoplazo. Puede reducir la tensión (cuando se aplica alinicio de un proceso político calculado) y contribuira un entorno más propicio para el diálogo político.

    • La mejor manera en la que el alto el fuegocontribuye a la paz es cuando forma parte de unproceso de paz político. En caso de que no existaun proceso más amplio, como en Sri Lanka, puedeque el alto el fuego sea más una herramienta paragestionar los conictos que para resolverlos5.

    ¿Qué se incluye en un acuerdo dealto el fuego?

    Un alto el fuego puede tener varias formas. Enmuchos casos forma parte de un proceso de paz

    más amplio, ya sea como uno de los varios acuerdoso como un capítulo en el acuerdo general de paz.En cuanto al contenido, la duración y el nivel dedetalle de los acuerdos de alto el fuego, tambiéndieren enormemente. Hay incluso casos deprocesos de paz que concluyen sin un acuerdo dealto el fuego. En el Memorando de Entendimientode ocho páginas que marcó el nal del conictode Aceh en 2005, por ejemplo, no había un altoel fuego formal. Sin embargo, cabe señalar que elMovimiento Aceh Libre (GAM) anunció un alto elfuego unilateral tras el tsunami de diciembre de2004. La expresión “alto el fuego” no se utilizó en

    el Memorando de Entendimiento de Aceh, ni enlos acuerdos anteriores mediados por el CentroHD. El gobierno de Indonesia consideró queusarla implicaría que las partes negociaban comoiguales, y daría legitimidad al GAM.

    Detener la violencia es sólo uno de los temas quenegociaron el gobierno de Indonesia y el GAM en2005. La única disposición en el acuerdo de pazfacilitado por el ex presidente Ahtisaari que se referíaal n de la violencia se incluyó en un apartado másamplio bajo el título de “Acuerdos de seguridad”, y

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    simplemente decía que “todos los actos de violenciaentre las partes acabarían, como muy tarde, enel momento de la rma de éste [el acuerdo].” Lainfracción del acuerdo se denía de manera mássimple como “cualquier acción incompatible con laletra o el espíritu de éste [acuerdo]”6.  Cinco añosmás tarde, el acuerdo sigue siendo válido. En la mayoría de los casos recientes, los acuerdosde alto el fuego han tratado los siguienteselementos:

    • medidas de distensión. Desconectan las fuerzasy minimizan el contacto entre los grupos armados.A menudo, la distensión requiere un intercambio deinformación detallado y transparente entre las partescon el n de establecer zonas desmilitarizadas queactúen como zonas de amortiguación entre loscombatientes.

    •  una denición de lo que constituye una violación del alto el fuego.  Algunos ejemplosde actividades prohibidas incluyen: el uso dearmas, al igual que las acciones ofensivas comoel suministro de nuevo armamento y municiones;la reagrupación de tropas; los refuerzos; ellanzamiento de nuevos ataques, y colocar nuevoscampos de minas.

    • mecanismos de supervisión, vericación deincidentes y solución de diferencias.  Pueden

    tener varias formas y pueden implicar mecanismosconjuntos, dependiendo de la naturaleza delconicto.

    • cobertura geográca del alto el fuego, asícomo un plazo temporal especíco para suaplicación.  Esto se incluye cada vez más y sedene más detalladamente para adelantarse auna serie de dicultades que pueden surgir en lafase de ejecución.

    • la mayoría de alto el fuego recientes tambiénse extienden a otros actos de carácter no militar

     y especican preocupaciones concretas parala protección de los civiles.  Por ejemplo, en elalto el fuego de 2002 en Sri Lanka se prohíbenespecícamente los “actos hostiles contrala población civil, que incluyen la tortura, laintimidación, el secuestro, la extorsión” (artículo2.1). Estas preocupaciones se extienden a vecesal personal de agencias humanitarias, como fue elcaso de la cesación del fuego en Liberia en 2003.

    • el alto el fuego incluye cada vez más lasprohibiciones de ataques verbales.  Incluyen

    acuerdos para un “uso civilizado y decente dellenguaje” (código de conducta del alto el fuegormado en Nepal en 2006, artículo 13) y paraevitar la “propaganda hostil y la incitación a laacción militar” (parte de un acuerdo de alto el fuegodel Acuerdo de Paz de Darfur de 2006, p. 45).

    • texto especíco que puede describir cómo se vincula el alto el fuego al resto del proceso de paz. Esto puede incluir los procesos de transformaciónpolítica y de seguridad (por ejemplo, la reforma delsector de desarme y seguridad). Sin embargo, elacuerdo de alto el fuego podría no necesariamenteentrar en detalles.

    • la mayoría de las cláusulas adicionales amenudo hacen referencia a la facilitación delacceso de la asistencia humanitaria y estipulanmodalidades para la liberación, o el intercambio,

    de prisioneros. 

    El alto el fuego tiene como objetivo, como mínimo,cesar las hostilidades y evitar que se reanuden.Sin embargo, las entrevistas con los mediadoresseleccionados subrayan la necesidad de acuerdosde alto el fuego que combinen y detallen, de maneramás sistemática, la mayoría de las característicasque se acaban de mencionar con el n de que suaplicación sea más fácil. Estas recomendacioneshacen eco de los descubrimientos de Page Fortnade que un “alto el fuego fuerte”; es decir, un acuerdo

    que trate tantas de estas características como lees posible en un nivel de detalle apropiado, tienemás posibilidades de éxito que un alto el fuego quesólo se reera a algunas de estas consideracionese incluya datos limitados acerca de su aplicación.

    A pesar de esto, las cuarenta páginas de “alto elfuego integral y acuerdos de seguridad denitivos”del Acuerdo de Paz de Darfur de 2005 son unclaro ejemplo de que la longitud y el detalle solosno garantizan la durabilidad. El acuerdo describedetalladamente a qué se aplica el alto el fuego(“actos como la movilización, la contratación

    o las iniciativas que puedan poner en peligro elproceso de paz, incluyendo las acciones militaresofensivas, los movimientos, el despliegue de lasfuerzas…  y la propaganda hostil”), así como lasmodalidades de aplicación y un calendario. Elhecho de que no se aplicara nos recuerda que:

    • Un texto completo no puede compensar la falta decompromiso de las partes en conicto. De hecho,se podría argumentar que las partes que se ponende acuerdo fácilmente en restricciones extensas ydetalladas, en prohibiciones y sanciones, pueden

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    hacerlo considerando que probablemente esascláusulas no se aplicarán.Otros casos abordados en esta publicacióntambién nos muestran que:

    • El compromiso de las partes en conictocon el espíritu de un alto el fuego no implicanecesariamente la reexión en provisionesdetalladas dentro de un acuerdo (por ejemplo, elAcuerdo de Entendimiento de Aceh, 2005).

    • Sin embargo, un acuerdo de alto el fuegocompleto facilitará el trabajo del equipo demediación y los supervisores del alto el fuegoen los casos que se basen en un compromisogenuino de las partes (como en el acuerdo dealto el fuego de las montañas de Nuba de 2002).

    DesafíosEntre los muchos desafíos con los que se encuentranlos mediadores en un alto el fuego, esta publicaciónse centrará en los seis siguientes: si todas laspartes se benecian igualmente del alto el fuego,si se puede parar la guerra o sólo posponerla, enqué etapa del proceso es mejor interceder, lospuntos ciegos que pueden afectar la capacidad delas partes para poner en práctica aspectos de lacesación del fuego, el tipo de supervisión requeriday si el alto el fuego debería implicar el desarme.

    ¿El alto el fuego favorece a los estados?

    ¿Los grupos armados y los estados son igualescuando se trata de alto el fuego? Abundanlos ejemplos de los gobiernos que deendenun alto el fuego temprano para satisfacer laopinión pública y sus partidarios políticos, y paraminimizar las concesiones que les pueden pedir

    en las negociaciones.Cuando se rma el altoel fuego a principiosde un proceso, se

    corre el riesgo depromover más el

     status quo  que unareforma y se tiende abeneciar al gobiernomás que a susrivales armados. Si, ycuando, una cesacióndel fuego implica unamayor renuncia de unestado a implementarcambios, un grupo

    armado puede volver a la violencia. Es probableque un grupo que vuelva a movilizar a suscombatientes pueda asumir públicamente laresponsabilidad de romper el compromiso y causardaño. Fue el caso del IRA (Ejército RepublicanoIrlandés) en febrero de 1996, cuando puso n a17 meses de alto el fuego después de un períodode relativa normalidad posterior a la cesación delfuego de 1994.

    Los mecanismos de alto el fuego que previenenla adquisición de material militar también puedenfavorecer a los estados, ya que tienden a imponermás restricciones a los grupos armados. En SriLanka, por ejemplo, el gobierno fue capaz deconseguir armas y equipos después de la cesacióndel fuego de 2002, mientras que los LTTE seencontraron con rigurosas restricciones para “re-equiparse”. Los equipos de mediación se darán

    cuenta de que su capacidad de control, y todavíamás la de detener el suministro de armas a laspartes en conicto, estará siempre limitada.

    Además, los mediadores implicados en lasprimeras etapas de un proceso puedenencontrarse con la poca disposición de ungrupo armado para iniciar conversaciones queprincipalmente se centran en conseguir un alto elfuego y no en sus reivindicaciones fundamentales.El reconocimiento inherente a la participación enel proceso de negociación, a veces, es suciente

    para que un grupo acepte pérdida de inuenciainherente a la suspensión de la violencia. Además,medidas como la entrega de ayuda humanitariaa los simpatizantes de un grupo armado podríanfomentar la conanza en un proceso de alto elfuego. Durante todo el proceso, un mediadortratará de evitar la impresión de parcialidad ydefenderá los vínculos claros entre la cesación delfuego y el proceso de paz a gran escala.

    La gestión de conictos frente a la resolución deconictos

    Los mediadores trabajan bajo presión para negociarun alto el fuego que salve vidas y permita mejorashumanitarias sustanciales. Estos resultados aportanbenecios a la reputación del mediador y a suorganización. Sin embargo, en algunos casos un cesetemprano de las hostilidades puede no contribuir a unprogreso tangible hacia una solución política duradera,lo que representa un dilema para la comunidad demediación. En marzo de 2009, los mediadores deÁfrica se reunieron en Zanzíbar para debatir si losmediadores se centraban demasiado en salvar vidas acorto plazo y si este enfoque en la gestión de conictos

    “Un acuerdo de alto el

    fuego no debe creardesventajas militares ode otro tipo para ningunade las partes y no debeafectar las opciones parala resolución nal delconicto.” Jeremy Briceño, asesor dela Unión Africana en lasconversaciones de paz de Abuja sobre Darfur de 2006 7

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    podría perpetuarel conicto yposponer unasolución8. Estasconsideracionesdestacan lasd i f i c u l t a d e sasociadas con

    saber hasta qué punto un alto el fuego puede ser partede un proceso más amplio o si es el único resultadoposible de una negociación.

    Chipre es un claro ejemplo del dilema clásico delalto el fuego: ¿puede el alto el fuego ser parte de unproceso más amplio que intenta resolver la raíz delconicto o puede sólo regular el comportamientode las partes y tratar de evitar la violencia a granescala? El acuerdo de alto el fuego alcanzadoen 1974 llegó, probablemente, tan lejos como

    las partes estaban dispuestas. Evidentemente,ha demostrado ser un medio muy ecaz deagrupamiento para evitar la reanudación de laviolencia. Sin embargo, “congeló” el conicto en lamedida que el proceso de paz estuvo estancadodurante décadas, a pesar de los esfuerzos de unaserie de mediadores de las Naciones Unidas.

    La gestión y resolución de conictos no son objetivoscontradictorios, sino más bien nes complementariosque se han logrado en los procesos de paz. Sinembargo, hay situaciones en las que la gestión de

    un conicto puede ser el único resultado posiblede una negociación de alto el fuego. Sigue siendodifícil evaluar si la creación de un modus vivendi  y sinla presión de la guerra las partes dejarán de tenerincentivos para seguir negociando. La respuestasiempre dependerá del contexto especíco y sederivará de lo que un mediador llamó “análisis asangre fría…  llevado a cabo por el mediador y laspartes”9. Será importante que se realice un análisisa fondo para comprender lo que realmente puedelograrse a través de un alto el fuego, y las recompensasy sanciones que puedan proporcionar mejoresresultados para ayudar a mantener el alto el fuego10.

    Hay por lo menos cuatro factores importantes quedeterminan si, y cuando, se puede facilitar un altoel fuego y la hasta qué punto puede contribuir a unproceso de paz más amplio:

    • la capacidad militar de los beligerantes, y si uno deellos puede derrotar a los demás. Como la ofensiva delos insurgentes en El Salvador en noviembre de 1989que puso de relieve el estancamiento militar con lasfuerzas gubernamentales y dejó claro a los dos bandosque un proceso de paz era necesario.

    Burundi

    Entre el alto el fuego y la rendición organizada

    El Acuerdo de Paz y Reconciliación de Arushaen 2000 enfocó el acuerdo político del conictoa través de soluciones de poder compartido.Mientras que las cláusulas especícas tratabanlos acuerdos de seguridad, la ausencia de gruposarmados críticos en la mesa de negociaciones

     signicaba que los aspectos técnicos quedabanen manos de los implementadores. Los principales

     grupos armados que formaban parte del acuerdofueron el Consejo Nacional para la Defensa de laDemocracia (CNDD) y el Partido para la Liberacióndel Pueblo Hutu (PALIPEHUTU). Los gruposescindidos –el CNDD-FDD (Fuerzas de Defensade la Democracia) y el PALIPEHUTU-FNL (FuerzasNacionales de Liberación– se negaron a rmar.

    Impugnaron la validez de un proceso del que noformaban parte y que no trataba su preocupaciónprincipal sobre la reforma del aparato de seguridad.

    Después de Arusha, el gobierno de Burundi rmóuna serie de acuerdos de alto el fuego bilateralescon los grupos disidentes, entre 2002 y 2008. Lascesaciones del fuego se negociaron a cambio dela inclusión en el proceso político y el gobierno depoder compartido, incluso si el gobierno evitaba loscompromisos sobre las reformas de seguridad quelos grupos exigían. El ejército de Burundi, que se

    opuso a las reformas que pondrían en peligro susprivilegios de seguridad, lanzó una ofensiva paradebilitar a los grupos armados y los presionaronpara aceptar las condiciones del alto el fuego.Los grupos sufrieron luchas internas entre lospartidarios y los opositores de las negociaciones dealto el fuego. El equipo de facilitación alistó paísesde la región (Gabón, Tanzania) y expertos de la ONUpara ayudar al gobierno a negociar con los gruposarmados principales. Conscientes de que el alto elfuego no aportaba la necesaria reforma del sectorde seguridad, los facilitadores optaron por poner na la violencia y trabajaron sobre acuerdos para el

    desarme y la reintegración junto con nombramientospolíticos para los líderes de los grupos. La mayoríade las cesaciones del fuego de Burundi duraronpoco y tuvieron que renegociarse11.

    No se logró la paz con el CNDD-FDD hasta larma del Acuerdo de Alto el Fuego Completo de2006. El PALIPEHU-TU-FNL sólo dejó de luchar en2009 a cambio del reconocimiento como partidopolítico. Si bien las negociaciones bilaterales y lapresión militar y política llevaron al alto el fuego yel desarme, la reintegración de los combatientes

    Un mediador defenderálos vínculos claros entrela cesación del fuego yel proceso de paz a granescala.

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    ha obtenido resultados mixtos y el sector de seguridad de Burundi aún no ha sido reformado. • el tamaño de las circunscripciones conaspiraciones que los grupos armados dicen querepresentan. Normalmente, como más grandes ymás inuyentes son las circunscripciones (como

    en El Salvador o Irlanda del Norte), mayor es lalegitimidad asumida por la oposición no estatal yal estado le resulta más difícil argumentar que loscompromisos políticos no son necesarios. • la capacidad política de los negociadoresde ambos lados así como la naturaleza de losgrupos.  Esto es a parte de cuestiones como sucapacidad de controlar el territorio. Los aspectosde mando y control tienen un gran peso en lacapacidad de un grupo armado para entrar endiscusiones de alto el fuego.

    • la creencia compartida en la justicacióndel diálogo no violento, a veces provocadapor un evento catalizador reciente.  Losataques terroristas del 11-S contra los EstadosUnidos tuvieron repercusiones claras sobreel comportamiento de un número de gruposarmados. Por ejemplo, inuyeron positivamenteen el proceso de Irlanda del Norte, donde el IRAera reacio a ser etiquetado como una organizaciónterrorista. El tsunami de Aceh en diciembre de2004 fue un factor clave para el avance hacia un

    acuerdo de paz.¿Cuándo negociar un alto el fuego? Calendario

     y secuenciaLas cesaciones del fuego se implementan,a menudo, en el inicio de un proceso comocondición previa a un diálogo más sustantivo. Lasuposición convencional es que un alto el fuegoes “uno de los primeros pasos necesarios en unproceso de paz …  que allana el camino para lanegociación de cuestiones que no pueden serabordadas durante una época de hostilidades”12.Esto se desprende de un imperativo humanitario

    –a veces más patente entre el mediador y otrosmiembros de la comunidad internacional que enlas partes en conicto– para detener el conictotan pronto como sea posible a n de evitar lapérdida de más vidas humanas. A veces, tambiénlos grupos armados declaran un alto el fuegounilateral al principio de las conversaciones con eln de disminuir la tensión y contribuir a un entornomás propicio para las negociaciones.

    Generalmente la reducción de la violenciafacilita el inicio del diálogo, pero no es siempre

    el caso. En Liberia se rompieron más de unadocena de cesaciones del fuego entre 1990 y1995, lo que plantea la cuestión de si deberíanhaber seguido siendo el objetivo principal delesfuerzo de negociación. Negociar sin un altoel fuego es posible y también se ha llevado acabo, con diferentes grados de éxito, en Burundi,Guatemala13, Irlanda del Norte y El Salvador. Esteúltimo caso ofrece un ejemplo convincente de unalto el fuego negociado después de que las partesen conicto acordaran un amplio programa dereforma política.El caso de Colombia ilustra claramente lanecesidad de considerar las particularidades decada situación de conicto. En Colombia, en 2002,las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC) siguiendo al precedente de El Salvadorrechazaron la introducción de un alto el fuegoantes de las conversaciones. El presidente Andrés

    Pastrana aceptó la demanda de las FARC para“hablar durante la lucha” hasta que se llegara a unacuerdo político. Como señal de buena voluntad,el gobierno concedió a las FARC una gran zonadesmilitarizada. Sin embargo, en ausencia demecanismos acordados para la supervisiónde la actividad en la zona de distensión, lasFARC la utilizaron como un refugio seguro parareagruparse, seguir con las actividades delictivasy secuestros, y lanzar ataques. No es sorprendenteque las conversaciones se derrumbaran de pronto.

    Aunque algunas cesaciones del fuego se negociancon éxito en el inicio de un proceso, la experienciasalvadoreña (y el ejemplo irlandés discutido másadelante) son un recordatorio útil de la necesidadde permanecer abiertos a la posibilidad decuestionar el modelo de un “alto el fuegotemprano”. En cada caso, la sostenibilidad de lasolución se basaba en (i) demandas importantes ylegítimas de reformas de los grupos armados, y (ii) laoportunidad que ofrecía una solución política másamplia para responder a las demandas y promoverestos cambios políticos y sociales en el país.

    Puntos ciegos

    El SalvadorPensamiento no lineal

    En 1989, los grupos armados revolucionariosque formaban el Frente Farabundo Martí para laLiberación Nacional (FMLN) lanzaron la mayorofensiva de toda la guerra civil salvadoreña,que había durado una década. La ofensiva fueuna muestra de que los comandantes del FMLN

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    no podían mantener el terreno que habíanconseguido durante un período de tiempoprolongado, mientras que el gobierno se diocuenta de que el ejército no podía ganar la guerramilitarmente. La presión ejercida por el Congresode los Estados Unidos para investigar los delitosrelacionados con ociales del ejército de El

    Salvador, junto con una disminución de la ayudamilitar, contribuyó a la decisión del gobierno deno exigir un alto el fuego como condición previapara las conversaciones (como había sido elcaso en los intentos de diálogo anteriores ).En lugar de empezar con el alto el fuego y terminarcon un acuerdo político, el gobierno acordócon el FMLN que un alto el fuego ni siquieraestaría en el orden del día, sino que se discutiría

     separadamente cuando se hubiera progresadoen el frente político. Las partes negociaron, porprimera vez, una serie de acuerdos relacionados

    con las normas, los procedimientos, la agenda y el calendario de las conversaciones, así comocon los derechos humanos, militares y la reformaconstitucional. Paradójicamente, permitir quelas partes siguieran luchando durante estasnegociaciones fue un elemento de conanza

     y contribuyó a la seguridad del proceso (unargumento que defendió repetidamente elmediador de la ONU, Álvaro de Soto, a losfuncionarios de los EE.UU. que presionaban paraconseguir un alto el fuego temprano). El FMLN noincorporó a sus comandantes a las negociaciones

    hasta después de 22 meses desde el inicio de lasconversaciones para discutir las modalidades dealto el fuego. Éstas tuvieron lugar menos de unmes antes de la rma de los acuerdos de paz enenero de 1992, que formalizó el resultado de unanegociación de dos años14.

    Una misión de supervisión de los derechoshumanos, desplegada por todo el país alcomienzo de las conversaciones, contribuyóa la construcción de la conanza y condujo auna reducción de la violencia. Se aplicó el altoel fuego en febrero de 1992, acompañado del

    desarme del FMLN y de un proceso paralelo dereducción drástica de la fuerza en el ejército

     salvadoreño, como se había acordado en lasnegociaciones políticas más amplias. El alto elfuego fue el último paso en el proceso de paz,como una traducción ocial de los compromisosde ambas partes, y no hubo violaciones.

    En algunos casos, los gobiernos y las terceraspartes no llegan a comprender que la incapacidadde un grupo armado de cumplir con algunosde los requisitos no signica necesariamente

    un rechazo el alto el fuego en sí. Podría serque las propias características impidieran suimplementación. Esto podría deberse a quelos combatientes no aceptaran o cumplierancon lo que se les exige, o a que la estructuraorganizativa imposibilita la implementación.

    En cualquier contextoen el que uno o variosgrupos armados estánformados por unared de formacionest á c t i c a m e n t ei n d e p e n d i e n t e s ,grupos o células(o simplementeentidades amorfas con comando y control), puederesultar extremadamente difícil ejecutar algunosmecanismos normales de alto el fuego. Durante

    el proceso facilitado por el Centro HD en Aceh, enla década de 2000, por ejemplo, resultó imposiblecrear una zona de amortiguación y esperar que elGAM recolocara a sus combatientes en un númerode lugares diferentes. Este no fue el resultadode un compromiso vacilante con el GAM, sino laconsecuencia de que el GAM es un movimientodifuso que vive en medio de la población civil (adiferencia de los puestos fronterizos donde sepodría haber trasladado). Sin embargo, el estadoacusó al GAM de no cumplir el trato, lo quereejaba la falta de voluntad política del GAM,

    más que su incapacidad para implementar unelemento especíco del acuerdo15.

    Las cesaciones del fuego plantean dicultadesprácticas a las partes en conicto. Implementarlasrequiere una comunicación ecaz con las bases,a veces con dicultades en el terreno. Tambiénpuede implicar un ajuste difícil a nivel individual.Hay un ambiente de sospecha generalizado yseguramente los combatientes se preguntarán sivolverán a ser atacar y cuándo ocurrirá.

    Una buena comprensión de las características

    del grupo armado que pueda formar parte deun acuerdo de alto el fuego puede implicar unareevaluación de, incluso, las característicasmás comunes. En algunos casos los objetivosy principios del grupo armado podrían, porejemplo, ser directamente contrarios a laconsideración de cesación del fuego. En lasFilipinas, el Partido Comunista de Filipinas/Frente Democrático Nacional/Nuevo Ejército delPueblo (CPP/NDF/NPA) no estaba de acuerdocon la idea de que el alto el fuego durara másde unos pocos días. La misma idea de un alto

    El alto el fuego planteadicultades prácticas paralas partes en conicto.También implica ajustesdifíciles a nivel individual.

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    el fuego implicaba tener que renunciar a suderecho a la violencia como medio legítimo paraproseguir la lucha. De hecho, contradecía elcompromiso ideológico clave del partido, al quese reere como “guerra popular prolongada”16.

    Supervisión de los acuerdos de alto el fuego

    La supervisión de los acuerdos del alto el fuegodebe involucrar a las partes en conicto en elseguimiento y la vericación de cómo se aplicaun acuerdo, así como en la investigación deposibles violaciones de la cesación del fuego.En otras circunstancias, los organismos localesque puedan o no participar activamente en laresolución de conictos en su área de operacionesdeberían supervisar la aplicación del alto el fuegoe informar a una Comisión de Seguimiento o a unaComisión Militar Mixta.

    La composición y el poder de cada Comisión MilitarMixta dependen del contexto. En las Filipinas, losequipos locales de supervisión estaban formadospor representantes del gobierno local, y los líderesde los grupos armados y la sociedad civil. Losorganismos de base de control del alto el fuego(“alto el fuego de Bantay”) complementaban eltrabajo de los equipos locales de seguimiento einformaban a un Comité de Coordinación Mixto dela Cesación de las Hostilidades. Este organismo deimplementación del alto el fuego trabaja con una

    tercera parte supervisora contingente, el EquipoInternacional de Supervisión, y los dos organismosinforman el panel general de paz que convoca alos representantes de los beligerantes. En otrosconictos, la participación en una Comisión MilitarMixta podría ampliarse más allá de las partesen conicto. El Comité de Supervisión Mixto deLiberia, creado en 2003, incluía representantesde la Comunidad Económica de Estados de ÁfricaOccidental, la Unión Africana, las Naciones Unidasy el Grupo de Contacto Internacional sobre Liberia,así como las partes en conicto.

    En 2002, el acuerdo de alto el fuego de losmontes Nuba innovó otorgando la responsabilidadprimaria de la supervisión y la vericación a lasmismas partes en conicto, como parte de unaComisión Militar Mixta que fue apoyada por losterceros. Un enfoque conjunto similar se observóen Nepal, donde las Naciones Unidas ayudarona las partes a aplicar el Acuerdo de Gestión yControl de Armas y Ejércitos de 2006. Un Comitéde Coordinación de la Supervisión Conjuntoreunió a los representantes de ambos ejércitosbajo la presidencia de las Naciones Unidas y, con

    el apoyo de equipos conjuntos de supervisión,resultó ser crítico en el proceso de supervisión.La petición explícita de las partes del apoyo de laUN en el Acuerdo, junto con la participación diariaen Comité y los equipos, contribuyó a un procesode supervisión muy efectivo. Sin embargo, lafalta de progresos en el proceso político másamplio obstaculizó el potencial de estos acuerdospara contribuir a los objetivos más generalesestablecidos en el proceso de paz de Nepal17.

    Si bien los mecanismos conjuntos parecenevidenciar buenas prácticas, un análisis de lamediación revela cuándo se deben considerar lasalternativas. Los mecanismos conjuntos podríanno ser relevantes cuando se requiere personal,posiblemente armado, no sólo para supervisar sinotambién para cumplir la conformidad de un alto elfuego debido a uno o más de los siguientes factores:

    • En un alto el fuego, una parte estatal no ejercela responsabilidad de proteger a sus ciudadanos(Liberia en la década de los 90);• Algunos grupos signatarios demuestran unafalta de voluntad reiterada de cumplir con elacuerdo de alto el fuego (Frente RevolucionarioUnido, FRU, a nales de los 90, Sierra Leona);• El personal del mantenimiento de la paz está enconicto activo con uno o varios miembros en elacuerdo del alto el fuego;• El personal del mantenimiento de la paz

    se responsabiliza con una de las partes en elconicto mientras que el otro beligerante no seha comprometido a un alto el fuego (la Misión devericación en Kosovo supervisó el cumplimientodel alto el fuego de las fuerzas serbias que no fuereconocido por el Ejército de Liberación de Kosovoen 1998-99).

    En tales casos, los mecanismos conjuntos podríanser inapropiados y podrían poner en peligroal personal del mantenimiento de la paz queparticipa en el seguimiento del acuerdo.

    Alto el fuego y desarme 

    Los acuerdos de altoel fuego ofrecen a losmediadores y a las partesla oportunidad (de hecho,algunos lo ven como unaobligación) de negociaracuerdos relacionadoscon la seguridad comoparte del proceso depaz. Sin embargo, existe

    “En aquellos díascomo joven voluntario[republicano], meenseñaron a entregar mi

     vida antes que el arma.Renunciar a las armas fueun anatema”.Gerry Kelly, Sinn Fein

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    el riesgo de quese extralimitencuando estosa c u e r d o stambién debenprocurar eldesarme de losgrupos armados.

    De hecho, planicar el desarme en el marco delas negociaciones de alto el fuego modica elequilibrio de poder entre las partes en conicto.Esta es la razón por la cual grupos como el FMLNparticiparon en el desarme sólo al nal del procesode paz, como parte de la implementación de altoel fuego y en paralelo a la reforma del ejércitosalvadoreño. El desarme del Ejército RepublicanoIrlandés (IRA) en Irlanda del Norte es otro ejemplomás sobre la sensibilidad de esta cuestión. En

    un principio, el IRA no entregó las armas, sinoque puso sus armas y depósitos de municiónaccesibles a la inspección internacional, llevadaa cabo por el ex presidente nlandés MarttiAhtisaari y el líder del CNA, Cyril Ramaphosa.Los dos hombres fueron capaces de conrmarpúblicamente que los depósitos eran seguros,ya que estaban en desuso, y que el IRA estabacumpliendo los compromisos. Esto ayudó a forjarla conanza para poder comenzar un procesoformal de desarme en 2001, tres años despuésdel acuerdo de Belfast/Viernes Santo que no se

    terminó hasta el 2005.Aunque se negocien al principio o al nal de unproceso, los altos el fuego que implican desarmesiguen representando una amenaza de seguridadpara los miembros del grupo, o grupos, armados.El movimiento colombiano M-19, por ejemplo, viouna serie de sus equipos asesinados despuésdel desarme 18.

    En ausencia de cualquier signo tangible dereforma política del estado, los mediadores, porregla general, deberían ser cautelosos con las

    iniciativas de desarme presentadas al comienzode las negociaciones del alto el fuego. Como AGNourani escribió respeto al conicto de Cachemiraen 2000: “Los militantes temen que si aprueban elalto el fuego e incluso la deposición de las armas,perderían toda la inuencia en las negociacionesvenideras con el gobierno y se encontrarían enuna situación desesperada si éste incumpliera laspromesas”19. La probable oposición de los gruposarmados a aceptar el desarme en un alto el fuegono sólo puede impedir llevar a cabo el acuerdode las disposiciones, sino que también erosionan

    el prestigio de los mediadores. No por ello sesugiere que los grupos armados no deban, alnal, deponer las armas, pero sí que es prioritarioque el alto el fuego establezca el terreno paraunas reformas de seguridad más amplias (delas cuales el desarme es sólo un elemento) yque alto el fuego por sí solo no puede remplazar.El hecho de que las iniciativas de desarmepresenten dicultades adicionales, que incluyenlas frecuentes controversias sobre el númerode combatientes elegibles para los benecios,es una razón más para no tratarlos como partede los acuerdos de un alto el fuego, ya de por sícomplejo. Una de las mayores preocupaciones delos mediadores en las negociaciones de un altoel fuego debería ser cuál es la mejor manera dereducir los posibles sabotajes por las partes en elconicto. Si los grupos armados tienen un papelimportante, negociar el desarme pero posponer

    las cuestiones más amplias de la reforma deseguridad a una etapa posterior puede poner elproceso de paz en peligro.

    Opciones para los mediadoresLas opciones disponibles para un mediadordependerán de una serie de factores que incluyen,pero no se limitan, al número de partes en elconicto, a la inuencia que el mediador tienesobre las partes y a la inuencia de otros actores

    de la comunidad internacional en los que poderapoyarse; al soporte que terceros puedan prestarpara una supervisión y vericación del alto elfuego y a la disposición de las partes para vincularel alto el fuego con un proceso de paz más amplio.

    Mantener el peso de las partes

    Para algunos grupos armados, acordar un alto elfuego signica una enorme concesión al estado.La capacidad de los mediadores para garantizarla participación de las partes en un proceso enel que ninguno de los beligerantes pierda peso

    será de una importancia vital para el éxito deun alto el fuego. Esto puede hacerse a través dela participación de otras entidades aparte delestado, el ejército o el mediador, con atractivospara que un alto el fuego resulte más aceptablepara el grupo armado. En Irlanda del Norte, elIRA declaró un alto el fuego en respuesta a unapetición de su sustituto político, Sinn Fein. EnColombia, la participación de la Iglesia Católicaha sido en varias ocasiones fundamental paraacordar un alto el fuego con las FARC, aunque demanera temporal.

    Los mediadores deberíanser cautelosos con lasiniciativas de desarmepresentadas al comienzode las negociaciones dealto el fuego.

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    Introducir los principios Mitchell 

    En los procesos en los que una o varias de laspartes se siguen oponiendo a la negociación deun alto el fuego, pero tienden a reducir el nivelde violencia y a asegurar otros compromisos depaz, los principios Mitchell pueden ser una opción.Fue el senador de EE.UU. George Mitchell quiendio nombre a estos principios al introducirlos enIrlanda del Norte en 1996. Estos seis principiospueden ser acordados por las partes del conictoy reejan un compromiso de facto a la esenciade un alto el fuego. Implican i) la resolución decuestiones políticas por medios exclusivamentepacícos y democráticos; ii) el desarme de todaslas organizaciones paramilitares; iii) la vericacióndel desarme por un organismo independiente;iv) la renuncia y oposición a usar la fuerza oamenazar con usar la fuerza para inuir en el curso

    o en el resultado de las negociaciones acordadaspor todas las partes; v) el cumplimiento de lostérminos de cualquier acuerdo alcanzado portodas las partes y, en caso de desacuerdo, el usoúnicamente de medios pacícos y democráticospara tratar de modicarlos; vi) la eliminación de los“asesinatos de castigo” y la violencia así como lasmedidas efectivas para prevenir tales acciones20.

    Los montes NubaSeguimiento conjunto

    En 2001 los Estados Unidos nombraron al senador Danforth enviado especial para la paz enSudán, con el objetivo de explorar la posibilidadde forjar la conanza entre el gobierno de Sudán

     y el Movimiento/Ejército de Liberación del PuebloSudanés (SPLM/A). Tras diversas consultas conlas partes del conicto, la región y los paíseseuropeos, los montes Nuba se convirtieron en uncaso de prueba en el que se podría negociar unalto el fuego. Un importante oleoducto cruzaba la zona y,

    aunque ninguna de las partes podía mantenerlo,tampoco estaban dispuestos a ceder. Bajo lapresión posterior al 11-S, el equipo de mediaciónimpulsó detallados mecanismos de alto el fuegoque las partes nalmente acordaron, dando lugara la rma del alto el fuego en enero de 2002. Elequipo de mediación de Estados Unidos y Suizaprevió que las partes podían utilizar la cesacióndel fuego para redistribuir las tropas y combatir enotras áreas. Para prevenir esto, no sólo sugirieron

     zonas de amortiguación y la retirada de las tropas, sino también que las partes permanecieran

    dentro de los límites de los montes Nuba, dondela principal responsabilidad era la de mantenerel alto el fuego a través de una Comisión MilitarConjunta (CMC).

    La CMC reunió a las partes del conicto y a losmiembros del grupo de mediación internacional.Para asegurar el cumplimiento, utilizó sistemáticaspatrullas locales conjuntas, además de un

     sistema de registro de quejas. Para favorecer lapropiedad local y evitar la escalada, los incidentes

     y las quejas se abordaron de manera sistemáticapor comandantes del menor rango posible. Esta

     gran colaboración puesta en marcha se basó enla inuencia del equipo suizo-estadounidensedispuesta después de los ataques del 11-S. LasNaciones Unidas y los estados poderosos tambiénpresionaron para el cumplimiento a través de unproceso de descrédito. El posterior acuerdo de

    alto el fuego incluía coordenadas geográcas yplazos de ejecución detallados.

    La tregua de seis meses fue renovada paratres años más. El mecanismo conjunto propicióque el personal militar de ambas partestrabajara conjuntamente e hizo hincapié enla responsabilidad local a la hora de vigilar einvestigar violaciones. Estos mecanismos estabanausentes en las medidas de seguridad del AcuerdoGeneral de Paz, en el que los supervisores de laONU ya no trabajaban con las fuerzas locales.

    Primer paso: el alto el fuego localizado

    Los mediadores pueden explorar la opción del altoel fuego localizado como medida para fomentar laconanza de las partes. Un alto el fuego localizadopuede servir como un medio para que las partesdeterminen sus propios intereses y la voluntad detrabajar en una solución negociada. Con el apoyode unos mecanismos de supervisión y vericaciónclaros, se puede abrir el camino hacia el diálogosostenido entre las partes.

    Los programas destinados a la reducción de laviolencia armada han utilizado las “zona de paz”que, aunque no son tan comprensivas comolas cesaciones del fuego localizadas, requierenque las partes estén de acuerdo en un conjuntode reglas que pueden aplicarse a las zonas dedespeje. Estas zonas de paz localizadas puedenser reguladas por una serie de reglas que vandesde la prohibición de la portación de armas a laprohibición de su uso, así como la regularizacióndel movimiento de las tropas. En algunos casos

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    también establecen un marco para promover losmecanismos de diálogo local y otras medidaspara promover la conanza. Esos mecanismoslocalizados se han utilizado tanto en situacionesde conicto (en Aceh y Colombia), como ensituaciones de posguerra (en El Salvador). Aunquelas zonas de paz parecen ser mecanismosecaces en la fase de aplicación, su utilidad comomedidas para generar conanza en ausencia demecanismos de vericación y supervisión siguesiendo cuestionable.

    Generar las responsabilidades de las partes enel mecanismo de supervisión

    Cuando se trabaja en un proceso de alto el fuegolos mediadores también tienen la oportunidad,si no la obligación, de recordar a las partes suresponsabilidad primaria para mantener el alto el

    fuego así como la supervisión de su implantación yla vericación de posibles violaciones a éste. Desdeel punto de vista del mediador, el compromisode las partes se puede traducir en una serie demedidas prácticas que permiten trabajar unoscon otros para hacer frente a los desafíos de laimplementación. El alto el fuego de los montesNuba en 2002 aportó lecciones interesantessobre qué responsabilidad recaía sobre las partes,incluso a través de un mecanismo de supervisión,en el que el papel formal del mediador era sólode apoyo. En este ejemplo, la implicación de los

    comandantes militares de las partes en conictocontribuyó al éxito del proceso, así como suimplementación. Este ejemplo positivo, comose ha señalado anteriormente, se utilizó en elNepal donde el Comité mixto de supervisión ycoordinación contaba con la participación derepresentantes del ejército nepalí, del Ejército deLiberación Maoísta y de las Naciones Unidas.

    Los procesos en losmontes Nuba y enel Nepal contrastancon las medidas de

    supervisión del altoel fuego de 2002 enSri Lanka. En esteúltimo caso, el apoyomínimo de las partes setradujo en un problemaestructural, ya quefueron los supervisoresescandinavos los queacarrearon con laresponsabilidad de lasupervisión mientras

    que las partes en conicto estaban representadassólo en calidad de asesores.

    Usar los conocimientos especializados enmateria de seguridad para aumentar lacapacidad de las partes 

    Lo ideal sería que la experiencia en seguridadfuera más amplia que la puramente militar yque incluyera tanto el desarme como la reformadel sector de seguridad. En algunas situaciones,los mediadores pueden alistar a especialistasinterinos que tengan un conocimiento exhaustivoy una comprensión de los conictos. Esto puedecomplementar la labor de los asesores deseguridad, que pueden ser llamados para asesoraral equipo de mediación así como a las partes en(i) la comprensión de las particularidades delentorno del conicto y de las necesidades (ii) la

    elaboración de mecanismos de alto el fuego quese ocupan de estas cuestiones especícas y estánvinculados a los elementos de seguridad másamplios del proceso de paz.

    Una correcta seguridad permite que el equipode mediación ofrezca a las partes en conictola capacidad técnica que necesitan y se asegurede que comprenden las implicaciones de lasmedidas y de los componentes técnicos que seestán negociando. También puede estimulara las partes a detallar el acuerdo para aclarar

    las posibles fuentes de conicto que puedansurgir durante la ejecución. Por ejemplo, enSudán, después del Protocolo de Machakos en2002, el equipo de mediación organizó talleresseparados sobre las medidas de seguridadpara los altos ociales militares en Jartum ypara los comandantes del SPLA  en el sur. Delmismo modo, durante las conversaciones deDarfur celebradas en Abuja en 2006, la UniónAfricana apeló a un equipo de asesores para queayudaran a los grupos de Darfur a desarrollarun mejor entendimiento de lo que supondría elalto el fuego21. Cuando se negoció el Acuerdo

    de Cese de las Hostilidades en Aceh en 2002,el Centro HD contrató los servicios de ungeneral estadounidense retirado, una empresade seguridad privada de consultoría paraproporcionar conocimientos técnicos durante elproceso, como también a ex militares de la Indiapara diseñar mecanismos relacionados con lacolocación de armas. A lo largo de estos procesos,la contribución de expertos en seguridad y enpericia militar, incluidos los ex combatientes, fuebeneciosa tanto para el equipo de mediacióncomo para las partes.

    “Las actitudesfueron cambiando.

    Se entendieronmejor [el Partido delCongreso Nacional ylos comandantes delEjército de Liberación delPueblo Sudanés en losmontes Nuba]. Se forjó laconanza. El comienzode las conversaciones delCPA fueron más fáciles.” Julian Hottinger, mediador suizo.

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    Anticipar los problemas de ejecución 

    Los mediadores están en condiciones de preparara las partes para las dicultades de la aplicaciónde los acuerdos del alto el fuego, especialmenteaquellos que carecen de detalles. Pueden ayudara los negociadores a pensar en las necesidadesespecícas del proceso y a concebir los mecanismosadecuados para anticipar algunos de los problemasque pueden surgir durante la ejecución.

    Las dicultades en la aplicación de un alto elfuego no se deben tanto a las deciencias de lossupervisores sino más bien a la falta de claridaden el acuerdo inicial. Esto incluye la terminología,las responsabilidades y los mecanismosfundamentales. Para evitar cualquier malainterpretación, los mediadores del alto el fuego

    de los montes Nuba denieron la estructura, lacomposición y las responsabilidades de la ComisiónMilitar Conjunta minuciosamente y decidieronintegrarlo todo en el acuerdo rmado por ambaspartes. Los casos en los que se han excluidodetalles contenciosos o en los que los mediadoreshan recurrido a la “ambigüedad creativa”22 parasuperar los desacuerdos entre las partes, despuéshan presentado dicultades reales para elpersonal encargado de aplicar y supervisar el altoel fuego. En 2002, el Centro HD ayudó a las partesen el conicto de Aceh para rmar un Acuerdo

    de Cese de las Hostilidades que no detallaba elaspecto signicativo de la “colocación de armas[del GAM] en los lugares designados”. En la fasede ejecución, las diferentes interpretacionesde las partes sobre lo que signicaba hicieronimposible que se reconciliaran lo sucientecomo para superar la desconanza mutua y losmalentendidos. La ambigüedad creativa en elproceso del Acuerdo en Aceh dio lugar a lo que unmiembro del equipo de implementación recordabacomo “un cúmulo de desacuerdos en la fase deejecución, que convenció a las partes de quedurante las negociaciones no se había conseguido

    un encuentro de expertos genuino”23.

    Trabajar con la información pública 

    Los mediadores suelen facilitar un diálogo y unproceso de negociación conjunto entre dos o máspartes. Pueden tener un papel diferente si, en losconictos internos, el gobierno no acepta un altoel fuego recíproco porque teme que eso podríasuponer un reconocimiento formal de su rivalarmado. En este caso, la labor del mediador puedeconsistir en facilitar un proceso de movimientos

    paralelos y unilaterales. Por un lado, ayuda a ungrupo armado a pensar y a implementar un alto elfuego unilateral, mientras que por otro lado ayudaal estado a forjar y a entregar información públicaque apoya el proceso y reconoce los logros delgrupo armado. El uso de la comunicación ecazcontribuirá de manera signicativa al fomento de la

    conanza de las partes en conicto, así como paralas circunscripciones. Los mecanismos especícospara difundir la información entre las tropascombatientes son primordiales para mantenerla cohesión del grupo durante todo el proceso.

    AcehInformación pública 

    En diciembre de 2002, el Movimiento Aceh Libre(GAM) y el gobierno de Indonesia rmaron el

     Acuerdo de Cese de las Hostilidades. Se esperabaque el Acuerdo pusiera n a la violencia y ayudaraa la preparación de un “Diálogo todo Incluido” en elque grupos de la sociedad civil y el GAM pudierannegociar y modicar la ley de autonomía existenteen Aceh. A pesar de las hostilidades y las bajasiniciales, el Acuerdo de Cese de las Hostilidadesterminó después de seis meses.

    Las disposiciones de seguridad para el Acuerdoincluían el establecimiento del Comité Conjunto deSeguridad. El JSC estaba formado por 50 supervisores

    internacionales, 50 comandantes del GAM y 50militares y policías del gobierno de Indonesia. Elequipo tripartito viajó por Aceh respondiendo a losincidentes y tratando de prevenir su intensicación.

    Toda la operación fue supervisada por el Centropara la el Diálogo Humanitario con el apoyo dela Agencia Sueca de Servicios de Rescate  y secontrataron a expertos en seguridad. El CentroHD había facilitado el acuerdo y también estuvoal cargo de su aplicación. Las partes no habíanacordado mecanismos claros para llevar a cabo lacolocación de las armas del GAM en el momento dela rma del acuerdo y el Centro de HD se encargóde elaborar el proceso de desmilitarización queincluía la deposición de las armas del GAM encuarteles militares y el reposicionamiento defuerzas del gobierno.

    Durante el Acuerdo, el Centro HD estableció un semiorganismo autónomo denominado Unidad deInformación Pública. Dirigido por un especialistaen medios de comunicación internacionales eintegrado por aproximadamente 30 personas, laUnidad de Información Pública fue responsable

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    de todas las actividades de información y derelaciones públicas. Se estableció que las partes

     se responsabilizaran para aplicara el acuerdo y se promovió la comprensión del acuerdo entrelos partidarios, claricando posibles áreas deincomprensión. La Unidad de Información Públicaorganizó conferencias de prensa semanales

     junto con representantes de las partes, asícomo programas regulares de radio y televisión.Operaban con el Comité Conjunto d Seguridaden seis sucursales establecidas en Aceh. UnaUnidad de Información Pública similar fue creadapor la Misión de Observación en Aceh, el órganoresponsable de supervisar y vericar la aplicacióndel Memorando de Entendimiento en 2005. 

    Evitar el triunfalismo y las declaracionesprovocadoras en ambas partes es una parteimportante del trabajo de un mediador. Puede,

    tanto en la negociación como durante la fasede seguimiento, trabajar con las partes parareducir el uso de la propaganda hostil e informarde manera más amplia sobre el contenido delacuerdo de alto el fuego. Se ha demostrado queesto tiene un impacto directo y positivo sobre unaserie de procesos de negociación y se ha hecho através de programas de radio, folletos, programasde televisión e incluso teatro. En la medida en queanima a los grupos de liderazgo para comunicarsecon claridad y regularidad en el proceso y suslogros, la información pública garantiza una

    exposición más amplia y puede contribuir a unamayor responsabilidad.

    Cabe señalar que los partidos amplían cadavez más la denición de lo que constituye unaviolación del alto el fuego para incluir propaganda.La prohibición de la propaganda sigue siendo muyespecíca de cada país y puede incluir los mediosde comunicación nacionales y las declaracioneshechas fuera del país24. En el caso de los conictosdonde la religión es un factor, la propagandareligiosa también puede estar prohibida25.

    Las violaciones no militares de un alto el fuegorelacionadas con la violencia sexual

    Los acuerdos de alto el fuego reejan cada vez másla preocupación por la protección de los civiles. Lamayoría incluyen la intimidación, la extorsión y loscrímenes contra la población civil en la deniciónde lo que constituye una violación del alto elfuego. Si bien la perspectiva de género no debelimitarse a la aplicación de mecanismos del altoel fuego, en los montes Nuba la presencia de unaasesora superior de la policía para investigar los

    delitos sexuales cometidos por las partes, comoparte de la fuerza de seguimiento, causó unareducción notable del número de violaciones enmenos de tres meses26. Una unidad de policíafemenina india desempeñó un papel similarcuando se desplegó como parte del contingentede mantenimiento de la paz en Liberia. Talesejemplos sugieren que la violencia sexual se puedeincluir de manera sistemática como parte de lasviolaciones a los alto el fuego no militares y a losesfuerzos realizados para frenarlos cuando i) lossupervisores del alto el fuego están capacitadospara investigar los casos de violencia sexual comoparte de las violaciones del alto el fuego y ii) en loscontextos donde la violencia sexual es frecuenteprevalece un mayor número de supervisores degénero femenino.

    Otro argumento es que los mecanismos de

    seguimiento conjunto en los acuerdos del alto elfuego con beligerantes de ambas partes deberíanincluir a las mujeres combatientes. Esto podría dara conocer la existencia de mujeres combatientesy contribuir a la lucha contra sus frecuentes“desapariciones” durante los posteriores procesosde desarme27.

    Conclusión 

    Los acuerdos del alto el fuego son un elementocentral en el proceso de paz. Pueden reducirsignicativamente los niveles de tensión y serbeneciosos para el proceso de paz en general.En los casos en los que se reconocen como unmecanismo importante para abordar y tratar lossíntomas de un conicto determinado (la violencia)y salvar las distancias, que no sustituirlos, con losprocesos políticos, económicos y sociales másamplios que se necesitan para abordar las causasprofundas, las cesaciones del fuego habráncontribuido a una paz más sostenible.

    Como siempre, la paciencia y el tiempo son vitales.Los equipos de mediación necesitan tiempopara construir la conanza suciente con losbeligerantes para relevar y trazar la informaciónvital sobre la magnitud y la ubicación de sustropas, así como sus armas. Recurrir a expertosen seguridad ayuda a los mediadores a construiresta relación y a facilitar la planicación conjuntade un alto el fuego que las partes comprenderánmejor, que contribuirá a una mayor cooperación ya una reducción de la violencia. También permiteque los acuerdos del alto el fuego sucientemente

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    detallados propicien una aplicación efectiva.

    Es evidente que los desafíos a las buenas prácticassiguen siendo considerables. Los mediadoresdependen, en muchos aspectos, del compromisode las partes y de las capacidades de éstas paraejercer el mando y el control sobre sus tropas. Esnecesario un análisis exhaustivo de la situaciónde conicto y de sus posibilidades, idealmentellevado a cabo en colaboración con las partes,para determinar lo que las partes esperan y estándispuestas a invertir en un alto el fuego. Tambiénse debe considerar la medida en que un alto elfuego puede ser una herramienta para la gestióndel conicto y para una solución sostenible.

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    Notas

    1 Para más detalles véase Teresa Whiteld, “Engaging with armed groups, Dilemmas & options for mediators”,

    Mediation Practice Series n. 2, (Ginebra, Centro para el Diálogo Humanitario, 2010). 2 Las negociaciones del alto el fuego en Myanmar se hicieron sin la participación de terceros y van más allá delalcance de esta publicación. Sin embargo queda como un ejemplo instructivo de cómo una sucesión de altos

    el fuego bilaterales permitió que el estado perdurara. La medida reciente que tiene por objetivo convertir a losgrupos armados en un cuerpo de fronteras bajo un aumento de control del gobierno puede afectar la durabilidadde estos altos el fuego. Para más detalles véase Zaw Oo & Win Min, “Assessing Burma’s Ceasere Accords”,Policy Studies 39 (Washington, East-West Center, 2007).

    3 Virginia Page Fortna, Peace Time: Ceasere agreements and the durability of peace, (Princeton, PrincetonUniversity Press, 2004) págs. 21-23.

    4 Virginia Page Fortna (2004) pág.23.

    5 Para un ejemplo véase Samset, Ingrid, “Trapped in the peace process: ceasere monitoring in Sri Lanka”, Grupo

    de Trabajo en las Operaciones de Apoyo a la Pazs (AFO), Programa de Investigación Nórdico en Seguridad ( AFO

    Paper n. 5), (Oslo, 2004).

    6 Véase Memorandum of Understanding between the Government of the Republic of Indonesia and the Free AcehMovement, artículo 4.1 y la conclusión.

    7Jeremy Brickhill, “Protecting civilians through peace agreements, Challenges and lessons of the Darfur peaceagreement”, ISS paper  138, (Pretoria, Institute for Security Studies, 2007).

    8 Encuentro de Mediadores Africanos Retirados organizó como parte del Centro de DH y de la serie del Foro del Gobierno

    de Oslo, Noruega, 24-27 de marzo de 2009 en Tanzania. Véase Centre para el Diálogo Humanitario, “Encuentro de

    Mediadores Africanos”, Retreat 2009 (Ginebra, Centro para el Diálogo Humanitario, 2009) págs. 25-26.

    9 Entrevista, James Lemoyne, 9 de noviembre de 2009.

    10 Véase Antonia Potter, “Ceasere Monitoring and Verication, Identifying Best Practice”, background paper , Forode Oslo 2004 (Ginebra: Centro para el Diálogo Humanitario, 2004).

    11 Para más detalles sobre la negociación de los elementos de seguridad véase Richard Barltrop, “TheNegotiation of Security Issues in the Burundi Peace Talks”, ‘Negotiating Disarmament’ Country Study n. 1 (Ginebra, Centro para el Diálogo Humanitario, 2008).

    12 Shane Smith, “What is a Ceasere and why is it Important?” en Guy Burgess y Heidi Burgess (Eds.) BeyondIntractability  (Boulder, Colorado, Conict Research Consortium, Universidad de Colorado, 2003).

    13 Antes de la rma de un alto el fuego en Guatemala, el proceso que condujo al acuerdo de paz nal en diciembre

    de 1996 conllevó una serie de medidas para forjar la conanza, como un acuerdo sobre los derechos humanos(que implicaba una misión de vericación de la ONU), acuerdos para detener los ataquen a objetivos civiles, la

    desmovilización las unidades paramilitares de los estados alienados y el retiro forzoso de algunos ociales del ejército.

    Para más detalles sobre el proceso de paz en Guatemala, véase Jean Arnault, Good Agreement? Bad agreement? Animplementation perspective, (Princeton, Center on International Studies, Universidad de Princeton, 2003).

    14 Para más detalles sobre la negociación de los elementos de seguridad, véase Cate Buchanan y Joaquin Chavez,Guns and violence in the El Salvador peace negotiations, ‘Negotiating Disarmament’ Country Study n. 3 (Ginebra,Centro para el Diálogo Humanitario, 2008).

    15 Entrevista, Mark Knight, 3 de mayo de 2010.

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    16 La FDN acordó sólo un día de duración del “alto el fuego” para la duración de una ronda de conversaciones

    con la nalidad de facilitar la liberación de los presos, o durante las vacaciones de Navidad. Tal estancamiento

    era producto del enfoque de los sucesivos gobiernos que buscaban reducir los niveles de violencia sin tratar decomplacer algunas de las reivindicaciones legítimas del CPP/FDN/NEP.

    17 Para una discusión más detallada del caso de Nepal, véase Teresa Whiteld, Focused mission: not so limitedduration. Identifying lessons from the United Nations Mission in Nepal (UNMIN), (Nueva York, Center on InternationalCooperation, 2009).

    18 El asesinato de miembros del M-19 aumentó después de que se rmara el acuerdo, llegando a un total de un

    17% de sus miembros desmovilizados. Véase García Duran, Grabe Loewenherz y Patino Hormaza, “M-19’s Journey

    from Armed Struggle to Democratic Politics: Striving to Keep the Revolution Connected to the People”, BerghofTransitions Series n. 1, (Berlín, Berghof Conict Research, 2008), pág.35.

    19 AG Noorani, “Questions about the Kashmir ceasere”, Economic and Political Weekly , 35 (45) (2000), págs.3949-3958.

    20 Véase George Mitchell, John de Chastelain y Harri Holkeri, Report of the International Body on ArmsDecommissioning  , 22 de enero de 1996.

    21 Para un relato convincente sobre la importancia de la movilización de expertos en seguridad en el proceso deAbuja, véase Jeremy Brickhill (2007).

    22 Véase Nicholas Haysom y Julian Hottinger, Do’s and Don’ts of sustainable ceasere agreements, presentaciónal evento IGAD en el proceso de paz sobre las medidas de seguridad detalladas en Sudán durante la transición,

    (2004) pág.1.

    23 Entrevista, Mark Knight, 30 de noviembre de 2010.

    24 El acuerdo del alto el fuego en Liberia en 2003 prohíbe todos los actos de “propaganda hostil entre las partes,inclusive las declaraciones difamatorias, falsas o despectivas, tanto dentro como fuera del país”.

    25 El artículo 2.2 Agreement on a ceasere between the Government of the Democratic Socialist Republic of SriLanka and the Liberation Tigers of Tamil Eelam  (2002) prohíbe las “ideas que podrían ofender sensibilidadesreligiosas o culturales”.

    26 Entrevista, Brig. Gen. Jan Erik Wilhelmsen, 8 de octubre de 2010.

    27 Entrevista, Mark Knight, 30 de noviembre de 2010.

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    Lecturas complementarias

    Appiah-Mensah, Seth, “Monitoring fragile ceaseres, the challenges and dilemmas of the role of AMIS”, ISSpaper  127, (Pretoria, Institute for Security Studies, 2006).

    Brickhill, Jeremy, “Protecting civilians through peace agreements, Challenges and lessons of the Darfur peaceagreement”, ISS paper 138, (Pretoria, Institute for Security Studies, 2007).

    De Soto, Alvaro, “Ending violent conict in El Salvador” en Chester A. Crocker, Fen Osler Hampson, Pamela

    Aall (Eds), Chester A. Crocker, Hampson Fen Osler, AALL Pamela (Eds), Herding cats: multiparty mediation in acomplex world (Washington DC: USIP Press, 1999).

    Fortna, Virginia Page, Peace Time: Ceasere agreements and the durability of peace (Princeton, PrincetonUniversity Press, 2004).

    Haysom, Nicholas y Hottinger, Julian, Do’s and Don’ts of   sustainable ceasere agreements, presentación al eventoIGAD en el proceso de paz sobre las medidas de seguridad detalladas en Sudán durante la transición, (2004).

     Kieh, George Klay, “The United Nations’ Peace Observation Mission and the rst Liberian civil war”, PeaceStudies Journal, 2 (1) (2009), págs.45-62.

    Potter, Antonia, “Ceasere Monitoring and Verication, Identifying Best Practice”, Background paper, Foro de Oslo2004, (Ginebra, Centro para el Diálogo Humanitario, 2004).

    Samset, Ingrid, “Trapped in the peace process: ceasere monitoring in Sri Lanka”, Working Group on Peace

    Support Operations (AFO), Nordic Research Programme on Security ( AFO Paper n° 5 ), (Oslo, 2004).

    Souverijn-Eisenbert, Paula, Lessons learned from the Joint Military Commission (Nueva York, DPKO’sPeacekeeping Best Practices section, 2005).

    The Public International Law & Policy Group, Ceaseres: Peace Drafter’s Handbook Chapter  (2005).

    Whiteld, Teresa, Focused mission: not so limited duration. Identifying lessons from the United Nations Missionin Nepal UNMIN) (Nueva York, Center on International Cooperation, 2009).

    Zaw Oo & Win Min, “Assessing Burma’s Ceasere Accords”, Policy Studies 39, (Washington DC, East-West Center, 2007).

    Luc Chounet-Cambas Luc Chounet-Cambas es director de proyectos del Programa de Soporte a la Mediación en el Centro HD, dondebrinda apoyo a los procesos de mediación en curso y trabaja en la elaboración de las lecciones de la labor delCentro HD. Antes de ingresar al Centro HD en 2008, Luc Chounet-Cambas trabajó en el desarme, la reintegracióny las iniciativas de estabilización en Afganistán, Indonesia (Aceh) y Sudán. Ha trabajado en asuntos humanitarios

    y de desarrollo con las Naciones Unidas, con la Organización Internacional para las Migraciones, con algunasorganizaciones no gubernamentales y con la cooperación bilateral francesa. Luc tiene un máster en cienciaspolíticas y en estudios africanos, una licenciatura en ciencias políticas y en estudios de Oriente Medio.

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