L´OSSERVATORE ROMANO. 8 Enero 2012

8/3/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 8 Enero 2012

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Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAOLA

Non praevalebunt

Ao XLIV, nmero 2 (2.245) Ciudad del Vaticano 8 de enero d

Frente a las sombras que se ciernen sobre el mundo el Papa indica en Cristo el camino a seguir

Paz, pan para la humanidadLa historia demuestra que elmundo necesita la paz tan-to o ms que el pan. Bene-dicto XVI lo afirm en la so-lemnidad de Santa MaraMadre de Dios. Ahora bien,este bien precioso e indis-pensable el mundo no puededrselo por s mismo, por-que es un don de Dios, quese recibe a travs de Mara. Adems de pedirlo, dijo elPapa, es urgente que cadauno asuma la responsabili-dad de buscar esa paz, deprotegerla y de ensear a las

nuevas generaciones a hacer-lo. Slo as se podr miraral futuro con esperanza.

PGINAS 6-7

En la audiencia general del 4 de enero Benedicto XVI habla de la celebracin de la Navidad

Admirable intercambio entre divino y humano

Indicaciones

pastoralespara elAo de la Fe

Queridos hermanos y hermanas:

Me alegra acogeros en esta primera audien-cia general del nuevo ao y de todo coraznos expreso a vosotros y a vuestras familias mims cordial felicitacin: Dios, que en el naci-miento de Cristo su Hijo ha inundado de ale-gra al mundo entero, disponga las obras ylos das en su paz. Estamos en el tiempo li-trgico de Navidad, que comienza la nochedel 24 de diciembre con la vigilia y concluyecon la celebracin del Bautismo del Seor. Elarco de los das es breve, pero denso de cele-braciones y de misterios, y todo l se centraen torno a las dos grandes solemnidades delSeor: Navidad y Epifana. El nombre mismode estas dos fiestas indica su respectiva fiso-noma. La Navidad celebra el hecho histricodel nacimiento de Jess en Beln. La Epifa-na, nacida como fiesta en Oriente, indica unhecho, pero sobre todo un aspecto del Miste-rio: Dios se revela en la naturaleza humanade Cristo y este es el sentido del verbo griegoepiphaino, hacerse visible. En esta perspectiva,la Epifana hace referencia a una pluralidadde acontecimientos que tienen como objeto lamanifestacin del Seor: de modo especial laadoracin de los Magos, que reconocen en Jess al Mesas esperado, pero tambin elBautismo en el ro Jordn con su teofana la

Con la Carta apostlica Portdel 11 de octubre de 2011, Beto XVI convoc un Ao deque comenzar el 11 de octub2012, 50 aniversario de la apdel concilio Vaticano II, y terr el 24 de noviembre de 201lemnidad de Nuestro Seor cristo Rey del Universo. Pocargo del Santo Padre, la Cogacin para la doctrina de laredactado una Nota con indnes pastorales para el Ao deEsta Nota ha sido elabora

acuerdo con algunos dicasterla Santa Sede y con la concin del Comit para la prepadel Ao de la fe.

La Nota, fechada el 6 dede 2012, solemnidad de lana del Seor, y publicada siguiente, 7 de enero, se comde una introduccin y de alindicaciones pastorales parres. Ofrecemos el comunicadbre esta Nota, en el que se resu contenido.

P

Anunciado doctor de la Iglesia, el pequeo Johannes naci un 6 deenero en Almodvar del Campo

La Epifana alumbra Juan de vila

MARA ENCARNACINGONZLEZ RODRGUEZ EN PGINA 5

SIGUEEN LAPGINA 12

Homila del Santo Padre en las primerasVsperas de la solemnidad de MaraSantsima Madre de Dios

El Seor vela sobre nosotrosLiturgia y accin de gracias por los benefi-cios recibidos de Dios en 2011

PGINA 2

Erigidoel Ordinariatop ersonalde la Ctedrade San Pedro

Con la Constitucin apos Anglicanorum coetibus, p ro m uel 4 de noviembre de 2009, dicto XVI deliber la instituciOrdinariatos personales a de los cuales los fieles anglipueden entrar, tambin corpvamente, en plena comunila Iglesia catlica. En esa mfecha, la Congregacin padoctrina de la fe public lasmas complementarias en re

con tales Ordinariatos. De do con lo establecido en el 1 y 2 de la Constitucin Acanorum coetibus, habiendo rdo peticiones de un nmero derable de fieles anglicanos,biendo consultado con la Crencia de obispos catlicos dtados Unidos, la Congregpara la doctrina de la fe ha eel Ordinariato personal de ltedra de San Pedro en el terrde la Conferencia episcopal dtados Unidos.

PG

Natividad (vidriera del sigloXII , fachada occidental de la catedral de Chartres)

Por qu las reflexiones deBenedicto XVI , accesibles aquien seriamente intentecomprender, no se leen en

su originalidad y novedad?

El Papa y la historia

LU C E T TA SCARAFFIAEN PGINA 4


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LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

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pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 8 de enero de 2012, nm

Homila de Benedicto XVI en las primeras Vsperas de la solemnidad de Mara Santsima Madre de Dios

El Seor vela sobre nosotros

Seores cardenales, venerables her-manos en el episcopado y en el pres-biterado, distinguidas autoridades,queridos hermanos y hermanas:

Estamos reunidos en la baslicavaticana para celebrar las primerasVsperas de la solemnidad de SantaMara, Madre de Dios, y para dargracias al Seor al final del ao,cantando juntos el Te Deum. Osagradezco a todos que hayis queri-do uniros a m en esta ocasin tanllena de sentimientos y de significa-do. Saludo en primer lugar a los se-ores cardenales, a los venerableshermanos en el episcopado y en elpresbiterado, a los religiosos y las re-ligiosas, a las personas consagradasy a los fieles laicos que representan atoda la comunidad eclesial de Ro-ma. Saludo de modo especial a lasautoridades presentes, comenzandopor el alcalde de Roma, al que agra-dezco el cliz que ha donado, segnuna hermosa tradicin que se renue-va cada ao. Deseo de corazn que,con el esfuerzo de todos, la fisono-ma de nuestra ciudad est cada vezms en consonancia con los valoresde fe, cultura y civil izacin que co-

rresponden a su vocacin e historiamilenaria.

Otro ao llega a su trmino,mientras que, con la inquietud, losdeseos y las esperanzas de siempre,aguardamos uno nuevo. Si pensa-mos en la experiencia de la vida, nosdeja asombrados lo breve y fugazque es en el fondo. Por eso, muchasveces nos asalta la pregunta: Qusentido damos a nuestros das? Ms

concretamente, qu sentido damosa los das de fatiga y dolor? Esta esuna pregunta que atraviesa la histo-ria, ms an, el corazn de cada ge-neracin y de cada ser humano. Perohay una respuesta a este interrogan-te: se encuentra escrita en el rostrode un Nio que hace dos mil aosnaci en Beln y que hoy es el Vi-viente, resucitado para siempre de lamuerte. En el tejido de la humani-dad, desgarrado por tantas injusti-cias, maldades y violencias, irrumpede manera sorprendente la novedadgozosa y liberadora de Cristo Salva-dor, que en el misterio de su encar-nacin y nacimiento nos permitecontemplar la bondad y ternura deDios. El Dios eterno ha entrado en

Resulta sumamente sugestivo, enel ocaso del ao, escuchar nueva-mente el anuncio gozoso que elapstol Pablo diriga a los cristianosde Galacia: Cuando lleg la pleni-tud del tiempo, envi Dios a suHijo, nacido de mujer, nacido bajola ley, para rescatar a los que estabanbajo la ley, para que recibiramos la

adopcin filial (Ga 4, 4-5). palabras tocan el corazn de ltoria de todos y la iluminanan, la salvan, porque desde en que naci el Seor la pledel tiempo ha llegado a nos As pues, no hay lugar para gustia frente al tiempo que pno vuelve; ahora es el momen

SIGUEEN LAP

nuestra historia y estpresente de modonico en la personade Jess, su Hijo he-cho hombre, nuestroSalvador, venido a latierra para renovar ra-dicalmente la huma-nidad y liberarla delpecado y de la muer-te, para elevar al

hombre a la dignidadde hijo de Dios. LaNavidad no se refiereslo al cumplimientohistrico de esta ver-dad que nos concier-ne directamente, sinoque nos la regalanuevamente de modomisterioso y real.

El sbado 31 de diciembre, por la tarde, en labaslica vaticana, el Santo Padre presidi las

primeras Vsperas de la solemnidad de Santa MaraMadre de Dios, que se concluyeron con el canto delTe Deum en accin de gracias por los beneficios

recibidos de Dios durante el ao 2011, y laadoracin y bendicin eucarstica. Al entrarBenedicto XVI en la baslica, el coro de la CapillaSixtina entonaba el Tu es Petrus. Despusdel canto del Ave Maris Stella y del rezode los Salmos, el Papa pronunci la homila que

publicamos. Terminado el canto del Magnificat,las intercesiones y el Padrenuestro, se expuso elSantsimo Sacramento sobre el altar de la Confesin.

El Pontfice hizo algunos minutos de adoracinde rodillas ante Jess sacramentado y despusdel Te Deum imparti la bendicin eucarstica.

La celebracin finaliz con el canto del AlmaRedemptoris Mater y del Adeste fideles.

Participaron veintids cardenales, entre ellosTarcisio Bertone, secretario de Estado, y AngeloSodano, decano del Colegio cardenalicio;los arzobispos Giovanni Angelo Becciu,

sustituto de la Secretara de Estado para los Asuntos generales; y Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados;as como numerosos arzobispos, obispos,

sacerdotes, religiosos y laicos.

confiar infinitamenteDios, de quien nos sab

amados, por quien vivia quien nuestra vidorienta en espera detorno definitivo. Desdel Salvador descendicielo, el hombre ya no clavo de un tiempoavanza sin un porqu,est marcado por la fattristeza y el dolor. El bre es hijo de un Dioha entrado en el tiemporescatar el tiempo de lade sentido o de la nedad, y que ha rescatadoda la humanidad, dcomo nueva perspectivida el amor, que es ete

La Iglesia vive y pesta verdad y quiere pmarla en la actualidad

renovado vigor espirituesta celebracin tenmotivos especiales parbar a Dios por su m


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nmero 2, domingo 8 de enero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

Vsperas de Santa Mara Madre de DiosVIENEDE LAPGINA 2

Ante el belnde la plaza de San Pedro

Al final de la celebracin de las primerasVsperas de la solemnidad de Santa MaraMadre de Dios el sbado 31 dediciembre, en la baslica vaticana, el PapaBenedicto XVI se dirigi en vehculopanormico a la plaza de San Pedro paravisitar el beln preparado junto al obelisco,y se detuvo a orar algunos minutos. Lerecibieron el presidente y el secretario

general de la Gobernacin del Estado delVaticano, respectivamente el arzobispoGiuseppe Bertello y el obispo GiuseppeSciacca; as como los tcnicos y loselectricistas que colaboraron en lailuminacin del beln y del rbol. Lasimgenes del Nio Jess, de la VirgenMara, de san Jos y de los reyes Magosson de estilo tradicional y corresponden alrelato de los Evangelios. Las estatuas sonde casi tres metros de altura. Adems delNacimiento del Redentor, se han queridoreproducir otras escenas referidas por losEvangelios, como la casa de Nazaretdonde Mara recibi el anuncio del ngel yla presentacin de Jess en el templo.

Desde que el Salvador descendi del cielo,el hombre ya no es esclavo de un tiempoque avanza sin un porqu; es hijode un Dios que ha rescatado a todala humanidad, dndole como nuevaperspectiva de vida el amor, que es eterno

de salvacin, que acta en el mundomediante el ministerio eclesial. Tene-mos muchos motivos de agradeci-miento al Seor por todo lo quenuestra comunidad eclesial, en el co-razn de la Iglesia universal, realiza

al servicio del Evangelio en esta ciu-dad. En este sentido, junto con elcardenal vicario, Agostino Vallini,los obispos auxiliares, los prrocos ytodo el presbiterio diocesano, deseoagradecer al Seor, de modo parti-cular, el prometedor camino comuni-tario dirigido a adecuar la pastoralordinaria a las exigencias de nuestrotiempo, a travs del proyecto Perte-nencia eclesial y corresponsabilidadpastoral. Su objetivo es poner laevangelizacin en el primer lugar,para hacer ms responsable y fruct-fera la participacin de los fieles enlos sacramentos, de tal manera quecada uno pueda hablar de Dios alhombre contemporneo y anunciarel Evangelio de manera incisiva a losque nunca lo han conocido o lo hanolvidado.

La quaestio fideies tambin para ladicesis de Roma el desafo pastoralprioritario. Los discpulos de Cristoestn llamados a reavivar en s mis-mos y en los dems la nostalgia deDios y la alegra de vivirlo y testi-

algn momento de la vida, sino co-mo orientacin constante, tambinde las opciones ms simples, que lle-va a la unidad profunda de la perso-na hacindola justa, laboriosa, ben-fica, buena. Se trata de reavivar unafe que instaure un nuevo humanis-mo capaz de generar cultura y com-

promiso social.En este marco de referencia, en laAsamblea diocesana del pasado mesde junio, la dicesis de Roma iniciun camino de profundizacin sobrela iniciacin cristiana y sobre la ale-gra de engendrar nuevos cristianosa la fe. En efecto, el corazn de lamisin de la Iglesia es anunciar la feen el Verbo que se hizo carne, y to-da la comunidad eclesial debe des-cubrir con renovado ardor misioneroesta tarea imprescindible. Las jve-nes generaciones, que acusan ms ladesorientacin, agravada adems porla crisis actual, no solo econmica si-no tambin de valores, necesitan so-bre todo reconocer a Jesucristo co-mo la clave, el centro y el fin de to-da la historia humana (Gaudium etspes, 10).

Los padres son los primeros edu-cadores de la fe de sus hijos, desdesu ms tierna edad; por tanto, es ne-cesario sostener a las familias en sumisin educativa, a travs de iniciati-vas adecuadas. Al mismo tiempo, es

cuada los aos inmediatamente suce-sivos al Bautismo, con itinerariosapropiados que tengan en cuenta lascondiciones de vida que debenafrontar las familias. Animo, pues, alas comunidades parroquiales y a lasdems realidades eclesiales a seguirreflexionando para promover unamejor comprensin y recepcin delos sacramentos, a travs de los cua-les el hombre se hace partcipe de lavida misma de Dios. Que la Iglesiade Roma cuente siempre con fieleslaicos dispuestos a dar su aportacina la edificacin de comunidades vi-vas, que hagan posible que la Pala-bra de Dios irrumpa en el coraznde los que todava no han conocido

al Seor o se han alejado de l. Almismo tiempo, es oportuno crearocasiones de encuentro con la ciu-

dad, que permitan un dilogo pchoso con cuantos buscan la ver

Queridos amigos, desde el mento en que Dios envi a su unignito para que obtuvisemfiliacin adoptiva (cf. Ga 4, 5)hay tarea ms importante para ntros que la de estar totalmen

servicio del proyecto divino. Arespecto, deseo animar y dar lascias a todos los fieles de la dide Roma, que sienten la responlidad de devolver el alma a nusociedad. Gracias a vosotras, lias romanas, clulas primeras ydamentales de la sociedad. Graclos miembros de las mltiples conidades, asociaciones y movimiecomprometidos en la animacila vida cristiana de nuestra ciuda

Te Deum laudamus!. A tDios, te alabamos! La Iglesiasugiere terminar el ao dirigiendSeor nuestro agradecimientotodos sus beneficios. Nuestra hora, la ltima hora del tiempola historia, termina en Dios. Oleste final de nuestra vida significaer en el vaco, vivir sin sen

Por eso la Iglesia pone en nuelabios el antiguo himno Te Deumun himno lleno de la sabidurtantas generaciones cristianas,sienten la necesidad de elevar srazn, conscientes de que todos mos en las manos misericorddel Seor.

Te Deum laudamus!. As tambin la Iglesia que est enma, por las maravillas que Diorealizado y realiza en ella. Conma llena de gratitud nos dispmos a cruzar el umbral de 201cordando que el Seor vela nosotros y nos cuida. Estaqueremos confiarle a l el mentero. Ponemos en sus manotragedias de nuestro mundoofrecemos tambin las esperanzun futuro mejor. Depositamos

deseos en las manos de Mara,dre de Dios, Salus Populi RoAmn.

Verdad (cf. Juan Pablo II, Fides etra t i o, Prlogo); hacer fecundo el di-logo entre cristianismo y cultura mo-

derna; hacer descubrir de nuevo labelleza y actualidad de la fe, no co-mo acto en s, aislado, que atae a

deseable que el camino bautismal,primera etapa del itinerario formati-vo de la iniciacin cristiana, adems

de favorecer una consciente y dignapreparacin para la celebracin delsacramento, cuide de manera ade-

moniarlo, partiendode la pregunta siem-pre tan personal:Por qu creo? Hayque dar el primadoa la verdad, acredi-tar la alianza entrefe y razn como lasdos alas con las queel espritu humanose eleva a la con-templacin de la


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Mensaje del Santo Padre a los participantes en la Misa de las familias celebrada en Madrid

Para custodiar la familia

El Papa y la historia

Dejaos guiar por la Iglesia sinceder a tantas fuerzas mundanasque amenazan el gran tesoro de la

familia, que, al contrario, debiscustodiar cada da. En estas

palabras del Santo Padre,transmitidas en un mensaje ledo porel cardenal Antonio Mara RoucoVarela, arzobispo de Madrid y

presidente de la Conferencia episcopalespaola, se resume el sentido

profundo de la fiesta de la SagradaFamilia, celebrada el viernes 30 dediciembre, por la tarde. En la plazade Coln de Madrid se hallabanreunidos varios cardenales, ms decuarenta obispos, cientos de sacerdotes,religiosos, religiosas, y miles de

familias procedentes de todas lasdicesis del pas, pero tambin dealgunos pases europeos. Respetar,

proteger y promover a la familia en elcumplimiento de su misin es unacuestin de vital importancia para elbien comn de las personas y de los

momento en el que es concebida en lasentraas maternas hasta el instante dela muerte natural. Si se cree,

profesa y educa en la fe dentro delmatrimonio y de la familia, si se

acepta el don de la vida como ungran paso del amor concluy,entonces quedar la puerta abierta alamor de Jesucristo que nos dar la

fuerza para superar todas las crisis;tambin sta, la presente, que tantonos duele y angustia. Al inicio de lacelebracin, algunos jvenes europeosrindieron homenaje a la imagen de laVirgen de la Almudena, patrona de lacapital espaola, como recuerdo de la26 Jornada mundial de la juventud,que tuvo lugar el pasado mes deagosto en Madrid. Una respuestaa Benedicto XVI , el cual, en sumensaje a las familias espaolas,evoca con emocin inolvidable laalegra de los jvenes presentes en esee n c u e n t ro .

pueblos, subray elcardenal Rouco Varela

en su homila durante laMisa de las familiasprecedida de unosmomentos de animacin,oracin y testimonios,este ao con el lema:Gracias a la familiacristiana hemosnacido!. Asimismo, el

purpurado reafirm quela vida es un bien

sagrado que el serhumano recibe de Dios.

El hombre no es eldueo de la vida sino su

servidor: desde el

Al venerado hermanoANTONIO MARA

CARDENAL ROUCO VARELA Arzobispo de Madrid

Me es grato saludar cordialmente avuestra eminencia, as como a losparticipantes en esa solemne Euca-rista celebrada en el centro de Ma-drid con motivo de la fiesta de laSagrada Familia, para dar gracias aDios por este gran misterio que ilu-mina todo hogar cristiano y darmuestra a la humanidad entera deesperanza y alegra. Invito a todos aconsiderar esta celebracin comocontinuacin de la Navidad: Jessse hizo hombre para traer al mundola bondad y el amor de Dios; y lohizo all donde el ser humano estms dispuesto a desear lo mejor pa-ra el otro, a desvivirse por l, y aanteponer el amor por encima decualquier otro inters y pretensin. As, vino a una familia de coraznsencillo, nada presuntuoso, perohenchido de ese afecto que vale msque cualquier otra cosa. Segn elEvangelio, los primeros de nuestromundo que fueron a ver a Jess, los

pastores, vieron a Mara y ay al nio acostado en el pe(Lc 2, 16). Aquella familia, pocirlo as, es la puerta de ingrela tierra del Salvador de la hu

dad, el cual, al mismo tiempola vida de amor y comuninrea la grandeza de ser un privilegiado del misterio trinde Dios.

Esta grandeza es tambin uplndida vocacin y un comdecisivo para la familia, que mnerado predecesor, el beatoPablo II, describa hace treintacomo una participacin vivaponsable en la misin de la Ide manera propia y original, cir, poniendo al servicio de lasia y de la sociedad su propioobrar, en cuanto comunidad de vida y amor ( Familiaris ctio, 50). Os animo, pues, espmente a las familias que parten esa celebracin, a ser conscde tener a Dios a vuestro ladoinvocarlo siempre para recibir la ayuda necesaria para suvuestras dificultades, unacierta, fundada en la gracia dcramento del matrimonio. Dguiar por la Iglesia, a la que ha encomendado la misin dpagar la buena noticia de la cin a travs de los siglos, sina tantas fuerzas mundanas quenazan el gran tesoro de la faque debis custodiar cada da.

El Nio Jess, que crecafortaleca, lleno de sabidura, intimidad del hogar de Nazar

Lc 2, 40), aprendi tambinde alguna manera el modo hude vivir. Esto nos lleva a penla dimensin educativa impresble de la familia, donde se apa convivir, se transmite laafianzan los valores y se va ezando la libertad, para lograun da los hijos tengan plenaciencia de la propia vocacin nidad, y de la de los dems. lor del hogar, el ejemplo domes capaz de ensear muchas msas de las que pueden decir llabras. Esta dimensin educatila familia puede recibir un aespecial en el Ao de la fe, qmenzar dentro de unos meseseste motivo, os invito a revitalfe en vuestras casas y tomarconciencia del Credo que prmos.

Cuando sigo evocando concin inolvidable la alegra de lvenes reunidos en Madrid pJornada mundial de la juventudo a Dios, por intercesin deMara y Jos, que no dejen de

gracias por el don de la familisean agradecidos tambin copadres, y que se comprometanfender y hacer brillar la autdignidad de esta institucin pria para la sociedad y tan vitala Iglesia. Con estos sentimios imparto de corazn la benap ostlica.

Vaticano, 27 de diciembre d

LU C E T TA SCARAFFIA

La cuestin central, sobreentendi-da en las elecciones que hay querealizar, se halla una vez ms en eltipo de relacin que la Iglesia deRoma pretende establecer con lahistoria: se encuentra, por ser mspreciso, en su modo de pensarse enla historia: reconoce formar partede ella plenamente, como formaparte de ella el Evangelio al que seremite, o se aparta de ella, comoportadora, intangible por las con-tingencias humanas, de un mensajeque ha sabido mantener inviolado einalterado en el curso de dos milaos?. Con estas palabras el histo-riador Giovanni Miccoli sintetizasu largo discurso crtico respecto aBenedicto XVI en el reciente volu-men La Chiesa dellanticoncilio. Itradizionalisti alla riconquista diRoma (Laterza) [La Iglesia delanticoncilio. Los tradicionalistas ala reconquista de Roma]. Una re-prensin que funda en la consultade una masa de textos y documen-tos y que se basa en una lectura delConcilio Vaticano II como momen-to de ruptura de un inmovilismos e c u l a r.

Con el Concilio, por fin, la Igle-sia se situ al ritmo de la historia,

acogiendo en aquellos aos la mo-dernidad. As que, segn el estu-dioso, la Iglesia haba aceptadoreexaminar toda su cultura y todasu tradicin a la luz de ese cambioradical que caracteriz las socieda-des occidentales de los siglos XIX yXX. El acento sobre la carente aten-cin a la historia y sobre el rechazoa tomarla en consideracin por par-te de Benedicto XVI quien, preci-samente a causa de esta presuntaremocin, es acusado por Miccolide huir de las distinciones y porello de acceder a una simplifica-cin banalizadora constituye dehecho el eje de sustentacin de estel i b ro .

Sorprende en un historiador va-lioso el cual, como se deduce delas notas, ha ledo al menos algunaobra de Ratzinger la absoluta in-capacidad de reconocer que el te-logo, hoy Papa, siempre ha revela-do una extraordinaria atencin porlos aspectos histricos de cuestio-nes y problemas, buscando siem-pre, tambin en sus intervenciones,ofrecer una interpretacin histricadel momento que estamos viviendorica en remisiones a la actualidad ya sus transformaciones. Como sihablar de bsqueda de la verdad yacusar al pensamiento contempor-

neo de relativismo significara negarla historia. Significa ms bien daruna interpretacin de la historiaque no gusta al autor del libro, pe-ro esto es algo muy distinto. Es co-mo si, para Miccoli, la historia seidentificara slo con la de los aossesenta, o sea, con la temperie cul-tural que fue el contexto del Vati-cano II y de sus documentos. Co-mo si todo lo que ocurri despusla aplicacin de aquellos textos,pero tambin el fracaso de las uto-pas de la modernidad entoncespredicadas en la sociedad, igualque el surgimiento de nuevos y gra-ves problemas, como las cuestionesbio ticas no fuera tambin histo-ria ni mereciera hoy atencin y cr-tica. Y, en consecuencia, no solici-tara una mirada diversa sobre elConcilio, diversa de la de sus con-temporneos. Una mirada histrica,justamente.

Igual que histrica es la miradaque hay que llevar a las fracturas yoposiciones nacidas en los aos delVaticano II. El hecho de que hayapasado medio siglo de aquellostiempos significa obviamente quese puede intentar un balance dife-rente, que utiliza como elementos

SIGUE ENLA PGINA9


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nmero 2, domingo 8 de enero de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

Anunciado doctor de la Iglesia, el pequeo Johannes naci un 6 de enero en Almodvar del Campo

La Epifana alumbr a Juan de vilavar del Campo, puesta en el de Ca-latrava, de donde tom renombre.Es del arzobispado de Toledo, pri-mado de las Espaas. Entonces eraas; hoy forma parte de la dicesis-

priorato de Ciudad Real.Esta apacible vi lla, que reposablanca y serena en la llanura man-chega, es testigo de los primerosaos del pequeo Juan, hijo nicode Alonso de vila y CatalinaGijn, de lo ms honrado y lustrosode Almodvar; muy bien puestos dehacienda, y, lo que ms importa, te-merosos de Dios y observantes de suley, segn Muoz. No faltan anc-

cir misa a una de las iglesias de laciudad, decala con tanta devocin yreverencia y con tantas lgrimas, queoyndola el padre Contreras, comen-z a comunicarle y querer saber de

l el intento que tena. Y conocidosu propsito, trabaj por apartarlede l, dicindole que harto habaque hacer en Andaluca sin pasar lamar.

No era tenue el rastro de la pro-longada dominacin musulmana. LaBtica haba recibido el Evangeliodesde el comienzo de la era cristianay contaba con una rica tradicin desantos; pero estaba presente la hue-lla de siglos de convivencia entredistintas religiones, lo cual habafortalecido la fe de unos, afirmado lade otros, y debilitado la de muchos.Haba que volver a evangelizar aquienes estaban dispuestos a tenercomo pauta de vida el Evangelio,por lo que Juan de vila se vio abo-cado a esta nueva evangelizacin.Permaneci, pues, en Sevilla com-

sobre aspectos a reformar en lde la Iglesia. La llamada a ladad de todos los fieles, el fode las diferentes vocaciones y l jor preparacin de los aspira

sacerdocio fueron, y continsiendo, sus preocupaciones priles. Para estos haba fundadoquincena de Colegios mayoresnores, y una Universidad en Bcualificado referente durante sig

Fruto de su asidua dedicacorientar a las personas es su ppal obra, el Audi, filia, un verdtratado de vida espiritual dedicuna joven. Escribi un catecism

Doctrina Cristiana, que podcantado, y dio lecciones sobre blia comentando la EpstolaGlatas, la Primera carta de

Juan o las Bienaventuranzas. nos de sus muchos Sermones ycas espirituales se recogieron pcrito, con lo que hoy podemofrutar de su precioso conteninos dej el Tratado del amor d

Detalle del relicario de san Juan de vila. A la derecha, Almodvar del Campo

dotas de su infancia, como que cam-bi su vestido nuevo con el de unchico pobre de su edad. Pero lo msrelevante es que, a los 18 aos, des-pus de cuatro pasados en la Uni-versidad de Salamanca estudiando

leyes, abandonados estos estudiostras una experiencia de conversin,lo encontramos de nuevo en la casapaterna dedicado a reflexionar y aorar. Fueron casi tres aos en losque germin su voluntad de hacersesacerdote para, segn fray Luis, mar-char despus al lugar donde hubie-se ms trabajo y ms necesidad, ymenos honra y aplauso del mundo,y ans le pareci que deba navegar alas Indias.

Concluidos sus estudios de artes yteologa en la prestigiosa Universi-dad de Alcal de Henares y recibida

San Juan de vila naci cuando laIglesia celebra la manifestacin delSeor a todos los pueblos

Es lo que habra de hacer l toda suvida: anunciar el amor de Dios

invitar a comer a doce pobres y pararepartirla por entero despus entrelos ms carentes de recursos. Y as,sin ningn bagaje material, despo-sedo de todo pero con el espritulleno de entusiasmo, dej para siem-pre Almodvar, dirigindose a Sevi-lla con el fin de embarcar hacia M-xico.

Mientras esperaba la salida de laexpedicin, ocurri segn frayLuis que, como fuera a diario a de-

partiendo casa y pobreza con el granFernando de Contreras, doctor en Alcal, que haba orientado su vidahacia la predicacin y la catequesis yestimul al p. vila a seguir estemismo camino.

vila contaba tambin con unaptima preparacin teolgica y hu-manstica, y conoca como pocos laSagrada Escritura. Haba tenido,adems, una fuerte experiencia delamor de Dios durante el par de aosen que infundadas acusaciones le lle-varon a las crceles inquisitoriales deSevilla, de donde sali absuelto. Pe-ro divulg su eminente doctrina nodesde una ctedra universitaria, sinopredicando por doquier. De Sevillamarch a Crdoba; de aqu a Gra-nada, y ms de una vez lleg misio-nando hasta Extremadura y gran

all la ordenacin de pres-btero en 1526, regres a Almodvar, cuando yahaban fallecido sus pa-dres, para celebrar su pri-mera misa solemne. Em-

ple su cuantiosa heren-cia, procedente de unasminas de plata que po-sean en Almadn, para

MARA ENCARNACIN GONZLEZRODRGUEZ*

La carta 43 de san Juan de vila esun autntico tesoro. Est dirigida a

una seora y dice cmo ha de ir aadorar al Nio con los Reyes, guia-da por la estrella de la fe, y que leha de ofrecer oro de amor divino.El tema central, como en la mayorparte de su obra escrita, es el amor:Todo lo que tiene y desea pone de-lante quien ama, para que antes sepierda aquello que no tocarle en elamor. Y tiene un propsito firme yduro, as como de hueso, de no per-der el amor del Seor, aunquearriesgue todo lo que es y ser puede.Tal ha de ser el oro que vuestra se-ora ofrezca al Nio nacido en po-breza, para que ofrezca abriendo sutesoro, los Reyes hicieron (cf. Mt 2,11). Abra, pues, su corazn y metaen l al Nio nacido, pues aquel co-razn slo vive en quien l est; ypues es poco pesado, no lo quite desu seno, como el manojico de mirra

dice la Esposa (Ct 1, 12). Trtele conreverencia, porque es Dios; ose co-municarse con l, pues que es nio,y tan suave tiene el corazn, cualparece en lo de fuera (Obras com-

pletas, BAC 2000, IV, 222).Con este castellano de oro Juan

de vila se refera al misterio de laEpifana, fiesta relevante en s mis-ma, pero para l de modo especial:naci el 6 de enero, cuando la Igle-sia celebra la manifestacin del Se-or a todos los pueblos. Es lo quehabra de hacer l a lo largo de todasu vida de predicador evanglicoen iglesias, plazas y calles: dar a co-nocer el amor de Dios que a todosinvita y atrae.

No est tan claro el ao de su na-cimiento. Luis de Granada, su disc-pulo, amigo y primer bigrafo, des-

pus de indicar el da en que naci,que fue de la Epifana, silencia elao. El licenciado Muoz, en la bio-grafa del santo maestro que escribipoco despus, se entretiene en lacronologa pero sin decidirse a resol-verla. Estudios ms recientes la fijanen 1499 o en 1500, hecho que confir-ma la inscripcin de un antiguo cua-dro del monasterio de la Encarna-cin de Granada, muy frecuentadopor el maestro, que dice: fue natu-ral de la villa de Almodvar delCampo y falleci en Montilla a 10de mayo de 1569 cumplidos los 70aos de su edad.

Probablemente fue bautizado enla octava de la Epifana, cuando laIglesia celebra el bautismo de Jesspor su precursor Juan. De aqu sunombre, tal vez. Ha pasado a la his-toria como Juan de vila, pero l

firmaba con la forma latinizada msculta,Joannes de vila, como eviden-cian los autgrafos conservados. Sinembargo, en su tiempo se le conocacomo el p. vila, apellido muycomn en la zona. Tambin, y connotable frecuencia desde 1538, comoel p. maestro vila o el maestrovila. Solamente en 1556, en la edi-cin de su obra Una breve regla devida cristiana, puso a continuacindel ttulo compuesta por el rdo. p.mtro. Joannes vila.

Fue la patria del venerable maes-tro Juan de vila escribe Muozla noble y muy leal villa de Almod-

y el Tratado sobre el sacerdocio, tan queridos para l.

Desde aquel venturoso 6 de de 1499 o 1500 en Amodvar hmanecido vivo el recuerdo del tro vila, una de las personal

ms representativas del sigloque contribuy como nadie a qenerga espiritual de la primetad del siglo de oro espaol emra pujante abriendo cauces previtalizacin pastoral de la I Amigo y apoyo de muchosIgnacio de Loyola, Juan deFrancisco de Borja, Pedro de Atara, Juan de Ribera, Teresa ss, Juan de la Cruz fue pomente el sacerdote ms consude la Espaa de su tiempo.

Con gran fama de santidad, tancias de dos sacerdotes andala Congregacin de presbterosrales de Madrid comenz en 1causa de canonizacin. Tras pzarse por falta de recursos, en retom el cardenal arzobispo dledo y su pueblo, AlmodvaCampo, desde 1791 hasta la de

beatificacin, en 1894. DespuConferencia episcopal espaoha hecho cargo de su canonizado ctorado.

Cuando el pasado 20 de ade 2011 Benedicto XVI anuncMadrid el doctorado de san Juvila, se lanzaron al vuelo todcampanas de las iglesias de Almvar, trayendo a nuestro preseeco de las que seguramente soel da del bautizo del pequeones.

*Postuladora de la causa deldoctorado de san Juan de vila

parte de La Mancha, sin morada es-table hasta que su enfermedad le re-cluy en una humilde casa de Mon-tilla. Desde este retiro continu pre-dicando con sus cartas. Su nutrido

Epistolario admira hoy a quien lolee.

El arzobispo de Granada quisollevarle como telogo asesor al con-cilio de Trento. Juan no pudo acom-paarle por falta de salud, pero leescribi dos importantes Me m o r i a l e s


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nmero 2, domingo 8 de enero de 2012

Homila del Papa durante la misa de la solemnidad de Santa Mara Madre de Dios, 45 Jornada mundial de la paz

Slo con la fuerza del bien

ngelus del Papa el 1 de enero de 2012

El gusto por lo que es recto y verdaQueridos hermanos y hermanas:

En la liturgia de este primer da delao resuena la triple bendicin bblica:El Seor te bendiga y te proteja, ilu-mine su rostro sobre ti y te conceda sufavor. El Seor te muestre su rostro y teconceda la paz (Nm 6, 24-26). Pode-mos contemplar el rostro de Dios por-que se ha hecho visible, se ha reveladoen Jess: l es la imagen visible delDios invisible. Y esto gracias tambin ala Virgen Mara, cuyo ttulo ms gran-

de celebramos hoy, aquel con el queparticipa de un modo nico en la his-toria de la salvacin: ser Madre deDios. En su seno el Hijo del Altsimoasumi nuestra carne, y nosotros pode-mos contemplar su gloria (cf. Jn 1, 14),sentir la presencia del Dios-con-noso-t ro s .

As comenzamos el nuevo ao 2012fijando la mirada en el Rostro de Diosque se revela en el Nio de Beln, y ensu Madre Mara, que acogi el plan di-vino con humilde abandono. Gracias asu generoso s apareci en el mundola luz verdadera que ilumina a todo

hombre (cf. Jn 1, 9) y se nos abri denuevo el camino de la paz.

Queridos hermanos y hermanas, co-mo ya es feliz tradicin, hoy celebra-mos la Jornada mundial de la paz, lacuadragsima quinta. En el Mensajeque dirig a los jefes de Estado, a losrepresentantes de las naciones y a todoslos hombres de buena voluntad, y quetiene por tema Educar a los jvenesen la justicia y la paz, quise recordarla necesidad y la urgencia de ofrecer a

las nuevas generaciones itinerarios ade-cuados para una formacin integral dela persona, incluida la dimensin moraly espiritual (cf. n. 3). En particular,quise subrayar la importancia de edu-car en los valores de la justicia y de lapaz. Los jvenes miran hoy con ciertotemor al futuro, manifestando aspectosde su vida que merecen atencin, comoel deseo de recibir una formacin quelos prepare con ms profundidad aafrontar la realidad, la dificultad de for-mar una familia y encontrar un puestoestable de trabajo, la capacidad efectivade contribuir al mundo de la poltica,de la cultura y de la economa, para

Queridos hermanos y hermanas:

En el primer da del ao la liturgiahace resonar en toda la Iglesia extendi-da por el mundo la antigua bendicinsacerdotal que hemos escuchado en laprimera lectura: El Seor te bendiga yte proteja, ilumine su rostro sobre ti yte conceda su favor. El Seor te mues-tre su rostro y te conceda la paz (Nm

iluminado por su mirada, que difundegracia y paz.

Esta es tambin la experiencia quetuvieron los pastores de Beln, queaparecen de nuevo en el Evangelio dehoy. Tuvieron la experiencia de encon-trarse en la presencia de Dios, de subendicin, no en la sala de un palaciomajestuoso, delante de un gran sobera-no, sino en un establo, delante de un

nio acostado en el pesebre (Lc 2,16). Ese nio, precisamente, irradia unaluz nueva, que resplandece en la oscuri-dad de la noche, como podemos ver entantos cuadros que representan el Naci-miento de Cristo. La bendicin, enefecto, viene de l: de su nombre, Je-ss, que significa Dios salva, y de surostro humano, en el que Dios, el To-dopoderoso Seor del cielo y de la tie-

rra, quiso encarnarse, esconder su glo-ria bajo el velo de nuestra carne, pararevelarnos plenamente su bondad (cf.Tt3, 4).

Mara, la Virgen, esposa de Jos, queDios eligi desde el primer instante desu existencia para ser la madre de suHijo hecho hombre, fue la primera enser colmada de esta bendicin. Ella es,como la saluda santa Isabel, benditaentre las mujeres (Lc 1, 42). Toda suvida est bajo la luz del Seor, en el ra-dio de accin del nombre y del rostrode Dios encarnado en Jess, el frutobendito de su vientre. As nos la pre-senta el Evangelio de san Lucas: com-pletamente dedicada a conservar y me-ditar en su corazn todo lo que se re-fiere a su hijo Jess (cf. Lc 2, 19.51). Elmisterio de su maternidad divina, que

celebramos hoy, contienbreabundante aquel dontoda maternidad humande modo que la fecundse ha asociado siemprede Dios. La Madre demera bendecida y es elbendicin; es la mujerella a Jess y lo dio a lfamilia humana. Como

Y, sin perder la gloriadad, derram sobre eleterna, Jesucristo, Seor

facio I de Santa Mara VMara es madre y mo

sia, que acoge en la fe lay se ofrece a Dios comda en la que l puedpliendo su misterio de bin la Iglesia participade la maternidad divinpredicacin, que esparcela semilla del Evangeliosacramentos, que comunbres la gracia y la vidasia vive de modo particnidad en el sacramentocuando engendra los hijel agua y el Espritu Saclama en cada uno de el

6, 24-26). Esta bendi-cin fue confiada porDios, a travs de Moi-ss, a Aarn y a sushijos, es decir, a lossacerdotes del pueblode Israel. Es un tripledeseo lleno de luz,que brota de la repeti-cin del nombre de

Dios, el Seor, y de laimagen de su rostro.En efecto, para serbendecidos hay queestar en la presenciade Dios, recibir sobres su Nombre y per-manecer bajo el conode luz que parte de surostro, en el espacio

El domingo 1 de enero, solemnidad de Santa MaraMadre de Dios y 45 Jornada mundial de la paz,

Benedicto XVIpresidi, por la maana, la celebracinde la misa en la baslica de San Pedro. Hizo su

ingreso acompaado de los cardenales diconos AndreaCordero Lanza di Montezemolo y Giovanni Lajolo.Concelebraron con Su Santidad los cardenales Tarcisio

Bertone, secretario de Estado, y Peter Kodwo AppiahTurkson, presidente del Consejo pontificio Justicia y paz;los arzobispos Giovanni Angelo Becciu, sustituto paralos Asuntos generales; Dominique Mamberti, secretario

para las Relaciones con los Estados; Pier Luigi Celata,secretario del Consejo pontificio para el dilogointerreligioso; y el obispo Mario Toso, S.D.B, secretario

del Consejo pontificio Justicia y paz. AcSanto Padre los arzobispos James Mich

prefecto de la Casa pontificia; y Flix dPrieto, limosnero pontificio. Se hallaban

diecisis cardenales y numerosos arzobispCon el Cuerpo diplomtico acreditado aSede estaban monseor Peter Bryan WeSecretara de Estado; Ettore Balestrero,

para las Relaciones con los Estados; y Nwachukwu, jefe de protocolo. Al concluPapa, despus de impartir la bendicin,de la antfona mariana Alma Redempante la imagen de la Virgen colocada ade la Confesin.


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ROMANO pg

ificar una sociedad con un rostros humano y solidario (n. 1). Invitotodos a tener la paciencia y la cons-ncia de buscar la justicia y la paz, deltivar el gusto por lo que es recto yrdadero (n. 5). La paz nunca es unen alcanzado plenamente, sino unaeta a la que todos debemos aspirar yr la que todos debemos trabajar.Oremos para que, a pesar de las difi-ltades que a veces hacen arduo el ca-ino, esta profunda aspiracin se tra-

uzca en gestos concretos de reconcilia-n, de justicia y de paz. Oremos tam-n para que los responsables de lasciones renueven la disponibilidad ycompromiso de acoger y favorecer

te indeleble anhelo de la humanidad.ncomendemos estos deseos a la inter-sin de la Madre del Rey de laz, para que el ao que comienza sea

n tiempo de esperanza y de conviven-a pacfica para todo el mundo.

espus de la plegaria mariana, el Santoadre agradeci los mensajes delicitacin que recibi y salud a los fielesvarias lenguas.

e (Ga 4, 6). La Iglesia, al igual queara, es mediadora de la bendicin deos para el mundo: la recibe acogien-

o a Jess y la transmite llevando a Je-s. l es la misericordia y la paz que

mundo no se puede dar por s mis-o y que siempre es tan necesaria, os, que el pan.Queridos amigos, la paz, en su senti-

o ms pleno y elevado, es la suma y lantesis de todas las bendiciones. Poro, cuando dos personas amigas se en-entran, se saludan desendose mu-amente la paz. Tambin la Iglesia, enprimer da del ao, invoca de modo

pecial este bien supremo y, como largen Mara, lo hace mostrando a to-

os a Jess, ya que, como afirma elstol san Pablo, l es nuestra paz

Ef2, 14) y, al mismo tiempo, es el ca-ino por el que los hombres y losueblos pueden alcanzar esta meta, a laue todos aspiramos. As pues, llevan-o en el corazn este deseo profundo,e alegra acogeros y saludaros a todos

los que habis venido a esta baslica deSan Pedro en esta X LVJornada mundialde la paz: a los seores cardenales; alos embajadores de tantos pases ami-gos que, ms que nunca, en esta oca-

sin comparten conmigo y con la SantaSede la voluntad de renovar el compro-miso por la promocin de la paz en elmundo; al presidente del Consejo pon-tificio Justicia y paz, que, junto al se-cretario y los colaboradores, trabajande modo especial con este objetivo; alos dems obispos y autoridades pre-sentes; a los representantes de asocia-ciones y movimientos eclesiales y a to-dos vosotros, queridos hermanos y her-manas, de modo particular a los quetrabajis en el campo de la educacinde los jvenes. En efecto, como ya sa-bis, en mi Mensaje de este ao he se-guido la perspectiva educativa.

Educar a los jvenes en la justicia yla paz es la tarea que atae a toda ge-neracin y, gracias a Dios, la familiahumana, despus de las tragedias de las

dos grandes guerras mundiales, ha to-mado cada vez ms conciencia de ella,como lo demuestra, por una parte, lasdeclaraciones e iniciativas internacionesy, por otra, la consolidacin entre los

mismos jvenes, en los ltimos dece-nios, de muchas y diferentes formas decompromiso social en este campo. Parala comunidad eclesial educar en la pazforma parte de la misin que ha recibi-do de Cristo, forma parte integrante dela evangelizacin, porque el Evangeliode Cristo es tambin el Evangelio de la justicia y la paz. Pero la Iglesia en losltimos tiempos se ha hecho portavozde una exigencia que implica a las con-ciencias ms sensibles y responsablespor la suerte de la humanidad: la exi-gencia de responder a un desafo tandecisivo como es el de la educacin.Por qu desafo? Al menos por dosmotivos: en primer lugar, porque en laera actual, caracterizada fuertementepor la mentalidad tecnolgica, querere d u c a r, y no slo i n s t r u i r, no se puededar por descontado, sino que es una

opcin; en segundo lugar, pocultura relativista plantea una cradical: Todava tiene sentido eY, despus, educar para qu?

Lgicamente no podemosahora estas preguntas de fondoque ya he tratado de responotras ocasiones. En cambio, quibrayar que, frente a las sombhoy oscurecen el horizonte del asumir la responsabilidad de elos jvenes en el conocimientoverdad y en los valores fundamsignifica mirar al futuro con espEn este compromiso por una edintegral entra tambin la formacra la justicia y la paz. Los muchlas muchachas actuales crecenmundo que se ha hecho, por as, ms pequeo, en donde los tos entre las diferentes culturas ciones son constantes, aunque npre directos. Para ellos hoy esdispensable que nunca aprendelor y el mtodo de la convivenc

fica, del respeto recproco, del y la comprensin. Por naturale jvenes estn abiertos a estas acpero precisamente la realidad sola que crecen los puede llevar ay actuar de manera contraria,intolerante y violenta. Solo unaeducacin de su conciencia losproteger de estos riesgos y hacepaces de luchar siempre y slodo con la fuerza de la verdadbien. Esta educacin comienza emilia y se desarrolla en la escuelas dems experiencias formatitrata esencialmente de ayudar aos, a los muchachos, a los adotes, a desarrollar una personalidcombine un profundo sentido dcia con el respeto del otro, con lcidad de afrontar los conflictospotencia, con la fuerza interiortestimonio del bien tambin cuapone sacrificio, con el perdn yconciliacin. As podrn llegarhombres y mujeres verdaderamecficos y constructores de paz.

En esta labor educativa de lasgeneraciones una responsabilidacular corresponde tambin a lasnidades religiosas. Todo itinerformacin religiosa autntica acoa la persona, desde su ms tierna conocer a Dios, a amarlo y hvoluntad. Dios es amor, es justofico, y quien quiere honrarlo sodo debe comportarse como un hsigue el ejemplo del padre. Unafirma: El Seor hace justiciafiende a todos los oprimidos Ees compasivo y misericordioso, la ira y rico en clemencia (S6.8). Como Jess nos demostrtestimonio de su vida, justicia ycordia conviven en Dios perfectEn Jess misericordia y fidelidencuentran, la justicia y la pazsan (cf. Sal 85, 11). En estos Iglesia celebra el gran misterioEncarnacin: la verdad de Diostado de la tierra y la justicia mirel cielo, la tierra ha dado su frSal 85, 12.13). Dios nos ha hablsu Hijo Jess. Escuchemos lo qdice Dios: l anuncia la paz9). La Virgen Mara hoy nos lonos muestra el camino: Sigmt, santa Madre de Dios, acompcon tu proteccin. Amn.


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Miembros y consejerosdel Consejo pontificio para la cultura

Miembros y consejerosdel Consejo pontificio

para las comunicaciones sociales

Santa SedeEl Papa ha nombrado jefe de ofi-cina en el Consejo pontificio paralos laicos a monseor ANTONIOGRAPPONE, del clero de la dice-sis de Roma, hasta ahora oficialen el mismo dicasterio.

Rota romanaEl Santo Padre ha nombrado pre-lados auditores del Tribunal de laRota romana al presbtero DAV I D ESA LVAT O R I , hasta ahora vicario ju-dicial adjunto del Tribunal ecle-sistico regional Flaminio, y a donMA R KU S GR AU L I C H, S.D.B., hastaahora promotor de justicia sustitu-to del Tribunal supremo de la Sig-natura apostlica.

El Papa ha nombrado defensor delvnculo sustituto del Tribunal dela Rota romana a monseor FRAN-CESCO VISCOME, hasta ahora nota-rio del mismo Tribunal.

Ereccin dedi cesis

El Santo Padre ha nombrado miem-bros del Consejo pontificio para lacultura a los cardenales: LAU R E N TMONSENGWO PA S I N YA , arzobispode Kinshasa (Repblica democrti-ca del Congo); DONALD WILLIAMWUERL, arzobispo de Washington

(Estados Unidos); a los monseo-res: SA LVAT O R E FISICHELLA, arzo-bispo titular de Voghenza, presiden-te del Consejo pontificio para lapromocin de la nueva evangeliza-cin; GIUSEPPE BETORI, arzobispode Florencia (Italia); JOSEPH VIAN-NEY FERNAND O, obispo de Kandy(Sri Lanka); al sacerdote FRANOISBOUSQUET, profesor en la Facultadde teologa y de ciencias religiosasdel Instituto catlico de Pars(Francia); a los profesores JEAN-LUC MARION, filsofo, docente demetafsica en las universidades dePars-Sorbona (Pars IV ) y de Chica-go (Francia); y M ARVO PRT, m-sico y compositor (Estonia).

Su Santidad ha nombrado ademsconsultores del mismo Consejo

pontificio para la cultura a las si-guientes personas: profesor JOSTOLENTINO DE MEND ONA, docen-te en la Facultad de teologa de laUniversidad catlica de Lisboa(Portugal); profesor ED OUARD ADE,docente en la Universidad catlicade frica del Oeste (Benn); padreANTONINO SPA D A R O, S.J., director

de la revista La Civilt Cattolica,profesor en la facultad de cienciassociales de la Pontificia UniversidadGregoriana; padre FIDEL GONZLEZFERNNDEZ, M.C.C.J., profesor en lafacultad de teologa de la PontificiaUniversidad Urbaniana y en la fa-

cultad de historia eclesistica de laPontificia Universidad Gregoriana(Espaa); doctor SANTIAGO CALA-T R AVA, arquitecto e ingeniero (Espa-a); profesor FRANCESC TORRALBAROSELL, docente de filosofa en laUniversidad Ramon Llull deBarcelona (Espaa); profesor PIEROBENVENUTI, docente de astrofsica ydirector del Centro interdeparta-mental de ciencias y actividades es-paciales G. Colombo de la Uni-versidad de Padua (Italia); profesorWOLF JOACHIM SINGER, docente deneurologa y director del MaxPlanck Institute fr Hirnforschung-Frankfurt a. M. (Repblica federalde Alemania); profesor BRUNOCOPPI, docente de fsica en el Mas-sachusetts Institute of Technology-MIT Plasma Science & Fusion

Center de Cambridge (EstadosUnidos); doctora MICOL FORTI, di-rectora de la Coleccin de arte con-temporneo de los Museos Vatica-nos; MARGUERITE A. PEETERS, pe-riodista, directora general delBrussels-based Institute for Inter-cultural Dialogue Dynamics (Bl-gica).

Benedicto XVI ha nombrado miem-bros del Consejo pontificio para lascomunicaciones sociales a los carde-nales: JOSIP BOZANI, arzobispo deZagreb (Croacia); OS WA L D GRA-

CIAS, arzobispo de Bombay (India);JOHN NJUE, arzobispo de Nairobi(Kenya); LAU R E N T MONSENGWOPA S I N YA , arzobispo de Kinshasa(Repblica democrtica del Con-go); a los monseores: TIMOTHYMICHAEL DOLAN, arzobispo deNueva York (Estados Unidos);MARK BENEDICT COLERID GE, arzo-bispo de Canberra y Goulburn(Australia); SA LVAT O R E FISICHELLA,arzobispo titular de Voghenza, pre-sidente del Consejo pontificio parala promocin de la nueva evangeli-zacin; MANUEL JOS MACRIO DONASCIMENTO CLEMENTE, obispo deOporto (Portugal); JOSEPH BEFEATEBA, obispo de Kribi (Camern);BARTHLEMY AD OUKONOU, obispotitular de Zama minore, secretariodel Conejo pontificio para la cultu-

ra.El Papa ha nombrado consultoresdel mismo Consejo pontificio paralas comunicaciones sociales a las si-guientes personas: padre ANTONINOSPA D A R O, S.J., director de la revistaLa Civilt Cattolica; padre ERICSALOBIR, O.P., asistente general de

la Orden de Predicadores pacomunicaciones sociales (Frapadre AUGUSTINE SAVA R I M US.J., director del Centro inteplinar sobre la comunicacin

de la Pontificia Universidad Griana (India); suor DOMINICP I O, O.P., profesora asociada ctedra de literatura en la Mre University da Kampala (Uda); doctor ANTONIO PREZIOrector del Giornale Radio Rde Rai Radio Uno; doctor NIO FRAGASSA, presidente y nistrador delegado de MicroMComunicazione S.P.A. (Italia)tor MARCO TA R Q U I N I O , diresponsable del diario Avvedoctor PAU L WUTHE, secretarla Comisin para los medios dmunicacin de la Conferenciacopal austraca; doctor GREGLANDSON, presidente de la Clic Press Association (Estadosdos); profesor GI O VA N N I MVIAN, director responsable dridico LOsservatore Romdoctora SUSANA NUIN NEMovimiento de los FocolaObra de Mara, secretaria ejede la Comisin para los medcomunicacin social del Coepiscopal latinoamericano - C( A rg e n t i n a ) .

Lutos en el episcopado

El Santro Padre ha erigido lcesis de LA CEIBA (Hondcon territorio desmembradodicesis de San Pedro Sulaha hecho sufragnea de la dicesis de Tegucigalpa.

La nueva dicesis tiene utensin de 4.640 km y ccon una poblacin de 547.70

bitantes, de los cuales 39son catlicos. Pastoralmentedistribuidos en once parroqson atendidos por seis sacediocesanos, quince sacerdotegiosos y un sacerdote fidnum. Tambin desempemisin en esa circunscrieclesistica cuatro hermanosacerdotes, 38 religiosas y 91quistas. En la actualidadocho seminaristas mayoretemplo parroquial de San ILabrador de La Ceiba pasaiglesia catedral de la nueva sis.

Monseor DO N AT U S DJAGOM,S.V.D. , arzobispo emrito de Ende(Indonesia), falleci el 29 de no-viembre de 2011. Haba nacido enBilas, dicesis de Ruteng, el 10 demayo de 1919. Era sacerdote desde el28 de agosto de 1949. Pablo VI lonombr arzobispo de Ende el 19 dediciembre de 1968; recibi la ordena-cin episcopal el 11 de junio de 1969. Juan Pablo II acept su renuncia algobierno pastoral de la archidicesisel 23 de febrero de 1996.

Monseor LOLESIO FUA H E A, obis-po emrito de Wallis et Futuna (Is-las del Pacfico), falleci el 2 de di-ciembre de 2011. Haba nacido enHihifo, dicesis de Wallis et Futuna,el 5 de septiembre de 1927. Era sa-

cerdote desde el 21 de diciembre de1957. Pablo VI lo nombr obispo ti-tular de Bagai y auxiliar de Wallis etFutuna el 2 de marzo de 1972; reci-bi la ordenacin episcopal el 16 de julio sucesivo. El mismo Papa lo

nombr obispo residencial de dichasede el 25 de abril de 1974. Benedic-to XVI acept su renuncia al gobier-no pastoral de la dicesis de Walliset Futuna el 20 de junio de 2005.

Monseor PAT R I C K JOSEPH SHERI-DAN, obispo titular de Curzola, auxi-liar emrito de Nueva York (EstadosUnidos), falleci el 2 de diciembrede 2011. Haba nacido en NuevaYork el 10 de marzo de 1922. Era sa-cerdote desde el 1 de marzo de 1947. Juan Pablo II lo nombr obispo titu-lar de Curzola y auxiliar de NuevaYork el 30 de octubre de 1990; reci-bi la ordenacin episcopal el 12 dediciembre de dicho ao. El mismoPapa acept su renuncia a la funcinde auxiliar el 15 de enero de 2001.

Monseor ANDREW PATA K I , obispoemrito y protosincelo de la epar-qua de Passaic de los rutenos (Esta-dos Unidos), falleci el 8 de diciem-bre de 2011. Haba nacido en Pal-merton, eparqua de Passaic de losrutenos, el 30 de agosto de 1927. Erasacerdote desde el 24 de febrero de1952. Juan Pablo II lo nombr obis-po titular de Telmisso y auxiliar delobispo de Passaic de los rutenos el30 de mayo de 1983; recibi la orde-nacin episcopal el 23 de agosto delmismo ao. El 19 de junio de 1984fue nombrado obispo de la eparquade Parma de los rutenos, y el 6 de

noviembre de 1995 fue trasladado ala eparqua de Passaic de los rute-nos. Benedicto XVI acept su renun-cia al gobierno pastoral de dicha el6 de diciembre de 2007.

Monseor JOS ANDRS CORRALARRED OND O, obispo de Parral (M-xico), falleci improvisamente el 27de diciembre de 2011. Haba nacidoen Coloradas, dicesis de Tarahuma-ra, el 30 de noviembre de 1946. Erasacerdote desde el 22 de noviembrede 1970. Juan Pablo II lo nombrobispo titular de Cincari y auxiliarde Durango, el 16 de enero de 1989;recibi la ordenacin episcopal el 22de febrero sucesivo. El mismo Papa,tras crear la nueva dicesis de Parrallo nombr obispo residencial de di-cha circunscripcin eclesistica el 11de julio de 1992.

Monseor ARMAND O BRAMBILLA,obispo titular de Giomnio y auxiliarde la dicesis de Roma, falleci im-provisamente el 24 de diciembre de

2011. Haba nacido en ColognoMonzese, archidicesis de Miln, el21 de enero de 1942. Era sacerdotedesde el 11 de junio de 1977. Juan

Pablo II lo nombr obispo tituGiomnio y auxiliar de la diceRoma el 25 de marzo de 1994bi la ordenacin episcopal elmayo de dicho ao. Era delpara la asistencia religiosa e

hospitales de Roma y encargadCentro para la cooperacin mira entre las Iglesias.


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Comunicado sobre la Nota de la Congregacin para la doctrina de la fe

Indicaciones pastorales para el Ao de la feCon la Carta apostlica Porta fideidel 11 de octubre de 2011, BenedictoXVI convoc un Ao de la fe , que co-menzar el 11 de octubre de 2012,50 aniversario de la apertura delconcilio Vaticano II, y terminar el

24 de noviembre de 2013, solemni-dad de Nuestro Seor JesucristoRey del Universo. Con la promulga-cin de este Ao el Santo Padrequiere poner en el centro de la aten-cin eclesial lo que, desde el iniciode su pontificado, ms le interesa: elencuentro con Jesucristo y la bellezade la fe en l. Por otra parte, la Igle-sia es muy consciente de los proble-mas que debe afrontar hoy la fe yconsidera ms actual que nunca lapregunta que Jess mismo hizo:Cuando venga el Hijo del hombre,encontrar fe en la tierra? (Lc 18,8). Por esto, si la fe no adquierenueva vitalidad, con una conviccinprofunda y una fuerza real gracias alencuentro con Jesucristo, todas lasdems reformas sern ineficaces( Discurso a la Curia romana con oca-

sin de las felicitaciones navideas, 22de diciembre de 2011).

Por encargo de Benedicto XVI, laCongregacin para la doctrina de lafe ha redactado una Nota con indica-ciones pastorales para el Ao de la fe .Esta Nota ha sido elaborada deacuerdo con algunos dicasterios dela Santa Sede y con la contribucindel Comit para la preparacin del

Ao de la fe . El Comit, constituidoen la Congregacin para la doctrinade la fe por mandato del Santo Pa-dre, incluye entre sus miembros a loscardenales William Levada, FrancisArinze, Angelo Bagnasco, Ivan Dias,Francis E. George, Zenon Grochole-wski, Marc Ouellet, Mauro Piacen-za, Jean-Pierre Ricard, StanisawRyko y Christoph Schnborn; a losarzobispos Salvatore Fisichella yLuis F. Ladaria; a los obispos Mario

del Valle Moronta Rodrguez, Ger-hard Ludwig Mller y RaffaelloMartinelli.

La Nota, fechada el 6 de enero de2012, solemnidad de la Epifana, yque se publicar al da siguiente, 7de enero, se compone de una intro-duccin y de algunas indicacionespastorales. En la introduccin se rea-firma que el Ao de la fe desea con-tribuir a una renovada conversin alSeor Jess y al redescubrimiento dela fe, de modo que todos los miem-bros de la Iglesia sean para el mun-do actual testigos gozosos y convin-centes del Seor resucitado, capacesde sealar la puerta de la fe a tan-tos que estn en bsqueda de la ver-dad.

El comienzo del Ao de la fecoincide con el recuerdo agradecido

de dos grandes eventos que hanmarcado el rostro de la Iglesia denuestros das: los cincuenta aos pa-sados desde la apertura del concilioVaticano II por voluntad del beatoJuan XXIII (11 de octubre de 1962) ylos veinte aos desde la promulga-cin del Catecismo de la Iglesia catli-ca, legado a la Iglesia por el beato Juan Pablo II (11 de octubre de1992).

El concilio Vaticano II, desde laluz de Cristo ha querido ahondar enla naturaleza ntima de la Iglesia... ysu relacin con el mundo contempo-rneo. Despus del Concilio, la

Iglesia ha trabajado para que sus ri-cas enseanzas sean recibidas y apli-cadas en continuidad con toda laTradicin y bajo la gua segura delMagisterio.

Para facilitar la correcta recep-

cin del Concilio, los Sumos Pont-fices han convocado reiteradamenteel Snodo de los obispos... propo-niendo a la Iglesia directrices clarasa travs de las diversas Exhortacio-nes apostlicas postsinodales. Laprxima Asamblea general del Sno-do de los obispos, en octubre de2012, tendr como tema: La nuevaevangelizacin para la transmisin dela fe cristiana.

Desde el comienzo de su pontifi-cado, el Papa Benedicto XVI se hacomprometido firmemente en procu-rar una correcta comprensin delConcilio, rechazando como errneala llamada hermenutica de la dis-continuidad y de la ruptura, y pro-moviendo la que l mismo ha llama-do hermenutica de la reforma, dela renovacin dentro de la continui-dad.

El Catecismo de la Iglesia catlica,como autntico fruto del concilioVaticano II (Carta apostlica Porta

fidei, 4), se sita en la lnea de esarenovacin dentro de la continui-dad. Comprende cosas nuevas ycosas antiguas (Mt 13, 52). Por unaparte, recoge el antiguo y tradicionalorden de la catequesis, articulandosu contenido en cuatro partes: elC re d o, la l i t u rg i a, la vida en Cristo yla oracin. Pero, al mismo tiempo,expresa todo ello de un modo nuevopara responder a los interrogantesde nuestra poca.

El Ao de la fe ser una ocasinprivilegiada para promover el cono-cimiento y la difusin de los conte-

nidos del concilio Vaticano II y delCatecismo de la Iglesia catlica.

Las indicaciones pastorales de laNota tienen como objetivo favorecerel encuentro con Cristo a travs detestigos autnticos de la fe y aumen-

tar el conocimiento de sus conteni-dos. Mediante estas indicacionespastorales que no pretenden ex-cluir otras propuestas que el EsprituSanto quiera suscitar entre los pasto-res y fieles de distintas partes delmundo la Congregacin para ladoctrina de la fe ofrece su ayuda,dado que a ella compete especfica-mente no slo la tarea de tutelar lasana doctrina y corregir sus erroressino tambin, y en primer lugar, pro-mover la verdad de la fe (cf. Consti-tucin apostlica Pastor Bonus, 48-51).

La Nota articula sus propuestas encuatro niveles: 1) Iglesia universal. 2)Conferencias episcopales. 3) Dice-sis. 4) Parroquias, comunidades, aso-ciaciones y movimientos. Se citan acontinuacin algunas de estas suge-rencias particulares.

Por ejemplo, junto a una solemnecelebracin para el inicio del Ao dela fey a otros varios acontecimientosen los que participar el Santo Padre(Asamblea del Snodo de los obis-pos, Jornada mundial de la juventudde 2013), se recomiendan iniciativasecumnicas para invocar de Dios yfavorecer la restauracin de la uni-dad entre todos los cristianos ytendr lugar una solemne celebra-cin ecumnica para reafirmar la feen Cristo de todos los bautizados.

A nivel de Conferencias episcopa-les, se estimula la calidad de la for-macin catequstica eclesial y la revi-sin de los catecismos locales y lossubsidios catequsticos en uso en lasIglesias particulares, para asegurar

su plena conformidad con el Camo de la Iglesia catlica, y se dun amplio uso de los lenguajes comunicacin y del arte, transiones televisivas o radiofnicaslculas y publicaciones, incluso

vel popular, accesibles a un pamplio, sobre el tema de la feprincipios y contenidos, as comimportancia eclesial del concilioticano II.

A nivel diocesano, el Ao dese considera, entre otras cosas, cocasin renovada de dilogo vado y creativo entre fe y raztravs de simposios, congresos ynadas de estudio, especialmenlas universidades catlicas y ctiempo favorable para celebracpenitenciales..., en las cuales sega un nfasis especial en pedirdn a Dios por los pecados cla fe.

A nivel de parroquias, la prota central es la celebracin deen la liturgia y, de modo especiala Eucarista, porque en la Euta, misterio de la fe y fuentenueva evangelizacin, la fe dIglesia es proclamada, celebrafortalecida. De esa iniciativa drn nacer, crecer y difundirse las dems propuestas, entre lasles tendrn una importancia palar las iniciativas emprendidaslos numerosos institutos, las nucomunidades y los movimieeclesiales.

En el Consejo pontificio papromocin de la nueva evangcin se establecer una s e c re t a r apecial para coordinar las diviniciativas sobre el Ao de la femovidas por los distintos dicastde la Santa Sede o que de tmodos sean relevantes para la Iguniversal.

Esa s e c re t a r a tambin podrgerir iniciativas apropiadas pa

Ao de la fe y abrir un sitiocial en Internet, para proporcinformacin til al respecto.

Las indicaciones ofrecidas eNota tienen como finalidad invtodos los miembros de la Iglecomprometerse en el Ao de la fra redescubrir y compartir lovalioso que tiene el cristiano:cristo, Redentor del hombre, del Universo, iniciador y consdor de nuestra fe (Hb 12, 2).

El Papa y la historiaVIENE DELA PGINA4

de juicio no slo proclamaciones

tericas, necesariamente pasadas, si-no tambin el comportamiento deestos opositores en las dcadas su-cesivas.

La historia que segn Miccolidebera entrar en los discursos delPapa es siempre la pasada, y conmayor precisin la que se desarro-llaba durante el Concilio e influaobviamente en sus decisiones; co-mo si slo los acontecimientos quegustan y que se comparten fueranmerecedores de ser consideradoshistricos. Los dems deben archi-varse como resistencias, oposicio-nes, inmovilismos. Se trata de una

concepcin de la historia por lomenos discutible, de la que es por-tador no slo Miccoli, sino tambin

otros historiadores de la Iglesia yen particular del Vaticano II, quie-nes de esta forma llegan fcilmentea concluir lo que ms les interesa:que los tradicionalistas con el Pa-pa a la cabeza se hallan a la re-conquista de la Iglesia.

Pero por qu el modo de refle-xionar de Benedicto XVI, claramen-te expresado en sus libros e inter-venciones y accesible a quien seria-mente intente comprender, con de-masiada frecuencia no se lee en suoriginalidad y novedad? Por qucada cosa que dice tiene que entrar,

a la fuerza, en los desgastadoquemas de los progresistas y dconservadores, a quienes en el

do ya haba puesto en crisis elpio Papa del Concilio, Pablocon la publicacin de la Humvitae?

Es como si la esquematicidala visin poltica de nuestro tiehiciera sombra a una interpretverdadera y libre que naturalte puede ser tambin crtica dte pontificado que, se juzgue cse juzgue, se est revelandovez ms sorprendente e interesNecesitarn los historiadoresaos para entenderlo? Esperque no.


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Colegio episcopal

RENUNCIAS:

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis de

San Isidro (Argentina) que monse-or ALCIDES JORGE PEDRO CASA-RETTO le haba presentado en con-formidad con el canon 401 1 delCdigo de derecho cannico.

Le sucede en el gobierno pastoral dela dicesis el coadjutor, monseorOSCAR VICENTE OJEA.

Alcides Jorge Pedro Casaretto na-ci en Buenos Aires el 27 de diciem-bre de 1936. Recibi la ordenacinsacerdotal el 5 de septiembre de1964. Pablo VI lo nombr obispo deRafaela el 28 de diciembre de 1976;recibi la ordenacin episcopal el 19de marzo de 1977. Juan Pablo II lonombr obispo coadjutor de SanIsidro el 14 de marzo de 1983. Pas aser obispo residencial de dicha sedeel 13 de mayo de 1985.

Oscar Vicente Ojea naci en Bue-nos Aires el 15 de octubre de 1946.Recibi la ordenacin sacerdotal el25 de noviembre de 1972. BenedictoXVI lo nombr obispo titular de Sue-lli y auxiliar de la arquidicesis deBuenos Aires el 24 de mayo de2006; recibi la ordenacin episco-pal el 2 de septiembre sucesivo. Elmismo Papa lo nombr obispocoadjutor de San Isidro el 7 de octu-bre de 2009.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deGuajar-Mirim (Brasil) que monse-or GERALD O VERDIER le haba pre-sentado en conformidad con el ca-non 401 2 del Cdigo de derechocannico.

Le sucede en el gobierno pastoral dela dicesis el coadjutor, monseorBENEDITO AR A J O.

Geraldo Verdier naci en Alban,archidicesis de Albi (Francia), el 28de marzo de 1937. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 30 de marzo de1963. Juan Pablo II lo nombr obis-po de Guajar-Mirim el 31 de juliode 1980; recibi la ordenacin epis-copal el 25 de octubre sucesivo.

Benedito Arajo naci en Pao doLumiar, archidicesis de So Lus doMaranho, el 21 de noviembre de1963. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 17 de noviembre de 1991. Bene-dicto XVI lo nombr obispo coadju-tor de Guajar-Mirim el 23 de mar-zo de 2011; recibi la ordenacinepiscopal el 4 de junio de dicho

ao.El Papa ha aceptado la renuncia

al gobierno pastoral de la dicesisde Polokwane (Sudfrica) que mon-seor MO GALE PAU L NKHUMISHE lehaba presentado en conformidadcon el canon 401 2 del Cdigo dederecho cannico; y ha nombrado,al mismo tiempo, a monseor JERE-MIAH MADIMETJA MASELA, adminis-trador apostlico sede vacante etad nutum Sanctae Sedis de la mis-ma dicesis.

Mogale Paul Nkhumishe naci enWarmbaths, dicesis de Polokwane,

el 28 de febrero de 1938. Recibi laordenacin sacerdotal el 24 de juniode 1967. Juan Pablo II lo nombrobispo titular de Tigisi de Numidia

y auxiliar del obispo de Lydenburg-Witbank (Sudfrica) el 5 de noviem-bre de 1981; recibi la ordenacinepiscopal el 14 de febrero de 1982. ElSanto Padre lo nombr, primero, ad-ministrador apostlico sede vacan-te de Lydenburg-Witbank y, el 9 deenero de 1984, obispo residencial dedicha sede. La citada circunscripcineclesistica pas a denominarse Wit-bank el 10 de noviembre de 1987. El-mismo Papa lo traslad a Polokwaneel 17 de febrero de 2000.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deSekondi-Takoradi (Ghana) quemonseor JOHN MARTIN DA R KO lehaba presentado en conformidadcon el canon 401 2 del Cdigo dederecho cannico; y ha nombrado amonseor MAT T H I A S KOBENA NKET-SIAH, arzobispo de Cabo Costa, ad-ministrador apostlico sede vacanteet ad nutum Sanctae Sedis de lamisma dicesis.

John Martin Darko naci enAboadze, dicesis de Sekondi-Tako-radi, el 30 de mayo de 1945. Recibila ordenacin sacerdotal el 25 de ju-lio de 1976. Juan Pablo II lo nombrobispo de Sekondi-Takoradi el 27 dejunio de 1998; recibi la ordenacinepiscopal el 10 de octubre del mismoao.

Matthias Kobena Nketsiah nacien Kakomdo, archidicesis de CaboCosta, el 14 de abril de 1942. Recibila ordenacin sacerdotal el 19 de ju-lio de 1970. Benedicto XVI lo nom-br obispo titular de Abaradira yauxiliar de Cabo Costa el 24 de no-

viembre de 2006; recibi la ordena-cin episcopal el 3 de febrero de2007. El mismo Papa lo promovi aarzobispo de Cabo Costa el 31 demayo de 2010.

EL PA PA HA NOMBRAD O :

Obispo de la nueva dicesis de LaCeiba (Honduras) al padre MI-CHAEL LENIHAN, O.F.M.

Michael Lenihan, O.F.M., naci enAbbeyfeale, dicesis de Limerick (Ir-landa), el 22 de septiembre de 1951.Recibi la ordenacin sacerdotal el12 de julio de 1980 y pertenece a laprovincia franciscana de los FrailesMenores de Amrica Central y Pana-m. Inici su ministerio en su pasde origen como director espiritual de

un centro de formacin y vicario deun convento; en 1984 march a Amrica Central, donde, primero enEl Salvador y luego en Honduras,ha sido: vicario parroquial, prroco,guardin en diversas comunidades,definidor provincial de la regin deHonduras y vicario general de Co-mayagua. Desde 2009, en Guatema-la, era guardin de la Fraternidad deSan Buenaventura de la Curia pro-vincial y vicario parroquial.

Obispo de Cassano allJonio (Ita-l ia) a monseor NUNZIO GALANTI-N O.

Nunzio Galantino naci en Cerig-nola, dicesis de Cerignola-AscoliSatr iano, el 16 de agosto de 1948.Recibi la ordenacin sacerdotal el

23 de diciembre de 1972. Es doctoren filosofa por la Universidad deBari y en teologa por Facultad teo-lgica de Italia meridional, seccinSan Luis de Npoles. Ha sido vice-rrector del seminario de Foggia, con-siliario de la Accin catlica juvenil,profesor en el seminario regional deBenevento, prroco, vicario episco-pal para la pastoral y, tambin, parala cultura y la formacin permanen-te, profesor en la Facultad teolgicade Italia meridional y responsabledel servicio nacional de la Conferen-cia episcopal italiana para los estu-dios superiores de teologa y deciencias religiosas.

Obispo de So Raimundo Nonato(Brasil) al presbtero JOO SANTOSCARD OSO .

Joo Santos Cardoso naci en D-rio Meira, dicesis de Jequi, el 3 dediciembre de 1961. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 27 de diciembrede 1986. Se doctor en filosofa enla Pontificia Universidad Gregorianade Roma. En su ministerio ha de-sempeado, entre otros, los siguien-tes cargos: administrador parroquial;coordinador de la comisin ruraldiocesana, de la escuela bblica y delos cursos de teologa para laicos;rector del seminario mayor de filoso-fa de Vitria da Conquista; profesoruniversitario; rector del Instituto defilosofa Nuestra Seora de las Vic-torias; vicario regional y coordina-dor de pastoral en la archidicesisde Vitria da Conquista.

Obispo titular de Orta y auxiliarde la archidicesis de Colombo (SriLanka) al presbtero FIDELIS LIONELEMMANUEL FERNAND O.

Fidelis Lionel Emmanuel Fernan-do naci en Jaffna el 20 de mayo de1948. Recibi la ordenacin sacerdo-tal en el Vaticano, de manos del Pa-pa Pablo VI, el 6 de enero de 1973,incardinado en la archidicesis deColombo. Se licenci en teologamoral en la Pontificia UniversidadUrbaniana de Roma. Ha desempe-ado, entre otros, los siguientes car-gos: vicario parroquial; profesor enel seminario nacional, donde tam-bin fue vicerrector y, ms tarde, rec-tor; prroco; vicario episcopal parala catequesis y la familia; miembrodel consejo presbiteral y del colegiode consultores; desde 2010 era vica-

rio episcopal para los fieles de ori-gen tamil en la archidicesis de Co-lomb o.

Obispo titular de Lesina y auxiliarde la archidicesis de Colombo (SriLanka) al presbtero SA M PAT H AWA -DUGE MAXWELL GRENVILLE SILVA.

Sampathawaduge Maxwell Gren-ville Silva naci en Willorawatte, ar-chidicesis de Colombo, el 27 deseptiembre de 1953. Recibi la orde-nacin sacerdotal el 25 de julio de1981. Ha desempeado su ministeriocomo vicario parroquial, prroco,

profesor y director de un centrocativo.

Obispo titular de Azura y au

de Quebec (Canad) al padreTA N PROULX, O.S.M.

Gatan Proulx, O.S.M. , nacSaint-Denis-de-Brompton, en gin de los cantones del este dnad, el 27 de mayo de 1947. Inen la Orden de los Siervos dra, donde recibi la ordenacicerdotal el 8 de junio de 1976. Hdo responsable para la formacla vida religiosa y sacerdotalprovincia de Canad de su Ocolaborador parroquial, suprovincial, prroco y miembrconsejo presbiteral de Quebec.

Obispo titular de Campli y aude Quebec (Canad) al presDENIS GRONDIN JR.

Denis Grondin Jr. naci emouski, archidicesis de Queb23 de octubre de 1954. Recibi denacin sacerdotal el 21 de de 1989. En su ministerio ha dpeado los siguientes cargos: vparroquial, colaborador parroen diversas parroquias, animpastoral del Centro de salud y servicios sociales de Charlevoixrro co.

Obispo titular de Idassa y aude la archidicesis de Vitria (Bal padre RUBENS SEVILHA, O.C.

Rubens Sevilha, O.C.D., nacTaraba, dicesis de Presidentedente, el 29 de septiembre deIngres en la Orden de los Catas Descalzos, donde recibi lanacin sacerdotal el 19 de octub1985. Ha desempeado su mincomo formador, superior provprroco y consejero provincial.

Obispo titular de Sita y auxilla archidicesis de Vitria (Brmonseor JOAQUIM WLADIMIRPES DI A S.

Joaquim Wladimir Lopes Dici en Cafelndia, dicesis deel 23 de octubre de 1957. Reciordenacin sacerdotal el 12 dciembre de 1997, incardinado dicesis de Jundia. En su minha desempeado los siguientegos: vicario parroquial, prrocotor del seminario diocesano, nistrador diocesano y vicario gde la dicesis de Jundia.

Obispo titular de Tullia y aude la archidicesis de Belo Hote (Brasil) al presbtero JOO JNO DE MEDEIROS SILVA.

Joo Justino de Medeirosnaci en Juiz de Fora el 22 dciembre de 1966. Recibi la orcin sacerdotal el 13 de diciemb1992. Obtuvo el doctorado enga en la Pontificia Universidadgoriana de Roma. En su minha desempeado los siguientegos: prroco, coordinador de ugin pastoral y del consejo preral, profesor y rector del semarchidiocesano, vicario parromiembro del consejo presbitedel colegio de consultores.

Monseor monseor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro (Argentina)Monseor Michael Lenihan, obispo de la nueva dicesis de La Ceiba (Honduras)


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Congregacin para la doctrina de la fe

Erigido el Ordinariato personalde la Ctedra de San Pedro

debe elaborarse un programa de for-macin catequtica, de duracinadecuada, y con contenidos estable-

cidos por el Ordinario, de acuerdocon la Congregacin para la doctri-na de la fe, de forma que los fielespuedan adherirse plenamente al con-tenido doctrinal del Catecismo de la

Iglesia catlica9 y, por consiguiente,hacer la profesin de fe.

Para los candidatos a la ordena-cin, que anteriormente eran minis-tros de la Comunin anglicana, debeelaborarse un programa especfico

de los obispos catlicos de EstadosUnidos, aunque siguen siendomiembros del Ordinariato, estn vin-

culados al derecho universal y a lasleyes particulares del territorio en elque residen13.

2. Si un miembro de los fieles setraslada de modo permanente a unterritorio en donde se ha erigidootro Ordinariato personal, puede, apeticin suya, ser recibido en l. Elnuevo Ordinario tiene la obligacinde informar de la recepcin al Ordi-nariato personal originario. Si unfiel desea abandonar el Ordinariato,debe dar a conocer esta decisin asu propio Ordinario. As se convier-te automticamente en miembro dela dicesis donde reside. En este ca-so, el Ordinario garantizar que elobispo diocesano sea informado.

3. El Ordinario, teniendo en cuen-ta la Ratio fundamentalis institutionis

s a c e rd o t a l i s y el Programa de forma-cin sacerdotal de la Conferencia delos obispos catlicos de EstadosUnidos, debe elaborar un P ro g ra m ade formacin sacerdotal para los semi-naristas del Ordinariato, que debeser aprobado por la Sede apostli-ca14.

El Ordinario garantizar que seredacten los Estatutos del Consejode gobierno y del Consejo pastoralque estn sujetos a su aprobacin15.

La sede de la iglesia principal delOrdinariato personal de la Ctedrade San Pedro ser la iglesia deNuestra Seora de Walsingham, enHouston, Texas. La sede del Ordi-nariato, en la que se tendr el regis-tro al que se hace referencia en el Art. 5 1 de las Normas complemen-

tarias, ser establecida por el Ordi-nario, de acuerdo con la Congrega-cin para la doctrina de la fe y con-sultando con la Conferencia de losobispos catlicos de Estados Uni-dos.

4. Patrona del Ordinariatonal de la Ctedra de San PedroSantsima Virgen Mara con el

de Nuestra Seora de WalsinghNo obstante cualquier dispocontraria.

Roma, de la Congregacin pdoctrina de la fe, 1 de enero desolemnidad de Mara, MadD ios.

CARDENAL WILLIAM LPr

ARZOBISPO LUIS F. LADARIS e c r

1 Cf. AAS 101 (2009) 985-990.2 Cf. LOsservatore Roman

10 de noviembre de 2009), p. 7cin semanal en lengua espaode noviembre de 2009, p. 6.

3 Cf. can. 372 2 CIC; Concin apostlica Anglicanorum coArt. I 4.

4 Cf. Constitucin apostlicglicanorum coetibus, Art. I 4.5 Cf. Normas complementaria

5 1.6 Cf. Constitucin apostlic

glicanorum coetibus, Art. I V; Ncomplementarias,Art. 4 1.

7 Cf. Constitucin apostlicglicanorum coetibus, Art. VI 4mas complementarias, Art. 5 29.

8 Cf. Constitucin apostlicglicanorum coetibus, Art. IX.

9 Cf. Constitucin apostlicglicanorum coetibus, Art. I 5.

10 Cf. cann. 1110-1111 CIC.11 Cf. Normas complementaria

2 2.12 Cf. Constitucin apostlic

glicanorum coetibus, Art. XII.13 Cf. can. 13 3 CIC.

14 Cf. Normas complementaria10 3; ver tambin Constitapostlica Anglicanorum coetibuVI 2.

15 Cf. Normas complementaria12 1; Art. 13 2.

La Congregacin para ladoctrina de la fe, a tenorde la Constitucin apos-tlica Anglicanorumcoetibus, erigi, el 1 deenero de 2012, el Ordi-nariato personal de LaCtedra de San Pedroen el territorio de laConferencia episcopalde Estados Unidos.

Al mismo tiempo elSanto Padre ha nombra-do al reverendo JEFFREYNEIL STEENSON primerOrdinario del Ordina-riato personal de La C-tedra de San Pedro.

Jeffrey Neil Steensonprimer Ordinario

Publicamos nuestra traduccin del de-creto de la Congregacin para la doc-trina de la fe con el que se erige el Or-

dinariato personal de la Ctedra deSan Pedro.

La ley suprema de la Iglesia es lasalvacin de las almas. As, a lo lar-go de la historia, la Iglesia siempreha encontrado los instrumentos pas-torales y jurdicos para procurar elbien de los fieles.

Con la Constitucin apostlica Anglicanorum coetibus, promulgada el4 de noviembre de 2009, el SantoPadre, Papa Benedicto XVI, deliberla institucin de Ordinariatos perso-nales a travs de los cuales los fielesanglicanos pueden entrar, tambincorporativamente, en plena comu-nin con la Iglesia catlica1. En esamisma fecha, la Congregacin parala doctrina de la fe public las Nor-mas complementarias en relacin con

tales Ordinariatos2.De acuerdo con lo establecido en

el Art. 1 1 y 2 de la Constitucinapostlica Anglicanorum coetibus, ha-biendo recibido peticiones de un n-mero considerable de fieles anglica-nos, y habiendo consultado con laConferencia de obispos catlicos deEstados Unidos, la Congregacinpara la doctrina de la fe

ERIGE

el Ordinariato personal de la Cte-dra de San Pedro en el territorio dela Conferencia episcopal de EstadosUnidos.

1. El Ordinariato personal de laCtedra de San Pedro ipso iurep osee

personalidad jurdica y es jurdica-mente equivalente a una dicesis3.Incluye a aquellos fieles, de todaclase y condicin de vida, que, ha-biendo pertenecido originariamentea la Comunin anglicana, ahora es-tn en plena comunin con la Igle-sia catlica, o han recibido los Sa-cramentos de iniciacin en la juris-dicccin del Ordinariato mismo4, ohan sido acogidos en ella por sermiembros de una familia pertene-ciente al Ordinariato5.

Los fieles del Ordinariato perso-nal de la Ctedra de San Pedro sonencomendados a la solicitud pastoraldel Ordinario personal, que, una veznombrado por el Romano Pontfi-ce6, posee todas las facultades, y tie-ne todas las obligaciones especifica-das en la Constitucin apostlica

Anglicanorum coetibus y en las Nor-mas complementarias7 as como enaquellas materias determinadas suce-sivamente por la Congregacin parala doctrina de la fe, a peticin tantodel Ordinario, habiendo odo alConsejo de gobierno del Ordinaria-to, como de la Conferencia de losobispos catlicos de Estados Uni-dos.

Los fieles anglicanos que deseanser recibidos en la plena comunincon la Iglesia catlica a travs delOrdinariato deben manifestar estedeseo por escrito8. Para estos fieles

de formacin teolgica, as como depreparacin espiritual y pastoral, an-tes de la ordenacin en la Iglesia ca-tlica, segn lo que establezca elOrdinario de acuerdo con la Con-gregacin para la doctrina de la fe yconsultando con la Conferencia delos obispos catlicos de EstadosUnidos.

Para que un clrigo no incardina-do en el Ordinariato personal de laCtedra de San Pedro pueda admi-nistrar un matrimonio entre fielespertenecientes al Ordinariato, deberecibir la facultad del Ordinario odel pastor de la parroquia personal ala que pertenecen los fieles10.

El Ordinario es miembro de dere-cho de la Conferencia de los obisposcatlicos de Estados Unidos con vo-to deliberativo en los casos en quelo requiera la ley11.

Un clrigo, proveniente de la Co-munin anglicana, que ya haya sidoordenado en la Iglesia catlica e in-cardinado en una dicesis, puede serincardinado en el Ordinariato a te-nor de la norma del canon 267 del

Cdigo de derecho cannico.Mientras el Ordinariato personalde la Ctedra de San Pedro no hayainstituido su propio tribunal, lascausas judiciales de sus fieles se de-ben llevar al tribunal de la dicesisen la que tenga su domicilio una delas partes, tomando en cuenta, encualquier caso, los diferentes ttulosde competencia establecidos en loscnones 1408-1414 y 1673 del Cdigode derecho cannico12.

Los fieles del Ordinariato perso-nal de la Ctedra de San Pedro queestn, temporal o permanentemente,fuera del territorio de la Conferencia

Jeffrey Neil Steenson naci el 1 de abril de 1952. Fue recibidoIglesia catlica en Adviento de 2007; recibi la ordenacin diaconade diciembre de 2008 y la ordenacin sacerdotal el 21 de febrero deincardinado en la archidicesis de Santa Fe (Estados Unidos).


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Admirable intercambio entre divino y humanoVIENEDE LAPGINA 1

voz de Dios desde lo alto y el mi-lagro en las bodas de Can, comoprimer signo realizado por Cristo.Una bellsima antfona de la Litur-gia de las Horas unifica estos tresacontecimientos en torno al tema de

las bodas entre Cristo y la Iglesia:Hoy la Iglesia se ha unido a su ce-lestial Esposo, porque en el JordnCristo la purifica de sus pecados; losMagos acuden con regalos a las bo-das del Rey y los invitados se ale-gran por el agua convertida en vi-no ( Antfona de Laudes ). Casi pode-mos decir que en la fiesta de Navi-dad se pone de relieve el oculta-miento de Dios en la humildad de lacondicin humana, en el Nio deBeln. En la Epifana, en cambio, seevidencia su manifestacin, la apari-cin de Dios a travs de esta mismahumanidad.

En esta catequesis quiero hacer re-ferencia brevemente a algn temapropio de la celebracin de la Navi-dad del Seor a fin de que cada unode nosotros pueda beber en la fuen-te inagotable de este Misterio y darabundantes frutos de vida.

Ante todo, nos preguntamos:Cul es la primera reaccin ante es-ta extraordinaria accin de Dios quese hace nio, que se hace hombre?Pienso que la primera reaccin nopuede ser otra que la alegra. Ale-grmonos todos en el Seor, porquenuestro Salvador ha nacido en elmundo: as comienza la Misa de lanoche de Navidad, y acabamos deescuchar las palabras del ngel a lospastores: Os anuncio una gran ale-gra (Lc 2, 10). Es el tema que abreel Evangelio, y es el tema que lo cie-rra porque Jess Resucitado repren-de a los Apstoles precisamente porestar tristes (cf.Lc24, 17) incompa-tible con el hecho de que l perma-nece Hombre por la eternidad. Pe-ro demos un paso adelante: De

dnde nace esta alegra? Dira quenace del estupor del corazn al vercmo Dios est cerca de nosotros,cmo piensa Dios en nosotros, cmoacta Dios en la historia; es una ale-gra que nace de la contemplacindel rostro de aquel humilde nio,porque sabemos que es el Rostro deDios presente para siempre en la hu-manidad, para nosotros y con noso-tros. La Navidad es alegra porquevemos y estamos finalmente segurosde que Dios es el bien, la vida, laverdad del hombre y se abaja hastael hombre, para elevarlo hacia l:Dios se hace tan cercano que se lopuede ver y tocar. La Iglesia con-templa este inefable misterio y lostextos de la liturgia de este tiempoestn llenos de estupor y de alegra;todos los cantos de Navidad expre-san esta alegra. Navidad es el puntodonde se unen el cielo y la tierra, yvarias expresiones que escuchamosen estos das ponen de relieve lagrandeza de lo sucedido: el lejanoDios parece lejansimo se hizocercano; el inaccesible quiere seraccesible; l, que existe antes deltiempo, comenz a ser en el tiempo;el Seor del universo, velando lagrandeza de su majestad, asumi lanaturaleza de siervo exclama sanLen Magno (Sermn 2 sobre la

Navidad, 2.1). En ese Nio, nec

L´OSSERVATORE ROMANO. 8 Enero 2012

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