LOS TUXTLAS La última Selva

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LOS TUXTLAS La última Selva Gracias Arturo

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LOS TUXTLAS

La última Selva

Gracias Arturo

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Fértil hasta lo inverosímil, esta tierra era conocida antiguamente como Tlalocan,

“tierra de la abundancia y paraíso terrenal”. Cientos de arroyos y ríos

cristalinos bajan de los cerros y desembocan en lagunas, esteros y mar para crear un verdor cuya intensidad

alcanza incluso los postes secos de los cercados, que en pocos años se convierten en árboles frondosos.

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La última Selva

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• La región de los Tuxtlas es un conjunto natural de volcanes, Colinas verdes,

fértiles potreros, selva, lagos, ríos y mar que comprende un área protegida en el

sureste del estado de Veracruz conformada por los municipios de Santigo

Tuxtla, San Andrés Tuxtla y Catemaco.

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Cien años atrás, casi todo Veracruz tenia el mismo grado de naturaleza salvaje y

poderosa que se observa en este Rincón de los Tuxtlas, sin embargo, hoy

atravesamos una de las últimas áreas de selva virgen del Estado de Veracruz y

posiblemente del país.• Es la estación de Biología tropical de los

Tuxtlas, sustentada por la Universidad Autónoma de México (UNAM) quien con fines científicos y educativos se encarga de preservar la zona. En este Edén, el

visitante puede toparse con 360 diferentes variedades de mariposas, 560 especies de aves y 128 de mamíferos

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• Aun cuando es una noche calurosa, “la gente”, la otra riqueza de los Tuxtlas, se

pasea por el zócalo, señores con guayabera, jóvenes con guitarras,

mujeres con grandes sonrisas se miran al pasar y todos se saludan, pues todos se

conocen. Dicen los Tuxtlecos son relajados, tropicales, dicharacheros y

abiertos; son de jarana y fandango, de río y de mar.

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• En los Tuxtlas se “mezclo la cultura indígena y popolucas, el cristianismo español y las

creencias africanas traídas por esclavos negros fugitivos; así nació lo que se llama brujería. Las antiguas terapias indígenas, la herbolaria y la

invocación de fuerzas o entidades sobrenaturales configuran aquí una tradición de magia, tanto blanca como negra. Actualmente

esta actividad es turística y esta marcada por el primer viernes de marzo en que se celebra un festival internacional de brujería que reúne a

practicantes y curiosos. Esta tradición convive con la religión, uno de cuyos templos mas

antiguos es el de San Pedro Totogatl (1522), en Santiago Tuxtla, la Catedral de San José y San Andrés (1870), en San Andrés Tuxtla, mientras en Catemaco se venera a la Virgen del Carmen

desde l664.

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• Junto a toda esta rica variedad cultural, no faltan las raíces prehispánicas: los

Olmecas, que habitaron la región desde hace 1200 años hasta los comienzos de la era cristiana. Su huella permanece en Tres Zapotes, sitio arqueológico donde

fueron encontradas las famosas cabezas colosales que hoy alberga el museo

Metropolitano de Nueva York.

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• Cabezas Olmecas

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• Cabeza Colosal Olmeca

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•En este lugar el agua se presenta en mil formas. Cerca de San

Andrés se encuentra el Salto de Eyipantla, caída de 30 metros del

río Comoapan. Esta tambien la laguna Encantada, que debe su

nombre a un curioso fenómeno: Su nivel de agua disminuye en época de lluvias y aumenta durante la

sequía.

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La vista marítima que ofrecen los Tuxtlas es poco conocida. 100 kilómetros de costa casi virgen, con playas y altos

farallones rocosos únicos en el Atlántico Norte.

De ahí se llega a los acantilados de Punta Roca Partida, formaciones rocosas que la gente conoce bien, por lo que no duda en penetrar en la cueva de Lorencillo, grieta

del tamaño de una iglesia que lleva el nombre de un pirata holandés que la

utilizaba como escondite cuando asaltaba galeones españoles.

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• Catemaco y su laguna, el mayor espejo de

agua en la región, son celebres entre los adeptos a la medicina natural tradicional. A un costado de la cuidad esta el parque ecológico de Nanciyaga, de 40 hectáreas

selváticas rescatadas. Ahí esta gran parte de los chamanes que curan con

ceremonias, hierbas, el temascal, barro y aguas minerales de manantial. Unas

lanchas que parten del malecón pueden llevarnos a una de las nueve islas, de entre las que destaca la de los monos

(poblada por primates asiáticos), y Agaltepec, selvática y con un sitio

arqueológico. Un final único lo proporciona el muy recomendable paseo

por Poza Reyna, reserva ecológica privada con ambiente de selva protegida en la que se nada, snorkelea o se realiza escalada acuática en cascadas y pozas de agua

color turquesa.

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La Conquista del Paladar

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Veracruz es uno de los estados con mayor tradición culinaria y cada una de las regiones que lo integran

tiene su toque especial. La cocina veracruzana tiene todo un abanico de posibilidades

complacientes para cualquier paladar ya que está condimentada con las especias más naturales y originales. En la mesa de los veracruzanos no

puede faltar el chilpachole de jaiba, platillo que combina los sabores del jitomate, ajo, chile serrano

y cebolla, y que es reconocido por el color rojo intenso de su caldo ligeramente picante y espeso

que acoge el sabor de la carne fresca de jaiba, deshebrada o en su concha. El olfato distingue el

toque de perejil y epazote, punto de partida para el disfrute de la experiencia del mestizaje culinario.

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• Tan pronto llegue al Puerto de Veracruz, estará listo para disfrutar el

sabor del café tradicional, acompañado de la diversidad de

postres; el jobo, las palanquetas y el marquesote . Para aminorar el calor,

no deje de probar los toritos de guanábana, coco o cacahuate, ideales para acompañar la deliciosa comida

jarocha. El café de esta zona es de un sabor incomparable y aromático, no

por nada presume de ser exportado a muchos países y ser de los mejores en el mundo entero. Y ya que hablamos

de café, no podemos dejar de mencionar que pocos lugares en el

mundo son tan representativos de una ciudad y un Estado como el famoso

Gran Café de la Parroquia en el Puerto de Veracruz. .

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Tabaco Privilegio de los Tuxtlas

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• San Andrés Tuxtla, lugar privilegiado de la costa veracruzana que desde mediados del siglo XIX se convirtió en uno de los centros

de producción de tabaco de mayor renombre. Pero ¿por qué los puros de San Andrés

cuentan con demanda nacional e internacional comprobada?

La respuesta está en el campo, en las casas de tabaco, en las fábricas de San Andrés. Un

recorrido por los campos sembrados de tabaco es más que suficiente para darse cuenta de la nobleza de origen de las hojas, que una vez

secas formarán la materia prima del enrollado, y ello se explica por el régimen climático de la región, ubicada en un pequeño macizo cercano

a la costa que disfruta de una humedad especial.

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• Las casas de tabaco (galeras), que asemejan grandes mansiones en medio del campo, bañadas por el sol

inclemente, guardan las trenzas de hojas que habrán de usarse de acuerdo con su color, tamaño y forma. Visitar

las fábricas, los lugares donde el tabaco en rama es transformado en lo que ha dado en llamarse habanos, es

una experiencia interesante. Ahí todo transcurre como en una colmena, con la atención exacta que da la

experiencia para cada parte del proceso; la selección, la talla, el toque personal que lleva cada pieza y el empaque final con los tabacos ahí dispuestos,

perfectamente protegidos por las cajas de madera y hechos para que quien los adquiere pueda darse el gusto de romper cuidadosamente el sello y ofrecer,

como símbolo de amistad, un puro, un habano, un San Andrés de los buenos, mientras alguien espera a que se

fumen el tiempo para guardar en la caja sus últimos sueños.

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