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DE LAS CINCO LLAGAS DE

atti (t%PARA LOS CINCO DIAS DEL QUINQUENARIO,

que celebran anualmentelos Congregantes de laPurísima Sangre de

N. S. J. C.COMPUESTAS POR EL

D. D. MooiCANONIGO PENITENCIARIO DE LÉRIDA,Y PRIOR PERPETUO QUE FUE DE DICHA

CONGREGACION.

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Arrirmrmclet,EVT

LÉRIDA:

Imprenta de Cororninas , año 1 852.

ato6

(=1:13§),,omn

DIA PRIMERO.Llaga de la mano derecha.

PUNTO Lo

Apenas acabó el abominable Pilatosde pronunciar la iniqua sentencia demuerte contrae! autor de la vida, nues-tro amable Redentor, para saciar el odioy detestable conspiracion de aquel bar-baro pueblo Judaico, los crueles solda-dos executores de aquella infame sen-tencia entre confusos alaridos y rabiosasdemostraciones de furor se arrojaron so-bre aquel manso cordero como voraceslobos, que han esperado con impacien-cia por mucho tiempo el instante de po-der devorar la inocente oveja ; !llevanle

—I-A una de las salas interiores del Palaciode Pilatos , llenanle de nuevo de todoslos ultrajes posibles, le golpean, le in-jurian, le escupen su divino rostro , lequitan con atroz violencia el manto dePurpura que le habian puesto, hacenletomar sus proprios vestidos, atanle condureza y crueldad, y cargandole la cruztoman el camino del monte Calvario. 0dulce Jesus, vos sois el verdadero Isach,glorioso hijo de Abraham segun la car-ne, que cargando con el lam de la Cruz,la llevais al monte, donde como victi-ma preciosa quereis ofreceros por los pe-cados de todo el linaje humano; vosaunque desfallecido y tremulo por tan-ta sangre derramada ; aunque oprimidodel pesado letio , y cruelmente atrope-llado con los inhumanos tratamientos dela torpe y vil canalla que os rodea ; noparais hasta haver vencido la eminencia

-5de ague/ monte, deseoso de verter en atoda la sangre de vuestras venas, paradar la mayor prueba del amor que te-neis á los hombres ; pero estos inhuma-nos corren apresurados á dar la mayorprueba del odio infernal que os tienenhasta acabar con vuestra preciosa vida.

PUNTO SEGUNDO.

Apenas acabó de llegar nuestro ado-rable Jesus al monte Calvario, aquellossayones se hasieron de su persona, yarrebatadamente le despojaron de susvestiduras. ¡ 0 delicado Cuerpo, quedolor seria tan grande el que sufristeisal despegarse los vestidos de las llagas,que los azotes te havian dexado ! ¡ Comose renova nan las heridas pasadas; y queraudales de sangre volverian á manar'11

-6--de ellas ! Asi desnudo y desollado el Sal-vador; mandanle estender en la Cruz,que estaba tendida en el suelo; obedeceel manso Cordero, acuestase en aquelladura cama, y entrega generosamentesus pies y manos á la ferocidad de losverdugos; tendido el Salvador en la Cruz,llega uno de aquellos malvados minis-tros con un grueso clavo en la mano, ypuesta su aguda punta en medio de lasagrada palma de la mano derecha, co-mienza A dar golpes con el martillo , yhacer camino por aquella blanda é in-nocente mano; ¡ Que caro os cuesta Jesusmio el satisfacer á vuestro Eterno Padre,por las veces que he estendido mi ma-no derecha para el pecado !

¡ O dulce Salvador de mi alma, áque extremo de dolor os han trahidomis pecados ! Esta mi vil mano es laque devia ser clavada en esa Cruz, pues

-7dla es la que tantas veces ha servido pa-ra d hurto, la injusticia y la accion im-pura; y no obstante para que esta mimaim delinquente quede libre, sujetaisIa vuestra innocente, á ser traspasada deese penetrante clavo. ¡ O una y mil ve-ces glorificado seais piadosísimo Serior,que tanto amasteis á esta vil criatura dequien habiais de ser tan mal correspon-dido!

PUNTO TERCERO.

Eterno Padre, es verdad que vues-tro innocente Jesus empezió con vos sureal mano constituiendose fiador portodas nuestras deudas; ¡ Pero no quedanestas ya enteramente satisfechas con tan-ta sangre derramada al pie de la co-lumna, al cruel tormento de las espinas!Pesad Serior la sangre vertida por vues-

-8---tro Hijo, y el pecado del hombre; yvereis quanto excede el rescate, al de-bito; quanto mayor es la paga que ladeuda ; pero ha Jesus mio ! que oigoá vuestro Padre que irritado contra elhombre, exige de vos corno á su fiador,que extendais vuestro brazo al verdugoparaque fixando el cruel clavo vuestraadorable mano en aquel aspero lefio,broteny corran copiosos arroyos de vues-,tra divina Sangre ; que al paso que apla-quen la justicia del Padre, laben y pu-rifiquen á todo el universo de las man-chas y fealdades del pecado. Permitidmeamado Jesus, que acerque mis labios áesa Llaga de vuestra mano derechaconcededme que pueda saciarme de eselicor Divino, que mana de esa fuentede salud; paraque renovandose mi espi-ritu con tan saludable bebida , detestede todo corazon el pecado, corno causa

-9-tie vuestras penas; y haga servir paraLi penitencia esa mi infame y horrendamano, que tantos golpes ha descargadoCOU el martillo, sobre vuestra adorablentailo , como veces ha sido vil medio pa-ra el pecado. 0 Padre Eterno mirad ávuestro divino hijo que llevado comomanso cordero al matadero, y hechoovediente á vos hasta la muerte, se en-trega á la furia y odio de sus enemigos:volved Dios y Serior mio los ojos devuestra Magestad á vuestro dulcísimoHijo tendido sobre el duro lerio de laCruz, mirad aquella mano innocenteque está manando sangre, y aplacadocon tan cruento sacrificio perdonadmeIas maldades que ha cometido la mia,y que detesto ahora de todo mi corazon,es verdad que por mi inobediencia po-deis justamente desheredarme de vues-tro Reyno, pero la entera y pronta obe-

-10diencia con que este verdadero Isachse ofrece en victima de propiciacion pormis pecados debe desenojar vuestra jus- Ita ira, y obligaros á perdonarme, y ad-mitirme entre vuestros divinos brazos,á los que con todo mi corazon me aban-dono con firme esperanza de ser benig-namente recibido, por los méritos dela Sangre de mi Redentor Jesu-Christo.

DIA SEGUNDOLlaga de la mano izquierda.

PUNTO 1.0

on la fuerza del dolor de la heridaque abrió el penetrante clavo en la ma-no derecha del Salvador, todas las cuer-das y nervios de su adorable Cuerpo seencogieron hacia la mano clavada. Es-tando asi encogido y cargado el buenJesus hacia esta parte derecha de la cruz,se le manda extender su mano izquier-da; y el manso cordero con la mismaprontitud y obediencia con que habia(lado la derecha, alarga y extiende aho-ri la izquierda ; pero como viesen ague-11104 fieros verdugos, que no llegaba al.Igti Fro que estaba hecho en el otrobrazo de la cruz, ataron de aquella di-

19vina mano un cord& , y tirandola conarrebatada violencia se desconjuntó to-da la divina compostura de aquel her-moso Cuerpo, y se manifestaron loshuesos de su pecho, tan distintos y se-halados que como dice David podianmuy bien contarse. Tirada de esta ma-nera la mano izquierda de Jesus, un ver-dugo infame descarga el formidable gol-pe del martillo sobre el clavo, y estecruel hierro dividiendo sus nervios ydelicada carne, traspasa y fija aquellaregia mano en el aspero le& de la cruz.0 Divina mano ! este es el pago que te

da el hombre ingrato por los innume-rables beneficios de que tan generosa-mente le has llenado. 0 inhumanos yciegos verdugos, vosotros habeis clava-do en esa cruz las manos de mi Jesus,presumiendo que por este medio le pri-varéis de poder derramar con ellas sus

benelicencias sobre los pobres, los en-fermos y los debiles ; pero el hecharAmano al corazon de un hombre rebelde

tiro como un pedernal, y le ablan-, suavizará y lo convirtirá todo en

su amor; las manos enclavadas de esteSeAor, romperán las duras cadenas conque satanás tenia esclava la alma de esedichoso ladron , y arrebatará poderosa-mente de manos de su enemigo la pre-ga en el momento mismo que estará paraentrar ufano con ella á su Reino ; esapreciosa Sangre que vuestra fiera cruel-(Lid ha hecho correr de las llagas denuestro Redentor, sus divinas manos lan i )licarán como salutífero balsamo á lasIlagas de un hombre envejecido en elerror y en el pecado ; y al instante

i ttedará sano, y será admitido al coro(lc los a figeles en la celestial Jerusalen.

hifi cncendimiento., y penetrando bastami voluntad, al paso que me haga com-rt•lider quan excesivo es el amor con

ir vuestro corazon me ama, me haga1 oncebir la detestacion mas sincera dewi g pasadas ingratitudes.

( ) amable Jesus ! que dolor tan acer-bo seria el vuestro, al romperse las ve-tias, cortarse los nervios y dislocarse loshuesos de vuestra delicada maw); elmas pequefio hueso de nuestro cuerpoque me aparte de su propio lugar nosproeisa A dar fuertes gritos de dolor, yit)s es imposible el reposar y dormirlama que se ha vuelto á su lugar; la pe-

(India incision de una sangria que eli ujano hace con tanto cuidado, cari-

dAtl y preparacion, nos estremece, y sinembirgo vos Jesus mio, como mansisí-:no cordero no abris la boca para que-pros (lc los barbaros inhumanos gol-

1

14PUNTO SEGUNDO.

0 Jesus mio vos habeis llenado deconfusion á vuestros enemigos manifes-tandoles que" vuestras fuerzas son supe-riores A todas las de la naturaleza ; puesal mismo tiempo que parecia estabaismas exausto de ellas, haveis movidoeficazmente el corazon libre de un hom-

bre, convertiendole de enemigo, en

ilustre confesor de vuestra Divinidad, yen testigo irrefragable de vuestra inno-cencia , y de la injusticia de vuestrosenemigos ! ¡ Ah! ¡ Setior ! que ahora re-

conozco las muchas veces que yo tam-

bien he clavado vuestras manos con misenormes pecados, y sin embargo lashabeis extendio para libertarme de latirania, con que mi enemigo me opri-mia. •Arrojad Setior á mi alma un rayode vuestra divina luz que iluminando

—1 7—cootielo alguno, hasta que merezcaWinne enteramente reconciliado, y uni-án eon vos, que sois mi Dios y &Igor :oun fi eso que soy enteramente indig-iii) de misericordia por mis reiteradasingratitudes- , pero acordaos Jesus mio,ve soy hechura y obra de vuestrasmanos, y aunque afeada y desfiguradapor la culpa, ahun se descubren en ellaalgunas huellas de vuestra imagen, ácuia semejanza me habiais formado. Fa-t 11 es Serior á vuestro infinito poder elrest iii lit- á mi alma su primer esplendory hermosura, y hacer brillar otra vezen ella vuestra divina imagen ; que niepesa Selior de haber afeado con los ne-gros borrones de tantas culpas ; y queproineto morir antes que volverlas ácometer.

3

¡Vj

—1G—

pes con que aquellos fieros verdugos

traspasan vuestras manos. 4 Quanta será

Sefior la llama que el amor ha encendi-

do en vuestro noble pecho á favor del

pecador 4 Y será posible que este no se

rinda á tanto amor amando siempre á

quien tanto le ama? Es verdad Sefior

que mi corazon es duro como el bronce,

pero vuestras manos ahun que atadas

con clavos en ese madero, son tan po-

derosas que pueden ablandar la dureza

del corazon humano, asi como lo hicie-

ron con el del buen ladron. Herid os

pido pues Sefior, , herid este mi empe-

dernido corazon con el fuerte dardo de

vuestro amor, y penetrad profundamen-

te hasta lo mas interior de mi alma; de

tal suerte, que de la misma herida y

llaga que cause en mi vuestro amor, ma-

ne una continua fuente de lagrimas

para que llore dia y noche sin admitir

-18PUNTO TERCERO.

Duke Jesus quil es el delito que

ha enclavado vuestras hermosas manos en

ese terrible madero ? será acaso el ha-

ber sacado de ia nada el cielo y la tier-

ra será el haber criado el hombre ávuestra imagen y semejansa? será el

haber dado salud á los enfermos ; vista

los ciegos ; vida, á los umertos ? pues

estas son las unicas y semejantes obra,

que salmi d vuestras beneficas manciA,

obras coo &Nan consagrar esas mismas

Manos objeto el mas tierno del Atha y

gratitud de los hombres; y no obstante

dos clavos 1:as- hat fijado en esa cruz,

Ha Salvador Mio! ya donfusd ) reeb=

nozcó que no son sino mis delitos log

que han motivado sentencia tan atroz

iniqua como se ha ejecutado en vues-

tras manos; IO inefable misterio de

aillt)r peca el iniquo ; y se castiga elOslo; peca el reo, y se condena el ino-ornte, lo que merece el malo lo pade-oe cl bueno; lo que comete el siervo1,46a el Serior ; lo que hace y cometa elhombre, lo sufre Dios ! I Hasta adondepiad osisimo Sefior se inflama tu caridad!¡Hasta adonde llegó tu benignidad !Dadme, Dios mio, ahora amor para pa-garos tanto amor; pues quisiera amaroscon el mismo amor con que vos me a-masteis al abrirse las llagas de vuestrasdivinas manos. Haced Jesus mio queconvertidos mis ojos en una fuente co-piosa de lagrimas, viva solo para llorarmis culpas, que fueron la causa devuotras dolorosas Ragas,

iiobE

—20

DIN TERCERO.Llaga del pie derecho.

PUNTO 1.0

stendidos los brazos de nuestro Sal-

vador en la cruz, y traspasadas sus di-

vinas manos con los dos clavos, la cruel-

dad de los verdugos se dirigió á descar-

gar su furiosa safia sobre su pie derecho,

y estirandole violentamente con mucha

rabia hasta que llegase al agujero, que

de antemano habian formado en la cruz,

pusieron la acerada punta del clavo so-

bre aquel delicado y divino pie; y como

si esta fuese la primera herida que

abrian en aquel santo Cuerpo, descarga

su enfurecido encono tan fieros golpes

de martillo sobre el clavo homicida, que

al instante queda enclavado el pie en

E

21la crui formada una nueva y gran-& 11.1 6a , que despide copiosos arroyosde ofttiella divina sangre. 0 manso cor..41,14,, que grande es el amor que teneisd rtiestras criaturas, que asi os rinde á&Tiros sacrificar tan cruelmente sobretosa. ara de la Cruz !

PUNTO SEGUNDO.

Of

No basta, crueles verdugos tantay tan preciosa sangre como ha brotadode las llagas de las benditas manos deI esus para apagar vuestras insaciablescrueldades? ¡, no se conmueven aun ácompasion vuestras feroces entraiias, al%Fr tendido y clavado de las manos en

cruz al innocente y bondadoso hijo414P Alaría ? Es preciso pues, que elhierro r raspase y fije en la cruz aquelric ( l ilt . no ha dado paso que no se hap

PUNTO TERCERO.

t

Ibl Sdor min i.; VW

0, adorae alvafuerte que el imic, San-

que. sois Msm

22dirigido procurar la felicidad eternade todos los mortales sin excluir vues-

tras mismas almas ingratas? 0 Jesus

mio! que nuevo genero de amor es el

que teneis á los hombres, estos os ator-

mentan con un odio el mas envenena-

do sin verse jamas saciados de derramar

vuestra sangre; ¡ y vos , esa misma san-

gre la ofreceis con el mayor amor á

vuestro Eterno Padre para expiacion de

tos pecados de los mismos que os abor-

recen , y atormentan! ¡ 0 dulce Salva-

dor UUCP!, si tanto amais los que os

persiguen ; qua corazon tan tierno y

amoroso) tendreis con cm do veils

os

23Os veiS preso r StigttAdb á ese dtito

h por medio de tan Utidles ClOds?Efte pie acostumbradó pis y doini.;-

nor las furiosasy encrespadas olas de los'Hard, le ink° ahora aniatità.dri con elhietro á esa cruz? ¿Qual ba šìdò Diosmio IA calentura (06 ha podido desar-mot ese fuerte Lkoti de Jüditt y re-'dirk á set pte§6. de stis impladibles 616-inigos? Ha amable Jesus! si, solo elamor es el que ha causado efi ½Òs esaenlëenleclad, que feiluntarianténte OSIti-rtillaquecidô pardelde vtieStrós Onerni-gos pidieseni ejecutat en vuestra sagra-4(la humatidad lo cpie érd hecesatio p-t t /:i salva.cion de Mi alma. Si vos CoMoet ro Sanson tit) hubieseiS grim& mi11 4 t icrrith MÕWÎo á vue§tfa queridamum ; los irifernales FiliSteoS nó MI-bicr.1 f )( )(lido jamás sujetat' cône! bier.;ro t-;t• vuestrii pie ÓfiMipotente

24cible. ¡ 0 Dios mio ! ¡ el amor ha sujeta-do á aquel á quien todo se rinde y se su-jeta ! el amor ha rendido al invencible,ha desarmado al fuerte, y le lleva pre-so y cargado de hierro como en triun-fo; ¡ y ese mismo amor no ha podidoveneer mi duro é ingrato corazon ! ¡ soloeste, Jesus mio, será capaz de no ablan-darse á las repetidas saetas del Divinoamor ! Ha Salvador mio ! ya deseo quemis entrarias se me partan de dolor porhaber sido tan ingrato con quien tantome ha amado; venid lagrimas á misojos; y lloren estos, raudales de san-gre, pues soy yo el reo de vuestra pe-netrante haga, perdonadme Jesus mio,pues hasta tanto que me perdonareis osprotesto que me mantendré postradoadorando ese pie sacrosanto. Por midureza y rebeldia en no quererme ren-dirá vuestras finezas, confieso que soy

-25indigno del perdon; pero reparad Señorque esta misma sangre que destila esanueva llaga de vuestro pie derecho, efi-cazmente clama por el perdon de to-dos mis pecados.

44-

4

-

`26

DIA CUARTO.

Llaga del vie izquierdo.

PENTO 1.0

Q¡ ue expectaculo tan tierno y lasti-

moso era, el ver al mas manso, humilde

y justo de los hombres, cruelmente

apretado por las espaldas llagadas de los

azotes sobre un nudoso lerio , la cabeza

descansando sobre tantas y tan pene-

trantes espinas, las manos y pie derecho

atados no con cordeles, sino con fuer-

tes clavos, y cubierto el rostro de un su-

dor frio y cadaverico ! En este triste y

doloroso estado se hallaba Jesus nuestro

Salvador, quando aquella vil y soez ca-

nalla de los sayones se echan sobre su

sacrosanto pie izquierdo , y estirando

con fiereza, se abren mucho mas con

27este cruel tratamiento todas las llagas deaquel divino y delicado cuerpo, y apli-cando el clavo llenos de furor, y crue-lisima saga aquellos verdugos, dan re-cios y repetidos golpes con sus martilloshasta quedar enteramente apretado yclavado en la cruz aquel divino pie cor-riendo de nuevo por tierra la sangre denuestro Jesus. feliz monte calvarioregado tantas veces con los copiososraudales de las saludables fuentes, quelos clavos formaron en las manos y piesde mi Redentor F O si pudiese Senor,aplicar este mi duro y terreno corazon

esa vuestra llaga del pie izquierdo yrecoger en el ese purpureo y delicado

Isn mo que arroja! Como quedariaPerfectamente sano de todas sus

ardermedades, aun de las mas enveje-eitlas

-28-----

PUNTO SEGUNDO.

9---un Dios hombre abra sus venas, y derra-me su adorable y preciosa sangre parasatisfacer por el, y aplacar á la divinaJusticia ; I Y será posible que yo jamásvuelva á cometerle ! Primero Serior ,quitadme la vida.

PUNTO TERCERO.

0 Dios Eterno, Dios de bondad, ymisericordia, es cierto que los erradospasos de mi vida pasada, las criminales

I

transgresiones que he cometido contravuestra santa y divina ley, y las ingra-titudes de mi rebelde corazon , contrael mas bueno y mas tierno de los Padres,we llenan de confusion, y parece que-rerme precipitar á lo mas profundo dela desesperacion ; pero quando en me-lba de mi angustia y abatamiento levan-to mis ojos y veo á vuestro Unigenitohijo a tado de pies y manos y estendi-

0 Salvador mio ; ahora si que se ha

cumplido ' lo que tantos afios antes ha-

a profetizado vuestro siervo Isaias;

todos nosotros como ovejas nos extra-

viamos; cada uno se ha desviado por su

camino ; y el eterno Padre ha cargado

sobre vos la iniquidad; de todos noso-

tros. Si Jesus mio, yo soy el que ha-

biendo puesto mis pies en caminos ve-

dados y prohibidos por vuestra divina

ley, merecia que meios barrenasen con

agudos clavos, se abriesen en medio

de sus plantas profundas llagas; y no

obstante vos sois Señor el que teneis

en ados vuestros 'divinos pies en esa

cruz, y abiertas en ellos penetranteshe-

ridas para expiacion de mis criminales

pasos. ¡ Ha Jesus mio ! quanta es la gra-

vedad de un pecado, que es preciso que

30sobre la hacina de la leria de esa Cruz,como el verdadero Isach; quando le con-templo tan sumamente ansioso de con-sumar el sacrificio de su pasion y muer-te; y tan pronto y dispuesto á derramarhasta la ultima gota de su adorableSangre; no pueden dejar de conmoversetodas mis entrafias , reanimandose enellas los sentimientos mas intimos deuna viva esperanza de reconciliarmeperfectamente con vos. Si eterno Padre,mirad desde lo alto de vuestro Solio áesa victima innocente que se os ofrecepor mis pecados ; Oid las voces que sa-len de las llagas de vuestro hijo, comode otras tantas bocas que están claman-do gracia y perdon de todas mis culpas;Atended Serior en los raudales de esasangre adorable que corre de las llagasde pies y manos de mi Redentor. Con-siderad Dios mio, que no pide vengan-

-51-za como la de Abel, sino como sangreque es del mas innocente y manso cor-dero, está pidiendo misericordia á mifavor. Como será posible que tal Padreá vista de las suplicas de tal hijo, y enIas circunstancias en que este las expo-ne, deje de concederselas á medida desus deseos, que no son otros que la sal-vacion de los hombres? I O dulcísimoJesus! en vuestra mediacion con vuestroeterno Padre pongo toda mi confianza;y si mis delitos tienen irritada su justi-cia; decidle que ya procuraré satisfacerlecon la penitencia; que ya los lavaré conarroyos de lagrimas, que quiero unir ymezclar con esa preciosa sangre que cor-re de vuestras santísimas llagas. ClavadJesus mio mi corazon en vuestra cruz conun clavo de amor; permitid que cayga enel una gota de vuestra sangre que sirvade eficaz medicina de todas sus dolencias.

52

DIA QUIN TO.Llaga del Costado.

PUNTO 1.0

Mira alma mia muerto y pendien-te ya á tu Redentor del madero Santode la cruz, mira escurecidas las brillan-tes lumbreras de sus ojos, cubierto suhermoso rostro de la amarillez de lamuerte, cargado todo su cuerpo de lla-gas y oprobios, y hecho finalmente unexpectaculo de compasion y horror álos Cielos y á la tierra. ¡ Quien pensaráque á la vista de un objeto tan lastimo-so , no quedase enteramente desarmadala cruel envidia de aquel pueblo judaico!El sol encubre su bello rostro, los cie-los se estremecen, los mismos pegascosse chocan y se parten, los sepulcros se

—55----abren, los difuntos consternados corrende una y otra parte, y la naturaleza pa-rece que va toda á deshacerse de senti-miento á vista de la muerte de su autor;Y á vista de este execrable delito que

acaban de consumar esos infames Dei-cidas, no se conmoverán y temblaránde horror? ¿y no dejarán ya á una tris-te madre recibir y á abrazar en su senoel cadáver de su hijo amado? ¡ Pero ha!Maire angustiada que antes de tener eltriste consuelo de estrechar entre vues-tros brazos el cuerpo de vuestro difuntoJesus, y poder asi mezclar vuestro han-:to con su sangre; vuestro tierno corazonha de sentir toda via una inesperada ypenetrante herida ; si alma mia, lafiera é insaciable crueldad de los ene-migos de Jesus, hallá medio de ejecu-tar su furor y saga en aquel DivinoCuerpo ya difunto, dividiendo al mismo

tiempo con la cruel lanza el pecho delhijo y de la madre.

PUNTO SEGUNDO.

Vinieron pues de Jerusalen los solda-dos eon 6rden de Pilatos para quebrarlas piernas de Jesus y de los dos ladro-nes crucificados para hacerles morir an-tes del dia del sabado; y ha viendo encon-trado muerto al Salvador; un atrevido yferoz soldado enrista su lanza, y con el masduro golpe abre el sagrado pecho deJesus, y llega hasta herir á su divino cora-zon. Estremecese la cruz con la fuerza delgolpe, y al violento sacudimiento queexperimenta el sagrado cuerpo, se abrennuevamente todas sus heridas. ¡ 0 queexcesivo fué Jesus, mio, el amor quetuvisteis á los hombres, que aun des-pues de muerto quisisteis recivir heri-

a adas para red imirlos ! ¡ O que abomina-ble es la maldad de los hombres; queá tantos excesos de amor, correspondencon tantos excesos de ingratitud ! ¡cruel longinos! ¡O corazon de hierro !Tanpocos fueron los tormentos de Jesus an-us de morir, que no quieres perdonarledespues de muerto. 0 Lanza cruel ma s de-sapiadada aun que los clavos que hirie-ron vivo aquel cuerpo inocentisimo, tuestendiste tu crueldad hasta despues dela muerte; tu llevaste hasta el Sepulcrotus venganzas; y lo que jamas se ha vis-to, empleaste tu furor en un cadáver. ¡Adorable Salvador mio! ya que vuestrocorazon está herido por mi amor, llagady penetrad el mio de un vivo sentimien-to de gratitud por vuestras bondades.

-36-PUNT° TERCERO.

¡O Llaga preciosa del Costado de miJesus tu has sido mas el efecto del amor,que del hierro de la lanza; tu nos hasabierto la puerta del Cielo, tu eres ellugar de refugio, el Santuario de losJustos, el nido de las palomas sencillas,el lecho florido de la esposa de Salomony fuente copiosa de agua viva, que salesdel paraiso para regar y fecundar latierra esteril de nuestras almas. Si Jesusmio, propongo de aqui adelante acudiren todas mis necesidades á esa fuenteperenne de aguas saludables, y beber ysaciarme de ellas para apagar el ardorexcesivo de la concupiscencia que inten-ta arrastrarme al amor de las cosas de latierra; pues ya reconozco y confiesoDios mio que todos mis males han pro-venido de haver apartado mis labios de

t;

esa vuestra adorable llaga; y haberlosmetido en los charcos fetidos y cenagososde los delitos criminales; ya me arre-piento y me pesa Jesus mio de no haveramado A vos, y de haver abrazadolo que vuestro corazon detestaba; reco-je pues ahora mi desenFtiado y pobrecorazon que se rcfugia a esa vuestra lla-ga; Permitidle que iiltroduciendose poresa divina puerta pueda llegar d unirsey entrelazarse con vuestro amorosocorazon y permanecer asi unidos y ata-do estos dos corazones por toda la eter-nidad Asi sea.