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1 AÑO DE LA MISERICORDIA 20 de diciembre de 2015. Domingo 4º de Adviento La Cartelera Bolen semanal de pastoral 65 Adviento ¡Feliz Navidad! La Parroquia de Santa María de To- rredonjimeno, al lle- gar la fiesta del na- cimiento de nuestro Señor , quiere, como la Virgen María, visitar a todos los lectores de La Cartelera para felicitarles la Navidad y ofrecer- les el mejor don que +ene: la pre- sencia de Cristo sal- vador

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AÑO DE

LA MISERICORDIA

20 de diciembre de 2015. Domingo 4º de Adviento

La

Cartelera Bole�n semanal de pastoral 65

Adviento

¡Feliz Navidad! La Parroquia de

Santa María de To-

rredonjimeno, al lle-

gar la fiesta del na-

cimiento de nuestro

Señor, quiere, como

la Virgen María,

visitar a todos los

lectores de La

Cartelera para

felicitarles la

Navidad y ofrecer-

les el mejor don

que +ene: la pre-

sencia de Cristo sal-

vador

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Año de la misericordia

21 de diciembre. El profeta Miqueas

Aunque en general las celebracio-nes de los personajes del An+guo Tes-tamento +enen poca presencia en el Mar+rologio Romano, que es la lista oficial de las celebraciones de los san-tos, durante el mes de diciembre se incluyen algunos profetas y patriarcas. La semana pasada hablábamos del pa-triarca Jacob y hoy se propone a nues-tra consideración al profeta Miqueas.

De él dice el Martirologio: Conmemoración de san Mi-

queas, profeta, el cual, en los días de Joatan, Acaz y Ezequias, reyes de Judá, defendió con su predicación a los oprimidos, condenó a los ídolos

y las perversi-dades, y anun-ció al pueblo elegido que, desde los días eternos, nace-

ría en Belén

de Judea un caudillo que apacentaría a Israel con la

fortaleza del Señor. Miqueas e uno de los lla-

mados “Profetas Menores” por-que su libro es poco extenso. Los judíos los designan como “Los Doce Profetas” conside-rando la colección de sus orácu-los como un solo libro.

Su nombre significa ¿Quién como Yahweh? Y este nombre resume en gran parte su predica-ción pues en ella claro que si fuertes son los poderosos de este mundo, mucho más fuerte es el Señor

Era natural de Moreset, al-dea situada en la Sefelá, región

En su ho-milía del

13 de diciembre al abrir la puerta Santa en San Juan de Letrán, la cate-dral de Roma, el Papa dijo:

La invitación del profeta dirigi-

da a la antigua ciudad de Jerusalén, hoy también está dirigida a toda la Iglesia y a cada uno de nosotros: «¡Alégrate… grita!» (Sof 3, 14). El motivo de la alegría se expresa con palabras que infunden esperanza, y permiten mirar al futuro con sereni-dad. El Señor ha abolido toda condena y ha decidido vivir entre nosotros.

Este tercer domingo de Advien-to atrae nuestra mirada hacia la Navi-dad ya próxima. No podemos dejarnos llevar por el cansancio; no está permi-tida ninguna forma de tristeza, a pesar de tener motivos por las muchas preo-cupaciones y por las múltiples formas de violencia que hieren nuestra huma-nidad. Sin embargo, la venida del Se-ñor debe llenar nuestro corazón de alegría. El profeta, que lleva escrito en su propio nombre —Sofonías— el contenido de su anuncio, abre nuestro corazón a la confianza: «Dios prote-ge» a su pueblo. En un contexto histó-

rico de grandes abusos y violencias, por obra sobre todo de hombres de poder, Dios hace saber que Él mismo reinará sobre su pueblo, que no lo dejará más a merced de la arrogancia de sus gobernantes, y que lo liberará de toda angustia. Hoy se nos pide que «no desfallezcamos» (cf. Sof 3, 16) a causa de la duda, la impaciencia o el sufrimiento.

El apóstol Pablo retoma con fuerza la enseñanza del profeta Sofo-nías y lo repite: «El Señor está cer-ca» (Fil 4, 5). Por esto debemos ale-grarnos siempre, y con nuestra afabili-dad debemos dar a todos testimonio de la cercanía y el cuidado que Dios tiene por cada persona.

Hemos abierto la Puerta santa, aquí y en todas las catedrales del mundo. También este sencillo signo es una invitación a la alegría. Inicia el tiempo del gran perdón. Es el Jubileo de la Misericordia. Es el momento de redescubrir la presencia de Dios y su ternura de padre. Dios no ama la rigi-dez. Él es Padre, es tierno. Todo lo hace con ternura de Padre. Seamos también nosotros como la multitud que interrogaba a Juan: «¿Qué tene-mos que hacer?» (Lc 3, 10). La res-

puesta del Bautista no se hace esperar. Él invita a actuar con justicia y a estar atentos a las necesidades de quienes se encuentran en estado precario. Lo que Juan exige de sus interlocutores, es cuanto se puede refleja en la ley. A nosotros, en cambio, se nos pide un compromiso más radical. Delante a la Puerta Santa que estamos llamados a atravesar, se nos pide ser instrumentos de misericordia, conscientes de que seremos juzgados sobre esto. Quién ha sido bautizado sabe que tiene un mayor compromiso. La fe en Cristo nos lleva a un camino que dura toda la vida: el de ser misericordiosos como el Padre. La alegría de atravesar la Puerta de la Misericordia se une al compromiso de acoger y testimoniar un amor que va más allá de la justicia, un amor que no conoce confines. Y somos responsables de este infinito amor, a pesar de nuestras contradic-ciones.

Recemos por nosotros y por todos los que atravesarán la Puerta de la Misericordia, para que podamos comprender y acoger el infinito amor de nuestro Padre celestial, quien re-crea, transforma y reforma la vida.

que une la montaña central con la costa al sur de Jerusalén.

Su ambiente era campesino con las dificultades añadidas que provenían del frecuente pa-so de los ejércitos por aquella zona en el siglo VIII que es cuando este profeta desempeñó su ministerio.

Mientras él predicaba en el campo Isaías lo hacía en Jerusa-lén. Su personalidad es ruda y fuerte, sensible a la injusticia y enérgica contra la violencia que se hace al pobre y al indefenso.

Anhelaba un buen gobierno y Dios le hizo saber que vendría un nuevo David, nacido como él en Belén, que gobernaría con la fuerza del Espíritu de Dios y traería la paz para siempre.

Denunció también fuerte-mente la idolatría que apartaba al pueblo de Dios y le hacía se-guir a los dioses de los cananeos y confiar vanamente en ellos.

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Temas de nuestra fe

MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN En Dios hay tres personas desde siempre y por siempre. el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios hizo el mundo por medio del Hijo que es su Palabra eterna. El Hijo de Dios existe desde siempre y por siempre Es Dios Igual al Pa-dre’ es la Imagen perfecta del Pa-dre. Este Hijo úni-co de Dios se ha hecho hombre naciendo de una mujer, naciendo

bajo la Ley (Gal 4,4). Es hombre verdadero miembro del pueblo elegido por Dios: Israel

Al hacerse hombre la segunda persona de la San-�sima Trinidad, no deja de ser Dios, pero empieza a ser hombre con todas las consecuencias y con toda la plenitud.

Dios no ha querido salvarnos desde lejos, desde arriba, sino que ha querido hacerse uno de nosotros y salvarnos desde nuestra pobreza.

Jesucristo es, pues, el Hijo de Dios hecho hom-bre que nació de la Virgen María. Es el Mediador entre Dios y los hombres, el verdadero y único sacerdote que une a los hombres con Dios. (Al sacerdote se le llama también pon�fice, o sea el que “hace de puente” entre Dios y los hombres).

Dice San Juan: “A Dios nadie lo ha visto jamás, el Hijo único, que está en el seno del Padre, él nos lo ha dado a conocer”.

En Cristo hay un intercambio maravilloso, Dios se hace hombre para hacernos a nosotros divinos.

El Concilio de Calcedonia (siglo V) expresó toda esta realidad diciendo que Cristo es una única persona o sujeto, el Hijo eterno de Dios, con dos naturalezas, divina y humana, inseparablemente unidas, pero sin confusión entre ellas. O sea que Jesús es una sola per-sona pero que es a la par Dios y hombre.

Dios no ha jugado a hacerse hombre. Jesús es igual en todo a nosotros menos en el pecado

Jesucristo fue concebido por

obra y gracia del Espíritu Santo

y nació de Santa María Virgen

VINO EL ARCÁNGEL

Un an�guo catecismo expresaba así el mis-

terio de la Encarnación

Vino el Arcángel San Gabriel a anun-

ciar a nuestra Señora la Virgen María,

que el Verbo Divino tomaría carne en

sus entrañas, sin detrimento de su vir-

ginal pureza.

Y luego el Espíritu Santo formó de

la sangre purísima de la Virgen un

cuerpo de un niño perfectísimo; y,

criando un alma nobilísima, la infundió

en aquel cuerpo: y en el mismo instan-

te el Hijo de Dios se unió a aquel cuer-

po y alma racional, quedando, sin dejar

de ser Dios, hecho hombre verdadero.

(Ripalda p. 12)

EL VERBO Cristo es la Palabra de Dios, porque me-

diante Él Dios nos lo dice todo,. San Juan le llama Palabra:. Al principio

exis�a la Palabra. En los libros an+guos por influjo del la�n

en vez de Palabra se dice Verbo ya que en la�n Palabra es Verbum.

A veces se dice El Verbo para referirse a la segunda persona de la San�sima Trinidad

ALÉGRATE El ángel saludó a María diciendo: Alégrate, Llena de gracia, La expresión “alégrate” es la for-ma habitual de saludar en habla griega; algo así como Hola o Buenos días entre nosotros . En los profetas, cuando se anuncia la salva-ción se dice a veces “Alégrate, hija de Sion” (Zac 9,9; Cf. Joel 2,21-23; Sof 3,14; Jer 31,13). Así el saludo del Ángel lleva ya un anuncio de la llegada del Salvador. NOTA: Nosotros decimos Dios te salve, donde el ángel dice Alégrate porque cuando se hizo la traducción del Ave María (Ave es el saludo en la1n ) un saludo respetuoso en español era “Dios te salve” y así ha quedado hasta nuestros días

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PALABRA Y CELEBRACIÓN

El día de Navidad �ene cuatro formularios de Misa con sus correspondientes lecturas. Los formu-larios marcan un ritmo que podemos resumir en este esquema: Preparación—Proclamación–-Anuncio— Contemplación.

Misa de la vigilia. Este formulario no exis�a antes de la reforma del Misal, pero se hizo necesa-rio cuando fue posible an+cipar a la tarde anterior la celebración del domingo y las solemnidades de precepto. Las lecturas +enen todavía un cierto ca-rácter de preparación ce la celebración propiamen-te dicha que llegará con la Misa de Media Noche.

Misa de Media Noche. Quizás naciera a causa de lo que dice el libro de la Sabiduría: 18,14 Cuando un silencio apacible lo envolvía todo | y la noche llegaba a la mitad de su carrera, 15 tu palabra om-nipotente se lanzó desde el cielo, desde el trono real, Es la más fes+va y solemne y +ene un parale-lismo con la Vigilia Pascual tanto por la hora en que se celebra como por la conclusión de un +empo de preparación destacando el paso de las +nieblas a la luz y la llegada de la salvación. Es la proclamación de la entrada de la salvación en el mundo

La Misa de la Aurora es un formulario muy an+guo pero actualmente es la menos conocida ya que ha desaparecido la costumbre de celebrar tres Misas el día de Navidad. Tiene menos solemnidad que los otros formularios pero sirve de transición entre la misa de la Noche y la del día. Las lecturas anuncian lo que se ha celebrado en la noche y muestran la salvación ya presente.

La Misa del Día +ene un formulario con una enorme carga teológica. Las lecturas son una refle-xión profunda sobre el misterio de la Encarnación dejando un poco de lado la narración de los acon-tecimientos que ya se hizo en los otros tres formu-larios.

Para los que par+cipan en una sola de las Mi-sas se pueden elegir las lecturas que se consideren más apropiadas de entre todos los formularios. Parece que para la tarde y la media noche se debe-ría u+lizar el formulario de la media noche y para el día el cuarto formulario.

Visitar es acompa-ñar, es mostrarse solidario en la ale-gría y en las dificul-tades. Visitar es ha-cerse presente cuan-do el otro está nece-sitado de ayuda, de cariño o de compa-ñía.

Dios ha querido visi-tar a su pueblo para librarlo de sus escla-vitudes y de su opre-sión.

Dios nos ha visitado haciéndose hombre y compar�endo nuestra vida como uno más entre nosotros. Esa es la voluntad de Dios que ha venido a cumplir Jesús como sacerdote que establece la relación defini�va entre dios y el hombre.

María llevando a Dios hecho hombre en su seno ha hecho posible la visita de Dios portadora de bendiciones para todo el que se deja llenar por el espíritu de Dios.

María mostrándose misericordiosa con su pariente, alegrándose con su alegría y acompa-ñándola en su necesidad, nos muestra que la mise-ricordia de Dios llega a sus fieles de generación en generación.

De esta misericordia divina que hemos cono-cido gracias al Hijo que entra en el mundo por Ma-ría nace la necesidad de que también nosotros seamos misericordiosos y “visitadores” los unos de los otros y sobre todo de los más débiles..

Por eso, como ya comentábamos el domingo pasado, nos dirá San�ago:

1,27 La religiosidad autén�ca e intachable a los ojos de Dios Padre es esta: atender a huérfa-nos y viudas en su aflicción y mantenerse inconta-minado del mundo.

Visitar Las Misas del día de Navidad

NOTA. En hoja aparte publicaremos las lecturas de las misas de Navidad y sus comentarios.

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Miqueas 5,1-4a

A sí dice el Señor: Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de + voy a sacar al que ha de gobernar

Israel; sus orígenes son de antaño, de +empos inmemoria-les. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz; el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel. Se mantendrá firme, pastoreará con la fuerza del Se-ñor, con el dominio del nombre del Señor, su Dios. Se insta-larán, ya que el Señor se hará grande hasta el conQn de la +erra. Él mismo será la paz,

Salmo 79 R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve

P astor de Israel, escucha, tú que guías a José como a un rebaño; tú que te sientas sobre querubines, resplande-

ce despierta tu poder y ven a salvarnos. R/. Dios del universo, vuélvete: mira desde el cielo, Qjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R/. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de +: danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.

Hebreos 10,5-10

H ermanos: Al entrar Cristo en el mundo dice: Tú no qui-siste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuer-

po; no aceptaste holocaustos ni víc�mas expiatorias. Enton-ces yo dije: He aquí que vengo —pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí— para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad. Primero dice: Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víc�mas expiatorias, que se ofrecen según la ley. Después añade: He aquí que vengo para hacer tu vo-luntad. Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y confor-me a esa voluntad todos quedamos san+ficados por la obla-ción del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Aleluya Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu pala-bra

Lucas 1,39-45

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad

de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconte-ció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, le-vantando la voz, exclamó: —«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Se-ñor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creí-do, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

DOMINGO IV de Adviento (C) 20 de diciembre de 2015

La famosa profecía de Miqueas no se limita a anunciar el dato geográfico del lugar del nacimiento de Jesús sino que habla de una salvación definitiva que llegará mediante un nuevo David, el rey pastor. Su pasado se asienta en las promesas de Dios a David y su fu-turo será glorioso y definitivo. Su lle-gada no tardará pero hay que esperar todavía un tiempo mientras se cumple el plazo fijado por Dios para el alum-bramiento del Mesías. Las consecuen-cias de la llegada del salvador serán el cumplimento de las promesas de dios, el gobierno fuerte frente a los enemi-gos, la vida sin sobresaltos en el país y sobre todo la paz.

El salmo suplica la llegada de ese Rey pastor prometido.

La carta a los Hebreos pone en labios de Jesús entrando en el mundo por su nacimiento, las palabras del salmo 39 destacando el carácter sacerdotal de Cristo y de toda su actuación en el mundo.

María es el Arca de la Alianza en la que Dios tiene su sede, por eso sube hacia Jerusalén donde se establecerá cuando llegue el momento establecido. Mientras tanto trae la bendición y la alegría a los lugares donde entra. Ma-ría tiene a Dios de dos maneras, por su gestación y por su fe. Ella es la que ha creído y por eso ha concebido la Pala-bra eterna. Su fe hace posible el cum-plimiento de los anuncios de la salva-ción. Dios llega a su pueblo como el Arca que defiende de los enemigos y como el esposo que llega “saltando por los montes” como dice el Cantar de los Cantares.

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LECTIO DIVINA 20 de diciembre de 2015

LECTIO DIVINA LECTURA. ¿En+endes bien el texto leído? ¿Qué cosas no en+endes? MEDITACIÓN. En silencio pensamos en lo leído. Ponemos en común: ¿Qué te sugiere este texto? ORACIÓN Los que quieran pueden decir una sencilla oración en voz alta. CONTEMPLACIÓN Permanecemos en silencio un raro viendo con la imaginación lo que nos dice el Evangelio y dejando que nuestros sen+mientos surjan y se conviertan en oración silenciosa. ACCIÓN ¿Qué nos pide aquí el Señor que hagamos? Haz un compromiso personal que puedes exponer-lo si lo crees conveniente..

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y

saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, ex-clamó: —«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá». (Lucas 1,39-45 )

Este relato �ene por objeto relacionar a Juan Bau�sta con Je-sús y an�cipar su carácter de precursor. También presenta a Je-sús como Dios cvencedor que lleva la salvación a su pueblo cum-pliendo sus promesas. En aquellos días es una determinación temporal imprecisa para indicar una conexión entre lo anterior que es la anunciación del Ángel Gabriel a María y la visitación.

María embarazada sube hacia Jerusalén como lo hizo el Arca de la Alianza en �empos de David y se de�ene antes de llegar a la Ciudad Santa porque todavía no es �empo de que el Mesías entre en el Templo. No se indica el nombre de la localidad sino solo el de la comarca. Isabel y Zacarías no viven en Jerusalén aunque este sacerdote par�cipe habitualmente en el culto.

La prisa de María no es solo por diligencia para ayudar a su pariente sino para indicar que la salvación apresura sus pasos para el cumplimiento de las promesas de Dios. El saludo de Mar´´ia comunica el Espíritu Santo a Isabel

La presencia de Jesús, en el vientre de su madre, en casa de Zacarías, como la del Arca en casa de Obededom, es fuente de bendiciones y el grito de Isabel reproduce la frase de David ante el Arca.

Juan desde el vientre de su Madre reconoce ya a Cristo y lo da a conocer a su madre saltando de gozo como David saltaba dan-zando ante el Arca.

Todo este paralelo del Arca y María nos recuerda que María es la mujer victoriosa que recibe las mismas alabanzas que otra mujeres del An�guo Testamento como Jael (Jueces 5, 2-31) o Ju-dit (Judit 13,17-18). La úl�ma frase se puede traducir también: “Dichosa la que ha creído que tendrá cumplimento lo que le ha sido dicho de parte del Señor” poniendo así a María en contrapo-sición con Zacarías que no había creído el anuncio del Ángel

El relato de la Visitación tiene muchos puntos de contacto con el de la subida del Arca de

Dios a Jerusalén

Traslado del Arca a Jerusalén

2 Samuel 61 David reunió una vez más a los

selectos de Israel, treinta mil hombres. 2 Se puso en marcha con la gente de Baalá de Judá que estaba con él para trasladar de allí el Arca de Dios, designada con el nombre de «Señor del universo, que se sienta sobre querubines». 3

Pusieron el Arca de Dios en un carro nuevo y la llevaron desde la casa de Abinadab, en la coli-na. Uzá y Ajió, hijos de Abinadab, conducían el carro nuevo 4 y lo llevaron con el Arca de Dios desde la casa de Abinadab, en la colina. Ajió iba delante del Arca. 5 David y toda la casa de Israel bailaban ante el Señor con instrumentos de ciprés, cítaras, arpas, tambores, sistros y címbalos. 6 Al llegar a la era de Nacón, Uzá alargó su mano al Arca de Dios y la agarró, porque los bueyes la habían desplazado. 7 Se encendió, entonces, la cólera del Señor contra Uzá, y le hirió allí mismo por su temeridad. Y allí murió, junto al Arca de Dios. 8 David se enfadó, por-que el Señor había abierto brecha contra Uzá. Y a aquel lugar se le llamó Pérez Uzá, hasta hoy. 9

David temió aquel día al Señor y dijo: «¿Cómo va a venir a mí el Arca del Señor?». 10 Y no quiso trasladar el Arca del Señor junto a él a la ciudad de David, sino que la condujo a casa de Obededón, el guitita. 11 El Arca del Señor per-maneció tres meses en la casa de Obededón, de Gat. Y el Señor bendijo a Obededón y a toda su casa. 12 Informaron al rey David: «El Señor ha bendecido la casa de Obededón y todo lo suyo por el Arca de Dios». Entonces David fue y trajo con algazara el Arca de Dios de la casa de Obededón a la ciudad de David.

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Leyendo la Biblia paso a paso 20.- El Decálogo (5) Segundo Mandamiento

Segundo mandamiento Deu 5,11 y Éxo 20,7

No tomarás en falso el nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará impune el Señor al que to-me su nombre en vano

La expresión en vano proviene del griego que en la la traducción de los LXX traduce una palabra hebrea, que significa en falso, o abusivamente, como en el perjurio, al invocar a Dios como tes+-go de una men+ra (Lev 19,12; Deu 5,20).

Se trata de no hacer mal uso del nombre del Señor por pura ligereza, perjurando o u+lizándolo

en maldiciones o magia.

Los textos de execración de Egipto eran unas maldicio-nes escritas en una figurita que representaba a una persona a la que se quería causar un daño mediante la magia. La figura se rompía significando así la suerte que se deseaba para el enemigo odiado. Estos tex-to muestran que era co-rriente hacer uso del nom-bre de los dioses con esos fines mágicos.

Los paganos consideraban la invocación del nombre divino como un medio efec-

+vo de defensa.

Tal empleo estaba prohibido en Israel, pero no se excluían los juramentos en general.

Según algunos la prohibición de la blasfemia está incluida en este mandamiento.

La palabra nombre se refiere evidentemente al vocablo con el que una persona es designada. Los an+guos establecían una relación muy profunda entre la palabra y la cosa por ella designada, mu-cho más entre el nombre y la persona.

Poseer el nombre de alguien era poseer de alguna manera a la persona. El nombre es com-

pendio del ser de una persona y ha de ser respetado. No se trata, sin embargo de una concepción mágica del nombre de Dios (Yahweh), sino algo mucho más sencillo y más importante: hay que respetar a Dios a quien designamos mediante su nombre.

Los judíos exageraron el precepto hasta llegar a excluir por completo el uso del nombre de Dios. Lo sus+tuían por Señor o por “el Nombre”.

En la traducción de los LXX se sus+tuye siempre por Kyrios, o sea Señor, y la tradición cris+ana con+-nuo este uso. San Jerónimo lo tradujo siempre por Dominus, que también significa Señor y en los leccio-narios litúrgicos leemos siempre esa palabra. Este uso hizo que se olvidase prác+camente la palabra Yah-weh.

A pesar de todo los judíos fueron muy proclives al juramento.

En la época de Jesús había una corriente que se oponía a cualquier clase de juramento. Jesús es clara-mente opuesto al juramento Mat 5,33-37 dice:

33 También habéis oído que se dijo a los an+-guos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus jura-mentos al Señor". 34 Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; 35 ni por la +erra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. 36 Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o ne-gro un solo cabello. 37 Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

En la polémica con los fariseos de nuevo se mues-tra contrario al juramento (Mat 23,16-22):

También San+ago en su carta se opone a la cos-tumbre de jurar (Jac 5,12)

San Leandro dice:

“Se obliga a jurar al hombre cuya palabra se pone en duda, pero tú debes llevar a flor de labios la sencillez de corazón. ¿Por qué +enes que ligarte espontáneamente con el uso del juramento? Suprime el uso del juramento con verdad y no caerás en el perjurio”

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Caritas Continua en esta Navidad su campana :

PRACTICALAJUSTICIA.DEJATUHUELLA

y nos invita a ser generosos en la colecta

deldíadeNavidad

AGENDA 20 DOMINGO 4º de Adviento Oh Llave de David Santo Domingo de Silos 10 En+erro 11, 12,30 y 19,30 Misa 18,30 Novena del Niño Atención a enfermos 21 lunes Oh Sol naciente 18,30 Novena del Niño 19,30 Funeral de En+erro 22 martes Oh Renuevo de la raíz de

Jesé 17,30 Convivencia de Cate-

quistas 18,30 Novena del Niño 19,30 Misa 23 miércoles Oh Enmanuel 18,30 Novena del Niño 19,30 Misa 24 jueves. Nochebuena 18,30 Novena del Niño 19,30 Misa de Navidad 24 Misa del Gallo 25 viernes NAVIDAD 12,30 Misa de Navidad 19,30 Misa de Navidad 26 sábado San Esteban 19,30 Misa del domingo de la

Sagrada Familia 27 DOMINGO 1º de Navidad La Sagrada Familia San Juan Evangelista 11, 12,30 y 19,30 Misa Atención a enfermos.

Avisos, notas, no+cias Comienzo del

Año Santo de la Misericordia El pasado día 13 de diciembre se abrieron en nuestra diócesis las puertas san-tas de las cate-drales de Jaén y Baeza y del San-tuario de la Vir-

gen de la Cabeza. Son muchas las ac+vidades que se reali-zarán a lo largo todo 2016 con este mo-+vo Pero no olvidemos que la principal puerta santa que hay que abrir es la de nuestra disposición a ser misericordio-sos.

Manos Unidas en Torredonji-meno ha comenzado a prepa-rar la campaña contra el ham-bre 2016. Se ha asumido un proyecto nuevo y se están pre-parando las acciones a realizar. Este año la acostumbrada cena de la campaña será sus+tuida por una marcha solidaria a tra-vés de nuestras calles.

Misiones La Delegación Episcopal de Misiones nos envía cuatro carteles o “infografías” para recordar y celebrar el 50 aniversario del decreto “Ad

Gentes” del Concilio Va-ticano II, que continúa siendo la hoja de ruta de la actividad Misionera de la Iglesia.

De ellos iremos dando cuenta en los próximos números de La Cartelera

CENTENARIO DEL BEATO MANUEL ARANDA ESPEJO.

SEMINARISTA MÁRTIR

El Párroco de Monte Lope Álvarez nos

invita a par+cipar en los actos del centenario del nacimiento del Beato Manuel Aranda, que se celebrará n a lo largo de 2016. De ellos iremos dando no+cia en La Cartelera