Los Procesos de la Perfección

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Los Procesos De La Perfección Apóstol Sergio G. Enríquez O. Guatemala, 5 de abril del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 La palabra perfección es una palabra incómoda, principalmente para los que somos imperfectos, sin embargo el llamado que tenemos, es llegar a la perfección (Mateo 5:48). Cuando pensamos que nadie puede llegar a ser perfecto, estamos en riesgo de conformarnos con lo que somos y ya no buscar llegar a esa perfección que Dios nos pide. Debemos buscar ese camino de la perfección como lo dice Pablo: Filipenses 3:12 (LBA) No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. En este versículo observamos cómo Pablo indica que no había alcanzado la perfección, pero estaba en el camino para ser perfecto; más adelante en el versículo 15 podemos ver siguiente: Filipenses 3:15 (LBA) Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará DiosVemos claramente entonces a la luz de la palabra de Dios que la perfección es un proceso, ya que en el verso 14 dice Pablo que no había llegado a ser perfecto, pero en verso 15 habla de un grupo que finalmente la alcanzó. Pero la pregunta es, ¿cómo puede Pablo decir que es perfecto? Esto es porque Dios llama las cosas que no son, como si fueran; por ejemplo, cuando Dios habló de Job, dice: Job 1:8 (LBA) Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Dios habla que Job es perfecto, pero cuando analizamos su vida se pueden identificar algunas cosa que muestran que aún no era perfecto. Dios llama lo que no es, como que fuera (Romanos 4:17), y si Dios dice que somos perfectos, es porque El cumplirá y perfeccionará la obra que inició con nosotros, no en nuestras fuerzas, sino por medio de su poder. En Filipenses 1:6 vemos que esa perfección llegará a su culminación en el día del Señor; pero entonces resulta que el día del Señor puede traer aflicción y angustia, por lo que comprendemos que en medio de las aflicciones Dios nos está perfeccionando, y hay una promesa en Salmos 34:19 que Dios librará a sus hijos de las aflicciones. Como el herrero moldea el hierro y el fuego es necesario para hacerlo moldeable, así el Señor desea terminar Su obra en nuestras vidas, y por ello los procesos son necesarios y tener bien definida la meta que debemos ser perfectos y anhelarlo como lo anhelaba el Salmista cuando decía “estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” Salmo 17:15, y en ese anhelo de ser perfectos, el Señor se manifestará y nos preparará para llegar a ser Santos como El es santo, ya que sin santidad nadie verá al Señor. Cuando vemos en el diccionario secular cómo se define el término proceso, indica que es una secuencia de pasos que se enfoca en lograr algún resultado específico, viendo esta definición, el Señor nos hará perfectos en un proceso que lleva varios pasos. Filipenses 3:12 dice “haya llegado a ser” lo que muestra que está en una evolución de forma ascendente. Un ejemplo de cómo se produce la imperfección, es analizar el proceso de Judas, tuvo un proceso pero involucionó. Dios tiene procesos para nuestra perfección, veamos algunas figuras que nos deja ver la Biblia:

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Los Procesos De La Perfección Apóstol Sergio G. Enríquez O. Guatemala, 5 de abril del Año De La Revelación

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La palabra perfección es una palabra incómoda, principalmente para los que somos imperfectos, sin embargo el llamado que tenemos, es llegar a la perfección (Mateo 5:48). Cuando pensamos que nadie puede llegar a ser perfecto, estamos en riesgo de conformarnos con lo que somos y ya no buscar llegar a esa perfección que Dios nos pide. Debemos buscar ese camino de la perfección como lo dice Pablo: Filipenses 3:12 (LBA) No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. En este versículo observamos cómo Pablo indica que no había alcanzado la perfección, pero estaba en el camino para ser perfecto; más adelante en el versículo 15 podemos ver siguiente: Filipenses 3:15 (LBA) Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará Dios… Vemos claramente entonces a la luz de la palabra de Dios que la perfección es un proceso, ya que en el verso 14 dice Pablo que no había llegado a ser perfecto, pero en verso 15 habla de un grupo que finalmente la alcanzó. Pero la pregunta es, ¿cómo puede Pablo decir que es perfecto? Esto es porque Dios llama las cosas que no son, como si fueran; por ejemplo, cuando Dios habló de Job, dice: Job 1:8 (LBA) Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Dios habla que Job es perfecto, pero cuando analizamos su vida se pueden identificar algunas cosa que muestran que aún no era perfecto. Dios llama lo que no es, como que fuera (Romanos 4:17), y si Dios dice que somos perfectos, es porque El cumplirá y perfeccionará la obra que inició con nosotros, no en nuestras fuerzas, sino por medio de su poder. En Filipenses 1:6 vemos que esa perfección llegará a su culminación en el día del Señor; pero entonces resulta que el día del Señor puede traer aflicción y angustia, por lo que comprendemos que en medio de las aflicciones Dios nos está perfeccionando, y hay una promesa en Salmos 34:19 que Dios librará a sus hijos de las aflicciones. Como el herrero moldea el hierro y el fuego es necesario para hacerlo moldeable, así el Señor desea terminar Su obra en nuestras vidas, y por ello los procesos son necesarios y tener bien definida la meta que debemos ser perfectos y anhelarlo como lo anhelaba el Salmista cuando decía “…estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” Salmo 17:15, y en ese anhelo de ser perfectos, el Señor se manifestará y nos preparará para llegar a ser Santos como El es santo, ya que sin santidad nadie verá al Señor. Cuando vemos en el diccionario secular cómo se define el término proceso, indica que es una secuencia de pasos que se enfoca en lograr algún resultado específico, viendo esta definición, el Señor nos hará perfectos en un proceso que lleva varios pasos. Filipenses 3:12 dice “haya llegado a ser” lo que muestra que está en una evolución de forma ascendente. Un ejemplo de cómo se produce la imperfección, es analizar el proceso de Judas, tuvo un proceso pero involucionó. Dios tiene procesos para nuestra perfección, veamos algunas figuras que nos deja ver la Biblia:

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Antes de ver los personajes de la Biblia, veamos un punto muy importante: el término griego identificado en el Diccionario Strong bajo el código G1096, se pronuncia Ginomai, el cual se puede traducir al español de la siguiente manera: llegar a ser, alcanzar, llegar a tener tal o cual edad. Vemos entonces que el proceso no es algo que será de un momento a otro, sino que llevará un proceso, por lo que veremos algunas versiones de la Biblia que tiene la palabra “llegar a ser”, lo que permite comprender esos procesos que debemos pasar para ser perfectos: - Mateo 5:45 (ECR) Pues haciendo esto, llegaréis a ser hijos de vuestro Padre que está en los

cielos, que hace salir Su sol sobre buenos y malos y hace caer Su lluvia sobre justos e injustos. Vemos entonces que para llegar a ser hijos de Dios, se debe superar este proceso cumpliendo entonces con lo que dice el versículo 44: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”, esto representa que debemos avanzar, aun cuando nos hagan mal los enemigos, podamos estar en paz con ellos, amarlos, orar. En el Salmo 23:5 vemos que el Señor nos permitirá estar en paz aun delante de nuestros enemigos. Juan es otro ejemplo del proceso del perfeccionamiento, que inicio siendo llamado como “Hijo del Trueno” (Marcos 3:17) pero pasó un proceso donde llegó a ser uno de los discípulos más cercanos a Jesús.

- Mateo 10:25 (LBA) Le basta al discípulo llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo han llamado Beelzebú, ¡cuánto más a los de su casa! Debemos llegar a ser como maestros de la palabra, y aún superar a los maestros que es una parte de la perfección.

- Mateo 18:3 (BLA) y declaró: "En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. Debemos ver cómo son los niños porque es parte del proceso a llevar, esas características de los niños, perdonan fácilmente, su inocencia, no odian, etc., vemos al niño que dio lo que tenia para alimentar a multitudes. Entonces, si no llegamos a ser como niños, no llegaremos a esa perfección que Dios desea para nuestra vida.

- Mateo 20:26 (LBA) No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor… Servir es parte del proceso para llegar a la perfección, y llegar a ser grande, sin esperar nada a cambio ni reconocimiento alguno, sabiendo que a quien servimos es a Dios.

Como una Iglesia que espera con anhelo al Señor, debemos buscar llegar a esa perfección que Dios está formando en nosotros, estar satisfechos hasta despertar a Su semejanza.