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“La Academia Sueca otorga el pre- mio Nobel de Literatura del año 2002 al escritor húngaro Imre Kertész, por una obra literaria que enfrenta la frágil experiencia del individuo contra la arbitrariedad bárbara de la historia. La obra del escritor Imre Kertész examina la posibilidad si se puede aún vivir y pensar como individuo, cuando el poder dictatorial atropella total- mente al ser humano. En sus libros retorna incesantemente a la experi- encia decisiva de su vida, Auschwitz, adonde fuera llevado a la fuerza, siendo aún un adoles- cente, durante las persecuciones a los judíos de Hungría, cometidas por los nazis. Para él, Auschwitz no constituye un acontecimiento excepcional que exista -cual cuerpo extraño- fuera de la historia normal de Occidente. Auschwitz es la ver- dad definitiva de la degradación del hombre en la existencia moderna. MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, BUDAPEST Los premios Nobel Húngaros por un mundo mejor Una de las principales revistas científicas del mundo, Nature, en su primera edición del año 2001, publicó una recopilación de aniver- sario, que abarcaba todo el milenio. En ésta calificó el centenario de la primera entrega de premios Nobel como el Aniversario del Año. Ello demuestra también la extraordinariamente alta reputación que alcanzó en una sola centuria el más conocido galardón conferido a los rendimientos intelectuales sobresalientes. Norman Macrea, el antiguo redactor-jefe de la revista The Economist, investigador del milagro económico japonés, en su biografía de Neumann publicada en 1992, así escribe sobre la Budapest de la época del otorgamiento de los primeros Premios Nobel: “A comienzos del siglo Budapest fue la metrópolis que se desarrolló más rápidamente en Europa. Esta ciudad generó una multitud de científicos, artistas y millonarios, que se compara únicamente con las ciudades-estados renacentistas de Italia”. Hungría, este país pequeño en su población, pero grande por su respeto a las ciencias y por los rendimientos de sus científi- cos, durante el siglo XX dio al mundo doce laureados con el Premio Nobel, de los cuales siete nacieron en Budapest. Faltaba aún un solo eslabón: el primer premio Nobel de literatura. Pero, con el galardón otorgado a Imre Kertész se cerró el círculo. A continuación presen- tamos el círculo de los laureados con el Premio Nobel de origen húngaro y sus mensajes dirigidos al futuro. El Primer Ministro húngaro, Péter Medgyessy, saluda a Imre Kertész y a su esposa Imre Kertész El primer premio Nobel de literatura húngaro

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“La Academia Sueca otorga el pre-mio Nobel de Literatura del año2002 al escritor húngaro ImreKertész, por una obra literaria queenfrenta la frágil experiencia delindividuo contra la arbitrariedadbárbara de la historia. La obra delescritor Imre Kertész examina laposibilidad si se puede aún vivir ypensar como individuo, cuando elpoder dictatorial atropella total-mente al ser humano. En sus librosretorna incesantemente a la experi-encia decisiva de su vida,Auschwitz, adonde fuera llevado ala fuerza, siendo aún un adoles-cente, durante las persecuciones alos judíos de Hungría, cometidaspor los nazis. Para él, Auschwitz noconstituye un acontecimientoexcepcional que exista -cual cuerpoextraño- fuera de la historia normalde Occidente. Auschwitz es la ver-dad definitiva de la degradación delhombre en la existencia moderna.

MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, BUDAPEST

Los premios Nobel Húngaros por un mundo mejor

Una de las principales revistas científicas del mundo, Nature, en suprimera edición del año 2001, publicó una recopilación de aniver-sario, que abarcaba todo el milenio. En ésta calificó el centenario dela primera entrega de premios Nobel como el Aniversario del Año.Ello demuestra también la extraordinariamente alta reputación quealcanzó en una sola centuria el más conocido galardón conferido alos rendimientos intelectuales sobresalientes. Norman Macrea, elantiguo redactor-jefe de la revista The Economist, investigador delmilagro económico japonés, en su biografía de Neumann publicadaen 1992, así escribe sobre la Budapest de la época del otorgamientode los primeros Premios Nobel: “A comienzos del siglo Budapest fuela metrópolis que se desarrolló más rápidamente en Europa. Estaciudad generó una multitud de científicos, artistas y millonarios,que se compara únicamente con las ciudades-estados renacentistasde Italia”. Hungría, este país pequeño en su población, pero grandepor su respeto a las ciencias y por los rendimientos de sus científi-cos, durante el siglo XX dio al mundo doce laureados con el PremioNobel, de los cuales siete nacieron en Budapest. Faltaba aún un soloeslabón: el primer premio Nobel de literatura. Pero, con el galardónotorgado a Imre Kertész se cerró el círculo. A continuación presen-tamos el círculo de los laureados con el Premio Nobel de origenhúngaro y sus mensajes dirigidos al futuro.

El Primer Ministro húngaro, Péter Medgyessy, saluda a Imre Kertész y a su esposa

Imre Kertész

El primer premio Nobel de literatura húngaro

La primera novela de Kertész, titula-da “Sin destino”, versa sobre eljoven Köves, quien es detenido yconducido a un campo de concen-tración, sin embargo, él se adapta ysobrevive. (Extracto de la argu-mentación del otorgamiento delpremio)

Alfred Nobel y los premios Nobel

Alfred Nobel, con cuyo nombre sedenominó el premio científico demás alta categoría, nació el 21 deoctubre de 1833, en Estocolmo. Elfamoso químico dejó su fortuna,ganada con el descubrimiento de losexplosivos y la aplicación industrialde las ciencias, para el objetivonoble de crear una fundación. Consu testamento del 27 de noviembrede 1895, al mismo tiempo que erigiósu propio monumento, hizo un granservicio a la humanidad.

Su intención era premiar a loscientíficos que más sobresalgan enlos diferentes campos de las cien-cias; desde las investigaciones fun-damentales de las ciencias naturaleshasta la construcción de unasociedad pacífica, sin consideraciónde su nacionalidad, tomando encuenta únicamente los valores desus realizaciones. Murió el 10 dediciembre de 1896, en San Remo.Entonces entró en vigor su testa-mento y se iniciaron las labores

dirigidas a la creación de laFundación Nobel, cuya constituciónquedó consagrada mediante laResolución del Consejo Real deSuecia del 29 de junio de 1900. Losprimeros Premios Nobel fueronotorgados en el primer año del sigloXX, el día 10 de diciembre de 1901,con ocasión del primer aniversariode la muerte de Nobel. De esta ma-nera, el centenario de Nobel consti-tuye igualmente un proceso queabarca cuatro etapas principales.Son las etapas que eterniza la seriecentenaria de sellos postales suecos,cuyo valor inicial muestra el testa-mento de Nobel de 1895, y su valorfinal, la primera ceremonia deotorgamiento del premio aconteci-do en el año 1901.

Nobel creó cinco premios: defísica, de química, de fisiología-medicina, de literatura y de la paz.Estos fueron complementados conel premio de economía creado en1968, con ocasión del 300 aniver-sario de fundación del Banco deSuecia y en honor a Alfredo Nobel.El “premio de los premios” constade un diploma de honor y de unasuma aproximada de 1 millón dedólares. Hoy en día el prestigiomoral del premio se elevó tanto quellegó a constituirse en su valor pri-mordial. Al recibir el premio, los lau-reados pronuncian un discurso desaludo y, como parte de la solem-nidad, dictan una conferencia Nobelsobre el camino que recorrieronhasta llegar al resultado premiado.

Los Premios Nobel no sirvenpara el reconocimiento de una cier-ta carrera científica destacada o deuna obra de un científico. Nobel, en

su calidad de experimentador y des-cubridor, sabía perfectamente quées lo que constituye un descubri-miento concreto o una invenciónconcreta. A partir de esta consi-deración, en su testamento deter-minó que el premio se otorgue poruna realización concreta o un resul-tado concreto. En las motivacionesde los Premios Nobel siempre figurauna frase que formula precisamentela realización concreta que el pre-mio reconoce.

Según las reglas, un PremioNobel compartido puede ser otor-gado máximo a tres personas.

Los laureados con el Premio Nobel de origen húngaro

Albert Szent-Györgyi fue el únicocientífico húngaro que viajó desde lamisma Hungría hasta Estocolmo arecibir el premio científico de másalta categoría. Su medalla Nobel,hasta el momento, se conserva en suciudad natal, Budapest, en el MuseoNacional de Hungría.

Nuestro científico llevó la meda-lla de oro de 208 gramos y 66 mm dediámetro, recibida junto con elPremio Nobel, de la capital sueca asu laboratorio de investigaciones enla Universidad de Szeged, donde laguardaba hasta el desencade-namiento de la segunda guerramundial. A causa de la guerraperdió el dinero que recibió juntocon el premio, ya que lo habíainvertido de tal manera que hasta susintereses personales materialesquedaran ligados a la paz.

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Sellos sobre Premios Nobel de origen húngaro, en el centenario del testamento de Nobel

En otoño de 1939, cuando laUnión Soviética atacó a Finlandia, enHungría se inició una campaña deayuda, y el investigador de famamundial ofreció su medalla de oro enapoyo a la nación finlandesa. Surgióentonces el peligro de que el símbolode orgullo de la nación húngara salgadel país y sea fundido. Por la iniciati-va del conde István Zichy, entoncesdirector general del Museo Nacionalde Hungría, y con la ayuda de OnniTalas, embajador de Finlandia,Wilhelm Hilbert, el director de unaempresa de Helsinki, rescató la piezavaliosa pagando una suma adecuadade dinero y en julio de 1940 la regalóal Museo Nacional de Hungría.

La medalla de oro Nobel, desuerte singular, fue presentada alpúblico por primera vez en 1993. Esen aquel entonces que, con ocasióndel centenario del nacimiento deAlbert von Szent-Györgyi, en el MuseoNacional de Hungría se organizóuna exposición sobre los laureadoscon el Premio Nobel.

Junto con Albert von Szent-Györgyi,12 científicos de origen húngaro sehicieron merecedores del premio detan alta distinción y, en su honra, en1995, en el año del centenario del tes-tamento de Nobel, el Correo Húngaroemitió sellos. Entre ellos se encuen-tran: Philipp E. A. von Lenard, laurea-do con el Premio Nobel de Física en1904, Róbert Bárány de Medicina en1914, Richárd Zsigmondy de Químicaen 1925, Albert von Szent-Györgyi deMedicina en 1937, Georg von Hevesyde Química en 1943, Georg von

Békésy de Medicina en 1961, EugeneP. Wigner de Física en 1963, DennisGábor de Física en 1971, John C.Polányi de Química en 1986, ElieWiesel de la Paz en 1986, Georg A.Oláh de Química en 1994. y John C.Harsányi de Economía en 1994.

En este círculo visiblemente domi-nan los representantes de las cienciasnaturales: los tres premios de física y lostres de fisiología y medicina se comple-mentan con cuatro premios de quími-ca, un premio de la paz y un premio deeconomía. La interdisciplinariedad esmuy característico ole los laureadoshúngaros con el Premio Nobel. Albertvon Szent-Györgyi, por ejemplo, se ini-ció con las ciencias médicas y, a través

de la bioquímica, llegó hasta la física. Elcamino de Georg von Békésy se desa-rrolló de forma contraria: su profesiónbásica era la física, dictaba conferenciascomo profesor de física, realizó susinvestigaciones en calidad de ingenierode telecomunicaciones, y fue laureadocon el Premio Nobel de fisiología ymedicina. A continuación hacemos unareseña más detallada acerca de las rea-lizaciones logradas, desde la fisiología yla física hasta la economía, quemerecieron el Premio Nobel.

Laureados con elPremio Nobel de Física

Philipp Eduard Anton vonLenard (1862–1947): laureado conel Premio Nobel de Física en 1905“por su trabajo relacionado con losrayos catódicos”

Comenzó sus investigacionesrelacionadas con las irradiacionesproducidas en el tubo de Crookes,al lado de Heinrich Hertz(1857–1894). Hizo pasar los rayoscatódicos a través de un folio metáli-co muy fino (ventana de Lénárd),conduciéndolos al aire o a otro tubocerrado, facilitando de esta manerasu examen. Determinó que lacapacidad de penetración de losrayos depende de su velocidad. Alatravesar el material, los rayos estánexpuestos a efectos dinámicos.Llegó a la conclusión de que los áto-mos están compuestos de partículaspositivas y negativas y que estosllenan solamente una pequeña parte

del espacio (teoría dinamida). Elrayo catódico, de alguna manera,lleva consigo una carga negativa.

Al examinar el efecto fotoeléctri-co, comprobó que la velocidad delos electrones salientes de unasuperficie metálica depende sola-mente de la frecuencia, mientras queel número de electrones, de la inten-sidad luminosa. Su descubrimientosirvió de fundamento de la teoría delátomo de Ernest Rutherford(1871–1937), y posteriormente parael descubrimiento de la ley de efec-tos fotoeléctricos de Albert Einstein(1879–1955). El descubrimiento dela longitud de onda límite en el efec-to fotoeléctrico, así como el papel delos activadores en la fosforescenciaconstituyen igualmente parte de sustrabajos importantes.

Eugene P. Wigner (1902–1995):recibió el Premio Nobel de Física en

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Anverso y reverso de la medalla Nobel de Albert von Szent-Györgyi Reverso de la medalla de John C. Harsányi

1963, compartido con MariaGoeppert-Mayer (1906–1972) y HansDaniel Jensen (1907–1973) “por eldesarrollo de la teoría de los núcleosatómicos y las partículas, especial-mente por el descubrimiento y laaplicación de los principios funda-mentales de la simetría”.

Cursó sus estudios secundariosen Budapest, en el famoso gimnasioevangélico de la Alameda, luego sematriculó en la universidad de Berlínen la Facultad de Ingeniería Química,de acuerdo con el deseo de su padre.Berlín, en los años veinte, se consti-tuyó en ciudad de la física moderna.Wigner también asistió a las confe-rencias y seminarios de AlbertEinstein (1879-1955), de Max Planck(1858–1947) y de Max von Laue(1879–1960). En Berlín, bajo la direc-ción de Michael Polányi (1891–1976)preparó su tesis doctoral, cuyo traba-jo llegó a ser el opúsculo precursorde la química cuántica.

Pasados los años universitariosde Berlín, Wigner regresó a Hungríacon el fin de aprovechar susconocimientos en la fábrica de cur-tidos de su padre. Al enterarse deque Werner Heisenberg (1901–1976)y Max Born (1882–1970) desarro-llaron la mecánica cuántica, regresóa Berlín. Gracias a la ayuda deMichael Polányi, su maestro, pasó atrabajar en el Instituto EmperadorGuillermo, donde tuvo queenfrentarse al interrogante: ¿por quéa los átomos "les gusta" situarse enlos planos simétricos, puntossimétricos del cristal?. Partiendo de

aquí, fue el primero en entenderque las simetrías de espacio - tiempojuegan un papel central en lamecánica cuántica. En su libro titula-do El método de la teoría de gruposen la mecánica cuántica, demostróque a través de los grupos simétricosse puede llegar a todo resultadoexacto esencial de la mecánica cuán-tica. Esto mismo destaca la justifi-cación del Premio Nobel en 1963.

En los años treinta, Wigner acep-tó una invitación a ultramar y desdeentonces trabajó en la Universidadde Princeton durante seis décadas.Durante la segunda guerra mundialjugó un papel destacado en el iniciode la época atómica y luego, despuésde la guerra, en la utilización pacíficay segura de la energía atómica. Sepuede afirmar que él fue el primeringeniero de reactores nucleares enel mundo. Cuando murió, el NewYork Times dedicó cinco columnas“al hombre que condujo a lahumanidad a la época atómica ytransformó con coraje la ciencia delas partículas subatómicas.” “Fue unode los científicos que, dotado de granimaginación y previsión, nació yestudió en Budapest y luego pasó alOccidente a transformar el mundomoderno.”

Dennis Gábor (1900–1979): lau-reado con el Premio Nobel de Física en1971 “por el descubrimiento del méto-do holográfico y su desarrollo ulterior”.

Siendo estudiante de 10 añosregistró ya su primera patente deun carrusel de tipo nuevo. Con laperfección de millones de lám-

paras callejeras, mejoró el alum-brado público. Montó una cámarade niebla Wilson, en la cual sepodía medir también la velocidadde las partículas; diseñó el mi-croscopio holográfíco; creó elordenador analógico universal;realizó un trabajo pionero en eldesarrollo de tubos de imagenplanos en color de televisión. Sucarrera está pavimentada por unalarga serie de descubrimientos. Deentre ellos, es la holografía con laque conquistó fama mundial y elPremio Nobel.

Desde joven le interesó la pro-blemática del microscopio electrónico.En 1947 combinó dos dominios,aparentemente lejanos: el estudio delos rayos electrónicos con vistas almejoramiento del microscopio elec-trónico, y el estudio de la teoría de lainformación. Reconoció que para laproyección perfecta se debeaprovechar todas las informacionesde las ondas reflejadas del objeto. Nosolamente la intensidad de las ondas –según actúan los medios tradicionales–, sino también, la fase y la amplitudde las ondas. Si esto se realiza,entonces se obtiene la imagen (graf)completa (holo) del objeto. Esto es loque Dennis Gábor logró con suactividad creativa, cuyo descubri-miento fue publicado en 1948.

Sin embargo, para la propa-gación amplia de la holografía, erapreciso elaborar una fuente de luzcoherente. Este viraje se realizó en1962, cuando fue descubierto elláser y luego con la conjunción de la

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Philipp E. A. von Lenard Eugene P. Wigner Dennis Gabor

técnica de láser y la holografía sehizo posible la creación de hologra-mas de láser. Dennis Gábor par-ticipó también en estas labores demanera creativa y, por medio de susdescubrimientos, contribuyó a laapertura de nuevas perspectivas enel almacenamiento de textos, elreconocimiento de caracteres y figu-ras, así como en el almacenamientode información asociativa. En laexposición organizada con ocasióndel otorgamiento del Premio Nobel,Dennis Gábor – usando el láser –consiguió presentar ya su propioautorretrato holográfico. Su interésdesde un comienzo estaba dirigido alas cuestiones de la teoría del oído yla holografía acústica, y este interéslo condujo finalmente al campo dela medicina.

Paralelamente, el interés y lasactividades de este científico de for-mación básica físico-técnica, se con-centraba cada vez más en las cues-tiones de la civilización industrial ydel futuro de toda la humanidad.Este hecho marca la serie de obras,como son sus libros: La invencióndel futuro (1963), Innovacionescientíficas, tecnológicas y sociales(1970), La sociedad madura (1972) oDespués de la época del derroche(1976) que fue preparado comoinforme del Club de Roma.

Poco después de recibir elPremio Nobel, en 1972 en Budapest,en una entrevista televisada, se pre-sentó como un hombre que en suobra une conscientemente la cul-tura real y humana: “Hace ya largos

años – unos quince años – que vivouna vida doble: soy físico e inven-tor. Esta es una de mis vidas, y laotra: soy un escritor social. Hacemucho que comprendí que nuestracultura está expuesta a un peligromuy grande.”

El agotamiento de las fuentes na-turales de materias primas irrempla-zables y la polución del ambientesocavan nuestras condiciones vitales.Si continuamos así, “entonces, dentrode unos cien años, consumiremos,agotaremos las riquezas de la natu-raleza, y toda la Tierra quedará muypobre”. Es por esta razón, que ahorarecae una enorme responsabilidadsobre todas las ciencias. “Tenemosque crear una nueva ciencia y unanueva tecnología que le quiten a lanaturaleza solamente lo que se puederecuperar, restablecer o substituir.”

Reconociendo los problemasvenideros y advirtiendo el peligrocon tiempo, Dennis Gábor no fuepesimista. Su cosmovisión, su ima-gen sobre el futuro se originaron delconocimiento de la realidad. Él llevóa la luz de la consciencia los proble-mas globales justamente con elpropósito de movilizar a la gentepara que encuentre la soluciónnecesaria: “Confío en que los prob-lemas sean solucionables, noobstante, debo reconocer que misesperanzas están basadas más en mioptimismo, que en fundamentosfirmes. Pero yo siempre considerabaque el optimismo era la únicahipótesis de trabajo de los hombresresponsables.”

Laureados con el Premio Nobel de Química

Richard Adolf Zsigmondy(1865–1929): laureado con el PremioNobel de Química en 1925 “por lainterpretación de la naturaleza he-terogénea de las solucionescoloidales y por los métodos aplica-dos durante sus investigaciones, querevisten importancia fundamentalpara la química de los coloides”.

Se graduó de doctor en químicaorgánica en 1889 en la universidad deErlangen. Entre 1891–1892 fue asis-tente del físico August Kundt(1839–1894), desde 1893 a 1899 fuecatedrático de la TechnischeHochschule de Graz, y luego conti-nuó su carrera de profesor en Jena.En esa época investigaba principal-mente las peculiaridades de los com-puestos del silicio. Gracias a sus ade-lantos relacionados con el vidrio, fueinvitado como colaborador de lafábrica de vidrios Schott en Jena, perosin dejar sus actividades de profesor.

Zsigmondy entonces ya habíaconseguido resultados fundamen-tales en la ciencia de los coloides,llegando a ser un clásico verdaderoen este campo. En 1903 junto conHenry Siedentopf (1872–1940), fab-ricó el ultramicroscopio, uno de losmás importantes medios de examende las soluciones coloidales. Con laayuda del ultramicroscopio, llegó aconstataciones de importancia deci-siva sobre la naturaleza de los

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Richard A. Zsigmondy John C. PolanyiGeorge de Hevesy

coloides, la distribución de suspartículas y la estabilidad de lossolos. A partir de 1907 se desempeñacomo profesor de la famosa universi-dad de Göttingen. En 1918 creó el fil-tro de membrana, usado en las inves-tigaciones de la química de coloidesy bioquímicas, y luego, en 1929 suvariante perfeccionado, el ultrafiltro.Con dichos medios es posible sepa-rar partículas de diferentes dimen-siones uno del otro o del disolvente(incluso bacterias y virus).

Georg de Hevesy (1885–1966):laureado con el Premio Nobel deQuímica en 1943 “por la aplicaciónde los isótopos en calidad de indi-cadores en el curso de las investiga-ciones de los procesos químicos”.

Es el pionero de la indicación(trazado) radioactiva: no solamenteporque descubrió el método –todavía antes de la creación de lapalabra isótopo –, sino porque fue élmismo quien lo hizo triunfar y des-cubrió las esferas principales de suaplicación. El método de indicaciónradioactiva permite la exploraciónde las cuevas , cursos de agua y delinterior de los materiales ocultos y,antes que nada, la investigación delorganismo vivo, facilitando el exa-men de sus partes y procesos inac-cesibles de otra manera.

A partir de 1920 continúa su ca-rrera en Copenhague, en el institutode Niels Bohr (1885–1962). Aquí fueque en 1922 descubrió el hafnio,elemento químico de número atómi-co 72. En este mismo año inició susprimeros experimentos dirigidos a laaplicación biológica de la indicación(trazado), inicialmente en plantas,utilizando isótopos naturales deplomo y torio. En 1926 fue invitado ala Universidad de Freiburg a dirigirla cátedra de física y química. En elcurso de los ocho años, aquí pasa-dos, inició la aplicación del trazadoen tejidos animales, y gracias a estosexperimentos, llegó a probar que laconcentración del bismuto esnotablemente más alta en las célulastumorales, que en las células sanas.

Cuando el fascismo llegó alpoder, abandonó Alemania y fijó suresidencia nuevamente enCopenhague. Fue aquí que en 1934descubrió el análisis activador, que

constituye el modo “in vivo” deltrazado. A partir de entonces sededicó casi exclusivamente a cues-tiones médicas, biológicas, bio-químicas hasta tal punto, quemuchos de sus colegas estaban con-vencidos absolutamente de que ellosestaban trabajando junto con unmédico de grandes conocimientos.

Su actividad llegó a culminardespués de la obtención de los isó-topos artificiales. Después del des-cubrimiento del deuterio, por mediodel agua pesada consiguiódemostrar el intercambio que serealiza entre el pez dorado y el agua.Posteriormente al descubrimiento dela radioactividad artificial, inmedi-atamente empezó a aplicar el isó-topo P32, primero para examinar elesqueleto, y demostró la renovaciónpermanente del mismo. En breveextendió sus investigaciones de estaíndole también a otros órganos.Midió la velocidad y la magnitud dela renovación, la ruta y la formaciónde diferentes moléculas en el orga-nismo y, entretanto, amplió el círcu-lo de los isótopos aplicados.

En 1940 empezó a ejecutar cadavez más experimentos en Estocolmo,donde encontró aún mejores condi-ciones para sus experimentosbiológicos que en el instituto de físi-ca teórica de Copenhague. En estaépoca su interés estaba dirigido prin-cipalmente hacia la formación deDNS, lo que le condujo al estudio de

ciertos tipos de tumores malignos.Durante la guerra se trasladó deDinamarca a Suecia. Entonces sepuso de manifiesto la importancia deltrazado, lo cual el mundo científicoreconoció otorgándole a Hevesy elPremio Nobel de Química en 1943.

Después de recibir la alta condeco-ración, continuó sus actividades cien-

tíficas, que se ampliaba cada vez más.Con la ayuda del trazado radioactivo,conquistó nuevos y nuevos campospara la ciencia de la medicina.Principalmente se concentró en lainvestigación de los diferentes proce-sos del metabolismo (por ejemplo, elmetabolismo de hierro) y continuóinvestigando los tumores; ya en edadavanzada se puso a estudiar tambiénla hematología.

Hevesy instituyó un nuevo ramode ciencia: la medicina nuclear, ydedicó toda su vida a la exploraciónde la química, química física,biología y medicina, y a su apli-cación terapéutica.

John C. Polányi (1929– ): lau-reado con el Premio Nobel deQuímica en 1986, compartido con elamericano Dudley R. Herschbach(nacido en 1932) y el americano deorigen chino Yuan Tseh Lee (nacidoen 1936) “por sus investigaciones enel campo de la dinámica de los pro-cesos químicos elementales”.

Como resultado de las activi-dades de los tres científicos, nació ladinámica de las reacciones, un

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La reina Silvia de Suecia con Georg A. Oláh, durante el banquete ofrecido en honor de losgalardonados Premio Nobel

nuevo ramo de la química, que posi-bilita la comprensión más profunday más pormenorizada de las reac-ciones químicas.

A fin de seguir los pasos ele-mentales de las reacciones químicas,Polányi introdujo el método de laquimioluminescencia infrarroja.Mediante este método se hizo posi-ble la percepción y el análisis de lasirradiaciones infrarrojas de muy bajaintensidad. De esta manera sepuede obtener informaciones im-prescindibles sobre el estado de lasuperficie multidimensional quepormenoriza la energía potencial delsistema. Polányi armonizó con éxitolos datos calculados de la superficie-energía potencial de las reaccionescon los valores de los parámetrosobtenidos por vía experimental.

Polányi, por medio de sus investi-gaciones, fue el propulsor de la propa-gación de los métodos laséricos quesirven para el estudio de la dinámicade las reacciones químicas. Su nombreigualmente quedó ligado al nacimien-to de la fotoquímica superficial, unnuevo ramo científico que facilita elconocimiento pormenorizado delmecanismo de las reacciones que sellevan a cabo en las superficies.

Además de sus ensayos científi-cos, Polányi publicó unos cienartículos que tratan cuestiones depolítica científica, la limitación dearmamentos y los efectos de la cien-cia sobre la sociedad. Polányi escoautor del libro titulado “Los peli-gros de la guerra nuclear”. Por susactividades científicas, fue galar-donado con varios premios de altorango, entre ellos el premio Wolf enel año 1982.

George A. Oláh (1927– ): lau-reado con el Premio Nobel deQuímica en 1994 “por su contribu-ción a la química carbocatiónica”.

En el dominio de la químicaorgánica moderna, fueron sus obraslas que echaron abajo el dogma decuatro valencias del carbono yabrieron nuevos caminos hacia laobtención de hidrocarburos. Dentrode estos últimos, la bencina sin plomose destacada por su importancia.

Oláh estudió en la Facultad deIngeniería Química de la UniversidadTécnica de Budapest. Sus experimen-

tos aquí realizados, al lado del profe-sor Géza Zemplén (1883-1956),abrieron un capítulo totalmentenuevo en la química de los com-puestos que contienen átomo car-bónico con carga electropositiva.

Aplicó con éxito sus conocimien-tos teóricos obtenidos durante susestudios de los cationes del carbono,en el dominio de las síntesis industri-ales: a partir de los hidrocarburos decadena de carbono directa (deoctanaje bajo, fracciones de petróleode calidad baja) obtuvo hidrocar-buros de cadena de carbono ramifi-cada (de octanaje alto). A propuestade él, el nombre genérico de losiones que contienen átomo positivode carbono es: carbocatión.

En 1976, después de sus 12 añosde exitoso trabajo de investigación, ycomo reconocimiento del mismo, D.P. Locker y su esposa, y otrospatrocinadores, en Los Angeles, enla Universidad de Carolina Sur,crearon para George Oláh y suscolaboradores un instituto de inves-tigaciones químicas, que abarcatodo el dominio de la química dehidrocarburos. Desde entonces, bajola dirección del profesor Oláh, elInstituto de Investigaciones LockerHydrocarbon continua desarrollán-dose y creciendo hasta el día de hoy.

En su persona podemos apreciaral químico que llegó a ligar las inves-tigaciones básicas con elaprovechamiento económico, esexperto en la cadena global de la

innovación entre las universidades ylas empresas, cuyas investigacionesse convirtieron en recursoseconómicos de tal manera, que pro-tegen el ambiente, las riquezas natu-rales. Sin embargo, nos advierte – aligual que sus colegas laureados conel Premio Nobel – que son lasriquezas intelectuales las que consti-tuyen nuestras riquezas naturalesmás importantes; que es el hombreque representa el valor máximo, ydentro de esto el cerebro instruido yformado, así como el adecuado sis-tema escolar, capaz de elevar a lacivilización.

Laureados con elPremio Nobel deFisiología o Medicina

Albert von Szent-Györgyi (1893–1986):laureado con el Premio Nobel deFisiología o Medicina en 1937 “por susdescubrimientos logrados en el campode los procesos de oxidación biológicos,particularmente en lo relativo a la vitami-na C y a la catálisis del ácido fumárico”.

En la obtención del premio jugóun papel decisivo el descubrimientode la vitamina C a partir de la paprikahúngara (pimentón), aislando de estaverdura dicha vitamina en cantidadesnecesarias para las investigaciones.Sin embargo, esto constituyó sola-mente una línea lateral de su actividadcientífica, pues Szent-Györgyi dedicótoda su vida a la investigación de lavida misma: la esencia de la vida.

Para que el organismo vivo puedafuncionar, precisa de energía, lo queobtiene mediante la oxidación de subs-tancias alimenticias. En cuanto a la inter-pretación del modo de oxidación, dosescuelas disputaron. Según la escuelade Warburg, es el oxígeno que se acti-va y, según la escuela de Wieland, es elhidrógeno de la substancia alimenticiaque se activa. Szent-Györgyi unió lasdos interpretaciones, demostrando queel oxígeno activo oxida al hidrógenoactivo. Esto constituye una larga cadenade reacciones complejas, durante lacual la energía de los átomos dehidrógeno se desprende gradualmente,en la serie de transformaciones que sedesarrollan de paso en paso.

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George Olah

Szent-Györgyi durante más dediez años dedicó sus esfuerzos alestudio de los procesos oxido-reductores. Fue el descubrimientode la parte significante de loseslabones de oxidación que sirvióde base para la obtención delPremio Nobel. Los otros elementosdel círculo de citratos y su mecanis-mo completo fueron aclarados porsu amigo Hans Krebs (1900-1981),igualmente laureado con el PremioNobel; la denominación correcta delproceso cíclico es: ciclo de Szent-Györgyi–Krebs.

Después de recibir en 1937 elPremio Nobel, Szent-Györgyi conti-nuó con sus actividades científicas:el año 1939 se constituye en el iniciode sus nuevas investigaciones ynuevos descubrimientos. El flore-cimiento húngaro e internacional delas investigaciones de los músculos,con derecho es ligada a las realiza-ciones de Szent-Györgyi y su escuelade Szeged. Medio siglo después,Straub F. Brunó (1914–1996), uno desus colaboradores principales enaquel entonces, y luego el continu-ador internacionalmente reconocidode las investigaciones, apreció asílos resultados mencionados:“1940–1942 fueron los años de granéxito para Szent-Györgyi, así comotambién para nosotros, puesentonces logramos saber sobre laconstricción de los músculos. Segúnmi opinión, en la vida de Szent-Györgyi este resultado es aún más

destacado que aquel que le hizomerecedor del Premio Nobel”. Sudescubrimiento de entonces consti-tuye el inicio de la moderna biologíamuscular.

Posteriormente, Albert Szent-Györgyi - después de emigrar en1947 a los Estados Unidos - duranteotros 40 años continuó con susinvestigaciones en su laboratorio. Laenfermedad que segó la vida de suesposa, de su hija y de su amigoJános Neumann, llegó a ser el tercergran campo de sus investigaciones.A sus 90 años de edad, continuabainvestigando el secreto del cáncer.Para los húngaros su persona, inclu-so durante su vida, llegó a ser el sím-bolo del científico humanista deespíritu libre.

Georg von Békésy (1899–1972):laureado con el Premio Nobel deFisiología o Medicina en 1961 “porel descubrimiento del mecanismofísico de las excitaciones que se pro-ducen en la cóclea de las orejas”.

El elemento más significativo de laobra de Békésy es la observación, ladescripción de los procesos mecáni-cos físicos producidos en el oídointerno y la creación de la nuevateoría de la naturaleza del oído. Fueel primero en preparar un modeloque realmente funcionaba de manerasemejante al oído interno, en el cualse podía observar y hasta fotografiarlos procesos desarrollados con másprecisión que en los preparados deoído. Logró el éxito gracias a los

exámenes profundos y cuidadosos,así como a las numerosas medicionesque realizó con relación a los compo-nentes de la cóclea.

Békésy recibió el Premio Nobelcuando se encontraba trabajandodesde hace más de una década en losEE.UU., pero el mismo le fue otorga-do por sus actividades desarrolladasen Hungría. János Szentágothai (1912-1994), el investigador del cerebro defama mundial, atestiguó estodeclarando lo siguiente: “Yo, en losaños 1931–1944 – inicialmente comoestudiante de medicina y luego, en losaños siguientes, trabajando en uncampo cercano a sus investigaciones– y estando con él en relaciones alle-gadas, sabía que su teoría del oído,reconocido con el Premio Nobel, para1944 ya estaba concluida, al igual quesu teoría, tal vez aún más genial, decómo el mecanismo inhibidor con-tribuye a diferenciar "la señal" y "elruido". Esta teoría en sí misma mere-cería un Premio Nobel aparte.”

La investigación de la oreja y deloído para Békésy constituyó una delas rutas que llevaba hacia la cienciauniversal de la percepción humana.En su ponencia de Nobel ya llamóla atención sobre esto: “Tal vez noesté lejos el día en que estos tressentidos - el oído, la piel y los ojos –que hoy en día se encuentran sepa-rados bruscamente por los ma-nuales de biología, en ciertos aspec-tos vayan a constituir un capítulocomún.”

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Georg von BékésyAlbert von Szent-Györgyi NagyrapoltRobert Bárány

Békésy en su obra coligó susinvestigaciones de física, técnica detelecomunicaciones y fisiología, y suactividad científica con las artes.Reunió una colección de obras artís-ticas de valor museológico y en sutestamento, junto con toda su heren-cia, lo donó a la Fundación Nobel.Békésy hasta su muerte se proyectóhacia la síntesis interdisciplinaria ydejó como herencia la tarea de con-tinuar con este trabajo.

Békésy, al recibir el PremioNobel, en su ponencia remontó suactividad hasta “el padre fun-dador” de la otología, afirmandoque: “… el primer laureado con elpremio de otología, Róbert Bárány,es igualmente de origen húngaro.Yo no creo que esto sea puramentecasual. En Hungría la otología seencuentra en un nivel bastante altoy está rodeada de interés ver-dadero. Yo sospechaba durantemucho tiempo que en alguna otraépoca existía una personalidaddestacada que había sentado susbases. Lo busqué durante muchotiempo en los manuales, en vano,hasta que finalmente conseguíencontrar su nombre. Se llamabaHôgyes …”. Endre Hôgyes(1847–1906) en 1880 empezó ya ainvestigar los trayectos de reflejode los movimientos asociados delos ojos y sus correlaciones con elsistema del laberinto. Estas laboresexperimentales de importancia

extraordinaria, realizadas en ani-males, precedieron a los estudios yresultados del mismo tema deRóbert Bárány, ejecutados en sereshumanos. Bárány, en su ponenciade Premio Nobel, hablando de suspredecesores, hizo referencia aEndre Hôgyes.

Robert Bárány (1876–1936):laureado con el Premio Nobel deFisiología o Medicina en 1914 “porsus labores relacionados con la fisi-ología y patología del aparatovestibular (órgano de equilibrio)”.

Róbert Bárány hizo sus estudiosde medicina en la universidad deViena. En universidades alemanes seperfeccionó en patología interna ypatología neurológica-cerebral, yluego pasó a la clínica de otología deViena. Fundamentó su actividad,laureada con el Premio Nobel, ensus exámenes clínicos y experimen-tales aquí iniciados.

Fue una simple experiencia clíni-ca que llamó su atención sobre elórgano de equilibrio (vestibular) situ-ado en el oído interno. Muchasveces, cuando realizaba el enjuaguede oído en sus pacientes, experimen-tó que en el curso de este proce-dimiento los enfermos frecuente-mente tenían vértigo. Resultó que elvértigo tenía correlación con la tem-peratura del líquido de enjuague.Usando agua tibia, el enfermo nosentía vértigo, mientras que elenjuague con agua fría o demasiado

caliente causaba vértigo. La expli-cación del fenómeno reside en que latemperatura de la linfa circulante enlos meatos arqueados del oído inter-no es de cerca de 37 °C. Los cambiosde temperatura hacen fluír este líqui-do -en función del efecto frío ocaliente- siempre en diferentesmeatos arqueados y esto provoca elvértigo. Esto prácticamente perturbala orientación sobre el estado de nuestro cuerpo, lo que es señaladopor la vibración de los globos oculares(nystagmus). Dicho fenómeno corres-ponde a un mecanismo de reflejo fisiológico conocido como reaccióncalórica de Bárány. Su falta es de carácter patológico, advierte sobre la propagación de los procesos patológicos (sobretodo, de infla-mación) a los meatos arqueados. Elproceso fisiológico tiene que ver tam-bién con el fenómeno del mal de mar.

Toda la actividad de Bárány prác-ticamente se desarrolló en el deslindede la otología y la neurología. Entresus descendientes se encuentrannumerosos médicos. Anders Bárány,uno de sus nietos, optó por la carrerade físico y, en su calidad del secre-tario de la comisión del Premio Nobelde Física, participó en varios proce-sos de adjudicación del premio.

El laureado con elPremio Nobel de la Paz

Alfredo Nobel en su testamento,fuera de la gratificación de loslogros científicos y literarios, pensóigualmente en gratificar con un pre-mio especial a los humanistas desta-cados, a los héroes de la paz. Estotiene una importancia particular,pues el siglo XX no es solamente elsiglo de la liberación de la energíaatómica, de la conquista de la luna,de la telecomunicación global porvía satélite, del procesamientoautomatizado de las informacionespor ordenador, de la cirugía genéticay de otras conquistas del progresocientífico, sino también es el siglo deHiroshima, y de los holocaustos.

Elie Wiesel (1928– ): laureadocon el Premio Nobel de la Paz en1986 es el memento vivo de lo dicho.Tenía quince años cuando fue depor-

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El diploma Nobel de Georg von Békésy

tado junto con su familia. Su madre ysu hermana menor perecieron en lacámara de gas, su padre murió antesus ojos en el campo de exterminiode Buchenwald. Sobrevivió la trage-dia que testimonió como acusadordesde un comienzo y, luego – através de la literatura - llegó a ser eldespertador de la consciencia.

En 1945 se estableció en París y,durante los dieciséis años de su estadíaaquí, conquistó su lugar en la literaturafrancesa moderna. En 1961 visitó losEstados Unidos y desde 1963 es ciu-dadano americano. Aunque es escritor,su reconocimiento moral no se debe asu labor desarrollada en el campo de la

literatura, sino que, de acuerdo con lamotivación oficial, fue laureado con elPremio Nobel, considerando particular-mente el hecho de que él fue uno delos “líderes más importantes y diri-gentes intelectuales en los tiempos,cuando la violencia, la opresión y elodio racial marcaron la faz del mundo”.

En Tel Aviv, en la redacción deEmil Feuerstein y con el título de “Unpuñado de flores – La herencia espi-ritual de los judíos de habla húngara”se publicó una serie de libros sobreaquellas personas, que tanto enHungría, como en Israel son conside-rados igualmente como enriquece-dores de su cultura. En la portada deltercer volumen, publicado en 1989,en la parte superior se ve el retrato deDénes Gábor, y en la parte inferior elretrato de Elie Wiesel, autor de pro-logo del libro publicado en húngaro.

El laureado con el Premio Nobelde Economía

John C. Harsányi (1920–2000): lau-reado con el Premio Nobel deEconomía en 1994, compartido conel americano John Nash (1928–) y elalemán Reinhard Selten (1930–) “porsu actividad precursora en el campodel análisis de equilibrio en la teoríade los juegos no cooperativos”.

El laureado con el Premio Nobelde la teoría del juego nació enBudapest, el 29 de mayo de 1920. Aligual que Jenô Wigner y JánosNeumann, él también cursó sus estu-dios en el famoso gimnasio de laAlameda de Budapest. Fue aquídonde recibió y obtuvo las bases desus conocimientos y su humanismo,que recordaba con cariño hasta el finde su vida. En 1937, el año de suexamen de bachillerato – al igualque los gigantes científicos mundial-mente conocidos, como fueronTódor Kármán (1881-1963), LeóSzilárd (1898-1964) o Ede Teller(1908-) – ganó el Concurso Nacionalde Matemáticas de las EscuelasSecundarias, que tenía un rangointernacionalmente reconocido.

Su padre tenía una farmacia en elbarrio de Zugló, por esto, atendiendo

la petición de sus padres, estudió far-macología en la Universidad deCiencias de Budapest, con finesdirigidos a asumir la dirección delnegocio familiar. Pero intervino laguerra: en 1944 los fascistas locitaron a realizar trabajo obligatorio.Gracias a su buena suerte y a lospadres jesuitas, sobrevivió la II gue-rra mundial y la época de riesgos.

Cuando en 1946 se matriculónuevamente en la universidad deciencias, optó por cursar sus estu-dios en otro campo. Al año siguienteobtuvo el grado de doctor enfilosofía y psicología. El año lectivode 1947-1948 trabajó como profesorasistente en el Instituto de Sociologíadel profesor Sándor Szalai. Aquíconoció a Ana Klauber, estudiantede la facultad de psicología, que seconvirtió en su compañera de toda lavida. "Mi familia y mi trabajo deinvestigaciones estaban situados enel centro de mi vida" - declaró el pro-fesor Harsányi, al echar una ojeadaretrospectiva de su vida.

El sistema político estalinista imposi-bilitó la continuación de su trabajo deinvestigador. A causa de esto, en 1950,junto con su esposa, se fugaron alextranjero, arriesgando sus vidas, através de una zona minada. En Austriaempezó de nuevo su vida como obrerofabril. Paralelamente continuó sus estu-dios y consiguió una nueva especiali-zación, en el campo de las cienciaseconómicas, que más tarde continuó enAmérica. Desde el año 1964 y duranteun cuarto de siglo, fue profesor de laUniversidad Berkeley, de California.Aquí se jubiló en 1990. Sin embargo, nodejó sus investigaciones científicas.Publicó cuatro libros y unos cien artícu-los científicos.

Esta obra fue coronada con elPremio Nobel, otorgado por la teoríade juegos. John C. Harsányi llegó alos Estados Unidos exactamente enel año 1957 cuando murió JánosNeumann, el fundador de la teoríade los juegos.

El profesor Harsányi, continu-ador de la obra de Neumann,demostró cómo se puede analizarcon éxito los juegos sociales, inclusoen caso de informaciones insufi-cientes. Con esto fundamentó unramo de investigaciones, que tenía

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Elie Wiesel

Portada del libro titulado Un puñado de flores -El legado intelectual de los judíos de habla hún-gara, cuyo prefacio fue escrito por Elie Wiesel

un desarrollo muy rápido: laeconomía de las informaciones, queestudia las situaciones estratégicas,en las cuales los participantes noconocen, o solamente conocen par-cialmente los objetivos tanto del unocomo del otro. Aprovechó con éxitoestos conocimientos en favor de supatria nueva y del mundo entero,trabajando junto con el presidenteNixon, en las negociaciones dedesarme americano – soviéticas.

El profesor Harsányi dividió sutrabajo científico entre el desarrollode los problemas filosóficos, espe-cialmente de la filosofía de la histo-ria, la teoría de juegos, el pensamien-to económico y la ética. "La ideaconsiste en que si la sociedad aceptareglas éticas que realmente sirven ala sociedad, y si la gente observadichas reglas, entonces no solamentela sociedad será más ética, sino quela misma se encontrará en condi-ciones económicas mucho mejores.Es que si la gente se comporta demanera ética, entonces reinará laconfianza mutua, y no solamente van

a confiar el uno en el otro, sino quetendrán motivos justos para confiarel uno en el otro, y sabemos que elhecho de que la gente puede tenerconfianza recíproca, constituye unaparte esencial de la vida económica,pues, en caso contrario, no puedencooperar el uno con el otro, nopueden concluir contratos, etc. Hastadesde el punto de vista económico esmejor ser honesto!"

La actividad de John C. Harsányicontribuyó a que las cienciaseconómicas y el pensamientoeconómico sean más adecuados parala interpretación más perfecta delmundo que nos rodea, y para un com-portamiento más correcto que armo-nice con lo anterior. En su obra lasabiduría, el honor, la ciencia y elhumanismo quedaron unidos en altogrado. Desde el punto de vista de lasociedad basada en conocimientos, suejemplo, herencia y mensaje son cadavez más importantes y más actuales.

El primer premioNobel húngaro del siglo XXI

Los premios Nobel húngaros delsiglo XX recibieron el máximoreconocimiento por su logros cientí-ficos. Siete de ellos nacieron enBudapest. En la persona de ImreKertész, el primer premio Nobelhúngaro del siglo XXI, se unió a estecírculo también el primer escritor.

El autor de “Sin destino” nació el9 de noviembre de 1929, al comien-zo de la crisis económica mundial.Tenía 10 años cuando estalló lanueva guerra mundial, una de cuyasbrutales consecuencias fue elHolocausto. Por su origen judío, en1944 fue deportado a Auschwitz,luego de ahí a Buchenwald. Estejoven muchacho llegó a un mundoabsurdo del Estado totalitario, dondehabía fracasado el sentido común eincluso la capacidad de orientaciónmás elemental y el hombre habíaperdido su destino individual. ImreKertész aprendió a adaptarse y asobrevivir la bárbara arbitrariedad.

En 1945 salió en libertad delcampo de exterminio. Volvió aBudapest, donde como resultado detreinta años de aprendizaje, lucha ycreación, en 1975 fue publicada suprimera novela. “Sin destino” se basaen las experiencias vividas por ImreKertész en Auschwitz y Buchenwald.Es la novela húngara más conmove-dora sobre el holocausto. Combina larepresentación del campo de concen-tración impresionantemente auténticay de gran fuerza artística con una

filosofía de la existencia que penetrahasta las fibras más profundas. En laelaboración de las vivencias incor-poró sus experiencias personalesadquiridas en las dictaduras tanto deHitler como de Stalin, así como lasgrandes tradiciones culturales-filosófi-cas europeas, principalmente las ale-manas, que asimiló a través de la tra-ducción literaria y de las polémicas.

La novela no tuvo repercusiónalguna cuando se publicó, al igualque las otras dos novelas, con lascuales forma una trilogía: El fracasoy Kaddish por el hijo no nacido. Losgrandes cambios políticos de 1989abrieron los corazones y las mentespara admitir las obras de Kertész,dándole ímpetu para escribir nuevoslibros. Su estilo se asemeja “al esbel-to seto vivo de espino albar: semuestra compacto y espinoso ante elvisitante despreocupado. Con ello,no obstante, libera al lector de lacarga de sentimientos obligatorios einvita a vivir una especial libertad depensamientos” -establece la argu-mentación de la Academia Sueca.

A través de sus libros, ImreKertész envió al mundo un mensajesobre la existencia humana universaly sobre el intelecto humano, y sibien escribe sus obras en idiomahúngaro, sus libros erigen un puenteentre la literatura húngara y la cul-tura mundial mediante las traduc-ciones hechas al sueco, alemán,español, francés, holandés,hebraico, italiano e inglés.

Con Imre Kertész llegó al círculo delos premios Nobel húngaros un com-pañero esperado desde hace muchotiempo, creando a la vez el puente in-telectual entre los mundos de la culturay las ciencias. Pues, todos los premiosNobel húngaros, predecesores delescritor Kertész, han destacado laestrecha interrelación existente entre laciencia y la cultura, en especial la lite-ratura. Georg von Békésy escribió: “Elser humano se compone de dos partesdistintas -la fisiológica y la intelectual.La parte intelectual necesita libros,muchos libros”. Eugene P. Wigner dijo:“Es una gran equivocación creer que losbienes materiales son lo más importanteen la vida humana. La felicidad del hombre también requiere de bienesintelectuales”. Dennis Gábor afirmó:

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John C. Harsanyi

“En aquel reducido círculo, en el cualhabía bienestar, en la clase media deBudapest, las ‘dos culturas’ estaban tancerca la una de la otra como quizá enninguna otra parte del mundo. Nosfascinaba por igual la ciencia occiden-tal y la literatura, el arte occidentales”.George A. Oláh estableció: “En misaños escolares leía muchos clásicos,obras literarias y de historia, más tardeescritos filosóficos (...) Aparte de losclásicos, también la literatura húngaraofrece un abundante y magnífico caudal de excelentes obras. Es lamen-table que, debido a las barreras delidioma, las obras de numerosos desta-cados escritores y poetas húngaros ensu mayoría sean inaccesibles para elmundo”.

De esta manera, Imre Kertészllegó a casa, ocupando su sitio entrelos premios Nobel húngaros.

El mensaje de los Premios Nobel

La ciencia en su esencia es internacionaly cada científico, por medio de sus crea-ciones, puede enriquecer varios cam-pos profesionales y diferentes países ala vez. El nombre en sí de RóbertBárány ya indica su origen húngaro.Richárd Zsigmondy procedía de unafamosa familia húngara. Ambosnacieron en Viena. Sin embargo,Zsigmondy recibió en Estocolmo elPremio Nobel como profesor deGotinga, es decir como profesoralemán. Robert Bárány fue liberado desu cuativerio de guerra por el gobiernosueco durante la primera guerra mun-dial y fue Suecia que le ofreció unanueva patria y también sitio para susrestos mortales. Tanto el correo hún-garo, como el austríaco y el sueco emitieron sellos postales dedicados aBárány. John C. Polányi, nació en Berlíncomo hijo de Michael Polányi, químicoy filósofo de fama mundial, quiendespués de la primera guerra mundialemigró de Budapest, es decir, eradescendiente de una familia intelectualque jugó un papel importante en la vidacultural húngara. Cursó sus estudios en

Inglaterra, pero recibió el Premio Nobelya como ciudadano canadiense.

“Me esfuerzo por ser un ciudadanoútil de otro país, de Estados Unidos,pero también de una unidad aúnmayor: de la humanidad, sirviendo alos grandes objetivos comunes del serhumano. Sin embargo, todo esto nocambia el hecho de que siga siendohúngaro, como lo fui antes, y que mipatria sea Hungría, como lo fue en miinfancia” –afirmó Albert von Szent-Györgyi –quien después de la segun-da guerra mundial se vió obligado aemigrar del país- al regresar a Hungríadespués de 25 años de ausencia.

Con palabras igualmente bellashabló sobre su doble afecto GeorgeOláh, quien emigró después de laderrota de la revolución de 1956:“Yo y mi familia encontramos unanueva patria, y mientras que mesiento orgulloso de ser húngaro,llegué a ser americano. […] En loque se refiere a mi origen húngaro:yo viví veintinueve años en Hungría,y como salí joven de allí, guardo losmejores recuerdos, ya que – y estoes lo que tiene de hermoso la vida –la gente recuerda las cosas agra-dables. Soy americano de origenhúngaro, y como aquí dicen: de losdos mundos, el mío es el mejor.”

Los logros de los premios Nobelhúngaros son motivo de orgullo deigual manera en Berlín, Budapest,Estocolmo, Tel Aviv, Viena oWashington. El espíritu del premioNobel estimula a construir puentespor encima de las fronteras nacionalesy de las barreras científicas.

Es un sentimiento emocionanterepasar la lista de los premios Nobel deorigen húngaro de un siglo. En estetablero histórico se refleja de maneraconcentrada la dramática lección delsiglo XX, la centuria de mayores vicisi-tudes de la historia de la humanidad:los avances científico-técnicos deben iracompañados del progreso moral yhumano. Hace más de medio siglo, ensu conferencia de premio Nobel, pronunciada en 1937, destacó así estainterrelación Albert von Szent-György,quien finalizó su discurso -que mereci-damente podemos considerar como el

mensaje de eterna validez de los galar-donados con el premio Nobel- atenién-dose al espíritu de Alfred Nobel y ligan-do las ciencias con el humanismo:

“La finalidad de mis investigaciones,al igual que la de la bioquímica moder-na en general, es llegar a comprender elfuncionamiento del organismo. Unavez que hayamos entendido la funcióndel organismo, entonces comenzaráuna época completamente nueva en lasciencias médicas. Hemos podido obser-var que hasta que alcancemos dichameta aún bastante lejana, las investi-gaciones realizadas tampoco habránsido infructuosas, ya que hasta elmomento se han descubierto variassubstancias en las que tenemos fun-dadas esperanzas, más aún, en parte yasabemos que podremos utilizarlas paraaliviar el sufrimiento humano.

Sin embargo, mis investigacionestienen otro aspecto que me llena de alegría, es más, de orgullo. No se tratadel resultado de mis investigaciones.[…] Lo que me colma de infinita alegríaal mirar en retrospectiva mis investi-gaciones, es que ellas, de comienzo afinal, fueron posibles gracias a la granfraternidad científica internacional, a lacooperación científica y a la solidaridadhumana, sin la ayuda de las cuales yomismo hubiera perecido y mis investi-gaciones no hubieran conducido aningún resultado. Es un sentimientoemocionante saber que en este mundode hoy tan agitado y lleno de odio, enlas alturas de la ciencia vive este espíritude fraternidad y solidaridad humana.No me queda sino desear que algún díaeste espíritu extienda sus rayos más alláde las fronteras de las ciencias, con-duciendo así a toda la humanidad haciaun futuro mejor que el actual”.

Ferenc NagyRedactor en jefe de la

Enciclopedia de Científicos Húngaros

* La recopilación fue peparada sobrela base del material informativo del

e-Museo Nobel (www.nobel.se), de losartículos de la Enciplopedia de

Científicos Húngaros, así como de la obratitulada Nuestros genios premio Nobel

(Budapest, 2001), del autor.

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Elaborado por encargo del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Hungría (www.kum.hu)Imprenta Pharma Press Kft. • Budapest, 2003