Nº4 Enero 2008

DESAFÍO “LAS VEGAS”Especial

Revista electrónica

¡¡¡PRUEBA SUPERADA!!!

Este número, especial sobre el “Desafío Las Vegas”, rompe el esquema de revistas anteriores. Hemos querido hacer un especial con las narraciones de algunos de los integrantes del equipo que partió a la aventura. Consegui-mos algunos de nuestros objetivos, a pesar de haber encontrado mayores dificultades de las esperadas. Queremos felicitaros a todos por el gran trabajo realizado, en especial a David567 que arrasó colocándose primero en ganancias y a Óscar García-Pelayo que demostró un gran dominio del juego proclamándose vencedor en el torneo celebrado en el Wynn.

¡Feliz y próspero Año Nuevo!

Equipo Los Pelayos Poker.

ÍNDICE DE CONTENIDOS:

Las Vegas... ¡Ya van cuatro! (Óscar G-P.) ... Página 3

Ciudad del Jugador ( José “Oseas”) ... Página 4

Grandes momentos (Xabi “Ollomol”) ... Página 6

Se consumió la bengala (Periquillo) ... Página 7

“Mi” Las Vegas ( Jesús “FakieThis”) ... Página 9

Mi experiencia en L.V. (Rosa “Cibeles”) ... Página 10

Foreign_Hero (Miguel “Local_Hero”) ... Página 12

Carpanta en L.V. ( Jesús “Carpanta”) ... Página 14

P8 en L.V. (Francisco “Pacocho”) ... Página 16Manos curiosas (Periquillo) ... Página 18

LAS VEGAS EN IMÁGENES ... Página 20

* Para regresar al índice haced click sobre el logo lpp.com

Las Vegas... ¡Ya van cuatro!Con la maleta sin vaciar, recién llegado de mi cuarta visita a la ciudad del juego, me encuentro escribiendo un artículo para esta gran revista y me veo con la obligación de contaros un poco esta última experiencia.

Del día 2 al 17 de diciembre realizamos el primer desafío a Las Vegas, una aventura que repetiremos con los jugadores de nuestra escuela que ya están demost-rando ser ganadores on line. Esta primera aventura la realizamos 12 jugadores de la escuela y 6 jugadores pelayos y directivos. El reto es ganarles en el cash para que nuestra estancia allí sea gratis, y de esta forma nuestros jugadores cojan una enorme experiencia del póquer en vivo y póquer en general. Hemos conseguido los dos objetivos, ganar en las mesas un grupo de 18 jugadores. De esta forma las desviaciones son menores, y en cómputo general es casi imposible terminar en negativo. Hemos jugado una media de ocho horas diarias y creo que han mejorado muchísimo su nivel de observación y lectura de la mano, y lo más importante el análisis de la mesa y adaptación a esta para jugar siempre con ventaja, entre los niveles 4-8 hasta 15-30 limit. También hemos jugado 1 2 y 2 5 no limit. El equipo de españoles se ha hecho notar en Bellagio, Wynn, Venetian, Mirage y Flamingo..... Hemos disfrutado de esta ciudad de juguete, que nunca duerme y cuando tú lo haces sueñas con cartas. Juego, lujo, diversión y la sensación de que nadie

te puede decir nada si lo único que quieres hacer es jugar, jugar, jugar, y volver a jugar, para eso se hizo Las Vegas...

Justo en los días que estuvimos atizando en cash, se estaba celebrando el wpt del bellagio, fue una pena porque cuando me decidí a buscar algún evento paralelo que jugar, ya estaba todo terminado y sólo se estaban jugando los súper sats. Decidí olvidarme ya que nos volvíamos antes de terminar el main event, y el plan de este viaje era estudiar y trabajar el cash game. Pero me quedé con ganas de jugar algún torneo, así que me dirigí al wynn para apuntarme al torneo de 500$ buy in, sólo jugamos 57 jugadores. Tuve un buen día tanto de juego como de suerte y conseguí imponerme a todos, quedando primero sin pacto, cobré 9.100$ y la gran ilusión y alegría de ganar un torneo en vivo.

En el cash tanto en limit como no limit hay una gran ven-taja, aunque hay que saber abrir tu juego cuando lo requi-era. Con esto quiero decir que hay que dominar diferentes estrategias y saber cuando cambiarlas según la situación de la mesa. Puede en un momento cambiar de ser una mesa roca, a que entren dos maníacos y vuelvan a todos locos.

En resumen ha sido un gran viaje y creo que un gran aprendizaje para todos, nos hemos hecho grandes amigos y día a día hacemos mas real la frase “Únete al equipo”...

Óscar García-Pelayo

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Vanessa y Óscar García-Pelayo

CIUDAD DEL JUGADOR Uno de los temores que debía vencer era el de no haber jugado jamás en vivo, pero quise ocupar una silla desde la primera noche, aunque por la lógica del cansancio no pude. Vi las mesas, oí el tintineo plástico de las fichas, miré a los ojos de los jugadores y se desvaneció la fatiga.

Si cierro los ojos puedo reconstruir los pasos exactos desde el Flamingo al Wynn, el sonido y la luz de cada tramo, Las Vegas es una ciudad cambiante que se reinventa cada diez metros, pese a mi mal sentido de la orientación (no es broma, la primera noche tardé cerca de dos horas en hacer la vuelta que a paso normal no debe ir más allá de los diez o quince minutos), ese trayecto se ha grabado en mí de forma instintiva, supongo que como el lobo conoce de forma natural dónde pasta la presa, lo que no quita para que algún día le atraviesen las tripas de una cornada, pero así es la cosa… O lo que da quizá más vértigo, tengo ya ese camino en la memoria como tiene un niño en la suya el de vuelta a casa.

Al contrario que las poker rooms del Mirage o del Bellagio, la del Wynn siempre me resultó más cómoda. Puestos a trabajar, si hay que hacerlo sentado en una piedra… Pero habiendo partida en el Wynn, siempre preferí dar un paseo más largo por la mañana y respirar los aires recién amanecidos de esta ciudad que olvida sin ningún remordimiento sus heridas nocturnas en cuanto el primer rayo de sol sesga el desierto. Al segundo o tercer día ya no tenía que decir mi nombre a la mayoría de responsables de sala, lo mismo sucedería a los compañeros que se unieron días después a la conquista del Wynn; igual dejó de ser necesario que repitiera con mi inglés de bachillerato absente: “15 30, if not 8 16, if not 4 8” “Sit open at 8 16? Ok, while 15 30…”. Te entendían y encima sonreían, terminaban apuntándote en las listas de espera correspondientes de memoria. “¿Qué tal José, cómo estás hoy?” Me preguntaban Carmencita o Dolores, dos hispanas que trabajaban en la sala llevando fichas de las mesas al cashier y viceversa y atendiendo a los jugadores en la ventanilla del cashier, respec-tivamente. Una sala acogedora en definitiva, exceptuando a tres o cuatro croupieres “despropinados” y, por supuesto, al resto de jugadores, ya que para con estos mi única intención era caerles peor cada día, sin decir media palabra, eso sí. Aun así, uno de los habituales de aquella sala, un hombre cano de unos cincuenta años y temperamento sosegado que por

su buen juego se había ganado mi respeto (y el de Jesús; nos referíamos a él como “El Maricón” y, aunque pueda parecer ofensivo, era un calificativo de reconocimiento a su buen juego), mostró también el suyo viniendo el último día hacia mí para despedirse y estrecharme la mano, a pesar de que justo el día anterior se había levantado de la mesa con un aspaviento de enfado tras una pequeña jugarreta que le gasté desde la ciega. Nice to play with you, Sir.

No he sabido que soy jugador hasta pisar Las Vegas. Obviamente hay más dinero en Internet, pero es como hacer la guerra, detrás del monitor es apretar el botón y enviar un misil, en Las Vegas es pelear por mantener lo tuyo y conseguir lo ajeno cuchillo entre los dientes y en las barricadas. Curiosamente, en cuanto a juego, los dos días que más me han enseñado no han sido memorables en cuanto a ganancias, más bien todo lo contrario.

El primero fue el día que perdí, un total de 400, me volvió a recordar que cuando de verdad hay que saber coger las riendas es cuando se pierde, saber llevar los buenos momentos es sencillo para todos. La cantidad perdida no daba miedo, pero sí la sensación que tuve esa noche de ser incapaz de recuperarlo. Gracias al jet lag me había despertado de una supuesta siesta a las 2:30 de la madrugada y, he ahí, la segunda lección de aquella noche: jugador sin disciplina… Debería haber esperado al día siguiente, jugar fresco, sin prisas, las mesas empiezan a decaer a eso de las 3 de la mañana y ahora iba a paso acelerado por la strip en busca de cualquier partida. En el Bellagio sólo había dos de 15 30, entré en una y tras algunas pequeñas subidas

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CIUDAD DEL JUGADOR

y bajadas se rompió cuando a las dos horas, iba yo en algo más (o menos) de -300. Las cinco de la mañana, no había partida, no había jugado lo suficiente, había perdido mi sesión por un estúpido cambio de horario. Sigo buscando mesa. Wynn, Mirage, Flamingo, cualquier casino, cualquier nivel, todos desiertos. Sólo encontré a cuatro jugando una 3 6 en el Ballys y para colmo perdí ahí casi 100 cuando todos cansados se levantaron de la mesa. Salgo por la galería comercial, me siento impotente, son casi las seis y no podré hacer nada, me asomo otra vez por la poker room del Bellagio: nada de interés. Me resigno a volver a mi habitación. Empujo la puerta giratoria que da al puente, una bofetada de aire frío reprende mi actitud decaída, parece que va a llover. Apoyada en el puente una joven prostituta me sonríe: Where are you going? I don’t know.

El segundo día fue el de mi última sesión, en la que sólo gané dos dólares que me supieron mejor que más de un millar, fue en el Wynn, pronto me hice con la mesa y en apenas dos horas iba arriba más de 600; recuerdo cómo el primo de la mesa al que apenas le quedaban 200 dólares se quedó absorto durante unos segundos mirando con ojos de cordero degollado mi creciente pila de fichas. Desde el conocimiento de saberme mejor que él, reconozco que me reí interiormente de su envidia. Pagué la prepotencia: dos horas después había perdido los 600. Tres horas después había perdido 1.200 más, es decir, en siete horas mi balance era de 1.200 en negativo. El primo fue el que más daño me hizo, con escaleras y colores a una carta, barrigonas inverosímiles

y rivers de ensueño americano y pesadilla española. El primo pidió los racks para marcharse, eso me dolió más que cualquier pérdida, incluso me puse a pensar planes rocambolescos para hacer que se quedara… He de recuperar, probablemente sea mi última sesión y, sobre todo, puedo recuperar. Por suerte, no había dado a Vanessa los 500 dólares de ganancia del día anterior y pude recargar lo suficiente, comenzó la remontada. Muchos robos y re-robos, recuerdo una mano con J6s en últimas, por supuesto, iba a hacer Fold preflop, pero cuando vi que un determinado jugador al que conocía de otros días subió y me quedaba a solas con él, ciegas aparte, rápidamente hice call: conté que tenía un 80% de robarle si las comunes no le ayudaban y así fue, rico bote con J6s y ni siquiera una mísera pareja de seises. Llegué a -500 calculo que sobre las 9 horas de juego, ahí me planteé la retirada, había levantado 700 de pérdida, pero Miguel estaba animado y quería seguir (él terminaría por recuperar y cerrar en positivo su estancia en Las Vegas). Me tomé una pausa para fumar y analizarme, no quería seguir por seguir y estropear lo que había remontado. ¿Estás cansado? No, creo que puedo aguantar unas horas más, al menos al 90. Bueno, el 80 es suficiente para reventar a estos perros, entra ahí hijo de puta a recuperar lo tuyo. Algo más de 12 horas de juego y exhausto pedí los racks, medio día de sesión para obtener dos dólares y el sabor de la victoria verdadera. Un abrazo a todo el grupo, ha sido un verdadero placer.

José “Oseas”

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GRANDES MOMENTOS1. Problemas con el inglés. La verdad es que lo llevé fatal. Las mesas estaban llenas de buen humor y la gente intentaba ser agradable conmigo. Lástima que se encontrasen siempre con la respuesta tradicional: “Sorry, I understand English”. Después me preguntaban de dónde era y cuando les decía España, curiosamente, citaban Barcelona y no Madrid (tema olímpico, supongo). Uno me llegó a preguntar si yo era de los que corría delante del toro. Aún peor lo llevaba Jeri, que cuando un americano intentaba entablar conversación con él, respondía en un andaluz ás andaluz que la media: “¿Ca disho?”.

2. Un all-in que nadie oyó. Para ganar los cuartos, el inglés no supuso un gran obstáculo. A veces se confundía mi “call” con un “fold” (la verdad es que no lo entiendo, con lo bien que pronuncio), pero mi ignorancia casi me cuesta un gran bote. Tenía yo un espectacular full en el river y mi rival apostando de cara todo el rato. En ese momento anuncio all-in y me pongo serio. Empiezo a mirar sus fichas, como empujándolas con el aliento hacia el centro de la mesa. El tío no se decide. Mantengo la tensión. Y el rival, piensa que te piensa. Treinta segundos, un minuto. Empiezo a mirar la tele de la poker room, donde permanentemente emitían la final de rodeo. Dos minutos. El dealer empieza a decir algo de time. Avisa al jefe de sala. Y en esto, que noto como se dirigen... ¡a mí!. O nadie me había escuchado, o nadie me había entendido. Nervioso, chapurreó: “I said all-in”. Consecuencia: fold automático del adversario.

3. Riverazo. Como buenos jugadores, siempre nos que-jamos de la suerte. Nos fuimos con la impresión de que, en general, no nos sonrió en exceso. Pero el riverazo de Las Vegas lo pegué yo. Con set de cuatros, meto la caja en el turn, que es inmendiatamente pagada por un set de cincos. Y el river... ¡un cuatro! Bote de 300 pavos y jackpot de 60 que ofrecía el Casino Flamingo. Después expliqué mi jugada: “Yo le leí perfectamente su trío de cincos, pero con el bonus de 60 dólares tenía odds de sobra para jugármelo... ¡a una sóla carta!”.

4. El gafe. Lo de Jesús Carpanta no tiene nombre. Día tras día veía como le crujían sus ases, sus reyes, sus sets y sus escaleras. Inolvidable el bote de 1.300 dólares que perdió con su trucha de ases frente a una escalera con K-J. Tras una lamentable sesión en el Mirage, donde entre los dos perdidos 900 dólares en hora y media en una mesa de limit 6/12. Decidió probar en el

No Limit, con sólo 100 fichas de entrada, que le duraron exactamente una mano. Pilló As-K, subió, le vio uno, entró el as en el flop, bet, raise, all-in. El rival enseña As-2. Y en el river... ¡el dos!. Se queda frío y yo no puedo evitar la carcajada. Hasta me saltaron las lágrimas. Y por no hablar del dealer... ¡también descojonándose! Ese día decidí inventar un bancaje para el Gordo de Navidad y le pedí que al llegar a Salamanca comprase un décimo. Como no podía ser de otra forma, ni la pedrea

What do you play like an idiot? (versión Las Vegas)

1. Un A-9 sobrevalorado en limit. Soy ciega pequeña y me llega el preflop con tres limpers, yo cuatro y la ciega grande, cinco. Entra 9-6-3, pongo de cara, me pagan dos. El turn trae un siete, que no completa color (hasta creo recordar que estaban los cuatro palos en la mesa), vuelvo a poner de frente y un tío que por lo que le había visto era pasivito me sube y otro paga. Está claro que no tiene el 9 (si no hubiese protegido en el flop), así que le de-bería haber puesto en cañón y tirarlas. No lo supe hacer y pagué religiosamente 30 en el turn y 30 en el river para comprobar que, como tenía que haber supuesto, llevaba un set de seises.

2. Un A-9 sobrevalorado en no limit. Nada más sen-tarme en las mesas de 1/2 del Caesar Palaces, pago en media posición con esta jugada maldita y se forma un familiy pot. Caen un 9-8-3 con dos diamantes (y yo, sin ninguno). La ciega abre metiendo 12, yo subo a 50 y otro detrás de mí se resta a 130. Error claro, pago los 80 dólares que completan el bote y enseña un 9-8 cantado.

3. Y una idiotez que salió bien, pero una idiotez al fin y al cabo. Estoy en limit 15/30 en el button, el de mi dere-cha es el primero en igualar y yo con J 10 offsuited subo, la ciega, una señora regordeta y pasiva, mete tercera, el que iguala mete ahora la cuarta y yo pago, lo cual en si ya es un error... ¡que aumenta por olvidarme que el cap en el Mirage es meter la quinta!, lo que hace la señora de los obvios ases. Y ahí me veo en el charco, pagando 75 dólares con una basura. Luego entra la J en el flop y con semejante bote, voy igualando y como todos los tontos tienen suerte, el 10 en el river me da una victoria injustísima y sonrojante.

Xabi “Ollomol”

(Más en ollomol.net)

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SE CONSUMIÓ LA BENGALAMartes 17 de diciembre a las 3:30 de la madrugada. Camino en solitario entre las lujosas tiendas del Bellagio en dirección al Flamingo. Atrás he dejado no sólo uno de los Poker Rooms más emblemáticos del mundo, que ha sido mi casa estos días en Las Vegas. Entre otras cosas he dejado mi envidiada soltería.

El colofón del viaje no ha podido ser mejor: por la tarde una divertidísima boda, y; la última mano ganada fue un poker de Js en el Bellagio.

Siempre he dicho que sólo he llorado tres veces en mi vida, y dos lo fueron de risa. En estos anchos pasillos no voy a llorar, pero noto que los ojos se me están poniendo “brillantes” y en este momento me viene a la memoria, como si fuera ayer, la primera gran de-cepción de mi vida. Yo rondaba los tres o cuatro años y estaba con algunos de mis hermanos en casa de unos vecinos celebrando alguna fiesta navideña. Alguien puso en mi mano una bengala y la encendió. Era la primera vez que yo disfrutaba de tal artilugio. Me pareció algo maravilloso, único, increíble. Sentí la necesidad de enseñar aquello tan fantástico a mi madre y salí escopetado hacia mi casa. Toqué el timbre mientras la bengala, sin yo darme cuenta, se consumía. Justo en el momento de abrirse la puerta, pssssa, se apaga la dichosa bengala. Mi madre vió ante si a un canijo de tres años con un palito en la mano, la mitad del cual estaba chamus-cado. Toda la ilusión y entusiasmo que llevaba encima se convirtieron en la mayor desazón y desencanto que os podéis imaginar. Ahí empezó eso de “que cara de gili-pollas tienes”.

Bien, pues aquí en Las Vegas se ha consumido la bengala. La cara de gilipollas ya la traía, pero aquí se ha acentuado. Desde las primeras imágenes de la Strip completamente iluminada desde el avión o el paseo en limosina desde el aeropuerto hasta el Flamingo nos han ocurrido muchas cosas. Las hemos visto de todos los colores: alegrías, penas, risas, cansancio, desesperación… Por mi parte han abundado los buenos momentos, yo diría que el 95%. He conocido con más profundidad a 16 tipos a los que acompañé en esta aventura.

El primer golpe de mala suerte lo tuve en el sorteo de habitaciones. 17 personas y sólo 2 mujeres. Es decir, de 16 contaba con 2 outs. Un 8 a 1, casi como la posibilidad de ligar trucha en el flop. Pues nada, me tocó compartir habitación con joben. Esto si que es un

bad beat. Gracias a Dios en el river apareció mi mujer (el trío, ummm esto traerá comentarios indeseados) aunque tenía que haberme tirado (otro comentario) en el flop.

Contratamos internet en la habitación ya que, tanto joben como yo, lo necesitábamos para trabajar. Menudo desastre, parecía que estábamos en Rhodesia. La conexión era penosa, se cortaba constantemente. Me ponía de los nervios por que yo quería terminar el trabajo rápido e irme echándo chispas a las mesas. El colmo fue un día que me tiré una hora escribiendo una crónica de esas largas que hago yo. Cuando le doy a enviar, se corta la conexión y perdí el trabajo de una hora. Casi tiro el portátil por la ventana … pero me supo mal por el dueño: joben.

Los que vengáis en próximas ediciones preparad propinas (tips). Es costumbre dar propinas por todo: un dólar. Un crupier o una de las gatitas que te traían las bebidas se sacan una pasta al día. Acabamos tan hartos de las propinas que un día que le subí un café a joben me dio un dólar. Por supuesto, me lo quedé.

Cuando se le da la ficha de propina al crupier, la golpea en alguna parte dura de la mesa, para que suene, al tiempo que dice: “thank you, sir” y se la guardaba en el bolsillo de la camisa. Nosotros no dábamos salvo en contadísimas ocasiones. Yo creo que di tres veces en los quince días cuando me llevé botes gordos. Normalmente los crupiers no decían nada, pero a algunos les sentaba un poco mal. A veces cuando arrastraban las fichas a tu posición tras ganar una mano, sabiendo que no les ibas a dar un taril te decían: “nice hand, sir” o “thank you, sir”.

Un día, en una mesa de ambiente distendido y camaradería entre los que estábamos sentados, se sienta un nuevo crupier que no me conocía. En las primeras manos, al ver el ambiente, se unió a las bromas. En una de las manos que ganó otro jugador, la ficha de propina empieza a rodar y cae delante de mi. Me lo pusieron a güevo. Busqué una parte dura de la mesa donde golpear, me la metí en el bolsillo de la camisa y dije aquello de: “thank you, sir”. Ni que decir tiene que se la devolví a su legítimo dueño. Nos reimos un poco, pero donde más nos reimos fue en la habitación de Vanessa cuando, durante el seminario, conté la historia.

Del rodaje con Sardá poco os voy a contar por que a partir de abril podréis ver como quedó la cosa. Desde

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SE CONSUMIÓ LA BENGALA

luego les gustó como quedó nuestra “actuación”. Gonzalo se encargó de transmitirnos en repeti-das ocasiones, la impresión tan buena que les causa-mos. Alguna tenía que hacer, y no se me ocurrió otra cosa que darle un autógrafo al Sardá. Con un par.

En cuanto a mi mujer, se lo pasó en grande. Tengo que agradecer a todo el grupo como se portó con ella. Si se la encontraban por ahí, enseguida se ofrecían para acom-pañarla donde hiciera falta, a solventar sus problemas con el inglés, etc. Incluso Jeri, un día que terminó de ju-gar temprano y yo me quedaba en el Caesar’s, pasó por la habitación para acompañarla y entretenermela mientras yo pelaba a los americanos. A todos, gracias mil. Además le ha cambiado la idea que tenía del poker y de todos no-sotros, al ver que somos gente normal con un hobby como cualquier otro. Encima nos sale barato o incluso le sa-camos pasta. Quien le iba a decir que íbamos a cumplir el sueño de casarnos en Las Vegas gracias al poker. Toma ya.

Y ya que estamos de agradecimientos, voy a seguir. A todos los que fuimos, por los buenos momentos que pasamos. Con todos y cada uno tengo varios momentos inolvid-ables, de esos que, como el adjetivo indica, no olvidaré ni cuando pille el Alzheimer. Esto de ser los primeros nos va a marcar para siempre. Espero haber dejado en vosotros la misma impresión que me habéis dejado. Por supuesto también a los Pelayos A. En especial a Vanessa que ha sido nuestra madre, nuestro padre y el perrito que nos ladre. Siempre pendiente de todos nosotros y, sobre todo, de nuestras cuentas, jeje. Papaito Gonzalo incluso los días que nos ponía firmes en los seminarios. Oscar, sólo recuerdo que siempre estaba sonriendo. Los conse-jos de Jeri, que para eso es el maestro, y su inglés fluido. Joben que fue un excepcional compañero de habitación mientras duró (esto lo ha añadido él al editar la revista). Christian vigilando que no tuvieramos problemas en las mesas y mándandonos a otros Casinos si era necesario.

Dejo para el final al number one, al rey, al only one, al irrepetible, al australian friend, al crack, a la alegría de la fiesta. Lo era todo. En la corrida: el torero, el toro, el picador, el presidente, el que reparte las bebidas y boca-tas, … Si, amiguitos, hablo del Tito Javier García Pe-layo (abanicoo). Como se conocía Las Vegas y además disponía del coche de su hija, encantadora tanto ella como su marido, por las mañanas se ofrecía para llevar-nos a donde hiciera falta. Yo a veces, aunque no tuviera que ir a ningún sitio, me apuntaba por que sabía que me lo iba a pasar bien. Con él la carcajada está ase-

Y ya que estamos de agradecimientos, voy a seguir. A todos los que fuimos, por los buenos momentos que pasamos. Con todos y cada uno tengo varios momen-tos inolvidables, de esos que, como el adjetivo indica, no olvidaré ni cuando pille el Alzheimer. Esto de ser los primeros nos va a marcar para siempre. Espero haber dejado en vosotros la misma impresión que me habéis dejado. Por supuesto también a los Pelayos A. En es-pecial a Vanessa que ha sido nuestra madre, nuestro padre y el perrito que nos ladre. Siempre pendiente de todos nosotros y, sobre todo, de nuestras cuentas, jeje. Papaito Gonzalo incluso los días que nos ponía firmes en los seminarios. Oscar, sólo recuerdo que siempre es-taba sonriendo. Los consejos de Jeri, que para eso es el maestro, y su inglés fluido. Joben que fue un excepcio-nal compañero de habitación mientras duró (esto lo ha añadido él al editar la revista). Christian vigilando que no tuvieramos problemas en las mesas y mándandonos a otros Casinos si era necesario.

Dejo para el final al number one, al rey, al only one, al irrepetible, al australian friend, al crack, a la alegría de la fiesta. Lo era todo. En la corrida: el torero, el toro, el picador, el presidente, el que reparte las bebidas y boca-tas, … Si, amiguitos, hablo del Tito Javier García Pelayo (abanicoo). Como se conocía Las Vegas y además di-sponía del coche de su hija, encantadora tanto ella como su marido, por las mañanas se ofrecía para llevarnos a donde hiciera falta. Yo a veces, aunque no tuviera que ir a ningún sitio, me apuntaba por que sabía que me lo iba a pasar bien. Con él la carcajada está asegurada y, además, de forma continua. Las agujetas en el abdomen todavía persisten. Sólo con verlo caminar con ese porte y señorío que siempre le acompaña, por el interminable pasillo del hotel, con su inseparable sombrero, era para pararlo y pedirle un autógrafo.

Por último, me he vuelto con el capote casi sin usar y sin firmar por los aventureros del primer Desafío Las Vegas. En próximos seminarios os cazaré.

Gracias a todos por estos inolvidables días en Las Vegas, Nevada. Incluido el Elvis y el Minister que me casó.

Joer, releyéndolo casi me pongo a llorar.

Periquillo “Periquillo”

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“Mi” Las VegasQue puedo decir de la mítica ciudad de Las Ve-gas que ya no os hayan contado, de tías nada, porque me imagino que todos estaréis al tanto de los bom-bones que hay por allí… Por no hablar de los “pingüi-nos”, dícese de personajes que se mueven en mana-das por las calles de la Strip, repartiendo tarjetas con fotos de unas chicas impresionantes, quienes por una módica cantidad vienen a tu habitación del hotel y te hacen un striptease… No he comprobado si en ver-dad viene la de la foto o no, eso que os lo cuente otro.

Y estaréis pensando pero a ver, tú a que has ido a Las Vegas, a jugar al poker o a mirar tías? La respuesta no es otra que he ido a Las Vegas a ver por qué es tan famosa, y para ello he tenido que hacer un poco de todo. He salido bastante poco de copas, pero he llegado a pagar 600$ (entre 4) por una botella de Jack Daniels, en un afterhours que estaba muy simpático, ¿más le vale no? Eso sí teníamos una mesa para nosotros solos en un reservado de lo más au-téntico. Vi el Cirque du Soleil, en el gran casino Mirage, un show en el que cada $ de la entrada merece la pena, estuve en una jam session, en casa de uno de los mejores guitarristas de Sin City, que te ponía los pelos de punta.

Y del tema poker, pues que os voy a contar, el topicazo de jugador que no obtiene el resultado que pensaba, he teni-do muy mala suerte!! Y ya está, con eso arreglado, podría ser más específico y contaros algunos de los bad beats que he tenido, pero no lo voy a ser ya que pienso que ya hay muchas historias de bad beats, y como me han pedido que cuente una mano voy a escoger una en la que gano.

Estoy en el SB en la 15-30 del Bellagio, y tengo 42o, la mano me llega con dos limpers y con uno que se acaba de sentar en el CO y que también ha puesto el blind, como el SB en la 15-30 son 10 (no 7.5 como en Internet), completo, el BB pasa y vemos el flop los 5.

Flop 229, multicolor

Evidentemente soy el primero en hablar, y salgo pegan-do, hay mucha gente en la mano y no quiero arriesgarme a q se pasa todo el mundo, además normalmente la gente no sale pegando el 2. Me pagan dos de los limpers.

Turn T

Sigo pegando, uno paga, y el otro ( un señor mayor) sube, pienso que posiblemente tenga el T, y le resubo pensando en que si me vuelve igual tengo que tirar mis

2s por una posible trucha de 9s, el otro limper se tira y el señor me paga.

River T

Me acuerdo de un par de antepasados del menda, y en como es posible que me gané a mi trío servido con un trío runner runner y me paso a ver que hace, el señor piensa un momento y apuesta y yo miro la pedazo can-tidad de fichas que hay en el bote (en la 15-30 solo se utilizan fichas de 5$) y digo pues nada veo.

Y hay es cuando el señor enseña AA, enseño mi full y el croupier empieza a empujar las fichas hacia mí. Ya os habéis imaginado porque cuento esta mano, nada de slowplays con Ases, que es mucho mejor ganar un pot pequeño que perder uno grande.

Jesús “FakieThis”

(Más en www.pokercantabria.com)

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Mi experiencia en Las VegasHace días que mis pies aterrizaron en suelo español… pero mi cabeza ha tardado un poquito más. Aún en las Vegas, los primeros días me desper-taba a las tantas de la madrugada dispuesta a vestirme para ir a atizar a las mesas del Bellagio o del Wynn.

Hay mucho que contar, pero me temo que no me puedo explayar, que otros también deben y quieren contar lo suyo…

Respecto a la convivencia del grupo, no tengo queja alguna. Somos todos lo suficientemente inteligentes para no convertir esta experiencia en un Gran Hermano. Si algo nos ha faltado, ha sido una noche de marcha todos juntos emborrachándonos y quemando Las Vegas “a la española”. Pero aún así, ha habido momentos muy divertidos, momentos memorables de vodka con redbull (y no miro a nadie…), momentos inolvidables de “me he enamorao de una crupiere” (y no miro a nadie…), y muchos momentos más. Vamos, que no nos hemos privado de nada, ¡si hemos tenido hasta una boda! Ahora hecho de menos llegar por la noche a la cama y no encontrarme con Vanesa tecleando al ordenador… me había acostumbrado al tecleteo y me cuesta conciliar el sueño! ;)

Y en relación al juego y a las mesas… tengo que decir que sin duda es una ventaja importantísima jugar al póquer en vivo y ser mujer. Y si encima no tienes 80 años pues mejor que mejor.

Gonzalo siempre dice que hay que utilizar todas las armas que podamos… y eso hice yo, exactamente eso: utilizarlas todas, toditas, todas. Decidí que a mí el look de la sudadera con capucha y las gafas no me sentaba bien… así que me plantaba en las mesas con falditas, algún que otro escote… vamos, arregladita. Y en cuanto podía aprovechaba para decir algo en español. Con esto ya me aseguraba que alguno me preguntara de dónde era… y al contestar “from Spain”, me garantizaba que el resto de jugadores se imaginaran que estaba allí de vacaciones y pasando el rato. Ni qué decir tiene, que al verme nadie se podía imaginar que yo era un tiburón en busca de pececillos.

Lo curioso de Las Vegas es que a pesar de que hay mucha barbie siliconada y muchas mujeres con cuerpos esculturalmente perfectos, al final te das cuenta de que parece ser mucho más sexy una tía sentada en una mesa de póquer y riendo las gracias de los cuatro cincuentones que le tiran los trastos.

Para mi sorpresa, en prácticamente todas las mesas en las que jugué, siempre había uno o dos tipos intentando ligar conmigo descaradamente… ¡y eso también te da “armas” que puedes utilizar!

Para que os hagáis una idea, no hay sensación mejor que entrar en una mesa con un rak de fichas, y salir a las 6 horas con 7 raks, mientras el resto de jugadores te están diciendo que no te vayas, que es muy divertido jugar contigo, que si vas a volver mañana… yo simplemente les daba mi mejor sonrisa y les decía que sí a todo mientras recogía mis fichitas.

En el Wynn en una ocasión tenía a mi izquierda un jugador que jugaba bastante bien, algo roca tal vez. El caso es que empezó con la típica pregunta de “¿de dónde eres?”, prosiguió con la de “¿qué perfume usas? Es que me gusta mucho tu olor” y después un sin fin de pregun-tas más, pasando por cuánto tiempo me voy a quedar en Las Vegas, si estoy casada y, la mejor de todas, que vete tú a saber para qué quería este hombre saber esto, si soy católica. ¡Toma ya! Como mi inglés es de Vallecas, pensé que no le había entendido bien, pero no, no, que sí que lo había entendido, que me estaba preguntando que si era católica. Yo flipando. Pero más flipé cuando suelta el tipo que no se quiere pegar conmigo, que soy muy bonita y que le caigo muy bien, así que si subo o apuesto va a tirar sus cartas… y efectivamente, cuando nos quedábamos los dos mano a mano, sólo tenía que hacer bet y él hacía fold. Al principio pensé que le pillaba siempre con nada y que se estaba marcando el farol conmigo, no con las cartas… hasta que en una de estas, hago bet en flop y las tira boca arriba repitiéndome que no se quiere pegar conmigo… ¡y tenía escalera servida! ¿Cómo se os queda el cuerpo? A mí en esos momentos os juro que me era casi imposible aguantar la compostura, no reírme a carcajadas y no can-turrearle una canción que dice así: “Priiiiiiimoooooooo”.

Pero la mejor de todas sucedió en el Bellagio. Estoy sentada en una mesa con Christian de pareja y llega un jugador nuevo que se sienta a mi derecha. Me pre-gunta si hay algún sitio en el que pueda dejar la caza-dora. Le contesto amablemente que no, que la puede dejar en el respaldo de la silla, mientras noto como se me afilan los colmillos y empiezo a percibir un ligero olor a pececillo. Le veo jugar 4 manos y ya termino por convencerme de que tengo un pedazo de pez al lado que me va a alegrar la noche. Empiezo a mostrarme

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Mi experiencia en Las Vegassimpática con él, a felicitarle cuando gana una mano con dobles de K4, a desearle buena suerte cuando entra en una mano en la que he subido yo preflop… Vamos, a crear buen rollito. Al cabo de 15 minu-tos ya me está dando la conversación típica: de dónde eres, estás casada, cuánto tiempo te quedas… disco rallado de todas las noches. A la hora llega la jugada clave: Subo preflop con AK, otro jugador quiere y el amigo de la derecha también. Flop: AJJ. Meto, el otro quiere y el primo me empieza a susurrar por lo bajito, mientras se tapa la boca para que no le vean el resto de jugadores: “Rose, fold your hand, fold your hand, please…” Y me lo repite varias veces a la vez que hace raise. Evidentemente, pienso que tiene la J, así que, obedientemente, tiro mis cartas. El otro quiere. Turn: A. Me empiezo a acordar de todos los muertos del primo que me ha hecho tirar un full… El otro mete y el primo hace raise, ahí ya empiezo a sospechar lo que lleva el amigo… y empiezo a mirar al otro jugador, esperando que cruce la mirada conmigo y lea en ella que debe tirar sus cartas… ¡porque el otro jugador era Christian! Pero no, no me mira y hace call. Yo intento seguir sonriendo para que le primo no se mosquee, pero por dentro tengo el estómago en un puño y estoy rezando porque Christian haga fold. El river trae un ladrillo y Christian hace check call. El primo levanta un póquer de jotas y a mí se me revuelve hasta el higadillo al ver la cara de Christian, que llevaba AT.

Salimos a fumar un cigarro y me pregunta mi compañero cómo tiré mis cartas, porque se imaginaba que llevaba un as. Le cuento que el primo me pidió que las foldeara, que me avisó de que llevaba jugada… y me responde: “No, si al final el primo voy a ser yo!”

Conclusión: no era ya lo bastante primo el hombre como para perder contra mí, sino que además, cuando me puede sacar las tripas, me dice que tire las cartas para no sacarme el dinero. Impresionante. Al final me daba lástima ganarle y todo, así que jugué un poquito más y me levanté habiendo triplicado mi caja.

¿A alguien más del grupo le pasó que le avisaron de que tirara sus cartas porque le iban a ganar? Joben me comentó que él intentó sus malas artes guiñándole el ojo a una abuela de 70 años que estaba en su mesa… ¡pero creo que la dama no se dejó engatusar! Habrá que seguir explorando esta nueva técnica de juego que se nos presenta en las mesas de juego. Estoy pensando en cambiarme el nick en Internet y ponerme: “Gatita25” ;)

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No os quiero aburrir más con las batallitas de la abuela… sólo decir que Las Vegas es una ciudad increíble, que los casinos son maravillosos, que el poder vivir ese ambiente y disfrutar de ese ritmo de vida por unos días no tiene precio… y que aunque los mejores momentos los guardo en el corazón, alguna fotillo pude hacer para intentar haceros llegar la sensación de felicidad que experimenté en esas dos semanas. ¡Animaros para próximos retos! Los conejillos de indias hemos venido muy contentos. ;)

Rosa “Cibeles”

Foreign_HeroUna vez que llegamos a Las Vegas y aluciné un poco con la cantidad de luces de neón, pantallas gigantes, limusinas, cochazos, casinos, máquinas tragaperras, camareras y tías buenas por doquier y nos instalamos en el hotel, mi mayor deseo era el de sentarme en una mesa y empezar a jugar (supongo que al igual de todos los que formamos el equipo), aunque algo nervioso por el temor a salir en negativo el primer día; pero gané, me gustó la mesa, me gustó el casino (El Bellagio) y me gustó la dinámica del juego.

El segundo y el tercer día seguí ganando y sumando dólares al fondo, pero a partir de ahí empezaron a aparecer números rojos en mi cuenta personal, al final del cuarto día ya estaba en negativo (-1$). A partir de ahí la cuenta en negativo fue aumentando paulatinamente hasta que hice fondo a falta de cuatro días de juego para volvernos; en ese momento estaba en casi dos mil abajo y hecho polvo. Aun así Gonzalo y Oscar seguían manteniéndome en las mesas de 15/30, que eran las únicas en las que realmente me estaba sintiendo cómodo. La cantidad de palos recibidos por hora era bastante inferior en estas mesas que en las de 10/20 y 8/16 en las que siempre había un primo que terminaba haciendo suyas las cajas de los demás incluída la mía, la verdad es que en ningún momento pensé que estuviera jugando mal y que debiera bajar de nivel.

El problema de jugar contra esta gente, a los que por su forma de jugar les tenemos por bastante inferiores a nosotros, es que da un poco igual cómo les juegues; si esa noche están de suerte no tienes nada que hacer, y si encima no te entran cartas, pues menos todavía. La única forma de limpiarles es a la larga; se necesita tiempo para ganar a un primo de estos; se necesita jugar un día y otro y otro con él para sacar ventaja de nuestro juego y contrarrestar sus rachillas de buena suerte.

Así que visto lo visto, si quería remontar esos dos mil dólares en negativo, tenía que hacerlo en las mesas de 15/30 donde los primos eran menos primos y el resto de jugadores rocas con lo que las lec-turas que se podían hacer de sus jugadas iban a ser más fiables que en las otras mesas. Se acabó el deambular por el Mirage a jugar 10/20. Me olvidé un poco de todo y si por ese momento el poker no era una obsesión, a partir de ese momento sí que lo fue: no quería ir al

de los Beatles, ni al Outlook (o como se llame), ni que el Sardá me entretuviera incluso algún día se me olvidó llamar a mi mujer; sólo quería jugar y recuperar.

El penúltimo día de juego empezó bastante bien la cosa porque en sólo dos horas ya estaba en la mesa con 900$ arriba y a solo 200$ de ponerme en positivo, pero me cambiaron de mesa y las cosas empezaron a ir mal; tan mal que hubo un momento de la noche en la que llegué a ir perdiendo casi 700$ (en ese momento Jose, que fue mi compañero de mesa en los últimos días iba perdiendo otros 1000$). En ese momento, cuando me faltaba solamente la T para terminar de entrar en tilt, me levanté de la mesa y estuve como media hora dando vueltas por el Wynn haciendo mía una frase que Gon-zalo no se cansó de repetir en todos los seminarios “Lo tuyo, es tuyo; Lo mío es mío; y lo de nadie procuraré que también sea mío”, centrado sobre todo en Lo mío es mío. Esos treinta minutos de desconexión fueron los que propiciaron que finalmente terminara quinien-tos y pico arriba al tiempo que José también lo hacía y terminaba, creo recordar con 2 dólares de beneficio.

El último día de juego estaba hecho polvo por culpa del trancazo que me había pillado, pero había que recuperar aún 626$, así que a jugar. Después de estar toda la tarde moviéndome entre +100 y +300 dólares, en la mesa, en un momento dado, y viéndome el estado físico en el que estaba jugando, alguien me sugirió el darme los doscientos y pico dólares que me faltaban para terminar en positivo y él ya diría que los había perdido. “Paso tío, me voy pa la mesa que está a punto de llegarme la ciega”, fue lo que le dije. Lo que os digo, era pura obsesión por acabar en positivo.

Nada más sentarme lo conseguí. Primero de button me dan dos reyes con los que gano algo de dinerillo, poco, y después la mano salvadora, mi última mano en Las Vegas: soy el SB, tengo A-7 de corazones; todos van tirando sus cartas hasa que el primo, que es penúltimo, sube; el button se tira. Yo le igualo, se que está subiendo con cualquier cosa (lo lleva haciendo toda la tarde) y el BB también iguala (bote preflop 90$). Sólo vemos tres el flop, que sale 10-7-2 rainbow. Me paso (se que el primo va a hacer el bet de continuación), el primo mete, yo le subo, el BB se tira. El primo me iguala (bote después del flop 150$). En el turn aparece una J. Meto de cara y el primo me ve

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Foreign_Hero

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todos los que formáis la dirección de Los Pelayos la oportunidad que me habéis dado de poder formar parte de este equipo, así como la confianza que habéis de-positado en mí. Lamento eso sí no haber podido ser de mayor ayuda y a todo el equipo en general por el buen ambiente que ha habido en general en todo momento.

Un abrazo muy fuerte para tod@s; desearos lo mejor; nos vemos en las mesas (o donde sea) y UN FELIZ AÑO 2008.

Miguel “Local_Hero”

ve (bote después del turn 210$). En el river aparece una Q. Paso y el primo se pasa. Muestro mi pareja de sietes y el pri-mo tira sus cartas. Recuento mis torres para asegurarme que finalmente estoy en positivo en el gen-eral, cambio en caja y al hotel, a la cama que estoy medio muerto.

No quiero dejar de escribir sin antes agradeceros a

“Carpanta” en Las VegasLlegué a las Vegas cansado, muy cansado por el largo viaje, pero con gran ilusión por la posibilidad de formar parte de un grupo de jugadores que saben de que va este mundillo. Mis expectativas antes de iniciar esta aventura es que este viaje iba a marcar un antes y un después en mi vida de jugador.

Mi estancia en las Vegas se puede resumir en los siguientes puntos:

-Fue un placer conocer a Gonzalo, una persona seria y con constantes ganas de progresar en su carrera, de él aprenderé ese afán de superación que el tiene, paramuestra la cantidad de libros que se compro para mejorar su rendimiento.

-Jugar con Óscar y escuchar sus historias, sencillamente un número uno tanto dentro como fuera de las mesas, sabe lo que hace y sabe explicar y escuchar. Espero aprender sus buenas maneras sobre todo cuando pierde en una mano en la que va dominando y su lectura de los rivales.

-Del resto del grupo me quedo con que en general hubo buen ambiente, un saludo especial para Jeri (si no es por el todavía estaría intentando pedir un batido de fresa...), Xabi, Jesús y José.

-En cuanto a juego se refiere tengo que decir que me sentí muy a gusto y feliz jugando en las mesas, ¿los resultados? Desgraciadamente fui el que mas perdí del grupo (lo siento compañeros), no suelo ser quejita pero la verdad es que la suerte me trato muy mal en las Vegas, me dieron palos por todas partes, los mas gor-dos en 15-30, y es que aunque en este nivel las BB perdidas son algo normal en una mala sesión, las pérdidas económicas aquí son muy grandes si vienen mal dadas, en niveles como 2-4, 3-6, 4-8 y 8-16 terminé ganando en todos ellos, ¿entonces por qué jugaste en 15-30? Pues porque las mesas eran buenas y no teniendo mala suerte debiera haber ganado. Me voy de las Vegas con una sensacion agridulce y sobre todo con ganas de revancha.... Un dato, tuve AA en 11 ocasiones, solo gane en 1.

Aquí van algunas manos que me costaron muchos dólares, que conste que pongo solo aquellas manos en las que claramente el azar me hizo daño,

no pongo aquellas manos en las que por ejemplo mi trucha es superada por un color o una escalera que haya sido jugada correctamente por el rival.

Yo Rival Comunitarias

AA 33 x-x-x-3-x

JJ 99 J-9-9-x-x

JJ J3 2-3-8-3-T

QQ 46 Q-2-3-8-5

J9 KT J-9-5-8-Q

AJ JJ A-6-2-5-J

KK A8 8-3-Q-J-A

AJ A3 A-7-8-2-3

J9 34 J-8-2-5-A

KK JJ 6-8-2-5-J

AA KJ A-J-T-6-Q

J9 K6 K-9-9-2-K

QQ 44 6-2-T-4-A

AA Q7s 4-8-T-J-4 color runer runer

AK A7 A-K-6-7-7

AK 43 A-K-3-4-3

99 QT 9-7-2-J-K

A6 87 7-6-6-J-7

Apunté casi todas las manos que jugué en las mesas y mirándolas, uno se da cuenta de la cantidad de dólares que han volado, unas veces por “injusticias” como las arriba expuestas, otras por proyectos no completados y otras por jugadas hechas que se ven superadas

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“Carpanta en Las Vegas”de manera correctamente jugadas por mis rivales.

Una mano en la que Xabi se parte de risa por mi desgra-cia es la siguiente:

Primera, si primera mano que juego en NL, entro con 100 $, me dan AK subo a 10, un tío iguala, el flop Axx, pego a 15, sube a 30, y le meto el resto, levantamos y lleva A2, el river le da un 2....Xabi decide bancarme con un décimo de lotería a medias buscando así el final de mi mala racha.

Ahora, sin duda alguna la mano que mas voy a recordar, y con una de las situaciones con la que mas me reído en las Vegas fue la siguiente: estábamos Oscar y yo en NL 1-2, ambos fuera de la mano y en la mesa hay A854 y 3 de ellos son de corazones, pues bien un tío mete

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su resto otro sube y el tercero en discordia sube más, provocando que el primer subidor quede también en all-in, la quinta carta es el 6 de corazones, en éstas el 3 subidor dice todo chulo “straight” y muestra 77 ambos negros, Óscar y yo nos miramos y cuando me dice que si le pagan 60.000 a 1 en una apuesta a que lleva 77 negros no la cogería, no podemos evitar el estar un buen rato partiéndonos de risa, el tío resubió con proyecto de barrigona habiendo en la mesa 3 de color y un As...., lo dicho me pagan 60.000 a 1 y yo tampoco cojo esa apuesta.

En fin, este es un poco mi resumen del viaje a las Vegas, ¿volvería? Sí, iría de nuevo y esta vez recuperaría todo el dinero que allí me quitaron....o no....eso es otra historia.

Jesús “Carpanta”

“Carpanta”, Jeri y “Fakie”

P8 EN LAS VEGAS Las Vegas ha sido una experiencia increíble. Desde luego no esperaba que mi estancia en las Vegas fuera tambien mi peor racha de cartas de mi vida pokeril, pero es lo que hay y de todo se aprende. El ambiente fue muy bueno, y la peña se porto de lujo conmigo. Francamente estar inmerso en el ambiente pokeril de las Vegas, es un nivelazo que ya de por sí vale los gastos del viaje. Sentarte a jugar con banca en esas mesas y notar que eres de lo mejor de la mesa es un subidón. Mi cartera se ha quedado cedida y dudo que vuelva a ser la misma. llegue a llevar casi 2000 $ en la cartera entre dinero propio y de poker. Y si encima te cruzas con Brunson en la puerta del poker room del Belagio, o ves a Ivey jugando en la “bobby bald-win room” (la sala de highstakes) pues lo flipas aun más.

David Sklansky, Chan, Harrington, Jerry Yang, unabomber, Greenstein etc… entre los pro que vi, y que me acuerdo ahora de sus nombres. Antonio Esfandiari ”the magician” cambio sus fichas delante de Periquillo y de mí en el Venetian… su fajo de billet-es era enorme, y le vi en la mano un “pankake” o ficha de 25.000 $.

Con respecto a mis cartas… pues poco que decir… Horribles. Sin ningún tipo de exageración no podian ser peores. No es cuestion de lloraros ni de hacer comparaciones con la suerte de los demás compis pero mis manos no podian ser peores. No solo mis cartas eran malas, sino que ni a mala fe podian ser peores las evoluciones del turn y river, y siempre tenía decisiones jodidas. Las cartas con las que podria abrir la mano me venían siempre en early, y así podría seguir contando historias para no dormir.

Mike Caro dice que no se debe llorar, que nuestras desgracias siempre suenan a excusa en las orejas de los demás jugadores, y tiene razón. Pero yo tengo la con-ciencia tranquilísima. No le deseo a mi peor enemigo mis cartas. Cuando en una de mis primeras manos mi color máximo perdió a una escalera de color ratatera ya debi de acostumbrarme a una quincena larga… El caso es que los primeros dos días jugué muy bien, sin regalar ni una sola Big bet, y aguantando el tipo, pero hacia el final del 3 día de cartas horribles no pude más y me empeñé en que mi dobles máximas se merecían hacer call a un posible color que era más que posible…

Al día siguiente me asignaron a Jeri para que me acompañara y nos fuimos al Wynn. Para mi sorpresa

Gonzalo estaba sentado en la mesa, y por supuesto cuanto mas quería quedar bien y jugar sólido, me tocaron unas manos muy jodidas y llego a pasárseme la idea de dejar la mesa (llegué a levantarme un momento) porque aquello no podía ser cierto. Por lo menos Gonzalo se llevo la mayor parte del dinero que perdí. Siempre he pensado que soy un tío serio y ganador, pero en estos momentos de presión y paranoia me comporte como el atlético de Madrid ante la presión… En fin, habrá que trabajar en ello… cuando después mis KK fueron tumbados por un inútil que decía… “tengo que defender mi ciega, y pagaba con J6 mis tres apuestas preflop. una J en flop y otra en river, perdí los papeles y mi juego se resintió… no subía a 3 pre con TT, daba por hecho cada posible color en mi contra en la mesa… un desastre.

Decir que todo el mundo se portó muy bien conmigo, y tras tocar fondo me di cuenta que sentir lástima por mi mismo era lo fácil. Claro que era una putada cruzar el atlántico para ser puteado por el dealer, pero a alguien le tenía que tocar, y tenía que mantener el tipo como los primeros días… Lo fácil es jugar cuando lo ligas todo. Nunca llegue a estar del lado bueno del dealer, pero más o menos fui tirando el resto del trayecto. Muy graciosa una sesión que salimos Gabe y yo del Wynn de madrugada y Gabe decía que le habían quitado la teoría de la conspiración del soft a hostias en las Vegas…

Realmente solo la primera sesión en el Mirage fue la unica que se ajustó a lo que yo esperaba. jugue tight, me lleve mis manos y no me meti en líos y en un par de horas ganaba 160$. Un tio se volvió loco al recibir un palo de Joben de lo más normalito y en su megatilt regalo 500 ó 600$ en 20 minutos. El fulano textualmente tiraba las fichas de 1 pavo al suelo que le llegaban en el pote para solo quedarse con las de 5…

Como tampoco es cuestion de contar cada sesion, os contare más anecdótico que como yo piloto inglés me han contado mil batallitas en las mesas. Especial-mente sobre Chip Reese, que se murió durante aquellos días y que se le consideraba sino el mejor uno de los mejores jugadores del mundo, y por lo visto un auténtico caballero del poker. Estar sentado en la mesa del Mirage, mientras dos auténticos rounders hablan de sus anécdotas de Poker con la leyenda, y la crupier comenta que estuvo sentado a dos sillas de ti la ultima vez que jugó allí, pues no se puede sentir uno más en Las Vegas

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P8 EN LAS VEGASHay que mencionar que los guiris (que en el fondo eramos nosotros ) fueron muy amables, y que difícilmente podían ser más majos y encantadores… Me he llegado a levantar de una mesa porque me caían todos muy bien y aquello parecía una charla de café en vez de una mesa de poker… En el Wynn nos conocian a todos por nuestros nombres y cuando me marché el ultimo dia les di las gracias de parte de todos… Esos detalles les encantan a los yankis.

En general me senté con gente que jugaba de vicio, y con gente que literalmente no sabía lo que hacía… con hustlers asquerosos que intentaban abusar e intimidar a los

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pardillos, y con viejas que hacían call a mis chek raises con 3 pareja y un 2 de kicker… Me comí un porrón de horas en las mesas y lo he pasado muy bien… Y eso que perdí… Si llego a ganar como Joben o David seria ya la leche…

Sé que puedo jugar perfectamente en Las Vegas, y que se-guramente debí de hacer mas caso a mis instintos, y ser mas agresivo pero habrá otros viajes… esto no se va a quedar así….

R a i i i i i i i i i i i i i i i i s e ! ! ! ! ! ! ! ! !

Francisco “Pacocho”

MANOS CURIOSASEn Las Vegas el que más o el que menos se ha comido los mismos bad beats que nos comemos habitualmente en cualquier sala de Internet. Esto nos ha confirmado que no hay conspiraciones en estas salas. Los bad beats existen y existirán por los siglos de los siglos en vivo y virtualmente. Yo, gracias a Dios, las dos manos que os comento son de las que me dieron pasta, y bastante.

La primera se produjo el cuarto día de juego. En la reunión tras el tercer día se introdujeron algunos cambios importantes. Nos dimos cuenta que las mesas de 15/30 em algunas ocasiones no ofrecían ninguna ventaja y había que salirse de ellas. Esto produjo que algunos jugadores, como Oscar y OllOmOl, se fueran al no limit. Otros tuvimos que bajar a 4/8. Ese fue el caso de Gabe y mío. Ahí empezó la coña de la “2ª División”. También se decidió ir siempre de dos en dos y nombrar a una especie de capitán de equipo que tuviera cierta autoridad para tomar decisiones del tipo “vámonos echando chispas que nos pelan”. Esa autoridad era relativa, ya que el subordinado también podía tirar de las orejas al capitán. Aquí empezó la coña de que yo era el Capitán Iglo y Gabe mi secretario que me llevaba mi inseparable bolsa de chocolatinas y agua o me sujetaba el abrigo.

Nos vamos al Ceasar’s a probar y resulta que cuando se acerca el fin de semana abren una mesa de 4/8. Nos sentamos y a los cinco minutos detectamos a mi izquierda una maníaca de tomo y lomo que, además, era muy conocida en la sala por las porpinas que soltaba y por ser asidua. Al rato se sienta dos plazas a la izquierda de ésta el famoso cubano. A este lo catalogamos como pececillo en 1 minuto 20 segundos. Para acabar de arreglarlo el tipo no sabía inglés y yo le hice de traductor en varias ocasiones, con lo que me gané su confianza y la aprobación de los crupieres. Gabe se sentaba dos plazas a la izquierda del cubano. A mi derecha tenía a dos tipos bastante tight pero no excesivamente buenos. El resto de la mesa iba cambiando.

Enseguida nos hicimos con la mesa. Nuestro juego marcaba la pauta. Nos ayudó bastante que el cubano no tuviera su día. Nada peor que un pececillo bendecido por la Diosa Fortuna, te puede hacer un buen oto. Gabe y yo le animábamos y maldecíamos su suerte. La mano que voy a contar no es nada espectacular. Es mucha suerte y poco más.

Me viene la mano limpeada estando yo en la ciega grande con Q de picas y 4 de tréboles. Peaso mano. El flop nos trae KJ de picas y un 9. El cubano mete y yo igualo con mi proyecto de barrigona. Imposible leer a este tipo. El turn es el 9 de picas que añade a mi proyecto de barrigona el proyecto de color y de escalera de color con el T de picas. 3 outs para escalera, 8 para color y 1 para escalera de color. El problema era el 9 doblado que podía dar un full que tirara por tierra todas mis outs menos una. La verdad es que en aquel momento ya iba ganando bastante y decidí ver la apuesta del cubano (cuando lea esto Gonzalo me mata … otra vez). Pues si, salió mi T de picas. Ya no recuerdo si metí, pero creo que la dejé en paso para resubirle al cubano. Lo malo es que sólo nos dejaban llegar a 5 apuestas, es decir, hay cap, no como en boss cuando quedan sólo dos jugadores.

Cuando el cubano enseñó el full y vió mi escalera de color no sabía donde meterse y dijo: Me hubiese apostado la casa. Levantó el pulgar en señal de aprobación y yo sólo pude pedirle perdón y seguir alimentando “la pelota” de su mala suerte. La cara de Gabe era de foto. Veía como mi pila de fichas aumentaba sin parar.

Para rematar la faena ese día, tuve un enganchón con las QQ de la maníaca llevando yo 77. Flop: 676. Nos repartimos un poco de candela. En el turn 7 y también hicimos cap en cuarta y quinta. Vamos que la sangré viva. Encima el poker tenía un jack pot de 101 dólares. Mano redonda.

Los de “2ª División” ese primer día hicimos la machada de ganar unos 150 $ Gabe y unos 600 $ (75BB) yo. Creo que fue el record de Las Vegas en BBs en una jornada. Imaginad con que cara de cachondeo llegamos al día siguiente a la reunión el Capitán Iglo y su secretario.

Al día siguiente volvimos al Caesar’s a ver si repetíamos la hazaña pero no fue así. Yo salí perdiendo unos 150 $ y Gabe creo que también perdía algo. Nos fuimos al Mirage y nos sentamos en una mesa en la que un chino loco y su novia borracha estaban vacilando al personal. Hasta que se me hincharon las narices y “los tiré” de la mesa haciendo un juego un poco talibán. Siguiendo las recomendaciones de Gonzalo en los seminarios: O te levantas o le plantas cara al maníaco. Otro chino con gorra le había metido un bad beat de escándalo a Gabe y estaba encendido vivo. Se deshace la mesa y nos añaden

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MANOS CURIOSAS

a otra a cuatro de esta mesa, incluido el chino de la gorra.

Aquí se produjo la mano de mi vida. Primero tengo que explicaros que es el Kill. En algunos casinos y si lo piden los jugadores se juega con Kill. Si un juga-dor gana dos manos seguidas, en la siguiente se do-blan las apuestas. Es decir, en 4/8 pasan a ser de 8 en preflop y flop y de 16 en turn y river. En el Mirage en esta mesa teníamos el medio Kill, es decir, apuestas de 6 y 12.. Pues bien, la siguiente mano era medio Kill.

Con 44 en sexta posición igualo una subida a 12 de un early igualada por el siguiente. Gabe a mi derecha se tira. El de mi izquierda, oliendo a AA, resube a 18. El button iguala y el chino, en la ciega grande, mete 24. Igualan los dos earlys y yo, al ver tanto ambiente, ig-ualo. Pero el de mi izquierda mete la quinta subida y, por tanto, cap. Igualamos todos para formar un bote de 180$ preflop. Gabe ya empezaba a mirarme con cara rara por que pensaba que seguía haciendo el talibán.

El flop muestra 6K8. Empiezo a tener miedo a una posible trucha de K. Alguien mete, igualo y el de mi izquierda pone 10 quedándose all in. El button se tira e igualamos el resto: 50$ más al bote. Cara de Gabe amarillo hepatitis. En el turn sale mi preciado 4 que además proyecta color. Meten en early, yo subo a 24 (Gabe pasa a rojo pasión) y el chino se queda all in también metiendo un total de 32 pavos. Igualamos los tres restantes añadiendo al bote 128 $. El river fue la bomba: un 6 que me daba full y completaba el proyecto de color. Mare mía. Meten en early, iguala el siguiente y yo vuelvo a subir. Gabe mostraba un peligroso amo-ratamiento. Me igualan para aumentar el bote en 72 $.

Muestro mi 44 rezando para que no aparecieran un KK o un 66. No quería ni mirar lo que mostraban los rivales. Me parece recordar un KJ que hacía color, pero no lo tengo claro. Gabe puede que se acuerde, aunque hay ya estaba más blanco que un pueblo de Almería. Si mis cuentas están bien, el bote se puso en 430$, más de 57BB. Según Gonzalo el bote más gordo ganado por un Pelayo.

Las caras de los rivales y del crupier reflejaban un odio fuerza 5. Creo que sólo me felicitó el de mi iz-quierda al que leí AA. Le dí dos dólares de propina al crupier y Gabe y yo nos pusimos a recoger las fichas para irnos hacia el hotel más felices que unas pas-cuas. Seguro que Gabe puede completar estos relatos.

Cara de Gabe amarillo hepatitis. En el turn sale mi preciado 4 que además proyecta color. Meten en early, yo subo a 24 (Gabe pasa a rojo pasión) y el chino se queda all in también metiendo un total de 32 pavos. Igualamos los tres restantes añadiendo al bote 128 $. El river fue la bomba: un 6 que me daba full y completaba el proyecto de color. Mare mía. Meten en early, iguala el siguiente y yo vuelvo a subir. Gabe mostraba un peligroso amoratamiento. Me igualan para aumentar el bote en 72 $.

Muestro mi 44 rezando para que no aparecieran un KK o un 66. No quería ni mirar lo que mostraban los rivales. Me parece recordar un KJ que hacía color, pero no lo tengo claro. Gabe puede que se acuerde, aunque hay ya estaba más blanco que un pueblo de Almería. Si mis cuentas están bien, el bote se puso en 430$, más de 57BB. Según Gonzalo el bote más gordo ganado por un Pelayo.

Las caras de los rivales y del crupier reflejaban un odio fuerza 5. Creo que sólo me felicitó el de mi izquierda al que leí AA. Le dí dos dólares de propina al crupier y Gabe y yo nos pusimos a recoger las fichas para irnos hacia el hotel más felices que unas pascuas. Seguro que Gabe puede completar estos relatos.

En general, la impresión que me ha quedado de Las Vegas es que, salvo en contadas ocasiones, cualquiera de nosotros era superior a la media de lo que había en las mesas. Nos hemos encontrado de todo. Desde la señora que sólo iba con AA o KK a aquella peruana mayor que el primer día me dijo que no debería hacer tanto raise por que así perdía más. La mirada que cruzamos Jeri y yo fue para no olvidar.

También parecía una descortesía subir en river cuando tenías la mano ganadora. Alguien comentó que vivió una jugada en que un tipo con poker de Q sólo hizo call en quinta. Pa habernos matao.

Hay mil anécdotas más pero como resumen deciros, amiguitos, que ningún pelayín debe perderse la opor-tunidad de ir por lo menos una vez a jugarse los cuar-tos al Templo del Poker. Sobre todo con la compañía y “asesoramiento” que llevábamos.

Periquillo “Periquillo”

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LAS VEGAS EN IMÁGENES

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NUESTRA BASE DE OPERACIONES

LAS VEGAS EN IMÁGENES: TERRITORIO COMANCHE

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LAS VEGAS EN IMÁGENES: TERRITORIO COMANCHE

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LAS VEGAS EN IMÁGENES: EL EQUIPO

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LAS VEGAS EN IMÁGENES: SABOREANDO LA VICTORIA

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The “Spanish Killer”

LAS VEGAS EN IMÁGENES: A VISTA DE PÁJARO

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LAS VEGAS EN IMÁGENES: DESDE LAS VEGAS CON AMOR

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LAS VEGAS EN IMÁGENES: HOMENAJE A LA SOLTERÍA PERDIDA DE PERIQUILLO

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¡¡¡ENHORABUENA!!!

LA SENTENCIA FINAL

CAROL, TE DESEAMOS TODA LA SUERTE DEL MUNDO!!! NO SABES LO QUE TE LLEVAS

(SEA LO QUE SEA... ¡LLÉVATELO LEJOS!)