Los pecesSergio FernndezSergio Enrique Fernndez Crdenas, naci en la ciudad de Mxico, el 25 de febrero de 1926. Es ensayista, narrador y dramaturgo. Doctor en Letras espaolas por la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (UNAM), ha impartido cursos en el Seminario de Lenguas Romnicas, invitado por la Universidad de Colonia, Alemania, 1961-62. Fue profesor en la Escuela Nacional Preparatoria, en la Escuela de Verano y en la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM. Trabaj como investigador del Patronato de Historia de Sonora. Becario del Instituto de Cultura Hispnica en Madrid, 1953. Fernndez ha impartido diversos cursos y clases en El Colegio de Mxico, la Universidad de Colonia, la Universidad de So Paulo, la Universidad de Costa Rica, la Universidad de California en San Diego, la Universidad de Utrecht, la Universidad de msterdam, la Universidad de Groningen, la Universidad de Lisboa, en el Instituto Italo-Latino Americano, la Universidad de Bolonia, la Universidad de Cracovia, la Universidad de Varsovia, la Universidad de Gotemburgo, la Universidad de Estocolmo, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Central del Ecuador, la Universidad de Guayaquil, la Universidad de Panam, la Universidad de Columbia, la Universidad de Texas en San Antonio, la Universidad de Indiana, en el Dartmouth College y en la Universidad de Notre Dame.Fue amigo de Jos Revueltas, a quien ayud a ocultarse durante los acontecimientos del movimiento estudiantil en Mxico de 1968. Asimismo, entabl amistad con la escritora Rosario Castellanos, con la dramaturga Luisa Josefina Hernndez, los poetas Jaime Sabines, Luis Rius y Pita Amor; el actor Enrique lvarez Flix, y la pintora Frida Kahlo. Es admirador de las obras de Virginia Woolf y de Sor Juana Ins de la Cruz, por tal motivo bautiz a su casa de la Ciudad de Mxico con el nombre de "Los empeos".Fue nombrado Profesor Emrito de la UNAM. En 1988 le fue otorgado el Premio UNAM en el rea de Docencia y Humanidades. Ha colaborado en Armas y Letras, La Palabra y el Hombre, Universidad de Mxico, Filosofa y Letras, Mxico en la Cultura, Guadalupe (Madrid) e Hispana (Estados Unidos), entre otras publicaciones.En 1994, fue nombrado investigador emrito por el Sistema Nacional de Investigadores. En 2007, fue homenajeado en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes mediante la presentacin del libro 50 aos. Homenaje a Sergio Fernndez, el cual fue compilado por la doctora Carmen Armijo.Es miembro honorario del Seminario de Cultura Mexicana. El 23 de junio de 2011, fue elegido miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua, compartiendo as esta distincin con Carlos Fuentes, Jos Emilio Pacheco y Luis Villoro.Entre sus obras se encuentra: Los "sueos" de Quevedo (1950). Los signos perdidos (1958). Ensayos sobre literatura espaola de los siglos XVI y XVII (1961). En tela de juicio (1964). Las grandes figuras espaolas del Renacimiento y el Barroco (1966). Retratos del fuego y la ceniza (1968). En tela de juicio Los peces Olvdame Novelas de amor para la monja portuguesa Segundo sueo (1976) Por lo que toca a una mujer Los desfiguros de mi corazn (1983) La copa derramada, estudio de los sonetos amorosos de Sor Juana Ins de la Cruz, en 1986. "El estircol de Melibea" y otros ensayos, en 1991. "Don Floripando Talludo, prncipe de la Chunga, un retrato de Juan Ruiz de Alarcn" en Los empeos: ensayos en homenaje a Juan Ruiz de Alarcn, en 1998. A quinientos aos de la Celestina (1499-1999), coordinador, en 1999. Todo para los dioses Miradas subversivas (1997)

La alegora del deseoLos peces es una historia sin historia. Personajes sin ancdotas que viven en la imaginacin de una mujer, al mismo tiempo que en la realidad. Por extensin, tal vez no clasificara este relato como una novela, ya que no cuenta con varios captulos, ni apartados, ni nada que vaya enlazando diferentes escenarios. No estoy negando que existan dichos escenarios, pero todo se desarrolla en el mismo lugar: Roma, Monte Palatino la ms cntrica de las siete colinas de Roma y una de las partes ms antiguas de la ciudad, y un hotel.Tampoco clasificara todo completamente como un cuento ya que es un texto ms extenso. Si bien existe un tema principal dentro de obra, el deseo ertico, se unen varios pasajes entre la imaginacin de la chica que narra la historia y la realidad, lo que hace imposible delimitar slo los sucesos que a Antonio y Gabriel corresponden.Podra decir que son un cmulo de cuentos que, sin llegar a ser independientes ni formar una novela, comparten la misma lnea temtica: el erotismo. Estos existen o no dentro de la novela, ya que son parte de la imaginacin del narrador que caprichosamente cambia de primera persona a la tercera, convirtindose en una tercera persona primera, que se toma en cuenta dentro de la trama pero huye, que habla desde fuera pero al mismo tiempo quiere dar a entender que todo lo vivi. Es complejo. La literatura de Sergio Fernndez es catica, llena de claro oscuros que, ms que contar una historia, te instan a sentirla, pero al mismo tiempo, su vocabulario fruto de la erudicin del personaje obliga a parar el viaje por parajes para buscar el significado en el diccionario.Todo en la narracin es una combinacin de soliloquios y deseos deseos sensuales, deseos erticos y prohibidos, justo en el centro de la pureza, manchado por deseos carnales escandalosamente encubiertos, deseo que nuestra narradora siente por Antonio, un cura cuya sotana provoca en ella desearlo ms y ms. Gabriel, tal vez como su nombre lo dice es, un mensajero y una gua, personaje salvo mejor juicio- ms perturbador.l, con sus enormes alas imaginarias, provoca en ella satisfaccin carnal, pero tambin la encamina y la aconseja, le dice como acercarse al padre, como darle espacios y brindarle la confianza suficiente para cumplir su objetivo, acosarse con l y formar un tro: Antonio, Gabriel y ella. El deseo al final sucumbe a la muerte y la desesperacin. Sin embargo, nuestra narradora am en sueos a Antonio, permiti que l la hiciera suya, sin importar la sfilis la menciona brevemente- y abortos por los cuales siente la sociedad la repudia.Si, puedo decir que los peces es toda una alegora, alegora del deseo, bajo la cual todo es permitido: el mar, siempre presente, es la fuerza arrasadora, destructora e inmensa, es el huracn y las olas, imponentes. La colina de Monte Palatino, es la cspide, como el monte de Venus, el cltoris que se estimula y explota en satisfaccin. El hotel, lugar en donde abunda la promiscuidad, salida y entrada de vctimas y victimarios, dnde el mal representado por un estadounidense de piel negra- pervierte a la mucama y al chico del elevador hacindolos suyos. Posiblemente Los peces sea una fuerte crtica a Roma y el Estado papal, al Estado del espritu santo y en el cual se encuentran aquellos que fijaron las buenas costumbres catlicas. Ahora, en la obra, el Estado de se encuentra amenazado por varios personajes: Gabriel, un judo converso, sin ms mnimo respeto por la moral; nuestra narradora, una extranjera cuyo objetivo es hacer realidad su mayor anhelo, pervertir a un sacerdote y fornicar, sin ms compromiso que el momento. Y por ltimo, y discretamente presentado, el estadounidense de piel negra del hotel, smbolo del protestantismo y cuyo color representa la oscuridad y la amenaza al Estado papal, afroamericano que pervierte, seduce y hace suyos a los trabajadores del hotel, bajo sus condiciones. Tal vez, bajo los cimientos de la iglesia catlica y de Roma los deseos prohibidos avisan que han regresado. Todo regresar, el amor a la desnudez, a su belleza, la promiscuidad, el deseo carnal y la liberacin, cuestiones que, quiera o no, la misma iglesia tiene que reconocer. En fin, todo pareciera ser una afrenta que ya hace temblar a todo el Estado papal.Otra cuestin dentro de la narracin es la cuestin de los tros, el deseo en el que se ven implicados, Gabriel, Antonio y la narradora; el hombre de piel negra y origen americano, la camarera y el chico del elevador del hotel. El padre, el hijo y el espritu santo. Triada perfecta, sensaciones que te llevan al cielo por el camino indicado para seguir a Dios. Sin embargo, todo est moral y escandalosamente cubierto. Todos ven mal una relacin cuyo fin sea la mera satisfaccin del coito. Cuanto ms una en la cual haya ms de dos implicados; pero todo es una contradiccin, como si todos lo desearan, lo pidieran a gritos, como si quisieran dejar de ser perseguidores para ser perseguidos. La historia clsica y el deseo presente espera, no pudiendo hacerlo eternamente sin consecuencias fatales. Qu son los peces?, animales tan libres, tan ingenuos y al mismo tiempo tan vulnerables en medio de tanta libertad, expuestos ante depredadores y peligros. Eso son y esto somos: vctimas de deseos que nos hacen vulnerables y no hacen sucumbir. Aquellos que no es, pero que al mismo tiempo, permite la libertad del cuerpo y del ser, tan slo unos momentos de dicha ante la peligrosa moral y sociedad, tiburones que buscan presas para alimentar su posicin como reyes en la inmensidad. Sin embargo, los peces en su ambiente son seres pacficos, hermosos, gregarios, indefensos y vulnerables, qu slo piden lo mnimo indispensable para ser feliz: libertad y seguridad. Para viajar, para soar, para fornicar. Estos son los peces.Sergio Fernndez deja ver que tiene una fijacin por relacionar la vida del hombre con la vida de los animales. Palomas, caballos, peces, qu no todos somos mamferos y sentimos? En el cuento Naturalmente arrepentida, presente en su obra Todo para los dioses, los elementos en composicin se repiten: dos hermanas y un amante. Joyas, Monte de Piedad, un lugar tranquilo vuelto smbolo de vulnerabilidad (Valle de Bravo, Edo. de Mxico), y sobre todo, una moral escandalosamente cubierta.Micaela, Araceli y Gerardo por parte del cuento; Gabriel, Antonio y la narradora por el otro extremo. En ambos tros (que irona) se encuentra presente el deseo y el sexo ausente en ninguno de los dos se logr, en Los peces, todo fue imaginacin-, sin embargo, en ambas historia decisiones cruciales y a veces equivocadas los hace ser sus propias vctimas y sus propios verdugos.Naturalmente arrepentida tiene el mismo estilo de narracin que identifica a Fernndez, catica y extremadamente descriptiva, en ambas historias se observa una enorme cultura general plasmada en forma de monlogo por parte del autor, se olvida de los personajes, de los lectores, se centra en excentricidades y, cuando menos lo piensa, busca la manera de regresar del letargo, suavemente, pero de todos modos, sus brincos literarios ya estn plasmados. En ambas historias tambin ha personajes que juzgan y ven por encima del hombro, sociedades que, sin entenderse a s mismas reprochan las acciones de los dems, lo cual obliga a hacer de manera oculta acciones naturales como el deseo carnal. Si bien en el caso de Naturalmente arrepentida, el coito nunca se logra (puede ms la moral de Micaela y la envidia de Araceli), s aparece el deseo de no estar solo y disfrutar, y la presencia de la iglesia catlica. Sin embargo, tanto en Los peces como en el cuento, los personajes sufren, la muerte, la humillacin.Sergio Fernndez se empea en plasmar temas complejos, que ms que entenderse, deben disfrutarse, ya que su sintaxis no est diseada para tener un planteamiento, desarrollo y conclusin normal. Sin embargo, creo que el mensaje en el libro es sencillo, todos somos peces inmersas en nuestras propias tempestades, las cuales debemos aprender a sortear, para vivir y evitar sucumbir a la realidad. Fuentes BibliografaFernndez, Sergio. Los peces. Mxico, FCE, 2011. 132 p.Naturalmente arrepentida. Todo para los dioses. Mxico, Sello Bermejo 2005. 72-82 pp.Paredes, Alberto. Las voces del relato. Manual de tcnicas narrativas. Mxico, Universidad Veracruzana, 1987 (formato PDF).

Otras Academia Mexicana de la Lengua http://www.academia.org.mx/Sergio-Fernandez.http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/semblanzapncya0108#.VGz8X9KG-So