LOS PADRES, PRIMEROS EDUCADORES DE LA FE DE … · algo que viene de fuera, sino que es algo...

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LOS PADRES, LOS PADRES, PRIMEROS EDUCADORES PRIMEROS EDUCADORES DE LA FE DE SUS HIJOS DE LA FE DE SUS HIJOS

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LOS PADRES,LOS PADRES,PRIMEROS EDUCADORESPRIMEROS EDUCADORESDE LA FE DE SUS HIJOSDE LA FE DE SUS HIJOS

Todos los acontecimientos de nuestra vida deben servirnos para algo bueno.

San Pablo en su Carta a los fieles de Roma, nos dice:

"A los que aman a Dios todo les sirve para el bien" "A los que aman a Dios todo les sirve para el bien" (Romanos 8, 28)(Romanos 8, 28)

La Confirmación de sus hijos es una oportunidad La Confirmación de sus hijos es una oportunidad para dos cosas que son muy importantes para para dos cosas que son muy importantes para ustedes, aparte del hecho mismo de que sus hijos ustedes, aparte del hecho mismo de que sus hijos sean admitidos a un nuevo sacramento:sean admitidos a un nuevo sacramento:

1. La Confirmación de sus hijos debe 1. La Confirmación de sus hijos debe llevarlos a tomar conciencia – o renovar llevarlos a tomar conciencia – o renovar su conciencia - de la responsabilidad que su conciencia - de la responsabilidad que como padres cristianos y católicos tienen, como padres cristianos y católicos tienen, de educar a sus hijos en la fe.de educar a sus hijos en la fe.

2. Tomar conciencia – o renovar su 2. Tomar conciencia – o renovar su

conciencia – de su propia vida cristiana, conciencia – de su propia vida cristiana, es decir, de que también ustedes fueron es decir, de que también ustedes fueron bautizados y confirmados, y que por lo bautizados y confirmados, y que por lo tanto deben vivir una vida cristiana tanto deben vivir una vida cristiana auténtica.auténtica.

Empecemos por el primer punto, y él nos llevará al segundo:

Su responsabilidad de educar a sus Su responsabilidad de educar a sus hijos en la fe cristiana católica.hijos en la fe cristiana católica.

Y podemos preguntarnos entonces:

¿De dónde viene esta responsabilidad?¿De dónde viene esta responsabilidad?

¿Cuál es su origen?¿Cuál es su origen?

La respuesta parece obvia:

Si son sus hijos, si ustedes les dieron la vida, no sólo deben cuidar y proteger y ayudar a desarrollar su vida física, sino que también deben ayudarlos a crecer y a formarse como personas, en todos los aspectos que abarca la vida verdaderamente humana. Y la fe religiosa es, sin duda, uno de esos aspectos.

Educar a los hijos en la fe cristiana católica, que es Educar a los hijos en la fe cristiana católica, que es nuestra fe, es darles la posibilidad de que esta nuestra fe, es darles la posibilidad de que esta vida tenga para ellos un sentido más allá de ella vida tenga para ellos un sentido más allá de ella misma; misma; algo que les permita vivir con algo que les permita vivir con entusiasmo, con alegría, con esperanza, con entusiasmo, con alegría, con esperanza, con amor, con pasión, y además, proyectar su ser amor, con pasión, y además, proyectar su ser entero a la eternidad.entero a la eternidad.

Sin la fe, nuestra vida queda reducida a los pocos Sin la fe, nuestra vida queda reducida a los pocos años que podamos permanecer en el mundo, y a años que podamos permanecer en el mundo, y a lo que hagamos con nuestras propias fuerzas, y lo que hagamos con nuestras propias fuerzas, y eso es demasiado poco. Nuestro espíritu anhela eso es demasiado poco. Nuestro espíritu anhela más. más.

Aquí nos encontramos cara a cara con una verdadmuy importante que tenemos que tener en cuenta:

El ser humano, es por naturaleza, lo que los filósofos El ser humano, es por naturaleza, lo que los filósofos llaman un ser “religado”, es decir, unido a un Ser llaman un ser “religado”, es decir, unido a un Ser superior, de quien siente que procede. De este superior, de quien siente que procede. De este primer dato que no podemos negar, viene la palabra primer dato que no podemos negar, viene la palabra RELIGIÓN.RELIGIÓN.

Ahora bien, a ese Ser superior con quien estamos unidos o “religados”, lo llamamos “Dios”, y sabemos que hay maneras diferentes de concebirlo, de pensar en Él, de creer en Él, de relacionarnos con Él, y esto son las distintas religiones que hay en el mundo.

Esto quiere decir que la religión, o sea, la relación del hombre con Dios, a quien está unido de manera esencial, no es un añadido a nuestra vida, a nuestra condición humana, como algo que viene de fuera, sino que es algo propio, algo que está inscrito en nuestro corazón; algo que necesitamos para vivir y para crecer como hombres y mujeres completos.

Tener una religión, una fe religiosa, cualquiera que ella sea, es una necesidad de nuestro ser, de nuestra esencia humana como tal, no un mandato, o una ley, o un invento de alguien, sino una necesidad natural, y tampoco una carga pesada que tenemos que llevar a cuestas. Brota de nuestro propio corazón.

Lo anti-natural es más bien lo contrario, no tener ninguna religión, no creer en ningún Ser superior de quien venimos y hacia quien vamos, sentirnos como seres independientes que no tienen ninguna referencia más allá de ellos mismos.

Hay estudios muy serios que dicen, que son más Hay estudios muy serios que dicen, que son más felices, que se sienten más satisfechas con su felices, que se sienten más satisfechas con su vida, las personas que tienen una fe religiosa vida, las personas que tienen una fe religiosa que los vincula con Dios; una fe religiosa que que los vincula con Dios; una fe religiosa que es parte importante en su ser y de su quehacer. es parte importante en su ser y de su quehacer.

Y también, que estas personas, superan más fácilmente las dificultades y problemas que surgen en su vida, por graves que sean, que viven con más paciencia la enfermedad, y que aceptan con más tranquilidad la realidad de la muerte, a la que todos tenemos que enfrentarnos.

Podemos afirmar entonces, sin temor a equivocarnos, que la religión no es simplemente, la religión no es simplemente, cosa de mujeres, o de personas muy mayores, o cosa de mujeres, o de personas muy mayores, o de los niños pequeños que se ilusionan con de los niños pequeños que se ilusionan con facilidad, como muchos piensan, sino que es facilidad, como muchos piensan, sino que es cosa de todos, una necesidad compartida de cosa de todos, una necesidad compartida de hombres y mujeres, porque Dios que nos creó, hombres y mujeres, porque Dios que nos creó, puso su sello en nuestro corazón, nos marcó puso su sello en nuestro corazón, nos marcó definitivamente como hijos suyos, y eso no lo definitivamente como hijos suyos, y eso no lo podemos desconocer ni hacer a un lado.podemos desconocer ni hacer a un lado.

Otra cosa muy distinta es que la sociedad en la que vivimos nos haya hecho olvidarlo, vivirlo a medias, o sentirlo como una carga.

Y algo para destacar:

Nosotros, los cristianos, somos bendecidos por Dios, Nosotros, los cristianos, somos bendecidos por Dios, precisamente por serlo; por conocer a Jesús, su precisamente por serlo; por conocer a Jesús, su Hijo encarnado, a través de quien se nos quiso Hijo encarnado, a través de quien se nos quiso revelar y manifestar su amor, que es nuestra gran revelar y manifestar su amor, que es nuestra gran riqueza.riqueza.

En el mundo vivimos cerca de 6.500 millones de personas, y más de 4.000 millones no lo conocen, no conocen el Evangelio, que es la Buena Noticia del amor de Dios.

Seguramente nunca pensamos en esto. Nos parece que ser cristianos es lo común, lo natural, pero no es así. Ser cristianos es una verdadera gracia de Dios, un don que tenemos que agradecerle cada día, sin falta, porque no es algo que nos merezcamos, sino que Él quiso regalarnos gratuitamente.

Conocer a Jesús enriquece profundamente nuestra vida.

La llena con el amor de Dios, que es la gran noticia que Jesús vino a traernos.

Le da dimensión de eternidad, porque Jesús nos enseña que la muerte no es el final de la vida, sino un paso hacia la verdadera vida, hacia la vida en plenitud, que es la vida con Dios, para siempre.

Tenemos que aprender a sentir esto en nuestro corazón, a valorar como se debe el hecho de ser cristianos, y de enseñar a nuestros hijos a hacer lo mismo.

Pero volvamos al tema que nos ocupa.

Los padres, papá y mamá, por el hecho mismo de Los padres, papá y mamá, por el hecho mismo de serlo, tienen la responsabilidad de ser LOS serlo, tienen la responsabilidad de ser LOS PRIMEROS EDUCADORES DE LA FE DE SUS PRIMEROS EDUCADORES DE LA FE DE SUS HIJOS. Y no hay quien los pueda reemplazar en HIJOS. Y no hay quien los pueda reemplazar en esta tarea.esta tarea.

Fíjense que no hablo de la mamá, sino del papá y de la mamá, porque es una tarea que corresponde a los dos. Los papás generalmente se la dejan a las mamás, pero "legalmente" es de los dos, porque ambos comparten la paternidad de los hijos y por lo tanto, ambos son responsables de ellos ante Dios que les ha dado el don de la paternidad.

¿Y qué quiere decir esto?

Pues, que los padres son los encargados, no sólo de llevar a sus hijos a la iglesia, para que reciban el Bautismo que los hace cristianos, miembros de la familia de Dios, sino que tienen la tarea de educarlos como lo que son, y esto implica, por un lado, enseñarles las verdades enseñarles las verdades fundamentales de la fe, y la manera como fundamentales de la fe, y la manera como deben comportarse precisamente por ser hijos deben comportarse precisamente por ser hijos de Dios, y por otro, crear el clima apropiado de Dios, y por otro, crear el clima apropiado para que esto se pueda dar, para que ellos para que esto se pueda dar, para que ellos puedan asumir en su vida un comportamiento puedan asumir en su vida un comportamiento fundamentado en el Evangelio,fundamentado en el Evangelio, en las enseñanzas y el ejemplo de Jesús.

Hay quien pueda ayudarlos en esta misión, quien pueda acompañarlos, guiarlos, animarlos, respaldarlos, apoyarlos, pero no hay quien pueda sustituirlos o reemplazarlos.

Para ayudarles están los profesores de religión en las escuelas y colegios; los catequistas en las parroquias; los sacerdotes, pero ninguno de ellos puede reemplazarlos, ninguno puede asumir su rol, “hacerles la tarea”.

Fue lo que prometieron en el Bautismo. ¿Lo recuerdan?

Cuando encendieron el cirio que llevaban, en la llama del Cirio Pascual, el sacerdote se los dijo muy claramente. Deben procurar Deben procurar que esta llama que representa le fe en Dios que esta llama que representa le fe en Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no se Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, no se apague, sino que se mantenga encendida, apague, sino que se mantenga encendida, para que ilumine a sus hijos con su luz y para que ilumine a sus hijos con su luz y les transmita el calor del amor de Dios, que les transmita el calor del amor de Dios, que ellos tienen que hacer presente en el ellos tienen que hacer presente en el mundo.mundo.

¿Por qué?... Pues simplemente, porque "Padres no hay sino unos""Padres no hay sino unos", y la formación, la educación de los hijos, su crecimiento y desarrollo como personas íntegras, se deriva del hecho mismo de haberles dado la vida.

Entre los padres y los hijos existe un vínculo sagrado que nadie puede hacer a un lado; un vínculo muy fuerte y muy profundo que nadie puede destruir y tampoco superar.

Es la realidad, aunque muchas veces - tanto

los hijos como los padres - no seamos plenamente conscientes de ello.

La educación de los hijos en la fe, es un La educación de los hijos en la fe, es un derecho y un deber de los padres.derecho y un deber de los padres.

Porque comunicar la propia fe es un acto de amor, un acto tan profundo, tan personal e intransferible, tan gratificante, tan bello, como dar la vida.

La fe es la vida del espíritu, lo más íntimo, lo más suyo que cada ser humano tiene, lo más bello y más bueno, y compartirla con otro es un acto de amor profundo, de amor verdadero.

Son cosas de las que solemos no darnos cuenta, o en las que no queremos detenernos, pero que son verdaderas, reales.

Además, los papás - mamá y papá - nunca los papás - mamá y papá - nunca dejan de ser lo que son, nunca pierden su dejan de ser lo que son, nunca pierden su autoridad sobre sus hijos, y tampoco su autoridad sobre sus hijos, y tampoco su tarea.tarea. Puede cambiar la manera de ejercerlas, de realizarlas, pero son permanentes, para toda la vida, suceda lo que suceda.

El Papa Pablo VI, dijo una cosa muy bonita sobre este tema de la educación de los hijos en la fe. Sobre todo en la primera edad, cuando son pequeños. Estas son sus palabras:

«Madres, ¿enseñan a sus niños las oraciones «Madres, ¿enseñan a sus niños las oraciones del cristiano? ¿Preparan, de acuerdo con los del cristiano? ¿Preparan, de acuerdo con los sacerdotes, a sus hijos para los sacramentos sacerdotes, a sus hijos para los sacramentos de la primera edad: confesión, comunión, de la primera edad: confesión, comunión, confirmación? ¿Los acostumbran, si están confirmación? ¿Los acostumbran, si están enfermos, a pensar en Cristo que sufre? ¿A enfermos, a pensar en Cristo que sufre? ¿A invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? invocar la ayuda de la Virgen y de los santos? ¿Rezan el rosario en familia? ¿Rezan el rosario en familia?

Y ustedes, padres, ¿saben rezar con sus hijos, Y ustedes, padres, ¿saben rezar con sus hijos, con toda la comunidad doméstica, al menos con toda la comunidad doméstica, al menos alguna vez? Su ejemplo, en la rectitud del alguna vez? Su ejemplo, en la rectitud del pensamiento y de la acción, apoyado por pensamiento y de la acción, apoyado por alguna oración común vale una lección de alguna oración común vale una lección de vida, vale un acto de culto de un mérito vida, vale un acto de culto de un mérito singular; llevan de este modo la paz al interior singular; llevan de este modo la paz al interior de los muros domésticos. Recuerden: así de los muros domésticos. Recuerden: así edifican la Iglesia»edifican la Iglesia»

Entonces, podemos preguntarnos ahora: ¿Qué significa educar a los hijos en la fe?¿Qué significa educar a los hijos en la fe?

La respuesta es clara y aparentemente sencilla.

Educar a los hijos en la fe es: Educar a los hijos en la fe es: darles a conocer las verdades que creemos darles a conocer las verdades que creemos

como cristianos católicos, y los principios que como cristianos católicos, y los principios que deben regir nuestro comportamiento, nuestra deben regir nuestro comportamiento, nuestra manera de ser y de actuar,manera de ser y de actuar,

para que ellos los asuman en su propia vida, para que ellos los asuman en su propia vida, y a su vez, cuando llegue el momento, puedan y a su vez, cuando llegue el momento, puedan

transmitírselos a sus propios hijos.transmitírselos a sus propios hijos.

¿Y cómo se hace esto?¿Y cómo se hace esto?Respuesta: Con las palabras y con el ejemplo.: Con las palabras y con el ejemplo.

El Papa Francisco insiste constantemente en El Papa Francisco insiste constantemente en esto del testimonio. esto del testimonio.

Las palabras se las lleva el viento, lo sabemos Las palabras se las lleva el viento, lo sabemos bien, pero el ejemplo siempre queda, es lo bien, pero el ejemplo siempre queda, es lo que se recuerda más fácilmente.que se recuerda más fácilmente.

En la Iglesia Católica, la transmisión de la fe es como una cadena, va de padres a hijos, o de abuelos a nietos, y esto tiene gran valor.

1. DARLES A CONOCER LAS VERDADES DE LA 1. DARLES A CONOCER LAS VERDADES DE LA FE: FE:

Es decir, a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios Padre que nos creó, Jesús el Hijo que nos salvó, y el Espíritu Santo que nos santifica, con su presencia en nuestro corazón y los dones y gracias que nos comunica.

Y también, darles a conocer a María, la Iglesia, los Sacramentos, la oración, los Mandamientos...

En una palabra, lo que aprendimos en el Catecismo.

2. DARLES A CONOCER LOS PRINCIPIOS 2. DARLES A CONOCER LOS PRINCIPIOS

QUE DEBEN REGIR QUE DEBEN REGIR

NUESTRO COMPORTAMIENTONUESTRO COMPORTAMIENTO

La verdad, la honradez, la honestidad,

el amor, el perdón, el servicio,

la bondad, la paciencia,

la humildad, la sencillez,

la justicia, la libertad...

Pero no como una teoría, sino como una no como una teoría, sino como una práctica, como un testimonio de vidapráctica, como un testimonio de vida.

Algo que se hace concreto y real en nuestra vida de cada día.

En el hogar, con las personas que viven a nuestro lado, y también con nuestros vecinos y conocidos, en el trabajo que realizamos, y como ciudadanos de una ciudad y de un país.

Y aquí tenemos que ponernos la mano en el corazón.

Esto exige entonces, que nosotros mismos Esto exige entonces, que nosotros mismos llevemos una vida cristiana auténtica, que llevemos una vida cristiana auténtica, que seamos católicos de verdad, todos los días seamos católicos de verdad, todos los días y en todas las circunstancias, y en todas las circunstancias, y no solo en ocasiones especiales, como esta de la Confirmación de los hijos.

Católicos de verdad, no sólo de nombre, o por tradición familiar. Con nuestras caídas, pero también con el deseo permanente de realizar en nuestra vida la voluntad de Dios, que siempre es lo mejor para nosotros.

Cristianos “luminosos”, como dice el Papa Cristianos “luminosos”, como dice el Papa Francisco, y no “cristianos grises”, o Francisco, y no “cristianos grises”, o “cristianos paganos”, o “cristianos “cristianos paganos”, o “cristianos cómodos”, o “cristianos de apariencia”, o cómodos”, o “cristianos de apariencia”, o “cristianos tibios”, que de todo esto hay. “cristianos tibios”, que de todo esto hay.

No podemos ser cristianos que dicen que No podemos ser cristianos que dicen que son cristianos, pero que viven como si no son cristianos, pero que viven como si no lo fueran, como si no creyeran, haciendo a lo fueran, como si no creyeran, haciendo a un lado el Evangelio de Jesús, sus un lado el Evangelio de Jesús, sus enseñanzas y su ejemplo de vida, o enseñanzas y su ejemplo de vida, o sintiéndose muy tranquilos con su sintiéndose muy tranquilos con su mediocridad.mediocridad.

El Papa Francisco nos dice:

Todos nosotros tenemos la responsabilidad de Todos nosotros tenemos la responsabilidad de dar lo mejor que tenemos y lo mejor que dar lo mejor que tenemos y lo mejor que tenemos es la fe... ¡Pero darla con el tenemos es la fe... ¡Pero darla con el ejemplo!ejemplo!

Y nos invita a preguntarnos:Y nos invita a preguntarnos:

¿A quién hemos “contagiado” con nuestra fe? ¿A quién hemos “contagiado” con nuestra fe? ¿A cuántas personas hemos alentado con ¿A cuántas personas hemos alentado con nuestra esperanza? ¿Cuánto amor hemos nuestra esperanza? ¿Cuánto amor hemos compartido con nuestro prójimo? Son compartido con nuestro prójimo? Son preguntas que nos hará bien formularnos. preguntas que nos hará bien formularnos. 

Recordemos que en el Evangelio, Jesús nos llama a ser sal de la tierra y luz del mundo.

“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres.

Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mateo 5, 13-14)

Un cristiano no es simplemente una persona que un día recibió el Bautismo, otro día hizo la Primera Comunión, otro día se acercó a la iglesia para casarse y luego para llevar a sus hijos a bautizar y a confirmarse, y de vez en cuando, cuando tiene una necesidad especial, reza un rosario u ofrece una Misa.

Un cristiano verdadero es un seguidor de Un cristiano verdadero es un seguidor de Jesús, un discípulo de Jesús, una persona Jesús, un discípulo de Jesús, una persona que se ha encontrado con Jesús, y siente en que se ha encontrado con Jesús, y siente en su corazón la necesidad de escuchar su su corazón la necesidad de escuchar su palabra, porque es palabra de vida eterna. palabra, porque es palabra de vida eterna.

Un cristiano es una persona que sabe que Un cristiano es una persona que sabe que Dios está por encima de todo, y que siente Dios está por encima de todo, y que siente en su corazón el deseo profundo de amarlo en su corazón el deseo profundo de amarlo y de servirlo con su vida.y de servirlo con su vida.

Un cristiano es una persona que se siente Un cristiano es una persona que se siente amado por Dios y quiere transmitir ese amor amado por Dios y quiere transmitir ese amor a los demás, en su quehacer de cada día. a los demás, en su quehacer de cada día.

Un cristiano es una persona que sabe que la Un cristiano es una persona que sabe que la verdadera felicidad no está en el dinero, sino verdadera felicidad no está en el dinero, sino en vivir conforme a las enseñanzas y al en vivir conforme a las enseñanzas y al ejemplo de Jesús.ejemplo de Jesús.

Un cristiano es una persona queUn cristiano es una persona que

- abre su corazón a la conversión - abre su corazón a la conversión constante, porque siempre hay algo que constante, porque siempre hay algo que tengamos que cambiar en nuestra vida;tengamos que cambiar en nuestra vida;

- lee con frecuencia el Evangelio, porque - lee con frecuencia el Evangelio, porque en él encuentra a Jesús vivo que le habla;en él encuentra a Jesús vivo que le habla;

- ora todos los días, porque sabe que la - ora todos los días, porque sabe que la oración es el alimento del alma;oración es el alimento del alma;

- se acerca a recibir los sacramentos, - se acerca a recibir los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Confesión, especialmente la Eucaristía y la Confesión, porque sabe que en ellos Jesús nos llena porque sabe que en ellos Jesús nos llena de su amor que perdona nuestros de su amor que perdona nuestros pecados, sana nuestras heridas, y alimenta pecados, sana nuestras heridas, y alimenta nuestra fe y nuestra esperanza en él;nuestra fe y nuestra esperanza en él;

- es parte integrante y activa en su - es parte integrante y activa en su comunidad parroquial, porque sabe que la comunidad parroquial, porque sabe que la fe no puede vivirse solo, sino unido a los fe no puede vivirse solo, sino unido a los otros, en fraternidad y solidaridad.otros, en fraternidad y solidaridad.

La vida cristiana auténtica no es saber La vida cristiana auténtica no es saber mucho, sino amar mucho.mucho, sino amar mucho.

Abrir el corazón para recibir el amor que Abrir el corazón para recibir el amor que Dios siente por nosotros y que nos Dios siente por nosotros y que nos manifiesta de tantas maneras.manifiesta de tantas maneras.

Dejarnos amar por Dios, y corresponder Dejarnos amar por Dios, y corresponder a este amor suyo con una vida limpia y a este amor suyo con una vida limpia y buena, una vida marcada por el amor y buena, una vida marcada por el amor y el servicio a los demás.el servicio a los demás.

El corazón tiene dos chapas, una de El corazón tiene dos chapas, una de afuera, que la abre Jesús, y otra de afuera, que la abre Jesús, y otra de adentro, que la abrimos nosotros. Y la adentro, que la abrimos nosotros. Y la puerta del corazón no se abra, sólo con puerta del corazón no se abra, sólo con que Jesús introduzca su llave y abra su que Jesús introduzca su llave y abra su chapa; también nosotros tenemos que chapa; también nosotros tenemos que hacer lo que nos corresponde.hacer lo que nos corresponde.

La vida cristiana auténtica, es poner por obra, La vida cristiana auténtica, es poner por obra, en las acciones de cada día, las enseñanzas en las acciones de cada día, las enseñanzas de Jesús, dejarnos transformar por Él, de Jesús, dejarnos transformar por Él, dejarnos guiar por Él, dejarnos llenar de Él. dejarnos guiar por Él, dejarnos llenar de Él.

Por su palabra de vida y de esperanza.Por su palabra de vida y de esperanza.

Por el testimonio de su amor entregado en la Por el testimonio de su amor entregado en la cruz.cruz.

Con la certeza de que Jesús crucificado nos Con la certeza de que Jesús crucificado nos acompaña en nuestros sufrimientos y acompaña en nuestros sufrimientos y dificultades, y que su resurrección es dificultades, y que su resurrección es nuestra gran esperanza.nuestra gran esperanza.

Seguramente seríamos muchísimo más Seguramente seríamos muchísimo más felices, si nuestra vida estuviera más unida felices, si nuestra vida estuviera más unida a Jesús, si fuera más coherente, más a Jesús, si fuera más coherente, más conforme al Evangelio, si cumpliéramos conforme al Evangelio, si cumpliéramos con más fidelidad nuestro compromiso con más fidelidad nuestro compromiso con el Señor.con el Señor.

Recordemos sus palabras en el Evangelio de Recordemos sus palabras en el Evangelio de

““Vengan a mí todos los que están cansados Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, que yo los aliviaré... porque y agobiados, que yo los aliviaré... porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mateo mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mateo 11, 28.30)11, 28.30)

Sobre este tema de la identidad cristiana, de la vida cristiana, del modo de ser cristianos hoy, nos dice el Papa Francisco:

En la vida cristiana son esenciales: la oración, la En la vida cristiana son esenciales: la oración, la humildad, y el amor a todos. Este es el camino hacia humildad, y el amor a todos. Este es el camino hacia la santidad.la santidad.

Seguir a Jesús significa ponerlo en el primer lugar, Seguir a Jesús significa ponerlo en el primer lugar, despojándonos de tantas cosas que ahogan nuestro despojándonos de tantas cosas que ahogan nuestro corazón.corazón.

Al proclamar las Bienaventuranzas, Jesús nos invita a Al proclamar las Bienaventuranzas, Jesús nos invita a seguirle, a recorrer con Él, el camino del amor, el seguirle, a recorrer con Él, el camino del amor, el único que lleva a la vida eterna. No es un camino único que lleva a la vida eterna. No es un camino fácil, pero el Señor nos asegura su gracia y nunca fácil, pero el Señor nos asegura su gracia y nunca nos deja solos.nos deja solos.

Ser cristianos es una relación viva con la Ser cristianos es una relación viva con la persona de Jesús. Es revestirse de Él, persona de Jesús. Es revestirse de Él, es asimilarse a Él.es asimilarse a Él.

Un cristiano afronta las dificultades, las Un cristiano afronta las dificultades, las pruebas, incluso las derrotas, con pruebas, incluso las derrotas, con serenidad y esperanza en el Señor.serenidad y esperanza en el Señor.

Si vivimos la fe en la vida diaria, el Si vivimos la fe en la vida diaria, el trabajo se convierte en una oportunidad trabajo se convierte en una oportunidad para transmitir la alegría de ser para transmitir la alegría de ser cristianos.cristianos.

Ser santos no es un lujo, es necesario Ser santos no es un lujo, es necesario para la salvación del mundopara la salvación del mundo

El modelo para todas las familias cristianas, para los padres y también para los hijos, es la Sagrada Familia de Nazaret, la familia conformada por Jesús, María y José.

Jesús vivió como vivió y actuó como actuó, no simplemente porque era el Hijo de Dios, sino también, porque fue educado por María y José, de manera que ya nos podemos imaginar como eran ellos como personas y como papás y qué le enseñaron.

En tiempos de Jesús, los papás eran los únicos maestros que tenían los niños.

María cuidó a Jesús en sus primeros años; le enseñó a caminar, a hablar, a vestirse; lo protegió de todos los peligros; jugó con él, lo mimó, le enseñó a relacionarse con otros niños, y también, por supuesto, a amar y a respetar a José como su papá, y a ayudar a las personas que necesitaban algún servicio de él.

José, por su parte, le habló de Dios; le enseñó la historia de su pueblo; le enseñó a orar y a cumplir las normas más importantes de su religión; y hasta le enseñó su propio oficio de artesano, para que pudiera sostenerse cuando le llegara el momento de formar una familia.

Nuestro tiempo es distinto de aquel tiempo, pero las responsabilidades de los padres respecto de sus hijos no han cambiado en lo fundamental.

Y lo fundamental es que el ejemplo es Y lo fundamental es que el ejemplo es siempre más efectivo que la cantaleta, los siempre más efectivo que la cantaleta, los regaños o los castigos.regaños o los castigos.

Y que en la familia, es donde se aprende a Y que en la familia, es donde se aprende a amar, a servir, a decir siempre la verdad, a amar, a servir, a decir siempre la verdad, a actuar en todo con honradez y sinceridad.actuar en todo con honradez y sinceridad.

Es necesario enseñar a los hijos que el bien, la verdad, la justicia, la honestidad, sí pagan aunque parezca lo contrario.

Y hacerles caer en la cuenta de que nosotros podemos cambiar el mundo y lo malo que vemos en él, si cambiamos primero nosotros mismos, si asumimos en nuestra vida actitudes positivas, si el amor y el respeto por los demás es nuestra primera consigna.

El Papa Francisco ha hablado mucho sobre la familia, y sus palabras nos invitan a reflexionar muy seriamente, sobre lo que son nuestras familias en este momento. Cada uno en la suya.

Nos dice:

Más allá de sus acuciantes problemas... la Más allá de sus acuciantes problemas... la familia es un ‘centro de amor’, donde reina la familia es un ‘centro de amor’, donde reina la ley del respeto y de la comunión, capaz de ley del respeto y de la comunión, capaz de resistir a los embates de la manipulación y resistir a los embates de la manipulación y de la dominación de los ‘centros de poder’ de la dominación de los ‘centros de poder’ mundanos.mundanos.

Conscientes de que el amor de la familia Conscientes de que el amor de la familia ennoblece todo lo que hace el hombre... es ennoblece todo lo que hace el hombre... es importante animar a las familias a que importante animar a las familias a que cultiven relaciones sanas entre sus cultiven relaciones sanas entre sus miembros, a que sepan decirse unos a otros: miembros, a que sepan decirse unos a otros: ‘perdón’, ‘gracias’, ‘por favor’ , y a dirigirse a ‘perdón’, ‘gracias’, ‘por favor’ , y a dirigirse a Dios con el hermoso nombre de Padre.Dios con el hermoso nombre de Padre.

¡Qué precioso es el valor de la familia, como ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!lugar privilegiado para transmitir la fe!

Para que la familia pueda caminar bien, con Para que la familia pueda caminar bien, con confianza y esperanza, es necesario que sea confianza y esperanza, es necesario que sea nutrida por la Palabra de Dios.nutrida por la Palabra de Dios.

Las familias son el primer lugar en que nos Las familias son el primer lugar en que nos formamos como personas y, al mismo formamos como personas y, al mismo tiempo, son los “ladrillos” para la tiempo, son los “ladrillos” para la construcción de la sociedad.construcción de la sociedad.

La familia sigue siendo la célula básica de la La familia sigue siendo la célula básica de la sociedad y la primera escuela en la que los sociedad y la primera escuela en la que los niños aprenden los valores humanos, niños aprenden los valores humanos, espirituales y morales, que los hacen espirituales y morales, que los hacen capaces de ser faros de bondad, de capaces de ser faros de bondad, de integridad y de justicia en nuestras integridad y de justicia en nuestras comunidades. comunidades.

RECOMENDACIONES RECOMENDACIONES

PARA VIVIR NUESTRA FE CRISTIANA PARA VIVIR NUESTRA FE CRISTIANA

EN LA FAMILIAEN LA FAMILIA

1. Es muy bueno y provechoso, que la familia vaya junta a la Eucaristía de los domingos. No simplemente mandar a los hijos. El ejemplo es necesario. Además, ir juntos nos une como familia, y nos quita la pereza. Escoger el horario y el lugar más cómodo ayuda. Hay bastantes posibilidades. Se puede desde el sábado.

Aprovechar la hojita para la Misa que nos da la parroquia los domingos, para releer el Evangelio, y pensar en él y en las otras lecturas de la Misa, durante la semana. Leer también la reflexión de la primera página, que es muy concreta y nos da indicaciones para la vida concreta

2. Es muy importante la oración en familia. Por ejemplo rezar el Rosario, si se puede, todos los días, o al menos una vez en la semana. Si no se puede el Rosario, hacer otra oración por ejemplo al levantarse, o al acostarse.

3. Enseñar a los hijos a orar los unos por los otros, y a dar gracias a Dios por todo lo que recibimos de su bondad. Aunque seamos pobres y tengamos necesidades, hay muchas personas en el mundo que están más necesitados que nosotros.

4. Tener en la casa signos religiosos: una imagen de la Virgen, el Corazón de Jesús, un Crucifijo, la Biblia o los Evangelios. No como simples adornos, sino como una referencia constante. Es triste entrar en una casa donde supuestamente la gente es católica, y no tener nada que nos lo muestre. Una casa sin un signo religioso, sin una imagen de Jesús y de María, es una casa fría, sin calor familiar.

5. Ser siempre coherentes en nuestro obrar. Que lo que decimos coincida con lo que hacemos. No, castigar a los hijos, por ejemplo, porque nos dicen una mentira, y nosotros estar mintiendo a cada momento, o sacando excusas para esto y para aquello. Pedirles que cumplan con sus deberes en el colegio y en la casa, y que vean que nosotros no cumplimos los nuestros. Mandarlos a Misa y no ir nosotros, con cualquier disculpa.

6. Ser respetuosos en la casa unos con otros, y también con los vecinos, aunque nos caigan mal.

7. Saber reconocer con humildad nuestras propias fallas, nuestras debilidades. Los hijos saben comprender más de lo que imaginamos.

8. Regañar y castigar con justicia y con medida. No dejarnos llevar por la rabia del momento.

9. Enseñar a los hijos a ser serviciales en la familia, con los hermanos, los abuelos, los tíos, primos, etc., y también con los compañeros, amigos, vecinos. El servicio es un elemento fundamental en la vida del cristiano, seguidor de Jesús, que se hizo servidor de todos nosotros, y llegó hasta a dar su vida por nosotros en la cruz.

10. Procurar que en nuestra familia seamos siempre respetuosos unos con otros, y nos tratemos con el cariño debido. Saquemos de nuestra casa y de nuestra familia, las palabras y los gestos violentos. Si deseamos que haya paz en nuestro país, tenemos que empezar porque haya paz en nuestras familias. Si no es así, nada ganamos con que se firmen mil tratados de paz.

11. Vivir nuestra fe, siempre con agradecimiento, como un don que Dios nos ha dado y que nosotros sabemos apreciar en su justa medida.