Los Movimientos Proactivos (I); El Movimiento Ecologista

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TEMA X. LOS MOVIMIENTOS PROACTIVOS (I): EL MOVIMIENTO ECOLOGISTA Tipología de los movimientos ecologistas. Las dimensiones del ecologismo. La compleja acción de los movimientos ecologistas. El reverdecimiento del yo: el movimiento ecologista Enorme repercusión en los valores culturales y en las instituciones de las sociedades. En los 90, el 80% de los estadounidenses y de más de dos tercios de los europeos se consideraban ecologistas; cualquier candidato o partido debe “reverdecer” su programa si quiere tener alguna posibilidad de ser elegido. En cuanto a las empresas, incluyen el ecologismo en su agenda de relaciones pública y en sus mercados con más futura, Y, mas allá, entre las diferente pueblos, la oposición simplista de desarrollo pero los pobres y conservacionismo para los ricos han dado paso a un debate pluralista sobre el contenido real del desarrollo sostenido para cada uno de ellos y para todos en sus conjunto. Sin embargo, la situación precaria del medio ambiente no ha cambiado apenas, puesto que su tratamiento exige una transformación tanto en los modos de producción y consumo como en nuestra organización social y vida personal. Pero el hecho de que temas como el calentamiento del planeta, las sustancias químicas en la cadena alimentaria, y otros muchos hayan hecho irrupción en el debate público y que haya surgido conciencia de su interdependencia/globalidad, permite crear una base para su tratamiento y quizás para una reorientación de las instituciones y políticas hacia un sistema socioeconómico responsable en cuanto al medio ambiente. Por tanto, se puede afirmar que el movimiento ecologista multifacético que ha ido surgiendo a partir de l finales de los 60 en todo el mundo, pero mar firmemente en América del Norte y en Europa Occidental, está en el origen de la espectacular inversión de la forma en que concebimos la relación entre economía, sociedad y naturaleza, induciendo así una nueva cultura. No deberíamos, sin embargo, perder de vista la enorme diversidad tanto en su composición como en sus manifestaciones en los diferentes países y culturas; se presenta pues diferentes tipologías según sus componentes, así como la relación entre los temas ecologista y las dimensiones fundamentales de la transformación de nuestra sociedad; posteriormente se verán sus medios y modos de actuación. 1

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Los Movimientos Proactivos (I); El Movimiento Ecologista

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El reverdecimiento del yo: el movimiento ecologista

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TEMA X. LOS MOVIMIENTOS PROACTIVOS (I): EL MOVIMIENTO ECOLOGISTATipologa de los movimientos ecologistas. Las dimensiones del ecologismo. La compleja accin de los movimientos ecologistas.

El reverdecimiento del yo: el movimiento ecologista

Enorme repercusin en los valores culturales y en las instituciones de las sociedades.

En los 90, el 80% de los estadounidenses y de ms de dos tercios de los europeos se consideraban ecologistas; cualquier candidato o partido debe reverdecer su programa si quiere tener alguna posibilidad de ser elegido.

En cuanto a las empresas, incluyen el ecologismo en su agenda de relaciones pblica y en sus mercados con ms futura, Y, mas all, entre las diferente pueblos, la oposicin simplista de desarrollo pero los pobres y conservacionismo para los ricos han dado paso a un debate pluralista sobre el contenido real del desarrollo sostenido para cada uno de ellos y para todos en sus conjunto.

Sin embargo, la situacin precaria del medio ambiente no ha cambiado apenas, puesto que su tratamiento exige una transformacin tanto en los modos de produccin y consumo como en nuestra organizacin social y vida personal.

Pero el hecho de que temas como el calentamiento del planeta, las sustancias qumicas en la cadena alimentaria, y otros muchos hayan hecho irrupcin en el debate pblico y que haya surgido conciencia de su interdependencia/globalidad, permite crear una base para su tratamiento y quizs para una reorientacin de las instituciones y polticas hacia un sistema socioeconmico responsable en cuanto al medio ambiente.

Por tanto, se puede afirmar que el movimiento ecologista multifactico que ha ido surgiendo a partir de l finales de los 60 en todo el mundo, pero mar firmemente en Amrica del Norte y en Europa Occidental, est en el origen de la espectacular inversin de la forma en que concebimos la relacin entre economa, sociedad y naturaleza, induciendo as una nueva cultura.

No deberamos, sin embargo, perder de vista la enorme diversidad tanto en su composicin como en sus manifestaciones en los diferentes pases y culturas; se presenta pues diferentes tipologas segn sus componentes, as como la relacin entre los temas ecologista y las dimensiones fundamentales de la transformacin de nuestra sociedad; posteriormente se vern sus medios y modos de actuacin.

LA CACOFONA CREATIVA DEL ECOLOGISMO: UNA TIPOLOGA

La diversidad de las polticas, discursos y prcticas que se agrupan bajo la bandera del ecologismo y que se pueden hacer pasar en entredicho la idea de un movimiento, son para Castells la manifestacin de una nueva forma de movimiento descentralizado, multiforme, articulado en red y omnipresente. Para su mejor comprensin, se presentan aqu primero la distincin y seguidamente la tipologa.La distincin se presenta entre el medioambientalismo y la ecologa:

Medioambientalismo se refiere a todas las formas de conducta colectiva que, en su discurso y prctica, aspiran a corregir las formas de relacin destructivas entre la accin humana y su entorno natural, en oposicin a la lgica estructural e institucional dominantes

Por su parte, por ecologa entiende como una serie de creencias, teoras y proyectos que consideran a la humanidad como un componente de un ecosistema en una perspectiva dinmica y evolucionista.

Para el autor, el medioambientalismo es la ecologa puesta en prctica y la ecologa es el medioambientalismo en teora, pero a continuacin restringe el uso del trmino ecologa a las manifestaciones explcitas y conscientes de esta perspectiva holstica y evolucionista.

En cuanto a la tipologa se presenta primero el siguiente cuadro siguiendo la caracterizacin de Touraine, y se explica despus:

Tipo (ejemplo)IdentidadAdversarioObjetivo

1.

Conservacin de la naturaleza (Grupo de los Diez, EE.UU.)Amantes de la naturalezaDesarrollo incontroladoNaturaleza original

2.

Defensa del espacio propio

(En mi patio trasero, no)Comunidad localContaminadoresCalidad de vida / salud

3.

Contracultura, ecologa profunda (Earth first!, ecofeminismo)El yo verdeIndustrialismo, tecnocracia, patriarcadoEcotopa

4.

Salvar al planeta (Greenpeace)Ecoguerreros internacionalistas Desarrollo global incontroladoSostenibilidad

5.

Poltica verde (Die Grnen)Ciudadanos concienciadosEstablishment polticoContrapoder

Cada tipo se define, desde el punto de vista analtico, por una combinacin especfica de tres caractersticas que definen un movimiento socia : identidad, adversario y objetivo. Aunque evidentemente ninguno se presente en estado puro, se presentan aquellos movimientos que parecen aproximarse ms al tipo ideal.

1. La conservacin de la naturaleza, bajo sus diferentes formas, fue el origen del movimiento ecologista en los EEUU segn lo establecieron organizaciones como el Sierra Club (1891) etc. A comienzos de los 80 diversas organizaciones se unieron en una alianza conocida como el Grupo de los Diez. Pese a las diferencias de planteamiento y su mbito especfico de actuacin, lo que une a estas y otras muchas organizaciones similares, es su defensa pragmtica de las causas conservacionistas en todo el sistema institucional: su planteamiento puede caracterizarse como salir del paso, dentro de unos parmetros razonables de lo que puede lograrse en el sistema econmico e institucional presente. Sus adversarios son el desarrollo incontrolado y las burocracias irresponsables. Se definen como amantes de la naturaleza, prescindiendo de las diferencias sociales. Operan mediante las instituciones y utilizan a menudo la influencia poltica con destreza y determinacin; se basan en un amplio apoyo popular as como en las donaciones de las elites acomodadas. Alguna de estas organizaciones son muy grandes y estn estructuradas en organizaciones locales que varan mucho en ideologa y acciones. La mayor parte se centran en las campaas polticas, el anlisis y la difusin de la informacin. Suelen practicar una poltica de coalicin, pero desconfan de las ideologas radicales y las acciones espectaculares. Sin embargo, sera un error oponer los conservacionistas establecidos a los ecologistas verdaderos: existe una gran smosis en las relaciones entre los conservacionistas y los ecologistas radicales, ya que las ideologas tienden a ocupar un segundo lugar.

2. La movilizacin de las comunidades locales en defensas de su espacio, contra la intrusin de los usos indeseables es la forma de accin ecologista que se ha desarrollado de forma ms rpida y que enlaza de forma mas directa con la gente en los temas ms amplios de deterioro medioambiental. Etiquetados como el movimiento en mi patio trasero, no se desarroll en EEUU en primer lugar bajo la forma del movimiento contra los txicos; con el tiempo, las comunidades tambin se movilizaron contra la construccin de autopistas, el desarrollo excesivo y la localizacin de instalaciones peligrosas en su proximidad. Aunque el movimiento es local, no es necesariamente localista, ya que suele afirmar el derecho de los residentes a la calidad de vida en oposicin a los intereses de empresas o burocracias. Lo que estos movimientos cuestionan es, por una parte, el sesgo de la localizacin de materiales o actividades indeseables en comunidades de renta baja y zonas habitadas por minoras, y por la otra, la falta de transparencia y participacin en la toma de decisiones sobre el uso del espacio, Demandan la extensin de la democracia local, una planificacin urbana responsable y equidad para compartir las cargas.

En otros casos, en los suburbios de clase media, las movilizaciones de sus residentes se centraron ms en conservar su statu quo contra el desarrollo indeseado; prescindiendo de su contenido de clase, todas las formas de protesta aspiran a establecer un control sobre el entorno en nombre de la comunidad local.

3. El ecologismo tambin ha alimentado algunas de las contraculturas que brotaron de los movimientos de los 60/70; el autor considera razonable incluir bajo la nocin de ecologismo contracultural expresiones tan aparentemente distinta como los ecologista radicales, (Earth First! O Sea Shepherds) el movimiento de la liberacin de los animales y el ecofeminismo. A pesar de su diversidad y falta de coordinacin, la mayora comparte las ideas de los pensadores de la ecologa profunda, cuyos principios son:

La vida humana y no humana poseen valor intrnseco e independiente de su utilidad desde el punto de vista de los objetivos humanos; la riqueza y diversidad de las formas de vida son valores en s mismos, los humanos no tienen derecho a reducir esta riqueza y diversidad, salvo para satisfacer vitales; el florecimiento de la vida y cultura humanas es compatible con un descenso sustancial de la poblacin humana, y el resto de las vidas lo necesitan imperativamente; la interferencia humana actual en el mundo no humano es excesiva y la situacin empeora por momentos; por tanto, deben cambiarse las polticas, el cambio ideolgico consiste fundamentalmente en apreciar la calidad de vida mas que adherirse a un nivel de vida cada vez ms alto; quienes suscriben estos puntos, tienen la obligacin directa o indirecta para tratar de llevar a cabo los cambios necesarios.

Siguiendo estos principios, a finales de los 60 se creo en EEUU Earth First!, movimiento intransigente que utiliz la desobediencia civil incluso el ecosabotaje contra la construccin de presas, la tala y otras agresiones, con lo que se enfrent a procesos y crcel.

El movimiento estaba completamente descentralizado, formado por tribus autnomas que funcionaban segn una serie de ritos de los indios norteamericanos; en la dcada de los 90, el movimiento para la liberacin de los animales, centrado en la oposicin a la experimentacin con animales, parece ser el ala ms militante del fundamentalismo ecolgico.

El ecofeminismo se distancia claramente de las tcticas machistas de algunos de estos movimientos, pero comparte el principio del respeto absoluto por la naturaleza como la base para la liberacin tanto del patriarcado como del industrialismo. Consideran a las mujeres vctimas de la misma violencia patriarcal que se inflige a la naturaleza, y por lo tanto, el restablecimiento de los derechos naturales es inseparable de la liberacin de la mujer. Algunas ecofeministas encontraron inspiracin en las reconstrucciones muy polmicas- de las sociedades prehistricas, libres de la dominacin masculina, de la edad de oro matriarcal.

Por tanto, mediante formas variadas, desde las tcticas ecoguerrilleras al espiritualismo, pasando por la ecologa profunda y el ecofeminismo, los ecologistas radicales vinculan la accin medioambiental y la revolucin cultural, ampliando el alcance de un movimiento ecologista que abarca en su construccin la Ecotopa.

4. Greenpeace es la organizacin ecologista mayor del mundo y probablemente la que ms ha popularizado los temas medioambientales mediante sus acciones no violentas orientada a los medios de comunicacin. Fundada en 1971, se trata de una organizacin transnacional interconectada que cuenta con 6 millones de miembros.

Se caracteriza por tres cuestiones: el sentimiento de urgencia en cuanto a la desaparicin inminente de la vida en el planeta, una actitud cuquera de atestiguar, como principio de accin y como estrategia de comunicacin, y, finalmente, una actitud pragmtica y comercial de hacerlas cosas. No hay tiempo para discusiones filosficas: los temas clave deben identificarse utilizando el conocimiento y las tcnicas de investigacin en todo el plantea, han de organizarse campaas sobre objetivos especficos; seguirn acciones espectaculares destinadas a traer la atencin de los medios, con lo que un tema determinado se expondr a la mirada pblica y se obligar a empresas, gobiernos o instituciones a tomar una determinacin a afrontar ms publicidad perjudicial.

Greenpeace es a la vez una organizacin muy centralizada y una red global descentralizada. Sus recursos se organizan en campaas, divididas a su vez en temas, Sus redes sirven para coordinar las campaas pero la mayor parte de la accin aspira a obtener una repercusin global, para problemas medioambientales globales.

Greenpeace considera su adversario a un modelo de desarrollo caracterizado o la falta de preocupacin acerca de sus consecuencias sobre la vida del planeta. Por tanto, se moviliza para aplicar el principio de las sostenibilidad medioambiental como principio general al que todas las dems polticas deben subordinarse;

Debido a la importancia de su misin, los guerreros del arco iris no estn inclinados a participar en debates con los otros grupos ecologistas y no se recrean en la contracultura; son internacionalistas resueltos y consideran al estado-nacin el principal obstculo para lograr el control sobre el desarrollo actual, desenfrenado y destructivo. Se enfrenta al modelo de desarrollo ecosuicida y pretenden obtener resultados inmediatos de cada frente de accin. Los guerreros del arco iris se encuentran en la encrucijada de la ciencia para la vida, la tecnologa de la comunicacin de redes globales y la solidaridad intergeneracional.

5. Aunque pudiera parecer una forma indirecta para entrar en poltica en nombre del movimiento ecologista, en realidad en el momento en que aparecieron Los verdes alemanes esa no era una poltica habitual. El Partido Verde alemn (1980) no es un movimiento ecologista estrictamente hablando aun cuando puede que haya sido ms efectivo para el avance de la causa medioambiental que ningn otro movimiento europeo en su pas.

La principal fuerza subyacente fueron las iniciativas ciudadanas de fines de los 70. La creacin y el rpido xito de Los Verdes (entraron en el parlamento nacional en 1983) tuvieron su origen en circunstancias muy excepcionales. En primer lugar, no haba expresiones polticas reales para la protesta social en Alemania ms all de los tres partidos principales que se alternaban en el poder: exista pues un voto desafecto potencial, sobre todo entre la juventud; adems, la estructura de oportunidades polticas apoyaba la estrategia de formar un partido y mantener la unidad entre sus constituyentes lo que le permita entre otras cosas obtener financiacin pblica. Esto contribuy a unir a los Verdes: la mayor parte de sus votantes eran jvenes, estudiantes y otras categoras alejadas de la produccin. Su agenda recoga la ecologa, la paz, defensa de las libertades, proteccin de las minoras e inmigrantes, feminismo y democracia participativa. Se trataba de un partido antipartido un contrapoder que es natural y comn a todos y que ha de ser compartido por todos y utilizado por todos para todos

En un principio, los representantes elegidos para los cargos rotaban y tomaban la mayora de las decisiones en asamblea; tras la prueba de fuego de la poltica pragmtica que supuso el fracaso electoral de 1990, el conflicto latente entre los Realos (pragmticos) y los Fundis (leales a los principios) estallo el conflicto en el 1991. Se reorient y reorganiz, recuperando su fortaleza en los 90 y obteniendo buenas posiciones; sin embargo ya no era el mismo partido, pues se haba convertido en un partido poltico convencional; por otra parte, ya no posean el monopolio de la agenda medioambiental; adems, el peligro ya no era la guerra sino el declive econmico, el desempleo generalizado entre los jvenes y la reduccin del estado de bienestar.

Pese a todo, mediante la poltica verde, el Partido Verde se consolid como la izquierda coherente de la Alemania de fin de siglo, As pues, del experimento de la poltica verde surgi una Alemania muy diferente, tanto desde el punto de vista cultural como desde el poltico.

EL SENTIDO DEL REVERDECIMIENTO: TEMAS SOCIALES Y DESAFO ECOLOGISTA

La conservacin de la naturaleza, la bsqueda de la calidad medioambiental y un planteamiento ecolgico de la vida son ideas decimonnicas; pero en todos los casos, y durante ms de un siglo, se mantuvo como una tendencia intelectual restringida, que aspiraba fundamentalmente a influir en la conciencia de las personas influyentes que podan fomentar la legislacin conservacionista o donar sus bienes a la buena causa de la naturaleza. Sus resultados polticos se presentaron de un modo en que las preocupaciones econmicas y de bienestar social eran lo primordial.

Hasta finales de los aos sesenta no surgi un movimiento de masas, tanto en las bases como en la opinin pblica. El autor propone como hiptesis para explicar esta aparicin, el que existe una correspondencia directa entre los temas planteados por el movimiento ecologista y las dimensiones fundamentales de la nueva estructura social, la sociedad red, que data de la dcada de los setenta: la ciencia y la tecnologa como medios y objetivos bsicos de la economa y la sociedad, la transformacin del espacio y del tiempo y la dominacin de la identidad cultura por los flujos globales y abstractos de riqueza, poder e informacin que construyen la virtualidad real mediante las redes de medios de comunicacin.

Sostiene Castells, igualmente, que hay implcito un discurso ecolgico coherente que transciende diversas orientaciones y orgenes sociales y que proporciona el marco en el que se engloban las distintas corrientes y momentos. An existiendo conflictos pronunciados y fuertes desacuerdos, stos suelen ser ms sobre tcticas, prioridades y lenguaje que sobre la ofensiva bsica de vincular la defensa de entornos especficos a nuevos valores humanos, lo que sintetiza el autor presentndolo centrado en cuatro temas principales.

En primer trmino, una conexin ambigua y profunda con la ciencia y la tecnologa: desempeando un papel fundamental, si bien contradictorio en el movimiento ecologista. Por una parte hay una profunda desconfianza haca la bondad de la tecnologa avanzada, que lleva en algunas manifestaciones extremas; por otra parte, el movimiento se apoya en buena medida en la reunin, el anlisis y la difusin de informacin cientfica sobre la interaccin de los artefactos fabricados por el hombre y el medio ambiente. Las principales organizaciones suelen tener cientficos entre su personal y existe una estrecha conexin entre los cientficos, acadmicos y activistas ecologistas. El ecologismo es un movimiento basado en la ciencia. Aunque critican el dominio de la vida por la ciencia, los ecologistas utilizan la ciencia para oponerse a la ciencia en nombre de la vida; no abona por la negacin de conocimiento, sino por un conocimiento superior, por la sabidura de una visin holstica, capaz de superar los planteamientos fragmentarios y las estrategias miopes: en este sentido, el ecologismo aspira a retomar el control sobre los productos de la mente humana antes de que la ciencia y la tecnologa tengan vida propia y las mquinas acaben imponiendo su voluntad sobre nosotros y la naturaleza.

Las luchas sobre la transformacin estructural equivalen a luchar por la redefinicin histrica de las dos expresiones materiales fundamentales de la sociedad: espacio y tiempo.

El control del espacio y el predominio de la localidad es otro importante tema recurrente en varios componentes del movimiento ecologista, con la aparicin de dos lgicas espaciales, la del espacio de los flujos y la del espacio de los lugares: el primero organiza la simultaneidad de las prcticas sociales a distancia, por medio de las telecomunicaciones y los sistemas de informacin; por su parte, el espacio de los lugares privilegia la interaccin social y la organizacin institucional atendiendo a la contigidad fsica.

Lo que caracteriza y distingue a la nueva estructura social, la sociedad red, es que la mayora de los procesos dominantes de poder, riqueza e informacin, se organizan en el espacio de los flujos. As pues, el hincapi de los ecologistas en la localidad y en el control de la gente de los espacios vitales, es un reto a una palanca bsica del nuevo sistema de poder. La lgica interna del ecologismo le conduce hacia el anhelo de un gobierno a pequea escala que privilegie la comunidad local y la participacin ciudadana: la democracia de base es el modelo poltico implcito e la mayor parte de los movimientos ecologistas.

El control del tiempo est en juego en la sociedad red y el movimiento ecologista es, probablemente, el actor ms importante en la proyeccin de una temporalidad nueva y revolucionaria. El autor propone una distincin entre tres formas de temporalidad; el tiempo de reloj, el tiempo atemporal y el tiempo glacial.

El tiempo de reloj, caracterstico del industrialismo, tanto para el capitalismo como para el estatismo, se caracteriza por la secuencia cronolgica de los acontecimientos y por la disciplina de la conducta humana a un horario predeterminado que apenas permite la experiencia fuera de la dimensin institucionalizada. El tiempo atemporal, que caracteriza los procesos dominantes de nuestra sociedad, se da por ejemplo el paradigma informacional y la sociedad red, provocan una perturbacin sistmica en el orden secuencia de los fenmenos realizados en ese contexto. Esta perturbacin puede comprimir la ocurrencia de los fenmenos para lograr la instantaneidad o introducir una discontinuidad aleatoria en la secuencia (hiperlinks), La eliminacin de las secuencias crea una cronologa indiferenciada, con lo cual se aniquila el tiempo.

En nuestras sociedades, la mayora de los procesos centrales dominantes se estructuran en el tiempo atemporal, pero la mayora de la gente est dominada por el tiempo de reloj.

Existe una forma ms de tiempo, concebida y propuesta en la prctica social: el tiempo glacial. La nocin del tiempo glacial implica que la relacin entre los humanos la naturaleza es muy largo plazo y evolutiva. Retrocede desde la historia humana inmediata y se proyecta a un futuro totalmente inespecificable Castells propone que el movimiento ecologista se caracteriza precisamente por el proyecto de introducir una perspectiva de tiempo glacial en nuestra temporalidad, tanto en la conciencia como en la poltica. La idea de limitar el uso de los recursos a los de carcter renovable, central para el ecologismo, se predica precisamente en virtud de la nocin de que la alteracin del equilibrio bsico del planeta y del universo puede, con el tiempo, deshacer el delicado equilibrio ecolgico, con consecuencias catastrficas. La unidad de experiencia importante no es cada individuo ni las comunidades humanas existentes en la historia; para fundirnos con nuestro yo cosmolgico, primero debemos cambiar la nocin de tiempo, para sentir el tiempo glacial discurrir en nuestras vidas, percibir la energa de las estrellas...En trminos personales muy directos, el tiempo glacial significa medir nuestra vida por la vidas de nuestros hijos y de los hijos de los hijos de nuestros hijos... Proponer el desarrollo sostenible como solidaridad intergeneracional une el sano egosmo con el pensamiento sistmico en una perspectiva evolucionista. Es esta unidad de la especie y de la materia como un todo, y de su evolucin espaciotemporal, la que proclaman de forma implcita e movimiento ecologista m y de forma explcita, los pensadores de la ecologa profunda y el ecofeminismo.

Mediante estas batallas fundamentales sobre la apropiacin de ciencia, espacio y tiempo, los ecologistas inducen la creacin de una nueva identidad, una identidad biolgica, una cultura de la especie humana como componente de la naturaleza. Esta identidad sociobiolgica no supone la negacin de las culturas histricas. Los ecologistas respetan las culturas populares y se recrean en la autenticidad cultural de diversas tradiciones. Su enemigo objetivo es el nacionalismo estatal, porque el Estado-nacin, pro definicin, est destinado a afirmar su poder sobre un territorio determinado, por tanto, rompe la unidad de la humanidad, as como la interrelacin entre los territorios, lo que impide que compartamos plenamente nuestro ecosistema global. La mayor amenaza que debemos afrontar es el nacionalismo. En el prximo siglo, vamos a hacer frente a temas que no pueden resolverse nacin por nacin. Lo que tratamos de hacer es trabajar juntos internacionalmente, pese a siglos de prejuicios nacionalista. En lo que es slo una contradiccin aparente, los ecologistas son, a la vez, localistas y globalistas: globalistas en la gestin del tiempo, localistas en la defensa del espacio. El pensamiento y la poltica evolucionistas requieren una perspectiva global.

Esta nueva identidad como especie, es difcil que se mezcle con la identidad nacionalista estatal. As pues, hasta cierto punto, el ecologismo supera la oposicin entre la cultura de la virtualidad real, que subyace en los flujos globales de riqueza y poder, y la expresin de las identidades fundamentalistas culturales o religiosas. Es la nica identidad global que se plantea en nombre de TODOS los seres humanos, al margen su sus especificidades sociales, histricas, de gnero o religiosas...As, aunque an plantea problemas tcticos, es asunto esencia en cuanto a la influencia de la nueva cultura ecolgica es su capacidad para tejer los hilos de las culturas singulares en un hipertexto compuesto por la diversidad histrica y la comunidad biolgica : es lo que el autor denomina cultura verde. La ternura de la subversin, la subversin de la ternura: estamos muy lejos de la perspectiva instrumentalista que ha dominado la era industrial, tanto n su versin capitalista como en la estatista... La cultura verde es el antdoto de la cultura de la virtualidad real que caracteriza los procesos dominantes en nuestras sociedades

Recapitulando, es la ciencia de la vida contra la vida bajo la ciencia; el control local sobre los lugares contra un espacio de los flujos incontrolable; la percepcin del tiempo glacial contra la aniquilacin del tiempo y la esclavitud continuada al tiempo de reloj; la cultura verde contra la virtualidad real. Estos son los retos fundamentales del movimiento ecologista a la estructuras dominantes de la sociedad red... Resta decir que entre este furioso fuego verde y los hogares de la gente se yerguen altos los bastiones de la sociedad, obligando a los ecologistas a una larga marcha a travs de las instituciones, las que, como en el caso de todos los movimientos sociales, no salen ilesos

EL ECOLOGISMO EN ACCIN: LLEGAR A LAS MENTES, DOMAR AL CAPITAL, CORTEJAR AL ESTADO, BAILAR CON LOS MEDIOS DE COMUNICACIN

Una buena parte del xito del movimiento ecologista se debe a que ha sido capaz de adaptarse lo mejor posible a las condiciones de la comunicacin y la movilizacin en el nuevo paradigma informacional. La accin ecologista opera utilizando acontecimientos recogidos por los medios de comunicacin. La orientacin hacia los medios resulta evidente en los casos de activismo ecologista global como Greenpeace que se orientan hacia la creacin de acontecimientos para movilizar la opinin pblica pero tambin en las luchas ecologistas de mbito local. La relacin simbitica entre los medios y el ecologismo proviene de varias fuentes:

Por una parte, las tcticas de accin directa no violenta que son un buen material de informacin. Se trata de la utilizacin de tcticas mediante la realizacin de actos espectaculares, que impresionan, provocan el debate e inducen a la movilizacin; se introduce as una actitud de testimonio que restaura la confianza y realza los valores ticos en una era de cinismo generalizado.

Adems, la legitimidad de los temas suscitados por los ecologistas que conectan directamente con los valores humanistas bsicos que aprecia la mayora de la gente hizo que los medios de comunicacin asumieran el papel de la voz del pueblo, con lo que aumentaron su propia legitimidad.

Los ecologistas han estado a la vanguardia de las nuevas tecnologas de comunicacin como herramientas organizadoras y movilizadoras, sobre todo en el uso de Internet.

El ecologismo no es slo un movimiento de concienciacin. Desde sus comienzos, se ha centrado en hacer que las cosas cambien en la legislacin y el gobierno, dirigiendo sus esfuerzos a presionar para obtener legislacin o apoyar a candidatos polticos atendiendo a sus postura sobre ciertos temas... A nivel local, los ecologistas han hecho campaa a favor de nuevas formas de planificacin urbana y regional, el control del desarrollo excesivo, Este pragmatismo le ha otorgado al ecologismo la delantera sobre la poltica tradicional.... no existe distincin entre los medios y los fines.

En algunos pases, sobre todo en Europa, los ecologistas han entrado en la competicin poltica: los partidos verdes tienen mucho ms xito en las elecciones locales, donde existe una vinculacin directa entre el movimiento y sus representes polticos. Curiosamente, tambin obtiene resultados bastante buenos en las elecciones internacionales, (p.e. Parlamento Europeo) donde parece que los ciudadanos se sienten cmodos al ver sus principios representados, con un pequeo coste de prdida de influencia sobre la tomas de decisiones, visto el poco poder real que ste ostenta.

En general, parece que existe una tendencia mundial hacia el reverdecimiento de las corrientes mayoritarias de la poltica, mientras que el propio movimiento, cada vez mezcla mas la poltica con el lobby, las campaas especficas a favor o en contra de los candidatos y la influencia sobre los votantes mediante movilizaciones orientadas a un tema concreto.

A travs de tcticas diversas, el ecologismo se ha convertido en una importante fuerza de opinin pblica, con la que en muchos pases tienen que contar los partidos y candidatos. Por su parte, las organizaciones ecologistas se han institucionalizado mucho, y la colaboracin con las grandes empresas se ha convertido en la regla ms que en la excepcin... Pero no todo es manipulacin. Las empresas de todo el mundo tambin se han visto influidas por el ecologismo y han tratado de adaptar sus procesos y productos a la nueva legislacin, los nuevos gustos y los nuevos valores, tratando, como es lgico, de obtener beneficios al mismo tiempo... Sin embargo, el hecho de que las unidades de produccin ya no sean empresas individuales sino redes transnacionales, ha hecho que la transgresin medioambiental se haya descentralizado a las pequeas empresas y a los pases de industrializacin reciente, con lo que se modifica la geografa y topologa de la accin medioambiental.

El movimiento ecologista se ha diversificado tanto desde el punto de vista social que del temtico, y en el proceso se han distorsionado lo temas, incluso en algunos casos, se ha manipulado, marca de la que no est libre ningn movimiento social contemporneo,

JUSTICIA MEDIOAMBIENTAL: LA NUEVA FRONTERA DE LOS ECOLOGISTAS

Desde los aos sesenta el ecologismo ha desarrollado diversas campaas contra vertidos txicos, por los derechos del consumidor, antinucleares, etc. En los noventa, mientras que algunos de estos temas han pasado a un segundo plano, hay un nmero importante de temas sociales que se han hecho un hueco en este movimiento cada vez ms diversificado. Las comunidades pobres y las minoras tnicas se han movilizado contra la discriminacin medioambiental, pues se ven expuestas ms a menudo que la poblacin en general a las sustancias txicas, la contaminacin... Por su parte, los trabajadores se han rebelado contra las causas de los accidentes laborales, del envenenamiento qumico al estrs provocado por los ordenadores. En cuanto a los grupos de mujeres, han mostrado que, siendo generalmente quienes gestionan la vida familiar diaria, son las que sufren de forma ms directa las consecuencias de la contaminacin. Y a lo largo de todo el mundo, se ha denunciado que la pobreza es una causa de degradacin medioambiental. en muchos pases en vas de industrializacin, han florecido los grupos ecologistas y se han vinculado con los grupos defensores de los derechos humanos, los grupos de mujeres y ONGS,

Por tanto, el concepto de justicia medioambiental como afirmacin del valor de uso de la vida, de todas las formas de vida, contra los intereses de la riqueza, el poder y la tecnologa, cada vez es ms influyente tanto en las mentes como en las polticas a medida que el movimiento medioambiental entra en una nueva fase de desarrollo.

Podran parecer tcticas oportunistas, pero lo que est pasando con el ecologismo va ms all. El planteamiento ecolgico de la vida, de la economa y de las instituciones de la sociedad destaca el carcter holstico de todas las formas de la materia y de todo el procesamiento de la informacin. Cuanto ms sabemos, ms percibimos las posibilidades de nuestra tecnologa y los peligros que esa encierra. Este es el hilo objetivo que teje la conexin creciente de las revueltas sociales, locales y globales, defensivas y ofensivas, reivindicativas y culturales que surgen en trono a este movimiento. Las conexiones embrinicas entre los movimientos populares y las movilizaciones de orientacin simblica en nombre de la justicia medioambiental llevan la marca de los proyectos alternativos. Estos proyectos esbozan una superacin de los movimientos sociales agotados de la sociedad industrial, para reanudar, en formas histricamente apropiadas, la antigua dialctica entre dominacin y resistencia, entre Realpolitik y utopa, entre cinismo y esperanza.

Contracultura la define como el intento deliberado de vivir de acuerdo con normas diferentes y hasta cierto punto contradictorias de las aplicadas institucionalmente por la sociedad y de oponerse a esas instituciones basndose en principios y creencias alternativos; algunas de estas corrientes se expresan bajo la forma de guiarse por las leyes de la naturaleza, afirmando la prioridad del respecto a la naturaleza sobre cualquier otra institucin.

Adaptacin de los principios bsicos presentados por el escritor noruego Arne Naess y George Sessions

Petra Kelly, 1994.

Lash y Urry, 1994

Lit pp 150/151

D McTaggart, dirigente histrico de Greenpeace International 1991

Lit p 152

Lit p 153

Lit p 158