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Los EMPEÑOS

DE UNA CASA

Sor Juana Inés de la Cruz

Edición ilustrada y anotada

Prólogo de Hortensia Moreno

Ilustraciones de Claudia Legnazzi

oUNIVERSIDAD DEL

C!AUSTRO DE SOR JUANA

8ediciones11 113

Clásicosdel Bicentenario

Juana Inés de la Cruz, Sor, 1651-1695Los empeños de una casa/ Sor Juana Inés de la Cruz ; ilus. de

Claudia Legnazzi; prólogo de Hortensia Moreno. - México :EdicionesSM,2010196p. : il. ; 23x 17cm. - (Clásicosdel Bicentenario)

ISBN: 978-607-471-770-9

1.Cortejo amoroso - Comedia mexicana. I. Legnazzi,Claudia, il. ll.Moreno, Hortensia, pról. III. t. IV.Ser.

Dewey 862.l C78

Coordinación y cuidado de la edición: Laura LecuonaInvestigacióndocumental y glosario: Hortensia Moreno, SalvadorMendiola,María AdelaHernández Reyesy Gloria Hernández Jiménez

Asistenciaeditorial: FedericoPonce de LeónyMaría Cristina VargasDirección de arte: Quetzal León CalixtoIlustraciones: Claudia LegnazziCoordinación de iconografía e imagen: Ricardo TapiaIconografía:Germán Gómez LópezDiagramación: Marina MejíaVázquezDigitalización:CarlosA. LópezHernández

Esta obra forma parte de las acciones impulsadas por la Fundación SMy el Grupo SMpara conmemorar el bicentenario de la Independencia de México,proyecto coordinadopor ElisaBonilla,directora de la Fundación SMMéxico.

© Sor Juana Inés de la Cruz, 1683© de las ilustraciones, Claudia Legnazzi© del prólogo, Hortensia Moreno

Universidad del Claustro de Sor JuanaRectora:Carmen B.López-Portillo RomanoVicerrectoraAcadémicay Responsablede Publicaciones:Sandra LorenzanaIzazaga92, Centro Histórico, México,D.F.www.ucsj.edu.mx

Primera edición, 2010D.R.© SMde Ediciones,S.A. de C.V.,2010Magdalena 211,Colonia delValle,03100,México,D.F.Tel.:(55) 10878400www.ediciones-sm.com.mx

ISBN978-607-471-770-9Miembro de la Cámara nacional de la Industria Editorial MexicanaRegistronúmero 2830

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro,su tratamiento informático, o la transmisión de cualquier formao por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia,por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escritode los titulares del copyright.

Impreso en México / Printed in Mexico

PRÓLOGOUNOS CUANTOS MOTIVOS

Si 110fuera porque Sor Juana forma parte del canon de la uu-rntura hispanoamericana y pertenece a la cultura académicaqt1c debe impartirse en las escuelas, ¿habría alguna razón para

11•lo·111rarsc en la escritura de una mujer tan lejana de nuestras cos-11111d1n·s,opiniones, formas de vida ... en fin, tan diferente y distante1·111·l1ic-mpo que de pronto su obra podría parecernos escrita en otro1ol111111:1!¡Habrá algún motivo para leerla que no sea la calificación de1111"111:11eriaescolar? A mi modo de ver existe no uno, sino una serieol1·l111l'11osmotivos para seguirla leyendo en el siglo XXI.

lmpiczo por el amor. Siendo una relación mediada por las cos-111111l11l·s,110podemos pensar el amor como un sentimiento esencial,•1111..1:1111ven el tiempo y el espacio, idéntico a sí mismo a través del.1, uhuru y las subjetividades. Y sin embargo, el amor del que habla'" 11i11:111aen Los empeños de una casa tiene varios elementos en común111111·1amor tal y como lo sentimos o relatamos todavía en la época ac­mil ¡!\lgt'1n día la vida y las costumbres cambiarán al grado de que la1tI• 1111;1del amor cortés termine por perder todos sus sentidos? Por lo111••11t11,mientras eso no ocurra hay que leer Los empeños de una casa.

11 11·x10de la comedia está saturado de descripciones donde se.¡, ·.i111·1111zael sentimiento amoroso, desde su origen hasta sus conse­' 1111111;1s,rnn lujo de detalles. Y en esa retórica barroca del Siglo del ''"· 1l111Hlees imposible decir las cosas de manera sencilla o directa,l.1¡1111·t;1usn todas las letras y todas las palabras del castellano, todas¡,,.. l1¡:11ras y todas las figuraciones para volver el tema del amor unI"' 1ld1·111:1aún más complicado de lo que parece a simple vista. Por­q1111·11l'sa escritura lo que no puede haber es algo simple.

11 ;1s111110se va decantando conforme avanza el relato por lo me­''''" 1·11dos posibilidades: el amor correspondido y el amor desairado.

J. OS I'.M I' I'. NOS I> I'. ll NA CASA [ 1 j

El amor del quehabla Sor Juanaen Los empeñosde una casa tienemucho en comúncon el amor tal ycomo lo sentimoso relatamostodavía en laépoca actual.

~n esta historia,solo una (peroal fin una) de

las parejas estástinada al logrode sus planes.

Ambos son causa del desorden que invade las vidas despreocupadas yfelices de unos personajes que no parecen tener finalidad más impor­tante en la vida que buscar, procurar, perseguir, acorralar, controlary vencer al amor. El desorden del amor amenaza vidas y honras; pro­duce inquietud, incertidumbre, desasosiego y desconsuelo. Losper­sonajes de la historia están siempre al borde del abismo sentimental.Escuchar unas palabras, comprobar una sospecha, puede conducir ala muerte. La gente pronuncia conjuros que convocan a la muerte a lamenor provocación. Y se trata de la peor de las muertes, acompañadade la arbitraria soledad, del sufrimiento insondable que solo elamorfrustrado puede provocar.

Ese riesgo a que están expuestos todos los personajes, ese despe­ñadero al que se asoman tantas veces (quizá solamente por el placerenfermizo del vértigo), busca siempre su recompensa en el disfrutesupremo, instantáneo pero eterno, del encuentro inefable con unosojos que afirman la más peregrina de las felicidades: amar y haberen­contrado el amor eterno en la persona que se ama. La afirmación delamor que había sido puesto en duda por las intrincadas maquinacio­nes del hado se convierte, entonces, en el desenlace ideal, el quecadauna de las cabezas está esperando para sí... pero lo conseguirán única­mente los personajes privilegiados, los elegidos. En esta historia, solouna (pero al fin una) de las parejas está destinada al logro de sus planes.

Y a pesar de que se juegan la vida, el amor parece para todo elmun­do precisamente un juego. Un juego de estrategia, como el ajedrez,aunque también un juego de azar, como los naipes. Un juego demás­caras y engaños, de huidas y escondites donde pronto salen a relucirlas espadas entre gritos y amenazas. Un juego donde nadie tiene nun­ca todas las cartas, cada quien pretende saber más de lo que sabey, alfinal del cuento, ganan los que pierden y pierden los que ganan. Por­que en el juego del amor, de lo que se trata es de capitular. Ademásdeque, en el mundo del barrroco, la paradoja es el mejor de los juicios.

Lo que quizá tenga en común con nuestra época este panorama deenredos y paradojas es la voluntad por infundir sentido a la vidaenel cumplimiento de una condición: encontrar el amor. Ese amordela vida que es único e incomparable, capaz de llenar el vacío desoladodonde estamos condenados a vivir los seres humanos. Y para conse­guirlo, las personas somos capaces de cualquier cosa, como el lectorconfirmará al introducirse en la trama.

Vale la pena destacar el cuidado de la autora para ir dibujandocon el fino pincel de sus rimas las contrastantes personalidades delos personajes. A pesar de que reivindica el amor verdadero dedon

1 <> 1 Sor /11111111 /111's de /11 ( .ruz

t 111111.'iy doña Leonor como el que debe prevalecer por encima de las11111·11vionesde sus rivales, por encima de los planes del padre y por1·1111111adel decoro y las buenas costumbres, la eficacia de la narración1·,,1>"11i1rada en los otros personajes. Por un lado, en la resolución de111•1lu-rtuanos, ambos empeñados (cada uno por su lado) en robarse1·1111111ir que no les pertenece. Los celos y las envidias se convierten en11.,11,l ll's terminantes de la intriga. Esos "malos sentimientos" tienen11111111:1111úsconsistencia, en ciertos momentos, que la en ocasionesl1111n isa ernoción del amor, que damos por descontada y no necesita-11111•1interrogar. Y por otro lado, en el humor, la franqueza y el despar­p11j1111111que Celia y Castaño se atreven a decir las verdades que las111111,1..,pusilánimes de los dones y las doñas no quieren ni imaginar.

1 11adhesión a las normas del género teatral, Sor Juana consigueq111·1·1.unor verdadero (el amor correspondido) venza a pesar de las11111111s1ancias y a pesar de estar en inferioridad numérica. No im­p1111"q11l'esta victoria parezca más o menos improbable. No debe11h1il:11.,1·este pormenor en la medida en que su significado no se11¡(111111·11esa correspondencia, sino en el peso que adquiere, en ese111111111·1110,el parecer de una joven en la determinación de su propiodr"I ¡1111.1)oña Leonor está decidiendo, en contra de la autoridad de•11pi!iln·, en contra del poder de don Pedro, en contra de las arti-111111111.,dl' doña Ana. Y esa decisión marca una diferencia: el asuntov1111111·ssi el amor es mutuo o unilateral; el asunto es que, para una1111111·1,s1·vuelve crucial la posibilidad de decidir.

l1111q11l',no obstante las artimañas, lo único que convence en el111111111·sc-l pleno consentimiento; se trata de que cada quien ceda y111',1ll1l'gtll' libremente al dulce yugo. Ninguno de los personajes estáil1°q111<·.-,10a forzar la voluntad del amor. No lo está, por cierto, don111•1!111,:11111quedon Rodrigo esté dispuesto a entregarle a su hija con1,ti 1l1·q111·se case con ella; incluso para este personaje tan tramposo y1tl11l'•I\11,l'I ideal es obtener el sí, la confirmación de que ha encentra­i1,, ' 11.l1if1aLeonor al amor de su vida.

t 111111ido, el chiste del relato está en las artimañas. Sin sustos y'" 1l111·.,:1l11is, el amor sería plano y transparente; acaso no le interesaría•111.11l11·. l 1n amor sin obstáculos que vencer sería tal vez un objeto1111111l1:111vano que el amor de don Juan le parece prescindible a doña,\11.d" 1111rema dramático muy aburrido. El teatro es divertido en la11111l11L11·11que el argumento se complica y la trama se retuerce.

Y , .11la qu icn pone lo mejor (o lo peor) de su parte. Los recursos del<1111111·.1111ilimitados. Por eso se dice que en la guerra y el amor todo••• 1 .d1·. 1 lasta aquí se ha valido huir, engañar, sobornar, secuestrar,

l. ll S I' M I' I' N tl S ll I' 11NA CASA ( 7 1

Los celos y lasenvidias seconviertenen resortesterminantes enesta intriga.

Según elconcepto del

honor (que nosu práctica) en la\J ueva España delsiglo xvu, la únicamanera legítima

de entregarseal amor eramediante elmatrimonio.

encerrar, mentir, esconderse, gritar, pelear, fingir, entrometersderoel desorden tiene que ceder a la reinstauración de la normalidaa,porque el ambiente perturbado e inestable donde irrumpe elamoryhace de las suyas se parece al que solemos denominar como de"chivoen cristalería". Antes de que llegue la sangre al río, los procuradoresdel orden y el concierto se apersonarán en la comedia para levantarel tiradero y poner cada cosa en su lugar.

He aquí el otro tema de Los empeños de una casa: el honor, lahonrade las familias, la reputación de las personas y, sobre todo, laopiniónen que se tiene a las mujeres. El amor, la seducción, este animalitoindomable que se salta todas las trancas, parece haber olvidadoquela vida de las personas es, la mayor parte del tiempo, estable. Pacifica.Serena. Rutinaria y calma. Esa estabilidad depende de que !ascosassean bien llevadas y no den de qué hablar a la gente. Según elcon·cepto del honor (que no su práctica) en la Nueva España delsiiloXVII, la única manera legítima de entregarse al amor era medianteelmatrimonio.

Lo que está en contienda es el derecho (o quizá la obligación)delacomunidad de velar por la recta conducta de los individuos quelafor·man. Si estamos en un aprieto, lo decisivo es convencer a esacomu·ni dad (un poco difusa al fin y al cabo, caracterizada como "la fama"o"la opinión") de que hemos obrado conforme a la ley, las costumüresy la buena educación. Los procuradores del orden (como donRoari·go, el padre de Leonor) no pretenden, una vez que el desordensehainstaurado, regresar al estado prístino de donde la muchacha nuncadebió haber salido. Don Rodrigo se resigna: de lo perdido, loqueaparezca. Si Leonor se salió de la casa a mitad de la noche neíuecon un hombre, el único remedio, haya pasado lo que haya pasado,esque la pareja se case, y cuanto antes mejor. Hay que anticiparseaesacomunidad difusa que, en cuanto se entere del entuerto, harápresade su voraz maledicencia a la pobre de doña Leonor. Porque elhonorrealmente puesto en juego es una convención social, algo deloquehay que convencer y convencerse de que está ahí, un hecho deactosypalabras convenidos en sociedad y no exactamente una verdadfüica,sólida e inmutable, fácil de descubrir.

En un mundo en el que el discurso del amor parece oponersedemanera frontal al de la honra, la comedia florece. El conceptodelhonor estaba ligado, por una parte, a la propiedad y la herencia,ypor la otra, a la denominada "pureza de sangre", altamente valoraaatanto en la península como en la Nueva España. La castidad yiid&dad de sus mujeres garantizaba a los varones de las elites unadescen·

[ 8 ] Sor Juana Inés de la Cruz

, l, 11tia legítima. Castidad y fidelidad sexual femeninas se traducían.il ll'llguaje de la literatura como fama. La fama de una joven estaba' 111\\'ligro constante por las habladurías de que podía ser objeto si.11.onducta no se regía por las normas del decoro. Si la fama de1111:1jtwen casadera se desacreditaba (si se la consideraba una mujer"l11·i:111a"),se resquebrajaban sus oportunidades de obtener un buen'.1..:1111iL·nto.Todo esto vulneraba de manera directa a sus principales111"1tidios: padres y hermanos. La conducta sexual de las mujeres afee­' ,d1;1susrantivamente el honor de los varones de su familia. Por esa1,1:1111,padres y hermanos estaban encargados de mantener limpia laf,1111:1dv sus hijas y hermanas ante la opinión de la sociedad, lo cual111qdit·ahacontrolar su sexualidad por cualquier medio. Uno de los111.1"nxurridos era el encierro. Las mujeres de la elite estaban mucho111.11.vigiladas que las mujeres del pueblo. No podían salir a la calle1d1111unpafiía, e incluso se procuraba que no fueran vistas, de modo.¡w s11sestilos indumentarios incluían prendas para taparse, si acaso1111'.1:1h:111trascender el umbral de sus zaguanes.

l·11\'Ste universo donde el amor manda y la gente no tiene otra cosa'1111· luucr sino enamorarse y perseguirse por las habitaciones oscuras.!1 1111acasa, la comunidad está atenta a las malas noticias: tampoco111·111·n.ula que hacer. Se alimenta del chisme y las habladurías. Desdelt1t'f'.1i, vi honor y el acento en la virginidad son valores que en nuestra1·1•111:1han sido mucho más cuestionados que el asunto del amor. El1111111ipal cambio tiene que ver, sin duda, con las expectativas con que, , t111:111H is en este siglo las mujeres, a diferencia de las límitadísimas11¡111111ll'S en que se determinaba la vida de las muchachas del siglo•111 l':1ra aquellas jóvenes, la vida se agotaba en el matrimonio o la.,,,lt"1in; y la soltería dejaba abiertas muy pocas salidas: una de ellas,••11111• hicn supo Sor Juana, el convento.

1 11fi 11,hay también motivos estéticos y puramente lúdicos para1,' 1 /.os empeños de una casa. Sor Juana demuestra en ella su gran111.11·.,1ría narrativa y lírica. Sus personajes son complejos; las situa­' 111111"'·intrigantes. Hay gran cantidad de reflexiones sobre los temas111• 11·1itlos de Sor Juana: la envidia, los celos y las suspicacias del amor, , •111·.-,;1110.Sus personajes femeninos rebosan de algo más que belleza,,1,, 11111y discreción. Doña Leonor es una reminiscencia de la propia"111111;1:lamosa por su ingenio, ilustrada, empeñosa. Doña Ana es1111¡111t·l:1y envidiosa; conspira, enreda, engaña. Ninguna se atiene al,1,..111111que le ha sido impuesto. Las dos son voluntariosas y rebeldes.1.1..1111,-,quieren convencer a sus custodios de que el amor es el motivo111.1"unporranrc para contraer matrimonio.

l. o 'i 11 M 1' 11 No S ll 11. ll NA C:AS A 1 9 ]

Hay motivosestéticos ypuramentelúdicos para leerLos empeños deuna casa. SorJuana demuestraen ella sugran maestríanarrativa y lírica.Sus personajesson complejos;las situaciones,intrigantes.

Si todos estosmotivos no

convencen, tengocomo remate el

desbordante sen­tido del humor

que la autora des­pliega, un humorsobre todo verbal,y deliciosamente

barroco.

Y si todos esos motivos no convencen, tengo como remate el des­bordante sentido del humor que la autora despliega, en particularalrededor del personaje de Castaño: ese humor sobre todo verbal,y deliciosamente barroco. La comedia es muy divertida. El públiconovohispano se reía a carcajadas en el teatro con las enredadas si­tuaciones y con las agudas ocurrencias de Castaño, con su acento d~indiano en rebeldía ante las figuras principales, que reproducen elmodo de hablar madrileño.

Como el lector está a punto de confirmar, mucho de su encantosobrevive a través de los siglos, tal como sobrevive el esplendor deuna pluma que aún no se ha secado.

Hortensia Moreno

[ 10 ] Sor Juana Inés de la Cruz

'"'Y

NOTA SOBRE ESTA EDICIÓN

Para la presente edición de Los empeños de una casa se ha tomadocomo base el texto publicado por el Fondo de Cultura Econó­mica en el cuarto tomo (a cargo de Alberto G. Salceda) de las

Ohm.~completas de Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1957).En esa edición, la comedia propiamente dicha se hace acompañar

de otras piezas menores de Sor Juana destinadas a conformar, en con­junto, un programa completo de teatro barroco: una loa inicial, dos11\hit•tesintercalados entre las distintas jornadas o actos, tres cancio­nc11 y un sarao final. Aquí, en cambio, hemos prescindido de esas pie-11\M nlegóricas, pues, aunque formaran parte del espectáculo barroco,no son parte integral de la comedia, sino entremeses que llenaron elproJ,tramade la fiesta de homenaje al virrey en que Los empeños de una~·cmttuvo su primera representación.

Hemos insertado una descripción de los personajes y un gráficoque ayudarán al lector a entender las enredadas relaciones entre ellos.

Siempre en el afán de facilitar la comprensión cabal de la obra lite­ruin (nunca de suplir su lectura), hemos incluido al final una versióntn prosa llana de esta comedia barroca en verso. Ya sea que se leaAntes o después de la divertida y aguda obra sorjuaniana, sin dudacontribuirá a que el lector o espectador de hoy adquiera una mayorfnmiliaridad con la trama.

Como es característico en los Clásicos del Bicentenario de SM,flltll edición incluye un amigable prólogo, atractivas ilustraciones ori­trlnnlcs, glosario al margen, numerosos apoyos iconográficos y diezdobles páginas con información sobre la vida y la obra de Sor Juana,ti teatro barroco, la indumentaria del siglo XVII, la concepción delamor en aquella época, y otros temas para sumergirse en el universo111 que se ubica y fue escrita la obra.

Los EMPEÑOS DE UNA CASA [ 11 J

PERSONAJES EN ORDEN DE APARICIÓN

DoÑA ANAestá enamorada de don Carlos, aunque comprometidacon don Juan, de quien antes estuvo enamorada pero ya no. Herma­na de don Pedro, es una dama joven, rica, hermosa, quizás un pocoenvidiosa, mimada y caprichosa.

CELIAes criada de doña Ana, un poco demasiado claridosa; se dejasobornar: fría y calculadora.

EMBOZADO,criado de don Pedro.DOÑALEONORestá enamorada de don Carlos y comprometida con

él. Es hija de don Rodrigo. Dama joven, pobre, hermosa, con famade mujer sabia.

DoN CARLOSestá enamorado y comprometido con doña Leonor.Es un galán valiente y entregado, muy guapo e inteligente.

CASTAÑOes criado de don Carlos. Indiano ingenioso.DoN RODRIGOes padre de doña Leonor, un gentilhombre abruma­

do por restaurar el honor de su hija, a pesar de ser pobre.HERNANDOes criado de don Rodrigo.DoN )UANestá enamorado de doña Ana y comprometido con ella;

un galán devoto de su dama, reconcomido por los celos.DoN PEDROestá enamorado de doña Leonor. Es hermano de doña

Ana. Un galán muy rico y poderoso, empeñado en enamorar a aque­lla dama que no le corresponde.

CLAVE:

~ es pariente de ...

~ está comprometido con ...

~ está enamorado de ...

~ es criado de ...

f !l 1 Sor /11111111 inés de In Cruz

111( )1

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DOÑA LEONOR """'- ~ DON CARLOS

CASTAÑO DoNRODRIGO

HERNANDO

EMBOZADO

COMEDIA FAMOSA

Los EMPEÑOS DE UNA CASA

INTERLOCUTORES

DoNCARLOS

DON JUAN

DoNPEDRo

DoNRODRIGO

DoÑALEONOR

DoÑAANA

CELIA

HERNANDO

CASTAÑO

Dos EMBOZADOS

Dos COROS DE MÚSICA

JORNADA PRIMERA

CUADRO PRIMERO

[En casa de DoN PEDRO.]

ESCENA I

(Salen DoÑA ANA y CELIA.)

DoÑAANA

Hasta que venga mi hermano,Celia, le hemos de esperar.

CELIA

Pues eso será velar,porque él juzga que es temprano

la una o las dos; y a mi ver,

Los l'.Ml'l'.NOS lll'. llNA CASA [ 17]

aunque es grande ociosidad,viene a decir la verdad,pues viene al amanecer.

Mas, ¿por qué ahora te dioesa gana de esperar,si te entras siempre a acostartú, y le espero sola yo?

ÜOÑAANA

Has de saber, Celia mía,que aquesta noche ha fiadode mí todo su cuidado:tanto de mi afecto fía.

Bien sabes tú que él salióde Madrid dos años ha,y a Toledo, donde está,a una cobranza llegó,pensando luego volver,y así en Madrid me dejó,donde estando sola yo,pudiendo ser vista y ver,

me vio Don Juan y le vi,y me solicitó amante,a cuyo pecho constanteatenta correspondí;

cua~do, o por no ser tan llanocomo el pleito se juzgó,o lo cierto, porque noquería irse mi hermano

(porque vive aquí una damade perfecciones tan sumasque dicen que faltan plumaspara alabarla a la Fama,

de la cual enamoradoaunque no correspondido,por conseguirla perdidoen Toledo se ha quedado,

y porgue yo no estuviesesola en la Corte sin él,o porque a su amor crücl

ToLEDO. La acción estásituada en España.

Llano. Igual y extendido,sin altos ni bajos.Afable, sencillo, sinpresunción.

l.ll" 1 ~11'1 N!I" 111' llNA CASA 1I<)1

Empeño.gación en que algunohalla constituido porr honra, conciencia o.r otro motivo. Deseorehemente de hacer oonseguir alguna cosa.ibjeto a que se dirige.Tesóny constancia

en seguir una cosa ointento.

Villano.Vecinoohabitador del estadollano en una villa oaldea, a distinciónde noble o hidalgo.Rústico o descortés.

Ruin, indigno oindecoroso. ElAmor(personificado) no

ne el refinamiento dela aristocracia.

Porfía. Accióndedisputar y altercar

ibstinadamcntey con·nacidad.Importunary hacer instancia conepetición por el logro

de una cosa.

ERESIS (como en crladaaba). Licencia poéticapermite, en un verso,Jeshacer un diptongoa obtener dos sílabas

métricas.

de algún alivio le fuese),dispuso el que venga aquí

a vivir yo, que al instantedi cuenta a Don Juan, que amantevino a Toledo tras mí:

fineza a que agradecidatoda el alma estar debiera,si ya ¡ayde mí! no estuvieradel empeño arrepentida,

porque el amor que es villanoen el trato y la bajeza,se ofende de la fineza.Pero, volviendo a mi hermano,

sábete que él ha inquiridocon obstinada porfíaqué motivo haber podíapara no ser admitido;

y hallando que es otro amor,aunque yo no sé de quién,sintiendo más que el desdénque otro gozase el favor

(que como este fiero engañoes envidioso veneno,se siente el provecho ajenomucho más que el propio daño);

sobornando (¡oh vil costumbreque a sí la razón estraga,que es tan ciegoAmor, que pagaporque le den pesadumbre!)

una criada que erade quien ella se fiaba,en el estado que estabasu amor, con el fin que espera

y con lo demás que pasa,supo de la infiel criada,que estaba determinadaa salirse de su casa

esta noche con su amante;de que mi hermano furiosocomo a quien está celosono hay peligro que le espante,

Los l'.MPl'.ÑOS 1>1•. l/NA <:ASA [ 21]

con unos hombres tratóque fingiéndose Justicia(¡mira qué astuta malicia!)prendan al que la robó,

y que al pasar por aquíal galán y dama bella,como en depósito, a ellame la entregasen a mí,

y que luego al apartarse,como que acaso ellos vandescuidados, al galánden lugar para escaparse,

con lo cual claro se arguyeque él se valdrá de los pieshuyendo, pues piensa que esla Justicia de quien huye;

y mi hermano, con la trazaque su amor ha discurrido,sin riesgo habrá conseguidotraer su dama a su casa,

y en ella es bien fácil cosagalanteada abrasadosin que él parezca culpadoni ella pueda estar quejosa,

porque si tanto despechoella llegase a entender,visto es que ha de aborrecera quien tal daño le ha hecho.

Aquesto que te he contado,Celia, tengo que esperar;

mira ¿cómo puedo entrara acostarme sin cuidado?

CELIA

Señora, nada me admira;que en amor no es novedadque se vista la verdaddel color de la mentira,

¿ni quién habrá que se espantesi lo que es, llega a entender,

[ 20 lSor /11111111tnés de /11Cruz

Fingirse justicia. Hacersepasar por agentes de lajusticia.

Prender. Asegurar a unapersona privándolade la libertad, yprincipalmente ponerlaen la cárcel,por delitocometido u otra causa.

Depósito. El depósitoera una instituciónmedieval que consistíaen la práctica deencerrar a las mujerespara que una mujersola -sin padre,marido o hermano querespondiese por ella­no anduviera suelta.

Abrasado. Encendidocomo brasas. Inflamadopor una pasiónvehemente.

alderada. Lo que cabe deuna vez en una caldera.Cantidad exagerada dealgo, especialmente de

comida.

"DE QUÉ MODO) j (QUÉ TEADMIRA)" Con frecuencia,

un verso se reparte endos parlamentos, comon este caso, que lo dicho

por Celia y doña Anacompleta un solo verso

de ocho sílabas.

Aquesa. Pronombredemostrativo del sigloxn al xx. Equivaleaesa. Yasolo se usa en

poesía.

Acrisolar.Depurar,purificar en el crisol,por medio del fuego,

el oro u otros metales.Apurar, depurar,limpiar. Poner a

prueba, contrastar odemostrar.

temeridad de mujerni resolución de amante,

ni de traidoras criadas,que eso en todo el mundo pasa,y quizá dentro de casahay algunas calderadas?

Solo admirado me han,por las acciones que has hecho,los indicios que tu pechoda de olvidar a Don Juan;

y no sé por qué el cuidadodas en trocar en olvido,cuando ni causa has tenidotú, ni Don Juan te la ha dado.

Solo decir puedoque es un Don Carlos de Olmedoel galán. Mas han llamado;

mira quién es, que despuéste hablaré, Celia.

pasar a un galán mancebo,que si no es el mismo Febo,yo no sé quién pueda ser.A este, ¡ayde míl, Celia mía,no sé si es gusto o capricho,y. .. Pero ya te lo he dicho,sin saber que lo decía.

CELIA

¿Lloras?

DOÑA ANA

DOÑA ANA

¿Pues no he de llorar,¡ayinfeliz de mí!, cuandoconozco que estoy errandoy no me puedo enmendar?Que él no me la da, es verdad;

que no la tengo, es mentira.CELIA

CELIA

(Aparte:¿De qué modo?

DOÑA ANA

Qué buenas nuevas me dancon esto que ahora he oído,para tener yo escondidoen su cuarto al tal Don Juan

que habiendo notado el modocon que le trata enfadada,quiere hacer la tarquinaday dar al traste con todo.)

-¿Y quién, Señora, ha logradotu amor?

¿Qué te admira?Es ciega la voluntad.

Tras mí, como sabes, vinoamante y fino Don Juan,quitándose de galánlo que se añade de fino,

sin dejar a qué aspirara la ley del albedrío,porque si él es ya tan mío¿qué tengo que desear?

Pero no es aquesa solala causa de mi despego,sino porque ya otro fuegoen mi pecho se acrisola.

Suelo en esta calle ver

DOÑA ANA

Mancebo. Mozo de pocosaños. Hombre jovensoltero.

Febo. Nombre de Apolo,como dios de la luz,que en lenguaje poéticose toma por el sol.

Tarquinada. Violenciacontra la honestidadde una mujer (aludea la violencia ejercidaen Lucreciapor SextoTarquino, hijo deTarquino el Soberbio).

[ 22] Sor J11a11nInés de In Cruz Los EMPF.Nos 1>" UNA C:ASA [ 23]

CELIA

¿Quién llama?

EMBOZADO

(Dentro.)

¡LaJusticia!

DoÑAANA

Esta es la dama;abre, Celia.

CELIA

Entre quien es.

ESCENA JI

(Entran EMBOZADOS y DOÑA LEONOR.)

EMBOZADO

Señora, aunque yo no ignoroel decoro de esta casa,pienso que el entrar en ellaha sido más venerarlaque ofenderla; y así, os ruegoque me tengáis esta damadepositada, hasta tantoque se averigüe la causaporque le dio muerte a un hombreotro que la acompañaba.

Yperdonad, que a hacer vuelvodiligencias no excusadasen tal caso.

(Vanse.)

DoÑAANA

¿Qué es aquesto?-Celia, a aquestos hombres llamaque lleven esta mujer,que no estoy acostumbradaa oír estas liviandades.

CELIA

(Aparte.)

Bien la deshecha mi amahace de querer tenerla.

DoÑALEONOR

Señora (en la boca el almatengo ¡ayde míl), si piedadmis tiernas lágrimas causanen tu pecho (hablar no acierto),te suplico arrodilladaque ya que no de mi vida,tengas piedad de mi fama,sin permitir, puesto queya una vez entré en tu casa,que a otra me lleven adondecorra mayores borrascasmi opinión; que a ser mujercomo imaginas, liviana,ni a ti te hiciera este ruego,ni yo tuviera estas ansias.

Liviano. Leve,ligero,de poco peso. Fácil,inconstante. Lascivo,incontinente.

DoÑAANA

(Aparte a CELIA.)

A lástima me ha movidosu belleza y su desgracia.Bien dice mi hermano, Celia.

Los EMPEÑOS DE UNA CASA [ 25]

que la casa donde Sor Juana pasóreía es la hoy restaurada ex hacien­'anoayan, en el Estado de México.

is imágenes de la escritora abun-que la pintan como una mujer

-l!a, como probablemente fue. Enadro moderno se la representa enntud, como dama de compañía dema Leonor Carreta.

FAMILIA

En 1635, Pedro Ramírez de Santillana, abuelo materno de quienahora es recordada como Sor Juana Inés de la Cruz, arrendó la al­quería o hacienda de San Miguel Nepantla, hoy Estado de México.Allí se conocieron y relacionaron Pedro Manuel de Asbaje, naturalde Canarias, e Isabel Ramírez de Santillana, natural de Yecapixtla,en el hoy Estado de Morelos. De esa relación (fuera del matrimonioinstitucional) nació el 2 de diciembre de 1648 una hija que creceríacon su familia materna, lejos por completo de su padre, y que fuebautizada con el nombre de Juana Inés María del Carmen Martínezde Zaragoza Gaxiola de Asbaje y Ramírez de Santillana Odonojú.

INFANCIA

Desde muy niña, Juana Inés mostró interés por el estudio y una in­teligencia poderosa; aprendió muy pronto y casi por cuenta propia aleer y escribir, y dedicaba mucho tiempo a los estudios en los librosde su abuelo. En algún momento quiso ir a la universidad, cosa im­posible para una mujer de su época; incluso le pidió a su madre quela dejase ir vestida como varón (sin conseguirlo). Su precoz genia­lidad la llevó a la corte de los virreyes de la Nueva España, quienesayudaron para que ingresara a un convento y allí pudiese estudiar yelevar su alma e intelecto, algo que le hubiera sido imposible comocortesana y mujer casada.

FAMA

Como monja del convento de San Jerónimo en la ciudad de México,Sor Juana ganó fama muy pronto como una brillante escritora y sa­bia intelectual. Su obra maestra como poeta es "El sueño", un largopoema de tema excepcional en la historia de la literatura universal,pues trata del carácter fisiológico del estado de sueño. Pero el éxitoen el mundo literario de su época, igual que en la alta cultura dehoy en día, lo debe más a sus Sonetos de amor y discreción. El poemade ella que todo mundo conoce es la sátira filosófica que comienzadiciendo "Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón, / sinver que sois la ocasión/ de lo mismo que culpáis". También produjomucha poesía sacra, generalmente para las grandes ceremonias re­ligiosas de la época en que vivió, lo mismo que comedias de teatrocortesano y diversos textos en prosa.

1 ''' 1 ~"' /11111111 /111'1 ,¡,. /11 Cruz

ll11ERTE

l l111alde su vida, los varones de la alta jerarquía de la Iglesia cató-11.,1 l.1consideraron demasiado mundana y poco religiosa para su«u.lic ión de monja de encierro. Esto dio lugar a una breve pero tre-111•11dabatalla de textos, en la que sobresalen la carta que le escribie-1 1 • 1 obispo de Puebla (firmada con el seudónimo de "Sor Pilotea")l.1m.ignífica y contundente respuesta de ella, un texto donde hablal. .i1inmensa voluntad de saber y defiende el derecho de las mujeres• .tudiar y escribir. Murió el 17 de abril de 1695 a las cuatro de la

111.111.11ia,víctima de una epidemia de peste que asoló el convento del,1 11·1011imas.

1,, 11,111'<e indicar que la poeta no fue1t.1d.11•11vida; sin embargo, eso no ha sido1111!10para que dos retratos sean'11I"" 1orno los más fieles a la imagen·• •I J11.111<1:el de Juan de Miranda (circa i714)·I··M1p,11clCabrera, que se ve aquí.

Por su importancia, la figura de la escritora aúnforma parte de la plástica contemporánea, comolo demuestra este magnífico retrato de FranciscoCorzas, pintado en pleno siglo xx.

111'<1~11·1Nll'o 111!llNA CASA l l7 I

Gallardo.Desembarazado, airoso

y galán. Valiente.Grande o excelente encosas correspondientes

al ánimo.

Ara. Altar en que seofrecen los sacrificios.

CELIA

110•¡ l'i\11'11Nll'I litl llNA CASA [ 29 j

De la envidia que le tieneno le arriendo la ganancia.

(Aparte a DoÑA ANA.)DOÑA LEONOR

Esbelleza sobrehumana;y si está así en la tormenta¿cómo estará en la bonanza?

Señora, aunque la vergüenzame pudiera ser mordazapara callar mis sucesos,la que como yo se hallaen tan infeliz estado,no tiene por qué callarlos;antes pienso que me abonoen hacer lo que me mandas,pues son tales los indiciosque tengo de estar culpada,que por culpables que seanson más decentes sus causas;y así, escúchame.

DOÑA ANA

Alzad del suelo, Señora,y perdonad si turbadadel repentino suceso,poco atenta y cortesaname he mostrado, que ignorarquién sois, pudo dar la causaa la extrañeza; mas yavuestra persona gallardainforma en vuestro favor,de suerte que toda el almaofrezco para serviros.

DOÑA ANA

El silenciote responda.DOÑA LEONOR

CELIA¡Déjame besar tus plantas,bella deidad, cuyo templo,cuyo culto, cuyas aras,de mi deshecha fortunason el asilo!

¡Cosabr~va!¿Relación a medianochey con vela? ¡Que no valga!

DOÑA ANA DOÑA LEONOR

Levanta,y cuéntame qué sucesosa tal desdicha te arrastran;aunque, si eres tan hermosa,no esmucho ser desdichada.

Si de mis sucesos quieresescuchar los tristes casoscon que ostentan mis desdichaslo poderoso y lo vario,escucha, por si consigoque divirtiendo tu agrado,lo que fue trabajo propiosirva de ajeno descanso,o porque en el desahogo

CELIA

(Aparte.)

1 J.H 1 Sor /11111111 Inés de In Cruz

Relación.Accióny efectode referir o referirse;de dar a conocer, depalabra o por escrito,un hecho verdadero oficticio.En el poemadramático, trozo largoque dice un personaje,ya para contar o narraruna cosa, ya concualquier otro fin.

hallen mis tristes cuidadosa la pena de sentirlosel alivio de contarlos.

Yo nací noble; este fuede mi mal el primer paso,que no es pequeña desdichanacer noble un desdichado:que aunque la nobleza seajoya de precio tan alto,es alhaja que en un tristesolo sirve de embarazo;porque estando en un sujeto,repugnan como contrarios,entre plebeyas desdichashaber respetos honrados.

Decirte que nací hermosapresumo que es excusado,pues lo atestiguan tus ojosy Jo prueban mis trabajos.Solo diré ... Aquí quisierano ser yo quien lo relato,pues en callarlo o decirlodos inconvenientes hallo:porque si digo que fuicelebrada por milagrode discreción, me desmientela necedad del contarlo;y si lo callo, no informode mí, y en un mismo casome desmiento si lo afirmo,y Jo ignoras si lo callo.Pero es preciso al informeque de mis sucesos hago(aunque pase la modestiala vergüenza de contarlo),para que entiendas la historia,presuponer asentadoque mi discreción la causafue principal de mi daño.

Inclineme a los estudiosdesde mis primeros años

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Parlero. Que hablamucho. Que lleva

chismes o cuentos deuna parte a otra, o dicelo que debiera callar, oguarda poco secreto en

materia importante.

con tan ardientes desvelos,con tan ansiosos cuidados,que reduje a tiempo brevefatigas de mucho espacio.Conmuté el tiempo, industriosa,a lo intenso del trabajo,de modo que en breve tiempoera el admirable blancode todas las atenciones,de tal modo, que llegarona venerar como infusolo que fue adquirido lauro.Era de mi patria todael objeto veneradode aquellas adoracionesque forma el común aplauso;y como lo que decía,fuese bueno o fuese malo,ni el rostro lo deslucíani lo desairaba el garbo,llegó la supersticiónpopular a empeño tanto,que ya adoraban deidadel ídolo que formaron.

Voló la Fama parlera,discurrió reinos extraños,y en la distancia seguraacreditó informes falsos.La pasión se puso anteojosde tan engañosos grados,que a mis moderadas prendasagrandaban los tamaños.Víctima en mis aras eran,devotamente postrados,los corazones de todoscon tan comprensivo lazo,que habiendo sido al principioaquel culto voluntario,llegó después la costumbre,favorecida de tantos,a hacer como obligatorio

el festejo cortesano;y si alguno disentíaparadojo o avisado,no se atrevía a proferirlo,temiendo que, por extraño,su dictamen no incurriese,siendo de todos contrario,en la nota de groseroo en la censura de vano.

Entre estos aplausos yo,con la atención zozobrandoentre tanta muchedumbre,sin hallar seguro blanco,no acertaba a amar a alguno,viéndome amada de tantos.Sin temor en los concursosdefendía mi recatocon peligros del peligroy con el daño del daño.Con una afable modestiaigualando el agasajo,quitaba lo generallo sospechoso al agrado.Mis padres, en mi mesuravanamente asegurados,se descuidaron conmigo:¡qué dictamen tan errado,pues fue quitar por de fueralas guardas y los candadosa una fuerza que en sí propiaencierra tantos contrarios!Y como tan neciamenteconmigo se descuidaron,fue preciso hallarme el riesgodonde me perdió el cuidado.

Sucedió, pues, que entre muchosque de mi fama incitadoscontestar con mi personaintentaban mis aplausos,llegó acaso a verme (¡AyCielos!¿Cómo permitís tiranos

[ 32 ] Sor Juana Inés de la Cruz l.o S P M 11 ti N 11 ~ 1111 ti NA 1: A !'-i A [ .U 1

Paradojo. Paradójico.Que incluyeparadojao que usa de ella.Paradoja: Especieextraña u opuesta a lacomún opinión y alsentir de las personas.Aserción inverosímil oabsurda que se presentacon apariencias deverdadera. Figurade pensamiento queconsiste en emplearexpresiones o frasesque envuelvencontradicción.

Avisado.Prudente,despierto, sagaz.Juezque tiene autoridad ypotestad para juzgar ysentenciar.

Acaso. Casualidad, sucesoimprevisto. Hado,destino, fatalidad;especie de fuerzauniversal, ciega y

misteriosa, que disponelos acontecimientoshumanos arbitrariay despóticamente.Lo que sucede sin

causa, sin finalidad.Acontecimiento

imposible de prever,que sucede fuerade la intencióny de los planes.

que un afecto tan precisose forjase de un acaso?)Don Carlos de Olmedo, un jovenforastero,mas tan claropor su origen, que en cualquieralugar que llegue a hospedarlo,podrá no ser conocido,pero no ser ignorado.

Aquí, que me des te pidolicencia para pintarlo,por disculpar mis errores,o divertir mis cuidados;o porque al ver de mi amorlos extremos temerarios,no te admire que el que fuetanto, mereciera tanto.Era su rostro un enigmacompuesto de dos contrariosque eran valor y hermosura,tan felizmentehermanados,que faltándole a lo hermosola parte de afeminado,hallaba lo más perfectoen lo que estaba más falto;porque ajando las faccionescon un varonil desgarro,no consintió a la hermosuratener imperio asentado:tan remoto a la noticia,tan ajeno del reparo,que aun no le debió lo bellola atención de despreciarlo;que como en un hombre estálo hermoso como sobrado,es bueno para tenerloy malo para ostentarlo.Era el talle como suyo,que aquel talle y aquel garbo,aunque la Naturalezaa otro dispusiera darlo,solo le asentara bien

l.o s 1°.Ml'l'.NOS '""UNA C:ASA 1 :15l

al espíritu de Carlos:que fue de su providenciaesmero bien acertado,dar un cuerpo tan gentila espíritu tan gallardo.Gozaba un entendimientotan sutil, tan elevado,que la edad de lo entendidoera un mentís de sus años.Alma de estas perfeccionesera el gentil desenfadode un despejo tan airoso,un gusto tan cortesano,un recato tan amable,un tan atractivo agrado,que en el más bajo descuidose hallaba el primor más alto;tan humilde en los afectos,tan tierno en los agasajos,tan fino en las persuasiones,tan apacible en el tratoy en todo, en fin, tan perfecto,que ostentaba cortesanodespojos de lo rendido,por galas de lo alentado.En los desdenes sufrido,en los favores callado,en los peligros resuelto,y prudente en los acasos.Mira si con estas prendas,con otras más que te callo,quedaría, en la más cuerda,defensa para el recato.

En fin, yo le amé; no quierocansar tu atención contandode mi temerario empeñola historia caso por caso;pues tu discreción no ignorade empeños enamorados,que es su ordinario principiodesasosiego y cuidado,

[ .H 1 Sor /11111111 /11ó tic la Cruz

Mentís.Vozinjuriosa ydenigrativa con quese desmiente a unapersona. Hecho odemostración quecontradice o niegacategóricamente unaserto. Demostrarpalmariamente locontrario de lo que sepretendía.

su medio, lances y riesgos,su fin, tragedias o agravios.Creció el amor en los dosrecíproco y deseandoque nuestra feliz uniónlograda en tálamo castoconfirmase de Himeneoel indisoluble lazo;y por que acaso mi padre,que ya para darme estadoandaba entre mis amanteslos méritos regulando,atento a otras convenienciasno nos fuese de embarazo,dispusimos esta nochela fuga, y atropellandoel cariño de mi padre,y de mi honor el recato,salí a la calle,y apenasdaba los primeros pasosentre cobardes recelosde mi desdicha, fiandola una mano a las basquiñasy a mi manto la otra mano,cuando a nosotros resueltosllegaron dos embozados."¿Qué gente?" dicen, y yocon el aliento turbado,sin reparar lo que hacía(porque suele en tales casoshacer publicar secretosel cuidado de guardarlos),"¡Ay, Carlos, perdidos somos!",dije, y apenas tocaronmis voces a sus oídoscuando los dos arrancandolos aceros, dijo el uno:"Matadlo, Don Juan, matadlo;que esa tirana que llevaes Doña Leonor de Castro,mi prima".Sacó mi amante

Conveniencia. Utilidad,provecho, comodidad.

Basquiña. Saya, negra porlo común, que us:1h:111las mujeres sobre l:iropa interior para salira la calle. Falda corta yde mucho vuelo, us:id:idesde el siglo xv 1hasl :1e] XX.

l.11•11'~11'1N<l" 1111 llNA CASA 1 J7 l

(Aparte:

¡Oh qué presto que ha vengadoAmor a Don Juan! ¡Aytriste!)

-Señora, vuestros cuidadossiento como es justo. -Celia,lleva esta dama a mi cuartomientras yo a mi hermano espero.

(Vanse CELIAy DoÑALEONOR.)

el acero y alentado,apenas con una puntallegó al pecho del contrario,cuando diciendo: "¡Ayde mí!"dio en tierra, y viendo el fracasodio voces el compañero,a cuyo estruendo llegaronalgunos; y aunque pudierala fuga salvar a Carlos,por no dejarme en el riesgose detuvo temerario,de modo que la Justicia,que acaso andaba rondando,llegó a nosotros, y aunquesegunda vez obstinadointentaba defenderse,persuadido de mi llantorindió la espada a mi ruego,mucho más que a sus contrarios.Prendiéronle, en fin; y a mí,como a ocasión del estrago,viendo que el que queda muertoera Don Diego de Castro,mi primo, en tu noble casa,Señora, depositaronmi persona y mis desdichas,donde en un punto me hallosin crédito, sin honor,sin consuelo, sin descanso,sin aliento, sin alivio,y finalmente esperandola ejecución de mi muerteen la sentencia de Carlos.

CELIA

Venid, Señora.

DoÑALEONOR

Tus pasossigo, ¡aydemíl,pues es fuerzaobedecer a los hados.

DoÑAANA

DoÑAANA

Side Carlos la gala y bizarríapudo por sí mover a mi cuidado,¿cómo parecerá, siendo envidiado,lo que solo por sí bien parecía?

Si sin triunfo rendirle pretendía,sabiendo ya que vive enamorado¿qué victoria será verle apartadode quien antes por suyo le tenía?

Pues perdone Don Juan, que aunque yo quierapagar su amor, que a olvido ya condeno,¿cómo podré si ya en mi pena fiera

introducen los celos su veneno?Que es Carlos más galán; y aunque no fuera,tiene de más galán el ser ajeno.

ESCENA III

¡Cielos!¿qué es esto que escucho?Almismo que yo idolatroes al que quiere Leonor...

(Sale DoNCARLOScon la espada desnuda,y CASTAÑO.)

[ .IX [Sor /11111111 /11<'-' tic ta e ,'rnz l.os l'.Ml'l'.NllS l>I'. l/NA CASA [ )9]

DON CARLOS su amor, sin hacer ultrajea mi presunción altiva;pues amparándole aquícon generosas caricias,cubriré lo enamoradacon visos de compasiva;y sin ajar la altivezque en mi decoro es precisa,podré, sin rendirme yo,obligarle a que se rinda;que aunque sé que ama a Leonor,¿qué voluntad hay tan finaen los hombres, que si venque otra ocasión los convidala dejen por la que quieren?Pues alto, Amor, ¿qué vacilas,si de que puede mudarsetengo el ejemplo en mí misma?)

-Caballero, las desgraciassuelen del valor ser hijasy cebo de las piedades;y así, si las vuestras libranen mí su alivio, cobradla respiración perdida,y en esta cuadra, que caea un jardín, entrad aprisa,antes que venga un hermanoque tengo, y con la maliciade veros conmigo solootro riesgo os aperciba.

Señora, si en vuestro amparohallan piedad las desdichas,lograd el triunfo mayorsiendo amparo de lasmías.Siguiendo viene mis pasosno menos que la Justicia,y como huir de ella esgenerosa cobardía,al asilo de esos piesmi acosado aliento aspira,aunque si ya perdí el alma,poco me importa la vida.

CASTAÑO

Amí sí me importa mucho;y así, Señora, os suplicami miedo, que me escondáisdebajo de las basquiñas.

DON CARLOS

¡Calla,necio!

CASTAÑO

Sacristán. El que en lasiglesiastiene a su cargo

ayudar al sacerdoteen el servicio del

altar y cuidar de losornamentos y de la

limpieza y aseo.

¿Pues serála primer vez, si lo miras,ésta, que los sacristanesa los delincuentes libran? DON CARLOS

DOÑA ANA

(Aparte:

No quisiera yo, Señora,que el amparo de mi vidaa vos os costara un susto.

Bizarría. Generosidad,despilfarro, fineza.

Lucimiento, esplendor,gala o adorno.

Carlos es, ¡válgameel Cielo!La ocasión a la medidadel deseo se me vienede obligar con bizarrías

CASTAÑO

¿Ahora en aqueso miras?¡Cuerpo de quien me parió!

[ 40 ] Sor Juana Inés de la Cruz Los EMPEÑOS DE UNA CASA [ 41]

DON CARLOS

(Aparte.)DoÑAANA

Nada a mí me desanima.Venid, que aquí hay una piezaque nunca mi hermano pisa,por ser en la que se guardanalhajas que en las visitasde cumplimiento me sirven,como son alfombras, sillasy otras cosas; y ademásde aqueso, tiene salidaa un jardín, por si algo hubiere;y porque nada os aflija,venid y os la mostraré;pero antes será precisadiligencia el que yo cierrela puerta, porque advertidasalga en llamando mi hermano.

Amor, pues que tú me brindascon la dicha, no le nieguesdespués el logro a la dicha.

(Vanse.)

CUADRO SEGUNDO

[En casa de DoÑA LEONOR.]

ESCENA IV

(Salen DoN RODRIGO y HERNANDO.)

DoN RODRIGO

CASTAÑO¿Qué me dices, Hernando?

(Aparte a DoN CARLOS.)HERNANDO

Bachillería. Locuacidadimpertinente. Cosa

dicha sin fundamento.

Señor, ¡qué casa tan ricay qué dama tan bizarra!¿No hubieras (¡pese a mis tripas,que claro es que ha de pesarles,pues se han de quedar vacías!)enamorado tú a aquestay no a aquella pobrecitade Leonor, cuyo caudalson cuatro bachillerías?

Lo que pasa:que mi Señora se salió de casa.

Bizarro. Gallardo,garboso.Muy adornado

y compuesto. Dichoespecialmente conrelación al vestido.

DON RODRIGO

¿Ycon quién, no has sabido?

HERNANDO

DoÑAANA

¿Cómo puedo,si como sabes tú, todo Toledoy cuantos a él llegaban,su belleza e ingenio celebraban?Con lo cual, conocerse no podíacuál festejo era amor, cuál cortesía;en que no sé si tú culpado has sido,pues festejarla tanto has permitido,sin advertir que, aunque era recatada,

¡ViveDios, villano!

Vamos.

[ 42 ] Sor Juana Inés de la Cruz Los EMPEÑOS DE UNA CASA [ 43]

Los EMPEÑOS DE UN ACASO

La obra de Calderón de la Barca no soloinAuyó en el teatro de Sor Juana, sino quemarcó una pauta de la que sigue abrevandola comedia hasta nuestros días.

UN HOMENAJE A CALDERÓN

El antecedente peninsular de Los empeños de una casa es una obrade Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) publicada en 1639 conel título de Los empeños de un acaso.Hay una serie de referencias explícitas o guiños a Los empeños de un acaso en el texto de Sor [uarucomo el propio título, la repetición de los nombres de varios personajes o la exploración de algunas situaciones. Otro posible hornenaje a Calderón es el gesto de haber dado el nombre de Pedro a uno delos personajes clave. Hay, por cierto, una referencia directa, cuando'Castaño Jo invoca en el tercer acto: "In~pírame alguna traza / que dCalderón parezca, / con que salir de este empeño".

SEMEJANZAS

El argumento de las dos obras es semejante; ambas desembocan enun rival convencido de que debe permitir a la pareja enamorada llevar su amor al matrimonio. En ambas hay un padre y un hermaruque velan por el honor de las mujeres de su familia. En una y la otrael malentendido funciona como uno de los principales motores narrativos. En las dos tramas se juega con el doble sentido de la palabraempeño: por un lado, como obstinación, ansia, afán, deseo, y por eotro, como préstamo, deuda, trampa.

111! 1 tll N C 1AS

l111v111is1110asegurar que la pieza de Sor Juana resulta mejor, 11,1, 1 .ildcrón. Desde luego, Los empeños de un acaso no es el

11ti 1.1io de este gigante. En cambio, Sor Juana despliega en,1.,l1.111na gran maestría narrativa y lírica. Sus personajes sont. 1• 1-,, i.rs situaciones, intrigantes. Sobre todo, la comedia de la

11111ydivertida, mientras que la pieza de Calderón tiene"'"" 111<ísbien acartonados, de disciplina escritura!.

\1 111" 1O ll BARROCO DE SOR JUANA

111¡'<'11os de una casa el humor aligera el peso del honor, tan111d1•violencia y amenazas. Las situaciones de la comedia de

J, "' ¡,, 111escenas a oscuras donde la confusión permite al mis­, 11q111los equívocos y las revelaciones) se resuelven vertigino-111•, ,111la reunión de todos los personajes alrededor de las dos'' ".rn1bas veladas por el manto, y ambas al fin descubiertas.

1 nteresado en llegar también al gran público, Calderón escribiócomedias más accesibles que sus predecesores. En la imagen seve un cuadro de una representación actual de El galán fantasma,de i637.

l ·l·i l.'ior/•1111111 /111¡>tlc/11 Cm

'11•l.1" innovaciones del teatro calderoniano fue la preocu-1111011~1escenografía y la música, con lo que el escritor111\i,1lograr un espectáculo que uniera todas las artes.

,,. ,,COMEDIA FAMOSA,

LOS EMPEÑOSDE VN ACASO.

DB DON 1'SDRO CALl>BRONJ, f.1 iJur.1.

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.:,F<iL~.N<>t..;~i.1o,.,¡~,i¡»•L 'l~tiu~~"1•• 0.l.V/q.Qi,ltt¡'•'11>btlo\ $¡¡,/,l),M,a.,.¡• ....JHJ,fr>Mil•.fl""'"J.Alf,t•.!:::í;~~:l·"'-fa· •.~r:;1:':l..:""-!;io,.¡ '~.;li~l,i.il..1l<¡~•(Uq'>{~ ¿,J:J#¡.!ma~'•lti{ml'frrO..t¡.

i. "

En algunos elementos, la obra de Calde­rón inspiró la de Sor Juana; en otros, se vesuperada.

CO'M IC"AS. ·381LOS EMPEiíOS DE UNA CASA,

COMEDIA FAMOSA.Interlocutores,

/J.Cnlo.D,Ji..m,D.P1.tr1,

D.RM,/g1.D.Lmi11r.D.J,u.

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Edición antigua de Los empeños de 1mocasa, cumbre de la producción drarnátir.ide Sor Juana

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Importuno. Inoportuno,fuera de tiempo o

propósito. Peligroso,que no tiene puertos.

es fuerte la ocasión y el verse amada,y que es fácilque, amante e importuno,entre los otros le agradase alguno.

DON RODRIGO

Hernando, no me apures la pacienciaque aquesteya no es tiempo de advertem

¡Oh fiera!¿Quién diríade aquellamesurada hipocresía,de aquel punto y recato que mostraba,que liviandad tan grande se encerrabaen su pecho alevoso?¡Oh mujeres! ¡Ohmonstruo venenoso!¿Quién en vosotras fía,si con igual locura y osadía,con la misma medidase pierde la ignorante y la entendida?

Pensabayo, hija vil, que tu belleza,por la incomodidad de mi pobreza,con tu ingenio seríalo que más alto dote te daría;y ahora, en lo que has hecho,conozco que esmás daño que provecho;pues el ser conocida y celebraday por nuevo milagro festejada,me sirve,hecha la cuenta,solo de que se sepamás tu afrenta.

¿Pero cómo a la queja se abalanzaprimero mi valor, que a la venganza?¿Pero cómo ¡ayde mí! si en lo que llorola afrenta séy el agresor ignoro?Yasí ofendido, sin saberme quedoni cómo, ni de quién vengarme puedo.

HERNANDO

Señor, aunque no sé con evidenciaquién pudo de Leonor causar la ausencia,por el rumor que habíade los muchos festejosque le hacía,

1 4<> 1 Sor /111111a Inés de la Cruz

tengo por caso llanoque la llevó Don Pedro de Arellano.

DoN RoDRIGO

Pues si Don Pedro fuera,di ¿qué dificultad hallar pudieraen que yo por mujer se la entregarasin que tan grande afrenta me causara?

HERNANDO

Señor, como eran tantos los que amabana Leonor, y su mano deseaban,y a ti te la han pedido,temería no ser el elegido:que todo enamorado es temeroso,y nunca juzga que será el dichoso;y aunque usando tal mediole alabo yo el temor y no el remedio,sin duda por quitar la contingenciase quiso asegurar con el ausencia.Y así, Señor, si tomas mi consejo-tú estás cansado y viejo,Don Pedro es mozo, rico y alentado,y sobre todo, el mal ya está causado-, pórtatecon él cuerdo, cual conviene,y ofrécele lo mismo que él se tiene:dile que vuelva a casa a Leonor bellay luego al punto cásale con ella,y él vendrá en ello, pues no habrá quien huyalo que ha de resultar en honra suya;y con lo que te ordeno,vendrás a hacer antídoto el veneno.

Alentado. Animoso,brioso, valiente,esforzado.Resistentepara la fatiga.Altanero,valentón.

DoNRODRIGO

¡Oh Hernando! ¡Qué tesoro es tan preciadoun fiel amigo, o un leal criado!Buscar a mi ofensor aprisa elijopor convertirle de enemigo en hijo.

i.11' I' MI' I' N t IS 111' 11NA t: AS A i 47 i

HERNANDO

Sí,Señor,que el remedio es bien se apliqueantes que el mal que pasa se publique.

(Vanse.)

CUADRO TERCERO

[En casa de DoN PEDRO.]

ESCENA V

(Sale DOÑALEONORretirándose de DoN JuAN.)

DON JUAN

Espera, hermosa homicida.¿Dequién huyes? ¿Quién te agravia?¿Quéharás de quien te aborrecesi así a quien te adora tratas?Mira que ultrajas huyendolosmismos triunfos que alcanzas,pues siendo el vencido yotú me vuelveslas espaldas,y que haces que se ejercitendos acciones encontradas:tú, huyendo de quien te quiere;yo siguiendo a quien me mata.

DOÑALEONOR

Caballero, o lo que sois:si apenas en esta casa,que aun su dueño ignoro, acabode poner la infeliz planta,¿cómo queréis que yo puedaescuchar vuestras palabras,si de ellas entiendo soloel asombro que me causan?Yasí, si como sospecho

1 .¡H 1 So1 /11111111 /111'.' ilcl« ('r11,'

me juzgáis otra, os engañavuestra pasión. Deteneosy conoced, más cobradala atención, que no soyyola que vos buscáis.

DoN JuAN

¡Ah ingrata!Solo eso falta, que finjas,para no escuchar mis ansias,como que mi amor tuvieracondición tan poco hidalgaque en escuchar mis lamentostu decoro peligrara.Pues bien, para asegurarte,las experiencias pasadasbastaban, de nuestro amor,en que viste veces tantasque las olas de mi amorcuando más crespas llegabana querer con los deseosde amor anegar la playa,era margen tu respetoal mar de mis esperanzas.

Hidalgo.Viene de fidalgo,fijo,dalgo.Persona quepor su sangrees de una clasenobley distinguida. Llámasetambién hidalgo desangre.Concernienteo relativo a un hidalgo.Dícessede la personade ánimo generosoy noble.

DOÑALEONOR

Yahe dicho que no soyyo,caballero, y esto basta;idos, o yo llamaréa quien oyendo esas ansiaslas premie por verdaderaso las castigue por falsas.

DoN JuAN

Escucha.

DoÑALEoNoR

No tengo qué.

Los 11.Ml'/l.NOS /)//,UNA CASA l 49 l

DON JUAN

¡Pues vive el Cielo, tirana,que forzada me has de oírsi no quieres voluntaria,y ha de escucharme groseroquien de lo atento se cansa!

(Cógela de un brazo.)

DOÑALEONOR

¿Qué es esto? ¡Cielos,valedme!

DONJUAN

En vano a los Cielos llamas,que mal puede hallar piedadquien siempre piedad le falta.

DoÑALEONOR

¡Ayde mí! ¿No hay quién socorrami inocencia?

ESCENA VI

(Salen DoN CARLOSy DOÑAANAdeteniéndolo.)

DOÑAANA

Tente, aguarda,que yo veré lo que ha sido,sin que tú al peligro salgassi es que mi hermano ha venido.

DoNCARLos

Señora, esta voz el almame ha atravesado; perdona.

1 ~o 1 S111 /11111111 l11i's 1h· /11 Cruz

DoÑAANA

(Aparte:

Lapuerta tengo cerrada;y así, de no ser mi hermanosegura estoy;mas me causainquietud el que no seaque Carlos halle a su dama;pero si ella está en mi cuartoy Celia fue a acompañarla,¿qué ruido puede ser este?Ya oscuras toda la cuadraestá.)-¿Quién va?

Salamandra. Serfantástico, espírituelemental del fuego,según los cabalistas.

DONCARLOS

Yo,Señora;¿qué me preguntas?

DONJUAN

Doña Ana,mi bien, Señora, ¿por quécon tanto rigor me tratas?¿Estaseran las promesas,estas eran las palabrasque me distes en Madridpara alentar mi esperanza?Si obediente a tus preceptos,de tus rayos salamandra,girasol de tu semblante,Clicie de tus luces claras,dejé, solo por servirte,el regalo de mi casa,el respeto de mi padrey el cariño de mi patria;si tú, si no de amorosa,de atenta y de cortesana,diste con tácito agrado

Cum. Según la mitologíagrecolatina, una de lashijas del Océano. Trashaber sido amada porel Sol, fue desdeñada acausa de su hermanaLeucótoe.CuandoCliciese quejó a supadre del abandono,este encerró a Leucótoeen un foso,dondemurió. En castigo,el Sol no volvió aver a Clicie,que setransformó en girasol,la flor que gira siemprealrededor del Sol, conel propósito de versiempre a su antiguoamante.

l,O"l llM 1'11.NOS DI\ l!NA CASA 11)1 l

Esquiva. Desdeñosa,áspera, huraña. Mala,desagradable, terrible.

a entender lo que bastabapara que supiese yoque era ofrenda mi esperanzaadmitida en el sagradosacrificio de tus aras,¿cómo ahora tan esquivacon tanto rigor me tratas?

DoÑAANA

(Aparte.)

¿Qué es esto que escucho, Cielos?¿No es este Don Juan de Vargas,que mi ingratitud condenay sus finezas ensalza?¿Pues quién aquí le ha traído?

DoN CARLOS

Señora, escucha.

(LlegaDoN CARLOS a DoÑA LEONOR.)

DOÑA LEONOR

Hombre, aparta;ya te he dicho que me dejes.

DoNCARLOS

Escucha, hermosa Doña Ana,mira que Don Carlos soy,a quien tu piedad ampara.

DoÑALEONOR

(Aparte.)

"Don Carlos" ha dicho, ¡Cielos!,y hasta en el habla jurara

[ 52 ] Sor Juana Inés de la Cruz

que es Don Carlos; y es que rn1110

tengo a Carlos en el alma,todos Carlos me parecen,cuando él ¡ay,prenda adorada!en la prisión estará.

DoN CARLOS

¿Señora?

DOÑA LEONOR

Apartad, que bastadeciros que me dejéis.

DoNCARLOS

Si acaso estáis enojadaporque hasta aquí os he seguido,perdonad, pues fue la causasolamente el evitarsi algún daño os amenaza.

DoÑA LEONOR

(Aparte.)

¡VálgameDios, lo que a Carlosparece!

DON JUAN

¿Qué, en fin, ingrata,con tal rigor me desprecias?

ESCENA VII

(SaleCELIA con luz.)

CELIA

(Aparte.)

Los EMPEÑOS DE UNA CASA [ 53]

Aprensión. Escrúpulo,temor infundado,recelo. Opinión,figuración, idea

infundadao extraña.

Aleve. Que cometealevosía, es decir, la

precaución que tomael delincuente contrala vida o el honor de

alguno, sin correrriesgo.

A ver si está aquí mi ama,para sacar a Don Juan,que oculto dejé en su cuadra,vengo; mas ¿qué es lo que veo?

l.OH llMl'llNON lll', \INA CASA ( 55]

DoÑALEoNoR

Carlos, cuando amante yoen la prisión le lloraba?¿Enuna cuadra escondido,y a mí, pensando que hablabacon otra, decirme amores?Sin duda que de esta damaes amante. Pero ¿cómo?¿Sies ilusión lo que pasapor mí? ¡Sia él lo llevaron presoy quedé depositadayo! Toda soy un abismode penas.

(Aparte.)

¿Qué es esto? ¡ElCielo me valga!¿Carlos no es este que miro?

DONCARLOSDONJUAN

(Aparte.)¡Fácil,liviana!¿Estoseran los desdenes:tener dentro de tu casaoculto un hombre? ¡Ayde mí!¿Por esto me desdeñabas?¡Pues,vive el Cielo, traidora,que pues no puede mi sañavengar en ti mi desprecio,porque aquella ley tiranadel respeto a las mujeresde mis rigores te salva,me he de vengar en tu amante!

¡Estaes Leonor, o me engañala aprensión!

DoÑAANA

(Aparte.)

¿Don Juan aquí?Aliento y vida me faltan.

DoN JuAN

(Aparte.) DoÑAANA

¡Detente, Don Juan, aguarda!¿AquíDon Carlos de Olmedo?Sin duda que de Doña Anaes amante, y que por élaleve, inconstante y falsame trata a mí con desdén.

DoNCARLOS

(Aparte.)

DOÑALEONOR Son tantas las confusionesen que mi pecho batalla,que en su varia confusiónel discurso se embaraza,y por discurrido todo

Embarazar: Impedir,retardar una cosa.

(Aparte.)

¡Cielos!¿En aquesta casa

1 5~ 1 S11r /11111111 Inés de /11 Cruz

acierto a discurrir nada.¡Aquí Leonor, Cielos! ¿Cómo?

DOÑAANA

¡Detente!

DoN JUAN

¡Aparta, tirana,que a tu amante he de dar muerte!

CELIA

Señora, mi Señor llama.

DOÑAANA

¿Qué dices, Celia? ¡Ayde mí!-Caballeros si mi famaos mueve, débaos ahorael ver que no soy culpadaaquí en la entrada de alguno,a esconderos, que palabraos doy de daros lugarde que averigüéis mañanala causa de vuestras dudas;pues si aquí mi hermano os halla,mi vida y mi honor peligran.

DON CARLOS

En mí bien aseguradaestá la obediencia, puestoque debo estar a tus plantascomo a amparo de mi vida.

DoN JUAN

Y en mí, que no quiero, ingrata,aunque ofendido me tienes,

[ 56 lSor J11r11inl11ésde In Cruz

cuando eres tú quien lo manda,que a otro, porque te obedece,le quedes más obligada.

l.11 S I',M 1' I',N11S lll', ll NA CASA [ 59 ]

aunque no me lo mandarasme ocultara mi vergüenza.

(Vase.)DoÑAANA

DoÑAANAYoos estimo la atención.-Celia, tú en distintas cuadrasoculta a los dos, supuestoque no es posible que salgahasta la mañana, alguno.

¿Quién vio confusiones tantascomo en el breve discursode tan pocas horas pasan?¡Apenas estoy en mí!

CELIA (Sale CELIA.)

Yapoco término falta.-Don Juan, conmigo venid.- Tú, Señora, a esa fantasmaéntrala donde quisieres.

CELIA

Señora, ya en mi posadaestá. ¿Qué quieres ahora?

(Vanse CELIAy DoN JuAN.) DoÑAANA

DoÑAANA A abrir a mi hermano baja,que es lo que ahora importa, Celia.

Caballero, en esa cuadraos entrad. CELIA

DoNCARLOS(Aparte.)

Yate obedezco.¡Oh, quiera el Cielo que salgade tan grande confusión!

Ella está tan asustadaque se olvida de sabercómo entró Don Juan en casa;mas ya pasado el aprieto,no faltará una patrañaque decir, y echar la culpaa alguna de las criadas,que es cierto que donde hay muchasse peca de confianza,pues unas a otras se culpany unas por otras se salvan.

(Vase.)

DoÑAANA

Leonor, también retiradapuedes estar.

DoÑALEoNOR

Yo,Señora, (VÍ1Sl'.)

[ 511 ] Sor /1u11111 111<'.< el<" /11 Crnz

Patraña. Mentira o noticiafabulosa, de purainvención.

DoNPEDRO

hice que, de los criados,dos al herido cargaran,como de piedad movidos,hasta llevarle a su casa,mientras otros a Leonor,y a Carlos preso, llevabanpara entregártela a ti;y hasta dejar sosegadala calle, venir no quise.

[ t'>o J Sor /111111u lt1t's de Ju Cruz l.<IS I'.M I' I'.N <IS 111'. ll N A <:A S A f 6 i ]

DoÑAANA

¡Cielos,en qué empeño estoy:de Carlos enamorada,perseguida de Don Juan,con mi enemiga en mi casa,con criadas que me venden,y mi hermano que me guarda!Pero él llega; disimulo.

ESCENA VIII DOÑAANA

DoNPEDRO

Fue atención muy bien lograda,pues excusastemil riesgossolo con esa tardanza.

(Sale DONPEDRO.)

Señora, querida hermana,¡qué bien tu amor se conoce,y qué bien mi afecto pagas,pues te halló despierta el Sol,y te ve vestida elAlba!¿Dónde tienes a Leonor?

DoNPEDRo

DoÑAANA

Eres en todo discreta;y pues Leonor sosegadaestá, si a ti te parece,no será bien inquietarla,que para que oiga mis penas,teniéndola yo en mi casa,sobrado tiempo me queda;que no es amante el que trataprimero de sus aliviosque no del bien de su dama;y también para que túte recojas, que ya bastapor aliviar mis desvelos,la mala vida que pasas.

En mi cuadra, retiradamandé que estuviese, en tanto,hermano, que tú llegabas.Mas ¿cómo tan tarde vienes?

Porque al salir de su casala conoció un deudo suyo,a quien con una estocadadejó Carlos casi muerto;y yo viendo alborotadala calle, aunque no sabíanquién era y quién la llevaba,para que aquel alborotono declarara la causa,

DoÑAANA

Hermano, yo por servirtemuchos más riesgos pasara,pues somos los dos tan unoy tan como propias tratatus penas el alma, queimagino al contemplarlas

que tu desvelo y el míonacen de una misma causa.

Los EM l'EÑOS l>E UNA CASA [ 63]

JORNADA SEGUNDA

CUADRO PRIMERO

DoN PEDROESCENA I

De tu fineza lo creo.(SalenDoN CARLOSy CASTAÑO.)

DoÑAANADoNCARLos

(Aparte.)Castaño, yo estoy sin mí.

Si entendieras mis palabras ...CASTAÑO

DoNPEDRO

Vámonos a recoger,si es que quien ama descansa.

Yyo, que en todo te sigo,tan solo he estado conmigoaquel rato que dormí.

DoÑAANA DoNCARLos

(Aparte.) ¿Sabeslo que me ha pasado?Mas juzgo que sueño fue.

Voya sosegarme un poco,si es que sosiega quien ama. CASTAÑO

DoNPEDRO Si es sueño muy bien lo sé;y yo también he soñado

y dormido como dama,pues los vestidos, Señor,que me dio al salir Leonor,son quien me sirvió de cama.

Amor, si industrias alientas,anima mis esperanzas.

DoÑAANA

(Aparte.) DoNCARLOS

Amor, si tú eres cautelas,a mis cautelas ampara.

¿Galassuyas a llevarlasanoche Leonor te dio?

(Vanse.) CASTAÑO

Sí, Señor, si las lio,¿no era preciso el liarlas?

\ <il \Sor /11111111111<'.< de /11 Cruz

Liar. Se juega condiferentes sentidosdel término: atar yasegurar los fardoscon lías, envolver unacosa sujetándola, porun lado, y engañar auno, envolverle en uncompromiso, por elotro. Contraer alianzacon uno. Envolver,amancebarse. Mentir,embrollar.