Los esclavos en roma

9

Transcript of Los esclavos en roma

Page 1: Los esclavos en roma
Page 2: Los esclavos en roma

"Esclavo: Dícese del hombre o la mujer que, por estar bajo el dominio de

otro, carece de libertad”.

Tras esta definición de diccionario se esconde una realidad que, históricamente, era

antiquísima.

Las primeras civilizaciones de Mesopotamia y de Egipto contaban ya con grandes

contingentes de prisioneros y siervos que eran empleados en todo tipo de tareas sin

recibir ninguna compensación económica. Tampoco su trato era especialmente

cuidado. Las guerras y la falta de pago de las deudas eran la principal fuente de

mano de obra barata, situación que en la historia de Roma adquirió una dimensión

especialmente trágica por sus proporciones: se estima que a lo largo de su

historia, en el Imperio romano uno de cada tres habitantes se hallaba en estado de

privación de libertad, bien en manos de un particular o bien bajo el control del

Estado.

Roma se abastecía de esclavos que provenían de las conquistas

militares, generadoras de innumerables prisioneros de guerra. Los esclavos eran

expuestos en los mercados donde los adquiría el mejor postor.

En Delos, el mercado de esclavos más importante durante la República, llegaron

a venderse en un día hasta diez mil.

Con el refinamiento de las costumbres, el número de esclavos requeridos por la

sociedad romana fue creciendo ininterrumpidamente. A pesar de todo, no

escasearon hasta la crisis del siglo III.

Los esclavos en la antigüedad.

Los tratantes de esclavos ejercían su

comercio públicamente o en las tiendas

especializadas. Los precios variaban según la

edad y las cualidades del esclavo. Del cuello

de cada uno colgaba un cartel en el que se

indicaba la nacionalidad y sus capacidades.

Curiosamente lo que más hacía subir los

precios era su inteligencia y su aptitud para

determinados oficios, no su fuerza física.

Arriba chapa de bronce que el esclavo

llevaba al cuello. En la chapa está escrito

“Detenedme si escapo y devolvedme a mi

dueño”.

Page 3: Los esclavos en roma

El origen de la masa esclava

El origen de la masa esclava no sólo provenía de las guerras o de su trata en las fronteras. Se incrementaba mucho por la reproducción entre ellos mismos: todo hijo de esclava, sea quien fuere el padre, era propiedad del amo; también eran esclavizados los niños abandonados y la venta de hombres que no podían demostrar su condición de libertad.

Así mismo, debido a la pobreza, los propios esclavos vendían sus hijos a los tratantes (quienes los compraban recién nacidos, sanguinolentos), o algunos pobres libres se vendían incluso a sí mismos para asegurarse el pan y el abrigo a la sombra de algún amo; otros inclusive, más ambiciosos, se vendían como esclavos para asegurarse alguna buena posición de administrador de algún noble, o como tesoreros imperiales.

Se dice que tal fue el caso de Pallas, descendiente de una noble familia de Arcadia, que se vendió como esclavo a una

dama de la familia imperial, llegando posteriormente a ser ministro de finanzas muy cercano al emperador Claudio.

Page 4: Los esclavos en roma

El trabajo rural

Las grandes explotaciones agrícolas pertenecientes a la aristocracia terrateniente eran trabajadas por esclavos que vivían en las fincas todo el año bajo la vigilancia de un capataz que, en ocasiones, era un esclavo de confianza o un liberto.

Los esclavos pastores de rebaños eran los que menos alterado veían su ritmo de trabajo a lo largo del año y, lejos de la vigilancia del capataz, los que disfrutaban de mayor libertad.

La suerte más miserable la corrían los mineros. Las condiciones de vida y trabajo en las minas eran tan penosas que solo eran sometidos a esta labor los esclavos y los criminales condenados a trabajos forzados.

Page 5: Los esclavos en roma

Los convites

Los convites tenían una función

social y familiar de primera

categoría. Los invitados llegaban a

la casa con bastante antelación.

Allí les recibían los esclavos, que

les recogían los zapatos y la toga;

se les ofrecía un baño caliente y

perfumado o se les lavaba los pies

y se les perfumaba. Una vez

acomodados ya en torno a la mesa,

pasaban los esclavos llevando el

agua en aguamaniles para que los

comensales se lavasen las manos.

Para servir la mesa se reservaban

los esclavos más hermosos y de mejores modales.

Se les vestía con ropas de colores vivos, que contrastaban con sus largas y rizadas cabelleras,

que, en ocasiones servían para que se secaran sus manos en ellas. Cada invitado llevaba un

esclavo que permanecía siempre junto a sus amo y a sus pies, pendiente de prestar algún

servicio a su dueño, sobre todo, cuando comía o bebía en demasía.

Page 6: Los esclavos en roma

Teatro. La mayor parte de los actores eran extranjeros, esclavos y

libertos. Todos ellos gozaban de poco prestigio social y eran considerados como gente sin honor. Entusiasmaban a los espectadores con sus historias de doble sentido y llegaron a ser imprescindibles en las grandes fiestas y banquetes de los ricos. Se cubrían el rostro con máscaras.

Las carreras de cuadrigas. Los aurigas, casi todos esclavos,

eran conductores de los carros usados en las carreras. Algunos de ellos se convirtieron en personajes famosos y fueron tratados como auténticos héroes.

Espectáculos y diversión.

Lucha de gladiadores. De todos los

juegos, el preferido por los romanos era la lucha de gladiadores,. Los gladiadores luchaban por parejas, en grupos o en formaciones como verdaderos ejércitos. Los participantes eran prisioneros de guerra, esclavos adiestrados o los condenados a muerte por homicidio, robo, sacrilegio o motín

Page 7: Los esclavos en roma

Amos y esclavos

Si la esclavitud fue la base de la economía en la época de

mayor auge, no es extraño que muchos amos viesen en los

esclavos el secreto de su riqueza. El esclavo, propiedad

absoluta de su dueño, estaba totalmente sujeto a él.

Carecía de personalidad jurídica, de propiedad y hasta de

familia, porque su matrimonio, aun con permiso del

amo, se consideraba un simple concubinato, y los hijos

eran propiedad de su dueño.

Pero la suerte de los esclavos no siempre era miserable.

Los que estaban al servicio directo de sus amos, los

esclavos domésticos, recibían un trato de favor.

Los esclavos de nacimiento, es decir, aquellos hijos de

esclavos que pertenecían por derecho a una amo, habían

nacido en su casa y en ella habían sido

educados, disfrutaban de mayor confianza e

independencia que los demás y formaban una clase

privilegiada entre la servidumbre.

El dueño era el primer interesado en mantener sanos y fuertes a sus siervos. Los había adquirido como

instrumentos de trabajo y como tales , debía cuidarlos para sacarles el máximo rendimiento. El valor de

un esclavo para su amo, excepciones aparte, era el de su precio de compra.

Incluso, veces el amo liberaba a sus esclavos; era el caso de los libertos.

Los libertos en su mayoría eran comerciantes o artesanos.

Los maestros de escuela romanos eran de condición humilde, con frecuencia extranjeros y libertos. Era

habitual que los maestros no pudiesen vivir de su salario.

Page 8: Los esclavos en roma

Camino a la libertad

No obstante, hubo esclavos en Roma que recibieron el

mismo trato que los hombre libres, ya fuese por la

humanidad de sus amos o por el trabajo intelectual que

desarrollaban. Este era el caso de los esclavos instruidos y

de educación refinada, procedentes de

regiones, generalmente de Grecia. A tales hombres

confiaron algunos amos la educación de sus hijos, y de ellos

se sirvieron como secretarios y administradores.

Poco a poco las masas de esclavos fueron reduciéndose y el

valor y condición de los que subsistieron mejoró. Las

diferencias existentes entre los individuos libres y esclavos

eran cada vez menores. Al tiempo que se descomponía el

Imperio romano, se producía una unificación de los sectores

sociales. Antiguos esclavos desempeñaron importantes

funciones de gobierno y el emperador Diocleciano (siglo III

de nuestra era) era hijo de un esclavo que había comprado

su libertad.

Emperador Diocleciano

Page 9: Los esclavos en roma

Espartaco

Su nombre era Espartaco, era tracio y nació siendo un hombre libre.En la montañosa Tracia (que comprende las actuales Bulgaria, Grecia y Turquía occidental) los hombres de baja condición que querían salir adelante acababan sirviendo en el poderoso ejército romano. Espartaco fue uno de esos hombres. Obligado a luchar contra su propio pueblo, Espartaco desertó. No tardó en ser capturado, y tanto él como su mujer fueron vendidos como esclavos.

En el sur de Italia Espartaco comenzó a ser entrenado como gladiador en Capua. Allí llegó a forjar algunas amistades, entre ellas la del galo Criso. Y entre todos decidieron que no podían seguir siendo esclavos más tiempo. Con unas improvisadas armas Espartaco y sus compañeros acabaron con los guardias y huyeron hacia el monte Vesubio.Los 70 gladiadores iniciales pronto crecieron en número: la noticia se extendió rápidamente y muy pronto esclavos fugados o liberados se unieron a la causa. Un pequeño contingente de esclavos estaba pues dispuesto a resistir.