Los duendes y su mundo..pdf

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  • Los duendes y su mundoDesde siempre los cuentos y las leyendas populares nos han contado que en otros tiempos, los seres mgicos eran los amos del mundo y fueron los creadores de todo lo que hoy podemos ver a nuestro alrededor. Eran, y todava lo siguen siendo, los hijos dilectos de la Madre Naturaleza o Diosa Madre, y son tan polifacticos como ella, en ocasiones bromistas, en otras vengativos, amigables, condescendientes, domsticos o letales, segn su estado de nimo o las relaciones que establezcan con los seres humanos.En cuanto a la apariencia de los duendes conocidos tambin bajo los apodos genricos de gente menuda o buenos vecinos existen tantas versiones sobre ella, como personas que aGir-man haberlos visto. Sin embargo, una de las teoras ms difundidas al respecto sostiene que esa apa-riencia que se les adjudica no es, ni con mucho, la verdadera, sino que es un producto de las circuns-tancias en que se les ve, sumado al grado de fantasa, el nivel cultural, el temor y otros muchos facto-res que dependen del observador.Segn distintas versiones, la corpulencia de los duendes, por ejemplo, puede variar desde la talla de un hombre adulto hasta una estatura tan pequea que les permite ocultarse detrs de un hongo o debajo de una hoja seca. Otras de sus cualidades es que no estn sujetos a las leyes materia-les que rigen nuestra propia existencia, por lo que pueden materializarse o desmaterializarse a vo-luntad, lo que hace an ms diGcil estar seguros de lo que nos muestran nuestros ojos.Desafortunadamente, el progreso tecnolgico y la explosiva expansin de la raza humana, con sus ciudades ruidosas y la polucin de sus ros y mares, ha hecho que estas criaturas imprevisibles, pero ntimamente relacionadas con la Naturaleza, se fueran retrayendo del contacto humano, y hoy solo sea posible encontrarlas en lugares incontaminados, como praderas apartadas, grutas y caver-nas poco frecuentadas y algunos bosques que an no han sido hollados por pies humanos.Origen y procedenciaTan variadas como las versiones sobre la apariencia de los duendes son las interpretaciones que se han hecho sobre su origen, aunque la ms difundida, quizs, es la que los considera espritus de personas que han muerto sin los adecuados servicios religiosos sean la la religin que sean y que han sido condenadas por los dioses a vagar eternamente entre el Mundo Superior y el Inferior.Nombres de los duendesSera imposible tratar de enumerar aqu la incontable cantidad de nombres que reciben los duendes en todas partes del mundo, pero hay una salvedad que debe ser hecha, ya que tiende a crear confusiones.En la mayora de los pases europeos o de inGluencia europea, se utiliza un nico nombre gen-rico que involucra no solo a todos los integrantes de la gente menuda, sino tambin a todos los elementos, objetos y circunstancias que integran el mundo ferico. Este nombre, derivado original-mente del vocablo latino fatum, destino, se fue transformando luego en hada en espaol, fata en

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  • italiano, fe en francs, fairy en ingls y fata en portugus, solo por nombrar las principales lenguas neolatinas1.En espaol, adems, cada tipo de entidad espiritual tiene su propio nombre genrico de acuerdo con sus caractersticas, apariencia y comportamiento, y la clasiGicacin ms difundida es la siguiente: hadas (criaturas femeninas), duendes (seres masculinos de talla humana o ms pequea y sus contrapartidas femeninas), elfos (entidades con formas no humanas), genios o djinns, gigantes y ogros, dragones y espritus elementales (gnomos, ondinas, slGides, sirenas).Caractersticas esenciales de los duendesLas tradiciones populares designan bajo el nombre genrico de duendes a ciertas entidades, generalmente diminutas o de corta talla, aunque las creencias ms antiguas indican que estas carac-tersticas son puramente circunstanciales porque, como dijimos antes, la mayora de ellos, si no to-dos, pueden cambiar de forma a voluntad convirtindose en seres de apariencia humana, pjaros, liblulas, animales mayores y hasta criaturas desconocidas y nunca imaginadas por el ser humano. Otra de sus cualidades es la de hacerse invisibles, generalmente mediante un sombrero, una capa u otra prenda similar; bajo estas condiciones de invisibilidad es cuando cometen sus trapisondas ms espectaculares.Los duendes pueden ser hermosos y bien proporcionados, como es el caso de la descripcin hecho por William Shakespeare de Obern, rey del mundo ferico en Sueo de una noche de verano, o feos y hasta deformes o contrahechos, como los troles de la mitologa escandinava, o los koboldes, los enanos mineros germnicos. Tambin pueden tener una consistencia intangible, como los fuegos fatuos o las luces de San Telmo.Otra de las cuestiones sobre la cual los investigadores an no han logrado ponerse de acuerdo, es en el lapso de vida de los duendes, aunque las creencias populares les atribuyen una sobrevida mucho ms prolongada que la de los seres humanos alrededor de 400 aos, durante la cual, su principal ocupacin es la de prolongar su estirpe, en ocasiones robando nios humanos, en otras, apoderndose de muchachas jvenes para unirse a ellas, o bien haciendo que las madres que estn amamantando cren a sus duendecillos, suplantndolos por los hijos de la mujer.La creencia en los duendes parece tener un origen bsicamente celta, teutnico y escandinavo, etnias que tuvieron un estrecho contacto durante varios milenios antes de la era cristiana, ya fuera por las guerras constantes que mantenan entre s, como por las ocupaciones de pueblos y ciudades que se sucedan y alternaban sin cesar, provocando fusiones entre conquistados y conquistadores.

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    1 Etimolgicamente, la palabra espaola duende es una contraccin de la expresin dueo de casa, en la cual, a su vez, dueo deriva del latn domnus, seor, dueo, amo, tras sufrir esta palabra la sncopa postnica de la /i/ breve, la diptongacin de la /o/ larga y la palatalizacin del grupo /mn/. Para ampliar los datos, consltese Coromi-nes, J. (2008). Breve diccionario etimolgico de la lengua castellana. Madrid, Espaa: Editorial Gredos, S.A. p. 200. En cuanto a la preposicin de que entra en la composicin de la palabra duende, esta significa que pertenece a, que posee. Para ampliar la informacin, vase Gmez de Silva, G. Diccionario etimolgico de la lengua castella-na. Mxico, D.F., Mxico: Fondo de Cultura Econmica. p. 209.

  • Sin embargo, esta teora parece contradecirse con descripciones mucho ms antiguas todava, como algunos bajorrelieves egipcios, el Mahabharata y el I Ching, o Libro de los cambios, atribuido al em-perador chino Fu-Hsi, cuyo imperio se remonta a ms de cinco mil aos. No obstante, a pesar de esa procedencia aparentemente europea, tambin se ha comprobado la existencia de duendes en pue-blos eslavos, latinoamericanos, asiticos, africanos y de Oceana2.Tambin existen otras teoras ms recientes, tal es el caso de una originada en la regin de Cornwall, al sudoeste del Reino Unido, que sostiene que los distintos tipos de duendes son las almas de los paganos que han muerto sin la extremauncin y se encuentran condenadas a vagar eterna-mente en la Regin Intermedia, sin poder ascender al cielo ni ser expulsadas al inGierno. Una versin similar del condado de North Yorkshire, Inglaterra, aGirma que los pixies, los duendes ms traviesos y famosos de las islas britnicas, provienen de las almas de los nios que han muerto sin el sacra-mento del bautismo.No obstante, considerando que todas estas interpretaciones se han originado luego de la lle-gada del cristianismo a la regin de Inglaterra, no soportan demasiado anlisis, ya que eso signiGica-ra que antes de la institucin del bautismo no podran haber existido los duendes, hecho terminan-temente desmentido por las pruebas milenarias mencionadas anteriormente, que demuestran que los seres mgicos existan milenios antes de la aparicin del ser humano.Hbitats y sociedad de los duendesDesde los orgenes mismos del universo, los seres mgicos, y entre ellos, por supuesto, los duendes, fueron quienes lo poblaron y, como insinan ciertos investigadores entre ellos el clebre alquimista medieval Paracelso, quizs hayan sido los encargados de colaborar con su creacin. Por eso, no es de extraar que, al menos en este mundo, su hbitat sea toda la superGicie de la tierra, si bien en los ltimos tiempos, a causa de los adelantos tecnolgicos de la era moderna, se hayan reti-rado a lugares inaccesibles, evitando as la presencia humana.No es fcil describir las preferencias de los duendes acerca de los lugares que eligen para vivir, dada la gran variedad de clanes y familias que existen entre ellos. Por ejemplo, no son infrecuentes los casos en que los duendes deciden adoptar a una familia humana y vivir en su casa, en cuyo caso resultan sumamente tiles y serviciales, mientras se les retribuya adecuadamente, aunque no son demasiado pretenciosos, y se conforman con un plato de crema o de leche y una hogaza de pan fres-co cada noche.Sin embargo, y a pesar de los muchos ejemplos de duendes domsticos, la mayora de ellos preGiere vivir en lugares apartados, lejos de la gente, por lo general en pantanos inaccesibles, bos-ques impenetrables o cuevas y minas abandonadas, en especial donde existen yacimientos de meta-

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    2 La existencia de duendes en otras regiones fuera de Europa se ha denominado transmigraciones. Un ejemplo clsi-co de estas transmigraciones fericas son los tinguiritas de la provincia Crdoba, en Argentina, cuya apariencia, ves-timenta y caractersticas fsicas y de comportamiento se corresponden en un todo con los duendes germanos y escan-dinavos.

  • les preciosos o diamantes. No obstante, rara vez ediGican una casa o choza, sino que adaptan sus necesidades al lugar elegido, que puede ser un nido de pjaro carpintero abandonado, una madri-guera deshabitada o, simplemente, un confortable hueco suGicientemente espacioso entre las races de un rbol aoso.Suelen ser muchas y muy variadas las seales de que un duende se ha instalado en una casa, pero la ms frecuente es que, repentinamente, comienzan a perderse cosas pequeas, o aparecer en lugares inslitos, como los aros preferidos de la duea de casa en una caja de zapatos en desuso, o que el contenido de una botella de whisky desaparece misteriosamente durante la noche. Y todo es-to suele suceder sin que ningn miembro de la familia llegue a verlo, a veces, ni a escucharlo.La familia deber entonces prestar atencin a estos signos y empezar a dejar esos pequeos presentes de comida y bebida, e intentar con otros regalos, con la esperanza de que, en lugar de co-menzar a realizar travesuras, el duende decida ayudarlos con las tareas de la casa o la granja, segn sus preferencias.Una ancdota interesante es la relatada por una familia del departamento de El Bolsn, pro-vincia de Ro Negro, Argentina, cuyo padre decidi construir un cerramiento bajo el hueco de una escalera, para guardar pequeos trastos que no se usaban con frecuencia. Pero pronto, al comenzar a colocar cosas en el nuevo armario, comprobaban que, al da siguiente, todas ellas estaban prolija-mente apiladas fuera del armario.Volvan a colocarlas en el interior, y al da siguiente aparecan en la parte superior de la escale-ra. Siendo de ascendencia europea y campesina, los padres pronto comprendieron que haban sido adoptados por un duende y comenzaron a dejar pequeos presentes de comida y bebida, que inva-riablemente desaparecan durante la noche. Sin embargo, jams pudieron ver a la criatura, aunque algunas veces escuchaban pasos sigilosos en los pasillos, o llegaban a entrever una silueta que desa-pareca rpidamente por el hueco de una puerta, sin poder precisar su forma, su tamao ni su color.Y as pasaron varios aos, hasta que un da, al percibir que los ruidos nocturnos haban desa-parecido, decidieron intentar una nueva prueba, y entonces comprobaron, no sin algo de tristeza, que las cosas que guardaban en el desvn permanecan all, seal de que el duende los haba aban-donado.Si bien la mayora de los autores coinciden en que en las sociedades fericas no existen las cas-tas ni los niveles sociales, tambin se asume que los duendes que viven en clanes o grupos poseen un sistema de gobierno ejercido por un consejo de ancianos, quienes toman decisiones inapelables en asambleas a puerta cerrada.Desde muy pequeos hay que considerar que los duendes dejan de ser bebs alrededor de los 15 o 20 aos, los varones son entrenados por sus padres para vivir en la naturaleza, a la vez que comienzan a practicar algn oGicio que les agrada, como la minera, la carpintera, etc. Sin em-bargo, durante su larga vida, tendrn que practicar casi todos los oGicios, pues a la mayora no les gusta depender de la ayuda ajena. Las nias duende, por su parte, aprenden a cocinar, recoger hon-

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  • gos y frutos silvestres, a bordar, tejer, coser y todo lo que involucre el cuidado del hogar, pues, una vez casadas, rara vez lo abandonan, excepto para sus recolecciones o para alimentar a los animales de corral.Al llegar a los cien aos de edad la cuarta parte de su vida, el duende elige la fecha de su cumpleaos, que puede no coincidir con la verdadera, y ese da es presentado al Consejo de Ancia-nos para su incorporacin como adulto a la comunidad y su ingreso a la vida independiente, gene-ralmente previo casamiento, ya que muy pocos de ellos permanecen solteros toda su vida. Ms an, la sociedad ferica acepta de buen grado la poligamia, y los duendes ms afortunados poseen hasta doce y quince esposas, que colaboran afablemente entre s para realizar las tareas del hogar y edu-car a los nios.Para casarse y separarse de su familia, el duende debe, primero, construir su casa o buscar una morada deGinitiva, suGicientemente amplia para albergarlo cmodamente a l y a su futura fami-lia.Costumbres y entretenimientosA pesar de que el universo de los duendes todava depende, en gran parte, del mundo humano, y muchas de estas criaturas se encuentran muy ligadas a familias y comunidades humanas, an as la relacin entre las criaturas fericas y los seres humanos est llena de peligros para estos ltimos, y debe ser transitada con sumo cuidado. Incluso muchos de los duendes domsticos, serviciales y amables en su trato con la familia, se han tornado repentinamente en espritus malGicos por un error humano o por lo que consideran una ofensa hacia sus derechos adquiridos.Un ejemplo claro de lo anterior son las muertes de animales y seres humanos ocurridas en Inglaterra, que se atribuan a las puntas de Glecha de obsidiana talladas por los hombres de la Edad de Piedra, que los pixies disparaban con sus hondas cuando se sentan ofendidos por los humanos. Algunos autores sostienen que este fue el origen de la palabra ataque en el sentido de fallo cardaco, ya que, cuando se produca una muerte, pero no se apreciaban rastros de heridas, se la atribua a las puntas de pedernal lanzadas por los duendes.A continuacin, la vctima era llevada al pas de los duendes, dejando en su lugar a un sosias Gsico, que mora a los pocos das.Otra de las costumbres molestas para los humanos es la de enmaraarles los cabellos durante la noche, a tal punto que al pelo muy enredado se le conoce en ingls como fairy-bob, literalmente melena de las hadas, considerando que fairies abarca a toda la gente pequea.Algunos duendes tienen sus propias formas de molestar, e incluso afectar seriamente a las personas. El-que-toma-la-mitad, por ejemplo, conocido en Irlanda como Alp-luachra, es un ser invi-sible, que se sienta junto a un comensal y absorbe la esencia de los alimentos que este come, termi-nando por matarlo de inanicin.Otra raza de duendes que tiene sus propias maneras de divertirse a costa de los seres huma-

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  • nos son los leprechauns irlandeses, llamados as mientras desarrollan sus tareas de zapateros de las hadas, y cluricauns o luricauns cuando terminan su faena y salen a divertirse. Para ellos, su entrete-nimiento predilecto es emborracharse con whisky de malta robado en alguna taberna, y luego correr montados en chivos, ovejas, perros y hasta cerdos, que despus devuelven a sus corrales sucios y casi muertos de agotamiento.La msicaAdems de un extraordinario odo musical, los intrpretes duendes fabrican sus propios ins-trumentos, por lo que no es raro que sus ejecuciones, cuando podemos escucharlas, resulten extra-as a nuestros odos, pero invariablemente de una musicalidad y una melancola capaces de sumir-nos en una especie de encantamiento casi mstico.Sin embargo, en ocasiones esta ensoacin puede resultar peligrosa, ya que los duendes utili-zan sus canciones muchas de las cuales han dado origen a melodas y tonadas hoy populares en todo el mundo para atraer a los humanos a su propio pas.Por otra parte, si bien los duendes son sus propios luthiers y crean instrumentos inimagina-bles, tampoco desdean algunos de los humanos aunque los construyen a su manera. Entre es-tos, sus preferidos son: el violn de ocho cuerdas, la Glauta transversa, el timpal (una especie de pan-dero con sonajas), el corno francs, el birimbao (un instrumento que utiliza la cavidad bucal como caja de resonancia) y, especialmente en Irlanda, la krotta, un arpa manual con que acompaan sus canciones.Al respecto, Jeremiah Curtain, en su libro Irish Fairy Tales, narra la historia de un clebre duende arpista de la regin de Munster, al sudoeste de Irlanda, al que los lugareos haban apodado Seamus Harp (El arpa de Jack). Este duende convocaba todas las noches, durante largos aos, ver-daderas muchedumbres en un bosque de robles cercano al entonces pueblo de Shanlargh, a las que extasiaba con una msica que los vecinos caliGicaban de celestial. Sin embargo, y por mucho que algunos de ellos lo buscaron con verdadero afn, el duende jams pudo ser visto por nadie.Habilidades y aptitudes mgicasEs universalmente aceptado que las diferentes razas de duendes, por lo general, tienen cada una de ellas una especialidad que las caracteriza. As es que, por ejemplo, los leprechauns irlandeses son hbiles zapateros; los kobolde germanos y los menieiros gallegos, expertos mineros; los treme-nehen de los apaches chiricahuas se distinguen como excelentes rastreadores, y los ingnersuit es-quimales son los ms diestros cazadores de focas, por mencionar solo unos pocos oGicios y profesio-nes. Un caso particular en este tema es la profesin de herrero, especialmente considerando la re-pulsin que la gente menuda tiene por el hierro. A pesar de ello, son excelentes artesanos y orfe-bres, y se dice que fueron los erdluitles, enanos herreros de las montaas de Escandinavia, quienes, segn la leyenda, labraron el mazo de Thor y la lanza de Gungnir.

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  • Sin embargo, adems de ser, en muchas ocasiones, ms diestros que los seres humanos en sus trabajos, los duendes poseen, como todo el mundo sabe, cualidades mgicas que les permiten de-sempear tareas que los hombres no podran cumplir. Entre estas cualidades especiales estn las siguientes:PolimorEismoUna de las habilidades mgicas ms compartidas por los duendes es el polimorGismo o capaci-dad de presentarse bajo diversas formas, aunque esa cualidad tambin se atribuye a las brujas y los hechiceros. No obstante, no todos los seres mgicos pueden cambiar de forma a voluntad; en algu-nos casos, como el de los spriggans de la regin de Cornwall, solo pueden alterar su tamao, y en otros solo pueden adoptar dos nicas apariencias, como el each uisge de las Highlands, que puede tomar el aspecto de un hombre joven para atraer a las doncellas a quienes intenta devorar.No obstante, la gente pequea suele pagar con algn perjuicio sus cambios de forma: los apaxtl mexicanos, por ejemplo, que acostumbran transformarse en halcones para cazar su alimento, van disminuyendo de tamao en cada mutacin, hasta quedar transformados en pequeos insectos conocidos popularmente como chapulines, saltamontes o langostas.Curiosamente, esta leyenda tiene una muy similar en Nueva Zelanda, donde los duendes wai-paras de los maores se van convirtiendo paulatinamente en alacranes.LevitacinSi bien en las tradiciones populares de casi todo el mundo, la capacidad del vuelo se le adjudi-ca fundamentalmente a las hadas, generalmente provistas de alas, tambin los duendes del aire pueden desplazarse por el medio areo, gracias a sus poderes de levitacin, a veces directamente, y otras mediante varas de saco a las que les sujetan ramillas y hojas de sauce, en forma de escoba de bruja.Otra de las formas de vuelo de los duendes requiere el uso de prendas de ropa, tales como go-rros, tnicas, etc., hecho que se encuentra perfectamente representado en una narracin recopilada por Lady Wilde en el condado de Sligo en el siglo XIX. Un resumen de la historia cuenta que un joven campesino cruzaba una noche un bosque de alisos cuando, cansado por la caminata, decidi pedir asilo en una humilde choza de turba cuya luz se Eiltraba a travs de una ventana.

    Al llamar a la puerta, fue recibido por un diminuto ser, de apariencia muy anciana, que corts-mente lo invit a pasar; al hacerlo, el joven descubri a otro hombre sentado a la mesa, tan pequeo como el primero, aunque ms joven. Luego de una abundante cena, el humano se durmi profunda-mente, pero a la medianoche fue despertado por unos movimientos y cuchicheos extraos y vio que ambos hombres se colocaban raras vestiduras blancas, tras lo cual el hombre mayor dijo:

    All voy!

    A lo que el ms joven respondi:

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  • Yo te sigo! y de inmediato ambos desaparecieron volando a travs de la ventana.

    Intrigado por lo sucedido, el muchacho tom otra tnica similar que haba quedado sobre la me-sa y exclam:

    Y yo los sigo a ambos! -y as se vio repentinamente sentado sobre un tonel del cual sus dos ocasionantes compaeros ya se encontraban escanciando sendas jarras de whisky. Imitndolos, el mu-chacho pronto se encontr en un estado de ebriedad completa y cay dormido sobre unas bolsas de cebada apiladas en un rincn. A la maana siguiente, luego de una terrible borrachera, los criados del castillo, en cuya bodega se encontraba, lo pusieron en manos de la justicia, que lo conden a la horca por invadir la bodega del conde.

    Sin embargo, cuando la ejecucin estaba a punto de concretarse, desde la muchedumbre que la presenciaba surgi un viejecito de larga barba blanca, que llevaba puesta una extraa tnica blanca y portaba otra en su mano.

    Acercndose al patbulo, ese extrao ser pregunt al juez si el reo poda ser ejecutado con la t-nica, a lo cual el magistrado accedi por piedad. Pero tan pronto como la tuvo puesta, el duende ex-clam:

    All voy!

    A lo cual el muchacho respondi:

    Y yo te sigo!

    De esa manera, ambos desaparecieron de la vista de la multitud.Una variante de esta forma de trasladarse a travs de un medio no terrestre es el empleado por los merrows irlandeses, los machos roane y sealkies del norte de Escocia y las Islas Shetland.En el primero de los casos, Koomara, una especie de tritn, puede sumergirse libremente, y aun llevar consigo a un humano, utilizando un gorro mgico, mientras que los sealkies y roane pue-den sumergirse mientras lleven puestas sus pieles de foca, que suelen quitarse cuando salen a tierra.Tambin los ndejeni, de la actual isla de Taiwan, criaturas beneGiciosas para los pescadores, son ejemplos tpicos de esta cualidad de colocarse prendas externas para poder sobrevivir en las profundidades; en este caso se trata de chalecos de telas ligeras, a los cuales les cosen escamas de peces o trozos de piel de tiburn.Encuentros y tratos con los duendesSegn las creencias populares en casi todo el mundo, los duendes solo pueden verse cuando ellos lo desean pero, an as, existen ciertas formas de sorprenderlos cuando se encuentran dedica-dos a sus quehaceres o sus entretenimientos. El trbol de cuatro hojas, por ejemplo, ya sea en su forma original, secado dentro de un libro o preparado en forma de pomada como en el ungento de las hadas, disminuye el poder de la gente menuda para permanecer invisibles. Segn las antiguas

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  • tradiciones britnicas, este blsamo se preparaba con aceite de semillas de saco y trboles de cua-tro hojas macerados juntos en un mortero de piedra, y produca la ceguera inmediata si un ser hu-mano era sorprendido utilizndolo sin permiso de la gente pequea.Esta pcima para algunos un aceite, para otros una pomada aparece por primera vez en el siglo XIII, en un relato de la primera recopilacin de Gervasio de Tylbury, Parteras de las hadas, en el cual la comadrona de un pueblo de Bretaa es trasladada a un lujoso castillo ubicado en una suave colina en las afueras del pueblo. Luego de atender a una parturienta, la mujer se acerca al fuego para higienizar al recin nacido, tras lo cual debe untarle los ojos con una pomada que la propia madre le facilita. Sin embargo, al hacerlo, se toca accidentalmente los ojos con sus dedos sucios de ungento, y entonces descubre con sorpresa y no poco temor que no se encuentra en un fastuoso castillo, como le haba parecido al llegar, sino en una cueva sumida en lo ms profundo de una fortaleza en ruinas.Proteccin contra los duendesLas formas de protegerse contra las travesuras y agresiones de los duendes es muy variada y hasta dismil, segn las razas de estos, la regin donde habitan y las costumbres del lugar, por lo que aqu se mencionarn bsicamente las ms generalizadas, que se utilizaron (y se utilizan) en casi to-das las culturas del mundo, especialmente en las regiones rurales, donde es ms posible toparse con un duende.Ya desde tiempos inmemoriales, incluso antes de la Edad del Hierro, el elemento ms impor-tante para protegerse de los duendes fueron los minerales frricos en su estado natural, entre los cuales se destacan la magnetita (piedra-imn) y la pirita, un sulfuro de hierro llamado oro de ton-tos, por su color dorado.Tambin las campanas o cencerros eran considerados eGicientes, sobre todo para proteger el ganado de las incursiones nocturnas de los duendes.Los caballos se protegan con herraduras de hierro, cuya proteccin se extendi luego a las casas, colgndolas sobre los dinteles de las puertas de entrada y sobre los marcos de las ventanas. En Escocia, por ejemplo, se colgaban piedras agujereadas sobre los portones de los establos, para evitar que los cluricauns, luego de emborracharse, montaran en los cerdos y los corderos para sus habituales carreras.Luego, con el advenimiento del cristianismo y su difusin en todo el mundo, se fueron agre-gando otros elementos de proteccin inherentes a los mbitos religiosos, como el agua bendita y el bautismo. Un nio bautizado estaba prcticamente a salvo de cualquier intento de rapto por los duendes, pero los que an no lo estaban deban ser protegidos cubriendo la cuna con un vestido de su madre, una prenda de su padre o una tijera abierta colgando sobre la cuna. Sin embargo, la pro-teccin por excelencia fueron siempre las cruces, especialmente las de hierro. En la porcin meri-dional de Sudamrica, por ejemplo, que abarca Argentina, Uruguay y partes de Chile, Bolivia, Para-guay y Brasil, los gauchos o criollos solan utilizar facones cuya cruz era recta, como proteccin contra espritus dainos, como el huecuvu, en la Patagonia, el ca por en el litoral, los tinguiritas en

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  • el sur de la provincia de Crdoba.Ciertas plantas tambin proporcionaban proteccin contra los encantamientos fericos; entre las ms poderosas estaban el trbol de cuatro hojas; la hierba de San Juan, que solo aparece durante los meses de junio y julio; la verbena roja, empleada principalmente en los pases mediterrneos; la manzanilla, una pequea margarita silvestre, que las mujeres solan guardar dentro de sus corpios y rodear con coronas las frentes de los nios, y las bayas rojas del espino albar o crataegus, que se llevaban en forma de collar cuando se deba transitar por regiones que se suponan frecuentadas por los duendes.Tambin las maderas de ciertos rboles tenan inGluencia sobre las criaturas mgicas: un bas-tn serbal evitaba ser capturado por la gente pequea, mientras que en las cunas se desaconseja-ba el empleo del saco, ya que este tentaba a los duendes raptores de bebs.Otro de los recursos efectivos, cuando se era perseguido por duendes malvolos, consista en cruzar un ro o arroyo lo ms torrentoso posible, especialmente si la corriente Glua de norte a sur. Sin embargo, este sistema no funcionaba con algunas criaturas acuticas, muchas de las cuales eran nefastas para el ser humano.Clases de duendesComo se ha venido sealando a lo largo del artculo, los duendes o gente pequea son de muchos tipos, y estos, por lo general responden al entorno geogrGico donde viven o al tipo de traba-jo que realizan. As pues, las clases de duendes son las siguientes: duendes de la tierra (los lepra-cauns, los cluricauns, los aluxes o duendes del Mayab, el ca-por, el ivunche), duendes de las cuevas (los kallicantzaroi, los korreds, los kurrigans y los kryons), duendes mineros (los picadores y los enos piqueiros, los knockers y los coblynau), duendes domsticos (los brownies, los bwca, los bastkumbassa, los fenoderee, los nazumwasuck, los mekumwasuck, los ksi-ti y los domovilye), los duendes traviesos (los hobgoblins, los tinguiritas, los monachielli y los pixies), los duendes malvolos y vengativos (Traunko, Fin Deargha, los berbalangos, Boneless), los duendes del aire (los folletti y los drakes), los duendes del agua (el monstruo de la poza de Sila y los ingnerssuak).BibliograGa:Rosaspini Reynolds, Roberto. (2001). El mgico mundo de los duendes. Buenos Aires, Argentina: Edi-ciones Continente.

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