Los Diaguitas

21
5/19/2018 LosDiaguitas-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/los-diaguitas-5612d50c3a61f 1/21 CAPÍTULO QUINTO LOS DIAGUITAS 1. Introducción El capítulo que a continuación se presenta, muestra los antecedentes arqueológicos, históricos y los procesos de reconstrucción de identidad que están ocurriendo en la actualidad en la tercera región, y que han desembocado en que parte de los miembros de las comunidades agrícolas de Huasco Alto, en virtud de su historia local y descendencia indígena, se autoidentifiquen como Diaguitas. La denominación diaguita utilizada por las ciencia arqueológica e histórica, corresponde a una convención establecida por Ricardo Latcham, que propuso en las primeras décadas del siglo XX, en virtud de un estudio comparativo con los diaguitas argentinos y de antecedentes arqueológicos, históricos como lingüísticos, que se denominarán como diaguitas chilenos a los habitantes de los valles ubicados entre Copiapó y Choapa. A partir de ese momento, los estudios arqueológicos e históricos, asumieron esta denominación. Sin embargo, existen antecedentes históricos que el etnónimo diaguita fue utilizado durante el período de conquista, colonia y república, para nombrar a la población indígena del norte chico. Finalmente, los descendientes del antiguo Pueblo de Indios Huasco Alto basándose en historias locales y en la discusión de antecedentes de su pasado histórico, han comenzado a autoidentificarse como descendientes de los diaguitas. 2. Ocupaciones prehispánicas: espacios, recursos y vida social Las familias del Complejo El Molle han dado paso a otro desarrollo agroalfarero más avanzado conocido como el Complejo las Ánimas, en el cual se asientan las bases del desarrollo Diaguita Chileno 1 . Ellos son los antepasados de los diaguitas que hoy en día habitan el territorio de Huasco Alto y sus alrededores. 2.1. Complejo el Molle El territorio chileno donde se desarrolló el Complejo El Molle, fue en la región de Atacama, específicamente al norte del río Salado y por el sur hasta la cuenca del Choapa; con una extensión longitudinal de 630 kilómetros 2 . 1  Niemeyer, Hans, Gastón Castillo y Miguel Cervellino. 1889. “Los primeros ceramistas del Norte Chico: Complejo El Molle (0 a 800 d. C.)”. En: Jorge Hidalgo, Virgilio Schiappacasse, Hans Niemeyer, Carlos Aldunate e Iván Solimano (Eds.), pp. 227- 263. Prehistoria. Desde sus orígenes hasta los albores de la conquista . Editorial Andrés Bello. Santiago. p. 227. 2  Ibídem. 1

description

Un vistazo somero pero interesante al pueblo diaguita, uno de los más importantes del período prehispano chileno

Transcript of Los Diaguitas

  • CAPTULO QUINTO

    LOS DIAGUITAS

    1. Introduccin

    El captulo que a continuacin se presenta, muestra los antecedentesarqueolgicos, histr icos y los procesos de reconstruccin de identidad queestn ocurriendo en la actualidad en la tercera regin, y que han desembocadoen que parte de los miembros de las comunidades agrcolas de Huasco Alto,en virtud de su histor ia local y descendencia indgena, se autoident i f iquencomo Diaguitas.

    La denominacin diaguita uti l izada por las ciencia arqueolgica e histr ica,corresponde a una convencin establecida por Ricardo Latcham, que propusoen las primeras dcadas del siglo XX, en virtud de un estudio comparativo conlos diaguitas argentinos y de antecedentes arqueolgicos, histr icos comolingsticos, que se denominarn como diaguitas chilenos a los habitantes delos valles ubicados entre Copiap y Choapa. A partir de ese momento, losestudios arqueolgicos e histricos, asumieron esta denominacin. Sinembargo, existen antecedentes histr icos que el etnnimo diaguita fueutil izado durante el perodo de conquista, colonia y repblica, para nombrar ala poblacin indgena del norte chico. Finalmente, los descendientes delantiguo Pueblo de Indios Huasco Alto basndose en histor ias locales y en ladiscusin de antecedentes de su pasado histrico, han comenzado aautoident i f icarse como descendientes de los diaguitas.

    2. Ocupaciones prehispnicas: espacios, recursos y vida social

    Las famil ias del Complejo El Molle han dado paso a otro desarrol loagroalfarero ms avanzado conocido como el Complejo las nimas, en el cualse asientan las bases del desarrol lo Diaguita Chileno 1. Ellos son losantepasados de los diaguitas que hoy en da habitan el terri tor io de HuascoAlto y sus alrededores.

    2.1. Complejo el Molle

    El terri tor io chileno donde se desarrol l el Complejo El Molle, fue en la reginde Atacama, especficamente al norte del ro Salado y por el sur hasta lacuenca del Choapa; con una extensin longitudinal de 630 kilmetros 2.

    1 Niemeyer, Hans, Gastn Castil lo y Miguel Cervellino. 1889. Los primeros ceramistasdel Norte Chico: Complejo El Molle (0 a 800 d. C.). En: Jorge Hidalgo, Virgil ioSchiappacasse, Hans Niemeyer, Carlos Aldunate e Ivn Solimano (Eds.), pp. 227- 263.Prehistoria. Desde sus orgenes hasta los albores de la conquista . Editorial Andrs Bello.Santiago. p. 227.2 Ibdem.

    1

  • Estas poblaciones tenan una vida econmica variada y de carctercomplementario. Para una vital economa de subsistencia, El Molle ocupabadiferentes ecotonos con marcada intensi f icacin en los valles, en laprecordi l lera y en las quebradas de interf luvios semiridos y casi ningunaactividad econmica en relacin con el mar 3. Ellos cultivaban con prcticas deriego arti f icial - acequias o canales- lo que impl ic un poblamiento msestable. Dentro de sus cultivos en las cotas altas, destacaron el maz, poroto,zapallo y qunoa, entre otros. En los interf luvios y valles recolectaban frutossilvestres tales como algarrobo, chaar, pimienta; sin embargo, con menosfrecuencia hubo recoleccin de moluscos mart imos. Por la alta presencia de laindustr ia de piedra tallada - particularmente punta de proyecti l - , la caza debiconsti tu i r uno de los rubros econmicos ms relevantes. Al parecer, criabancamlidos, aun cuando no se sabe con exactitud si hubo domesticacin 4.

    Los rasgos ms signi f icativos de su desarrol lo cultural en la cuenca delCopiap, se manif iestan en las estructuras funerarias situadas sobre conos dedeyeccin - tmulos en quebradas laterales - y en el Cementerio El Torn5

    - poblacin de alta movil idad, con horticul tura y crianza de camlidos - juntocon Carrizal i l lo Chico que era un complejo aldeano. Tanto en el Torn como enCarrizal i l lo Chico entonces, se advierte una convivencia con los muertos porla importancia de conservarlos en tmulos enterrator ios elaborados con altogasto de energa. Adems, son conocidos en esta rea los elementos demolienda, piedras de molino y morteros 6.

    Sobre la cultura Molle en la cuenca del ro Huasco y en la bsqueda de undenominador comn para todas las manifestaciones de la poca, se formul lafase Ro Huasco. De este modo, los artefactos ms defini tor ios en esta culturason las piedras silici f icadas que, finamente pulidas se util izaron paraconfeccionar los tembets - adornos labiales- ; pipas en forma de T invertida yotros instrumentos tallados, adems del tratamiento de minerales como elcobre y pigmentos colorantes 7.

    En el interf luvio Huasco- Elqui, la poblacin acusa una intensiva recoleccin yprcticas de caza. Algunos sitios presentan estructuras funerarias conacumulaciones de piedras blancas con forma de huevil lo, tembet, cermica,collares de cuentas de malaquita y hueso, tratamientos de cobre, etc.

    El Molle, en la cuenca del Elqui, se caracteriz por sus cementerios marcadoscon piedra huevil lo blancas de ro. De los componentes de su culturamaterial, destacan los tembets ampliamente difundidos y de varios tipos,pipas de piedra talcosa en forma de T invertida, piezas de alfarera msvariada, anillos, brazaletes. Adems util izaron conchas en pendientes ycermica. Sin embargo, no abundan artefactos en actividades de tipo agrario 8.

    3 Ibd. 262.4 Ibd.: 261, 262.5 Niemeyer, Hans y Miguel Cervell ino. El Torn, un sitio temprano en la cuenca alta delro Copiap. Actas del IX Congreso Nacional de Arqueologa. La Serena. 1982.6 Niemeyer, Hans et. al. Los primeros ceramistas... Op. Cit.: 230- 233, 250, 260.7 Ibd.: 237, 238, 239.8 Ibd.: 242, 243.

    2

  • En la cuenca del ro Limar, algunos sitios arqueolgicos dan cuenta de nuevosenterrator ios con novedosas decoraciones en cermica. A la uti l izacin delcobre, se suma el tratamiento de plata y oro. Sin embargo, se advierte laausencia de la pipa invert ida en forma de T. Por otra parte, los tembets sehan localizado en ciertos sitios del rea9. En el rea de la cuenca del ro Choapa, lamentablemente no existen contextosexcavados cientf icamente, lo que no permite conclusiones definidas. Noobstante, lo que se puede advert i r con mayor claridad es la influenciasignif icat iva de la poblacin de Chile Central. Lo interesante de las relacionesgeogrf icas y culturales de esta rea es definir ... si los rasgos comotembets y pipas u otros de tipo Molle son producto del desarrol lo de estapoblacin en dicho valle o se deben a la expansin de los procesos de ChileCentral, que como se sabe, tambin cuentan con materiales parecidos...10.

    Aun cuando, el extremo norte de El Molle - cuenca del Salado- , se denota msclaramente su relacin con la puna, el rea meridional hacia la frontera sur delComplejo El Molle - valle Choapa- , se enmarca ms en los procesos de ChileCentral y muy probablemente con su desarrol lo temprano.

    De esta manera, este complejo presenta elementos comunes y recurrentes enlas cuencas revisadas. Sumariamente, entre ellos destacan el tembet obotoque como artefacto ms generalizado y usado preferentemente porvarones; tratamiento de metales como el cobre; uti l izacin de minerales ypigmentacin; industr ia de piedra tallada; uti l izacin de conchas de moluscosque, adems, dan cuenta de contactos, movil idad e intercambios de estaspoblaciones hacia y con el litoral; prendas de decoracin personal; cermicade once tipos de tratamiento. En menos proporcin, pero no por elloinexistente, artefactos de huesos y texti lera. Se asocian al Complejo El Molledesde Copiap al Choapa, las expresiones de arte rupestre ligadas a tcnicasde petrogl i fos y pictografas con variadas temticas11.

    2.2. El Complejo Las nimas

    En este extenso terri tor io ocupado y articulado durante casi 800 aos d. C. porla cultura Molle, surge a travs de un importante cambio cultural El ComplejoLas nimas. Esta ser una poblacin de agricultores y pescadores del NorteChico.

    A parti r del anlisis de colecciones de ceramios obtenidos en Copiap,Huasco, Elqui y otros de ms al sur, Julio Montan determina que ... dichaalfarera fue creada por un grupo humano cronolgicamente ubicado entre las

    9 Ibd.: 244, 245.10 Ibd.: 247.11 Ibd.: 250- 258.

    3

  • poblaciones El Molle y Diaguita...12. Y esa cultura ser entonces, el ComplejoLas nimas.

    Los sitios ms conocidos en esta cultura, se encuentran localizados en lafranja del litoral y en los cursos de los valles. En cambio, hacia el interior delos interf luvios su presencia es escasa, dist inguindose la diferencia con losasentamientos El Molle 13 . Sobre la articulacin de los recursos, algunoscampamentos cultivaban maz, explotaban algarrobo y chaar, consumancarne de camlidos y accedan a los recursos marinos - pescados y mariscos - .Esto ltimo da cuenta de la complementar iedad de recursos locales con otrosobtenidos mediante desplazamientos hacia lugares distantes, en los que ...los grupos recorran rutas descendentes en busca de recursos del Pacfico, yascienden a los rincones cordi l leranos para conseguir materias primas talescomo la obsidiana...14.

    De esta manera, la vida social y econmica de esta poblacin, adopta una seriede estrategias tales como la articulacin de nichos ecolgicos tendientes almanejo agropecuario y de recursos marinos. En trminos de articulaciones deterri tor ios de manera longitudinal, se establecen contactos ms densos con elrea norte ... donde derivan influencias que contribuyen para que en elmencionado valle se acenten costumbres que prcticamente no se expandenhacia reas meridionales... 15.

    En trminos generales, sus artefactos domsticos se fabricaron a travs dedistintos materiales. Destacan entre ellos la arcil la, metales en usosdomsticos y ornamentales a travs del tratamiento del cobre y en menosintensidad la plata; hueso de camlidos y aves marinas, uso narctico yartefactos para las actividades marinas; piedra, madera y conchas marinastambin en usos domsticos y ornamentales; lana y fibras vegetales. En laornamentacin de la cermica se incorpora de manera defini t iva lacombinacin de colores y el motivo ms caracterstico ... es una franjatriangular de color negro, con sendos pares de lneas oscuras a cada costado,recorr ida en su centro por una figura ancha en forma de rayo de tono rojo ocrema... . Los testimonios de la vida socioeconmica de este Complejo, habraalcanzado una suficiente actividad pesquera, recolectora, de caza y ganadera- restos de camlidos - 16.

    Basado en el proceso cultural iniciado con el Complejo Las nimas, sepropone el inicio de la cultura Diaguita chilena hacia el siglo dcimo 17.

    12 Montan, Julio. En: Castil lo, Gastn. 1989. Agricul tores y pescadores del Norte Chico:el Complejo Las nimas. En: Jorge Hidalgo, Virgil io Schiappacasse, Hans Niemeyer,Carlos Aldunate e Ivn Solimano (Eds.). pp. 265- 276. Prehistoria. Desde sus orgeneshasta los albores de la conquista . Editorial Andrs Bello. Santiago. p. 265.13 Ibd.: 267.14 Ibd.: 274. Campamentos representat ivos para esta descripcin, son los sitios LaPuerta y Tres Puntas.15 Ibd.: 273, 274.16 Ibd.: 267- 273, 275.

    17 Ampuero, Gonzalo. La cultura Diaguita Chilena (1.200 a 1.470 d. C.). En: JorgeHidalgo, Virgil io Schiappacasse, Hans Niemeyer, Carlos Aldunate e Ivn Solimano (Eds.),

    4

  • 2.3. La cultura diaguita hasta los albores de la conquista

    Desde una visin general, ... la cultura Diaguita chilena (...) cubre el perodotardo con dos fases de desarrol lo, una temprana y otra tarda, a la que hayque agregar dos momentos de transculturacin: primero diaguita inkaico ysegundo (...) diaguita hispano...18.

    De acuerdo a la arqueologa, esta cultura se aborda a parti r de tres fases.Caracteriza a la fase 1, los sitios arqueolgicos representativos como Punta dePiedra - Valle del Elqui - y Parcela 24 de Peuelas cementerio - . Loscomponentes que ident i f ican esta fase se reconocen en la cermica,sepulturas en baja profundidad y ceremonia fnebre con sacrif icio deanimales - llamas y/o alpacas- 19. De esta manera se estara en presencia deuna cultura y economa basada en la ganadera, agricul tura y actividadesmarinas.

    La fase 2 est representada por los sitios Punta de Piedra y Parcela 21 dePeuelas. Se caracteriza por la presencia de sepulturas elaboradas con piedrade laja de granito. Estas tienden a ser colectivas, lo que indicara un uso decarcter famil iar. En su cermica, se uti l izan los colores negro - rojo sobreblanco- rojo. Adems, en la cermica de tipo ms util i tar io o de cocina, seencuentran los conocidos jarros zapato o asimtr icos y los jarros pato , quepor lo general son piezas de ofrenda 20. Los artefactos que enriquecen esta fase, son las esptulas de huesos conrepresentacin de personajes o animales probablemente util izadas encontexto de alucingenos; aros de cobre y plata, cuchil los, cinceles, anzuelos ypinzas depilator ias. En abundancia se hallan agujas, punzones, puntas deflecha y torteros de piedra y hueso 21.

    La fase 3 caracteriza la transculturacin inka diaguita ... aparentemente sinun momento de transicin entre ambas.... En especial, lo que llama la atencinen los investigadores, ha sido la capacidad y rpida incorporacin de tcnicasinkas por parte de los artesanos diaguitas, representadas en la cermicalocal 22. De esta manera, la transculturacin se denota en la cermica a travsde una decoracin mixta - por una parte, la de influencia inka y, por la otra, lalocal - . Adems, la presencia de sitios de adorator ios de altura, pukaras - auncuando escasos- , dan cuenta de la rpida fusin cultural.

    pp. 277- 287. Prehistoria. Desde sus orgenes hasta los albores de la conquista. EditorialAndrs Bello. Santiago. 1989. p. 286. 18 Montan, Julio. En torno a la cronologa del Norte chico. Actas de V CongresoNacional de Arqueologa . La Serena. 1969. p. 169. 19 Ibd.: 280.20 Ibd.: 282, 283.21 Ibd.: 283.22 Ibd. 283, 285.

    5

  • Se presume que la conquista inka debi haber ocurr ido hacia 1.470 d. C., loque deja un perodo de 66 aos de transculturacin 23.

    En este contexto, la cultura Diaguita chilena haba potenciado las actividadesde explotacin agrcola y ganadera, adems de controlar ricos recursosmarinos a travs de los espacios costeros del Pacfico. Su rea de expansin,al tiempo de la invasin de Almagro en 1536, abarcaba los terri tor ios desde elvalle del ro Copiap hasta las inmediaciones del ro Aconcagua24.

    3. De la conquista al siglo XVII

    Desde la conquista hasta comienzos del siglo XVII, el gentil icio diaguita seaplic para designar a los habitantes del Norte Chico25. Sobre la lengua de estacultura, Jernimo de Bibar alude a cinco e indica que su rea de expansin era:Copiap, Huasco, Coquimbo, Limar y aquella que se hablaba desdeCombarbal hasta el valle de Aconcagua...26 . Sobre los diaguitas argentinos,es ms clara la famil ia lingst ica, conocida como caca- cacana27 .

    Respecto de la poblacin diaguita y tomando en cuenta las crnicas y otrasfuentes, se logra establecer que hacia 1540 habra ... ms de 5.000 personasen Copiap, 4.000 en Huasco, 6.000 en Coquimbo, 2.500 en Limar, 2.500 enComabarbal y Choapa y 7.500 en Aconcagua... 28. Sin embargo, el nmero dehabitantes debi haber sido mayor antes de la venida de Almagro, puesto queeste uti l iz como cargadores a numerosos diaguitas para su regreso al Cuzco;an as, se estima que hacia 1.545 la poblacin indgena bordeaba los 15.000habitantes 29.

    Su economa se basaba en la agricul tura, ganadera, pesca y caza. Respecto delos productos que los diaguitas cultivaban en los valles, los cronistas hacenmencin al maz, fri joles, papas y qunoa; el algodn slo lo cultivaban enCopiap y Huasco en tanto el zapallo se menciona desde Huasco hacia el sur30.Adems, aprovechaban la recolecta de frutos silvestres como el algarrobo ychaar, y uti l izaban los interf luvios como sectores de caza y pastoreo decamlidos.

    Sus aldeas eran de dos tipos. Las primeras, los pueblos donde habitaban entiempos de paz eran estructuras elaboradas con material ligero, bsicamentede origen vegetal. Las segundas, se identi f ican con los pukara o aldeas

    23 Ibd.: 286.24 Ibd.: 287.25 Hidalgo, Jorge. 1972. Culturas protohistr icas del Norte de Chile. Cuadernos deHistoria N 1. Santiago.26 Hidalgo, Jorge. 1989. Diaguitas chilenos protohistr icos. En: Jorge Hidalgo, Virgil ioSchiappacasse, Hans Niemeyer, Carlos Aldunate e Ivn Solimano (Eds.), pp. 289- 293.Prehistoria. Desde sus orgenes hasta los albores de la conquista . Editorial Andrs Bello.Santiago. p. 289. 27 Ibd.: 289.28 Ibd.: 290.29 Ibd.: 290.30 Ibdem.

    6

  • fort i f icadas que actuaban como refugio en tiempos de guerra, y estabanconstruidas con materiales resistentes en piedra murallas - y algunas enmadera con estacadas o palenques. En las aldeas, as como tambin en lospukaras , los alimentos eran conservados en silos colectivos o comunales.Como eran economas agrcolas autosuf icientes, tambin deban por estemedio, guardar las semillas para la prxima siembra y as tener la posibi l idadde abastecer los ncleos famil iares y asegurar los cultivos 31 .

    Sobre la propiedad de la tierra y su administ racin, se carece de informacin;no obstante, y segn el relato de Mario Gngora se logran algunas seas: ...no vivan concentrados cada uno en una comarca, sino que usaban variospedazos de tierras distantes entre s, y tambin se observa en algunos eldesplazamiento estacional en los aos de sequa...32 lo que implica control deterri tor ios sin uso simultneo de pisos altitudinales ni desplazamiento decolonias, pero s de complementariedad de recursos entre gruposgeogrf icamente distantes, pero emparentados 33.

    Dentro de la organizacin sociopolt ica diaguita, cada valle era una unidadintegrada por dos partes o mitades, que distingua ... el sector alto y el sectorbajo o costero de cada valle. Cada uno de estos sectores estaba gobernadopor un jefe que, simblicamente, era considerado hermano del jefe de la otramitad... 34.

    Aun cuando faltan datos para obtener una mirada ms local frente a losdiaguitas en este tiempo de la invasin hispana, cada jefe tendra ciertosprivi legios que los distinguira del resto: viviendas y vestuarios destacados,matr imonios con varias mujeres - diez a doce de ellas - , sus actividades eranvistas con veneracin, armas sostenidas por un paje mientras dialogaban conlos espaoles, privi legios econmicos en virtud del nmero mayor deanimales y tierras en comparacin al resto, etc. Ciertamente, estascaracterst icas podran plantear un tipo de estrati f icacin, sin embargo en estasociedad no se hace mencin de servidores. Mas bien, las decisiones alparecer, debieron tomarse por el colectivo a travs de asambleas oceremonias. Finalmente, lo que podra afirmarse es que esta cultura alcanzuna organizacin de federacin de seoros 35.

    31 Ibd.: 290, 291.32 Borde, Jean y Mario Gngora. Evolucin de la propiedad rural en el valle de Puangue.Captulos I, II y III. Santiago. 1956.33 Hidalgo, Jorge. Diaguitas chilenos... Op. cit.: 291- 292.34 Ibd.: 292.35 Ibdem.

    7

  • 4. El Pueblo de Indios de Huasco Alto: un refugio diaguita

    La descendencia de este grupo indgena, ha permanecido en la zona delHuasco Alto desde tiempos pretri tos. Para conocer ms su trayectoriatemporal, se han recogido datos de la histor ia oral y antecedentes quepermit ieran fi jar hitos en la histor ia local y encontrar elementos para unaexplicacin preliminar acerca de la procedencia, permanencia y refugio en estazona de cordi l lera de famil ias de raigambre diaguita. La exploracin se centraen el anlisis de la pre y protohistor ia regional del Huasco, teniendo en el otroextremo de la lnea temporal y terri tor ial la existencia de evidenciasarqueolgicas, que permiten reconocer la presencia de la cultura Molle y Lasnimas en los mismos sitios ocupados por los huascoalt inos 36.

    Para efectuar una aproximacin a la identidad etnohistr ica de losHuascoalt inos, se tuvo presente que los cronistas hispanos slo se refieren aestos grupos indgenas locales como naturales de estos valles 37 : Gronimode Vivar, Cristobal de Molina y Mario de Lobera, a excepcin de Lizrraga38

    que los compara e identi f ica con los diaguita - calchaqu. La denominacin denaturales se sigue util izando en otros documentos coloniales posteriores39,y para el caso de los autores chilenos, los ident i f ican como descendientes delos primeros indios 40 . Slo los estudios regionales de Ricardo Latcham, en lasprimeras dcadas de este siglo, han permit ido considerar a los Huascoalt inosdentro del contexto de una identidad regional para estos habitantesoriginarios, es decir, considerarlos diaguitas chilenos de acuerdo a laproposicin de Latcham 41.

    Al plantear el carcter de descendientes diaguitas de los Huascoalt inos, serecurre a Lizrraga 42, quien en su crnica del siglo XVII establece el parentescoentre los Diaguitas - Calchaqu y los indios habitantes de los valles de Copiap

    36 Niemeyer, Hans. Investigacin arqueolgica en el valle del Huasco. Notas del MuseoN 4. Museo Arqueolgico de La Serena. La Serena. 1955. Y del mismo autor: Cultura ElMolle de ro Huasco. Revisin y sntesis. Actas del VIII Congreso de ArqueologaChilena . Valdivia. 1979. Iribarren, Jorge. Arqueologa del Valle del Huasco. Provincia deAtacama. Revista de la Universidad Catlica de Chile. Aos Xl y XLI N 1. Santiago. 1956.37 Bibar, Gronimo de. Crnica y relacin copiosa y verdadera de los reinos de Chile.Fondo Histr ico y Bibliogrf ico. Jos Toribio Medina. Santiago. 1966. Molina, Cristbalde. Conquista y Poblacin del Per . En Jos Toribio Medina 1888- 1902. 1895. Santiago. YMario de Lobera, Pedro. Crnica del reino de Chile. Biblioteca de Autores Espaoles.Tomo CXXXI. Madrid. 1867.38 Lizarraga, Fray Reginaldo de. Descripcin del Per, Tucumn, Ro de la Plata y Chile.Historia 16. Madrid, 1987 [1607].39 Jara, lvaro y Sonia Pinto. Fuentes para la Historia del Trabajo en el Reino de Chile.Legislacin 1546- 1810. Tomo II. Editorial Andrs Bello. Santiago.1983.40 Sayago, Carlos Mara. Historia de Copiap . Editorial Francisco de Aguirre. Santiago.1997 (1874). Y Domeyko, Ignacio. Mis Viajes. Memorias de Un exiliado . Tomo Y.Ediciones de la Universidad de Chile. Santiago. 1977 [1840].41 Latcham, Ricardo. Los Indios Antiguos de Copiap y Coquimbo. Revista Universitar ia .Universidad Catlica de Chile. Santiago. 1923.42 Lizarraga, Fray Reginaldo de. Descripcin del Per... Op. cit.

    8

  • y Huasco. El trabajo de Nardi 43 indica que la terminacin ay es tpica eidentif icator ia de la cultura diaguita del noroeste argentino. Tambin elestudio proposi t ivo de Ampuero 44 habla de la nacin diaguita para lapoblacin de estos valles del norte chico y la propuesta de Ampuero - Hidalgo45

    postula reconocer en la estructura social de los indgenas de estos valles unaFederacin de Seoros duales Diaguitas. Finalmente, Ricardo Latchampropone, en las primeras dcadas de este siglo, que se les debe llamarDiaguitas Chilenos a los habitantes originarios de los valles de Copiap aChoapa, en virtud de evidencias arqueolgicas, antropolgicas yetnohistr icas de los indgenas de Atacama y Coquimbo:

    ... a esta rama (indgenas del Norte Chico) no se ha asignado un nombreoficial, hablndose de ella simplemente como naturales de los diversosvalles que ocupaban, (...) Hace veinte o ms aos, el que esto escribe,confirmando sospechas insinuadas por el Dr. Moreno y otros escritoresargentinos, propuso que se diera a estos indios el nombre de DiaguitasChilenos, el que poco a poco ha sido adoptado por autoresposteriores...46 .

    La propuesta de Latcham de denominar diaguitas a los indgenas del NorteChico, fue asumida por los arquelogos e historiadores. Sin embargo, ladenominacin diaguita slo se ha util izado para el perodo pre yprotohistr ico y para la ergologa y cronologa arqueolgicas, existiendoescasos estudios sistemticos para el perodo colonial post - conquista47, ypara el republ icano, que den cuenta del destino de los primeros naturales. Masbien para estos, se adopt la teora de la aculturacin y el mestizaje queexplicaban la prdida de los rastros culturales de estos indgenas48 . Se hizocomn hablar de la cultura diaguita en Chile, como vestigios materiales dehombres y mujeres hoy inexistentes o desaparecidos en el mestizaje cultural yracial o dispersos por el desarraigo. Un ejemplo sintt ico de esta concepcinfue expresada por el profesor Horacio Zapater, quien identi f ica comodiaguitas a las culturas indgenas de los valles de Copiap, Huasco, Elqui,Lmari y Choapa, pero agrega: ... al sur del desierto de Atacama, en los valles

    43 Nardi, Ricardo. Observaciones sobre los nombres indgenas documentados en elnoroeste argentino. En: Gentile, M.: El control vertical en el noroeste argentino , pp.170- 174. Casimiro Quirs. Edic. Buenos Aires. 1986.44 Ampuero, Gonzalo. La Cultura Diaguita . Museo de La Serena. La Serena. 1986. p.33.45 Ampuero, Gonzalo y Jorge Hidalgo. Estructura y proceso en la prehistor ia yprotohistor ia del Norte Chico de Chile. Chungar N 5. Universidad del Norte. Arica.1975.46 Latcham, Ricardo. Los indios antiguos... Op. cit.: 893.47 Tllez, Eduardo. La Identidad Diaguita. Publicado en Etnika, Actas de HistoriaIndgena . Universidad Catlica Blas Caas. Departamento de Historia y Geografa.Santiago. 1994. Y del mismo autor: La Dominacin Hispana y la Desintegracin de laSociedad Diaguita: Un estudio de Facetas. Proyecto Fondecyt N 193- 0311. En: BibliotecaFondecyt. Santiago. 1995.48 Medina, Jos Toribio. Los aborgenes de Chile . Fondo Histrico y Bibliogrf ico JosToribio Medina. Santiago. 1952 [1882]. Zapater, Horacio. Los aborgenes chilenos atravs de cronistas y viajeros . Editorial Andrs Bello. Santiago. 1973 .

    9

  • del Norte Chico, los modos de vida indgena perduraron poco tiempo, ya fuerapor el mestizaje, o por la asimilacin cultural...49.Sin embargo, es probable que la asimilacin cultural y el mestizaje haya hechodesaparecer los rasgos de la cultura diaguita as como tambin la presenciaindgena slo en algunos valles - especialmente Elqui, Limar y Choapa- , sinembargo, en otros perduraron en distintos grados los modos de vidaoriginarios, pero con desaparicin de la lengua kakn. La presencia de famil iasdescendientes de diaguitas, eran todava reconocidas hasta entrado el sigloXX en los ltimos vestig ios del Pueblo de Indios San Fernando de Copiap50.En el caso del reducto diaguita huascoalt ino, perdur a travs de la tenenciade las tierras del pueblo de indios de Huasco Alto y su uso, ocupacin yasentamiento se mantuvo a lo largo del perodo colonial y republ icano,consti tuyendo los valles de la cordi l lera en la cuenca del ro Trnsito, unespacio de refugio de los diversos linajes indgenas.

    5. Los Diaguitas del huascoalto

    ...Ya entre las montaas, en una grieta continental permanece de los tiemposprecolombinos el reducto indio Guasco Alto, cuyos habitantes conservan elcolor y las facciones de los americanos primi t ivos, aunque olvidaron ya elidioma y las costumbres antiguas...51 .

    5.1. Los Diaguitas del Valle del Huasco

    Las tierras diaguitas en el valle del Huasco, no estuvieron exentas deconflictos durante la colonia, puesto que en varias ocasiones debierondefender sus dominios terri tor iales del inters de los invasores por uti l izarsus tierras. A mediados del siglo XVIII, los representantes del poder colonialtrataron de establecer vil las y asentamientos de poblacin espaola,disponiendo para ello de las tierras diaguitas intentando relocalizar a losindgenas en el pueblo de indios de Paitanas, ubicado en el curso medio delro Huasco, sin respetar la propiedad indgena constitu ida sobre la base de lalegislacin colonial. Fue as como los diaguitas del Pueblo de Indios de HuascoBajo, enfrentaron los designios del corregidor general Antonio Martn deApeolaza que orden la fundacin de la vil la de Huasco Bajo y de la parroquiade Santa Rosa del Huasco, instruyendo que los diaguitas deban agregarse alpueblo de indios de Paitanas, que implicaba su traslado y prdida de lastierras. Los diaguitas se opusieron a los intentos de corregidor e iniciaron unjuicio en 1755. Los espaoles trataron de demostrar que la fundacin de lavil la no perjudicaba las tierras de los diaguitas, planteando que sus tierrasalcanzaban las 600 cuadras - 936 hectreas- y que a la fecha en el pueblo deHuasco Bajo existan 60 tributar ios y 12 reservados. Los alegatos y defensasde las tierras exigidas por los diaguitas, no fueron escuchadas por lasautoridades hispanas y el Fiscal de la Audiencia Jos Perfecto Salas no dio

    49 Zapater, Horacio. Los aborgenes chilenos... Op. cit.: 32.

    50 Sayago, Carlos Mara. Historia de Copiap ... Op. cit. Gigoux , Enrique. Notas,observaciones y recuerdos de los indgenas de Atacama. Revista Universi tar ia N 8. Ao12 . Vol III. Universidad Catlica de Chile. Santiago. 1927.51 Domeyko, Ignacio. Mis viajes ... Op. cit.

    10

  • crdito a los alegatos indgenas, para autor izar la fundacin de la Villa: (...) niay indios ni ay nada recio, que todas son quimeras, que sobran tierras paraesta Vil la y para otras muchas como sucede en todo el reino que faltanpobladores... 52.

    La extensin de las tierras de los indgenas del Valle del Huasco durante lacolonia, se ubicaba en tres asentamientos a lo largo del valle, uno cercano a lacosta, otro en el sector centro y otro en la cordi l lera, los que se denominabanHuasco Bajo, Paitanas (- Vallenar - y Huasco Alto, respectivamente. En 1789, laextensin de estos pueblos era la siguiente: Huasco Bajo tena 280 cuadras- 436,8 hectreas- , sin embargo no se tienen ms antecedentes de Paitanas yHuasco Alto, excepto que esta ltima ... es considerada por compuesta en msde 30 leguas hasta su confn, que es el pie de la cordi l lera...53.

    La superviviencia de estos pueblos de indios se deba - entre otras razones- ala actividad econmica que desarrol laban, en especial de cultivos agrcolas loque les permit i pagar el tributo a la Corona. Los pagos de tributo de lospueblos de indios de Huasco Bajo y Huasco Alto en 1795 a 1797 eran ... enlegumbres, trigo, higos y cebada. La importante actividad econmica estabaasociada a la extensin de los terrenos de cordi l lera y de valle que posean enel ro Trnsito o ro de los indios, que abarcaba desde la entrada hasta losconfines del pie de la cordil lera. En 1789 se sealaba por el Subdelegado deHuasco, Martn Gregorio del Villar que: (...) la principal ocupacin de losnaturales es la labranza y pocos a las minas. Los que ms se distinguen eneste ejercicio son los de Guasco Alto pues con sus cosechas abastecen enmayor grado a este partido, vien que lo facil i ta tambin la estencin de suterreno (...)54.

    5.2. El territorio huascoaltino

    En la cordi l lera de la III Regin, provincia del Huasco, pasando el poblado deAlto del Carmen se inicia un desfi ladero entre montaas que penetra aguasarriba por el ro Trnsito, conocido tambin como ro de los indios o naturalesen el siglo XIX y por el nombre de Paitanasa desde tiempos precolombinos 55,lugar donde por siglos se refugi un contingente indgena del pueblo diaguitaque habitaba el valle del Huasco.

    52 M.M, tomo 185, N 4177. Silva, Fernando. Tierra y Pueblos de Indios en el Reyno deChile . Editorial Universidad Catlica. Santiago. 1962. p. 154.53 CG, Vol. 501, N 6395. Silva, Fernando. Tierra y Pueblos de Indios en el Reyno de Chile.Editorial Universidad Catlica. Santiago. 1962. p. 195.54 CG, Vol. 556, N 6842.55 El topnimo es asociado por Strube probablemente a la lengua Kakn hablada por losdiaguitas. Seala en su artculo: Paitanas, cabecera del Huasco, ro del Trnsito o ro delos indios (ya que el ro del Carmen es de los Espaoles). Tiene otro topnimo afn enCatamarca (Noroeste Argentino, antiguas provincias diaguitas) donde la depresin dePaitas (...). (Strube H, Len. Toponimia de Chile Septentr ional (Norte Chico y Grande).Publicaciones del Museo y de la Sociedad de Arqueologa de La Serena. Boletn N 10. LaSerena. 1959. p. 6.

    11

  • Recientemente, en 1997, el Estado chileno ha reconocido la propiedad de latierra a varias famil ias descendientes de los antiguos indgenas, los quedespus de largos aos han regular izado la propiedad terr i tor ia l de 395.000hectreas, comprendidas en tres estancias de cordi l lera denominadasHuascoalt inos, Chollay y Valeriano, las que posean sus habitantes comodominio regular e inscrito desde principios de siglo 56. Estas tierras abarcantoda la cuenca del ro Trnsito y sus afluentes, el ro Conay, Chollay yValeriano, desde la zona de confluencia en el ro del Carmen hasta el lmitecon la repblica de Argentina 57, que corresponde a un terr i tor io que desdetiempos coloniales se denomina como Huascoalto y que constituy unasentamiento pretr i to de la cultura El Molle; Las Animas y reducto de indiosdiaguitas desde la colonia 58 .

    El reducto huascoalt ino, formado como pueblo de indios, si bien qued desdeel inicio del perodo colonial segregado del valle ms frt i l y ancho Alto delCarmen a San Flix, mantiene en su interior pequeas porciones de tierras quepermiten la pequea produccin agrcola complementaria de la ganaderadomstica, caza y recoleccin. De tal manera que cuando se habla de reductoindgena, se est diciendo que no es un terri tor io autrquico o cerrado, sinoque de acuerdo a los antecedentes documentales y testimoniales, indican quedesde pocas muy tempranas este reducto indgena se ha articulado yconectado en distintas direcciones con pisos ecolgicos diferentes y reas deintercambio intra e inter - regionales, lo que explica en parte la permanenciahistr ica como reducto indgena. La memoria de los huascoalt inos anrecuerda los largos viajes realizados en el siglo pasado para traer ganadodesde Argentina, llevar pescado seco desde Paposo, o viajar a las feriasanuales de Huari en Bolivia 59 .

    En efecto, se puede apreciar que las relaciones con los espacios circundantesdel reducto indgena huascoalt ino son mlt ip les: por el Norte con la cuencaformativa del ro Copiap a travs del valle del ro Manflas, subiendo desde elpoblado Conay hasta la cabecera del ro Cazadero, atravesando un portezuelode 4.070 m.sobre el nivel del mar. Por el Este se atraviesa al NoroesteArgentino por el paso Conay que endilga por el norte hacia las provincias deSalta y Tucumn, y por el paso de Chollay que baja hacia la provincia de LaRioja y San Juan. Por el Sur, se enlaza por medio de la Quebrada de Pinte,

    56 Las escrituras de propiedad que avalan la superf icie terri tor ial, son las de Estancia delos Huascoaltinos adquir ida por prescripcin a Fojas 31 N 49 del Conservador deBienes Races de Vallenar de 1903; Estancia Torres y Paez a Fojas 11, N 6 del Registrode Propiedad de 1945 y Estancia Jarillas. 57 Ver informe preparado por la Consultora INAS, Ingenieros Asociados para el Minister iode Bienes Nacionales, sobre anlisis Jurdico y Mensuras de las Estancias deHuascoaltinos, Chollay y Valeriano. Copiap 1996.58 El censo de Pueblos de Indios realizado por el Obispado de Santiago en 1795, seala lapresencia de 3.306 habitantes indgenas que se reparten en los pueblos: Huasco Alto yBajo, San Fernando de Copiap, Choapa, Tambo, Marquesa Alta, Molle, Poya, Guamalata,Tuqun, Sotaqu y Combarbal. (Manuscrito Sala Medina. Biblioteca Nacional, Volumen329; ff.434 - 435).59 Manrquez, Viviana y Jos Luis Martnez. Investigacin Etnohistr ica del EstudioDiagnstico de la Poblacin Colla de la III Regin. (Preinforme Final). Sur ProfesionalesLtda. Departamento de Antropologa de la Universidad Academia de HumanismoCristiano. Santiago. 1995.

    12

  • trasponiendo la sierra de Tatul hasta el ro Carmen o directamente desde elsector de la Junta, se remonta el ro del Carmen hasta enlazar con la cordi l lerade Doa Ana que tributa a la cuenca alta del ro Elqui. Y por el Oeste, seconecta con el valle del Huasco medio y bajo hasta la zona costera60 .

    Las relaciones geogrficas descritas, permiten suponer la importancia de esteterri tor io para las culturas indgenas originarias - Molle, Las Animas yDiaguita - pues en los mismos lugares en torno al ro Trnsito y las cuencasdel Chollay y Conay donde se encuentran los asentamientos permanentes ytemporales de la poblacin actual, presentan continuidad desde tiemposprecolombinos, como lo atestiguan los sitios arqueolgicos denominadosPinte, asociado al complejo de la Cultura El Molle y Chanchoqun Chico, Juntasde Valeriano y Paso de la Flecha pertenecientes al Complejo Las Animas. Estosltimos sitios localizados en lugares de ocupacin temporal, se encuentranmuy a la cordil lera en zonas util izadas slo en verano. La coincidencia en lacontinuidad de la ocupacin se explica por el carcter de movil idad y lasrelaciones econmicas de intercambio interregionales que jugaron un rol decomplementariedad ecolgica con los recursos existentes en el intraterr i tor iohuascoalt ino.

    5.3. La descendencia Diaguita

    En la actualidad la poblacin que se ident i f ica con el nombre de Huascoalt inos,se localiza en asentamientos tradicionales de larga data a lo largo del roTrnsito, donde se encuentran los poblados y localidades llamadas: Juntas, LaMarquesa, El Olivo, Chihuinto, Las Pircas, Alto Naranjo, Los Perales,Chanchoqun, La Fragua, La Arena, La Junta de Pinte, La Pampa, Conay, SanVicente, Junta de Valeriano y Albaricoque; cada una con agrupaciones depocas viviendas. All se encuentran sus moradores ancestrales, como lasfamil ias Campil lay - principal linaje- , Tamblay, Eliqui tay, Cayo, Pauyantay,Seriche y Liquitay 61, compartiendo con otras provenientes de Argentina desde

    60 Es necesario trabajar el tema de las conexiones terri tor iales diaguitas y de las culturaspretritas, a partir de las relaciones geogrficas existentes en el terr i tor io huascoaltino.Como hiptesis, el Sr. Ral Molina plantea que la difusin y conexiones econmicas delas culturas El Molle, Las Animas y Diaguitas prehistr icas, las tuvieron en los vallescordi l leranos que eran las principales zonas de comunicacin e intercambio. La zona delHuasco Alto, era un rea de articulacin terri tor ial, no slo para el sector del noroesteargentino, sino tambin hacia las cuencas del ro Copiap y Elqu, en especial la cadadesde Conay hacia el valle del ro Manflas que desemboca en la Iglesia Colorada y, lallegada por el sur a la cuenca del valle del Elqui y cada a la cuenca alta del Elqui de lossit ios arqueolgicos y asentamientos de valles altos que, fue predominante por ladisponibi l idad permanente de recursos hdricos, mayor biodiversidad que el sectorcostero (vegetacin, fauna) y microclimas favorables para las actividades de caza,recoleccin y agricul tura.61 Es interesante resaltar un testimonio de los valles Calchaqu del noroeste argentino,que reconoce la vinculacin ancestral de los diaguitas, porque se est en presencia de lamisma famil ia de apellidos kakan, de los cuales emana la fuerza ancestral de apellidosterminados en la misma desinencia ay, tpicamente diaguita. Dice el investigadorAugusto Cortazar: Uno de ellos, el moto Carpanch ay, cuyo solo apellido es unaevocacin ancestral... (Cortazar, Augusto. El Carnaval en el Folklore Calchaqu . EditorialSudamericana. Buenos Aires. 1949. p.. 68).

    13

  • el siglo pasado, ya sea de algn criancero - cateador que se qued a vivir entreesos angostos valles y cerros 62. La primera evidencia de la adscripcin tnica diaguita de las famil iashuascoalt inas, son sus apellidos. Estos se conservan desde siglos atrs ymantienen uno de los apocope distint ivo de la lengua kakn: la terminacinay. Para Nardi 63, una de las caractersticas tpicamente kakn, aunque noexclusiva de estos apellidos indgenas, es la terminacin ay, la queconsti tuye una evidencia para la ident if icacin de los diaguitas del noroesteargentino. Esta terminacin dialectal o desinencia, tambin se encuentrapresente en los apellidos y vocablos histr icos de los primeros pobladores delos valles de Copiap, Huasco, y Elqui y especficamente en el huasco alto64.Para Latcham, los apellidos de estos indgenas constituyeron una evidenciairrefutable de su pertenencia a la cultura diaguita en tiempos histr icos,indicando que los apellidos encontrados en los archivos parroquiales an sonusados por sus descendientes:

    La semejanza y a menudo la identidad de los apellidos es todava msconcluyente (para denominarlos Diaguitas chilenos). Entre aquellos quese han sacado de los antiguos regist ros parroquiales de Copiap, Huasco,y La Serena, hallamos muchos que son iguales a los de igual procedenciaargentina. De los que todava se usan en las provincias en cuestin,podemos citar: Albayay, Abancay, Calchin, Campil lay , Caymanqui,Chanquil, Casmaquil, Chavilca, Chapilca, Chupiza, Liquitay, Pachinga,Lainacache, Payman, Quilpi tay, Quismachay, Sapiain, Talmay, Talinay,Tamango, Salmaca, Chill imaco, etc. 65.

    Refuerza la adscripcin diaguita de los apellidos huascoalt inos, el anlisiscomparat ivo de la desinencia ay tambin encontrada en un documentoreferido al pueblo de Diaguitas en el valle del Elqui, donde el 16 de noviembrede 1764 el maestro de Campo Vicente Corts, de ms de 80 aos de edad,

    62

    En el caso del asentamiento de Valeriano, los habitantes de Huasco alto dicen que fuefundado por las famil ias Campil lay, Villegas y Bordones... los Bordones esos eran netosargentinos, a esos les decan los cuyanos cuando llegaron aqu, sentencia JorgeCampil lay (Cassigoli, Rossana y lvaro Rodrguez. Investigacin Antropolgica delEstudio Diagnstico de la Poblacin Colla de la III Regin. (Preinforme Final). SurProfesionales Ltda. Departamento de Antropologa de la Universidad Academia deHumanismo Cristiano. Santiago. 1995).Bordon es un apellido muy comn entre las comunidades collas de la cordil lera deCopiap y Chaaral (Molina, Ral y Martn Correa. Informe sobre la ocupacin territor ialde las comunidades collas de Ro Jorquera, Quebrada Paipote y Potrerillos. Grupo deInvestigacin TEPU. Santiago. (ms.). 1996. Y de los mismos autores: Informe de solicitudesde tierras de Fondo de valles (vegas, aguadas, campos de pastoreo) para las comunidadescollas Ro Jorquera, Quebrada Paipote y Potreril los. Santiago. (ms.). 1997. Y tambin en elHuasco, el apellido Bordon es reconocido como indio en los archivos de la parroquia delTrnsito en el ao 1895. Adems es necesario advertir que las migraciones argentinas serelacionaron con el auge minero de mediados del siglo XIX y que provocaron un influjo depoblacin colla para el trabajo de arriera, cuidado de animales y abastecimiento de lea.63 Nardi, Ricardo. Observaciones sobre los nombres... Op. cit.64 Sayago, Carlos Mara. Historia de... Op. cit. 65 Latcham, Ricardo. Los indios antiguos... Op. cit.: 894, 895.

    14

  • nombraba a los caciques y famil ias cuyos apellidos son Angulay, Zaranday yGuengulay, todos habitantes de los pueblos de Tuqu, Pama, Lum,pertenecientes al valle de Diaguitas en el Elqui 66. Igualmente es necesarioobservar que el apell ido Alballay o Aballay, extendido en la zona de Taltal,aparece registrado en el archivo parroquial en el ao 1885. En el ao 1680aparece como don Pedro Aballay cacique y mantiene su vigencia y cargo estelinaje en la zona de Malfines de Catamarca, difundindose despus en el ladochileno.

    Ricardo Latcham, aunque no nombra la terminacin ay en su argumentacinacerca de las evidencias lingsticas kakan, que permiten llamar a losindgenas del lado chileno tambin como Diaguitas, s nombra otrascomplementarias referidas a topnimos: ... a ambos lados de los Andes,encontramos nombres de lugares que terminan en gasta o su apcope ga, il,til, qui, quil, ama o cama, ao, ahoho, mar, al, etc. En la zona Huasco altino, laevidencia lingstica es un elemento de importancia para el anlisiscomparat ivo de numerosos topnimos diaguitas y de otras lenguas. Laterminacin ay tambin se presenta en la toponimia como Conay y Chollayreferidos a poblados, ros y pasos cordi l leranos. Otros topnimos diaguitasde este terri tor io son Colimay - Cerro y afluente de la quebrada Chanchoqun - ,Chanchoqun - Cerro, paraje asociado a minerales - , Pachuy o Pochay - roHuascoalt ino - , Tatul - cordn cordi l lerano - y Pinte Quebrada- .

    Las evidencias de la continuidad de los apellidos diaguitas a travs de laterminacin dialectal kakana ay en el rea del Huasco, se remonta al perodocolonial. As en 1535 aparece como seor del Huascoalto el caciqueMercand ey (ay) y su hermano en la parte baja. En 1540, tras la muerte de losprimeros, aparece el cacique Sangot ay como cacique del Huasco 67 . En el sigloXVII, aparece el apell ido Saguas como cacique mandn del Huasco alto y en elmismo siglo en los archivos parroquiales, se seala para el valle del Huascolos apellidos Quilpatay, Chue, Yallique, Cangas y Saguas.

    Las noticias de Domeyko se referan a los moradores de las tierras, es decir alos antepasados directos de las actuales famil ias huascoalt inas. Ya a fines delsiglo XIX en las parroquias de Alto del Carmen y San Flix, se regist rabanalgunos de los apellidos diaguitas que an se conservan y se reconocenactualmente entre los huascoalt inos, especialmente los nombrados en lasescrituras notariales de principios de siglo. La continuidad pretr ita se verif icaen los regist ros de las parroquias de San Flix y Alto del Carmen, circundantesal terri tor io huascoalt ino. En efecto, en la Parroquia del Trnsito entre los aos1887 y 1889, se anotan los siguientes apellidos: Campil lai, Luincara, Lucuima,Liquitay, Cayo, Pauyanta o Payanta, Cayo, Puilpalay o Puilpatay, Bordn. Para laparroquia de Alto del Carmen en el ao 1886, se encuentran los apellidosCampil lai, Lucuime, Liquitai y Paquilicuime 68.

    66 Tllez, Eduardo. El Pueblo de Diaguitas. Proyecto Fondecyt N 193- 0311. FolletoPublicado por la Carrera de Pedagoga en Historia y Geografa. Universidad Catlica BlasCaas. Santiago. 1995.67 Bibar, Gernimo de. Crnica y relacin copiosa Op. cit. Hidalgo, Jorge. CulturasProtohistricas del Norte de Chile. Cuadernos de Historia N 1. Santiago. 1972.68 Manrquez, Viviana y Jos Luis Martnez. Investigacin etnohistr ica... Op. cit.

    15

  • Es necesario sealar que esta continuidad terri tor ia l en el reducto diaguitahuascoalt ino, debe haber tenido una dinmica interna de permanencia y relevode poblacin indgena, debido a que siendo un lugar de trnsito interandino eincluso refugio de otras famil ias indgenas provenientes de otros valles, nopudo estar exenta de recibir nuevos moradores, pero siempre con elconsentimiento de quienes eran los amos y seores de las tierras: losdiaguitas huascoalt inos 69.

    6. Etnoterritorialidad huascoaltina

    La etnoterr i tor ial idad de los huascoalt inos se construy histr icamente. En uninicio todo el valle del Huasco perteneca a los diaguitas y a sus seorosduales, - dividido en parte alta y baja- estructura heredada de acuerdo aalgunos autores del perodo de la dominacin inkaica.

    Esta estructura de ocupacin terr i tor ia l fue desart iculada por la penetracinhispana, que ocup las tierras ms frt i les y segreg a los terrenos msagreste a los diaguitas; en concreto se les expuls del frt i l valle del ro delCarmen a las tierras del valle de Paitasana, hoy ro Trnsito, dondeestablecieron su refugio.

    69 A fines del siglo XVIII, la fuga de indios que servan en las minas de Copiap hacia elvalle del Huasco, fue una situacin difcil de manejar para los mineros de Copiap,quienes en julio de 1780 envan una representacin a las autoridades hispanas para quepongan fin a las fugas de peones mineros desde los obrajes y castiguen a los que loacogen, regulando la actividad de prestacin y contrato de trabajo, advirt iendo quecesan en el pago de tributo a las arcas de la Real Hacienda. ...nos vemos obligados arepresentar a V.M. la dificul tad de continuarlo por el desorden de los peones en quienescrece cada da la insolencia, y falta al cumplimiento de sus obligaciones. Quienes losacogen por amistad o inters en su servicio, se ubican en el valle del Huasco, y losmineros solicitan que se debe hacer tomar razn a los tenientes de dicho lugar de lasordenanzas del Reino; ... Lo que se debe ejecutar con los que hacen fuga y pasan a otrosminerales, cuya observancia importara se mandare bajo de responsabil idad a losTenientes del Guasco que es Asiento de la jurisdiccin de V. M. a que suelentransportarse. Respecto de las penas propuestas para los infractores se hace diferenciaentre indgenas (diaguitas) y espaoles: Mayor castigo merecen los que encubren adichos peones en los ranchos y haciendas, y convendra se publicase tambin laOrdenanza que prohibe consentir los por ms tiempo de una hora, ni an con ttulo dealojamiento, mandando a V.M. que todos y cualesquiera persona inclusos losmayordomos de haciendas, y fincas tengan particular cuidado en despedirlos, y que encaso de resist irse los referidos peones, avisen prontamente a la justicia, que deberenviarlos a la crcel de esta vil la (Copiap), para que se les den cincuenta azotes en elRollo, quedando sujetos a igual pena los que no cumpliesen con dicha despedida, yaviso, salvo si fuesen espaoles, que se les impondr una multa competente. (Jara,lvaro y Sonia Pinto. Fuentes para la histor ia Op. cit.: 215, 216).La ordenanza solicitada por los mineros, fue motivada por la prdida de la escasa manode obra indgena disponib le para el trabajo minero y por los incumplimientos decontratos, prefir indose los indgenas arrancarse hacia lugares de faenas agrcolas ymineras ubicadas fuera del valle de Copiap, en especial hacia el valle del Huasco. Lasolicitud de los mineros de Copiap fue respondida por el Bando Dictado en La Serena el11 de marzo de 1795, que aunque tarde dio acogida a lo solici tado en 1780.

    16

  • La memoria colectiva de las famil ias huascoalt ina de los Campillay, Eliqui tay,Cayo, Seriche y otros, recuerda este hecho como leyenda que habla de laseparacin de la poblacin espaola de la indgena en dos valles, la que seprodujo tras una violenta contienda:

    ... entre naturales e invasores, al cabo de la que los advenedizos seatrincheraron en el valle ms prospero y estratgico: el de San Flix,mientras los antiguos seores fueron confinados al valle del Trnsito.Desde entonces ambos han sido antagnicos: en el uno los indios y en elotro los blancos...70.

    La legendaria, pero pertinente explicacin de la actual localizacin, anida en lamemoria colectiva huascoalt ina y debe tener su anclaje temporal en el perodode conquista hispana, que adems de los primeros cronistas, tambin ha sidoanalizado por diversos autores 71 .

    Los datos etnohistr icos disponibles, permiten reconstrui r la trayector ia deestas tierras diaguitas hasta la actualidad, junto con la permanencia indgenaen ellas. De esta manera reivindicaron su dominio que tuvieron desde siempredurante los siglos coloniales y republ icanos, y en el ao 1903 loshuascoalt inos logran por sentencia judicial inscribi r el dominio, alegando laprescripcin adquisit iva, es decir, por haberlas posedo como seores ydueos desde tiempos inmemoriales.

    En efecto, si bien la dualidad de los poderes diaguitas gobernaban el valleabajo y arriba, esta misma divisin etnoterr i tor ial fue insti tucional izada porlos espaoles. Durante el siglo XVII, el valle del Huasco se encontraba divididoen Bajo y Alto y en el Huasco Alto se estableci el Pueblo de Indios llamadoPaitanasa que tena, adems, otros dos asientos de tierras denominadosMachicao y Sisar, que consti tuan tierras comunitar ias de los diaguitas 72 ,extendindose desde las juntas de Ramadil la y Guasco Alto hasta: ... uncerril lo as a otro Guasco Altto, nombrado Chanchoqun hasta una cuesta queest al cabo que se llama Mottique as a mano derecha (del ro) yendo el vallearriba... 73.

    70 Cassigoli, Rossana y lvaro Rodrguez. Investigacin antropolgica... Op. cit.: 33. 71 Advis, Patricio. Noticias de cronistas e histor iadores sobre la travesa de los Andesrealizada por la hueste de Almagro durante la jornada de Chile. Boletn del Museo deHistoria Regional de Atacama N 4. Copiap. 1994. Ampuero, Gonzalo y Jorge Hidalgo.Estructura y proceso Op. cit. Ampuero, Gonzalo. Cultura... Op. cit. Cervell ino, Miguel. LaResistencia Indgena a la Invasin Espaola y su poblacin estimada en los valles deCopiap y Huasco. (S. XVI al S. XVIII). Boletn del Museo de Historia Regional de AtacamaN 4. Copiap.1994. Y el mismo autor: Relatos de una expedicin: Almagro en los Andes,por la ruta de la muerte. Boletn del Museo de Historia Regional de Atacama N 4.Copiap. 1994.72 Archivo Real Audiencia, 2658; f26r. La existencia de tres porciones de tierras- Paitanasa, Michacao y Sisar - sugiere la prctica de mult iexplotacin, es decir ...Laexistencia de una prctica social y econmica prehispnica, que consista en el control denichos productivos dispersos. Esto es relevante para una adecuada percepcin de lasformas de ocupacin de este espacio tnico an durante los siglos coloniales.(Manrquez, Viviana y Jos Luis Martnez. Investigacin etnohistr ica... Op. cit.

    17

  • El pueblo de Paitanasa estaba a cargo de su cacique mandn Thomas y partede las tierras del comn, fueron dadas en merced por el gobernador Alonso deRibera al capitn Rodrigo Rojas en 1612, quien siendo protector yadminist rador de los naturales del valle del Guasco las vende en nombre delos indios en el ao 1616 a don Gernimo Chabes, quien rebautiza el asientode Michacao con el nombre de Nuestra Seora la Mayor el Pilar de Zaragoza.Los diaguitas a travs de su cacique, dicen sealar que si bien les pertenecandichas tierras no las uti l izaban para el uso agrcola ... por ser mui flacas...y nopoder sembrar maz, ni trigo, y por tener ... demasiadas para sembrar l y todasu gente... 74 .

    En 1770, los indgenas del Pueblo de Piatanasa reivindican las tierras de susantepasados y en ese ao, el cacique Lorenzo Saguas junto a su comunidadcompuesta por sesenta indios entre presentes y ausentes, sealan que elpueblo se haba reducido a 20 cuadras, lo que les imposibi l i taba tener sussementeras y chcaras 75, por tanto:

    ... entablan juicio contra los herederos de Ysidoro Pizarro para que se lesrestituyesen alrededor de 10 leguas - 54 km- de tierras que lespertenecan en el valle de paitanasa y no les expulsaran de su pueblo nise les deshicieran sus ranchos. El terri tor io descri to se extenda ... desdelas juntas de los ros del Guasco Alto (Transito y del Carmen) hasta unserri l lo nombrado Chanchoqun comprendiendo esta longitud laspoblaciones y las posesiones que tienen los ordenes en el parajenombrados el Toro y Algodn, la del Maitn que fue estancia de losregulares de la compaia (de Jess)... otro nombrado el Solar,.. la Ygera...y otro los Camarones...76 .

    6.1. Huasco Alto y Bajo, pueblo de indios (1760)

    73 Las tierras nombradas corresponden a la parte de las actualmente posedas por loshuascoaltinos, como se desprende de la coincidencia toponmica descri ta en 1857 porVicente Prez Rosales, quin dice: El ro Huasco, que viene despus del de Copiap, estformado por el concurso de cinco torrentes andinos y del ro de los Naturales (Trnsito),el cual toma su origen en dos pequeos lagos andinos (Laguna Chica y Laguna deValeriano) situados a 2848 lat. S. Se dirige desde luego hacia el Oeste; pero llegado aRamadilla , considerablemente aumentado por el ro de los Espaoles (del Carmen), querecibe del norte. (Prez Rosales, Vicente. Ensayo sobre Chile . Ediciones de laUniversidad de Chile. Santiago. 1986 [1859]. P. 89).74 Archivo Real Audiencia, 2658:4r. El texto merece dos comentarios. Primero, que las argumentaciones de que no sontierras agrcolas, no obsta que hayan sido util izadas para otros menesteres productivospor los indios diaguitas, los que no se encontraban en los catlogos de la racionalidadcolonial mercanti l. El segundo, es el mtodo util izado para la enajenacin, en que unprotector de indgenas aparece avalando la venta de las tierras. Este procedimientoparece ser muy extendido en estos valles. 75 Archivo Real Audiencia, 2658;35r. (Manrquez, Viviana y Jos Luis Martnez.Investigacin etnohistr ica... Op. cit.76 Archivo Real Audiencia, 2658:33r.

    18

  • El Gobernador Amat, en su Histor ia geogrfica e hidrogrf ica expone que elPueblo de Huasco es de Indios (28 22 31128) ... Pueblo de Huasco baxo esde Indios (28 33 310)...77 .

    6.2. Nombre de los ros del Huasco Alto (1760)

    En el actual sector Ramadillas, cercano al poblado de Alto del Carmen, seproduce la confluencia de los ros cordi l leranos que forman el ro Huasco. Elgobernador Amat en su Historica geografica e Hidrograf ica del reyno de Chile,seala el carcter de estos ros distinguiendo los ros de los Indios de los deespaoles o de Ramos, esto relacionado con el asentamiento de poblacin enuno y otro valle: ... junta del Ro de los Indios con el Ro de Ramos quecomponen el Ro Huasco (28 44 311 48).

    Este reducto de poblacin indgena en el Huasco Alto, se distinguaconstantemente de los asentamientos espaoles escasos y pobres, unollamado Huasco Alto que corresponda al valle del ro Ramos donde existauna parroquia: ... capil la de Huasco Alto, es vice Parroquia y en el valle vivegente Espaola (28 44311 48)..., y el otro del valle abajo en el sector deVallenar, donde se encontraba poblacin espaola correspondiente a paitanas... capil la de Paytanas, es vice parroquia y viven en el Valle algunos Espaoles(28 32 310 40)... 78 .

    En el siglo XIX la presencia indgena- diaguita en la zona de refugiocordil lerano en la cuenca del ro Trnsito, de los Naturales o Paitanasa, esrati f icada por la visita al valle del Huasco efectuada en 1840 por IgnacioDomeyko. Dice el gelogo - explorador:

    En este valle hay dos hermosas vil las: una es Freirina, a 22 kilmetros aleste del puerto de Huasco, y la otra, Vallenar, a 40 kilmetros ms al estede Freirina. Todava ms al este, ya entre las montaas, en una grietacontinental (ro de los naturales o Trnsito) permanece de los tiemposprecolombinos el reducto indio Guasco Alto, cuyos habitantes conservanel color y las facciones de los americanos primi t ivos, aunque olvidaron yael idioma y las costumbres antiguas 79.

    Sesenta aos despus del relato de Ignacio Domeyko, se hace presente lainscripcin legal de dichas tierras por parte de las famil ias indgenas queconservaron su hbitat y terri tor io en el reducto de Paitanasa en el HuascoAlto, del que deriva su actual denominacin de huascoalt inos.

    77 Amat y Junient, Manuel de. Historia geographica e Hidrographica con derrotero generalcorrelat ivo al Plan de el Reyno de Chile que remite a nuestro Monarca el seor Don CarlosIII... Tomo XLIX, (53). Revista chilena de Historia y geografa. Santiago. 1930. pp. 306, 307.78 Ibd.: 307.79 Domeyko, Ignacio. Mis viajes ... Op. cit.: 388.

    19

  • 7. Medio ambiente y cosmovisin La presencia diaguita desde perodos precolombinos, a pesar de que con lallegada de los espaoles se llam reducto Huascoalt ino, se ha constatadoigualmente que su continuidad temporal y terri tor ial en los ltimos siglos. As,la permanencia terri tor ial y la resistencia cultural en cuanto a la adaptacinambiental, la reproduccin socioeconmica de estos linajes indgenas encondiciones de restr iccin de espacios ecolgicos complementarios, y lareproduccin de la cosmovisin a travs del mantenimiento de cdigosculturales, son reconocidas en el espacio habitado 80 . Lo anterior ayuda acomprender - aunque hipotticamente - la permanencia de pautas de arraigoancestral respecto de la divisin social del trabajo que an se observa en lasfamil ias del reducto indgena, y que se basa en que las mujeres y nios cuidandel ganado y el hombre efecta los largos viajes de comercio y arriera. Lalabor de caza de guanacos hasta principios de siglo, era desarrol lada pormujeres y hombres y, se mantuvo hasta hace pocos aos cuando se prohibisu captura.

    En cuanto a las caractersticas ambientales del terri tor io huascoalt ino,segregado a inicios de la colonia del valle ms frt i l del dominio indgena-diaguita - El Carmen y San Flix - , debi probablemente generar unareadaptacin de la economa, desusando la agroalfarera para dedicarse a lacaza, recoleccin, hort icul tura y ganadera de subsistencia en esta inmensasoledad cordil lerana, entre las profundas quebradas donde se desarrol lan lasvegas, aguadas y los campos de pastoreo insertos en variados ecosistemas 81.

    80 Las condiciones ambientales de la zona huascoaltina, se pueden definir con lossiguientes antecedentes. La referencia climtica ms cercana son los registros de lacordi l lera de Doa Ana (30 S), donde los inviernos son hmedos y fros (mayo aoctubre), y los veranos son clidos y secos (diciembre a marzo). A los 3.750 m. latemperatura media anual es de 4,3 C y julio es el mes ms fro (- 1,8 C.) y enero es elmes ms clido (9,9 C.). La precipitacin media anual es de 242,3 mm con el 96% de ellacada durante el invierno como lluvia o nieve. Una caracterst ica que es comn a laszonas ridas, es la gran variedad interanual en la cantidad de precipi tacin. En estasreas son frecuentes los aos secos y los aos lluviosos, y poco frecuentes los aosnormales (con precipitacin cerca del promedio).La Eco- regin altoandina se produce sobre los 2.000 metros, altura que abarca loslmites de la Regin arbrea. Sobre esta altura prcticamente no existen vegetalesmayores que 50 cm. Como consecuencia de los derret imientos de las nieves a estasalturas, se forman vegas o veranadas, que son lugares muy hmedos donde creceabundante vegetacin, la que se mantiene hasta otoo y donde son llevados losanimales a pastar cuando escasea el forraje fresco en los sectores bajos. 81 Niemeyer, Hans. Descripcin de la Hoya... Op. cit. Molina, Ral y Martn Correa.Informe sobre la ocupacin... Op. cit. Arroyo MTK, et. al. La flora de la cordil lera... Op.cit. Aldunate, Carlos, J. Armesto, Victoria Castro y Carolina Villagrn. Estudioetnobotnico en una comunidad precordi l lerana de antofagasta: Toconce. Boletn delMuseo Nacional de Historia Natural N 38. Santiago. 1981. Y Castro, Milka; CarolinaVillagrn y M. Kalin - Arroyo. Estudio etnobotnico en la Precordil lera y Alt iplano de losAndes del Norte de Chile (18 - 19 S). El Hombre y los Ecosistemas de Montaa . Vol. II.MAB- 6. UNESCO. Montevideo. 1982.

    20

  • Los desafos por seguir profundizando acerca de los huascoalt inos, permit i rndar respuesta a numerosas preguntas que constituyen una fuenteinsospechada de conocimiento para comprender la continuidad y cambio de lacultura de un reducto indgena diaguita que logro mantenerse como pueblo deindios durante el perodo colonial y que mantuvo su presencia durante lossiglos XIX y XX. De igual manera, los trabajos de campo, los estudiosarqueolgicos e histr icos sobre los diaguitas pre y protohistr icos, hanentregado evidencias que permiten asegurar que los huascoalt inos, en su granmayora, son descendientes de diaguitas que conservaron un terri tor ioancestral.

    21