LOS 40 VIRREYES DEL PERÚ

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LOS 40 VIRREYES DEL PERÚ Los virreyes del Perú desde 1544 hasta 1824; esta es la lista de los cuarenta virreyes del Perú durante la etapa colonial. Los gobiernos más importantes los resaltamos para que puedas repasar los hechos principales. Virreyes que gobernaron el Perú 1.- Blasco Núñez Vela Hijo de don Luis Núñez Vela y doña Isabel de Villalba. Fue Caballero de la Orden de Santiago en 1533 y Corregidor de Málaga y Cuenca. Designado virrey en 1543 marchó al Perú. Su función era hacer cumplir las Leyes Nuevas que pretendían poner fin a los abusos cometidos con los indígenas por parte de los encomenderos. Era violento e intolerante. Depuesto de su cargo por Gonzalo Pizarro en septiembre de 1544 y enviado de vuelta a España, desembarcó en Tumbes y juntó un ejército con el que se dirigió al sur. En la batalla de Añaquito, cerca a la ciudad de Quito fue derrotado y decapitado por los pizarristas el 18 de enero de 1546. El vivo deseo que siempre alimentaron los monarcas españoles de procurar el mayor bien y felicidad de los indígenas de sus dominios de América inspiró al emperador Carlos V las famosas ordenanzas que sancionó en Madrid: el 20 de noviembre de 1542. Para ponerlas en vigor, matar el espíritu de insubordinación que mostraban los

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LOS 40 VIRREYES DEL PERÚ

Los virreyes del Perú desde 1544 hasta 1824; esta es la lista de los

cuarenta virreyes del Perú durante la etapa colonial. Los gobiernos

más importantes los resaltamos para que puedas repasar los hechos

principales.

Virreyes que gobernaron el Perú

1.- Blasco Núñez Vela

Hijo de don Luis Núñez Vela y doña Isabel de

Villalba. Fue Caballero de la Orden de Santiago en

1533 y Corregidor de Málaga y Cuenca. Designado

virrey en 1543 marchó al Perú. Su función era hacer

cumplir las Leyes Nuevas que pretendían poner fin a

los abusos cometidos con los indígenas por parte de

los encomenderos. Era violento e intolerante. Depuesto de su cargo

por Gonzalo Pizarro en septiembre de 1544 y enviado de vuelta a

España, desembarcó en Tumbes y juntó un ejército con el que se

dirigió al sur. En la batalla de Añaquito, cerca a la ciudad de Quito fue

derrotado y decapitado por los pizarristas el 18 de enero de 1546.

El vivo deseo que siempre alimentaron los monarcas españoles de

procurar el mayor bien y felicidad de los indígenas de sus dominios de

América inspiró al emperador Carlos V las famosas ordenanzas que

sancionó en Madrid: el 20 de noviembre de 1542. Para ponerlas en

vigor, matar el espíritu de insubordinación que mostraban los

conquistadores y extirpar el germen del feudalismo que pretendían

trasplantar a América, juzgó conveniente enviar a la Nueva España y

el Perú, funcionarios altamente caracterizados, que, con el título de

virreyes, desplegando un gran boato y provistos de extensas

facultades, fuesen verdaderos representantes del poder real y de la

persona misma del soberano acompañándolos de una Audiencia

compuesta de cuatro Oidores con alta jurisdicción así en lo civil como

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en lo criminal. Fijose para el Perú en Blasco Núñez Vela: "la elección,

dice Prescott, no acredita el discernimiento del monarca".

1.1.- Primer virrey del Perú

Blasco Núñez era natural de Ávila y hombre a la sazón avanzado en

años, aunque todavía gallardo y robusto, honrado, valiente, enérgico,

leal y devotísimo al emperador, a cuya servidumbre había

pertenecido y que mucho le estimaba y favorecía. Era terco,

arrebatado, de cortos alcances, y, por tanto, muy desconfiado, duro

como el clima y áspero como la tierra en que había nacido. De

antigua y nobilísima familia, era caballero de la Orden de Santiago y

había ejercido los cargos de Corregidor de Málaga y Cuenca, Veedor

de las Guardias de Castilla y General de Galeras. Estaba casado con

doña Brianda de Acuña, con la cual tenía tres hijos, a quienes se

mencionará más adelante. En abril de 1543 se le confió el título de

Virrey, Gobernador y Capitán General de los reinos del Perú, Tierra

Firme y Chile y presidente de la Real Audiencia, con las atribuciones y

preeminencias de la de Valladolid, debía establecerse en los Reyes,

señalándosele por salario.

1.2.- Hacia el Virreinato del Perú

Partió para su destino de Sanlúcar de Barrameda, con gran aparato y

grandeza. El 3 de noviembre del mismo año en una armada, cuyo

mando se le confió, acompañado de los oidores de la nueva

Audiencia, y otros varios ilustres caballeros. Las últimas instrucciones

que recibió del Emperador fueron, "que procurase mostrarse severo

castigador de pecados, para que nadie presumiese de no hacerlo, que

los disimulaba y sufría." No sospechaba S M. cuan caro había de

costar a su fiel servidor el cumplimiento de este mandato! Llegó a

Nombre de Dios el 10 de enero de 1544, y pasó de allí a Panamá

dando continuas pruebas de su carácter violento y replicando a las

observaciones de los Oidores, que le aconsejaban más prudencia y

mesura en sus procedimientos. "que había de ejecutar las ordenanzas

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como en ellas se contenía sin esperar para ello términos algunos ni

dilaciones."

1.3.- Llegada al Perú

Dejando a la Audiencia en Panamá, se embarcó para el Perú y llegó a

Tumbes el 14 de marzo. De Tumbes pasó a Piura. De allí a Trujillo, en

donde se le recibió solemnemente. De Trujillo se dirigió a La

Barranca, donde pudo leer en la pared de la estancia en que comía

esta advertencia de su futura suerte: "a quien me viniere a quitar mi

hacienda, quitarle la vida"; y finalmente e llegó a Lima el 17 de mayo

de 1544. En la que fue recibido con una pompa y un esplendor

verdaderamente regios.

Pero Blasco Núñez continuaba en Lima las generalidades y violencias

de que había venido dando muestras en el tránsito, con lo que crecía

su impopularidad la conciencia que de ello tenía, aumentaba su

desconfianza y ésta exasperaba mas su ánimo recelando aún de su

predecesor Vaca de Castro, le aprisionaba en su mismo palacio,

poniéndole después abordo de un buque: suponiéndole autor del

pasquín antes citado pretendía ahorcar en su propia casa a Antonio

del Solar, encomendero de Barranca, por último, en un arrebato de

cólera mataba a puñaladas, con su propia mano y en su propia

estancia. Al factor Illán Suárez de Carbajal, sospechándole cómplice

en la fuga de su hermano Benito y otros caballeros que el temor de

sus violencias obligaba a dejar Lima y refugiarse en el campo de

Gonzalo Pizarro, que so pretexto de reclamar de las ordenanzas, que

herían sus intereses y los de los otros conquistadores se dirigían en

son de guerra sobre la capital, disculpando sus bélicos aprestos con el

carácter duro y violento del virrey.

1.4.- Destitución

El bárbaro asesinato de Juan Suárez, ocurrido en la noche del 13 de

septiembre, colmó las medidas del sufrimiento de la Audiencia, que

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creyendo hallar apoyo en Gonzalo, que se aproximaba, resolvió

deponer a Blasco y despacharle a España. Al efecto, formando

tribunal en el atrio de la catedral el 18 de ese mes, pronunció su

destitución y ordenó su prisión con asentimiento general del

vecindario. El día 20 fue embarcado el virrey por el portezuelo de

Maranga y conducido a la isla de San Lorenzo para ser entregado al

oidor Álvarez, bajo cuya custodia zarpó el 24 con rumbo a Panamá.

Mas apenas salidos del puerto, se presentó éste a aquel declarándole

que estaba libre y poniéndose con el navío a su obediencia.

1.4.-Batalla de Añaquito

Blasco Núñez Vela, primer virrey de Perú

El virrey le ordenó dirigirse a Tumbes, donde desembarcó a mediados

de octubre. Ahí comenzó a allegar gente para combatir la rebelión y

restablecer su autoridad. Entretanto, Gonzalo Pizarro realizaba su

pomposa entrada a Lima el 28 de octubre, al frente de mil 200

excelentes soldados provistos de numerosa artillería y desplegando el

pendón real de Castilla, porque, como observa Prescott "en estas

guerras todos realistas o rebeldes, cuidaban de combatir bajo tal

enseña." Siguió una larga campaña, cuyas variadas y extrañas

peripecias no entra en nuestros límites referir y qué terminó el 18 de

enero de 1546 por la batalla de Añaquito que se dio entre las fuerzas

que obedecían al Virrey y a Benalcazar. y las que comandaba Gonzalo

Pizarro. Combatió en ella Blasco Núñez desesperadamente lanza en

mano haciendo prodigios de valor y de fuerza no obstante sus

muchos años, hasta que al fin, rota la lanza, cayó a un golpe de maza

que le descargó Hernando de Torres, vecino de Arequipa.

1.5.- Muerte de Blasco

Benito Suárez de Carbajal, hermano del factor Illan, le halló

moribundo tendido en el campo y auxiliándole el clérigo Francisco

Herrera y después de prodigarle los más groseros insultos, ordenó a

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un negro su esclavo que le cortase la cabeza: el viejo Virrey soportó

aquellos y recibió esta con dignidad y entereza. La cabeza cortada fue

arrastrada por el suelo hasta Quito en donde se le puso en la picota

de sus blancas barbas hizo Juan de la Torre llamado el madrileño para

distinguirlo de su homónimo el de los trece de la fama, espejo este de

caballeros. Como aquel dechado de felones, un penacho que colocó

en su gorra y lució como empresa en las calles de Quito y de Lima: y

su cuerpo desnudo, fue recogido del campo de batalla por Vasco

Suárez que le enterró allí mismo, y al que reunió el capitán Juan de

Olea la cabeza, que retiró de la picota. Sobre el lugar de su sepultura

se elevó después una capilla llamada por unos Real y por otros de la

Veracruz.

2.- Antonio de Mendoza

Don Antonio de Mendoza y Pacheco, (Mondéjar, entre

1490-1493 - Lima (1552). Caballero de Santiago,

Comendador de Socuéllamos, 1º Virrey de la Nueva

España, 2º del Perú.

Sus orígenes.- Don Antonio de Mendoza, fue hijo de

Don Íñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo Conde de Tendilla

y primer Marqués de Mondéjar (a la vez nieto de Don Íñigo López de

Mendoza, el gran poeta), y de su segunda esposa, Francisca Pacheco

Portocarrero (hija de Don Juan Pacheco, Primer Conde de Escalona).

Nunca fue Conde de Tendilla, como muchas informaciones, biografías

y publicaciones erróneamente le adjudican, ya que el título y

mayorazgo recayó en su hermano mayor Luis Hurtado de Mendoza .

El único título perpetuo que tuvo a su merced fue el de Comendador

de Socuéllamos.

Se casó con Catalina de Vargas, hija de Francisco de Vargas,

Contador Mayor de los Reyes Católicos, de la que tuvo tres hijos: don

Íñigo, el primogénito, doña Francisca y don Francisco de Mendoza.

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Su etapa española: La más desconocida

Según alguna doctrina y opinión como la de Germán Vázquez,

Antonio de Mendoza, y por extensión muchos de los políticos,

estadistas y militares de la época, tuvieron que improvisar estrategias

de organización y políticas en un mundo nuevo del que no tenían

referencias ni modelos anteriores.

Frente a esta idea, están los que creen que la conquista de América

tiene bastantes paralelos con la de las islas Canarias, y la

organización posterior con el reino de Granada como Miguel Molina

Martínez y José Szmolka Clares, pero son pocos los que habían

advertido que ambos protagonistas, los que fueron los primeros

encargados del mando del reino de Granada - después de haber sido

conquistado en 1492 por los Reyes Católicos - y del virreinato de

Nueva España, eran padre e hijo con similares formas de pensar y de

entender el gobierno.

En el caso de D. Antonio de Mendoza, el desconocimiento de su

formación anterior, había ocultado la realidad de que era un

diplomático, militar y político con cuarenta años de experiencia, con

fases de gobierno en la Capitanía General-Virreinato de Granada, en

el que la convivencia con una población mayoritaria recientemente

conquistada y convertida a una nueva religión y por supuesto hostil -

los moriscos- tenían a los ojos de la Corte española de la época

grandes paralelismos con los indios americanos.

Razón del nombramiento de Antonio de Mendoza como primer

Virrey

Éste fue, sin duda, uno de los principales argumentos para el

nombramiento de Antonio de Mendoza como primer Virrey americano

– aunque también ayudó mucho que fuera Camarero Real en 1530 -, y

su experiencia junto a los moriscos su ejemplo a la hora de afrontar el

gobierno de la Nueva España- México, donde no pocas veces (en las

ordenanzas, en el urbanismo, en la política económica, en los

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descubrimientos, en sus relaciones con la Iglesia, etc.) aplicó

comportamientos aprendidos y heredados en Granada.

El nacimiento en Mondéjar (Guadalajara)

El lugar del nacimiento de don Antonio de Mendoza es muy discutido,

siendo el lugar tradicional Granada, donde su padre era Capitán

General, pero Arthur Scott Aiton ofreció como alternativa Alcalá la

Real (Jaén), y a éste siguieron muchos otros como Guillermo Tovar de

Teresa. También se dice que fue Valladolid, porque su primera

fundación en México fue esta ciudad, actualmente llamada Morelia.

Francisco Javier Escudero Buendía aportó prueba documental del

expediente de caballero de su nieto Francisco Fernández de Córdoba

y Mendoza, en donde su genealogía no deja lugar a dudas, afirmando

que su abuelo nació en Mondéjar (Guadalajara – España).

El aprendizaje en el Virreinato granadino

A pesar de ser de orígenes alcarreños, Antonio de Mendoza marchó al

reino de Granada, donde su padre fue el primer Capitán General con

funciones de Virrey, nombrado por los Reyes Católicos. Es en esta

tierra donde los nobles y militares castellanos vivían encerrados en la

Alhambra rodeados de una población cuya mayoría aplastante eran

moriscos, cristianos nuevos recién convertidos, donde el futuro primer

Virrey de Nueva España forjó su carácter tolerante y negociador, al

estilo de su padre, don Íñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla y

posteriormente Marqués de Mondéjar (Guadalajara).

Allí aprendió el oficio de Virrey sustituyendo a su progenitor, el de

regidor de cabildo, el de tesorero de la Casa de la Moneda, y las

dificultades de gobierno de una población étnica y confesionalmente

distinta a la suya.

Antonio de Mendoza “El morisco”

La identificación con los moriscos entre los Mendoza fue tal, que en

1509 su padre tuvo que recordar que cuando saliera de viaje vistiera

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a la castellana, señal de que lo hacía habitualmente con las

vestiduras musulmanas, como nos indican Peggy K. Lyss y Emilio

Meneses. Como veremos más tarde, ésta misma identificación la tuvo

con la nueva tierra americana:

“Da Priesa en que se venga luego tu hermano don Antonio, que me

escrivió el marqués de Denia que lo enbiase, y di a Lázaro de Peralta

lo que le haga de vestir y sea a la castellana, y véngase luego él y los

Añascos con él. De paramentos para su cama no curas que acá se

avrán”

Antonio de Mendoza: ¿Comunero?

El papel de don Antonio de Mendoza en la Guerra de las Comunidades

es contradictorio, habiendo algún autor como Escudero Buendía que

lo califica como “Realista y Comunero”, frente a otros que lo

desmienten como J. Benedict Warren. Efectivamente, la

correspondencia de su hermano D. Luis Hurtado de Mendoza,

transcrita por Emilio Meneses prueba cómo una vez nombrado

representante de Granada a las Cortes de Valladolid de 1518, se puso

a favor del Doctor Zúmel y en contra del monarca, es decir, en la

línea de los comuneros, y que por ello no le querían nombrar

procurador de nuevo para las de 1520.

“Que él estovo presto en Valladolid en faser lo que (debe) syn tener

respeto a otra persona alguna y podría ser que se ofreciese cosa”.

En el bando realista de Carlos I: El ejército de los 4000 moriscos

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Sin embargo dos años después, aparece en el bando realista en la

Batalla de Huéscar, Baza y el perdón de Volteruela (actualmente

llamada Puebla de don Fadrique) (1520), donde lidera un ejército de

4.000 moriscos, vestidos a su usanza, frente a cristianos viejos,

incluso religiosos, a cuyos cabecillas castiga con dureza. Esta actitud

mendocina recordará mucho a la Guerra del Mixtón, por muchos

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motivos, porque en aquella ocasión también el ejército contaba con

un numeroso contingente indígena, y además porque la respuesta

frente a los sublevados fue similar.

La muerte de Juan Garcés y el destierro en Socuéllamos

Otro de los episodios desconocidos de la vida del futuro virrey fue la

escaramuza que tuvo lugar en Almazán (Soria) donde era señor el

Conde de Monteagudo, su cuñado. Éste se había marchado a Flandes,

dejando en el cargo de alcaide de la fortaleza a Juan Garcés, vecino

de Ágreda (Soria), quien parece ser que impidió a los Mendoza,

Antonio y su hermano Bernardino de Mendoza, hacerse con el control

de los destinos de la ciudad. La partida mendocina atacó el baluarte

defensivo sin piedad, utilizando incluso fuego de alquitrán, apresando

en su huida al desgraciado alcaide, torturándolo y ajusticiándolo

después.

Antonio de Mendoza fue condenado a un año de destierro por proceso

ilegal, en el Convento de Uclés (Cuenca), ya que era Caballero de la

Orden de Santiago, momento que aprovechó para ir a residir a

Socuéllamos (Ciudad Real) y rehabilitar la Casa-Encomienda de dicha

localidad manchega.

Los años de esplendor de los Tendilla y Mondéjar.

Antonio de Mendoza y su rama familiar pasaban por sus horas más

bajas, y su futuro no era nada halagüeño. Antonio de Mendoza tenía

en el año 1526 posiblemente treinta y cinco años, toda una vida para

la época, y apenas había conseguido logros fuera de Granada y su

entorno familiar: Nada hacía presagiar que él y todos sus hermanos

pasarían de ser unos nobles y militares asentistas con intereses

rurales en Andalucía, Extremadura y La Mancha.

Sin embargo el destino les tenía guardada una grata sorpresa; el 10

de marzo de 1526 el rey decide casarse en Sevilla con la Infanta Dª

Isabel de Portugal y realizar un viaje por toda Andalucía, para conocer

sus posesiones más meridionales en alza por el comercio indiano. En

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premio a la atención recibida por el nuevo Capitán General de

Granada, D. Luis Hurtado de Mendoza, todos sus hermanos reciben

grandes mercedes, el primero D. Antonio de Mendoza nombrado ese

mismo año Embajador en Hungría, al año siguiente su hermano Diego

Hurtado de Mendoza es nombrado Embajador en Venecia, Bernardino

de Mendoza, Capitán de La Goleta en 1535, y definitivamente Luis

Hurtado es intitulado Grande de España en 1530.

Su carrera diplomática y Camarero del Rey

Antes de partir hacia América, nuestro personaje realizó tantas

misiones diplomáticas en tres etapas, que podemos considerar que

éste era su oficio antes de aceptar el cargo de Virrey: Desde los años

1516 a 1517 en Flandes e Inglaterra, donde incluso pudo conocer a

Enrique VIII, pasando por Hungría, Italia y Alemania (1526-1530),

cuando participó en la Coronación imperial de Carlos V en Bolonia

(Italia). También en el año 1528 fue nombrado Gobernador en la

Provincia de León dentro de la Orden de Santiago, para apaciguar una

sublevación de los moriscos de Hornachos (Badajoz).

Primer Virrey de la Nueva España

Fue Antonio de Mendoza el primer hombre que recibió el cargo de

Virrey en un territorio americano, obteniendo el nombramiento de

Virrey, gobernador, capitán general de la Nueva España y Presidente

de la Real Audiencia de México, el 17 de abril de 1535. Durante su

gobierno se continuaron los viajes de exploración, apoyó a Hernán

Cortés en los viajes que dieron por resultado el descubrimiento de la

península de Baja California, apoyó a Fray Marcos de Niza en 1539 en

la empresa exploratoria en la búsqueda de las míticas ciudades de

Cíbola y Quivira, así como a Francisco Vázquez de Coronado en 1540,

en cuya expedición se exploraron los territorios que constituyen

actualmente el suroeste de Estados Unidos y noroeste de México.

Apoyó el viaje por mar hacía el Pacífico norte del navegante y

explorador Juan Rodríguez Cabrillo que en 1542 reconoció las hoy

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costas de los estados de Baja California Sur, Baja California y

California (EE.UU.), quien nombró un cabo en California con el nombre

de Cabo Mendocino en honor del Virrey.

Fundó en 1535 la Casa de la Moneda en la Ciudad de México, en 1536

se empezaron a acuñar monedas de plata y cobre como las

españolas, llamadas por su forma macuquinas, también se fundó el

Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación

de los indios nobles, dictó ordenanzas para dar buen trato a los

nativos, impulsó y ordenó la minería, inició el acondicionamiento del

Puerto de Veracruz, estableció la imprenta que fue la primera de

América, fundó la ciudad de Valladolid (hoy Morelia, Michoacan) y La

Barca, e inició las gestiones para crear la primera universidad. Hacia

1547 ocurrió el extraño incidente de la llegada del falso Visitador, el

Licenciado Vena, quien, descubierto, fue azotado públicamente y

condenado a 10 años de prisión.

Virrey en Perú.

En 1550 el Consejo de Indias nombra a Luis I de Velasco virrey de la

Nueva España, sustituyendo al Mendoza, el cual pasa a ser virrey del

Perú. Llegó a Lima en 1551, permaneciendo en el cargo únicamente

diez meses, pues murió en 1552; fue enterrado en la Catedral de

Lima.

La primera declaración de independencia de América.

Antonio de Mendoza, perdida la posibilidad de crear una estirpe de

virreyes Mendoza tanto en México como en Perú, preparó un

memorial en el año 1551, que envió con su hijo D. Francisco de

Mendoza a España - según Rafael Diego Fernández - para ser

entregado al Emperador Carlos I, que podría ser considerado por su

incendiario contenido la primera declaración de independencia de

América, máxime teniendo en cuenta que el propio virrey dice en ella

que "no oso decirle más porque me va mal de ello", frente a la que

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tradicionalmente ha sido considerada hasta ahora - entre otros por

Simón Bolívar-, que era la carta a Felipe II de Lope de Aguirre (1561).

Nació: En 1493 en España, como el sexto hijo de los ocho que tuvo el

segundo conde de Tendilla y primer marqués de Mondéjar, don Ínigo

López de Mendoza, en su segundo matrimonio con doña Francisca

Pacheco y Portocarrero. Estuvo emparentado con el escritor don

Diego Hurtado de Mendoza y con el célebre arzobispo de Sevilla, don

Pedro González de Mendoza, todos ellos descendientes del famoso

poeta hispano, marqués de Santillana. A la muerte de su padre,

ocurrida el 16 de julio de 1516, heredó la encomienda de Secuéllanos,

en la hoy provincia de Ciudad Real, y 200,000 maravedís de renta,

situados en el lugar y heredamiento de Almayate. Por tal encomienda

fue comendador y caballero trece de la Orden de Santiago.

Desde muy joven empezó a servir en la Corte, y a la muerte del

Rey Católico fue a Flandes, con varios caballeros, a rendir vasallaje a

Carlos V, heredero de la corona española. Volvió a España en 1517 y

poco después tomó parte en la lucha de las comunidades de Castilla,

distinguiéndose en la acción de Huéscar, peleando por la causa del

emperador. Después del triunfo sobre los comuneros, el emperador le

confirió una misión diplomática en Hungría. El 17 de abril de 1535

recibió el nombramiento de primer virrey de la Nueva España, por

cédula dada en Barcelona, y el de presidente de la Audiencia Real,

con un sueldo de 3,000 ducados anuales por cada empleo y 2,000

más para sostener su guardia palaciega.

El 2 de octubre de ese año llegó a Veracruz y el domingo 14 de

noviembre hizo entrada solemne a la capital de la Nueva España. Fue

el único virrey que tuvo nombramiento por tiempo ilimitado, pues a

sus sucesores se les fijó un término de seis años para su ejercicio. Se

le dio también jurisdicción espiritual, pues debía atender a la

conversión y buen trato de los indios y al castigo de los clérigos

revoltosos, a la represión de los pecados públicos y escándalos de los

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españoles, no permitiendo que los frailes que hubieran dejado los

hábitos, quedaran en Nueva España. Traía particular instrucción para

repartir tierras entre los conquistadores y para prohibir que se

vendiesen a manos no hábiles. Debía disponer la creación de una

casa de moneda para acuñar plata, y para que entregara al marqués

del Valle, Cortés, los 23,000 vasallos que el rey le otorgara.

En 1536, el virrey Mendoza introdujo a la Nueva España la

primera imprenta que hubo en América, la que funcionó en la casa

del italiano Juan Paolo o Pablos. En ella se publicaron los primeros

libros del Nuevo Mundo. En 1537 fundó el imperial Colegio de Santa

Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación de los indios nobles. En

1540, con su autorización, Francisco Vázquez de Coronado,

gobernador de la Nueva Galicia, marchó al norte, en busca de las

famosas Siete Ciudades de Cibola, fracasando en su misión. El 18 de

mayo de 1541, el virey Mendoza fundó en Guayangareao la ciudad de

Valladolid, que hoy es la de Morelia, Michoacán

El 25 de marzo de 1544, el virrey Mendoza promulgó las Leyes

Nuevas, expedidas en Barcelona el 20 de noviembre de 1542; pero en

vista de la agitación que se provocó en el virreinato, suspendió su

ejecución, hasta conocer la resolución del emperador. Los

procuradores nombrados por él para que gestionaran ante la Corona

de España la revocación de esa legislación, lograron su objeto. El 4 de

julio de 1549, el emperador designó en Bruselas a don Antonio de

Mendoza para que pasara como virrey y gobernador al Perú, siendo

además presidente de la Audiencia de Lima

Por ello hizo entrega del mando en el virreinato de la Nueva

España, a su sucesor, en el mes de noviembre de 1550, ya mediados

de enero del año siguiente salió, por el puerto de Guatulco, hacia el

Perú. No duró mucho en su nuevo puesto, pues el jueves 21 de julio

de 1552 murió en Lima, siendo sepultado su cuerpo en la Catedral de

Lima, junto al del conquistador máximo de ese país, don Francisco

Pizarro.

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3.- Andrés Hurtado de Mendoza

II Marqués de Cañete

Linaje : Casa de Mendoza

Predecesor : Diego Hurtado de Mendoza y Silva

Sucesor : García Hurtado de Mendoza y Manrique

Ocupación : Militar Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Magdalena de Manrique

Nacimiento : Granada, 1510

Fallecimiento : Lima, 1561

Andrés Hurtado de Mendoza y Cabrera, II Marqués de Cañete, III

Virrey del Perú entre 1555 y 1561.

Infancia y juventud

Hijo de Diego Hurtado de Mendoza y Silva, I Marqués de Cañete, de la

poderosa Casa de Mendoza, y de Isabel de Cabrera y Bobadilla, hija

del Marqués de Moya.

Sucedió a su padre en sus posesiones conquenses, siendo Guarda

Mayor de Cuenca. Luego, fue Montero Mayor de Castilla y acompañó

a Carlos V a Alemania y Flandes.

Creó una fuerza militar con carácter permanente y promulgó

varias medidas en favor de los indígenas, pero a pesar de la

prohibición real concedió numerosas encomiendas.

En septiembre de 1551 se declara virrey

(Lima, 1561) Virrey del Perú (1555-1561). Terminó con la guerra civil

promovida por Hernández Girón y sometió al príncipe indígena

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SayriTupac. Nombró a su hijo García gobernador de Chile (1556) y

envió la expedición de Pedro de Ursúa a El Dorado (1559). Difundió el

cultivo del olivo y concedió encomiendas.

García Hurtado de Mendoza y Manrique "Marqués de Cañete"

(Cuenca; 21 de julio de 1535 - Madrid; 1609) Militar español,

Gobernador de Chile y Virrey del Perú.

Fue hijo de Andrés Hurtado de Mendoza, segundo marqués de Cañete

y virrey del Perú, y de María Manrique, hija del conde de Osorno,

pertenecía a una de las más importantes familias de la aristocracia

castellana: la Casa de Mendoza.

En 1552 se había fugado de casa, con la intención de servir a su rey

Carlos V en una expedición que se preparaba contra Córcega.

Demostró gran valor en esta campaña y también en Toscana, cuando

esta ciudad quiso desprenderse del dominio español. Se incorporó al

ejército imperial en Bruselas, y estuvo junto a Carlos V en su victoria

en la Batalla de Renty.

Al conocer que su padre sería designado virrey del Perú, volvió a

España y le pidió que lo llevase a América. Durante el viaje se

encontraba también Jerónimo de Alderete, que había sido designado

por el rey, sucesor de Pedro de Valdivia en la gobernación de Chile.

Sucedió que Jerónimo enfermo y murió durante el viaje, y con el

poder que tenía como virrey del Perú, convocó a gente proveniente

de Chile y viendo que diferían si Villagra o Aguirre calificaban como el

sucesor de Valdivia cortó por lo sano y nombró a su hijo como nuevo

gobernador de Chile, además un nuevo gobernador que no tenía

afinidades con Valdivia haría atraer más españoles hacia Chile,

además de unificar a los bandos en disputa. Dicho nombramiento

agradó a García y se informó de los problemas que existían en Chile,

sobre todo el asunto de la rebelión indígena y la disputa grave entre

Francisco de Aguirre y Francisco de Villagra por el puesto de

gobernador de Chile.

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Contaba con 21 años de edad y era un joven de demostrada valentía,

orgulloso de su linaje e inteligencia, y como contraparte, poseedor de

un carácter muy altanero y orgulloso, de accesos violentos, muy

cerrado y autoritario, lo que le granjearía ocultos enemigos en su

propio círculo.

Virrey del Perú

Hurtado de Mendoza, Villagra y Quiroga, según ilustración de la

obra de Alonso de Ovalle.

Para ello contó con renovados caudales de las arcas del Perú y

apertrechó ocho barcos, aquí resulta paradójico que el entusiasmo de

venir a Chile tuviera una extraordinaria respuesta en contraste con

tiempos pasados, pues se enrolaron 500 hispanos, una parte se

vendría por tierra al mando de Luis de Toledo y Pedro de Castillo; y la

otra parte por mar junto al nuevo gobernador. El primer grupo salió

por tierra en enero de 1557 y el segundo por mar en febrero del

mismo año. Cuando iban a zarpar las naos, el gobernador del Perú

agasajó a su hijo y acompañantes con un proverbial festín y luego

zarparon al son de marchas militares y disparos de cañones. Junto

con Garcia Hurtado de Mendoza venía un séquito de ilustres hombres,

entre ellos don Alonso de Ercilla y Zúñiga, don Francisco de

Irarrázaval y Andía, don Fráncisco Pérez de Valenzuela, don Hernando

de Santillán, jurista y erudito, el fraile dominico Gil González de San

Nicolás y el franciscano Juan Gallegos, hombre muy ilustrado.

Hicieron escala en Arica el 5 de abril y el 9 se renaudó el viaje al sur.

Desembarcó en La Serena el 23 de abril de 1557. Y deslumbró a los

pobres de Coquimbo al ver junto al nuevo gobernador el ejército más

grande hasta entonces visto en estos lugares contando con más de

500 hombres, armados con arcabuces y cañones, vestidos con

armaduras y penachos de plumas. Desde entonces se les llamó los

"emplumados".

Page 17: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Francisco de Aguirre le recibió muy hospitalariamente en la Serena,

Francisco de Villagra llegaba en ese momento a La Serena por tierra,

pero conociendo el nuevo gobernador los problemas de litigio entre

Aguirre y Francisco de Villagra por la gobernación de Chile, no dudo

un segundo en tomarlo preso, repitiéndose la misma situación con

Villagra que venía llegando a La Serena, y los colocó en un barco.

Este hecho fue considerado muy injusto por los castellanos

avecindados en Chile ya que ambos tenía méritos más que suficientes

para ser enaltecidos. En la crónica de Mariño de Lobera relata que

estando Aguirre a bordo esperando a Villagra apenas llegó, le tomó la

mano y le dijo:

"Mire vuestra merced, señor general, que son las cosas del mundo:

que ayer no cabíamos los dos en un reino tan grande, y hoi nos haça

don García caber en una tabla"

Mariño de Lobera

Lo más natural y dada la aproximación del invierno era que el

gobernador viniese a Santiago, así que el cabildo hizo los

preparativos de bienvenida; Pero don García tenía otros planes,

decició seguir por mar a Concepción a pesar de lo consejos en contra

de quienes ya conocían las inclemencias del tiempo que lo hacía

peligroso por esas fechas, en Coquimbo envió la caballería por tierra y

el prosiguió. Zarpó el 21 de junio de 1557, en pleno invierno. LLegó 8

días después a la bahía de Concepción en medio de un temporal que

hacía correr peligro a las embarcaciones y en medio de una torrencial

lluvia desembarcaron en la isla de la Quiriquina levantando un

campamento provisional. Una vez asentado en Concepción don

García pretendió una política de aparente allegamiento y buena

voluntad hacia los indígenas, quienes aceptaron los regalos del

gobernador pero no estaban dispuestos a que sus territorios fueran

ocupados por los advenedizos españoles.

Page 18: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Lincoyan y otros caciques supieron que la caballería venía por tierra

desde Santiago y concibieron un plan que pretendía cortar dichas

fuerzas atacándolas en Andalicán, cercano a Concepción.

Don Garcia que no era ningún ingenuo, supo del plan indígena y se

dio cuenta que dicha conducta más que promover un acercamiento

era considerado por los mapuches como signos de debilidad y temor

por parte del nuevo gobernador, decidió cambiar entonces

radicalmente de actitud con ellos.

Se dirigió de inmediato a tierra Araucana, levantando el fuerte San

Luis de Toledo con el objeto de abortar esta iniciativa, el que fue

prontamente atacado por los mapuches, los que sin embargo salieron

derrotados, ya que el gobernador logró contrarrestar su número son

la fuerza de los cañones y arcabuces.

Dirigió una nueva campaña en octubre de 1557, con un poderoso

ejército de más de 500 hombre y miles de indios auxiliares. Ocurrió

en esta campaña la Batalla de Lagunillas (7 de noviembre), en donde

los españoles salvaron vivos principalmente a la valentía demostrada

por Rodrigo de Quiroga y los demás capitanes. Los mapuches se

mostraron desorganizados en el ataque al ser conducidos por varios

caciques a la vez y este desorden produjo fallos tácticos que

impidieron la victoria.

Cuenta Alonso de Ercilla, que vino a Chile en el grupo que trajo el

gobernador, que los españoles tomaron prisionero en esa batalla al

cacique Galvarino, al que le cortaron la mano izquierda. Perdida esa

mano sin ninguna mueca de dolor Galvarino coloco la otra, que

también se la cortaron. Pidió la muerte, pero los conquistadores lo

dejaron ir y se fue el araucano con los suyos para planear su

venganza. Los mapuches convocaron una reunión de caciques y

elejieron a Caupolicán.

Page 19: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Este líder dirigió el 30 de noviembre un nuevo ataque contra el

invasor, en la llamada Batalla de Millarapue, en el valle del mismo

nombre, que estaba lleno de accidentes que le facilitaban el ataque

sorpresa. Esta batalla fue otra derrota mapuche, que recibieron como

castigo el ahorcamiento de 30 de ellos, en los que se incluía

Galvarino, que peleo siempre en primera fila.

Las penalidades de la lucha empezaron a molestar a los compañeros

de García Hurtado de Mendoza, los cuales esperaban obtener

riquezas por sus servicios. Para entregárselas, el gobernador dejó

vacantes las encomiendas de Concepción, ciudad a la sazón

abandonada, entregándosela a sus compañeros. Por este motivo, la

ciudad fue refundada por tercera ocasión.

Poco después fundó también la ciudad de Cañete de la Frontera, y

repuestas sus tropas de las batallas, las dividió nuevamente.

Caupolicán, instigado por el indio Andresillo, se decidió a atacar el

fuerte Tucapel. Lo que no sabia era que Andresillo era un traidor que

les contó los pormenores del ataque a los españoles, por lo que los

asaltadores se transformaron en asaltados, produciéndose una fuga

en que dejaron a muchos heridos y prisioneros, y debilitaron

gravemente sus fuerzas.

La moral de los españoles subió y en un asalto sorpresa al

campamento de Caupolicán, lograron darle captura. El jefe mapuche,

llevado al fuerte Tucapel, algunos historiadores dicen que intentó

pactar con los españoles, prometiendo convertirse al cristianismo,

pero Alonso de Reinoso, el jefe del fuerte, decidió aun así, condenarlo

a muerte empalado, es decir, a sentarse en una pica que le destruiría

dolorosamente las entrañas. Aquella condena se cumplió, y aquel fue

el final de Caupolicán.

Una nueva batalla le presentaron los indígenas en el fuerte de

Quiapo, entre Cañete y Concepción, pero fueron nuevamente

rechazados. Confiado en que para apurar la conquista era necesario

Page 20: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

fundar varios fuertes, fundó uno con el nombre de Los Infante o San

Andrés de Angol, más tarde llamado Los confines de Angol.

Para ese tiempo, García Hurtado de Mendoza no era bien querido por

quienes le rodeaban, ya que su carácter iracundo, obsecado y su

nebuloso orgullo le granjearon enemistades inclusive con Santillán.

Hernando de Santillán, había establecido la tasa de Santillán que

regulaba la servidumbre indígena. Esta tasa permitió a muchos

españoles abusar de los indios a su cargo sembrando la semilla de

futuras rebeliones, en especial de la raza huilliche.

Tiempo después se enteró de que su padre el virrey había sido

reemplazado por el rey, y que su reemplazo ya se encontraba en

camino. Para peor para el, designaron gobernador de Chile a

Francisco de Villagra, del que debería esperar las mismas

humillaciones que el mismo le hizo sufrir. Por esos motivos decidió

abandonar rápidamente Chile, pasando de paso por Santiago, que no

había visitado durante toda su gobernación.

Allí se enteró de la muerte del sucesor de su padre, por lo que este

seguía en el mando, eso le entregó más confianza, por lo que se

mantuvo un tiempo más en la capital y tuvo oportunidad de

entrevistarse en forma caballerosa con Francisco de Villagra acerca

del estado en que quedaba la colonia. Villagra no lo humilló como el

esperaba, al contrario recibión un trato frío pero caballeroso.

Durante su estancia en Santiago se publicó la tasa de Santillán, que

establecía el sistema de mitad para el trabajo indígena, que en vez de

echar al trabajo a todos los indios de un repartimiento, se fijaba un

turno en el servicio, quedando obligado el cacique de cada tribu a

enviar a la faena un hombre de cada seis vasallos para la explotación

de las minas, y uno de cada cinco para los trabajos agrícolas. Este

trabajador, a quien hasta entonces no se le había pagado salario

alguno, debía ser remunerado con la sexta parte del producto de su

trabajo, y esta cuota se le debía pagar regularmente al fin de cada

Page 21: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

mes. Se eximía además del trabajo a las mujeres y hombres menores

de 18 años y mayores de 50, y se ordenaba que los indígenas fueran

mantenidos por los encomenderos, quienes además debían

mantenerlos sanos y evangelizados.

Una nueva noticia cambiaría su rumbo, su padre acababa de morir.

Decidió partir inmediatamente al Perú, designando como gobernador

interino a Quiroga, a la espera de Villagra.

En el Perú se le sometió a Juicio de residencia por todas las

arbitrariedades de su gobiernos (la entrega de encomiendas, el mal

trato a los soldados, etc.). Fue el primer gobernador de Chile cuya

actuación fue enjuiciada siguiendo las leyes castellanas. Según el

tribunal era culpable de 196 cargos, pero dejaba a cargo de la Real

Audiencia de Lima fallar en forma definitiva. Según esa sentencia,

don García debía ser detenido allí, dándole la ciudad por cárcel, hasta

que se justificase de todas las acusaciones o pagase las penas

pecuniarias a que fuese condenado.

Vuelta a España.

Pero García Hurtado de Mendoza no se hallaba ya en el Perú. Había

partido para España a dar cuenta al Rey Felipe II y al Consejo de

Indias de sus campañas y de su gobierno en Chile. El prestigio de la

familia Mendoza , la información de sus servicios levantada por la

audiencia de Lima y las recomendaciones que comenzaban a llegar

de Chile escritas por algunos capitanes que le eran fieles, hicieron

que se echasen al olvido las acusaciones de sus enemigos. Además

se presentó prácticamente como el vencedor de la Guerra de Arauco

desdeñando duramente y criticando a los antiguos conquistadores de

no haber hecho lo suficiente para terminar con los indios rebeldes y

pacificar la Araucanía, lo cual era absolutamente falso.

En Madrid, se formó parte de la Guardia Real. También representó al

Rey en Milán.

Page 22: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Virrey del Perú:

En 1588 retornó a América, ahora como virrey del Perú, cargo que

detentó hasta mediados de la década siguiente. Esta designación fue

de gran ayuda para los españoles en Chile, ya que García impuesto y

conocedor de la realidad de la guerra de Arauco supo envíar en forma

oportuna la mayor ayuda posible. Al término de su período en Lima

volvió a España, donde falleció en 1609.

3.- Diego López de Zúñiga y Velasco

IV Conde de Nieva

Linaje : Casa de ZúñigaPredecesor : Francisca de ZúñigaSucesor : Antonio de Velasco y ZúñigaOcupación : Virrey del PerúCónyuge(s) : María Enríquez de AlmansaNacimiento : Valladolid, 1510Fallecimiento : Lima, 1564

Diego López de Zúñiga y Velasco (Valladolid c. 1510 - Lima 20 de

febrero de 1564), Conde de Nieva, fue un Virrey del Perú.

Hijo de Francisca de Zúñiga, III Condesa de Nieva, y de Antonio

de Velasco. Fue nombrado Virrey del Perú en 1561, tomando el cargo

de gobernador el 17 de abril. El 14 de diciembre del mismo año

ordenó a Gomez de Tordoya explorar el río Tono, y el 24 de diciembre

envió en comisión a Juan Nieto a conquistar el territorio de Camaná.

En 1562 introdujo varias reformas en la capital y en el mismo

año se fundó la ciudad de Santiago del Estero (actualmente en la

República Argentina) bajo su dirección. En 1563 se instaló la

audiencia de Quito. López fundó la ciudad de Safia, o Santiago de

Miraflores, y Diego Pineda el pueblo de Chancay, antes llamado

Page 23: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Arnedo, a donde el Virrey intentó mudar la Universidad de San Marcos

con el fin de separar a los estudiantes del ruido de la capital.

Hacia el final de ese año el envió en comisión a Cristóbal de

Valverde a fundar un pueblo, que fue llamado San Gerónimo de Ica.

López también organizó y mejoró las escuelas para los hijos de los

Indios Caciques, favoreció los monasterios, fundó parroquias y fue el

primero en establecer en el Perú los ritos y ceremonias de la corte

virreinal

Durante el término de su oficio ordenó y concluyó la

construcción de un acueducto para proveer a la ciudad de agua

potable, creó leyes para mejorar su gobierno y envió al tesoro real

651 000 ducados.

Fue asesinado en la calle de Trapitos a causa de un lío amoroso.

Fue interpretado por el actor Paul Martin en la telenovela peruana

"Eva del Edén"

Francisco de ToledoToledo, virrey del Perú.

(10 de julio, 1515 en Oropesa, Toledo-1584 en

Sevilla) conocido también como "El Solón

Colonial", fue un noble y militar español, Virrey del

Perú.

Nació en el Palacio de los Álvarez de Toledo (actualmente Parador

Nacional), que en ese tiempo eran Condes de Oropesa (a cuyo linaje

pertenece). Descendiente del rey Alfonso XI de Castilla y de Doña

Leonor Núñez de Guzmán (que a su vez era descendiente de la

familia de Santo Domingo de Guzmán).

En 1535, Toledo se une a la Orden de Alcántara, una orden religiosa-

militar. Por casi veinte años, sirve al emperador en los ejércitos en

Page 24: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Flandes e Italia. Fue un cercano amigo de emperador Carlos V, y

estuvo presente en su lecho de muerte en 1558.

Fue el quinto de los Virreyes del Perú. Ocupó dicho cargo desde el 26

de noviembre de 1569 hasta el 23 de septiembre de 1581, recibiendo

el cargo de manos del gobernador Lope García de Castro.

Su obra

Durante su gobierno, en 1570, fue instalado el tribunal de la

Inquisición. Se levantaron fortificaciones en la costa contra los

ataques de piratas, y acabó con el reducto inca en Vilcabamba,

ordenando la ejecución de Túpac Amaru. Centralizó los aspectos

esenciales de la administración colonial y estableció las bases de lo

que sería el sistema colonial en el Perú. Además reguló también la

encomienda y la mita.

Sus Obras:

Implantó la Mita

Mita, sistema de trabajo por turnos, que durante la época incaica se

llevaba a cabo en beneficio de las autoridades incas y durante el

periodo colonial se hacía en beneficio del virreinato del Perú. El

sistema de la mita (`turno', en lengua quechua) existente en el

incanato movilizaba grandes cantidades de mano de obra en

beneficio del Estado, con ella éste ejecutaba grandes obras públicas,

tales como canales de irrigación, andenes y grandes construcciones

como Machu Picchu o Sacsahuamán. El inca, por su autoridad, tenía

derecho a pedir mano de obra a los ayllus y disponer de ella en las

labores que se consideraran convenientes, a cambio devolvía estos

servicios con fiestas y bienes que repartía en determinadas

ocasiones. La mita inca no implicaba un sueldo, pero los mitayos eran

mantenidos por el Estado mientras trabajaban para él y siempre el

Page 25: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

inca devolvía en servicios o bienes para todo el ayllu los esfuerzos de

sus mitayos.

Durante la época de la existencia del virreinato del Perú, la mita

adquirió otro sentido, pues los españoles intentaron ocupar el lugar

del Estado pero sin que tuviera lugar el reparto de bienes ni las

fiestas de la época inca, así como tampoco se asumió la manutención

del mitayo. Bajo la lógica occidental española, los gobernantes

coloniales devolvían los servicios de la mita con un sueldo, pero éste

era muy bajo y no permitía el mantenimiento del mitayo, así los

indígenas sentían que la mita se había transformado y les resultaba

sumamente dolorosa. La mita fue utilizada, bajo el virreinato del Perú,

desde la segunda mitad del siglo XVI, como una forma de garantizar

mano de obra barata y fija para el desarrollo de diversas actividades,

especialmente en la minería. Esta prestación era temporal, realizada

por turnos y con el pago de un salario. Francisco de Toledo, virrey del

Perú (1569-1581), fue el encargado en 1574 de poner en práctica

esta fórmula, que obligó a la permanente movilización de miles de

mitayos, acompañados en muchos casos por sus familias, que

abandonaban así sus trabajos agrícolas y contribuían a la

despoblación de grandes áreas. Existían diversos tipos de mita:

agraria (en haciendas), urbana (para la construcción de los edificios

de las ciudades), de tambo (en las posadas de los caminos), obrajera

(en los talleres textiles), entre otras, pero la más importante era la

minera, vinculada a la producción de plata y azogue.

6.- Martín Enríquez de Almansa

Martín Enríquez de Almansa, IV Virrey del Perú.

Page 26: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

(Castilla, España Lima, Perú 13 de marzo de 1583) Cuarto Virrey de la

Nueva España y VI Virrey del Perú.

Primeros años: Enríquez de Almansa nació en Castilla, España en

una fecha desconocida. Era tercer hijo de don Francisco Enríquez de

Almansa, I Marqués de Alcañices y doña Isabel de Ulloa y Castilla.

Su padre, creó el mayorazgo de Valderrábano (Toro), el 19 de febrero

de 1540.

Virrey de la Nueva España.

La primera acción que hizo al llegar al puerto Veracruz, fue expulsar

de la isla de Sacrificios a piratas ingleses que se habían adueñado de

ella. Instalado en la capital, fundó varios establecimientos de

beneficencia y cultura, como el Hospital de San Hipólito y el Colegio

de Santa María de Todos los Santos. Durante su gestión, se estableció

formalmente el Santo Oficio de la Inquisición en 1571. Un año

después, en 1572, llegaron por vez primera los jesuitas a la Nueva

España, en la que abrieron el Colegio de Pátzcuaro en 1574. Tuvo

diferencias con el comisario de los franciscanos. Durante su

administración emprendió una salida en contra de los huachichiles,

chichimecas que habían arribado hasta la ciudad de Guanajuato. Al

tiempo de la grave epidemia de 1576, en la que murieron miles de

indígenas, dispuso que los naturales quedaran exentos del tributo. El

virrey Martín Enríquez de Almansa, al concluir su gobierno en 1580,

pasó con el mismo puesto al Perú.

Virrey del Perú

Asume en mayo de 1581 reemplazando al Virrey Francisco de

Toledo.Organiza el Servicio de Correos.Aprueba la fundación del

Colegio Real de San Martín de los jesuitas,quienes en le dfasn el

nombre de su santo en su honor.Muere en Lima en 1583

Matrimonio y descendencia:

Page 27: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Casado con Ana María Manrique, hija de Juan II Fernández Manrique

de Lara, Marqués de Aguilar de Campo y Conde de Castañeda, tuvo

los siguientes hijos:

Francisco Enríquez Manrique de Almansa, I Marqués de

Valderrábano.

Enrique Enríquez de Almansa, agustino, obispo de Osma y

Palencia.

Juan Enríquez, sacerdote.

Isabel Enríquez, madre del primer Conde de Fuentidueña.

7.- Fernando Torres y Portugal

I Conde de Villardompardo

Linaje : Casa de Avis Predecesor : Bernardino de Torres

y Portugal, señor de Villardompardo

Sucesor : Juan de Torres de Portugal y Manrique

Ocupación : Corregidor de Asturias Corregidor de

Salamanca Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Francisca de Carvajal María Carrillo de Córdoba

Nacimiento : Jaén,

Fallecimiento : Villardompardo, 18 de octubre de 1592

Fernando de Torres de Portugal y Mesía. Noble y funcionario colonial

español. Señor de Villardompardo y Escañuela, fue el VII Virrey del

Perú entre 1585 y 1589.

Hijo de don Bernardino de Torres y Portugal, VII Señor de

Villardompardo y doña María Mesía-Carrillo y Ponce de León.

Virrey del Perú

Nombrado virrey del Perú el 31 de marzo de 1584, dispuso su

viaje con presteza, pero los contrastes de su salud lo obligaron a

prolongar algunas de sus etapas. Desembarcó en Paita el 11 de junio

de 1585 e hizo su entrada en Lima el 25 de noviembre de 1585.

Page 28: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Siguiendo las instrucciones que recibiera del rey Felipe II, intentó

ordenar la administración de la Real Hacienda para incrementar la

recaudación de las rentas y contribuir a los gastos de la Armada

Invencible. Logró remitir a España 4,9 millones de ducados durante

los cinco años de su mandato.

En previsión a las incursiones de los piratas ingleses, dispuso el

armamento de algunos barcos y la fundición de cañones para las

defensas costeras. Así fue posible repeler a la flota de Thomas

Cavendish, que atravesó el Estrecho de Magallanes, recorrió la costa

efectuando depredaciones particularmente graves en Arica y Pisco

(1587), y sin aproximarse al Callao, siguió hasta Paita, perseguido por

la Armada.

Presidió el cuarto Auto de Fe dispuesto por la Inquisición de

Lima, que tuvo lugar el 30 de noviembre de 1587. Sin embargo, dos

años después, una peste de viruela se extendió por todo el país,

estableciéndose varios hospitales por disposición del Virrey. Designó

a García Hurtado de Mendoza para sucederlo, y luego de la llegada

del nuevo Virrey, se retiró a la villa de la Magdalena. Finalmente,

emprendió viaje de retorno a España el 2 de mayo de 1590. Llegó a la

Península en 1592.

8-. García Hurtado de Mendoza

García Hurtado de Mendoza y Manrique "Marqués de

Cañete" (Cuenca; 21 de julio de 1535 - † Madrid;

1609) Militar español, Gobernador de Chile y Virrey

del Perú.

Fue hijo de Andrés Hurtado de Mendoza, segundo

marqués de Cañete y virrey del Perú, y de María

Manrique, hija del conde de Osorno, pertenecía a una de las más

importantes familias de la aristocracia castellana: la Casa de

Mendoza.

Page 29: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

En 1552 se había fugado de casa, con la intención de servir a su

rey Carlos V en una expedición que se preparaba contra Córcega.

Demostró gran valor en esta campaña y también en Toscana, cuando

esta ciudad quiso desprenderse del dominio español. Se incorporó al

ejército imperial en Bruselas, y estuvo junto a Carlos V en su victoria

en la Batalla de Renty.

Al conocer que su padre sería designado virrey del Perú, volvió

a España y le pidió que lo llevase a América. Durante el viaje se

encontraba también Jerónimo de Alderete, que había sido designado

por el rey, sucesor de Pedro de Valdivia en la gobernación de Chile.

Sucedió que Jerónimo enfermo y murió durante el viaje, y con el

poder que tenía como virrey del Perú, convocó a gente proveniente

de Chile y viendo que diferían si Villagra o Aguirre calificaban como el

sucesor de Valdivia cortó por lo sano y nombró a su hijo como nuevo

gobernador de Chile, además un nuevo gobernador que no tenía

afinidades con Valdivia haría atraer más españoles hacia Chile,

además de unificar a los bandos en disputa. Dicho nombramiento

agradó a García y se informó de los problemas que existían en Chile,

sobre todo el asunto de la rebelión indígena y la disputa grave entre

Francisco de Aguirre y Francisco de Villagra por el puesto de

gobernador de Chile.

Contaba con 21 años de edad y era un joven de demostrada

valentía, orgulloso de su linaje e inteligencia, y como contraparte,

poseedor de un carácter muy altanero y orgulloso, de accesos

violentos, muy cerrado y autoritario, lo que le granjearía ocultos

enemigos en su propio círculo.

Virrey del Perú.

Hurtado de Mendoza, Villagra y Quiroga, según ilustración de la obra de Alonso de Ovalle.

Page 30: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Para ello contó con renovados caudales de las arcas del Perú y

apertrechó ocho barcos, aquí resulta paradójico que el entusiasmo de

venir a Chile tuviera una extraordinaria respuesta en contraste con

tiempos pasados, pues se enrolaron 500 hispanos, una parte se

vendría por tierra al mando de Luis de Toledo y Pedro de Castillo; y la

otra parte por mar junto al nuevo gobernador. El primer grupo salió

por tierra en enero de 1557 y el segundo por mar en febrero del

mismo año. Cuando iban a zarpar las naos, el gobernador del Perú

agasajó a su hijo y acompañantes con un proverbial festín y luego

zarparon al son de marchas militares y disparos de cañones. Junto

con Garcia Hurtado de Mendoza venía un séquito de ilustres hombres,

entre ellos don Alonso de Ercilla y Zúñiga, don Francisco de

Irarrázaval y Andía, don Fráncisco Pérez de Valenzuela, don Hernando

de Santillán, jurista y erudito, el fraile dominico Gil González de San

Nicolás y el franciscano Juan Gallegos, hombre muy ilustrado.

Hicieron escala en Arica el 5 de abril y el 9 se renaudó el viaje al sur.

Desembarcó en La Serena el 23 de abril de 1557. Y deslumbró a los

pobres de Coquimbo al ver junto al nuevo gobernador el ejército más

grande hasta entonces visto en estos lugares contando con más de

500 hombres, armados con arcabuces y cañones, vestidos con

armaduras y penachos de plumas. Desde entonces se les llamó los

"emplumados".

Francisco de Aguirre le recibió muy hospitalariamente en la Serena,

Francisco de Villagra llegaba en ese momento a La Serena por tierra,

pero conociendo el nuevo gobernador los problemas de litigio entre

Aguirre y Francisco de Villagra por la gobernación de Chile, no dudo

un segundo en tomarlo preso, repitiéndose la misma situación con

Villagra que venía llegando a La Serena, y los colocó en un barco.

Este hecho fue considerado muy injusto por los castellanos

avecindados en Chile ya que ambos tenía méritos más que suficientes

para ser enaltecidos. En la crónica de Mariño de Lobera relata que

Page 31: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

estando Aguirre a bordo esperando a Villagra apenas llegó, le tomó la

mano y le dijo:

"Mire vuestra merced, señor general, que son las cosas del mundo:

que ayer no cabíamos los dos en un reino tan grande, y hoi nos haça

don García caber en una tabla"

Mariño de Lobera

Lo más natural y dada la aproximación del invierno era que el

gobernador viniese a Santiago, así que el cabildo hizo los

preparativos de bienvenida; Pero don García tenía otros planes,

decició seguir por mar a Concepción a pesar de lo consejos en contra

de quienes ya conocían las inclemencias del tiempo que lo hacía

peligroso por esas fechas, en Coquimbo envió la caballería por tierra y

el prosiguió. Zarpó el 21 de junio de 1557, en pleno invierno. LLegó 8

días después a la bahía de Concepción en medio de un temporal que

hacía correr peligro a las embarcaciones y en medio de una torrencial

lluvia desembarcaron en la isla de la Quiriquina levantando un

campamento provisional. Una vez asentado en Concepción don

García pretendió una política de aparente allegamiento y buena

voluntad hacia los indígenas, quienes aceptaron los regalos del

gobernador pero no estaban dispuestos a que sus territorios fueran

ocupados por los advenedizos españoles.

Lincoyan y otros caciques supieron que la caballería venía por tierra

desde Santiago y concibieron un plan que pretendía cortar dichas

fuerzas atacándolas en Andalicán, cercano a Concepción.

Don Garcia que no era ningún ingenuo, supo del plan indígena y se

dio cuenta que dicha conducta más que promover un acercamiento

era considerado por los mapuches como signos de debilidad y temor

por parte del nuevo gobernador, decidió cambiar entonces

radicalmente de actitud con ellos.

Page 32: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Se dirigió de inmediato a tierra Araucana, levantando el fuerte San

Luis de Toledo con el objeto de abortar esta iniciativa, el que fue

prontamente atacado por los mapuches, los que sin embargo salieron

derrotados, ya que el gobernador logró contrarrestar su número son

la fuerza de los cañones y arcabuces.

Dirigió una nueva campaña en octubre de 1557, con un poderoso

ejército de más de 500 hombre y miles de indios auxiliares. Ocurrió

en esta campaña la Batalla de Lagunillas (7 de noviembre), en donde

los españoles salvaron vivos principalmente a la valentía demostrada

por Rodrigo de Quiroga y los demás capitanes. Los mapuches se

mostraron desorganizados en el ataque al ser conducidos por varios

caciques a la vez y este desorden produjo fallos tácticos que

impidieron la victoria.

Cuenta Alonso de Ercilla, que vino a Chile en el grupo que trajo el

gobernador, que los españoles tomaron prisionero en esa batalla al

cacique Galvarino, al que le cortaron la mano izquierda. Perdida esa

mano sin ninguna mueca de dolor Galvarino coloco la otra, que

también se la cortaron. Pidió la muerte, pero los conquistadores lo

dejaron ir y se fue el araucano con los suyos para planear su

venganza. Los mapuches convocaron una reunión de caciques y

elejieron a Caupolicán.

Este líder dirigió el 30 de noviembre un nuevo ataque contra el

invasor, en la llamada Batalla de Millarapue, en el valle del mismo

nombre, que estaba lleno de accidentes que le facilitaban el ataque

sorpresa. Esta batalla fue otra derrota mapuche, que recibieron como

castigo el ahorcamiento de 30 de ellos, en los que se incluía

Galvarino, que peleo siempre en primera fila.

Las penalidades de la lucha empezaron a molestar a los compañeros

de García Hurtado de Mendoza, los cuales esperaban obtener

riquezas por sus servicios. Para entregárselas, el gobernador dejó

Page 33: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

vacantes las encomiendas de Concepción, ciudad a la sazón

abandonada, entregándosela a sus compañeros. Por este motivo, la

ciudad fue refundada por tercera ocasión.

Poco después fundó también la ciudad de Cañete de la Frontera, y

repuestas sus tropas de las batallas, las dividió nuevamente.

Caupolicán, instigado por el indio Andresillo, se decidió a atacar el

fuerte Tucapel. Lo que no sabia era que Andresillo era un traidor que

les contó los pormenores del ataque a los españoles, por lo que los

asaltadores se transformaron en asaltados, produciéndose una fuga

en que dejaron a muchos heridos y prisioneros, y debilitaron

gravemente sus fuerzas.

La moral de los españoles subió y en un asalto sorpresa al

campamento de Caupolicán, lograron darle captura. El jefe mapuche,

llevado al fuerte Tucapel, algunos historiadores dicen que intentó

pactar con los españoles, prometiendo convertirse al cristianismo,

pero Alonso de Reinoso, el jefe del fuerte, decidió aun así, condenarlo

a muerte empalado, es decir, a sentarse en una pica que le destruiría

dolorosamente las entrañas. Aquella condena se cumplió, y aquel fue

el final de Caupolicán.

Una nueva batalla le presentaron los indígenas en el fuerte de

Quiapo, entre Cañete y Concepción, pero fueron nuevamente

rechazados. Confiado en que para apurar la conquista era necesario

fundar varios fuertes, fundó uno con el nombre de Los Infante o San

Andrés de Angol, más tarde llamado Los confines de Angol.

Para ese tiempo, García Hurtado de Mendoza no era bien querido por

quienes le rodeaban, ya que su carácter iracundo, obsecado y su

nebuloso orgullo le granjearon enemistades inclusive con Santillán.

Hernando de Santillán, había establecido la tasa de Santillán que

regulaba la servidumbre indígena. Esta tasa permitió a muchos

Page 34: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

españoles abusar de los indios a su cargo sembrando la semilla de

futuras rebeliones, en especial de la raza huilliche.

Tiempo después se enteró de que su padre el virrey había sido

reemplazado por el rey, y que su reemplazo ya se encontraba en

camino. Para peor para el, designaron gobernador de Chile a

Francisco de Villagra, del que debería esperar las mismas

humillaciones que el mismo le hizo sufrir. Por esos motivos decidió

abandonar rápidamente Chile, pasando de paso por Santiago, que no

había visitado durante toda su gobernación.

Allí se enteró de la muerte del sucesor de su padre, por lo que este

seguía en el mando, eso le entregó más confianza, por lo que se

mantuvo un tiempo más en la capital y tuvo oportunidad de

entrevistarse en forma caballerosa con Francisco de Villagra acerca

del estado en que quedaba la colonia. Villagra no lo humilló como el

esperaba, al contrario recibión un trato frío pero caballeroso.

Durante su estancia en Santiago se publicó la tasa de Santillán, que

establecía el sistema de mitad para el trabajo indígena, que en vez de

echar al trabajo a todos los indios de un repartimiento, se fijaba un

turno en el servicio, quedando obligado el cacique de cada tribu a

enviar a la faena un hombre de cada seis vasallos para la explotación

de las minas, y uno de cada cinco para los trabajos agrícolas. Este

trabajador, a quien hasta entonces no se le había pagado salario

alguno, debía ser remunerado con la sexta parte del producto de su

trabajo, y esta cuota se le debía pagar regularmente al fin de cada

mes. Se eximía además del trabajo a las mujeres y hombres menores

de 18 años y mayores de 50, y se ordenaba que los indígenas fueran

mantenidos por los encomenderos, quienes además debían

mantenerlos sanos y evangelizados.

Page 35: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Una nueva noticia cambiaría su rumbo, su padre acababa de morir.

Decidió partir inmediatamente al Perú, designando como gobernador

interino a Quiroga, a la espera de Villagra.

En el Perú se le sometió a Juicio de residencia por todas las

arbitrariedades de su gobiernos (la entrega de encomiendas, el mal

trato a los soldados, etc.). Fue el primer gobernador de Chile cuya

actuación fue enjuiciada siguiendo las leyes castellanas. Según el

tribunal era culpable de 196 cargos, pero dejaba a cargo de la Real

Audiencia de Lima fallar en forma definitiva. Según esa sentencia,

don García debía ser detenido allí, dándole la ciudad por cárcel, hasta

que se justificase de todas las acusaciones o pagase las penas

pecuniarias a que fuese condenado.

Vuelta a España

Pero García Hurtado de Mendoza no se hallaba ya en el Perú. Había

partido para España a dar cuenta al Rey Felipe II y al Consejo de

Indias de sus campañas y de su gobierno en Chile. El prestigio de la

familia Mendoza , la información de sus servicios levantada por la

audiencia de Lima y las recomendaciones que comenzaban a llegar

de Chile escritas por algunos capitanes que le eran fieles, hicieron

que se echasen al olvido las acusaciones de sus enemigos. Además

se presentó prácticamente como el vencedor de la Guerra de Arauco

desdeñando duramente y criticando a los antiguos conquistadores de

no haber hecho lo suficiente para terminar con los indios rebeldes y

pacificar la Araucanía, lo cual era absolutamente falso.

En Madrid, se formó parte de la Guardia Real. También representó al

Rey en Milán.

Virrey del Perú

En 1588 retornó a América, ahora como virrey del Perú, cargo que

detentó hasta mediados de la década siguiente. Esta designación fue

de gran ayuda para los españoles en Chile, ya que García impuesto y

conocedor de la realidad de la guerra de Arauco supo envíar en forma

Page 36: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

oportuna la mayor ayuda posible. Al término de su período en Lima

volvió a España, donde falleció en 1609.

9.- Luís de Velasco y Castilla

Linaje : Casa de Velasco

Predecesor : Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón

Sucesor : Luis de Velasco e Ibarra

Ocupación : Militar

Virrey de la Nueva España

Virrey del Perú

Cónyuge(s) : María de Ircio y Mendoza

Nacimiento : Carrión de los Condes, 1539

Fallecimiento : Sevilla, 1617

Luis de Velasco y Castilla y Mendoza, Conde de Santiago y Marqués

de Salinas (Carrión de los Condes, Palencia, 1539 - Sevilla, 1617).

Administrador colonial español. Fue virrey de la Nueva España en dos

ocasiones (1590-1595; 1607-1611) y también Virrey de Perú (1596-

1604). Era hijo del también Virrey Luis de Velasco.

Siendo muy niño, acompañó a su padre al Nuevo Mundo. A la muerte

de su padre, siguió en Nueva España como regidor, pero a

consecuenda de sus enfrentamientos con Álvaro Manrique de Zúñiga,

el nuevo Virrey, volvió a España donde Felipe II lo nombró Embajador

en Florencia.

Durante su primer mandato como Virrey en Nueva España ayudó a

sofocar la oscura conjura en la que Martín Cortés, el hijo del

conquistador, estaba involucrado. Continuó la labor de su padre con

sus medidas a favor de los indígenas. Conquistó a los chichimecas

fundando establecimientos de tlaxcaltecas, más españolizados, entre

ellos, en varias ciudades en los actuales estados de Jalisco,

Guanajuato, Zacatecas y San Luis Potosi, ó como la de San Luis de la

Paz. Duplicó el tributo que pagaban los naturales. Embelleció la

Ciudad de México, abriendo el parque de la Alameda, mejoró las

fortificaciones de Veracruz y encargó a Juan de Oñate la exploración y

Page 37: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

conquista de los territorios conocidos posteriormente como Nuevo

México.

En 1595 fue nombrado virrey de Perú, cargo que comenzó a

desempeñar en junio del año siguiente. Como había hecho en Nueva

España, trató de mejorar las condiciones de trabajo de los indígenas,

particularmente en las minas. En 1604 volvió a Nueva España, siendo

nombrado de nuevo virrey en 1607 a la edad de 70 años.

Durante su segundo mandato en Nueva España comenzó las obras

del desagüe del valle de México, remedio propuesto por el ingeniero y

cosmógrafo Enrico Martínez para resolver el problema de las

frecuentes inundaciones que sufría la Ciudad de México. Sofocó una

revuelta de esclavos negros cerca de Orizaba y financió las

exploraciones de Sebastián Vizcaíno al Japón (1611).

Concluido su mandato, regresó a España donde se le confió la

presidencia del Consejo de Indias. Considerado uno de los

administradores coloniales más capaces, en recompensa a sus

servicios recibió el título de Marqués, con lo que pasó de Señor a

Marqués de Salinas.

Se casó con la primera virrena criolla; Maria de Ircio y Mendoza, y

tuvo una descendencia muy ilustre en la Colonia

11.- Gaspar de Zúñiga y Acevedo

V Conde de Monterrey

Linaje : Casa de Zúñiga

Predecesor : Jerónimo de Acevedo y Zúñiga

Sucesor : Manuel de Acevedo y Zúñiga

Ocupación : Militar

Virrey de la Nueva España

Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Inés de Velasco y Aragón

Nacimiento : Monterrey, 1560

Fallecimiento: Lima, 1606

Gaspar de Zúñiga y Acevedo, 5º Conde de Monterrey. Político

español, nació en Monterrey, Galicia y murió en Lima (Hacia 1560-

1606).

Page 38: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Noble español, Gaspar de Zúñiga y Acevedo, hijo mayor del cuarto

Conde de Monterrey, Géronimo de Acevedo y Zúñiga. Estudió en

Monterrey bajo la dirección de sacerdotes jesuitas. En 1578 entró en

el servicio del Rey Felipe II. Participó en la campaña portuguesa,

donde condujo la milicia de Galicia, pagándola de su propio bolsillo.

Zúñiga también participó en la defensa del Puerto de La Coruña

cuando fue atacado por el corsario inglés Francis Drake en 1589.

Virrey de Nueva España [editar]

Después de presentar excelentes servicios al Estado, pasó a ser

Virrey de la Nueva España. Llegó al puerto de Veracruz a mediados

de septiembre, como sucesor del Virrey Don Luis de Velasco y

Castilla. El 5 de noviembre de 1595 hizo su entrada solemne en la

Ciudad de México, tomando las riendas del gobierno. El cargo de

Virrey lo desempeñó desde el 5 de noviembre de 1595 hasta el 26 de

octubre de 1603, fecha en que fue nombrado Virrey del Perú y

desempeñó ese nuevo cargo hasta su muerte en 1606.

Aumentó impuestos sobre los indios, pero él, como se decía, prestaba

la atención personal a los ajustes requeridos de los indios para

prevenir su explotación.

Durante su gobierno, se llevaron a cabo las exploraciones de Nuevo

México y California por Sebastián Vizcaíno.

El 20 de septiembre de 1596, Don Diego de Montemayor fundó la

entonces Villa de Monterrey, Nuevo León. Esta ciudad fue llamada en

el honor del Virrey.

En 1597 los piratas atacaron el puerto de Campeche, tomando el

centro de la ciudad y aterrorizando a los habitantes. Zúñiga pidió una

mayor protección para los puertos. Y trasladó la ciudad de Veracruz

de su viejo sitio a su posición actual, por ser más segura.

En 1598 Felipe II murió, y Felipe III llegó a la corona española.

En 1601 los indios de Topia se elevaron contra el gobierno español,

pero por la influencia de Alfonso de la Mota, obispo de Guadalajara,

fueron pacificados. Los jesuitas posteriormente establecieron

misiones en la zona tarahumara.

Page 39: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Uno de sus primeros actos como Virrey fue organizar una expedición

por tierra para explorar y colonizar Nuevo México, siguiendo una

política de su precursor. Esta expedición se hizo bajo el mando del

Capitán Lope de Ulloa, que fundó la ciudad de Santa Fe, pero no

encontró las Siete Ciudades legendarias de Oro de las provincias de

Cibola y Quivira.

Zúñiga también envió dos expediciones para explorar la costa del

Pacífico mexicano. Sebastián Vizcaíno fue en tres barcos desde

Acapulco en 1596. Por esta expedición Vizcaíno fundó La Paz, Baja

California, llamada así debido a su recepción amistosa por los indios.

También descubrió el Cabo San Sebastián.

Una expedición posterior se realizó por Vizcaíno con la misma misión,

navegada el 5 de mayo de 1602 con cuatro barcos. Esta expedición

fue más fructuosa. Con ella se fundó Ensenada, Baja California. Se

exploró la Bahía de San Diego y la Isla Santa Catalina. Los

exploradores alcanzaron como límite al norte la Bahía Monterey, Alta

California, a la que Vizcaíno llamó así en honor del virrey.

El 19 de mayo de 1603, Zúñiga y Acevedo fue nombrado virrey del

Perú pero permaneció en la Nueva España hasta septiembre,

esperando la llegada de su sucesor, Juan de Mendoza y Luna,

Marqués de Montesclaros.

Después de la llegada del nuevo virrey, los dos se encontraron en

Orizaba, a medio camino entre Veracruz y Ciudad de México. Aquí

Zúñiga recibió un festival de bienvenida, dijo que en toda una semana

se gastó lo que hubiese costado el sueldo virreinal de más de un año.

El nuevo Virrey asumió la administración de Nueva España en

octubre, y recién el 1º de abril de 1604, Zúñiga y Acevedo se

embarcó en Acapulco.

Virrey del Perú [editar]

Llegado a Paita el 24 de mayo de 1604 tras una penosa travesía que

acentuó los malestares de su quebrantada salud, siguió el 14 de julio

por tierra hacia Lima. Finalmente tomó posesión del gobierno, el 8 de

diciembre de 1604.

Page 40: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Para ordenar la administración de la Real Hacienda estableció el

Tribunal Mayor de Cuentas. Se esforzó por reglamentar el servicio

personal de los indios; y dictó ordenanzas para algunos gremios de

Lima, como los espaderos y zapateros. Pero el precario estado de su

salud lo inclinó a prodigar sus demostraciones de piedad: concurrió al

auto de fe celebrado el 13 de marzo de 1605; favoreció la erección de

la Iglesia de la Soledad, así como las fundaciones del Monasterio de

Santa Clara y de las recolecciones de frailes mercedarios, dominicos y

agustinos; y con tanta largueza aplicó la renta de su cargo a la

distribución de limosnas, que la Real Audiencia tuvo que sufragar los

gastos requeridos por su sepelio. Murió el 16 de febrero de 1606.

11.- Juan de Mendoza y Luna

III Marqués de Montesclaros

Linaje : Casa de Mendoza

Predecesor : Juan Hurtado de Mendoza y Luna

Sucesor : Luis de Velasco (hijo)

Ocupación : Militar

Virrey de la Nueva España - Virrey del Perú

Cónyuge(s) :

Nacimiento : Guadalajara (España), 1571

Fallecimiento : Madrid, 1628

Juan de Mendoza y Luna, (Guadalajara, España, Enero de 1571 -

Madrid, ibid., 9 de octubre de 1628), de la Casa de los Mendoza, III

Marqués de Montesclaros y administrador de las colonias españolas

en América. Fue sucesivamente el décimo Virrey de Nueva España

(1603-1607) y del Perú (1607-1615).

Page 41: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Juan de Mendoza y Luna era el hijo póstumo de el II Marqués de

Montesclaros. Fue criado por su madre, Isabel Manrique de Padilla.

Se distinguió en el servicio en el ejército del Duque de Alba en la

campaña portuguesa, como un Capitán de lanceros. Para su servicio,

le concedieron el honor de ser Caballero de la Orden de Santiago en

1591. Más tarde sera Gobernador de Sevilla.

Virrey de Nueva España [editar]

Sirvió en el ejército con distinción en la campaña de Portugal. Fue

nombrado Virrey de la Nueva España el 19 de mayo de 1603,

acompañado de su esposa, Ana de Medoza , llegando el 27 de

octubre de el mismo año. Al poco de su llegada, en Agosto de 1604,

una inundación asoló a la Ciudad de México, por lo que propuso el

traslado de la capital a Tacubaya. Ante lo costoso del plan, pues los

palacios virreinales no se podían abandonar, pues su construcción fue

muy cara, ordenó una serie de obras para el desagüe de las lagunas

de la Ciudad de México (desagüe de Huehuetoca, que no fue

terminado hasta el mandato de su sucesor), de forma que se evitasen

nuevas inundaciones. También mandó empedrar las calles de la

Ciudad de México, construir un acueducto para el abastecimiento de

agua potable desde las fuentes de Chapultepec al centro de la ciudad

(que no sería finalizado tampoco durante su mandato) y una serie de

calzadas que de la Ciudad de México llevaban a Guadalupe, San

Cristóbal, San Antonio Abad, Chapultepec y otras; Terminose su

gobierno en el 2 de julio de 1607, embarcándose en Acapulco,

destino: Lima.

Virrey del Perú [editar]

Durante su mandato como Virrey del Perú, que comenzó desde el 21

de diciembre de 1607, fomentó la flota, mandó confeccionar el primer

censo de Lima, construyó el famoso Puente de Piedra sobre el río

Rímac y la Alameda de los descalzos, y se hizo conocido por su

protección de los indios, por la denuncia ante el Rey de las excesivas

riquezas que atesoraban las órdenes religiosas, así como por la

institución del primer tribunal mayor de cuentas del virreinato.

Page 42: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Durante su mandato (que termino el 18 de diciembre de 1615) se

descubrió una mina de mercurio en Huancavelica. Después de

devolver a España en el 1616 , se convirtió en Consejero de estado y

de Guerra del Rey, Presidente del consejo de Hacienda, también de

Aragón y un alto funcionario en el Tribunal; El Rey Felipe IV lo hizo

Grande de España.

12.- Francisco de Borja y Aragón

II Conde de Mayalde

Linaje : Casa de Gandía

Predecesor : Juan de Borja y Castro

Sucesor : Fernando de Borja y Aragón

Ocupación : Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Ana de Borja y Pignatelli, V Princesa de

Esquilache

Nacimiento : Madrid, 1581

Fallecimiento : Madrid, 26 de setiembre de 1658

Francisco de Borja y Aragón (Madrid, 1581-1658). Noble, militar y

escritor español. Segundo Conde de Mayalde. Conocido por su

matrimonio como el Príncipe de Esquilache.

Descendiente de los reyes de Aragón. Fueron sus padres don Juan de

Borja y Castro, I Conde de Mayalde (tercer hijo de San Francisco de

Borja), y doña Francisca de Aragón y Barreto, I Condesa de Ficalho.

Aprovechado en los estudios desde su infancia, se inclinó

tempranamente por las artes y las letras. Por méritos familiares, fue

nombrado caballero de la Orden de Montesa en 1588, así como de la

de Santiago con dos encomiendas. También fue gentilhombre de

cámara del rey Felipe III. Contrajo matrimonio en 1602 con su

pariente doña Ana de Borja, Princesa de Esquilache y condesa de

Simari.

En el Perú [editar]

Nombrado Virrey del Perú el 19 de julio de 1614, obtuvo licencia para

llevar consigo un séquito de 60 validos y servidores, además de las

24 criadas que acompañaron a su esposa. Hizo su solemne entrada

Page 43: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

en Lima el 18 de diciembre de 1615, reemplazando al Marqués de

Montesclaros. Para atender las funciones de gobierno solicitó la

asesoría de Leandro de Larrinaga y Salazar.

Amenazado el litoral peruano por incursiones piráticas, proveyó de

inmediato la defensa de la costa merodeada por marinos holandeses,

como Jacob Le Maire y Willem Schouten. Favoreció la reglamentación

de los repartimientos para evitar los abusos cometidos en perjuicio de

los indios. Creó en Lima el Colegio del Príncipe, para la educación de

los hijos de indios nobles (1620), y en Cuzco los colegios de San

Francisco de Borja y San Bernardo (1619) para los hijos de caciques y

de conquistadores, respectivamente. Dio cumplimiento a las bulas de

erección de las diócesis de Trujillo, Concepción y Buenos Aires (1616).

Favoreció la entrada de Diego Vaca de Vega a las tierras habitadas

por los nativos de Maynas y la fundación del pueblo que, en su

homenaje, lleva el nombre de Borja (8 de diciembre de 1619).

Procedió a reglamentar e instalar el Tribunal del Consulado (20 de

diciembre de 1619).

A su solicitud, se le nombró sucesor y sin esperarlo, emprendió viaje

de regreso a España el 31 de diciembre de 1621.

Obra literaria [editar]

De regreso a la Península, dedicó su tiempo libre a la producción

poética, llegando a publicar:

Obras en verso (1630, 1652 y 1663)

La pasión de Nuestro Señor Jesucristo en tercetos (1638)

Nápoles recuperada por el rey don Alonso (1651 y 1658), poema

heroico

Oraciones y meditaciones de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, con

otros dos tratados de los tres tabernáculos y soliloquios del alma

(1661).

13.- Diego Fernández de Córdoba

I Marqués de Guadalcázar

Linaje : Casa de Aguilar

Page 44: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Predecesor : Francisco Fernández de Córdoba, señor de Guadalcázar

Sucesor : Francisco Antonio Fernández de Córdoba

Ocupación : Virrey de la Nueva España - Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Ma. Ana Riederer de Paar

Nacimiento : Sevilla, 1578

Fallecimiento : Córdoba (España), 1630

Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcázar (Sevilla,

España, 1578 - Córdoba, ibid., 1630), administrador de las colonias

españolas en América. Fue sucesivamente virrey de la Nueva España

(1612-1621) y del Perú (1621-1629)

A lo largo de su mandato en Nueva España terminó con la revuelta de

los tepehuanes en Sinaloa y fundó numerosas ciudades, como Lerma

(1613), Córdoba (1618) y Guadalcázar (1620). Construyó el Fuerte de

San Diego en Acapulco y mejoró el saneamiento y el abastecimiento

de aguas de la Ciudad de México, finalizando el acueducto que desde

Chapultepec abastecía la ciudad. Debido a todo ello, recibió el

sobrenombre de el Buen Virrey.

Como virrey de Perú, reformó el sistema fiscal y acabó con las luchas

entre familias rivales que ensangrentaban el virreinato. También

fortificó Lima para hacer frente a los ataques de piratas. En 1629

abandonó su cargo y regresó a España, donde murió el año siguiente.

14.- Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla

IV Conde de Chinchón

Linaje : Casa de Cabrera

Predecesor : Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla

Sucesor : Francisco Fausto Fernández

Ocupación : Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Ana de Osorio Francisca Enríquez de Ribera

Nacimiento : Madrid, 20 de octubre de 1586

Fallecimiento : Madrid, 28 de octubre de 1647

Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, (*Madrid,1589-

†1647), cuarto conde de Chinchón y funcionario colonial español. Fue

Virrey del Perú desde 1629 hasta 1639.

Page 45: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Biografía

Fernández de Cabrera Bobadilla nació en Madrid en 1589

perteneciente a una familia cercana al trono español. Sus padres

fueron Diego Fernández de Cabrera, tercer Conde de Chinchón e Inés

Pacheco, hija del Marqués de Villena y Duque de Escalona, Diego

López Pacheco, y de Luisa Bernarda de Cabrera Bobadilla, tercera

marquesa de Moya. Los padres de Don Luis eran primos.

De la época de su mandato datan el hallazgo de minas de plata en el

Cerro de Pasco y el hallazgo de las propiedades febrífugas de la

corteza de quina.

El 3 de noviembre de 1639, San Martín de Porres fallece en Lima. La

veneración hacia el fraile mulato era tal, que el Virrey fue a besarle la

mano cuando se encontraba en su lecho de muerte.

Al concluir su mandato como Virrey en 1639, Fernández de Cabrera

regresó a España, donde llegó a ser Consejero de estado y acompañó

al Rey Felipe IV en la campaña de Navarre, Aragon y Valencia.

Falleció el 28 de octubre de 1647 en Madrid.

Enlaces externos.

15.- Pedro Álvarez de Toledo y Leiva

I Marqués de Mancera

Linaje : Casa de Alba

Predecesor : Luis de Toledo, señor de Mancera

Sucesor : Antonio Sebastián de Toledo Molina y Salazar

Ocupación : Militar - Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Luisa Feijóo de Novoa y Zamudio María de

Salazar Enríquez de Navarra

Nacimiento : Úbeda, 1585

Fallecimiento: Mancera, 1654

Pedro (Álvarez) de Toledo y Leiva, I Marqués de Mancera (Úbeda, Jaén

1585 - Mancera, Salamanca 1654). Noble, militar y XV Virrey del Perú.

Page 46: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Hijo de Luis de Toledo e Isabel de Leiva. Tempranamente iniciado en

la carrera de las armas, combatió en Italia (1600); se halló en la

campaña que el príncipe Doria condujo contra Argel (1601); y al

mando de cinco galeras concurrió a la defensa del estrecho (1607),

atacado por los moros. Después ejerció cargos de gobierno: como

miembro del Consejo Colectoral de Nápoles, gobernador y capitán

general de Galicia y gobernador de Orán. Honrado entonces con el

título de Marqués de Mancera (17 de julio de 1623), pasó a integrar el

Consejo de Guerra; y nombrado virrey del Perú (24 de febrero de

1638), empleó más de un año en los preparativos de viaje, pues salió

de Cádiz el 20 de mayo de 1639.

En el Perú [editar]

Tomó posesión de su cargo el 18 de diciembre de 1639, y lo entregó

al Conde de Salvatierra el 20 de septiembre de 1648; de modo que

rigió los destinos del Perú durante ocho años, nueve meses y dos

días.

Ante las frecuentes incursiones de los piratas, y aconsejado por su

experiencia militar, dispuso la fortificación del Callao (1640), la

erección de fuertes en Arica y Valdivia, y aun la defensa de Buenos

Aires. Introdujo el uso del papel sellado (1641). Visitó las minas de

azogue de Huancavelica (1645), para reformar su administración y

asegurar el aprovisionamiento del metal; intentó ordenar la

explotación del mineral de Potosí. Dispuso la venta y composición de

tierras, y mediante su ejecución obtuvo 2 millones de pesos para la

Corona. Aunque tendió a "la conservación, buen tratamiento y alivio

de los indios", reconoció que éstos tenían por enemigos a

corregidores, curas y caciques, "atentos a enriquecer de su sudor", y

que ninguna preocupación mostraban por obedecer las providencias

dictadas para amparar a aquéllos.

Para conocimiento de su sucesor preparó una Relación del estado del

gobierno del Perú (al parecer impresa en Lima hacia 1648). De vuelta

en la corte, murió el 9 de marzo de 1654.

Page 47: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

17.- García Sarmiento de Sotomayor

II Conde de Salvatierra

Linaje : Casa de Sarmiento

Predecesor : Diego Sarmiento de Sotomayor

Sucesor : Diego Sarmiento de Sotomayor y Luna

Ocupación : Militar

Virrey de la Nueva España -Virrey del Perú

Cónyuge(s) : Soltero

Nacimiento : Valle de las Hachas,

Fallecimiento : Lima, 26 de abril de 1659

García Sarmiento de Sotomayor y Luna (Lima, 1659). Noble y

funcionario colonial español. Virrey de la Nueva España y XVI Virrey

del Perú.

Infancia y juventud

Hijo de Diego Sarmiento de Sotomayor, primer Conde de Salvatierra y

Marqués del Sobroso, y Leonor de Luna Enríquez Sarmiento y

Manrique, hermana del Conde de Fuentidueña.

Visto su celo en el cumplimiento de diversos cargos cortesanos, el 31

de marzo de 1631 fue nombrado maestre de campo de la infantería

organizada en Galicia para marchar a Flandes; y sucesivamente pasó

a ser asistente y maestre de campo general de Sevilla (1634), y

gobernador de la armada real.

Virrey de la Nueva España

Elegido Virrey de la Nueva España, el 1º de julio de 1642, tomó

posesión de su gobierno el 13 de noviembre de 1642, y lo ejerció

hasta el 13 de mayo de 1648. Allí se enemistó con el obispo de

Puebla, Juan de Palafox y Mendoza, debido al apoyo que brindó a los

jesuitas en las disputas que mantuvieron con el prelado y, llegadas

algunas quejas a la corte, se resolvió su traslado al Virreinato del

Perú, el 8 de julio de 1647. Sin embrago, demoró su viaje para hacer

entrega del gobierno a su sucesor.

Page 48: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ

Virrey del Perú

Llegó al Callao el 28 de agosto de 1648, pero su entrada oficial en

Lima se efectuó el 20 de setiembre de 1648. Ante posibles

incursiones de los portugueses, dispuso que los comerciantes de esa

nacionalidad vendieran las nevas que poseían para sus operaciones

en el Océano Pacífico, y para cortar la circulación de la moneda de

baja ley, limitó primero su valor cancelatorio y luego declaró su

invalidez. Ordenó la Real Hacienda, cobrando los adeudos al fisco y

promoviendo la actividad minera. Favoreció las misiones de Maynas,

atendidas por los jesuitas. Afectado el Cuzco tras el terremoto del 31

de marzo de 1650, comenzó las tareas de reconstrucción. En Lima

dispuso la construcción de la pila ornamental de la plaza mayor.

Concluyó su mandato el 24 de febrero de 1655, pero permaneció en

Lima, debido al estado de guerra entre España e Inglaterra.

Page 49: LOS 40  VIRREYES DEL PERÚ