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XVIII Congreso Nacional Arqueologa Chilenade

LIBRO DE RESMENESValparaso, 5 al 9 de octubre de 2009

GOBIERNO DE CHILEMUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARASO

Sociedad Chilena de Arqueologa LIBRO DE RESMENES Valparaso, 5 al 9 de octubre de 2009 Registro de Propiedad Intelectual: 184179 ISBN: 978-956-19-0646-4 Diseo de Portada y diagramacin: Nacor Quiones Impreso en Grca LOM

ndice

1.- Simposio Zooarqueologa en Chile 2.- Simposio Cmo vemos: el saber hacer metodolgico frente a la materialidad visual en Arqueologa 3.- Simposio En la lnea del cambio cultural: antecedentes, supuestos y prejuicios. 4.- Simposio Movilidad humana e interacciones entre poblaciones de la prehistoria chilena: perspectivas de la bioantropologa y la arqueologa. 5.- Simposio Fuentes de materias primas lticas: estrategias de aprovisionamiento, uso y circulacin. 6.- Simposio Arqueologa de los pequeos espacios insulares 7.- Simposio Ocupacin de los espacios cordilleranos por cazadores recolectores: procesos de poblamiento, variabilidad y cambio cultural. 8.- Simposio Arqueologa Histrica y capitalismo en el cono Sur. 9.- Simposio Tecnologa en Arqueologa 10.- Simposio Arqueologa Martima, nuevos avances en el contexto de la investigacin en Chile y el contexto Latinoamericano. 11.- Simposio Regional Norte Grande 12.- Simposio Regional Norte Chico 13.- Simposio Regional Chile Central y Centro Sur 14.- Simposio Regional Chile Extremo Sur

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Simposio

Zooarqueologa en Chile: viejos problemas y nuevos antecedentesCoordinadoresRafael Labarca y Francisco Mena

Estudio osteomtrico de cachorros actuales de otaria avescens y sus implicancias en la evaluacin arqueolgica de la estacionalidadFlorencia Borella* y G. Lorena LHeureux** *CONICET-INCUAPA, Departamento de Arqueologa. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Olavarra, Argentina. [email protected] **CONICET-IMHICIHU, Departamento de Investigaciones Prehistricas y Arqueolgicas (DIPA), Buenos Aires, Argentina. [email protected] otridos son animales que se caracterizan por formar grandes grupos gregarios fcilmente localizables en tierra durante el periodo reproductivo y de paricin que tiene lugar en verano. Las dos especies ms frecuentes en el registro arqueolgico de Sudamrica son Otaria avescens (lobo marino de un pelo) y Arctocephalus australis (lobo marino de dos pelos). En ambas especies el ciclo reproductivo se desarrolla nicamente en tierra, por lo que es factible acceder a las cras durante sus primeros meses de vida, convirtindose as en presas potencialmente fciles. El hallazgo de restos seos de cras de pinnpedos en el registro arqueolgico es frecuentemente mencionado para sitios de la costa atlntica de Patagonia. Esto ha permitido plantear, por un lado, el tamao de las presas preferido y/o transportado y, por otro, la existencia en el pasado de loberas reproductivas relativamente prximas a los sitios en cuestin. La identicacin de clases de edad en el registro arqueolgico es clave para entender el uso estacional de este recurso en el caso de individuos menores a un ao, as como realizar inferencias en relacin con el momento de las ocupaciones humanas en los sitios en general. En este sentido englobar en una misma categora nonatos, neonatos e individuos de alrededor de un ao enmascara la poca del ao en que los cazadores recolectores hacan uso de este recurso. Sin embargo, en la literatura se ha inferido la estacionalidad de los sitios a partir de la presencia de cras de lobos marinos apelando a que stos nacen en verano (por ej. LHeureux y Franco 2002: 198, Lefevre et al. 2003: 110 entre otros). Pero la sola presencia de cachorros no garantiza la estacin en que se realiz la captura y, por lo tanto, esta inferencia resulta equvoca debido a que su presencia en el registro arqueolgico puede estar representando tanto la captura de individuos recin nacidos (diciembre o enero: hasta dos meses) como de aquellos que tienen ya alrededor de un ao y que an permanecen junto a sus madres (noviembre o diciembre: 12 meses). Uno de los mtodos ms utilizados para la determinacin de la estacionalidad en pinnpedos ha sido la lectura de las lminas de crecimiento de la dentina a partir de cortes transversales o longitudinales (Crespo 1988 y Schiavini 1990). En el caso de Otaria avescens este mtodo es aplicable una vez que los animales han adquirido su denticin permanente, es decir despus del ao de vida. De esta forma se torna difcil realizar una aproximacin a la estacionalidad de las ocupaciones humanas en el pasado a partir de la presencia de cachorros de Otaria avescens. Sin embargo, hoy sabemos que en esta especie, durante el primer ao de vida los

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animales reemplazan sus dientes deciduos por los permanentes. Este reemplazo fue estudiado por E. A. Crespo (1988:66-68), quien estableci cuatro clases de edad para el primer ao de vida [categora A (0 a 1,5 meses); categora B (de 1,5 a 5 meses); categora C (de 5 a 8 meses), y categora D (de 8 a 12 meses)]. De acuerdo con esto consideramos necesario identicar las mencionadas clases de edad para denir las categoras de cachorros que resultan tiles como indicadores de estacionalidad. En este sentido, la utilizacin de los criterios presentados por Crespo adquiere relevancia en la discusin arqueolgica de la estacionalidad a partir de restos de lobos marinos menores a un ao (Borella ms). A su vez, sabemos que no siempre en el registro arqueolgico son recuperadas mandbulas o maxilares de estos animales que conserven sus dientes in situ, mientras que la mayor frecuencia de hallazgos est dada por los huesos del esqueleto postcraneal. Teniendo esto en cuenta se plantea un estudio osteomtrico de tipo tradicional (osteometra linear) realizado sobre materiales modernos de referencia de edad conocida dentro del primer ao, que permita evaluar la correlacin existente entre la informacin brindada por la erupcin dentaria y el tamao de los huesos del esqueleto de Otaria avescens. Los resultados generados permitirn realizar inferencias conables acerca del momento de captura de estos cachorros y de la estacionalidad de la ocupacin de los sitios. En este trabajo presentamos los primeros resultados del anlisis mtrico de 11 elementos seos inmaduros (huesos largos, huesos del autopodio, pelvis y hemimandbula) de Otaria avescens siguiendo una gua osteomtrica elaborada especialmente de acuerdo con la anatoma de los elementos no fusionados de esta especie (LHeureux et al. ms). Se utiliz una muestra compuesta por 20 individuos de Otaria avescens procedentes del rea Islote Lobos, costa de Ro Negro, Repblica Argentina. La misma est representada por especmenes de ambos sexos de entre 1,5 y 12 meses de edad que se distribuyen de acuerdo con las categoras ya denidas (Crespo 1988) de la siguiente manera: 15 categora B, 1 individuos categora C, 4 individuos categora D. La totalidad de las medidas fueron obtenidas mediante el uso de un calibre digital de 0,01 mm de precisin y relevadas por un nico observador. Los datos fueron analizados a partir de pruebas estadsticas uni y multivariadas con motivo de identicar diferencias en los tamaos corporales de las cras segn la variable edad (y sexo si fuera perceptible estadsticamente a edad temprana). Esto permitir derivar, en forma exploratoria, un modelo de regresin de estimacin etaria para individuos menores de un ao, utilizando los tamaos de los elementos seos de acuerdo con las edades denidas por la erupcin dental.

ReferenciasBorella, F. MS. Informe al CONICET ao 2007-2008. Crespo 1988. Dinmica poblacional del lobo marino de un pelo Otaria avescens (SHAW, 1800) en el norte del litoral patagnico. Tesis doctoral. Universidad de Buenos Aires. LHeureux, G.L. y N. V. Franco 2002. Ocupaciones humanas en el rea de Cabo Vrgenes (Pcia. De Santa Cruz, Argentina): el sitio Cabo Vrgenes 6. Anales del Instituto de la Patagonia, 30: 183-201. LHeureux, G.L., F. Borella y V. Silva. Gua osteomtrica para Otaria avescens. MS. Lefevre, C., S. Lepetz, D. Legoupil 2003. Cazadores terrestres, cazadores martimos? Explotacin de los recursos animales en el Locus 1. En: Cazadores recolectores del Ponsonby (Patagonia Austral) y su paleoambiente desde VI al III milenio A.C. editado D. Legoupil, Magallania vol 31, Tirada Especial (Documentos), pg. 63-116. Schiavini, A. 1990. Estudio de la relacin entre el hombre y los pinnpedos en el proceso adaptativo humano al Canal de Beagle (Tierra del Fuego, Argentina) Tesis doctoral, Universidad de Buenos Aires.

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Implicancias e imponderables metodolgicos en el estudio de la malacofauna: el caso enoplochiton niger (Barnes 1824)Laura Olgun*, Marcela Lucero** y Donald Jackson*** *Licenciada en Arqueologa, Universidad de Chile: [email protected] **Arqueloga, Universidad de Chile: [email protected] **Arquelogo, Departamento de Antropologa, Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Chile: [email protected] de los grupos de especies de moluscos ms frecuentes de nuestras costas tanto en la actualidad como en la prehistoria son los placforos conocidos comnmente como chitones o apretadores, los que deambulan comiendo algas por sobre las rocas litorales del intermareal medio y bajo, jndose en ellas gracias a su fuerte pie. Estos moluscos pertenecen a la clase Polyplacophora y las especies ms comunes halladas en los sitios costeros a lo largo de Chile son Acanthopleura echinata (Barnes 1824), Chiton granosus (Frembly 1928), Chiton latus (Sowerby 1825) y Enoplochiton niger (Barnes 1824). Se caracterizan morfolgicamente por tener un cuerpo cubierto de ocho placas calcreas, articuladas entre s, que se asemejan a un caparazn. Por lo general, las placas o conchas de los chitones registradas en contextos arqueolgicos se encuentran no articuladas, lo que implica desde ya una dicultad en la estimacin tanto del NMI como de talla y biomasa. A partir de esto, consideramos que su estudio e importancia como recurso costero en el pasado no ha sido lo sucientemente profundizado, como s se ha hecho, por ejemplo, con el caso de los Fisurlidos (lapas) o Concholepas (loco). A partir de lo anterior, se ha elegido estudiar el comportamiento espacial y secuencial de la especie placfora Enoplochiton niger teniendo en consideracin, primero, que este molusco herbvoro y depredador de algas (preferentemente Lessonia nigrescens, Bory 1826) presenta en la actualidad ciertas variaciones ecolgicas probablemente relacionadas a los cambios oceanogrcos de temperatura (p.e. Fenmeno de El Nio), y segundo, que ha sido consumido por el hombre a lo largo de la secuencia del Holoceno, pero con variaciones signicativas. En consecuencia, el objetivo de nuestro trabajo es discutir a travs del estudio de las muestras arqueolgicas de esta especie de chitn si tales variaciones efectivamente corresponden a cambios oceanogrcos o a una seleccin cultural. Es as que, en una primera instancia, se evalan los escasos antecedentes taxonmicos, ecolgicos y biolgicos existentes en la literatura cientca sobre la especie Enoplochiton niger registrada en diversos contextos arqueolgicos de la costa norte y centro de Chile, con el n de establecer su distribucin geogrca, hbitat y comportamiento en relacin a otros organismos marinos. Luego, se comparan y evalan las muestras arqueolgicas provenientes de seis sitios estudiados a lo largo de Holoceno: Mamilla 1 (Tocopilla, Holoceno Tardo), Caleta Bandurrias (Taltal, Holoceno Tardo), Totoral (Huasco, Holoceno Tardo), El Membrillar I y II (Concn, Holoceno Tardo), Duna Agua Amarilla (Los Vilos, Holoceno Medio) y Punta agu (Los Vilos, Holoceno Temprano), determinando la distribucin espacial y temporal de esta especie y sus asociaciones signicativas con otros moluscos. En ltimo lugar, junto con exponer los resultados de investigacin, nuestro trabajo tiene como nalidad ejemplicar a travs de este caso de estudio, algunos problemas e implicancias metodolgicas que han surgido en el estudio de la malacofauna en arqueologa, pues consideramos que no existe una estandarizacin de los criterios metodolgicos aplicados a la hora de tomar las muestras de las especies malacolgicas, como por ejemplo, la cantidad y dimensiones de las columnas de control de fauna, sobre todo en sitios con contexto de conchal. Respecto a ello se plantea, a modo de conclusin, una propuesta metodolgica con el objeto de enriquecer y estandarizar los anlisis malacolgicos, haciendo hincapi tanto en los criterios de recoleccin de muestras como en su posterior anlisis, que contribuyan ms all de temticas como la dieta,

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ornamentacin e instrumental de los grupos culturales, y nos aproximen a otras problemticas como las condiciones paleoambientales y paleoclimticas que han sido consideradas en escasas investigaciones.

Tafonoma de heces de puma concolor linnaeus y su aplicacin en contextos arqueolgicos y paleontolgicos.Rafael Labarca E.*, Alfredo Prieto I.** y Rodrigo Villalobos A.*** * Programa de Doctorado UNCPBA, Argentina. [email protected] ** Centro de Estudios del Hombre Austral, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes. alfredo. [email protected] *** Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile. [email protected] los restos faunsticos de yacimientos arqueolgicos y paleontolgicos bajo roca a menudo se transforma en una tarea difcil, puesto que tanto los grupos humanos como carnvoros y aves rapaces utilizan este tipo de refugios. Generar marcos de referencia que permitan una adecuada caracterizacin de los distintos potenciales agentes formadores del registro seo animal resulta una va adecuada para eliminar esta incertidumbre. La gran mayora de los trabajos realizados hasta la fecha (i.e. Andrews 1990) en torno a esta temtica se han centrado fundamentalmente en caracterizar la dieta de rapaces y pequeos carnvoros, la que se compone fundamentalmente de roedores. Pero qu ocurre con depredadores de mayor tamao, los que pueden acceder a grandes presas como artiodctilos? Este resulta un tema no menor puesto que los camlidos y crvidos fueron parte central de la subsistencia de los grupos prehistricos en gran parte del territorio nacional y reas vecinas. En esta lnea, se presenta el anlisis tafonmico efectuado a 117 heces de Puma concolor recolectados en el altiplano de la Regin de Arica y Parinacota (Norte de Chile) durante octubre de 2005 y diciembre de 2006. En terreno, las muestras se eligieron de acuerdo a su tamao y caractersticas macroscpicas, ocupando el dimetro (mayor a 3,5 cm) como elemento fundamental de eleccin. El anlisis de diversidad faunstica indic que la dieta de este Felidae se compone en un 78,4% de mamferos y en un 21,6% de aves. La vicua (Vicugna vicugna Molina) representa el 46,1% de la muestra, los animales domsticos un 15,4%, los carnvoros un 4,6%, los roedores un 10% y las aves un 21,6% de las presas consumidas por el puma. Metodolgicamente, se caracteriza la frecuencia de partes esqueletarias, fragmentacin, incidencia de cidos digestivos y tamao de los especmenes que presentan este atributo, teniendo en consideracin los tres grupos taxonmicos principales identicados: camlidos, aves y roedores. Los resultados son contrastados con la informacin del yacimiento paleontolgico Cueva Lago Sofa 4, ubicado en la Regin de ltima Esperanza, Patagonia Chilena, sitio que ha sido tradicionalmente interpretado como una madriguera de Panthera onca mesembrina Cabrera (Borrero et al. 1991), una subespecie extinta de jaguar que habit en el Pleistoceno de Patagonia.

ReferenciasAndrews, P. 1990. Owls, Caves and Fossils. University of Chicago Press. Borrero, L., F. Martin y A. Prieto. 1997. La Cueva Lago Sofa 4, ltima Esperanza: una madriguera del felino del Pleistoceno Tardo. Anales del Instituto de la Patagonia, Serie Ciencias Humanas (Chile) 25: 103122.

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Machacadores sobre restos seos de huemulAlfredo Prieto y Vctor Sierpe* *Centro de Estudios del Hombre Austral, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes. alfredo. [email protected] Proyecto FONDECYT 1070709Los hallazgos de fauna extinta en la zona centro-oriental de la provincia de ltima Esperanza (Regin de Magallanes y Antrtica Chilena), la gran mayora en cuevas (Saxon 1976, Borrero et al. 1991, Massone 1991, Borrero y Massone, 1994), nos condujeron a la excavacin de un alero a la salida de un gran humedal ubicado en la zona alta del cerro Bentez, donde se ubican las conocidas Cueva del Milodn, Cueva del Medio, Alero Dos Herraduras y Cueva Chica. Esto con el n de poder determinar si en las cercanas de dicho humedal aparecan evidencias de fauna extinta como para sondear posteriormente la gran vega. El trabajo de sondeo no produjo evidencias de fauna extinta; sin embargo, se encontraron elementos culturales de inters para la prehistoria de Fuego-Patagonia. Este nuevo sitio, denominado Alero Quemado, presenta una datacin inicial de 6.92050 A.P. En el sondeo de 1 m2 realizado en medio del alero se produjo el hallazgo de varios machacadores seos (sensu Hajduk y Lezcano 2004) sobre distintas partes anatmicas tanto de guanaco (Lama guanicoe) como de huemul (Hippocamelus bisulcus). Los instrumentos seos del tipo machacador han sido discutidos largamente en la arqueologa patagnica a partir de Bird (1988). Suelen estar, en su gran mayora, representados por partes distales y proximales de huesos largos de guanaco; no obstante, en otros sitios arqueolgicos se han hallado distintos elementos anatmicos con la misma morfologa tales como: escpula (Hajduk et al. 2004), vrtebra cervical (Franco et al. 2007) y pelvis (Sierpe et al. 2009). En menor medida, se los ha hallado elaborados en elementos seos de otras especies, tales como and (Caviglia y Borrero 1978) y lobos marinos (Caracotche et al. 2005). Son escasos los sitios arqueolgicos en los cuales se hace presente este tipo de instrumento en huesos de huemul, siendo descritos hasta el momento slo por De Nigris (2005) y ahora los encontrados en el sitio Alero Quemado, los cuales se encuentran representados en un mayor porcentaje en relacin a los huesos con corte perimetral de guanaco (Sierpe et al. 2009). La presencia de instrumentos seos sobre huesos de huemul no es comn en Fuego-Patagonia, por lo que este sitio se agrega a otras evidencias con vistas a determinar qu grupos fueron los productores de estos instrumentos y aadir as nuevos elementos de juicio para una mejor interpretacin de tales herramientas. Hasta la fecha los machacadores seos se interpretan como utilizados exclusivamente por cazadores terrestres en la zona y como marcador de sus actividades (San Romn 2004), pese a que existe evidencia de stos en Tierra del Fuego, presumindose que la transmisin de su uso cont con el concurso de los pueblos canoeros en la zona. Este trabajo intenta determinar que los machacadores seos fueron efectivamente utilizados como lo indica su nombre, entrega algunos datos de fechados directos sobre esta pieza y problematiza acerca de su uso por parte de canoeros.

ReferenciasBird, J. 1988. Travels and Archaeology in South Chile. University of Iowa Press, Iowa. Borrero, L.; F. Martin y A. Prieto. 1997. La Cueva Lago Sofa 4, ltima Esperanza: una madriguera del felino del Pleistoceno Tardo. Anales del Instituto de la Patagonia, Serie Ciencias Humanas (Chile). 25:103122.

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Borrero, L. y M. Massone. 1994. Arqueologa de los aleros de Dos Herraduras, ltima Esperanza, Chile. Revista del Museo de Historia Natural de San Rafael XIV (1-4):288-289. Caracotche, M. I., I. Cruz, S. Espinosa, F. Carballo y J. B. Belardi. 2005. Rescate arqueolgico en el Parque Nacional Monte Len (Santa Cruz, Argentina). Magallania. Vol 33(2):143-163. Caviglia, S. y L. A. Borrero. 1978. Baha Solano: su interpretacin paleoetnozoolgica en un marco regional. Actas del V Congreso Nacional de Arqueologa, Argentina. De Nigris, M. E. 2005. El consumo en grupos cazadores recolectores. Un ejemplo zooarqueolgico de Patagonia Meridional. Sociedad Argentina de Antropologa (Tesis de Doctorado). Hajduk, A. y M. Lezcano. 2005. Un nuevo-viejo integrante del elenco de instrumentos seos de Patagonia: los machacadores seos. Magallania 35(1): 63-80. Massone, M. 1991. Estudio de la ceniza volcnica y sus implicancias en la interpretacin de algunos registros arqueolgicos de Chile Austral. Anales del Instituto de la Patagonia, Serie Ciencias Humanas (Chile) 20:111-115.

Estudios diagenticos en contextos nipleistocnicos de la costa de los vilos: una aproximacin a la conservacin diferencial del registro seoRoxana Seguel*, Daniela Bracchitta**, lvaro Villagrn*** y Fernanda Espinosa*** * Conservadora Jefa, Laboratorio de Arqueologa, Centro Nacional de Conservacin y Restauracin. [email protected] ** Conservadora, Laboratorio de Arqueologa, Centro Nacional de Conservacin y Restauracin. [email protected] *** Qumico Jefe, Laboratorio de Anlisis, Centro Nacional de Conservacin y Restauracin. [email protected] **** Biloga Asociada, Laboratorio de Anlisis, Centro Nacional de Conservacin y Restauracin. [email protected] estudios tafonmicos en la costa de Los Vilos se iniciaron en 1999, como una opcin metodolgica orientada a dilucidar las complejas historias depositacionales que presentan en el rea los yacimientos con fauna extinta, producto de condiciones geomorfolgicas que han derivado en problemas de palimpsesto (Mndez et al. 2005, Jackson et al. 2005.). A esta compleja situacin se suma adems la naturaleza del registro recuperado, que siendo efmero cuantitativamente y precario en su dimensin diagnstica, diculta enormemente los procesos interpretativos que conllevan a su posible adscripcin a grupos humanos de nes del Pleistoceno (Lpez et al. 2004). Estos estudios, iniciados tmidamente a nales de la dcada del noventa, han adquirido con el tiempo mayor relevancia, toda vez que nos asiste la creciente conviccin de que son una fuente importante de informacin acerca de las conductas humanas del pasado (p.e. tcnicas de caza y destazamiento), de los componentes arqueofaunsticos del registro (p.e. grado de asociacin cultural), de los procesos de formacin de sitios (p.e. incidencia y magnitud de fenmenos naturales versus culturales), de las caractersticas paleoecolgicas del contexto sistmico (p.e. ambientes y condiciones de depositacin) y de los procesos postdepositacionales (p.e. fenmenos de sedimentacin y diagnesis), entre otros (Gutirrez 2004).

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La tafonoma en la costa de Los Vilos ha sido abordada principalmente desde la disciplina arqueolgica y se ha basado tanto en el anlisis de unidades actualsticas como arqueolgicas (Jackson y Jackson 1999, Lpez 2004, 2005, Labarca 2003, Mndez et al. 2005, Jackson et al. 2005). El nfasis de estos estudios ha estado en la identicacin y caracterizacin macroscpica y/o microscpica de los efectos tafonmicos que presentan muestras arqueolgicas, paleontolgicas, actuales y subactuales de mamferos terrestres, tanto extintos como modernos. Su propsito ha sido discriminar agentes y procesos naturales y culturales que provocan marcas y huellas en el registro fsil, as como determinar los factores que inciden en su incorporacin a los contextos en estudio. Desde el punto de vista metodolgico, los estudios tafonmicos desarrollados en el rea han seguido las estrategias analticas clsicas: (a) determinacin de ndices de meteorizacin e identicacin de marcas por pisoteo, arrastre, transporte uvial y abrasin sedimentaria; (b) identicacin y clasicacin de marcas producidas por carnvoros, (c) caracterizacin de marcas ocasionadas por roedores y por el desarrollo vegetativo del ecosistema y (d) determinacin y tipicacin de huellas antrpicas, tanto a ojo desnudo como bajo lupa binocular. En los ltimos aos se ha iniciado, desde el mbito de la conservacin, una nueva lnea de trabajo que, orientada hacia los fenmenos diagenticos, apunta a visualizar los procesos de transformacin y preservacin de la data emprica desde una nueva escala analtica. sta dice relacin con los mecanismos fsicos y qumicos que afectan al registro seo durante su etapa de enterramiento, a n de establecer las causas que conducen a estadios diferenciados de preservacin, toda vez que estudios estratigrcos realizados en sitios nipleistocnicos han puesto en evidencia las siguientes situaciones. A saber: (1) restos esqueletales comparables en su densidad estructural (p.e. vrtebras y costillas) presentan, para el mismo estrato, niveles distintos de cohesin estructural y meteorizacin; (2) restos esqueletales de distintas especies y/o individuos presentan, para el mismo estrato, niveles diferenciados de mineralizacin; y (3) restos esqueletales que presentan condiciones macroscpicas de mayor integridad, carecen de colgeno suciente para su datacin, a diferencia de otros que con altos ndices de meteorizacin ha sido posible fechar por medio de AMS (Lemp y Seguel 2005, 2007, Seguel 2008). La presente ponencia pretende dar a conocer el modelo analtico que se ha diseado para el estudio de los procesos diagenticos, as como discutir, a la luz de los resultados obtenidos, los alcances y limitaciones que poseen las tcnicas arqueomtricas que se han aplicado tanto para la caracterizacin fsica y qumica de los depsitos estratigrcos como para la identicacin de los componentes estructurales y mineralgicos de las muestras seas. Asimismo, se pretende poner en discusin las estrategias interpretativas que se han asumido en el marco un enfoque sistmico contextual, orientado a establecer patrones y distinciones composicionales que permitan formular algunas hiptesis correlacionables con procesos diagenticos especcos en vista a comprender las situaciones de conservacin diferencial detectadas en los contextos nipleistocnicos de la costa de Los Vilos.

ReferenciasGutirrez, M. A. 2004. Anlisis tafonmicos en el rea Interserrana (Provincia de Buenos Aires). Tesis para optar al grado de Doctor en Arqueologa, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, Argentina. 533 p. Jackson, D. y D. Jackson.1999. Tafonoma de zorros: preservacin diferencial e implicancias para el registro arqueolgico en la costa de la provincia de Choapa. Conserva 3: 99-113. Jackson, D., C. Mendz, P. Lpez, D. Jackson y R. Seguel. 2005. Evaluacin de un asentamiento arqueolgico en el semirido de Chile: procesos de formacin de sitios, fauna extinta y componentes culturales. Intersecciones en Antropologa 6: 139-151.

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Labarca, R. 2003. Relacin hombre-mastodonte en el semirido chileno: el caso de quebrada Quereo (IV Regin, Coquimbo). Boletn del Museo Nacional de Historia Natural 52: 151-175. Lemp C. y R. Seguel 2005. Estudios de preservacin diferenciada del registro seo: denicin de un modelo metodolgico de anlisis. Informe de avance Proyecto FONDECYT 1030585. Lemp C. y R. Seguel 2007. Estado de preservacin del registro arqueofaunstico del sitio Santa Julia. Campaa 2005. Comuna de Los Vilos, provincia del Choapa, IV Regin. Informe de avance Proyecto FONDE CYT 1030585. Lpez, P. 2004. Tafonoma en la costa meridional del norte semirido de Chile (IV Regin). Alcances culturales y paleoecolgicos hacia el pleistoceno nal en la comuna de Los Vilos (31 latitud S). Tesis para optar al ttulo de Arquelogo, Departamento de Antropologa, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile, Santiago. 190 p. Lpez, P. 2005. Qu nos dicen los caballos de tiro, acerca de los caballos extintos? Actas XVI Congreso Nacional de Arqueologa Chilena, pp. 65-74. Concepcin. Lpez, P., R. Labarca y L. Nez 2004. Nivel Quereo I: una discusin acerca del poblamiento temprano en la provincia del Choapa. Werken 5: 15-20. Mndez, C., D. Jackson, P. Lpez, y R. Seguel 2005. Fauna extinta y procesos de formacin de sitios: un caso de palimpsesto en el litoral semirido, Los Vilos IV Regin de Coquimbo. Actas XVI Congreso Nacional de Arqueologa Chilena, pp. 645-654. Concepcin. Seguel, R. 2008. Conservacin y tafonoma en la costa semirida de Chile: Una sntesis crtica. Conserva 11: 65-91.

Oportunidades y riesgos del uso de datos ecolgicos en arqueologa costera: una revisin crtica de literatura en costas templadasCarola Flores* y Bernardo R. Broitman** * Dpto. de Antropologa, Universidad de California, Santa Brbara. Santa Brbara, California, EEUU. ** CEAZA, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad Catlica del Norte, Coquimbo, Chile.Publicaciones recientes de gran impacto han establecido el valor de contar con aproximaciones arqueolgicas en el estudio interdisciplinario de sociedades costeras. En particular, estos estudios han pretendido identicar impactos antrpicos en ecosistemas costeros frente a escenarios de variabilidad climtica. De este modo estudios arqueolgicos comienzan a ser usados en la comprensin de problemas ecolgicos y antropolgicos relacionados con sobreexplotacin, conservacin y manejo de recursos marinos. Sin embargo, pese al amplio uso de datos ecolgicos y geofsicos en estudios zooarqueolgicos de restos marinos e inferencias relacionadas con el aprovechamiento humano de estos recursos, carecemos de una base terica-metodolgica que fortalezca la contribucin de estos estudios a problemticas humanas contemporneas. Este trabajo presenta una revisin crtica de estudios arqueolgicos seleccionados sobre el uso y manejo de recursos en costas templadas alrededor del mundo. Examinando los mtodos y las caractersticas de los datos ecolgicos empleados para llevar a cabo inferencias arqueolgicas proponemos nuevas perspectivas que permitan generar un marco tericometodolgico donde la arqueologa, ecologa y antropologa puedan contribuir en conjunto a la comprensin del presente, pasado y futuro de la adaptacin humana a la costa.

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Fragmentacin de conjuntos seos de camlidos en contextos formativos del noroeste argentino. Su anlisis mediante el uso de sistemas de informacin geogrca.Andrs D. Izeta* *CONICET Museo de Antropologa Facultad de Filosofa y Humanidades. Universidad Nacional de Crdoba, Argentina. [email protected] anlisis de los patrones de fragmentacin de conjuntos seos es un tema recurrente en la literatura arqueolgica mundial. En los ltimos aos se ha producido un avance notable en este tipo de aproximaciones, permitiendo entender desde procesos de formacin de los conjuntos hasta la interpretacin del uso y posterior descarte de estos restos. En general esta bsqueda de patrones de fragmentacin en los conjuntos seos se ha basado en el registro de la forma, largo mximo y estado de las supercies de fractura. La combinacin de estas variables ha permitido interpretar en muy diversos contextos el origen antrpico de muchos conjuntos que se pensaban de origen meramente natural. Sin embargo, una variable como es la proporcin de supercie sea relativa de los fragmentos ha sido muy poco utilizada. En particular, el mayor inconveniente en su aplicacin puede adjudicarse a lo dicultoso que resulta cuanticar qu proporcin del hueso completo representa cada uno de los fragmentos de un conjunto arqueolgico determinado. Con el n de resolver esta problemtica en los ltimos aos se ha implementado el desarrollo, dentro de los estudios zooarqueolgicos, del uso de sistemas de informacin geogrca. Si bien este tipo de mtodos estuvo dirigido desde sus inicios hacia cuestiones relacionadas con el anlisis del uso del espacio a nivel regional, ha demostrado tener una versatilidad tal que se ha logrado adaptar el uso de este tipo de software a la problemtica zooarqueolgica cambiando la escala en la que se focalizaban anteriormente los estudios. Esta vez, en lugar de analizar cuestiones espaciales territoriales, la entidad a estudiar son especmenes correspondientes a elementos seos. Al igual que en otras reas la aplicacin de este tipo de tecnologa es an escasa, pero hasta el momento ha demostrado ser eciente en cuestiones relacionadas con cuanticacin del material seo arqueolgico como el clculo del MNE o el estudio de las frecuencias de marcas de corte. Avanzando en la aplicacin de esta metodologa se presentan anlisis derivados del examen de las imgenes generadas por los programas de SIG que permiten determinar el perl de fragmentacin de determinados conjuntos seos. Con el n de demostrar la utilidad de esta tcnica se presentan los resultados comparativos de cuatro conjuntos arqueolgicos del Valle de Cajn y del Valle de Santa Mara (Provincia de Catamarca, Repblica Argentina). Estos conjuntos han sido asignados temporalmente al Periodo Formativo regional y los fechados radiocarbnicos los sitan entre el 1900 y el 1500 AP. Los cuatro conjuntos fueron recuperados de contextos domsticos y presentan un alto grado de fragmentacin expresado tanto en las longitudes mximas de cada especimen como en la proporcin de supercie preservada. Con el uso del Sistema de Informacin Geogrca fue posible establecer similitudes y diferencias entre los cuatro conjuntos, notndose en general una recurrencia en los patrones y perles de fragmentacin que permitiran avanzar en la interpretacin de estos conjuntos como representativos del descarte post-consumo.

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Delimitacin de reas de actividad y eventos de descarte en el sitio Tuln 85Isabel Cartajena F.* *Departamento de Antropologa, Universidad de Chile. Ignacio Carrera Pinto 1045, uoa, Santiago. [email protected] sitio Tuln-85 se localiza en el borde sureste de la cuenca del Salar de Atacama, con un patrn artefactual y dataciones de 1.400 al 380 A.C cal correspondientes a la fase Tilocalar (Formativo Temprano). Este yacimiento se encuentra caracterizado por un rea monticular central, compuesta por depsitos estraticados que alcanzan gran profundidad en algunos sectores de ms de dos metros. En el sector meridional se registran estructuras circulares y subcirculares aglomeradas, construidas con grandes lajas verticales con un patrn propio de la fase Tilocalar, las que tambin se encuentran cubiertas por depsitos estraticados. El rea del montculo corresponde a un rea extensa de descarte, presentando una alta densidad de materiales. Los restos se presentan en buenas condiciones de conservacin, lo que denota que stos fueron quedando cubiertos relativamente rpido por las ocupaciones sucesivas, sin largos perodos de exposicin. Por su parte, el sector de las estructuras presenta una menor densidad de restos seos y denota actividades de limpieza al interior de stas. La extensin y profundidad del rea monticular seala una ocupacin intensiva caracterizada por actividades de descarte redundantes. Si se asume la existencia de una relacin funcional y causal entre los atributos del conjunto seo y el proceso que gener dicho conjunto (Kent 1993), es posible identicar los diversos estadios de procesamiento y utilizacin de la carcasa para la obtencin de productos primarios y/o secundarios (OConnor 1993, Izeta 2007). Desde esta perspectiva, cada estadio involucra productos y desechos, los que pueden ser identicados (Izeta 2007:22). Una variable comnmente utilizada es la representacin de unidades anatmicas y su relacin con la anatoma econmica. No obstante, la utilizacin de patrones esqueletarios para determinar la forma en que fue explotada la carcasa, determinar reas de actividad o la funcin de los yacimientos, no se encuentra exenta de discusin en cuanto a la capacidad de los ndices y medidas para dar cuenta de la seleccin antrpica y su reejo en el registro arqueolgico. Este aspecto cobra especial importancia en sitios con una ocupacin redundante y/o cambios en la funcin del sitio, responsables de la creacin de conjuntos seos que se superponen y, por tanto, difciles de interpretar. En este contexto, la visibilidad de eventos de descarte individual y de pequea escala queda opacada por la acumulacin a gran escala de mltiples eventos depositacionales (Lupo 2001). En el caso de Tuln-85 se busca identicar eventos depositacionales que nos permitan a su vez determinar reas de actividad, especialmente a travs de la representacin de unidades esqueletales. No obstante, es necesario el anlisis contextual y tafonmico de los restos con el n de identicar los procesos que han afectado al conjunto. En este marco de anlisis se pone especial nfasis en el estudio de la densidad sea, la que puede variar inversamente con algunas medidas de utilidad econmica, produciendo perles esqueletales asimilables a ciertas curvas de utilidad. De igual forma, el estudio de los estadios de meteorizacin puede dar cuenta de eventos de descarte diferencial. A travs de las huellas producto de la actividad antrpica se busca la identicacin de los diversos estadios de desmembramiento y procesamiento (Izeta 2007). Los restos recuperados sugieren un fuerte nfasis en la explotacin de camlidos, como tambin la incorporacin de otros taxones y recursos como los huevos de parinas a lo largo de toda la ocupacin. La diversidad taxonmica, por tanto, en especial a la incorporacin de otros taxones tambin permite en este caso individualizar posibles eventos.

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A travs de la identicacin de eventos a pequea escala y la delimitacin de reas de actividad se busca una mejor comprensin de la organizacin social en torno a la explotacin de los diferentes recursos faunsticos como tambin abordar otros aspectos como la especializacin.

ReferenciasIzeta, A. 2007. Zooarqueologa del sur de los valles Calchaques (Provincias de Catamarca y Tucumn, Repblica Argentina). Anlisis de conjuntos faunsticos del primer milenio A.D. BAR International Series 1612, Oxford. Kent, S. 1993. The inuence of hunting skills, sharin, and mode of cooking on faunal remains at sedentary Kalahari comunity. Journal of Anthropological Archaeology 12: 323-385. Lupo, K. 2001. Archaeological skeletal part proles and dierential transport: An ethnoarchaeological example fron Hadza bone assemblages. Journal of Anthropological Archaeology 20: 361-378. O`Connor, T. 1993. Process and terminology in mammal carcass reduction. International Journal of Osteoarchaeology 3: 63-67.

Entomoarqueologa: alcances y limitacionesSilvana Valeria Urquiza* *Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES - CONICET) - Instituto de Arqueologa y Museo (IAM Universidad Nacional de Tucumn), Argentina. [email protected] del campo gnoseolgico de la zooarqueologa denimos a la Entomoarqueologa, como la disciplina que estudia a los artrpodos presentes en el registro arqueolgico. La entomoarqueologa es muy importante ya que permite obtener datos forenses y ambientales especcos referidos a las condiciones de formacin del registro arqueolgico como humedad, temperatura, qumica del substrato y estacionales. Tambin puede utilizarse para conocer caractersticas sobre la transmisin de ciertas enfermedades que atacan a los seres humanos y animales. Los artrpodos ocupan determinados nichos ecolgicos en funcin de sus modos de vida, por lo que resultan un complemento de otras lneas de evidencia paleoambiental, como la palinologa por ej., brindando adems informacin sobre tipos de cultivos, almacenamiento y datos muy sugestivos sobre movilidad. A partir del anlisis entomoarqueolgico de los sitios (c.a. 2000 a 400 aos AP) ubicados sobre el margen izquierdo del ro Las Pitas, Antofagasta de la Sierra (Catamarca), a ca. 3600 msmn en la Puna Austral Argentina, hemos comprobado la carencia de metodologas que permitan una recoleccin adecuada de este tipo de material, cuyo tratamiento requiere de condiciones especiales y diferentes a las de cualquier otro vestigio zooarqueolgico. La falta de un protocolo de recoleccin de muestras para la entomofauna arqueolgica es un problema que puede constituirse en un grave sesgo analtico, afectando directamente el volumen y la calidad de informacin que nos brindan los artrpodos. Esta ausencia de una metodologa de colecta y preservacin de las muestras perjudicando sustancialmente las tareas de campo y laboratorio. Por esto planteamos un protocolo para la recoleccin de artrpodos que debe seguirse en tres etapas: en el campo durante las excavaciones, en segunda medida en el zarandeo, y nalmente a lo largo de la separacin de material en laboratorio, donde el arquelogo debe prestar suma atencin, ya que generalmente se ignoran los invertebrados y son descartados. Se debe contar adems con una base de datos actualizada sobre la distribucin de los artrpodos en el rea de trabajo, ya que sin sta, es difcil realizar cualquier inferencia consistente. De igual forma es necesario realizar una investigacin geolgica y paleoambiental que permita contrastar la entomofauna arqueolgica recupera-

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da con estas lneas de trabajo. Finalmente debemos decir que a pesar de las limitaciones y sesgos analticos antes mencionados, y si tenemos en cuenta que el ciclo vital de los invertebrados es muy breve en trminos humanos, la resolucin obtenida a partir de su anlisis es inmejorable, ya que podemos realizar inferencias e interpretaciones del registro arqueolgico en una escala temporal de meses, e incluso, segn determinadas especies de das. Esta situacin sugiere la profundizacin de los estudios entomoarqueolgicos para Sudamrica, lo que posibilitar el consecuente crecimiento metodolgico y terico de la disciplina, solucionando muchas cuestiones hasta ahora inconclusas, particularmente para aquellos sitios en los cuales los restos de vertebrados son escasos y mal preservados.

De huesos y carne de ballena: el uso de los restos de cetceos en las costas de la araucanaDaniel Quiroz y Felipe Fuentes Proyecto FONDECYT 1080115Los habitantes de las costas septentrionales de la Araucana (interuvio Bo Bo-Imperial) han sido descritos por diversos cronistas, misioneros y viajeros desde mediados del siglo XVI hasta nes del siglo XVIII. Los relatos han sealado, para estos grupos, una particular forma de relacionarse con las ballenas, comunisimas en aquel mar [] vindose en ciertos tiempos del ao grandes porciones de ellas (Molina 1788: 253-255), que podemos sintetizar con una frase de Diego de Rosales: no hay aqu quin se ocupe en pescarlas, y mucho menos en beneciarlas (1986 [1678], I: 275). No nos referiremos en esta oportunidad a los aspectos ideolgicos de la relacin hombre-ballena entre estos grupos, que han sido tratados por otros autores (Molina 1795, Montecino 2003). El uso de los recursos provenientes de los cetceos se limitaba, aparentemente, a los huesos obtenidos de las ballenas que varaban ocasionalmente (Molina 1810: 265-266) en las costas araucanas: la fuerza del sol, que derrite su gordura, y quando el tiempo ha consumido la carne, quedan las costillas y dems huesos blancos, de que se aprovechan los Indios para hazer algunos bancos, y pudieran hazerse muchas curiosidades (Ovalle 1646: 44). En trminos generales, el uso de huesos de ballena para elaborar artefactos se evidencia en el registro arqueolgico en: (a) la presencia de ciertas huellas observadas en fragmentos grandes de costillas, crneo y mandbulas; (b) el hallazgo de fragmentos menores y astillas [] probables remanentes de actividades relacionadas con la confeccin de los artefactos y (c) la existencia de los instrumentos y artefactos en s mismos confeccionados sobre huesos de ballena (Borella et al. 2008: 120). Las costas septentrionales araucanas exponen, para los distintos segmentos cronolgicos de su prehistoria (cazadores-recolectores, horticultores) y pasado reciente, evidencias del uso de cetceos. Los trabajos arqueolgicos (prospecciones, sondeos, excavaciones y recolecciones superciales) realizados desde 1992 en diversos lugares de la costa araucana, especialmente en Isla Mocha (Quiroz et al 1995, 1998, 2002, 2007), han permitido reunir una cantidad considerable de fragmentos de huesos de cetceos y una coleccin importante de artefactos elaborados en dicha materia prima (Becker 1997, Salinas 2003). En este trabajo se examinar un conjunto de cerca de 300 especmenes (fragmentos y artefactos) de huesos de cetceos encontrados en una serie de sitios costeros del denominado Complejo El Vergel de las provincias de Concepcin y Arauco, especialmente de Isla Mocha. En primer lugar se estudiar la morfologa de los artefactos, sus huellas de uso, las que complementadas con pequeos experimentos actualsticos e informacin

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histrica y/o etnogrca, permitir discernir algunas funcionalidades en los artefactos seos elaborados en huesos de cetceos (Salinas 2003). Luego se estudiarn especcamente las huellas de corte o cercenamiento, los adelgazamientos, pulidos y quemados en los especmenes, con el n de distinguir, si es posible, entre el consumo de carne de ballena o el uso de los huesos como materia prima para la fabricacin de herramientas. Tambin se analizar el acceso a los cetceos que tuvieron las poblaciones costeras (frecuencia de varazones) y la factibilidad de su captura considerando los conocimientos tecnolgicos que posean (embarcaciones, arpones, lanzas). Finalmente se estudiar el uso de los cetceos en los distintos perodos cronolgico-culturales de la zona de estudio (cazadores-recolectores, horticultores), con el n de determinar posibles transformaciones en la relacin entre los hombres y las ballenas en la zona.

ReferenciasBecker, C. 1997 Los antiguos mochanos, como interactuaron con la fauna que hallaron y llevaron a la isla. En Quiroz, D. & M. Snchez (eds). La isla de las Palabras Rotas. Santiago: Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, pp. 159-167. Borella, F., L.A. Borrero y M. Massone 2008. La ballena visible: el uso de los huesos de cetceos entre cazadores recolectores terrestres en el norte de Tierra del Fuego. Archaeofauna, 17: 111-123. Quiroz, D., M. Snchez, P. Sanzana y H. Zumaeta 1995. Informe Final Proyecto Fondecyt 1921129 Estrategias adaptativas en ecosistemas culturales insulares: el caso de Isla Mocha. Santiago, m.s. Quiroz, D., M. Snchez, M. Massone, M. Vsquez y H. Zumaeta 1998. Informe Final Proyecto Fondecyt 1950575 Relaciones ecolgico culturales entre Isla Mocha y la costa de la provincia de Arauco. Santiago, m.s. Quiroz, D., M. Snchez y M. Massone 2002. Informe Final Proyecto Fondecyt 1990027 Estrategias adaptativas en sistemas culturales insulares del litoral higromrco chileno. Santiago, m.s. Quiroz, D., M. Snchez y M. Massone y L. Contreras 2007. Informe Final Proyecto Fondecyt 1020272 Estrategias adaptativas entre los grupos El Vergel en las costas septentrionales de la Araucana. Santiago, m.s. Salinas, H. 2003. Bases metodolgicas para el estudio del uso y produccin de artefactos seos en Isla Mocha. Anexo N 8, Informe de Avance 2003. Proyecto Fondecyt 1020272. Santiago, m.s Molina, J.I. 1788. Compendio de la Historia Geogrca, Natural y Civil del Reyno de Chile, Tomo I. Madrid. Molina, J.I. 1795. Compendio de la Historia Geogrca, Natural y Civil del Reyno de Chile, Tomo II. Madrid. Molina, J.I. 1810. Ensayo sobre la Historia Natural de Chile. Bolonia. Montecino, S. 2003. Mitos de Chile. Santiago: Sudamericana. Ovalle A. De 1646 Histrica relacin del Reyno de Chile y de las misiones de la Compaa de Jess. Roma. Rosales, D. De 1986 [1678] Historia General del Reino de Chile. Flandes Indiano. Santiago: Andrs Bello.

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Aproximaciones terico metodolgicas a la zooarqueologa de sociedades horticultoras del periodo intermedio tardo en Chile centralCristbal Torrejn I.* *Arquelogo. [email protected] estudios zooarqueolgicos han tendido a enfocarse en la generacin de descriptivas tablas y grcos, en donde la problematizacin de los datos no es comn. Debido al importante desarrollo de la subdisciplina zooarqueolgica en Chile central (Massone et al. 1998; Becker 2003), es posible reexionar en torno a las implicancias tericas y metodolgicas que se pueden desprender de un estudio contextual faunstico y su relacin con los procesos de reproduccin social (Bate 1998). Al mismo tiempo, la idea es problematizar y reexionar en base a los aportes y avances tericos que la zooarqueologa puede entregar en relacin a poblaciones horticulturas pre capitalistas representadas en culturas arqueolgicas del Periodo Intermedio Tardo (PIT en adelante), en Chile central (Massone et al. 1998, Pavlovic et al. 2008). Para el caso de la cuenca superior del Aconcagua, la ausencia de contextos zooarqueolgicos habra estado relacionada a procesos subactuales vinculados a la agricultura; no obstante, creemos que esta ausencia tambin tiene que ver con un mayor procesamiento del recurso faunstico de contextos domsticos, lo que ha llevado a un gran nivel de fragmentacin del registro seo. Tambin, existe una necesidad de acercarse a la interpretacin del registro faunstico, la cual entendemos desde perspectivas no formalistas o maximalistas provenientes de la economa poltica y la antropologa econmica. Esto lo planteamos ya que creemos que los mbitos tericos son importantes y se relacionan dialcticamente con la generacin de tcnicas de recoleccin de informacin y la problematizacin de stas. Creemos que la utilizacin de tcnicas de coccin del recurso animal (De Nigris 2004), ha llevado a que gran parte del registro seo se encuentre dentro de un grado de mnimo de identicacin; esta ausencia (la no identicacin) se presenta como un nuevo nivel de anlisis, el cual est relacionado con los procesos domsticos de procesamiento alimenticio. Es as como objetivo general plateamos que mediante el anlisis de material zooarqueolgico proveniente de contextos domsticos del PIT en Chile central es posible reexionar sobre la interpretacin del registro zooarqueolgico (tanto terico como metodolgico). Los objetivos especcos planteados son a lo menos dos: 1 discutir sobre los niveles de procesamiento del recurso faunstico dentro de contextos habitacionales durante el PIT en Chile central; 2 describir formas, tanto etnohistricas como etnogrcas, de procesamiento animal en contextos domsticos. Con respecto a los resultados alcanzados, podemos decir que tanto por razones antrpicas como naturales, los procesos morfogenticos de los sitios en Chile central han tendido a generar pocas muestras zooarqueolgicas, no obstante, en el caso que se han podido estudiar (Massone et al. 1998, Pavlovic 2008), se ha demostrado una gran relacin e interaccin con diversos recursos naturales, siendo la fauna uno de ellos. Esto nos permite tener un acercamiento directo a los procesos productivos relacionados a la subsistencia de estos grupos humanos del PIT. Es as, como en base a un estudio zooarqueolgico bsico de un sitio (Mengoni 1999) habitacional del PIT en la cuenca superior del Aconcagua (Pavlovic et al. 2008) se pudo problematizar terica y metodolgicamente con este tema zooarqueolgico. En una primera instancia se pudo describir parte del contexto faunstico al cual estas poblaciones estaban accediendo; en una segunda instancia, nos permiti problematizar en torno al estado del registro faunstico y cmo ste se estaba conformando. Finalmente, se pudo relacionar el contexto

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zooarqueolgico con los otros indicadores clsicos de la arqueologa de un contexto domstico (cermica, ltica y arqueobotnica), y de esta manera poder establecer interpretaciones sobre los procesos de reproduccin social en el PIT. Adems, nos permiti acercarnos al registro etnogrco y etnoarqueolgico en busca de descripciones domsticas de procesamiento alimenticio (Falabella y Sanhueza 2006).

ReferenciasBate, L, F. 1998. El Proceso de Investigacin en Arqueologa. Editorial Crtica. Mxico, D. F. Becker, C. 2003. Animales que Cuentan Historias. Chungara 36: 359-364. De Nigris, M. 2004. El Consumo en Grupos Cazadores Recolectores. Un ejemplo Zooarqueolgico de Patagonia Meridional. Sociedad Argentina de Antropologa, Buenos Aires. Falabella, F., y L. Sanhueza 2005-06. Interpretaciones sobre la Organizacin Social de los Grupos Alfareros Tempranos de Chile Central: Alcances y Perspectivas. Revista Chilena de Antropologa, 18. Massone, M., E. Durn, R. Snchez, F. Falabella, F. Constantinescu, N. Hermosilla, R. Stehberg. 1998. Taller Cultura Aconcagua: Evaluacin y Perspectivas. En Boletn de la Sociedad Chilena de Arqueologa 25: 24-30. Mengoni, G. L. 1999. Cazadores de Guanacos de la Estepa Patagnica. Sociedad Argentina de Antropologa. Pavlovic, D., A. Troncoso, S. Alfaro, D. Pascual, C. Belmar, L. Quiroz, y C. Iglesias. 2008. Comprendiendo los Contextos Domsticos del Periodo Intermedio Tardo en el Valle de Putaendo: Investigaciones en el sitio Casablanca 10. Revista Clava 7. 51-72.

Ubicacin de las basuras: arqueofauna formativa en punta chomacheJosena Gonzlez A. Proyecto FONDECYT 1080458El sitio Punta Chomache se ubica sobre la costa al sur de Iquique y forma parte de los sitios sondeados dentro del marco del proyecto Fondecyt 1080458, que busca documentar arqueolgicamente el perodo Formativo dentro del territorio en que posteriormente, durante el perodo Intermedio, se conformar el complejo Pica Tarapac. Se trata de un conjunto de recintos de forma subrectangular, ubicados a pocos metros de la lnea de costa sobre una playa rocosa. Los restos analizados provienen de la excavacin de dos recintos contiguos. Los resultados del anlisis del conjunto de arqueofauna muestran la presencia de una alta diversidad de taxones ictiolgicos, junto a restos de camlido y otrido. Moluscos de varias especies y crustceos complementan el espectro de recursos proteicos comestibles. Dentro del espacio interior perceptible a partir de la excavacin, estos restos se distribuyen de forma diferencial en ambos recintos. Los sectores denidos a partir de la concentracin espacial de restos son cinco. Tres de ellos se encuentran en el recinto 1 y estn conformados por acumulaciones densas de partes esqueletarias ictiolgicas cuya composicin taxonmica es comparativamente diferente. En el recinto 2 contiguo se encuentran las dos agrupaciones restantes denidas en base a la presencia de un basural muy denso junto a una dispersin, posiblemente asociada, de restos que se distribuyen en un volumen de espacio reducido.

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Respecto a su distribucin, estas basuras se encuentran ubicadas en espacios ms bien centrales, aunque cercanos a los muros, y homogneamente distribuidas en sentido vertical, mostrando de esta forma una ocupacin densa que, no obstante, muestra variaciones atribuibles posiblemente a la topografa del espacio interior. Por otra parte, entre ambos recintos existen similitudes en cuanto a la distribucin tanto horizontal como estratigrca que parecen indicar su contemporaneidad. Sin embargo, no parecen responder a una misma funcin ya que existen diferencias en los taxones utilizados en ambos. Este trabajo pretende ahondar en el signicado de estas distribuciones horizontales y verticales, con el n de testear la hipottica existencia de una remocin y/o re-acomodacin de los restos. Tanto los grados de meteorizacin y erosin presentes, la frecuencia de partes esqueletarias, como la distribucin dentro del espacio interior de los recintos son considerados como variables para anar el grado de resolucin de los resultados obtenidos y obtener informacin relacionada con la ocupacin de los espacios domsticos costeros del perodo Formativo.

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Simposio

Cmo vemos: el saber-hacer metodolgico frente a la materialidad visual en arqueologaCoordinadorasIndira Montt y Daniela Valenzuela

Reenhebrando el pasado: hacia una epistemologa de la materialidadDr. Flix A. Acuto IMHICIHU-CONICET, Saavedra 15 Piso 5. C1083ACA, Buenos Aires, Argentina, [email protected] las arqueologas histrico-culturales como las procesuales nos han acostumbrado a pensar en trminos de categoras de artefactos. De este modo, se ha puesto tanto acento en el estudio por separado de los artefactos lticos, la cermica, los objetos de metal, las representaciones rupestres, etc., constituyndose cada una de estas categoras en campos de saber con teoras y metodologas particulares, que hemos llegado a olvidar que lo que estudia la arqueologa no es una categora de objetos por s misma, sino el pasado. Sumado a esto, se ha sostenido, por lo general implcitamente, que esta divisin en tipo de artefactos fue signicativa para las mismas sociedades pasadas. Es decir, se ha asumido que las vasijas cermicas, los artefactos lticos o el arte rupestre, entre otros, conformaron categoras independientes entre s y ontolgicamente reconocidas por las sociedades pasadas. La etnografa nos ha enseado que la materialidad implica una red de relaciones y experiencias articuladas, y no compartimentos estancos y desconectados. Por materialidad no entiendo categoras especcas de artefactos, tal como la conciben algunos arquelogos en la actualidad (materialidad ltica, materialidad cermica, materialidad arquitectnica, etc.), sino que me reero a un orden material histricamente producido y dentro del cual se constituye una vida social particular. Se trata de una red de objetos relacionados que adquieren una conguracin espacio-temporal especca y que se articulan dialcticamente con prcticas, relaciones sociales y cosmologas determinadas. En este sentido, cosas dismiles para nuestra cosmovisin moderna, tal como la vida cotidiana y la experiencia de la muerte, o la crianza de nios, el crecimiento de plantas y la produccin de ciertos artefactos, pueden estar ontolgicamente vinculadas para otras sociedades. Por lo tanto, se puede sostener que la arqueologa ha tendido a imponer sus propias clasicaciones al pasado (clasicaciones funcionalistas y tipolgicas tpicas del pensamiento moderno), rompiendo los vnculos que los artefactos tenan entre s y con las personas, as como tambin disolvindolos de las relaciones sociales y esferas de experiencias (cotidiana, ritual, mortuoria, poltica, de relaciones de gnero, etc.) con las que se encontraban articuladas. Esta presentacin busca discutir a nivel epistemolgico la manera en que debemos comenzar a romper las barreras de los dominios materiales construidos por la arqueologa para empezar a reconstruir las articulaciones que se producan en las sociedades pasadas entre objetos, representaciones visuales, personas, prcticas y esferas sociales y de experiencia. Para llevar adelante esta discusin se desarrollar el ejemplo del Perodo Intermedio Tardo (1000 1450 AD) en el valle Calchaqu Norte (Noroeste Argentino), siguindose la trayectoria de las representaciones visuales plasmadas en vasijas cermicas y aquellas inscriptas sobre rocas para reconstruir las relaciones con otros objetos y las experiencias subjetivas con las que vasijas y rocas grabadas, y sus representaciones, estaban articuladas.

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Aproximacin metodolgica al arte rupestre andino colonial: soporte y visualidad en conictoMarco Antonio Arenas C. Antroplogo. Escuela de Antropologa Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Proyecto Fondecyt 1090110: Discursos Andinos Coloniales. Soportes, Conuencias y transformaciones (Unidad Ejecutora: Universidad de Chile).La escritura ha sido cuestionada en cuanto a su efectividad para acceder a la manera cmo los antiguos pueblos andinos conceptualizaban su experiencia producindose una especie de clausura metodolgica en torno a las fuentes documentales coloniales. Esta clausura, ejemplicada en el debate desarrollado en los aos 90 del siglo XX entre los estudiosos del mundo andino, si bien reconoce la posibilidad de obtener algn tipo de informacin slida sobre las religiones y mitologas del pasado andino o colonial temprano, apela, para una mayor profundizacin de dicho conocimiento, a la utilizacin de fuentes indgenas en los idiomas andinos (Itier, 1993 y 1997). En la misma lnea de reexin se ha sealado una tercera posibilidad de enunciacin de la discursividad colonial andina, un tipo de enunciacin escasamente estudiada y por tanto casi desconocida: la de lo indgena hacia las sociedades indgenas. Se tratara, en lo esencial, de discursos marginales basados generalmente en textos no escriturales (Martnez, 2000). Una serie de manifestaciones materiales se despliegan para dar cuenta de esta situacin, algunas de ellas relegadas al campo del folclor, y entendidas comnmente como manifestaciones mestizas de paganismo y religiosidad (Estenssoro, 2001 y 2003). Entre stas se encuentran los cantos y bailes religiosos conocidos como takis y jarawis, las representaciones teatrales callejeras y las pinturas murales en iglesias. Con un soporte claramente de referente prehispnico se pueden sealar, adems, las pinturas en vasos keros, los quipus, y el tema que nos ocupa en la presente discusin: el arte rupestre y su soporte. Durante el proceso de conquista y dominacin colonial europeo en los Andes soporte y representacin rupestre fueron puestos en tensin dentro de la lgica de la dominacin, evangelizacin compulsiva y la extirpacin de idolatras, producindose una serie de respuestas desde las propias sociedades andinas que posibilitaron el uso y re uso de antiguos espacios sacralizados, espacios de continuidad y cambio de expresiones rituales vinculadas fundamentalmente al campo de lo poltico y religioso, que se estaran expresando en la utilizacin de antiguos referentes visuales y la construccin de nuevos signicantes en el campo de las representaciones rupestres. La importancia que le atribuimos a los sistemas de soportes, en tanto realidades materiales discretas, es su posibilidad de ser abordado como parte de un sistema semitico ms vasto (Cereceda, 1990), que en el caso que nos ocupa (el de las representaciones rupestres coloniales) parece estar dando cuenta de una discursividad andina que no slo apela al pasado en su contenido de tcnicas y signicantes, sino que adems es capaz de elaborar discursos contemporneos tanto de identidad como de alteridad, integrando nuevos motivos y signicados en un determinado espacio (Cereceda, Ibid.; Querejazu, 1987: 17-21 y 1994: 121-141, entre otros). La dicultad metodolgica que implica el reconocimiento o delimitacin ms precisa del soporte rupestre, obliga a posicionar nuestra mirada, en el contenido del mismo, es decir a nivel de las representaciones y dentro de stas, a su expresin mnima: el signicante o motivo representado. En efecto, si bien se ha criticado el aporte metodolgico de una semiosis del arte rupestre en una vertiente lingstica tradicional (Mege y Gallardo, 2006), consideramos pertinente la utilizacin de una serie de conceptos semiolgicos para establecer una mirada analtica sobre las representaciones de arte rupestre o parietal en sus distintas tcnicas de ejecucin.

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En este contexto, y con una combinacin de recursos metodolgicos proporcionados por la arqueologa, la etnohistoria y la antropologa nos proponemos abordar el anlisis de una continuidad con cambios en las construcciones visuales rupestres andinas y proponer una aproximacin preliminar a las caractersticas fundamentales de este proceso en una situacin de conicto y dominacin colonial europea.

Conjuntos tonales, escenas y prcticas de caza en cueva de las manos y cerro casa de piedra - Santa Cruz, Argentina.Carlos A.Aschero* Instituto Superior de Estudios Sociales/Instituto de Arqueologa y Museo, CONICET/UNT, San Miguel de Tucumn, Argentina. E-mail: [email protected] un anlisis de las escenas de caza de dos sitios con arte rupestre que forman parte de un paisaje social particular, entre el borde de Altiplanicie central de Santa Cruz y el bosque cordillerano en el lapso 9500-6000 AP. Valido para ello el uso de conjunto tonal (abrev.: CT) como concepto instrumental, originalmente utilizado por C.J.Gradin, que permite establecer asociaciones entre motivos existentes en el palimpsesto de superposiciones, mantenimientos y reciclados que se observa sobre el soporte. Cada CT designa un hecho tcnico de la produccin de pinturas rupestres en el pasado: el uso de una paleta monocroma que es utilizada en diversas representaciones, prximas entre s, que se asocian por vnculos de accin, direccin o rasgos morfolgicos del diseo. Implica intencionalidad en la seleccin del color y una sincrona relativa en la concrecin de la composicin. Me detengo en la informacin que las escenas aportan sobre nmero de cazadores, especies animales incluidas, tcnicas de caza y sistemas de armas empleados, formas de rebatimiento y de perspectiva jerrquica, observando cualitativa y cuantitativamente las diferencias entre las escenas superpuestas. Sealo, adems, la inclusin de otros elementos como negativos de manos, representaciones de huemules entre los conjuntos de camlidos, alineaciones de puntos entre cazadores a modo de rastros e impactossubcirculares en el interior y la periferia de cada escena. El uso de la micro-topografa del soporte como recurso plstico, gurando accidentes topogrcos existentes en el entorno del sitio, nos permite relacionar la topografa virtual del imaginario visual con la topografa real del entorno fsico y destacar la relacin existente entre la eleccin del emplazamiento de estos complejos de sitios con arte rupestre con las prcticas de caza guradas en las escenas. Cueva de las Manos y Cerro Casa de Piedra son dos de estos complejos, con estrechas vinculaciones estilsticas hacia el ca.8500 a 6000 AP. Su seleccin como portadores de estas escenas de caza que no aparecen con esta resolucin estilstica, dinamismo y complejidad compositiva en otros sitios del rea indican que el arte rupestre es un marcador territorial de puntos extremos (estepa-bosque cordillerano), dentro de un probable circuito estacional Cueva de las Manos- Laguna Cisne- Pampa del Asador- Cerro Casa de Piedra, donde el aprovechamiento de la fuente de obsidiana de Pampa del Asador fue un atractivo importante desde ca.9500 AP o aun antes.

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El anlisis iconogrco y estructural de las vasijas pintadas de la Araucana: implicancias tericas y metodolgicasFrancisco Bahamondes Muoz Licenciado en Antropologa mencin Arqueologa. Magster en Historia mencin Etnohistoria. Departamento de Sociologa y Antropologa, Universidad de Concepcin. E-mail: [email protected] presenta el anlisis iconogrco y estructural realizado en la decoracin pintada bcroma rojo sobre blanco de las piezas completas y la fragmentera cermica de los estilos Vergel y Valdivia. Estas expresiones de la regin centro-sur de nuestro pas han sido consideradas como manifestaciones abstractas de un lenguaje esttico y visual que circul a travs de la Araucana por ms de ocho siglos (siglos X-XVIII d.C.), dando origen a ideas en torno a vnculos con otras formaciones sociales contemporneas y a la vez como la expresin de una resistencia y continuidad del grupo frente a otras culturas que pretendieron ejercer dominio aproximadamente desde el siglo XV d.C. en adelante. El hecho que se trate de representaciones fundamentalmente geomtricas y con un alto grado de abstraccin ha llevado al desarrollo de una metodologa de desglose iconogrco, que ha identicado diversas conguraciones de motivos presentes a su vez en otras materialidades como el arte rupestre y la textilera, trascendiendo los distintos procesos de colonizacin y mestizaje. Por otra parte, el anlisis de la estructura de los diseos pintados en estas vasijas ha llevado a la identicacin de patrones de diseo que se extienden ms all de los lmites de las reas culturales denidas para nuestro territorio, evidencindose similitudes con expresiones contemporneas de Chile Central y el Norte Semirido. El propsito de este trabajo es abordar las posibilidades de anlisis de los diseos pintados de la cermica, destacando la relevancia de este tipo de informacin para comprender determinados aspectos de la cultura, ms all de las aproximaciones econmicas y adaptativas con las que han sido estudiadas las sociedades indgenas previas a la llegada espaola. A partir de ello, se intentar abordar la esfera de los sistemas visuales indgenas que operaron en la Araucana en tiempos prehispnicos tardos y a comienzos de la colonia. Esto, con la intencin de generar un marco de referencia para entender estos procesos de intercambio y circulacin de informacin en contextos de beligerancia, opresin y negacin cultural. De esta manera, se pretende abrir la discusin respecto a las posibilidades y limitaciones metodolgicas en torno al estudio de estos registros no escriturales en la materialidad cermica en especco y su comparacin con otras, en conjunto con las implicaciones tericas que se pueden derivar y los posibles aportes de ser realizados al entendimiento del desarrollo histrico de estas sociedades.

La semitica visual como metodologa para el anlisis de imgenes en arqueologaBrbara Balesta* *Laboratorio de Anlisis Cermico. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata. [email protected] estudios sobre decoracin cermica en Argentina han experimentado, durante su desarrollo, distintos tipos de obstculos; aqullos de orden epistemolgico por los cuales se considera que las obras artsticas nos proporcionan un tipo de conocimiento secundario con respecto a otros materiales del registro arqueolgico;

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los de carcter terico que se vinculan con la falta de explicitacin sobre los conceptos vinculados al estudio de estas manifestaciones tales como estilo, elemento, motivo, tema, etc. A nes de los 80 asistimos a diversos intentos de incorporar conceptos propios de la lingstica, encontrando tambin cuestionamientos derivados de su prstamo por parte de otra disciplina, tales los casos de signo, imagen, metfora, metonimia, etc. Como producto de los obstculos epistemolgicos y tericos reseados, tambin detectamos la falta de una adecuada articulacin metodolgica que permitiera trasladar las teoras al anlisis de la casustica. A n de subsanar los problemas enumerados ut supra proponemos utilizar la semitica visual para el estudio de imgenes sobre cermica arqueolgica, entendiendo que el signo visual posee caractersticas propias, no reductibles a aqullas del lenguaje y por lo tanto deben usarse conceptos y aplicaciones diseados especialmente para su tratamiento. En el presente se comenta la implementacin de la semitica visual para el anlisis de imgenes plasmadas sobre vasijas cermicas correspondientes a ajuares funerarios recuperados en tumbas en la localidad de La Cinaga, en el noroeste argentino (200-500 A.D). Los materiales proceden de excavaciones sistemticas y documentadas, realizadas a principios del siglo veinte y se hallan actualmente alojados en el Museo de La Plata, formando parte de la Coleccin Benjamn Muiz Barreto. En primera instancia se estudiaron 45 vasijas cermicas que representan imgenes zoomorfas, realizndose el reconocimiento de las unidades mnimas que las componen y sus combinatorias. Los resultados posibilitaron identicar a estos animales como camlidos y caracterizarlos como especies domsticas. Posteriormente se detectaron las unidades previamente segmentadas en otras vasijas pertenecientes a la misma porcin Cinaga de la Coleccin, slo que en esta ocasin, a travs de distintas combinatorias, se haban utilizado para la construccin de guardas geomtricas. De este modo se detectaron las operaciones cognitivas implementadas por los alfareros, permitiendo distinguir las mismas unidades en ambos tipos de representaciones y la presencia de los camlidos tambin en imgenes no icnicas. La utilizacin de esta metodologa de anlisis nos permiti reexionar sobre las distintas etapas del proceso artstico, acerca de los fundamentos epistemolgicos para la interpretacin de imgenes en arqueologa y cuestionar los criterios de clasicacin clsicos que distinguen entre imgenes naturalistas y realistas as como entre representaciones gurativas y no gurativas.

Colores y surcos: contrastes y semejanzas en las representaciones plsticas del bolsn de ambal entre el 1200-al 1400 dc (departamento tinogasta, Catamarca, Argentina)Mara Basile1 y Norma Ratto2 CONICET. Museo Etnogrco Juan B. Ambrosetti (FFyL-UBA). [email protected] Museo Etnogrco Juan B. Ambrosetti (FFyL-UBA). [email protected] trabajo analiza la unidad y la diversidad de un lenguaje visual adscripto al Perodo de Desarrollos Regionales o Intermedio Tardo del bolsn de Fiambal (Catamarca, Argentina). Para ello, abordamos dos modalidades expresivas contrastantes como son la decoracin en vasijas cermicas y los grabados en soporte rocoso. Al respecto, consideramos que los soportes expresivos no constituyen supercies mudas sino que juegan un rol central en la denicin y conguracin del tipo de imgenes que se plasman en ellos (Jones 2006, Tilley 2004).

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En este marco, nuestro objetivo se concentra en relacionar el conjunto de representaciones plasmadas en dos tipos de soportes expresivos. Por un lado, en los campos decorativos de un conjunto de 54 piezas cermicas procedentes de contextos funerarios y que actualmente forman parte de colecciones museogrcas. Por el otro, en los grabados de los 21 bloques que conforman el campo de petroglifos de Guanchincito. Ambos conjuntos proceden de sitios emplazados en un ambiente de valle alto mesotrmico en cotas que oscilan entre 1700 a 1900 msnm y estn separados entre s por una distancia que oscila entre 4 a 61 km. Esto nos permitir discutir la existencia de una unidad temtica y de un mismo sistema de representaciones que se maniesta en soportes y contextos de uso diferenciados. Las piezas cermicas proceden de contextos funerarios de tumbas en cista (Finca Justo Pereyra, Istataco/Nacimientos y Las Champas) y en urna (Beb de La Troya), habiendo sido los primeros alterados antes de la intervencin arqueolgica con la ventaja que se conocen con certeza sus lugares de procedencia. A pesar de la prdida de tres de los contextos de asociacin, fue posible datar materiales orgnicos asociados a las piezas cermicas que componen la muestra, permitiendo ubicarlas dentro del rango temporal del 1200 a 1400 DC. Estas piezas presentan un repertorio temtico especco que es caracterstico del Perodo de Desarrollos Regionales en el que predominan las volutas, los escalonados, los trazos ondulados, las guras humanas, las lechuzas y los odios, entre otros. La otra modalidad est representada por grabados en bloques de arenisca dispuestos dentro de la antigua planicie de inundacin del ro Guanchn. Aqu se destacan las volutas, los ganchos, los trazos curvilneos, los rastros y las guras humanas. Por las caractersticas de los diseos presentes, la mayora de stos fueron adscriptos a momentos Tardos de la historia regional aunque tambin se registraron otros correspondientes a etapas anteriores (Ratto et al. 2000-2002). A partir de la puesta en relacin de las representaciones plasmadas en estas dos modalidades expresivas se busca determinar, por un lado, si el repertorio temtico registrado en el conjunto cermico est tambin presente en los grabados de los bloques; y por el otro, si en los dos tipos de soporte se repiten las mismas unidades morfolgicas y los mismos patrones de resolucin utilizados en la conguracin de esos diseos. Para abordar el primer objetivo se realiza una clasicacin en conjunto de clases, clases y subclases de motivos que en parte responde a la propuesta elaborada por Aschero (2008) para el anlisis del arte rupestre de Antofagasta de la Sierra, pero que fue ampliada para dar cuenta de particularidades propias de nuestra regin de estudio. A n de comparar las representaciones registradas en los diferentes soportes y sus lugares de emplazamiento y recuperacin, se realiza un anlisis de diversidad que permite conocer su riqueza y homogeneidad al nivel de los conjuntos de clases. La realizacin de un tratamiento numrico multivariado permite dar cuenta de las tendencias plsticas presentes intra e inter soportes. Para enfocar el segundo objetivo se determinan las unidades morfolgicas utilizadas en la conguracin y las formas especcas de representacin de cada una de las representaciones registradas, apoyndonos tambin en un tratamiento multivariado de los datos. En este sentido, consideramos que cada una de ellas constituye una unidad grca y conceptual pero es resultado de la articulacin de un repertorio determinado de signos plsticos que denominamos unidad morfolgica (Aschero 1975, Gordillo 2004). Decidimos trabajar a partir de nueve unidades que consideramos bsicas y que deberan permitirnos, a partir de su combinacin, dar cuenta de la resolucin de la diversidad de motivos registrados. Los resultados preliminares indican que el repertorio temtico de los bloques grabados reproduce slo una parte del presente en la cermica analizada, sin embargo, las combinaciones de unidades morfolgicas utilizadas en la conguracin de las imgenes en uno y otro caso son semejantes. Por ltimo, cabe destacar que esta propuesta metodolgica nos permite: (a) anclar el anlisis en una muestra cermica datada para denir con mayor precisin relativa la adscripcin temporal de los grabados de los bloques; (b) incorporar en el futuro al anlisis las muestras cermicas fragmentadas provenientes de otros

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contextos, sobre la base del amplio conocimiento del repertorio temtico y compositivo provisto por las piezas enteras, y (c) abordar el estudio de otros aspectos, tales como el anlisis de la visibilidad de las producciones visuales sobre soportes materiales diferentes (Criado 1993, Prieto Martnez 2005).

Bibliografa CitadaAschero, C. 2008. Ms. Arte rupestre, contexto y sociedad en el desierto puneo. Tesis Doctoral en preparacin, Facultad de Filosofa y Letras UBA. -------------- 1975. Motivos y objetos decorados del sitio precermico Inca Cueva 7 (provincia de Jujuy). Antiquitas 20-21: 2-7, Buenos Aires. Criado Boado, F. 1993. Visibilidad e Interpretacin del registro arqueolgico. Trabajos de Prehistoria 50: 3956, Madrid. Gordillo 2004. Organizacin socioespacial y religin en Ambato, Catamarca. El sitio ceremonial de La Rinconada. Tesis Doctoral Indita. Facultad de Filosofa y Letras UBA. Jones, A. 2006. Animated Images. Images, Agency and Landscape in Kilmartin, Argyll, Scotland. Journal of Material Culture 11: 211-225. Prieto Martnez, M. P. 2005. Aplicaciones del 3D en cermica prehistrica de contextos arqueolgicos gallegos: Un estudio sobre la percepcin visual. ArqueoWeb-Revista sobre arqueologa en Internet: 7 (2). Ratto, N., Orgaz, M y S. Caletti 2000-2002. Relevamiento arqueolgico del campo de grabados de Guanchincito (Fiambal, depto. Tinogasta, Catamarca). Cuadernos, N19: 551-572, Buenos Aires. Tilley, C. 2004. The Materiality of Stone: Explorations in Landscape Phenomenology. Captulo 1. Berg, Oxford.

La fundamentacin de un arte rupestre propiamente inkaico en el sur del imperioJos Berenguer R. Museo Chileno de Arte Precolombino, fondecyt N 1050276Si bien la primera atribucin de petroglifos y pictografas a los inkas data del siglo xix, slo en tiempos muy recientes los arquelogos comenzaron a evaluar seriamente esta posibilidad (p.e., Podest 1986-87; Hernndez Llosas 1991; Gallardo y Vilches 1995). En Chile, en particular, por muchos aos evitamos pronunciarnos acerca de esta cuestin, ya sea por la va de slo insinuar vinculaciones entre imgenes rupestres y materiales inkaicos, de omitir potenciales estilos inkas en las secuencias de arte rupestre o de recurrir a rtulos menos comprometedores, tales como arte rupestre tardo, del Perodo de Desarrollos Regionales e Inka o de los perodos Intermedio Tardo y Tardo. Inevitablemente, sin embargo, la intensicacin de las investigaciones inkaicas en las ltimas dcadas condujo a preguntarnos por la aliacin del arte rupestre que aparece en las proximidades de los sitios arqueolgicos del Horizonte Tardo. A travs de los aos la respuesta ha variado desde considerarlo derechamente como inkaico hasta denirlo como Inka Provincial (Gallardo y Vilches 1995; Gallardo et al. 1999; Vilches y Uribe 1999; Snchez et al. 2004). Subyaciendo estos titubeos ha estado, por supuesto, el perenne problema de la precariedad de los mtodos de datacin directa del arte rupestre, exacerbado en este caso por lo corto del perodo inkaico (Berenguer et al. 2007). Pero, sobre todo, el creciente convencimiento de que las sociedades locales asumieron un rol ms activo en la expansin inka de lo que se presuma, que lo inkaico no tiene por qu haberse expresado arqueolgicamente en

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la totalidad de un territorio anexado, que la variacin de los materiales inkas en las zonas ocupadas es ms la regla que la excepcin y que, en general, el Tawantinsuyu no fue el imperio uniforme y monoltico que han difundido las caracterizaciones populares. Si bien algunos de los sitios de arte rupestre cercanos a restos de actividad inka han sido interpretados como acciones inkaicas de apropiacin del espacio y legitimacin de un nuevo orden (p.e., Gallardo et al. 1999; Seplveda 2004; Troncoso 2004), ltimamente, otras visiones han llevado a interpretarlo como reacciones locales a la presencia cuzquea (Seplveda 2004, 2008; Valenzuela et al. 2004). Puede haber diversas razones por las cuales la posibilidad de un arte rupestre propiamente inkaico ha encontrado un matizado eco entre los investigadores chilenos, pero tenemos pocas dudas de que en ello ha pesado el desconocimiento acerca de los estilos de arte rupestre en el corazn del imperio. El razonamiento parece haber sido: sin un modelo cuzqueo de arte rupestre, no hay cotejo y sin cotejo, no hay correlacin posible, salvo con imgenes presentes en otras clases de materialidades; luego, lo ms que se puede hacer es identicar arte rupestre con inuencias inkaicas. Empero, recientes investigaciones de Hostnig (2006, 2007) y otros colegas en el Departamento de Cuzco han reportado una serie de sitios de pictografas que son lo ms cercano a un arte rupestre convincentemente inkaico que se haya encontrado a la fecha en los Andes. Tanto, que, a nuestro juicio, su propuesta es perfectamente utilizable como hiptesis de trabajo fuera de ese departamento peruano. La relevancia de esos hallazgos es que por primera vez se cuenta con modelos cuzqueos con los cuales comparar los registros de arte rupestre regionales a travs del imperio. Pero quizs ms signicativo an: estos hallazgos brindan la oportunidad de investigar si existi algo as como un arte rupestre ocial que los inkas difundieron en las provincias como parte de una poltica del Estado, tal cual lo hicieron, por ejemplo, con ciertas piezas cermicas, complejos arquitectnicos y prendas textiles. En este sentido, hemos argumentado en el reciente TANOA II de Jujuy (Berenguer 2009) que ciertos iconemas de las pictografas de Quisma Alto (Regin de Tarapac) y Morro del Diablo (Regin Metropolitana) pueden identicarse como inkaicas con un alto grado de probabilidad; que aun siendo excepcionales dentro de su entorno regional, estas pictografas poseen smiles puntuales a travs de una extensin de los Andes compatible con la escala del imperio, sugiriendo que la introduccin de este material visual fue parte de una poltica coherentemente seguida por el Estado Inka en las provincias; y que una de las nalidades de este arte rupestre, tan ostensiblemente basado en signicantes textiles, fue inscribir la autoridad del Inka en el paisaje, proclamando en forma pblica la alianza establecida por ste con los dirigentes tnicos locales, una vez que estos ltimos haban sido derrotados militarmente o impelidos por medios diplomticos a integrarse al imperio. Partiendo de la posicin de que la investigacin del arte en arqueologa (y en antropologa) se debiera focalizar en el contexto social de produccin, circulacin y recepcin del material visual, esta ponencia explicita los presupuestos tericos y pasos metodolgicos mediante los cuales se construye la hiptesis de un arte propiamente inkaico en el sur del imperio como parte de una poltica de los agentes cuzqueos en las provincias del Tawantinsuyu.

Deniendo al quero altiplnico a la luz de las evidencias arqueolgicas del intermedio tardo, extremo norte de Chile.Helena Horta Tricallotis. Arqueloga, Historiadora del Arte. Doctor en Historia, Programa Doctorado en Historia c/mencin Etnohistoria, Universidad de Chile. [email protected] como base los estudios previos de J. H. Rowe (1961), L. Nez (1963) y O. Espoueys (1974) sobre el tema de la denicin tipolgica de los queros o vasos para brindis ceremoniales prehispnicos, presento

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evidencias arqueolgicas acerca de un cierto tipo de quero, que por sus caractersticas contextuales y de estilo corresponde a tradiciones no-incas en la zona de Valles Occidentales, e intento su denicin como parte de la tradicin post-Tiahuanaco, vinculada a algn seoro altiplnico (Caranga?, Pacaje?). Se trata de aquellos queros que presentan una gura de felino tallado volumtricamente en el costado, para los cuales slo tenemos denominacin en aymara: Bertonio consigna como catari quero al que tiene por asilla un len. Considero en mi anlisis datos arqueolgicos y etnohistricos para proponer que el quero con puma en el borde es propio de la vajilla ceremonial de grupos altiplnicos, y no tiene carcter incaico. Por lo mismo, su presencia vericada en dos cementerios de comienzos del perodo Tardo (Chaca-5, Azapa-15, hasta aqu considerados como sitios incaicos), plantea la existencia de grupos de tierras altas movilizados a tierras bajas en dichos sitios (mitimaes preincaicos). Por otra parte, mi examen de los queros denidos como estilo Arica por Rowe, verica su tesis acerca de que stos efectivamente corresponden a la tradicin local de Valles Occidentales. Los queros Arica incluyen tallados de lagartos, guras humanas y excepcionalmente camlidos, pero no felinos (no obstante, en ciertas ocasiones ejemplares locales parecen imitar felinos). De esta forma, el catari quero se perla como un elemento ms de una conguracin especca de rasgos culturales (tocado, prendas de vestir, rito funerario, entre otros), que en conjunto denen la identidad altiplnica de cierta poblacin fornea, cuyos restos han sido encontrados en cementerios de Azapa, Lluta y Vtor. Todo parece indicar que el catari quero habra sobrevivido hasta tiempos coloniales, tal como lo demuestra la existencia de ejemplares decorados con claveteados de plata, aplicacin de lminas de metal o tallados en queros policromados.

Segn pasan los aos. Deconstruyendo el arte rupestre de conuencia 1 (Antofagasta de la Sierra, Catamarca, Argentina)Alvaro Martel1, Ezequiel Del Bel2, Silvina Rodrguez Curletto2 y Carlos Aschero1 Instituto de Arqueologa y Museo (UNT). Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES - CONICET). [email protected] , [email protected] 2 Instituto de Arqueologa y Museo (UNT). [email protected] , [email protected] la dcada del '80, las investigaciones arqueolgicas sistemticas que se realizan en la microrregin de Antofagasta de la Sierra, Puna meridional argentina, han revelado la continuidad de la ocupacin humana durante los ltimos 10.000 aos. Entre la evidencia recuperada y registrada, se encuentran numerosos sitios con arte rupestre cuyos paneles, generalmente, muestran representaciones pintadas y/o grabadas asignadas a los diferentes periodos arqueolgicos denidos para la microrregin. En este sentido, el sitio arqueolgico Conuencia 1 comprende uno de los casos ms importantes para Antofagasta de la Sierra (Aschero 1999, 2000, 2006, entre otros), ya que en sus casi 100m de frente se emplazan numerosos paneles donde cazadores, pastores y agricultores, grabaron y pintaron, sobre la roca, cientos de motivos que nos permiten reconocer algunos de los referentes reales o imaginarios que, desde el periodo Arcaico hasta el contacto con los europeos, habran sido los elementos centrales o por lo menos, los ms importantes en la cosmovisin particular de los distintos grupos a travs del tiempo. Nuestro trabajo abordar el anlisis puntual de uno de los paneles de Conuencia 1, correspondiente a la unidad topogrca E1. Este panel contiene representaciones asignadas a modalidades estilsticas del Arcaico, Formativo, Tardo/Inca (Intermedio Tardo/Tardo, en la Arqueologa chilena) y, tambin, de momentos histricos. A partir de la consideracin de superposiciones de motivos,

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diferencias en la tonalidad de las ptinas y pigmentos, comparaciones estilsticas y uso del espacio plstico, pudimos denir la secuencia de ejecucin de las representaciones que llev a la conguracin que en la actualidad observamos en el panel. Pensamos que tal conguracin no es casual, sino el resultado de diversos procesos socioculturales donde los distintos agentes sociales, productores de las representaciones, se relacionaron con las manifestaciones rupestres precedentes de forma particular, incorporando, negando o resignicando tales imgenes en su propio discurso. Es en este sentido que pensamos la deconstruccin del arte rupestre como una herramienta analtica que nos permita comprender la conguracin de un conjunto rupestre determinado, como resultado de un proceso continuo de creacin y no como la sumatoria de eventos independientes.

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