Libro Infancia VI

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Los derechos de los niños.

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“Estrella y su Mascota” de Mariela Torregiani, Purmamarca. Primer premio.

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¿Qué es la Patria? La pregunta permite elaborar análisis y reflexiones desde diferentes ópticas y planos en tiempos deBicentenario y en esta nueva edición de “Infancias, Varios Mundos”, la iniciativa que venimos desarrollando

junto a Fundación Walter Benjamin, desde 2005.Esta edición se trata de miradas sobre la Patria y sus construcciones, que son -a la vez- miradas que permiten entender los contextos y sus desarrollos en relación a la niñez.La Patria, el patriotismo, el patrimonio, los sentidos de la palabra Patria, la historia y cómo enseñarla, y las percepciones de laPatria desde lo individual cruzan este trabajo presentando ante nuestros ojos dimensiones escasamente exploradas hasta elmomento, en vinculación con nuestras plataformas de debate y acción en relación a los derechos de niños, niñas y adolescentes.También podemos hablar de pistas, de espacios diversos que a partir de su abordaje nos abren sendas por las cuales transitar en laelaboración de políticas públicas dirigidas a la infancia. Aquí podemos hallar aproximaciones que enlazan los 200 años de nuestrorecorrido como país y las interpretaciones que nos signaron. Aquí se tejen y precisan conceptualizaciones que enmarcan ideas y prácticaseducativas, familiares, comunitarias y estatales. La riqueza de esta edición reside en ese lugar.Nos obliga también a preguntarnos cómo se construyen los procesos educativos y cómo es posible modificarlos en relacióncon la efectivización de derechos. Cómo se incluyen en el aula, en la familia y en la comunidad, conceptos que reglan loscomportamientos sociales que muchas veces son condicionantes para el desarrollo de los niños. En definitiva, no hablamossólo del bronce, los próceres y los ritos escolares, sino de dimensiones históricas, personales, culturales, sociales, económicas con-cretas que marcan el funcionamiento de generaciones y se anteponen al diseño de políticas públicas para los más chicos.¿Qué es la Patria? Una pregunta que se puede responder además desde las exclusiones, las inequidades, las subjetividadesy las diversidades que componen el país. Y en este sentido, ¿Qué es la patria?, integra y cruza otras miradas y preguntasque nos hemos hecho desde este proyecto: “Infancias: Varios Mundos Acerca de la inequidad en la infancia en laArgentina- 2005”; “Infancias: Varios Mundos II: Los más chiquitos - 2006”; “Infancias: Varios Mundos III. Culturasdiversas - 2007”; “Infancias Varios Mundos IV, La infancia y el Arte - 2008” e “Infancias Varios Mundos V ¿Dónde vivenlos niños? – 2009”. Desde todos estos lugares es posible trazar recorridos para la niñez y sus derechos. Nos enorgullece presentar este proyecto conjuntamente con Fundación Walter Benjamin por sexto año consecutivo, esperando que la presente edición sea un aporte a para la construcción de un país inclusivo para todas las infancias.

Lic. Santos LioGerente

Fundación Arcor

Infancias, Patria y Bicentenario

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“Dibujando para la memoria” de MatíasAbel Tissera, Tribunales Federales de

Rosario, Prov. de Santa Fe.Cuarta mención.

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Cada paso que damos integra un camino de memorias sociales y familiares. La Argentina que somos es por lo que hemossido, por las satisfacciones y las heridas, por los presentes y los modos de imaginar el futuro.El crecimiento de las infancias pone a prueba a cada instante los proyectos que los adultos soñamos y que quedan grabadosen cuerpos, palabras y actitudes de nuestros niños y niñas.Durante años crecimos asociando sabor a Patria con guerras y orden militar. Quizás, aunque poco jerarquizados, nos criamostambién con el aroma a ceibo del litoral, la tierra colorada misionera o el tomillo cordobés. Muy desde sus inicios aprendimosque en Argentina – tierra plateada- Patria es igual a “mezcla”: desde grupos étnicos hasta estilos arquitectónicos. Nuestrasurbes rebalsan de sugestiva irregularidad en el marco de calles regulares. Nuestros paseos carecen de la prolijidad del paisa-jismo francés, aunque quisieron serlo. La monotonía en todos los sentidos: cultural, político, económico no es nuestro estilo.¿Cómo evocar entonces los 200 años de Patria en relación con las Infancias? Ante todo, intentamos un tono no meramentenostalgioso del pasado, como si hubiera sido mejor para las Infancias. ¿Era mejor acaso, en los fastos del Centenario, la situaciónde los niños hacinados en los conventillos o explotados cruelmente junto con sus familias en medio de la caña de azúcar? ¿Sereconocía como niño libre al que vivía fajado hasta los pies durante todo el primer año de vida y luego era forzado a introducir sucuerpito en engolada ropa adulta en tamaño pequeño?Pensamos entonces señalar, como en abanico, todas las tonalidades. Y hasta nos atrevimos a las mezclas temporales de lasimágenes. Las fotografías responden a una triple proveniencia: las ganadoras y mencionadas del concurso Infancias: VariosMundos VI, “Un Bicentenario para todos los niños”, las ganadoras del concurso de fotos históricas y un cúmulo de materialgráfico y fotográfico de nuestros archivos. Y lo hemos distribuido con la intención de reconocer esa mezcla.La otra cuestión fue ¿cómo escribir sobre la Patria sin aludir peyorativamente a “este país” y a la vez sin que el tono melosonos invadiera? Nada fácil. Le preguntamos a gente del arte cómo y dónde habían aprendido qué es la Patria. Reflexionamosconjuntamente acerca de la pertenencia y el desarraigo, la memoria y las sensibilidades, y hasta nos interrogamos acerca decómo aprenden historia los más chiquitos, cuál ha sido el lugar del sistema educativo en forjar el sentido de Patria, y lacapacidad para comprender y participar de la narrativa histórica.Ponemos estas páginas a disposición, no sin un toque emotivo: tenemos el orgullo de decir que el presente libro constituyeya en número seis del proyecto Infancias: Varios Mundos. Acerca de la inequidad de la Infancia en Argentina. Se extiendetambién con la conciencia de que se ha hecho mucho históricamente por las infancias, desde el derecho universal a la edu-cación hasta la asignación universal por hijo. Pero sabemos que aún falta para que se concrete masivamente el sueño de laequidad. Queremos agradecer muy especialmente a la Fundación Arcor que viene coparticipando del proyecto desde susinicios con respeto y sensibilidad. Queda en ustedes, lectores, la última palabra.

Patria y libertad

Alicia Entel Directora

Fundación Walter Benjamin

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Idea y coordinación general: Alicia EntelDiseño: Diego Pablo Choclin

Fotos de Tapa enviadas por: Marcela Eskenazi,Vilma Santillan, Mauricio Rinaldi y FranciscoJuvencio Conelli

Fotografías: Virginia Conelli, Vilma Santillan, PatriciaViaña, Francisco Juvencio Conelli, Damián Andrés Ferrari,Esteban Widnicky, Mauricio Rinaldi, María Buenaño,Patricia Muller, Aldo Luján Zanetti, Valeria Torrens,Adriana Osorio, Patricia Ackerman, José María PeraltaPino, Silvia Cristina Collar, Esteban Widnicky,Mariela Torregiani, Emiliano Fernandez, Julia Inés Gómez,Damián Andrés Ferrari, Daniel Guillermo Grilli, MatíasAbel Tissera, María Rosa Barbaresi, Fernanda de la Fuente,Marina Monica Medina, Agustina Caproli, Hugo Hazaki,Nieves Lence

Corrección: Mariel Andrada Especial agradecimiento: a Lorena Riposati, Jimena Toledoy Vanina Triverio por su calidad como jurados del concurso“Infancias: Varios Mundos. Imágenes y Miradas de laPatria”, a Florencia Ballestrini, Valeria Di Croce, a la Casadel Bicentario (Secretaría de Cultura -Presidencia de laNación), a los estudiantes de las Maestrías en Comunicación(FWB) por su entusiasta colaboración en el proyecto.

Para reproducir partes de la presente publicación es necesariosolicitar permiso a la Fundación Arcor y a la FundaciónWalter Benjamin, Instituto de Comunicación y CulturaContemporánea, Lavalleja 1390 (1414), Ciudad de BuenosAires, tel. (5411) 4833-7086, [email protected],www.walterbenjamin.org.arLos artículos firmados expresan las opiniones de los autores y noreflejan necesariamente las ideas de los editores. Las imágenes son idenpendientes de lo expresado en los articulos.

Infancias varios mundos : Imágenes y Miradas de la Patria.- 1a ed. - Buenos Aires: Fund. Walter Benjamin, Fund. Arcor, 2010.v. 1, 112 p. : il. ; 21x26 cm. ISBN 978-987-22254-5-2 I. Título CDD 982

© Entel, Alicia (coedit. Fundación Arcor)Hecho el depósito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina

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Una nube de recuerdos se agolpa hoy en lamente de todos los argentinos, un grito delibertad resuena en nuestras almas y todos

alborozados evocamos la palabra Patria”. Asícomenzaba la composición de mi autoría infantilque, para orgullo de padres y maestros, había resul-tado ganadora de un concurso interescuelas enconsonancia con la evocación del 25 de mayo de1810. ¿Cómo había aprendido esas palabras sun-tuosas y abstractas para la edad que atravesaba?¿Sabía realmente lo que estaba diciendo? “Agolpar,evocar, libertad, alborozo”, un mundo de deciresque fue muy bien recibido cuando leí la redacciónen el acto escolar correspondiente. Y hasta algunos,desconfiados, sostenían que tal vez alguien mehubiera ayudado a escribir esos términos iniciales einiciáticos. Pero no. ¿De dónde lo había aprendido?El propio clima de la escuela, el lenguaje de lasmaestras, los pocos libros de lectura leídos hastaese momento de tercer grado, constituían un acer-vo importante donde tal vocabulario no era laexcepción sino la regla.Pero volvamos al principio:¿ sabía yo de qué se tra-taba el 25 de mayo? Probablemente tenía unavisión ingenua: los patriotas de la Primera Junta deGobierno reemplazaban al gobierno español yaprendíamos a gobernarnos solos, a ser libres. Enese momento, la validez y emotividad del ritual noconvocaba a ninguna otra reflexión que pusiera enduda a las acciones y a los personajes históricos quela señorita Linda (así se llamaba) nos había presen-tado y relatado. La historia casi no era entendidacomo un relato. Se trataba de acontecimientos ciertos,

tales como los contaba la Seño y estaban en elManual, ocurridos en el pasado, que ahora, en losactos escolares, nos ocupábamos de recordar y celebrar.Lo que decíamos no era para mí “una interpretaciónde…” sino la presentificación de la verdad misma.Sería mucho tiempo después, casi en la vida uni-versitaria, cuando la comprensión de la HistoriaArgentina comenzó a vincularse en nuestras mentescon la posibilidad de diferentes interpretaciones yrevisiones.La pregunta que me surgió, al estudiar los procesosinteligentes fue: ¿ese modo inicial de comprenderla historia se debía a que el pensamiento infantilno podría aprender de otra manera o porque la ins-titución escolar consideró durante años que esa erala única forma de aprender?

Mito y Nación

Se suele afirmar que la escuela primaria – y nihablar de la Educación Inicial – han tendido más avincular la enseñanza de la Historia con la cons-trucción de la identidad nacional y la transmisiónde la memoria colectiva que con la elaboración deconocimientos críticos (Carretero, 2010).Una respuesta por sí o por no resulta, a mi modode pensar, limitada. La aspiración que ha tenido laescuela con respecto a la Historia está íntimamentevinculada con las misiones iniciales de la instituciónescolar: la integración, la adecuación de una pobla-ción heterogénea a un sentido un tanto esencialistade la Nación moderna.Tal integración requiriórituales, narrativas comunes, genealogías heroicas.

Ser libres

Los primeros registros fotográficos deinfancias en el siglo XIX dan cuentade cierta rigidez propia de la fotoposada y con tecnología lenta, peroa la vez reflejan hasta qué punto elniño debía sostener también en la vidaesas poses rígidas.Las reflexiones que seharán desde este rincón tratarán depensar qué modelos de infancias se legi-timaron en diferentes épocas y hastaqué punto se forjaron o no idealesde ciudadanos libres.En la foto, “Bautismo”, Elvira V.A.Bravo de De la Fuente con sumadre Elisa J.C. Chiape de Bravo,Rosario 1925. Enviada porFernanda de la Fuente.

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“Niños de mayo” de VirginiaConelli, Concordia, Entre Rios

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El problema en general, no ha sido sólo el carácteracartonado de los rituales y festejos escolares, sinoque todo el aprendizaje del devenir histórico pasarapor ellos. Los intentos de renovación del sistemaeducativo muchas veces tornaron más creíbles lascelebraciones, concretaron el sueño de participarpor parte de la comunidad educativa y hasta trans-formaron los formatos y estilos de la informaciónhistórica para las aulas.Casi como si se sometiera a un movimiento pendu-lar, el relato histórico osciló entre la alabanza de lonacional y la admiración por la visión cosmopolita.Si la generación de 1880 en Argentina pretendía loque se ha llamado “la integración al mundo”, yapara 1920/30 se iniciaba el camino de revaloraciónde lo nacional. Y, casi un siglo después, en los añosde 1990 el neoliberalismo pedía incorporar tambiénen la escuela los retos de la globalización. Ello seconcretaba con todas las contradicciones: aspirar aser primer mundo, abrir las fronteras, pero tenerrecelo de los habitantes de países hermanos. Talmovimiento globalizador cuyas acciones desde laPatria más que incluirnos nos despidió al vacío,hizo un giro de ciento ochenta grados luego de lacrisis del 2001. La mirada volvió hacia la Nación,más bien, hacia la reconstrucción de una Naciónhecha jirones y desvalida en relación con el mundo.Muchos niños y niñas habían quedado fuera de laEscuela, ¿ de qué historia formaban parte los quehabían sido excluidos? ¿Cuál “grito sagrado” iban aescuchar? ¿Qué aprenderían de una tierra que nolos dejaba crecer?Paralelamente, la radio y la televisión, por momentos,

oficiaban de narradores de la Historia Patria. Conun interesante agregado: la música y las imágenes.Medios y programas especiales complementaronlos saberes de la escuela, y hasta narraron con másdetalle. Poseían también el atractivo del lenguajemediático y hasta llegaron a poner de moda la pre-sencia de lo histórico en la vida cotidiana1.Lo cierto es que en Argentina, dolida y en recons-trucción, el nuevo milenio propició la búsqueda de memoria social, de los motivos profundos quehabían conducido a la crisis, y también la búsquedamemoriosa de recursos para la supervivencia. Elconocimiento de la Historia Patria tomó otroscarriles, la escuela no fue pionera en estos cambios,los recibió, y a su manera los adaptó a las lógicastradicionales donde prevalece la idea romántica delconocimiento histórico como constructor de iden-tidad más que la posibilidad de elaborar un saberestratégico procesualmente.Como señalan Carretero y Kriger (2004, :11) lasiguiente pregunta tiene enorme vigencia: “¿Laenseñanza de la historia debe forjar patriotas oeducar cosmopolitas?”Es indudable que “el anhelo de identidad nacionalsigue estando presente y constituye una dimensiónemotiva clave de la enseñanza de la Historia(Carretero , 2004, :62), así como no es posible laeducación con sentido de pertenencia sin la actua-lización vivencial de esa pertenencia a través derituales como son las fiestas patrias.El problema, como decíamos, sobreviene cuandodicho ritual se imagina como lo único posible parael conocimiento de la Historia Patria.

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Ser libres

Disfrazarse ha sido prácticainfantil de todas las épocas. Yjugar a ser grandes, también. Lapregunta es si hasta el siglo XIXse respetaba el ser niño o se loimaginaba como un adulto enpequeño. Un dato: la pediatríanace recién en 1872 .En la foto, niños disfrazados1910, Archivo general de la Nación.

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Clarita Rosa, abril de 1924,Cordoba. Enviada por VilmaSantillan. Novena mención.

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Respetando si dudas, el devenir de la inteligenciainfantil, es posible diseñar otros modos de la elabo-ración histórica.

Los chicos y la Historia

La Historia, como disciplina, es muy difícil deimaginar para el pensamiento infantil. Integra, enespecial para los más chiquitos, el mundo de lasnarraciones.En consonancia con las andanzas delpensamiento mágico, la narración de la infancia dela Patria es comprendida por los niños como elcuento del “Había una vez…” .Pero no creamosque por escuchar un relato los niños lo consideran“mero” relato, es decir -como diríamos los adultos-algo no verosímil, mera ficción. Para los nenes ynenas de 4 ó 5 años lo que se cuenta contiene unaverdad porque también las princesas de los cuentosla contienen. Es un tiempo muy interesante en elque palabra y verdad son casi la misma cosa.Sintetizan realidades imaginadas, acciones. Con eltiempo, los “locos bajitos” -si se les propicia la ocasión-sabrán diferenciar realidad y ficción. Pero a los 4 ó5 años aún no es momento de tal discriminación.En muchos casos no existe en la infancia una claradistinción entre la presentación de un acto escolar yla conciencia de que se trata de una representación–una ficción- en relación con acontecimientos delpasado. La labor educativa de maestros y padresresulta indispensable en estas ocasiones. Distinguir,reconocer diferencias entre la ficción y la realidadimplica un distanciamiento que se logra sólo a travésde aprendizajes, dialogando, abriendo preguntas, y

con respuestas veraces, informadas.Si la primera imagen de la Historia es para losniños “literaria”, un relato, en ese itinerario sueleaparecer una segunda imagen-noción, la de lasacciones de personajes emblemáticos: los héroes. Setrata de un tema muy discutido en la enseñanza delas Ciencias Sociales.¿Cuál es el sentido de crear-como dirían hoy los chicos- superhéroes de laPatria? En la figura del héroe se yergue sin dudauna cuestión ética ligada a la defensa de la Justicia.La Escuela puede dar a la heroicidad el lugar que lecorresponde, es decir, como un momento en eldevenir del conocer o demorarse en los personajes(como si la existencia individual no fuera productode una emergencia social). Entonces nenes y nenasse disfrazan de San Martín, Remeditos deEscalada, Manuel Belgrano o Mariquita Sánchezde Thompson. Muy especialmente se disfrazan desoldados, de héroes que luchan. Si bien es intere-sante que representen a los hombres y mujeres queconstruyeron la Patria, también pueden ampliarhorizontes aprendiendo dónde vivieron, qué sucedíaentonces, quiénes los reconocían como valiosos yquiénes pensaban diferente.Ampliando horizontes -y no estrechando con elrelato de meras individualidades- es como chicos ychicas pueden finalmente comprender la Historiacomo ciencia y elaborar una narración científica dela Historia. Implicará cotejar fuentes, saber quepuede haber dos o más versiones de un relato delpasado, que tal situación da lugar a conflictos, quelas acciones humanas no son unívocas sino que tienencontradicciones. Como señala Carretero (2004) (se

Ser libres

“Mercedes García Oliver, La Nena”,de Josefina Oliver (1875-1956), San Vicente, Buenos Aires, 1906.Enviada por Patricia Viaña.Pintar y darle colorido a las fotosera una práctica frecuente.

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“Juanita, Pedrito, Isabelita en Adrogué”deJosefina Olivera (1875-1956), Adrogue,

Buenos Aires, 1918, compiladora de laobra: Patricia Viaña. Segunda mención.

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trata de ir) “hacia una enseñanza de laHistoria cada vez más crítica, másempática y más dinámica que estimulea pensar en términos históricos sobre laconstrucción de lo propio y del nosotros.” (:12)Entender el conflicto como promotorde la historia y el desacuerdo comopromotor de política constituye undesafío aún no logrado, entre otrascuestiones, porque prevalece el relatohistórico romántico para la afirmaciónde la identidad.Como advierte Carretero (2004) “Losoasis identitarios constituyen el resultadode estrategias muy funcionales a laadhesión identitaria, pero también muydisfuncionales al desarrollo de la com-prensión teórica y política” (:74)La Historia será entonces narración -como las literarias en el mundo de losmás chiquitos- será el espacio dondeviven imaginariamente los modelos aimitar o no, según la dimensión ética yserá principalmente la lúcida interpela-ción a conflictos y antagonismosA la escuela y a las familias en generalles cuesta arribar a esta última etapa,precisamente porque se confundeinterpretación alternativa con falta derespeto a los héroes, porque existe cris-talizada una larga tradición que nosuperó el adoctrinamiento en materia

de Historia y “se ofende” si el alumnoescribe o dibuja algo que supera eldogma.Como advierte Carretero, las efeméridesofrecen una oportunidad especial, pri-vilegiada,para el estudio empírico de los efectoscognitivos de la “hipertrofia identitaria”sobre el desarrollo de la comprensiónhistórica y de la capacidad política delos alumnos. Y has ta llega a denunciarque “ su estudio puede proporcionarmaterial de prueba a quienes creen -como el propio Carretero- que eladoctrinamiento debe considerarse unclaro ejercicio de “violencia cognitiva”y que teniendo en cuenta su improntaafectiva y su temprana aplicación, susefectos pueden ser muy difíciles derevertir” (:27)Tal vez, a nuestro entender, los textosmencionados antes exageren, el apren-dizaje de la Historia requiere tambiénde la dimensión emotiva aunque porcierto no puede ser la única dimensiónque se ponga en juego.

Hacer Memoria

La memoria es a la Historia lo que elarte es a la ciencia. Descalificada por suinvitación a repetir y necesaria para lacontinuidad social, la memoria constituye

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Una publicidad memorable: para festejar el 25 de mayo elHimno Nacional en gramófono escuchado por toda lafamilia.Revista Caras y Caretas, 14 de mayo de 1910.

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“Chamuyando” de Francisco JuvencioConelli, Concordia, Entre Ríos.

Tercer Premio.

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un componente sustantivo de los vínculos y de losaprendizajes. No hay relato de la Historia grande sinmemoria de los gestos, los aprendizajes locales, laspequeñas cosas.Los más chiquitos, como esponjitas curiosas,absorben las vivencias del entorno y -memoriasfrescas al fin- las recuerdan con detalles e impre-sionante actualidad.Lo enseñado sin palabras, con hechos, actitudes,permea todos los comportamientos infantiles. A suvez, los relatos son aprendidos hasta tal punto que,cuando los grandes, por olvido o cansancio, obvia-mos una parte del cuento, los chicos la reponencon el consabido “Ma… te olvidaste una parte,Bambi no termina así.”La memoria también resulta un fuerte antídotocontra la mentira o la distorsión de los hechos.Las memorias locales cristalizadas en fotos defamilia, fiestas, rituales, son un andamiaje indis-pensable que interactúa con las experiencias de lavida adulta y, aunque se oculten o cuestionen,resultan innegables. Con diferencias por el gradode complejidad, también la historia de los pueblosse forja a través del anudamiento de lo particular ylo general, lo vivido y lo heredado, la historia grande ylas tradiciones locales. Sólo que, en la puja por tor-narse hegemónicos algunos relatos ocupan elespacio mayor de la memoria social y hasta asfixiana otros. También las narraciones identitarias conhijas de los intereses creados, forjan historias oficiales,desmerecen las restantes.Sin embargo, las identidades se constituyen con losdiscursos hegemónicos pero también con los otros,

aunque sean negados o reprimidos, aunque esténcondenados a permanecer en tinieblas. Los chiquitosaprenden de lo evidente pero también de los huecos yolvidos del mundo adulto. Lo que no se dice -aunque se sospecha que existe- es registrado comoun hueco, un vacío, como pregunta sin respuesta, yhasta como afrenta a la identidad de las personas.De ahí que el ocultamiento de la verdad, por ejemploen situaciones de adopción o de muerte de unfamiliar o de riesgos vividos, influya poderosamente enla consolidación de la personalidad, en la autoafirmación.La memoria, como proceso de actualización yrecreación del pasado en el presente, también esestratégica para la supervivencia. Quienes hanpadecido traslado forzoso o situaciones límitesguardan – quizás reelaborada- una huella de esaexperiencia aunque nunca lo hayan manifestado enlo capilar. En este sentido, también los cuerpos tie-nen memoria ancestral de placeres y disgustos. Losmás chiquitos hacen memoria de sus experienciasbuenas y malas, a veces, sin formular palabras sinoa través de gestos y expresión de sus cuerpos.Erradamente , suele considerar a esas experienciasnimias frente a los padecimientos de los adultos,aún la idea de que los problemas de las infanciasson pequeños problemas sobrevive y hasta influyeen las políticas sociales. Desconocer las experienciasinfantiles, no escuchar sus memorias es grave.Precisamente los niños y niñas pueden conocercabalmente la Historia con mayúscula sin que se lareduzca a mera dramatización para un acto escolaro repetición de información sin sentido, si la puedentramar con las memorias locales, si los héroes se

Ser libres

Nenas jugando al Oñate en 1902.(Archivo General de la Nación)La “misión” femenina parecíaestar centrada, por entonces, enel matrimonio y el cuidado delos hijos.

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“Corazoncito” de Damián AndrésFerrari, Movilizaciones en Capital

Federal y La Plata.

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tornan humanos y si se comprende que los grandespersonajes son históricos, devienen, mueren. Noson mera figura de cera.Por este camino niñas y niños -aunque sean muychiquitos- estarán más permeables a la futura ela-boración de conocimiento procesual indispensablepara la reflexión y la acción inteligente.

La Historia y el conocimiento procesual

De la piel al esqueleto llegamos a un nudo central:la Historia como principio educativo. Ella permitepensar en devenir, no pensar el devenir como siestuviéramos en un afuera atemporal sino pensarque somos, vivimos, en devenir.Tal evidencia cambia muchas de nuestras perspec-tivas, y cuestiona -o por lo menos reconstruye-una cierta idea de atemporalidad que inunda laescuela incluso cuando se trata de acontecimientoshistóricos. La Historia como celebración atemporalcon héroes cosificados permanece aún en la escuela.Obedece en especial a un modo atomizado deconocer muy presente en las perspectivas positivistas(Entel, 1986) . Consideraban que el niño comouna tabla rasa incorporaría pasivamente informaciónelaborada previamente en datos. Una propuesta crítica de tal modo atomizado fue laperspectiva sistémica que daba especial valor a lorelacional. Sostenía que el niño tiene primero unavisión de conjunto y luego distingue las partes, losvínculos entre los elementos de una estructura .Asíse enseñaban las relaciones sintagmáticas en elestudio de la sintaxis. Sin embargo se evitaba enseñar

aquello que estaba “afuera” del sistema. Ya sea elpasado o bien lo que desbordaba y era contradictoriocon respecto a lo legitimado.Ambos procedimientos -atomizado y sistémico- seintegraron muy bien al sistema educativo, pero untercero no tuvo similar suerte: era el modo procesual,heredado de la filosofía hegeliana y del materialismodialéctico. Es decir, entender que cualquier objeto ofenómeno son producto de un proceso de produccióncon contradicciones, memorias lejanas, conflictospresentes, dudas y hasta trabas objetivas en el conocer.Cada juego, cada juguete tienen una historia de la quepocas veces se habla pero que está presente, comoescondida en cada producto terminado. Los TiemposContemporáneos han tendido más a apreciar elobjeto y sus posibles consumidores que a dar cuentadel proceso de producción como si no importaramás que lo que aparece ya hecho.¿Por qué insistimos en la importancia del conoci-miento procesual? Porque habilita una visión másprofunda y exhaustiva del conocer.Porque colabora con el espíritu científico más pro-fundo: la curiosidad de saber cómo se produjo unfenómeno y hacer conjeturas al respectoPorque de modo muy sencillo propicia la elaboraciónde qué es hacer y narrar historia.Porque amplía el campo de historizaciones posibles,prácticamente todo puede contener discurso histórico.Porque permite superar la construcción de mitossobre la presencia de determinados fenómenos(saber su proceso da lugar a un modo “otro” deentender la Creación no sólo pensada en términosde milagro).

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Niños jugando en la calle, añosde 1930, Archivo General de laNación. La vereda y la calle eranel lugar obligado de los juegosinfantiles, especialmente cuandolas familias numerosas vivían enconventillos, en una sala paracada familia entera.

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19 I El arte como principio educativo21 I Enseñar historia a los más chiquitos

“Inmigrantes Nigerianos” de Esteban Widnicky, Buenos Aires. Tercer premio.

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Porque ayuda a hacer prospectiva: si se aprende ahacer memoria también tal procesualidad habilitaráa imaginar futuro.Porque no piensa el pasado sólo en términos de loatesorado como algo escondido en un cofre cerradosino como la selección, el recuerdo, el sentimientocompartido, algo que podrá ser siempre objeto deinterpretaciones.Porque estimula otro modo de contar la Historia:no sólo la historia política o militar sino el devenirde las sociedades con todos sus recovecos, sombrasy fulgores.Y también el modo procesual de conocer invita ala búsqueda y la interpretación, entiende finalmenteque el conocer es social aunque sean individuos losemergentes de los aprendizajes. Gusta de hacergenealogía de los saberes y reconoce que es posiblereferirse cabalmente a conocimiento cuando lassubjetividades están implicadas. De lo contrario sepodría hablar de información ,pero no de conocimiento.Esta modalidad tiene gran aceptación en el campode las reflexiones teóricas, pero la resistencia surgea la hora de la puesta en escena, es decir, en elaula, o en la familia. Ello ocurre, entre otros moti-vos, porque los modos de enseñanza tradicionaltienen más peso de lo imaginado. Forman parte derutinas ancestrales, construyen estereotipos. Perohay pistas de agotamiento y de la necesidad decambiar.La escuela (y la familia) imaginarán, cuanto menosuna doble articulación: la historia de los aconteci-mientos, la historia de los rituales y festejos de losactos escolares, y la otra cara: lo controversial, o la

pregunta de cómo quedaron los perdedores, o quéaristas desconocidas deberíamos abordar.Preguntar y preguntarse. Buscar distintas fuentes.Jugar a ser detectives de la Historia Patria paraadvertir nuevos indicios no siempre sacados a laluz, o para pensar si en los relatos de la Patria hanestado históricamente todos los claroscuros incluidos.El conocimiento de la Historia Patria requieretanto de los rituales emotivos que consolidan laidentidad -convengamos que la Patria está dañadaen ese sentido- como de los que permiten la reflexióny propician el debate.A veces pienso que si la señorita Linda vivieraaceptaría con gusto el desafío de promover, casijugando, la reflexión sobre esa “nube de recuerdos quese agolpa hoy en la mente de todos los argentinos…”�

Referencias bibliográficas

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Ser libres

La dedicación materna al bebése traducía no sólo en proveeralimentos sino en tejer y coserprendas infantiles. Este sugesti-vo aviso de lanas “Mamita” fuepublicado a página entera en larevista Para Ti de junio de 1940.

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“Juegos en la Boca” de Esteban Widnicky, Buenos Aires. Sexta mención.

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Buenos Aires.Foucault, Michel (2000) Defender la sociedad,FCE, Buenos Aires. Halbwachs, Maurice (/1925/ 1995) Lescadres sociaux de la mémorie, Alcan, Paris.Revel, Jacques (2005) Un momento historio-gráfico, Manantial, Buenos Aires.Entel, Alicia (2008), Dilaectica de losensible, Aidós, Buenos Aires.White, Hayden (2002), Metahistoria,FCE, México.

Notas

1Nos referimos especialmente al canalde televisión Encuentro dependiente delMinisterio de Educación de la Nación,y a programas como “Algo habrán hecho”de la productora 4 Cabezas respectiva-mente en Canal 13 y luego en Telefé.

*Alicia Entel es doctora en Filosofíapor la Universidad París VIII (Imageny conocimiento), investigadora enComunicación de la Universidad deBuenos Aires y directora de laFundación Walter Benjamin.

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Aviso de Caras y Caretas, Diciembre 1910.

24 I Enseñar historia a los más chiquitos

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25 I Enseñar historia a los más chiquitos

“Dorita”, Puerto Deseado, Circa, 1935. Enviada por Mauricio Rinaldi. Quinta mención.

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Desde muy pequeños nos hablan de amor a la Patria y de respeto. Pero ¿qué quiere decir?¿Cómo se materializa la Patria? ¿Qué relación tiene con los objetos, símbolos, rituales e

imaginarios que constituyen nuestro patrimonio como comunidad? ¿Hasta qué punto estamos consustanciados y valoramos lo que tenemos?

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La fotografía parece dar cuentadel estado emocional de niño,vestidito por su madre para loscarnavales de 1910 y llorando.¿Era una educación para la libertad?Foto: Archivo General de la Nación.

Explorar los conceptos de Patria y dePatrimonio resulta un desafío interesante,especialmente cuando la posmodernidad

desplazó valoraciones y significados acerca de laconceptualización del mundo.Primero, nos invita a indagar sobre la génesis deestos términos que ofrece datos de interés. Segúnel Diccionario etimológico de Corominas (1998:432) patria es “tierra de los padres” y patrimonio“bienes heredados de los padres”. La ambigüedad deltérmino “bienes” nos autoriza a suponer que lapatria se incluye en ellos, pero también el patrimoniohace a la patria, por lo tanto Patria y patrimonio sesolapan en una inextricable relación que tiene unaconsiderable complejidad. Analicemos algunasdefiniciones.

Patria

“La Patria, el “lugar donde se nace”, el que establece laterritorialidad de la historia común, el que herma-na a hombres y mujeres que no se conocen, el quesuscita un sentimiento de pertenencia y de fideli-dad, es un territorio tatuado. ¿Qué “tinta” se usapara el tatuaje? ¿Quién “dibuja” y “escribe” el territorio?1”La cita confirma la idea general de que la palabrase asocia a lo afectivo y esa noción tiene una per-manencia que desafía la dinámica de la lengua;pero en la porosidad se filtran diversos aspectos: elespacio geográfico, las costumbres compartidas, losideales comunes. También existen patrias sin terri-torio como la de los gitanos o la de los palestinos.Son excepciones y, aun en esos casos, hay una refe-

rencia al espacio donde transcurre la vida al que selo tatúa con tinta invisible.El concepto de Patria es anterior a Nación pero losdiccionarios parecen soslayar esta faceta y resultaconveniente repasar los deslizamientos de Patriahacia Nación, Estado, país.La Real Academia Española, en su primera acepciónestablece que Patria es “la tierra natal o adoptivaordenada como Nación, a la que se siente ligado elser humano por vínculos jurídicos, históricos yafectivos”. Se incorporan nuevos atributos a ladefinición clásica, como los elementos constitutivosde una Nación.Los acontecimientos históricos explican ese desli-zamiento. Nicolás Shumway2 afirma que enAmérica hispánica “las ficciones orientadoras de undestino nacional tuvieron que ser improvisadascuando la independencia política era un hecho”.Esto es lo que José Mármol expresa3:“El sentimiento de la patria no se sentía sino en loscampos de batalla, lejos, muy lejos, de la madrecomún, cuando los ejércitos peleaban por la inde-pendencia de todo el mundo. Pero en el límiteargentino aquel hermoso y santo sentimiento serefundía en el estrecho límite provincial y jamás losargentinos hemos marchado de un punto a otro dela república a encontrarnos con los brazos abiertoscomo hermanos sino con los brazos armados comoenemigos asesinando así la idea y el sentimiento dela Patria”.En este proceso de creación de las naciones segenera la pertenencia, se establecen deberes y derechosy con ello las jerarquías. Las relaciones de poder

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19 I El arte como principio educativo29 I Nuestro Legado

“La familia de Gerónima”, Puerto Deseado, 1926. Enviada por Mauricio Rinaldi. Primer premio.

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exigen ordenamientos jurídicos e institucionalesremitiéndonos al concepto de “Nación”, que entranen conflicto con lo que se sentía como Patria.Las que habían sido áreas geográficas de las coloniasespañolas tuvieron que definir su destino autóno-mamente. El modelo europeizante de las clasesdirigentes descalificó la cultura popular que se gestabaen la mixtura de criollos y nativos con sus particu-laridades regionales. La independencia enfrentóalternativas disímiles: continuar el patrón culturalvigente o recuperar y sustentar las tradiciones quemantenía el pueblo, lo que fue el germen de laidentidad nacional. La tensión entre esas dos culturasse mantuvo hasta entrado el siglo XX, cuando laintelectualidad latinoamericana reflexiona sobre suidentidad, alejándose de otras matrices.Estas tensiones, naturales en toda conformación depatria, se van saldando con el tiempo y conviven enun proyecto mayor. José Luis Borges lo señaló: “Nadie es la Patria ytodos lo somos”. Los Padres de la Patria generaronherederos de un universo no parcelado que heredamostodos. Porque el concepto indica la inferioridad decada individuo respecto a la casa común, que es lapatria que ayudó a crear y que lo trasciende.Si se pensara en “Patria” y se intentara definirla,seguramente se encontrarían pliegues que le con-fieren a la palabra una variedad en su textura. Pero sin lugar a dudas la Patria nos remite a hogary puede concebirse como una construcción querequiere de todos, en la que se incluye lo que dese-amos, lo que soñamos, lo que proyectamos, que nosmuestra lo que somos capaces de hacer.

Patrimonio

Por otro lado, explorando el término patrimonionos remite también a un legado. Según la definiciónde la Real Academia Española, se refiere al “con-junto de bienes que ha heredado de sus ascendien-tes”. Definición que, indudablemente, no contienelas complejidades que involucra el concepto depatrimonio cultural con sus muchos matices y con-tenidos, tantos como los bienes que hacen a nues-tra identidad.El concepto de patrimonio es dinámico, evolucionaa través del tiempo porque cada generación decidequé proteger.A la noción del patrimonio como legado que reci-bimos de generaciones anteriores que debemosconservar y acrecentar, le sumamos esa particularvaloración -que se percibe en la comunidad- de lasinclusiones o exclusiones de ese patrimonio. Seimbrican de este modo lo que llamamos patrimoniotangible e intangible. Según los términos de la UNESCO “el patrimoniotangible es la expresión de la cultura a través de susgrandes realizaciones materiales. A su vez, se puedeclasificar en mueble o inmueble”4.La tangibilidad hace una clara referencia a lo físico,comprende una enorme diversidad de bienes en laque se suele incluir desde obras de arte, documen-tos históricos, hallazgos arqueológicos, construccioneshistóricas hasta objetos del uso cotidiano. En palabras de la UNESCO, el patrimonio intangible:“es el conjunto de formas de cultura tradicional ypopular o folklórica, es decir, las obras colectivas

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Fue durante la presidencia deHipólito Irigoyen, en Pergamino,el 6 de octubre, el Señor Aguilarse fotografió con su esposa y sussiete hijos varones. El último,como corresponde, fue ahijadodel presidente. (Archivo Generalde la Nación)

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“Iruya” de María Buenaño, Salta. Décima mención.

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que emanan una cultura y se basan en la tradición.Estas tradiciones se transmiten oralmente omediante gestos y se modifican con el transcursodel tiempo a través de un proceso de recreacióncolectiva”.El patrimonio intangible involucra a las formas denuestro hacer, pensar y sentir. Nos remite al espa-cio social porque es fruto de la creación colectivaque le confiere un sentido particular a los ámbitosen donde se generan.Señala Prats5 que “el factor determinante que define loque actualmente entendemos por patrimonio es sucarácter simbólico, su capacidad para representarsimbólicamente una identidad”.Pero esta definición se fue construyendo el tiempo, demodo de incluir en ella, no sólo el conjunto de bienesque se hereda de los padres en términos de bienesmateriales sino, siguiendo a Prats, todo aquello quese constituye en eficacia simbólica, es decir “capaci-dad del símbolo para expresar de forma sintética yemocionalmente efectiva una relación entre ideas yvalores”.Todos son soportes identitarios que nos permitenreconocernos con el otro en esa comunidad.Identidad que no es idéntica, que se teje en unentramado con una diversidad que conforma untapiz único, en el cual cada uno reconoce su aportepropio pero se integra en el conjunto. Los patrimonios culturales tienen una existenciavisible, una presencia constante pero por esomismo se naturalizan hasta desaparecer para elindividuo. Su valorización es la operación que losvisibiliza y demanda el diseño de políticas que no

pueden ser nunca unilaterales: se requiere que lasinstituciones las coloquen en sus agendas y que seentable el diálogo con los ciudadanos, destinatariosnaturales del patrimonio6. El patrimonio cultural, es un capital social -norenovable- que bien manejado, ayuda a la sosteni-bilidad del hábitat y produce efectos positivos en lacalidad de vida de una población. Se debe incorporarloa la vida cotidiana para alumbrar un nuevo sistemainteractivo, versátil, que enriquezca la vida del ciudadano.Leer el patrimonio es comprender la información queporta, la forma de construir nuestra identidad apartir de lo que nos ofrece como memoria viva.La memoria es el patrimonio intangible por excelen-cia, no debe ser falseada y requiere permanecer con susmatices, aun lo que no nos enorgullece. No para ali-mentar el odio o el sufrimiento sino para entender elpresente y mirar con sabiduría un futuro.

Semejanzas y diferencias

En el análisis, se amplían las perspectivas con acep-ciones que se rozan, se contactan. Las nociones deNación, de Estado, de país, que devienen de procesoshistóricos, se asientan en circunstancias en las quese establecen fronteras geográficas, y se procura launidad cultural de un pueblo, en la que se va confi-gurando su patrimonio.Entre ambos conceptos, Patria patrimonio, se pro-ducen entrecruzamientos de contenidos y sentidosque conforman un espacio común pero conservanlas diferencias. La identificación de los campos

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Tiesa para la foto y, al parecer,sin mucha convicción, esta niñafesteja los carnavales del año delCentenario. (Archivo General dela Nación).

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“Adrogué”de Josefina Olivera (1875-1956), Adrogue, Buenos Aires, 1918, compiladora de la obra : Patricia Viaña

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concurrentes abre un área de trabajo afín, perotambién plantea interrogantes.En este espacio común abrevan: la historia com-partida, el futuro, la identidad, la pertenencia, lacohesión social, y el concepto de legado que convoca ala responsabilidad para nuestra descendencia.Entre las diferencias, podríamos señalar que mientrasel concepto patrimonio está más vinculado a la vidacotidiana del ciudadano, el de Patria está más ligado aluso del territorio, con los equívocos que acarrea yconvierte el vocablo en una abstracción.Quizás estos conceptos polisémicos revistan mati-ces diferentes en cada cultura por lo tanto resultaindispensable reconocer la relatividad de cualquieranálisis.En nuestro país el concepto de Patria, que es másabstracto -a raíz del proceso de apropiación querealizaron los militares y los procesos globalizadores-,se encuentra en un estadio de difícil aprehensión.Sin embargo, surgen cíclicamente expresiones sen-tidas, por parte de la población, de recuperar suproximidad y cobijo, tal como se manifestó en laapertura democrática de 1983 o en la crisis del2001, entre otros.Este concepto, aunque difuso, no se discute aún ensus múltiples acepciones, se avala y sostiene aunquesea más inaprensible porque, aun en los momentosmás difíciles, la Patria nos ampara sin plantearnosdemasiadas exigencias.El patrimonio en su acepción más moderna esabsolutamente discutido en sus límites, contenidos,responsabilidades o estrategias para su protección,pero está al alcance de la gente porque lo usa o lo

produce. El carnaval, los monumentos, las fiestas,los centros históricos o la música, se guarecen bajoun sentimiento de hermandad que tiene presenciaconstante. Es menos abstracto. Se vincula desde lofísico y lo fáctico con la vida de las personas, por loque este lazo se alimenta aún sin un proceso cons-ciente, brindando goce y disfrute.Sin embargo, su pérdida o su deterioro, nos inter-pelan sobre el compromiso con las generacionesvenideras, sobre lo que les legaremos, por lo cualprovoca un sentimiento ambivalente entre el orgullo yel pesar. Nos gratifica pero también nos cuestiona.Pese a estas diferencias, no se puede negar la exis-tencia de fuertes vasos comunicantes entre ellosque establecen sinergias positivas.Patria chica o Patria grande es el ámbito naturaldonde se desarrolla tanto el proceso de construccióncomo de destrucción del patrimonio. Este patrimonioes uno de sus contenidos simbólicos más estructu-rantes, pero paradójicamente también la Patria ensu valor más emblemático, es parte de ese patrimonio. En síntesis, podemos decir que estos conceptos, talcomo en la cinta de Moebius, se presentan comolas caras de una única lámina alabeada en un movi-miento sinfín en la que resulta imposible diferenciar eladentro del afuera, alternativamente.Es imposible comprender la dimensión de ambosconceptos sin esa simbiosis establecida por unarelación dinámica que determina una retroalimen-tación permanente.

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“Así nos disfrazamos”, álbumfamiliar. Fotografía enviada porAdriana Osorio quien explica que se trata de sus tías.

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“Desde las costumbres” de Patricia Muller, Ruta de los artesanos, Salta.

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Identidad

Al igual que el concepto de Patria, el concepto depatrimonio cambió a lo largo de la historia, peromientras que el de Patria se erosionó y se alejó delidealismo romántico y vigoroso de la revoluciónfrancesa, el concepto de patrimonio se fue ampliandoy se enriqueció en el reconocimiento de la diversidad. En este proceso, el concepto de Patria se desgaja dela sociedad del posmodernismo, mientras que el depatrimonio se democratiza y busca enraizarse en elseno de la comunidad. En el espacio común de losdos términos, sin embargo, anida fuertemente elconcepto de identidad.Una definición actual y contundente nos ofreceSilvia Bleichmar7: “La identidad es la concienciade nuestra propia existencia, y la propia existenciase constituye sobre enunciados que dan cuentacómo un sujeto o un pueblo se siente posicionadoante sí mismo”. La identidad está ligada a lo quesentimos como propio frente a la otredad.El paso ineludible para entender la identidad social esotorgarle la condición de una construcción colectiva,que acompaña y resulta del devenir de esa comunidad.También en este caso el concepto evolucionó ycarga nuevos significados. Bleichmar sostiene quela identidad aparece como un concepto antropoló-gico y sociológico en el siglo XX por las luchasanticoloniales y se reactiva en función de globalización.En el proceso de conformación de los estados sesuceden acontecimientos destinados a constituiruna identidad que permita definir a sus habitantescomo miembros de una com-unidad8. También se

evidencian direcciones contrarias. No se trata deindividualidades, ni sectorizaciones. Es la dinámicapropia de la sociedad que muda usos y costumbreso los mantiene como baluarte y que los juegos depoder desestiman o amparan.Las tensiones que se producen hablan de la perte-nencia proveniente de una circunstancia geográficaal momento del nacimiento y la elección que puederealizar un ciudadano libre.Partimos del concepto dinámico que implica laidentidad. Hay una reconstitución permanente enla que las incorporaciones conviven con elementosoriginarios, que se conservan como manifestacionesrecurrentes y componentes de un todo identitario.En el mundo globalizado, que tiende a uniformar,homogeneizar, existe el temor de diluirse en algo queaparece con mayor fuerza, de manera dominante. Sinembargo hoy, las identidades, por lo general, toman a ladiversidad en su reconocimiento y construcción comosu activo principal. Para pensarnos a nosotros mismoscomo ciudadanos frente a la otredad deberemos enten-der cuánto aporta el otro a nuestra conciencia del lugarque ocupamos en el mundo.El desafío es, entonces, afirmar nuestra identidad comoel más profundo reconocimiento de quiénes somos. Eneste proceso se requiere una contundente distinciónentre identidad y homogeneidad. Nuevamente aparecenlímites difusos y permeables que toleran las interseccio-nes y evolucionan hacia conceptos omnicomprensivos. Si aceptamos esto como punto de partida, tenemos quehablar de la coexistencia de multiplicidad de identidades,que dibujan un nuevo mapa complejo por definición,con variedad de voces buscando su expresión, que

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El espacio público -enfatizamos-ha sido muy importante en la his-toria de las infancias en Argentina.En la fotografía un grupo de niñosy adultos observando en la plaza aun personaje y sus destrezas. Años30, Archivo General de la Nación.

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“El Alumno” de Aldo Luján Zanetti, Córdoba.

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cuestionan los pensamientos hegemónicos parareinstalar identidades multideterminadas.

En los umbrales del nuevo milenio

El proceso de globalización mundial desdibujófronteras, desterritorializó poblaciones completas ygeneró crisis identitarias; esto se verificó con carac-terísticas devastadoras en aquellos países en loscuales el proceso identitario se encontraba inconcluso9.La magnitud del fenómeno obedece a que los paí-ses desarrollados han operado como fuente difusorade su cultura. Cuando no encontró resistencia en lacontrapartida cultural, el resultado fue la imitacióny subordinación a los modelos hegemónicosimportados. Este mecanismo constituye una fuerzaque conspira contra el desarrollo de las culturaslocales y la riqueza de la diversidad. E impactacontra la identidad. En el interior de nuestro país, los avatares econó-micos y las crisis sociales, ahondaron los conflictosy desgarraron el tejido social con tal profundidadque hasta hoy no se pudo restañar. Por otro lado,minó las instituciones y los mecanismos de inclusión,dificultando la construcción de un proyecto común,que cobijara a todos. En ese contexto, trabajar en el patrimonio resultaestratégico, porque significa el fortalecimientoidentitario. Si el patrimonio nos posibilita entenderel pasado, resignificando el presente, para construirel futuro, se convierte en la llave para pensar undestino común, desde la inclusión y el respeto porla diversidad para forjar la Patria.

La Patria como construcción colectiva

Resulta de interés señalar la dialéctica de este procesoentre las voluntades individuales y las decisiones dequienes asumen la responsabilidad de dirigir losdestinos de una Nación.La conciencia de una identidad colectiva y el senti-miento de afecto por la Patria, se construye desdela inclusión y la participación. La exclusión es el exilio en la tierra que le es propia yproduce un daño profundo a la comunidad. Estasituación conlleva la obligatoriedad de las institu-ciones de tender puentes entre distintos sectores dela comunidad y propiciar la igualdad de oportuni-dades, desde la valoración por las diferencias paraconcretar la identidad inclusiva.Según esta perspectiva, es necesaria la formación deciudadanos activos, que puedan participar, elegir yapropiarse de las opciones culturales que brinda laPatria, o producir nuevos andamiajes culturales que losrepresenten. De esta forma se vincularán afectivamen-te con el territorio para vivirlo, de verdad, como propio.La pertenencia cultural, cuyas fronteras son máscomplejas, precisa asumir posiciones en la constitución delo nacional. En este sentido, es necesario recuperar laposibilidad de establecer el equilibrio entre la diversi-dad étnica, religiosa, cultural y hasta social paraincorporarlas bajo una forma política que las defina,fortalezca el sentimiento de pertenencia y alimente,desde el civismo, el amor a la Patria.

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Entre las instituciones con pesopara la formación de los niños,una sin dudas de gran influen-cia, ha sido la Iglesia. La fotografía se denomina“Primera Comunión”, es de 1928, yfue enviada por Vilma Santillán

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19 I El arte como principio educativo39 I Nuestro Legado!

“Potrero, ¿mirando al futuro?” de Valeria Torrens, La Boca, Buenos Aires. Segunda mención.

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Compromiso de todos

Patria y patrimonio aluden a lo colectivo tanto ensu construcción como en su disfrute, por lo tantoambos términos se inscriben en el plano de las res-ponsabilidades compartidas. Es un compromiso detodos.La celebración del Bicentenario nos ofrece unaoportunidad para pensarnos desde nuestros orígenes,valorando la diversidad de identidades que nosconstituyen y, a partir de este capital social, másallá de las urgencias del presente, soñemos con elfuturo deseado, para construir colectivamente elpaís que queremos.Es posible que, a partir de ello, imaginemos cómoarticularnos con el mundo. La globalización hapuesto en crisis antiguos paradigmas y es un proce-so irreversible que dispara el inmenso desafío demantener márgenes de autonomía. La clave es elfortalecimiento de nuestra identidad permitiéndonosconsolidar vínculos, rompiendo insularidades y aislamientos, para que el intercambio sea una opor-tunidad y no un peligro.Desde la protección de este legado, podremosconstruir espacios de interacción donde habite ladiversidad cultural�

Referencias bibliográficas

Bleichmar, Silvia (2004) “Las industrias culturalesen la globalización” conferencia en el II EncuentroInternacional sobre Diversidad Cultural, Gobiernode la Ciudad de Buenos Aires,

García Canclini, Néstor (2007) Estado y sociedad enla globalización, Paidós, Buenos Aires.

Héau-Lambert, Catherine y Rajtenberg, Enrique“La identidad nacional entre la patria y la nación”en la revista Cultura y representaciones sociales, Nº 4,México.

Prats, Llorec (1997) Antropología y patrimonio, Ariel , Barcelona.

Shumway, Nicolás, (1993) La invención de laArgentina, Emecé, Buenos Aires

Notas

1 Héau-Lambert, Catherine y Enrique Rajchenberg.“La identidad nacional entre la patria y la nación”. EnCultura y representaciones sociales” N º 4. México 2Shumway, Nicolás.1993. La invención de la Argentina.Buenos Aires: Emecé. 6ª edición 20053Mármol, José. Sesión del 11 de mayo de 1860.Convención en Asambleas Constituyentes Argentinas1937. Instituto de Investigaciones Históricas. Facultadde Filosofía y Letras. UBA4Se refiere a la posibilidad de traslado del bien sin perdersu esencia. Inmueble :edificios puentes ,áreas urbanas etc.

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La limpieza exterior e interior.Este aviso corresponde a larevista Para Ti del 29 de octubrede 1929.

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“Boxeadorcito”, enviada por Valeria Torrens.

Segundo premio.

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y. mueble obras de arte, documentos, objetosarqueológicos, etc.5Prats, Llorec. (1997): Antropología y patri-monio. Ariel. Barcelona6En este marco, es necesario reconocer laimportancia de las diferentes intervencio-nes profesionales, requeridas para la pro-tección del patrimonio, donde aporten susdiferentes especificidades, pero con unabordaje integral e interdisciplinario,engarzadas en una estrategia común.7Bleichmar, Silvia.2004. Las industrias cul-turales en la Globalización. II Encuentrointernacional sobre Diversidad Cultural.Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires 8Se recurre a la palabra comunidad porqueremite a la unidad, a lo común.9Expresión utilizada por Néstor García Canclini(2007), Paidos, Estado y Sociedad en La globali-zación imaginada

*Silvia Fajre es arquitecta, ex Ministrade Cultura del Gobierno de la Ciudadde Buenos Aires, profesora en laFacultad de Arquitectura de laUniversidad de Buenos Aires e investigadora y consultora en temas de Patrimonio Cultural.

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El legado familiar se hace explícito en esta fotografía: un papáy su hijo subido a un banquito especial. La obra se llama “De tal palo” y fue enviada por Nieves Lence.Octava mención.

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39 I Mapa de la Educación Inicial19 I El arte como principio educativo43 I Nuestro Legado!

“El auto de papá, album familiar” ,enviada por Adriana Osorio.

Séptima mención.

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2 I Habitar el mundo

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45 I Poner el cuerpo

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¿Quiénes y cómo le enseñaron qué es la Patria?La idea de Patria me viene tanto de mi padre comode mi madre, antes de la escolarización. Yo ya dechica supe que mis padres no habían nacido acá,que habían venido de muy chiquitos. Mi padrenació en Odesa, Ucrania a orillas del mar Negro.Mi madre en Paris, de una familia que venía desdeRumania, hicieron un pasaje de unos años porFrancia y después vinieron para acá. Los dos llegarona Argentina cuando tenían meses. Mis abuelosmaternos hablaban idish, y muy bien francés,tuvieron a su primera hija que fue mi madre y des-pués tuvieron cuatro hijos más. Yo era chica y me preguntaba por qué se habíanvenido, de dónde venían. Entre mi madre y mipadre me explicaban que la familia de mi padrevivía en un lugar donde eran perseguidos por serjudíos, de las matanzas y que habían venido acá. A mí me impresionaba eso ya en ese momento yme sigue impresionando, dejar atrás todo e ir a unlugar que uno no sabe qué es, buscando una tierradonde no los persiguieran y pudieran vivir en paz. Ellos me dieron la idea de que esto era la Patria,éste era un lugar que a ellos los había recibido,donde habían podido estudiar, tener una familia; yno venían los cosacos a matarlos, si bien ya desdebastante chica supe que había gente que a los judíosno los aceptaban. Pero la idea de Patria como unlugar en el que uno se arraiga y una tierra que auno lo recibe, donde una persona se puede establecer,lo mamé de ellos, de esta idea de gratitud por per-mitirles estar acá, poder construir algo y no vivirperseguidos.

Después lo aprendí en el colegio. Lo que pasa esque la noción de Patria que empecé a tener en laescuela no me cerraba tanto. Lo que yo percibí através de mis padres era más concreto, era una tierraque los había recibido bien, no éramos unos “bacanes”,pero teníamos las necesidades básicas cubiertas yyo te diría que un poco más. Nunca tuvieron undepartamento propio, siempre alquilaron porque pri-vilegiaban educarnos bien, esto para ellos era muyimportante, era esa mentalidad de “mi hijo el doctor”. Cuando empecé a ir al colegio vi que había genteque vivía muy bien, y otros que vivían muy mal.Una familia de diez personas podía convivir en unapieza de conventillo. Esto, no lo había visto antes,no sabía que existía, y la noción de Patria meempezó a hacer un chirrido porque para mí era unlugar donde todos tenían las mismas posibilidadesy empecé a ver que no era tan así. Otro chirrido enrelación a la noción de Patria que yo no tenía, fuedarme cuenta de que había personas que por perte-necer a otros grupos, por ejemplo tener otro colorde piel, no recibían de la Patria lo mismo que daban.No se les tenía la misma consideración. Y que eneste sentido, había gente que se arrogaba el poderde decidir por la Patria y no precisamente para elbien de la Patria. Ahí empecé a cuestionarme algunascosas y la idea de Patria empezó a ser una nociónmás conflictiva. Por un lado la escuela me traía esta idea de losmanuales que me hablaban de San Martín, deBelgrano, pero las cosas que simultáneamente lavida me mostraba a veces desde la propia escueladesmentían, contradecían esto. Se me presentaba

Adela Basch

Nació en la ciudad de BuenosAires en 1946. Es escritora y edi-tora, especializada en cuentos yobras de teatro infantiles. Escribióentre otros “Abran cancha, queaquí viene don Quijote de LaMancha”, “Los árboles no sontroncos”, “El velero desvelado”, porquien obtuvo en premio Argentores;“Oiga, chamigo aguará” ; “José deSan Martín, caballero de principioa fin”;“¡Que sea La Odisea!”y“Una cita a la tardecita” entre otros.Coordina talleres de escritura, pro-moción de la lectura y difusión dela literatura infantil. Es directora yeditora de Ediciones Abran Cancha.

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“Con las Manos” de Patricia Muller , Tilcara, Jujuy.

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un doble discurso. Esta noción tal como la escuelame la decía ya no me la creía.

¿Cómo fue esta visión ya de grande?Al ser mayor, y salir del país, otra cosa me fuehaciendo ruido, al ver que las fronteras entre unpaís y otro, eran arbitrarias y que en realidad estode los límites geográficos era también una patraña.La noción de Patria se me fue haciendo muchomás amplia. Algo hay acá por lo cual yo no quisieravivir en otro lugar, pero me di cuenta de que enotros lugares me podía sentir como en mi casa yeventualmente podía llegar a construir unos vínculosy esto me hace replantear lo que es la Patria.La Patria en definitiva tiene que ver con la maneraen que la gente se relaciona con otra gente. Esto vamás allá de la tierra, y eso que yo quiero mucho aeste país, estoy muy agradecida, no quisiera vivirfuera de acá, escribo para chicos cuya inteligencia ysensibilidad valoro mucho. Más allá de que los per-sonajes en mi libro como San Martín o Belgranohablan en rima, yo tengo algo muy fuerte con lasfiguras de acá, que no siempre son los grandes pró-ceres, que son de segunda línea como Castelli y yosiento que tengo mucho en común con ellos. Perotambién leo sobre la vida de otros, en otros paísesque hicieron algo para construir y también mesiento identificada. Esto se me dio acá pero nopuedo pensar que en otro lugar no se me hubieradado, no es que reniegue de la Argentina, pero alfin al cabo creo que las fronteras son relativas. Setrata más de la relación de ser humano a ser humano. Hay una película de Akira Kurosawa, Los sueños,

donde están dos mujeres grandes una japonesa yotra norteamericana una frente a la otra tomandoel té, durante horas y se miran y se dicen cosas, nopueden hablar, sin embargo saben lo que la otrasiente. Si bien uno tiene como eje la Argentina, amí me resulta muy difícil delimitarlo a un territorio.Hay un libro que escribí en el que Belgrano por unlado y Castelli por el otro le dicen a los indios quele van a restituir las tierras que les sacaron. Eso mepareció que era bueno decirlo y ponerlo en palabrasque a los chicos le interesaran. Porque en definitivala Patria son las relaciones humanas, las relacionesde igualdad, de solidaridad. En definitiva la Patriason las personas que son capaces de poder dar sinpedir nada a cambio.

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49 I ¿Qué es la Patria para usted?

“Escalera” enviada porValeria Torrens.

Tercera mención.

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¿Quiénes y cómo le enseñaron qué es la Patria?Yo siempre tuve mucha identificación con el país,con Argentina. Principalmente esto me vino demis padres, del tango, jugar al truco. Todas cosas dedescendientes de inmigrantes. Mi mamá erasegunda generación de inmigrantes y mi papá ter-cera, mi bisabuelo era italiano, por mi mamá misabuelos eran españoles. Creo que principalmentetomé la idea de Patria de mis padres, que es desdedonde a uno más le pega porque lo mama en elhogar.

¿Y después en la escuela?Sí, en la escuela también, pero yo fui a esas escuelasbilingües que a la mañana se aprende en castellanoy a la tarde en inglés. No era el ícono argentino,sino más bien la admiración por la cultura europea.Eran los años 60, luego fui al Nacional BuenosAires y era toda la admiración por la cultura francesa.Yo tengo mucho apego por la cultura argentina ysobre todo por Buenos Aires.Viví un año en Francia y quería volver acá, estaracá. Al regresar, me volví muy argentina y ya conmuchos argumentos. Si pudiera rescatar esa primeracosa, podría decir que cuando sos adulto vas des-plegando argumentos de un sentimiento que yaantes instalado está. Y ese sentimiento siempretiene que ver con algo familiar. Es un amor trasmi-tido, un amor de ellos por su país. Mi viejo era un actor muy conocido, ErnestoBianco, lo habían llamado para hacer una obra enEspaña, todo lo habían hecho para que él fuera yse instalara allá, pero se volvió, por esa necesidad

de estar acá, más allá de cualquier otra cosa. Y soyhija de ese sentimiento. Cosa que era muy fuerte yaen mis padres. En mi madre también, porque lospadres de mi mamá eran españoles, de esa generaciónque vino tras padecer mucha miseria, que estabanmuy agradecidos por lo que habían conseguido acáy nunca quisieron volver ni de viaje. Tenían un amorpor este lugar y yo pienso que lo mamé simplemente. En la educación primero fue el culto a la culturainglesa y después en el Colegio Nacional BuenosAires el culto a la cultura francesa. O sea que desdela educación formal había un sentimiento muy des-plegado hacia Europa. En mi caso particular fueasí, pero de hecho tengo muchos amigos que nocomparten este sentimiento que se dio en mi casa.Porque tanto en un lugar como en otro muchagente decidió irse. La camada de compañeros quetuve en el Nacional Buenos Aires fue una generaciónde muchísimo exilio, aunque los exiliados casi siemprevolvieron. Pero, de todas maneras, en muchos estabala idea de vivir afuera, ese pensamiento de viejaelite, que admira la cultura europea. Esto está en elorigen de nuestra Patria. Esa admiración por Europa. Ahora estaba leyendo la historia de MariquitaSánchez de Thompson, que vivió en los momentosfundacionales de la Patria. Estuvo vinculada a lacreación del himno. Sin embargo tenía una admi-ración por la cultura francesa que era el referentecultural de aquellos tiempos. De alguna manerahabía una Patria que se estaba formando y el referentede la Patria eran los personajes ilustrados, sobretodo en Buenos Aires y tuvo que pasar mucho paraque ese modelo cambiara.

Ingrid Pelicori

Es actriz, hija del afamado actorErnesto Bianco, trabaja en teatro,cine y televisión. Ha realizado másde 40 obras de teatro, entre ellas elunipersonal Conversación en laCasa Stein sobre el ausente señor vonGoethe (ganadora del premio ACE1992), El zoo de cristal (premioACE 1993), La biblioteca de Babel(nominación premio ACE 2000),El malentendido, (premio MaríaGuerrero). Trabajó como inte-grante del elenco estable delTeatro General San Martín.También se ha desempeñado enpelículas como Diario para uncuento y El Astillero, entre otros.En TV realizó ciclos como Señorasy Señores, El Rafa y Vulnerables.

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“Curiosidad” de Patricia Ackerman, La Plata, Buenos Aires.

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¿Cómo vivió esta idea de Patria por ejemplo al irsecon una obra de teatro al exterior?Lo que sentís es que haces la función y no tenés latensión de lo que le va a pasar a los otros. Teimporta menos, pero sí tiene importancia. Me pasómás últimamente cuando fuimos con un espectáculoun poco particular. Fuimos a Alemania y España.En España es más razonable por lo menos seentiende la lengua, pero en Alemania, fuimos conuna versión del cuento de Borges, La biblioteca deBabel. Nosotros hicimos un trabajo en la bibliotecaCané donde Borges trabajaba como bibliotecario en laépoca en que escribió ese cuento, y había toda unatemática en base a esos bibliotecarios. Se cuenta queeran típicos empleados municipales, y desde ahínarrábamos este cuento como si fuera una visitaguiada extraña. Borges, La biblioteca de Babel, contadadesde unos supuestos bibliotecarios en Alemania,¿cómo se decodifica? En definitiva vos hablás unlenguaje y se comprende o no desde otro lado. Elmismo espectáculo se entiende de una manera quevos no sabés cuál es. No deja de ser una experienciaatractiva para hacer alguna vez, pero no es algo queme guste. Hay algo de muy local en el teatro.Siempre me acuerdo de la película Mefisto, un actoralemán que no se fue con los nazis y lo acusaban decolaboracionista, entonces él decía: “es que yo nome puedo ir, yo soy un actor. El actor es de sulugar”. Hay algo del actor que te liga con tu entorno.A mí me enoja cuando dicen “este país de m...”,con una especie de ajenidad. Como pensando queesa persona se merece más, que está para otra cosa yle tocó caer en este “país de m...”, como si no en verdad

formara parte de este país.Por otro lado, creo que yo no podría vivir en otrolugar. No desearía, después uno se acostumbra acada cosa, si está obligado, pero no quisiera vivir enotro lugar. Creo que hay algunas cosas que noencontrás, por lo menos en ningún país que yoconozca. El modo en que son acá las relacionespersonales, los vínculos. Hay una creatividad enor-me y también somos muy autodestructivos, perobueno no podemos hacer todo bien. No es fácil vivir acá, pero para mí es menos fácilvivir en otro lado. De esta combinación de cosasestoy hecha, estoy construida a esta manera, hechade esta alquimia. Tengo anticuerpos para esto y encambio no los tengo tanto cuando me falta algunade las cosas de acá. El problema es que esto ocurreen todos los aspectos, me duelen las cosas del país,me importa comprenderlas, conocerlas. Me preocu-pa el pasado, el presente. Tengo como una sensaciónhasta de responsabilidad con lo argentino.

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Escuela Rodante Nº 942, Colonia “El mate”, Villa Minetti, Santa Fe. Maestra - Caracol y directora: Ángela Peralta Pino,1949. Fotografía enviada por José María Peralta Pino.

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¿Quiénes y cómo le enseñaron qué es la Patria?La patria es algo que te viene por añadidura y estote lo puedo decir yo porque estuve muchos añosfuera de mi patria. Cuando era chiquito, ya venía ala escuela con escarapelas, conociendo a French yBeruti, a Belgrano creando la bandera. Todo eso yalo sabíamos, lo teníamos oído y la escuela lo conso-lida. Te empiezan a contar lo que hicieron esoshombres, esos grandes hombres que eran los queestaban construyendo la patria.Soy porteño, nacido en la Boca, abuelo inmigrantey padre argentino, yo ya tenía incorporado esto quees un sentimiento, es como que me preguntes cómoes el sentimiento hacia tus padres, eso ya está, no sediscute. Cuando volvió la democracia al país (1983), nosotrosestábamos viviendo en España y entonces nos plan-teamos regresar, en realidad yo me fui siempre conla idea de volver (hay una frase que lo define, “unono nace extranjero” nace en su Patria). En estemomento mis dos hijas eran españolas y desde sunacimiento hasta los 6 ó 7 años y tenían incorporadasun montón de cosas relacionadas con España, la Patriade ellas era la Patria española. Ellas tenían su historiaque no era la mía. Entonces, nosotros pensamosque todavía estábamos a tiempo de incorporarles lahistoria argentina y que se hagan de este país y éstaera ya una razón esencial para volver.Afortunadamente ellas hoy se sienten argentinasaunque tengan documento de extranjeras. Es unpoco como pasaba con el inmigrante.Cuando vas a la escuela primaria en seguida teponen la escarapela, se iza la bandera, cosas que son

muy básicas, pero los amores son elementales, pri-mero te enamoras y después empezás a buscar susdefectos y sus virtudes. Cuando estabas allí, te empezaba a llegar toda esainformación y los querías a estos próceres. De másgrande, ya ves que no era tan así, que Saavedra yMoreno no se llevaban bien, y que Alvear era unaespecie de traidor y ya ibas construyendo una ideo-logía. Te hablo de cuando yo iba a primero superior,era la época del 46´, del primer peronismo. Con sus defectos y virtudes, el primer peronismolevantó toda una serie de cosas, el campo era laPatria y los ríos y los mares. Toda esta idea de recu-perar lo nacional, con un país y con una clase media,que quería llegar a ser “oligarca”, que despreciaba alpobre. Esa clase media aspiraba a parecerse aInglaterra e ignoraba que este país nos estabaexplotando. El peronismo empezó a limpiar esascosas, yo no soy peronista, pero debo reconocertoda esta obra. Se empezó a ver que había pueblosoriginarios que entonces se llamaban “cabecitasnegras”. Había gente que venía a este país y quepara ellos era la Patria. Cuando yo empiezo a viajar al interior me doycuenta de que ese salteño, ese tucumano tan distinto amí era tanto o más argentino que yo. Hay una frasede Borges que dice “El argentino es una fatalidad”,naciste acá salvo que te vayas y desaparezcas, pero siestás acá vas a sentir, esto que se siente más profun-damente por ejemplo en los mundiales de fútboldonde todo el argentino levanta la bandera. Lo quepasa es que esa bandera hay que tenerla siemprelevantada, cuando te están metiendo la mano en el

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Vicente Battista

Es escritor nacido en BuenosAires en 1940. Desde 1973 a 1984vivió en Barcelona y en las IslasCanarias. Publicó cuentos y novelas.Entre sus libros de cuentos se des-taca Los muertos (1967), premiadopor Casa de las Américas y elFondo Nacional de las Artes y Elfinal de la calle (1992) que recibióel Primer Premio Municipal de laCiudad de Buenos Aires. Escribióademás varias novelas, entre lasque se destacan Siroco (1985), tra-ducida al francés, El libro de todoslos engaños (1984), SucesosArgentinos, que recibió el PremioPlaneta 1995, El mundo de los otros(2006) y La huella del crimen (2007).

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“Pan para todos” de Patricia Muller, Buenos Aires.

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bolsillo, cuando te están invadiendo. Cuando elseñor Menem vende la Patria y vende el país, tambiénhabía que levantar la bandera, no se levantaron lasbanderas como deberían haberse levantado en esemomento.

¿Cómo piensa la idea de Patria en base su propiaprofesión?Yo como escritor ya lo tenía incorporado. Ahí tienenun detalle: yo me fui y nunca perdí el acento, elargentino, entre otras cosas porque a los españolesles encanta como hablamos nosotros, que usamospor ejemplo el diminutivo. Yo recién llegado aEspaña fui a comprar galletitas, esto lo puse en unanovela, y le dije al que me atendía “quiero galletitas”y el no me entendía, hasta que dijo “sí hombregalletas”. Es una manera que tenemos de hablar, deser tiernos. Esto es algo que yo no perdí nunca, sinembargo tenía amigos que se empeñaban en hablarde “tú”. Había incorporado algunas cosas y volviendo altema de las hijas, yo a ellas les hablaba de “tú” parano hacerle un cacao en la cabeza, salvo cuando meenojaba, entonces me salía el argentino. Eso es unsentimiento. Cuando lo llevas a la literatura, yoescribí y publiqué una novela en España que sellama El libro de todos los engaños. Gran parte de lanovela es en Barcelona, en principio no sabía cómoescribir en España siendo argentino (si de “tu”, de“vos”, cómo me iba a sentir más cómodo...), al finallo resolví poniendo como narrador a un argentino ytodos los otros personajes eran españoles que lehablaban de “tu”.

Después pasa otra cosa si vos ves el Corán, prácti-camente no hay camellos porque éste es un animalmuy natural para el árabe por eso no tienen queestar nombrándolo, seguramente si hay camellos nose trata de un relato árabe, y los está poniendo parademostrar que sí lo es. Bueno esto era lo que mepasaba a mí yo no tenía por qué estar referenciando,no puedo poner al mate a cada rato. Y cuando fui aEspaña me encontré con un montón de argentinosque nunca habían tomado mate en su vida y queandaban por todos lados con el mate, parecían urugua-yos porque tenían que mostrar que eran argentinos.

¿Cómo piensa que habría que enseñarle la idea dePatria a las próximas generaciones?Yo me crié con una revista que fue emblemáticaBilliken, era una Patria de mentira, todos los héroeseran lindos y buenos. Para un primer paso está bienaprender todo eso, es el tema del amor que despuésva madurando. Cuando yo era chiquito Billiken me enseñaba aquerer a la Patria -Yo ya tenía este sentimiento yveía a los próceres como anécdotas, Sarmiento eraun hombre serio que nunca faltó a ninguna clase,después te enterás que iba a una especie de escuelarural y que era un tipo bastante divertido. Creo que no hay forma racional de transmitir unsentimiento. Pienso que a los chicos hay que darlesalegría, hacerles entender que es de ellos, que ellosson los dueños de la Patria. Porque otro de losdetalles que sabíamos, era que la Patria era de nos-otros, pero los campos eran de otros y que losindios eran unos señores feos y malos, que por

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“Miradas” de Patricia Ackerman,Buenos Aires. Primera mención

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suerte vino Roca y los mató a todos. Buenos Airesera Europa y nosotros nos parecíamos más al primermundo que a esos “negros” del interior. Y todo estoera mentira. Todo eso hay que destruirlo. A loschicos hay que hacerles ver esto, como decíaAtahualpa Yupanqui, “Las penas son de nosotros,las vaquitas son ajenas”. Las penas son de nosotrosy las vaquitas también deben ser nuestras.

¿Cómo ve la idea de Patria hoy, en este siglo XXI,en relación con la idea de Patria hace 50 años?Creo que la Argentina hoy incluye a gran parte deAmérica Latina. En este momento se está viviendouna situación muy interesante de unidad latinoa-mericana. Estamos llegando a los 200 años hablandode unidad y no de guerras, sino de paz, de empezara hacer una comunidad del Sur. Lograr esa comuni-dad de naciones, que era el viejo sueño de Bolívar,de San Martín. Estas ideas no se van a realizar poraquello de que a las fronteras ya no las rompemos,pero sí podemos llegar a ser algo como la UniónEuropea. En 1910 estaban las familias que vivían muy bien ytenían los ojos puestos en Europa, eran las que seiban con la vaca atada a Europa para tomar lecheargentina. Eso era muy patriótico para ellos que sepodían pasar meses enteros en Europa y acá lagente estaba viviendo en la pobreza. Era un paísrico con gente pobre. En este momento tambiénhay una mayoría pobre, pero el gobierno argentino,no mira a Europa, o más bien negocia en un pie deigualdad y está mirando a Latinoamérica. No seacepta la idea de que yo soy el productor de materia

prima y le vendo a Inglaterra los hilos para queellos después me vendan la camisa o el pulóver. Yoahora fabrico pulóveres y coches y soy un país.Nosotros no podemos ser únicamente productoresde soja, porque además de destruir la tierra, estamoscortando nuestra propia alimentación. Alimentar alpaís y hacer que los bienes se repartan con un pocomás de justicia, todo esto es la Patria.

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“Con identidad” de Patricia Muller. Tilcara, Jujuy. Novena mención.

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María Fux

Nació en 1922, en Argentina. Esbailarina, coreógrafa y creadora dela danzaterapia. Apasionada por ladanza desde la niñez, se volcó a labúsqueda de una forma de comu-nicación con el cuerpo, creando asíla danzaterapia, método que integraa personas con capacidades dife-rentes: gente sorda, con síndromede Down y con problemas físicos.Dicta cursos de formación adocentes y profesionales y haescrito varios libros entre ellos Serdanzaterapeuta hoy (2007). Consus 88 años sigue dictando semi-narios desde su Escuela en BuenosAires y en otros lugares del mundo.En Italia dirige centros de forma-ción en danza en Milán, Florenciay Trieste.

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¿Cómo y quién le enseñó lo que es la Patria?Me enseñó la escuela. Allí cuando tenía 10 años,escuché a la maestra leer un poema y se me repre-sentó, me inspiró para escribir y allí también fuedonde bailé por primera vez, en mi escuela deCaballito. De mi escuela aprendí en verdad lo quees la Patria.

¿Qué es la Patria para usted?Es todo, es mi tierra, es la educación que recibí. Esla gente que formé, es todo lo que me dieron y quedí a lo largo de mis 88 años de vida y que quieroseguir dando. Yo nunca me fui del país a pesar delos horrores que se vivieron en nuestra historia,siempre me quedé, me quedé dando clases, haciendo,resistiendo, formando gente. Amo este país. Amola gente. Me importan las personas, siempre dan-zando la vida y haciéndola danzar a los otros. Yodigo que no enseño, entrego lo que voy descubriendo através de mis propios límites y mis posibilidades.Hace más de 60 años que ofrezco mi experiencia aotros, he intentado entrar en el mundo, de la chicaque era yo, de la que soy, eso está dentro mío. Setrata de buscar en las imágenes de todos los días yencontrar la posibilidad de danzarlas.En vez de hacer teoremas sobre las formas demover el cuerpo utilizando todo tipo de teorías yescuelas, podemos preguntarle al cuerpo ¿qué queréshacer hoy? Por ejemplo trabajando con chicos,decimos: hoy quiero aprender qué es una diagonalque es una línea que divide el rectángulo en dospartes y qué es un rectángulo. El rectángulo esdonde estamos habitando, mirá qué parte es más

larga y cuál es más ancha. En vez de decir dos pordos cuatro, pensar por qué no danzamos los números. Doy seminarios a maestras de escuelas donde lesexplico que podemos pasar todo esto por nuestrocuerpo, porque somos un todo integrado. Lasmaestras con lo que tienen pueden. No van a serbailarinas del Colón, sino que podrán expresar,danzar, escuchar al cuerpo y danzar lo que nospasa. ¿Cómo podemos usar una mano que tienecinco dedos y donde cada dedo tiene que ver con elotro? La mano puede convertirse en un espejo ypuede tomar un punto del aire. Porque en el airehay puntos y cuando entra un rayito de sol, eserayito de sol está lleno de puntitos, de eso yo hablocon chicos de 3, 4, 5 años. Entonces tomo un puntito,agarro otro y otro y está toda la familia de puntos quehacen una línea. Se va haciendo una línea con todala familia y la línea puede ser redonda como el sol,chiquitita como una miga de pan, grande como unabrazo a mamá, y ser redondita o ser larga y alta oser muy pequeñita como un enanito...

¿Cómo se transmite esta idea de Patria a los chicos?Uno tiene un cuerpo y este cuerpo tiene que vercon una palabra que dice Patria, ¿por qué?Porque arriba de la cabeza quizá tengamos aTucumán y en los pies a Tierra del Fuego, si vamospor el centro tenemos Buenos Aires, todo eso estádentro del cuerpo. Es por eso que yo tengo quecuidar mi cuerpo. Y es esa palabra Patria lo querespiro, lo que como, es la fruta, es la verdura.Tiene que haber fruta y verdura para todos los chi-cos, no solamente para mí y para vos. Esto es la

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“Posando” Bixio y Cía, B. de Irigoyen185, Buenos Aires, 1931. Enviada por

Silvia Cristina Collar

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Patria. ¿Qué pasa que los ríos huelen así?, ¿quépasa que ensuciamos la tierra? La Patria es la tie-rra, la tierra de todos. La Patria somos nosotros yla tenemos que cuidar.

¿Cómo se siente cuando trabaja afuera?¿Estos dos ojos crees que vos únicamente los tenésen tu lugar? No, los tenemos todos. Ser extranjerosignifica no participar, yo nunca me sentí extranjeraen ningún lugar de la tierra. Me siento parte porque loque yo voy a dar, es lo que he encontrado en mipaís y esto no me pertenece, el movimiento y lacapacidad de expresarse pertenece a todos, porquevas a ser vos el que dé ese lenguaje para que otrosiga caminando.

¿Cómo se podría pensar este sentimiento ligado asu tierra a lo largo de la historia de Argentina?Yo pienso que muy lentamente se va tomandoconsciencia. Pero nuestro futuro son los chicos, haymuchos chicos en la calle, quiero decir que haytanto para hacer y no sólo con los chicos, sino conlos padres, con la gente, con los maestros. No hayque esperar que los gobiernos nos hagan cambiar anosotros, somos nosotros los que tenemos quecambiar y hacer. Aunque sea mínimo, hacer algo,eso es lo más importante. Yo ya cumplí 88 y meparece tan poco , porque tengo muy poco tiempo yentonces tengo mucho apuro para que se vayancumpliendo algunas de las cosas. Tengo tanto parahacer, quiero producir consciencia de que TODOSPODEMOS, que no tenemos que esperar a losdemás: tenemos que HACER.

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63 I ¿Qué es la Patria para usted?

“Misiones” de Esteban Widnicky, prov. de Misiones. Quinta mención.

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2 I Habitar el mundo

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45 I Poner el cuerpo

Cuerpo, territorio, subjetividad

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Dos frases me resultaron emblemáticas “Lopropio de la igualdad reside menos en elunificar que en el desclasificar, en el des-

hacer la supuesta naturalidad de los órdenes parareemplazarla por las figuras polémicas de la divi-sión” perteneciente a Jacques Rancière. (2007). Yla de Herodoto “La historia es el tiempo que trans-curre (medido en términos de generaciones) entrela producción de una injusticia y su venganza, obien, su reparación”.Cuando desde el psicoanálisis hablamos del lugarde las palabras, y en particular del lugar de los sig-nificantes en la constitución del aparato psíquico yen la producción de subjetividades nos referimos aaquello que va a producir marcas en los cuerpos.Más aún, de aquello que va a encarnarse y va a pro-ducir el cuerpo mismo como un cuerpo humano, másallá de su biología, lo que no quiere decir sin ella.Los significantes producen, además de cuerpos,instituciones, y nada de lo humano habita por fuerade ellas: el territorio convertido en Nación y enPatria, la horda primitiva convertida en familia, losviejos reinos e imperios medievales convertidos enEstados nacionales en los momentos inauguralesde la Modernidad son diversas modalidades deoperación significante. Sin embargo, sabemos tambiénque no todo puede reducirse a la operación signifi-cante porque existe un más allá de él. Un más alláen el espacio y un más allá en el tiempo, dosdimensiones de las que vamos a ocuparnos acá entanto permiten repensar ciertas ideas banalizadasen relación con la autoridad y el poder.

La Modernidad y los Estados nacionales

Si hablamos de Estados nacionales, de patria, deinstituciones, estamos hablando de Poder y delucha, dado que no existe, en este nivel, nada delorden de lo eternamente homogéneo, armónico yunificado. El poder está en lo espacial, el territorio,los cuerpos. Los Estados Nación, a través del ejercicio de supoder disciplinario, dieron origen, mediante unextenso y complejo proceso, a la aparición de nuevasformas de subjetivación, formas inéditas con res-pecto a épocas anteriores, formas de subjetivaciónque fueron y producidas bajo el significante individuo:nada parecido a lo que llamamos individuo existióantes de la aparición de los Estados nacionales y desus instituciones (Elías, 1993)Las experiencias de la polis griega y de la civitasromana son diferentes de la experiencia de lapatria. La respuesta de los griegos frente a las com-plejidades que existen en la institución de locomún, la respuesta política que ellos intentan,frente a la recurrencia del conflicto y la diferencia,es la institución de la polis. Señala Revault D’Allones (2008, 49), algunos rasgosesenciales de la polis griega: el lugar privilegiado dela palabra, la producción de un ámbito público enel que la visibilidad y la escritura como “vehículode una cultura común” y un poder situado en elcentro, a la misma distancia de cada ciudadano,definido como igual y semejante, hacen de ella “el sistema más hablador de todos”.Como refiere Vernant, 1981 la palabra “ya no es el

Ser libres

Las tiendas A la Ciudad deLondres (Perú y Av. de Mayo), SanJuan y A la Ciudad de México(Florida y Sarmiento), entre muchasotras, proveían muebles, juguetes,menaje y bazar, lencería. Este aviso depágina completa da cuenta de laimportancia que tienen los juguetespara Navidad y Año Nuevo, “a preciosbaratísimos” y como “regalos útiles”.Corresponde a la revista Caras yCaretas del 17 de diciembre de 1910

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“Artesanías de mamá” de Mariela Torregiani, prov. de Salta. Séptima mención.

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vocablo ritual, la fórmula exacta, sino el debatecontradictorio, la discusión, la argumentación” (145).Supone un pueblo que actúa como juez de los dis-cursos que le son dirigidos y una relación “cara acara”, lo que marca, al mismo tiempo, sus límitesterritoriales y corporales: no pueden ser muchos nipueden sobrevivir en un territorio demasiadoextenso. Los cuerpos de los atenienses del siglo Va. C., es decir de los varones, ciudadanos y adultos,no superaron la cifra de 45000 y el territorio queocupaban era de alrededor de 2.650 km cuadrados. Para Revault D’Allones (2008) “la potencia de lapalabra es un arma destinada a influir en el pueblo,en todos los lugares en donde se juega el poder”.Estamos frente a una palabra pública que abre uncampo de visibilidad indispensable para el desplie-gue de lo político, y que viene a reemplazar a lasantiguas prácticas del secreto, de lo iniciático, de looculto: lo común debe ser visto por todos y desdetodas partes. Con esto modificaron, también, nosólo los cuerpos sino también las piedras con lasque se construyen las instituciones, variando laorganización misma de la ciudad. El centro del espacio urbano ya no será la fortalezao la ciudadela del guerrero sino el ágora. La escri-tura acompaña este proceso de modo protagónico,dejando de ser patrimonio de una casta para estar adisposición de todos los ciudadanos (que, porsupuesto, no son todos). Esto permitió el desarrollode procesos educativos que culminaron con el relevodel derecho oral por el derecho común y la ley escrita.La aparición de la polis transforma las relacionesjerárquicas de dominación, de mando y obediencia,

en el ámbito público, mientras que en el ámbitoprivado no habrá modificaciones. La nueva racio-nalidad que introdujo la polis no solamente modificóel espacio territorial urbano sino que produjo unatransformación cultural que modificó la organizaciónmisma del cosmos, haciendo caer a las cosmogoníasreligiosas existentes (Revault D’Allones (2008; 52).En el siglo VII a. C. este proceso llegaría a supunto culminante: a través de los Físicos de laEscuela de Mileto, se produjo una ruptura radicalcon el pensamiento mítico que ubicaba al podersoberano en el centro de la organización de lacomunidad. Triunfa el paradigma geométrico, unparadigma que, en su búsqueda de principios deinteligibilidad para comprender el cosmos, estableceanalogías estructurales entre el espacio institucionalde la ciudad y la estructura cósmica del espaciofísico-geométrico: así, el ideal de isonomía y deigualdad de todos los ciudadanos ante la ley sustituyeal principio de soberanía (Revault D’Allones (2008; 54).Este lugar central otorgado a lo territorial como ejedel poder y de la política no los llevaba a descono-cer otra dimensión central en juego, la dimensióntemporal, sin la cual nada de lo común puede per-durar demasiado. La dimensión temporal ya noestará, como creerán luego los modernos, goberna-da principalmente por el poder y la dominación,sino que será una dimensión en la que la autoridaddespliegue su potencia, una autoridad entendidacomo algo diverso del poder y de la dominación,no caracterizada por ser un mero atributo delpoder. Por el contrario, se trata de una autoridadque atraviesa al conjunto de las prácticas políticas

Ser libres

Un clásico: la fotografía de boda conla pareja y las dos niñas acompañan-tes. Véanse vestidos, adornos ycanastas.La fotografía fue tomada en el estu-dio fotográfico Elvira V.A. Bravo dede la Fuente (entonces la niñita juntoa la novia), en Rosario, 1931. Fueenviada por Fernanda de la Fuente.

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“Sopa de letras” de AldoLuján Zanetti, prov.

de Córdoba

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La fotografía se denomina “Moño”y fue enviada por Valeria Torrens.Como vimos también en otrasfotos, los niños debían estar ergui-dos de pie .seguramente la escuelay la educación en general hantenido mucho que ver con esteideal de infancia.

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sin buscar ni sometimiento ni obediencia alguna.En este sentido, señala Kòjeve, “se puede decir que laLegalidad es el cadáver de la Autoridad o, más exacta-mente, su ‘momia’, un cuerpo que dura desprovisto dealma o vida”.Para los griegos esta matriz temporal que tenía laautoridad, y que la diferenciaba tajantemente de labúsqueda de obediencia, era constitutiva de lapolis, más aún que el territorio. Atenas existía ahídonde estaban los cuerpos y las palabras de los ate-nienses, organizados alrededor de esa dimensióntemporal, productora de una autoridad entendidade un modo muy diverso a como la van a entenderlos modernos. Su localización era principalmentetemporal, no territorial.A partir de estas relaciones con lo temporal y loterritorial, con su concepción de la autoridad y conel modo particular que asumen sus “regímenes dehistoricidad” (Hartog; 2007), los griegos van a pen-sar en la institución de la memoria, en la memoriaorganizada como el núcleo central de la polis y dela posibilidad de ejercer la ciudadanía Desde ahí nos interpelan, desde ese pasado, y apartir de este legado podemos pensarnos en untiempo, el nuestro, que parece haber borrado todaslas dimensiones de la temporalidad para ¿alojarnos?… en un presente perpetuo, un presente que pareceeterno y sin fin, tiempo que, sin duda, es inhabita-ble para los cuerpos humanos.El Bicentenario, los doscientos años, la patria… ¿lapatria somos todos? ¿La patria somos todos los quehabitamos un territorio que está lejos de ser común?¿Y en todo caso, antes de los doscientos años, qué?

¿La patria dejará de ser colonia?No hay subjetividades nacionales, no hay una “sub-jetividad argentina” y otra “paraguaya”, por ejemplo.Las subjetividades, como la autoridad, habitan losterritorios, pero su matriz es temporal, vive y seconstituye sobre un eje temporal, la subjetividad eslo que se corresponde con las épocas. La subjetividadpodrá ser moderna o no, podrá, sin dudas, tenerrasgos y particularidades, pero no es lo mismo quela idiosincrasia o las singularidades culturales de unpueblo. Las subjetividades asumen rasgos singularesde acuerdo con las culturas que las producen, perosu núcleo es temporal, pertenece a su época y atra-viesa las fronteras nacionales.

Lacan y los tres imposibles

Lacan señalaba algo que podemos pensarlo en rela-ción con lo que el psicoanálisis considera como lostres imposibles: Gobernar, Educar, Psicoanalizar, yno solamente en relación con la práctica del psico-análisis mismo: “Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a suhorizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómopodría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel queno supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esasvidas en un movimiento simbólico? Que conozca bienla espiral a la que su época lo arrastra en la obra conti-nuada de Babel, y que sepa su función de intérprete enla discordia de los lenguajes” (Lacan, 1988). Y unir a su horizonte la subjetividad de una (su)época no es lo mismo que identificarse con ella,con sus ideales, sus sueños y pesadillas, o mimeti-

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“Facundo” de Emiliano Fernández, Capilla del Señor, prov. de Buenos Aires.

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Ser libres

El libro emblemático de las Infancias argentinas durante variasdécadas, por lo menos entre los años 40 a los años 60 fue Upa!de Constancio C. Vigil, director fundador de la editorialAtlántida. Además había escrito Mart a y Jorge, La hormiguitaviajera, La escuela de la señorita Susana. En todos se encuentra elafán por la formación en valores y la adaptación de los niños alorden existente.

zarse con lo “novedoso” que cada épocatrae, perdiendo así la distancia y todaposibilidad de perspectiva, es más bientodo lo contrario. Y sobre todo, parapensar la patria es indispensable pro-ducir una perspectiva desde la cualpueda ser pensada. En este sentido, laafirmación de Lacan podría leerse enrelación con el modo en que Agambendefine lo contemporáneo, en tanto locontemporáneo no es lo actual, y entanto lo “actual” y lo “novedoso” sonalgunos de los nombres del obstáculo enpsicoanálisis.“Pertenece verdaderamente a su tiempo, esrealmente contemporáneo aquel que nocoincide perfectamente con él ni se adaptaa sus pretensiones, y es por ello, en estesentido, no actual; pero, justamente porello, justamente a través de esta diferenciay de este anacronismo, él es capaz más quelos demás de percibir y entender su tiempo”.Como sostiene Agamben, la relaciónde contemporáneidad es de tal caracte-rística que, en el mismo instante enque nos adherimos a nuestro propiotiempo, tomamos distancia de élmediante un desfasaje y un anacronismo.No coincidimos nunca completamentecon la época.“Los que coinciden completamente con laépoca (…) no son contemporáneos pues,justamente por ello, no logran verla, no

pueden mantener fija la mirada sobre ella”.La patria es el tiempo más que el terri-torio y, al igual que con la época,muchos no pueden, no quieren, mante-ner la mirada fija sobre ella, sobre suoscuridad y sobre sus fracturas.Doscientos años es un recorrido quetambién está oscurecido de rojo. Eneste punto, la segunda definición queAgamben da sobre la contemporaneidadnos interpela desde el fondo de la his-toria, porque el contemporáneo es elque: “tiene la mirada fija en su tiempo,para percibir no la luz sino la oscuridad.Todos los tiempos son, para quien experi-menta la contemporaneidad, oscuros.Contemporáneo es, justamente, aquel quesabe ver esta oscuridad, y que es capaz deescribir mojando la pluma en las tinieblasdel presente. ¿Pero qué significa “ver lastinieblas”, “percibir la oscuridad”?En esta misma dirección, solamenteaquellos que no se dejan cegar por lasluces de la patria podrán percibir “suíntima oscuridad”. Sigue Agamben:“Contemporáneo es aquel que recibe enpleno rostro el haz de tinieblas que pro-viene de su tiempo”. Es una cuestión devalor, y no solamente del valor necesariopara sostener la mirada frente a la oscuridadde la época y de la historia sino del valorde saber que esa oscuridad “es una luzdirigida a nosotros”.

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“La Familia” Estudio fotográfico Foto Pérez, 1935. Enviada por Silvia Cristina Collar. Primera mención.

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De ahí que no se trate solamente de un ejercicio dela memoria sino de una urgencia del presente; nose trata de contemplar las tinieblas para horrorizarse,escandalizarse y escandalizar al otro, se trata decontemplarlas para transformarlas.

La patria y lo común

¿Qué es la patria en tiempos de globalización y dedisolución de los Estados nacionales bajo el impe-rio del mercado mundial y la lógicas neoliberales? Nancy Fraser (2008) ubica los diversos obstáculosque los cambios en las escalas territoriales vienenproduciendo en las prácticas de justicia y analizacómo los procesos de desaparición de los Estados-nación, junto con las migraciones masivas de millonesde personas a lo largo de extensos territorios, no sola-mente se muestran en términos de fragmentaciónde las identidades y de desterritorialización, sinoque, también, han sepultado el paradigma igualita-rista westfaliano de justicia que partía de considerarque el único espacio territorial en el que se podíanejercer prácticas de justicia, la única escala posible,era el territorio nacional. El quiebre de este paradigma pone en discusión lagramática misma de los actos de justicia y, sobretodo, sus escalas, que ya no podrán ser sólo nacio-nales, abriendo interrogantes y polémicas acercadel cómo, del quién y del qué es la justicia, e inclu-sive acerca de si es posible pensar en términos deuna justicia en común, teniendo en cuenta la exis-tencia de diferencias que no parecen resolversesimplemente a partir del recurso ilusorio a lo que

llama “ciencias normales” y recetas técnico-científicas.Y es en este punto en el que propone sustituir eldiscurso científico por la discusión y la lucha política.La patria podría ser lo común, pero lo común no eslo mismo. Como desarrollara en otro lugar(Zerbino 2008), lo común no es algo que esté dadoy, para que lo común acontezca es necesario consi-derar la diferencia (y la degradación contemporánea),formulada y analizada por Agamben (2006), entreexperiencia y experimentación. A partir de estadiferencia, queda habilitada la pregunta acerca de sitodavía es posible algo del orden de la experienciay, sobre todo, si aún somos capaces de rechazar laexperimentación, que también en los campos másdiversos intenta reducir lo político a una extensaserie de consideraciones presuntamente “técnico-científicas”.Insistir acá con esta misma pregunta está en relacióncon el hecho de que los procesos de fragmentacióna los que asistimos, más allá de los comunitarismos,solamente podrán transformarse en otra cosa querechazos más o menos fundamentalistas si somoscapaces de producir experiencias compartidas. Si laposibilidad de experiencias ha desaparecido, sola-mente quedarían los espacios de deslocalización:todos estamos fuera de lo común, todos somosexpulsados, ya no hay lugar en el mundo, somostodos inmigrantes o posibles inmigrantes.Si el devenir ha desaparecido, como auguran algu-nos, y solamente nos queda lo inhabitable de unpresente perpetuo, sin las diversas modalidades delpasado y del futuro, si ya no hubiera más tiempo,no hay posibilidad alguna de lo común, y aún

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Tapa del número especial de larevista Caras y Caretas del 14 dejulio de 1933 con la fotografíade una nena y el subtítulo “Laprimer escarapela”. Verdaderotestimonio de la incorporaciónde las infancias a los festejospatrios.

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“Rulito”, enviada por ValeriaTorrens. Décima mención.

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menos de algo que se parezca a una patria.Retomando entonces lo que trabajamos es necesa-rio insistir, a contramano de los discursos bienintencionados, en que lo común no es lo que tenemosen común, ni lo que nos iguala en ciertas utopíasigualitaristas, ni lo que nos identifica con la tribu,la etnia o la banda de pertenencia: no son ni losgenes, ni la carne, ni la raza, ni la patria. No lo sontampoco ni el territorio ni su fundación, como creíanlos romanos, en una experiencia, su experiencia, tandiversa de la experiencia de la polis griega.Esposito nos indica otra dirección posible de recu-perar el tiempo y de interrogarnos sobre el sentidode lo común: Ni bienes, ni sustancias, ni colores, nilenguas: “el sentido antiguo y presumiblemente ori-ginario de communis debe ser ‘quien comparte unacarga’ […] Por lo tanto, communitas es el conjuntode personas a las que une no una propiedad, sinojustamente un deber o una deuda. Conjunto depersonas unidas no por un más, sino por un menos,una falta, un límite” (2003:30).Lo común es inseparable de la nada, y ademástiene una doble cara, al ser al mismo tiempo laúnica dimensión del hombre y también “su deriva,que potencialmente lo conduce a la disolución”. Esposito no identifica lo común con la res pública,la “cosa” común, “sino que es más bien el pozo alque esta corre continuamente el riesgo de resbalar[…] esta falla que circunda y perfora lo ‘social’ fuesiempre percibida como el peligro constitutivo de, yno solo en, nuestra convivencia: peligro del queesta debe protegerse, pero sin olvidar que ellamisma lo determina” (33).

La historia de estos doscientos años da cuenta deello, y da cuenta, sobre todo, de que la historia deaquellos grupos que hacen la ley demuestra que niellos mismos están demasiado seguros de su justicia. Como señalaba Lacan, anticipando una vez más lanaturaleza de los nuevos procesos de segregaciónque se avecinaban: “La responsabilidad, es decir, elcastigo, es una característica esencial de la idea delhombre que prevalece en una sociedad dada. Una civi-lización cuyos ideales sean cada vez más utilitarios,comprometida como está en el movimiento acelerado dela producción, ya no puede conocer nada de la significa-ción expiatoria del castigo. Si retiene su alcance ejemplar,es porque tiende a absorberlo en su fin correccional. Porlo demás, este cambia insensiblemente de objeto. Losideales del humanismo se resuelven en el utilitarismodel grupo. Y como el grupo que hace la ley no está, porrazones sociales, completamente seguro respecto de lajusticia de los fundamentos de su poder, se remite a unhumanitarismo en el que se expresan, igualmente, lasublevación de los explotados y la mala conciencia de losexplotadores, a los que la noción de castigo también seles ha hecho insoportable”. (Lacan, 2007).

La patria, la segregación, lo extranjero:retornos al territorio

Nacemos en la tierra, pero no en cualquiera, nace-mos en una, y la dislocación actual de lo temporal,tanto como la de lo territorial, no puede borrar estehecho. Es más, ni siquiera puede disimularlo, por elcontrario, parece exacerbar cada vez más esta cuestiónprimera. Y junto con ella está esa otra, la que nos

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Eva Perón recibe y homenajea alos niños. También en este casohay la preocupación por la for-mación en valores, pero, sobretodo, la enseñanza de que losniños y niñas tienen derechosque la sociedad debe respetar.

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“Los Forzudos”, Mar del Plata.Enviada por Julia Inés Gómez.

Cuarta mención.

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hace nacer en una lengua, no en cualquiera, en lanuestra. Pero esto está lejos de ser simple: La lenguay la patria, ya no coinciden en absoluto. La tierraen la que se nace y la lengua que se habita ya nooperan produciendo subjetividad del mismo modoque desde los orígenes de la Modernidad. La disolución progresiva de los Estados nacionalesno es un proceso que se vaya dando de modohomogéneo y simultáneo, todo lo contrario, sonprocesos sinuosos e inciertos que se caracterizan,además, por crear zonas de exclusión dura en losnúcleos mismos del poder central. El tratamiento actual de las diferencias, viejo pro-blema de la especie humana, lejos de atenuarse ensu violencia a partir de los discursos melosos acercade las bondades de la “tolerancia” y de “soportar lasdiferencias”, de la multiplicación de programas paraprevenir la violencia, para la no-violencia activa y otrosgestos bienintencionados, parece acentuarlas cada vezmás. Como la otra cara de los procesos de homoge-neización que se despliegan a partir de las lógicasactuales de acumulación del capital, las diversasviolencias étnicas parecen retornar desde el pasado,y desbordan lo étnico para darle tratamiento vio-lento a todo tipo de diferencias: el “todos iguales”pasó de ser un sueño a convertirse en una pesadilla.Con respecto a los Estados, si bien son lugares deanudamiento del poder, mediante las diversas insti-tuciones que cada uno de ellos crea, la formaEstado no es solamente una. Las formas nacionales que adoptaron los Estados encierto momento histórico no permiten analizar conclaridad la existencia de Estados no nacionales, o

de Estados de seguridad (Butler; 2009: 43), queoperan en términos de lo que se ha dado en llamarEstados de Excepción (Agamben, 2000), espaciosdel territorio en los que por razones de Estado laley general que rige la vida de todos los ciudadanosentra en suspenso.Sea “nuda vida” (en Agamben), sea “la parte de losque no tienen parte” (en Rancière, 2007) o los “sin-Estado” (de Butler), que el mismo Estado-nacióndeja adentro, pero afuera, lo cierto es que de diversosmodos y a través de diversas políticas, lo que hay esun proceso por el que una parte muy pequeña de lahumanidad intenta convencer a varios millones dehumanos acerca de que son menos que humanos. Controlados, vigilados, y perseguidos muchasveces, encarcelados algunas, o simplemente, en tér-minos biopolíticos, librados a su propia muerte,sobreviven dentro de un espacio territorial que notiene ni rejas, ni alambres de púas, ni muros. Setrata de espacios territoriales donde los derechosconstitucionales que les corresponden han dejadode existir. Millones de sujetos que han sido expul-sados de sus derechos y que soportan duros proce-sos de degradación y de arrasamiento subjetivo,sujetos que son nombrados con un verdadero eufe-mismo: necesidades básicas insatisfechas (NBI). Las NBI nos interpelan y también interpelan a loque llamamos patria: es desde esa comunidad, queconfiguran una parte de “la parte de los que no tienenparte”, precisamente desde ahí es desde donde esnecesario y posible que lo político opere en términosde profundos procesos de subjetivación, es desdedonde se deben y se pueden producir modos de

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A fines de los años 40 y bajo elgobierno peronista muchosniños van de vacaciones a lascolonias de Chapadmalal dondeno sólo se establece turismosocial sino que se trata de ofrecermasivamente condiciones devida muy buenas aunque éstassean sólo durante el plazo enque duran las vacaciones.

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“Sin tristeza” de José MaríaPeralta Pino, Santa Fe.

Octava mención.

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El aviso pertenece a la revista Fray Mocho del 18 denoviembre de 1924. No sólo entonces sino durante años sesugirió a las madres tomar malta en el entendido de que semejoraría la leche materna. El modelo de niño era el bebérobusto.

subjetivación política., que, segúnRancière son alrededor de un territorioen común en cuestionamiento de losórdenes establecidos.Tanto la naturaleza de los lazos territo-riales, como las diversas formas delocalización espacial deben ser repensadascuando pasamos del análisis de los pro-cesos de exilio y las figuras del refugiadoal análisis de la exclusión- interior. Sila nación y la patria son figuras de lohomogéneo, de lo unificado, de lo“igualizable”, no queda espacio algunopara otra cosa que no sea aquello queArendt señalaba ya en 1951: los sin-estado serán el fenómeno político másbrutal del siglo XX, tesis ampliamenteconfirmada por los acontecimientos delos 60 años que siguieron a esta afirmación.Y finalmente ¿Qué es la patria? ¿Quées la historia de la patria?La patria es la polifonía de las lenguasque la habitan a lo largo del tiempo ydel territorio.La patria es, frente al declive de losEstados-nación y su relevo por Estados“fuertes” al servicio de las lógicas neoli-berales de mercado, la progresiva cons-titución de “regionalismos críticos”8.Todo esto no es más que insistir en elviejo mandato que nuestro propioHimno Nacional y que nuestro propioPreámbulo constitucional ha nombrado

hace mucho. La patria, es para todos loshombres de buena voluntad que quieranhabitar nuestro suelo, un suelo que soloserá argentino y latinoamericano si escapaz de cumplir ese mandato�

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“El barrilete” de Aldo Luján Zanetti, Córdoba.

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* Mario Zerbino es doctor en Psicoanálisis por laUniversidad de Buenos Aires, Docente de laFacultad de Psicología (UBA) y del doctorado enEducación de la UNER.

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Como parte de las vacaciones enChapadmalal de la FundaciónEva Perón se llevaba a los niñosde paseo a Mar del Plata. Se lesdaba buena vestimenta para queno se diferenciaran del turistacon buen nivel económico. Eranlos años 50 (Foto: ArchivoGeneral de la Nación).

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“Ni un pibe menos” de Damián Andrés Ferrari, Movilizaciones en Capital Federal y La Plata. Tercera mención.

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2 I Habitar el mundo

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45 I Poner el cuerpo

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El presente trabajo propone una reflexión entorno a la noción de patriotismo, a la luz delos aportes teóricos de Georges Gusdorf y

Cornelius Castoriadis, pensadores que abordaronen sus textos la dimensión mítica y la potencia delo imaginario, rasgos que de por sí encierra el conceptode amor a la Patria.Un breve recorrido inicial nos permitirá situar históricamente la noción en cuestión, que comple-mentaremos con lo que hemos denominado “testimonios sensibles” provenientes de la literatura, lasartes plásticas y el cine, que han funcionado comodisparadores de la reflexión, al tiempo que -como en un viaje de ida y vuelta- nos posibilitaronrefrendar la conceptualización teórica.Si bien nuestra indagación incluye casos que noson de la República Argentina, muchos de losejemplos utilizados tienen que ver con nuestra propiarealidad. Igualmente, hemos titulado este trabajocon un verso del “Saludo a la Bandera” deLeopoldo Corretjer, por entender que da cuenta,de manera sintética y precisa, del profundo com-promiso emocional y vital que el patriotismo suscitaentre los hombres de una comunidad determinada.

La Enciclopedia

El Diccionario de la Real Academia define patrio-tismo como “el amor a la patria”, entendiendo porésta la “tierra natal o adoptiva ordenada comonación, a la que se siente ligado el ser humano porvínculos jurídicos, históricos y afectivos”.Tal definición está atravesada, indudablemente, porla historicidad; resulta adecuada para entender la

noción de patriotismo en el marco de los estadosnacionales, cuyo surgimiento encontramos enOccidente en el siglo XIX. En los albores de la Modernidad, el sentimiento depatriotismo se expresa como conciencia de distan-ciamiento entre el individuo y su tierra, reafirmandolos procesos de subjetivización humana. En suCanzoniere, Petrarca asocia la noción de patriotismocon la belleza del suelo natal, reclamando el cese delas luchas fratricidas: “¿No es éste el nido míodonde crïado fui tan dulcemente? ¿Y no es ésta lapatria de que fío, madre benigna y pía, que sirve demortaja hoy a mi gente?”1.A partir del Renacimiento en Occidente, la nociónde patriotismo se afinca en el interior de los imperioscoloniales en manifestaciones diversas que vandesde la acción bélica cimentada en el uso de lapólvora hasta la defensa de las lenguas vernáculas.“Siempre la lengua fue compañera del imperio”2

nos recuerda Nebrija en el Prólogo a su Gramática.El patriotismo deviene en tema recurrente en eldrama de Shakespeare: Bruto es “el más noble detodos los romanos” (V.v, Julio César) porque privi-legia la lealtad a su patria por sobre la avaricia desus pares; el rey Enrique proclama en su célebre“Discurso del día de San Crispín” una hermandadmoderna entre sus súbditos, al desconocer los antiguosvínculos aristocráticos y postular la autenticidad delos que se forjan en el heroísmo compartido:“Nosotros, grupo de hermanos;/pues el que hoyvierta conmigo su sangre/ será mi hermano; porvillano que sea”3 (Enrique V).Estas mismas ideas, aunque signadas por el sello dela Contrarreforma, aparecen en Cervantes. La

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La revista Panorama de la editorialAbril se presenta en los años 60como un producto cultural nuevoen el mundo de los magazines deactualidad. Contiene periodismoque utiliza la ficción y se dirige aun público letrado. ¿Qué hacenentonces estas niñas mellizas ensu tapa de enero de 1965? Por lopronto, dan cuenta del reconoci-miento que se tenía en la época alas infancias.

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“9 de julio 1939”, enviada por Daniel Guillermo Grilli. Sexta mención.

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Numancia, por ejemplo, reactualiza el Dulce et deco-rum est pro patria mori horaciano (Dulce y digno esmorir por la patria), tamizado por la exaltación delmartirio cristiano. La ciudad celtibérica se convierteasí en víctima propiciatoria, entregando su pan y susangre –como en la Eucaristía- antes que caer enmanos de Escipión y sus hombres. Con ese acto,alcanzará la eterna gloria: “Indicio ha dado esta novista hazaña / del valor que los siglos venideros /tendrán los hijos de la fuerte España, / hijos detales padres herederos” (vv. 2433–36)4. En el siglo XIX, desde el Romanticismo y con laformación de los estados nacionales, se fortalece laidea de un territorio habitado por una comunidadunida por una cultura nacional, entendida comomanifestación del espíritu, y caracterizada por rasgoshomogéneos y monolíticos. Esta concepción todavía perdura, aún cuando lasgrandes migraciones y los cambios tecnológicos delos tiempos contemporáneos parecen imponer alconcepto una nueva impronta.

Testimonios Sensibles

*** Con prodigiosa anticipación (el arte acostumbraa tales proyecciones), Goya pinta en un lenguajeplástico de fuerza desconocida hasta entonces, unade las obras más conmovedoras de Occidente: Losfusilamientos del 3 de mayo en la montaña delPríncipe Pío de Madrid, de los que fue testigo -según la tradición- desde la ventana de su finca,munido de un catalejo. En la tela, se distribuyenantitéticamente dos grupos humanos claramentediferenciados: los soldados en perfecta formación,

quienes como verdaderos autómatas sin cara, dis-paran sobre una multitud agolpada con rostros dehorror. En el centro, la figura luminosa del hombrede camisa blanca -a la manera de un nuevo Cristo-extiende sus brazos reclamando la libertad tanenfáticamente anunciada por la Modernidad. Goyaquiso dejar testimonio de la lucha del pueblo españolcontra la dominación napoleónica, aunque la obraexcede -y por mucho- la intención del artista.

*** Una orquesta toca música de acompañamientoen un bar nocturno, ensamblándose con el ruido decopas y el murmullo de los habitués. Todo parecetranquilo en ese local de Casablanca bajo el controldel gobierno de Vichy durante la segunda guerramundial. Un grupo de oficiales alemanes se entu-siasma cantando “Die Wacht am Rhein”. De pronto,Víctor Lazlo, el héroe de la resistencia francesaencarnado por Paul Henreid, irrumpe en la escenacon paso firme. Hay a la vez algo de osadía y deserena confianza en lo que va a hacer. Ilse, su mujer(Ingrid Bergman), lo sabe y por eso la cámara sedetiene en un plano sostenido de su rostro. Lazloordena a la orquesta tocar “La Marsellesa”. Losmúsicos quedan paralizados, hasta que HumphreyBogart en la piel de Rick, el cínico dueño del café,confirma gestualmente la orden y con ese meneode cabeza se gana a la platea. A los primeros acordesdel Allons enfants de la Patrie… el bar estalla, todosse ponen de pie y hasta la muchacha rubia que sehabía ido a coquetear con un alemán rompe a llorar yentona emocionada el himno de su país, al igualque los gendarmes. Se trata de una de las escenasmás trabajadas desde el punto de vista del montaje,pero no por eso ha devenido en emblemática de la

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La imagen del niño bien peinadito yaseado, aparentemente similar a losaños 40, pero con una diferencia: leregala a la mamá en su día un objetode plástico irrompible “plastiloza”, unproducto que refleja cambios sustantivos.¿Cómo impacta en las infancias? Enque ellas también tendrán juguetesirrompibles para tirar al piso sin pro-blemas. El aviso es de la revistaClaudia de octubre de 1961.

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“Sembrando lino rojo sobre asfalto”de Matías Abel Tissera, Tribunales,

prov. de Rosario

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película Casablanca (1942) de Michael Curtiz.

*** -“Senti, Excusi, ¿che paese é questo?” - pregunta elcándido Prof. Sinigaglia, encarnado por MarcelloMastroianni, mientras se baja del tren con el queviene escapando de los gendarmes en Génova. -“¡Questo é un paese di merda!”- contestaDomenico, obrero de una fábrica en Turín, dondese centra I compagni de Mario Monicelli. La insa-tisfacción y la miseria desencadenarán la protestapor mejores condiciones de trabajo. La utopía deuna patria local más justa fortalece la huelga que,aunque brutalmente reprimida, confirma el decirde Monicelli: “La derrota nunca es una condicióndefinitiva, sino un lugar desde donde se parte”.

*** A comienzos del siglo XX en la Argentina, porefecto de la Ley 1420, la escuela laica, gratuita yobligatoria cobija a los hijos de inmigrantes quehan llegado a estas tierras en busca de un futuropromisorio. La pedagogía patriótica deviene unaherramienta eficaz para borrar las diferencias deorigen étnico y apaciguar a la vez el miedo a losextranjeros que con su vocinglería y sus ideas anar-quistas quitan el sueño a la clase gobernante. Laliturgia patriótica se impone masivamente en actosescolares (himnos, marchas, cantos), junto a unanormativa lingüística que condena a rajatabla elvoseo y otras formas propias del habla coloquial.

*** Mientras concibe su marcha hacia el Perú, Joséde San Martín exhorta:“Compañeros del exercito de los Andes:...La guerra se la tenemos de hacer del modo quepodamos: si no tenemos dinero, carne y un pedazode tabaco no nos tiene de faltar: cuando se acaben

los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla quenos trabajen nuestras mugeres, y si no andaremosen pelota como nuestros paisanos los indios: seamoslibres, y lo demás no importa nada......Compañeros, juremos no dejar las armas de lamano, hasta ver el país enteramente libre, ó morircon ellas como hombres de corage.” Un siglo y medio más tarde en nuestro país, laOrden del Libertador impresa en afiches fue fijadaen universidades, centros culturales, locales políticosy campañas callejeras. La proclama del pasadointerpelaba al presente de modo ineluctable.

*** El poeta, Juan Gelman llega a Italia hacia finesde la década del 70, sin otro bagaje que el dolor ysu propia nostalgia. Descubre que la lluvia es extra-ña y que el cielo y el sol no son los mismos. “Colorde cielo otro, lluvia ajena, luz que mi infancia noconoce” -escribe. Para exorcizar la distancia, agrega:“Guardamos la ropita en el ropero, pero no hemosdeshecho las valijas del alma. Pasa el tiempo y lamanera de negar el destierro es negar el país dondese está, negar su gente, su idioma, rechazarloscomo testigos concretos de una mutilación”. Hayecos de Ovidio en sus Tristia. Años más tarde, alrecibir el Premio Cervantes de Literatura, JuanGelman dirá: “Todos pertenecemos al mundo y siuna patria tengo es la lengua”.

*** Canta una tucumana con alma de pájaro unaserenata cuyo atributo reside en que es “para la tierrade uno”. La ha compuesto con música doliente ylastimera otra mujer, argentina como ella aunquede ascendencia inglesa, que en épocas oscuras seatrevió a hablar de su propia patria como un “país-

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En los años 60 los consumos parael bebé se multiplicaron. No sólo se ofrecían pañales “queresisten 1000 lavados”, sino queeran de colores. El aviso es de larevista Claudia de junio de 1962.Veinte años después vendrá el grancambio: los pañales descartables.Y otros veinte años después, enel 2002, en medio de la crisis,pañales y chiripas de tela volveríana poblar las góndolas. Casi comoun termómetro del estandar devida infantil.

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75 I Televisión de calidad para los chicos91 I “Jurando amarte como así defenderte”

“Chaco profundo” de María Rosa Barbaresi, prov. de Chaco.

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jardín de infantes”. “Porque me duele si me quedo/ pero me muero si me voy” - vocaliza María ElenaWalsh en un susurro. Y en esa tensión desgarradora,se impone una voluntad insobornable: “Para cuidarteen cada flor / y odiar a los que te castigan, miamor, / yo quiero vivir en vos”.

*** -No quiero conquistar ni gobernar a nadie.Deseo ayudar a todos: judíos, gentiles, blancos onegros… Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos,nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos.Pensamos demasiado y sentimos poco. Más quemaquinaria necesitamos bondad y ternura… -pro-rrumpe el ignoto barbero hebreo devenido enFuhrer, en virtud de su extremado parecido físicocon Hitler. La escena de El gran dictador (1940)explica por qué Chaplin, que antes había desdeñadolos avances del cine sonoro, aceptaba entonces antelas nuevas posibilidades tecnológicas. Charlotdenunciaba así cómo el régimen nazi, bajo laenvoltura de un fervoroso patriotismo emocional,respondía a una calculada planificación racional

*** Observamos en estos testimonios algunos rasgoscoincidentes: la idea de comunidad, de configura-ción identitaria, de presencia de símbolos y rituales,de actualización de una memoria colectiva, de tensiónentre armonía y violencia.En efecto, la noción de comunidad reúne a todosbajo los lazos de la solidaridad: a nativos e hijos deinmigrantes merced a la educación patriótica en laArgentina del Centenario; a los combatientes de laresistencia francesa y a quienes rayan en el colabo-racionismo en el norte de África; a obreros analfabetosy maestros dogmáticos imposibilitados -por razoneshistóricas- de leer a Gramsci; a judíos, gentiles,

blancos o negros en el gran reino de la Humanidad;a todos los hispano-parlantes capaces de comprenderlas dulzuras de una misma lengua madre comoreclama la poética gelmaniana. Pero la comunidad-como nos recuerda Espósito- exige también entrega,sacrificio y dación: enfrentar las contradicciones devivir en “un paese di merda”; desgarrarse entre irseo quedarse en “la tierra de uno”; sucumbir ante elpelotón de fusilamiento en una oscura nochegoyesca; o morir “como hombres de corage [sic]”,según la advertencia sanmartiniana.El patriotismo marca también fronteras identitarias,un adentro y un afuera, unos pero no otros: víctimaso soldados en la madrugada del 3 de mayo; hombresracionales o sensibles, en el marco de la barbarienazi. Se trata de un colectivo de fidelidades, depertenencia y de identificaciones que correspondenal orden de lo imaginario -como veremos de inmediato-y que constituyen esfuerzos fantasmáticos de alineacióny lealtad, y que permiten también, como en todoproceso de identificación cohabitaciones ambiguas.Asimismo, el patriotismo abreva en la memoriacolectiva, lo que hace posible esa “cita secreta entrelas generaciones que fueron y la nuestra”, comoadvierte Benjamin5-, aunque nos separen 150 años(la proclama sanmartiniana) .El pasado entoncesimporta, más que como hecho objetivo, comohecho de memoria.

La dimensión mítico-imaginaria

El patriotismo participa de la conciencia mítica. Alrespecto, observa Gusdorf (1960):La conciencia mítica permite construir una envoltura

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Nenas con minifalda y bebéssentaditos en el piso. La fotodesacartonada también refleja unamayor libertad en el mundo infantil,y más respeto por sus sentimientosy decisiones. (Foto: Archivo FWB).

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“Mis hermanas: Carmen yAmanda, album familiar”,

enviada por Adriana Osorio.

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protectora en cuyo interior el hombre encuentra sulugar en el universo. Esta significación vital delmito, seguridad sobre la vida, seguridad en la vida,conjuración de la angustia y de la muerte, explicasu viva coloración afectiva6.Si este “escudo de protección” aporta seguridad yconfianza al corazón del primitivo, en tiempos his-tóricos esa envoltura borra diferencias y amalgamaopuestos en un colectivo único: los ciudadanos, elpueblo, “la gente”, “la comunidad organizada”. Eneste sentido, el mito conjura las angustias cotidianasnacidas al calor de la lucha por la subsistencia y, enperíodos de crisis, ofrece una respuesta tranquilizadora.Gusdorf nos habla de la “intención restitutiva” delmito, en tanto apunta a “conservar la integridadperdida”, y señala que “se afirma como una con-ducta de retorno al orden. Interviene como prototipode equilibración del universo, como formulario dereintegración”7. De allí su carácter conservador y -en las sociedades contemporáneas-, frecuentementereaccionario en lo político. Es importante insistir en que, para Gusdorf, noestamos ante un pensamiento reflexivo, sino anteuna vivencia fuertemente impregnada de afectividad.-¡Los vamo´ a reventar, los vamo´ a reventar!–canta Alberto (Ulises Dumont), el dueño del bar,mientras salta abrazado a Fabián (Gustavo Belatti),quien ha sido convocado para ir a la guerra deMalvinas.-Y sí, pibe… Era una locura… ¿A quién se lepodía ocurrir semejante delirio? -le pregunta elmismo Alberto, luego de la derrota.Ambas escenas de Los chicos de la guerra (1984) deBebe Kamín ilustran cómo el pensamiento mítico

es, por excelencia, un pensamiento encarnado.Gusdorf nos señala que “es necesario aceptar laconciencia mítica como una afirmación de la totalidad”(1970; 21). Creemos que por ello el patriotismodisuelve la antinomia entre Eros y Thánatos y diluyela violencia constitutiva siempre presente en la génesisde cualquier patria. Los testimonios sensibles delpunto anterior visibilizan esa violencia: el fusilamientoen el cuadro de Goya, la exhortación sanmartinianadel “juremos no dejar las armas de la mano”. “El mito refleja directamente esta coincidencia deopuestos que caracteriza a lo sagrado”. Asimismo, el mito requiere de ritos que lo presen-tifiquen y prolonguen su vigencia: himnos (véase lafuerza emotiva que convoca “La Marsellesa” enCasablanca o “La Marcia dei Lavoro” en I Compagni);banderas y estandartes (en registro de épica solem-ne, como en el libro de lectura Sentimiento deEditorial Estrada o en registro de parodia, como enla crítica de El gran dictador). A propósito, observaGusdorf:El rito es un fenómeno de primer plano que se ins-cribe en el trasfondo del mito. El rito apunta almito: también podría decirse que tiene la facultadde suscitarlo o, al menos, de reafirmarlo. (…) Elrito repite al mito en el presente. (1970; 25-26).La repetición es, por consiguiente, la garantía desupervivencia del mito.Los ritos anulan, pues, la distancia entre el antes yel ahora, el tiempo primordial o fundacional y elpresente. En el mito, nos recuerda Gusdorf: “setrata, de un tiempo trastemporal que ejerce autoridadpara toda la extensión del tiempo temporal”Si el tiempo es “original, eterno, inmutable y

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Entre los años 70 y 90 una serie dehitos marcaron el reconocimiento delas Infancias en su camino de reco-nocimiento social: la experiencia delos jardines maternales, la proliferaciónde publicaciones sobre la educacióny cuidados de los más chiquitos, laratificación en 1989 de la Convenciónpor los Derechos del Niño y delAdolescente.Sin embargo, dos cuestiones se tor-naron heridas: el incremento de losíndices de mortalidad infantil en losaños 90 y el largo camino, aúninconcluso, de recuperación de nietospor parte de las Abuelas de Plaza deMayo. Una organización, esta últimasin dudas ejemplar.

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“Tarde de Juego en el barrio II” de Fernanda de la Fuente, Rosario, Barrio Toba.

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actual, todo a la vez”, el espacio mítico es el queestá signado por las presencias tutelares. Nótese, apropósito, cómo en nuestro país la repatriación delos restos de figuras del pasado ha sido una reivin-dicación política esgrimida precisamente en nombredel patriotismo (San Martín, Rosas, Evita).Gusdorf observa que para el primitivo el espaciomítico es el espacio consagrado y sostiene:No hay “otra parte”, porque en cualquier otra partela existencia perdería todo sentido. Estar separadode su comunidad es estar privado de todo lo quehace posible la vida. El destierro es también exco-municación y, como diríamos nosotros la muerte civil. Estas consideraciones son igualmente válidas parael mito contemporáneo. “Luz que mi infancia noconoce”; con ese verso describe Gelman el extra-ñamiento del exilio mientras la palabra poéticadeviene también en palabra mítica.Castoriadis (1993) nos propone prestar atención alcomponente imaginario de todo símbolo”, aduciendoque aquél “debe utilizar lo simbólico, no solo para`expresarse’, lo cual es evidente, sino para `existir’,para pasar de lo virtual a cualquier otra cosa más”. La potencia de esa “otra cosa” es para el pensadorde origen griego la fuerza de lo imaginario. Elejemplo más claro que nos ofrece es el de la bandera,que señala justamente la existencia del componenteimaginario, más allá de lo percibido y lo racional:Una bandera es un símbolo con función racional,signo de reconocimiento y de reunión, que se convierterápidamente en aquello por lo cual puede y debeperderse la vida y en aquello que da escalofríos a lolargo de la columna vertebral a los patriotas quemiran pasar un desfile militar.

Castoriadis puntualiza que lo imaginario apareceno sólo en las sociedades tribales o en la AntiguaGrecia, sino también en las sociedades occidentales,en las que el `desencanto del mundo´ y la destrucciónde las formas anteriores a lo imaginario han idoparadójicamente a la par con la constitución de unnuevo imaginario, centrado en lo `pseudo racional´y que afecta a la vez a los `elementos últimos´ delmundo y a su organización total”.El papel de las significaciones imaginarias consiste,según Castoriadis, entonces en dar respuestas ainterrogantes propios de cualquier comunidad:¿quiénes somos?, ¿qué somos los unos para losotros?, ¿dónde nos encontramos?, ¿qué deseamos?,¿qué necesitamos? A estas preguntas -formuladasde modo metafórico-, responde la noción depatriotismo.Castoriadis insiste en que el rol que cumple el ima-ginario es, en primer lugar, el de conformar “el serdel grupo y de la colectividad: cada uno se define yes definido por los demás, en relación a un `nosotros´.(…) Es ante todo un símbolo, las señas de existen-cia que siempre intercambió cada tribu, cada ciudad,cada pueblo” (1993; 256).Es imposible, pues, entender tales significacionessociales imaginarias al margen de la comunicación,porque el grupo no sólo se define (y es definido)respecto a un nosotros, sino que es además un nombreque ya aparece connotado: “Somos los leopardos.Somos los aras. Somos los Hijos del Cielo. Somoslos descendientes de Abraham, pueblo elegido queDios hará triunfar sobre sus enemigos”- ejemplifica elfundador de Socialismo o barbarie.Pero más allá del nombre y simultáneamente en los

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Las transformaciones tecnológicasse advierten en la cotidianeidadinfantil de vastos sectores depoblación. No sólo por el usointensivo de la radio o la televisiónsino por la telefonía móvil y las net. Se podría hablar de un profundocambio en las percepciones y lossentidos, en los modos de ver,pensar e imaginar.La ilustración es de Elena Torres,revista Vivir, 1992.

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“Ivan, Agustín y granaderos” de MarinaMonica Medina, Buenos Aires.

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tótems, en los dioses de la ciudad, en la figura delrey, se constituye “la institución que ubica la colec-tividad como existente”. Ahora bien, desde eltriunfo del capitalismo industrial –observaCastoriadis- es la Nación la que cumple esa funciónidentificatoria “mediante esa referencia triplementeimaginaria a una `historia común´”. ¿Por qué tri-plemente imaginaria? Pues, porque como explica elautor: a) esa historia no es más que pasado; b) no estan común como parece; c) su soporte en la con-ciencia colectiva tiene carácter esencialmente mítico.Sin embargo y pese al carácter imaginario de laNación, ésta aparece mucho más sólida y más realque todas las realidades y esto resulta harto evidentesi pensamos en las dos grandes guerras del siglo XX.Así como cada sociedad define, a través de las sig-nificaciones imaginarias quién es, también “elaborauna imagen del mundo natural, del universo en el quevive, intentando cada vez hacer de ella un conjuntosignificante, en el cual deben ciertamente encontrarsu lugar los objetos y los seres naturales que importanpara la vida de la colectividad”.En suma: para Castoriadis, quién es esa comunidady cuál es su mundo son cuestiones del orden de loimaginario. Sin embargo, para cambiar el estatutoinjusto de la sociedad capitalista, no alcanza conesta comprensión sino que se requiere “aquí másque en cualquier otro lugar”, actua.

Reflexiones

La noción de patriotismo se inscribe en unadimensión histórica, a la vez que involucra plenamentea la conciencia mítica. El pensamiento de Gusdorf,

aunque centrado en una dimensión antropológica yfocalizado en el mundo primitivo, nos ha sido desuma utilidad para comprender cómo esa concienciamítica, en tanto vivencia o experiencia, “realiza sincesar la unidad, la coincidencia de lo real y lo verdadero”.Sus consideraciones acerca del ritual como garantíade supervivencia del mito, han sido igualmentevaliosas para comprender el sentido final de lasprácticas patrióticas de conmemoración y festejo.Como él afirma: “Todo calendario tiene, pues, elvalor de una liturgia, independientemente del con-texto mítico-cultural en el cual se inscribe” (1970; 74).Para quienes hemos sido testigos de los recientesfestejos del Bicentenario en la Argentina, coincidimoscon el autor de Mito y Metafísica en que:La fiesta aparece como una liturgia global, comoun fenómeno total: pone en juego la sociedad uná-nime, cuya cohesión se encuentra, al mismo tiempo,reafirmada. La comunidad, en ese clima de paroxismo,se afirma como comunión; la existencia toda setransfigura. En este sentido, se entiende más claramente elpapel que el patriotismo (con su culto al coraje, laexaltación de la gloria, las ansias de libertad y lautopía de una mejor humanidad) ha desarrolladoen los procesos de liberación colonial del llamadoTercer Mundo, a lo largo del siglo XX. Sin esa“llama sagrada” sería imposible -parafraseando aMonicelli- participar de la batalla con alegría, conironía, en compañía�

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Entre el niñito acartonado quedebía subir a un banco, estar rígidoy esperar pacientemente a que seprodujera la foto y esta niñita quedibuja su mural mientras la filmanhay un abismo. Marca avances enla ciudadania infantil. (Foto: Archivo FWB)

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“Cruzando el puente” de Agustina Caproli, Iruya, prov. de Salta.

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Bibliografía Consultada

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Nebrija, Antonio. Gramática de la lengua castellanaShakespeare, William(1989) Enrique V, Planeta,Buenos Aires.

Notas

1“Italia mía, aunque el hablar sea vano” en Cancionero,Fragmento CXXVIII,http://es.wikisource.org/wiki/Cancionero,_Italia_m%C3%ADa,_aunque_el_hablar_sea_vano2Nebrija, Antonio. Gramática de la lengua castellanahttp://www.antoniodenebrija.org/prologo.html3Shakespeare, William. Enrique V, Buenos Aires,Planeta, p. 178.4Cervantes Saavedra, Miguel. La Numancia [Edicióndigital] Alicante, Biblioteca Virtual Miguel deCervantes, 2001.http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=4463&portal=405En Tesis de Filosofía de la Historia , Parágrafo 2http://homepage.mac.com/eeskenazi/benjamin.html6Gusdorf, Georges. Mito y Metafísica. Buenos Aires,Nova, 1970, p. 15.

*Viviana Iriart es Licenciada en Letras por laUniversidad de Buenos Aires, profesora de la cátedraLiteratura y Medios de la carrera de ComunicaciónSocial de la Universidad CAECE y escritora.

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Si se analizan los 200 años de vidainfantil en este rincón del planeta,se hace efectiva la realidad deavances en todo sentido: desde lainvestigación en obstetricia, neona-tología y pediatría hasta el básicoreconocimiento de niños y niñascomo personas con sus deseos ysueños. Los niños y niñas hanganado en libertad.Sólo falta efectivizar, a lo largo yancho, aquella meta que llamamosequidad. (Foto: Archivo FWB)

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“Saludo a la Bandera”, enviada por Daniel Guillermo Grilli

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Para los que soñaron que la idea de Patria debía pensarse hermanada a la de justicia. Para los que obstinadamente cruzan difíciles senderos para llegar al aula.

Para los funcionarios que aún creen en el valor de la función pública.Para las niñas madres que trajinan solas con el bebé y con el mundo.

Para los nietos y bisnietos de aquellos que un día, empujados por el hambre europeo,vinieron a esta tierra plateada, es decir argentina.

Para los que vivieron siempre siempre aquí ancestralmente, mucho antes que los colonizadores.

Para los jóvenes que un día se fueron a dar la vuelta al mundo y hoy vuelven al terruño.Para quienes aún no tienen trabajo en blanco y sí muchos chicos.

Para quienes recuerdan con cariño a la primaria.Para quienes la infancia no sólo es una etapa de la vida sino un derecho.

Para quienes la bandera albiceleste evoca cielo y libertad.Para los nenes y nenas que juegan a decir Patria

Para quienes desean -en todo el territorio latinoamericano-una vida mejor para las infancias.

Para todos y todas, nuestra gratitud y el vuelo alegre de la esperanza.

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“Quiero Volar” de Hugo Hazaki,Juegos en Santa Teresita, prov. deBuenos Aires. Segundo premio.

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Se terminó de imprimir en el mes de julio de 2010en Latingráfica, Rocamora 4161, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.